Biblioteca Mágica
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Fundador
Rocavarancolia Rol
49 participantes
- Rocavarancolia Rol
Biblioteca Mágica
02/08/11, 04:22 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Edificio de mármol gris de tamaño medio visto desde el exterior, pero que en realidad cuenta con una gran cantidad de espacio en el interior debido a un hechizo. Dos grandes portones de madera permiten el acceso al interior.
El suelo es de madera, y lo único que se ve nada más entrar son hileras e hileras de estanterías con algunas mesas y sillas repartidas por los pasillos. La cantidad de estanterías es incomensurable y todavía más los libros y manuscritos de todo tipo que contienen. Se puede acceder a un segundo piso desde escaleras a ambos lados repartidas en varios puntos de la gigantesca sala principal, donde se repite el mismo entramado de estanterías y mesas.
Entre los estantes de apariencia normal y corriente destacan algunos ejemplares peculiares como libros voladores o libros enjaulados que parecen tener vida propia que se encuentran repartidos de forma aleatoria por el edificio.
La Biblioteca cuenta con una gran cantidad de hechizos anclados sobre ella que la hacen un lugar bien protegido, tanto de ataques desde el exterior como desde el interior. Aunque no solo cuenta con hechizos de seguridad. Uno de los artificios mágicos más destacables son los hechizos ilusorios y barreras que impiden el paso a los cosechados más allá de los primeros pasillos. Los cosechados tienen la sensación de que avanzar por toda la biblioteca, pero en realidad solo pueden moverse por una sección muy limitada de esta. Casi todos los grimorios sobre hechizos y runas, así como ejemplares sobre alquimia y bestiarios de transformaciones han sido movidos a la nueva biblioteca especializada: la Torre Doce. Quedan algunos grimorios básicos a los que tienen acceso los cosechados y la mayoría se encuentran en idiomas incomprensibles, aunque algunos cuentan con notas de traducción y hay algunos diccionarios.
El bibliotecario es Biblios, un espíritu ligado al edificio que conoce bien todas las secciones de la biblioteca y buena parte de los contenidos de los libros de las mismas. Suele aparecer para ayudar a los cosechados brevemente, y a los transformados si le llaman... Aunque no siempre.
NOTA: A disposición de los transformados hay amuletos logománticos variados que se pueden tomar prestados para leer dentro de la biblioteca. Nunca se pueden sacar de esta, pero se pueden traer materiales del exterior para leer aquí usándolos.
El suelo es de madera, y lo único que se ve nada más entrar son hileras e hileras de estanterías con algunas mesas y sillas repartidas por los pasillos. La cantidad de estanterías es incomensurable y todavía más los libros y manuscritos de todo tipo que contienen. Se puede acceder a un segundo piso desde escaleras a ambos lados repartidas en varios puntos de la gigantesca sala principal, donde se repite el mismo entramado de estanterías y mesas.
Entre los estantes de apariencia normal y corriente destacan algunos ejemplares peculiares como libros voladores o libros enjaulados que parecen tener vida propia que se encuentran repartidos de forma aleatoria por el edificio.
La Biblioteca cuenta con una gran cantidad de hechizos anclados sobre ella que la hacen un lugar bien protegido, tanto de ataques desde el exterior como desde el interior. Aunque no solo cuenta con hechizos de seguridad. Uno de los artificios mágicos más destacables son los hechizos ilusorios y barreras que impiden el paso a los cosechados más allá de los primeros pasillos. Los cosechados tienen la sensación de que avanzar por toda la biblioteca, pero en realidad solo pueden moverse por una sección muy limitada de esta. Casi todos los grimorios sobre hechizos y runas, así como ejemplares sobre alquimia y bestiarios de transformaciones han sido movidos a la nueva biblioteca especializada: la Torre Doce. Quedan algunos grimorios básicos a los que tienen acceso los cosechados y la mayoría se encuentran en idiomas incomprensibles, aunque algunos cuentan con notas de traducción y hay algunos diccionarios.
El bibliotecario es Biblios, un espíritu ligado al edificio que conoce bien todas las secciones de la biblioteca y buena parte de los contenidos de los libros de las mismas. Suele aparecer para ayudar a los cosechados brevemente, y a los transformados si le llaman... Aunque no siempre.
- Cómo se creó la Biblioteca Mágica:
- El proyecto inicial de construcción de la Biblioteca Mágica fue llevado a cabo por el Consejo tras la finalización del conflicto del regreso de Hárex y Hurza. Se recopilaron una enorme cantidad de libros y manuscritos a lo largo de los años con la colaboración de una buena parte de los ciudadanos y decenas de magos ayudaron en la elaboración del entramado de hechizos anclados que contiene el edificio. Uno de estos magos, Littero Ara, que se involucró tanto en el proceso como para perder la vida tras invocar a Bilbios y anclarlo a la biblioteca, culminó el proyecto con lo que es hoy en día. El catálogo de la Biblioteca siguió y sigue aumentando año tras año.
NOTA: A disposición de los transformados hay amuletos logománticos variados que se pueden tomar prestados para leer dentro de la biblioteca. Nunca se pueden sacar de esta, pero se pueden traer materiales del exterior para leer aquí usándolos.
- Caillech
Ficha de cosechado
Nombre: Dama Gula, antes conocida como Caillech (Cail o Cai)
Especie:
Habilidades: Conocimiento de técnicas de supervivencia, olfato muy fino y agilidad (cosas indispensables para una nómada)
Re: Biblioteca Mágica
12/01/12, 01:15 pm
El trabajo de traducción no era fácil, más bien era muy complicado y requería mucho trabajo. Cada dos por tres debía consultar con algún diccionario para saber lo que un arma era capaz de hacer, las mejores formas de entrenar o como matar con un alfiler a una persona con unos cualtos pinchazos. Era muy interesante, estaba aprendiendo mucho. Me apenaba no poder llevarme ningun libro más, ya que el limite estaba en un libro por cada individuo. Un desperdicio. Debería de traer algún instrumento la proxima vez que viniesemos aqui para hacer unas copias de estos libros. Así el extraño bibliotecario no nos hecharía la bronca ya que realmente no me estaría llevando uno de sus libros, sino uno que yo misma había hecho. Era una buena idea...
Mis ojos se posaron en un libro que yo no había dejado allí antes. Lo abrí curiosa para encontrarme que versaba sobre Asrena. Ya no entendía lo que ahí estaba escrito por esa agua que bebí cuando desperté, pero las imagenes eran suficientes para saber que eran los desiertos donde había vivido toda mi vida hasta que vine aquí, era mi hogar, mi mundo. Lo cerré fuertemente y lo alejé. No, ese no era más mi mundo. Cuando vine aquí lo hice para alejarme de allí, para no volver jamás allí. Yo misma había escogido este destino cuando firmé el contrato y no cambiaria de decisión. Este era mi vida. Puede que fuera temible y letal, hasta un poco loco, pero era todo lo que tenía. No me arrepentía, pues nada dejaba atras, ellos me habían empujado a tomar este camino y no se merecían más mi nostalgia ni nada.
Vi como los otros se preparaban para irse ya al torreón. Bien, quería alejarme un poco de aqui. El ver las imagenes de mi mundo me había deprimido un poco y solo un buen entrenamiento podría animarme nuevamente. Había descubirto que era la mejor manera que había para tranquilizar mis nervios y alejar preocupaciones. Me dirijí a los demas con pasos pausados.
- Bien, como veo que ya estais todos servidos, es hora de separar nuestros caminos - les dirigía la mirada a los del otro torreón -. Tened cuidado mientras volveis, estos lugares estan infectados de horribles seres que no dudaran en despedazaros si les dais una oportunidad - empecé a caminar fuera de aquel edificio con mis compañeros de torreón antes de volver la mirada hacia los dos locos con una siniestra sonrisa -. Aunque, a decir verdad, nos harían un favor si despedazaran a algunos de ustedes - mis palabras iban dirigidas especificamente a los dos que tan mala espina me daban y de los cuales no confiaba para nada -. Nos vemos - dije saludando sobre mi hombro y perdiendome junto a los otros entre los callejones sin darles tiempo a decir nada a esos dos.
Sigue en el Torreón Letargo.
Mis ojos se posaron en un libro que yo no había dejado allí antes. Lo abrí curiosa para encontrarme que versaba sobre Asrena. Ya no entendía lo que ahí estaba escrito por esa agua que bebí cuando desperté, pero las imagenes eran suficientes para saber que eran los desiertos donde había vivido toda mi vida hasta que vine aquí, era mi hogar, mi mundo. Lo cerré fuertemente y lo alejé. No, ese no era más mi mundo. Cuando vine aquí lo hice para alejarme de allí, para no volver jamás allí. Yo misma había escogido este destino cuando firmé el contrato y no cambiaria de decisión. Este era mi vida. Puede que fuera temible y letal, hasta un poco loco, pero era todo lo que tenía. No me arrepentía, pues nada dejaba atras, ellos me habían empujado a tomar este camino y no se merecían más mi nostalgia ni nada.
Vi como los otros se preparaban para irse ya al torreón. Bien, quería alejarme un poco de aqui. El ver las imagenes de mi mundo me había deprimido un poco y solo un buen entrenamiento podría animarme nuevamente. Había descubirto que era la mejor manera que había para tranquilizar mis nervios y alejar preocupaciones. Me dirijí a los demas con pasos pausados.
- Bien, como veo que ya estais todos servidos, es hora de separar nuestros caminos - les dirigía la mirada a los del otro torreón -. Tened cuidado mientras volveis, estos lugares estan infectados de horribles seres que no dudaran en despedazaros si les dais una oportunidad - empecé a caminar fuera de aquel edificio con mis compañeros de torreón antes de volver la mirada hacia los dos locos con una siniestra sonrisa -. Aunque, a decir verdad, nos harían un favor si despedazaran a algunos de ustedes - mis palabras iban dirigidas especificamente a los dos que tan mala espina me daban y de los cuales no confiaba para nada -. Nos vemos - dije saludando sobre mi hombro y perdiendome junto a los otros entre los callejones sin darles tiempo a decir nada a esos dos.
Sigue en el Torreón Letargo.
- InvitadoInvitado
Re: Biblioteca Mágica
12/01/12, 07:21 pm
Alicia seguía ida, notaba como tenía que tirar de ella para que siguiera avanzando y casi estuvo a punto de detenerse cuando llegaron a la entrada, pero ahí estaba el tío raro. Había aparecido de la nada y hablaba con tono mandón trayendo montañas absurdamente altas de libros que sacaba de ninguna parte. Le había quitado el libro de las calaveras a Vlad, cambiándolo por otro bastante menos bonito.
A Mánia no le dio tiempo a analizar detenidamente cuán feo y hortera era el traje que llevaba el bibliotecario, pues los echó a todos del edificio sin miramientos. La andrógina bufó cuando se vio fuera, sin soltar aún la mano de Alicia. << ¿Cómo se atrebe?>> pensó indignada por haber recibido un trato así por parte de un hombre y encima mal vestido.
Los del grupo de Maciel emprendieron la marcha y Mánia se quedó mirando como el conde se alejaba con la cabeza ladeada, sin darse cuenta de que sus propios compañeros ya habían comenzado el camino de vuelta a Letargo. << Tal vez tendría que haberle preguntado de qué iba el libro>> pensó. Se encogió de hombros, se colocó las garras, asegurándose de que su libro estaba bien sujeto bajo su brazo y su calavera al cinturón, y corrió para alcanzar a su grupo.
Sigue en el Torreón Letargo.
A Mánia no le dio tiempo a analizar detenidamente cuán feo y hortera era el traje que llevaba el bibliotecario, pues los echó a todos del edificio sin miramientos. La andrógina bufó cuando se vio fuera, sin soltar aún la mano de Alicia. << ¿Cómo se atrebe?>> pensó indignada por haber recibido un trato así por parte de un hombre y encima mal vestido.
Los del grupo de Maciel emprendieron la marcha y Mánia se quedó mirando como el conde se alejaba con la cabeza ladeada, sin darse cuenta de que sus propios compañeros ya habían comenzado el camino de vuelta a Letargo. << Tal vez tendría que haberle preguntado de qué iba el libro>> pensó. Se encogió de hombros, se colocó las garras, asegurándose de que su libro estaba bien sujeto bajo su brazo y su calavera al cinturón, y corrió para alcanzar a su grupo.
Sigue en el Torreón Letargo.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Re: Biblioteca Mágica
12/01/12, 11:57 pm
Toima entró el último a la sala. Vigilando en la calle por si habia alguien acechando o espiandoles. Cuando se dio por satisfecho entró en la biblioteca con paso firme. Se quedó parado en la estancia al comprobar el lugar en el que se hallaba. Se podia haber esperado mil cosas diferentes, pero nunca una biblioteca. Libros y libros amontonados, en estanterias, a veces en pilas. Todos cogiendo polvo como las cosas inútiles que eran.
-Malditos ratones de biblioteca...-se limitó a contestar sin ocultar su voz. Se revolvio el pelo. Los más entusiastas se paseaban por el lugar como abejas de flor en flor, mirando todos y cada uno de los libros. Por alguna razón que no acabó de entender, Toima se encontró haciendo lo mismo al poco rato, para matar al tiempo. La mayoria de los libros en un estado legible se encontraban en idiomas que le eran completamente desconocidos. Sin delicadeza alguna, iba pasando sus dedos por los lomos de los libros, derribandolos y descubrendo el siguiente, que era tan prometedor como el anterior.
-¡Vaya mierda!-exclamó.-Los libros de este lugar son inutiles...Si estuvieran en algun idioma comprensible...-se rascó una ceja.-Y aún asi, de los libros no se aprende nada. Solo si experimentas algo con tu cuerpo es cuando de verdad lo conoces y sabes.-
Gruñó al bibliotecario en cuanto le vio pasar y no se tomó la molestia de cortarse con sus quejidos.
-"como ser un completo tarado", "guia expedicionaria de su puta madre va a leer este tocho", "el poder, o como me quedé virgen para siempre..."-siguio cambiandole los nombres a los libros que iba encontrando, aburrido, puesto que los demás no tenian señales de marcharse.-Oh mira..un libro de dragones...que pena que este en un idioma que ni la perra que le trajo al mundo si quiera sabe.-
Quizas estaba enfadado por no haber encontrado nada de acción en sus últimas salidas.
Arrojó el libro con desprecio contra el estante, probablemente eso le causaria problemas con el bibliotecario asi que decidio salir.
Solo quizás por eso. O estaba enfadado con la ciudad entera.
Giró la última esquina y salio a la calle, despotricando como un viejo cascarrabias. Era desconocido para el grupo que previamente habia cogido prestado uno de los libros, no sabia si el bibliotecario se habia enterado o no. En el interior de su sudadera, cubierta de pliegues que ocultaban su presencia se hallaba un libro de cuero curtido de arpia negra. Varios cintos de un material duro lo rodeaban y hacian de el libro un perro con un bozal. Alguien sin muchas luces podria interpretar el titulo como un idoma aparte pero, alguien con dos dedos de frente podria darse cuenta de que aquel libro se titulaba "Los siete caminos del dolor" de Nicholas Van Flamvell y que su lectura no era la misma que la de un libro ordinario.
-Malditos ratones de biblioteca...-se limitó a contestar sin ocultar su voz. Se revolvio el pelo. Los más entusiastas se paseaban por el lugar como abejas de flor en flor, mirando todos y cada uno de los libros. Por alguna razón que no acabó de entender, Toima se encontró haciendo lo mismo al poco rato, para matar al tiempo. La mayoria de los libros en un estado legible se encontraban en idiomas que le eran completamente desconocidos. Sin delicadeza alguna, iba pasando sus dedos por los lomos de los libros, derribandolos y descubrendo el siguiente, que era tan prometedor como el anterior.
-¡Vaya mierda!-exclamó.-Los libros de este lugar son inutiles...Si estuvieran en algun idioma comprensible...-se rascó una ceja.-Y aún asi, de los libros no se aprende nada. Solo si experimentas algo con tu cuerpo es cuando de verdad lo conoces y sabes.-
Gruñó al bibliotecario en cuanto le vio pasar y no se tomó la molestia de cortarse con sus quejidos.
-"como ser un completo tarado", "guia expedicionaria de su puta madre va a leer este tocho", "el poder, o como me quedé virgen para siempre..."-siguio cambiandole los nombres a los libros que iba encontrando, aburrido, puesto que los demás no tenian señales de marcharse.-Oh mira..un libro de dragones...que pena que este en un idioma que ni la perra que le trajo al mundo si quiera sabe.-
Quizas estaba enfadado por no haber encontrado nada de acción en sus últimas salidas.
Arrojó el libro con desprecio contra el estante, probablemente eso le causaria problemas con el bibliotecario asi que decidio salir.
Solo quizás por eso. O estaba enfadado con la ciudad entera.
Giró la última esquina y salio a la calle, despotricando como un viejo cascarrabias. Era desconocido para el grupo que previamente habia cogido prestado uno de los libros, no sabia si el bibliotecario se habia enterado o no. En el interior de su sudadera, cubierta de pliegues que ocultaban su presencia se hallaba un libro de cuero curtido de arpia negra. Varios cintos de un material duro lo rodeaban y hacian de el libro un perro con un bozal. Alguien sin muchas luces podria interpretar el titulo como un idoma aparte pero, alguien con dos dedos de frente podria darse cuenta de que aquel libro se titulaba "Los siete caminos del dolor" de Nicholas Van Flamvell y que su lectura no era la misma que la de un libro ordinario.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Biblioteca Mágica
13/01/12, 12:24 am
La aparición del bibliotecario fue tan intempestiva como de costumbre y así como llegó, se fue. No pude evitar una breve carcajada cuando le cambió a Vladimir un libro por otro o cuando colocó una montaña de libros para que Alphonse eligiese. Con su habitual extravagancia nos echó de la biblioteca sin más miramientos. El señor kaiser había estado tirando libros y refunfuñando por las esquinas. Fruncí el ceño observándolo. No solía sentir odio por nadie, pero el comportamiento de aquel extraño ser de apariencia casi humana me resultaba poco agradable. Estuve a punto de exigirle, por algún motivo me sentía incluso capaz de exigírselo, que dejase de tirar libros; pero fue entonces cuando apareció el bibliotecario y lo dejé pasar. Intercambié una mirada seria con Giz y cerré el libro que estábamos observando, volviéndolo a poner en su sitio. Ya habían decido irse así que seguí a Mánia y Alicia fuera del edificio.
Fuera nos despedimos de nuestros compañeros, que ya volvían a su torreón. << Es una pena que no se puedan quedar en Letargo por esta noche, pero tal y como están las cosas es imposible >>, pienso mirando al señor kaiser y a Sezk alternativamente.
-Me ha gustado mucho veros de nuevo a todos -no era mentira, incluso me había gustado ver a Hannah e incluso a Sezk y al kaiser aún era la primera vez que lo veía-. No te olvides de ese sombrero para Giz, Alphonse -le dije con una amplia sonrisa.
Observé como se perdían en la distancia hacia la Cicatriz de Arax durante unos instantes y, acto seguido, corrí trás Mánia y Alicia en dirección a nuestro hogar.
Sigue en el Torreón Letargo.
Fuera nos despedimos de nuestros compañeros, que ya volvían a su torreón. << Es una pena que no se puedan quedar en Letargo por esta noche, pero tal y como están las cosas es imposible >>, pienso mirando al señor kaiser y a Sezk alternativamente.
-Me ha gustado mucho veros de nuevo a todos -no era mentira, incluso me había gustado ver a Hannah e incluso a Sezk y al kaiser aún era la primera vez que lo veía-. No te olvides de ese sombrero para Giz, Alphonse -le dije con una amplia sonrisa.
Observé como se perdían en la distancia hacia la Cicatriz de Arax durante unos instantes y, acto seguido, corrí trás Mánia y Alicia en dirección a nuestro hogar.
Sigue en el Torreón Letargo.
- Fundador
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Biblioteca Mágica
14/01/12, 06:29 pm
Mientras algunos libros volvían a su sitio, intactos pero sacudiéndose algo de polvo, ofendidos por haber sido despertados, Tomia caminaba de vuelta, fuera de la biblioteca. Iba mirando el libro, pero aún así le pareció como si algo hubiera salido del suelo y le pusiera la zancadilla, pero fue ta rápido que no tuvo tiempo de ver nada. Al instante siguiente se encontró en el suelo.
Lejos, en la puerta de la biblioteca, alguien miraba en aquella dirección con la mano a modo de visera. Al verle tropezar, se acercó corriendo con cara de preocupación, aunque cada uno de sus pasos que no tocaban el suelo le hacía avanzar dos metros, por lo que aquello parecía poco más que una pantomima sin sentido.
-¡Vaya, hombre! He visto que te has caído. Pobrecito, ¿estás bien?
Lo levantó.
El libro no respondió a la pregunta planteada. Muy pocos libros saben hablar, lo cual (según pensaba su interrogador) era de lo más extraño, teniendo en cuenta que estaban llenos de palabras. Una vez tuvo el libro a buen recaudo bajo el sobaco, se dirigió a Toima.
-Y yú... ¿nadie te ha dicho que deberías tener más cuidado? Mírate, vas lleno de cuchillos, podrías caerte y clavarte uno. O peor, herir, perdón, dañar el libro con ellos. Libro que, por cierto, queda fuera de tu zona autorizada. Me pregunto que haría con los libros inofensivos pero... bueno, ya sabes, hay mucha gente que se dedica a desordenar y tirar cosas. Búscate otro.
Así se dio la vuelta, de regreso, con una gran sonrisa que nadie vio y la cabeza mirando hacia abajo, para que nadie notase que sus irises habían empezado a cambiar ligeramente de color cada pocos segundos, no tan discreta y lentamente como solían. Hacía tiempo que no se esforzaba lo más mínimo y aquello había sido como estirarse después de una siesta.
Lejos, en la puerta de la biblioteca, alguien miraba en aquella dirección con la mano a modo de visera. Al verle tropezar, se acercó corriendo con cara de preocupación, aunque cada uno de sus pasos que no tocaban el suelo le hacía avanzar dos metros, por lo que aquello parecía poco más que una pantomima sin sentido.
-¡Vaya, hombre! He visto que te has caído. Pobrecito, ¿estás bien?
Lo levantó.
El libro no respondió a la pregunta planteada. Muy pocos libros saben hablar, lo cual (según pensaba su interrogador) era de lo más extraño, teniendo en cuenta que estaban llenos de palabras. Una vez tuvo el libro a buen recaudo bajo el sobaco, se dirigió a Toima.
-Y yú... ¿nadie te ha dicho que deberías tener más cuidado? Mírate, vas lleno de cuchillos, podrías caerte y clavarte uno. O peor, herir, perdón, dañar el libro con ellos. Libro que, por cierto, queda fuera de tu zona autorizada. Me pregunto que haría con los libros inofensivos pero... bueno, ya sabes, hay mucha gente que se dedica a desordenar y tirar cosas. Búscate otro.
Así se dio la vuelta, de regreso, con una gran sonrisa que nadie vio y la cabeza mirando hacia abajo, para que nadie notase que sus irises habían empezado a cambiar ligeramente de color cada pocos segundos, no tan discreta y lentamente como solían. Hacía tiempo que no se esforzaba lo más mínimo y aquello había sido como estirarse después de una siesta.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Biblioteca Mágica
15/01/12, 03:44 am
Tras un trayecto tranquilo, sorteando edificios y volando prácticamente en línea recta excepto para dar esquinazo a una especie de murciélago pero con cuerpo de serpiente, nada apetitoso por la extraña piel y el nauseabundo olor que despedía. Olor que no conseguía quitarme de encima a causa de los varios encontronazos con la criatura. Olor que va menguando al aterrizar cerca del edificio <<<Humano o similar demasiado cerca, diantre>>> Así que vuelvo a convertirme en humo y aprovechando las puertas abiertas, me lanzo al interior como una exhalación, perdiéndome entre las primeras estanterías y volviéndome sólido a la par que empiezo a caminar, buscando algo relacionado con las runas, pensativo. <<<¿Qué podría hacer? No sé ni cómo funcionan, tendré que acaparar cuantos libros haya del tema y pensar algo útil. Quizá haya magia de runas relacionada con la magia de sangre, dibujadas con sangre... Maldita sea, el libro está en el burdel... Bueno, vamos a mirar...>>> Voy por las estanterías, cogiendo cualquier libro que vea algo relacionado con las runas en el título o en la cubierta y dejándolos en una mesa de estudio. Pero por el camino veo el libro aquel de los mundos vinculados y como no lo terminé, también lo cojo, intrigado. <<<Y otra cosa, las transformaciones de los demás...>>> De las cuales no sé ni los nombres, pero en fin, tengo tiempo infinito, siempre que me de sed puedo ir a la taberna que está cerca. A ver... nada por aquí, nada por allá... Al cuerno, decido acabar la búsqueda cuando solo llevo un libro y una hora dando vueltas. Con el tocho sobre magia en general llego a la mesa y miro mi montoncito caótico <<<¿Por dónde empezamos?>>> Empiezo con los de runas, primera prioridad, pero el primero es un maldito tostón así que salto al de los mundos, yendo a donde me quedé, saltando los ya conocidos. "Libo", a ver este... Felinos, guerreros, las mujeres mandan... interesante sería que hubiese un cosechado...o bueno, andrógino, cosechada o cosechado, como sea, pero eso, que sería interesante el choque de culturas, siempre que sea pacífico. A ver... Nubla...No me gusta... ¿Nos adoran o algo así? Eso no puede ser, podrían ser uti...Utilizados, cierto. Bah, qué diantres, si su sangre me sirve, mientras no sea algún conocido serán útiles. Total, son ellos los que piensan así... Vaya rollo de vida, depender de esta ciudad de locos...A ver, cambio de aires, el libro de magia... Pero justo lo abro, la ingente cantidad de polvo que tiene me golpea con inusitada fuerza y lo dejo caer en el suelo, maldiciendo y tosiendo <<<Ahí te quedas...>>> Cuando me aclaro y me limpio el polvo de la ropa retorno a los libros de runas y voy leyéndomelos de uno en uno, a ver si algo me sirviera...Cosa que al final encuentro, pues he leido algo de runas que se activan con la presencia cercana de algo... Y otras que hacen la función de brújula hacia algo en concreto... Si la diseñase para activarse habiendo sangre humana cerca y guiarme hacia ella me serviría, porque de momento pocos humanos he visto por la ciudad y el único medía como veinte metros... Solo necesito sangre humana para dibujarla, cosa sencilla, tengo todavía reservas en mi dormitorio, así que al burdel en cuanto anochezca. Pero antes de irme anoto todo lo que me sirva de runas en un rollo de papel para no tener que volver o robar los libros. Y mientras espero qué hago? Empezar a leer el tocho enorme de magia en general, a ver si encontrase algo sobre las fuentes de energía de los demás...Y luego a casa.
Sigue en el Burdel de Dama Espasmo.
Sigue en el Burdel de Dama Espasmo.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Shylver
Ficha de cosechado
Nombre: Akasha
Especie: Ochroria
Habilidades: «Agilidad, Motivación, Carisma»
Re: Biblioteca Mágica
15/01/12, 11:37 am
Termino de revisar un pequeño porcentaje de la pila de libros que el ser extraño e inquietante me había dado, y que he decidido fraccionar en grupos más pequeños y decidirme por uno al azar, puesto que no tengo tiempo para mirarlos todos y el bibliotecario parece tener prisa porque nos vayamos de una vez. Dentro del grupo escogido, solo uno de los libros me ha llamado especialmente la atención, uno que parece tratar sobre la magia de aplicación de fuerzas. Sin pensármelo dos veces, me voy corriendo hacia donde creo que está la salida con el libro debajo del brazo.
Tengo que darme más prisa, no puedo tener a todo el mundo esperándome siempre. Ya me lo decía mi...
Ah, no, malvada memoria. No caeré en esa trampa.
Giro a la derecha en esas estanterías, a la izquierda dentro de dos cruces, y luego otra vez a la derecha y, premio, la salida. Me reúno con mi grupo, lo cual me suena a excursión del instituto. Por lo visto los de Letargo ya han partido de vuelta a su torreón. Y por lo visto llego justo a tiempo, puesto que ya se marchan los otros también. Me uno al grupo como si no me hubiera tardado un cuarto de hora en salir y echo un rápido vistazo a la portada del libro para comprobar que no me he equivocado. No, sigue siendo un libro sobre la magia de aplicación de fuerzas. Perfecto. Tendré que estudiarlo con detenimiento.
Para volver a nuestro torreón tendremos que pasar de nuevo por la Cicatriz, creo que me dijeron que se llamaba. No me hace mucha ilusión, pero teniendo en cuenta su ubicación geográfica, tampoco nos queda otra. Es eso, o perder medio día bordeándola.
Sigue en la Cicatriz de Arax.
Tengo que darme más prisa, no puedo tener a todo el mundo esperándome siempre. Ya me lo decía mi...
Ah, no, malvada memoria. No caeré en esa trampa.
Giro a la derecha en esas estanterías, a la izquierda dentro de dos cruces, y luego otra vez a la derecha y, premio, la salida. Me reúno con mi grupo, lo cual me suena a excursión del instituto. Por lo visto los de Letargo ya han partido de vuelta a su torreón. Y por lo visto llego justo a tiempo, puesto que ya se marchan los otros también. Me uno al grupo como si no me hubiera tardado un cuarto de hora en salir y echo un rápido vistazo a la portada del libro para comprobar que no me he equivocado. No, sigue siendo un libro sobre la magia de aplicación de fuerzas. Perfecto. Tendré que estudiarlo con detenimiento.
Para volver a nuestro torreón tendremos que pasar de nuevo por la Cicatriz, creo que me dijeron que se llamaba. No me hace mucha ilusión, pero teniendo en cuenta su ubicación geográfica, tampoco nos queda otra. Es eso, o perder medio día bordeándola.
Sigue en la Cicatriz de Arax.
- HurzaComeojos
Ficha de cosechado
Nombre: Kromen Pietro (antes, Sezk)
Especie:
Habilidades: Salto, memoria y agilidad.
Re: Biblioteca Mágica
19/01/12, 03:50 pm
Levanto la vista del libro un momento. Caillech acaba de ahcer un comentario muy gracioso sobre los dos lococs del grupo.
-Yo también te quiero, Caillech.
Me estiro en el suelo. De repente, un tío extraño sale de... ¿De dónde coño ha salido el tío ése? Da igual. Me incita a levantarme del suelo. Según él, se puede ensuciar el suelo. Yo no le hago caso y sigo leyendo.
-Perdona, pero en todo caso el que se mancharía sería yo. Lo que hay dentro de esa cabeza sirve para pensar, por si no lo sabía. Ah, también... Oblígame a levantarme.
¿Por dónde iba? Ah, si, la caída de Rocavarncolia. Sin darme cuenta, me he acabado el libro. Los demás se han ido ya y creo que los únicos que pululan todavía por aquí son Toima y Alphonse. Me levanto y dejo el libro en una estantería cualquiera. Que lo coloque el idiota ése. Sigo por un pasillo lleno de enormes estanterías y tuerzo a la izquierda. Después a la derecha, lugo a la izquierda y... Me pierdo.
Un buen rato después sigo buscando la entrada. Cuando paso por una gran estantería me fijo en un libro de tapas rojas que está solo y abandonado el pobre. Lleno de telarañas y de polvo; la estantería parece a punto de caerse de la antigüedad. Lo saco de allí, lo desempolvo, y miro el título.
Alteraciones de la Luna Roja. Bendecidos y todo lo demás.
Es extraño, en todo el tiempo que he estado recorriendo la biblioteca, no he visto demasiados libros que sea capaz de leer. Todos los demás estaban en lenguas extrañas.
Caminando, caminando, llego al principio. Vislumbro la puerta y camino hacia ella. Cuando la traspaso, me da un ramalazo de vandalismo. Retrocedo hacia una gran pila de libros y mirando hacia los dos lados, le suelto una patada; los libros de la pila se caen.
-color=cyan]!Te jodes, viejo![[/color]
Sigue en la Cicatriz de Arax.
-Yo también te quiero, Caillech.
Me estiro en el suelo. De repente, un tío extraño sale de... ¿De dónde coño ha salido el tío ése? Da igual. Me incita a levantarme del suelo. Según él, se puede ensuciar el suelo. Yo no le hago caso y sigo leyendo.
-Perdona, pero en todo caso el que se mancharía sería yo. Lo que hay dentro de esa cabeza sirve para pensar, por si no lo sabía. Ah, también... Oblígame a levantarme.
¿Por dónde iba? Ah, si, la caída de Rocavarncolia. Sin darme cuenta, me he acabado el libro. Los demás se han ido ya y creo que los únicos que pululan todavía por aquí son Toima y Alphonse. Me levanto y dejo el libro en una estantería cualquiera. Que lo coloque el idiota ése. Sigo por un pasillo lleno de enormes estanterías y tuerzo a la izquierda. Después a la derecha, lugo a la izquierda y... Me pierdo.
Un buen rato después sigo buscando la entrada. Cuando paso por una gran estantería me fijo en un libro de tapas rojas que está solo y abandonado el pobre. Lleno de telarañas y de polvo; la estantería parece a punto de caerse de la antigüedad. Lo saco de allí, lo desempolvo, y miro el título.
Alteraciones de la Luna Roja. Bendecidos y todo lo demás.
Es extraño, en todo el tiempo que he estado recorriendo la biblioteca, no he visto demasiados libros que sea capaz de leer. Todos los demás estaban en lenguas extrañas.
Caminando, caminando, llego al principio. Vislumbro la puerta y camino hacia ella. Cuando la traspaso, me da un ramalazo de vandalismo. Retrocedo hacia una gran pila de libros y mirando hacia los dos lados, le suelto una patada; los libros de la pila se caen.
-color=cyan]!Te jodes, viejo![[/color]
Sigue en la Cicatriz de Arax.
No me saqéis de quicio.... U os mataré y me comeré vuestro páncreas.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Personajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Biblioteca Mágica
21/01/12, 10:47 am
Toima iba andando de vuelta al torreón con el libro guardado dentro de su sudadera cuando algo que no vio le hizo tropezar al suelo. Rodó en el mismo instante y se incorporó solo mientras de la nada habian aparecido un juego completo de cuchillos en sus dedos y miraba acusadoramente a todos lados. Vio al bibliotecario acercarse a él y entonces comprendio el porque de su tropiece.
-Estoy empezando a odiar a todos los usan estos poderes de monstruos...-ladró y se encaró hacia el bibliotecario sin relajar la postura ni guardar los cuchillos.
-No me toques.-soltó furioso cuando quiso ayudarle a levantarse. Pero la cosa fue peor de lo que Toima se podia imaginar. Le comenzó a sermonear y encima, le arrebató el libro como si fuera un criajo.
-Tambien podria clavartelos a ti ¿eh?-se preparó para lanzar una andanada que se le plantaria en la tabla del pecho al bibliotecario antes que pudiera esquivarlo. Pero no. No debia. Eso causaria problemas al grupo. Su yo autodestructivo hubiera lanzado aquellos cuchillos sin pensar pero él ahora no. No con todo el grupo afectado. Se mordio el labio y grindó los dientes. Sacó una pastilla y se la tragó sin mucho esfuerzo.
-Da igual, llevate ese apestoso libro. No quiero volver a verlo.-
Pero dentro de la cabeza de Toima no daba igual. Aquel libro contenia informacion detallada de torturas y diferentes registros de un alguacil local que le aportaria esa dosis de sadismo necesaria que su mente le pedia de vez en cuando. Asi que cuando se dio la vuelta y puso rumbo al torreón ya estaba planeando como lo volveria a robar.
Continua en la Cicatriz de Arax
-Estoy empezando a odiar a todos los usan estos poderes de monstruos...-ladró y se encaró hacia el bibliotecario sin relajar la postura ni guardar los cuchillos.
-No me toques.-soltó furioso cuando quiso ayudarle a levantarse. Pero la cosa fue peor de lo que Toima se podia imaginar. Le comenzó a sermonear y encima, le arrebató el libro como si fuera un criajo.
-Tambien podria clavartelos a ti ¿eh?-se preparó para lanzar una andanada que se le plantaria en la tabla del pecho al bibliotecario antes que pudiera esquivarlo. Pero no. No debia. Eso causaria problemas al grupo. Su yo autodestructivo hubiera lanzado aquellos cuchillos sin pensar pero él ahora no. No con todo el grupo afectado. Se mordio el labio y grindó los dientes. Sacó una pastilla y se la tragó sin mucho esfuerzo.
-Da igual, llevate ese apestoso libro. No quiero volver a verlo.-
Pero dentro de la cabeza de Toima no daba igual. Aquel libro contenia informacion detallada de torturas y diferentes registros de un alguacil local que le aportaria esa dosis de sadismo necesaria que su mente le pedia de vez en cuando. Asi que cuando se dio la vuelta y puso rumbo al torreón ya estaba planeando como lo volveria a robar.
Continua en la Cicatriz de Arax
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Fundador
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Biblioteca Mágica
18/02/12, 06:38 pm
De un rincón oscuro, de entre un montón de libros antiguos surgía una música dificil de definir, algo que parecía contener notas de violín y piano, pero sin coherencia alguna, de modo que el resultado era una caótica mezcla de altísimos ritmos capaces de acelerar el corazón a cualquiera.
Bailaba, habiéndose olvidado de que no debía tocar el suelo, girando alegremente sobre una pierna, apoyándose únicamente en la punta de su pie. Miraba hacia arriba con una sonrisa satisfecha y manteniendo un libro en equlibrio, con una esquina sobre su nariz. Daba vueltas al compás que marcaba la música, olvidando también que debería haber caído al suelo debido a sus abruptos cambios de velocidad. El libro, por su parte, fue lo suficientemente amable como para no caerse, independientemente de lo que opinase la lógica.
Estaba alegre. Gritó algo que no guardaba relación alguna con el sonido ambiental, como hacía cuando no podía contener las ideas en su propia cabeza, "...son mil fuegos que GIIIIIIRAN sobre la luuuuuuna (lunaaaaa) que hierve en la pradera sin fin del GRAN-REEEEEEY...", y volvió a callar para seguir tatareando la improvisada letra. No se le daba bien improvisar. Sin embargo, llevaba horas así, solo pero animado, saltando ocasionalmente a lo alto de una estantería y dejando caer libros a su paso.
Bailaba, habiéndose olvidado de que no debía tocar el suelo, girando alegremente sobre una pierna, apoyándose únicamente en la punta de su pie. Miraba hacia arriba con una sonrisa satisfecha y manteniendo un libro en equlibrio, con una esquina sobre su nariz. Daba vueltas al compás que marcaba la música, olvidando también que debería haber caído al suelo debido a sus abruptos cambios de velocidad. El libro, por su parte, fue lo suficientemente amable como para no caerse, independientemente de lo que opinase la lógica.
Estaba alegre. Gritó algo que no guardaba relación alguna con el sonido ambiental, como hacía cuando no podía contener las ideas en su propia cabeza, "...son mil fuegos que GIIIIIIRAN sobre la luuuuuuna (lunaaaaa) que hierve en la pradera sin fin del GRAN-REEEEEEY...", y volvió a callar para seguir tatareando la improvisada letra. No se le daba bien improvisar. Sin embargo, llevaba horas así, solo pero animado, saltando ocasionalmente a lo alto de una estantería y dejando caer libros a su paso.
- Shylver
Ficha de cosechado
Nombre: Akasha
Especie: Ochroria
Habilidades: «Agilidad, Motivación, Carisma»
Re: Biblioteca Mágica
19/02/12, 08:08 pm
Veamos, tengo que organizar lo que acaba de pasar aquí por orden cronológico o tanta imagen suelta me volverá loco. Loco como este maravilloso día. Si no recuerdo mal, lo primero que he escuchado mientras intentaba tranquilizarme y respirar un poco en la bañera ha sido... la voz de Hannah. Un poco ronca quizás. Entonces tenía razón y todos estaban aquí, o es que ha venido detrás de mí y no me he dado cuenta.
Sea como sea, no parece reconocerme en este absurdo estado anfibio, y antes de que sea capaz de contestar aparece Vlad. O lo que creo que es Vlad, que ahora tiene como más cuernos que antes. Incluso me parece captar un débil olor familiar, aunque teniendo en cuenta... bueno, que no respiro por la nariz, mi sentido del olfato ha pasado a ser un sentido secundario en mi vida. Si decido, consciente o inconscientemente, no responder es por dos factores que me llaman la atención, a saber: a) un comportamiento muy poco propio de él, como intentando socializar conmigo de forma activa y b) no sé si lleva un cuchillo en el bolsillo o se alegra de verme. Ambas, quizás. Frente a estos dos puntos el saludo que habría proporcionado si no se hubiera marchado inmediatamente habría sido algo entre el "Buenos días. Bonitos cuernos." y el "No me apuntes con eso.". Suponía que con el saludo del conde Hannah ya se habría dado cuenta de quien era, y después...
Después ha empezado a entrar gente rara en el torreón. De apariencia hostil, pero en contra de lo que pudiera parecer no mostraron signos de buscar pelea. Más bien al contrario, se limitaban a observar. Bueno, la primera era bastante peculiar. Por lo de no tener cabeza, y que a la vez me sintiese observado por ella. Posiblemente algo que ver con la bañera, debería devolverla a Maciel cuando no la necesite. Tras eso, alguien se ha parado a conversar con Hannah y conmigo, pero otro la ha apartado de en medio y se formado un grupo muy extraño en el salón. Que más...
Tengo una ligera idea de que ha podido pasar después, pero todo ha sido muy rápido. Sin lugar a dudas he escuchado gritos de Toima en las proximidades, el torreón entero se ha empezado a mover de forma bastante caótica, cosa que no deja de darme dolor de cabeza, y sin previo aviso Vlad ha saltado, seguido de la muchacha esa con la que no me he juntado antes, como se llamaba... ¿Mánia? Sí, eso. Vlad me ha... ha hecho algo muy impropio de él y me ha hecho sacar la bañera volando de ese sitio tan lleno de gente sin darme opciones.
Me va a explotar la cabeza de un momento a otro. ¿No podían quedarse todos tranquilitos y disponerse de forma ordenada en el salón? Ahora mismo no sé ni en lo que estoy pensando, y no creo que el desorden de Letargo tenga toda la culpa.
Momentos después de la salida imprevista, bajo la bañera hasta parar en las proximidades de la biblioteca. Espero a que salgan de mi preciada agua.
-Que alguien me explique que estaba pasando ahí dentro.-pregunto, no, ordeno sin girarme, todavía mirando hacia delante. Como habría hecho Vlad en otra situación más normal.
Sí, eso será lo mejor. Que uno de los dos me informe. Con la bañera solo para mí, vuelvo a sumergirme por completo unos segundos para quitarme el frío que he cogido al verme obligado a dejar sitio detrás. Me prometí a mí mismo que no volvería a llevar la bañera por la ciudad si no fuese realmente necesario, y todavía no estoy muy seguro de que lo fuera.
Sea como sea, no parece reconocerme en este absurdo estado anfibio, y antes de que sea capaz de contestar aparece Vlad. O lo que creo que es Vlad, que ahora tiene como más cuernos que antes. Incluso me parece captar un débil olor familiar, aunque teniendo en cuenta... bueno, que no respiro por la nariz, mi sentido del olfato ha pasado a ser un sentido secundario en mi vida. Si decido, consciente o inconscientemente, no responder es por dos factores que me llaman la atención, a saber: a) un comportamiento muy poco propio de él, como intentando socializar conmigo de forma activa y b) no sé si lleva un cuchillo en el bolsillo o se alegra de verme. Ambas, quizás. Frente a estos dos puntos el saludo que habría proporcionado si no se hubiera marchado inmediatamente habría sido algo entre el "Buenos días. Bonitos cuernos." y el "No me apuntes con eso.". Suponía que con el saludo del conde Hannah ya se habría dado cuenta de quien era, y después...
Después ha empezado a entrar gente rara en el torreón. De apariencia hostil, pero en contra de lo que pudiera parecer no mostraron signos de buscar pelea. Más bien al contrario, se limitaban a observar. Bueno, la primera era bastante peculiar. Por lo de no tener cabeza, y que a la vez me sintiese observado por ella. Posiblemente algo que ver con la bañera, debería devolverla a Maciel cuando no la necesite. Tras eso, alguien se ha parado a conversar con Hannah y conmigo, pero otro la ha apartado de en medio y se formado un grupo muy extraño en el salón. Que más...
Tengo una ligera idea de que ha podido pasar después, pero todo ha sido muy rápido. Sin lugar a dudas he escuchado gritos de Toima en las proximidades, el torreón entero se ha empezado a mover de forma bastante caótica, cosa que no deja de darme dolor de cabeza, y sin previo aviso Vlad ha saltado, seguido de la muchacha esa con la que no me he juntado antes, como se llamaba... ¿Mánia? Sí, eso. Vlad me ha... ha hecho algo muy impropio de él y me ha hecho sacar la bañera volando de ese sitio tan lleno de gente sin darme opciones.
Me va a explotar la cabeza de un momento a otro. ¿No podían quedarse todos tranquilitos y disponerse de forma ordenada en el salón? Ahora mismo no sé ni en lo que estoy pensando, y no creo que el desorden de Letargo tenga toda la culpa.
Momentos después de la salida imprevista, bajo la bañera hasta parar en las proximidades de la biblioteca. Espero a que salgan de mi preciada agua.
-Que alguien me explique que estaba pasando ahí dentro.-pregunto, no, ordeno sin girarme, todavía mirando hacia delante. Como habría hecho Vlad en otra situación más normal.
Sí, eso será lo mejor. Que uno de los dos me informe. Con la bañera solo para mí, vuelvo a sumergirme por completo unos segundos para quitarme el frío que he cogido al verme obligado a dejar sitio detrás. Me prometí a mí mismo que no volvería a llevar la bañera por la ciudad si no fuese realmente necesario, y todavía no estoy muy seguro de que lo fuera.
- Vlad
Ficha de cosechado
Nombre: Yrfylltabgemesh Ftethvajranotz Graktholontir
Especie: Auro
Habilidades: Nociones de Lucha, Artesanía, Puntería.
Re: Biblioteca Mágica
19/02/12, 08:49 pm
Vlad descendió de la bañera, algo mareado por el viaje. Estaban ante la Biblioteca. Bien. Estaban de una pieza; los tres. Buen comienzo.
Sacó su saco lleno de armas y dió un par de pasos hacia la puerta y se estiró con un sensual movimiento, intentando desentumecer sus músculos del frío de la noche. Se percató entonces de que tenía una nueva y muy interesante flexibilidad, y sonrió al pensar en las posibles aplicaciones.
Se giró ante el sonido de la voz de Alphonse. Sonrió de nuevo y emitió un ligero ronroneo. Se ponía muy mono cuando intentaba resultar autoritario. Se acercó a él a paso tranquilo y se arrodilló en frente suya, para poder mirarlo a los ojos directamente, a una distancia prudente aunque suficiente cómo para hacerle sentirse incómodo.
-Se lo explicaré todo, señor Blanc. Al fin y al cabo, le debo una por sacarnos de allí. Verá… Después de que la luna nos modificara, a cada cual a su manera –comentó moviendo la cola tras de sí por encima de su cabeza.- aquel lugar se volvió un caos. Alicia se desdobló en dos personas que, al parecer, no han comenzado su relación con buen pié. A Toima le salieron unos ojos muy interesantes por todo el cuerpo y Caillech adquirió un aspecto bestial con una personalidad a juego. Amenazó a la señorita Mánia, pelearon y creo que las cosas iban a llegar a palabras mayores cuando llegaron los nuevos visitantes. Oímos que uno de ellos iba a acabar con alguien del torreón y pensé: “¿Por qué correr el riesgo de ser el desafortunado?” Así que decidí llevarme a la señorita a un lugar seguro. Y claro, allí estaba usted, tan oportuno, con su curiosa pero marcadamente útil vehículo. No sé nada más, me temo. Pero tenemos a mano muchos libros ahí dentro, así que sugiero que entremos y tomemos cuantos sean necesarios ahora que podemos. Y… bueno, es hora de plantearse una duda existencial. ¿Qué hacemos con nuestras vidas ahora?
Se levantó de nuevo, acariciando de paso la mejilla de Alphonse, sonriendo. Ahora tenía al muchacho a la altura de la cintura, y sabía que aquello lo estaba poniendo en un aprieto. Así que tras unos segundos, se alejó de él, satisfecho por la incertidumbre causada.
Seguidamente dio unos pasos hacia la biblioteca, recortada en la noche carmesí de la luna roja.
¿Y ahora qué demonios debían hacer?
Sacó su saco lleno de armas y dió un par de pasos hacia la puerta y se estiró con un sensual movimiento, intentando desentumecer sus músculos del frío de la noche. Se percató entonces de que tenía una nueva y muy interesante flexibilidad, y sonrió al pensar en las posibles aplicaciones.
Se giró ante el sonido de la voz de Alphonse. Sonrió de nuevo y emitió un ligero ronroneo. Se ponía muy mono cuando intentaba resultar autoritario. Se acercó a él a paso tranquilo y se arrodilló en frente suya, para poder mirarlo a los ojos directamente, a una distancia prudente aunque suficiente cómo para hacerle sentirse incómodo.
-Se lo explicaré todo, señor Blanc. Al fin y al cabo, le debo una por sacarnos de allí. Verá… Después de que la luna nos modificara, a cada cual a su manera –comentó moviendo la cola tras de sí por encima de su cabeza.- aquel lugar se volvió un caos. Alicia se desdobló en dos personas que, al parecer, no han comenzado su relación con buen pié. A Toima le salieron unos ojos muy interesantes por todo el cuerpo y Caillech adquirió un aspecto bestial con una personalidad a juego. Amenazó a la señorita Mánia, pelearon y creo que las cosas iban a llegar a palabras mayores cuando llegaron los nuevos visitantes. Oímos que uno de ellos iba a acabar con alguien del torreón y pensé: “¿Por qué correr el riesgo de ser el desafortunado?” Así que decidí llevarme a la señorita a un lugar seguro. Y claro, allí estaba usted, tan oportuno, con su curiosa pero marcadamente útil vehículo. No sé nada más, me temo. Pero tenemos a mano muchos libros ahí dentro, así que sugiero que entremos y tomemos cuantos sean necesarios ahora que podemos. Y… bueno, es hora de plantearse una duda existencial. ¿Qué hacemos con nuestras vidas ahora?
Se levantó de nuevo, acariciando de paso la mejilla de Alphonse, sonriendo. Ahora tenía al muchacho a la altura de la cintura, y sabía que aquello lo estaba poniendo en un aprieto. Así que tras unos segundos, se alejó de él, satisfecho por la incertidumbre causada.
Seguidamente dio unos pasos hacia la biblioteca, recortada en la noche carmesí de la luna roja.
¿Y ahora qué demonios debían hacer?
¿Qué es más divertido que matar a un bebé en una batidora?
- InvitadoInvitado
Re: Biblioteca Mágica
19/02/12, 09:30 pm
Mánia saltó rápidamente de la bañera, feliz de volver a tierra firme. Era raro que le diese miedo volar teniendo en cuenta que se dedicaba a tirarse de la azotea del torreón, pero odiaba cualquier cosa que escapase a su control. Echó la vista hacia atrás, hacia Letargo, mientras Vlad le explicaba la situación al chico pez. Se preguntó si estaría bien dejarles sin más. << Alicia es fuerte, hace más magia que tu, y está Giz y Noel y todos...>> se dijo mentalmente, pero eso no quitaba que se preocupase...
Vlad terminó su explicación y Mánia balanceó ligeramente los brazos, sopensando los pros y los contras de despedazar al conde. No le gustaba que se la hubiese llevado de esa forma y la hubiese obligado a meterse en una bañera voladora sin consultarle siquiera; por otro lado la había sacado del torreón, que era lo que ella quería, y la había llevado a la biblioteca... y olía muy rico... Su voz aterciopelada era agradable, tan dulce... Y eso precisamente le hizo desconfiar de sus intenciones. Conocía demasiado bien ese tono aterciopelado, no era la primera vez que lo usaban para dirigirse a ella. Respiró hondo varias veces para despejar la mente y se acercó a Vlad con paso decidido. Era bastante más alto que ella, y necesitaba que se pusiese a su nivel, así que le dio una patada en plena erección y cuando se dobló de dolor aprovechó para decirle al oído:
-Si vuelves a secuestrarme te haré filetes, ¿entendido?
Dicho esto entró en la biblioteca, directa a la sección de magia que ya conocía. Fue cogiendo libros y libros de hechizos de camino a una mesa y los fue abriendo por páginas al azar para tenerlos todos a mano.
-Tiene que haber algún libro que explique lo que nos está pasando- dijo en tono alto para que los otros dos se enterasen.
Vlad terminó su explicación y Mánia balanceó ligeramente los brazos, sopensando los pros y los contras de despedazar al conde. No le gustaba que se la hubiese llevado de esa forma y la hubiese obligado a meterse en una bañera voladora sin consultarle siquiera; por otro lado la había sacado del torreón, que era lo que ella quería, y la había llevado a la biblioteca... y olía muy rico... Su voz aterciopelada era agradable, tan dulce... Y eso precisamente le hizo desconfiar de sus intenciones. Conocía demasiado bien ese tono aterciopelado, no era la primera vez que lo usaban para dirigirse a ella. Respiró hondo varias veces para despejar la mente y se acercó a Vlad con paso decidido. Era bastante más alto que ella, y necesitaba que se pusiese a su nivel, así que le dio una patada en plena erección y cuando se dobló de dolor aprovechó para decirle al oído:
-Si vuelves a secuestrarme te haré filetes, ¿entendido?
Dicho esto entró en la biblioteca, directa a la sección de magia que ya conocía. Fue cogiendo libros y libros de hechizos de camino a una mesa y los fue abriendo por páginas al azar para tenerlos todos a mano.
-Tiene que haber algún libro que explique lo que nos está pasando- dijo en tono alto para que los otros dos se enterasen.
- Elliot
Ficha de cosechado
Nombre: Neith
Especie: Humana
Habilidades: Carisma, Agilidad e Imaginación
Personajes : Elliot es una Dullahan bastante fácil de cabrear y con quien es mejor no llevarse mal (aun que ésto sea dificil) Conoce el manejo del casi todas las armas, y tiene un Dragón llamado Deatach que es quien le instruye y ayuda.
Ennakhai es un Daeliciana de 13 años convertida en Demiurga y a cargo de Dama Puntada.
Thrasmy's es un Frivy de 17 años. Es un CoMo y ha vivido toda su vida rodeado de lujos y cámaras.
Re: Biblioteca Mágica
19/02/12, 09:39 pm
Volamos despacio, pues tenemos que mantenernos por detrás de la bañera para que no nos vean, y el paseo se me hace largo, aunque no dejo de mirarles todo el rato desde la distancia, tratando de descifrar a donde van a ir. El dragón bate las alas despacio, con cuidado de no hacer ruido pues no sabemos lo desarrollado que pueden tener el oído estos nuevos niñitos. Yo voy abrazada al dragón, muy arrimada a él tratando de absorber el calor que desprende. Al volar a tanta altura el frío parece aun mayor.
Me he quedado con ganas de ver cómo acaba el conflicto entre los dos grupitos de novatos... ¿de que lado estará cada uno? ¿Porqué habrá empezado la discusión? Me parece bastante entretenido todo este lío... por fin algo de emoción... últimamente lo mas importante que había hecho había sido entrenar tediosamente día tras día... al menos ahora tengo la oportunidad de usar algunas de las cosas que había aprendido.
Hay muchas preguntas agolpándose en mis pensamientos... ¿Donde van a vivir estos niñitos? Está claro que no pueden quedarse en el torreón... ¿Vendrán al burdel? No, me niego. El burdel es nuestro y solo nuestro... si ellos vienen... pobre Cain, tendría que dejar de pasearse desnudo... y eso seria un privación para mi vist... -Concéntrate, Elliot - se queja el Deatach... Si, concentración, nada de andarme por las ramas... pero es que no puedo evitar pensar en ellos, hace tant... - ¡Elliot! - Vuelve a quejarse y esta vez si que aparto mis pensamientos de los chicos, concentrándome en los que van en la bañera.
La bañera desciende delante de la biblioteca, y nosotros damos un rodeo para que no nos vean. El dragón me deja sobre el tejado mientras él se convierte en simple humo. Me agazapo sobre el gran edificio, observándoles desde lejos. Dentro de la bañera van tres personas, el que estaba dentro de la bañera antes, una chica bastante mona, aunque poco tapadita y otro chico con cola y cuernos... desde tanta distancia no soy capaz de distinguir mucho mas que eso... tendré que acercarme mas si quiero sacar información.
El chico de los cuernos lleva todo un saco con armas... bah... principiantes... luego se acerca a el de la bañera y comienza a hablar con él, pero tampoco soy capaz de escuchar todo lo que dice. Maldita distancia. Quizá podría acercarme un poco mas, la ropa negra es buena para pasar desapercibida de noche... pero prefiero no arriesgarme. Cuando entren ya me acercaré mas. La niña se levanta y parece enfadada...se acerca al chico y le propina una señora patada en las partes nobles. Aullo de la risa en mis pensamientos... tiene carácter la mocosa... divertido, muy divertido...
Luego entran en la biblioteca y me deslizo por la fachada del edificio, descendiendo por un lateral hasta el suelo. Estoy a punto de resbalarme un par de veces, aun no tengo demasiado controladas mis habilidades, pero he mejorado infinitamente. Por suerte para mi, he pasado muchos días en la biblioteca y la conozco bastante bien, por lo que no me es demasiado difícil esconderme entre las estanterías para seguir observándoles.
Me he quedado con ganas de ver cómo acaba el conflicto entre los dos grupitos de novatos... ¿de que lado estará cada uno? ¿Porqué habrá empezado la discusión? Me parece bastante entretenido todo este lío... por fin algo de emoción... últimamente lo mas importante que había hecho había sido entrenar tediosamente día tras día... al menos ahora tengo la oportunidad de usar algunas de las cosas que había aprendido.
Hay muchas preguntas agolpándose en mis pensamientos... ¿Donde van a vivir estos niñitos? Está claro que no pueden quedarse en el torreón... ¿Vendrán al burdel? No, me niego. El burdel es nuestro y solo nuestro... si ellos vienen... pobre Cain, tendría que dejar de pasearse desnudo... y eso seria un privación para mi vist... -Concéntrate, Elliot - se queja el Deatach... Si, concentración, nada de andarme por las ramas... pero es que no puedo evitar pensar en ellos, hace tant... - ¡Elliot! - Vuelve a quejarse y esta vez si que aparto mis pensamientos de los chicos, concentrándome en los que van en la bañera.
La bañera desciende delante de la biblioteca, y nosotros damos un rodeo para que no nos vean. El dragón me deja sobre el tejado mientras él se convierte en simple humo. Me agazapo sobre el gran edificio, observándoles desde lejos. Dentro de la bañera van tres personas, el que estaba dentro de la bañera antes, una chica bastante mona, aunque poco tapadita y otro chico con cola y cuernos... desde tanta distancia no soy capaz de distinguir mucho mas que eso... tendré que acercarme mas si quiero sacar información.
El chico de los cuernos lleva todo un saco con armas... bah... principiantes... luego se acerca a el de la bañera y comienza a hablar con él, pero tampoco soy capaz de escuchar todo lo que dice. Maldita distancia. Quizá podría acercarme un poco mas, la ropa negra es buena para pasar desapercibida de noche... pero prefiero no arriesgarme. Cuando entren ya me acercaré mas. La niña se levanta y parece enfadada...se acerca al chico y le propina una señora patada en las partes nobles. Aullo de la risa en mis pensamientos... tiene carácter la mocosa... divertido, muy divertido...
Luego entran en la biblioteca y me deslizo por la fachada del edificio, descendiendo por un lateral hasta el suelo. Estoy a punto de resbalarme un par de veces, aun no tengo demasiado controladas mis habilidades, pero he mejorado infinitamente. Por suerte para mi, he pasado muchos días en la biblioteca y la conozco bastante bien, por lo que no me es demasiado difícil esconderme entre las estanterías para seguir observándoles.
Me haré una cama con tus huesos, Invitado, Muajajaj!
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
¡Superpor la aceptación, la integración y los derechy'x Frivy's!
- Spoiler:
Click en la imagen para ver el esquema de relaciones entre los Cosechados del Rol
- Vlad
Ficha de cosechado
Nombre: Yrfylltabgemesh Ftethvajranotz Graktholontir
Especie: Auro
Habilidades: Nociones de Lucha, Artesanía, Puntería.
Re: Biblioteca Mágica
19/02/12, 11:09 pm
Vladimir se agachó completamente, haciendo un ángulo de noventa grados, con el torso paralelo al suelo. El pelo tapaba parcialmente sus facciones, pero una sonrisa enfermiza se dibujó en su rostro. Aún saboreando el dolor, escuchó la voz ronroneante de Mánia susurrándole al oído. Aquello lo hizo relamerse lentamente los colmillos superiores. La muchacha se alejó de él y, cuando terminó de saborear el placer producido por aquel exquisito dolor, volvió a su posición original, erguido completamente, espigado y ligeramente inclinado hacia atrás. Miró a la muchacha entrar en el edificio iluminada por la luz carmesí en la oscuridad.
Vlad comenzó a andar hacia ella, moviendo felizmente la cola, pero a mitad de camino se detuvo un instante. Giró su torso lentamente para poder mirar a Alphonse, aun dentro de la bañera. Le izo una indicación sugerente con el dedo, dando a entender que lo siguiera, para luego guiñarle un ojo mientras sonreía ampliamente.
Hecho esto, continuó su camino, introduciéndose en la biblioteca. Dentro le esperaba el mismo panorama familiar: Polvo, libros, espacios abiertos, silencio y paz. Escuchó el eco de los pasos de Mánia en aquel sepulcro, así cómo el sonido de las lápidas al ser depositadas sobre la mesa violenta y apresuradamente. El conde se pondría a ayudarle luego, siguiendo su perfume entre el laberinto de libros, pero antes debía encontrar algo que había dejado hacía tiempo.
Comenzó a vagar entre las estanterías polvorientas. Sabía lo que buscaba y dónde encontrarlo, así que no tardó mucho en encontrar el diario. Extrajo el libro de cuero negro de la estantería y volvió a leer su título.
En la portada estaba aún aquella calavera de filigrana de plata, de extremo realismo. Se apresuró a abrirlo antes de que las pequeñas estrellas de sus cuencas aparecieran y comenzaran a escrutarlo con aquel frío cósmico que lo atravesaba cómo heladas lanzas de vacío escarchado.
Pasó los dedos entre la grafía manuscrita tremendamente estilosa y observó las anotaciones. Sus contenidos eran los mismos: Explicaciones de rituales nigrománticos, enciclopédicas definiciones de criaturas no muertas, hechizos, relatos de orgías, torturas, profanaciones, exhumaciones… El día a día de un hombre con dinero, una mente retorcida y mucho tiempo libre.
Lo guardó bajo el brazo y siguió la embriagadora y dulce fragancia que le llevaría hacia Mánia, que rebuscaba entre decenas de libros abiertos al azar. Fue ojeando algunos sin mucho interés hasta que su vista se detuvo en uno en concreto. Parecía ser un tratado de demonología básica. Comenzó a pasar las páginas, ojeando las ilustraciones. Tenía una corazonada, y la lógica le decía lo que tenía que buscar.
Finalmente dio con uno en particular. La ilustración representaba a un tipo con Cuernos y rabo. Algo no muy extraño en el libro, pero la descripción escrita a la que acompañaba era muy reveladora…
-Íncubo.-dijo sin retirar la mirada del manuscrito, con una amplia sonrisa maquiavélica en el rostro.- Esto explica muchas cosas… - Siguió leyendo con atención.- Espera espera espera… ¿Qué puedo hacer qué?
Su sonrisa se hizo más amplia, si cabía. Sexo cómo medio de obtener energía y la habilidad de seducir mágicamente. Definitivamente, aquella era su noche…
Vlad comenzó a andar hacia ella, moviendo felizmente la cola, pero a mitad de camino se detuvo un instante. Giró su torso lentamente para poder mirar a Alphonse, aun dentro de la bañera. Le izo una indicación sugerente con el dedo, dando a entender que lo siguiera, para luego guiñarle un ojo mientras sonreía ampliamente.
Hecho esto, continuó su camino, introduciéndose en la biblioteca. Dentro le esperaba el mismo panorama familiar: Polvo, libros, espacios abiertos, silencio y paz. Escuchó el eco de los pasos de Mánia en aquel sepulcro, así cómo el sonido de las lápidas al ser depositadas sobre la mesa violenta y apresuradamente. El conde se pondría a ayudarle luego, siguiendo su perfume entre el laberinto de libros, pero antes debía encontrar algo que había dejado hacía tiempo.
Comenzó a vagar entre las estanterías polvorientas. Sabía lo que buscaba y dónde encontrarlo, así que no tardó mucho en encontrar el diario. Extrajo el libro de cuero negro de la estantería y volvió a leer su título.
“Diario de Sir Havran Métvola”
En la portada estaba aún aquella calavera de filigrana de plata, de extremo realismo. Se apresuró a abrirlo antes de que las pequeñas estrellas de sus cuencas aparecieran y comenzaran a escrutarlo con aquel frío cósmico que lo atravesaba cómo heladas lanzas de vacío escarchado.
Pasó los dedos entre la grafía manuscrita tremendamente estilosa y observó las anotaciones. Sus contenidos eran los mismos: Explicaciones de rituales nigrománticos, enciclopédicas definiciones de criaturas no muertas, hechizos, relatos de orgías, torturas, profanaciones, exhumaciones… El día a día de un hombre con dinero, una mente retorcida y mucho tiempo libre.
Lo guardó bajo el brazo y siguió la embriagadora y dulce fragancia que le llevaría hacia Mánia, que rebuscaba entre decenas de libros abiertos al azar. Fue ojeando algunos sin mucho interés hasta que su vista se detuvo en uno en concreto. Parecía ser un tratado de demonología básica. Comenzó a pasar las páginas, ojeando las ilustraciones. Tenía una corazonada, y la lógica le decía lo que tenía que buscar.
Finalmente dio con uno en particular. La ilustración representaba a un tipo con Cuernos y rabo. Algo no muy extraño en el libro, pero la descripción escrita a la que acompañaba era muy reveladora…
-Íncubo.-dijo sin retirar la mirada del manuscrito, con una amplia sonrisa maquiavélica en el rostro.- Esto explica muchas cosas… - Siguió leyendo con atención.- Espera espera espera… ¿Qué puedo hacer qué?
Su sonrisa se hizo más amplia, si cabía. Sexo cómo medio de obtener energía y la habilidad de seducir mágicamente. Definitivamente, aquella era su noche…
¿Qué es más divertido que matar a un bebé en una batidora?
- Shylver
Ficha de cosechado
Nombre: Akasha
Especie: Ochroria
Habilidades: «Agilidad, Motivación, Carisma»
Re: Biblioteca Mágica
19/02/12, 11:41 pm
El nuevo Vlad me da escalofríos cuando se dirige a mí. Afirmación poco científica, pues solo lo ha hecho un par de veces hoy, no tengo pruebas suficientes. Si busca incomodarme, lo está consiguiendo. Parece ser que soy el único al que la Luna no ha vuelto loco esta noche. Oh, y quiere que le siga. Me encantaría, y no por él, tengo cosas que hacer en la biblioteca aprovechando que me he traído la bolsa, pero no es tan fácil cuando tu supervivencia depende en exclusiva del agua. La bañera se desliza lentamente en dirección hacia la puerta de la biblioteca, y en su interior medito profundamente sobre la situación.
Mi capacidad mágica ha ido aumentando de manera exponencial a lo largo del día. Al principio difícilmente podía levantar cosas de pequeño tamaño o empujarlas. Después, me ha ido bastante justo para llegar a Letargo cruzando media ciudad. Y mira ahora, tengo la capacidad de mover una bañera llena de agua con capacidad para tres personas con solo un poco de esfuerzo mental. Si puedo hacer esto ahora, qué no podré hacer con un buen entrenamiento de mis capacidades sobrenaturales. Incluso mi mente ya está teniendo en cuenta algunas implicaciones de este nuevo grado de poder al que ahora tengo acceso. Es más, la idea de la bañera, que me parecía un grave error en un principio, tiene más ventajas que desventajas, pero aun así mi transporte actual es demasiado frágil y no durará por siempre. Además, me gustaría devolverla a su sitio cuanto antes, pues según tengo entendido a partir de lo que he podido escuchar en el torreón, y a partir de lo que he ido entendiendo a lo largo de nuestra estancia en Rocavarancolia, ni somos los primeros, ni los últimos. No me gustaría privar a futuros habitantes del edificio del mobiliario. Si solo pudiera ampliar un poco esto, reforzarlo y...
Para cuando me doy cuenta la bañera se ha parado frente a la puerta. Será rápido: entrar, buscar al bibliotecario, hacer lo que tengo que hacer y volver cuanto antes. Dudo que me permita pasar la bañera llena ahí dentro. Claro que no puedo saberlo. Si me veo mal siempre puedo salir, no me alejaré mucho de la puerta. Salto de la bañera y entro en el edificio, con mi bolsa al hombro y la lanza en la mano libre.
-¿Señor bibliotecario?-le llamo, esperando que no tarde en escucharme, que llegue a escucharme y que se digne en aparecer.- Tengo un libro que devolver y una pregunta con respecto a la ubicación de algunos otros.-"Y no tengo mucho tiempo", añado mentalmente.
¿Cuánto tiempo puedo aguantar realmente fuera del agua? Aproximo un par de minutos, como mucho. Tendré tiempo de averiguarlo si tarda en manifestarse de la forma más absurda posible, como hizo en mi anterior visita. Y hablando de absurdos, no me había fijado en lo desordenado que está este sitio. Me dan ganas de empezar a colocar los libros que hay en las esquinas formando torres en un precario equilibrio. Oh, no, céntrate en el libro, no mires a tu alrededor. Extraigo el libro de la magia de aplicación de fuerzas con cuidado, del cual ya he sacado toda la información que necesitaba, a la espera de que alguien me indique que he de hacer con él. No conozco los procedimientos del lugar.
Mi capacidad mágica ha ido aumentando de manera exponencial a lo largo del día. Al principio difícilmente podía levantar cosas de pequeño tamaño o empujarlas. Después, me ha ido bastante justo para llegar a Letargo cruzando media ciudad. Y mira ahora, tengo la capacidad de mover una bañera llena de agua con capacidad para tres personas con solo un poco de esfuerzo mental. Si puedo hacer esto ahora, qué no podré hacer con un buen entrenamiento de mis capacidades sobrenaturales. Incluso mi mente ya está teniendo en cuenta algunas implicaciones de este nuevo grado de poder al que ahora tengo acceso. Es más, la idea de la bañera, que me parecía un grave error en un principio, tiene más ventajas que desventajas, pero aun así mi transporte actual es demasiado frágil y no durará por siempre. Además, me gustaría devolverla a su sitio cuanto antes, pues según tengo entendido a partir de lo que he podido escuchar en el torreón, y a partir de lo que he ido entendiendo a lo largo de nuestra estancia en Rocavarancolia, ni somos los primeros, ni los últimos. No me gustaría privar a futuros habitantes del edificio del mobiliario. Si solo pudiera ampliar un poco esto, reforzarlo y...
Para cuando me doy cuenta la bañera se ha parado frente a la puerta. Será rápido: entrar, buscar al bibliotecario, hacer lo que tengo que hacer y volver cuanto antes. Dudo que me permita pasar la bañera llena ahí dentro. Claro que no puedo saberlo. Si me veo mal siempre puedo salir, no me alejaré mucho de la puerta. Salto de la bañera y entro en el edificio, con mi bolsa al hombro y la lanza en la mano libre.
-¿Señor bibliotecario?-le llamo, esperando que no tarde en escucharme, que llegue a escucharme y que se digne en aparecer.- Tengo un libro que devolver y una pregunta con respecto a la ubicación de algunos otros.-"Y no tengo mucho tiempo", añado mentalmente.
¿Cuánto tiempo puedo aguantar realmente fuera del agua? Aproximo un par de minutos, como mucho. Tendré tiempo de averiguarlo si tarda en manifestarse de la forma más absurda posible, como hizo en mi anterior visita. Y hablando de absurdos, no me había fijado en lo desordenado que está este sitio. Me dan ganas de empezar a colocar los libros que hay en las esquinas formando torres en un precario equilibrio. Oh, no, céntrate en el libro, no mires a tu alrededor. Extraigo el libro de la magia de aplicación de fuerzas con cuidado, del cual ya he sacado toda la información que necesitaba, a la espera de que alguien me indique que he de hacer con él. No conozco los procedimientos del lugar.
- Fundador
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Biblioteca Mágica
20/02/12, 12:00 am
No tenía la cara de alguien capaz de robarle su poder a una maga tan alta como lo era ella. Pero nunca se sabía. Sin embargo, se animó a asomarse sobre la estantería con cuidado.
—Ho-hola... El señor bibliotecario no está... C-Creo que tenía que hacer algo importante con lo de la refor...
Se tapó la boca de inmediato. Se suponía que aquello era un secreto.
Deferentia solía pasar tantas horas allí que sería correcto decir que vivía allí. Su mayor preocupación era que alguien tratase de robarle su misterioso poder y por ello evitaba hablar con cualquier persona.
Cogió aire.
—Perosiquierespuedoayudarteaencontrarloquebusques —replicó atropelladamente.
[NOTA: Tú manejas. Si tienes dudas, consulta el censo.]
—Ho-hola... El señor bibliotecario no está... C-Creo que tenía que hacer algo importante con lo de la refor...
Se tapó la boca de inmediato. Se suponía que aquello era un secreto.
Deferentia solía pasar tantas horas allí que sería correcto decir que vivía allí. Su mayor preocupación era que alguien tratase de robarle su misterioso poder y por ello evitaba hablar con cualquier persona.
Cogió aire.
—Perosiquierespuedoayudarteaencontrarloquebusques —replicó atropelladamente.
[NOTA: Tú manejas. Si tienes dudas, consulta el censo.]
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