Taberna del Mago Tuerto
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Rocavarancolia Rol
31 participantes
- Rocavarancolia Rol
Taberna del Mago Tuerto
02/08/11, 06:14 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Un local oscuro iluminado vagamente por velas y construido en un sótano de piedra. La bebida es buena, pero no puede decirse de los que van allí a beber. No se permiten voces altas los martes y los viernes toca un violinista sin cabeza. También pueden comprarse pociones y algunas sustancias prohibidas.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Taberna del Mago Tuerto
28/05/17, 10:54 pm
Sura entró en la taberna con fría tranquilidad. Había dejado el cuerpo de su amiga en su habitación y había corrido a avisar a la gente que importaba. Eso incluía a sus compañeros de Serpentaria, a los cuales no les había sentado nada bien la noticia, y al violinista y Mikk.
Sura aparentaba tranquilidad pero cualquiera que la conociera un mínimo sabría que aquella era la calma que precedía a la tormenta. La naga no había perdido una amiga, había perdido una hermana. Estaba furiosa y parte de su ser clamaba sangre, mucha sangre. En la taberna a veces había peleas, Sura a la vez deseaba que estallase una y que no lo hiciese. No sabría si alguien terminaría muerto.
Le hizo un gesto al trasgo y éste sirvió la bebida que habitualmente tomaba la ulterana, en los últimos tiempo se había vuelto una asidua del lugar, no sólo por la bebida si no por la música. Tomó un largo trago de su copa y esperó a que el violinista terminase su canción para acercarse a él.
-Necesito hablar contigo, Violinista - le dijo con una voz que a la propia naga le sonaba artificial.- Es importante - le dirigió una mirada cargada de una mezcla entre pesar e ira, aunque el enfado no iba para nada dirigida al dullahan.
Sura aparentaba tranquilidad pero cualquiera que la conociera un mínimo sabría que aquella era la calma que precedía a la tormenta. La naga no había perdido una amiga, había perdido una hermana. Estaba furiosa y parte de su ser clamaba sangre, mucha sangre. En la taberna a veces había peleas, Sura a la vez deseaba que estallase una y que no lo hiciese. No sabría si alguien terminaría muerto.
Le hizo un gesto al trasgo y éste sirvió la bebida que habitualmente tomaba la ulterana, en los últimos tiempo se había vuelto una asidua del lugar, no sólo por la bebida si no por la música. Tomó un largo trago de su copa y esperó a que el violinista terminase su canción para acercarse a él.
-Necesito hablar contigo, Violinista - le dijo con una voz que a la propia naga le sonaba artificial.- Es importante - le dirigió una mirada cargada de una mezcla entre pesar e ira, aunque el enfado no iba para nada dirigida al dullahan.
- InvitadoInvitado
Re: Taberna del Mago Tuerto
29/05/17, 01:38 am
El violinista había desarrollado cierta intuición para las malas noticias. Ya cuando vio a la naga entrar por la puerta supo que algo no iba bien, y al oir sus palabras no pudo sino confirmarlo: definitivamente había ocurrido algo malo.
Pidió que lo excusaran, haciéndole una seña a Mikk para que tomase su lugar en el escenario y guió a Sura a un lugar apartado donde poder hablar tranquilamente.
-<< ¿Qué ocurre?>>
Era difícil leer la preocupación en los gestos del violinista, salvo si lo conocías desde hace suficiente tiempo. Ni un temblor, ni una errata en el mensaje que flotaba sobre la herida de su cuello.
Pidió que lo excusaran, haciéndole una seña a Mikk para que tomase su lugar en el escenario y guió a Sura a un lugar apartado donde poder hablar tranquilamente.
-<< ¿Qué ocurre?>>
Era difícil leer la preocupación en los gestos del violinista, salvo si lo conocías desde hace suficiente tiempo. Ni un temblor, ni una errata en el mensaje que flotaba sobre la herida de su cuello.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Taberna del Mago Tuerto
29/05/17, 01:53 am
Sura siguió al dullahan con estudiada tranquilidad, evitando mirar a nadie a los ojos, evitando rozar a alguien. No sabía que podía hacerla saltar como si de un resorte comprimido se tratase, por eso prefería evitar la mayoría de las cosas.
Y ahí estaba, la pregunta obvia. La pregunta que sólo tenía una respuesta posible, una respuesta difícil. Sura apretó los puños clavándose ligeramente las garras y cogió aire para decir aquello que le desgarraba el corazón.
-Marsi ha muerto - dijo por segunda vez aquella noche. Se suponía que al ser la segunda vez debía doler menos que la primera, que ya se habría adaptado al hecho de que había vuelto a perder una hermana. Pero no era así, no dolía menos si no más. Las heridas como esa no se cerraban nunca, sólo podías intentar hacer oídos sordos al dolor. Pero siempre estaban ahí, sangrando.
Y ahí estaba, la pregunta obvia. La pregunta que sólo tenía una respuesta posible, una respuesta difícil. Sura apretó los puños clavándose ligeramente las garras y cogió aire para decir aquello que le desgarraba el corazón.
-Marsi ha muerto - dijo por segunda vez aquella noche. Se suponía que al ser la segunda vez debía doler menos que la primera, que ya se habría adaptado al hecho de que había vuelto a perder una hermana. Pero no era así, no dolía menos si no más. Las heridas como esa no se cerraban nunca, sólo podías intentar hacer oídos sordos al dolor. Pero siempre estaban ahí, sangrando.
- InvitadoInvitado
Re: Taberna del Mago Tuerto
29/05/17, 09:47 pm
Apenas fue perceptible la parada repentina de su respiración, o como las piernas parecieron fallarle unos instantes. Ese tipo de noticias eran su pan de cada día, en esa ciudad la muerte era una constante, todos en la taberna bromeaban sobre ella, sobre el esperado momento final, el último estertor. ¿Entonces por qué esa presión en el pecho? Ciertamente la varmana se había hecho un hueco en el grupo de la taberna.
-<< Ya veo... ¿Cómo ocurrió?>>
Necesitaba saberlo. El violinista no era una persona vengativa, pero si sus amigas pretendían vengar la muerte de la muchaha haría todo lo posible por ayudar.
-<< Ya veo... ¿Cómo ocurrió?>>
Necesitaba saberlo. El violinista no era una persona vengativa, pero si sus amigas pretendían vengar la muerte de la muchaha haría todo lo posible por ayudar.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Taberna del Mago Tuerto
02/06/17, 01:52 am
Por norma a Sura no se la habría escapado el estado del violinista, la habían entrenado para fijarse en aquellas cosas, pero aquel no era un día en el que la naga fuera a estar pendiente de ello.
-No lo sé - dijo alanzando las manos con impotencia.- Yo... me desperté esta madrugada sobresaltada por un grito, un grito mental - acalaró.- Hubo algo en ese grito que me puso los pelos de punta, no era el típico de cuando te haces un corte o te das con la puerta en un dedo. Era de agonía, de dolor, de muerte- miró al violinista al humo.- Me di toda la prisa que pude pero cuando llegué... Ya estaba muerta - cerró los puños con más fuerza que antes y no notó las gotas de sangre deslizarse al suelo.- No sé cómo pudo pasar, su habitación estaba intacta y Marsi habría vendido cara su cabeza. No vi a nadie salir de su habitación. Tampoco tenía heridas.
-No sé que harán mis compañeros pero yo no pienso dejar ésto así - declaró.- No sé quién ha sido pero puedo prometerte que lo encontraré y, cuando lo haga, le haré tales cosas que hasta el draco de estínfalo más depravado de la ciudad se estremecerá. Derramará tantas lágrimas que un millar de hados infernales se sentirán saciados - hizo una pausa. Su voz destilaba un odio profundo, una rabia insondable que parecía tener más antigüedad que unas simples horas.- Y, cuando acabe con él, deseará no haber tocado a mi familia.
-Por eso quería pedirte algo - respiró hondo tratando de calmarse.- Tú conoces esta ciudad y a la gente de aquí mejor que yo. Me vendría bien información si estás dispuesto a compartirla.
-No lo sé - dijo alanzando las manos con impotencia.- Yo... me desperté esta madrugada sobresaltada por un grito, un grito mental - acalaró.- Hubo algo en ese grito que me puso los pelos de punta, no era el típico de cuando te haces un corte o te das con la puerta en un dedo. Era de agonía, de dolor, de muerte- miró al violinista al humo.- Me di toda la prisa que pude pero cuando llegué... Ya estaba muerta - cerró los puños con más fuerza que antes y no notó las gotas de sangre deslizarse al suelo.- No sé cómo pudo pasar, su habitación estaba intacta y Marsi habría vendido cara su cabeza. No vi a nadie salir de su habitación. Tampoco tenía heridas.
-No sé que harán mis compañeros pero yo no pienso dejar ésto así - declaró.- No sé quién ha sido pero puedo prometerte que lo encontraré y, cuando lo haga, le haré tales cosas que hasta el draco de estínfalo más depravado de la ciudad se estremecerá. Derramará tantas lágrimas que un millar de hados infernales se sentirán saciados - hizo una pausa. Su voz destilaba un odio profundo, una rabia insondable que parecía tener más antigüedad que unas simples horas.- Y, cuando acabe con él, deseará no haber tocado a mi familia.
-Por eso quería pedirte algo - respiró hondo tratando de calmarse.- Tú conoces esta ciudad y a la gente de aquí mejor que yo. Me vendría bien información si estás dispuesto a compartirla.
- InvitadoInvitado
Re: Taberna del Mago Tuerto
05/06/17, 01:29 am
Lo que Sura le contaba era extraño, demasiado extraño. No es como si fuese una muerte imposible, estaban en la ciudad de los portentos y las pesadillas, pero sin duda era algo... poco habitual. Aun así el violinista creía haber oído sobre casos parecidos.
Se cruzó de brazos. Empatizaba con la rabia de la naga, comprendía de dónde venía su odio. En cierto modo la envidiaba por ser capaz de sentirlo con tanta intensidad y expresarlo de forma tan sincera.
-<< Buscaré algo. No sé qué podría haber ocasionado algo así, pero Mikk y yo intentaremos conseguir información>>
Le hizo una seña a su compañero, que ya acababa su actuación, para que se acercase.
-<< Es algo muy triste>>- le dijo a Sura- << Esa niña no merecía morir así, yo quería que llegase a hacer grandes cosas>>
Se cruzó de brazos. Empatizaba con la rabia de la naga, comprendía de dónde venía su odio. En cierto modo la envidiaba por ser capaz de sentirlo con tanta intensidad y expresarlo de forma tan sincera.
-<< Buscaré algo. No sé qué podría haber ocasionado algo así, pero Mikk y yo intentaremos conseguir información>>
Le hizo una seña a su compañero, que ya acababa su actuación, para que se acercase.
-<< Es algo muy triste>>- le dijo a Sura- << Esa niña no merecía morir así, yo quería que llegase a hacer grandes cosas>>
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Taberna del Mago Tuerto
05/06/17, 04:05 pm
-Gracias Violinista - agradeció Sura a las palabras del dullahan.- Tengo que irme, debo estar con mis compañeros - dijo con la voz hueca.
La naga apenas miró a Mikk cuando pasó a su lado pero antes de irse volvió dirigirse al músico.
-Te equivocas, Violinista - le corrigió.- No merecía morir y punto.
La naga se dirigió a la salida de la taberna, pasó por la puerta y se limpió una solitaria lágrima que caía por su mejilla.
-No, no más lágrimas hasta que te vengue - dijo para sí misma.
La naga se internó en la oscuridad de la ciudad.
Sigue en Ya se verá.
La naga apenas miró a Mikk cuando pasó a su lado pero antes de irse volvió dirigirse al músico.
-Te equivocas, Violinista - le corrigió.- No merecía morir y punto.
La naga se dirigió a la salida de la taberna, pasó por la puerta y se limpió una solitaria lágrima que caía por su mejilla.
-No, no más lágrimas hasta que te vengue - dijo para sí misma.
La naga se internó en la oscuridad de la ciudad.
Sigue en Ya se verá.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Taberna del Mago Tuerto
11/06/17, 02:11 pm
Aquello era una locura. Lo tuvo claro en cuanto puso el pie en aquel local, considerablemente concurrido y cuya clientela se caracterizaba por armar un ruido considerable y cada cual tener un aspecto más amenazante que el anterior según su mirada vagaba de un lado a otro, completamente segura de que se estaba metiendo en la boca del lobo. Pero se trataba de una locura que a aquellas alturas consideraba necesaria. No podía seguir huyendo toda su vida. Ya no era una niña desvalida que no podía hacer otra cosa que sufrir en silencio. Ahora era Irianna, la nebulomante, y pertenecía a Rocavarancolia tanto como toda aquella gente. O así es como debía ser; eso era lo que había tratado de decirse tras su conversación con dama Diurna, pero la lacustre se sentía muy lejos de ser verdaderamente digna de aquellos calificativos. Por ello se había decidido a acudir sola. No le había dicho nada a Kimbra, con quien se hubiera sentido infinitamente más segura. Había oído que en aquella taberna trabajaba un dullahan que tocaba el violín, y aquella tarde iba a dar un concierto que captó su interés. La idrina echaba de menos su propio violín, y realmente al enterarse del evento había pensado inmediatamente en asistir… Aunque tomar la decisión final le costó mucho más que eso.
Sintiéndose totalmente fuera de lugar, Irianna inspiró aire profundamente e hizo todo lo posible por ignorar el nerviosismo, que le provocaba a veces un pequeño temblor delator. Se acercó a una de las pocas mesas sin ocupar, la más cercana a la puerta, y tomó asiento fijando su mirada en el escenario. Cuando el violinista comenzó a tocar, por un momento consiguió olvidarse de dónde se encontraba y disfrutó de la música que le evocaba recuerdos de sí misma practicando con su propio instrumento en su habitación. Cuando tocaba solo para ella y no como un reclamo para causar buena impresión a los clientes de sus padres que acudían personalmente a su casa. Alguna vez había tocado también para Veril, cuando todavía eran amigos, pero aquellos recuerdos ya solo la asqueaban. Decidió apartar el rostro maldito de su mente, escuchando el final de la interpretación, y aplaudió siguiendo al resto de la taberna tras las últimas notas. El dullahan hizo desaparecer su instrumento y se acercó a hablar con un humano y la idrina se preguntó si se estaba tomando un descanso o había llegado justo para oír la última pieza del concierto. <<¿Ahora qué?>> se preguntó, incapaz de levantarse de la silla ya fuera para acercarse a pedir algo con el poco dinero que tenía o para irse… La segunda opción le tentaba, pero sentía que si hacia eso habría reunido el valor de ir hasta allí para nada. Tras eternos segundos en los que la lacustre se mordía el labio inferior con nerviosismo y mantenía una postura rígida en la silla, decidió levantarse al fin y encaminarse hacia la barra con pasos vacilantes.
El camarero no le inspiraba precisamente mucha confianza, ya que tenía cara de pocos amigos y su aspecto resultaba considerablemente amenazador incluso entre la variedad de criaturas que conformaban la clientela del local. Tenía un nudo en el estómago, en la garganta y probablemente en el cerebro y todos ellos la asfixiaron al mismo tiempo al darse cuenta de que no sabía qué pedir.
—Dis… Disculpe… —Llamó la atención del camarero casi sin pensar—. Quisiera… No tengo demasiado dinero, pero no sé qué pedir… Quiero decir, ¿me puede recomendar algo? Uhm… Es preferible si no contiene alcohol.
<<Estúpida, estúpida, estúpida…>>
El trasgo miraba a la idrina con aburrimiento. Una novata perdida y nerviosa. Se disponía, de todas formas, a hacer su trabajo, cuando fue interrumpido por algo que le molestaba bastante más: las carcajadas de uno de sus clientes más detestables.
Cerrill y sus secuaces también estaban allí aquel día. Cerca de la barra, como de costumbre, para poder estar cerca del alcohol y, también como de costumbre, sacando de quicio al trasgo. Su proximidad había hecho que fuesen testigos de la balbuceante forma en la que Irianna se dirigió al camarero, y el guerrero había encontrado un divertimento en la escena.
—¿De dónde sales, niña? ¿Qué hace un pescadito como tú en un sitio como este? —Acompañó sus preguntas mostrando una horrenda sonrisa—. Tengo una idea, siéntate con nosotros y te explicaremos cómo funcionan las cosas aquí. ¿Qué es eso de preferiblemente sin alcohol? El alcohol es el néctar de los dioses. Seguro que te viene bien un poco de esto.
Los tres que se sentaban a su alrededor se rieron a carcajadas mientras su líder continuaba observando fijamente a la bruja.
La estruendosa risa le hizo dar un pequeño bote en el sitio y, sobresaltada, dirigió su mirada hacia a aquel tipo que con cada palabra desprendía no solo un desagradable pestazo a alcohol sino todos los adjetivos negativos que pudieran cruzársele por la cabeza en aquel momento. Las mofas y el agresivo lenguaje corporal del que hacía gala aquel enorme humano, dejaron completamente bloqueada a Irianna, y las carcajadas por parte de los acompañantes del borracho no mejoraron precisamente la situación. El corazón se le iba a salir del pecho de un momento a otro e instintivamente buscó con la mirada alguna cara conocida. Obviamente no había ninguna: ella misma había decidido acudir allí completamente sola. <<Estúpida, estúpida, estúpida…>>
—N-no te he pedido tu opinión —acabó por ser capaz de pronunciar, mostrando claramente su desagrado en sus gestos, cosa que desde luego no hubiera prevenido ni aún si hubiese sido capaz.
La vista se le estaba nublando y de pronto tenía un tapón en los oídos. Las risas que recibió como respuesta inmediata se le antojaban surreales y la taberna se desdibujaba a su alrededor. La situación la estaba sobrepasando y se había empezado a marear.
Sintiéndose totalmente fuera de lugar, Irianna inspiró aire profundamente e hizo todo lo posible por ignorar el nerviosismo, que le provocaba a veces un pequeño temblor delator. Se acercó a una de las pocas mesas sin ocupar, la más cercana a la puerta, y tomó asiento fijando su mirada en el escenario. Cuando el violinista comenzó a tocar, por un momento consiguió olvidarse de dónde se encontraba y disfrutó de la música que le evocaba recuerdos de sí misma practicando con su propio instrumento en su habitación. Cuando tocaba solo para ella y no como un reclamo para causar buena impresión a los clientes de sus padres que acudían personalmente a su casa. Alguna vez había tocado también para Veril, cuando todavía eran amigos, pero aquellos recuerdos ya solo la asqueaban. Decidió apartar el rostro maldito de su mente, escuchando el final de la interpretación, y aplaudió siguiendo al resto de la taberna tras las últimas notas. El dullahan hizo desaparecer su instrumento y se acercó a hablar con un humano y la idrina se preguntó si se estaba tomando un descanso o había llegado justo para oír la última pieza del concierto. <<¿Ahora qué?>> se preguntó, incapaz de levantarse de la silla ya fuera para acercarse a pedir algo con el poco dinero que tenía o para irse… La segunda opción le tentaba, pero sentía que si hacia eso habría reunido el valor de ir hasta allí para nada. Tras eternos segundos en los que la lacustre se mordía el labio inferior con nerviosismo y mantenía una postura rígida en la silla, decidió levantarse al fin y encaminarse hacia la barra con pasos vacilantes.
El camarero no le inspiraba precisamente mucha confianza, ya que tenía cara de pocos amigos y su aspecto resultaba considerablemente amenazador incluso entre la variedad de criaturas que conformaban la clientela del local. Tenía un nudo en el estómago, en la garganta y probablemente en el cerebro y todos ellos la asfixiaron al mismo tiempo al darse cuenta de que no sabía qué pedir.
—Dis… Disculpe… —Llamó la atención del camarero casi sin pensar—. Quisiera… No tengo demasiado dinero, pero no sé qué pedir… Quiero decir, ¿me puede recomendar algo? Uhm… Es preferible si no contiene alcohol.
<<Estúpida, estúpida, estúpida…>>
El trasgo miraba a la idrina con aburrimiento. Una novata perdida y nerviosa. Se disponía, de todas formas, a hacer su trabajo, cuando fue interrumpido por algo que le molestaba bastante más: las carcajadas de uno de sus clientes más detestables.
Cerrill y sus secuaces también estaban allí aquel día. Cerca de la barra, como de costumbre, para poder estar cerca del alcohol y, también como de costumbre, sacando de quicio al trasgo. Su proximidad había hecho que fuesen testigos de la balbuceante forma en la que Irianna se dirigió al camarero, y el guerrero había encontrado un divertimento en la escena.
—¿De dónde sales, niña? ¿Qué hace un pescadito como tú en un sitio como este? —Acompañó sus preguntas mostrando una horrenda sonrisa—. Tengo una idea, siéntate con nosotros y te explicaremos cómo funcionan las cosas aquí. ¿Qué es eso de preferiblemente sin alcohol? El alcohol es el néctar de los dioses. Seguro que te viene bien un poco de esto.
Los tres que se sentaban a su alrededor se rieron a carcajadas mientras su líder continuaba observando fijamente a la bruja.
La estruendosa risa le hizo dar un pequeño bote en el sitio y, sobresaltada, dirigió su mirada hacia a aquel tipo que con cada palabra desprendía no solo un desagradable pestazo a alcohol sino todos los adjetivos negativos que pudieran cruzársele por la cabeza en aquel momento. Las mofas y el agresivo lenguaje corporal del que hacía gala aquel enorme humano, dejaron completamente bloqueada a Irianna, y las carcajadas por parte de los acompañantes del borracho no mejoraron precisamente la situación. El corazón se le iba a salir del pecho de un momento a otro e instintivamente buscó con la mirada alguna cara conocida. Obviamente no había ninguna: ella misma había decidido acudir allí completamente sola. <<Estúpida, estúpida, estúpida…>>
—N-no te he pedido tu opinión —acabó por ser capaz de pronunciar, mostrando claramente su desagrado en sus gestos, cosa que desde luego no hubiera prevenido ni aún si hubiese sido capaz.
La vista se le estaba nublando y de pronto tenía un tapón en los oídos. Las risas que recibió como respuesta inmediata se le antojaban surreales y la taberna se desdibujaba a su alrededor. La situación la estaba sobrepasando y se había empezado a marear.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Taberna del Mago Tuerto
11/06/17, 03:57 pm
Vac estaba sentado en la barra a menos de un metro de la idrina, disfrutando de una buena taza de café caliente mientras esperaba a que el violinista prosiguiera con su concierto. Había ido a la taberna con la intención de relajarse, pues había tenido un día bastante ajetreado, pero en cuanto Cerrill y sus secuaces empezaron a burlarse de la muchacha su burbuja de tranquilidad se resquebrajó. El hado había estado charlando con un conocido hasta hacía apenas unos minutos, por lo que no había prestado demasiado atención a la clientela del local, pero ahora que se fijaba la albina parecía fuera de lugar, lo que sin duda la identificaba como una novata. Ya que en la ciudad no había demasiados idrinos y Wen le había hablado de ella, Vac no tardó demasiado en deducir quien era. Que la nebulomante tuviera que tratar con aquellos impresentables en la que, sin duda, era su primera expedición a la taberna resultaba casi ofensivo.
—La bruja tiene razón, Cerrill, nadie ha pedido tu estúpida opinión —intervino con una sonrisa torcida, comprendiendo que aquella situación amenazaba con superar a la inexperta lacustre—. ¿Llamas a eso que tu y tus amigos estáis bebiendo néctar de los dioses? —inquirió con tono burlón, haciendo girar su taza entre los dedos—. Tiene gracia, la verdad, porque yo no se lo serviría ni a mi peor enemigo. Seguro que a estas alturas os ha agujerado el cerebro, aunque, siendo sincero, dudo mucho que notéis la diferencia... —comentó sin dejar de mirar al guerrero, dándole tiempo para que el insulto echara raíces en su cabeza hueca.
La postura del griego era relajada a pesar de la situación, pero en sus ojos se adivinaba una chispa iracunda, una advertencia de que si seguían con sus payasadas no dudaría en echarles del local a patadas. La clientela a su alrededor había enmudecido poco a poco, intuyendo el enfrentamiento, y Mikk, al notar el incipiente silencio, había dado un par de pasos en su dirección. El hado le detuvo con un leve gesto de la mano y volvió a dirigirse al desastroso grupo de mercenarios.
—¿Por qué no reúnes a tus chuchos y os lleváis vuestra peste a otra parte? —le preguntó al cabecilla con una sonrisa afilada—. El violinista volverá a tocar dentro de poco y no quiero que vuestras desagradables risotadas me estropeen el concierto. —concluyó con tono cortante, apurando su café de un trago por si el grupo decidía continuar con la discusión.
Buscarle las cosquillas a un guerrero sobrio era jugar con fuego, pero Cerrill, al igual que sus compañeros, estaba como una cuba y nunca había destacado por ser demasiado espabilado. Confiaba en que sus diminutos cerebros comprendieran que aquella situación no era ventajosa para ellos, pero si decidían que querían bronca a pesar de todo iban a salir muy mal parados. El pintoresco grupo, por suerte, prefirió dejarlo correr y se alejó de la barra, reduciendo visiblemente la tensión que se respiraba en el ambiente.
—Siento el lamentable espectáculo —se disculpó el hado, volviéndose hacia la nebulomante un tanto avergonzado—. Deja que te invite para compensar el mal trago, ¿de acuerdo? Ponme otro café solo, por favor, y a ella sirvele lo que le apetezca —le pidió al trasgo, animando a la idrina a que preguntara sin miedo con un gesto de cabeza—. Me llamo Vacuum, por cierto, pero todo el mundo me llama Vac. —se presentó con una sonrisa amistosa, ejecutando el símbolo idrino asociado a saludos y presentaciones de forma inconsciente.
—La bruja tiene razón, Cerrill, nadie ha pedido tu estúpida opinión —intervino con una sonrisa torcida, comprendiendo que aquella situación amenazaba con superar a la inexperta lacustre—. ¿Llamas a eso que tu y tus amigos estáis bebiendo néctar de los dioses? —inquirió con tono burlón, haciendo girar su taza entre los dedos—. Tiene gracia, la verdad, porque yo no se lo serviría ni a mi peor enemigo. Seguro que a estas alturas os ha agujerado el cerebro, aunque, siendo sincero, dudo mucho que notéis la diferencia... —comentó sin dejar de mirar al guerrero, dándole tiempo para que el insulto echara raíces en su cabeza hueca.
La postura del griego era relajada a pesar de la situación, pero en sus ojos se adivinaba una chispa iracunda, una advertencia de que si seguían con sus payasadas no dudaría en echarles del local a patadas. La clientela a su alrededor había enmudecido poco a poco, intuyendo el enfrentamiento, y Mikk, al notar el incipiente silencio, había dado un par de pasos en su dirección. El hado le detuvo con un leve gesto de la mano y volvió a dirigirse al desastroso grupo de mercenarios.
—¿Por qué no reúnes a tus chuchos y os lleváis vuestra peste a otra parte? —le preguntó al cabecilla con una sonrisa afilada—. El violinista volverá a tocar dentro de poco y no quiero que vuestras desagradables risotadas me estropeen el concierto. —concluyó con tono cortante, apurando su café de un trago por si el grupo decidía continuar con la discusión.
Buscarle las cosquillas a un guerrero sobrio era jugar con fuego, pero Cerrill, al igual que sus compañeros, estaba como una cuba y nunca había destacado por ser demasiado espabilado. Confiaba en que sus diminutos cerebros comprendieran que aquella situación no era ventajosa para ellos, pero si decidían que querían bronca a pesar de todo iban a salir muy mal parados. El pintoresco grupo, por suerte, prefirió dejarlo correr y se alejó de la barra, reduciendo visiblemente la tensión que se respiraba en el ambiente.
—Siento el lamentable espectáculo —se disculpó el hado, volviéndose hacia la nebulomante un tanto avergonzado—. Deja que te invite para compensar el mal trago, ¿de acuerdo? Ponme otro café solo, por favor, y a ella sirvele lo que le apetezca —le pidió al trasgo, animando a la idrina a que preguntara sin miedo con un gesto de cabeza—. Me llamo Vacuum, por cierto, pero todo el mundo me llama Vac. —se presentó con una sonrisa amistosa, ejecutando el símbolo idrino asociado a saludos y presentaciones de forma inconsciente.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Taberna del Mago Tuerto
11/06/17, 04:03 pm
Cerril desvió inmediatamente la mirada hacia el hado y comenzó observándole con expresión burlona que fue convirtiéndose en desagrado airado mientras escuchaba las mofas que le estaba dedicando.
—Abre bien esas orejas de insecto, payaso... —había comenzado a decir antes de ser interrumpido por sus secuaces.
Uno de ellos le susurró algo al oído y el guerrero enmudeció de pronto. Cuando Vac les instó a irse, la expresión en la cara de Cerril era indescifrable pues su cerebro había sufrido una especie de colapso entre la embriaguez, el cabreo que tenía y el recuerdo de cómo habían acabado la última vez que se habían enfrentado a alguien de aquel grupo.
—Larguémonos de aquí, no tengo ganas de seguir escuchando a este sujeto que no sabría distinguir un buen vaso del mejor licor ni aunque bailase delante de él.
El guerrero no había podido evitar lanzar una última puya antes de irse, aunque Barne detrás de él realizó un gesto rápido con una mano que intentaba ser alguna especie de disculpa mientras todo el grupo se alejaba, tambaleándose.
Había oído al desconocido que la defendió todavía luchando por evitar caerse al suelo de lo mareada que se sentía y mientras el tal Cerril y el otro hombre intercambiaban comentarios ácidos trató de centrarse en mantener la compostura y la verticalidad, apoyándose en uno de los taburetes vacíos de la barra. La palidez que había invadido su rostro se relajó considerablemente cuando vio que el desagradable grupo se alejaba y la idrina se esforzó por sentarse en el taburete sin caerse de él. Antes de dirigirse hacia la persona que la había ayudado, sin evitar volver a palidecer aunque más imperceptiblemente. Si no fuera porque acababa de ayudarla a salir de una situación que de otro modo no sabía cómo habría acabado, y prefería no pensar en mayor profundidad en ello, sin duda no le habría dirigido la palabra a aquel hombre. Era enorme, era intimidante y, bueno, era un hombre, a fin de cuentas. La lacustre se encontró tratando de reprenderse a sí misma por desear que la hubiese ayudado una mujer, y a continuación dándose cuenta de que le estaba hablando. La presentación de Vacuum activó la parte de su cerebro que la imperaba a ser educada incluso en el estado como en el que estaba, y más con alguien que acababa de ayudarla. Le llamó la atención algo en el gesto que había hecho, teniendo la sensación de que le resultaba familiar, pero sería mejor tratar de centrarse en lo más sencillo de todo.
—Yo soy Irianna. —Titubeante, le tendió una mano enguantada juzgando que la situación requería una presentación formal—. Te agradezco mucho tu ayuda… Todavía no me manejo muy bien en esta ciudad, a decir verdad —explicó esbozando una sonrisa nerviosa. Se sentía inmensamente frágil en aquel momento—. Yo uhm… ¿Tienes algún zumo de fruta varmana? —Se dirigió al camarero cuando Vac le ofreció que pidiese algo. Por un momento estuvo a punto de decir que quería lo mismo que él para no complicarse, pero enseguida se dio cuenta de que la cafeína no le iba a ir muy bien en aquel momento—. No es necesario que me invites, de verdad, tengo algunas monedas…
Se pasó una mano por el pelo en un gesto nervioso, insegura sobre qué debería hacer. Su primer pensamiento fue que tal vez lo mejor sería beber a un ritmo relajado pero constante el zumo que el camarero acababa de servirle y excusarse para irse, pero de pronto algo que Vacuum había dicho acudió a su mente y comenzaron a disparársele algunas alarmas. Había tardado en procesarlo porque en ese momento todavía estaba intentando no dejarse llevar por el pánico por causa del tal Cerril, pero…
—¿Cómo sabes que soy una bruja? —Le preguntó de la forma más neutra posible—. No nos conocemos de nada… ¿verdad?
Intentó que su tono sonase más extrañado y curioso que alarmado, pero así era exactamente como se sentía tras haberse dado cuenta de que alguien a quien no había visto nunca tenía información de ella que no podía saber a simple vista: ella no había desplegado su niebla en ningún momento en el interior de la taberna.
—Abre bien esas orejas de insecto, payaso... —había comenzado a decir antes de ser interrumpido por sus secuaces.
Uno de ellos le susurró algo al oído y el guerrero enmudeció de pronto. Cuando Vac les instó a irse, la expresión en la cara de Cerril era indescifrable pues su cerebro había sufrido una especie de colapso entre la embriaguez, el cabreo que tenía y el recuerdo de cómo habían acabado la última vez que se habían enfrentado a alguien de aquel grupo.
—Larguémonos de aquí, no tengo ganas de seguir escuchando a este sujeto que no sabría distinguir un buen vaso del mejor licor ni aunque bailase delante de él.
El guerrero no había podido evitar lanzar una última puya antes de irse, aunque Barne detrás de él realizó un gesto rápido con una mano que intentaba ser alguna especie de disculpa mientras todo el grupo se alejaba, tambaleándose.
Había oído al desconocido que la defendió todavía luchando por evitar caerse al suelo de lo mareada que se sentía y mientras el tal Cerril y el otro hombre intercambiaban comentarios ácidos trató de centrarse en mantener la compostura y la verticalidad, apoyándose en uno de los taburetes vacíos de la barra. La palidez que había invadido su rostro se relajó considerablemente cuando vio que el desagradable grupo se alejaba y la idrina se esforzó por sentarse en el taburete sin caerse de él. Antes de dirigirse hacia la persona que la había ayudado, sin evitar volver a palidecer aunque más imperceptiblemente. Si no fuera porque acababa de ayudarla a salir de una situación que de otro modo no sabía cómo habría acabado, y prefería no pensar en mayor profundidad en ello, sin duda no le habría dirigido la palabra a aquel hombre. Era enorme, era intimidante y, bueno, era un hombre, a fin de cuentas. La lacustre se encontró tratando de reprenderse a sí misma por desear que la hubiese ayudado una mujer, y a continuación dándose cuenta de que le estaba hablando. La presentación de Vacuum activó la parte de su cerebro que la imperaba a ser educada incluso en el estado como en el que estaba, y más con alguien que acababa de ayudarla. Le llamó la atención algo en el gesto que había hecho, teniendo la sensación de que le resultaba familiar, pero sería mejor tratar de centrarse en lo más sencillo de todo.
—Yo soy Irianna. —Titubeante, le tendió una mano enguantada juzgando que la situación requería una presentación formal—. Te agradezco mucho tu ayuda… Todavía no me manejo muy bien en esta ciudad, a decir verdad —explicó esbozando una sonrisa nerviosa. Se sentía inmensamente frágil en aquel momento—. Yo uhm… ¿Tienes algún zumo de fruta varmana? —Se dirigió al camarero cuando Vac le ofreció que pidiese algo. Por un momento estuvo a punto de decir que quería lo mismo que él para no complicarse, pero enseguida se dio cuenta de que la cafeína no le iba a ir muy bien en aquel momento—. No es necesario que me invites, de verdad, tengo algunas monedas…
Se pasó una mano por el pelo en un gesto nervioso, insegura sobre qué debería hacer. Su primer pensamiento fue que tal vez lo mejor sería beber a un ritmo relajado pero constante el zumo que el camarero acababa de servirle y excusarse para irse, pero de pronto algo que Vacuum había dicho acudió a su mente y comenzaron a disparársele algunas alarmas. Había tardado en procesarlo porque en ese momento todavía estaba intentando no dejarse llevar por el pánico por causa del tal Cerril, pero…
—¿Cómo sabes que soy una bruja? —Le preguntó de la forma más neutra posible—. No nos conocemos de nada… ¿verdad?
Intentó que su tono sonase más extrañado y curioso que alarmado, pero así era exactamente como se sentía tras haberse dado cuenta de que alguien a quien no había visto nunca tenía información de ella que no podía saber a simple vista: ella no había desplegado su niebla en ningún momento en el interior de la taberna.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Taberna del Mago Tuerto
11/06/17, 04:12 pm
Vac observó a la muchacha en silencio, percatándose del nerviosismo que le embargaba a pesar de que lo disimulaba muy bien. Se abstuvo de decir nada al respecto, sin embargo, y se limitó a estrechar su mano enguantada cuando se la ofreció para presentarse, dedicándole un apretón firme y cordial.
—No hace falta que me lo agradezcas, enserio, esos tipos son de lo peor y todos hemos sido novatos alguna vez —replicó con una media sonrisa, restándole importancia a su intervención con un gesto de la mano. Mientras la idrina pedía su bebida el hado saboreó su café pensativo, echando un rápido vistazo al grupo de mercenarios que se había alejado para asegurarse de que no pensaban volver—. Déjame invitarte, insisto —comentó cuando volvió a dirigirse a él para declinar su oferta, dejando el total de la cuenta sobre la barra para reafirmar su decisión—. Es mejor que guardes ese dinero para algo importante de verdad. —concluyó, riendo con suavidad.
La nebulomante seguía pareciendo perdida entre tantos veteranos, algo lógico dada su situación, pero por lo que le había contado Wen era una chica bastante dura y competente y al hado se le escapaba que era lo que la inquietaba tanto. Casi pudo intuir sus alarmas cuando le llamó la atención sobre el apelativo que había usado para referirse a ella minutos antes, preguntándole sutilmente si acaso se conocían de algo.
—No, nos conocemos, o no directamente al menos —se apresuró a responder el griego ejecutando el gesto de negación parcial—. He oído hablar de la nueva nebulomante, no obstante, y tampoco es que haya muchos idrinos en la ciudad —aclaró riendo—. ¿Conoces a dama Diurna, verdad? Ella y yo somos buenos amigos y me ha hablado de sus viajes a Krabelin. Te mencionó a ti y también me contó lo útiles que resultaron tus habilidades en las tareas de exploración para cartografiar el terreno —explicó con una sonrisa—. No te había visto nunca por aquí y parecías fuera de lugar, así que ate cabos y me lancé a la piscina. —concluyó, volviendo a reír.
Wen no le había dado muchos mas detalles acerca de la muchacha, pero recordaba la conversación que había mantenido con la vouivre al respecto de su trabajo para el Consejo y le había llamado bastante la atención el poder de la lacustre.
—La verdad es que el tuyo es un dominio interesante, Irianna. Por lo que me han dicho te desenvuelves muy bien con el, ¿pero te ha dado algún problema durante el proceso de aprendizaje? —preguntó, expresando curiosidad con otro gesto de la mano.
—No hace falta que me lo agradezcas, enserio, esos tipos son de lo peor y todos hemos sido novatos alguna vez —replicó con una media sonrisa, restándole importancia a su intervención con un gesto de la mano. Mientras la idrina pedía su bebida el hado saboreó su café pensativo, echando un rápido vistazo al grupo de mercenarios que se había alejado para asegurarse de que no pensaban volver—. Déjame invitarte, insisto —comentó cuando volvió a dirigirse a él para declinar su oferta, dejando el total de la cuenta sobre la barra para reafirmar su decisión—. Es mejor que guardes ese dinero para algo importante de verdad. —concluyó, riendo con suavidad.
La nebulomante seguía pareciendo perdida entre tantos veteranos, algo lógico dada su situación, pero por lo que le había contado Wen era una chica bastante dura y competente y al hado se le escapaba que era lo que la inquietaba tanto. Casi pudo intuir sus alarmas cuando le llamó la atención sobre el apelativo que había usado para referirse a ella minutos antes, preguntándole sutilmente si acaso se conocían de algo.
—No, nos conocemos, o no directamente al menos —se apresuró a responder el griego ejecutando el gesto de negación parcial—. He oído hablar de la nueva nebulomante, no obstante, y tampoco es que haya muchos idrinos en la ciudad —aclaró riendo—. ¿Conoces a dama Diurna, verdad? Ella y yo somos buenos amigos y me ha hablado de sus viajes a Krabelin. Te mencionó a ti y también me contó lo útiles que resultaron tus habilidades en las tareas de exploración para cartografiar el terreno —explicó con una sonrisa—. No te había visto nunca por aquí y parecías fuera de lugar, así que ate cabos y me lancé a la piscina. —concluyó, volviendo a reír.
Wen no le había dado muchos mas detalles acerca de la muchacha, pero recordaba la conversación que había mantenido con la vouivre al respecto de su trabajo para el Consejo y le había llamado bastante la atención el poder de la lacustre.
—La verdad es que el tuyo es un dominio interesante, Irianna. Por lo que me han dicho te desenvuelves muy bien con el, ¿pero te ha dado algún problema durante el proceso de aprendizaje? —preguntó, expresando curiosidad con otro gesto de la mano.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Taberna del Mago Tuerto
11/06/17, 04:15 pm
La explicación la tranquilizó al respecto por completo: que fuese amigo de Dama Diurna hacía que el hecho de que tuviese alguna noción sobre quién era cobraba sentido. <<Ya es casualidad…>> pensó mientras notaba que aquella cierta congoja extra desaparecía. De todas formas, la ciudad era evidente que no estaba muy poblada y aquella clase de coincidencias no parecían fuera de lo común; en la única otra ocasión que se había aventurado en una zona concurrida de Rocavarancolia Kirés se había encontrado con su cosechador. A nadie más que a unos recién llegados como ellos parecía sorprenderles aquello.
—Eso lo explica todo —respondió con una leve sonrisa ante la aclaración—. Dama Diurna fue muy amable con Kimbra y conmigo al permitirnos acompañarla en su expedición, ayudarla con mi dominio era lo menos que podía hacer. Al fin y al cabo Kimbra es su cosechada y les era beneficioso ayudarse mutuamente en Krabelin, pero no tenía por qué haberme aceptado a mí también. —Hizo una pausa para dar un trago a su recién servido zumo, no tardando en decidir que le agradaba su sabor y lo refrescante que resultaba—. Lo cierto es que es un dominio bastante sencillo de manejar de forma básica. —Hizo un leve gesto desestimación ante la suerte de elogio acerca de su supuesta pericia con el control de la niebla—. Lo peor es que en Rocavarancolia no hay mucha niebla. Eso y que tengo que ingeniármelas para buscarle usos prácticos más allá de emplearla como un radar. Todavía estoy investigando formas de hechizarla para aprovechar sus propiedades de diversas formas.
No quería dar más detalles, en parte porque no quería aburrir a su interlocutor y en parte porque quizás no fuese conveniente hablar de aquello con el primer desconocido que se le acercaba. Mantener su atención en una conversación, no obstante, era su mejor baza para mantener a raya la incomodidad en la medida de lo posible y, además, no quería parecer desagradable ante un amigo de dama Diurna.
>>Y, bueno, ¿tú también viniste a escuchar al violinista? Parece que va a volver a tocar pronto, ¿verdad?
En aquel momento el dullahan había vuelto a acercarse al escenario y por lo que había oído decir antes a Vac, el concierto aún no había acabado.
—Eso lo explica todo —respondió con una leve sonrisa ante la aclaración—. Dama Diurna fue muy amable con Kimbra y conmigo al permitirnos acompañarla en su expedición, ayudarla con mi dominio era lo menos que podía hacer. Al fin y al cabo Kimbra es su cosechada y les era beneficioso ayudarse mutuamente en Krabelin, pero no tenía por qué haberme aceptado a mí también. —Hizo una pausa para dar un trago a su recién servido zumo, no tardando en decidir que le agradaba su sabor y lo refrescante que resultaba—. Lo cierto es que es un dominio bastante sencillo de manejar de forma básica. —Hizo un leve gesto desestimación ante la suerte de elogio acerca de su supuesta pericia con el control de la niebla—. Lo peor es que en Rocavarancolia no hay mucha niebla. Eso y que tengo que ingeniármelas para buscarle usos prácticos más allá de emplearla como un radar. Todavía estoy investigando formas de hechizarla para aprovechar sus propiedades de diversas formas.
No quería dar más detalles, en parte porque no quería aburrir a su interlocutor y en parte porque quizás no fuese conveniente hablar de aquello con el primer desconocido que se le acercaba. Mantener su atención en una conversación, no obstante, era su mejor baza para mantener a raya la incomodidad en la medida de lo posible y, además, no quería parecer desagradable ante un amigo de dama Diurna.
>>Y, bueno, ¿tú también viniste a escuchar al violinista? Parece que va a volver a tocar pronto, ¿verdad?
En aquel momento el dullahan había vuelto a acercarse al escenario y por lo que había oído decir antes a Vac, el concierto aún no había acabado.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Taberna del Mago Tuerto
11/06/17, 04:27 pm
Saber que era un amigo de Wen pareció tranquilizar a la idrina y, una vez mas calmada, le habló un poco de las razones por las que se había ofrecido a ayudar a la vouivre. Vac no conocía el nombre de Kimbra, pero lo memorizo asociándolo con la demonio Rakshasa de la que también había oído hablar, preguntándose como se habría tomado la krabeliense el precio que necesitaba para recargar magia. Sabía por experiencia propia que las transformaciones de su tipo resultaban complicadas tanto para el afectado como para sus compañeros más cercanos, pero no vio oportuno sacar el tema a colocación y continuó escuchando a su interlocutora.
—No es que esta ciudad destaque por su variedad climatológica, la verdad, pero al menos tienes una buena excusa para viajar por los distintos mundos vinculados. —señaló en respuesta a su comentario sobre la poca niebla que había en Rocavarancolia. Le habría gustado sugerirle algún uso interesante para su dominio, pero lo cierto era que en aquel momento no se le ocurría nada, así que se limitó a beberse el café en silencio.
El violinista no tardó mucho más en terminar su descanso y, tras intercambiar unas palabras con Mikk, se acercó al escenario con su violín. Antes de que empezara le pidió una jarra de hidromiel al trasgo, escuchando mientras tanto las preguntas de Irianna.
—Lo cierto es que sí, he venido justo a eso —respondió con una sonrisa—. Le conozco desde hace años, de hecho, y a veces toco con él, pero nunca me canso de verle en acción —añadió, aplaudiendo cuando el dullahan se subió a la tarima—. Ahí le tienes, como has dicho, dispuesto a continuar...
—No es que esta ciudad destaque por su variedad climatológica, la verdad, pero al menos tienes una buena excusa para viajar por los distintos mundos vinculados. —señaló en respuesta a su comentario sobre la poca niebla que había en Rocavarancolia. Le habría gustado sugerirle algún uso interesante para su dominio, pero lo cierto era que en aquel momento no se le ocurría nada, así que se limitó a beberse el café en silencio.
El violinista no tardó mucho más en terminar su descanso y, tras intercambiar unas palabras con Mikk, se acercó al escenario con su violín. Antes de que empezara le pidió una jarra de hidromiel al trasgo, escuchando mientras tanto las preguntas de Irianna.
—Lo cierto es que sí, he venido justo a eso —respondió con una sonrisa—. Le conozco desde hace años, de hecho, y a veces toco con él, pero nunca me canso de verle en acción —añadió, aplaudiendo cuando el dullahan se subió a la tarima—. Ahí le tienes, como has dicho, dispuesto a continuar...
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Taberna del Mago Tuerto
11/06/17, 04:30 pm
Asintió con una leve sonrisa ante la afirmación de Vac.
—La verdad es que es algo que me habría gustado hacer independientemente de mi transformación… Y ahora ya puedo ir yo sola o con mis compañeros a los mundos vinculados. Hasta ahora tan solo tuve la oportunidad de estar en Krabelin gracias a Dama Diurna. Aunque no podré visitar la Tierra hasta el próximo Samhein… Por lo que tengo entendido allí no tendría problemas en encontrar niebla cerca del portal.
No creyó oportuno dar más detalles, seguro que su interlocutor estaba perfectamente al tanto de la restricción que había para los nuevos transformados en cuanto al paso por los portales.
Vac le confirmó que también estaba allí para escuchar la música, por lo que no llegó a poder realizar ningún comentario inmediato a su respuesta: el dullahan comenzó a tocar en aquel momento y la idrina no consideró adecuado hablar durante el resto de la actuación. Además era su oportunidad para beber el resto del zumo tranquilamente mientras disfrutaba del sonido del violín. No cabía duda de que el dullahan era un virtuoso con aquel instrumento. El resto del concierto transcurrió sin incidentes y la lacustre consiguió abstraerse lo suficiente como para permitirse olvidar en buena medida dónde se encontraba y pensar demasiado en si aquello había sido una buena idea.
Aplaudió una vez más siguiendo al resto, ahora segura de que sí era el fin de la actuación. Se había levantado del taburete casi sin pensar al deleitarse con la última pieza que sin duda había sido la mejor de todas las que había interpretado aquella tarde. Una vez los aplausos fueron decayendo y todo el mundo volvió a sus conversaciones, la idrina observó los alrededores disimuladamente, preguntándose qué debía hacer. Fijó su mirada en su vaso de zumo prácticamente terminado, pero todavía le faltaban un par de tragos: se había centrado tanto en la música que se había olvidado por completo de beber a partir de cierto punto. Lo primero que pensó fue en terminar rápido la bebida, ya que era muy poca cantidad lo que faltaba, excusarse con su compañía inesperada e irse. Pero, ¿acaso no había decidido ir sola hasta allí para empezar a cambiar aquello? La Irianna de hacía pocos meses no habría ni siquiera llegado hasta la barra y se habría ido tras el primer parón del violinista. No, siendo realistas, aquella Irianna ni siquiera habría sido capaz de acceder al local. Si se rendía tan pronto poco significaría el haber conseguido reunir el valor para llegar hasta allí.
<<Tengo que aguantar un poco más>>. Con ese pensamiento en mente se sentó de nuevo en el taburete. Había conseguido entablar conversación con alguien que le había ayudado y que además era amigo de dama Diurna. En realidad incluso se podía decir que había tenido bastante suerte en ese aspecto… Si obviaba el hecho de que había estado a punto de sufrir un ataque de ansiedad gracias a aquel grupo de borrachos tan desagradable, que por suerte ya no se encontraban a la vista.
—Tu amigo es increíble —le dijo a Vac con una sonrisa amable evitando comerse demasiado la cabeza con la situación—. Antes dijiste que a veces tocabas con él. ¿Por algún casual tú también sabes tocar el violín? Yo lo echo bastante de menos…
Había añadido lo último casi sin pensar pues no solía hablar de sus capacidades sin que le preguntasen a riesgo de sonar presuntuosa, aunque en aquel momento encajaba perfectamente con la situación por lo que no le dio demasiada importancia a haberlo dejado escapar. Dio un sorbo a su bebida. Solo le quedaba un trago más.
—La verdad es que es algo que me habría gustado hacer independientemente de mi transformación… Y ahora ya puedo ir yo sola o con mis compañeros a los mundos vinculados. Hasta ahora tan solo tuve la oportunidad de estar en Krabelin gracias a Dama Diurna. Aunque no podré visitar la Tierra hasta el próximo Samhein… Por lo que tengo entendido allí no tendría problemas en encontrar niebla cerca del portal.
No creyó oportuno dar más detalles, seguro que su interlocutor estaba perfectamente al tanto de la restricción que había para los nuevos transformados en cuanto al paso por los portales.
Vac le confirmó que también estaba allí para escuchar la música, por lo que no llegó a poder realizar ningún comentario inmediato a su respuesta: el dullahan comenzó a tocar en aquel momento y la idrina no consideró adecuado hablar durante el resto de la actuación. Además era su oportunidad para beber el resto del zumo tranquilamente mientras disfrutaba del sonido del violín. No cabía duda de que el dullahan era un virtuoso con aquel instrumento. El resto del concierto transcurrió sin incidentes y la lacustre consiguió abstraerse lo suficiente como para permitirse olvidar en buena medida dónde se encontraba y pensar demasiado en si aquello había sido una buena idea.
Aplaudió una vez más siguiendo al resto, ahora segura de que sí era el fin de la actuación. Se había levantado del taburete casi sin pensar al deleitarse con la última pieza que sin duda había sido la mejor de todas las que había interpretado aquella tarde. Una vez los aplausos fueron decayendo y todo el mundo volvió a sus conversaciones, la idrina observó los alrededores disimuladamente, preguntándose qué debía hacer. Fijó su mirada en su vaso de zumo prácticamente terminado, pero todavía le faltaban un par de tragos: se había centrado tanto en la música que se había olvidado por completo de beber a partir de cierto punto. Lo primero que pensó fue en terminar rápido la bebida, ya que era muy poca cantidad lo que faltaba, excusarse con su compañía inesperada e irse. Pero, ¿acaso no había decidido ir sola hasta allí para empezar a cambiar aquello? La Irianna de hacía pocos meses no habría ni siquiera llegado hasta la barra y se habría ido tras el primer parón del violinista. No, siendo realistas, aquella Irianna ni siquiera habría sido capaz de acceder al local. Si se rendía tan pronto poco significaría el haber conseguido reunir el valor para llegar hasta allí.
<<Tengo que aguantar un poco más>>. Con ese pensamiento en mente se sentó de nuevo en el taburete. Había conseguido entablar conversación con alguien que le había ayudado y que además era amigo de dama Diurna. En realidad incluso se podía decir que había tenido bastante suerte en ese aspecto… Si obviaba el hecho de que había estado a punto de sufrir un ataque de ansiedad gracias a aquel grupo de borrachos tan desagradable, que por suerte ya no se encontraban a la vista.
—Tu amigo es increíble —le dijo a Vac con una sonrisa amable evitando comerse demasiado la cabeza con la situación—. Antes dijiste que a veces tocabas con él. ¿Por algún casual tú también sabes tocar el violín? Yo lo echo bastante de menos…
Había añadido lo último casi sin pensar pues no solía hablar de sus capacidades sin que le preguntasen a riesgo de sonar presuntuosa, aunque en aquel momento encajaba perfectamente con la situación por lo que no le dio demasiada importancia a haberlo dejado escapar. Dio un sorbo a su bebida. Solo le quedaba un trago más.
- Red
Ficha de cosechado
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Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Taberna del Mago Tuerto
11/06/17, 04:38 pm
Vac escuchó a la nebulomante en silencio, asintiendo cuando mencionó que visitar distintos mundos vinculados era una idea que le atraía desde mucho antes de ver la Luna Roja. En cierto modo tenía suerte, porque su dominio le sería muy útil en esas expediciones, pero como ella misma había dicho tendría que esperar un tiempo antes de ir a la Tierra.
—Si, en la región de los Alpes en la que se sitúa el portal se suelen ver bancos de niebla bastante densos. Yo he entrado en alguno y la sensación de estar a punto de perderte resulta muy inquietante. Dudo que tu tuvieras ese problema, de todos modos, a fin de cuentas es tu elemento natural. —comentó con una sonrisa, volteándose hacia el escenario cuando el violinista empezó a tocar.
El griego disfrutó el concierto abstraído, dando sorbos de vez en cuando a su hidromiel mientras su mente viajaba sobre la melodía que el dullahan pintaba en el aire. La música siempre había tenido un efecto de evasión en el hado infernal, pero cuando el violinista tocaba dicho efecto se incrementaba y perdía la noción del tiempo. Era un auténtico virtuoso en la materia y siempre era un deleite escucharle. Cuando la última nota de la pieza final se desvaneció en el aire el griego aplaudió con fuerza, uniéndose a los vitoreos del público y sonriendo al ver a Irianna en pie. Estaba bastante claro que le había gustado el concierto, por lo que se abstuvo de preguntarle al respecto y esperó a que ella hiciera algún comentario para proseguir con la conversación.
—Estoy seguro de que te agradecerá el cumplido si se lo haces llegar a él en persona —le dijo, riendo con suavidad—. Se tocar el violín, sí —reconoció con una media sonrisa, paladeando el último trago de hidromiel y dejando la jarra vacía sobre la barra—. Por tus palabras deduzco que tu también, ¿verdad? Si quieres conseguir un violín para retomar el hábito... bueno, tienes varias opciones. Puedes ahorrar para comprarte uno, pasar por tu antigua casa a recuperar el tuyo si es que aún sigue allí o, si no te importa saltarte las normas, sustraerle uno a alguien que tenga muchos —enumeró con una sonrisa divertida—. En cualquier caso me alegra haber podido ahorrarte unas monedas para la primera opción. —concluyó riendo, ejecutando el gesto de broma amistosa con la mano izquierda.
—Si, en la región de los Alpes en la que se sitúa el portal se suelen ver bancos de niebla bastante densos. Yo he entrado en alguno y la sensación de estar a punto de perderte resulta muy inquietante. Dudo que tu tuvieras ese problema, de todos modos, a fin de cuentas es tu elemento natural. —comentó con una sonrisa, volteándose hacia el escenario cuando el violinista empezó a tocar.
El griego disfrutó el concierto abstraído, dando sorbos de vez en cuando a su hidromiel mientras su mente viajaba sobre la melodía que el dullahan pintaba en el aire. La música siempre había tenido un efecto de evasión en el hado infernal, pero cuando el violinista tocaba dicho efecto se incrementaba y perdía la noción del tiempo. Era un auténtico virtuoso en la materia y siempre era un deleite escucharle. Cuando la última nota de la pieza final se desvaneció en el aire el griego aplaudió con fuerza, uniéndose a los vitoreos del público y sonriendo al ver a Irianna en pie. Estaba bastante claro que le había gustado el concierto, por lo que se abstuvo de preguntarle al respecto y esperó a que ella hiciera algún comentario para proseguir con la conversación.
—Estoy seguro de que te agradecerá el cumplido si se lo haces llegar a él en persona —le dijo, riendo con suavidad—. Se tocar el violín, sí —reconoció con una media sonrisa, paladeando el último trago de hidromiel y dejando la jarra vacía sobre la barra—. Por tus palabras deduzco que tu también, ¿verdad? Si quieres conseguir un violín para retomar el hábito... bueno, tienes varias opciones. Puedes ahorrar para comprarte uno, pasar por tu antigua casa a recuperar el tuyo si es que aún sigue allí o, si no te importa saltarte las normas, sustraerle uno a alguien que tenga muchos —enumeró con una sonrisa divertida—. En cualquier caso me alegra haber podido ahorrarte unas monedas para la primera opción. —concluyó riendo, ejecutando el gesto de broma amistosa con la mano izquierda.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Taberna del Mago Tuerto
11/06/17, 04:48 pm
La descripción sobre el entorno alrededor del portal de la Tierra aumentaron sus ganas de visitar aquel lugar: perderse en la niebla había adquirido un nuevo significado para ella desde que había visto la Luna y, con el paso de los meses, había aumentado el gusto por su dominio. De hecho, tenía planes para acondicionar su cuarto de Serpentaria acorde a su recién adquirida fascinación por la niebla, habiendo empezado a aceptar que no había nada de malo en ello a pesar de que seguramente para muchos sería un extraño sinsentido.
La sugerencia de hacer llegar ella misma el cumplido al dullahan no fue ignorada por la cabeza de Irianna, pero no consiguió hacer ningún comentario al respecto. No se atrevía, pero tampoco sabía qué decir para justificar aquella noción. Era cierto que no lo conocía de nada, pero ese no era un requisito necesario para felicitar a un artista por su obra. Por suerte para ella, Vac cambió enseguida de tema. Otra coincidencia más: él también sabía tocar el violín. Le aconsejó varias posibilidades para poder recuperar aquel hábito que había empezado a echar tanto en falta, pero todas ellas le parecían demasiado lejanas… O impensables. La cláusula que añadió a la opción de recuperar su propio violín suscitó su curiosidad, pero, con el último trago a su zumo, había decidido que ya había tenido suficiente por aquel día. Investigaría en Serpentaría a qué se podría referir Vac.
—Tendré en cuenta lo que me has dicho, aunque creo que por ahora hay otras cosas más urgentes por mucho que me gustaría volver a tocar de vez en cuando al menos.
Había escogido una respuesta para “salir del paso” pues, además de su intención por regresar cuanto antes, no pretendía explicar a un desconocido que era muy reacia a utilizar métodos poco morales para obtener lo que quería y, sobre todo, suscitar alguna pregunta acerca de por qué no quería volver a Idris por el momento.
>>Gracias por todo, Vac, pero debería irme ya. No queda mucho para la hora de cenar —ofreció como explicación escueta. De todos modos no creía necesario mucho más—. Saluda a dama Diurna de mi parte.
Mientras abandonaba el local, con algo menos de congoja con la que entró incluso a pesar de haber empezado con mal pie, pensó para sus adentros que tal vez la próxima vez que viese a la humana podría aceptar al fin su oferta de pasarse por su casa a visitarla y conocer a sus amigos.
Sigue en la Torre Serpentaria.
La sugerencia de hacer llegar ella misma el cumplido al dullahan no fue ignorada por la cabeza de Irianna, pero no consiguió hacer ningún comentario al respecto. No se atrevía, pero tampoco sabía qué decir para justificar aquella noción. Era cierto que no lo conocía de nada, pero ese no era un requisito necesario para felicitar a un artista por su obra. Por suerte para ella, Vac cambió enseguida de tema. Otra coincidencia más: él también sabía tocar el violín. Le aconsejó varias posibilidades para poder recuperar aquel hábito que había empezado a echar tanto en falta, pero todas ellas le parecían demasiado lejanas… O impensables. La cláusula que añadió a la opción de recuperar su propio violín suscitó su curiosidad, pero, con el último trago a su zumo, había decidido que ya había tenido suficiente por aquel día. Investigaría en Serpentaría a qué se podría referir Vac.
—Tendré en cuenta lo que me has dicho, aunque creo que por ahora hay otras cosas más urgentes por mucho que me gustaría volver a tocar de vez en cuando al menos.
Había escogido una respuesta para “salir del paso” pues, además de su intención por regresar cuanto antes, no pretendía explicar a un desconocido que era muy reacia a utilizar métodos poco morales para obtener lo que quería y, sobre todo, suscitar alguna pregunta acerca de por qué no quería volver a Idris por el momento.
>>Gracias por todo, Vac, pero debería irme ya. No queda mucho para la hora de cenar —ofreció como explicación escueta. De todos modos no creía necesario mucho más—. Saluda a dama Diurna de mi parte.
Mientras abandonaba el local, con algo menos de congoja con la que entró incluso a pesar de haber empezado con mal pie, pensó para sus adentros que tal vez la próxima vez que viese a la humana podría aceptar al fin su oferta de pasarse por su casa a visitarla y conocer a sus amigos.
Sigue en la Torre Serpentaria.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Taberna del Mago Tuerto
11/06/17, 05:06 pm
La idrina, bastante diplomática, tuvo en cuenta sus sugerencias para conseguir un violín, aunque el griego dudaba que valorara la última que le había ofrecido. Era normal, sin embargo, aún estaba muy verde y tal vez la ponzoña de la ciudad nunca llegara a infectarla. Poco después la nebulomante le agradeció la conversación y el cable que le había echado con Cerril y se excusó, comentando que no quedaba mucho para la hora de cenar.
—No ha sido nada, de verdad, cualquiera habría hecho lo mismo que yo —le respondió, quitándole importancia a lo sucedido con un gesto de la mano—. Y le daré recuerdos tuyos a Diurna, no te preocupes. Un placer haberte conocido, Irianna. —se despidió, dedicándole una sonrisa amistosa antes de que la bruja abandonara el local.
Vac tenía cosas que hacer antes de que anocheciera del todo, por eso no se quedó mucho más, pero antes de marcharse fue a hablar con el violinista. Le felicitó por la actuación efusivamente y prometió que le invitaría a un trago en cuanto pudiera, encaminándose hacia la puerta cuando otros espectadores se acercaron a hablar con el artista. Había sido una tarde agradable, con buena música, buena bebida y una conversación inesperada, por lo que el hado regresaba a casa satisfecho.
Sigue en alguna parte.
—No ha sido nada, de verdad, cualquiera habría hecho lo mismo que yo —le respondió, quitándole importancia a lo sucedido con un gesto de la mano—. Y le daré recuerdos tuyos a Diurna, no te preocupes. Un placer haberte conocido, Irianna. —se despidió, dedicándole una sonrisa amistosa antes de que la bruja abandonara el local.
Vac tenía cosas que hacer antes de que anocheciera del todo, por eso no se quedó mucho más, pero antes de marcharse fue a hablar con el violinista. Le felicitó por la actuación efusivamente y prometió que le invitaría a un trago en cuanto pudiera, encaminándose hacia la puerta cuando otros espectadores se acercaron a hablar con el artista. Había sido una tarde agradable, con buena música, buena bebida y una conversación inesperada, por lo que el hado regresaba a casa satisfecho.
Sigue en alguna parte.
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