Libo
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Libo
12/08/12, 06:27 pm
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Libo
Portal situado en una escarpada montaña lejana a la capital.
Portal situado en una escarpada montaña lejana a la capital.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Libo
19/06/14, 05:19 pm
Shizel se levantó esa mañana en el término medio exacto de tiempo: lo bastante temprano para no ser tachado de remolón, y lo bastante tarde como para no resultar una inconveniencia a los habitantes de la casa. No se unió a los entrenamientos de la mañana: estaba bastante desentrenado en esgrima y no deseaba hacer el ridículo. Se tomó el desayuno con calma, advirtiendo la ausencia de Kirina pero no haciendo ningún comentario al respecto. Imaginaba que Ekasel aún no debía sentirse del todo cómodo a solas con sus invitados, de modo que intentó dirigir la conversación a temas familiares.
Saren les comunicó más tarde que no tenía intención de asistir a la fiesta en sí, y Shizel se sorprendió ante la previsión del selkie al querer quitarse de en medio anticipando decir algo inoportuno. Aquello le dejó pensativo durante una buena parte de la mañana, dándole vueltas a la mentalidad norteña.
En la calle desde luego Shizel no era el que más llamaba la atención del llamativo grupito, lo que le permitía observar a la multitud con curiosidad más descarada de la que habría sido apropiado mostrar de haber estado pendientes de él. Alzó una ceja incrédulo al ver el nombre del comercio que era el destino de la salida, el cual quedó explicado en cuanto la tocaya del nombre les explicó qué relación tenía con la dueña, y que la "K" del nombre venía a cuento de la propia dueña, y no de Karime.
No le resultó nada extraño ni fuera de lo normal que les hiciesen trajes a medida. Estaba acostumbrado al procedimiento, de modo que se esforzó en estorbar lo mínimo posible y colaborar cuando le llegó el turno. Se aseguró de preguntar a los empleados sobre la estética libense todas las dudas que se le ocurrieron, para asegurarse de que elegía algo propio de allí, pero con buen gusto. Bufó fingiéndose ofendido ante el comentario de Karime, apostillando que había vivido un año entero como un mártir del ahorro en Rocavarancolia y que no pensaba extender aquella penitencia un minuto más. Lo mismo sucedió con el resto de establecimientos que visitaron: Shizel era consciente de que le estaban tratando como a un señor y en consecuencia estaba complacido.
Tras las compras obligatorias asaeteó a preguntas a Karime, y más tarde durante la comida a Ekasel y Krene, sobre la capital y sus costumbres: si había algún lugar emblemático él quería verlo; si había alguna historia detrás de algún edificio, construcción o hábitos de los habitantes él quería saberla. Disfrutó como un enano al saber que iban a pasar el resto de la tarde en un balneario con termas pero constató una vez allí, un poco desilusionado, que el agua caliente ya no le gustaba tanto como antes. Discretamente preguntó, al cabo de un tiempo, si sería posible acondicionarle una terma de agua helada, en la que se sintió mucho mejor.
Una vez ya en casa de la licántropa de nuevo el skrýmir no tardó mucho en vestirse: la estética libense no se caracterizaba precisamente por un exceso de prendas. La perspectiva de una fiesta de alto copete no le despertaba nerviosismo, dado que no le era un ambiente extraño, pero el que se tratase de las altas esferas de una sociedad completamente nueva y exótica sí que le añadía un tinte de anticipación que el idrino estaba disfrutando enormemente. Ya estaba esperando en la sala cuando bajó Karime.
-Estupenda- le aseguró con una sonrisa.
Saren les comunicó más tarde que no tenía intención de asistir a la fiesta en sí, y Shizel se sorprendió ante la previsión del selkie al querer quitarse de en medio anticipando decir algo inoportuno. Aquello le dejó pensativo durante una buena parte de la mañana, dándole vueltas a la mentalidad norteña.
En la calle desde luego Shizel no era el que más llamaba la atención del llamativo grupito, lo que le permitía observar a la multitud con curiosidad más descarada de la que habría sido apropiado mostrar de haber estado pendientes de él. Alzó una ceja incrédulo al ver el nombre del comercio que era el destino de la salida, el cual quedó explicado en cuanto la tocaya del nombre les explicó qué relación tenía con la dueña, y que la "K" del nombre venía a cuento de la propia dueña, y no de Karime.
No le resultó nada extraño ni fuera de lo normal que les hiciesen trajes a medida. Estaba acostumbrado al procedimiento, de modo que se esforzó en estorbar lo mínimo posible y colaborar cuando le llegó el turno. Se aseguró de preguntar a los empleados sobre la estética libense todas las dudas que se le ocurrieron, para asegurarse de que elegía algo propio de allí, pero con buen gusto. Bufó fingiéndose ofendido ante el comentario de Karime, apostillando que había vivido un año entero como un mártir del ahorro en Rocavarancolia y que no pensaba extender aquella penitencia un minuto más. Lo mismo sucedió con el resto de establecimientos que visitaron: Shizel era consciente de que le estaban tratando como a un señor y en consecuencia estaba complacido.
Tras las compras obligatorias asaeteó a preguntas a Karime, y más tarde durante la comida a Ekasel y Krene, sobre la capital y sus costumbres: si había algún lugar emblemático él quería verlo; si había alguna historia detrás de algún edificio, construcción o hábitos de los habitantes él quería saberla. Disfrutó como un enano al saber que iban a pasar el resto de la tarde en un balneario con termas pero constató una vez allí, un poco desilusionado, que el agua caliente ya no le gustaba tanto como antes. Discretamente preguntó, al cabo de un tiempo, si sería posible acondicionarle una terma de agua helada, en la que se sintió mucho mejor.
Una vez ya en casa de la licántropa de nuevo el skrýmir no tardó mucho en vestirse: la estética libense no se caracterizaba precisamente por un exceso de prendas. La perspectiva de una fiesta de alto copete no le despertaba nerviosismo, dado que no le era un ambiente extraño, pero el que se tratase de las altas esferas de una sociedad completamente nueva y exótica sí que le añadía un tinte de anticipación que el idrino estaba disfrutando enormemente. Ya estaba esperando en la sala cuando bajó Karime.
-Estupenda- le aseguró con una sonrisa.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Libo
20/06/14, 07:24 pm
Saren observó a Karime con la confusión pintada en la mirada, sin saber porque debería suceder lo que ella estaba diciendo. Se encogió de hombros, sin embargo, y siguió a la libense a la cocina, donde esta le pidió un desayuno de combate a su padre. El norteño no sabía en que consistía, pero pidió lo mismo cuando Ekasel le preguntó, iniciando después el entrenamiento con la licántropa. Atol también se unió, y una hora mas tarde se pusieron en marcha guiados por la chica, que estaba bastante entusiasmada. La licántropa lo había convencido de que se quedara un poco mas en Libo, y Saren había postergado su marcha unas horas.
La tía de Karime sería la encargada de confeccionar los trajes de sus amigos, por lo que el selkie se mantuvo apartado mientras la susodicha tomaba medidas, sonriendo divertido cuando se tuvo que subir a un taburete para tomar las de Bran. Exceptuando a Kirina, a la cual solo había visto durante un instante fugaz, la familia de la libense era bastante agradable, y el selkie sentía de verdad no poder conocer a Ilol.
Mas tarde los arrastraron de compras, y la licántropo tuvo que acosar al selkie para que este se decidiera a comprar algo. No le gustaba recibir dinero a cambio de nada, y aunque la muchacha insistiera en que era un regalo, el chico no terminaba de estar convencido. Terminó cediendo, sin embargo, y se decantó por una estilográfica de buena calidad y un par de cuadernos en blanco con tapas de cuero negro, siempre venía bien tener material de escritura.
Comieron con Ekasel y su hermana en uno de los mejores restaurantes de la ciudad, y después de eso fueron a un balneario. Les trataron bastante bien, y aunque a él no le hacía falta porque no iba a asistir a la fiesta, supo agradecer las atenciones. Fue una tarde agradable, pero todo tiene que acabar, y poco antes de que la hora de la cena el selkie se despidió de Ka y de sus compañeros, trasformándose en roc y alzando el vuelo.
Continúa en Rocavarancolia.
La tía de Karime sería la encargada de confeccionar los trajes de sus amigos, por lo que el selkie se mantuvo apartado mientras la susodicha tomaba medidas, sonriendo divertido cuando se tuvo que subir a un taburete para tomar las de Bran. Exceptuando a Kirina, a la cual solo había visto durante un instante fugaz, la familia de la libense era bastante agradable, y el selkie sentía de verdad no poder conocer a Ilol.
Mas tarde los arrastraron de compras, y la licántropo tuvo que acosar al selkie para que este se decidiera a comprar algo. No le gustaba recibir dinero a cambio de nada, y aunque la muchacha insistiera en que era un regalo, el chico no terminaba de estar convencido. Terminó cediendo, sin embargo, y se decantó por una estilográfica de buena calidad y un par de cuadernos en blanco con tapas de cuero negro, siempre venía bien tener material de escritura.
Comieron con Ekasel y su hermana en uno de los mejores restaurantes de la ciudad, y después de eso fueron a un balneario. Les trataron bastante bien, y aunque a él no le hacía falta porque no iba a asistir a la fiesta, supo agradecer las atenciones. Fue una tarde agradable, pero todo tiene que acabar, y poco antes de que la hora de la cena el selkie se despidió de Ka y de sus compañeros, trasformándose en roc y alzando el vuelo.
Continúa en Rocavarancolia.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Libo
29/06/14, 03:11 am
Al día siguiente me desperté con las baterías bien cargadas y un tanto... Desorientado no era la palabra, pero estuve a punto de buscar y despertar a los demás, así como de bajar a la cocina a ayudar con el desayuno como hacía cuando estaba en el orfanato. Luego habría ido a la escuela, a la biblioteca, gimnasio... Pero eso ya era historia. Sin embargo, me alegró enterarme de que Saren y K iban a entrenar, así que no lo dudé ni un instante. Lo que no era historia del todo era ayudar con el desayuno, cosa que... vale, no, lo intenté, pero como invitado que era no pude. No me importaba que nos mirasen desde abajo por ser lo que éramos, pero no dejarme ayudar en la cocina... <<Jum. Siéntate, habla con los demás y olvida el tema, bobo>> Por otro lado, me sorprendió que Saren no quisiera asistir a la fiesta, y casi le puse mala cara cuando lo dijo porque me parecía una ofensa, pero realmente ellos eran nuestros invitados, no se les había invitado directamente, así que acabé encogiéndome de hombros. Él se lo perdía.
No había preguntado qué haríamos con el resto del día y realmente lo había olvidado, pero casi que mejor. Estando en un plan casi de vacaciones, en mi mundo natal, me dejaría llevar sin preocuparme por los planes. Así que pasé en grande el resto del día. Excepto por la parte de la ropa. Había traído conmigo varias piezas de la vestimenta hechas por mí, pero entrar en una tienda con ropa tan —obviamente— libense... Pf. ¿Cuánto hacía que no vestía como un libense? Desde que me transformé, solo había llevado ropa lo más simple posible y sin fijarme en los colores, solo en que fuese fresca y ligera (excepto cuando llevaba piezas de armadura). Me embargó un poco la situación, más aún cuando me enteré de que nos harían los trajes a medida, lo cual era algo totalmente nuevo para mí. También era nuevo lo de tener libertad para comprar lo que quisiera y... no me acababa de convencer. Cultura aparte, acepté las palabras de K pero me aseguré que comprara lo que comprase no sería caro. Y, si veía la oportunidad, quizá y solo quizá, más tarde le diría de compartir gastos al menos en lo mío. Lo que no me gustó ni un pelo fue la reacción de Shizel, que me sonó a "me invitan así que me aprovecho", pero si K estaba a gusto con ello, yo no diría nada... <<Venga ya, sabes que el chaval no hará eso. Además, listillo, reconoce que comprarías lo que se te cruzara por delante, así que...>> ¿Shh? <<Shh>>
También tuve cuidado con fijarme mucho en el tratamiento que me daban, no quería que se me subiera a la cabeza. Al final, sí que salió bastante barata la compra, cuyo resultado se adaptaba a lo que solía llevar en Rocavarancolia, con el añadido libense por supuesto. Eso sí, los dependientes se quedaron un poco patidifusos cuando saqué de mi mochila varias piezas de metal de la ropa, pero les expliqué cómo iban, maquillé un poco su origen, y conseguí prendas que encajasen con estas.
Poco después, nos llevaron a un restaurante que me hizo parpadear varias veces por el lujo que despedía todo su interior. <<Cómete lo que te ofrezcan, pide lo barato o poco caro>> pensé. Nos sentamos a comer mientras charlábamos animadamente. Participé de vez en cuando cuando Shizel preguntaba algo que supiera, así como atendí a las respuestas que pudieran servirme de entre las que nuestros anfitriones le daban. Si alguien esperaba que recordara el protocolo libense a rajatabla estaba muy equivocado, así que atendí —tanto a Krene, Ekasel y K como al resto de la gente— como si me fuera la vida en ello a la forma de hablar, los gestos, los tonos de voz... Cualquier cosa.
La tarde la pasamos en unas termas donde a punto estuve de dormirme, debido a que era la primera vez y lo mucho que me gustaba el agua caliente. En el masaje sí que me quedé un poco traspuesto, tumbado como estuve, pero lo solventé entre bromas de ser novato. Hacía poco más de un año que miraba a estos lugares con envidia desde la calle, con un par de monedas en los bolsillos. Tenía que repetirlo, aunque no sabía si en Rocavarancolia habría lugares así. <<Siempre puedo volver a Libo>>
De vuelta en la casa, o "en casa" porque gracias a Ekasel casi lo parecía, llegó la hora de vestirse. Tardé lo mínimo con la ropa pero un poco más con el maquillaje, el cual también era sencillito. Luego fui a reunirme con los demás y a esperar a las chicas. Cuando aparecieron, negué ligeramente con la cabeza al escuchar a Shizel y dije:
—Bah, chaval, estupenda es poco. Fantástica. Y tengo que decir que me encantan esos tacones—<<Son geniales, por favor>> A eso añadí, tras fijarme en los atuendos de los demás—Estáis todos muy elegantes.
No había preguntado qué haríamos con el resto del día y realmente lo había olvidado, pero casi que mejor. Estando en un plan casi de vacaciones, en mi mundo natal, me dejaría llevar sin preocuparme por los planes. Así que pasé en grande el resto del día. Excepto por la parte de la ropa. Había traído conmigo varias piezas de la vestimenta hechas por mí, pero entrar en una tienda con ropa tan —obviamente— libense... Pf. ¿Cuánto hacía que no vestía como un libense? Desde que me transformé, solo había llevado ropa lo más simple posible y sin fijarme en los colores, solo en que fuese fresca y ligera (excepto cuando llevaba piezas de armadura). Me embargó un poco la situación, más aún cuando me enteré de que nos harían los trajes a medida, lo cual era algo totalmente nuevo para mí. También era nuevo lo de tener libertad para comprar lo que quisiera y... no me acababa de convencer. Cultura aparte, acepté las palabras de K pero me aseguré que comprara lo que comprase no sería caro. Y, si veía la oportunidad, quizá y solo quizá, más tarde le diría de compartir gastos al menos en lo mío. Lo que no me gustó ni un pelo fue la reacción de Shizel, que me sonó a "me invitan así que me aprovecho", pero si K estaba a gusto con ello, yo no diría nada... <<Venga ya, sabes que el chaval no hará eso. Además, listillo, reconoce que comprarías lo que se te cruzara por delante, así que...>> ¿Shh? <<Shh>>
También tuve cuidado con fijarme mucho en el tratamiento que me daban, no quería que se me subiera a la cabeza. Al final, sí que salió bastante barata la compra, cuyo resultado se adaptaba a lo que solía llevar en Rocavarancolia, con el añadido libense por supuesto. Eso sí, los dependientes se quedaron un poco patidifusos cuando saqué de mi mochila varias piezas de metal de la ropa, pero les expliqué cómo iban, maquillé un poco su origen, y conseguí prendas que encajasen con estas.
Poco después, nos llevaron a un restaurante que me hizo parpadear varias veces por el lujo que despedía todo su interior. <<Cómete lo que te ofrezcan, pide lo barato o poco caro>> pensé. Nos sentamos a comer mientras charlábamos animadamente. Participé de vez en cuando cuando Shizel preguntaba algo que supiera, así como atendí a las respuestas que pudieran servirme de entre las que nuestros anfitriones le daban. Si alguien esperaba que recordara el protocolo libense a rajatabla estaba muy equivocado, así que atendí —tanto a Krene, Ekasel y K como al resto de la gente— como si me fuera la vida en ello a la forma de hablar, los gestos, los tonos de voz... Cualquier cosa.
La tarde la pasamos en unas termas donde a punto estuve de dormirme, debido a que era la primera vez y lo mucho que me gustaba el agua caliente. En el masaje sí que me quedé un poco traspuesto, tumbado como estuve, pero lo solventé entre bromas de ser novato. Hacía poco más de un año que miraba a estos lugares con envidia desde la calle, con un par de monedas en los bolsillos. Tenía que repetirlo, aunque no sabía si en Rocavarancolia habría lugares así. <<Siempre puedo volver a Libo>>
De vuelta en la casa, o "en casa" porque gracias a Ekasel casi lo parecía, llegó la hora de vestirse. Tardé lo mínimo con la ropa pero un poco más con el maquillaje, el cual también era sencillito. Luego fui a reunirme con los demás y a esperar a las chicas. Cuando aparecieron, negué ligeramente con la cabeza al escuchar a Shizel y dije:
—Bah, chaval, estupenda es poco. Fantástica. Y tengo que decir que me encantan esos tacones—<<Son geniales, por favor>> A eso añadí, tras fijarme en los atuendos de los demás—Estáis todos muy elegantes.
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Re: Libo
03/07/14, 01:01 am
Al día siguiente fui de los últimos en levantarme, aunque probablemente fuese el primero en despertarme. Preferí quedarme en la cama en un intento de hacer olvidar a Ekasel mi presencia en esta casa. Tampoco estaba seguro de si esas miradas temerosas me agradaban o me amargaban. Probablemente era una mezcla extraña entre esos dos sentimientos, con un predominio de cada uno en función de cómo estaba en ese momento.
Las horas acurrucado en la cama las pasé pensando en Nubla. O más bien las pasé intentando no pensar en Nubla. No soportaba recordar esa estúpida e idealista etapa de mi pasado, ni pensar que muchos nublinos seguían pensando como una vez pensara yo. Un par de veces me sorprendí queriendo ir allí y mostrarme como era, hacerles abrir los ojos. Sabía que jamás lo haría. Yo ya no pertenecía a ese mundo, y contento estaba de ello. Y, en cierta manera, era al revés: ellos, en virtud de sometidos a la ciudad del horror, me pertenecían a mí. Y a toda Rocavarancolia.
Decidiendo que ya estaba bien de hacer de buen monstruo, me levanté. La educación de nuestro anfitrión me permitió comer carne poco hecha, pero tan sosa e insípida como el día anterior. Eso sí, era de agradecer que pudiese masticar algo en vez de casi sentir que la comida se deshacía sola en la boca.
Una vez más era yo el que más miradas atraía. Intentaba parecer completamente natural, con un suave balanceo de cola y miradas de reojo a la gente. Cada vez que contactaba directamente con alguien indiscreto sonreía, divertido ante sus reacciones.
Era la primera vez que visitaba un local de ropa a medida. No era algo que existiese en Nubla, y en Rocavarancolia ciertamente no tenía grandes necesidades que no fuesen cubiertas por mi posición. pero con poco interés en esa parte concreta del recorrido dejé hacer a los expertos. No grabé prácticamente ningún detalle de estas primeras tiendas y compras, poco atraído por ellas.
Era la primera vez que visitaba, no obstante, algo como dichas aguas termales. Había que admitir que eran relajantes, y dejaban a uno placenteramente tranquilo. Probablemente fue el primer momento del día en el que estuve a gusto con la mente completamente en blanco. No hacía falta nada más en aquel lugar: sólo no pensar y dejarse llevar por las tentaciones.
Después llegó el momento de prepararse. Pude aprovechar un momento a solas para pedir a Nihil un pequeño temtempié con el que andar completamente sosegado. Durante este breve intercambio le dediqué un pensamiento, preguntándome si estaría aburrida, entretenida o hastiada de vigilarme. Recordando las palabras que me dirigió sobre Karime no pude evitar sentir algo de satisfacción sabiendo que por mi causa tenía que soportar aquello.
—Preciosa —fue lo único que contesté a mi amiga, con una sonrisa en los labios. Se la veía maravillosamente alegre.
Y así, entre unas cosas y otras, llegó el momento de la fiesta. Para ser honestos, sentía una moderada curiosidad por cómo saldría la noche.
Las horas acurrucado en la cama las pasé pensando en Nubla. O más bien las pasé intentando no pensar en Nubla. No soportaba recordar esa estúpida e idealista etapa de mi pasado, ni pensar que muchos nublinos seguían pensando como una vez pensara yo. Un par de veces me sorprendí queriendo ir allí y mostrarme como era, hacerles abrir los ojos. Sabía que jamás lo haría. Yo ya no pertenecía a ese mundo, y contento estaba de ello. Y, en cierta manera, era al revés: ellos, en virtud de sometidos a la ciudad del horror, me pertenecían a mí. Y a toda Rocavarancolia.
Decidiendo que ya estaba bien de hacer de buen monstruo, me levanté. La educación de nuestro anfitrión me permitió comer carne poco hecha, pero tan sosa e insípida como el día anterior. Eso sí, era de agradecer que pudiese masticar algo en vez de casi sentir que la comida se deshacía sola en la boca.
Una vez más era yo el que más miradas atraía. Intentaba parecer completamente natural, con un suave balanceo de cola y miradas de reojo a la gente. Cada vez que contactaba directamente con alguien indiscreto sonreía, divertido ante sus reacciones.
Era la primera vez que visitaba un local de ropa a medida. No era algo que existiese en Nubla, y en Rocavarancolia ciertamente no tenía grandes necesidades que no fuesen cubiertas por mi posición. pero con poco interés en esa parte concreta del recorrido dejé hacer a los expertos. No grabé prácticamente ningún detalle de estas primeras tiendas y compras, poco atraído por ellas.
Era la primera vez que visitaba, no obstante, algo como dichas aguas termales. Había que admitir que eran relajantes, y dejaban a uno placenteramente tranquilo. Probablemente fue el primer momento del día en el que estuve a gusto con la mente completamente en blanco. No hacía falta nada más en aquel lugar: sólo no pensar y dejarse llevar por las tentaciones.
Después llegó el momento de prepararse. Pude aprovechar un momento a solas para pedir a Nihil un pequeño temtempié con el que andar completamente sosegado. Durante este breve intercambio le dediqué un pensamiento, preguntándome si estaría aburrida, entretenida o hastiada de vigilarme. Recordando las palabras que me dirigió sobre Karime no pude evitar sentir algo de satisfacción sabiendo que por mi causa tenía que soportar aquello.
—Preciosa —fue lo único que contesté a mi amiga, con una sonrisa en los labios. Se la veía maravillosamente alegre.
Y así, entre unas cosas y otras, llegó el momento de la fiesta. Para ser honestos, sentía una moderada curiosidad por cómo saldría la noche.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Re: Libo
04/07/14, 10:26 pm
Karime se congratuló con los piropos que le lanzaban sus amigos. No los necesitaba para saber que estaba fabulosa, pero le encantaba que otros se fijaran en lo que para ella era evidente. Dio una vuelta sobre los vertiginosos tacones haciendo que la falda de su vestido volara entorno a ella justo a tiempo para ver entrar a su padre. Ekasel vestía sus mejores galas, lo que hacía que su belleza natural resaltara más aun. El padre de Karime no tardó en alagar a sus invitados, así como a su hija.
Cuando ya todos estuvieron listos, Kirina, la madre de Karime, apareció por la puerta vestida con su nuevo uniforme militar de gala, ya que se trataba de un evento oficial, y pasó la vista por sus invitados como dando su aprobación a sus atuendos y luego abrió la marcha de camino al palacio real. A Karime, cuya mirada se había ensombrecido con la aparición de su madre, no le pasó por alto el hecho de que, inconscientemente, su madre se había colocado la primera del grupo, como en tantos otros eventos a los que habían asistido en los que Kirina le informaba severamente y con algo de prepotencia que debía mantenerse tras ella, pues su estatus y su posición así lo requerían. La licántropa sonrió socarronamente y en unos pasos algo más largos se colocó frente a su madre cortándole el paso.
- Madre, recuerde que tiene que ir tras nosotros.- le dijo con suficiencia.- Al fin y al cabo, la Reina Madre celebra esta fiesta en nuestro honor.
Con esas palabras, Karime indicó a sus amigos que se colocaran a su par y emprendió la marcha. La acción de su hija, obviamente, enfureció a la militar, pero nada podía hacer, ya que lo expuesto por su hija era verdad, por mucho que a ella le pesase. A decir verdad, y aunque pocos lo sabían, Kirina no aprobaba la unión entre ambos mundos, independientemente de que su hija se encontrara en medio del conflicto. No le gustaba la idea de aliarse con un mundo tan amenazante, bélico y rico en recursos que además estaba en contacto constante con otros mundos y que, para más inri, tenía a bestias y monstruos espantosos y letales como ciudadanos. Y no era el hecho de la alianza en si lo que no le gustaba, sino la idea de que aquello podría darles la facilidad y los medios para destruirlos desde dentro. Pero, a pesar de su posición, ella no era nadie para cuestionar las decisiones de la Reina Madre, por muy descabelladas que le parecieran a su leal y fiel súbdita.
- InvitadoInvitado
Re: Libo
05/07/14, 12:30 am
Un transporte los recogió en la puerta de Karime y los llevó hasta el palacio, en la parte alta de la ciudad.
El palacio real era oscuro, todo hecho de piedra y salpicado de torres y almenas de espinos. La fachada no tenía más adornos que unas ventanas altas y estrechas a través de las cuales se podía ver la luz cálida del interior, y las rejas y pináculos de metal carmesí. Dos guardias uniformadas de riguroso negro con máscaras de felino, los escoltaron hasta el salón de baile.
Era una sala elíptica, de techo alto abovedado, sostenido por dos pisos de columnas de mármol negro. La columnas estaban coronadas con capiteles de oro, tallados con formas óseas tanto animales como humanas. Las paredes estaban cubiertas por terciopelo rojo, a veces adornadas con pendones hilo negro y dorado con el escudo de Libo. Lámparas de araña con cristales coloreados iluminaban la estancia, y reflejaban su luz en el suelo negro y pulido. Había unas pocas personas ya en la sala, que se repartían sobretodo alrededor de las dos mesas estrechas colocadas en paralelo cerca de las paredes más largas, y un grupo más llamativo a los pies de una tarima alfombrada, que tenía tres sillones tapizados de piel y terciopelo.
En cuanto anunciaron su presencia, todos los presentes se giraron hacia el grupo de transformados. Las conversaciones se detuvieron de forma momentánea, pero luego continuaron, subiendo de volumen hasta recuperar la normalidad. Tres figuras se aproximaron al grupo. En cabeza iba Ilol, que corría hacia su hermana encaramado a unas altísimas plataformas de oro, cuyas cintas se fundían entre sedas negras y se perdían entre la falda transparente que volaba detrás de él. Llevaba un sostén bajo de ojo pulido enganchado a un chaleco traslúcido, y unas complejas orejas ceremoniales con cuernos y colgantes de calaveras, a juego con la hebilla que mantenía la falda en su sitio. Llevaba maquillaje ligero, y una sonrisa radiante de oreja a oreja. Se lanzó a los brazos de su hermana y casi le trepó por el vestido.
-Ilol, compórtate, tu ama está presente.
Mánia llegaba detrás de él, acompañada de Vlad. Llevaba un conjunto bastante parecido al de Ilol, de falda y chaleco transparente y bajo sostén de oro, pero en lugar de calaveras de oro llevaba perlas negras como adorno, y unas orejas ceremoniales mucho más sencillas. Vlad iba de negro sobre negro, con una argolla de metal y una cadena como únicos adornos, además de las pulseras de sus cuernos.
-Espero que os sintáis cómodos en Libo- saludó Mánia con cordialidad.- Aún no han llegado todos los invitados, podeis ir tomando algo mientras- señaló las mesas- Yo os acompañaré para que no os sintáis violentados, podéis preguntarme lo que querais, o pedirme que os rescate de alguna conversación incómoda.
A Vlad se le escapó una sonrisa burlona. Paseó la mirada por el grupo, con un cumplido bailándole en los labios, y que no llegó a pronunciar sabedor de las consecuencias.
La Reina Madre destacaba por encima de todos los demás, con su máscara coronada de cuernos de oro, y un corpiño con forma de calavera. No había dejado de mirar a los rocavarancoleses desde que llegaron, pero mantenía la compostura y trataba de ser discreta. No les hizo ninguna seña ni llamada de atención, por lo que podían interpretarse que les dejaba a su aire hasta el inicio de la ceremonia,.
Nihil, siendo en ese ambiente la discreción hecha persona, vigilaba a Branniel tomándose una copa de vino. Incluso con sus cuernos y cola pasaba desapercibida, con un vestido gris humo que se ceñía a los pechos con un entramado de pedrería desafiando las leyes de la física, un recogido sencillo y algunas joyas en los cuernos.
El palacio real era oscuro, todo hecho de piedra y salpicado de torres y almenas de espinos. La fachada no tenía más adornos que unas ventanas altas y estrechas a través de las cuales se podía ver la luz cálida del interior, y las rejas y pináculos de metal carmesí. Dos guardias uniformadas de riguroso negro con máscaras de felino, los escoltaron hasta el salón de baile.
Era una sala elíptica, de techo alto abovedado, sostenido por dos pisos de columnas de mármol negro. La columnas estaban coronadas con capiteles de oro, tallados con formas óseas tanto animales como humanas. Las paredes estaban cubiertas por terciopelo rojo, a veces adornadas con pendones hilo negro y dorado con el escudo de Libo. Lámparas de araña con cristales coloreados iluminaban la estancia, y reflejaban su luz en el suelo negro y pulido. Había unas pocas personas ya en la sala, que se repartían sobretodo alrededor de las dos mesas estrechas colocadas en paralelo cerca de las paredes más largas, y un grupo más llamativo a los pies de una tarima alfombrada, que tenía tres sillones tapizados de piel y terciopelo.
En cuanto anunciaron su presencia, todos los presentes se giraron hacia el grupo de transformados. Las conversaciones se detuvieron de forma momentánea, pero luego continuaron, subiendo de volumen hasta recuperar la normalidad. Tres figuras se aproximaron al grupo. En cabeza iba Ilol, que corría hacia su hermana encaramado a unas altísimas plataformas de oro, cuyas cintas se fundían entre sedas negras y se perdían entre la falda transparente que volaba detrás de él. Llevaba un sostén bajo de ojo pulido enganchado a un chaleco traslúcido, y unas complejas orejas ceremoniales con cuernos y colgantes de calaveras, a juego con la hebilla que mantenía la falda en su sitio. Llevaba maquillaje ligero, y una sonrisa radiante de oreja a oreja. Se lanzó a los brazos de su hermana y casi le trepó por el vestido.
-Ilol, compórtate, tu ama está presente.
Mánia llegaba detrás de él, acompañada de Vlad. Llevaba un conjunto bastante parecido al de Ilol, de falda y chaleco transparente y bajo sostén de oro, pero en lugar de calaveras de oro llevaba perlas negras como adorno, y unas orejas ceremoniales mucho más sencillas. Vlad iba de negro sobre negro, con una argolla de metal y una cadena como únicos adornos, además de las pulseras de sus cuernos.
-Espero que os sintáis cómodos en Libo- saludó Mánia con cordialidad.- Aún no han llegado todos los invitados, podeis ir tomando algo mientras- señaló las mesas- Yo os acompañaré para que no os sintáis violentados, podéis preguntarme lo que querais, o pedirme que os rescate de alguna conversación incómoda.
A Vlad se le escapó una sonrisa burlona. Paseó la mirada por el grupo, con un cumplido bailándole en los labios, y que no llegó a pronunciar sabedor de las consecuencias.
La Reina Madre destacaba por encima de todos los demás, con su máscara coronada de cuernos de oro, y un corpiño con forma de calavera. No había dejado de mirar a los rocavarancoleses desde que llegaron, pero mantenía la compostura y trataba de ser discreta. No les hizo ninguna seña ni llamada de atención, por lo que podían interpretarse que les dejaba a su aire hasta el inicio de la ceremonia,.
Nihil, siendo en ese ambiente la discreción hecha persona, vigilaba a Branniel tomándose una copa de vino. Incluso con sus cuernos y cola pasaba desapercibida, con un vestido gris humo que se ceñía a los pechos con un entramado de pedrería desafiando las leyes de la física, un recogido sencillo y algunas joyas en los cuernos.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Libo
13/07/14, 11:47 pm
En cuanto anunciaron su llegada, el grupo de transformados traspasaron el umbral y ella lo vio. Y todo desapareció a su alrededor: la sala decorada, la gente que les miraba, sus padres retirándose a una mesa donde se encontraba un nutrido grupo de sus amistades, sus amigos tras ella, Manía y Vlad, incluso la Reina Madre dejó de tener importancia, cuando su hermano pequeño se acercó a ella a la carrera. A Karime solo le dio tiempo a abrir sus brazos tanto como pudo para coger a su pequeño hermano al vuelo y dar vueltas con él, abrazándolo lo más fuerte que pudo, aterrada por la posibilidad de que se esfumara.
- ¡Ilolilo!- gritó la licántropa con una amplia sonrisa adornando su cara.
- ¡KayKay!- respondió su hermano con similar gesto.
La licántropa no había mentido a sus amigos. Su hermano era una autentica belleza, más incluso que su padre, y su sonrisa infantil no hacía sino mejorar aquel aspecto.
- Gatito estas enorme.- exclamó sorprendida.- pesas un montón. ¿Acaso arrasas la cocina de palacio cada noche?- le intentó picar.- A mi no me engañas, ¿o acaso crees que no conozco de tus asaltos nocturnos a la cocina de papa, pequeño glotón? ¿Quién crees que recolocaba la fruta para que no se notara que faltaba? Un buen ladrón es el que sabe cubrir luego sus huellas, Gatito, nunca lo olvides.- terminó dándole un toquecito en la nariz.
- Te he echado muchísimo de menos, KayKay.- le dijo el niño ignorando el intento de pique de su hermana.- Ahora tengo muchos juguetes y cosas y no tengo que ir a dar clases de costura con tía Krene.- el niño hizo una mueca de desagrado ya que claramente no era una de sus actividades predilectas.- pero nadie quiere jugar conmigo al salto de ventana.
- ¿Creías acaso que iban a dejar que un andrógino de la Reina Madre se tirara alegremente por la ventana? – preguntó fingiendo escándalo.- No sin la supervisión de una especialista como tu hermana, nene.- dijo señalándose con suficiencia. Luego cambió a un tono cariñoso.- Dime, Gatito, ¿te has hecho amiguitos en el palacio? ¿te tratan bien los demás andróginos?
- Al principio no le caía bien a Vitria.- comenzó a explicar el niño.- Fue la primera andrógina que tuvo Madre. Zanke dice que por eso tiene celos de todos los nuevos. Pero le gusta que le cuente anécdotas nuestras. Dice que le hubiera gustado que fueras nuestra guardaespaldas.
- Y a mí también, Gatito.- le susurró abrazándole de nuevo. Luego le soltó y lo giró para que mirara a sus amigos.- Ven, cariño, te voy a presentar a mis nuevos amigos. Son de mundos lejanos, exóticos y maravillosos. Te encantaran. Esta chica tan guapa de aquí se llama Alder. En su mundo creen que el alma se divide en dos personas, como nosotros creemos en los Grandes Felinos, y esas dos personas tienen que estar juntas para siempre. La pareja de Alder se llama Seon y es una bruja de los sueños. No ha podido venir porque se pasa el día durmiendo como tú, Gatito.- le pico dándole con el dedo en un costado para que se riera.- Él es Shizel, es un skrýmir. Tiene mucha magia y puede crear una capa de escarcha sobre él. Tengo otro amigo de su mundo, que se llama Idris, pero no ha podido estar en la fiesta, aunque le hice prometer que te conocería. Se llama Saren y se transforma en un pájaro gigante. Este de aquí es Atol. Es de aquí, de la Capital, ¿ves esas uñas tan largas? Ahí puede guardar muchos hechizos para lanzarlos como si fueran flechas. Y el grandote de aquí es Branniel. Su mundo se llama Nubla. No era tan grande cuando lo conocí, ¿sabes? Ahora es grande y fuerte y puede hacer magia también, aunque a él le afecta poco. ¿te da miedo?
- Un poco…- admitió el niño.- ¿Si me porto mal me comerá?- preguntó realmente preocupado a su hermana.
- No, Gatito, no te comerá. No si puedo evitarlo. Aquí la única que puede comerte soy yo.- contestó juguetonamente haciéndole una pedorreta en el cuello. El niño rio feliz y luego se aclaró la garganta y saludó a los amigos de su hermana como el profesor de protocolo le había enseñado.
- Buenas noches, Milagros y Portentos de la ciudad de Rocavarancolia.
- ¡Mira con el gatito educado!- rió Karime.- No conocía esa faceta tuya, estas hecho todo un galán.
- KayKay. ¿Tú que eres ahora?- preguntó a su hermana curioso.- Estas igual que antes, excepto por él…- dijo tímidamente señalándose alrededor del ojo indicando el parche de su hermana.
- ¡oh! Por esto no te preocupes, cariño. Luego te contaré la historia, te encantara; pero te la contaré lejos de estos chismosos a los que les gusta estropear mis historias, pero no les hagas ni caso que ellos no estaban.- dijo señalando a sus amigos y sacándoles la lengua.- Bien, Gatito, me tienes que prometer que no te asustaras.- le dijo arrodillándose a su lado.- ¿Te dan miedo los animales grandes y peludos?
Ilol negó con una sonrisa nerviosa e impaciente en la cara. Tenía muchas ganas de ver qué había hecho la famosa Luna con su hermana. Según le habían dicho, aquel astro premiaba a los ganadores de una especie de reto de supervivencia. Secretamente el andrógino deseaba tener la oportunidad de recibir aquel premio y pertenecer él también al mundo al que ahora pertenecía su hermana.
Karime se alejó un paso de su hermano, sonriéndole para darle confianza. Lo último que quería en el mundo era que su gatito le tuviera miedo. Por suerte para ella, Shizel le había lanzado algunos hechizos para mantener intacto su maquillaje y peinado en caso de transformación, por lo que solo tuvo que saltar de sus tacones y activar su runa de la ropa para tener vía libre y ningún problema para transformarse.
Ilol dio un pequeño salto hacia atrás de la sorpresa al ver como su hermana se había transformado en una bestia cuadrúpeda y peluda. Tras la primera impresión, Ilol se acercó sutilmente con una mano alzada hacia la loba, y ella se acercó con una sonrisa lobuna para ser acariciada. Ilol enterró su mano en el espeso pelaje negro de su hermana y sonrió, luego alborotó el pelo de la licántropa y sonrió más ampliamente. La libense, divertida, lamió la cara del niño y aulló feliz, quien soltó una carcajada y se abrazó al cuello de su hermana.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades: Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Libo
14/07/14, 07:46 pm
Shizel evaluó con inquisitiva atención todo detalle libense que se puso a su alcance en cuanto llegaron al palacio, tomando nota de las diferencias con su planeta natal. De hecho la ambientación se parecía más a la de Rocavarancolia que a la de Idris, y el skrýmir se preguntó cómo sería un festejo similar en la ciudad de los monstruos.
No se le escapó el silencio cuando llegaron al gran salón ni las miradas concentradas en ellos. Una vez las conversaciones regresaron a la normalidad se giró hacia sus compañeros.
-Juego de bebida- propuso perezosamente antes de que nadie se aproximara a ellos-. Por cada referencia que se haga a la transformación de uno, un trago.
Si aquello fuese una congregación de Karimes Shizel tendría por seguro que todos menos Alder acabarían al borde del coma etílico, pero no esperaba que la nobleza libense fuese tan directa con los comentarios. Aún así, desde luego que esperaba preguntas. No esperaba menos de la embajadora que el ofrecimiento de hacerles sentir cómodos, y asintió agradeciéndole silenciosamente que cumpliese su papel.
Shizel nunca había tenido hermanos, aunque sí había tenido amigos que sí. Sin embargo le costaba recordar una relación en la que a simple vista se notase tanto aprecio mutuo como entre Karime e Ilol, aunque podía ser porque en público muestras tales de afecto raramente se daban. Esperó con discreción a que terminase el reencuentro y le llegase el turno de saludar.
Tuvo que morderse los carrillos para contener una sonrisa ante la mención a Bran. Señalar que poco importaba cómo se portase el niño, aunque fuese en tono de broma, habría sido poco adecuado. El humor rocavarancolés era poco aplicable fuera de la ciudad.
-Buenas noches, Ilol- correspondió al saludo-. Encantado.
Le sorprendió que la libense se encontrase libre de transformarse en loba en plena fiesta. Sin embargo no hubo ninguna llamada de atención, aunque desde luego había atraído las miradas.
No se le escapó el silencio cuando llegaron al gran salón ni las miradas concentradas en ellos. Una vez las conversaciones regresaron a la normalidad se giró hacia sus compañeros.
-Juego de bebida- propuso perezosamente antes de que nadie se aproximara a ellos-. Por cada referencia que se haga a la transformación de uno, un trago.
Si aquello fuese una congregación de Karimes Shizel tendría por seguro que todos menos Alder acabarían al borde del coma etílico, pero no esperaba que la nobleza libense fuese tan directa con los comentarios. Aún así, desde luego que esperaba preguntas. No esperaba menos de la embajadora que el ofrecimiento de hacerles sentir cómodos, y asintió agradeciéndole silenciosamente que cumpliese su papel.
Shizel nunca había tenido hermanos, aunque sí había tenido amigos que sí. Sin embargo le costaba recordar una relación en la que a simple vista se notase tanto aprecio mutuo como entre Karime e Ilol, aunque podía ser porque en público muestras tales de afecto raramente se daban. Esperó con discreción a que terminase el reencuentro y le llegase el turno de saludar.
Tuvo que morderse los carrillos para contener una sonrisa ante la mención a Bran. Señalar que poco importaba cómo se portase el niño, aunque fuese en tono de broma, habría sido poco adecuado. El humor rocavarancolés era poco aplicable fuera de la ciudad.
-Buenas noches, Ilol- correspondió al saludo-. Encantado.
Le sorprendió que la libense se encontrase libre de transformarse en loba en plena fiesta. Sin embargo no hubo ninguna llamada de atención, aunque desde luego había atraído las miradas.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Libo
18/07/14, 03:19 pm
Tenía la sensación de que me faltaba el aire cuando llegamos al palacio. Hacía un año solo oía hablar del lugar, sin poder aspirar a poner un simple dedo en su suelo, viendo sus muros desde lejos. Ahora no solo contemplé sus muros desde cerca sino que los atravesé. Y, de nuevo, me asaltaron las mismas dudas de siempre. Pero no era momento de reflexionar así que seguí a los demás hasta el gran salón.
No pude contemplar como habría querido el interior del lugar, ya que el silencio se impuso en cuanto nos anunciaron me crispó los nervios y me obligó a bajar la mirada de los decorados hasta un punto en el infinito a media altura. Por fin, el barullo volvió y pude destensarme, más aún con el comentario de Shizel. Luego se nos acercaron Mánia, Vlad, y el hermano de Karime, a los que saludé cordialmente. Cuando esta nos presentó a Ilol, saludé con una inclinación y "encantado". Poco después, la chica se convirtió en loba delante de todos. No acababa de entender que aceptaran sin más su transformación, por lo que el hecho de transformarse así de pronto... Me sobresaltó. No pasó nada, por supuesto.
Y luego... ¿a esperar?
—¿Y ahora qué? ¿Seguimos aquí de pie o...?
No pude contemplar como habría querido el interior del lugar, ya que el silencio se impuso en cuanto nos anunciaron me crispó los nervios y me obligó a bajar la mirada de los decorados hasta un punto en el infinito a media altura. Por fin, el barullo volvió y pude destensarme, más aún con el comentario de Shizel. Luego se nos acercaron Mánia, Vlad, y el hermano de Karime, a los que saludé cordialmente. Cuando esta nos presentó a Ilol, saludé con una inclinación y "encantado". Poco después, la chica se convirtió en loba delante de todos. No acababa de entender que aceptaran sin más su transformación, por lo que el hecho de transformarse así de pronto... Me sobresaltó. No pasó nada, por supuesto.
Y luego... ¿a esperar?
—¿Y ahora qué? ¿Seguimos aquí de pie o...?
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de luchaPersonajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Libo
18/07/14, 04:51 pm
Volvió la incomodidad, aunque esta vez al menos mis compañeros atrayeron más miradas. A una parte de mí le parecía hermosamente irónico que hiciesen aquella fiesta en honor a algunios entre los que había un monstruo que, de tener hambre, sólo podría pensar en lo sabrosa que estaría la carne de sus anfitriones. Otra sólo quería que le dejaran de mirar. Y aún una tercera se limitaba a disfrutar de aquello, sin cuestionarse nada salvo saber que su poder no pasaba desapercibido (cosa imposible, por otra parte).
—No sé si aceptar. Sería feo acabar borracho en una fiesta dedicada a una amiga —«o no tan feo, teniendo en cuenta cómo es la amiga» pensé con una sonrisa que me guardé para mí.
Saludé con una inclinación de cabeza a Mánia, mirando de reojo la reunión entre los dos hermanos. Se notaba lo que se querían, y Karime tenía la suerte de que las relaciones entre los mundos y su propia transformación le permitiesen visitarlo sin problemas. Sentía una leve y mitigada amargura, a la que pude apartar sin problemas. Aquella vida estaba muy lejana.
A Ilol comencé a saludarlo con otra cabezada. Sus palabras hicieron que lo mirara con una ceja alzada, pensando en la puntería que tenía el mocoso. Tenía los labios inusualmente apretados, más que nada para evitar reírme hasta perder el aliento, pero no podía evitar un minúsculo asomo de sonrisa.
Miré fugazmente a Shizel, con un claro mensaje en mis ojos. «¿Bebo ya el primer trago»?
—No sé si aceptar. Sería feo acabar borracho en una fiesta dedicada a una amiga —«o no tan feo, teniendo en cuenta cómo es la amiga» pensé con una sonrisa que me guardé para mí.
Saludé con una inclinación de cabeza a Mánia, mirando de reojo la reunión entre los dos hermanos. Se notaba lo que se querían, y Karime tenía la suerte de que las relaciones entre los mundos y su propia transformación le permitiesen visitarlo sin problemas. Sentía una leve y mitigada amargura, a la que pude apartar sin problemas. Aquella vida estaba muy lejana.
A Ilol comencé a saludarlo con otra cabezada. Sus palabras hicieron que lo mirara con una ceja alzada, pensando en la puntería que tenía el mocoso. Tenía los labios inusualmente apretados, más que nada para evitar reírme hasta perder el aliento, pero no podía evitar un minúsculo asomo de sonrisa.
Miré fugazmente a Shizel, con un claro mensaje en mis ojos. «¿Bebo ya el primer trago»?
- InvitadoInvitado
Re: Libo
21/07/14, 09:17 pm
Mánia asistió al encuentro manteniendo las distancias. Había aprendido a manejar las relaciones diplomáticas, incluso se le daban bien, pero sería sin saber cómo tratar con la gente más allá de eso. Vlad permanecía detrás de ella, siendo el coctel de feromonas que era normalmente, e incluso la bruja debió de percatarse de lo intenso que se estaba volviendo su olor, pues se dio prisa en mandarlo a por bebidas, sin preguntar por sus preferencias a los demás. Así podría usar sus errores como excusa para castigarlo luego.
-Podeis empezar a comer si os apetece, daos una vuelta por las mesas. Os iré diciendo cuales son las nobles... accesibles... si quereis hablar con ellas. No creo que haga falta que os diga que no podeis acercaros a la camarilla de la Reina Madre directamente, y no creo que os hagan preguntas, suelen mantener las distancias. Esa es la duquesa de Vitech, evitadla si podeis, y a sus andróginos también, son un par de pequeños diablos.- Mánia no había tenido malas experiencias con los hermanos de Vitech, pero conocía a otros que sí.- La duquesa de Zhandre es mi mater, podeis hablar con ella sin problema si quereis. Los hombres suelen ser más accesibles, pero si hablais solo con ellos y no con las damas, posiblemente os vean como maleducados...
Les fue enumerando las nobles e hijos de nobles de la sala, además de otros invitados, como sacerdotisas o altos mandos del ejército, y cómo se podía tratar con ellas. También qué andróginos se acercarían a ellos y con cuales tener cuidado. Mientras, paseaba por las mesas señalando a unos y otros con estudiado disimulo, y probaba los distintos platos que tenía a su alcance. Vlad llegó con dos bandejas de bebidas y fue ofreciendo, mostrando de estrangis una botella de algo que sujetaba con la cola, oculta bajo la falda, y que posiblemente fuese para el juego de beber de Shizel.
-Podeis empezar a comer si os apetece, daos una vuelta por las mesas. Os iré diciendo cuales son las nobles... accesibles... si quereis hablar con ellas. No creo que haga falta que os diga que no podeis acercaros a la camarilla de la Reina Madre directamente, y no creo que os hagan preguntas, suelen mantener las distancias. Esa es la duquesa de Vitech, evitadla si podeis, y a sus andróginos también, son un par de pequeños diablos.- Mánia no había tenido malas experiencias con los hermanos de Vitech, pero conocía a otros que sí.- La duquesa de Zhandre es mi mater, podeis hablar con ella sin problema si quereis. Los hombres suelen ser más accesibles, pero si hablais solo con ellos y no con las damas, posiblemente os vean como maleducados...
Les fue enumerando las nobles e hijos de nobles de la sala, además de otros invitados, como sacerdotisas o altos mandos del ejército, y cómo se podía tratar con ellas. También qué andróginos se acercarían a ellos y con cuales tener cuidado. Mientras, paseaba por las mesas señalando a unos y otros con estudiado disimulo, y probaba los distintos platos que tenía a su alcance. Vlad llegó con dos bandejas de bebidas y fue ofreciendo, mostrando de estrangis una botella de algo que sujetaba con la cola, oculta bajo la falda, y que posiblemente fuese para el juego de beber de Shizel.
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Personajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Libo
13/08/14, 05:07 pm
Arik notaba a medias la herida de la mejilla. Le palpitaba la cara, lo que era incómodo, y le goteaba todavía, descendiendo sobre su mandíbula hacia su hombro. Se encontró con la mirada inquisitiva de Vitt, la mueca de Zerich y la expresión casi burlona de Trev, pero no se hicieron comentarios al respecto.
- Eh, enano- saludó alegremente Vitt- hablábamos de ti.
- Prefiero temas mas interesantes. A mi me tengo muy visto.
- Y nosotros te vemos demasiado poco. ¿Castigado?
- Estoy aquí en contra del permiso materno. Mi padre hubiera intercedido pero ya sabéis como es. Y el otro día no le sentó demasiado bien que me negase a cenar.
- Familia.- sonrió irónico Vitt y se encogió de hombros. Los demás asintieron ante esta verdad absoluta.
- Se ha mudado una chica de la capital hace poco- dijo Zerich.
- ¿Amiga o enemiga?
- Parece maja. No sé.
Zerich hizo un gesto con las manos que venia a ser "a mi no me mireis". Y era cierto que no era el mejor para juzgar personas. A su lado, Vitt se repatingó en el banco y miró hacia el agua. Tenía el pelo totalmente decolorado a blanco, rapado por debajo.
- Ya, bueno, estaría bien que el aire de las colonias le enseñase algo, pero siempre parece que pase al revés.
- ¿Y que vas a enseñarle tú a una chica? No estas hecho para sumar monedas, ya no hablemos de educar gente- dijo Trev.
- Pero hago unos guisos estupendos- todos rieron.
- A veces tengo la sensación de que todo lo que está en nuestras manos es ser conscientes de la situación, no cambiarla- añadió Zerich, para contribuir a la seriedad de la conversación.
- Es posible.
Arik suspiró.
- Menuda mierda- Se pasó la mano por el pelo, se mordió el labio-.Hoy es el día ¿no? Todo eso de Rocavarancolia. Yo creo que me iría.
- No creo que ninguno escogiese quedarse.
- Yo si- dijo Trev- será una mierda, pero es mi mierda. Soy un tio simple, chicos. Paso de movidas de otros mundos. Hace unos años eso hubiera sonado a cuento de brujas.
Zerich se lo pensó un rato. Al final se encogió de hombros, sin mojarse en el asunto. Arik continuó:
- Es la diferencia entre ser pescador o artesano y vivir una aventura, Trev. Sin padres. Sin chicas--
- Cogen chicas, Arik.
- Ninguna que pueda mandarme.- replicó rápido con una sonrisa.- No se si me gusta lo que me espera como chico en Libo. Y... no es que pueda hacer nada mas radical que cambiarme literalmente de mundo. He visto a los Rocavarancoleses. Son gente rara pero supongo que ese es el encanto. ¿Y que si es duro? Prefiero ser un rocavarancolés libre, que el hijo de mi madre.
Vitt se rió
- Vendido-dijo- ¿donde hay que firmar?
Habia sido él quien habia hablado primero de aquella válvula de escape. Y había discutido de ello con Zerich, y convencido a Arik para irse. Pero el mayor del grupo estaba bastante más preparado para la dureza (o no) del nuevo lugar. Con 16 primaveras a sus espaldas, Vitt todavía tenia un aire juvenil, pero sus brazos no eran los enclenques palitos de Arik, al que sacaba una cabeza. Si se cosechase por las pintas, quizás el hubiera merecido mas la pena.
- Chavales- dijo cuando se despedían, tendiéndoles la mano para chocarla con las suyas y darles un breve apretón.- Si alguno no vuelve mañana, ha sido un placer conoceros.
- Calla imbécil- dijo Trev con una sonrisa- eres demasiado vulgar para los rocavarancoleses.
- Y tu estas envuelto en sedas, ¿no?
- Adiós, chicos. Lo mismo digo.
- Mocoso, no te pierdas de camino a casa. ¡y desinfecta eso!- dijo Vitt, que ya se alejaba por el mismo camino que Zerich. Agitaron manos, se dieron la vuelta.
- ¡Nos vemos en Rocavarancolia!
Arik torció a la derecha, camino a casa. Lo siguiente que supo fue que su madre no pudo echarle la bronca, porque lo llevaban a Palacio.
- Eh, enano- saludó alegremente Vitt- hablábamos de ti.
- Prefiero temas mas interesantes. A mi me tengo muy visto.
- Y nosotros te vemos demasiado poco. ¿Castigado?
- Estoy aquí en contra del permiso materno. Mi padre hubiera intercedido pero ya sabéis como es. Y el otro día no le sentó demasiado bien que me negase a cenar.
- Familia.- sonrió irónico Vitt y se encogió de hombros. Los demás asintieron ante esta verdad absoluta.
- Se ha mudado una chica de la capital hace poco- dijo Zerich.
- ¿Amiga o enemiga?
- Parece maja. No sé.
Zerich hizo un gesto con las manos que venia a ser "a mi no me mireis". Y era cierto que no era el mejor para juzgar personas. A su lado, Vitt se repatingó en el banco y miró hacia el agua. Tenía el pelo totalmente decolorado a blanco, rapado por debajo.
- Ya, bueno, estaría bien que el aire de las colonias le enseñase algo, pero siempre parece que pase al revés.
- ¿Y que vas a enseñarle tú a una chica? No estas hecho para sumar monedas, ya no hablemos de educar gente- dijo Trev.
- Pero hago unos guisos estupendos- todos rieron.
- A veces tengo la sensación de que todo lo que está en nuestras manos es ser conscientes de la situación, no cambiarla- añadió Zerich, para contribuir a la seriedad de la conversación.
- Es posible.
Arik suspiró.
- Menuda mierda- Se pasó la mano por el pelo, se mordió el labio-.Hoy es el día ¿no? Todo eso de Rocavarancolia. Yo creo que me iría.
- No creo que ninguno escogiese quedarse.
- Yo si- dijo Trev- será una mierda, pero es mi mierda. Soy un tio simple, chicos. Paso de movidas de otros mundos. Hace unos años eso hubiera sonado a cuento de brujas.
Zerich se lo pensó un rato. Al final se encogió de hombros, sin mojarse en el asunto. Arik continuó:
- Es la diferencia entre ser pescador o artesano y vivir una aventura, Trev. Sin padres. Sin chicas--
- Cogen chicas, Arik.
- Ninguna que pueda mandarme.- replicó rápido con una sonrisa.- No se si me gusta lo que me espera como chico en Libo. Y... no es que pueda hacer nada mas radical que cambiarme literalmente de mundo. He visto a los Rocavarancoleses. Son gente rara pero supongo que ese es el encanto. ¿Y que si es duro? Prefiero ser un rocavarancolés libre, que el hijo de mi madre.
Vitt se rió
- Vendido-dijo- ¿donde hay que firmar?
Habia sido él quien habia hablado primero de aquella válvula de escape. Y había discutido de ello con Zerich, y convencido a Arik para irse. Pero el mayor del grupo estaba bastante más preparado para la dureza (o no) del nuevo lugar. Con 16 primaveras a sus espaldas, Vitt todavía tenia un aire juvenil, pero sus brazos no eran los enclenques palitos de Arik, al que sacaba una cabeza. Si se cosechase por las pintas, quizás el hubiera merecido mas la pena.
- Chavales- dijo cuando se despedían, tendiéndoles la mano para chocarla con las suyas y darles un breve apretón.- Si alguno no vuelve mañana, ha sido un placer conoceros.
- Calla imbécil- dijo Trev con una sonrisa- eres demasiado vulgar para los rocavarancoleses.
- Y tu estas envuelto en sedas, ¿no?
- Adiós, chicos. Lo mismo digo.
- Mocoso, no te pierdas de camino a casa. ¡y desinfecta eso!- dijo Vitt, que ya se alejaba por el mismo camino que Zerich. Agitaron manos, se dieron la vuelta.
- ¡Nos vemos en Rocavarancolia!
Arik torció a la derecha, camino a casa. Lo siguiente que supo fue que su madre no pudo echarle la bronca, porque lo llevaban a Palacio.
-
- InvitadoInvitado
Re: Libo
13/08/14, 10:29 pm
La recepción tuvo lugar en un salón en la zona este del castillo, y después de lo que había visto de Libo le pareció incluso sobria. La sala estaba decorada con estandartes alternos de Libo y Rocavarancolia, y los comensales se sentaban en una mesa de ébano, engalada con un mantel de bordados escarlata, candelabros de oro y centros de mesa con frutos rojos como la sangre y hiervas de invierno. La sobrina mayor de la Reina presidía la mesa, pues conocer a la reina madre en persona se había convertido en un premio más de llegar vivo de la prueba que era la ciudad. A su derecha se sentaba la cosechadora.
Nihil paseaba la mirada por los invitados, taladrándolos con sus ojos robados. Vestía un sencillo traje negro de seda con un escote que le llegaba hasta el vientre, guantes largos, anillos de plata y obsidiana y botas altas hasta el muslo, que tapaban su cambio de piel. Se había recogido el pelo con alambre de espinos y decorado la larga cola con piedras preciosas. Sin duda el niño fue el que más le llamó la atención. Flanqueado por sus padres, aparentemente protegido. Eso no evitó que la súcubo sonriese para sí. << Ojalá el cachorrito sobreviva>>
Por la mesa empezaron a desfilar platos, traidos por camareros enmascarados de plata; chalotas confitadas, pez de río asado con apio azul, espirales de lamprea... Estaba claro que habían elegido cocineros de las colonias para preparar la cena de despedida de sus pequeños, viendo que todos habían coincidido en ser de allí. Antes de empezar a comer, a la sucesora se le ocurrió que sería buena idea dar un discurso.
-Un año más, futuros prodigios florecen entre las gentes de Libo. Hoy los vemos partir, pero sabemos que lograrán portentos y traerán el orgullo a nuestro mundo, como ya lo hicieron el año anterior. Nuestros compatriotas de la cosecha anterior llegaron victoriosos, convertidos en milagros, en nuevos hijos de la Luna Roja, y estamos convencidas de que volverá a ocurrir.- alzó su copa de plata- Una plegaria a la Gran Madre, que ve partir a sus hijos a la batalla, y a los grandes felinos, que protejan con sus garras a los hijos de la magia. Que las Antiguas Brujas besen vuestros ojos.
Brindaron, bebieron. Nihil pudo por fin atacar la comida, mirando con disimulo a los nuevos cachorros.
Nihil paseaba la mirada por los invitados, taladrándolos con sus ojos robados. Vestía un sencillo traje negro de seda con un escote que le llegaba hasta el vientre, guantes largos, anillos de plata y obsidiana y botas altas hasta el muslo, que tapaban su cambio de piel. Se había recogido el pelo con alambre de espinos y decorado la larga cola con piedras preciosas. Sin duda el niño fue el que más le llamó la atención. Flanqueado por sus padres, aparentemente protegido. Eso no evitó que la súcubo sonriese para sí. << Ojalá el cachorrito sobreviva>>
Por la mesa empezaron a desfilar platos, traidos por camareros enmascarados de plata; chalotas confitadas, pez de río asado con apio azul, espirales de lamprea... Estaba claro que habían elegido cocineros de las colonias para preparar la cena de despedida de sus pequeños, viendo que todos habían coincidido en ser de allí. Antes de empezar a comer, a la sucesora se le ocurrió que sería buena idea dar un discurso.
-Un año más, futuros prodigios florecen entre las gentes de Libo. Hoy los vemos partir, pero sabemos que lograrán portentos y traerán el orgullo a nuestro mundo, como ya lo hicieron el año anterior. Nuestros compatriotas de la cosecha anterior llegaron victoriosos, convertidos en milagros, en nuevos hijos de la Luna Roja, y estamos convencidas de que volverá a ocurrir.- alzó su copa de plata- Una plegaria a la Gran Madre, que ve partir a sus hijos a la batalla, y a los grandes felinos, que protejan con sus garras a los hijos de la magia. Que las Antiguas Brujas besen vuestros ojos.
Brindaron, bebieron. Nihil pudo por fin atacar la comida, mirando con disimulo a los nuevos cachorros.
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Personajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Libo
14/08/14, 10:58 am
Mientras desplegaban los platos frente a ellos y se pronunciaba el discurso, Arik se debatía con la impresión que le producía estar en un palacio rodeado de gente importante, el súbito vértigo de verse enfrentado a sus propias palabras - porque era real, estaba alli, se iba a Rocavarancolia- y una excitación especial, previa a la aventura. De vez en cuando dirigía miradas de reojo a la otra chica elegida, y luego a la cosechadora, con más timidez, como si fuese algo prohibido a sus ojos. Pero una vez comenzado el banquete, solo le quedaba una sonrisa y entusiasmo. ¿Habría comido más, de saber la escasez que esperaba al otro lado? ¿Comido despacio, quizás, para apreciar aquella alta cocina a la que no estaba acostumbrado? Estrechamente vigilado por su madre, había procedido con educación exquisita, o al menos, una imitación pasable de esta. Probó un poco de todo con atención escasa y observó furtivo a sus padres, flanqueándolo: su madre había iniciado una conversación banal con la otra progenitora presente. Su padre le había pasado furtivamente una servilleta bajo la mesa, y apretado la mano en un gesto que Arik no supo interpretar pero que intuyó tenía algo de cariñoso; tenía los ojos un poco hinchados, pero mantenía una pose muy digna.
De pronto se dio cuenta de que aun llevabas su pañuelo blanco alrededor del brazo, y aquel gesto rebelde le resultó un pequeño triunfo. La comida estaba terminada y él estaba nervioso y expectante. Pero no tenía ni idea de que se suponía que le tocaba hacer.
De pronto se dio cuenta de que aun llevabas su pañuelo blanco alrededor del brazo, y aquel gesto rebelde le resultó un pequeño triunfo. La comida estaba terminada y él estaba nervioso y expectante. Pero no tenía ni idea de que se suponía que le tocaba hacer.
-
- InvitadoInvitado
Re: Libo
14/08/14, 01:47 pm
Acabaron la cena con fruta al vino y bayas escarchadas, y un chupito de licor propio de allí para la cosechadora y los padres. Nihil adoraba aquellos pequeños regalos, y se demoró en su licor para dejar que los progenitores se despidiesen debidamente de sus hijos. Fue la embajadora de Rocavarancolia la primera en levantarse de la mesa y la súcubo la siguió inmediatamente, haciéndole una seña a los cachorros.
-Hora de moverse, jovencitos. Decidle adiós a mamá y papá.
Era hora de salir del castillo. Nihil los inspeccionó para asegurarse de que no traían ningún arma no reglamentaria ni nada por el estilo, y tras dar el visto bueno se subieron a la barcaza que los llevaría al portal, de madera lacrada negra y roja. Era de casco plano, con un toldo semicircular que protegía el interior, y dentro había cuatro líneas de bancos con un respaldo acolchado que tampoco era demasiado cómodo. Indicó a los niños que subieran y ella se puso en la cabecera, dejando tras los cosechados varios murciélagos remendados de un solo ojo que no habían visto en toda la noche. A una orden, la barcaza se elevó en el aire, y pronto estuvieron lejos del castillo.
Los cachorros no tardarían en quedarse dormidos, antes de que atravesasen el portal.
-Hora de moverse, jovencitos. Decidle adiós a mamá y papá.
Era hora de salir del castillo. Nihil los inspeccionó para asegurarse de que no traían ningún arma no reglamentaria ni nada por el estilo, y tras dar el visto bueno se subieron a la barcaza que los llevaría al portal, de madera lacrada negra y roja. Era de casco plano, con un toldo semicircular que protegía el interior, y dentro había cuatro líneas de bancos con un respaldo acolchado que tampoco era demasiado cómodo. Indicó a los niños que subieran y ella se puso en la cabecera, dejando tras los cosechados varios murciélagos remendados de un solo ojo que no habían visto en toda la noche. A una orden, la barcaza se elevó en el aire, y pronto estuvieron lejos del castillo.
Los cachorros no tardarían en quedarse dormidos, antes de que atravesasen el portal.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Libo
15/08/14, 06:07 am
Ilol sonreía ampliamente mientras abrazaba a su hermana convertida en loba. Cierto era que podía transformarse en un animal grande y peludo, pero podría haber sido peor. Su hermana podía haber terminado siendo como alguno de los cientos de monstruos espantosos que había visto en la fiesta a la que asistió en Rocavarancolia. Podía soportar, incluso llegar a gustarle, que su hermana fuera aquel animal al que llamaban lobo.
- Si te portas bien y si nos lo permiten, después de la fiesta te daré un paseo en mi lomo. - le prometió la licántropa, ya transformada de nuevo en libense, mientras se colocaba los tacones.- Ojalá algún día pudieras visitar Rocavarancolia. Hay peligros y maravillas en cada esquina. Y la Luna Roja… no creo que haya nada en el mundo más bonito que la Luna Roja.
- ¿Crees que Madre me dejará ir? ¿Crees que me dejará ver la luna alguna vez? - preguntó entusiasmado el niño. Aunque Karime sabía que con “Madre” se refería a la reina y no a Kirina, le sonó extraño. ¿Tan fácil sería deshacerse de la idea de que, a pesar de todo, Kirina era su madre? Karime nunca había tenido trato con ningún andrógino y nunca se había visto en la tesitura de tener que adaptarse mentalmente a esa situación, por lo que estaba algo asustada por los cambios que podría haber sufrido su hermanito.
- Eso no depende de mí, Gatito. - le contestó con sinceridad-. Quizás si te portas bien sea un deseo que te acabe cumpliendo la Reina, pero no te lo puedo asegurar. Ahora vamos a pensar en divertirnos.
Karime cogió una copa para ella de la bandeja de Vlad y otra que parecía no tener alcohol para su hermano. Luego se giró con una sonrisa a sus amigos.
- Bueno, chicos, juguemos a ser diplomáticos por una noche y, de paso, aprovechamos y nos emborrachamos gratis. - les sugirió con una sonrisa-. Eso implica que podemos coquetear, hablar de negocios, - La loba miró a Shizel cuando dijo lo último- y disfrutar de la fiesta, pero tu Bran no te puedes comer a nadie. Entiende que sería… poco apropiado. - terminó con una sonrisa picara.
Ilol tiró de su hermana queriendo presentarle a sus nuevos amigos andróginos y la libense se despidió de sus amigos con una sonrisa.
- No os preocupéis por mí, no son niños a los que tenga permitido pervertir. - Antes de darse la vuelta se volvió de nuevo hacia sus amigos y susurró-. Yo también me apunto al juego, mantenedme informada. - Luego les guiñó un ojo y comenzó a alejarse con su hermano de la mano riendo y hablando.
P.D.: siento mil el kilométrico retraso y la mierded del post.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Libo
16/08/14, 01:07 am
Cuando Mánia mencionó la comida, un resorte se activó en mi cabeza. Comida. Comida por todas partes, comida libense, comida a la altura de la nobleza y la Reina Madre... <<Pero no comida para glotones y tragones, estimado helión, así que compórtese>> Así que me mantuve en el sitio, escuchando todo lo que decía. En la parte de hablar con las nobles casi tragué saliva... Me "asustaba". No veía por qué tenía que hablar con nadie... venga ya, me había criado en un orfanato, ni siquiera tenía ni conocía el vocabulario ni las formas de la corte. Además, ¿de qué iba a hablar? ¿De la criba, la ciudad? Mal lo veía... ¿Si no hablaba con nadie por iniciativa propia parecería maleducado? Esperaba que no... Es más, me había perdido en las indicaciones de Mánia. Ya no sabía a quién podía acercarme si se me ocurría algo y a quién no. <<Bien vamos como se me acerque alguien de los que no...>>
Por suerte, Vlad llegó con bebida que recibí con alegría. También trajo una botella extra, escondida, en cuyo significado no caí hasta unos minutos después, y aun así no estaba seguro de que fuera para el juego de Shiz: ¿de verdad iban a beber hasta hartarse aquí? No en mi presencia. Sin embargo, Karime volvió a sacar el tema de hablar con los nobles... Pero dijo algo que me interesó bastante: negocios. No de cara al futuro inmediato, pero sí al futuro lejano... Ya que no iba a estar toda mi vida de aprendiz de herrero pues pensaba dedicarme a ello por mi cuenta... ¿quizá podría trabajar a medias entre Rocavarancolia y Libo? <<Pff... ¿Permitiría siquiera el Consejo que trajera a Libo la herrería rocavarancolesa?>> Más que nada por el hecho de incluir magia y runas en las tareas de forja así como los materiales encantados. <<Tendría que sondear primero allí antes de aventurar nada aquí... Pero quizá sea viable>> Y de serlo, me encantaría. Podría ser útil a mis dos mundos y me sentiría con más derecho a que me trataran con el orgullo que lo hacían estos días.
—Pues este helión quizá algún día se lance a los negocios con Libo... Ya se verá—añadí a la conversación. Cuando la licántropa se fue, miré a los que quedaban—¿No me iréis a dejar solo para hablar con las nobles? —bromeé mientras empezaba a probar la comida.
Por suerte, Vlad llegó con bebida que recibí con alegría. También trajo una botella extra, escondida, en cuyo significado no caí hasta unos minutos después, y aun así no estaba seguro de que fuera para el juego de Shiz: ¿de verdad iban a beber hasta hartarse aquí? No en mi presencia. Sin embargo, Karime volvió a sacar el tema de hablar con los nobles... Pero dijo algo que me interesó bastante: negocios. No de cara al futuro inmediato, pero sí al futuro lejano... Ya que no iba a estar toda mi vida de aprendiz de herrero pues pensaba dedicarme a ello por mi cuenta... ¿quizá podría trabajar a medias entre Rocavarancolia y Libo? <<Pff... ¿Permitiría siquiera el Consejo que trajera a Libo la herrería rocavarancolesa?>> Más que nada por el hecho de incluir magia y runas en las tareas de forja así como los materiales encantados. <<Tendría que sondear primero allí antes de aventurar nada aquí... Pero quizá sea viable>> Y de serlo, me encantaría. Podría ser útil a mis dos mundos y me sentiría con más derecho a que me trataran con el orgullo que lo hacían estos días.
—Pues este helión quizá algún día se lance a los negocios con Libo... Ya se verá—añadí a la conversación. Cuando la licántropa se fue, miré a los que quedaban—¿No me iréis a dejar solo para hablar con las nobles? —bromeé mientras empezaba a probar la comida.
No Hope. No Dreams. No Love.
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