Biblioteca Mágica

Si al bibliotecario le parecieron graciosas las erróneas ideas que Matt tenía sobre la magia, no lo dejó ver. El rostro del espíritu ligado reflejaba tan sólo una perfecta calma ausente. Luego relajó la cara para hablar:
-Pregúntaselo a los libros.
No dijo nada más.

-Oh... Vaya... Vale....- No esperaba esa contestación del bibliotecario por lo que me he quedado algo descolocado. -¿Ese pasillo era?- Digo señalando el pasillo a mi derecha y me encamino hacia el- Oye una cosa asi de nada. ¿Mas o menos donde estaría el libro al que he de preguntarle?- Digo mirándole- Si no es mucha molestia claro esta.- Le miro y le sonrío de oreja a oreja. "Tss, pues valiente mierda de ayuda. A ver si por lo menos me dice de algún libro interesante y que este clarito"

El bibliotecario caminó tranquilamente hacia un estante no muy al fondo y señaló un tomo bastante poco grueso. Luego lo sacó.
-Ejemplos de ingeniería mágica nivel I. Aquí se explica el funcionamiento de objetos como los cristales y algunos homólogos bastante sencillos -hojeó algunas páginas-. Por ejemplo, los amuletos que previenen que la temperatura corporal suba demasiado o los que se cargan sólo cuando detectan que las reservas de su propietario están al máximo. El libro está en un rocavarancolés bastante conciso, pero con muchos tecnicismos -abrió una página al azar-. Dotadura... clarividencia superficial recta... sensibilidad ajena a la esencia... contraengastar... En fin, de todas formas probablemente os sirva de algo hojearlo si sólo queréis saber para qué sirven los cristales.

Viendo que no iba a conseguir del bibliotecario esos utensilios tan deseados para ella, decidió irse, ignorando a Matt, y esperar a poder hacerle el resto de preguntas al bibliotecario en otro momento, pero las últimas palabras de este le llamaron la atención. “¿Magia? ¿Lo dice en serio?” se preguntó. Observó el cristal que le había quitado a Matt con curiosidad. “¿Será un utensilio para hacer trucos o hechizos? ¿Se activará de alguna manera?” se preguntó de nuevo.

Al ver que el bibliotecario cogía un libro que, según él, tenía las respuestas que buscaban, no dudó en quitárselo y comenzar a ojearlo. Ella misma cogería esas respuestas que nadie quería darle. Pasó una página tras otra, repasando dos veces todos los párrafos para estar segura de que lo que entendía era lo que realmente ponía en el libro. “Son como… cargas, de magia. La luz indica que se está cargando y después puedes hacer hechizos con él.” Reflexionó observando de nuevo el cristal. Se hizo un pequeño corte para cargarlo y se lo volvió a guardar en el bolsillo. Todavía tenía cosas que preguntar.

- ¿De qué año es este libro? - le preguntó de nuevo al bibliotecario mostrándole su libro de mapas.- La brecha en el suelo llena de huesos, es más reciente, ¿verdad? Por eso no aparece en el mapa. ¿El libro tiene algún fallo más, algún sitio que falte de cartografiar a parte de la brecha?

-El libro es bastante reciente, de hace cuarenta y tres años ya. La brecha es algo más nueva. Pero en estos cuarenta y tres años no se han muchos cambios en la ciudad aparte de la destrucción o la desaparición de muchos edificios como los flotantes -señaló una ilustración de una torre flotante que llamaba bastante la atención.

Wen escuchó atentamente al bibliotecario. “Destrozos recientes. Conflictos bélicos.” Dedujo para sí. Miró su libro una vez más. Mientras supiera el pequeño detalle de la cicatriz no tendría problema. Volvió a guardar el libro en su mochila y, comprobando que el cristal estuviera cargado, se dirigió a buscar un libro de magia, con el que poder comprobar si era cierto lo del cristal y si ella era capaz. “¡Estúpida! Puedo pasarme el día buscando un libro de magia que sea capaz de leer entre estas estanterías.” Se dijo deteniéndose.

- ¿Dónde están los libros de magia? - le preguntó al bibliotecario de manera bastante reacia, como si la idea de dirigirle la palabra de forma voluntaria la repugnara.

-Por ahí -dijo con una ranciedad equiparable y señalando un amplio pasillo-. La magia general y los libros no especializados están en esta ramificación del pasillo. Aquí es donde hay idiomas menos familiares. La magia exige pronunciaciones muy ajenas, pero tenéis la suerte de que algunos de estos libros de bajo nivel incluyan guías de pronunciación para ciertos sonidos que se consideraban los más difíciles. Que no todos.

Nasher escuchaba con la oreja pegada a una estantería con algunos huecos. No acababa de creese lo que decían... Magia, ellos podrían hacer magia, podrían hacer milagros. La idea le entusiasmó y sus brazos abrazaron con fuerza el libro que había elegido.

Lief y él se habían devanado los sesos para decidir qué libro sería el mejor para que pudiese aprender a leer, y finalmente habían concluido que uno de relatos, que no solían tener tecnicismos ni palabras complicadas. Nasher había dado con un volumen polvoriento con bonitas ilustraciones en sepia, textos cortos y algunas anotaciones pequeñitas. No sabía a qué venían las anotaciones en un libro de cuentos, pero qué más daba, ese era el libro que buscaba. Nunca había estado en una pero había oído algo sobre el funcionamiento de las bibliotecas, así que salió de su escondrijo y le mostró al tipo flotante el libro que iba a llevarse.

-Me llevaré este- dijo con una sonrisa, y permaneció atento a posibles novedades sobre la magia.

Matt y Wen miraban un libro que él no comprendía, y pronto la chica salió en busca de libros de mágia. Nasher la siguió con curiosidad, sacando al azar libros de los estantes que iba encontranto y buscando si tenían dibujos. Algunos mostraban muñequitos haciendo cosas que no tenían ningún sentido, pero eran graciosos igualmente.

"Me resultará de gran ayuda el libro este" Cuando voy a coger el libro Wedn se me adelanta y comienza a ojearlo como si le fuese la vida en ello. -Bueno hija, cuando acabes me lo dejas un poco si eso y si, puedes verlo primero, te lo dejo.- Digo con cierto retintineo. "Mierda, las cosas se piden por favor." Ojeo un poco el libro cuando Wedn comienza a hacerles preguntas al bibliotecario. Mis ojos pasan por las paginas todo lo rápido que pueden intentando entender el máximo posible de su contenido.

"Baterías, son como baterías." Miro el cristal y me vuelvo a cortar con el para que se ilumine pero este golpe no se ilumina. -¿Y ahora por que no va esta mierda?- Vuelvo a mirar el libro y veo que no se vuelven a iluminar una vez cargados. El bibliotecario le indica a Wedn donde están los libros de magia por lo que me ahorro la respuesta a mi pregunta y agarro a Wedn por la mano y se la aprieto contra mi pecho como si se tratase de una escena a lo telenovela barata.-Bueno, pues entonces...-Me detengo y le sonrío de manera bastante picara- ¿Le apetecería hacer algo de magia conmigo mi querida brujita?- Suelto su mano y me giro hacia el bibliotecario que esta con Nasher.

Wedn se va hacia el pasillo que nos han señalado y Nasher la sigue por lo que me quedo solo con el bibliotecario y le hablo de manera bastante alegre e intentando parecer educado. -Muchas gracias. Si necesitamos algo mas así a lo duda tonta o algo por estilo ya te daremos un toquecito o algo ¿Vale? Bueno me voy con ellos.- Le guiño el ojo y voy hacia el pasillo donde se encuentran los libros."Se me sigue haciendo raro pensar que en Rocavarancolia haya una biblioteca pero..¿Magia? Esto se pone cada vez mejor Matt". Miro a Wedn y a Nasher y les sonrío. -Quien primero encuentre algún libro para hacer aparecer tabaco le hago la cama una semana lo prometo.- Digo mientras ojeo el primer libro que veo.

"¿Pero que mierda pone aquí?" Pienso mientras ojeo el libro. Las paginas están llenas de garabatos y unas palabras que no entiendo. Dejo el libro en su sitio y comienzo a mirar por los estantes a ver si encuentro algún libro que pueda entender.

La búsqueda resultó infructuosa. No encontró nada que la ayudase a romper el amuleto que llevaba al cuello desde su transformación. De hecho, no encontró nada sobre él en absoluto, lo que le hizo sospechar que le estaban escondiendo los libros a propósito y la hizo rabiar. Desistió pronto de esa tarea, porque no era la primera vez que lo intentaba.
Entre lectura y lectura le fallaba la concentración; a veces se descubría leyendo por quinta vez la misma frase porque los pensamientos se le iban a cosas más placenteras y sangrientas.
Luego dio vueltas como un perro abadonado por las filas de estanterias mientras intentaba pensar en algo util. Se cruzó con cosechados. eran chicos tan jovenes como ella, y ella no llamaba especialmente la atencion excepto por su tendencia monocromatica. No les dirigió más de una mirada y los ignoró mientras buscaba libros con los que alimentar su nueva idea.
leyó hasta que encontró algo adecuado y sacó un único libro del edificio, un tomo fino y desgastado.

Una vez escuchada la contestación del bibliotecario, Wen se dispuso a buscar libros de magia cuando Matt la agarró de la mano, sorprendiéndola. “¿Mi querida brujita? ¿En serio?” se preguntó irónicamente.

- Imbécil. - susurró después de soltarse de sus manos bruscamente y dirigirse a las estanterías que el bibliotecario le había señalado.

Ignorando a sus compañeros, Wen comenzó una intensiva búsqueda que dio como resultado un libro bastante comprensible. Echándole un rápido vistazo, encontró un hechizo que parecía sencillo y se dispuso a practicarlo. Le costó en poco darse cuenta que la lectura era diferente a como estaba acostumbrada, pero una vez descubrió que el hechizo se leía de arriba abajo y de derecha a izquierda, no le fue difícil descubrir que la finalidad del mismo era el cerrar heridas. Lo hizo una vez, con movimientos precisos y voz clara, pero no pasó nada. Frustrada, gruñó cerrando el libro de golpe. Mirando malhumorada a su alrededor, se dio cuenta del tiempo que llevaban ahí. “Demasiado” se dijo. Se hacía tarde y la vida nocturna de la ciudad no era algo que le hiciera ilusión conocer. Volvería al día siguiente y, esta vez, gastaría el tiempo que hiciera falta en hacer funcionar ese hechizo.

Escondió el libro entre algunos otros, esperando que nadie lo cambiara de lugar para poder volverlo a encontrar al día siguiente, y se preparó para volver al torreón.

- Vámonos. - les dijo a sus compañeros mientras se acercaba a la puerta con el arco ya cargado entre las manos.- Tenemos que volver a Maciel, se hace tarde. - concluyó sin percatarse de que solo ella conocía el nombre del torreón que desde hacía un mes era su hogar.


Sigue en el Torreón Maciel

Por los dibujos creía haber entendido más o menos para qué servían los cristales... No te absorvían el alma, sino la magia... ¿Para que? << ¿Para usarla más tarde?>> Le pareció una buena idea, le pareció aun mejor la perspectiva de poder hacer magia.

Fuera el sol se ponía, aun les quedaba un buen trecho de vuelta al torreón así que lo mejor sería ponerse en marcha ya. Enna estaba inmersa en un libro decorado de forma bastante siniestra cuando Nasher fue a avisarla y casi pareció apenada de dejarlo. Esperó a que todos se hubieran reunido en la entrada para seguirles fuera del edificio.

Llevaba el libro elegido debajo del brazo derecho, para tener al menos una mano libre en caso de recibir un ataque. Era un volumen fino pero grande, y eso dificultaba su transporte. Solo deseó no tener que dejarlo atrás para correr con más facilidad... Sería una verdadera lástima.

<< Tonterías, llegaremos enseguida al torreón y me pondré cuanto antes a aprender...>> pensó con una sonrisa.

Sigue en el Torreón Maciel.

Después de rebuscar por la sección doy con un libro que no es muy difícil de entender. -Magia.-
Empiezo a leerlo y veo varios supuestos hechizos que parecen estar bien. "Curaciones, levitación, intangibilidad. Mmmm, mola. Ojala que pueda hacerlos."

-Muchos conjuros muchos conjuros pero ninguno me materializa tabaco joder- Digo en forma de broma mientras que coloco el libro en su sitio. Wedn sugiere volver al torreón. "Mierda. ¿Cuanto tiempo llevamos aquí?. Wedn tiene razón paso de estar por aquí cuando se haga de noche." La sola idea de encontrarme un bicho monstruoso por la noche sin poder ver nada me aterraba. -Enga, vamos. Caminito que cuando antes salgamos antes llegamos.- Al salir Wedn dice algo sobre algo llamado Maciel.

-¿Maciel? ¿Le has puesto Maciel al torreón? Yo personalmente lo hubiese llamado...-"¿Casa?.¿Lo puedo llamar casa?."Me paro en seco por lo que todos me adelantan y salen. -Yo lo llamaría mi nueva casa o mi pelusero.- Niego con la cabeza y salgo camino a la puerta de salida. Me paro y obeservo como va anocheciendo. -Mierda, tenemos que darnos prisa- Me encamino hacia el grupo y les alcanzo a los pocos pasos.


b]Sigue en el Torreón Maciel.[/b]

Después de dejar a Enna en el acantilado Wedn me indica como puedo llegar a la biblioteca. Nos separamos y comienzo a andar por las calles de Rocavarancolia solo. "Matt, Estas solo ahora. Hay que tener muchísimo cuidado." Preparo mi arco y camino con el por delante.

"Enna, Ya no es mi problema. Ella se lo ha buscado. Espero no volver a verla jamas. Que se la coma algo. Que pase hambre. Que escarmiente por todos sus actos." Al estar cerca de la biblioteca respiro aliviado. "Al fin he llegado. No me ha comido nada. Eso es muy bueno." Miro hacia atrás con preocupación mientras pienso en Nasher, Wed y Kestel. "Espero que estén bien. No quiero perder a nadie mas." Una sonrisa algo macabra se dibuja en mi cara al pensar que Kestel le pasase algo. "En realidad si al albino le pasa algo.. no me dolería.. total.. el me odia. No digo que se muera pero yo que se... que se parta algo o se corte la planta del pie o algo."

-Matt, Jodido enfermo. Entra y deja de pensar esas cosas anda- Descargo el arco y lo pongo en mi espalda mientras me dirijo a la puerta y la abro.

La biblioteca esta demasiado silenciosa. Siempre que he entado ha sido con ellos y ahora que entro solo me da algo de miedo por lo que me coloco en la entrada del primer pasillo y hablo en un tono algo bajo con la esperanza de que mi amigo el bibliotecario se dignase a recibirme. -¿Hola? ¿ Bibliotecario?- Trago saliva al no escuchar respuesta por lo que alzo la voz un poco y vuelvo a preguntar. -¿Holaaa?-

"¿No hay nadie?¿A donde coño a ido el tío ese? Los fantasmas necesitarán ir al baño o algo." Digo mientras avanzo un poco en la sala cuando un libro rojo sangre capta toda mi atención. "Mmm.. ¿Y esto?" -Bendecidos por la luna.- "¿La luna?". Me subo a la mesa poniéndome enfrente del libro y lo abro.

El libro esta en mi idioma por lo que no me cuesta nada comenzar a leerlo. -¿Pero qué es esto? ¿Transformaciones? ¿Vamos a trasformarnos en estas cosas?- Digo para mi mismo mientras observo a una especie de humano con alas y voy pasando las hojas. "Guau... Significa que nos transforman en.. ¿engendros?¿En pollos?." Mi mirada se para en la imagen de una mujer con el pelo largo y las manos extendidas. "Brujas y magos." Al pie de la pagina hay una anotación que me intriga un poco. -La luna intensifica el cambio en los días antes de su aparición.-"¿La luna nos transforma? Necesito llevarme este libro a Maciel y enseñárselo a los demás." Miro hacia todos los lados comprobando que aun sigo absolutamente solo. -¿Bibliotecario?- Vuelvo a preguntar obteniendo la misma respuesta. Nada. Una sonrisa maligna se duba en mi cara. "Buuueno Matt, es un libro, no creo que se den cuenta con toooooodos los libros que hay aquí metidos." Rebusco por los alrededores de la mesa y por varios estantes hasta encontrar una especie de papel y rebusco en todos lados en busca de algo con lo que escribir.

-Desde cuando una biblioteca no tiene un puto bolígrafo.. mal.. muy mal.- Miro en algunas estanterías buscando el boli pero me doy por vencido. -Que le den. Paso. Me lo llevo y ya se lo devolveré- Voy rápido hasta el libro y vuelvo a miar hacia todos lados.-¿Bibliotecaaaaaario?- Nada, silencio. Nadie vuelve a responderme. "Hoy será su día libre o algo. Bueno yo me largo." Al pasar por la puerta mis ojos se fijan en una de las antorchas y sonrie. "Carbon. Ya tengo para escribir." Cojo la antorcha de la pared y la apago dandole algunos golpes a la salida de la biblioteca. La parte quemada de la antorcha de rompe y cojo uno de los trozo y hago una marca en la puerta para comprobar que funciona mi mini invento. -Perfecto, funciona- Vuelvo a poner la antorcha en su sitio e intento encenderla con el Zippo pero no puedo, esta demasiado deteriorado. -Bah, paso- Me dirijo a la mesa donde tenia puesto el papel y comienzo a escribir.

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Querido Bibliotecario he venido para hacerte una vistilla pero no estas. Me he llevado un libro que había en la mesa para una amiga en Maciel así que se lo cobras a ella. Siento llevarme el libro sin que lo veas pero espero que no te importe. Un abrazo y muchas gracias

/Matt/
P.D: Siento lo de la antorcha. Hay que pensar en comprar bolígrafos. Pero bueno, es una sugerencia. Yo te dejo el carboncillo y ya tu lo usas como puedas. Muchas gracias

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Al terminar la mini carta dejo el trozo de carboncillo improvisado en la mesa y la nota donde estaba el libro y salgo corriendo hasta salir de la puerta. "Bueno, Ahora caminito para casa. No quiero pasar mucho tiempo solo y Kaethe esta con Tsusu solos en el torreón. Sin mas retraso cojo camino hacia Maciel esperando no encontrarme con ningún bicho que tuviese la necesidad de hacerme de mi cuerpo su merienda.


Sigue en el Torreón Maciel.