Bahía de los Naufragios

Vaaaya. Maldita sea, parece que he provocado que se moleste con mi comentario… ¿qué le voy a hacer? Bueno, bueno, al menos debo… ¿medallearme? por dejarlo caer con una cierta elegancia, que ya es algo. Oh, y quiero saber a qué venía lo de “alas de trapo”. ¿Podría tener algo que ver con la forma en que llamó a Wen? No he podido evitar fijarme en el hecho de que parecía olfatearnos… Bueno, mejor me dejo de conjeturas. Volviendo al tema… sabiendo que es nuestro segundo trabajo, no voy a enzarzarme en un regateo directo, no. Menos con alguien que parezca tan hábil y sabiendo que la paga parece sustanciosa. ¿Lo suficiente si lo comparamos con el riesgo? Pues no puedo estar segura, pero la experiencia me lo dirá.

—En fin… –Concluyo para los oídos de todos los presentes–. Volvamos a lo que estábamos, ¿no? Luego ya pensaremos en el trabajo.

Cuando regreso con Wen y los demás reanudan sus distintas actividades, recuerdo de pronto aquello que le quería comentar… Le dirijo una sonrisa pícara cuando se reúne conmigo y le paso el hombro por encima. Qué conveniente es un oído como el de Noel en estas ocasiones. Y sabiendo esto no le quito el ojo de encima.

—Wen, Wen, Wen… –empiezo con voz suave y expulsando la picardía por los labios y los gestos de un índice desvergonzado–. Querida, eres una niña encantadora, tal vez ya mujer, pero es indudable que si no lo eres alguien lo va a lograr, y tú ya le has abierto las puertas. Ya sabes. –¡Oda a la metáfora! Mañana mismo me hago poeta.

Observé cómo Shizel iba paralizando a las tortugas y los tentáculos y quedándose sin energías. Apreté las manos, en parte furioso y en parte decepcionado conmigo mismo. Si pudiese hacer magia podría ayudarlo y hacer algo por los cosechados que me habían ayudado desinteresadamente. Por desgracia, mi inutilidad para la magia evitaba que pudiese ser de ayuda contra aquellas cosas de cualquier manera.

Decidiendo que no tenía sentido quedarme entorpeciendo el trabajo de Shiz, y que ya casi había paralizado a todas aquellas cosas, me colé tras la entrada que había preparado RR. Por un instante fugaz, me pregunté cuando tiempo tendría que haber estado el barco allí para acabar en tan mal estado. Escuché al idrino entrar detrás de mí y advertir a RR del poco tiempo que teníamos.

—¿Necesitabas cuerda y eso que llamaste pólvora, no?

Mi pregunta a RR la medio interrumpí al ver lo que había en un rincón. Me acerqué, sin estar del todo seguro de qué era.

—Porque creo que la cuerda ya la tenemos. Aunque tras tanto tiempo en este barco no estoy seguro si servirá del todo.

Por más que rebuscaran entre los escombros sus esfuerzos resultaron infructuosos. Si en algún momento había quedado pólvora allí, era evidente que había sido debidamente escamoteada por otras personas mucho antes de que ellos llegasen.

Shizel iba poniéndose progresivamente nervioso a medida que iban pasando los minutos, así que volver al exterior fue un visible alivio para él. Lanzar hechizos de aquel tipo se asemejaba demasiado a atar a un perro a un poste con una correa de la cual no tenía la menor idea de su resistencia. Iba a tener que experimentar y hacer cuentas para no sufrir en el futuro ninguna sorpresa desagradable.

Mientras sus compañeros le explicaban la situación a DL y se encaminaban al estrecho pasaje por el que entraron, el idrino dio vueltas en los bolsillos a los talismanes, casi todos agotados o a medio gas. Se había quedado sin "combustible propio" a mitad de refriega, y aquello no le gustaba. Los primeros días sus reservas habían sido mucho mayores...

Fue el primero en atravesar a toda prisa el túnel, sin poder evitar cerrar los ojos con fuerza a pesar del consejo que le había dado a RR anteriormente. Sin embargo estaba seguro de que tarde o temprano volvería; en marea alta.

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Por suerte para DL, sus compañeros no tardaron en salir del barco, apenas le dio tiempo a preguntar porque se había tardado tanto cuando le contaron que había enfrentado....uno tentáculos que pretendían llevarlos al fondo del mar. "¿Y pretenden que me acerque al agua? Seguid soñando" definitivamente, mejor quedarse con los pies en tierra, mirando con mas desconfianza si cabe el paisaje. Cargándose la bolsa con los cangrejos a la espalda.

-Bueno, mientras ustedes peleabais con tentáculos...yo he cogido algunos cangrejos...ni idea si en vuestros mundos existe. No se si serán comestibles, pero se puede probar- añadió mostrandole el contenido a sus compañeros antes de cerrar bien la bolsa para volver al tranquilizador pasaje después de ese amplia vista que solo le producía incomodidad, avanzando justo detrás de Shizel, viendo que cerraba los ojos dejándolo un poco extrañado- Shiz...¿estas bien? pareces verte algo cansado...¿tuvisteis muchos problemas con los tentáculos?- pregunto cuando salieron al otro lado del pasaje para volver al Torreón, el idrino tenia mala cara,y aprecia un tanto cansado, a saber cuanta magia tuvieron que realizar todos en el barco pensó echando un vistazo a los demás para verlos estragos de la refriega, por suerte no aprecia haber nadie herido gravemente, lo cual era un alivio.

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Wednesday

Wen no pudo evitar disimular una risa cuando vió como dama Aroma comenzaba a olisquear sin ningún pudor a sus amigos. La vouivre guardó silencio mientras sus amigos hablaban con la nublina, contenta por haber actuado, de alguna manera, de contacto para sus amigos. Cuando la mujer terminó de hablar, la británica se despidió con sus acostumbrados modales. A Wen le gustaba la nublina, le hacía gracia su particular forma de ser y cómo se comportaba, pero no podía evitar tratarla con una educación casi desmedida, aunque tampoco le importaba ya que parecía que eso agradaba a la mujer.

- No os preocupéis por los motes o que os olisquee. Es una bruja del aroma o del olor, no lo tengo muy claro, pero es algo así. El mote tiene algo que ver con el olor, como “Infusión”. - contó la vouivre despreocupadamente.- Os caerá bien.

Wen volvió a practicar con Adara donde lo habían dejado, ya que se había decidido hablar del caso más tarde. En cuanto Wen sintió el brazo del ángel negro por encima de sus hombros supo que algo pasaba. En cuanto Adara soltó su especial metáfora Wen automáticamente frunció el ceño y puso una expresión desconcertada.

- ¿Me acabas de llamar…? - comenzó a preguntar, para luego sacudir la cabeza confundida y mirarla de nuevo más extrañada aun.- ¿Debo sentirme ofendida?



Karime

Karime no prestó atención a lo que intentaba hacer RR, solo pensó en cargarse a los tentáculos lo antes posible. Hoyó el alboroto a su alrededor sin darse cuenta de lo que pasaba hasta que notó algo que se movía entre sus piernas y la empujaba al agua. Para su suerte, Shizel la salvó de caer y, del mismo movimiento, la llevó hasta la pared agujereada. La líbense no tardó en adivinar quién había abierto el agujero. Maldijo por lo bajo. No es que no agradeciera a Shizel el salvarla, pero ella lo que quería era acción y, por mucho que fuera consciente de que escapar era la opción correcta, hubiera preferido quedarse y darles guerra a aquellos tentáculos.

- ¿por qué siempre me quitáis la diversión? ¿A ver? ¡Me lo estaba cargando! Si no fuera porque las tortuguitas me pusieron la zancadilla…- fue diciendo mientras salían de la bahía.- Por cierto, gracias Shiz, puede que tengas algo de mujer en tu interior.- comentó, para luego seguir despotricando por su batalla fallida.

A medida que iba quejándose su volumen iba bajando hasta que su reivindicación a voces terminó siendo una conversación amistosa con Alder. Ambas chicas se quedaron por detrás del grupo hablando sin darse cuenta que su camino se había separado del resto en algún punto de la caminata y ambas se dirigían solas hacia otra punta de la ciudad.

Sigue en la Casa de los Dulces.

Noel observó como la nublina se alejaba mientras murmuraba para ella algo sin aparente sentido. Se encogió de hombros y volvió a a centrar su atención en el entrenamiento cuando Adara sugirió que siguieran. Aunque antes de continuar donde lo habían dejado se dirigió a Matt.
-No me he olvidado de que querías venir a nuestra próxima misión, así que ya lo has oído, pásate por el cuchitril algo antes de la hora -le comentó al brujo.

El draco volvió a lo que estaba, pero aquella parecía no ser la mañana adecuada para concentrarse en entrenar. No tardó mucho en dejar de prestar atención a su hermano cuando oyó a Adara hablando con Wen en voz baja. En voz baja para cualquiera que no tuviera un oído como el suyo, pues pudo oír lo que dijo la ángel negro a la perfección. En su expresión se conformó una mueca entre asombro e incredulidad e hizo rodar los ojos al escuchar las palabras que escogió la chica. Se llevó una garra a un lateral de la cabeza aganchando ligeramente esta última y soltó un bufido por lo bajo. Le sonrió con sacasmo a Vac y se excusó para después acercarse a Wen y Adara. Estaba seguro de que la ángel negro había tenido en cuenta que él podría oírla, por lo que no sintió que estuviera invadiendo una conversación privada.

-Adara, ¿no puedes expresarte como la gente normal? -dijo sin perder la sonrisa que había dedicado al hado, interviniendo justo después de Wen-. Creo que sólo trata de decir que lo sabe -añadió mirando a la vouivre y tratando de restarle importancia al asunto-. Creo que has ganado, ¿verdad? -le dijo de pronto, consciente de que no todo el mundo sabría de que estaba hablando.
No hizo falta ni siquiera hablarlo, una mirada bastó para saber que era lo que tenía que hacer a continuación. Llamó al resto del grupo que se encontraba en la bahía, que sin duda en su mayoría ya eran conscientes de que habían parado para hablar y esperó a que se acercasen.
-Veamos, esto... Ya no tiene sentido ocultarlo. Tampoco es que lo estuviésemos ocultando exactamente pero... Bueno, qué más da. El caso es que hay algo que tenemos que contaros -hizo una breve pausa y se pasó una mano por las plumas de la cabeza distraídamente, algo vacilante-. Wen y yo estamos juntos.
Decidió soltarlo sin pensárselo más del primer modo que se le vino a la mente, pues bastante le estaba costando encontrar las palabras adecuadas. El draco pensó una vez más en lo mal que se le daban aquellas cosas.

¡Eh! ¿Pero a qué leches ha venido esa respuesta...? Oh, claro. Y tanto una como el otro me han venido reclamando lo mismo. ¡Maldita sea su estampa! Tendría que haber pensado que "abrir" no es una buena palabra... Bueno, qué más da.

—¿Pero vosotros en qué estáis pensando? –Pregunto con una extrañez exagerada para proseguir con sorpresa fingida–: ¡Ogh, pero qué forma tan vulgar de interpretar mi poesía! ¡Qué desfachatez hacia mi ilustre figura! –Ensayo un gesto indignado mientras me separo de Wen con la cabeza bien alta, tal vez demasiado… No aguanto más y estallo en carcajadas–. Es maravilloso, maravilloso. ¡Estupendas noticias para todos! –Coreo cuando Noel reclama la atención de los demás.

Asisto curiosa a la reacción de los demás ante la noticia, ¡se nota a la legua quién lo sabía y quién no!

Nia y Tania

Nia habia estado entrenando con los demás y cuando decidio tomarse un descanso, se unio a Tania quien habia estado jugando con la lagarta, lanzandole un hueso y haciendo que lo recogiera y lo trajera de vuelta, todavia sin conseguir que hiciera su parte. Jugaron un buen rato con ella, quien se provó como una ruda adversaria, no dudando en saltar sobre una de sus oponentes para robarles el hueso. Risas felices aparecieron pronto. Nia hechizó el hueso para que levitara y asi poder "controlar" a distancia a la lagarta que, incredula, perseguia la pieza osea flotante con todas sus energias. Nia captó por el rabillo de sus ojos a la figura de Dama Aroma. Una mujer cuanto más peculiar. Les dio una misión nueva a los cuchitrileros y Nia se sintio interesada por aquella, viendo que no era un trabajo de rudos mercenarios, sino más bien un trabajo que se debia al intelecto a la hora de desconfigurar hechizos y trampas mágicas. Tras acordar con la mujer, esta se fue por donde vino y Nia captó a Adara acercarse a Wen y murmurar varias palabras. Desde la distancia que estaba, no podia oirles bien.
Para cuando estuvo lo suficientemente cerca, Noel llamó la atención a todos. Nia se quedó perpleja y algo confusa, pues no entendia a que se referia el chico, que estaba haciendo como una declaración final. No hasta que ciertas palabras hicieron saltar los fusibles de la mente de la ulterana quien no pudo evitar su sorpresa elevando su voz de sobremanera y dejando la mandibula colgando.
-¿¡En serio!?-exclamó, mirando a ambas partes. No habia rastro de que aquello fuera una mentira.-¡Ay que me muero!-exclamó de nuevo, esta vez dejando escapar un pequeño gritito.-¡Ya tenemos la parejita feliz!-a continuación procedio a dejar escapar otra sarta de chilliditos emocionados mientras sacudia a una desafortunada Tania quien, ante la fuerza de la ulterana no podia sino evitar ser derribada. Algo mareada, logró murmurar unas palabras ante los dos que habian hecho oficiales su noviazgo. Una pequeña cortina sonrosada marcaba sus mejillas.
-Felicidades... supongo.-dijo mientras intentaba no caer al suelo del mareo, pero muy consciente de lo que decia.
Una más energetica Nia se aproximó ante Wen, con ganas de marujeo y ya en un tono de voz más discreto se refirio hacia ella.
-¿Y qué? ¿Como se dio este gran paso? Y, aún más importante ¿quién dio el primer paso?-dijo con un ligero movimiento de cejas, interesada.

A pesar de todo el tiempo que estuvimos buscando en el barco los barriles de pólvora, no pudimos encontrarlos. Al parecer, la embarcación ya había sido esquilmada mucho tiempo antes, normal si tenemos en cuenta lo vieja que parecía, parecido que a mis ojos se reforzaba por la posibilidad de que Rocavarancolia hubiese estado aislada casi cuatro décadas.

Al final tuvimos que volver hacia el torreón sin haber conseguido lo que queríamos. Mientras Shizel hablaba con DL estuve pensando si no sería posible que en la biblioteca pudiese encontrar una prueba de lo que haría la Luna Roja. De los dioses en los que nos convertiría, capaces de no temer más a las alimañas que poblaban la ciudad. Aunque antes quería encontrar información de lo que convirtió a Rocavarancolia en un montón de ruinas.

Sigue en el Torreón Maciel.

Dama Aroma continuó hablando sobre un trabajo y a decir verdad me encantó la idea que nos proponía aunque Adara preguntó algunas cosas sobre la misión que me hizo creer que seria mas complicada al principio pero después acabo por aclararme varias cosas sobre ella y de como podría montármelo para relizarla y que no fuese tan complicado.

La chica comenzó a olisquearnos a todos. Cosa que me pareció algo extraña pero al llegar mi turno le dio por estornudar y no pude contener una carcajada sorda. Me puse serio al mirar a Wed que me miraba. La chica terminó de hablar y se marcho haciendo que los chicos volviesen a sus entrenamientos. Me dispongo a encaminarme hacia mi montoncito de arena cuando Noel me asalta diciéndome que puedo acompañarles a la misión. "A decir verdad me había auto invitado a la misión pero siempre viene bien una aprobación." Sonrío ante el ofrecimiento y le hablo.-Ok, Estaré allí plantado una horita antes.- Tras decir esto me encamino de nuevo al montoncito de arena.

-Bueno, continuamos.- Digo mirando al cumulo. -Arriba gandul.- Extiendo la mano y la arena se levanta girando sobre si misma en un torbellino mientras va adquiriendo al forma del maniquí que tenia antes. -Bueno, un ratito mas y me voy. Tengo muchas cosas que preparar.- Hablo para mí mientras pienso en lo que podría llevarme para la misión y muevo el maniquí como si estuviese desperezando. Noel nos llama por lo que hago que mi muñeco se acerque a la misma vez que yo lo hago y la noticia que me da me hace que se me caiga la boca. -¿Enserio?- Es lo unico que se me ocurre decir en esos momentos. La noticia que están enoviados me pilla por sorpresa. "¿Wed? ¿Con pareja? ¿Noel? ¿Enserio?" Me pongo a mirar a Noel de arriba a abajo sin que se note mucho mientras hago que mi muñeco se ponga a dar palmas y a dar saltitos cortos. "¿Que tiene él que no haya tenido yo?" Me pregunto al recordar la de veces que le tiré la caña a Wed cuando eramos cosechados. "Ahora pues lo entiendo, con este tacto no me querría ni mi madre. Pero antes estaba buenorro jopetas." Saco de mi cabeza esos pensamientos idiotas y sonío a la bonita pareja. -Felicidades señores.- Hago una pequeña pausa y continuo hablando, pero este golpe dirigiéndome expresamente a los dos.- Vosotros, os lo digo muy enserio. No quiero ser tito Matt antes de tiempo.-

"Nunca me gustaron los niños. Cagan, lloran, huelen mal, piden, vomitan." Pienso mientras la imagen de Wedn toda estresada con niños y Noel cambiando pañales me invade la cabeza y hace que suelte una risilla malevola. "Seria bastante divertido la estampa."

- No, si ya, ya me había dado cuenta. - dijo Wen a Noel cuando este le dijo que parecía que Adara ya lo sabía.- Pero no ha sido precisamente sutil en su manera de expresarlo .- siguió diciendo la vouivre mirando a Adara con los brazos cruzados y una ceja alzada, acentuada después de su pequeño teatro de indignación.- De todas maneras, ya sabía que ibas a ser de las primeras en enterarte, Alas de trapo, por eso aposté por ti. - dijo no sin algo de mofa en sus palabras.

Ya no había mayor necesidad de ocultarlo, por lo que con una mirada de Noel supo que iba a dar la noticia a todos sus amigos por fin, lo que resultaba un alivio de alguna manera dado que ya no tendrían que esconderse. Al catalogarlos Noel como “juntos”, Wen se dio cuenta que ninguna palabra terrestre que ella conociera podía etiquetar una relación rocavarancolesa, por lo que la definición de juntos o pareja parecía por el momento la más acertada. La británica mantuvo una actitud de desplante con una leve sonrisa asomando en su rostro dado que no tenía muy claro como debía comportarse, pero aumentando su sonrisa de forma esporádica como forma de agradecer las felicitaciones. Cuando Nia comenzó a gritar, a la vouivre casi le da un infarto, pocas cosas en el mundo le habían dado tanto miedo como la náyade en aquel instante. Cuando la niña se acercó a la británica con sus preguntas, esta miró a Noel con desesperación buscando algo de apoyo o que la salvara o que hiciera cualquier cosa con tal de que la niña demoníaca, definida así en ese momento en su mente, no le hiciera daño. Nunca se le había dado bien el trato con personas, pero el marujeo y las cuestiones amorosas eran algo que escapaba a su entendimiento y, en ese momento, hasta le asustaban.

Noel asistió a las distintas reacciones de sus amigos con una casi omnipresente expresión de jocosidad. Al draco no solía importarle llamar la atención, pero no precisamente de aquella manera. Se cruzó de brazos, todavía sonriendo sarcásticamente cuando habló Adara fingiéndose ofendida.
-Poesía mi culo -le espetó sin más a la ángel negro en respuesta a su comentario.

La reacción de Nia no fue precisamente inesperada viniendo de ella, pero no pudo evitar sentir cierta incomodidad con la situación. Sin embargo, se limitó a reírse y a agradecer a una mareada Tania sus palabras.

El comentario de Matt, acompañado de su risa, le hizo desviar su atención del resto momentáneamente. Por un instante pensó en responderle que no eran idiotas, pero lo cierto era que ni siquiera había hablado de aquel tema todavía con Wen y prefirió ahorrarse la incomodidad. Incomodidad que se estaba acrecentando con el paso de los segundos y por ello casi agradeció que Nia interrumpiese sus pensamientos acosando a la vouivre a preguntas indiscretas ya que pudo notar la mirada de desesperación que le dirigió Wen. Por ello no se hizo esperar y se acercó a las dos chicas.

-Nia, me has decepcionado -irrumpió sin previo aviso haciendo caso omiso de las preguntas de la náyade-. Yo había apostado que tú serías la primera en enterarte, he perdido. Bueno, si todo sale bien, o mal según se mire, será la segunda apuesta que pierda este año -añadió sonriendo y encogiéndose de hombros-. Y ahora me vais a disculpar pero me gustaría hablar con ella un momento -finalizó mirando a Wen.

Acto seguido y sin previo aviso levantó a la chica por los aires y la cargó sobre un hombro mientras sonreía jocosamente.
-Pues nada, hasta más ver -se despidió de todos mientras comenzaba a echar a andar para salir de la bahía.
Se alejó a paso medio apresurado mientras Wen le daba puñetazos y lo amenazaba con aplastarlo, entre otras cosas, por lo que acababa de hacer. Noel tan sólo se partía de risa hasta que terminó cediendo y la dejó en el suelo al poco rato.
-Para eso tendrás que atraparme primero -dijo en tono divertido antes de salir corriendo en dirección al barrio donde vivían, siendo perseguido por una vouivre que no cesaba de amenazarlo y todavía riéndose sin parar.

Sigue en el Burdel de Dama Espasmo.

Espabiló para grabar los detalles del trabajo en vez de fantasear con los preparativos y la recompensa. Prometía interesante aunque complicado. Antes de marcharse, la nublina los apuntó casi amenazadoramente con el bastón. Aunque seria, a Gael le pareció cómico en su fuero interno y tuvo que reprimir una risilla tonta. «Bueno, como digo siempre, si al final nos paga acepto hasta sus motes alegremente» pensó después de que Wen explicara por qué llamaba así a la gente, «aunque no estaría mal que intentara aprenderse algún que otro nombre».

El entrenamiento se reanudó por poco tiempo. Por el rabillo del ojo vio como Noel se acercaba a donde estaban Wen y Adara, pero no les prestó atención hasta que el draco llamó la atención de todos. Ahí empezó a hacer suposiciones de lo que este iba a contar, y se acercó con una media sonrisa, echando a su amigo una mirada de ánimo cuando empezó a hablar. Sí que no puso evitar una pequeña risilla cuando ya todos habían oído la noticia. Nia parecía histérica, Tania, nerviosa, felicitaciones por parte de todos; en un instante se había despertado un pequeño bullicio.
–¡Vivan los novios! –dijo no muy alto, escudándose en el ruido general, y soltó un silbido. Después se acercó tímidamente, pues con Wen nunca había llegado a hablar del tema–. ¡Enhorabuena! –Le dijo con una enorme sonrisa.

El que sí se había pasado había sido Matt. Hizo que Gael se imaginase a sus amigos con un buen grupo de retoños correteando por el cuchitril y tuvo que borrar esa imagen mental, además eran demasiado jóvenes, «y a saber si las transformaciones son un impedimento y… Matt, ¿para qué dices esas cosas?». Por otro lado Nia había empezado con sus preguntas, Gael suspiró casi riendo, seguía siendo una romántica sin remedio. Sin embargo se la quitaron de encima de la forma que menos se esperaba. Wen y Noel se alejaron peleando de una manera que, en realidad, más que una pelea solo demostraba cuánto pegaban el uno con el otro. «Qué suerte tienen» pensó contento por ellos.
–Nia, sé más discreta con las preguntas, ¿no? –le dijo al pasar de lado con guasa–. Bueno, ya es casi mediodía, podríamos ir volviendo y hacer la comida, no merece la pena reanudar los entrenamientos.

Gael bostezó y se estiró. Estaba cansado y no tenía ganas de seguir esforzándose. Por suerte nadie se opuso, recogieron los bártulos y se marcharon de la bahía, charlando animadamente.

Sigue en el Cuchitril.

La vouivre agradeció el apoyo de sus amigos con el problema de la daeliciana, aunque en ningún momento esperó otra respuesta por su parte.

- Tranquilo, Giz, cuando la vea te lo haré saber. A todos, si es necesario. - contestó al goliat.- Pero, como bien has dicho, solo podría decirte cómo la recuerdo y no cómo es ahora.

La británica no hizo ningún comentario sobre la cuestión de la mascota ya que, en cierta manera, era verdad que quería que fuera una sorpresa. Ante el comentario de Noel sobre su “criba movidita” a vouivre no pudo más que reír.

- ¿Movidita? Apostaría lo que quieras a que vuestra criba fue más rara dentro de la definición rocavarancolesa que la mía. - comentó.- Yo también tuve que matar a un compañero, pero no fue para que dejara de sufrir, fue porque le dio por pintar las paredes de mi habitación de rojo sangre, literalmente, y decorarla con vísceras nublinas. Ahora que lo pienso, parece que mi cosecha estuvo llena de psicópatas asesinos. - reflexionó durante unos segundos para añadir bromeando.- Creo que me alejaré de Matt durante un tiempo.

Ante la pregunta de la nublina, Wen volvió a leer la invitación buscando alguna alusión a los no-transformados, pero no encontró ninguna.

- Aquí no especifica nada, Tania, pero supongo que si vas como invitada de… yo qué sé, de Toima, no tendrán ningún inconveniente. Aunque estoy segurísima que algunos aquí te cambiaríamos el puesto con gusto. - contestó la británica a su pregunta.

El grupo, una vez recuperado de la sorpresa de la fiesta, se puso en marcha a la bahía donde, como cada mañana, tendrían su entrenamiento. Por el camino, la vouivre volvió a pensar en la fiesta y recordó lo reticente que se había mostrado en todo momento Noel, por lo que pensó que le vendría bien que le echara una mano.

- ¡Ey, Noel! - le llamó acercándose a él.- ¿En serio tienes miedo a una camisa? - bromeó para fastidiarle.- Vas a tener que ir de todas maneras, así que deberías empezar a concienciarte. Puedes pedirle a Jack que te elija el traje, estoy segura de que estará encantado. No, mejor no, todos sabemos que la luna se equivocó con la transformación de ese rubio y que en el fondo es un troll, mejor pídeselo a tu hermano. Yo le ayudaré.

Durante el camino hacia la bahía Noel trató de apartar de su mente por el momento el asunto de la fiesta y hablar de otras cosas con el resto. Justo antes de despedirse de Giz cuando sus caminos se separaron, el goliat había mencionado que necesitaba hacer una visita a los subterráneos para recoger algunas muestras. El interés del draco aumentó cuando dijo que necesitaba que cazasen un dragón blanco como el que les había atacado en su primera misión y el sueco no se lo pensó dos veces en ofrecerse a acompañarlo. Gael también se apuntó, y decidieron ir esa misma tarde ya que no tenían nada que hacer.
-La otra vez no pude mostrar todo el agradecimiento que habría querido por aquella bonita brecha que me abrió en la cabeza nuestro amigo Malaliento -comentó en algún punto de la conversación en tono sarcástico.

Una vez el goliat continuó en dirección al castillo, el resto siguió su camino de todas las mañanas. Al poco, Wen se acercó para hablar con él. Enarcó una ceja cuando la vouivre le preguntó si le tenía miedo a una camisa. Resopló.
-Concienciarse es una palabra muy poco atractiva. Demasiado larga y con muchos fonemas repetidos -comenzó a decir con fastidio pero no sin cierto humor-. Y no, no le tengo miedo a las camisas; pero ellas a mí sí, huyen en cuanto me ven y por eso no me pongo ninguna -bromeó con una sonrisa sarcástica-. Pero en el fondo lo hacen por mi bien, para que no haga el ridículo. Porque así es como voy a estar: ridículo. Ese tipo de ropa no es para mí, y tampoco me hace ninguna gracia que no me dejen vestirme como me da la gana -bufó con cierto desaire antes de seguir hablando-. Pero por favor, si se tiene que encargar alguien de disfrazarme mejor que seais Vac y tú, que estoy de acuerdo acerca de la transformación oculta de Jack. Y si hay que molestar a alguien mejor que sea a mi hermano y así todo queda en familia -finalizó nuevamente sonriendo de forma sarcástica y suspirando con el matiz de quien sabe que no le queda más remedio que ceder ante una situación que se le antoja desagradable.

Wen rió con los comentarios de Noel. Parecía que el draco creía realmente que las camisas huían de él y la imagen mental le procuró una nueva risotada.

- No entiendo que especie de asco le tienes a los trajes, pero yo creo que estarías guapísimo con camisa y corbata. - dijo intentando esconder una risa, era verdad que pensaba que estaría radiante, pero el hecho de que fastidiara al draco hacía que no pudiera ver la situación de otra manera que no fuera graciosa. Ante el suspiro del sueco, la británica no pudo hacer otra cosa más que bufar y poner los ojos en blanco.- ¡Vaya con el victimista! Solo tienes que asistir a una pequeña fiesta, ¿eh? Que la que tiene que ir de compras por ahí voy a ser yo y no estoy dando saltos de alegría precisamente. Además, eres muy grande para ir por ahí refunfuñando como un niño. - le dijo con una sonrisa en la boca, picándole.- Por cierto, si vais a los subterráneos yo me uno. No pienso dejarte solo, que la ultima vez te tuve que salvar la vida. - finalizó con suficiencia mientras se miraba las uñas fingiendo aires de superioridad.