Libo
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Libo
12/08/12, 06:27 pm
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Libo
Portal situado en una escarpada montaña lejana a la capital.
Portal situado en una escarpada montaña lejana a la capital.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Libo
12/12/18, 05:21 pm
Varsai negó con la cabeza cuando la bruja preguntó si le había hecho esperar mucho. En realidad no había sido tanto tiempo pero la expectación de la licántropa había hecho que pareciese más.
Con tranquilidad la siguió por el portal y se encontró a sí misma en una plataforma flotante. Curiosa se asomó al borde y comprobó que se hallaban a bastante altura. No se hizo de rogar y subió al bote.
"No te preocupes" le dijo. "Soy bastante resistente al frío. Además en mi ciudad natal también había bajas temperaturas" le explicó.
Por supuesto la leoparda se asomaba por los bordes de la barca para contemplar el paisaje bajo ellas. Según se acercaban a la ciudad su cola se movía con nerviosismo. No se giró cuando la bruja le pidió ser discreta, sólo orientó su oreja hacia donde estaba ella para oírla mejor.
"De acuerdo" respondió y se transformó completamente en su forma original. Se sentía rara sin las orejas y la cola, pero no tardaría en acostumbrarse otra vez. Lo único que mantuvo fueron sus sentidos animales y sus ojos felinos, Mánia había dicho que no la mirarían mucho a los ojos así que...
Por supuesto la ropa le apareció por arte de magia. A día de hoy la varmana seguía orgullosa de haberse puesto aquella runa lo primero. Vestía unas botas negras, pantalones vaqueros negros también y un jersey de color morado a juego con el final de su pelo.
"Eres bastante famosa" le comentó cuando vio a los hombres arrodillarse y al resto de las mujeres bajar la cabeza. La varmana le sonrió a una niña que pasaba y le guiñó un ojo antes de subir a la carroza.
"¿Directas a Palacio?" le preguntó una vez se hubo acomodado.
Con tranquilidad la siguió por el portal y se encontró a sí misma en una plataforma flotante. Curiosa se asomó al borde y comprobó que se hallaban a bastante altura. No se hizo de rogar y subió al bote.
"No te preocupes" le dijo. "Soy bastante resistente al frío. Además en mi ciudad natal también había bajas temperaturas" le explicó.
Por supuesto la leoparda se asomaba por los bordes de la barca para contemplar el paisaje bajo ellas. Según se acercaban a la ciudad su cola se movía con nerviosismo. No se giró cuando la bruja le pidió ser discreta, sólo orientó su oreja hacia donde estaba ella para oírla mejor.
"De acuerdo" respondió y se transformó completamente en su forma original. Se sentía rara sin las orejas y la cola, pero no tardaría en acostumbrarse otra vez. Lo único que mantuvo fueron sus sentidos animales y sus ojos felinos, Mánia había dicho que no la mirarían mucho a los ojos así que...
Por supuesto la ropa le apareció por arte de magia. A día de hoy la varmana seguía orgullosa de haberse puesto aquella runa lo primero. Vestía unas botas negras, pantalones vaqueros negros también y un jersey de color morado a juego con el final de su pelo.
"Eres bastante famosa" le comentó cuando vio a los hombres arrodillarse y al resto de las mujeres bajar la cabeza. La varmana le sonrió a una niña que pasaba y le guiñó un ojo antes de subir a la carroza.
"¿Directas a Palacio?" le preguntó una vez se hubo acomodado.
- InvitadoInvitado
Re: Libo
14/12/18, 02:45 am
-Soy la embajadora de Libo y soy una andrógina, es natural que se arrodillen ante mí. -respondió Mánia -Y no, primero iremos a mi residencia de la Capital, no puedes ir así a ver a la Reina Madre.
No lo dijo con intención de que sonase ofensivo, había preparativos que hacer antes de presentarse ante la monarca. Dio dos golpes con el tacón en el suelo de la carroza y se pusieron en marcha. La ventanas tenían cortinas de gasa para proteger a las viajeras de miradas indiscretas del exterior. Las calles pasaron rápidamente de las casas amontonadas y toldos raídos de la periferia a las enormes galerías techadas del centro. Había bastantes cuestas y rampas en espiral para acceder a los niveles superiores pues la ciudad estaba construida en la misma ladera de la montaña. Giraron por una callejuela algo estrecha cuyo techo era todo teja y metal para salir a una pequeña plaza con una fuente en medio.
El carruaje paró ante la puerta de un palacete alto y estrecho, con la fachada decorada con azulejos rojos y las rejas de las ventanas pintadas de negro y dorado. Era la más llamativa de la plaza y se notaba que tenía ciertas influencias de otros mundos en su arquitectura. La cochera se bajó de su puesto para abrirles la puerta. Dos sirvientes salieron a toda prisa del palacete para descargar el equipaje. Mánia no se molestó en usar ningún hechizo de levitación para ayudarles.
-Tendrás que disculparme, mi residencia aquí no es tan grande como la de Rocavarancolia. Podríamos habernos quedado con mi mater pero pensé que preferías tener un sitio donde poder relajarte.
Sabía que mantener una máscara era agotador, era la razón por la que se había construído su propia casa en la Capital. Mánia guió a Varsai al interior del edificio. Lo primero que se veía era un recibidor que daba a un pasillo larguísimo. Olía a rosas frescas y de hecho había varios jarrones con rosas libenses, que eran pequeñas y rojas.
Un sirviente les ofreció quitarles los abrigos para guardarlos. Bajo el suyo Mánia llevaba un conjunto de seda rojo con lazos a ambos lados de la cadera. Era muy revelador, como toda la ropa que solía llevar la bruja, pero la casa estaba tan caldeada que bien se habría podido andar desnudo sin problema.
-Te enseñaré tu habitación -dijo.
Subieron un par de pisos. Las dependencias personales de Mánia estaban en la tercera planta.
-Aquí está tu habitación -dijo abriendo una puerta según dejaban la escalera a la derecha -La mía está al otro lado del pasillo. Ahora subirán tus cosas y podrás instalarte. Esa puerta es tu baño, creo que en Varmania y en Libo son más o menos iguales así que no tengo mucho que explicarte pero si igual tienes alguna duda puedes preguntarme.
El dormitorio tenía unos techos altísimos y estaba bien iluminado a pesar de tener solo una ventana. Había una enorme cama con dosel y un arcón a los pies y pocos muebles más, aunque todos ellos eran recargados y denotaban un fino trabajo de artesanía. Destacaba el tocador con superficie de mármol y su espejo enmarcado en oro. Los cajones tenían pequeñas filigranas pintadas a ambos lados de los pomos. El suelo de madera estaba cubierto por una alfombra mullida con panteras rampantes tejidas.
-La cita con la Reina Madre es por la tarde. Ahora nos servirán un tentempié en la salita de abajo, por si tienes hambre, y si quieres puedo llevarte a dar una vuelta por la ciudad o si no puedes descansar. Tenemos tiempo de sobra.
No lo dijo con intención de que sonase ofensivo, había preparativos que hacer antes de presentarse ante la monarca. Dio dos golpes con el tacón en el suelo de la carroza y se pusieron en marcha. La ventanas tenían cortinas de gasa para proteger a las viajeras de miradas indiscretas del exterior. Las calles pasaron rápidamente de las casas amontonadas y toldos raídos de la periferia a las enormes galerías techadas del centro. Había bastantes cuestas y rampas en espiral para acceder a los niveles superiores pues la ciudad estaba construida en la misma ladera de la montaña. Giraron por una callejuela algo estrecha cuyo techo era todo teja y metal para salir a una pequeña plaza con una fuente en medio.
El carruaje paró ante la puerta de un palacete alto y estrecho, con la fachada decorada con azulejos rojos y las rejas de las ventanas pintadas de negro y dorado. Era la más llamativa de la plaza y se notaba que tenía ciertas influencias de otros mundos en su arquitectura. La cochera se bajó de su puesto para abrirles la puerta. Dos sirvientes salieron a toda prisa del palacete para descargar el equipaje. Mánia no se molestó en usar ningún hechizo de levitación para ayudarles.
-Tendrás que disculparme, mi residencia aquí no es tan grande como la de Rocavarancolia. Podríamos habernos quedado con mi mater pero pensé que preferías tener un sitio donde poder relajarte.
Sabía que mantener una máscara era agotador, era la razón por la que se había construído su propia casa en la Capital. Mánia guió a Varsai al interior del edificio. Lo primero que se veía era un recibidor que daba a un pasillo larguísimo. Olía a rosas frescas y de hecho había varios jarrones con rosas libenses, que eran pequeñas y rojas.
Un sirviente les ofreció quitarles los abrigos para guardarlos. Bajo el suyo Mánia llevaba un conjunto de seda rojo con lazos a ambos lados de la cadera. Era muy revelador, como toda la ropa que solía llevar la bruja, pero la casa estaba tan caldeada que bien se habría podido andar desnudo sin problema.
-Te enseñaré tu habitación -dijo.
Subieron un par de pisos. Las dependencias personales de Mánia estaban en la tercera planta.
-Aquí está tu habitación -dijo abriendo una puerta según dejaban la escalera a la derecha -La mía está al otro lado del pasillo. Ahora subirán tus cosas y podrás instalarte. Esa puerta es tu baño, creo que en Varmania y en Libo son más o menos iguales así que no tengo mucho que explicarte pero si igual tienes alguna duda puedes preguntarme.
El dormitorio tenía unos techos altísimos y estaba bien iluminado a pesar de tener solo una ventana. Había una enorme cama con dosel y un arcón a los pies y pocos muebles más, aunque todos ellos eran recargados y denotaban un fino trabajo de artesanía. Destacaba el tocador con superficie de mármol y su espejo enmarcado en oro. Los cajones tenían pequeñas filigranas pintadas a ambos lados de los pomos. El suelo de madera estaba cubierto por una alfombra mullida con panteras rampantes tejidas.
-La cita con la Reina Madre es por la tarde. Ahora nos servirán un tentempié en la salita de abajo, por si tienes hambre, y si quieres puedo llevarte a dar una vuelta por la ciudad o si no puedes descansar. Tenemos tiempo de sobra.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Libo
16/12/18, 06:50 pm
"Oh, de acuerdo" respondió Varsai. No se había dado cuenta de que no estaba presentable para visitar a la realeza. Las cosas en la ciudad eran más sencillas.
La licántropa no pudo si no asomarse a la ventanilla del carruaje. Deseaba ver más de la ciudad y absorbió todo lo que pudo mientras los edificios pasaban ante ella.
Cuando llegaron observó lo bonito de la mansión y se giró hacia la bruja con una sonrisa en la cara.
"¿Te disculpas porque no es grande? Yo sigo viviendo en la Sede Mánia, lo más a que aspiro ahora mismo es a un cuarto con cama. No necesito más" la risa de Varsai se hizo eco en la mente de la bruja. "Te lo agradezco" respondió sin embargo cuando la libense mencionó que se podrían haber quedado con la madre de ésta.
Siguió a la embajadora por la casa empapándose de todo lo que veía y oía. La habitación era preciosa y a la chica le encantó la alfombra.
"Preferiría ver más de la ciudad si puede ser" respondió con ansia en la voz mental cuando la embajadora le propuso dar un paseo.
La licántropa no pudo si no asomarse a la ventanilla del carruaje. Deseaba ver más de la ciudad y absorbió todo lo que pudo mientras los edificios pasaban ante ella.
Cuando llegaron observó lo bonito de la mansión y se giró hacia la bruja con una sonrisa en la cara.
"¿Te disculpas porque no es grande? Yo sigo viviendo en la Sede Mánia, lo más a que aspiro ahora mismo es a un cuarto con cama. No necesito más" la risa de Varsai se hizo eco en la mente de la bruja. "Te lo agradezco" respondió sin embargo cuando la libense mencionó que se podrían haber quedado con la madre de ésta.
Siguió a la embajadora por la casa empapándose de todo lo que veía y oía. La habitación era preciosa y a la chica le encantó la alfombra.
"Preferiría ver más de la ciudad si puede ser" respondió con ansia en la voz mental cuando la embajadora le propuso dar un paseo.
- InvitadoInvitado
Re: Libo
19/12/18, 03:25 am
-¡Perfecto! - Mánia no quería atosigar a Varsai pero tenía muchas ganas de enseñarle la ciudad -Voy a llamar a un transporte y mientras llega... vamos a arreglarte un poquito.
La ropa de Varsai estaba bien para Rocavarancolia pero no para Libo, aun así quería que mantuviese algo suyo para que se sintiera más cómoda así que decidió trabajar en el jersey que llevaba. Se la llevó a su propio dormitorio, al otro lado del pasillo y vació el armario sobre la cama.
-Muy bien, esos vaqueros fuera, no vamos a una mina. Ponte esto -le dió unas medias negras con bordes de encaje y buscó un liguero que fuera a juego -No sé qué ropa interior llevas pero igual te voy a dejar algo mío. Usaremos tu jersey de vestido.
Le puso un arnés de cuero con tachuelas doradas encima del jersey para ceñirle el pecho y no añadió mucho más aparte del maquillaje y recogerle el pelo en dos coletas bajas.
-Esta vez puedes llevar las orejas y la cola – le dijo -Y puedes usar mis adornos de las orejas. Van con clip, no te preocupes, no hay que perforarte nada.
A Mánia le había sorprendido lo reacios que eran muchos rocavarancoleses de otros mundos a perforarse así que había aprendido a ser prudente con el tema.
Le dejó una capa ligera y un bolso y estuvieron listas. Un rickshaw las esperaba en la puerta llevado por un hombre fornido con el pelo negro lustroso recogido en alto con adornos de calaveras. Llevaba un velo similar al que llevaba la barquera que las había llevado a la ciudad.
Antes de que pudiesen subirse un sirviente de Mánia salió a la carrera a su encuentro y le susurró algo a la bruja la oído. Mánia maldijo por lo bajo.
-Mi mater insiste en que tengamos escolta así que envía a dos de sus guardaespaldas para que nos acompañen. Dice que es por las apariencias -bufó. -Estarán esperándonos en el centro comercial.
Subieron al rickshaw, que solo tenía la capota por lo que la gente con la que se cruzaban podía verlas. El hombre que las llevaba se movía a toda velocidad por el suelo de adoquines y Mánia tuvo que pedirle que aminorara para que Varsai pudiese ver bien el paisaje. Pasaron por avenidas amplias, todas techadas con entramados de acero y cristal. Las casas eran altas y estrechas, de ventanas pequeñas la mayoría salvo algunas excepciones que serían los palacetes como el de Mánia. Aquí y allá había esculturas, obeliscos conmemorativos y fuentes de agua humeante, pero casi nada de verde.
Llegaron a la galería comercial, con sus dos plantas atestadas de escaparates y carteles de tiendas. En cuanto bajaron, dos mujeres fibrosas y altas fueron a su encuentro; las guardaespaldas que había enviado su mater. Mánia las conocía de cara.
-Cuatro pasos por detrás de nosotras. Una sola palabra y volvereis a vuestro pueblo a cultivar remolacha -les advirtió la bruja en libense. Ambas asintieron.
Mánia tomó a Varsai de la mano para guiarla. Había bastante gente aunque era temprano, muchos hombres haciendo los recados del día y damas retiradas disfrutando de la mañana. Desde allí les llegaba el olor de las infusiones calientes y los bollos recién hechos.
-Ya que no pudimos tomar el aperitivo en mi casa, ¿qué te parece si te llevo a mi tetería favorita? Ven, te encantará.
La condujo por la galería principal con las dos guardaespaldas detrás como si fueran sus sombras. Todo el complejo era impresionante, con suelos de mármol y ascensores de hierro para ir a las plantas superiores. Aquí y allá había pequeñas terrazas con mesas y sillas de hierro forjado llenas de lugareños tomando su segundo desayuno o un antojo de mañana. Mánia condujo a Varsai hasta un pórtico recargado con panteras de forja adornándolo: El Real. Le dijo algo a la camarera de la entrada antes de que la pobre chica se tirase al suelo en una reverencia hacia Varsai. ''Discreción'' era la palabra clave. La camarera asintió enérgicamente y les invió a entrar con un gesto.
La tetería era todo espejos, relieves y lámparas de araña. Los techos eran altísimos y estaban decorados con imitaciones de frescos. La camarera las llevó a una mesa en la balconada de la planta superior, colocada estratégicamente para que pudieran ver a la gente abajo y la calle a través de los ventanales.Las guardaespaldas se quedaron de pie a una distancia prudencial. A esa hora no ponían música en directo pero tenían de fondo el sonido de las conversaciones ajenas, que más que jaleo parecía un murmullo.
-Me gusta este sitio, es tranquilo y puedo comer en paz sin que nadie venga a traerme ofrendas o pedirme que sus hijas crezcan fuertes -comentó. Le pasó una carta a Varsai -Siento decir que aquí no tenemos chocolate, pero hay infusiones, té, vino dulce... También hacen unos pasteles riquísimos. Mira, estos son parecidos a los que me trajiste el otro día -Lo señaló en la carta -Y estos están rellenos de una mermelada que no he encontrado en ningún otro mundo. Es parecida a la frambuesa pero al mismo tiempo no tiene nada que ver. Están muy ricos.
La ropa de Varsai estaba bien para Rocavarancolia pero no para Libo, aun así quería que mantuviese algo suyo para que se sintiera más cómoda así que decidió trabajar en el jersey que llevaba. Se la llevó a su propio dormitorio, al otro lado del pasillo y vació el armario sobre la cama.
-Muy bien, esos vaqueros fuera, no vamos a una mina. Ponte esto -le dió unas medias negras con bordes de encaje y buscó un liguero que fuera a juego -No sé qué ropa interior llevas pero igual te voy a dejar algo mío. Usaremos tu jersey de vestido.
Le puso un arnés de cuero con tachuelas doradas encima del jersey para ceñirle el pecho y no añadió mucho más aparte del maquillaje y recogerle el pelo en dos coletas bajas.
-Esta vez puedes llevar las orejas y la cola – le dijo -Y puedes usar mis adornos de las orejas. Van con clip, no te preocupes, no hay que perforarte nada.
A Mánia le había sorprendido lo reacios que eran muchos rocavarancoleses de otros mundos a perforarse así que había aprendido a ser prudente con el tema.
Le dejó una capa ligera y un bolso y estuvieron listas. Un rickshaw las esperaba en la puerta llevado por un hombre fornido con el pelo negro lustroso recogido en alto con adornos de calaveras. Llevaba un velo similar al que llevaba la barquera que las había llevado a la ciudad.
Antes de que pudiesen subirse un sirviente de Mánia salió a la carrera a su encuentro y le susurró algo a la bruja la oído. Mánia maldijo por lo bajo.
-Mi mater insiste en que tengamos escolta así que envía a dos de sus guardaespaldas para que nos acompañen. Dice que es por las apariencias -bufó. -Estarán esperándonos en el centro comercial.
Subieron al rickshaw, que solo tenía la capota por lo que la gente con la que se cruzaban podía verlas. El hombre que las llevaba se movía a toda velocidad por el suelo de adoquines y Mánia tuvo que pedirle que aminorara para que Varsai pudiese ver bien el paisaje. Pasaron por avenidas amplias, todas techadas con entramados de acero y cristal. Las casas eran altas y estrechas, de ventanas pequeñas la mayoría salvo algunas excepciones que serían los palacetes como el de Mánia. Aquí y allá había esculturas, obeliscos conmemorativos y fuentes de agua humeante, pero casi nada de verde.
Llegaron a la galería comercial, con sus dos plantas atestadas de escaparates y carteles de tiendas. En cuanto bajaron, dos mujeres fibrosas y altas fueron a su encuentro; las guardaespaldas que había enviado su mater. Mánia las conocía de cara.
-Cuatro pasos por detrás de nosotras. Una sola palabra y volvereis a vuestro pueblo a cultivar remolacha -les advirtió la bruja en libense. Ambas asintieron.
Mánia tomó a Varsai de la mano para guiarla. Había bastante gente aunque era temprano, muchos hombres haciendo los recados del día y damas retiradas disfrutando de la mañana. Desde allí les llegaba el olor de las infusiones calientes y los bollos recién hechos.
-Ya que no pudimos tomar el aperitivo en mi casa, ¿qué te parece si te llevo a mi tetería favorita? Ven, te encantará.
La condujo por la galería principal con las dos guardaespaldas detrás como si fueran sus sombras. Todo el complejo era impresionante, con suelos de mármol y ascensores de hierro para ir a las plantas superiores. Aquí y allá había pequeñas terrazas con mesas y sillas de hierro forjado llenas de lugareños tomando su segundo desayuno o un antojo de mañana. Mánia condujo a Varsai hasta un pórtico recargado con panteras de forja adornándolo: El Real. Le dijo algo a la camarera de la entrada antes de que la pobre chica se tirase al suelo en una reverencia hacia Varsai. ''Discreción'' era la palabra clave. La camarera asintió enérgicamente y les invió a entrar con un gesto.
La tetería era todo espejos, relieves y lámparas de araña. Los techos eran altísimos y estaban decorados con imitaciones de frescos. La camarera las llevó a una mesa en la balconada de la planta superior, colocada estratégicamente para que pudieran ver a la gente abajo y la calle a través de los ventanales.Las guardaespaldas se quedaron de pie a una distancia prudencial. A esa hora no ponían música en directo pero tenían de fondo el sonido de las conversaciones ajenas, que más que jaleo parecía un murmullo.
-Me gusta este sitio, es tranquilo y puedo comer en paz sin que nadie venga a traerme ofrendas o pedirme que sus hijas crezcan fuertes -comentó. Le pasó una carta a Varsai -Siento decir que aquí no tenemos chocolate, pero hay infusiones, té, vino dulce... También hacen unos pasteles riquísimos. Mira, estos son parecidos a los que me trajiste el otro día -Lo señaló en la carta -Y estos están rellenos de una mermelada que no he encontrado en ningún otro mundo. Es parecida a la frambuesa pero al mismo tiempo no tiene nada que ver. Están muy ricos.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Libo
09/01/19, 06:29 pm
Varsai se dejó guiar en el tema de la ropa, no sólo Mánia era de de allí sino que además estaba más versada en moda que la licántropa. Aunque estaba empezando a cogerle el gusto a aquello de vestirse.
"Estaba pensando en ponerme algún pendiente en las orejas" comentó mientras volvían a aparecer esas y la cola. "Seguro que por aquí tenéis buenos perforadores".
Quizá antes de irse podría pasar por uno para ponerse un par de pendientes.
"No me molesta" respondió cuando la libense le dijo lo de las guardaespaldas. Miró el paisaje que pasaba ante sus ojos completamente ensimismada. Le dirigió una sonrisa a la bruja cuando le pidió al hombre que aminorase. "¿Sería posible que a la vuelta fuésemos andando?" preguntó cuando llegaron a la entrada.
El tamaño de las guardaespaldas infundía respeto pero Varsai se preguntó si podría ganarlas en combate.
"Pobres, me acaban de dar pena" le dijo a Mánia sonriente por la amenaza hacia las mujeres. Se dejó guiar hacia la tetería de mano de la otra chica. Se acercó al balcón y contempló las vistas.
"¿Tan mal te cae tu gente que no has querido bendecirlos con el chocolate?" preguntó en broma. "Pues quiero uno de esos pasteles de mermelada que has dicho y lo más parecido que haya al té negro".
"Dime Mánia, ¿qué puesto ocupa tu madre en la corte exactamente?"
"Estaba pensando en ponerme algún pendiente en las orejas" comentó mientras volvían a aparecer esas y la cola. "Seguro que por aquí tenéis buenos perforadores".
Quizá antes de irse podría pasar por uno para ponerse un par de pendientes.
"No me molesta" respondió cuando la libense le dijo lo de las guardaespaldas. Miró el paisaje que pasaba ante sus ojos completamente ensimismada. Le dirigió una sonrisa a la bruja cuando le pidió al hombre que aminorase. "¿Sería posible que a la vuelta fuésemos andando?" preguntó cuando llegaron a la entrada.
El tamaño de las guardaespaldas infundía respeto pero Varsai se preguntó si podría ganarlas en combate.
"Pobres, me acaban de dar pena" le dijo a Mánia sonriente por la amenaza hacia las mujeres. Se dejó guiar hacia la tetería de mano de la otra chica. Se acercó al balcón y contempló las vistas.
"¿Tan mal te cae tu gente que no has querido bendecirlos con el chocolate?" preguntó en broma. "Pues quiero uno de esos pasteles de mermelada que has dicho y lo más parecido que haya al té negro".
"Dime Mánia, ¿qué puesto ocupa tu madre en la corte exactamente?"
- InvitadoInvitado
Re: Libo
10/01/19, 01:47 am
A Mánia no le importaba volver andando. Tendrían que llevar escolta igual pero podrían ir a su ritmo. Pero para el resto de visitas no pensaba caminar, y seguramente Varsai tampoco en cuanto estuviera un buen rato con los tacones que le había prestado.
Cuando dijo que las guardaespaldas le daban pena se echó a reír.
-Hay que dejar los límites muy claros -explicó. -Los andróginos somos deidades pero las mater siguen teniendo el control sobre nosotros. Bueno, sobre mí ya no, ahora soy independiente, no tengo que aceptar las condiciones de mater.
Jugueteó con la carta, perdida un instante en sus pensamientos. La camarera se acercó para preguntar si ya habían decidido y eso la sacó de su ensimismamiento. Pidió dos tés negros con leche, un dulce de frutos rojos para Varsai y buñuelos para ella.
-El cacao no se cultiva bien aquí, tendría que ser todo importado, solo las nobles podrían permitírselo y a ellas ya les envío chocolate de regalo de vez en cuando -respondió. - Además me gusta la exclusividad -sonrió con malicia.
Les trajeron los dulces y les sirvieron el té en sendas tazas de porcelana con dibujos de pájaros coloridos y flores, trabajo de las colonias costeras. Mánia no pudo esperar y le dio un bocado a un buñuelo antes de que la camarera terminase de servir el té. Estaba delicioso, hacía tiempo que no se pasaba por allí y no hacían buñuelos tan buenos en ningún otro sitio (que ella haya probado).
-Hmm, mi mater es duquesa. Gobierna el valle de Zhandre, allí tiene su palacio, pero desde que volví viene mucho a la Capital.
Cuando dijo que las guardaespaldas le daban pena se echó a reír.
-Hay que dejar los límites muy claros -explicó. -Los andróginos somos deidades pero las mater siguen teniendo el control sobre nosotros. Bueno, sobre mí ya no, ahora soy independiente, no tengo que aceptar las condiciones de mater.
Jugueteó con la carta, perdida un instante en sus pensamientos. La camarera se acercó para preguntar si ya habían decidido y eso la sacó de su ensimismamiento. Pidió dos tés negros con leche, un dulce de frutos rojos para Varsai y buñuelos para ella.
-El cacao no se cultiva bien aquí, tendría que ser todo importado, solo las nobles podrían permitírselo y a ellas ya les envío chocolate de regalo de vez en cuando -respondió. - Además me gusta la exclusividad -sonrió con malicia.
Les trajeron los dulces y les sirvieron el té en sendas tazas de porcelana con dibujos de pájaros coloridos y flores, trabajo de las colonias costeras. Mánia no pudo esperar y le dio un bocado a un buñuelo antes de que la camarera terminase de servir el té. Estaba delicioso, hacía tiempo que no se pasaba por allí y no hacían buñuelos tan buenos en ningún otro sitio (que ella haya probado).
-Hmm, mi mater es duquesa. Gobierna el valle de Zhandre, allí tiene su palacio, pero desde que volví viene mucho a la Capital.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Libo
11/01/19, 02:18 am
"Si he de ser sincera no entiendo muy bien aún lo de los andróginos. En cada mundo hay muchas cosas distintas, cuesta mantener el ritmo de todo lo que hay que saber. Supongo que el no haber convivido con un libenses durante la criba ha ayudado a mi desconocimiento" le dijo tratando de no sonar irrespetuosa.
Olfateó discretamente la taza y la tarta, olía estupendamente. Dirigió una sonrisa a la camarera antes de darle un mordisquito al dulce. Estaba delicioso, cosa que hizo que su cola se agitase tras ella.
"Creo que te echa de menos. Por eso pasa tanto tiempo cerca, al menos es lo que yo haría" comentó con tranquilidad dando un sorbo al té.
"Y dime, ¿cómo son tu padre y tu hermano? ¿Es posible que los veamos durante la fiesta?" preguntó curiosa.
Olfateó discretamente la taza y la tarta, olía estupendamente. Dirigió una sonrisa a la camarera antes de darle un mordisquito al dulce. Estaba delicioso, cosa que hizo que su cola se agitase tras ella.
"Creo que te echa de menos. Por eso pasa tanto tiempo cerca, al menos es lo que yo haría" comentó con tranquilidad dando un sorbo al té.
"Y dime, ¿cómo son tu padre y tu hermano? ¿Es posible que los veamos durante la fiesta?" preguntó curiosa.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- InvitadoInvitado
Re: Libo
19/01/19, 01:21 am
Mánia tamborileó con las uñas sobre la mesa, meditando la mejor forma de responder las dudas de Varsai. Antes de hablar hizo un gesto molesto hacia la camarera, que se había quedado mirando más de la cuenta, para que se largara.
-Verás, hay una serie de rasgos físicos que se atribuyen a los hombres y otros a las mujeres; los andróginos somos personas que nacemos o desarrollamos rasgos tanto de uno como de otro. Se supone que representamos la conjunción del hombre y la mujer y que eso nos convierte en seres sagrados que traen la fertilidad, la abundancia, la suerte y todas esas chorradas -Mánia se metió un trozo de buñuelo en la boca y masticó rápido para continuar -Hace ya un tiempo a las nobles les dio por querer tener andróginos en su corte, así que cuando se descubre un andrógino en cualquier parte del reino la noble del lugar, o a veces la propia Reina Madre, lo reclama para sí. A mi me llevaron con nueve años, claro que mi familia recibió una buena suma como compensación.
En eso debía reconocerle el mérito a su mater; su familia de sangre era bastante humilde y perder a un hijo había sido un golpe duro pues eran un par de manos menos para trabajar. Otras nobles no eran tan comprensivas a la hora de reclamar a los andróginos.
-Los andróginos vivimos en la casa de nuestra mater, la noble que nos reclama, y vamos a actos públicos, ceremonias religiosas y todo eso. Tenemos todo lo que pedimos y un poco más, pero no se nos permite trabajar ni ser independientes, en cierto modo somos como pájaros exóticos en jaulas de oro.
La bruja no hizo más que una mueca ante el comentario sobre su mater. No tenía muy claro si realmente la quería, o la había querido en algún momento. Antes sí, antes pensaba que su mater la adoraba y Mánia la adoraba de vuelta, por eso había confiado en ella para revelar la existencia de Rocavarancolia, pero conforme iba haciéndose mayor y siendo más consciente del funcionamiento de las cosas más dudaba de todo.
Cuando Varsai le preguntó sobre su padre y su hermano se echó a reir.
-Ni hablar. Ellos ya no son mi familia, desde que mi mater me reclamó ya no son nada mío, no los he vuelto a ver, a ninguno. Es así con todos los andróginos salvo casos muy particulares, como que el andrógino sea de familia noble o influyente. Mi amigo Ilol puede ver a su familia porque su hermana es una transformada, y porque su madre es una militar destacable, y ese es el único caso así actualmente.
A veces Mánia se olvidaba de que tenía familia de sangre. Su único recuerdo de su padre era el de su espalda, inclinado sobre los fogones o la mesa de la cocina o un cesto de mimbre o una pieza de madera. Su madre iba y venía y cuando estaba era para regañarles por alguna trastada. Su hermano era la única persona a la que había llegado a echar de menos.
-Verás, hay una serie de rasgos físicos que se atribuyen a los hombres y otros a las mujeres; los andróginos somos personas que nacemos o desarrollamos rasgos tanto de uno como de otro. Se supone que representamos la conjunción del hombre y la mujer y que eso nos convierte en seres sagrados que traen la fertilidad, la abundancia, la suerte y todas esas chorradas -Mánia se metió un trozo de buñuelo en la boca y masticó rápido para continuar -Hace ya un tiempo a las nobles les dio por querer tener andróginos en su corte, así que cuando se descubre un andrógino en cualquier parte del reino la noble del lugar, o a veces la propia Reina Madre, lo reclama para sí. A mi me llevaron con nueve años, claro que mi familia recibió una buena suma como compensación.
En eso debía reconocerle el mérito a su mater; su familia de sangre era bastante humilde y perder a un hijo había sido un golpe duro pues eran un par de manos menos para trabajar. Otras nobles no eran tan comprensivas a la hora de reclamar a los andróginos.
-Los andróginos vivimos en la casa de nuestra mater, la noble que nos reclama, y vamos a actos públicos, ceremonias religiosas y todo eso. Tenemos todo lo que pedimos y un poco más, pero no se nos permite trabajar ni ser independientes, en cierto modo somos como pájaros exóticos en jaulas de oro.
La bruja no hizo más que una mueca ante el comentario sobre su mater. No tenía muy claro si realmente la quería, o la había querido en algún momento. Antes sí, antes pensaba que su mater la adoraba y Mánia la adoraba de vuelta, por eso había confiado en ella para revelar la existencia de Rocavarancolia, pero conforme iba haciéndose mayor y siendo más consciente del funcionamiento de las cosas más dudaba de todo.
Cuando Varsai le preguntó sobre su padre y su hermano se echó a reir.
-Ni hablar. Ellos ya no son mi familia, desde que mi mater me reclamó ya no son nada mío, no los he vuelto a ver, a ninguno. Es así con todos los andróginos salvo casos muy particulares, como que el andrógino sea de familia noble o influyente. Mi amigo Ilol puede ver a su familia porque su hermana es una transformada, y porque su madre es una militar destacable, y ese es el único caso así actualmente.
A veces Mánia se olvidaba de que tenía familia de sangre. Su único recuerdo de su padre era el de su espalda, inclinado sobre los fogones o la mesa de la cocina o un cesto de mimbre o una pieza de madera. Su madre iba y venía y cuando estaba era para regañarles por alguna trastada. Su hermano era la única persona a la que había llegado a echar de menos.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Libo
23/01/19, 10:51 pm
Varsai comió mientras la bruja hablaba. Frunció levemente el ceño con la historia.
"Es... triste. Quiero decir, tratan a personas como objetos que exhibir, como un jarrón bonito." Expresó sin intenciones de ofender.
"Yo... lo siento, creí que la persona que llamabas Mater era tu madre biológica. No quería reabrir heridas. Yo sin ir más lejos echo de menos a mi familia, aunque ellos no me recuerdan a mí. Casi mejor, si no me conocen no pueden hacerles daño" comentó con tranquilidad mientras daba un sorbo al té.
"¿Nunca has pensado en hacerles una visita para saber cómo les va? Estoy segura de que se alegrarían de saber de ti".
Varsai terminó el té y esperó a que Mánia terminase lo suyo.
"¿Cuál es nuestra siguiente parada?" preguntó sonriente.
"Es... triste. Quiero decir, tratan a personas como objetos que exhibir, como un jarrón bonito." Expresó sin intenciones de ofender.
"Yo... lo siento, creí que la persona que llamabas Mater era tu madre biológica. No quería reabrir heridas. Yo sin ir más lejos echo de menos a mi familia, aunque ellos no me recuerdan a mí. Casi mejor, si no me conocen no pueden hacerles daño" comentó con tranquilidad mientras daba un sorbo al té.
"¿Nunca has pensado en hacerles una visita para saber cómo les va? Estoy segura de que se alegrarían de saber de ti".
Varsai terminó el té y esperó a que Mánia terminase lo suyo.
"¿Cuál es nuestra siguiente parada?" preguntó sonriente.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- InvitadoInvitado
Re: Libo
28/01/19, 12:40 am
La bruja bajó la mirada. Encontrar a gente con lazos familiares reales siempre le resultaba extraño, a veces incluso descondertante, le hacía preguntarse si acaso no habría algo mal con ella.
-Siento que no puedas verles, pero sí que es mejor para su seguridad. Además, ¿no es más fácil así? Sabes que no han sufrido tu ausencia y no tienes que arriesgarte a dar explicaciones.
Hablarle a su Mater de su experiencia en Rocavarancolia había sido una de las cosas más difíciles que había hecho en la vida. Todavía recordaba cómo le había ido cambiando el rostro de color.
Fue a darle un sorbo a su té pero la siguiente pregunta la tomó desprevenida. Dejó la taza de nuevo en el plato.
-Nunca lo había pensado. Mi familia no tenía permitido verme y yo no tenía permitido salir del palacio de Mater así que... -Ni siquiera se había planteado preguntar. Nunca. A pesar de lo mucho que la malcriaban la habían educado para seguir unas normas y solo había empezado a cuestionarlas bastante después de llegar a Rocavarancolia. -Pero, sinceramente, dudo que me echen de menos.
El tema de conversación le estaba deprimiento así que agradeció de veras que Varsai preguntara por la próxima parada.
-Oh, pensé que ya que estábamos aquí podríamos ver tiendas, y luego ir al templo mayor. A mediodía no hay gente en la calle prácticamente y podremos ver a los Grandes Felinos sin que nos molesten.
No le gustaba perderse la siesta pero por un día no se iba a morir.
Apuró el té y pidió que cargasen el desayuno a su cuenta. Las guardaespaldas las escoltaron fuera de la cafetería, siguiendo las indicaciones que les había dado Mánia al principio.
La primera parada fue una zapatería. Mánia tenía bastantes zapatos para toda una vida pero la bruja era del pensamiento de que nunca sobraban los zapatos. Tan solo una mirada de las guardias fue suficiente para que las pocas clientas decidieran que era mejor pasarse en otro momento.
-Estas me gustan -dijo tomando unas botas altas hasta la rodilla, de cuero rojo adornadas con grandes lazos de satén. Parecía que no se había dado cuenta de la huida de las clientas, o no le importaba. Se sentó en uno de los bancos y la dependienta corrió a descalzarla.
-Siento que no puedas verles, pero sí que es mejor para su seguridad. Además, ¿no es más fácil así? Sabes que no han sufrido tu ausencia y no tienes que arriesgarte a dar explicaciones.
Hablarle a su Mater de su experiencia en Rocavarancolia había sido una de las cosas más difíciles que había hecho en la vida. Todavía recordaba cómo le había ido cambiando el rostro de color.
Fue a darle un sorbo a su té pero la siguiente pregunta la tomó desprevenida. Dejó la taza de nuevo en el plato.
-Nunca lo había pensado. Mi familia no tenía permitido verme y yo no tenía permitido salir del palacio de Mater así que... -Ni siquiera se había planteado preguntar. Nunca. A pesar de lo mucho que la malcriaban la habían educado para seguir unas normas y solo había empezado a cuestionarlas bastante después de llegar a Rocavarancolia. -Pero, sinceramente, dudo que me echen de menos.
El tema de conversación le estaba deprimiento así que agradeció de veras que Varsai preguntara por la próxima parada.
-Oh, pensé que ya que estábamos aquí podríamos ver tiendas, y luego ir al templo mayor. A mediodía no hay gente en la calle prácticamente y podremos ver a los Grandes Felinos sin que nos molesten.
No le gustaba perderse la siesta pero por un día no se iba a morir.
Apuró el té y pidió que cargasen el desayuno a su cuenta. Las guardaespaldas las escoltaron fuera de la cafetería, siguiendo las indicaciones que les había dado Mánia al principio.
La primera parada fue una zapatería. Mánia tenía bastantes zapatos para toda una vida pero la bruja era del pensamiento de que nunca sobraban los zapatos. Tan solo una mirada de las guardias fue suficiente para que las pocas clientas decidieran que era mejor pasarse en otro momento.
-Estas me gustan -dijo tomando unas botas altas hasta la rodilla, de cuero rojo adornadas con grandes lazos de satén. Parecía que no se había dado cuenta de la huida de las clientas, o no le importaba. Se sentó en uno de los bancos y la dependienta corrió a descalzarla.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Libo
05/02/19, 02:38 am
Varsai esgrimió una sonrisa triste que camufló tomando un trago de té. "No son ellos los que sufren la ausencia" repuso.
<<Yo no estoy tan segura de eso>> pensó sin transmitírselo a la libense. Puede que no tuvieran permitido verla pero Varsai se negaba a creer que ningún padre no sometido a la magia no echaría de menos a su hija.
Varsai escuchó un cuchicheo en la lejanía y movió la oreja para captar mejor el sonido. No oyó bien lo que decían por el resto de sonidos pero por la palabra "cola" supuso que hablaban de ella. Una sonrisa pintó su rostro que se hizo más pronunciada cuando la bruja mencionó a los grandes felinos.
"Tengo ganas de verlos. ¿Crees que me dejarán acercarme?" le preguntó con la cola blanca moviéndose tras ella.
Terminaron sus bebidas y Varsai siguió a la otra chica por el lugar. Pararon en una tienda de calzado y pronto la tienda se vació. <<Empiezo a pensar que esto ya es más miedo que otra cosa>>.
Paseó por el lugar mientras la embajadora se probaba unas botas. Unas llamaron la atención de la licántropa, eran de cuero negro con decoraciones en azul y unos cierres plateados. Tenían un tacón bajo y plano y puestas debían de llegarle a la mitad de la pierna. Las cogió y se acercó a la dependienta.
"Me gustaría probármelas" dijo en la cabeza de la mujer aunque extendió también aquello hasta Mánia.
<<Yo no estoy tan segura de eso>> pensó sin transmitírselo a la libense. Puede que no tuvieran permitido verla pero Varsai se negaba a creer que ningún padre no sometido a la magia no echaría de menos a su hija.
Varsai escuchó un cuchicheo en la lejanía y movió la oreja para captar mejor el sonido. No oyó bien lo que decían por el resto de sonidos pero por la palabra "cola" supuso que hablaban de ella. Una sonrisa pintó su rostro que se hizo más pronunciada cuando la bruja mencionó a los grandes felinos.
"Tengo ganas de verlos. ¿Crees que me dejarán acercarme?" le preguntó con la cola blanca moviéndose tras ella.
Terminaron sus bebidas y Varsai siguió a la otra chica por el lugar. Pararon en una tienda de calzado y pronto la tienda se vació. <<Empiezo a pensar que esto ya es más miedo que otra cosa>>.
Paseó por el lugar mientras la embajadora se probaba unas botas. Unas llamaron la atención de la licántropa, eran de cuero negro con decoraciones en azul y unos cierres plateados. Tenían un tacón bajo y plano y puestas debían de llegarle a la mitad de la pierna. Las cogió y se acercó a la dependienta.
"Me gustaría probármelas" dijo en la cabeza de la mujer aunque extendió también aquello hasta Mánia.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- InvitadoInvitado
Re: Libo
10/02/19, 03:12 am
-Oh, si no nos dejan podemos hacernos intangibles y así los vemos de cerca sin que puedan hacernos daño -respondió Mánia. Lo había intentado alguna vez con otros felinos, era divertido jugar al pillar con ellos y dejarse atrapar para ver las expresiones de desconcierto cuando la atravesaban con las zarpas.
La dependienta se sobresaltó al oir la voz de Varsai en su cabeza y Mánia tuvo que tranquilizarla explicándole que era como ella se comunicaba. Una vez aclarado la dependienta fue a atender a la licántropa, dejando a su hija mayor, una jovencita de ojos rojos con un tocado de calaveras de bronce, a cargo de empaquetar las botas de Mánia. La mujer demostró una compostura envidiable, pero la bruja la vigilaba y podía notar el leve temblor de emoción en sus manos. Una cosa era atender a nobles y otra a diosas. Le ató las botas y le acercó un espejo para que pudiese mirarse.
-¿Qué le parecen, mi señora? La hebillas son de filigrana de plata -explicó, manteniendo en todo momento la cabeza gacha.
Mánia se llevó un par de zapatos más; unas botas negras de ante unidas a un liguero de piel que tendría que adaptar al largo de sus piernas y unas sandalias de seda trenzada.
-Elige lo que quieras, luego iremos a mi peletería favorita, seguro que querrás una capa de invierno -dijo la bruja. No pensaba quitarse las sandalias hasta que Varsai terminase de decidirse. Eran realmente agradables, con plataforma y plantilla acolchada. Desde luego iba a llevarlas en el palacete todos los días.
La dependienta se sobresaltó al oir la voz de Varsai en su cabeza y Mánia tuvo que tranquilizarla explicándole que era como ella se comunicaba. Una vez aclarado la dependienta fue a atender a la licántropa, dejando a su hija mayor, una jovencita de ojos rojos con un tocado de calaveras de bronce, a cargo de empaquetar las botas de Mánia. La mujer demostró una compostura envidiable, pero la bruja la vigilaba y podía notar el leve temblor de emoción en sus manos. Una cosa era atender a nobles y otra a diosas. Le ató las botas y le acercó un espejo para que pudiese mirarse.
-¿Qué le parecen, mi señora? La hebillas son de filigrana de plata -explicó, manteniendo en todo momento la cabeza gacha.
Mánia se llevó un par de zapatos más; unas botas negras de ante unidas a un liguero de piel que tendría que adaptar al largo de sus piernas y unas sandalias de seda trenzada.
-Elige lo que quieras, luego iremos a mi peletería favorita, seguro que querrás una capa de invierno -dijo la bruja. No pensaba quitarse las sandalias hasta que Varsai terminase de decidirse. Eran realmente agradables, con plataforma y plantilla acolchada. Desde luego iba a llevarlas en el palacete todos los días.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Libo
14/02/19, 06:12 pm
Varsai se miró al espejo con las botas puestas. Le gustaban y le quedaban bien, eran cómodas además de bonitas.
Caminó un poco con ellas y le hizo un gesto de asentimiento a la dependienta. "Me las llevo" fue todo lo que dijo.
"Mánia, ¿aquí aceptan dinero de la ciudad?" preguntó después de mirar en su interior. "Sí no tendré que encontrar un cambista".
"Bueno, por lo general no la necesito. Desde que me transformé no noto el frío tanto como antes. Pero quiero comprar un par de regalos. A Irianna e Isis seguro que les gusta algo de allí".
También quería comprarle algo a Rasqa, pero no tenía claro que podía querer el parquio.
Caminó un poco con ellas y le hizo un gesto de asentimiento a la dependienta. "Me las llevo" fue todo lo que dijo.
"Mánia, ¿aquí aceptan dinero de la ciudad?" preguntó después de mirar en su interior. "Sí no tendré que encontrar un cambista".
"Bueno, por lo general no la necesito. Desde que me transformé no noto el frío tanto como antes. Pero quiero comprar un par de regalos. A Irianna e Isis seguro que les gusta algo de allí".
También quería comprarle algo a Rasqa, pero no tenía claro que podía querer el parquio.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- InvitadoInvitado
Re: Libo
17/02/19, 02:11 am
La dependienta se apresuró a empaquetar las botas que había elegido Varsai y Mánia le hizo un gesto a la joven para que le volviera a poner sus zapatos.
-Aún no aceptan dinero de la ciudad pero si quieres puedo prestarte y cuando volvamos a Rocavarancolia hacemos el cambio. Te puedo ir diciendo el precio aproximado de cada cosa.
El cambio de divisas entre ambos mundos estaba siendo un poco trabajoso por culpa de Garoni pero más o menos estaba consiguiendo que funcionara. Lo que no entendía era por qué no le había pedido el cambio antes, si no había insistido era porque pensaba invitarla a todo (al fin y al cabo era su invitada).
Pasaron por la peletería, porque Mánia no comprendía que alguien no quisiera una capa nueva solo porque no la necesitara, y luego fueron a una joyería. No era del nivel de los orfebres reales pero tenía todos los diseños que estaban de moda esa temporada, la mayoría en cobre o lidar lacado. Allí la atención era menos tradicional por lo que tenían más libertad para mirar y algunas jovencitas con mechas decoloradas no parecían muy dispuestas a abandonar la tienda porque una noble estuviera allí. Probablemente las muy idiotas ni siquiera se habían fijado en la cola y orejas de Zarpa. Mánia simplemente las ignoró.
-Mira que bonitas -dijo mostrando unas garras de lidar con las uñas pintadas de violeta y pequeños brillantes. -La verdad es que nunca había tenido unas garras que no fuesen de oro, salvo por el tiempo que estuve infiltrada antes de la propuesta de alianza...
-Aún no aceptan dinero de la ciudad pero si quieres puedo prestarte y cuando volvamos a Rocavarancolia hacemos el cambio. Te puedo ir diciendo el precio aproximado de cada cosa.
El cambio de divisas entre ambos mundos estaba siendo un poco trabajoso por culpa de Garoni pero más o menos estaba consiguiendo que funcionara. Lo que no entendía era por qué no le había pedido el cambio antes, si no había insistido era porque pensaba invitarla a todo (al fin y al cabo era su invitada).
Pasaron por la peletería, porque Mánia no comprendía que alguien no quisiera una capa nueva solo porque no la necesitara, y luego fueron a una joyería. No era del nivel de los orfebres reales pero tenía todos los diseños que estaban de moda esa temporada, la mayoría en cobre o lidar lacado. Allí la atención era menos tradicional por lo que tenían más libertad para mirar y algunas jovencitas con mechas decoloradas no parecían muy dispuestas a abandonar la tienda porque una noble estuviera allí. Probablemente las muy idiotas ni siquiera se habían fijado en la cola y orejas de Zarpa. Mánia simplemente las ignoró.
-Mira que bonitas -dijo mostrando unas garras de lidar con las uñas pintadas de violeta y pequeños brillantes. -La verdad es que nunca había tenido unas garras que no fuesen de oro, salvo por el tiempo que estuve infiltrada antes de la propuesta de alianza...
- Dal
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Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Libo
18/02/19, 03:12 pm
Varsai asintió agradecida a la bruja. No es que tuviera muchísimo dinero pero había ahorrado casi todo lo que había ganado trabajando. A excepción de su tatuaje para la ropa y el cascabel telepático no había gastado mucho más.
Pasaron por la peletería y la licántropa no compró nada aunque se admiró de lo bonitas que eran muchas. Quizá si no hubiera sido un animal acostumbrado al frío sí que habría comprado una.
En la joyería sin embargo sí que quería comprar algo. Miró atentamente por las vitrinas con mucha tranquilidad. Incluso se acercó a unas chicas que estaban por allí para ver qué compraban ellas.
No vio nada que pudiera gustarle a Irianna, todo era poco discreto, igual que la ropa. Por el contrario posiblemente Twyx estaría encantada. Miró las garras que le enseñó la bruja y estuvo de acuerdo.
"Son muy bonitas, sí" dijo. <<Y seguramente bastante caras>> pensó. "Pero yo ya tengo las mías propias" le comentó transformando su mano en una zarpa con una sonrisa en la cara. Volvió a destransformar la mano y le pidió que le hablara por ella a la dependienta para no asustarla.
"Estoy buscando algo ostentoso, pero bonito. Es para una amiga frivy." Le dijo para que se hiciera una idea de lo que buscaba más o menos. "También querría unos pendientes que poder ponerme en las orejas" las movió de forma graciosa.
"¿Y podríamos pasar luego por una librería?" le preguntó a la bruja.
Pasaron por la peletería y la licántropa no compró nada aunque se admiró de lo bonitas que eran muchas. Quizá si no hubiera sido un animal acostumbrado al frío sí que habría comprado una.
En la joyería sin embargo sí que quería comprar algo. Miró atentamente por las vitrinas con mucha tranquilidad. Incluso se acercó a unas chicas que estaban por allí para ver qué compraban ellas.
No vio nada que pudiera gustarle a Irianna, todo era poco discreto, igual que la ropa. Por el contrario posiblemente Twyx estaría encantada. Miró las garras que le enseñó la bruja y estuvo de acuerdo.
"Son muy bonitas, sí" dijo. <<Y seguramente bastante caras>> pensó. "Pero yo ya tengo las mías propias" le comentó transformando su mano en una zarpa con una sonrisa en la cara. Volvió a destransformar la mano y le pidió que le hablara por ella a la dependienta para no asustarla.
"Estoy buscando algo ostentoso, pero bonito. Es para una amiga frivy." Le dijo para que se hiciera una idea de lo que buscaba más o menos. "También querría unos pendientes que poder ponerme en las orejas" las movió de forma graciosa.
"¿Y podríamos pasar luego por una librería?" le preguntó a la bruja.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- InvitadoInvitado
Re: Libo
26/02/19, 08:47 pm
-¿Ostentoso pero bonito? Veamos, veamos...
Mánia se dio una vuelta por los expositores, preguntándole a Zarpa qué colores prefería, qué diseños le gustaban más y el límite de precio. Los adornos de cristal coloreado eran de los más económicos y había mucha variedad.
-También hay modelos de pendientes de los que no necesitan agujeros para ponérselos, ¿o tienes intención de perforártelas?
A Mánia le resultaba raro que fuese tan poco común en otros mundos lo de perforarse las orejas... o cualquier parte del cuerpo. Si quería hacerse los agujeros incluso la propia bruja podía hacérselos, era algo muy sencillo.
Cuando acabaron de elegir regalos (Mánia se llevó unos pocos piercings para hacerle agujeros nuevos a Vlad, ya que solo de pensar en ello le había entrado antojo) salieron del centro comercial para ir a su librería favorita. Las librerías más famosasa estaban todas en una misma calle, junto a tiendas de material de papelería, encuadernadores y cafés diminutos donde la gente iba a trasnochar. El edificio al que iban tenía tres plantas y era de los más antiguos de la calle, pero estaba muy bien conservado. El suelo de toda la tienda estaba cubierto de una moqueta de distintos tonos de verde y las paredes rebosaban hasta arriba de libros. Aquí y allá había sillones donde sentarse a hojear los ejemplares y por los corredores pasaban jovencitos con carros repletos de libros para recolocar.
-En la Capital se lee mucho -explicó -Pero la gente suele ir más a la biblioteca. Aquí es donde vienen a comprar la mayoría de turistas y viajeros de paso. Yo diría que esta es la librería con más variedad de todo el Imperio.
Y por eso era su favorita. Su mater tenía una buena biblioteca en su palacio pero Mánia siempre pedía las novelas más recientes o cualquier historia que estuviese de moda en el momento. Si mencionaban un libro en la radio ella lo quería al instante y la duquesa tenía que mandarlo a pedir. Claro que Mánia nunca leía, de aquellas no tenía la capacidad de concentración, pero tenía sirvientes que leían por ella.
-¿Buscas algo en concreto o solo quieres cotillear?
Mánia se dio una vuelta por los expositores, preguntándole a Zarpa qué colores prefería, qué diseños le gustaban más y el límite de precio. Los adornos de cristal coloreado eran de los más económicos y había mucha variedad.
-También hay modelos de pendientes de los que no necesitan agujeros para ponérselos, ¿o tienes intención de perforártelas?
A Mánia le resultaba raro que fuese tan poco común en otros mundos lo de perforarse las orejas... o cualquier parte del cuerpo. Si quería hacerse los agujeros incluso la propia bruja podía hacérselos, era algo muy sencillo.
Cuando acabaron de elegir regalos (Mánia se llevó unos pocos piercings para hacerle agujeros nuevos a Vlad, ya que solo de pensar en ello le había entrado antojo) salieron del centro comercial para ir a su librería favorita. Las librerías más famosasa estaban todas en una misma calle, junto a tiendas de material de papelería, encuadernadores y cafés diminutos donde la gente iba a trasnochar. El edificio al que iban tenía tres plantas y era de los más antiguos de la calle, pero estaba muy bien conservado. El suelo de toda la tienda estaba cubierto de una moqueta de distintos tonos de verde y las paredes rebosaban hasta arriba de libros. Aquí y allá había sillones donde sentarse a hojear los ejemplares y por los corredores pasaban jovencitos con carros repletos de libros para recolocar.
-En la Capital se lee mucho -explicó -Pero la gente suele ir más a la biblioteca. Aquí es donde vienen a comprar la mayoría de turistas y viajeros de paso. Yo diría que esta es la librería con más variedad de todo el Imperio.
Y por eso era su favorita. Su mater tenía una buena biblioteca en su palacio pero Mánia siempre pedía las novelas más recientes o cualquier historia que estuviese de moda en el momento. Si mencionaban un libro en la radio ella lo quería al instante y la duquesa tenía que mandarlo a pedir. Claro que Mánia nunca leía, de aquellas no tenía la capacidad de concentración, pero tenía sirvientes que leían por ella.
-¿Buscas algo en concreto o solo quieres cotillear?
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
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Re: Libo
26/02/19, 10:10 pm
Varsai fue observando las cosas que le enseñaba la bruja. El cristal de colores fue lo que acabó convenciendo a la licántropa. Vio una huella de felino hecha de metal en su forma pero los huecos de las almohadillas eran de vivos colores, un color para cada una. Pensó que a la veela podría gustarle y decidió comprarlo.
"No, sí que quiero hacerme los agujeros" le respondió a Mánia mirando los pendientes que había. "¿Me echarás una mano? Para ponérmelos digo" preguntó todavía mirando diseños. Finalmente se decidió por un aro con unas pequeñas amatistas incrustadas y un industrial que tenía el diseño de un gran felino.
Contenta con su comprar Varsai iba por la calle moviendo la cola rítmicamente detrás de ella. Miró la librería desde fuera y dejó escapar un ronroneo de satisfacción.
"Prefiero ir a tiro fijo. Busco un par de libros buenos, de fantasía o de misterio. A ser posible autoconclusos" le dijo a la bruja. Irianna era amiga suya desde la cosecha, habían compartido muchas cosas y los gustos musicales y en libros eran sólo algunas de esas cosas. Los pedía autoconclusivos de manera que la bruja de la niebla no se desesperase después buscando las continuaciones.
"No, sí que quiero hacerme los agujeros" le respondió a Mánia mirando los pendientes que había. "¿Me echarás una mano? Para ponérmelos digo" preguntó todavía mirando diseños. Finalmente se decidió por un aro con unas pequeñas amatistas incrustadas y un industrial que tenía el diseño de un gran felino.
Contenta con su comprar Varsai iba por la calle moviendo la cola rítmicamente detrás de ella. Miró la librería desde fuera y dejó escapar un ronroneo de satisfacción.
"Prefiero ir a tiro fijo. Busco un par de libros buenos, de fantasía o de misterio. A ser posible autoconclusos" le dijo a la bruja. Irianna era amiga suya desde la cosecha, habían compartido muchas cosas y los gustos musicales y en libros eran sólo algunas de esas cosas. Los pedía autoconclusivos de manera que la bruja de la niebla no se desesperase después buscando las continuaciones.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
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