Libo
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Libo
12/08/12, 06:27 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Libo
Portal situado en una escarpada montaña lejana a la capital.
Portal situado en una escarpada montaña lejana a la capital.
- InvitadoInvitado
Re: Libo
13/08/14, 10:29 pm
La recepción tuvo lugar en un salón en la zona este del castillo, y después de lo que había visto de Libo le pareció incluso sobria. La sala estaba decorada con estandartes alternos de Libo y Rocavarancolia, y los comensales se sentaban en una mesa de ébano, engalada con un mantel de bordados escarlata, candelabros de oro y centros de mesa con frutos rojos como la sangre y hiervas de invierno. La sobrina mayor de la Reina presidía la mesa, pues conocer a la reina madre en persona se había convertido en un premio más de llegar vivo de la prueba que era la ciudad. A su derecha se sentaba la cosechadora.
Nihil paseaba la mirada por los invitados, taladrándolos con sus ojos robados. Vestía un sencillo traje negro de seda con un escote que le llegaba hasta el vientre, guantes largos, anillos de plata y obsidiana y botas altas hasta el muslo, que tapaban su cambio de piel. Se había recogido el pelo con alambre de espinos y decorado la larga cola con piedras preciosas. Sin duda el niño fue el que más le llamó la atención. Flanqueado por sus padres, aparentemente protegido. Eso no evitó que la súcubo sonriese para sí. << Ojalá el cachorrito sobreviva>>
Por la mesa empezaron a desfilar platos, traidos por camareros enmascarados de plata; chalotas confitadas, pez de río asado con apio azul, espirales de lamprea... Estaba claro que habían elegido cocineros de las colonias para preparar la cena de despedida de sus pequeños, viendo que todos habían coincidido en ser de allí. Antes de empezar a comer, a la sucesora se le ocurrió que sería buena idea dar un discurso.
-Un año más, futuros prodigios florecen entre las gentes de Libo. Hoy los vemos partir, pero sabemos que lograrán portentos y traerán el orgullo a nuestro mundo, como ya lo hicieron el año anterior. Nuestros compatriotas de la cosecha anterior llegaron victoriosos, convertidos en milagros, en nuevos hijos de la Luna Roja, y estamos convencidas de que volverá a ocurrir.- alzó su copa de plata- Una plegaria a la Gran Madre, que ve partir a sus hijos a la batalla, y a los grandes felinos, que protejan con sus garras a los hijos de la magia. Que las Antiguas Brujas besen vuestros ojos.
Brindaron, bebieron. Nihil pudo por fin atacar la comida, mirando con disimulo a los nuevos cachorros.
Nihil paseaba la mirada por los invitados, taladrándolos con sus ojos robados. Vestía un sencillo traje negro de seda con un escote que le llegaba hasta el vientre, guantes largos, anillos de plata y obsidiana y botas altas hasta el muslo, que tapaban su cambio de piel. Se había recogido el pelo con alambre de espinos y decorado la larga cola con piedras preciosas. Sin duda el niño fue el que más le llamó la atención. Flanqueado por sus padres, aparentemente protegido. Eso no evitó que la súcubo sonriese para sí. << Ojalá el cachorrito sobreviva>>
Por la mesa empezaron a desfilar platos, traidos por camareros enmascarados de plata; chalotas confitadas, pez de río asado con apio azul, espirales de lamprea... Estaba claro que habían elegido cocineros de las colonias para preparar la cena de despedida de sus pequeños, viendo que todos habían coincidido en ser de allí. Antes de empezar a comer, a la sucesora se le ocurrió que sería buena idea dar un discurso.
-Un año más, futuros prodigios florecen entre las gentes de Libo. Hoy los vemos partir, pero sabemos que lograrán portentos y traerán el orgullo a nuestro mundo, como ya lo hicieron el año anterior. Nuestros compatriotas de la cosecha anterior llegaron victoriosos, convertidos en milagros, en nuevos hijos de la Luna Roja, y estamos convencidas de que volverá a ocurrir.- alzó su copa de plata- Una plegaria a la Gran Madre, que ve partir a sus hijos a la batalla, y a los grandes felinos, que protejan con sus garras a los hijos de la magia. Que las Antiguas Brujas besen vuestros ojos.
Brindaron, bebieron. Nihil pudo por fin atacar la comida, mirando con disimulo a los nuevos cachorros.
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Re: Libo
14/08/14, 10:58 am
Mientras desplegaban los platos frente a ellos y se pronunciaba el discurso, Arik se debatía con la impresión que le producía estar en un palacio rodeado de gente importante, el súbito vértigo de verse enfrentado a sus propias palabras - porque era real, estaba alli, se iba a Rocavarancolia- y una excitación especial, previa a la aventura. De vez en cuando dirigía miradas de reojo a la otra chica elegida, y luego a la cosechadora, con más timidez, como si fuese algo prohibido a sus ojos. Pero una vez comenzado el banquete, solo le quedaba una sonrisa y entusiasmo. ¿Habría comido más, de saber la escasez que esperaba al otro lado? ¿Comido despacio, quizás, para apreciar aquella alta cocina a la que no estaba acostumbrado? Estrechamente vigilado por su madre, había procedido con educación exquisita, o al menos, una imitación pasable de esta. Probó un poco de todo con atención escasa y observó furtivo a sus padres, flanqueándolo: su madre había iniciado una conversación banal con la otra progenitora presente. Su padre le había pasado furtivamente una servilleta bajo la mesa, y apretado la mano en un gesto que Arik no supo interpretar pero que intuyó tenía algo de cariñoso; tenía los ojos un poco hinchados, pero mantenía una pose muy digna.
De pronto se dio cuenta de que aun llevabas su pañuelo blanco alrededor del brazo, y aquel gesto rebelde le resultó un pequeño triunfo. La comida estaba terminada y él estaba nervioso y expectante. Pero no tenía ni idea de que se suponía que le tocaba hacer.
De pronto se dio cuenta de que aun llevabas su pañuelo blanco alrededor del brazo, y aquel gesto rebelde le resultó un pequeño triunfo. La comida estaba terminada y él estaba nervioso y expectante. Pero no tenía ni idea de que se suponía que le tocaba hacer.
- InvitadoInvitado
Re: Libo
14/08/14, 01:47 pm
Acabaron la cena con fruta al vino y bayas escarchadas, y un chupito de licor propio de allí para la cosechadora y los padres. Nihil adoraba aquellos pequeños regalos, y se demoró en su licor para dejar que los progenitores se despidiesen debidamente de sus hijos. Fue la embajadora de Rocavarancolia la primera en levantarse de la mesa y la súcubo la siguió inmediatamente, haciéndole una seña a los cachorros.
-Hora de moverse, jovencitos. Decidle adiós a mamá y papá.
Era hora de salir del castillo. Nihil los inspeccionó para asegurarse de que no traían ningún arma no reglamentaria ni nada por el estilo, y tras dar el visto bueno se subieron a la barcaza que los llevaría al portal, de madera lacrada negra y roja. Era de casco plano, con un toldo semicircular que protegía el interior, y dentro había cuatro líneas de bancos con un respaldo acolchado que tampoco era demasiado cómodo. Indicó a los niños que subieran y ella se puso en la cabecera, dejando tras los cosechados varios murciélagos remendados de un solo ojo que no habían visto en toda la noche. A una orden, la barcaza se elevó en el aire, y pronto estuvieron lejos del castillo.
Los cachorros no tardarían en quedarse dormidos, antes de que atravesasen el portal.
-Hora de moverse, jovencitos. Decidle adiós a mamá y papá.
Era hora de salir del castillo. Nihil los inspeccionó para asegurarse de que no traían ningún arma no reglamentaria ni nada por el estilo, y tras dar el visto bueno se subieron a la barcaza que los llevaría al portal, de madera lacrada negra y roja. Era de casco plano, con un toldo semicircular que protegía el interior, y dentro había cuatro líneas de bancos con un respaldo acolchado que tampoco era demasiado cómodo. Indicó a los niños que subieran y ella se puso en la cabecera, dejando tras los cosechados varios murciélagos remendados de un solo ojo que no habían visto en toda la noche. A una orden, la barcaza se elevó en el aire, y pronto estuvieron lejos del castillo.
Los cachorros no tardarían en quedarse dormidos, antes de que atravesasen el portal.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Re: Libo
15/08/14, 06:07 am
Ilol sonreía ampliamente mientras abrazaba a su hermana convertida en loba. Cierto era que podía transformarse en un animal grande y peludo, pero podría haber sido peor. Su hermana podía haber terminado siendo como alguno de los cientos de monstruos espantosos que había visto en la fiesta a la que asistió en Rocavarancolia. Podía soportar, incluso llegar a gustarle, que su hermana fuera aquel animal al que llamaban lobo.
- Si te portas bien y si nos lo permiten, después de la fiesta te daré un paseo en mi lomo. - le prometió la licántropa, ya transformada de nuevo en libense, mientras se colocaba los tacones.- Ojalá algún día pudieras visitar Rocavarancolia. Hay peligros y maravillas en cada esquina. Y la Luna Roja… no creo que haya nada en el mundo más bonito que la Luna Roja.
- ¿Crees que Madre me dejará ir? ¿Crees que me dejará ver la luna alguna vez? - preguntó entusiasmado el niño. Aunque Karime sabía que con “Madre” se refería a la reina y no a Kirina, le sonó extraño. ¿Tan fácil sería deshacerse de la idea de que, a pesar de todo, Kirina era su madre? Karime nunca había tenido trato con ningún andrógino y nunca se había visto en la tesitura de tener que adaptarse mentalmente a esa situación, por lo que estaba algo asustada por los cambios que podría haber sufrido su hermanito.
- Eso no depende de mí, Gatito. - le contestó con sinceridad-. Quizás si te portas bien sea un deseo que te acabe cumpliendo la Reina, pero no te lo puedo asegurar. Ahora vamos a pensar en divertirnos.
Karime cogió una copa para ella de la bandeja de Vlad y otra que parecía no tener alcohol para su hermano. Luego se giró con una sonrisa a sus amigos.
- Bueno, chicos, juguemos a ser diplomáticos por una noche y, de paso, aprovechamos y nos emborrachamos gratis. - les sugirió con una sonrisa-. Eso implica que podemos coquetear, hablar de negocios, - La loba miró a Shizel cuando dijo lo último- y disfrutar de la fiesta, pero tu Bran no te puedes comer a nadie. Entiende que sería… poco apropiado. - terminó con una sonrisa picara.
Ilol tiró de su hermana queriendo presentarle a sus nuevos amigos andróginos y la libense se despidió de sus amigos con una sonrisa.
- No os preocupéis por mí, no son niños a los que tenga permitido pervertir. - Antes de darse la vuelta se volvió de nuevo hacia sus amigos y susurró-. Yo también me apunto al juego, mantenedme informada. - Luego les guiñó un ojo y comenzó a alejarse con su hermano de la mano riendo y hablando.
P.D.: siento mil el kilométrico retraso y la mierded del post.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Libo
16/08/14, 01:07 am
Cuando Mánia mencionó la comida, un resorte se activó en mi cabeza. Comida. Comida por todas partes, comida libense, comida a la altura de la nobleza y la Reina Madre... <<Pero no comida para glotones y tragones, estimado helión, así que compórtese>> Así que me mantuve en el sitio, escuchando todo lo que decía. En la parte de hablar con las nobles casi tragué saliva... Me "asustaba". No veía por qué tenía que hablar con nadie... venga ya, me había criado en un orfanato, ni siquiera tenía ni conocía el vocabulario ni las formas de la corte. Además, ¿de qué iba a hablar? ¿De la criba, la ciudad? Mal lo veía... ¿Si no hablaba con nadie por iniciativa propia parecería maleducado? Esperaba que no... Es más, me había perdido en las indicaciones de Mánia. Ya no sabía a quién podía acercarme si se me ocurría algo y a quién no. <<Bien vamos como se me acerque alguien de los que no...>>
Por suerte, Vlad llegó con bebida que recibí con alegría. También trajo una botella extra, escondida, en cuyo significado no caí hasta unos minutos después, y aun así no estaba seguro de que fuera para el juego de Shiz: ¿de verdad iban a beber hasta hartarse aquí? No en mi presencia. Sin embargo, Karime volvió a sacar el tema de hablar con los nobles... Pero dijo algo que me interesó bastante: negocios. No de cara al futuro inmediato, pero sí al futuro lejano... Ya que no iba a estar toda mi vida de aprendiz de herrero pues pensaba dedicarme a ello por mi cuenta... ¿quizá podría trabajar a medias entre Rocavarancolia y Libo? <<Pff... ¿Permitiría siquiera el Consejo que trajera a Libo la herrería rocavarancolesa?>> Más que nada por el hecho de incluir magia y runas en las tareas de forja así como los materiales encantados. <<Tendría que sondear primero allí antes de aventurar nada aquí... Pero quizá sea viable>> Y de serlo, me encantaría. Podría ser útil a mis dos mundos y me sentiría con más derecho a que me trataran con el orgullo que lo hacían estos días.
—Pues este helión quizá algún día se lance a los negocios con Libo... Ya se verá—añadí a la conversación. Cuando la licántropa se fue, miré a los que quedaban—¿No me iréis a dejar solo para hablar con las nobles? —bromeé mientras empezaba a probar la comida.
Por suerte, Vlad llegó con bebida que recibí con alegría. También trajo una botella extra, escondida, en cuyo significado no caí hasta unos minutos después, y aun así no estaba seguro de que fuera para el juego de Shiz: ¿de verdad iban a beber hasta hartarse aquí? No en mi presencia. Sin embargo, Karime volvió a sacar el tema de hablar con los nobles... Pero dijo algo que me interesó bastante: negocios. No de cara al futuro inmediato, pero sí al futuro lejano... Ya que no iba a estar toda mi vida de aprendiz de herrero pues pensaba dedicarme a ello por mi cuenta... ¿quizá podría trabajar a medias entre Rocavarancolia y Libo? <<Pff... ¿Permitiría siquiera el Consejo que trajera a Libo la herrería rocavarancolesa?>> Más que nada por el hecho de incluir magia y runas en las tareas de forja así como los materiales encantados. <<Tendría que sondear primero allí antes de aventurar nada aquí... Pero quizá sea viable>> Y de serlo, me encantaría. Podría ser útil a mis dos mundos y me sentiría con más derecho a que me trataran con el orgullo que lo hacían estos días.
—Pues este helión quizá algún día se lance a los negocios con Libo... Ya se verá—añadí a la conversación. Cuando la licántropa se fue, miré a los que quedaban—¿No me iréis a dejar solo para hablar con las nobles? —bromeé mientras empezaba a probar la comida.
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Personajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Libo
17/08/14, 01:54 pm
La embajadora comenzó a hablar de bebidas, que no pudo sino arrancarme una sonrisa que me encargué de ocultar. De algún modo dudaba que allí hubiera comida para mí. Por suerte con el tentempié anterior no necesitaría comer durante un buen rato.
Las siguientes palabras hicieron que torciera un poco la boca. «¿de verdad tenemos que hablar con sin esencia?» gruñí interiormente. No me apetecía hablar con un montón de desconocidos que, de ser esta una situación normal, no serían sino mi cena. Aunque si veía que podía ser necesario para Rocavarancolia tendría que hacerlo. «Sí, acercaos a nosotros, ayudadnos a volver a ser una fuerza temible en la creación» pensé, mirando de reojo a los nobles libenses. «Cuando volvamos a ser una fuerza imbatibles descubriréis que nosotros no nos aliamos, sino que usamos y sojuzgamos a los demás.»
«Tú como siempre, para qué vas a cambiar» pensé con una sonrisa ante las palabras de Ka de jugar a los diplomáticos. Su referencia a mi transformación, sin embargo, hizo que levantara una ceja. No estaba seguro de hasta qué punto esas bromas eran inofensivas, pero bien pensado podía ser que los nobles supieran más de nosotros que los civiles, así que quizás los detalles más escabrosos sí los conocían.
—Que mala opinión tienes de mí. Soy un ser civilizado —«o, al menos, sé fingir que lo soy».
La referencia tanto de Karime como de Atol a los negocios me levantó algo de interés. Dinero... Realmente preferiría tener alguna clase de ingresos, pero no estaba seguro de hasta qué punto podía tenerlos. Al fin y al cabo la Secta tenía mucho cuidado con ciertas cosas, «y claramente todavía no confían en mí, y no sé si llegarán a hacerlo». Al pensar esto último dirigí una mirada de reojo a Nihil. En momentos como ese me preguntaba fuertemente la opinión de mis compañeros sacerdotes.
—No estoy siquiera seguro de qué podrían desear hablar con un trasgo —confesé a lo dicho con Atol con un ligero encogimiento de hombros—. Quizás para relaciones diplomáticas o comerciales sea otro el que venga mejor —acompañé mi frase de una mirada a Shizel, aunque mi sonrita delataba que era una simple broma.
No podía evitar preguntarme a quién le tocaría el primer trago en aquel juego. O quién acabaría peor.
Las siguientes palabras hicieron que torciera un poco la boca. «¿de verdad tenemos que hablar con sin esencia?» gruñí interiormente. No me apetecía hablar con un montón de desconocidos que, de ser esta una situación normal, no serían sino mi cena. Aunque si veía que podía ser necesario para Rocavarancolia tendría que hacerlo. «Sí, acercaos a nosotros, ayudadnos a volver a ser una fuerza temible en la creación» pensé, mirando de reojo a los nobles libenses. «Cuando volvamos a ser una fuerza imbatibles descubriréis que nosotros no nos aliamos, sino que usamos y sojuzgamos a los demás.»
«Tú como siempre, para qué vas a cambiar» pensé con una sonrisa ante las palabras de Ka de jugar a los diplomáticos. Su referencia a mi transformación, sin embargo, hizo que levantara una ceja. No estaba seguro de hasta qué punto esas bromas eran inofensivas, pero bien pensado podía ser que los nobles supieran más de nosotros que los civiles, así que quizás los detalles más escabrosos sí los conocían.
—Que mala opinión tienes de mí. Soy un ser civilizado —«o, al menos, sé fingir que lo soy».
La referencia tanto de Karime como de Atol a los negocios me levantó algo de interés. Dinero... Realmente preferiría tener alguna clase de ingresos, pero no estaba seguro de hasta qué punto podía tenerlos. Al fin y al cabo la Secta tenía mucho cuidado con ciertas cosas, «y claramente todavía no confían en mí, y no sé si llegarán a hacerlo». Al pensar esto último dirigí una mirada de reojo a Nihil. En momentos como ese me preguntaba fuertemente la opinión de mis compañeros sacerdotes.
—No estoy siquiera seguro de qué podrían desear hablar con un trasgo —confesé a lo dicho con Atol con un ligero encogimiento de hombros—. Quizás para relaciones diplomáticas o comerciales sea otro el que venga mejor —acompañé mi frase de una mirada a Shizel, aunque mi sonrita delataba que era una simple broma.
No podía evitar preguntarme a quién le tocaría el primer trago en aquel juego. O quién acabaría peor.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Libo
22/08/14, 03:07 am
-Sí que estaría feo representar a Rocavarancolia de esa forma, aunque lo cierto es que no se alejaría demasiado de la realidad- coincidió con Bran con cierto humor. En la ciudad había desenfreno, pérdida de las inhibiciones, euforia o depresión pasajera, y en ocasiones uno no tenía más remedio que vomitar: más o menos lo que venía acoplado a una borrachera.
Captó la pregunta encubierta en la mirada del trasgo y la correspondió con una sonrisa burlona.
-Ilol te acaba de conceder el honor de inaugurar el juego- comentó. La apariencia del nublino era la más llamativa de todos pero Shizel no estaba muy preocupado: incluso si Branniel deseaba llevar el juego a rajatabla, su mayor envergadura le confería una ventaja considerable en términos de aguante.
De pasada se preguntó si existiría alguna variante del hechizo de vela que en lugar de retirar cansancio retirase la borrachera o la resaca. Se propuso investigarlo a su vuelta.
Agradeció el resumen de Mánia, tomando buena nota de sus indicaciones. Sin embargo decidió calibrar un poco el ambiente y dejar que las primeras interacciones perdiesen su rigidez antes de comenzar a socializar.
Aceptó la copa que trajo Vlad y la paladeó con cuidado, memorizando cómo era el líquido para poder ir comparando con las demás bebidas. Aquélla era un poco ácida para su gusto: mimado como era, a Shizel no le gustaban los sabores difíciles. Se percató de la botella que permanecía escondida.
-¿De qué es?- preguntó en cuanto halló un momento en que no había demasiada gente alrededor. Se cuidó de no permanecer demasiado cerca del íncubo, precisamente porque olía condenadamente bien.
Su propio turno de participar en el juego improvisado pronto le llegó, cuando un camarero pareció tener problemas para decidir si preguntarle si quería hielo en la bebida o no.
-No es necesario- respondió el idrino sin el menor indicio de diversión: demostrarla habría avergonzado a su interlocutor y ello habría sido de mala educación. Sin embargo cuando se giró pudo dejar de contener la risa, que dejó escapar con un resoplido cuando dio el primer trago de la copa que le habían servido. Era más dulce, y le gustó más.
Alzó las cejas divertido ante la mirada de Karime, y alzó un poco el vaso como diciendo "a tu salud". Después la licántropa les dejó a su aire, y Shizel consideró que podía verlo como el pistoletazo de salida a las interacciones con el resto de personas de la fiesta. "Hay un montón de gente haciendo comentarios sobre el numerito de transformarse en loba, así que yo de ti pediría una jarra a los camareros", le comentaría a la libense cuando volviera.
-Para nada- dejó la copa sobre la mesa cuando Skarog volvió a hablar-. Sólo tenemos una noche y aquí hay mucha gente interesante. ¿Alguien más se viene?
Captó la pregunta encubierta en la mirada del trasgo y la correspondió con una sonrisa burlona.
-Ilol te acaba de conceder el honor de inaugurar el juego- comentó. La apariencia del nublino era la más llamativa de todos pero Shizel no estaba muy preocupado: incluso si Branniel deseaba llevar el juego a rajatabla, su mayor envergadura le confería una ventaja considerable en términos de aguante.
De pasada se preguntó si existiría alguna variante del hechizo de vela que en lugar de retirar cansancio retirase la borrachera o la resaca. Se propuso investigarlo a su vuelta.
Agradeció el resumen de Mánia, tomando buena nota de sus indicaciones. Sin embargo decidió calibrar un poco el ambiente y dejar que las primeras interacciones perdiesen su rigidez antes de comenzar a socializar.
Aceptó la copa que trajo Vlad y la paladeó con cuidado, memorizando cómo era el líquido para poder ir comparando con las demás bebidas. Aquélla era un poco ácida para su gusto: mimado como era, a Shizel no le gustaban los sabores difíciles. Se percató de la botella que permanecía escondida.
-¿De qué es?- preguntó en cuanto halló un momento en que no había demasiada gente alrededor. Se cuidó de no permanecer demasiado cerca del íncubo, precisamente porque olía condenadamente bien.
Su propio turno de participar en el juego improvisado pronto le llegó, cuando un camarero pareció tener problemas para decidir si preguntarle si quería hielo en la bebida o no.
-No es necesario- respondió el idrino sin el menor indicio de diversión: demostrarla habría avergonzado a su interlocutor y ello habría sido de mala educación. Sin embargo cuando se giró pudo dejar de contener la risa, que dejó escapar con un resoplido cuando dio el primer trago de la copa que le habían servido. Era más dulce, y le gustó más.
Alzó las cejas divertido ante la mirada de Karime, y alzó un poco el vaso como diciendo "a tu salud". Después la licántropa les dejó a su aire, y Shizel consideró que podía verlo como el pistoletazo de salida a las interacciones con el resto de personas de la fiesta. "Hay un montón de gente haciendo comentarios sobre el numerito de transformarse en loba, así que yo de ti pediría una jarra a los camareros", le comentaría a la libense cuando volviera.
-Para nada- dejó la copa sobre la mesa cuando Skarog volvió a hablar-. Sólo tenemos una noche y aquí hay mucha gente interesante. ¿Alguien más se viene?
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- InvitadoInvitado
Re: Libo
27/08/14, 08:00 pm
-Yo, si no os importa, iré a hablar con mi ma...- Mánia se interrumpió y giró la cabeza para ver mejor a quien se acercaba.
Tenía cuerpo de chico, con el pecho ligeramente abultado y los pezones atravesados por púas de oro. Parecía mayor que Mánia, al menos por su estatura, y tenía un rostro andrógino con ojos verdes brillantes. Vestía con transparencias azules, y llevaba el pelo negro muy corto, con un único mechón rojo a un lado de la cara. Sus orejas rituales eran sencillas, de lapislázuli pintado con oro. Cuando titubeó, Mánia le hizo un gesto para que siguiera acercándose.
-Esta es Lima, andrógina de la condesa de Gollman, de las lagunas de niebla. Sin que la Reina me oiga es la persona más dulce que encontraréis en esta sala- dijo Mánia, rodeando a Lima por la cintura y dándole un beso en la frente, aunque tuvo que ponerse de puntillas para hacerlo.- Voy a ver a mater, ¿está bien si te dejo con ellos?
La andrógina parecía algo insegura, pero aún así ansintió. Jugueteaba nerviosa con las sedas de su falda, que solo eran transparentes a los lados. Se encogió mirando al grupo, como decidiendo con quién hablar, y al final lo hizo para todos.
-Me han... dicho que podéis hacer magia, como las Brujas Antiguas. Er... sería posible ver... ¿algo de magia?
Al notar a su andrógina lejos, la propia condesa se acercó a ellos. Era una mujer de cuerpo atlético, ancha de hombros y un poco baja. Tenía el pelo mucho más corto que Lima, ceñido por una diadema de oro con púas de lapislázuli. Llevaba una armadura ceremonial, con hombreras labradas con forma de calaveras y flores y una cola de seda ceñida a la parte inferior. Llevaba un maquillaje ligero, que no ocultaba sus arrugas en las comisuras de los labios y en los ojos. Sus ojos azules pareaban inquietos por los transformados, con alegre curiosidad.
-Vaya, vaya, que mi pequeña Lima haya reunido el valor para acercarse sí que es un milagro, pero me quedaré también a la magia si no os importa.- sonrió.- Aún no os he visto comer, ¡os vais a quedar en los huesos! Bueno, tú no, tú estás perfecto, míralo qué grandote- le dijo a Bran acercándose.
Tenía cuerpo de chico, con el pecho ligeramente abultado y los pezones atravesados por púas de oro. Parecía mayor que Mánia, al menos por su estatura, y tenía un rostro andrógino con ojos verdes brillantes. Vestía con transparencias azules, y llevaba el pelo negro muy corto, con un único mechón rojo a un lado de la cara. Sus orejas rituales eran sencillas, de lapislázuli pintado con oro. Cuando titubeó, Mánia le hizo un gesto para que siguiera acercándose.
-Esta es Lima, andrógina de la condesa de Gollman, de las lagunas de niebla. Sin que la Reina me oiga es la persona más dulce que encontraréis en esta sala- dijo Mánia, rodeando a Lima por la cintura y dándole un beso en la frente, aunque tuvo que ponerse de puntillas para hacerlo.- Voy a ver a mater, ¿está bien si te dejo con ellos?
La andrógina parecía algo insegura, pero aún así ansintió. Jugueteaba nerviosa con las sedas de su falda, que solo eran transparentes a los lados. Se encogió mirando al grupo, como decidiendo con quién hablar, y al final lo hizo para todos.
-Me han... dicho que podéis hacer magia, como las Brujas Antiguas. Er... sería posible ver... ¿algo de magia?
Al notar a su andrógina lejos, la propia condesa se acercó a ellos. Era una mujer de cuerpo atlético, ancha de hombros y un poco baja. Tenía el pelo mucho más corto que Lima, ceñido por una diadema de oro con púas de lapislázuli. Llevaba una armadura ceremonial, con hombreras labradas con forma de calaveras y flores y una cola de seda ceñida a la parte inferior. Llevaba un maquillaje ligero, que no ocultaba sus arrugas en las comisuras de los labios y en los ojos. Sus ojos azules pareaban inquietos por los transformados, con alegre curiosidad.
-Vaya, vaya, que mi pequeña Lima haya reunido el valor para acercarse sí que es un milagro, pero me quedaré también a la magia si no os importa.- sonrió.- Aún no os he visto comer, ¡os vais a quedar en los huesos! Bueno, tú no, tú estás perfecto, míralo qué grandote- le dijo a Bran acercándose.
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Personajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Libo
27/08/14, 11:17 pm
—A la salud del pequeño hermano de Karime, entonces —dije, antes de tragarme el primer trago de la noche.
—Si el gélido skrýmir indica a un trasgo demente cómo tratar con nobles y otra gente de alta alcurnia que manda sobre mucha gente dicho trasgo no tendrá problema en acompañarle —indiqué a Shizel, fingiendo cierto pomposo a modo de imitación de las clases poderosas.
Una andrógina se nos acercó al grupo, demostrando bastante timidez. «¿Su carne será tan dulce como su carácter?». Tenía algo de curiosidad, pero lamentablemente aquella era una presa que jamás podría tener. El conocimiento de los muy variados y desagradables castigos que seguramente daría Rocavarancolia a cualquiera que meramente osara planear cualquier cosa que diese lugar a una crisis con Libo era más que suficiente para cortar de raíz cualquier instinto predador.
No tardó en acercarse su dueña (o lo que fueran las nobles con respecto a los andróginos), al parecer también curiosa por la milagrosa magia de Rocavarancolia. Me preguntaba realmente cuántos libenses, cuantas personas de las que tan alegremente andaban curioseando acerca de Rocavarancolia podría soportar la verdadera dimensión de sus espantosos portentos. En principio podía parecer que muchos, teniendo en cuenta lo guerrero que era aquel mundo, pero bien sabía yo que las apariencias engañaban.
Sonreí a la condesa, sin saber qué responder, o tan siquiera cuánto sabía. «Perfectas estáis tú y tu andrógina. No os hace falta condimento ninguno, seguro que tal cual estáis deliciosas». Sin demostrar nada mis pensamientos me quedé en un segundo plano, dejando la demostración mágica a alguno de los que tenían más habilidad con ese tema.
—Si el gélido skrýmir indica a un trasgo demente cómo tratar con nobles y otra gente de alta alcurnia que manda sobre mucha gente dicho trasgo no tendrá problema en acompañarle —indiqué a Shizel, fingiendo cierto pomposo a modo de imitación de las clases poderosas.
Una andrógina se nos acercó al grupo, demostrando bastante timidez. «¿Su carne será tan dulce como su carácter?». Tenía algo de curiosidad, pero lamentablemente aquella era una presa que jamás podría tener. El conocimiento de los muy variados y desagradables castigos que seguramente daría Rocavarancolia a cualquiera que meramente osara planear cualquier cosa que diese lugar a una crisis con Libo era más que suficiente para cortar de raíz cualquier instinto predador.
No tardó en acercarse su dueña (o lo que fueran las nobles con respecto a los andróginos), al parecer también curiosa por la milagrosa magia de Rocavarancolia. Me preguntaba realmente cuántos libenses, cuantas personas de las que tan alegremente andaban curioseando acerca de Rocavarancolia podría soportar la verdadera dimensión de sus espantosos portentos. En principio podía parecer que muchos, teniendo en cuenta lo guerrero que era aquel mundo, pero bien sabía yo que las apariencias engañaban.
Sonreí a la condesa, sin saber qué responder, o tan siquiera cuánto sabía. «Perfectas estáis tú y tu andrógina. No os hace falta condimento ninguno, seguro que tal cual estáis deliciosas». Sin demostrar nada mis pensamientos me quedé en un segundo plano, dejando la demostración mágica a alguno de los que tenían más habilidad con ese tema.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Libo
08/09/14, 07:38 pm
Mánia empezó a despedirse, pero entonces se nos acercó alguien. Mi parte libense tragó saliva cuando Mánia la presentó. Nunca antes había estado en presencia de andróginos, así que incliné la cabeza rápidamente, con algo de torpeza. Acto seguido añadí:
—Encantado, soy Atol.
Luego guardé silencio y atendí. Presto, empecé a pensar en qué hechizo podría —o podríamos— hacer. Brann se quedó al margen, así que me acerqué a Shizel para comentarle una idea. Algo llamativo y de alguna forma espectacular pero que no pareciera que estábamos haciéndole nada peligroso. Al final acordamos encantarle con fuego mágico las orejas rituales y dotarlas de algún color, pero de eso se encargaría el idrino: los colores y detalles nunca habían sido lo mío, aunque pronto lo serían si avanzaba en la forja.
—Por supuesto. Vamos a hacer un poco de fuego, pero no os preocupéis porque no quema. Como este. Si lo deseáis, podéis tocarlo.
Dicho eso, hice bailar una llamita entre mis dedos. Luego la dejé en el aire cerca de la andrógina, a su alcance, mientras esperaba a la explicación de Shizel. Después comencé con el plan y encanté las orejas y los bordes de esta. Por un lado deseaba que nadie se alarmara, pero por otro sabía que el idrino era un experto al tratar con la gente y seguramente no llegaran a ese punto los que nos rodeaban, así que procedí confiado. De igual forma, confiaba en que la demonstración-regalo saldría bien por su parte en esta.
—Encantado, soy Atol.
Luego guardé silencio y atendí. Presto, empecé a pensar en qué hechizo podría —o podríamos— hacer. Brann se quedó al margen, así que me acerqué a Shizel para comentarle una idea. Algo llamativo y de alguna forma espectacular pero que no pareciera que estábamos haciéndole nada peligroso. Al final acordamos encantarle con fuego mágico las orejas rituales y dotarlas de algún color, pero de eso se encargaría el idrino: los colores y detalles nunca habían sido lo mío, aunque pronto lo serían si avanzaba en la forja.
—Por supuesto. Vamos a hacer un poco de fuego, pero no os preocupéis porque no quema. Como este. Si lo deseáis, podéis tocarlo.
Dicho eso, hice bailar una llamita entre mis dedos. Luego la dejé en el aire cerca de la andrógina, a su alcance, mientras esperaba a la explicación de Shizel. Después comencé con el plan y encanté las orejas y los bordes de esta. Por un lado deseaba que nadie se alarmara, pero por otro sabía que el idrino era un experto al tratar con la gente y seguramente no llegaran a ese punto los que nos rodeaban, así que procedí confiado. De igual forma, confiaba en que la demonstración-regalo saldría bien por su parte en esta.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
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- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades: Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Libo
08/09/14, 08:31 pm
-El gélido skrýmir consiente- respondió en el mismo tono humorístico que Bran.
La fiesta se desplegaba frente a sus ojos a buen ritmo, y ni siquiera tuvieron que elegir a quién aproximarse dado que una conocida de la embajadora se acercó casi inmediatamente después. "Otra Lima", advirtió cuando se presentaron entre sí. Debía ser un nombre popular.
Recordando los consejos que les había dado Mánia, estuvo atento a la llegada de la propietaria de la andrógina.
-En absoluto -sonrió-. Una demostración no es nada sin el público.
Dirigió una mirada de reojo a Bran, pero no parecía tener intención de unirse a ella. Skarog sí tenía algunas ideas, y entre los dos no tardaron en decidirse por algo llamativo pero no demasiado espectacular. Shizel había llevado a cabo demostraciones más abiertas en Nubla, pero el público solía ser más receptivo y el ambiente menos formal. Mejor limitarse a algo sencillo, al menos inicialmente.
Antes de que Skarog comenzase con su trabajo, para evitar cualquier susto, Shizel fue a hablar con la condesa y le explicó qué iban a hacer.
-Le aseguro que es completamente inofensivo. Respondemos personalmente de ello- dejó claro en un tono de voz lo bastante alto para que cualquiera que estuviese con el ojo puesto en la escena pudiese oírlo. Aunque inocuo, lo que iban a hacer podía causar alarma a primera vista.
Convocó una llama él mismo sobre la palma de su mano, y dejaría que la propia condesa la tocase si quería para comprobar que no quemaba. Cuando le llegó el turno de manipular el hechizo que habían aplicado a Lima involucró a propósito a la andrógina en el proceso, preguntándole qué colores y formas prefería para que fuera sintiéndose progresivamente más cómoda.
-Te durarán toda la fiesta- le prometió cuando terminó-. Este fuego no prenderá en nada de lo que toques, así que puedes pasearte sin estar pendiente de nada. Si en algún momento quieres apagarlas háznoslo saber; no creo que tengas problemas en encontrarnos. Destacamos un poco- añadió con humor. Dicho aquello se giró de nuevo hacia la condesa, para no dar la impresión de que la estaban ignorando en favor de su andrógina.
-Es sólo una pequeña muestra pero confío en que haya sido de su agrado- vaya si era solo una pequeña muestra de lo que eran capaces. Vaya si lo era. Shizel era una persona de espectáculo y habría estado bien dispuesto a mostrar su magia toda la noche si se lo pedían.
La fiesta se desplegaba frente a sus ojos a buen ritmo, y ni siquiera tuvieron que elegir a quién aproximarse dado que una conocida de la embajadora se acercó casi inmediatamente después. "Otra Lima", advirtió cuando se presentaron entre sí. Debía ser un nombre popular.
Recordando los consejos que les había dado Mánia, estuvo atento a la llegada de la propietaria de la andrógina.
-En absoluto -sonrió-. Una demostración no es nada sin el público.
Dirigió una mirada de reojo a Bran, pero no parecía tener intención de unirse a ella. Skarog sí tenía algunas ideas, y entre los dos no tardaron en decidirse por algo llamativo pero no demasiado espectacular. Shizel había llevado a cabo demostraciones más abiertas en Nubla, pero el público solía ser más receptivo y el ambiente menos formal. Mejor limitarse a algo sencillo, al menos inicialmente.
Antes de que Skarog comenzase con su trabajo, para evitar cualquier susto, Shizel fue a hablar con la condesa y le explicó qué iban a hacer.
-Le aseguro que es completamente inofensivo. Respondemos personalmente de ello- dejó claro en un tono de voz lo bastante alto para que cualquiera que estuviese con el ojo puesto en la escena pudiese oírlo. Aunque inocuo, lo que iban a hacer podía causar alarma a primera vista.
Convocó una llama él mismo sobre la palma de su mano, y dejaría que la propia condesa la tocase si quería para comprobar que no quemaba. Cuando le llegó el turno de manipular el hechizo que habían aplicado a Lima involucró a propósito a la andrógina en el proceso, preguntándole qué colores y formas prefería para que fuera sintiéndose progresivamente más cómoda.
-Te durarán toda la fiesta- le prometió cuando terminó-. Este fuego no prenderá en nada de lo que toques, así que puedes pasearte sin estar pendiente de nada. Si en algún momento quieres apagarlas háznoslo saber; no creo que tengas problemas en encontrarnos. Destacamos un poco- añadió con humor. Dicho aquello se giró de nuevo hacia la condesa, para no dar la impresión de que la estaban ignorando en favor de su andrógina.
-Es sólo una pequeña muestra pero confío en que haya sido de su agrado- vaya si era solo una pequeña muestra de lo que eran capaces. Vaya si lo era. Shizel era una persona de espectáculo y habría estado bien dispuesto a mostrar su magia toda la noche si se lo pedían.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- InvitadoInvitado
Re: Libo
16/09/14, 05:18 pm
La condesa no parecía en absoluto preocupada, aunque no parecía ser de la misma forma con algunas de las invitadas a su alrededor. Rió e hizo algunas bromas por todas las precauciones que estaban tomando, pero parecía que de verdad le agradaba el trato que estaba recibiendo del grupito.
Lima por su parte estaba encantada. Tardó en decidirse por un color para el fuego, hasta que al final eligió el azul propio del blasón de su mater. Prefirió que el fuego siguiese siendo fuego, como los fuegos fatuos de los pantanos de su tierra. En cuanto hubieron prendido sus orejas, corrió en busca de alguna superficie reflectante y admiró su nuevo adorno. Algunas personas se acercaron también a mirar, y Lima daba vueltas, coqueta, mostrando sus orejas mágicas.
Muchas otras nobles e invitadas perdieron el reparo que mostraron en un principio, y pidieron una demostración. La condesa de Gollman se ocupó de hacer de intermediaria y de que no los atosigasen, aunque animaba a más demostraciones entre fuertes carcajadas. Lima fue a buscar a sus amigas, pero en cuanto volvió se pegó a Atol y a Shizel, demasiado tímida para hacer preguntas debido a la cantidad de gente que tenían alrededor, pero reclamando silenciosamente su atención.
Lima por su parte estaba encantada. Tardó en decidirse por un color para el fuego, hasta que al final eligió el azul propio del blasón de su mater. Prefirió que el fuego siguiese siendo fuego, como los fuegos fatuos de los pantanos de su tierra. En cuanto hubieron prendido sus orejas, corrió en busca de alguna superficie reflectante y admiró su nuevo adorno. Algunas personas se acercaron también a mirar, y Lima daba vueltas, coqueta, mostrando sus orejas mágicas.
Muchas otras nobles e invitadas perdieron el reparo que mostraron en un principio, y pidieron una demostración. La condesa de Gollman se ocupó de hacer de intermediaria y de que no los atosigasen, aunque animaba a más demostraciones entre fuertes carcajadas. Lima fue a buscar a sus amigas, pero en cuanto volvió se pegó a Atol y a Shizel, demasiado tímida para hacer preguntas debido a la cantidad de gente que tenían alrededor, pero reclamando silenciosamente su atención.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Libo
16/09/14, 11:30 pm
Pese a cómo me había sentido desde que me avisaran de la fiesta, ahora con los resultados de la demostración mágica me sentía de forma totalmente contraria. Todos nos miraban, expectantes. La condesa ayudó a que no nos atosigaran, pero por mi parte eso no habría sucedido. Quería demostrarles de qué éramos capaces, de qué era capaz. ¿Y había temido que me rechazaran? Idiota.
Rápidamente, Shiz y yo volvimos a organizar otra demostración, aunque le siguieron varias, tanto en grupo como por separado. Cosas vistosas, de colores vivos, nada peligrosas, con alguna que otra persona levitando a apenas unos centímetros del suelo. Yo hice una pequeña demostración-explicación de lo que podía hacer con mis uñas, por llevarme un poco de protagonismo: lanzar llamaradas de las inofensivas hacia arriba. Y cuando Lima se nos acercó, me "apagué", dedicando mi atención a cualquier pregunta que tuviera.
Si antes de la fiesta tenía claro que quería volver a reintegrarme en la ciudad y poder trabajar en mi propia forja mágica libense, después de la fiesta lo tendría más claro aún. No quería limitarme a saciar la curiosidad de estas gentes ajenas a la magia. Quería ser útil a mis dos casas. Pero tenía que tener cuidado con el Consejo, pues no creía que vieran con buenos ojos cualquier tipo de acercamiento mágico ajeno a sus intereses. Por mucha alianza que hubiera... creía saber lo suficiente de la política de la ciudad como para entender que los intereses de Rocavarancolia no eran tan benignos como de momento parecía.
Rápidamente, Shiz y yo volvimos a organizar otra demostración, aunque le siguieron varias, tanto en grupo como por separado. Cosas vistosas, de colores vivos, nada peligrosas, con alguna que otra persona levitando a apenas unos centímetros del suelo. Yo hice una pequeña demostración-explicación de lo que podía hacer con mis uñas, por llevarme un poco de protagonismo: lanzar llamaradas de las inofensivas hacia arriba. Y cuando Lima se nos acercó, me "apagué", dedicando mi atención a cualquier pregunta que tuviera.
Si antes de la fiesta tenía claro que quería volver a reintegrarme en la ciudad y poder trabajar en mi propia forja mágica libense, después de la fiesta lo tendría más claro aún. No quería limitarme a saciar la curiosidad de estas gentes ajenas a la magia. Quería ser útil a mis dos casas. Pero tenía que tener cuidado con el Consejo, pues no creía que vieran con buenos ojos cualquier tipo de acercamiento mágico ajeno a sus intereses. Por mucha alianza que hubiera... creía saber lo suficiente de la política de la ciudad como para entender que los intereses de Rocavarancolia no eran tan benignos como de momento parecía.
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- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades: Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Libo
18/09/14, 01:06 am
Shizel no paró en toda la noche. Izó a personas para que caminaran en el aire, sirvió copas levitando, hizo demostraciones con fuego mágico, jugó a adivinar a base de mentalismo en qué estaban pensando algunos voluntarios. Cuando Karime regresó aplicó niebla mágica sobre ambos, y con los ojos vendados bailaron dando vueltas amplias por toda la zona de mesas, esquivándolas a ellas y a los invitados con elegancia de forma que parecía milagrosa. Regaló luces mágicas a quien se lo pidió y se petrificó y despetrificó a sí mismo para no despertar recelos eligiendo un voluntario.
El skrýmir estaba en su salsa, encantado de estar recibiendo atención y de que fuese gracias a algo en lo que había puesto tanto empeño en mejorar y hacer parte de él como la magia. Gastó mucha más energía de lo habitual, pero cada segundo de ello valió la pena. "Podría pasarme toda la vida haciendo esto."
Respondió a cualquier pregunta que le dirigieron y procuró conocer al mayor número de personas posible. Cuando se le planteó el interrogante de si regresaría a Libo más veces, respondió que sí sin dudarlo. La noche estaba siendo insuperable, y la experiencia de conocer a fondo una cultura tan diferente le estaba gustando mucho.
El skrýmir estaba en su salsa, encantado de estar recibiendo atención y de que fuese gracias a algo en lo que había puesto tanto empeño en mejorar y hacer parte de él como la magia. Gastó mucha más energía de lo habitual, pero cada segundo de ello valió la pena. "Podría pasarme toda la vida haciendo esto."
Respondió a cualquier pregunta que le dirigieron y procuró conocer al mayor número de personas posible. Cuando se le planteó el interrogante de si regresaría a Libo más veces, respondió que sí sin dudarlo. La noche estaba siendo insuperable, y la experiencia de conocer a fondo una cultura tan diferente le estaba gustando mucho.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
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- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Libo
13/03/15, 01:34 am
Karime siguió a su hermano hasta el lugar donde el resto de andróginos de la Reina esperaban, entre nerviosos y curiosos, a que Ilol les presentara a su hermana, uno de los milagros, tal y como les había prometido. La verdad era que la vida en el palacio, ya de por si fantástica, había mejorado para Ilol desde el mismo momento en que había sido informado de que su hermana había sido una de las elegidas. Todo el mundo reclamaba su atención y le bañaba en agasajos esperando que les hablara de Karime y del extraño mundo que había visto, lo que hacía inmensamente feliz al andrógino, pues había pocas cosas en el mundo que disfrutara más que hablar de su heroína.
Por su parte, Karime disfrutaba enormemente de la compañía y la felicidad de su hermano sin preocuparse de sus amigos. Atol estaría ahí, con ellos, velando porque no se salieran del protocolo y, aunque habían ido hasta ahí para estar con ella, debían entender su situación. Tenía tan poco tiempo para pasar con Ilol y tantas ganas de acapararlo para sí…
El pequeño Ilol procedió a presentarle a sus nuevos amigos andróginos con una amplia sonrisa una vez llegaron a ellos. Aunque el más joven era su hermano, una gran parte de los andróginos no habían dejado todavía la adolescencia y, los que ya lo habían hecho, no parecían comportarse como adultos. Los más valientes le pidieron que volviera a transformarse, ya que no habían tenido oportunidad de verla de cerca la anterior vez. Karime cumplió sus peticiones a pesar de que lo que más deseaba era echarse a Ilol al hombro y llevárselo a corretear por los jardines, los dos solos, riendo y jugando, como cuando eran unos críos. “Todavía somos unos críos”. Pensó la loba y se sorprendió ante la realidad de ese hecho. Habían vivido demasiado y todavía eran unos niños. Ilol ahora pertenecía a la Reina y ella, a Rocavarancolia. Realmente, ya no eran unos críos, al menos no como lo habían sido hasta entonces. Hasta que él había sido vendido y ella llevaba a través del portal.
- Ey, Gatito, tengo algo que darte.
La licántropa sacó de entre sus pechos un colgante con un tallado, cuyos ojos eran pequeñas piedras violetas. Por el momento, era un simple lobo de madera sin ningún tipo de hechizo en él, pues no había tenido tiempo de prepararlo más específicamente, pero la libense ya había decidido que, la próxima vez que volviera a verlo, traería preparada alguna cualidad especial con el que alguno de sus amigos pudiera hechizarlo. Otra oportunidad tendría. Ella pretendía volver, al menos, tanto como pudiera, tanto como Cica, la Reina y las circunstancias se lo permitieran. Aunque, por el momento, disfrutaría del tiempo que se le había permitido pasar con su hermano.
Ilol chilló emocionado ante el regalo de su hermana y enseguida le pidió que se lo pusiera, mostrándolo orgullosamente a sus amigos andróginos. A Karime le hubiera gustado darle su regalo en otras circunstancias, pero no se arrepintió de haberlo hecho en ese momento, su hermano parecía brillar de la emoción.
No había pasado mucho tiempo cuando vio aparecer a Lima con un precioso vestido verde que acentuaba sus curvas en los puntos clave y un semirecogido a un lado, con algunos adornos de plumas.
- ¡oh! ¡Qué bien! Por fin ha llegado mi cena- teatralizó Karime al ver a su amiga acercarse-. Empezaba a morirme de hambre.
- Siempre has tenido un estomago insaciable y apremiante.
- Entre otras cosas.
- Tu tampoco estas nada, nada mal. La tía Kren se ha lucido contigo. Estas incluso más buena de lo normal y eso ya es decir. Por cierto, chapó la ironía de los tacones, muy tu- apreció la libense de ojos verdes. Su vista entonces dio con Ilol y su sonrisa se ensanchó-. ¿Pero qué es lo que ven mis ojos? ¡Si es mi ratita favorita!- exclamó a la par que abrazaba fuertemente al hermano pequeño de su mejor amiga.
Ilol miró sorprendido a Lima, pues, aunque de su hermana lo esperaba, no era propio saltarse el protocolo de esa manera con un andrógino por muy fuerte que hubiera sido la amistad antes del cambio. Por un momento, los tres pudieron sentir en sus espaldas la mirada de la señora Voltia reprendiendo a su hija mayor.
- ¿Creías acaso que ibas a dejar de ser mi pequeña ratita?- siguió hablando Lima, ignorando deliberadamente la mirada de su madre.
Ilol siempre había odiado el mote que le había puesto Lima, peor incluso que el hecho de que Karime le llamara “Ilolilo”, aunque se seguían de cerca, pero en ese momento aquel mote le evocó a tiempos distintos, no mejores ni peores, sino distintos. Donde él solo era el hermanito de Karime y su hermana solo una recluta.
Lah, a la que ninguno de los hermanos había visto por el momento, y al contrario que su hermana mayor, se acercó al andrógino y lo saludó como dictaba el protocolo.
- Buenas noches, Ilol. Me alegra volver a verte.
Por un momento, el rostro del andrógino decayó un poco, aunque rápidamente vistió su cara con una sonrisa y saludó de la misma manera. Karime conocía lo suficiente a su hermano como para saber que se sentía decepcionado ante la aparente falta de interés de Lah sobre su persona. “Todavía está enamorado de ella.”
Karime dejó de pensar en ello cuando Lah desapareció e Ilol pasó a reclamar de nuevo su atención, pidiéndole que volvieran con el resto de rocavarancoleses. Cuando llegaron junto a ellos los encontraron haciendo demostraciones de magia para el disfrute de las nobles libenses y sus andróginos.
- ¿Qué hacéis, guapos? ¿Ganando fans?- bromeó con ellos al acercarse.
Ilol empezó a corretear entre los amigos de su hermana impresionado por toda aquella magia. Lima los saludó con un guiño y una sonrisa picara y se acercó sin disimulo alguno a Alder, con quien empezó a coquetear.
Karime bromeó y rió complacida con la noche. Por un momento, deseo que nunca terminara y que no tuviera que volver al día siguiente de nuevo a la ciudad. “En realidad, lo que deseo es llevarme a Ilol y Lima conmigo.” Pero sabía que eso no podría ocurrir nunca.
Shizel, en su afán de demostrar su magia, le invitó a un baile especial y Karime, que en ese momento comentaba obscenamente en voz baja con Lima sobre lo que podría encontrarse bajo la falda del príncipe, asintió con una sonrisa y se disculpó con su interlocutora.
- Si me disculpas, querida, un chico fresco y guapo me ha solicitado un baile, ¿Quién soy yo para negarle mi fantástica presencia?
Durante toda la noche, no faltaron ni las risas ni la bebida. Karime no tenía muy seguro si esto último se debía al juego que habían comenzado al principio o directamente era culpa de la iniciativa propia. La verdad era que poco le importaba. Ella se lo estaba pasando en grande con su hermano y sus amigos, disfrutándolo como nunca. Al fin y al cabo, no volvería a tener la oportunidad de mezclar su vida pasada y presente de aquella manera.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Libo
28/10/15, 12:24 am
Cuando se había enterado de que se la llevaban, durante la fiesta de la cosecha, casi no se lo había podido creer. Convencerla para marcharse no fue difícil, ni siquiera lo fue con su familia, a pesar de que no les hacía gracia que se la llevasen a tan corta edad. Los rumores hablaban de gloria y magia, de duras pruebas que demostrarían la valía de quien se enfrentase a ellas. A Nime eso no le asustaba, porque tampoco era del todo consciente de que aquella aventura iba a ser muy diferente de las que narraban sus juegos. Ella sola se encargó de decir una y otra vez que quería ir, hasta convencer a su familia, vaticinando que cuando volviese convertiría el negocio de sus padres en el más próspero de la zona.
El viaje hasta la capital fue pura excitación para la niña, que no se apartó ni un momento de las ventanillas del carro volador en el que la habían metido. Cuando puso el pie en tierra, cuando recorrió lugares desconocidos, la excitación seguía ahí, pero poco a poco el vacío y la soledad empezarían a hacer mella en su ánimo. Nunca había estado lejos de casa. Nunca había estado sola. Incluso se estaba portando mejor que de costumbre, pero era imposible no hacerlo. Se encontraba en el palacio de la Reina Madre, y nunca antes se había sentido tan intimidada. Nime habría deseado estar allí con al menos algún miembro de su familia. ¿Por qué no podía llevarse con ella a Sisek para tener con quien jugar? ¿O a Ivel, para que cuidase de ella? De ser así, probablemente en aquel momento estaría disfrutando tremendamente de conocer la capital, un lugar que no podía evitar admirar. Se avergonzaba un poco de sí misma por tener una aventura épica a su alcance y estar echando de menos su casa.
Aún no se había cansado de contemplar a lo lejos las ciudades abovedadas y la arquitectura que hacía palidecer la casa de la mater de su ciudad cuando la hicieron enfrentarse a un banquete. Uno largo y tedioso para la niña, que ni siquiera sabía guardar las formas pero al menos era consciente de ese hecho. Veía más cubiertos de los que eran necesarios, comida que no había probado nunca antes, y un ambiente que, para ser festivo, le parecía muy pesado. Las carantoñas de aburrimiento fueron frecuentes, pero se puso las botas con las comidas más exóticas y al terminar se le escapó un eructo que no pudo disimular ni cerrando la boca. Se habría puesto colorada, pero estaba acalorada y no se apreció ninguna diferencia.
Quería preguntar cuándo se iban. Cuándo empezaría la aventura de magia y pruebas. La impaciencia la puso a jugar con las sobras de comida en el plato, buscando utilidades imaginativas para los utensilios que había a su alcance en la mesa. Inevitablemente, terminó por venir un hombre a retirar las esculturas de masa que tomaban un baño en la salsa de su plato, y advirtió que fue la primera a la que le retiraron el servicio. No le quedó más remedio que aguardar con los codos apoyados en la mesa y la cara en las manos, poniendo morritos y balanceando las piernas por debajo del mantel. La fiesta de su ciudad le parecía mucho más divertida que aquello.
También empezaba a estar agotada. Si se mantenía despierta era gracias a todas las emociones fuertes que había vivido durante ese día, pero se le escaparon varios bostezos que la hicieron restregarse los ojos, arruinando el maquillaje que tanto le gustaba. Sus padres por fin habían accedido a hacerle un trabajo más elaborado de lo habitual para aparentar delante de la nobleza, pero una vez más no había sido capaz de mantenerlo intacto. Nime adoraba tanto el maquillaje como olvidaba que lo llevaba puesto, y ni a su padre le gustaba perder el tiempo arreglándola en vano, ni a su madre que desperdiciase las pinturas. Cuantísimas veces se las había ingeniado para encontrarlas allá donde las escondieran, solo para acabar arruinando buena parte de los colores que se probaba, o probaba en otras cosas.
La cosechadora fue quien la sacó de su ensimismamiento. Nime recuperó repentinamente la actitud obediente y la siguió sin quejas ni preguntas. Un escalofrío de excitación recorrió su espalda a la vez que un pinchazo de miedo y nervios se instalaba en su tripa. No tardaron en proporcionarle una bebida, que la niña confundió con infusión dulce y se llevó a los labios con ilusión.
—¡Sabe a rayos! —soltó al probarla.
Nime llegó a pensar que no debía haber insultado el gusto mediocre de sus anfitriones. Pero aun arrepentida de haber abierto la boca, no llegó a plantearse si pedir disculpas o cómo hacerlo, porque no tardó en quedarse dormida.
El viaje hasta la capital fue pura excitación para la niña, que no se apartó ni un momento de las ventanillas del carro volador en el que la habían metido. Cuando puso el pie en tierra, cuando recorrió lugares desconocidos, la excitación seguía ahí, pero poco a poco el vacío y la soledad empezarían a hacer mella en su ánimo. Nunca había estado lejos de casa. Nunca había estado sola. Incluso se estaba portando mejor que de costumbre, pero era imposible no hacerlo. Se encontraba en el palacio de la Reina Madre, y nunca antes se había sentido tan intimidada. Nime habría deseado estar allí con al menos algún miembro de su familia. ¿Por qué no podía llevarse con ella a Sisek para tener con quien jugar? ¿O a Ivel, para que cuidase de ella? De ser así, probablemente en aquel momento estaría disfrutando tremendamente de conocer la capital, un lugar que no podía evitar admirar. Se avergonzaba un poco de sí misma por tener una aventura épica a su alcance y estar echando de menos su casa.
Aún no se había cansado de contemplar a lo lejos las ciudades abovedadas y la arquitectura que hacía palidecer la casa de la mater de su ciudad cuando la hicieron enfrentarse a un banquete. Uno largo y tedioso para la niña, que ni siquiera sabía guardar las formas pero al menos era consciente de ese hecho. Veía más cubiertos de los que eran necesarios, comida que no había probado nunca antes, y un ambiente que, para ser festivo, le parecía muy pesado. Las carantoñas de aburrimiento fueron frecuentes, pero se puso las botas con las comidas más exóticas y al terminar se le escapó un eructo que no pudo disimular ni cerrando la boca. Se habría puesto colorada, pero estaba acalorada y no se apreció ninguna diferencia.
Quería preguntar cuándo se iban. Cuándo empezaría la aventura de magia y pruebas. La impaciencia la puso a jugar con las sobras de comida en el plato, buscando utilidades imaginativas para los utensilios que había a su alcance en la mesa. Inevitablemente, terminó por venir un hombre a retirar las esculturas de masa que tomaban un baño en la salsa de su plato, y advirtió que fue la primera a la que le retiraron el servicio. No le quedó más remedio que aguardar con los codos apoyados en la mesa y la cara en las manos, poniendo morritos y balanceando las piernas por debajo del mantel. La fiesta de su ciudad le parecía mucho más divertida que aquello.
También empezaba a estar agotada. Si se mantenía despierta era gracias a todas las emociones fuertes que había vivido durante ese día, pero se le escaparon varios bostezos que la hicieron restregarse los ojos, arruinando el maquillaje que tanto le gustaba. Sus padres por fin habían accedido a hacerle un trabajo más elaborado de lo habitual para aparentar delante de la nobleza, pero una vez más no había sido capaz de mantenerlo intacto. Nime adoraba tanto el maquillaje como olvidaba que lo llevaba puesto, y ni a su padre le gustaba perder el tiempo arreglándola en vano, ni a su madre que desperdiciase las pinturas. Cuantísimas veces se las había ingeniado para encontrarlas allá donde las escondieran, solo para acabar arruinando buena parte de los colores que se probaba, o probaba en otras cosas.
La cosechadora fue quien la sacó de su ensimismamiento. Nime recuperó repentinamente la actitud obediente y la siguió sin quejas ni preguntas. Un escalofrío de excitación recorrió su espalda a la vez que un pinchazo de miedo y nervios se instalaba en su tripa. No tardaron en proporcionarle una bebida, que la niña confundió con infusión dulce y se llevó a los labios con ilusión.
—¡Sabe a rayos! —soltó al probarla.
Nime llegó a pensar que no debía haber insultado el gusto mediocre de sus anfitriones. Pero aun arrepentida de haber abierto la boca, no llegó a plantearse si pedir disculpas o cómo hacerlo, porque no tardó en quedarse dormida.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Libo
13/03/17, 06:39 pm
Aunque existían herreros en la ciudad, Saren le había hablado del negocio que había montado Atol en Libo y había decidido darle una oportunidad al helión ya que al menos se trataba de un conocido. Con el pacto que tenían con Rocavarancolia, ir hasta aquel mundo no le suponía mucho más ajetreo que realizar el encargo en la propia ciudad, además, y siempre le gustaba conocer nuevos mundos. Si aquel aún no lo había visitado, teniendo en cuenta todas las facilidades existentes, era porque no podía cazar allí y por tanto descendía inmediatamente puestos en su lista de prioridades sobre mundos a los que ir. El vuelo desde las montañas en las que se encontraba el portal hasta la ciudad le resultó agradable, aquello no era algo que pudiese hacer en la ciudad con frecuencia debido a que no solía interesarle ir demasiado lejos. Poner pie en mitad de la civilización no tanto, porque inevitablemente su apariencia y tamaño lo convirtieron en el centro de atención allá por donde se desplazaba. Por suerte aunque alguien intentase hablarle no podía entenderle, ya que a fin de cuentas iba a ver a un rocavarancolés y no necesitaba entender a los libenses teniendo indicaciones claras de dónde encontrar a Atol, así como no podían comprender sus comentarios más o menos ácidos según cuánto de poco le gustase la actitud de cualquiera que se le acercase. De todas formas, la mayoría se limitaba a observar de lejos.
—No, gracias, vuelve por dónde has venido. No estoy aquí para meterme en líos —dijo tajante y sin detenerse a una persona que se le acercó farfullando algo y que, a todas luces, parecía enfadada por algún motivo que no podía comprender.
Una vez perdió finalmente de vista a aquel incordio no tardó mucho más en dar con el local que estaba buscando.
Abrió la puerta y se asomó, queriendo estar seguro de que había dado con el sitio corrector. Por suerte no tardó en comprobar que no se había equivocado al ver las inconfundibles uñas del helión, a pesar de que este se encontraba de espaldas.
—Buenas, Atol, ¿tan a disgusto te encontrabas en Rocavarancolia que has decidido volver a tu tierra natal? —Preguntó en un tono claramente bromista—. Me han comentado que te habías montado un buen negocio de forja por aquí y decidí venir a proponerte un trabajo. —Fue directo al grano, su trato con el helión había sido bastante reducido, de todas formas.
—No, gracias, vuelve por dónde has venido. No estoy aquí para meterme en líos —dijo tajante y sin detenerse a una persona que se le acercó farfullando algo y que, a todas luces, parecía enfadada por algún motivo que no podía comprender.
Una vez perdió finalmente de vista a aquel incordio no tardó mucho más en dar con el local que estaba buscando.
Abrió la puerta y se asomó, queriendo estar seguro de que había dado con el sitio corrector. Por suerte no tardó en comprobar que no se había equivocado al ver las inconfundibles uñas del helión, a pesar de que este se encontraba de espaldas.
—Buenas, Atol, ¿tan a disgusto te encontrabas en Rocavarancolia que has decidido volver a tu tierra natal? —Preguntó en un tono claramente bromista—. Me han comentado que te habías montado un buen negocio de forja por aquí y decidí venir a proponerte un trabajo. —Fue directo al grano, su trato con el helión había sido bastante reducido, de todas formas.
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