Prisión (Archivo I)

Recuerdo del primer mensaje :

Solo hay oscuridad … nada mas que oscuridad … por todas partes …
De repente despierto, y confundido me incorporo y me siento en el jergón de madera en el que estaba tumbado … miro confuso a mi alrededor …
Estoy en una habitación pequeña y húmeda, el único mobiliario que hay en ella es el camastro en el que estoy sentado, y la escasa luz que proporciona la antorcha de la pared muestra que la habitación no esta en muy buen estado …
Llevo mis auriculares en los oídos, pero no me llega ningún sonido, así que miro el mp4 …
-Sin batería – murmuro algo irritado mientras me lo guardo en el bolsillo - … genial …
De pronto recuerdo algo y miro a mi espalda alterado …
-Menos mal – suspiro aliviado al ver mi guitarra eléctrica en su funda en el otro costado de la cama - …
Alargo la mano y la acerco hacia mí, y de pronto recuerdo lo que paso la noche anterior … el hombre extraño que me dijo que en este sitio estaría mejor, el vendaval de cuervos hechos con suela de zapato y alambre, y la sensación de caer en un profundo sueño …
Me levanto de la cama y me cuelgo la guitarra a la espalda, llevo unos vaqueros oscuros, unas Cónverse negras, una camiseta gris, y una sudadera negra de cremallera con capucha, porque cuando el hombre apareció estaba en la calle …
Me acerco a la puerta de madera con remaches de hierro, y salgo a un pasillo vacío … comienzo a caminar por el piso encharcado hacia las escaleras que se ven al final del corredor, hay habitaciones a ambos lados del pasillo, pero no miro dentro …
Bajo las escaleras y llego a un gran vestíbulo, tan abandonado como el resto del edifico, en el que se abre una puerta de doble hoja que da a la calle …
Me acerco a la entrada y veo una ciudad con zonas en ruinas, parece estar abandonada, aunque se pueden ver señales que hacen pensar que esta abitada … la contemplo algo emocionado ante lo que me espera y me apoyo en la arcada de la puerta, y aunque mis auriculares están mudos, empiezo a cantar en voz baja y clara “The Adventure”, de Angels and Airwaves, tarareando las partes instrumentales  … ensimismado en mis pensamientos …

El comienzo de Wolf and Raven estalla en los auriculares de Cain y lo arrancan de su sueño. Sus ojos estaban pegados por las legañas, ¿Cuánto tiempo había dormido? Se levantó del incómodo camastro con dificultad, sin poder oír el crujir de su columna a causa de la estridente música. Se pasó la lengua por los labios resecos y agrietados y se acercó a un ventanuco enrejado por el que se colaba la luz. Una ciudad en ruinas se mostraba al otro lado...

(Wolf and Raven: https://www.youtube.com/watch?v=pioL1uaGJ4M)

Los pocos rayos de Sol que entraban en la estancia fueron los causantes de mi despertar. Tenía calor,mis labios estaban secos y la ropa se me pegaba al cuerpo. Intenté levantarme, pero apenas tenía fuerzas. Me froto los ojos e intento acostumbrarme a la oscuridad de la habitación.

Despierto en una habitación oscura.Tengo calor. Intento moverme, pero no tengo fuerzas...
<<¿Dónde estoy? ¿Cómo he llegado hasta aquí?>>, pienso, confusa.
Parpadeo varias veces, intentando acostumbrarme a la oscuridad.

Increíblemente, el sonido de la guitarra palpitando en sus oídos le despeja la cabeza y termina de despertarle, sin embargo su cuerpo sigue dolorido y entumecido. Dejó la ventana y se dirigió hacia la puerta de madera podrida, ignorando los cadáveres de algunas ratas que había por el suelo. Trató de abrirla. Atrancada. Se alejó un par de pasos y se la quedó mirando unos segundos... los goznes estaban oxidados... Porvó a darle una patada, pero no cedió, así que embistió contra la puerta, y tras tres intentos al fin se desencajó. Cain recuperó el equilibrio y se las apañó para no caer por la inercia de la embestida. Se vio en medio de un oscuro pasillo, invadido por un desagradable olor a humedad.

Abro los ojos y me los froto varias veces, todavía medio atolondrado por el sueño. Bostezo y me incorporo, sentándome sobre la cama, si es que se le podía llamar así, en la que he estado durmiendo. ¿Desde cuando mi cama es tan incómoda? Miro a mi alrededor y una sensación de terror se apodera de mí. Estoy en una habitación con paredes de piedra, desgastada y vieja; sobre una camilla.
-[Alemán] ¿Dónde narices estoy?-poco a poco voy recordando esa peculiar invitación que me hicieron en mitad de la noche, mientras arreglaba uno de los relojes para papá. <<No puede ser...>>. Trago saliva, si es que me queda algo de saliva después de todo el tiempo que debo de llevar durmiendo... ¿Me habrán drogado?

Me miro de arriba a abajo y compruebo que voy vestido como la noche en la que me invitaron a esa ciudad mágica y maravillosa: unos pantalones de pana cortos con unos tirantes que colgaban del cinturón y una camiseta blanca. Tenía un delantal verde atado al cuello con un bolsillo grande. Meto la mano en él y compruebo que todavía se encuentran en él un puñado de tornillos y lo que parece ser el reloj de pulsera que estaba arreglando. Tras eso me llevo la mano a la cabeza y me toco el pelo. <<¿El pelo?>> Miro alrededor preocupado y pronto encuentro lo que busco, tirado en el suelo bajo la cama. Me agacho y cojo una boina inglesa de color gris con unas gafas de aviador colocadas sobre la visera. Me la pongo y me levanto de la cama.

<<Y ahora, toca salir fuera>> pienso, todavía albergando la esperanza de que se trate tan solo de una pesadilla. Me acerco hasta la puerta y cuando voy a echar mano de ella para abrir, la retiro y doy otro vistazo a la habitación.

Oigo ruido fuera de la habitación. Finalmente decido levantarme del camastro para averiguar que ha producido ese estruendo. Me acerco a la puerta e intento abrirla. Al principio cuesta, ya que no cede, pero tras darle unas cuantas patadas con la poca fuerza que me queda termina por abrirse. Tras la puerta solo hay un pasillo oscuro. Me adentro lentamente en las tinieblas.

Cain camina por el pasillo frotándose el brazo dolorido por los golpes. No oye el ruido de la puerta al abrirse, pero sí ve a la chica que se le acerca de frente. Duda si saludar o no. Técnicamente allí no debería haber nadie. Se muerde el labio. <<Me has engañado...>>

Oigo un ruido fuera de la habitación. Me levanto como puedo del camastro y me acerco a la puerta, no sin antes echar otro vistazo a la habitación. No tiene nada destacable, a sí que intento abrir la puerta, pero esta no cede
-[Alemán] ¿Por qué no te abres, maldita puerta?-grito a la puerta como si fuese una persona.
Doy varias patadas a la puerta, con poca fuerza, pues estoy débil, pero dan resultado: la puerta se abre.
-[Alemán] ¡Por fin!- exclamo mientras salgo al oscuro pasillo. Me adentro en la oscuridad, intentando no chocarme con las paredes...

Abro los ojos lentamente, me aparto el flequillo rubio de la cara y miro curioso el techo gris sobre mí. La curiosidad primaria va dando paso a miedo, nerviosismo que se traduce en un ligero temblor en mis manos, pero respiro profundamente y me tranquilizo, tal y como Padre decía "cuando tengas miedo, respira hondo y analiza la situación". Parpadeo y vuelvo a mirar al techo. <<Lo primero, comprobar que mi cuerpo responda>> Las manos no están heridas, solo cansadas. Bajo las mantas remuevo las piernas y asiento levemente al mover los pies. Muevo despacio la cabeza y sonrío. <<Lo segundo, saber dónde estoy y por qué estoy aquí.>> Así que me levanto muy despacio y sentado en la cama, miro alrededor. Un techo gris, una cama destartalada, una mesa clavada al suelo y una puerta de madera carcomida. No hay ventanas, no entra luz, así que debo haberme despertado por algún ruido. . .

En el pasillo, distingo la silueta de un chico. Me acerco un poco más guiándome por la pared:
-[Alemán] ¿Hola?

Me quedo observando las cortinas y... <<¡Un momento!>>. Me acerco a ellas y tiro hasta arrancarlas, las ato de uno de los extremos y ato los otros a los barrotes de la "ventana". No acabo de entender el por qué de las cortinas, ya que no pegan con los barrotes, pero no me importa. Me meto entre la pared y las cortinas y me apoyo con los pies en las rocas de la pared y la espalda en las telas para poder escalar un poco subiendo el nudo de los barrotes.
Asciendo con cuidado y pronto consigo alcanzar la vara donde las cortinas habían estado colgadas, la hago ceder de los soportes en los que estaba enganchada y cuando consigo soltarla, pego un pequeño salto hasta el suelo.

<<Ahora si puedo salir>> y eso es lo que hago. Avanzo hasta la puerta y salgo al pasillo, con la vara alzada en todo momento. Al ver la oscuridad que reina en el pasillo, el corazón me da un vuelco. Odio esta sensación de no poder ni verme a mí mismo... Poco a poco los ojos se me acostumbran a la oscuridad y percibo lo que parecen las siluetas de unas personas.
-[Alemán] ¿Ho... hola?-pregunto algo nervioso-. ¿Quién hay?

Caín se acerca más a la chica. La ve mover los labios pero no es capaz de distinguir siquiera en qué idioma está hablando.
-[Italiano] Perdona... no puedo entenderte- dice con una voz tal vez un poco demasiado alta

El chico me contesta pero no le entiendo. Voy a contestarle cuando otra silueta se une a nosotros:
-[Alemán] ¿Hola?, ¿Me entiendes?

En el pasillo, oigo las voces de más gente. Me acerco sigilosamente, intentando no llamar la atención. Hacía mucho tiempo que no hablaba con nadie...
<<Venga, Kaila, preséntate. No va a pasarte nada.>>, pienso para tranquilizarme.
Voy a hablar, pero decido quedarme callada. Quiero hablar, presentarme a otra gente, tener amigos por primera vez...pero no me salen las palabras. Respiro hondo. Ojalá mi vida hubiese sido normal. Tal vez no estaría aquí, pero al menos podría comunicarme con normalidad.

Me alegro al oír la voz de una muchacha en alemán.
-Te escucho-digo en respuesta-. ¿Dónde narices estamos?-pregunto por inercia, pasando de las presentaciones. Todo esto con la vara de las cortinas a medio alzar.

Además de la silueta de la que parece proceder la voz, hay otra en el pasillo, al lado de la muchacha. Parece algo distraída y de ella solo destacan unas calaveras blancas en la zona de la cabeza.

Oigo ruidos, parecen voces. Tengo que averiguar el punto 2 cuanto antes. Echo los pies fuera de la cama, me destapo y me levanto. Con algo de sorpresa observo que sigo con la misma ropa del día de mi cumple: el chándal, las deportivas y el abrigo de piel, regalo de Padre. <<Qué raro...>> Incluso sigo con mis mitones negros. <<Perfecto entonces>> Me acerco a la puerta haciendo el menor ruido posible y me coloco a su izquierda, alargo la mano hacia el pomo y lo giro, pero este cae al suelo. La cara que pongo cuando este choca con el frío suelo y provoca ruido, es de puro horror. Espero unos segundos para tranquilizarme y tras respirar profundamente, me coloco frente a la puerta para intentar abrirla. Muy a mi pesar decido embestirla, así que me echo hacia atrás y luego corro hacia esta. Aparezco en el suelo al otro lado, en un amasijo de madera astillada. Me levanto a duras penas y me miro detenidamente, buscando algún arañazo. Tengo uno en el brazo derecho, lado con el que golpeé la puerta. Chasqueo la lengua y miro alrededor. <<Perfecto, no veo nada. Pero si yo no veo, no me verán, a no ser que tengan visión nocturna>> Me echo hacia atrás y busco la pared, luego camino con las manos pegadas siempre a la roca, para no perderme. . .