Libo
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Libo
12/08/12, 06:27 pm
Libo
Portal situado en una escarpada montaña lejana a la capital.
Portal situado en una escarpada montaña lejana a la capital.
- InvitadoInvitado
Re: Libo
15/09/12, 04:52 pm
Dolor, fue lo que Mánia sitió al volver a su tierra natal. No el alivio y la felicidad que esperaba, se sentía como una traidora, y los traidores no son bien recibidos en Libo. Aun así ese dolor le dio fuerzas para realizar su tarea, y una y otra vez se repetía que lo hacía para salvar a su gente.
No les costó instalarse, una vez hechizaron el aspecto de Vlad, ambos pasaban perfectamente por ciudadanos de Libo. Mánia no necesitó más que algunas horas para adaptar su estilo a la moda de la capital, y pronto tenía un vestuario más que decente para su estancia en Libo. Alquilaron un piso en la Capital, en un edificio antiguo con pocos inquilinos. La zona era tranquila y eso les facilitaba el trabajo. Vlad se ocupó rápidamente del mantenimiento de la casa, asistiendo a Mánia en todo lo que necesitaba, y a la segunda semana ya iba él solo a hacer las compras del día, manteniendo sus feromonas al mínimo para llamar la atención lo menos posible. La habilidad del íncubo les fue muy útil para conseguir información de distintos habitantes, y un hechizo sencillo de borrado de memoria terminaba el trabajo.
Hicieron excursiones a distintas zonas de Libo, visitando zonas estratégicas, monumentos, residencias de nobles abiertas al público, aunque las más importantes eran imposibles de visitar. Mánia retrasó la incursión al palacio real y a la residencia de su Madre lo más que pudo, trazando mientras un plan alternativo en caso de que las cosas no salieran bien, buscando posibles alianzas y contactos en Rocavarancolia, así como formas de buscárselos el Libo. No sacó mucho en claro. Las incursiones fueron relativamente fáciles, y les sirvieron para calibrar la seguridad de cada sitio.
A pesar de todo el trabajo que tenía Mánia, no dejó de entrenar. Se había traído varios libros de mágia y había encontrado un sitio perdido en las montañas donde practicar. Espiaba los entrenamientos del ejército y así aprendió nuevas técnicas y movimientos, superando con creces la agilidad de la élite.
Habían pasado ya dos meses, según los cálculos de Mánia. Una nueva criba había dado comienzo, y debía volver a casa para pasar a la siguiente fase del plan. Aquel día llovía en la Capital, y en la calle se oía el repiqueteo de las gotas sobre la bóveda que cubría la ciudad. Mánia miraba con aire ido el escaparate de una zapatería, y casi dio un respingo cuando Vlad le preguntó si quería las botas que había estado mirando tanto tiempo.
-Creo que ya va siendo hora de volver.- dijo, con tristeza.- Vamos a hacer las maletas.
No les costó instalarse, una vez hechizaron el aspecto de Vlad, ambos pasaban perfectamente por ciudadanos de Libo. Mánia no necesitó más que algunas horas para adaptar su estilo a la moda de la capital, y pronto tenía un vestuario más que decente para su estancia en Libo. Alquilaron un piso en la Capital, en un edificio antiguo con pocos inquilinos. La zona era tranquila y eso les facilitaba el trabajo. Vlad se ocupó rápidamente del mantenimiento de la casa, asistiendo a Mánia en todo lo que necesitaba, y a la segunda semana ya iba él solo a hacer las compras del día, manteniendo sus feromonas al mínimo para llamar la atención lo menos posible. La habilidad del íncubo les fue muy útil para conseguir información de distintos habitantes, y un hechizo sencillo de borrado de memoria terminaba el trabajo.
Hicieron excursiones a distintas zonas de Libo, visitando zonas estratégicas, monumentos, residencias de nobles abiertas al público, aunque las más importantes eran imposibles de visitar. Mánia retrasó la incursión al palacio real y a la residencia de su Madre lo más que pudo, trazando mientras un plan alternativo en caso de que las cosas no salieran bien, buscando posibles alianzas y contactos en Rocavarancolia, así como formas de buscárselos el Libo. No sacó mucho en claro. Las incursiones fueron relativamente fáciles, y les sirvieron para calibrar la seguridad de cada sitio.
A pesar de todo el trabajo que tenía Mánia, no dejó de entrenar. Se había traído varios libros de mágia y había encontrado un sitio perdido en las montañas donde practicar. Espiaba los entrenamientos del ejército y así aprendió nuevas técnicas y movimientos, superando con creces la agilidad de la élite.
Habían pasado ya dos meses, según los cálculos de Mánia. Una nueva criba había dado comienzo, y debía volver a casa para pasar a la siguiente fase del plan. Aquel día llovía en la Capital, y en la calle se oía el repiqueteo de las gotas sobre la bóveda que cubría la ciudad. Mánia miraba con aire ido el escaparate de una zapatería, y casi dio un respingo cuando Vlad le preguntó si quería las botas que había estado mirando tanto tiempo.
-Creo que ya va siendo hora de volver.- dijo, con tristeza.- Vamos a hacer las maletas.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Libo
21/10/12, 08:56 pm
Por fin aparecemos al otro lado del portal. Aún recuerdo el miedo y lo mal que lo pasé al ir a Nubla sin pararme a pensar que allí pudiese ser de día, además del desequilibrio y desorientación que causó el maldito vórtice. Pero ahora llevo el hechizo, el día aquí está nublado y estoy acostumbrado a pasar a través de portales de estos, así que genial. Casi genial: hace un tiempo de locos, ventolera, parece que vaya a estallar un huracán justo aquí.
El terreno aquí es agreste, sin signos de hogar alguno en las zonas de la montaña visibles. Me acerco al borde de donde hemos aparecido y echo un vistazo a toda la zona que se extiende abajo y a lo lejos.
-Tenemos que buscar la Capital y antes o después veremos alguna cordillera que es a donde hay que ir.-organizo en voz alta casi gritando por el vendaval, mirando en parte a Nia y en parte al horizonte. Luego miro al cielo y añado.-Yo iría por las montañas, volando y tal iremos más rápido y tenemos mejor vista.
Y teniendo en cuenta que ambos conocemos a Mánia... Dos cosas: una que me gustaría acercarme a alguna población aunque solo a curiosear, y otra que nada de alimentarse a no ser que me agote las energías tanto hechizo.
-O podemos bajar y librarnos de tanta tempestad, ¡que esto es de locos!-grito señalando los valles bajo las montañas.
El terreno aquí es agreste, sin signos de hogar alguno en las zonas de la montaña visibles. Me acerco al borde de donde hemos aparecido y echo un vistazo a toda la zona que se extiende abajo y a lo lejos.
-Tenemos que buscar la Capital y antes o después veremos alguna cordillera que es a donde hay que ir.-organizo en voz alta casi gritando por el vendaval, mirando en parte a Nia y en parte al horizonte. Luego miro al cielo y añado.-Yo iría por las montañas, volando y tal iremos más rápido y tenemos mejor vista.
Y teniendo en cuenta que ambos conocemos a Mánia... Dos cosas: una que me gustaría acercarme a alguna población aunque solo a curiosear, y otra que nada de alimentarse a no ser que me agote las energías tanto hechizo.
-O podemos bajar y librarnos de tanta tempestad, ¡que esto es de locos!-grito señalando los valles bajo las montañas.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Libo
23/10/12, 04:00 pm
Nia
La sensación de cruzar el portal siempre le era extraña, aun no lograba acostumbrarse y, para más choque, era su primera vez llendo a Libo, asi que estaba algo nerviosa. Repasó mentalmente sus conocimientos sobre Libo y su sociedad. Fue Jack quien habló primero, sobre el plan de la incursión. Habia dos opciones claras, ir por el aire, para cubrir más terreno hasta encontrar la capital o evitar la tormenta que se cernia sobre ellos. Por su parte, no tendria miedo de unas gotas, pero cierto era que si se complicaba, un vendaval podria bastar para matarles. Nia se cruzó de brazos, pensativa, antes de dar su respuesta.
-Creo que deberiamos ir por aire para encontrar algun signo de civilización y, a partir de ahi, encontrar la capital y saber donde estan las flores.-no terminó de hablar.-Pero, si vemos que el tiempo empeora, no nos quedará más opción que continuar la busqueda en el suelo.-
Y, sin más preambulo, ambos partieron, surcando el cielo. Aun a pesar de la tormenta que se avecinaba, el aire no estaba tan húmedo como para gustarle a Nia, era justo como la ciudad, pero sin señales de que el mar estuviera cerca. Nia dudaba si quiera si hubiera mar en aquella tierra. Pero eso seria de locos ¿verdad? Siguieron por volando por las montañas y Nia notó como, al cabo de un tiempo surcando el aire, su piel comenzó a usar el primer hechizo de humedad. Seca, la tierra estaba seca, como no rompiera a llover, Nia se veria obligada a encontrar un lago o rio cercano para renovar el hechizo. Localizaron un par de aldeas desperdigadas por las montañas, unidas por caminos, los cuales tuvieron que acercarse para apreciar que se unian formando carreteras más grandes. Usó un hechizo de invisibilidad sobre ambos para que no les distinguieran los de abajo. Podria seguir así bastante rato, ya que traia siempre consigo una bolsita de cristales cargados.
Un grupo mercante traia sacos en carretas por la carretera más grande que habian encontrado hasta ahora, que bordeaba una montaña bastante escarpada. Nia le pidio a Jack que revisara si pasando por encima de la montaña irian más rápido que bordeandola y el vampiro lo hizo asi. Al cabo de unos minutos aparecio a su espalda, dandola un susto que la dejó tiesa en el aire y le confirmó que al otro lado se podia distinguir una gran ciudad, bastante atareada y a la que desembocaban múltiples caminos. Abandonaron la carretera y cruzaron las montañas por arriba. Truenos resonaban en la distancia, y a esa altura, Nia se encontró ligeramente más cómoda. Pronto lloveria.
Llegaron al otro lado de la escarpada montaña y contemplaron la enorme urbe que se extendia en la distancia, un conjunto de edificios grises apilados los unos con los otros en una manera que recordaba a arquitectura, pero sin embargo, que le era desconocida a la niña, debido a que pertenecia a otra cultura. Suspiró y apoyó las manos en la cadera.
-Si eso no es la capital, ya no se que más puede serlo...-dijo con una risa.
Despues de que terminaran aquel asunto, se planteó si le valia la pena darse una vuelta por la ciudad, simplemente a mirar a la gente, las tiendas, la sociedad. La curiosidad ebullia en su interior de sobremanera, pero no dejaba que esto la distrajese de su tarea en aquella incursión.
La sensación de cruzar el portal siempre le era extraña, aun no lograba acostumbrarse y, para más choque, era su primera vez llendo a Libo, asi que estaba algo nerviosa. Repasó mentalmente sus conocimientos sobre Libo y su sociedad. Fue Jack quien habló primero, sobre el plan de la incursión. Habia dos opciones claras, ir por el aire, para cubrir más terreno hasta encontrar la capital o evitar la tormenta que se cernia sobre ellos. Por su parte, no tendria miedo de unas gotas, pero cierto era que si se complicaba, un vendaval podria bastar para matarles. Nia se cruzó de brazos, pensativa, antes de dar su respuesta.
-Creo que deberiamos ir por aire para encontrar algun signo de civilización y, a partir de ahi, encontrar la capital y saber donde estan las flores.-no terminó de hablar.-Pero, si vemos que el tiempo empeora, no nos quedará más opción que continuar la busqueda en el suelo.-
Y, sin más preambulo, ambos partieron, surcando el cielo. Aun a pesar de la tormenta que se avecinaba, el aire no estaba tan húmedo como para gustarle a Nia, era justo como la ciudad, pero sin señales de que el mar estuviera cerca. Nia dudaba si quiera si hubiera mar en aquella tierra. Pero eso seria de locos ¿verdad? Siguieron por volando por las montañas y Nia notó como, al cabo de un tiempo surcando el aire, su piel comenzó a usar el primer hechizo de humedad. Seca, la tierra estaba seca, como no rompiera a llover, Nia se veria obligada a encontrar un lago o rio cercano para renovar el hechizo. Localizaron un par de aldeas desperdigadas por las montañas, unidas por caminos, los cuales tuvieron que acercarse para apreciar que se unian formando carreteras más grandes. Usó un hechizo de invisibilidad sobre ambos para que no les distinguieran los de abajo. Podria seguir así bastante rato, ya que traia siempre consigo una bolsita de cristales cargados.
Un grupo mercante traia sacos en carretas por la carretera más grande que habian encontrado hasta ahora, que bordeaba una montaña bastante escarpada. Nia le pidio a Jack que revisara si pasando por encima de la montaña irian más rápido que bordeandola y el vampiro lo hizo asi. Al cabo de unos minutos aparecio a su espalda, dandola un susto que la dejó tiesa en el aire y le confirmó que al otro lado se podia distinguir una gran ciudad, bastante atareada y a la que desembocaban múltiples caminos. Abandonaron la carretera y cruzaron las montañas por arriba. Truenos resonaban en la distancia, y a esa altura, Nia se encontró ligeramente más cómoda. Pronto lloveria.
Llegaron al otro lado de la escarpada montaña y contemplaron la enorme urbe que se extendia en la distancia, un conjunto de edificios grises apilados los unos con los otros en una manera que recordaba a arquitectura, pero sin embargo, que le era desconocida a la niña, debido a que pertenecia a otra cultura. Suspiró y apoyó las manos en la cadera.
-Si eso no es la capital, ya no se que más puede serlo...-dijo con una risa.
Despues de que terminaran aquel asunto, se planteó si le valia la pena darse una vuelta por la ciudad, simplemente a mirar a la gente, las tiendas, la sociedad. La curiosidad ebullia en su interior de sobremanera, pero no dejaba que esto la distrajese de su tarea en aquella incursión.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Libo
24/10/12, 09:46 am
Tras un par de horas o así de buscar la capital entre las montañas, acercándonos de vez en cuando a los pequeños poblamientos rurales, damos con una carretera que se une a otra que se unen a otra más grande y mucho más transitada. Con un hechizo de invisibilidad decidimos seguirla y al final nos lleva de cabeza a la Capital. Tanto la náyade como yo queríamos entrar a husmear, pero en ese momento tocaba alejarse, echar a volar y buscar grutas entre las cordilleras de alrededor.
Así pues volvemos a las montañas, con la tempestad encima y sin casi hacerme falta el hechizo pero por miedo lo dejo estar. El aire es más húmedo y seguro que Nia lo agradece, << estaría bien encontrar un río o riachuelo por aquí >> Aterrizo y, en forma de humo, empiezo a recorrerme la superficie de las montañas a toda velocidad, disfrutando del desafío que suponen las bruscas corrientes de aire hasta dar con varias grutas que se pierden en el interior. Tras avisar a Nia y acercarnos a una voy pensando en algún hechizo lumínico pero no recuerdo ninguno
-Eh... No se me ocurre ningún hechizo para engañar a las flores... Como que nunca me paré a pensar en iluminar algo, no me hace falta...-le digo, y luego añado bromeando.-Siempre puedo pegarle fuego a todo esto pero mejor no.
Y a saber si nos sale algún bicho o algo en cuanto Nia hace el hechizo de luz en las grutas. Eso sí, según nos vamos adentrando, empiezo a distinguir unas plantas en el interior, decorando la superficie, paredes y techo del lugar, pero indescriptibles de momento.
-Ea. Aquí hay plantas, parecen flores. Si puedes aumentar tu luz, casi todas tuyas.
Y de nuevo, otro fail: ¿Cómo las cojo? << ¿Dónde demonios las guardarás, Jack?
¿No pensarás en las petacas? Espero que a Nía le sirvan al menos, ya que aquí el vampiro lanzado no se paró a pensar en cómo coger las malditas flores, estúpido Jack estúpido >>
Así pues volvemos a las montañas, con la tempestad encima y sin casi hacerme falta el hechizo pero por miedo lo dejo estar. El aire es más húmedo y seguro que Nia lo agradece, << estaría bien encontrar un río o riachuelo por aquí >> Aterrizo y, en forma de humo, empiezo a recorrerme la superficie de las montañas a toda velocidad, disfrutando del desafío que suponen las bruscas corrientes de aire hasta dar con varias grutas que se pierden en el interior. Tras avisar a Nia y acercarnos a una voy pensando en algún hechizo lumínico pero no recuerdo ninguno
-Eh... No se me ocurre ningún hechizo para engañar a las flores... Como que nunca me paré a pensar en iluminar algo, no me hace falta...-le digo, y luego añado bromeando.-Siempre puedo pegarle fuego a todo esto pero mejor no.
Y a saber si nos sale algún bicho o algo en cuanto Nia hace el hechizo de luz en las grutas. Eso sí, según nos vamos adentrando, empiezo a distinguir unas plantas en el interior, decorando la superficie, paredes y techo del lugar, pero indescriptibles de momento.
-Ea. Aquí hay plantas, parecen flores. Si puedes aumentar tu luz, casi todas tuyas.
Y de nuevo, otro fail: ¿Cómo las cojo? << ¿Dónde demonios las guardarás, Jack?
¿No pensarás en las petacas? Espero que a Nía le sirvan al menos, ya que aquí el vampiro lanzado no se paró a pensar en cómo coger las malditas flores, estúpido Jack estúpido >>
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- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
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Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Libo
25/10/12, 02:10 am
Nia
El vampiro se adelantó a explorar, convertido en polvo, en busca de una gruta cercana donde poder encontrar las flores que buscaban. Tras un rato, volvio a la nayade y la guio hasta la más cercana, donde, como bien pudo apreciar Nia, se trataba de una amplia gruta, con el suelo recubierto de flores, todas iguales. Jack se dio cuenta que no conocia tanto de hechizos lumínicos como para poder engañar a las flores, mientras parecia darse cuenta de otra cosa. Nia no reparó mucho en aquello y se puso manos a la obra.
-Yo me encargo.-dijo alzando el pulgar, intentando imitar el gesto de aprovación terricola del cual se habia enterado en un libro sobre cultura de la tierra. Con el rostro concentrado, se acercó al suelo enflorado y, sin llegar a tocarlo, creó un hechizo grande de iluminación para tragar la luz, engañando a las plantas así. No tardó mucho en hacer efecto, puesto que algunas plantas aisladas comenzaron a cambiar de color, a un tono mucho más oscuro. Nia comenzó a desviar el hechizo, a modo de "linterna" para hallar a cada flor oscura y aislada. Ancló el hechizo por un breve periodo de tiempo para continuar su tarea.
-Ahora... para guardarlas...-dijo mientras comenzó a sacar unos frasquitos de su morrón y una pequeña cantimplora. Entonces comenzó a explicarle a Jack como pensaba recolectarlas.-En el libro que encontramos en la biblioteca dijo que si se llegaba a tener contacto con ellas, liberarian una toxina leve, además de perder muchas de sus cualidades asi que una manera natural y que no la estropee de recolectarlas es esta...-dijo mientras descorchaba la cantimplora. Un riego de agua comenzó a flotar en las manos de Nia, hechizada, el agua fluia a voluntad de la nayade y actuaba como un látigo. Con otro hechizo, dio forma al agua, una forma de hoz y, acto seguido, la congeló, formando una hoja de hielo. Suspiró y usó energia de los talismanes para hacer que la hoz surcara el aire, cortando las flores oscuras por el tallo, para acto seguido ser levitadas a un frasquito, una por una. Nia suspiró al terminar de recolectar la primera. Entonces se giró a Jack.
-¿Ves? Así.-dijo, con cara de cansancio. Tenia sueño y la visita estaba consumiendo bastante de sus ya de por si mermadas fuerzas.-¿Cúantas necesitabas?-le preguntó al chico.
El vampiro se adelantó a explorar, convertido en polvo, en busca de una gruta cercana donde poder encontrar las flores que buscaban. Tras un rato, volvio a la nayade y la guio hasta la más cercana, donde, como bien pudo apreciar Nia, se trataba de una amplia gruta, con el suelo recubierto de flores, todas iguales. Jack se dio cuenta que no conocia tanto de hechizos lumínicos como para poder engañar a las flores, mientras parecia darse cuenta de otra cosa. Nia no reparó mucho en aquello y se puso manos a la obra.
-Yo me encargo.-dijo alzando el pulgar, intentando imitar el gesto de aprovación terricola del cual se habia enterado en un libro sobre cultura de la tierra. Con el rostro concentrado, se acercó al suelo enflorado y, sin llegar a tocarlo, creó un hechizo grande de iluminación para tragar la luz, engañando a las plantas así. No tardó mucho en hacer efecto, puesto que algunas plantas aisladas comenzaron a cambiar de color, a un tono mucho más oscuro. Nia comenzó a desviar el hechizo, a modo de "linterna" para hallar a cada flor oscura y aislada. Ancló el hechizo por un breve periodo de tiempo para continuar su tarea.
-Ahora... para guardarlas...-dijo mientras comenzó a sacar unos frasquitos de su morrón y una pequeña cantimplora. Entonces comenzó a explicarle a Jack como pensaba recolectarlas.-En el libro que encontramos en la biblioteca dijo que si se llegaba a tener contacto con ellas, liberarian una toxina leve, además de perder muchas de sus cualidades asi que una manera natural y que no la estropee de recolectarlas es esta...-dijo mientras descorchaba la cantimplora. Un riego de agua comenzó a flotar en las manos de Nia, hechizada, el agua fluia a voluntad de la nayade y actuaba como un látigo. Con otro hechizo, dio forma al agua, una forma de hoz y, acto seguido, la congeló, formando una hoja de hielo. Suspiró y usó energia de los talismanes para hacer que la hoz surcara el aire, cortando las flores oscuras por el tallo, para acto seguido ser levitadas a un frasquito, una por una. Nia suspiró al terminar de recolectar la primera. Entonces se giró a Jack.
-¿Ves? Así.-dijo, con cara de cansancio. Tenia sueño y la visita estaba consumiendo bastante de sus ya de por si mermadas fuerzas.-¿Cúantas necesitabas?-le preguntó al chico.
す 争 基 ま
べ は づ す
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戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
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の 瞞 て
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- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Libo
25/10/12, 04:03 am
Estuve contemplando todo el proceso, tomando nota mental de los hechizos que realizaba y de cómo guardaba las flores en los frasquitos. Así como sus gestos cansados. Rápidamente saqué mis amuletos y se los ofrecí por si los necesitaba, para luego ayudarla lo mejor posible a recolectar un par o dos más.
-Con estas ya es suficiente. Gracias. Si necesitas ayuda con algo alguna vez no dudes en decirmelo, ¿vale? Vámonos anda, que tienes que descansar...
Así pues volvemos al exterior y de nuevo vemos las torres picudas y altas de la Capital, brillante e iluminada y, al sobrevolar la zona en dirección al portal, podemos ver una especie de techos en donde están las calles, como si fuesen pasillos. Otro día volveré, con más tiempo y sin prisa. Pero ahora a casa, mañana a buscar a Ourthal y pasado a los entrenamientos, que ya me he fugado de varios y me van a regañar.
Fin
-Con estas ya es suficiente. Gracias. Si necesitas ayuda con algo alguna vez no dudes en decirmelo, ¿vale? Vámonos anda, que tienes que descansar...
Así pues volvemos al exterior y de nuevo vemos las torres picudas y altas de la Capital, brillante e iluminada y, al sobrevolar la zona en dirección al portal, podemos ver una especie de techos en donde están las calles, como si fuesen pasillos. Otro día volveré, con más tiempo y sin prisa. Pero ahora a casa, mañana a buscar a Ourthal y pasado a los entrenamientos, que ya me he fugado de varios y me van a regañar.
Fin
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- InvitadoInvitado
Re: Libo
26/02/13, 07:56 pm
Llegar hasta su Madre no había sido muy complejo, aún siendo una duquesa las medidas de seguridad de su palacio poco podían contra la magia. Pudo devolverle sus recuerdos para que fuera más fácil convencerla. Tenía suerte; al ser nada menos que una andrógina sus palabras fueron escuchadas, y al día siguiente emprendieron la marcha hacia la Capital. De nuevo ropa de Libo, pero no la mala copia que usaba en Rocavarancolia sino los adornos y colores propios de su condición, tras meses rebajada a metales mundanos volvía a ser merecedora de vestir rojo y oro, los colores de la nobleza. Eso le dio fuerzas para presentarse ante la reina. La Gran Madre. La Emperatriz de Libo.
-¿Y qué es lo que tenemos que… ofrecer a ese reino?
Mánia pudo ver los ojos de la reina entrecerrarse tras su máscara, y notó el tono de desconfianza en su voz. No se había tomado precisamente bien los secuestros de sus ciudadanos, pero la mención de la magia había llamado lo suficiente su atención como para oir toda su propuesta. Hacer material una de las mayores leyendas de su cultura era un sueño imposible, la fantasía de volver a la Era de las Brujas. Mánia lo sabía, por eso se aprovechó de ello.
-Los rocavarancoleses saben de la calidad de nuestras armas y la riqueza de nuestros minerales.- argumentó Mánia con voz clara y firme, tratando de disimular su nerviosismo.- Conocen, además, nuestro ejército, y les gustaría añadirlo en sus planes de conquista.
-¿Esos mundos de los que hablaste?
-Sí, su Majestad. Tenemos las mejores escuelas militares, nuestras guerreras son legendarias. Nadie podrá adiestrar en el arte de la guerra mejor que nosotros.
-Y ellos…- comenzó la reina.
-Ellos nos ofrecen magia, Gran Madre. Siglos de estudios y conocimientos mágicos en una sola ciudad, a disposición de unos pocos elegidos. Rocavarancolia es generosa con sus aliados y aquellos que le deben lealtad, sabe lo que es mirar a la muerte de frente y rugirle en la cara. Aquellos que se bañen en la luz de su Luna y sean bendecidos con su gracia llegaran a donde solo los dioses han soñado, y nosotros tenemos esa oportunidad, justo delante de nuestros ojos; la de luchar junto a Rocavarancolia como aliado, y no como un vulgar sometido.
-¿Es por eso que estás haciendo esto?
Mánia quedó sin habla unos instantes. No esperaba una pregunta así. Miró a la reina con un brillo de confusión en los ojos, pero pronto recuperó la compostura y habló en un tono más alto y más firme incluso que el que había usado en su discurso.
-Soy una Hija de las Tinieblas, bendecida por la Luna Roja. He sobrevivido a la criba y me he ganado el derecho de vivir en la ciudad de Rocavarancolia. He estudiado la herencia oscura de los Reyes Arácnidos y perfeccionado mis conocimientos para ser digna de presentarme ante el mismísimo rey de Rocavarancolia, devorador de incendios y domador de dragones, con una propuesta. Y he llegado hasta aquí, y me presento ante usted, reina de Libo, Gran Madre y descendiente de los felinos porque yo nací aquí y crecí aquí, porque soy hija suya y debo mi lealtad a Libo como se la debo a Rocavarancolia. Hago esto, mi señora, porque os lo debo, se lo debo a mi gente, y quiero ver mi mundo alzarse junto a los grandes. Hago esto porque la nueva Era de las Brujas acaba de comenzar.
La reina sonrió y varios de los presentes rugieron de placer ante las palabras de Mánia. La soberana se levantó de su trono y dio por finalizada la reunión:
-Sea pues, aceptaremos las condiciones de Rocavarancolia y yo misma me presentaré ante su rey para firmar la alianza. Y quiero ver a los elegidos de esta cosecha, andrógina, dime quiénes son para que pueda informar a sus familias.
-Como desee, señora.
Mánia sintió una mano cálida sobre su hombro. Era Vlad, que había estado arrodillado todo el discurso como requería su condición. Le dedicó una sonrisa y Mánia le dio permiso para levantarse. Ambos salieron se la sala del trono seguidos por la duquesa y su séquito. La misión había sido un éxito.
-Necesito unos días para descansar, pero manda una carta al castillo cuanto antes- ordenó al íncubo.- Y quiero ir de compras mañana. Me lo merezco.
-¿Y qué es lo que tenemos que… ofrecer a ese reino?
Mánia pudo ver los ojos de la reina entrecerrarse tras su máscara, y notó el tono de desconfianza en su voz. No se había tomado precisamente bien los secuestros de sus ciudadanos, pero la mención de la magia había llamado lo suficiente su atención como para oir toda su propuesta. Hacer material una de las mayores leyendas de su cultura era un sueño imposible, la fantasía de volver a la Era de las Brujas. Mánia lo sabía, por eso se aprovechó de ello.
-Los rocavarancoleses saben de la calidad de nuestras armas y la riqueza de nuestros minerales.- argumentó Mánia con voz clara y firme, tratando de disimular su nerviosismo.- Conocen, además, nuestro ejército, y les gustaría añadirlo en sus planes de conquista.
-¿Esos mundos de los que hablaste?
-Sí, su Majestad. Tenemos las mejores escuelas militares, nuestras guerreras son legendarias. Nadie podrá adiestrar en el arte de la guerra mejor que nosotros.
-Y ellos…- comenzó la reina.
-Ellos nos ofrecen magia, Gran Madre. Siglos de estudios y conocimientos mágicos en una sola ciudad, a disposición de unos pocos elegidos. Rocavarancolia es generosa con sus aliados y aquellos que le deben lealtad, sabe lo que es mirar a la muerte de frente y rugirle en la cara. Aquellos que se bañen en la luz de su Luna y sean bendecidos con su gracia llegaran a donde solo los dioses han soñado, y nosotros tenemos esa oportunidad, justo delante de nuestros ojos; la de luchar junto a Rocavarancolia como aliado, y no como un vulgar sometido.
-¿Es por eso que estás haciendo esto?
Mánia quedó sin habla unos instantes. No esperaba una pregunta así. Miró a la reina con un brillo de confusión en los ojos, pero pronto recuperó la compostura y habló en un tono más alto y más firme incluso que el que había usado en su discurso.
-Soy una Hija de las Tinieblas, bendecida por la Luna Roja. He sobrevivido a la criba y me he ganado el derecho de vivir en la ciudad de Rocavarancolia. He estudiado la herencia oscura de los Reyes Arácnidos y perfeccionado mis conocimientos para ser digna de presentarme ante el mismísimo rey de Rocavarancolia, devorador de incendios y domador de dragones, con una propuesta. Y he llegado hasta aquí, y me presento ante usted, reina de Libo, Gran Madre y descendiente de los felinos porque yo nací aquí y crecí aquí, porque soy hija suya y debo mi lealtad a Libo como se la debo a Rocavarancolia. Hago esto, mi señora, porque os lo debo, se lo debo a mi gente, y quiero ver mi mundo alzarse junto a los grandes. Hago esto porque la nueva Era de las Brujas acaba de comenzar.
La reina sonrió y varios de los presentes rugieron de placer ante las palabras de Mánia. La soberana se levantó de su trono y dio por finalizada la reunión:
-Sea pues, aceptaremos las condiciones de Rocavarancolia y yo misma me presentaré ante su rey para firmar la alianza. Y quiero ver a los elegidos de esta cosecha, andrógina, dime quiénes son para que pueda informar a sus familias.
-Como desee, señora.
Mánia sintió una mano cálida sobre su hombro. Era Vlad, que había estado arrodillado todo el discurso como requería su condición. Le dedicó una sonrisa y Mánia le dio permiso para levantarse. Ambos salieron se la sala del trono seguidos por la duquesa y su séquito. La misión había sido un éxito.
-Necesito unos días para descansar, pero manda una carta al castillo cuanto antes- ordenó al íncubo.- Y quiero ir de compras mañana. Me lo merezco.
- InvitadoInvitado
Re: Libo
24/03/14, 06:54 pm
Una gran barcaza flotante los recogió en Rocavarancolia y los llevó a la Capital de Libo. La embarcación estaba techada, y había asientos para los viajeros. No solo iban los invitados a la fiesta, sino varios mercaderes y comerciantes, ya fueran rocavarancoleses o libenses que iban de vuelta. Nihil estaba sentada en el fondo, oculta en las sombras, clavando sus ojos escarlata en el pequeño grupo. Mánia por su parte no había prestado demasiada atención a los recién transformados y se había limitado a mirar por la borda con aire aburrido, sentada en el regazo de Vlad.
Una vez llegaron al puerto flotante acondicionado para las barcazas mágicas que cruzaban el portal, Mánia explicó las instrucciones que le habían dado y las condiciones de su estancia.
-La fiesta será pasado mañana, eso os dará tiempo de sobra para acondicionaros al ambiente y buscar algo decente que poneros para la fiesta, si es que no lo habeis encontrado ya. Se ha informado a vuestras familias y amistades de vuestra llegada, y en caso de necesitarlo se os ofrecerá dinero y transporte, aunque creo que si vais a cuenta de la hija de Kirina no será necesario- desvió la mirada unos segundos hacia Ka- Los nacidos en Libo sois los encargados de explicar las normas de etiqueta y comportamiento, espero que no haya ningún problema, pero si lo hay, podeis contactar conmigo.- Mánia parecía estar deseando salir corriendo y despedirse de su trabajo unas horas, pero sabía que aún tendría que volver al palacio a ayudar con los preparativos.- Como sea, pasadlo bien.
Se despidió con un gesto y desapareció por las escaleras del embarcadero, seguida de cerca por el íncubo. Nihil no había abierto la boca, ni siquiera se había acercado demasiado al grupo, y había desaparecido sin dejar rastro a mitad del discurso de la bruja.
Abajo, un grupo de gente se había reunido al final de las escaleras del puerto. Algunos aclamaban a los recién llegados, otros tan solo saludaban o miraban con curiosidad, algunos con miedo incluso. Había conocidos entre aquellas personas.
Una vez llegaron al puerto flotante acondicionado para las barcazas mágicas que cruzaban el portal, Mánia explicó las instrucciones que le habían dado y las condiciones de su estancia.
-La fiesta será pasado mañana, eso os dará tiempo de sobra para acondicionaros al ambiente y buscar algo decente que poneros para la fiesta, si es que no lo habeis encontrado ya. Se ha informado a vuestras familias y amistades de vuestra llegada, y en caso de necesitarlo se os ofrecerá dinero y transporte, aunque creo que si vais a cuenta de la hija de Kirina no será necesario- desvió la mirada unos segundos hacia Ka- Los nacidos en Libo sois los encargados de explicar las normas de etiqueta y comportamiento, espero que no haya ningún problema, pero si lo hay, podeis contactar conmigo.- Mánia parecía estar deseando salir corriendo y despedirse de su trabajo unas horas, pero sabía que aún tendría que volver al palacio a ayudar con los preparativos.- Como sea, pasadlo bien.
Se despidió con un gesto y desapareció por las escaleras del embarcadero, seguida de cerca por el íncubo. Nihil no había abierto la boca, ni siquiera se había acercado demasiado al grupo, y había desaparecido sin dejar rastro a mitad del discurso de la bruja.
Abajo, un grupo de gente se había reunido al final de las escaleras del puerto. Algunos aclamaban a los recién llegados, otros tan solo saludaban o miraban con curiosidad, algunos con miedo incluso. Había conocidos entre aquellas personas.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Libo
25/03/14, 09:10 pm
Karime no podía disimular su emoción mientras se removía inquieta en la embarcación. A medida que iba reconociendo lugares desde el cielo, se los iba mostrando, nombrando y explicando a sus amigos. La loba ya llevaba un rato levantada cuando la embarcación paró, variando nerviosamente de una forma a otra. Cuando Mánia comenzó a hablar, se transformó de nuevo en libense y escuchó me forma respetuosa aunque sin dejar de mostrar impaciencia.
- Oh, sí, claro, a Madre no le importará.- susurró para luego bufar.
Karime sabía que por su honor y su condición, su madre se vería obligada a decir que si cuando su hija le expusiera la razón de retirar tanto dinero de sus ahorros, pero la licántropa también sabía lo mucho que odiaba gastar dinero, incluso aunque fuera para ella. “Estricta hasta en eso.” Se recordó la libense.
Al mirar hacia abajo encontró varias caras conocidas que la hicieron sonreír, aunque no estaban las más importantes. Aunque en el fondo lo había deseado, ya se esperaba no poder ver a Ilol hasta la fiesta, ya que ahora pertenecía a la reina. En una de las primeras filas pudo ver a la pequeña Lah saludándola efusivamente desde la espalda de su recta madre. Karime no sabía cómo la niña había conseguido convencer a su madre de dejarla hacer eso, sobre todo teniendo en cuenta lo que había crecido ese último año. “Estará a punto de entrar en la academia, si no lo ha hecho ya.” A su lado, el marido de la señora Voltia se enjuagaba las lágrimas con un pañuelo. Lima no se encontraba con ellos. Karime ni siquiera la buscó entre el gentío para confirmarlo. Lo sabía, y también sabía donde se encontraría, esperándola. Porque Lima no había ido a recibirla, pero la estaba esperando. Karime lo sabía. Y lo sabía porque ella habría hecho exactamente lo mismo. A ambas les gustaba llamar la atención, pero un encuentro como ese tenía que ser privado.
Otros que tampoco estaban eran sus padres. Y ella también se lo había esperado. Se imaginaba a la perfección a su padre nervioso por toda la casa limpiando y cocinando compulsivamente mientras reprimía lloriqueos enfadado con su madre por no permitirle ir al recibimiento. Y a su madre negándoselo una y otra vez bajo el férreo convencimiento de que no pueden arriesgarse a mostrar debilidad ante toda la población y que los encuentros sentimentales deben llevarse de forma intima.
A medida que avanzaba por la pasarela, iba reconociendo más y más caras: compañeras de academia, compañeras de clase, compañeros de cama,… la miraban a ella y a Atol, aunque no podían evitar que su mirada virara hacia sus amigos, sobre todo al imponente Bran. Esperaba que el nublino no se sintiera incomodo con tantas miradas sobre él.
Cuando la muchedumbre se lo permitió, Lah y su padre se abalanzaron sobre ella abrazándola fuertemente, gesto que la señora Voltia corrigió inmediatamente con un carraspeo, haciendo instantáneamente padre e hija guardaran las formas. La señora Voltia saludó a la licántropa con un gesto militar que esta le devolvió estoicamente.
- Es un verdadero placer volver a verte, Karime.- comenzó a decir la madre de su mejor amiga.- Nos han contado sobre el lugar de dónde vienes y tus hazañas en él. Estamos orgullosos de ti y contentos de que hayas podido volver. Esperamos poder verte en la fiesta y pasar algo de tiempo contigo, pero ahora creo que hay personas más importantes que nosotros que te están esperando.
Karime agradeció sus palabras con un asentimiento y se despidió de ella con otro gesto militar. Le dedicó una sonrisa al padre y le revolvió con cariño el pelo a la niña. Superficialmente, esas palabras se referían a sus padres, pero la licántropa sabía que en realidad se referían a Lima. Eso asustó un poco a Karime. Nunca se había planteado lo que su desaparición podría haber afectado a Lima.
Desde un principio había planeado ir a ver primero a Lima que a sus padres, no porque los echara más o menos en falta, sino porque sabía que en cuanto su padre la cogiera le costaría bastante soltarla y no podría ir a ver a su mejor amiga hasta el día siguiente; así que, una vez estuvieron liberados del gentío, se giró hacia sus amigos con una sonrisa.
- Bien, chicos, ¿estáis preparados para conocer mi academia?
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Libo
26/03/14, 12:50 am
Menudo contraste. No hacía falta mucho para ver que Karime estaba bastante emocionada con... Todo, diría yo. Y era obvio: tanto familia como amistades la recibirían al llegar. En mi caso no era emoción sino una extraña mezcla entre orgullo y rechazo que no había conseguido quitarme de encima. Mi vida en Libo había empezado en un orfanato y apenas había hecho otra cosa que ir a la escuela, interesarme por la religión hasta el punto de casi vivir en las bibliotecas y... ya, poco más. Resultado: como mucho mis tutores serían los únicos en asistir, ya que no había hecho amistad alguna.
Así que al mejunje raro de emociones se añadía la "defensa" mental ante el contraste del recibimiento de K en contraposición al mío. Respecto a esto también tenía dos acercamientos diferentes: por un lado, y principalmente, creía que no me afectaría porque siempre había sido muy independiente y si no había hecho amistades había sido por propia voluntad; por otro lado, y en menor medida, creía que aunque creyera lo primero, sí que podría afectarme, sobre todo por el concepto de familia que no tenía y que, de haber tenido, quizá me habría recibido con los brazos abiertos, magia o no. Y por supuesto que había pensado en esto mucho antes de la visita, pero vivirlo era otra cosa.
No obstante, había un tercer elemento al que agarrarme y en el que sí creía: debía sentirme orgulloso de que la mismísima Reina nos invitara, lo cual no era más que una consecuencia de haber sobrevivido a la criba y a la ciudad hasta ahora. O lo que es lo mismo, debía sentirme orgulloso de mí mismo —aunque no en exceso— y eso es lo que se notaría al llegar a Libo, hubiera allegados o no. Claro ejemplo de ello eran los accesorios para la ropa que había hecho, bajo la tutela de Nesha, de plata forjada. De vez en cuando miraba la pequeña bolsa en que iban por si por los nervios había olvidado traerlos.
Lo que sí estaba claro era que iba rodeado de amigos de mi cosecha, así que con esto y con la idea base de la fiesta, intentaría pasarlo bien. Qué demonios, lo pasaría bien.
En eso pensaba antes de empezar el viaje y a mitad de este, pero detuve el torrente de pensamientos cuando Libo apareció a nuestra vista y empecé a reconocer sitios. Mirara donde mirase, automáticamente pensaba "tengo que ir" y "la gente me mirará raro". Raro significaba o bien "bien" o bien "mal". Pero eso no evitaría que fuera de visita, maldita sea. Es más, el siguiente pensamiento a "mirarme mal" era "los petrifico y ¡estatuas nuevas para Libo! ¿Qué mayor honra que decorar tu ciudad puede haber?"
Al cabo de un rato, Mánia nos puso al corriente de cuándo era la fiesta y de varios detalles más. Me encogí de hombros con un sencillo "de acuerdo" y esperé a que la embarcación se detuviera. En cuanto vi a la multitud de gente, sin nadie conocido o que recordase, inspiré profundamente antes de levantarme y salir. Me conmine a no pensar en el tema, a simplemente sonreír y saludar cuando fuera necesario. Menos mal que tuvimos que caminar, porque sino habría estado todo el rato de brazos cruzados, cosa que no hice al andar. Y mejor, por otro lado, ya que iba más relajado. Así, no tuve mucho problema en sonreír a Karime cuando nos habló a todos.
—¡Por supuesto!
Así que al mejunje raro de emociones se añadía la "defensa" mental ante el contraste del recibimiento de K en contraposición al mío. Respecto a esto también tenía dos acercamientos diferentes: por un lado, y principalmente, creía que no me afectaría porque siempre había sido muy independiente y si no había hecho amistades había sido por propia voluntad; por otro lado, y en menor medida, creía que aunque creyera lo primero, sí que podría afectarme, sobre todo por el concepto de familia que no tenía y que, de haber tenido, quizá me habría recibido con los brazos abiertos, magia o no. Y por supuesto que había pensado en esto mucho antes de la visita, pero vivirlo era otra cosa.
No obstante, había un tercer elemento al que agarrarme y en el que sí creía: debía sentirme orgulloso de que la mismísima Reina nos invitara, lo cual no era más que una consecuencia de haber sobrevivido a la criba y a la ciudad hasta ahora. O lo que es lo mismo, debía sentirme orgulloso de mí mismo —aunque no en exceso— y eso es lo que se notaría al llegar a Libo, hubiera allegados o no. Claro ejemplo de ello eran los accesorios para la ropa que había hecho, bajo la tutela de Nesha, de plata forjada. De vez en cuando miraba la pequeña bolsa en que iban por si por los nervios había olvidado traerlos.
Lo que sí estaba claro era que iba rodeado de amigos de mi cosecha, así que con esto y con la idea base de la fiesta, intentaría pasarlo bien. Qué demonios, lo pasaría bien.
En eso pensaba antes de empezar el viaje y a mitad de este, pero detuve el torrente de pensamientos cuando Libo apareció a nuestra vista y empecé a reconocer sitios. Mirara donde mirase, automáticamente pensaba "tengo que ir" y "la gente me mirará raro". Raro significaba o bien "bien" o bien "mal". Pero eso no evitaría que fuera de visita, maldita sea. Es más, el siguiente pensamiento a "mirarme mal" era "los petrifico y ¡estatuas nuevas para Libo! ¿Qué mayor honra que decorar tu ciudad puede haber?"
Al cabo de un rato, Mánia nos puso al corriente de cuándo era la fiesta y de varios detalles más. Me encogí de hombros con un sencillo "de acuerdo" y esperé a que la embarcación se detuviera. En cuanto vi a la multitud de gente, sin nadie conocido o que recordase, inspiré profundamente antes de levantarme y salir. Me conmine a no pensar en el tema, a simplemente sonreír y saludar cuando fuera necesario. Menos mal que tuvimos que caminar, porque sino habría estado todo el rato de brazos cruzados, cosa que no hice al andar. Y mejor, por otro lado, ya que iba más relajado. Así, no tuve mucho problema en sonreír a Karime cuando nos habló a todos.
—¡Por supuesto!
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejosPersonajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Libo
26/03/14, 01:19 am
Alder estaba inquieta en la barca. Iba vestida con ropa sinhadre, descalza sobre la madera de la embarcación. Miraba de reojo a veces a la pareja de aquella embajadora, tratando de descifrar que era lo que tenía que resultaba tan atractivo. La gente pronto la distrajo de mirar a unos y a otros y escuchar vagamente a Ka. Otro mundo. Alder estaba acostumbrada a la variedad de Rocavarancolia, cuyos habitantes eran facilmente localizables en la multitud como si brillasen, pero eso no borró la curiosidad de sus ojos. Hacía una temperatura maravillosamente calida, la gente iba poco vestida y los gestos de reconocimiento no tardaron en llegar. Mientras Karime saludaba a viejos amigos, la edeel no pudo evitar el dolor vago que venía asociado a la añoranza. Se mordió el labio mientras pensaba en su propia familia, que la daría por muerta. Ella no iba a tener la oportunidad de explicar lo que había sucedido y donde vivia ahora y se le hacia muy injusta toda aquella alianza con Libo.
Por otro lado, volver con aquellas pomposidades, como si fueran heroes, tambien era un tanto extraño para la chica. La luna roja era toda la confirmación que necesitaba de haber hecho las cosas bien, y aquellas ceremonias le parecían una pantomima. Al fin y al cabo, todos habían pasado por la misma mierda y no había sido por gusto. Pero cuando su amiga le preguntó con aquel entusiasmo, desterró la bilis y puso su mejor cara.
Por otro lado, volver con aquellas pomposidades, como si fueran heroes, tambien era un tanto extraño para la chica. La luna roja era toda la confirmación que necesitaba de haber hecho las cosas bien, y aquellas ceremonias le parecían una pantomima. Al fin y al cabo, todos habían pasado por la misma mierda y no había sido por gusto. Pero cuando su amiga le preguntó con aquel entusiasmo, desterró la bilis y puso su mejor cara.
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