Biblioteca Mágica
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Rocavarancolia Rol
49 participantes
- Rocavarancolia Rol
Biblioteca Mágica
02/08/11, 04:22 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Edificio de mármol gris de tamaño medio visto desde el exterior, pero que en realidad cuenta con una gran cantidad de espacio en el interior debido a un hechizo. Dos grandes portones de madera permiten el acceso al interior.
El suelo es de madera, y lo único que se ve nada más entrar son hileras e hileras de estanterías con algunas mesas y sillas repartidas por los pasillos. La cantidad de estanterías es incomensurable y todavía más los libros y manuscritos de todo tipo que contienen. Se puede acceder a un segundo piso desde escaleras a ambos lados repartidas en varios puntos de la gigantesca sala principal, donde se repite el mismo entramado de estanterías y mesas.
Entre los estantes de apariencia normal y corriente destacan algunos ejemplares peculiares como libros voladores o libros enjaulados que parecen tener vida propia que se encuentran repartidos de forma aleatoria por el edificio.
La Biblioteca cuenta con una gran cantidad de hechizos anclados sobre ella que la hacen un lugar bien protegido, tanto de ataques desde el exterior como desde el interior. Aunque no solo cuenta con hechizos de seguridad. Uno de los artificios mágicos más destacables son los hechizos ilusorios y barreras que impiden el paso a los cosechados más allá de los primeros pasillos. Los cosechados tienen la sensación de que avanzar por toda la biblioteca, pero en realidad solo pueden moverse por una sección muy limitada de esta. Casi todos los grimorios sobre hechizos y runas, así como ejemplares sobre alquimia y bestiarios de transformaciones han sido movidos a la nueva biblioteca especializada: la Torre Doce. Quedan algunos grimorios básicos a los que tienen acceso los cosechados y la mayoría se encuentran en idiomas incomprensibles, aunque algunos cuentan con notas de traducción y hay algunos diccionarios.
El bibliotecario es Biblios, un espíritu ligado al edificio que conoce bien todas las secciones de la biblioteca y buena parte de los contenidos de los libros de las mismas. Suele aparecer para ayudar a los cosechados brevemente, y a los transformados si le llaman... Aunque no siempre.
NOTA: A disposición de los transformados hay amuletos logománticos variados que se pueden tomar prestados para leer dentro de la biblioteca. Nunca se pueden sacar de esta, pero se pueden traer materiales del exterior para leer aquí usándolos.
El suelo es de madera, y lo único que se ve nada más entrar son hileras e hileras de estanterías con algunas mesas y sillas repartidas por los pasillos. La cantidad de estanterías es incomensurable y todavía más los libros y manuscritos de todo tipo que contienen. Se puede acceder a un segundo piso desde escaleras a ambos lados repartidas en varios puntos de la gigantesca sala principal, donde se repite el mismo entramado de estanterías y mesas.
Entre los estantes de apariencia normal y corriente destacan algunos ejemplares peculiares como libros voladores o libros enjaulados que parecen tener vida propia que se encuentran repartidos de forma aleatoria por el edificio.
La Biblioteca cuenta con una gran cantidad de hechizos anclados sobre ella que la hacen un lugar bien protegido, tanto de ataques desde el exterior como desde el interior. Aunque no solo cuenta con hechizos de seguridad. Uno de los artificios mágicos más destacables son los hechizos ilusorios y barreras que impiden el paso a los cosechados más allá de los primeros pasillos. Los cosechados tienen la sensación de que avanzar por toda la biblioteca, pero en realidad solo pueden moverse por una sección muy limitada de esta. Casi todos los grimorios sobre hechizos y runas, así como ejemplares sobre alquimia y bestiarios de transformaciones han sido movidos a la nueva biblioteca especializada: la Torre Doce. Quedan algunos grimorios básicos a los que tienen acceso los cosechados y la mayoría se encuentran en idiomas incomprensibles, aunque algunos cuentan con notas de traducción y hay algunos diccionarios.
El bibliotecario es Biblios, un espíritu ligado al edificio que conoce bien todas las secciones de la biblioteca y buena parte de los contenidos de los libros de las mismas. Suele aparecer para ayudar a los cosechados brevemente, y a los transformados si le llaman... Aunque no siempre.
- Cómo se creó la Biblioteca Mágica:
- El proyecto inicial de construcción de la Biblioteca Mágica fue llevado a cabo por el Consejo tras la finalización del conflicto del regreso de Hárex y Hurza. Se recopilaron una enorme cantidad de libros y manuscritos a lo largo de los años con la colaboración de una buena parte de los ciudadanos y decenas de magos ayudaron en la elaboración del entramado de hechizos anclados que contiene el edificio. Uno de estos magos, Littero Ara, que se involucró tanto en el proceso como para perder la vida tras invocar a Bilbios y anclarlo a la biblioteca, culminó el proyecto con lo que es hoy en día. El catálogo de la Biblioteca siguió y sigue aumentando año tras año.
NOTA: A disposición de los transformados hay amuletos logománticos variados que se pueden tomar prestados para leer dentro de la biblioteca. Nunca se pueden sacar de esta, pero se pueden traer materiales del exterior para leer aquí usándolos.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Re: Biblioteca Mágica
18/05/20, 05:17 pm
Biblios no tardó en volver con los libros que había pedido Virgo y Wen los metió en la bolsa junto a los que la propia Virgo había cogido de las estanterías.
-Será un placer poder comentar impresiones y agradeceré recomendaciones por tu parte -respondió de forma educada Virgo mientras dama Diurna fruncía el ceño mirando la montaña de confeti como si le hubiera ofendido personalmente.
-Espero que no o significaría que no planeas, al menos, venir a la inauguración de las termas. También espero que nos volvamos a ver antes de eso, ya que quedan tantos meses. Pero teniendo en cuenta lo ocupadas que parecemos las dos, creo que me conformo con poner mis esperanzas en ese día -bromeó la vouivre.
No intercambiaron muchas más palabras ya que, como había dicho, estaban muy ocupadas, y pronto se despidieron.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Re: Biblioteca Mágica
19/08/20, 12:08 pm
Fleur asintió a las palabras de Pefka al tiempo que degustaba lo que les había preparado, que por cierto estaba muy bueno. Entendía los sentimientos encontrados del krabeliense al respecto y en cierta forma los compartía, intentaba no pensar demasiado en la magia pero cuanto más se esforzaba en no hacerlo más acababa derivando en ella y así seguía retroalimentándose continuamente. Imaginaba que para él debía ser peor, que supiera la francesa aún no había podido realizar su primer hechizo y no dejaba de preguntarse por qué. No tenía que ver con cómo se comportaba cada uno al parecer, ya que Setenta y Siete poseía el don como muchos. ¿Entonces, por qué? >>¿Por qué permitir siempre que la oscuridad tuviera las mismas posibilidades?<< No era cosa de ahora tampoco, desde los albores de los tiempos parecía existir un equilibrio que para ella era frustrante. Tampoco creía que el hijo de lunas hubiera hecho nada ofensivo a su luna Kepryna, aunque para ella por supuesto quién lo decidía era Él, y no ningún astro.
Poco a poco el grupo se fue congregando allí con una mezcla de ilusión y nervios. Fleur los saludó a todos y le apretó las manos a Maila de regreso cuando esta le tocó los hombros. Sería su segunda salida juntas. La chica no abrió la boca hasta que se preparon para partir.
Pronto descubrió con emoción que en aquella excursión les acompañaría por primera vez tanto Iemai, como Kiki. Fleur intentaría mantenerse cerca de ellas en todo momento para hacerles compañía silenciosa, al menos hasta que llegaron a la cicatriz. Aunque no debía pillarle completamente por sorpresa gracias a la información de los macieleros verlo en persona era distinto. Que ella recordara no tenía miedo a las alturas para asombrarse tanto, aunque la verdad es que nunca se había puesto a prueba ni en Francia ni Hawaii.
—Oh, Dios —murmuraría cruzando a paso lento por aquellos puentes colgantes que al menos parecían estables. La joven no se tomaría su tiempo para contemplar la enorme deformación de la tierra, la verdad es que le daba mala espina. Cuando pisó tierra firme de nuevo se persignó con rapidez.
La Biblioteca Mágica en cambio creó una sensación opuesta. Aunque cansada por el trayecto y aún alerta apretó el paso cuando en su campo de visión entró aquel edificio gris de mármol. Lo que más le llamaba la atención desde fuera al menos era sus dos grandes portones y el contraste con la ruinosa ciudad. Estaba cuidado y quería pensar que era buena señal.
—Es... impresionante —nerviosa como estaba, no recordaba cuál de sus compañeros decidió entrar primero, ni tampoco le prestó atención cuando vio el interior. Cientos de estanterías se presentaban ante ellos, algunos libros incluso flotando o enjaulados. Y el lugar era mucho mayor por dentro de lo que parecía por fuera. >>Magia...<<— debe ser aquí... ¡sí! —luego bajó la voz un poco avergonzada, observando que también había sillas y mesas— ¿...y ahora qué? —aún seguía impresionada para pensar con claridad.
Poco a poco el grupo se fue congregando allí con una mezcla de ilusión y nervios. Fleur los saludó a todos y le apretó las manos a Maila de regreso cuando esta le tocó los hombros. Sería su segunda salida juntas. La chica no abrió la boca hasta que se preparon para partir.
—
Pronto descubrió con emoción que en aquella excursión les acompañaría por primera vez tanto Iemai, como Kiki. Fleur intentaría mantenerse cerca de ellas en todo momento para hacerles compañía silenciosa, al menos hasta que llegaron a la cicatriz. Aunque no debía pillarle completamente por sorpresa gracias a la información de los macieleros verlo en persona era distinto. Que ella recordara no tenía miedo a las alturas para asombrarse tanto, aunque la verdad es que nunca se había puesto a prueba ni en Francia ni Hawaii.
—Oh, Dios —murmuraría cruzando a paso lento por aquellos puentes colgantes que al menos parecían estables. La joven no se tomaría su tiempo para contemplar la enorme deformación de la tierra, la verdad es que le daba mala espina. Cuando pisó tierra firme de nuevo se persignó con rapidez.
La Biblioteca Mágica en cambio creó una sensación opuesta. Aunque cansada por el trayecto y aún alerta apretó el paso cuando en su campo de visión entró aquel edificio gris de mármol. Lo que más le llamaba la atención desde fuera al menos era sus dos grandes portones y el contraste con la ruinosa ciudad. Estaba cuidado y quería pensar que era buena señal.
—Es... impresionante —nerviosa como estaba, no recordaba cuál de sus compañeros decidió entrar primero, ni tampoco le prestó atención cuando vio el interior. Cientos de estanterías se presentaban ante ellos, algunos libros incluso flotando o enjaulados. Y el lugar era mucho mayor por dentro de lo que parecía por fuera. >>Magia...<<— debe ser aquí... ¡sí! —luego bajó la voz un poco avergonzada, observando que también había sillas y mesas— ¿...y ahora qué? —aún seguía impresionada para pensar con claridad.
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mental
Re: Biblioteca Mágica
19/08/20, 12:57 pm
La hawaiana no creía que la luna de Pefka tuviera algo que ver con la magia o la ciudad en general, todos estaban muy lejos de casa y no creía que una luna pudiera influir en algo. <<Además, ni que se viera alguna en este cielo, o cualquier cosa>>. Pensó la chica, aunque no lo diría por respeto a su cultura.
Maila saludó a Kiki incapaz de contener una sonrisa ante su entusiasmo. La opción de hacer magia les había cambiado el ánimo a la mayoría, y solo podría ir a mejor si volvían sanos y salvos al torreón y con unos cuantos libros. Al fin el grupo salió y la hawaiana estuvo todo el camino prestando atención a las esquinas y calles como siempre, pero con la diferencia de que esta vez temía la aparición del reptil viniendo hacia ellos. Cuando llegaron a esa grieta gigante en medio de la ciudad Maila abrió los ojos como platos, visiblemente sorprendida. Sobretodo por la multitud de huesos que se encontraban abajo. <<¿Acaso es esto una fosa común?>>. Se dijo mientras cruzaba el puente con algo de miedo pero con relativa facilidad. <<He surfeado olas peores>>. Pensó con una sonrisa al ver a Fleur persignarse al llegar al otro lado.
La biblioteca era un edificio de mármol con dos grandes puertas de madera. El interior contenía innumerables pasillos, todos repletos de estanterías con libros. Y se veía más grande por dentro que lo que le había parecido el exterior.
-Ahora a llevarnos todo lo que podamos.- Le contestó a la francesa casi murmurando para sí misma, mientras se encaminaba al libro que tenía más cerca. Estaba ilusionada por llevarse cosas útiles, pero nunca le habían gustado los sitios tan vacíos y le aterraba la idea de que Setenta y Siete estuviera por algunos de esos pasillos buscando más hechizos con los que esclavizar.
Maila saludó a Kiki incapaz de contener una sonrisa ante su entusiasmo. La opción de hacer magia les había cambiado el ánimo a la mayoría, y solo podría ir a mejor si volvían sanos y salvos al torreón y con unos cuantos libros. Al fin el grupo salió y la hawaiana estuvo todo el camino prestando atención a las esquinas y calles como siempre, pero con la diferencia de que esta vez temía la aparición del reptil viniendo hacia ellos. Cuando llegaron a esa grieta gigante en medio de la ciudad Maila abrió los ojos como platos, visiblemente sorprendida. Sobretodo por la multitud de huesos que se encontraban abajo. <<¿Acaso es esto una fosa común?>>. Se dijo mientras cruzaba el puente con algo de miedo pero con relativa facilidad. <<He surfeado olas peores>>. Pensó con una sonrisa al ver a Fleur persignarse al llegar al otro lado.
La biblioteca era un edificio de mármol con dos grandes puertas de madera. El interior contenía innumerables pasillos, todos repletos de estanterías con libros. Y se veía más grande por dentro que lo que le había parecido el exterior.
-Ahora a llevarnos todo lo que podamos.- Le contestó a la francesa casi murmurando para sí misma, mientras se encaminaba al libro que tenía más cerca. Estaba ilusionada por llevarse cosas útiles, pero nunca le habían gustado los sitios tan vacíos y le aterraba la idea de que Setenta y Siete estuviera por algunos de esos pasillos buscando más hechizos con los que esclavizar.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Biblioteca Mágica
19/08/20, 06:01 pm
Tras una conversación amena durante el desayuno y una Kiki sorprendentemente contenta y aventurera, decidieron salir todos excepto Sarah, que parecía a gusto con quedarse sola. Ulmara no hablaba mucho con ella desde que se abortaron sus entrenamientos antes de dormir, pero confiaba en que dentro del torreón no le pasara nada. También le alegró que Iemai se hubiera decidido a salir, la verdad, sentía que era un paso en la dirección correcta.
El paseo fue entretenido, por llamarlo de alguna forma. Eran muchos y aun así no les pasó nada relevante, por lo que el ambiente resultó bastante distendido hasta que llegaron a una gigantesca brecha en el suelo, cubierta de huesos de tantos tamaños y formas que escudriñarla le resultó descorazonador. <<Esta debe de ser la Cicatriz que vimos en sus mapas de Maciel>>. En Rocavarancolia moría mucha gente y veía a pocos lejanos, sentía que casi todas las señales apuntaban a la imposibilidad de dar el paso.
Irónicamente, en ese mismo instante, a la vez que ella daba todos los necesarios para cruzar, Nery’s se negaba. Ante su miedo irracional a las alturas, la cercana respondió tajante: “O cruzas o te quedas solo y sin libros”, parecía una amenaza, pero no era más que una forma con poco tacto de llamar a la valentía del frivy. Si Nery’s se lo pedía, sin embargo, no tendría problemas en dar la vuelta y acompañarlo de nuevo sobre aquel puente.
Por suerte, terminó cruzando y todos ellos llegaron a la ansiada biblioteca. Por fuera ya era un edificio imponente para la cercana, no se parecía a nada que se pudiera ver en un pueblo de la Cercanía y le hacía pensar en ciudades que conocía y en Islasanta. Sin embargo, todo lo imponente que era por fuera, se quedaba corto nada más entrar. Ulmara abrió uno de los portones y quedó boquiabierta al descubrir que, por dentro, era gigantesca en comparación. Todo el espacio que vislumbraba no podía caber dentro del edificio que habían visto, pero allí estaban. Por primera vez se encontraba cara a cara con algo de magia que encendía su fascinación. <<Aramara, esto es increíble>>.
—Deberíamos preguntar por el bibliotecario —les dijo a sus compañeros, tras la pregunta de Fleur—. Pero no sé dónde.
Mientras otros miraban libros aleatorios, ella se adelantó para echar un vistazo cauteloso a los pasillos más cercanos, para asegurarse de que no tenían compañía indeseada.
El paseo fue entretenido, por llamarlo de alguna forma. Eran muchos y aun así no les pasó nada relevante, por lo que el ambiente resultó bastante distendido hasta que llegaron a una gigantesca brecha en el suelo, cubierta de huesos de tantos tamaños y formas que escudriñarla le resultó descorazonador. <<Esta debe de ser la Cicatriz que vimos en sus mapas de Maciel>>. En Rocavarancolia moría mucha gente y veía a pocos lejanos, sentía que casi todas las señales apuntaban a la imposibilidad de dar el paso.
Irónicamente, en ese mismo instante, a la vez que ella daba todos los necesarios para cruzar, Nery’s se negaba. Ante su miedo irracional a las alturas, la cercana respondió tajante: “O cruzas o te quedas solo y sin libros”, parecía una amenaza, pero no era más que una forma con poco tacto de llamar a la valentía del frivy. Si Nery’s se lo pedía, sin embargo, no tendría problemas en dar la vuelta y acompañarlo de nuevo sobre aquel puente.
Por suerte, terminó cruzando y todos ellos llegaron a la ansiada biblioteca. Por fuera ya era un edificio imponente para la cercana, no se parecía a nada que se pudiera ver en un pueblo de la Cercanía y le hacía pensar en ciudades que conocía y en Islasanta. Sin embargo, todo lo imponente que era por fuera, se quedaba corto nada más entrar. Ulmara abrió uno de los portones y quedó boquiabierta al descubrir que, por dentro, era gigantesca en comparación. Todo el espacio que vislumbraba no podía caber dentro del edificio que habían visto, pero allí estaban. Por primera vez se encontraba cara a cara con algo de magia que encendía su fascinación. <<Aramara, esto es increíble>>.
—Deberíamos preguntar por el bibliotecario —les dijo a sus compañeros, tras la pregunta de Fleur—. Pero no sé dónde.
Mientras otros miraban libros aleatorios, ella se adelantó para echar un vistazo cauteloso a los pasillos más cercanos, para asegurarse de que no tenían compañía indeseada.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Biblioteca Mágica
20/08/20, 02:06 pm
Nadie quería perderse la salida a la biblioteca, hasta el punto de que incluso Kiki abandonó el torreón. Iemai sabía los reparos de la chica por salir, diferentes de los suyos propios, y se alegraba de que poco a poco todos le fuesen perdiendo el miedo a arriesgarse en el exterior. Era paradójico, pero si les ganaba la cobardía también podrían ponerse en riesgo, por motivos muy diferentes que salir sin pensar en las consecuencias.
La cercana fue ojo avizor durante todo el camino, sugiriendo las rutas que le parecían menos sospechosas. Más allá de donde se veía desde el tejado del torreón no podía decir demasiado del territorio, pero aun así participó en la conversación cada vez que elegían por dónde continuar. Las instrucciones de los chicos de Maciel estaban resultando bastante útiles, especialmente a la hora de ahorrarles algunas sorpresas.
Cuando dieron con el río de huesos que les habían indicado, este les devolvió la mirada con cientos de cuencas vacías. Saber que aquello existía no lo había hecho menos imponente, y aquello se notaba en las reacciones de algunos. Al igual que Ulmara, Iemai no tendría demasiado tacto con el problema de Nery’s, sugiriéndole volver al torreón si no se veía capaz de cruzar, aunque sin malicia. Los puentes no eran tan endebles como para que diese miedo cruzarlos, lo peor era mirar hacia abajo, a aquel cementerio al aire libre, y saber que si uno se caía probablemente nunca podría volver a subir.
No hubo más percances el resto del camino, algo que Iemai agradecía desde el fondo de su alma. Cuando dieron con el edificio que buscaban, que se correspondía bien con la descripción que les habían dado de él, no tardaron en atravesar la entrada. Era bueno saber que no corrían peligro, por una vez.
El hechizo que agrandaba el espacio cogía por sorpresa hasta a quien supiera que estaba activo, pero toda la estancia era impactante. Iemai se quedó quieta observando a su alrededor, paseando la mirada por las mesas y esperando ver, quizá, a otras personas ya dentro del edificio. Sin embargo, estaba vacío. Ni siquiera se encontraba el bibliotecario a la vista.
—¿Hay alguien? —preguntó Iemai alzando la voz, mientras miraba alrededor.
—Sí, sí, sí —venía diciendo aquella suerte de espíritu que se manifestó a algunos metros del grupo. A medida que se acercaba a ellos se rascaba la nuca—. ¿Os gusta demasiado leer a los cachorros de esta cosecha, verdad? ¿No podíais ser más como los de la anterior?
El hombre se detuvo frente a ellos y los miró con hastío antes de volver a abrir la boca.
—Lavaos las orejas si hace falta porque no lo voy a repetir una sola vez más. El límite de libros por persona es de uno, podéis tenerlo el tiempo que os haga falta, mientras no os olvidéis de devolverlo, y cambiarlo por otro cuando queráis —recitó con desgana, hasta que añadió—: Aseguraos de que no le pasa nada al libro porque me voy a enterar si así es.
»En fin, ¿alguna pregunta o puedo seguir con lo que estaba haciendo?
La cercana fue ojo avizor durante todo el camino, sugiriendo las rutas que le parecían menos sospechosas. Más allá de donde se veía desde el tejado del torreón no podía decir demasiado del territorio, pero aun así participó en la conversación cada vez que elegían por dónde continuar. Las instrucciones de los chicos de Maciel estaban resultando bastante útiles, especialmente a la hora de ahorrarles algunas sorpresas.
Cuando dieron con el río de huesos que les habían indicado, este les devolvió la mirada con cientos de cuencas vacías. Saber que aquello existía no lo había hecho menos imponente, y aquello se notaba en las reacciones de algunos. Al igual que Ulmara, Iemai no tendría demasiado tacto con el problema de Nery’s, sugiriéndole volver al torreón si no se veía capaz de cruzar, aunque sin malicia. Los puentes no eran tan endebles como para que diese miedo cruzarlos, lo peor era mirar hacia abajo, a aquel cementerio al aire libre, y saber que si uno se caía probablemente nunca podría volver a subir.
No hubo más percances el resto del camino, algo que Iemai agradecía desde el fondo de su alma. Cuando dieron con el edificio que buscaban, que se correspondía bien con la descripción que les habían dado de él, no tardaron en atravesar la entrada. Era bueno saber que no corrían peligro, por una vez.
El hechizo que agrandaba el espacio cogía por sorpresa hasta a quien supiera que estaba activo, pero toda la estancia era impactante. Iemai se quedó quieta observando a su alrededor, paseando la mirada por las mesas y esperando ver, quizá, a otras personas ya dentro del edificio. Sin embargo, estaba vacío. Ni siquiera se encontraba el bibliotecario a la vista.
—¿Hay alguien? —preguntó Iemai alzando la voz, mientras miraba alrededor.
—Sí, sí, sí —venía diciendo aquella suerte de espíritu que se manifestó a algunos metros del grupo. A medida que se acercaba a ellos se rascaba la nuca—. ¿Os gusta demasiado leer a los cachorros de esta cosecha, verdad? ¿No podíais ser más como los de la anterior?
El hombre se detuvo frente a ellos y los miró con hastío antes de volver a abrir la boca.
—Lavaos las orejas si hace falta porque no lo voy a repetir una sola vez más. El límite de libros por persona es de uno, podéis tenerlo el tiempo que os haga falta, mientras no os olvidéis de devolverlo, y cambiarlo por otro cuando queráis —recitó con desgana, hasta que añadió—: Aseguraos de que no le pasa nada al libro porque me voy a enterar si así es.
»En fin, ¿alguna pregunta o puedo seguir con lo que estaba haciendo?
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Personajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Biblioteca Mágica
21/08/20, 03:45 pm
En aquella salid estaba claro que casi nadie quería perdérselo, pues incluso Kiki o Iemai se apuntaron a ella. Todos deseaban ver la biblioteca,
Aquellos libros que contenían esos hechizos que solo algunos de ellos podían realizar, al menos por el momento. ¿Habría forma que Pefka o Iemai, pudieran hacerlo? Nada les decía que no hubiera algo así como niveles de magia, como en los videojuegos, y que hubiera algún hechizo que ellos si pudiera hacer. Solo quedaba comprobarlo y asegurarse en aquel al que se dirigieron todos bien juntos, como piña, mirando alrededor. Rua mantuvo su ballesta apuntando al suelo, emocionada pero alerta porque estaba dirigiéndose a una zona desconocida para ellos.
Y cuando llegaron a la cicatriz, visible incluso a distancia y que habida visto en aquel mapa, atravesando prácticamente una buena parte de la ciudad, a Rua se le encogió el estómago. No tenía temor a las alturas, perp aquello mintimdaria a cualqueira. Punetes sobre euna enorme brecha en el suelo, donde se asomaba una cantidad inmensas de huesos de los cuales estaba seguridad que por su tamaño, había pertenecido a enormes bestias ¿Seria tal vez algo así como esos dragones que había llegado a ver sobrevolando el cielo alguna vez? El percibir por el rabillo del ojo movimiento entre los huesos, no la tranquilizo en lo más mínimo, al contrario, provocar que su piel se erizara, por lo que cuando travesaron el puente, intento mantenerse firme, mirando al frente lo mejor que pudo.
Un suspiro de alivio la invadió cuando eso paso << Menos mal que no tengo miedo a las alturas…aunque…espera ¿Nery’s? >> dijo buscando vagamente al frivy con la mirada recordando de pronto que a este había mencionado el miedo a las alturas y es puente, si hasta ella le había provocado un nudo en el estómago por la atura y la visión de abajo, no podía imaginarse como estaría el frivy.
Pero al parecer el chico de alguna forma, había logrado solventar el problema y estaba con ellos. A Rua le extraño, pero tal vez había unido fuerzas del hecho de no quedarse solo atrás. No sabía el alcance de su miedo a las alturas al fin de cuentas.
Una vez lograron alejarse de aquel lugar de muerte que aprecia guardar algo vivo en sus entrañas, entre los huesos y que, provocaba una sensación angustiante en su estómago, el resto del camino fue más tranquilo. Sin más, con las habituales casas medio derruidas en algunos puntos y toras que lucían en bastante buen estado, mientras buscaban cada vez más impacientes aquel lugar señalando en el mapa por los macieleros.
La visión de la biblioteca, fue un enorme contraste para ellos, luciendo ahí prácticamente en buen estado como si estuviera acostumbrada a resistir la destrucción que asolaba a otras zonas de la ciudad, como un fuerte inamovible.
Se adentraron entre presurosos y curiosos y Rua no pudo más que asombrarse ante lo que le recibió en su interior. Jamás había visto tantos libros juntos en su vida, repartidos en todo tipo de tomos de colores y escrito en lenguas extrañas por las altas estanterías que aprecian dominar buena parte del enorme espacio. Rua se sintió pequeña en el lugar y la visión, aun más incrédula de ¿aves? Moviéndose entre las estanterías la descolcharon. Confundida se quito las gafas de sol, notando, no sin un asombro real, que no eran pájaros ¡Eran libros voladores!
-¡Esto es la ostia…hay libros volando!- exclamo intentando no alzar la voz con mucha dificultad, sonriendo maravillada y algo preocupada por igual ¿cómo demonios encontrarían algo en semejante lugar? ¡Era inmenso!
Por suerte para ellos, Iemai si se había quedado algo mejor con a la explicación que les había dado el día anterior sobre el encuentro con los macieleros y fue ella la que se acordó del bibliotecario. Rua miro alrededor esperando escuchar los pasos del tan mencionado propietario.
Cuando algo apareció por la comisura de sus ojos, literalmente hablando. Rua se sobresaltó alejándose, al notar, no sin cierta incredulidad que frente a sus narices había un fantasma. ¡Un fantasma gruñón en la biblioteca! Su expresión era de profundo desconcierto, intentando asimilarlo. << Joder ¿no puede ser? ¿en serio? Cada vez me siento más como si hubiera acabado metida en alguno de esos libros de fantasía que me gustaba leer >> pensó no pudiendo evitar pensar que era cliché, en esas historias que había leído, la presencia de algún tipo de entidad antigua o espíritu protegiendo una biblioteca. Pero una cosa era leerlo…y otra muy distinta tenerlo delante.
Apenas logro quedarse con la información dada por el fantasma, aun mirándolo con asombro, pero se quedó con lo vital. Un libro por persona, podía cambiar cuando quisieran por otro. Y si le pasaba algo al libro tendría un fantasma vengador detrás. << ¿Ya se quiere ir? ¿Desaparecer…o volver e invisible…o lo que sea que hagan los fantasmas? ¡no puede irse aun! >> dijo recordando algo que habían dicho lo macieleros cuando les hablaron de la biblioteca y de su poco conforme bibliotecaria.
-Si, una duda mas... -tenía que ser educada ¿podía un fantasma hacerle daño? Por como había hablado de lo que pasaría si un libro acababa dañado tal vez si, asique no quería arriesgarse. Además, si se enfadaba posiblemente no los ayudaría ¿verdad? No parecia muy paciente o solicito a ayudar de todas formas, asique mejor ir al grano
- ¿Podría indicarnos donde podríamos encontrar algún libro de magia…diccionario o algún mapa de la ciudad en este inmenso lugar? - pregunto intentando usar las palabras más concisas posibles antes de que decidiera esfumarse- Y darnos…algo de papel y algo para escribir, por favor. - pregunto juntando todo el valor posible, incluso si aún se sentía medio extraña por hablarle a una fantasma, intentaba juntar todo el valor para hacerlo. Tenían un objetivo y no podía estar eternamente entre aquellas estanterías buscando…y por cómo se había expresado el fantasma de disgustado sobre la presencia de todos ellos en la biblitoeca, probablemente tampoco los querría demasiado tiempo deambulando por allí.
Aquellos libros que contenían esos hechizos que solo algunos de ellos podían realizar, al menos por el momento. ¿Habría forma que Pefka o Iemai, pudieran hacerlo? Nada les decía que no hubiera algo así como niveles de magia, como en los videojuegos, y que hubiera algún hechizo que ellos si pudiera hacer. Solo quedaba comprobarlo y asegurarse en aquel al que se dirigieron todos bien juntos, como piña, mirando alrededor. Rua mantuvo su ballesta apuntando al suelo, emocionada pero alerta porque estaba dirigiéndose a una zona desconocida para ellos.
Y cuando llegaron a la cicatriz, visible incluso a distancia y que habida visto en aquel mapa, atravesando prácticamente una buena parte de la ciudad, a Rua se le encogió el estómago. No tenía temor a las alturas, perp aquello mintimdaria a cualqueira. Punetes sobre euna enorme brecha en el suelo, donde se asomaba una cantidad inmensas de huesos de los cuales estaba seguridad que por su tamaño, había pertenecido a enormes bestias ¿Seria tal vez algo así como esos dragones que había llegado a ver sobrevolando el cielo alguna vez? El percibir por el rabillo del ojo movimiento entre los huesos, no la tranquilizo en lo más mínimo, al contrario, provocar que su piel se erizara, por lo que cuando travesaron el puente, intento mantenerse firme, mirando al frente lo mejor que pudo.
Un suspiro de alivio la invadió cuando eso paso << Menos mal que no tengo miedo a las alturas…aunque…espera ¿Nery’s? >> dijo buscando vagamente al frivy con la mirada recordando de pronto que a este había mencionado el miedo a las alturas y es puente, si hasta ella le había provocado un nudo en el estómago por la atura y la visión de abajo, no podía imaginarse como estaría el frivy.
Pero al parecer el chico de alguna forma, había logrado solventar el problema y estaba con ellos. A Rua le extraño, pero tal vez había unido fuerzas del hecho de no quedarse solo atrás. No sabía el alcance de su miedo a las alturas al fin de cuentas.
Una vez lograron alejarse de aquel lugar de muerte que aprecia guardar algo vivo en sus entrañas, entre los huesos y que, provocaba una sensación angustiante en su estómago, el resto del camino fue más tranquilo. Sin más, con las habituales casas medio derruidas en algunos puntos y toras que lucían en bastante buen estado, mientras buscaban cada vez más impacientes aquel lugar señalando en el mapa por los macieleros.
La visión de la biblioteca, fue un enorme contraste para ellos, luciendo ahí prácticamente en buen estado como si estuviera acostumbrada a resistir la destrucción que asolaba a otras zonas de la ciudad, como un fuerte inamovible.
Se adentraron entre presurosos y curiosos y Rua no pudo más que asombrarse ante lo que le recibió en su interior. Jamás había visto tantos libros juntos en su vida, repartidos en todo tipo de tomos de colores y escrito en lenguas extrañas por las altas estanterías que aprecian dominar buena parte del enorme espacio. Rua se sintió pequeña en el lugar y la visión, aun más incrédula de ¿aves? Moviéndose entre las estanterías la descolcharon. Confundida se quito las gafas de sol, notando, no sin un asombro real, que no eran pájaros ¡Eran libros voladores!
-¡Esto es la ostia…hay libros volando!- exclamo intentando no alzar la voz con mucha dificultad, sonriendo maravillada y algo preocupada por igual ¿cómo demonios encontrarían algo en semejante lugar? ¡Era inmenso!
Por suerte para ellos, Iemai si se había quedado algo mejor con a la explicación que les había dado el día anterior sobre el encuentro con los macieleros y fue ella la que se acordó del bibliotecario. Rua miro alrededor esperando escuchar los pasos del tan mencionado propietario.
Cuando algo apareció por la comisura de sus ojos, literalmente hablando. Rua se sobresaltó alejándose, al notar, no sin cierta incredulidad que frente a sus narices había un fantasma. ¡Un fantasma gruñón en la biblioteca! Su expresión era de profundo desconcierto, intentando asimilarlo. << Joder ¿no puede ser? ¿en serio? Cada vez me siento más como si hubiera acabado metida en alguno de esos libros de fantasía que me gustaba leer >> pensó no pudiendo evitar pensar que era cliché, en esas historias que había leído, la presencia de algún tipo de entidad antigua o espíritu protegiendo una biblioteca. Pero una cosa era leerlo…y otra muy distinta tenerlo delante.
Apenas logro quedarse con la información dada por el fantasma, aun mirándolo con asombro, pero se quedó con lo vital. Un libro por persona, podía cambiar cuando quisieran por otro. Y si le pasaba algo al libro tendría un fantasma vengador detrás. << ¿Ya se quiere ir? ¿Desaparecer…o volver e invisible…o lo que sea que hagan los fantasmas? ¡no puede irse aun! >> dijo recordando algo que habían dicho lo macieleros cuando les hablaron de la biblioteca y de su poco conforme bibliotecaria.
-Si, una duda mas... -tenía que ser educada ¿podía un fantasma hacerle daño? Por como había hablado de lo que pasaría si un libro acababa dañado tal vez si, asique no quería arriesgarse. Además, si se enfadaba posiblemente no los ayudaría ¿verdad? No parecia muy paciente o solicito a ayudar de todas formas, asique mejor ir al grano
- ¿Podría indicarnos donde podríamos encontrar algún libro de magia…diccionario o algún mapa de la ciudad en este inmenso lugar? - pregunto intentando usar las palabras más concisas posibles antes de que decidiera esfumarse- Y darnos…algo de papel y algo para escribir, por favor. - pregunto juntando todo el valor posible, incluso si aún se sentía medio extraña por hablarle a una fantasma, intentaba juntar todo el valor para hacerlo. Tenían un objetivo y no podía estar eternamente entre aquellas estanterías buscando…y por cómo se había expresado el fantasma de disgustado sobre la presencia de todos ellos en la biblitoeca, probablemente tampoco los querría demasiado tiempo deambulando por allí.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Lathspell
Ficha de cosechado
Nombre: Kyllikki Paasikoski
Especie: Humana
Habilidades: Buena menoria, muy buena, lealtad, y facilidad para los idiomas.
Personajes : Zobriel: Nublino transformado en Basilisco
Kyllikki: Humana cosechada.
Armas : Zobriel: Malicioso, Colmillo veneno, Cuchillada, Cola veneno
Kyllikki: Elataquedelasmilteoriascientificasypseudocientificasmasinutildetodoslostiempos
Status : Disponible para cualquier debate ilógico
Humor : Culpable de dibujar horrible y hacer chistes peores aun
Re: Biblioteca Mágica
22/08/20, 07:11 am
Por una vez, y para variar, el exterior no le pintaba mal a Kiki. La humana había salido pegada a Nery´s y mirando a todo lado aunque sin saber bien que mirar o a que temerle. Ocasionalmente temía unas alas y una sombra sobre ellos pero luego mantenía los ojos en el camino. La ciudad le parecía interesante, por decir lo menos, y ahora con la relativa tranquilidad del día, se preguntaba por que con tanta magia y poder, no reconstruían todo. Cierto era que los hechizos y las formas de magia que le habían enseñado en el cine y la televisión de su mundo, mucho se alejaban de la simpleza de tener luz, comida, y seguridad con un poco de magia, al menos eso era lo que ella aspiraba al tener una vez buscara libros. El camino no era monótono, a pesar del ambiente grisáceo y ruinoso, pero para ella cada esquina era distinta y las ruinas parecían hechas de mil maneras, sin embargo cuando el grupo llego a la cicatriz, ella se detuvo un momento. Definitivamente las osamentas eran diferentes, eran demasiadas y eran escalofriantes. Salto dos pasos para no quedarse atrás y ni se le ocurrió acercarse, ya tendría tiempo después de analizarlas o quizás encontrar mas información.
Atravesaron la Cicatriz de Arax sin saber que así se llamaba y se giró al notar que Nery´s se retrasaba. Estuvo tentada a correr a su lado y ayudarlo, pero pensó que eso era poco digno de un regente, asi que solo lo miro tratando de captar su atención y apenas el la miro a ella, extendió sus brazos y movió sus dedos para llamarlo con cariño. Apenas hubo pasado lo abrazo y se fue asi abrazada hasta que dieron con la biblioteca que, sinceramente, le parecía un sueño.
De nuevo se quedo sin habla. Se tapó la boca genuinamente emocionada, asombrada y a punto de dar saltitos. Había libros y libros y libros y libros y libros, pasillos, estanterías, cadenas…ok, eso no era muy común pero no la sorprendió tanto como los tomos que volaban, como seres vivos buscando un lugar donde sentarse a descansar. Solo la sorpresa y el miedo que ya estaba aferrándose a sus instintos la contenían de no saltar y empezar a cazar libros buscando algo. Las estanterías, el olor a polvo y libros, la aparente infinidad de pasillos en los que no veía finales ni nada le hacían girar la cabeza e imaginarse las miles de opciones que había. ¿estarían conectados por magia miles de lugares? ¿seria magia que ampliaba el espacio? ¿ilusiones? Ya no le importaba y dio un paso antes de sentir la voz de Maila.. “¿porque no saludamos al entrar? Como bibliotecaria me molestaría que…….”
Se aferro al frivy cuando el fantasma…espíritu…ser apareció pero empatizo inmediatamente con él más de lo que esperaría. Ser gruñón y cuidar libros parecía un cliché muy apropiado.
-¡Si!. Perdón si si, una mas…- dijo después de Rua. Le dio un codazo a Nery´s susurrándole antes de avanzar- Tu consigue un glosario o un diccionario por favor… ehhh saludos…¿Ha-Habrá algún libro sobre las leyes o estatutos de la ciudad? …– le dijo levantando una mano para preguntarle -¡¿o está restringida esa información? Supongo que no hay manera de que nos informen de todo… ¿hay algún libro peligroso aquí, es decir directamente para nosotros? Ehh…lamento tantas preguntas…¿C-Como debemos dirigirnos a usted señor? Le dijo con voz clara. Normalmente preguntaría mas cosas y lo atropellaría con mil suposiciones, pero mantener buenas migas con el que administraba la única forma de información que tenían era mas importante. Además, aunque gruñón, dudaba que una actitud zalamera funcionara, le parecía un…”fantasma culto” así que prefería ser concisa y respetuosa. Tragó saliva esperando si es que se dignaba responderle o si alguien mas le preguntaba algo, esperando que no lo pusieran de malas entre tantos que eran.
El Odio es por mucho el placer mas duradero. El hombre Ama con prisas, pero llega a Odiar con mucha calma.
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.Personajes :- Spoiler:
Armas :- Spoiler:
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
- Dama Abrazos: Mandobles y manguales gigantes duales, balas cañon.
- Nery´s: Beyesha infinita. Esto que no sabe ni que es.
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
Status : Cazador de la luna de sangre.
Humor : JAJAJAJAJA *se marcha riéndose*
Re: Biblioteca Mágica
23/08/20, 08:24 pm
Sonrió de vuelta al krabelinense y mientras desayunaba saludaba a todos los que bajaban, haciendo un puchero cuando Kiki le nego el beso y mirnadola mal de manera divertida cuando le robó comida.
«Hipercreo que me llevare un par de frutis para el camino.»
Tras prepararse y meter en la mochila algo de fruta, más o menos algo más de una pieza por persona, tomó camino junto al resto dejando tan solo a Sarah y a Qwara en el torreón. Con el objetivo de traer tanto como fuera posible. Mirando alrededor le gustaba lo que veía, todo el mundo parecía empapado de nerviosismo, alegría y sobre todo esperanza. No habían estado así desde... ¿nunca? Se empapó de aquel ambiente y con confianza se llevó a su escudo y a sí mismo a la delantera de la marcha, sonriendo a la nerviosa finlandesa que no se despegaba de su lado, aunque no podía disfrutar de las expresiones de su cara tanto como quería porque debía estar atento a los alrededores.
Sin embargo en el camino se encontró su peor enemigo, una altura sin bordes, un acantilado sin vallar, un... -¿Que en el armario de Anfry´s ultraes eso? Fue su reacción a aquella cosa pues aunque lo había visto en el mapa no se esperaba algo así. No era un valle, eso desde luego. Era como si la tierra se hubiera separado en dos y se hubiera tragado con ella a miles de criaturas que habían muerto en el acto. No era demasiado alta pero reconocía desde lejos del borde calaveras frivomórficas en aquel almacén de muerte.
-No no no no. -Cuando todos empezaron a pasar el puso excusas, estaba palido, les pedía por favor que no fuesen y cuando Kiki cruzó el puente parecía que le iba a dar un ataque en cualquier momento. Finalmente y tras las amenazas de Ulmara viendo a su ahora vínculo emocional indefinido llamándole desde el otro lado.
No pensaba dejarla sola en la opresiva ruina que les rodeaba y entonces optó por una opción drástica. Se puso a gatas y empezó a cruzar el puente. Su respiración estaba descontrolada así como su corazón y en algún punto vio a los huesos moverse debajo suya. Sus alarmas se dispararon y rápida y nerviosamente sacó una capsula de su ropa con los ojos cerrados y la puso en sus dientes. Esperó un cacho quieto en el hiperventilando. Pero no llegaron ni los gritos ni las voces. Abrió los ojos y todo seguía igual. Su primer instinto en aquella situación había sido pensar que estaba empezando a alucinar de nuevo y a tener un ataque y aunque la capsula le dejara completamente drogado era hubiese sido mejor que la alternativa. Reanudo la marcha con la pequeña dosis en su mano por si acaso y al terminar se abrazo a Kiki como temblando como un flan alejandose del puente lo que pudiera.
-Gracias nieve. -Le susurro con cariño mientras la abrazaba con fuerza.
Acabó por tranquilizarse en el camino gracias a que ella lo abrazó todo el rato. Se sorprendía a sí mismo no obstante, una cosa era poder acercarse al borde en la azotea del torreón y otra poder cruzar aquello sin que le diera un ataque. Se preguntaba si quizás lo había superado más de lo que pensaba.
Poco sabía que sin la primeriza influencia de la Rocavaragálago no hubiera podido cruzar aquel día.
La biblioteca pronto se encontró ante sus ojos, una visión extraña de un edificio precioso y perfectamente cuidado rodeado de asolación, polvo y grietas. Nery´s no sabía muy bien como sentirse con aquello. Por una parte se dejaba contagiar de la emoción de los demás pero por otra en su cabeza daba vueltas el porqué el resto de la ciudad no estaba así, resplandeciente.
Al entrar fue aún más impresionante, pura magia en acción. Aumento del espacio en un interior... Su mente empezó a vagar con las posibilidades de aquello para el transporte y almacenado de mercancías, la construcción de macro discotecas en pequeños edificios y vehículos personales con capacidad para un centenar de personas. La magia que antes parecía prohibida e inalcanzable estaba ahí mismo, delante suya. Y no podía si no mirar hacia el progreso que ello podía suponer y, por supuesto, a las oportunidades de negocio.
Se había quedado sin habla mirando a su alrededor y delirando cuando notó primero la actitud de Ulmara, cosa que lo volvió a poner en alerta, y segundo el agarre de la finlandesa frente a... lo que fuera que les atendía ahora.
-¿Me podría dejar un glosario o índice de la organización de la biblioteca y así poder navegar por aquí sin molestarle? -Había puesto su mejor tono de respeto y cortesía así como haciéndole caso a Kiki. Fuera lo que fuera parecía un ciudadano más y estaba más que bien informado gracias a su posición de que mejor dejarles tranquilos.
«Hipercreo que me llevare un par de frutis para el camino.»
Tras prepararse y meter en la mochila algo de fruta, más o menos algo más de una pieza por persona, tomó camino junto al resto dejando tan solo a Sarah y a Qwara en el torreón. Con el objetivo de traer tanto como fuera posible. Mirando alrededor le gustaba lo que veía, todo el mundo parecía empapado de nerviosismo, alegría y sobre todo esperanza. No habían estado así desde... ¿nunca? Se empapó de aquel ambiente y con confianza se llevó a su escudo y a sí mismo a la delantera de la marcha, sonriendo a la nerviosa finlandesa que no se despegaba de su lado, aunque no podía disfrutar de las expresiones de su cara tanto como quería porque debía estar atento a los alrededores.
Sin embargo en el camino se encontró su peor enemigo, una altura sin bordes, un acantilado sin vallar, un... -¿Que en el armario de Anfry´s ultraes eso? Fue su reacción a aquella cosa pues aunque lo había visto en el mapa no se esperaba algo así. No era un valle, eso desde luego. Era como si la tierra se hubiera separado en dos y se hubiera tragado con ella a miles de criaturas que habían muerto en el acto. No era demasiado alta pero reconocía desde lejos del borde calaveras frivomórficas en aquel almacén de muerte.
-No no no no. -Cuando todos empezaron a pasar el puso excusas, estaba palido, les pedía por favor que no fuesen y cuando Kiki cruzó el puente parecía que le iba a dar un ataque en cualquier momento. Finalmente y tras las amenazas de Ulmara viendo a su ahora vínculo emocional indefinido llamándole desde el otro lado.
No pensaba dejarla sola en la opresiva ruina que les rodeaba y entonces optó por una opción drástica. Se puso a gatas y empezó a cruzar el puente. Su respiración estaba descontrolada así como su corazón y en algún punto vio a los huesos moverse debajo suya. Sus alarmas se dispararon y rápida y nerviosamente sacó una capsula de su ropa con los ojos cerrados y la puso en sus dientes. Esperó un cacho quieto en el hiperventilando. Pero no llegaron ni los gritos ni las voces. Abrió los ojos y todo seguía igual. Su primer instinto en aquella situación había sido pensar que estaba empezando a alucinar de nuevo y a tener un ataque y aunque la capsula le dejara completamente drogado era hubiese sido mejor que la alternativa. Reanudo la marcha con la pequeña dosis en su mano por si acaso y al terminar se abrazo a Kiki como temblando como un flan alejandose del puente lo que pudiera.
-Gracias nieve. -Le susurro con cariño mientras la abrazaba con fuerza.
Acabó por tranquilizarse en el camino gracias a que ella lo abrazó todo el rato. Se sorprendía a sí mismo no obstante, una cosa era poder acercarse al borde en la azotea del torreón y otra poder cruzar aquello sin que le diera un ataque. Se preguntaba si quizás lo había superado más de lo que pensaba.
Poco sabía que sin la primeriza influencia de la Rocavaragálago no hubiera podido cruzar aquel día.
La biblioteca pronto se encontró ante sus ojos, una visión extraña de un edificio precioso y perfectamente cuidado rodeado de asolación, polvo y grietas. Nery´s no sabía muy bien como sentirse con aquello. Por una parte se dejaba contagiar de la emoción de los demás pero por otra en su cabeza daba vueltas el porqué el resto de la ciudad no estaba así, resplandeciente.
Al entrar fue aún más impresionante, pura magia en acción. Aumento del espacio en un interior... Su mente empezó a vagar con las posibilidades de aquello para el transporte y almacenado de mercancías, la construcción de macro discotecas en pequeños edificios y vehículos personales con capacidad para un centenar de personas. La magia que antes parecía prohibida e inalcanzable estaba ahí mismo, delante suya. Y no podía si no mirar hacia el progreso que ello podía suponer y, por supuesto, a las oportunidades de negocio.
Se había quedado sin habla mirando a su alrededor y delirando cuando notó primero la actitud de Ulmara, cosa que lo volvió a poner en alerta, y segundo el agarre de la finlandesa frente a... lo que fuera que les atendía ahora.
-¿Me podría dejar un glosario o índice de la organización de la biblioteca y así poder navegar por aquí sin molestarle? -Había puesto su mejor tono de respeto y cortesía así como haciéndole caso a Kiki. Fuera lo que fuera parecía un ciudadano más y estaba más que bien informado gracias a su posición de que mejor dejarles tranquilos.
- Equilibrio:
Un blanco mas oscuro que el negro.
Un negro mas claro que el blanco.
El gris se desborda en mil tonos.
Y el arcoiris se hunde en monotonia.
Vivimos caminando el sendero dejado por los muertos.
Mientras brindamos nueva muerte a nuestro paso para extenderlo.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Biblioteca Mágica
24/08/20, 02:54 pm
El nombrado había acertado. En esa ocasión tan especial salieron casi todos excepto por las dos terrícolas. Incluso Kiki y Iemai se unieron al grupo habitual. Y allá fueron, pertrechados como siempre y con la esperanza de que su situación mejorase gracias a la magia. En su caso particular y más concretamente, deseaba entender por qué aún no había sido capaz, y lograrlo eventualmente.
Tras un rato sin problemas, salpicado de conversaciones y miradas furtivas a las ruinas y esquinas, llegaron ante lo que se ajustaba a la descripción que les habían dado los de Maciel: una enorme brecha en el camino, con una caída considerable pero unos más que decentes puentes colgantes. Al nombrado no le costó pasar por el más cercano al grupo, e incluso se paró al otro lado para animar al resto. Había visto cosas extrañas en el fondo, además de restos animales. No le extrañaría que morasen bestias allí abajo que se alimentaran de cualquier criatura que cayera al vacío. Y su miedo a las alturas... no hizo acto de presencia porque él no se había subido a un lugar elevado abierto como el borde más alto del torreón, o al menos así se explicaba él que no le hubiera afectado. Tenía sentido, vaya, en Krabelin estaba acostumbrado a salvar obstáculos de alturas diferentes sin mucho problema.
Más tarde llegaron al segundo lugar que también encajaba con las descripciones que tenían... y vaya, definitivamente aquel sitio invitaba a entrar y pasar largas horas en su interior. Estaba en mucho mejor estado que las ruinas, sin duda, y por dentro le pareció majestuoso. Había libros por todas partes, hasta donde alcanzaba su vista, e incluso creyó ver que algunos revoloteaban por los pasillos. Entró con la boca abierta, estupefacto, hasta que cayó en la cuenta y susurró un...
—¡Vaya sitio!
En Krabelin tenían cuadernos de pergamino de poesía y relatos, así como memorias de aventuras en el exterior y recetas o instrucciones para pociones y platos, pero nunca había visto semejante cantidad de ellos en un mismo sitio. Eran tantos los que podía haber allí que a Pefka no se le ocurrían números para cifrarlos, se escapaba a su entendimiento.
Y para cosas que no entendía, una más apareció poco después. Una persona, otro humano, les habló como si hubiera estado siempre junto al grupo. Pefka dio un respingo pero se calmó al ver que les trataba de forma agradable, nada alarmante. ¿Quizá era quien les habían dicho los de Maciel? Debía ser, porque procedió a explicarles cuántos libros podían coger y llevarse al refugio. También les permitió preguntarle cualquier cosa, pero sus compañeros plantearon las dudas que más prioridad tenían para él mismo: las relacionadas con la magia. Kiki en cambio preguntó por leyes y estatutos, y el nombrado la miró extrañado. ¿Qué era un estatuto? ¿Leyes para levantar estatuas? ¿De qué les serviría eso? La pregunta de Nery's sí le pareció adecuada, máxime para no molestar a aquella persona. Para un ciudadano que se cruzaban y que no era una bestia asesina... ¡Eh!
—Disculpe, pero ¿por qué no hemos visto a nadie en la ciudad y solo cuando llegamos aquí? ¿Acaso está abandonada?
Tras un rato sin problemas, salpicado de conversaciones y miradas furtivas a las ruinas y esquinas, llegaron ante lo que se ajustaba a la descripción que les habían dado los de Maciel: una enorme brecha en el camino, con una caída considerable pero unos más que decentes puentes colgantes. Al nombrado no le costó pasar por el más cercano al grupo, e incluso se paró al otro lado para animar al resto. Había visto cosas extrañas en el fondo, además de restos animales. No le extrañaría que morasen bestias allí abajo que se alimentaran de cualquier criatura que cayera al vacío. Y su miedo a las alturas... no hizo acto de presencia porque él no se había subido a un lugar elevado abierto como el borde más alto del torreón, o al menos así se explicaba él que no le hubiera afectado. Tenía sentido, vaya, en Krabelin estaba acostumbrado a salvar obstáculos de alturas diferentes sin mucho problema.
Más tarde llegaron al segundo lugar que también encajaba con las descripciones que tenían... y vaya, definitivamente aquel sitio invitaba a entrar y pasar largas horas en su interior. Estaba en mucho mejor estado que las ruinas, sin duda, y por dentro le pareció majestuoso. Había libros por todas partes, hasta donde alcanzaba su vista, e incluso creyó ver que algunos revoloteaban por los pasillos. Entró con la boca abierta, estupefacto, hasta que cayó en la cuenta y susurró un...
—¡Vaya sitio!
En Krabelin tenían cuadernos de pergamino de poesía y relatos, así como memorias de aventuras en el exterior y recetas o instrucciones para pociones y platos, pero nunca había visto semejante cantidad de ellos en un mismo sitio. Eran tantos los que podía haber allí que a Pefka no se le ocurrían números para cifrarlos, se escapaba a su entendimiento.
Y para cosas que no entendía, una más apareció poco después. Una persona, otro humano, les habló como si hubiera estado siempre junto al grupo. Pefka dio un respingo pero se calmó al ver que les trataba de forma agradable, nada alarmante. ¿Quizá era quien les habían dicho los de Maciel? Debía ser, porque procedió a explicarles cuántos libros podían coger y llevarse al refugio. También les permitió preguntarle cualquier cosa, pero sus compañeros plantearon las dudas que más prioridad tenían para él mismo: las relacionadas con la magia. Kiki en cambio preguntó por leyes y estatutos, y el nombrado la miró extrañado. ¿Qué era un estatuto? ¿Leyes para levantar estatuas? ¿De qué les serviría eso? La pregunta de Nery's sí le pareció adecuada, máxime para no molestar a aquella persona. Para un ciudadano que se cruzaban y que no era una bestia asesina... ¡Eh!
—Disculpe, pero ¿por qué no hemos visto a nadie en la ciudad y solo cuando llegamos aquí? ¿Acaso está abandonada?
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Biblioteca Mágica
25/08/20, 12:34 am
Ulmara se había alejado un poco y volvió con prisa en cuanto escuchó la voz desconocida. En el momento en el que su mirada se cruzó con el bibliotecario quejumbroso, flotante y translúcido, se le abrieron los ojos como platos y se quedó sin palabras durante el tiempo suficiente para dejar que sus compañeros hicieran preguntas por ella. <<¡Aramara! ¡Es un lejano! ¿Porque sí que lo es, verdad?>>. Abrió la boca y la volvió a cerrar. <<¡Dioses!>>. Hizo otro amago de hablar y se frenó a sí misma. <<Ulmara, está feo…>>.
Ni Ulmara ni Ulmaro. Después de las preguntas de varios de sus compañeros, preguntas que no oyó del todo porque estaba rumiando sus propios pensamientos, acortó el espacio entre ella y el bibliotecario y soltó sin más:
—¿Eres un lejano, verdad? ¿Cómo has llegado hasta aquí? Yo soy Ulmara, ella.
Porque no tenía pico ni plumas, no podía ser procedente de la Cercanía, ¡pero había alcanzado la misma esencia! Se había liberado de su cuerpo físico y había dado el paso, había trascendido. Porque tenía que ser eso, ¿no? ¿Qué iba a ser si no era un lejano? A Ulmara, y no a Ulmaro, le dio un escalofrío solo ante aquella posible incertidumbre. ¿Y si no estaba preparada para lo que fuera a responderle?
Ni Ulmara ni Ulmaro. Después de las preguntas de varios de sus compañeros, preguntas que no oyó del todo porque estaba rumiando sus propios pensamientos, acortó el espacio entre ella y el bibliotecario y soltó sin más:
—¿Eres un lejano, verdad? ¿Cómo has llegado hasta aquí? Yo soy Ulmara, ella.
Porque no tenía pico ni plumas, no podía ser procedente de la Cercanía, ¡pero había alcanzado la misma esencia! Se había liberado de su cuerpo físico y había dado el paso, había trascendido. Porque tenía que ser eso, ¿no? ¿Qué iba a ser si no era un lejano? A Ulmara, y no a Ulmaro, le dio un escalofrío solo ante aquella posible incertidumbre. ¿Y si no estaba preparada para lo que fuera a responderle?
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Biblioteca Mágica
25/08/20, 01:04 pm
Biblios miró al techo como clamando paciencia cuando empezaron a llover las preguntas de los cosechados. Entre todos solían cubrir exactamente las mismas cuestiones cada año, y el bibliotecario estaba empezando a plantearse hacer un cartel explicativo en la entrada.
—De acuerdo, vamos por partes. Mi nombre es Biblios. —Primero miró a Kiki y juntó los dedos de sus manos mientras explicaba—. Sería muy gracioso que hubiese un libro de leyes rocavarancolesas, porque en total caben todas en una servilleta. Y no sé qué te hace pensar que pueda haber libros peligrosos, la mayoría son bastante mansos. La mayoría. —Se volvió hacia Nery’s—. El índice de libros soy yo, así que no queda más remedio que molestarme. —Biblios no se cortó a la hora de usar un tono que indicaba que, efectivamente, le molestaban, y miró entonces a Pefka—. Me cuesta creer que aún no os hayáis encontrado con nadie, la verdad. Deberíais abrir más los ojos. Y en cuanto a tu pregunta —añadió dirigiéndose a Ulmara—, no, no soy un lejano, ni un fantasma, ni un espectro, y no entiendo por qué os gusta tanto pensar eso. Supongo que lo que más os interesa ahora mismo es encontrar esos valiosos libros de magia —dijo, con cierto retintín, y en base a la experiencia. Aquella era la primera pregunta que le habían hecho, y la única que aún no había respondido—. Seguidme.
El bibliotecario los guió hasta un pasillo e hizo un movimiento vago con la mano, señalándolo.
—Por aquí podéis encontrarlos. Y antes de que lo preguntéis, los diccionarios están por allá —al decir aquello señaló a las estanterías del siguiente pasillo—. Podéis coger papel y lápices en las mesas de trabajo que había cerca de la entrada. ¿Necesitáis algo más? ¿Alguien se anima a llevarse un libro que no sea cliché? —Al decir aquello les dirigió la expresión más parecida a una sonrisa que había mostrado desde que le habían llamado, aunque era una burlona.
—De acuerdo, vamos por partes. Mi nombre es Biblios. —Primero miró a Kiki y juntó los dedos de sus manos mientras explicaba—. Sería muy gracioso que hubiese un libro de leyes rocavarancolesas, porque en total caben todas en una servilleta. Y no sé qué te hace pensar que pueda haber libros peligrosos, la mayoría son bastante mansos. La mayoría. —Se volvió hacia Nery’s—. El índice de libros soy yo, así que no queda más remedio que molestarme. —Biblios no se cortó a la hora de usar un tono que indicaba que, efectivamente, le molestaban, y miró entonces a Pefka—. Me cuesta creer que aún no os hayáis encontrado con nadie, la verdad. Deberíais abrir más los ojos. Y en cuanto a tu pregunta —añadió dirigiéndose a Ulmara—, no, no soy un lejano, ni un fantasma, ni un espectro, y no entiendo por qué os gusta tanto pensar eso. Supongo que lo que más os interesa ahora mismo es encontrar esos valiosos libros de magia —dijo, con cierto retintín, y en base a la experiencia. Aquella era la primera pregunta que le habían hecho, y la única que aún no había respondido—. Seguidme.
El bibliotecario los guió hasta un pasillo e hizo un movimiento vago con la mano, señalándolo.
—Por aquí podéis encontrarlos. Y antes de que lo preguntéis, los diccionarios están por allá —al decir aquello señaló a las estanterías del siguiente pasillo—. Podéis coger papel y lápices en las mesas de trabajo que había cerca de la entrada. ¿Necesitáis algo más? ¿Alguien se anima a llevarse un libro que no sea cliché? —Al decir aquello les dirigió la expresión más parecida a una sonrisa que había mostrado desde que le habían llamado, aunque era una burlona.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Biblioteca Mágica
25/08/20, 02:58 pm
Antes de que pudiera contestarle a Maila surgió una voz desconocida a su espalda. Fleur se giró a tiempo para ver a aquel hombre manifestarse delante suya. La chica se quedó paralizada en primera instancia sin ser capaz de emitir sonido alguno ante el primer ciudadano real que conocía y su naturaleza. ¿Qué era exactamente? ¿Y por qué a pesar de querer ayudarles no parecía alegrarse de verles vivos? >>Si viviera en este lugar estaría agradecida de tener compañía, supongo<<.
No vio necesario hacer preguntas ya que sus compañeros se encargaron rápidamente de formular las más importantes, tampoco es que fuera capaz ya que se ocultó instintivamente tras el hombro de la hawaiana, el tal Biblios le causaba algo de recelo y desconfianza. Se debatió por unos segundos entre qué pasaría si dañaban algún libro y también las preguntas de todos, especialmente la de Ulmara, que no tenía nada que ver en absoluto con lo que estaban buscando. Fleur miró a Iemai un instante antes de volver a fijar su atención en la otra cercana, seguramente fuera algo perteneciente a su mundo. >>Si no es un fantasma... ¿Qué es?<<
Fleur seguiría al bibliotecario apretando el paso hasta llegar al pasillo indicado y se quedó algo desconcertada con la sonrisa burlona del hombre. En el fondo le gustaría encontrar algún fragmento que le hiciera comprender el estado de la ciudad y el por qué de las cosas, pero sería como intentar entender a un engendro maligno, y no tenía más utilidad que encontrar hechizos que pudieran servirle.
—Esto... —en otra ocasión se habría cortado más, pero cuando abrió la boca no le fue tan difícil decir lo que pensaba— muchas gracias —le diría a Biblios antes de girarse a las estanterías, veía importante guardar la educación aunque su tono irritante le resultara molesto— ...¿creéis que algo así estaría bien? —preguntaría a Maila y quien tuviera más cerca, en su mano portaba un tomo fino de color azul apagado con una escoba bordada en oro sucio justo en la portada, no parecía un libro peligroso. Fleur echó un vistazo a su interior, percatándose de que no podía entender mucha de las frases aunque en una leería “¿Quieres mantener tu casa limpia y no sabes cómo?”— también puedo escoger uno de los diccionarios si lo preferís, se me daban bien los idiomas —su voz aún sonaba dudosa y sin quererlo miraba constantemente a los lados, por saber si Biblios se encontraba cerca suya o se había marchado— ...no sé muy bien qué estamos buscando
No vio necesario hacer preguntas ya que sus compañeros se encargaron rápidamente de formular las más importantes, tampoco es que fuera capaz ya que se ocultó instintivamente tras el hombro de la hawaiana, el tal Biblios le causaba algo de recelo y desconfianza. Se debatió por unos segundos entre qué pasaría si dañaban algún libro y también las preguntas de todos, especialmente la de Ulmara, que no tenía nada que ver en absoluto con lo que estaban buscando. Fleur miró a Iemai un instante antes de volver a fijar su atención en la otra cercana, seguramente fuera algo perteneciente a su mundo. >>Si no es un fantasma... ¿Qué es?<<
Fleur seguiría al bibliotecario apretando el paso hasta llegar al pasillo indicado y se quedó algo desconcertada con la sonrisa burlona del hombre. En el fondo le gustaría encontrar algún fragmento que le hiciera comprender el estado de la ciudad y el por qué de las cosas, pero sería como intentar entender a un engendro maligno, y no tenía más utilidad que encontrar hechizos que pudieran servirle.
—Esto... —en otra ocasión se habría cortado más, pero cuando abrió la boca no le fue tan difícil decir lo que pensaba— muchas gracias —le diría a Biblios antes de girarse a las estanterías, veía importante guardar la educación aunque su tono irritante le resultara molesto— ...¿creéis que algo así estaría bien? —preguntaría a Maila y quien tuviera más cerca, en su mano portaba un tomo fino de color azul apagado con una escoba bordada en oro sucio justo en la portada, no parecía un libro peligroso. Fleur echó un vistazo a su interior, percatándose de que no podía entender mucha de las frases aunque en una leería “¿Quieres mantener tu casa limpia y no sabes cómo?”— también puedo escoger uno de los diccionarios si lo preferís, se me daban bien los idiomas —su voz aún sonaba dudosa y sin quererlo miraba constantemente a los lados, por saber si Biblios se encontraba cerca suya o se había marchado— ...no sé muy bien qué estamos buscando
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Biblioteca Mágica
25/08/20, 05:15 pm
Tras sus preguntas buena parte de sus compañeros se animaron a dar también las suyas, algunas de forma apresuradas y otras sin demasiado sentido para la sueca. Como la Ulmara al preguntar si era un cercano. ¿Sería algo asi como almas o espíritus de su mundo? No estaba seguramente, tal vez podría preguntarle más tarde.
La mención a las posibles reglas de la ciudad o la falta de gente en las calles, llamo su atención. Aunque le desconcertó oír por parte de Biblios que apenas poseía o que sino había visto a nadie era inusual. << ¿En serio? O hay poca gente o se esconden muy bien >> porque no sería por falta de veces que habían salido a la ciudad. Aunque cierto era que explorar lo que se decía explorar no lo había hecho a zonas muy lejanas, hasta el momento. Y ni con esas habían visto a nadie.
El ser llamado Biblios, porque ya había dicho nos ser espíritu ni fantasma ni nada así << ¿Qué mierda es entonces? >> estaba respondiendo las cuestiones mejor de lo que esperaba, aunque Rua se sintió rara cuando su pregunta fue la última en ser respondida por suerte más con acciones que con palabras.
Los ojos de sueca se abrieron algo más cuando este les mostró el pasillo donde se encontrarían, así como donde podría obtener algo para escribir. La sueca le miro de reojo ante el tonito burlón de sus últimas palabras al llamar “cliché” a lo que andaba preguntando. ¿Qué esperaba ese tipo? Buscaban lo que les fuera útil para sobrevivir para empezar. << Y no ha respondido mi duda de los mapas. Bueno da igual deberían no andar muy lejos >> se dijo mirando al mencionado Biblios con atención ante la sonrisa burlona que les molestaba.
- Gracias por tu ayuda- respondió Rua con una tensa media sonrisa. No sabía si lo demás tendrían algo más que preguntarle, pero ella podía darse por satisfecha de que les había mostrado donde estaba los libros de hechizos, lo diccionarios y algo para escribir. El mapa ya intentaría buscarlo por su cuenta.
-Echemos una ojeada primero, tanto en la parte de hechizos como en la de diccionarios a ver si vemos algo interesante en los de hechizos y buscamos su traducción en los diccionarios. Ya luego vemos quien saca cual libro, ya que solo podemos uno por persona. No importa quién los saque, ya que al final luego vamos a tomar apuntes y compartirlos. - dijo Rua encogiéndose de hombros, mientras miraba las estanterías cercanas de hechizos intentando buscar alguno título, que también pudiera leer-. También sería conveniente que al menos uno, intente sacar un mapa, asi tendremos más claro cómo movernos por este lugar – añadió no quitándose eso de la mente.
La mención a las posibles reglas de la ciudad o la falta de gente en las calles, llamo su atención. Aunque le desconcertó oír por parte de Biblios que apenas poseía o que sino había visto a nadie era inusual. << ¿En serio? O hay poca gente o se esconden muy bien >> porque no sería por falta de veces que habían salido a la ciudad. Aunque cierto era que explorar lo que se decía explorar no lo había hecho a zonas muy lejanas, hasta el momento. Y ni con esas habían visto a nadie.
El ser llamado Biblios, porque ya había dicho nos ser espíritu ni fantasma ni nada así << ¿Qué mierda es entonces? >> estaba respondiendo las cuestiones mejor de lo que esperaba, aunque Rua se sintió rara cuando su pregunta fue la última en ser respondida por suerte más con acciones que con palabras.
Los ojos de sueca se abrieron algo más cuando este les mostró el pasillo donde se encontrarían, así como donde podría obtener algo para escribir. La sueca le miro de reojo ante el tonito burlón de sus últimas palabras al llamar “cliché” a lo que andaba preguntando. ¿Qué esperaba ese tipo? Buscaban lo que les fuera útil para sobrevivir para empezar. << Y no ha respondido mi duda de los mapas. Bueno da igual deberían no andar muy lejos >> se dijo mirando al mencionado Biblios con atención ante la sonrisa burlona que les molestaba.
- Gracias por tu ayuda- respondió Rua con una tensa media sonrisa. No sabía si lo demás tendrían algo más que preguntarle, pero ella podía darse por satisfecha de que les había mostrado donde estaba los libros de hechizos, lo diccionarios y algo para escribir. El mapa ya intentaría buscarlo por su cuenta.
-Echemos una ojeada primero, tanto en la parte de hechizos como en la de diccionarios a ver si vemos algo interesante en los de hechizos y buscamos su traducción en los diccionarios. Ya luego vemos quien saca cual libro, ya que solo podemos uno por persona. No importa quién los saque, ya que al final luego vamos a tomar apuntes y compartirlos. - dijo Rua encogiéndose de hombros, mientras miraba las estanterías cercanas de hechizos intentando buscar alguno título, que también pudiera leer-. También sería conveniente que al menos uno, intente sacar un mapa, asi tendremos más claro cómo movernos por este lugar – añadió no quitándose eso de la mente.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Lathspell
Ficha de cosechado
Nombre: Kyllikki Paasikoski
Especie: Humana
Habilidades: Buena menoria, muy buena, lealtad, y facilidad para los idiomas.
Personajes : Zobriel: Nublino transformado en Basilisco
Kyllikki: Humana cosechada.
Armas : Zobriel: Malicioso, Colmillo veneno, Cuchillada, Cola veneno
Kyllikki: Elataquedelasmilteoriascientificasypseudocientificasmasinutildetodoslostiempos
Status : Disponible para cualquier debate ilógico
Humor : Culpable de dibujar horrible y hacer chistes peores aun
Re: Biblioteca Mágica
26/08/20, 06:45 am
-Mmmmnnnnhhhhh – Alcanzó a decir la finlandesa entrecerrando los ojos ante la respuesta de aquel ser. Lo siguió con la mirada mientras les respondía a los demás y su cerebro empezaba a masticar las respuestas. Apenas comenzó a moverse ella los siguió a una prudente distancia esperando por mas indicaciones mientras murmuraba muy bajito.
-Ok ok, muchas cosas pueden entrar en una servilleta con la letra adecuada pero no se refería a eso, al menos no creo que haga esas bromas…eso nos deja más claro que este lugar esta así no porque no haya quien lo arregle, sino porque les parece insulso hacerlo…además…además…- Ni siquiera las palabras de Fleur o de Rua la sacaron de su ensimismamiento aunque les asintio con la cabeza antes de continuar hablando y contando con los dedos para si misma mientras avanzaba hacia una estantería. – deben ser reglas básicas como que el mas fuerte es el que manda y que no dejemos que los vean durante este periodo de tiempo…lo que probablemente convierte a este ser en el único nexo entre ellos y nosotros, aunque dudo que el vaya a enviar algún mensaje…como si quisiera hacerlo…ehhhh chicos se que es exagerado pero quizás haya libros que muerden, ya saben hay taaaantas historias que no esta de mas tener cuidado con eso…. – les dijo en voz muy baja recordando que estaba en una biblioteca, antes de carraspear y volver a pasar su índice por los tomos de los ejemplares que estaban frente a ella, como acariciándolos antes de sacar uno para ver la estructura que tenía. – entonces tenemos libros de magia básica, supongo, y alguno que otro mas raro que supongo debe de tener algún truco especial o ser una broma, o debe morder… para que el nos lo recomiende de esa manera supongo que debe de divertirse con los inocentes que vienen a el…y entonces debemos tener mas cuidado de que alguien mas quiera divertirse dejándonos regalos en las calles y que no sean agradables, porque dudo que sea solo un juego para los que nos trajeron…
Dio un largo suspiro y se giró a ver a sus compañeros. Definitivamente estaban muy animados, lo que era bueno, aunque el hecho de que los dejaran usar magia por su cuenta le causaba un nudo en el pecho. En parte porque ella quería una enseñanza mucho mas tradicional como en la Tierra, y también porque significaba que literalmente estaban a su suerte con un lagarto mágico y un dragón volando por ahí, así que encontrar magia decente era urgente. Tomo un par de libros, uno con lo que esperaba fueran hechizos por como estaban distribuidas las frases de la página, y el otro al azar solo porque no tenia idea de que más podían encontrar. Avanzo hasta una mesa de trabajo cercana esperando que alguien con un diccionario o lo mas parecido que hubiera allí, se acercara para poder tener alguna idea de lo que se llevarían.
-Ok ok, muchas cosas pueden entrar en una servilleta con la letra adecuada pero no se refería a eso, al menos no creo que haga esas bromas…eso nos deja más claro que este lugar esta así no porque no haya quien lo arregle, sino porque les parece insulso hacerlo…además…además…- Ni siquiera las palabras de Fleur o de Rua la sacaron de su ensimismamiento aunque les asintio con la cabeza antes de continuar hablando y contando con los dedos para si misma mientras avanzaba hacia una estantería. – deben ser reglas básicas como que el mas fuerte es el que manda y que no dejemos que los vean durante este periodo de tiempo…lo que probablemente convierte a este ser en el único nexo entre ellos y nosotros, aunque dudo que el vaya a enviar algún mensaje…como si quisiera hacerlo…ehhhh chicos se que es exagerado pero quizás haya libros que muerden, ya saben hay taaaantas historias que no esta de mas tener cuidado con eso…. – les dijo en voz muy baja recordando que estaba en una biblioteca, antes de carraspear y volver a pasar su índice por los tomos de los ejemplares que estaban frente a ella, como acariciándolos antes de sacar uno para ver la estructura que tenía. – entonces tenemos libros de magia básica, supongo, y alguno que otro mas raro que supongo debe de tener algún truco especial o ser una broma, o debe morder… para que el nos lo recomiende de esa manera supongo que debe de divertirse con los inocentes que vienen a el…y entonces debemos tener mas cuidado de que alguien mas quiera divertirse dejándonos regalos en las calles y que no sean agradables, porque dudo que sea solo un juego para los que nos trajeron…
Dio un largo suspiro y se giró a ver a sus compañeros. Definitivamente estaban muy animados, lo que era bueno, aunque el hecho de que los dejaran usar magia por su cuenta le causaba un nudo en el pecho. En parte porque ella quería una enseñanza mucho mas tradicional como en la Tierra, y también porque significaba que literalmente estaban a su suerte con un lagarto mágico y un dragón volando por ahí, así que encontrar magia decente era urgente. Tomo un par de libros, uno con lo que esperaba fueran hechizos por como estaban distribuidas las frases de la página, y el otro al azar solo porque no tenia idea de que más podían encontrar. Avanzo hasta una mesa de trabajo cercana esperando que alguien con un diccionario o lo mas parecido que hubiera allí, se acercara para poder tener alguna idea de lo que se llevarían.
El Odio es por mucho el placer mas duradero. El hombre Ama con prisas, pero llega a Odiar con mucha calma.
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Biblioteca Mágica
26/08/20, 12:22 pm
De repente apareció un hombre hablando mientras flotaba, y Maila se sobresaltó por la sorpresa. Cuando Fleur se puso detrás de ella, la hawaiana le agarró una mano y se la apretó fuerte. Afortunadamente aquel hombre, llamado Biblios, no parecía peligroso. Más bien se ofrecía a ayudarlos, aunque con bastante desgana. Mientras se fueran con los libros que habían ido a buscar a la chica le importaba un comino la cara que pusiera el espíritu al guiarlos. Sin embargo no podía evitar preguntarse si el resto de ciudadanos de la ciudad serían igual de colaboradores. <<Lo dudo bastante>>. Pensó observaba al extraño.
El resto del grupo empezó a hacerle preguntas al espíritu, y Maila prestó atención a sus respuestas deseando echarle el guante a las estanterías. La hawaiana se mostró interesada con el comentario de Ulmara sobre si era un lejano. <<Así que un lejano es como un...¿fantasma?>>. Meditó mientras se imaginaba cómo sería una vida cotidiana en un mundo con “lejanos”...
-Gracias-. Dijo algo seca la hawaiana ya que no se le había escapado la condescendencia de la que había hecho gala al final Biblios. Después se acercó a Fleur cuando ésta habló. - Esa es una buena idea.- Le dijo mientras cogía unos de los libros y le apretaba el hombro. Era de un color rojo oscuro, y en el centro de la portada hubo alguna vez un dibujo de color plateado, sin embargo estaba desdibujado y no se podía apreciar de qué se trataba.-Si, desde luego nos va a hacer falta un diccionario. ¿En qué idioma estará esto? Pensaba que ya habíamos aprendido el lenguaje de la ciudad al beber de la fuente esa...- Comentó mientras pasaba las páginas, las cuales eran la mayoría indescifrables, aunque al final del tomo había algunas frases traducidas con una caligrafía diferente. “ Guía sobre torturas con hechizos no letales...” “ Capítulo Trece: Cómo extirpar un órg...” - Pero en este n-no hace falta, chicos-. Dijo cortando la lectura rápidamente y con una sonrisa nerviosa, mientras cerraba el libro de sopetón y lo guardaba. <<¿Qué maldito psicópata ha estado traduciendo eso?>>
-Voy a buscar un diccionario, iremos más rápido si nos repartimos-. Les dijo, deseosa de no encontrarse con más frases tan desagradables. La hawaiana se fue al otro pasillo posando sus ojos en la multitud de tomos que había. Cuando estuvo conforme con uno de ellos volvió con el resto y comparó si el diccionario que había cogido coincidía con el idioma del libro de la francesa. -Este de aquí puede ser bueno-. Afirmó al ver con expresión triunfante al ver que eran coincidentes.
El resto del grupo empezó a hacerle preguntas al espíritu, y Maila prestó atención a sus respuestas deseando echarle el guante a las estanterías. La hawaiana se mostró interesada con el comentario de Ulmara sobre si era un lejano. <<Así que un lejano es como un...¿fantasma?>>. Meditó mientras se imaginaba cómo sería una vida cotidiana en un mundo con “lejanos”...
-Gracias-. Dijo algo seca la hawaiana ya que no se le había escapado la condescendencia de la que había hecho gala al final Biblios. Después se acercó a Fleur cuando ésta habló. - Esa es una buena idea.- Le dijo mientras cogía unos de los libros y le apretaba el hombro. Era de un color rojo oscuro, y en el centro de la portada hubo alguna vez un dibujo de color plateado, sin embargo estaba desdibujado y no se podía apreciar de qué se trataba.-Si, desde luego nos va a hacer falta un diccionario. ¿En qué idioma estará esto? Pensaba que ya habíamos aprendido el lenguaje de la ciudad al beber de la fuente esa...- Comentó mientras pasaba las páginas, las cuales eran la mayoría indescifrables, aunque al final del tomo había algunas frases traducidas con una caligrafía diferente. “ Guía sobre torturas con hechizos no letales...” “ Capítulo Trece: Cómo extirpar un órg...” - Pero en este n-no hace falta, chicos-. Dijo cortando la lectura rápidamente y con una sonrisa nerviosa, mientras cerraba el libro de sopetón y lo guardaba. <<¿Qué maldito psicópata ha estado traduciendo eso?>>
-Voy a buscar un diccionario, iremos más rápido si nos repartimos-. Les dijo, deseosa de no encontrarse con más frases tan desagradables. La hawaiana se fue al otro pasillo posando sus ojos en la multitud de tomos que había. Cuando estuvo conforme con uno de ellos volvió con el resto y comparó si el diccionario que había cogido coincidía con el idioma del libro de la francesa. -Este de aquí puede ser bueno-. Afirmó al ver con expresión triunfante al ver que eran coincidentes.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Biblioteca Mágica
26/08/20, 02:21 pm
Iemai no hizo ninguna pregunta al bibliotecario porque con las que habían hecho sus compañeros era más que suficiente. Aquel ser no le daba miedo, pero quería evitar tener demasiado contacto con él, y no le gustaba la forma en que les estaba hablando, pero suponía que aquella sería la norma, dadas las circunstancias.
La cercana escuchó toda la información que les proporcionaba Biblios, aunque no fuese mucha, pero se le iba la mirada a las estanterías de su entorno. Frunció el ceño mientras miraba a su alrededor, sorprendida todavía por cómo lucía la biblioteca. No era como había esperado verla al entrar.
Iemai se detuvo mirando aquí y allá mientras seguían a Biblios hasta la sección con libros de magia. No tenía claro si podrían encontrar muchos libros que les resultasen útiles, pero quería rebuscar todo lo posible. Avanzó toqueteando los lomos y abriendo algunos libros que le parecían interesantes e inofensivos. Gracias a eso dio con la sección de mapas y atlas en la que Rua tenía tanto interés, y comenzó a buscar, sin unirse a sus compañeros un par de estanterías más allá.
A medida que sacaba tomos volvía a guardarlos. Tenía claro lo que buscaba, y muchos de aquellos libros parecían tan anticuados como poco útiles. De hecho, estaba segura de que era a propósito. Le llevó un rato seleccionar uno, y cuando lo tuvo entre sus manos se acercó al grupo, que decidían aún sobre los libros de magia mientras Biblios aparentaba distraído a la espera de que le dejasen marcharse definitivamente. A Iemai le habría gustado hacerle alguna otra pregunta, pero ni siquiera sabía muy bien cómo formularlas, ni quería dirigirle la palabra a bibliotecario. En vez de eso se acercó a Rua y le dio el libro sobre la ciudad de Rocavarancolia que había encontrado.
—Voy a seguir buscando por otras estanterías, a ver qué encuentro —le dijo con voz queda antes de volver a alejarse.
La cercana escuchó toda la información que les proporcionaba Biblios, aunque no fuese mucha, pero se le iba la mirada a las estanterías de su entorno. Frunció el ceño mientras miraba a su alrededor, sorprendida todavía por cómo lucía la biblioteca. No era como había esperado verla al entrar.
Iemai se detuvo mirando aquí y allá mientras seguían a Biblios hasta la sección con libros de magia. No tenía claro si podrían encontrar muchos libros que les resultasen útiles, pero quería rebuscar todo lo posible. Avanzó toqueteando los lomos y abriendo algunos libros que le parecían interesantes e inofensivos. Gracias a eso dio con la sección de mapas y atlas en la que Rua tenía tanto interés, y comenzó a buscar, sin unirse a sus compañeros un par de estanterías más allá.
A medida que sacaba tomos volvía a guardarlos. Tenía claro lo que buscaba, y muchos de aquellos libros parecían tan anticuados como poco útiles. De hecho, estaba segura de que era a propósito. Le llevó un rato seleccionar uno, y cuando lo tuvo entre sus manos se acercó al grupo, que decidían aún sobre los libros de magia mientras Biblios aparentaba distraído a la espera de que le dejasen marcharse definitivamente. A Iemai le habría gustado hacerle alguna otra pregunta, pero ni siquiera sabía muy bien cómo formularlas, ni quería dirigirle la palabra a bibliotecario. En vez de eso se acercó a Rua y le dio el libro sobre la ciudad de Rocavarancolia que había encontrado.
—Voy a seguir buscando por otras estanterías, a ver qué encuentro —le dijo con voz queda antes de volver a alejarse.
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.Personajes :- Spoiler:
Armas :- Spoiler:
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
- Dama Abrazos: Mandobles y manguales gigantes duales, balas cañon.
- Nery´s: Beyesha infinita. Esto que no sabe ni que es.
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
Status : Cazador de la luna de sangre.
Humor : JAJAJAJAJA *se marcha riéndose*
Re: Biblioteca Mágica
27/08/20, 01:07 am
Biblios clamaba paciencia y Nery´s la perdía mientras veía el comportamiento totalmente inaceptable en cualquier empleado frivy que exudaba el bibliotecario.
-Una pena. -Contestó como si realmente se sintiera así a la respuesta del fantasma, manteniendo una fachada falsa perfecta mientras los detectores de sarcasmo explotaban a su alrededor.
Se calmó internamente y se dedicó a escuchar con curiosidad las teorías susurradas de Kiki. Estaba a punto de preguntar si se podía manejar más de un libro dentro o seguía tambien la letra de solo uno pero Kiki ya se le había adelantado y cogido un par.
-Si... necesitamos saber cómo movernos en esta ruina. -Estaba centrado en encontrar algo que les fuera util a los que podían hacer magia dado que el no parecía poder hacerla. Lo seguiría intentando a futuro pero a decir verdad... no le molestaba. Y no sabía cómo reaccionarían los demás a saber que no le molestaba no poder hacer magia, no quería acabar respondiendo el porqué.
Encontró un libro legible que ponía "Teorías y funcionamientos de la magia" y lo posó en una pila que estaba formando en una mesa central a todos con libros posiblemente útiles para descartar entre ellos.
La mayoría ni siquiera estaban en el idioma que hablaban ahora así que se tenía que guiar por el contenido como podía.
-¿Como vais? -Preguntó.
-Una pena. -Contestó como si realmente se sintiera así a la respuesta del fantasma, manteniendo una fachada falsa perfecta mientras los detectores de sarcasmo explotaban a su alrededor.
Se calmó internamente y se dedicó a escuchar con curiosidad las teorías susurradas de Kiki. Estaba a punto de preguntar si se podía manejar más de un libro dentro o seguía tambien la letra de solo uno pero Kiki ya se le había adelantado y cogido un par.
-Si... necesitamos saber cómo movernos en esta ruina. -Estaba centrado en encontrar algo que les fuera util a los que podían hacer magia dado que el no parecía poder hacerla. Lo seguiría intentando a futuro pero a decir verdad... no le molestaba. Y no sabía cómo reaccionarían los demás a saber que no le molestaba no poder hacer magia, no quería acabar respondiendo el porqué.
Encontró un libro legible que ponía "Teorías y funcionamientos de la magia" y lo posó en una pila que estaba formando en una mesa central a todos con libros posiblemente útiles para descartar entre ellos.
La mayoría ni siquiera estaban en el idioma que hablaban ahora así que se tenía que guiar por el contenido como podía.
-¿Como vais? -Preguntó.
- Equilibrio:
Un blanco mas oscuro que el negro.
Un negro mas claro que el blanco.
El gris se desborda en mil tonos.
Y el arcoiris se hunde en monotonia.
Vivimos caminando el sendero dejado por los muertos.
Mientras brindamos nueva muerte a nuestro paso para extenderlo.
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