Plaza de los Colaespina
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Rocavarancolia Rol
42 participantes
- Rocavarancolia Rol
Plaza de los Colaespina
02/08/11, 06:15 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Plaza pequeña y rectangular rodeada de casas abandonadas donde los colaespinas han hecho sus madrigueras. Allí aterriza una de las bañeras de suministros.
- InvitadoInvitado
Re: Plaza de los Colaespina
17/09/13, 04:34 pm
Después de la pelea entre mercenarios la zona no era muy transitada, y a esas horas aún menos. Dama Circe caminaba cogida del brazo de Virius, dando tumbos al son del borracho y riéndose de sus horribles bromas. La prostituta llevaba unos shorts de leopardo y un corpiño negro, y le costaba no tropezar con los altos tacones al estar prácticamente soportando el peso del licántropo. Virius ya tenía dos chupetones en el cuello y la camisa desabrochada. Los habían echado de la taberna en la que habían estado bebiendo, y ante la negativa del hombre de ir al burdel, ella le propuso la casa abandonada de un antiguo comerciante. Debió gustarle la idea, y hacia allí iban.
Circe miraba nerviosa en tods direcciones, agradeciendo lo borracho y drogado que iba el mercenario. Le hbaía metido una buena dosis de polvos de hado infernal en la copa para facilitar el trabajo y llevaba una gema protectora en el escote por si las cosas se torcían. Estaba asustada, pero ya no había vuelta atrás.
Circe miraba nerviosa en tods direcciones, agradeciendo lo borracho y drogado que iba el mercenario. Le hbaía metido una buena dosis de polvos de hado infernal en la copa para facilitar el trabajo y llevaba una gema protectora en el escote por si las cosas se torcían. Estaba asustada, pero ya no había vuelta atrás.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Plaza de los Colaespina
18/09/13, 12:29 am
Todo debería estar yendo según lo acordado. Desde donde estaban no podían ver la taberna, pero esperaban pacientemente dentro de una casa abandonada para ver regresar a la pareja de licántropos. En silencio, preparados y, seguramente, nerviosos. Al menos Gael lo estaba. Lo ocultaba lo mejor que podía, pero estaba preocupado por todo lo que podía salir mal. Solo se había traído el cuerpo del varmano y armado. No creía que lo fuese ni a necesitar, pero como siempre, estaba más tranquilo así.
Pasaron interminables minutos hasta que se oyeron los crujidos irregulares de las pisadas acercándose. Circe sostenía como podía a un grandullón adormilado, y siguieron sus pasos en silencio hasta que el licántropo se desplomó al suelo, resbalando de entre los brazos de su acompañante. Esa era la señal, y ya no había vuelta de hoja. El grupo abandonó su refugio y rodeó al cazarrecompensas dormido. Ya sabían el tipo de protecciones que solían llevar encima, así que procedieron igual que en las anteriores batallas contra el grupo. Las plumas de Noel para desactivar las físicas, hechizos para las mágicas. Gael conjuró una llama, dispuesto a repetirlo hasta que se quemase la piel del licántropo. De reojo miró a Circe, preocupado por el riesgo de la situación para ella. Si todo salía bien, saldría impune, pero el mal trago se lo iba a llevar de todos modos.
Pasaron interminables minutos hasta que se oyeron los crujidos irregulares de las pisadas acercándose. Circe sostenía como podía a un grandullón adormilado, y siguieron sus pasos en silencio hasta que el licántropo se desplomó al suelo, resbalando de entre los brazos de su acompañante. Esa era la señal, y ya no había vuelta de hoja. El grupo abandonó su refugio y rodeó al cazarrecompensas dormido. Ya sabían el tipo de protecciones que solían llevar encima, así que procedieron igual que en las anteriores batallas contra el grupo. Las plumas de Noel para desactivar las físicas, hechizos para las mágicas. Gael conjuró una llama, dispuesto a repetirlo hasta que se quemase la piel del licántropo. De reojo miró a Circe, preocupado por el riesgo de la situación para ella. Si todo salía bien, saldría impune, pero el mal trago se lo iba a llevar de todos modos.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Plaza de los Colaespina
18/09/13, 02:16 am
Noel no paraba de dar vueltas como un animal enjaulado, repasando una y otra vez en su cabeza todos los pasos a seguir que habían acordado la noche anterior. No dejaba de pensar en todas las cosas que podían salir mal en aquel plan, que contenía una buena dosis de engaños detallados todo lo posible para que funcionasen. Realmente, el draco estaba de acuerdo en aprovechar aquella oportunidad para reducir el número de sus rivales a ocho, pero solo porque contaban con una relativa tranquilidad de haber ideado una manera de intentar evitar una posible represalia inmediata. Aun así, era imposible estar seguros de que estuviesen haciendo lo más adecuado y ello contribuía más que ninguna otra cosa a su nerviosismo.
Cuando por fin se pusieron en marcha, siguiendo a una distancia prudencial y totalmente en silencio a la pareja de licántropos, el sueco se adelantó lentamente mientras observaban los avances del estado de Virius. Por fin cayó profundamente dormido y el grupo entero se acercó. Noel advirtió a Circe de que se mantuviera alejada por si las protecciones del otro licántropo contenían alguna cláusula de desvío o cualquier otra eventualidad similar y fue el primero en actuar, tal y como habían dispuesto. Mimetizando lo que ya había hecho durante su primer encuentro con aquel grupo de mercenarios durante su trabajo más reciente, el draco lanzó una serie de plumas a distintos puntos del cuerpo de Virius y Gael se le unió enseguida para desactivar de este modo los dos tipos de protecciones que a buen seguro llevaba encima.
En cuanto el fuego fatuo consiguió desgastar por completo sus defensas mágicas y la primera pluma del sueco se clavó limpiamente en un hombro del licántropo, comenzó el segundo asalto. El registro de Virius se llevó a cabo rápido pero con precisión, asegurándose de que no quedaba un solo rastro de objetos, runas o cualquier cosa que pudiera comprometer sus planes, su seguridad o que permitiera escapar al licántropo. Mientras partía en varios trozos un papel que llevaba inscrita una runa, Noel no pudo evitar recordar a Valenz. Se obligó a dejar de pensar en el mercader y continuar con lo que tenían por delante. No se estaban equivocando, ellos no habían declarado la guerra ni tampoco podían quedarse de brazos cruzados. De hecho, de no ser por la experiencia pasada no habría ninguna duda que cuestionase las constantes imágenes vengativas que cruzaban su mente desde el día que se habían atrevido a amenazar la vida de Wen.
Una vez finalizó el registro y mientras se decidía quien cargaría con el mercenario durmiente, Noel le recordó a Circe que debía hacerse la dormida cuando despertasen a Virius mientras dejaban algún que otro polvo de las alas de Vac sobre ellos, acción que formaba parte del pequeño engaño que habían tramado para tratar de evitar que la licántropo se viese involucrada en todo aquello más allá de su colaboración de esa noche.
Cuando por fin se pusieron en marcha, siguiendo a una distancia prudencial y totalmente en silencio a la pareja de licántropos, el sueco se adelantó lentamente mientras observaban los avances del estado de Virius. Por fin cayó profundamente dormido y el grupo entero se acercó. Noel advirtió a Circe de que se mantuviera alejada por si las protecciones del otro licántropo contenían alguna cláusula de desvío o cualquier otra eventualidad similar y fue el primero en actuar, tal y como habían dispuesto. Mimetizando lo que ya había hecho durante su primer encuentro con aquel grupo de mercenarios durante su trabajo más reciente, el draco lanzó una serie de plumas a distintos puntos del cuerpo de Virius y Gael se le unió enseguida para desactivar de este modo los dos tipos de protecciones que a buen seguro llevaba encima.
En cuanto el fuego fatuo consiguió desgastar por completo sus defensas mágicas y la primera pluma del sueco se clavó limpiamente en un hombro del licántropo, comenzó el segundo asalto. El registro de Virius se llevó a cabo rápido pero con precisión, asegurándose de que no quedaba un solo rastro de objetos, runas o cualquier cosa que pudiera comprometer sus planes, su seguridad o que permitiera escapar al licántropo. Mientras partía en varios trozos un papel que llevaba inscrita una runa, Noel no pudo evitar recordar a Valenz. Se obligó a dejar de pensar en el mercader y continuar con lo que tenían por delante. No se estaban equivocando, ellos no habían declarado la guerra ni tampoco podían quedarse de brazos cruzados. De hecho, de no ser por la experiencia pasada no habría ninguna duda que cuestionase las constantes imágenes vengativas que cruzaban su mente desde el día que se habían atrevido a amenazar la vida de Wen.
Una vez finalizó el registro y mientras se decidía quien cargaría con el mercenario durmiente, Noel le recordó a Circe que debía hacerse la dormida cuando despertasen a Virius mientras dejaban algún que otro polvo de las alas de Vac sobre ellos, acción que formaba parte del pequeño engaño que habían tramado para tratar de evitar que la licántropo se viese involucrada en todo aquello más allá de su colaboración de esa noche.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Re: Plaza de los Colaespina
18/09/13, 03:42 am
Toima
Toima permanecia en silencio, en una aparente calma. Con los brazos cruzados, observaba a los demás con miradas fugaces mientras seguia con sus ojos a aquel beodo desgraciado que iba a desear en breves no haberse levantado de la cama aquel día. Se crujió los nudillos cuando el borrachó encontró el suelo y salio a su encuentro, dando pasos firmes en su dirección. Sabia lo que tenia que hacer. Echando su peso muerto a su espalda, hizo una mueca debido al terrible olor corporal del licantropo y lo cargó hasta uno de los edificios. Sin ninguna delicadeza, lo volcó sobre una silla robusta de madera que le sentaba bastante grande. No tardó mucho en empezar con la siguiente parte de lo que habia planeado. Sacando cuatro clavos de cabeza de una pulgada y un martillo se puso a trabajar. Cada clavo tenia un lugar especifico y el sonido del metal abriendose paso en la carne del licantropo a golpe de martillo llenó la sala.Toima los clavó y amartilló brutalmente en sus muñecas y espinillas a los reposabrazos y patas de la silla, literalmente clavandolo a esta. Una vez que sus movimientos y posibles transformaciones estuviesen bajo control el ulterano le cruzó la cara de un puñetazo para despertarle y le escupió unas palabras a la cara, agarrando y tirando de su pelo cruelmente.
-Buenos dias maldito hijo de perra. ¿Que tal te sienta la cogorza?-esperó unos segundos, como si fuera a dejarle contestar pero no tardó en añadir.-No veas cuanto me alegro, pero ¿sabes que? Tengo malas noticias para tí: Tienes una suerte de pena, capullo.-
Y a continuación el ulterano le arreó un duro cabezazo contra la robusta silla de madera. Escupiendo un lardo en su cara, dió unos pasos atrás, para dejar que otro se encargara de seguir, él ya habia cobrado su parte por lo que estaban sufriendo y por la muerte de Yloh. A ojos del albino, tan solo quedaba reunir al resto y hacerles lo mismo para que luego sus putrefactos cuerpos inertes alimentaran a las alimañas de la ciudad.
Toima permanecia en silencio, en una aparente calma. Con los brazos cruzados, observaba a los demás con miradas fugaces mientras seguia con sus ojos a aquel beodo desgraciado que iba a desear en breves no haberse levantado de la cama aquel día. Se crujió los nudillos cuando el borrachó encontró el suelo y salio a su encuentro, dando pasos firmes en su dirección. Sabia lo que tenia que hacer. Echando su peso muerto a su espalda, hizo una mueca debido al terrible olor corporal del licantropo y lo cargó hasta uno de los edificios. Sin ninguna delicadeza, lo volcó sobre una silla robusta de madera que le sentaba bastante grande. No tardó mucho en empezar con la siguiente parte de lo que habia planeado. Sacando cuatro clavos de cabeza de una pulgada y un martillo se puso a trabajar. Cada clavo tenia un lugar especifico y el sonido del metal abriendose paso en la carne del licantropo a golpe de martillo llenó la sala.Toima los clavó y amartilló brutalmente en sus muñecas y espinillas a los reposabrazos y patas de la silla, literalmente clavandolo a esta. Una vez que sus movimientos y posibles transformaciones estuviesen bajo control el ulterano le cruzó la cara de un puñetazo para despertarle y le escupió unas palabras a la cara, agarrando y tirando de su pelo cruelmente.
-Buenos dias maldito hijo de perra. ¿Que tal te sienta la cogorza?-esperó unos segundos, como si fuera a dejarle contestar pero no tardó en añadir.-No veas cuanto me alegro, pero ¿sabes que? Tengo malas noticias para tí: Tienes una suerte de pena, capullo.-
Y a continuación el ulterano le arreó un duro cabezazo contra la robusta silla de madera. Escupiendo un lardo en su cara, dió unos pasos atrás, para dejar que otro se encargara de seguir, él ya habia cobrado su parte por lo que estaban sufriendo y por la muerte de Yloh. A ojos del albino, tan solo quedaba reunir al resto y hacerles lo mismo para que luego sus putrefactos cuerpos inertes alimentaran a las alimañas de la ciudad.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manual
Re: Plaza de los Colaespina
18/09/13, 05:00 pm
Y finalmente cayó. Bien. No me voy a demorar, no tengo nada que hacer contigo de momento, así que me pondré con la tarea siempre imprescindible. Aunque es la más aburrida. ¿Qué le vamos a hacer? Alguien debe ocuparse de vigilar el perímetro. No levanto el vuelo, sería más vistosa, pero el alto de un edificio me ofrece cobertura suficiente. ¡Arriba! Nunca tuve muchas ocasiones de escalar, pero lo cierto es que tardo más bien poco. Aunque no muchos escaladores se ven ayudados de alas, mala suerte para ellos. Veamos… nadie por este lado, nadie por el otro… espera, sí. No es una alimaña, pero tampoco le conozco. Está demasiado lejos para ver ni detectar nada de lo que sucede debajo, pero si se acerca demasiado tendré que intervenir. Maldito… espera, no: maldita. Oh, se desvía. Tengo que echar un vistazo en otras direcciones, pero también ir mirando que no le dé por venir hacia aquí de nuevo. No, parece que cada vez se aleja más. Adiós, mujer desconocida.
*********
—Ningún problema con esta runa, me basto yo sola —les digo ya en la casa mientras me aparto a hacer mi trabajo.
Es tal como me esperaba que fuera. ¡Pero qué buena soy! Lo que había planeado me sirve por completo, así que establezco la finalización de la runa de transporte como condición… con un retraso de un segundo, no quiero arriesgarme a que nos estalle en la cara. Y ahora, la explosión. Debo hacerlo, pues no lograremos nada dejándolo vivo. Es lo más correcto, es lo que debo. Esto no terminará hasta que dejen de respirar todos, y dejar uno vivo cuando está a nuestra merced es darle aviso al enemigo y una posible fuerza extra. Tienen que pagar, no nos vamos a quedar de brazos cruzados mientras vemos cómo terminan con nosotros uno a uno. Debemos adelantarnos. Así está bien la runa, perfecta.
Me levanto y me dirijo hacia la víctima, he de meter la runa en el bolsillo antes de que despierte. Concretamente, el mismo en el que estaba antes. Ya quedan menos.
Me levanto y me dirijo hacia la víctima, he de meter la runa en el bolsillo antes de que despierte. Concretamente, el mismo en el que estaba antes. Ya quedan menos.
- Matt
Ficha de cosechado
Nombre: Matthew Lowell/Korasihanna Sebrhon
Especie: Humano/ Daeliciana
Habilidades: Agilidad, velocidad mental y nociones de supervivencia.
Re: Plaza de los Colaespina
18/09/13, 07:23 pm
Al fin había llegado la hora de poner cara a uno de los mal nacidos que osaron atacar a mi familia. Nos encontrábamos en el lugar acordado con Circe, agazapados, esperando la señal de la chica. Yo he sacado a dos de mis figuras con forma femenina. Había esparcido bastante arena en el suelo permitiéndome notar cualquier perturbación en la zona.
Las primeras perturbaciones no tardaron en llegar a mis sentidos. Dos cuerpos se acercaban a trompicones a nuestra posición por lo que aprieto mi espalda contra el muro donde estamos agazapados mis niñas y yo haciendo que estas se acerquen a mí apretando con sus brazos mi pecho para sentirme seguro.
Uno de los cuerpos que se acercan cae a plomo sobre el suelo, siendo esta la señal acordada, salimos todos de nuestros respectivos escondrijos. Salimos los tres al unisono y nos acercamos a Circe y a su acompañante. Toima lo coge en peso y todos nos encaminamos a una casa cercana.
Toima lo sienta en una silla de madera y saca unos clavos con los que clava al licantropo a la silla. El sonido del acero pasando por la carne me hizo estremecerme haciendo que una de mis niñas se acerque a mí y me tape los oídos. Tras asegurarse que esta bien fijado en su sitio el ultreano le propina un puño y un cabezazo que de haber sido yo el beneficiario de esos golpes hubiese acabado desperdigado por el suelo.
La situación en la que nos encontrábamos me resultaba bastante incomoda no solo por la violencia, sino por el miedo de que pudiesen aparecer refuerzos. A cada golpe que recibe el licantropo mis figuras mueven la cabeza hacia un lado como respuesta involuntaria a lo que debería hacer yo. Pero por algún motivo no puedo dejar de mirar al desgraciado por encima de su hombro. Mis figuras y yo nos acercamos a la britanica y le pregunto en voz baja.
-¿Estas bien?-
Las primeras perturbaciones no tardaron en llegar a mis sentidos. Dos cuerpos se acercaban a trompicones a nuestra posición por lo que aprieto mi espalda contra el muro donde estamos agazapados mis niñas y yo haciendo que estas se acerquen a mí apretando con sus brazos mi pecho para sentirme seguro.
Uno de los cuerpos que se acercan cae a plomo sobre el suelo, siendo esta la señal acordada, salimos todos de nuestros respectivos escondrijos. Salimos los tres al unisono y nos acercamos a Circe y a su acompañante. Toima lo coge en peso y todos nos encaminamos a una casa cercana.
Toima lo sienta en una silla de madera y saca unos clavos con los que clava al licantropo a la silla. El sonido del acero pasando por la carne me hizo estremecerme haciendo que una de mis niñas se acerque a mí y me tape los oídos. Tras asegurarse que esta bien fijado en su sitio el ultreano le propina un puño y un cabezazo que de haber sido yo el beneficiario de esos golpes hubiese acabado desperdigado por el suelo.
La situación en la que nos encontrábamos me resultaba bastante incomoda no solo por la violencia, sino por el miedo de que pudiesen aparecer refuerzos. A cada golpe que recibe el licantropo mis figuras mueven la cabeza hacia un lado como respuesta involuntaria a lo que debería hacer yo. Pero por algún motivo no puedo dejar de mirar al desgraciado por encima de su hombro. Mis figuras y yo nos acercamos a la britanica y le pregunto en voz baja.
-¿Estas bien?-
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Plaza de los Colaespina
19/09/13, 12:23 pm
Noel permaneció junto a Wen una vez entraron en el edificio designado, agarrado a ella a través del brazo que había colocado sobre sus hombros. No quitó ojo al trabajo realizado por Toima para apuntalar al licántropo a la silla, medio hipnotizado por la escena mientras seguía repasando mentalmente lo que debería hacer en cuanto se despertase. Cosa que no tardó en producirse gracias a la ayuda que le prestó el ulterano en forma de puñetazo. Sin esperar a que Virius respondiese a las preguntas que de todas formas no buscaban ser respondidas del argos, le dirigió una última mirada a la vouivre. Una mirada cargada con la preocupación y nerviosismo que sentía en ese momento y a los que tuvo que echar de la expresión de su cara para poder continuar.
Dio unos pasos y se plantó frente a la pantera, a quien dirigió una amenazante mirada de odio que no le supuso esfuerzo alguno componer. Estando cara a cara con uno de aquellos desgraciados, sus ganas de aplastar su inmundo cráneo contra la pared aumentaban exponencialmente. Pero por ahora debía ocuparse de prolongar su miserable vida por un tiempo más, se les brindaba una oportunidad demasiado valiosa como para desaprovechar la fuente de información directa que respresentaba el licántropo acorralado de aquella forma. Lo miró a la cara sosteniéndole la mirada unos instantes antes de darse la vuelta en busca de algo en el interior del cuarto.
Con aparente tranquilidad y en silencio, el sueco recogió una silla destartalada que se encontraba tirada en una esquina y la colocó un par de metros frente a aquella en la que estaba clavado el mercenario. Y sin previo aviso, tiró bruscamente de la pierna izquierda de Virius, desclavándola de su sitio sin miramientos, y la colocó sobre el asiento de la otra silla. De un golpe rápido, se la partió a la altura de la rodilla para, a continuación, alejar de una patada la silla sobre la que la había apoyado la ahora completamente disfuncional pierna, que colgó de forma grotesca a unos palmos del suelo.
Algo como aquello no supondría un problema para el draco de no ser por la presencia de los demás. En el fragor de una batalla no importaba nada y todos se nutrían de magia como les correspondía sin fijarse en el resto, pero cuando se trataba de algo tan premeditado, de la prolongación del sufrimiento de un individuo de una forma tan despiadada y con todas las miradas puestas en él, algo se revolvía en el interior del draco. Con el tiempo y las experiencias, con la venganza a Valenz siempre pesando sobre su conciencia, se había vuelto más reacio a mostrar tan abiertamente aquella faceta de sí mismo. Solía apartarse, utilizar hechizos insonorizadores para no hacer partícipe a nadie más y no ponerse las cosas más difíciles. Sabía sobradamente que ninguno de los presentes le juzgaría por deleitarse con el sufrimiento ajeno, sobre todo no cuando varios también contaban con sus propias necesidades de similar naturaleza, pero a pesar de ello se sentía incómodo. Si estaba solo era fácil pasar por alto el alcance de sus acciones y centrarse únicamente en la satisfacción que conllevaba alimentar sus reservas mágicas. Y precisamente debido a esa satisfacción y a pesar de todo, el draco esbozó una sonrisa sádica difícil de reprimir mientras recibía la respuesta de la pantera a sus acciones en forma de placenteros gritos.
—Tendrás que disculpar nuestra falta de hospitalidad, Virius, pero no suele gustarnos que maten a uno de los nuestros. O que lo intenten —mientras hablaba, empleando un tono sarcástico en el que se entreveía el desagrado que sentía por el individuo que tenía delante, el sueco se sentó frente a él tras recuperar la silla que había usado anteriormente y se cruzó de brazos—. Pero tú vas a ser un buen invitado esta vez y vas a explicarnos por qué estás aquí, porque es evidente que no estaríamos teniendo esta conversación si no poseyeses cierta información que no deberías tener. Puedes empezar contándonos cómo os enterasteis de su transformación —no añadió nada más, era evidente para todos los presentes a qué se refería—. Ya suponemos que tu amigo Rodar tuvo algo que ver, pero te invito a que no escatimes en detalles. ¿Os contrató alguien o actuáis por vuestra propia cuenta? Te conviene responder pronto, te recuerdo que tienes más extremidades. Por no hablar del puñado de dedos que hay al término de cada una de ellas.
El draco esperó su respuesta componiendo una vez más una sonrisa maliciosa al término de sus exigencias. En ningún momento dejó entrever el tobellino de sensaciones que le carcomían por dentro.
Dio unos pasos y se plantó frente a la pantera, a quien dirigió una amenazante mirada de odio que no le supuso esfuerzo alguno componer. Estando cara a cara con uno de aquellos desgraciados, sus ganas de aplastar su inmundo cráneo contra la pared aumentaban exponencialmente. Pero por ahora debía ocuparse de prolongar su miserable vida por un tiempo más, se les brindaba una oportunidad demasiado valiosa como para desaprovechar la fuente de información directa que respresentaba el licántropo acorralado de aquella forma. Lo miró a la cara sosteniéndole la mirada unos instantes antes de darse la vuelta en busca de algo en el interior del cuarto.
Con aparente tranquilidad y en silencio, el sueco recogió una silla destartalada que se encontraba tirada en una esquina y la colocó un par de metros frente a aquella en la que estaba clavado el mercenario. Y sin previo aviso, tiró bruscamente de la pierna izquierda de Virius, desclavándola de su sitio sin miramientos, y la colocó sobre el asiento de la otra silla. De un golpe rápido, se la partió a la altura de la rodilla para, a continuación, alejar de una patada la silla sobre la que la había apoyado la ahora completamente disfuncional pierna, que colgó de forma grotesca a unos palmos del suelo.
Algo como aquello no supondría un problema para el draco de no ser por la presencia de los demás. En el fragor de una batalla no importaba nada y todos se nutrían de magia como les correspondía sin fijarse en el resto, pero cuando se trataba de algo tan premeditado, de la prolongación del sufrimiento de un individuo de una forma tan despiadada y con todas las miradas puestas en él, algo se revolvía en el interior del draco. Con el tiempo y las experiencias, con la venganza a Valenz siempre pesando sobre su conciencia, se había vuelto más reacio a mostrar tan abiertamente aquella faceta de sí mismo. Solía apartarse, utilizar hechizos insonorizadores para no hacer partícipe a nadie más y no ponerse las cosas más difíciles. Sabía sobradamente que ninguno de los presentes le juzgaría por deleitarse con el sufrimiento ajeno, sobre todo no cuando varios también contaban con sus propias necesidades de similar naturaleza, pero a pesar de ello se sentía incómodo. Si estaba solo era fácil pasar por alto el alcance de sus acciones y centrarse únicamente en la satisfacción que conllevaba alimentar sus reservas mágicas. Y precisamente debido a esa satisfacción y a pesar de todo, el draco esbozó una sonrisa sádica difícil de reprimir mientras recibía la respuesta de la pantera a sus acciones en forma de placenteros gritos.
—Tendrás que disculpar nuestra falta de hospitalidad, Virius, pero no suele gustarnos que maten a uno de los nuestros. O que lo intenten —mientras hablaba, empleando un tono sarcástico en el que se entreveía el desagrado que sentía por el individuo que tenía delante, el sueco se sentó frente a él tras recuperar la silla que había usado anteriormente y se cruzó de brazos—. Pero tú vas a ser un buen invitado esta vez y vas a explicarnos por qué estás aquí, porque es evidente que no estaríamos teniendo esta conversación si no poseyeses cierta información que no deberías tener. Puedes empezar contándonos cómo os enterasteis de su transformación —no añadió nada más, era evidente para todos los presentes a qué se refería—. Ya suponemos que tu amigo Rodar tuvo algo que ver, pero te invito a que no escatimes en detalles. ¿Os contrató alguien o actuáis por vuestra propia cuenta? Te conviene responder pronto, te recuerdo que tienes más extremidades. Por no hablar del puñado de dedos que hay al término de cada una de ellas.
El draco esperó su respuesta componiendo una vez más una sonrisa maliciosa al término de sus exigencias. En ningún momento dejó entrever el tobellino de sensaciones que le carcomían por dentro.
- InvitadoInvitado
Re: Plaza de los Colaespina
19/09/13, 04:19 pm
Circe estaba aún medio drogada cuando los gritos de dolor de Virius la despertaron. Estaba en la sala contigua a donde tenían cautivo al mercenario, se había transformado de forma instintiva, y a cada grito de dolor dejaba escapar un aullido lastimero.
Virius gritó al principio, por la sorpresa. Estaba confuso y desorientado, y el terrible dolor causado por los habitantes del cuchitril no ayudaba. El dolor lo cegó unos instantes, pero luego los reconoció, y sonrió en su interior. Sus gritos empezaron a convertirse en rugidos, y la rabia al intentar soltarse de su agarre hizo que quedase a media tranformación. Era una bestia grotesca y oscura, todo dientes y garras.
-Solo los idiotas se meten en esta profesión con sus amigos- respondió Virius-Y más idiotas que sois por meter a un niñato sin esencia en vuestra casa y pretender que no le ocurriese nada.Nos lo pusisteis en bandeja- rió con voz cascada, estaba claro que le dolía.- Y vosotros no sois los únicos habitantes de la ciudad, si lo supisteis, podría haberlo sabido cualquiera... E ir cubierto de protecciones no es la mejor forma de guardar un secreto.
En realidad ellos se habìan basado en rumores, luego Rodar fue el que sumó uno mas uno al encontrarse con la vouivre en la fiesta. Virius se tomó untiempo para recuperar el aliento. Le costaba mantener la consciencia y hablar era un suplicio, pero no pensaba ponerse a lloriquear como una nena. Oyó los aullidos de Circe, y sus ojos se entrecerraron con sospecha.
-¿Qué habeis hecho con la puta?
Si lo había engañado, lo iba a pagar caro. Dama Circe por su parte había logrado levantarse. Se le habían roto lasmedias y llevaba los zapatos en la mano, dando vueltas por la habitación como un animal enjaulado. Quería salir de allí, pero todos estaban en la otra sala.
Virius gritó al principio, por la sorpresa. Estaba confuso y desorientado, y el terrible dolor causado por los habitantes del cuchitril no ayudaba. El dolor lo cegó unos instantes, pero luego los reconoció, y sonrió en su interior. Sus gritos empezaron a convertirse en rugidos, y la rabia al intentar soltarse de su agarre hizo que quedase a media tranformación. Era una bestia grotesca y oscura, todo dientes y garras.
-Solo los idiotas se meten en esta profesión con sus amigos- respondió Virius-Y más idiotas que sois por meter a un niñato sin esencia en vuestra casa y pretender que no le ocurriese nada.Nos lo pusisteis en bandeja- rió con voz cascada, estaba claro que le dolía.- Y vosotros no sois los únicos habitantes de la ciudad, si lo supisteis, podría haberlo sabido cualquiera... E ir cubierto de protecciones no es la mejor forma de guardar un secreto.
En realidad ellos se habìan basado en rumores, luego Rodar fue el que sumó uno mas uno al encontrarse con la vouivre en la fiesta. Virius se tomó untiempo para recuperar el aliento. Le costaba mantener la consciencia y hablar era un suplicio, pero no pensaba ponerse a lloriquear como una nena. Oyó los aullidos de Circe, y sus ojos se entrecerraron con sospecha.
-¿Qué habeis hecho con la puta?
Si lo había engañado, lo iba a pagar caro. Dama Circe por su parte había logrado levantarse. Se le habían roto lasmedias y llevaba los zapatos en la mano, dando vueltas por la habitación como un animal enjaulado. Quería salir de allí, pero todos estaban en la otra sala.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Plaza de los Colaespina
19/09/13, 05:26 pm
El plan era sencillo: Circe lo engatusó para ir a una casa abandonada, les seguimos hasta que el mercenario se quedó dormido, Gael y Noel se encargaron de reducirle las defensas mágicas y runas. Luego lo llevamos a dicha casa y, mientras Adara vigilaba, Toima lo clavó a la silla. Un método que me gustó bastante, además: doloroso, humillante y práctico. Por otro lado, Circe solo tenía que hacerse la dormida. Pasaría el mal trago, sí, pero la idea había sido suya y fue bastante valiente por su parte. Por lo menos no presenciaría lo que estaba por caerle a Virius.
Y lo mejor de todo es que al fin tenía a uno de esos bastardos a menos de un metro, servido en bandeja de plata. <<Y pensar que ha estado por el Burdel... ¿Necesitará los ojos para el interrogatorio?>> pensé, empezando a idear qué hacerle. Quería que sufriera por lo que les había hecho a mis amigos. Y como no pude estar presente en el ataque, más motivo aún para darle una paliza. Pero... de los presentes era como el que menos "derecho" tenía, o al menos yo lo veía así. Por eso observé en silencio el turno de Noel. Toima y él estaban siendo demasiado suaves, a mi parecer, dadas las circunstancias. Pero no podíamos destrozarle sin que respondiera, era contraproducente. <<A ver si nos dice lo que queremos y acabamos con esto de una puñetera vez, pero que sufra>>
Si hubiéramos mantenido el plan de dejarlo libre, me habría callado y quedado quieto. Pero tras el cambio de planes, no toleraría que amenazase o pensase siquiera en hacerle daño a Circe. Me había quedado en un segundo plano, pero tras sus palabras me situé a su espalda.
-¿Qué hemos hecho con quién? Perdón pero no te he escuchado. A ver si con una de tus orejitas escucho mejor.-al instante le cerceno una de las orejas con una de mis dagas.-Ahora, ¿qué hemos hecho con nuestra compañera? ¿Qué crees que hemos hecho con ella? Todo lo contrario que contigo si no respondes.-mascullé, acompañando mis palabras de cortes en los hombros, de manera torpe y con propósito de hacer daño, despacio.-Mandasteis vuestro mensaje, ahora nosotros mandaremos el nuestro grabado en tu cuerpo, ¿te parece? Responde y saldrás vivito y coleando. Bueno, lo de coleando depende de la calidad de lo que digas.-rematé, riendo, pero no mi risa bromista.
Dicho eso no me alejé, sino que seguí a su espalda, aún con las dagas delineando los hombros, pero solo rozando, sin herir esta vez. Eso dependía de sus siguientes palabras, por supuesto.
Y lo mejor de todo es que al fin tenía a uno de esos bastardos a menos de un metro, servido en bandeja de plata. <<Y pensar que ha estado por el Burdel... ¿Necesitará los ojos para el interrogatorio?>> pensé, empezando a idear qué hacerle. Quería que sufriera por lo que les había hecho a mis amigos. Y como no pude estar presente en el ataque, más motivo aún para darle una paliza. Pero... de los presentes era como el que menos "derecho" tenía, o al menos yo lo veía así. Por eso observé en silencio el turno de Noel. Toima y él estaban siendo demasiado suaves, a mi parecer, dadas las circunstancias. Pero no podíamos destrozarle sin que respondiera, era contraproducente. <<A ver si nos dice lo que queremos y acabamos con esto de una puñetera vez, pero que sufra>>
Si hubiéramos mantenido el plan de dejarlo libre, me habría callado y quedado quieto. Pero tras el cambio de planes, no toleraría que amenazase o pensase siquiera en hacerle daño a Circe. Me había quedado en un segundo plano, pero tras sus palabras me situé a su espalda.
-¿Qué hemos hecho con quién? Perdón pero no te he escuchado. A ver si con una de tus orejitas escucho mejor.-al instante le cerceno una de las orejas con una de mis dagas.-Ahora, ¿qué hemos hecho con nuestra compañera? ¿Qué crees que hemos hecho con ella? Todo lo contrario que contigo si no respondes.-mascullé, acompañando mis palabras de cortes en los hombros, de manera torpe y con propósito de hacer daño, despacio.-Mandasteis vuestro mensaje, ahora nosotros mandaremos el nuestro grabado en tu cuerpo, ¿te parece? Responde y saldrás vivito y coleando. Bueno, lo de coleando depende de la calidad de lo que digas.-rematé, riendo, pero no mi risa bromista.
Dicho eso no me alejé, sino que seguí a su espalda, aún con las dagas delineando los hombros, pero solo rozando, sin herir esta vez. Eso dependía de sus siguientes palabras, por supuesto.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Plaza de los Colaespina
19/09/13, 06:24 pm
Giz se había mostrado reacio a matar a Virius, pero tras debatir entre todos qué deberían hacer, la amplia mayoría había opinado en su contra. No podía culparles, él también lo mataría si no fuera por todo lo que conllevaría su muerte. No creía que mandar cadáveres fuera la mejor manera de evitar los ataques de una panda de mercenarios que les ganaban en número y experiencia y, siendo egoista, tampoco le agradaba la idea de salir a la calle después de eso. El castillo estaba lejos y sería una tontería pensar que después de esto se quedarían de brazos cruzados. Seguramente sabrían dónde trabajaba y en cualquier momento podrían decidir emboscarlo a él, marcarlo como el siguiente. Y eso le asustaba.
A pesar de todo, colaboró en la parte más básica del plan. Cuando capturaron a la pantera, la examinó a fondo con la gola para asegurar a sus compañeros que no había nada peligroso y, una vez llegaron a la casa abandonada, levantó una campana de silencio alrededor. No era muy difícil encontrar paralelismos con la tortura de Valenz en el comportamiento del goliat. Su gesto se torcía igual ante los gritos y no podía evitar zarandear la cola con nerviosismo. Se mantuvo en la misma habitación que el resto pero, para evitar dirigir la mirada hacia la escena del crimen, dedicó el tiempo que Virius chillara inspeccionando los alrededores con un hechizo de niebla mágica.
A veces dama Circe se colaba en su visión y es que aunque la chica hubiera cambiado, Giz todavía recordaba lo que pasó de criba con ella y no acababa de fiarse. No quería que la chica loba estropeara el plan con su temperamento difícil. Cuando Jack la mencionó de pasada, decidió acercarse a la habitación en la que estaba para decirle que no tenía sentido que permaneciera allí.
-Cambio de planes, Circe-dijo en un tono bastante neutro-. Puedes volver al burdel si quieres-tras unos segundos pensativo, añadió-. Pero antes deja que te ponga protecciones. Y date mucha prisa, solo por si acaso.
A pesar de todo, colaboró en la parte más básica del plan. Cuando capturaron a la pantera, la examinó a fondo con la gola para asegurar a sus compañeros que no había nada peligroso y, una vez llegaron a la casa abandonada, levantó una campana de silencio alrededor. No era muy difícil encontrar paralelismos con la tortura de Valenz en el comportamiento del goliat. Su gesto se torcía igual ante los gritos y no podía evitar zarandear la cola con nerviosismo. Se mantuvo en la misma habitación que el resto pero, para evitar dirigir la mirada hacia la escena del crimen, dedicó el tiempo que Virius chillara inspeccionando los alrededores con un hechizo de niebla mágica.
A veces dama Circe se colaba en su visión y es que aunque la chica hubiera cambiado, Giz todavía recordaba lo que pasó de criba con ella y no acababa de fiarse. No quería que la chica loba estropeara el plan con su temperamento difícil. Cuando Jack la mencionó de pasada, decidió acercarse a la habitación en la que estaba para decirle que no tenía sentido que permaneciera allí.
-Cambio de planes, Circe-dijo en un tono bastante neutro-. Puedes volver al burdel si quieres-tras unos segundos pensativo, añadió-. Pero antes deja que te ponga protecciones. Y date mucha prisa, solo por si acaso.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- InvitadoInvitado
Re: Plaza de los Colaespina
20/09/13, 12:26 am
Dama Circe se puso en pie de un salto cuando Giz entró en la habitación. Jugueteaba nerviosa con los pendientes de aro que se había quitado. Ahora más que asustada estaba nerviosa; había oido a Jack mencionarla.
-Sí, mejor que me largue pronto...- dijo, dejando que el goliat le pusiese protecciones. Normalmente no se habría dejado, pero no era ninguna estúpida- Y dile a Jack de mi parte que le voy a partir la boca cuando vuelva- << Por no saber mantenerla cerrada>>
Esperaba de corazón que se cargasen a aquel cabrón, porque sino lo tenía muy crudo. Ya estaba implicada solo por compartir techo con el objetivo, pero ayudar a capturar a uno del grupo... En cuanto Giz terminó, se convirtió en loba y echó a correr lo más rápido que pudo, fuera del edificio y en dirección al burdel. Y no aminoró ni miró atrás hasta que cruzó la puerta.
-Sí, mejor que me largue pronto...- dijo, dejando que el goliat le pusiese protecciones. Normalmente no se habría dejado, pero no era ninguna estúpida- Y dile a Jack de mi parte que le voy a partir la boca cuando vuelva- << Por no saber mantenerla cerrada>>
Esperaba de corazón que se cargasen a aquel cabrón, porque sino lo tenía muy crudo. Ya estaba implicada solo por compartir techo con el objetivo, pero ayudar a capturar a uno del grupo... En cuanto Giz terminó, se convirtió en loba y echó a correr lo más rápido que pudo, fuera del edificio y en dirección al burdel. Y no aminoró ni miró atrás hasta que cruzó la puerta.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Plaza de los Colaespina
20/09/13, 02:56 pm
Las palabras del licántropo avivaron su rabia y Noel fulminó a la pantera a medio transformar con la mirada. Estaba a punto de volver a hablar cuando el vampiro tomó la palabra. La expresión del draco se crispó durante un instante antes de recomponer nuevamente una máscara de aparente inmutabilidad.
<<Magnífico, Jack, por si acaso Circe no había comprometido por sí misma lo suficiente su exculpación, tú arréglalo más>>.
Dejó hablar al alemán, sin embargo, mientras actuaba como si todo sucediese según lo previsto. Invocó su hacha y la colocó boca abajo verticalmente en el suelo, apoyando sus manos sobre el final de la empuñadura. Actuaba como si estuviese esperando pacientemente a que Jack finalizase su intervención, pero en el interior de su cabeza el vampiro estaba siendo el titular de una serie de maldiciones.
Una vez el alemán se retiró y vio a Giz dirigirse hacia el cuarto donde se encontraba la licántropo, el draco se demoró unos segundos mientras seguía dándole vueltas a su arma casi como si estuviera distraído. Hasta que se levantó repentinamente y colocó el mango del hacha contra la garganta de Virius, apretando lo suficiente como para dificultarle la respiración pero no tanto como para ahogarlo.
—Solo los idiotas se pasean tranquilamente por el barrio en el que vive un puñado de gente con ganas de arrancarte la cabeza de cuajo. A ella la estamos dejando irse ahora mismo, bastante miedo ha pasado ya por tu culpa —le espetó clavándole la mirada a pocos centímetros de su cara—. Pero tu estupidez y tu falta de colaboración no van a ayudar precisamente a que salgas con vida de aquí. Creí haberme expresado con claridad cuando dije que quería detalles —el draco retiró el mango de su arma e inmediatamente después clavó el mismo en los dedos del pie derecho de Virius, aplastándoselos de forma retorcida con el peso que imprimía en la parte superior del arma—. Ya que al parecer nadie te va a echar de menos, tendrás que darnos una buena razón para que no te abra el cráneo por la mitad ahora mismo. Si eres tan amable como para proporcionarnos información gratuitamente, seguro que también puedes responder a lo que te he preguntado, ¿verdad?
No estaba seguro de que lo que había dicho sirivera para levantar las sospechas de Virius sobre dama Circe, pero de todas formas si nada salía mal el licántropo moriría esa misma noche. No le había mentido, sin embargo, ya que no iban a matarlo allí mismo.
Golpeó una última vez sus dedos con el mango del hacha y a continuación conjuró un hechizo de amplificación sensorial específicamente para sensibilizar sus nervios ante el dolor. Y a continuación le agarró la mano izquierda para partirle un dedo. Y luego otro. Otro más y se detuvo.
—¿Te crees que estás en posición para juzgarnos, escoria? Habla de una maldita vez si no quieres que continúe —el tono cargado de rabia con el que se dirigió a la pantera culminó en un puñetazo directo a su cara.
<<Magnífico, Jack, por si acaso Circe no había comprometido por sí misma lo suficiente su exculpación, tú arréglalo más>>.
Dejó hablar al alemán, sin embargo, mientras actuaba como si todo sucediese según lo previsto. Invocó su hacha y la colocó boca abajo verticalmente en el suelo, apoyando sus manos sobre el final de la empuñadura. Actuaba como si estuviese esperando pacientemente a que Jack finalizase su intervención, pero en el interior de su cabeza el vampiro estaba siendo el titular de una serie de maldiciones.
Una vez el alemán se retiró y vio a Giz dirigirse hacia el cuarto donde se encontraba la licántropo, el draco se demoró unos segundos mientras seguía dándole vueltas a su arma casi como si estuviera distraído. Hasta que se levantó repentinamente y colocó el mango del hacha contra la garganta de Virius, apretando lo suficiente como para dificultarle la respiración pero no tanto como para ahogarlo.
—Solo los idiotas se pasean tranquilamente por el barrio en el que vive un puñado de gente con ganas de arrancarte la cabeza de cuajo. A ella la estamos dejando irse ahora mismo, bastante miedo ha pasado ya por tu culpa —le espetó clavándole la mirada a pocos centímetros de su cara—. Pero tu estupidez y tu falta de colaboración no van a ayudar precisamente a que salgas con vida de aquí. Creí haberme expresado con claridad cuando dije que quería detalles —el draco retiró el mango de su arma e inmediatamente después clavó el mismo en los dedos del pie derecho de Virius, aplastándoselos de forma retorcida con el peso que imprimía en la parte superior del arma—. Ya que al parecer nadie te va a echar de menos, tendrás que darnos una buena razón para que no te abra el cráneo por la mitad ahora mismo. Si eres tan amable como para proporcionarnos información gratuitamente, seguro que también puedes responder a lo que te he preguntado, ¿verdad?
No estaba seguro de que lo que había dicho sirivera para levantar las sospechas de Virius sobre dama Circe, pero de todas formas si nada salía mal el licántropo moriría esa misma noche. No le había mentido, sin embargo, ya que no iban a matarlo allí mismo.
Golpeó una última vez sus dedos con el mango del hacha y a continuación conjuró un hechizo de amplificación sensorial específicamente para sensibilizar sus nervios ante el dolor. Y a continuación le agarró la mano izquierda para partirle un dedo. Y luego otro. Otro más y se detuvo.
—¿Te crees que estás en posición para juzgarnos, escoria? Habla de una maldita vez si no quieres que continúe —el tono cargado de rabia con el que se dirigió a la pantera culminó en un puñetazo directo a su cara.
- InvitadoInvitado
Re: Plaza de los Colaespina
20/09/13, 06:49 pm
-Esa perra tiene suerte de que me vayáis a matar esta noche...- gruñó Virius- Sé que vais a matarme, no tiene sentido dejarme con vida, no soy tan estupido- rió, y su risa sonó como un gorgoteo- Pero si vais a matarme hable o no, no tengo por qué decir nada...
En realidad estaba enfadado. Le había engañado una vulgar prostituta y encima se lo restregaban por el morro. Si pudiese quemaría ese maldito burdel, y destriparía a Circe, y esparciría sus entrañas... Pero no iba a poder hacerlo. Su vida acababa allí. Aulló de dolor cuando Noel empezó a romperle dedos, y después del golpe escupió sangre a sus pies y empezó a lanzar dentelladas como una bestia rabiosa.
-¡¡Esto no acabará aquí!!- rugió- ¡¡Esa gema vale más de lo que cualquier mercaderpodría pagarnos, y no seremos los únicos!! ¡¡Esta puta ciudad está hecha de ojos y oídos!! ¡¡Nni los otros mundos serán seguros!!
Le lanzó una mirada penetrante a Wen y escupió hacia ella. El dolor le hacía delirar, sus movimientos bruscos le habían abierto desgarros y sangraba a chorros. Si seguía así podía morir desangrado... o podía hacerlo antes de que lograsen sacarle más información. Seguía moviéndose violentamente, y en un descuido se lanzó hacia atrás, volcando la silla, y doblando el cuello de una manera específica para intensificar el impacto, se abrió la cabeza contra el suelo. << Si quereis saber más, necesitaréis un nigromante...>> fueron sus últimos pensamientos.
En realidad estaba enfadado. Le había engañado una vulgar prostituta y encima se lo restregaban por el morro. Si pudiese quemaría ese maldito burdel, y destriparía a Circe, y esparciría sus entrañas... Pero no iba a poder hacerlo. Su vida acababa allí. Aulló de dolor cuando Noel empezó a romperle dedos, y después del golpe escupió sangre a sus pies y empezó a lanzar dentelladas como una bestia rabiosa.
-¡¡Esto no acabará aquí!!- rugió- ¡¡Esa gema vale más de lo que cualquier mercaderpodría pagarnos, y no seremos los únicos!! ¡¡Esta puta ciudad está hecha de ojos y oídos!! ¡¡Nni los otros mundos serán seguros!!
Le lanzó una mirada penetrante a Wen y escupió hacia ella. El dolor le hacía delirar, sus movimientos bruscos le habían abierto desgarros y sangraba a chorros. Si seguía así podía morir desangrado... o podía hacerlo antes de que lograsen sacarle más información. Seguía moviéndose violentamente, y en un descuido se lanzó hacia atrás, volcando la silla, y doblando el cuello de una manera específica para intensificar el impacto, se abrió la cabeza contra el suelo. << Si quereis saber más, necesitaréis un nigromante...>> fueron sus últimos pensamientos.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Plaza de los Colaespina
22/09/13, 09:23 pm
Se rezagó borrando todo rastro de su presencia y sus actividades en la calle. En la parte exterior del edificio abandonado que estaban utilizando pudo ver a algunos de sus compañeros encargados de vigilar, además de, poco antes de unírseles, la salida a toda velocidad de Circe. Ese fue todo el contacto que tuvo con el resto del grupo hasta que por fin entró, acoplándose en silencio al grupo de personas que observaban la escena que tenía lugar al otro lado de la sala. No podía lamentar ni un poco lo que estaba ocurriendo delante de sus narices. De las palabras del licántropo dedujo que las cosas no habían salido como se había planeado, implicando también a Circe en el asunto. Había llegado justo cuando Virius, maltrecho, empezaba a perder los estribos. Sus palabras casi consiguieron que se adelantase para soltarle un puñetazo, pero justo cuando había logrado cabrearlo hasta ese punto, fue cuando acabó con su vida.
Se hizo el silencio durante unos segundos, en los que él mismo se quedó en blanco antes de empezar a maldecir mentalmente. Aquel hijo de puta se la había jugado. Exactamente igual que la otra vez, no conseguían sacar prenda a ninguno. La próxima vez… si la hubiese, irían preparados. Tenían que existir hechizos o brebajes para soltarle la lengua a los tipos como aquel.
Se adelantó hacia el cadáver y recolocó la silla a cuatro patas. El cuerpo inerte recuperó la postura que tenía antes de morir pero con el cuello en un ángulo antinatural. Recogió el martillo del suelo y empezó a retirar los clavos sin cuidado ni delicadeza. Les había estropeado el plan de la runa y ahora tenían que buscar el modo de deshacerse del cuerpo sin dejar rastro o, de dejarlo, que no les apuntase a ellos. Por lo menos habían ganado el poder ver la runa personalmente, cosa que les ayudaría bastante.
—¿Qué hacemos con esto? ¿Lo carbonizamos? —Soltó un gruñido al retirar el último de los clavos. Toima los había puesto a conciencia.
Inconscientemente y mientras daba vueltas al mejor modo de hacer desaparecer el cuerpo, no podía evitar lamentar el desperdicio que era tener que deshacerse de un cuerpo humanoide en buen estado.
Se hizo el silencio durante unos segundos, en los que él mismo se quedó en blanco antes de empezar a maldecir mentalmente. Aquel hijo de puta se la había jugado. Exactamente igual que la otra vez, no conseguían sacar prenda a ninguno. La próxima vez… si la hubiese, irían preparados. Tenían que existir hechizos o brebajes para soltarle la lengua a los tipos como aquel.
Se adelantó hacia el cadáver y recolocó la silla a cuatro patas. El cuerpo inerte recuperó la postura que tenía antes de morir pero con el cuello en un ángulo antinatural. Recogió el martillo del suelo y empezó a retirar los clavos sin cuidado ni delicadeza. Les había estropeado el plan de la runa y ahora tenían que buscar el modo de deshacerse del cuerpo sin dejar rastro o, de dejarlo, que no les apuntase a ellos. Por lo menos habían ganado el poder ver la runa personalmente, cosa que les ayudaría bastante.
—¿Qué hacemos con esto? ¿Lo carbonizamos? —Soltó un gruñido al retirar el último de los clavos. Toima los había puesto a conciencia.
Inconscientemente y mientras daba vueltas al mejor modo de hacer desaparecer el cuerpo, no podía evitar lamentar el desperdicio que era tener que deshacerse de un cuerpo humanoide en buen estado.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Plaza de los Colaespina
24/09/13, 08:36 pm
Habían planeado todo al milímetro, no habían dejado cabo suelto y, aun así, la vouivre se sentía tensa mientras esperaba a que Circe y el malnacido aparecieran en la plaza. Por muy planeado que estuviera todo, la británica sabía que siempre existía un margen de error que podría resultar decisivo. Tenía que evitar ese margen por todos los medios, no podía permitirse quedar en desventaja.
Se encontraba seria y cabreada, como si la antigua Wednesday hubiera vuelto, pero no hubo comparación con la expresión que adornó su rostro cuando apareció Virius. Sentía un gran odio y repulsión por aquel borracho que se apoyaba en su compañera de trabajo. La vouivre se mantuvo al margen mientras sus compañeros le quitaban los hechizos protectores, ya que su magia no podría hacer nada que no hicieran las otras. Toima no tardó en cargarlo al hombro y se encaminó con el resto del grupo y abrazada a Noel al edificio elegido para llevar a cabo la “entrevista”.
La británica no pudo hacer otra cosa que sonreír por el trato que el ulterano daba al licántropo. En su opinión, aquellos gestos eran una mínima parte de lo que el mercenario se merecía. Mientras la vouivre se imaginaba a si misma aplastando o asfixiando al licántropo, sintió arena deslizarse a su costado.
- Pronto lo estaré. - susurró, para luego añadir en voz algo más alta.- No te preocupes, Matt, ¿Crees acaso que voy a permitir que este asqueroso nos estropee nuestro gran plan? - preguntó intentando aligerar el ambiente.
En ese momento, el licántropo despertó y Noel le dedicó una mirada a la que la vouivre asintió dándole ánimos antes de acercarse a mercenario. Wen pudo observar complacida como el draco torturaba al licántropo. La satisfacción de la vouivre no tenía tanto que ver con la tortura en si como con el hecho de que el mercenario estuviera recibiendo su merecido por todo lo que les estaba haciendo pasar y, sobre todo, por la muerte de Yloh.
Jack también intervino, aunque con un desafortunado comentario sobre Circe. Wen no quería que bajo ningún concepto más gente fuera salpicada de los que ya lo eran. La vouivre atendía a la conversación sin apartar la mirada repulsiva y soberbia de Virius, haciéndole ver que, a pesar de todo, para ella no era más que una gran bola de porquería pegada a su zapato.
Cuando el mercenario comenzó a gritar, la vouivre se adelantó un paso para propinarle una bofetada en su maltrecha cara, cuando el escupitajo tocó su cara. La británica se lo retiró de la cara lentamente y lo observó. Para su desgracia, el instante que tardó en transformarse en serpiente y abalanzarse sobre él fue el mismo en el que el licántropo se golpeó la cabeza y murió en el acto. La serpiente retrocedió mientras volvía a su forma original y le dio una patada a una silla frustrada por cómo se habían sucedido los acontecimientos.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguasPersonajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Plaza de los Colaespina
25/09/13, 04:20 pm
Noel apenas pudo disfrutar de los gritos de dolor del ochrorio. Sintió ganas de retorcerle el cuello y acabar con su miserable existencia de una vez por todas cuando le escupió a Wen, pero no hizo falta. Con una mirada de incredulidad mezclada con rabia, el draco se agachó para tomarle bruscamente el pulso y confirmar lo que realmente era bastante evidente. Soltó el brazo del mercenario sin ningún miramiento mientras dejaba escapar un gruñido de frustración que acompañó poco después de un gesto totalmente inútil a aquellas alturas pero necesario para descargar su rabia como era propinarle una patada en la repugnante cara de Virius.
Se giró hacia el resto y sus ojos se detuvieron en Jack. Le sostuvo la mirada unos instantes, como si estuviese a punto de decirle algo, pero finalmente apartó la cara sin dejar salir unas palabras que probablemente habrían sonado más desagradables de lo aconsejable y el sueco ya estaba harto de discursiones internas por culpa de aquel asunto. De todas formas en aquellos momentos no se sentía con derecho a reprocharle nada a nadie. Acto seguido, salió del ruinoso edificio propinándole un puñetazo a la puerta y se apoyó contra una pared mientras le daba vueltas a lo sucedido.
Con su sucidio, nada tenía sentido. Le había torturado para nada, no habían sacado realmente nada en claro. De nuevo Valenz apareció en su cabeza, la historia se repetía. <<No, en realidad no>>. No sentía un mísero ápice de arrepentimiento en aquella ocasión. Aquel cabrón se merecía lo que le había pasado. Por no hablar de que el fin último de aquel movimiento por su parte era la muerte del licántropo. Pero no de aquella forma. Tenían que enviarlo de vuelta y devolverles el caos que habían formado en el salón del cuchitril. Aquella sería su forma de “advertirlos”, tal y como habían hecho ellos.
Pero lo que sí parecía un calco de la venganza por la muerte de las brujas escindidas era su ineptitud para obtener información del objetivo. En ese momento escuchó a Gael preguntar algo en el interior del edificio y, poco después, unos familiares pasos salir de este y acercarse a él.
—Ni siquiera sirvo para hacer hablar a un tipejo que es tan estúpido como para volver por aquí después de haber intentado matarte hace menos de dos semanas —se adelantó a lo que la británica pudiera decir, dando voz a sus pensamientos paralelos a la llegada de la chica. Dio un puñetazo dirigido a la pared que tenía detrás y su expresión se crispó—. O tal vez ni siquiera consideran que podamos representar una amenaza y quizás sea cierto en algunos casos —<<en mi caso>>, corrigió mentalmente sus propias palabras—. Pero incluso así no pienso permitir más agravios por parte de esos desgraciados, mucho menos que vuelvan a tocarte un solo pelo. Cueste lo que me cueste.
<<Por encima de mi jodido cadáver si es necesario>>.
Se giró hacia el resto y sus ojos se detuvieron en Jack. Le sostuvo la mirada unos instantes, como si estuviese a punto de decirle algo, pero finalmente apartó la cara sin dejar salir unas palabras que probablemente habrían sonado más desagradables de lo aconsejable y el sueco ya estaba harto de discursiones internas por culpa de aquel asunto. De todas formas en aquellos momentos no se sentía con derecho a reprocharle nada a nadie. Acto seguido, salió del ruinoso edificio propinándole un puñetazo a la puerta y se apoyó contra una pared mientras le daba vueltas a lo sucedido.
Con su sucidio, nada tenía sentido. Le había torturado para nada, no habían sacado realmente nada en claro. De nuevo Valenz apareció en su cabeza, la historia se repetía. <<No, en realidad no>>. No sentía un mísero ápice de arrepentimiento en aquella ocasión. Aquel cabrón se merecía lo que le había pasado. Por no hablar de que el fin último de aquel movimiento por su parte era la muerte del licántropo. Pero no de aquella forma. Tenían que enviarlo de vuelta y devolverles el caos que habían formado en el salón del cuchitril. Aquella sería su forma de “advertirlos”, tal y como habían hecho ellos.
Pero lo que sí parecía un calco de la venganza por la muerte de las brujas escindidas era su ineptitud para obtener información del objetivo. En ese momento escuchó a Gael preguntar algo en el interior del edificio y, poco después, unos familiares pasos salir de este y acercarse a él.
—Ni siquiera sirvo para hacer hablar a un tipejo que es tan estúpido como para volver por aquí después de haber intentado matarte hace menos de dos semanas —se adelantó a lo que la británica pudiera decir, dando voz a sus pensamientos paralelos a la llegada de la chica. Dio un puñetazo dirigido a la pared que tenía detrás y su expresión se crispó—. O tal vez ni siquiera consideran que podamos representar una amenaza y quizás sea cierto en algunos casos —<<en mi caso>>, corrigió mentalmente sus propias palabras—. Pero incluso así no pienso permitir más agravios por parte de esos desgraciados, mucho menos que vuelvan a tocarte un solo pelo. Cueste lo que me cueste.
<<Por encima de mi jodido cadáver si es necesario>>.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Plaza de los Colaespina
25/09/13, 05:57 pm
Luego de hablar yo, Noel siguió como si nada, torturando y hablando. Virius respondía sin responder, fuera de sí y en un estado deplorable auto-infringido por sus movimientos bruscos. Hasta que con uno de esos movimientos puso fin a su maldita existencia, sin darnos más respuesta que "suicidarse antes que traicionar". Podríamos haber evitado la caída, pero, al menos yo, no esperaba que fuera con otro fin más que ¿intentar liberarse?
Entonces Noel le tomó el pulso confirmando lo que yo ya sabía, y después me miró. Le sostuve la mirada, esperando que dijera algo. Algo que o bien demostrase mi teoría o la negase. Pero no dijo nada, ni un gesto. <<El que calla otorga>>
No estuve allí mucho tiempo más. En cuanto el draco desvió la mirada, desinvoqué mis dagas y me deshice en humo, no para irme sino para desaparecer de la vista. Pero el cuerpo inerte de un posible saco de información me recordaba que había hablado demasiado y con demasiada confianza. Así que cuando Gael empezó a preguntar qué hacer con el cuerpo, me largué.
Eso sí, no iría a casa. Si Circe me había escuchado, aunque Virius estaba muerto, quizá me esperase enfadada. Y necesitaba un rato de pensar y otro de destrozar algo. <<Primero no estoy cuando atacan a Wen... Y ahora esto. No solo consigo que no de respuestas sino que incluso hago que nos robe el derecho a que sufra y a matarlo... ¡Genial!>>
Confiaba en que lo mataríamos más tarde. Confiaba en que, por mucho que me fuera de la lengua, no pasaría nada. Pero si, ahora, me intentasen convencer de que el desastroso desenlace no lo causaron mis palabras, no lo aceptaría.
Sigue en... Quién sabe.
Entonces Noel le tomó el pulso confirmando lo que yo ya sabía, y después me miró. Le sostuve la mirada, esperando que dijera algo. Algo que o bien demostrase mi teoría o la negase. Pero no dijo nada, ni un gesto. <<El que calla otorga>>
No estuve allí mucho tiempo más. En cuanto el draco desvió la mirada, desinvoqué mis dagas y me deshice en humo, no para irme sino para desaparecer de la vista. Pero el cuerpo inerte de un posible saco de información me recordaba que había hablado demasiado y con demasiada confianza. Así que cuando Gael empezó a preguntar qué hacer con el cuerpo, me largué.
Eso sí, no iría a casa. Si Circe me había escuchado, aunque Virius estaba muerto, quizá me esperase enfadada. Y necesitaba un rato de pensar y otro de destrozar algo. <<Primero no estoy cuando atacan a Wen... Y ahora esto. No solo consigo que no de respuestas sino que incluso hago que nos robe el derecho a que sufra y a matarlo... ¡Genial!>>
Confiaba en que lo mataríamos más tarde. Confiaba en que, por mucho que me fuera de la lengua, no pasaría nada. Pero si, ahora, me intentasen convencer de que el desastroso desenlace no lo causaron mis palabras, no lo aceptaría.
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