Plaza del Estandarte

Llego hasta la plaza y me paro en mitad, apoyándome en las rodillas para coger aire. Al alzar la cabeza mis ojos casi se salen de sus órbitas, pues la plaza está llena de varias estatuas casi reales que parecen estar peleando entre ellas, y por un momento había pensado que estaban vivas. Me acerco a una con forma de centauro y paso mi mano por el lomo con expresión de asombro, pues parecía que el escultor se había esmerado mucho. Casi puedo sentir el pelaje del ser que estoy acariciando.

-Es... es...-no encuentro adjetivos para expresarme con claridad en rocavarancolés-... Bonito.

Me acerco a Kaila y me siento al lado, con el palo cogido con fuerza, por miedo a lo que pudiera pasar.

Dirke también se queda asombrado por las estatuas. Se sienta a mi lado.
-Sí, es bonito. Muy bonito-comento.
No sé que decir ni que hacer. Porque, a fin de cuentas, estamos en una plaza con estatuas que simulan librar una batalla. No hay mucho que hacer.
-Y...¿Qué tal vas con el idioma?-pregunto, aunque es una pregunta estúpida. Cada día mejora más y se nota.

Justo cuando voy a responder a Kaila, oigo un extraño ruido sobre nuestras cabezas. No me da tiempo ni a mirar arriba ni a coger el palo antes de sentir un fuerte dolor en el hombro. Suelto un fuerte grito al tiempo que me echo la mano al hombro y consigo observar la figura que se encuentra sobre nuestras cabezas, se parece a un ser humano, pero unos ojos negros que parecen clavarse en nosotros, y unas alas como de insecto. De una de sus garras gotea sangre, la misma de la que se está manchando mi mano en el hombro. Al verla, el gesto de mi cara se transforma en una mezcla de dolor, miedo y asco. Retrocedo rápidamente, alejándome de la estatua, y compruebo que Kaila hace lo mismo. Le dirijo una mirada de puro terror y digo algo que ni yo mismo sé, no soy capaz de vocalizar, aunque juraría que es algo relacionado con el palo que había traído como arma y que ahora descansa bajo la estatua donde está ese bicharraco.

Kaila se acerca y alza una mano, en la que lleva enganchados un puñado talismanes, y pronuncia el hechizo de parálisis señalando al bicho. La observo expectante, soltando algún gruñido de vez en cuando, por el dolor de la herida.

Al principio parece que lo que ha hecho Kaila funciona, pero pronto podemos comprobar que no, que el bicho parece moverse, no a un ritmo normal, sino más bien a lo... "slow motion", pero suficiente como para que nos entren unas fuertes e irracionales ganas de salir corriendo.

Kaila me agarra del brazo sano y tira de mí. Ambos echamos a correr como almas que lleva el diablo, sin girarnos a comprobar si el ser extraño nos sigue o no. Mientras corro, mantengo la mano sobre la herida, tratando de no quejarme, a pesar del dolor y las ganas de llorar que me han entrado de repente. <<Tengo que ser fuerte. Tengo que ser fuerte. Tengo que... >> me repito una y otra vez, mentalmente.

(Sigue en la plaza de los colaespinas)

Cuando me percato de que me he desviado del camino es tarde, miro perplejo , buscado el torreón, y lo diviso a lo lejos, asomando por encima de las casa, pero aun así esta lejos, bastante lejos ... ¿como narices he podido perderme?, por pensar en musarañas moviéndome solo ...
-Mierda - mascullo asestando una patada a una piedra, intentando desahogarme un poco - ... ¿donde estoy? ...
Miro a mi alrededor, percatándome por primera vez de lo que hay a mi alrededor. Estoy en una plaza repleta de estatuas, representan todo tipo de criaturas enzarzadas en una feroz batalla, los rostros de las esculturas reflejan la ira propia de la batalla, y la ausencia de sonidos hace mas perturbadora las escena. Ver una batalla representada con tanto realismo, y faltarle el sonido es algo muy extraño, las esculturas transmiten fielmente el movimiento, y parecen a punto de chocar entre si, como si le hubieran dado al pause en un mando, parando la película. Me acerco a un caballo con dientes serrados, no tiene jinete y esta esquelético, un cuerno retorcido en un ángulo imposible le sale de entre los ojos, y una lengua anormalmente larga le sale de la boca. Acaba de morder a un soldado que tiene delante, los dedos del soldado están entre los dientes de la criatura, y sin pensar alargo la mano para agarrar uno, lo observo con detenimiento y palidezco al ver el hueso astillado salir de la carne pétrea, se ven claramente los jirones de carne convertidos en piedra. Suelto el dedo que cae con un repiqueteo, miro a mi alrededor alucinado, no es un montón de estatuas, es una batalla convertida en piedra, por magia seguramente ... no debería asombrarme visto lo visto, pero aun así me parece horrible. Sacudo la cabeza y me quedo inmóvil unos minutos, tratando de calmarme ... niego con la cabeza y empiezo a andar para salir de allí cuanto antes ...

Antes de que de dos pasos una voz resuena en mi cabeza, miro a mi alrededor confundido. Sobre un gigante petrificado veo una extraña figura de aspecto humanoide, tiene alas de insecto y su piel es azulada y esta esquelético, tiene un hocico largo repleto de dientes afilados, cubiertos de una sustancia purpura que parece sangre, sangre de la criatura que tiene entre las zarpas ... se relame con la lengua y suelta el cadáver de lo que parece un dragón pálido del tamaño de un perro. Alza el vuelo y se dirige hacia mi, me tenso, preparado para cualquier cosa, pero se posa sobre el caballo, se inclina y me observa, le sostengo la mirada sin parpadear y la voz resuena de nuevo en mi cabeza ... así que es esta criatura, si es un ser racional no creo que tenga que pelear con el, a no ser que quiera atacarme de algún modo, sus palabras y su lenguaje corporal no dan la impresión de ser agresivos, miro al ser entornando los ojos ...
-¿Estaba rico? - pregunto de repente, dándome cuenta de la estupidez que he dicho me retracto en mis palabras - ... quiero decir, soy Vacuum, encantado - le saludo, la situación es absurda, pero que no lo es en esta ciudad - ...
Le miro atento, cavilando sus palabras, habla como si hubiera estado en esta batalla, le miro perplejo, ¿hace cuanto fue? ... ¿y porque no se ha convertido en piedra también? ...
-¿Quieres decir que estuviste en esta batalla? - le pregunto con curiosidad - ... ¿presenciaste el hechizo que los convirtió en piedra? - pregunto - ... ¿como es que tu no eres una estatua? ...

La criatura me responde de forma ambigua en mi cabeza, sus comentarios son vagos y no aclaran nada, se empieza a acercar, y antes de que me de cuanta atrapa mis mejillas entre sus manos, dice algo de mis ojos con cara de fascinación y de pronto me alza, agarrándome por la cabeza. Pataleo en el aire, agarrándome con las manos a sus muñecas, para que no me parta el cuello. Me gira la cabeza de un lado a otro, imitando el movimiento, esta como una puta cabra ... saca la lengua y lame mis ojos, mi estómago se revuelve al sentir su lengua en mis globos oculares, se me pone la carne de gallina por el contacto. Se percibe un brillo en el fondo de sus ojos vacíos y oigo su voz en mi cabeza, ¿un amiguito? ... ¿Ewa?. Sus dedos me aprietan la cabeza con fuerza, y un dolor punzante debido a la presión me sacude el cráneo, de pronto me suelta y caigo a plomo, mareado. Me pongo en pie tambaleante y apoyándome en una escultura vomito a sus pies, no sale nada, solo bilis amarga que me deja un mal sabor de boca, el último comentario de la criatura resuena en mi cabeza, dice que debo llegar a la Luna, ¿para extender mis alas? ...
-¿Quieres decir que seré como tu? - pregunto mirándole fijamente, limpiándome los labios con el dorso de la mano - ... ¿quién es Ewa?, ¿qué eres tu? ... mierda - mascullo apoyándome en la escultura - ... yo no quiero ser como tu - suspiro, parecía una broma, pero si era lo que me tocaba lo asumiría, aunque tenía pinta de estar como una cabra ... ¿me volvería yo tarumba? - ...

Su carcajada chirriante me taladra los oídos, su voz resuena en mi cabeza y no me hacen ninguna gracia sus palabras, no presagian nada bueno, me provocan escalofríos. Sus palabras calan hondo en mi cabeza, ¿un hado infernal?, ¿insecto de las tinieblas? ... no, mierda, le miro fijamente y sus últimas palabras me hace reaccionar, estoy seguro de que lo hará, esta como una puta cabra ...
-No, no saldrá mas - digo echando a correr sin mirar atrás - ...
Mis pies golpean el suelo con fuerza, sin detenerme, sin apartar la mirada del frente, por mi cabeza vuelan miles de pensamientos, se cruzan y se mezclan entre si, la criatura, Ewa, su aspecto, su anuncio, seré un hado infernal, seré una criatura muy rara, y también estaré como una puta cabra, mierda ... ¿me arrancaran los ojos?, ni en sueños, y una mierda ... nadie me quitara los ojos, y no quiero una madre, no quiero que Ewa sea mi madre, yo ya tengo madre, tenía, ahora esta muerta, pero eso no cambia las cosas, no quiero otra madre, sea del tipo que sea ...
-No, no tendre una madre - mascullo con los ojos húmedos - ... mierda, eres un jodido estúpido, todo te pasa a ti, por inútil ... un puto hado infernal, como te me acerques de nuevo te parto las alas - balbuceo por decir algo, las lágrimas surcan mi rostro mientras corro y corro, sin dirección fija, alejándome de la plaza y del que ¿sera mi hermano? - ...

Continúa en el Torreón Letargo.

Yip llega corriendo a la plaza, mientras los últimos vestigios de lo que era sus sistema circulatorio se evaporan, siendo seguidos por su musculatura, daba un espectáculo dantesco, un esqueleto con trozos de músculo y trozos de órganos en su interior

-¡Que acabe esta pesadilla!-Grita Yip, pues dado que no le duele, es imposible que sea otra cosa, después, sigue corriendo, debería estar sudando pero la falta de glándulas se lo impide, y siente el cansancio, pero no resuella, es como si le faltase el trozo superior de los pulmones. Finalmente, se tropieza y se encalla la rótula, pues ya no había nada que la cubriese, en un saliente de una pared mientras doblaba la esquina, con agitación en su no-respiración, observa aterrado como termina de irse cualquier tejido muscular que tuviese, y como el hueso daba paso a unos hilos, que se entretejían en cuerdas de movimiento continuo a las que les daban espasmos, transformandose momentaneamente en otras cosas como cubiertas de escamas, piel blanca, su piel anterior... no, su piel anterior no era tan oscura ¿o sí?

-¿Qué soy? mejor dicho ¿Quién soy?

Algo dentro de él, como un eco, susurraba una sílaba, algo parecido a un nombre, pero era demasiado raro, no podía ser un nombre, los nombres no solían ser tan cortos, en cambio Samuel le gustaba ¿su nombre era Samuel? no, él no era Samuel Viñas ¿Se llamaba Elliot? le sonaba ese nombre, pero no recordaba de qué ¿O se llamaba Vacuum?¿Helli acaso? todos esos nombres le sonaban, pero no sabía cual era el suyo. Destellos de lo que creía que era su pasado se le asomaban a la mente, pero no más de unos segundos antes de esfumarse para no volver.

La transformación se completó, el nuevo ser se miró las manos, compuestas de nudos, cuerdas e hilos en movimiento constante. Una serie de imágenes le cruzaron la mente y cuando volvió a mirarse las manos, las vio cubiertas de pelo, las piernas, llenas de escamas que iban cambiando de color, y notaba como si la boca se estuviese saliendo de su mandibula hasta formar un pico. Al ver esto, se sorprendió, pues era una mezcla de las imagenes que habían surcado por su mente. Probando, miró a uno de los humanos petrificados y vio como se empezaba a transformar, primero los huesos, luego los músculos, y luego... nada más, los músculos y los huesos se volvieron a evaporar, y el cambiante intentó concentrarse para recuperarlos, pero mientras creaba la mano, perdía la pierna, y mientras hacía la cabeza, perdía el brazo, por lo que exasperado se sentó en un banco con las nudosas manos en la cara.