Botica de la náyade
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Dal
Jack
Vlad
Muffie
Giniroryu
Lops
Yber
Leonart
Tak
13 participantes
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Botica de la náyade
09/02/13, 12:03 am
Recuerdo del primer mensaje :
De camino a la botica iba pensando en lo extraña que había sido la fuga de Noel y Vac. Antes de salir, cuando por fin se dio cuenta de que ninguno de los dos estaba por allí, subió al cuarto de Noel y tras llamar varias veces entró al entender que estaba vacío. Así era, y la ventana aún seguía simplemente arrimada. La cerró meneando la cabeza y salieron todos del cuchitril, no sabiendo si iban a volver pronto o no. La fuga de aquellos dos le dio que pensar durante el camino. Con todo el trajín de la llegada de los frivy's no había vuelto a pensar en lo de Noel y Wen de aquella mañana. Noel tenía derecho a tomarse un respiro ese día, pero quizá le dolía un poco no haber sido él quien tratara de animarlo, le hubiera gustado hacer algo, y sin embargo ni siquiera creía ser capaz de encontrar dos palabras seguidas para empezar a hablar con él de lo que sea que hubiera pasado. En cambio Vac... con Vac estaba en buenas manos, sin duda, pero le seguía pesando que pudiera parecer que él se había desentendido.
No prestó atención a los frivy's más que para mirar con curiosidad sus caras ante todo lo nuevo que se les venía encima. Ellos no tenían la culpa de que los hubieran traído, pero solo habían sido un incordio, arruinando aún más una mañana de por sí arruinada. Gael se frotó la sien allí donde le palpitaba horas atrás, como si nunca se hubiese tomado la infusión de Vac, y trató de apartar los pensamientos del estilo «vaya mañana de mierda» y similares.
Cuando llegaron al mercado, Gael les pidió a los demás que se adelantaran o le esperaran, porque tenía que hacer algunas compras. El dinero no era mucho, pero le sirvió para comprarse una aguja curva de sutura e hilo de dos tipos diferentes, ambos resistentes. No le duraría mucho, pero confiaba en que pudieran hacer alguna misión más pronto.
Gracias a la adquisición se encontraba un poco de mejor humor cuando llegó a la botica de la náyade. Su mirada recorrió todo el local parándose en los pequeños detalles que aún faltaban por restaurar. No eran quienes para decir mucho, los del cuchitril, pero allí todavía hacía falta un buen repaso, y seguramente se estaba encargando Nia sola. Claro que ahora le llevaban un par de esclavos para ayudarla con el trabajo. Buscaron a la náyade por el local, y siguiendo su voz la encontraron en el patio charlando con dos viejy's. Gael se paró en seco, fastidiado por no haberse dado cuenta de aquella eventualidad. No habían pensado que a ella también podían haberle ofrecido esclavos y ahora... había demasiados. Miró a Adara de reojo, sin saber muy bien qué hacer.
-¡Buenos días! -saludó de todos modos-. Has escogido un buen local para la botica. Oye, por cierto, si necesitas ayuda más días para cualquier cosa avísame. -Estuvo a punto de hablar por todos, pero no quería meterlos en líos, así que dejó que se ofreciese quien estuviese dispuesto-. Sabemos bien lo que es tener que poner a punto una casa vieja.
La ángel negro le explicó a continuación que le habían traído los esclavos que les habían ofrecido en el cuchitril para que trabajasen en su botica.
De camino a la botica iba pensando en lo extraña que había sido la fuga de Noel y Vac. Antes de salir, cuando por fin se dio cuenta de que ninguno de los dos estaba por allí, subió al cuarto de Noel y tras llamar varias veces entró al entender que estaba vacío. Así era, y la ventana aún seguía simplemente arrimada. La cerró meneando la cabeza y salieron todos del cuchitril, no sabiendo si iban a volver pronto o no. La fuga de aquellos dos le dio que pensar durante el camino. Con todo el trajín de la llegada de los frivy's no había vuelto a pensar en lo de Noel y Wen de aquella mañana. Noel tenía derecho a tomarse un respiro ese día, pero quizá le dolía un poco no haber sido él quien tratara de animarlo, le hubiera gustado hacer algo, y sin embargo ni siquiera creía ser capaz de encontrar dos palabras seguidas para empezar a hablar con él de lo que sea que hubiera pasado. En cambio Vac... con Vac estaba en buenas manos, sin duda, pero le seguía pesando que pudiera parecer que él se había desentendido.
No prestó atención a los frivy's más que para mirar con curiosidad sus caras ante todo lo nuevo que se les venía encima. Ellos no tenían la culpa de que los hubieran traído, pero solo habían sido un incordio, arruinando aún más una mañana de por sí arruinada. Gael se frotó la sien allí donde le palpitaba horas atrás, como si nunca se hubiese tomado la infusión de Vac, y trató de apartar los pensamientos del estilo «vaya mañana de mierda» y similares.
Cuando llegaron al mercado, Gael les pidió a los demás que se adelantaran o le esperaran, porque tenía que hacer algunas compras. El dinero no era mucho, pero le sirvió para comprarse una aguja curva de sutura e hilo de dos tipos diferentes, ambos resistentes. No le duraría mucho, pero confiaba en que pudieran hacer alguna misión más pronto.
Gracias a la adquisición se encontraba un poco de mejor humor cuando llegó a la botica de la náyade. Su mirada recorrió todo el local parándose en los pequeños detalles que aún faltaban por restaurar. No eran quienes para decir mucho, los del cuchitril, pero allí todavía hacía falta un buen repaso, y seguramente se estaba encargando Nia sola. Claro que ahora le llevaban un par de esclavos para ayudarla con el trabajo. Buscaron a la náyade por el local, y siguiendo su voz la encontraron en el patio charlando con dos viejy's. Gael se paró en seco, fastidiado por no haberse dado cuenta de aquella eventualidad. No habían pensado que a ella también podían haberle ofrecido esclavos y ahora... había demasiados. Miró a Adara de reojo, sin saber muy bien qué hacer.
-¡Buenos días! -saludó de todos modos-. Has escogido un buen local para la botica. Oye, por cierto, si necesitas ayuda más días para cualquier cosa avísame. -Estuvo a punto de hablar por todos, pero no quería meterlos en líos, así que dejó que se ofreciese quien estuviese dispuesto-. Sabemos bien lo que es tener que poner a punto una casa vieja.
La ángel negro le explicó a continuación que le habían traído los esclavos que les habían ofrecido en el cuchitril para que trabajasen en su botica.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Botica de la náyade
07/02/14, 07:09 pm
El lugar no había cambiado, aunque de un día para otro no sé que esperaba que cambiase la verdad. Si hubiera sido católico me habría puesto a rezar y a pedirle iluminación al espíritu santo. Como no lo era entré sin más preparado ya mentalmente para lo peor.
Como no, el cocodrilo se volvió a poner delante mía casi nada mas entrar. Lo miré con cara de pocos amigos antes de decir:
-Dama Urticaria me espera.- pero a la vez que decía eso vi a otra persona en el local hablando con la náyade.- Veo que está ocupada, esperaré.
La cosa es que el tío con el que hablaba me sonaba de algo. Era el ulterano del cuchitril, ese con tantos ojos y que conocía a Serok. Hablando de Serok que de tiempo que no lo veía me empece a preguntar que seria de el mientras esperaba a que el otro acabase.
Como no, el cocodrilo se volvió a poner delante mía casi nada mas entrar. Lo miré con cara de pocos amigos antes de decir:
-Dama Urticaria me espera.- pero a la vez que decía eso vi a otra persona en el local hablando con la náyade.- Veo que está ocupada, esperaré.
La cosa es que el tío con el que hablaba me sonaba de algo. Era el ulterano del cuchitril, ese con tantos ojos y que conocía a Serok. Hablando de Serok que de tiempo que no lo veía me empece a preguntar que seria de el mientras esperaba a que el otro acabase.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Re: Botica de la náyade
08/02/14, 12:15 am
Nia y Toima
En cuanto atravesó la puerta, la enguatada mano del cocodrilo le detuvo, sentado en su palanquín, no le escuchó al principio. Estaba concentrado en la discusión que tenia lugar en el mostrador, a unos metros de distancia. Aparte de los dos ulteranos, el puerta y el brujo humano, no parecia haber nadie más en la tienda. Al parecer, los del mostrador estaban discutiendo sobre un precio, el argos intentaba venderle algo a la boticaria que parecia interesarle, pero ni en broma al precio que sugeria el albino. Toima tenia una botella de vino en una mano de la que bebia de tanto en cuanto y por el rubor que tenia en la cara, podia decirse que estaba borracho o apunto.
-Dama Urticaria no espera a nadie. Nunca. No te creas tan importante, chico. Vienes aquí de rebote.-le dijo mostrandole una sonrisa amenazadora en sus fauces.-Sin embargo, haces bien en esperar. Hacia mucho que no la veia tan cabreada. Es una rara oportunidad.-comentó, con una silenciosa y corta carcajada escapando de su garganta.
Al otro lado de la mesa, Nia aporreó la misma, con un estruendo y el retumbar de monedas y cristal sobre ella.
-¿Cómo que no es suficiente?-
-Como lo oyes. Esto vale mucho si te interesa y puedo ver la caja desde aquí. Se que puedes soltar más que esto.-dijo jugueteando con la bolsita con monedas, sin ni siquiera haberla abierto.
La ulterana susprió, cansada.
-¿Qué pretendes, Toima?-
Quizás por la mención de su nombre o por ser las verdaderas intenciones del argos, este se permitió una sonrisa perfida mientras respondia.
-Dóblalo y hay trato.-
-¿¡Doblarlo!? ¡Tú estás loco!-exclamó indignada la ulterana. Cogio el frasquito con una mano y se lo acercó a uno de los ojos.-¿¡Ves bien esto!? ¡Es saliva de dragón! ¿Tienes idea de para que sirve? Si hay algo ilegal en esta ciudad, es el trafico de esto. Bueno, no por el libro, pero es como ir al rey y decirle "Si, mira, tengo esta cosa con la que puedo fabricar feromonas para atontar a tu mascota" ¡Es de locos! Pueden cortarte la cabeza si te pillan con esto ¿sabes? ¡O peor! ¡A mi!-
-¿Y a mi que coño me importa si lo vas a usar para matar o atontar al dragón del culoduro ese? ¡O lo que hayas dicho que hace! ¡Me importa el dinero, que me pagues lo que te pido y me iré por mi camino y el muermo ese ya será tu problema!-
-¡Bueno si YO lo tuviese, no lo malgastaria con algo tan ridículo como eso! ¡Puede usarse para otras cosas, pero estoy convencida que a su señoria no le importará en absoluto sus habilidades sanadoras, solo que puede usarse en su contra!-
La discusión se habia transformado en los dos ulteranos intercambiando gritos.
Entonces el cocodrilo creyó conveniente hacerle una señal para indicarle que el humano habia regresado de donde quiera que estuviese. La niña miró con duda a la puerta y al humano esperando y se mordió el labio.
-Veinte más o te llevas esa porqueria ilegal de mi tienda. Esta es mi última oferta.-dijo, volcando otro saquito pequeño sobre la mesa.
El argos resopló y aceptó tras unos instantes la oferta. Ya de serie, se habia sacado el triple de lo que pensaba que le sacaria a la bruja. Con una caminata alegre, el argos se dirigió a la puerta.
-¡Y la próxima vez que vayas a traer algo tan peligroso a mi tienda, documentate, que parece que no tienes dos dedos de frente!-
-¡Callate, bruja!-le contestó el argos entre carcajadas.
-¡Seras bárbaro!-le replicó esta.
-¡Estirada!-
-¡Borracho!-
-¡Si, pero a mi se me pasa de un día a otro! ¡Adios, eh!-le dijo con otra carcajada, mientras se abria paso por el umbral.-Aparta pringao.-le dijo a Stefan antes de golpear la calle.
Matanza cerró la puerta tras de si.
-Los amigos son algo valioso, como un tesoro ¿no es así, Dama Urticaria?-
-¡Calla! ¡Ni una palabra más! ¡No vuelvas a dejarle entrar si huele a alcohol!-le ordenó, cosa que le arrancó otra risotada desquiciada al cocodrilo.
La niña tuvo un ataque de histeria reprimida por lo nerviosa que le habia puesto el albino. Se revolvió el pelo mientras se mordia el labio de rabia.
-Por cierto, hablando de molestias en el culo, tu alumno de potingues ha llegado.-
Entonces Nia volvió a su estado normal, intentando conservar la gracilidad, el estatus y la personalidad altiva y aristocrática de Dama Urticaria.
-Enredo de la Tierra, pasa por favor, acércate aquí.-dijo entonces, señalandole el mostrador, mientras tomaba su asiento. La niña jugueteaba con ojos melosos aquel vial que le habia traido el argos. No se equivocaba. Saliva genuina de dragón. Aquello tenia que ser una muy rara oportunidad. Con tan solo extractos de ella, podria desarrollar la mejor alquimia boticaria contra las quemaduras que hubiese en la ciudad. Y eso significaba bastante dinero. Y ante tal perspectiva ¿Que eran esas simple moneduchas que se habia llevado el albino a cambio? Todos salian ganando.
En cuanto atravesó la puerta, la enguatada mano del cocodrilo le detuvo, sentado en su palanquín, no le escuchó al principio. Estaba concentrado en la discusión que tenia lugar en el mostrador, a unos metros de distancia. Aparte de los dos ulteranos, el puerta y el brujo humano, no parecia haber nadie más en la tienda. Al parecer, los del mostrador estaban discutiendo sobre un precio, el argos intentaba venderle algo a la boticaria que parecia interesarle, pero ni en broma al precio que sugeria el albino. Toima tenia una botella de vino en una mano de la que bebia de tanto en cuanto y por el rubor que tenia en la cara, podia decirse que estaba borracho o apunto.
-Dama Urticaria no espera a nadie. Nunca. No te creas tan importante, chico. Vienes aquí de rebote.-le dijo mostrandole una sonrisa amenazadora en sus fauces.-Sin embargo, haces bien en esperar. Hacia mucho que no la veia tan cabreada. Es una rara oportunidad.-comentó, con una silenciosa y corta carcajada escapando de su garganta.
Al otro lado de la mesa, Nia aporreó la misma, con un estruendo y el retumbar de monedas y cristal sobre ella.
-¿Cómo que no es suficiente?-
-Como lo oyes. Esto vale mucho si te interesa y puedo ver la caja desde aquí. Se que puedes soltar más que esto.-dijo jugueteando con la bolsita con monedas, sin ni siquiera haberla abierto.
La ulterana susprió, cansada.
-¿Qué pretendes, Toima?-
Quizás por la mención de su nombre o por ser las verdaderas intenciones del argos, este se permitió una sonrisa perfida mientras respondia.
-Dóblalo y hay trato.-
-¿¡Doblarlo!? ¡Tú estás loco!-exclamó indignada la ulterana. Cogio el frasquito con una mano y se lo acercó a uno de los ojos.-¿¡Ves bien esto!? ¡Es saliva de dragón! ¿Tienes idea de para que sirve? Si hay algo ilegal en esta ciudad, es el trafico de esto. Bueno, no por el libro, pero es como ir al rey y decirle "Si, mira, tengo esta cosa con la que puedo fabricar feromonas para atontar a tu mascota" ¡Es de locos! Pueden cortarte la cabeza si te pillan con esto ¿sabes? ¡O peor! ¡A mi!-
-¿Y a mi que coño me importa si lo vas a usar para matar o atontar al dragón del culoduro ese? ¡O lo que hayas dicho que hace! ¡Me importa el dinero, que me pagues lo que te pido y me iré por mi camino y el muermo ese ya será tu problema!-
-¡Bueno si YO lo tuviese, no lo malgastaria con algo tan ridículo como eso! ¡Puede usarse para otras cosas, pero estoy convencida que a su señoria no le importará en absoluto sus habilidades sanadoras, solo que puede usarse en su contra!-
La discusión se habia transformado en los dos ulteranos intercambiando gritos.
Entonces el cocodrilo creyó conveniente hacerle una señal para indicarle que el humano habia regresado de donde quiera que estuviese. La niña miró con duda a la puerta y al humano esperando y se mordió el labio.
-Veinte más o te llevas esa porqueria ilegal de mi tienda. Esta es mi última oferta.-dijo, volcando otro saquito pequeño sobre la mesa.
El argos resopló y aceptó tras unos instantes la oferta. Ya de serie, se habia sacado el triple de lo que pensaba que le sacaria a la bruja. Con una caminata alegre, el argos se dirigió a la puerta.
-¡Y la próxima vez que vayas a traer algo tan peligroso a mi tienda, documentate, que parece que no tienes dos dedos de frente!-
-¡Callate, bruja!-le contestó el argos entre carcajadas.
-¡Seras bárbaro!-le replicó esta.
-¡Estirada!-
-¡Borracho!-
-¡Si, pero a mi se me pasa de un día a otro! ¡Adios, eh!-le dijo con otra carcajada, mientras se abria paso por el umbral.-Aparta pringao.-le dijo a Stefan antes de golpear la calle.
Matanza cerró la puerta tras de si.
-Los amigos son algo valioso, como un tesoro ¿no es así, Dama Urticaria?-
-¡Calla! ¡Ni una palabra más! ¡No vuelvas a dejarle entrar si huele a alcohol!-le ordenó, cosa que le arrancó otra risotada desquiciada al cocodrilo.
La niña tuvo un ataque de histeria reprimida por lo nerviosa que le habia puesto el albino. Se revolvió el pelo mientras se mordia el labio de rabia.
-Por cierto, hablando de molestias en el culo, tu alumno de potingues ha llegado.-
Entonces Nia volvió a su estado normal, intentando conservar la gracilidad, el estatus y la personalidad altiva y aristocrática de Dama Urticaria.
-Enredo de la Tierra, pasa por favor, acércate aquí.-dijo entonces, señalandole el mostrador, mientras tomaba su asiento. La niña jugueteaba con ojos melosos aquel vial que le habia traido el argos. No se equivocaba. Saliva genuina de dragón. Aquello tenia que ser una muy rara oportunidad. Con tan solo extractos de ella, podria desarrollar la mejor alquimia boticaria contra las quemaduras que hubiese en la ciudad. Y eso significaba bastante dinero. Y ante tal perspectiva ¿Que eran esas simple moneduchas que se habia llevado el albino a cambio? Todos salian ganando.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Botica de la náyade
08/02/14, 12:33 pm
-Lo que tú digas Kroki, lo que tú digas,- digo con voz cansada. <<¿Una rara oportunidad que esté cabreada? Sí, lo que me hacia falta, que me suspenda más rápido. No me gustaban los exámenes finales e el instituto me va a gustar esto>>. No podía evitar ponerme nervioso. Sin embargo por muy nervioso que estuviese la discusión era entretenida e incluso acabó por calmarme un poco. Ver a una niña discutir con un gigante no se ve todos los días, sobre todo cuando es la niña la que acaba ganando la discusión.
Me aparté cuando el argos se dirigió a la puerta, y lo de pringao sobraba, pero aquel tipo no parecía tener respeto alguno por la gente. Negando con la cabeza me acerqué al mostrador.
-Nada de formalismos Dama Urticaria, con Enredo vale. ¿Saliva de dragón? -pregunto señalando el frasco,- lo siento, no he podido evitar oíros, aunque creo que desde el mercado no habrán podido evitarlo,- suelto una risa nerviosa.- ¿Si tiene propiedades curativas por qué es ilegal? Si te pueden cortar la cabeza por eso ni me imagino lo que te harán si te consigues un dragón.
Me aparté cuando el argos se dirigió a la puerta, y lo de pringao sobraba, pero aquel tipo no parecía tener respeto alguno por la gente. Negando con la cabeza me acerqué al mostrador.
-Nada de formalismos Dama Urticaria, con Enredo vale. ¿Saliva de dragón? -pregunto señalando el frasco,- lo siento, no he podido evitar oíros, aunque creo que desde el mercado no habrán podido evitarlo,- suelto una risa nerviosa.- ¿Si tiene propiedades curativas por qué es ilegal? Si te pueden cortar la cabeza por eso ni me imagino lo que te harán si te consigues un dragón.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Re: Botica de la náyade
08/02/14, 04:29 pm
Nia
El lagarto volvió a su palanquín entonces y la ulterana recibió al humano.
-En efecto, esto es saliva de dragón y bastante vieja si se me permite añadir, más vieja que la misma Cicatriz de Arax, cuando los dragones eran bastante más comunes, pero aun todavia grandiosas criaturas. Puede ser empleada para elaborar feromonas que afecten a un dragón adulto, o bien para anestesiarle, exciten o directamente maten a uno si se es lo suficientemente habilidoso y se tienen los ingredientes precisos. Por eso podria ser peligroso tener uno de estos e irlo paseando por ahí. Seria como llevar un cartel enorme con malas intenciones dirigidas hacia la mascota del soberano.-Suspiró entonces.- Pienso lidiar con ella y sintetizarla cuanto antes, para quitarme ese problema de encima, quizás esta noche, aunque tampoco es que tenga mala reputación en la ciudad pero si tengo... numerosos competidores.-dijo forzando una sonrisa, dejando intuir que lo suyo era algo más que honesta competencia.
-Dejando eso de lado, acompañame. Es la hora de tu prueba.-
Nia abandonó el otro lado del mostrador, tomando las escaleras mientras el humano le seguia. Entraron en la misma salita. Nia le ofreció el mismo asiento, mientras ella se posaba en el mismo cojín que la última vez. A decir verdad, todo parecia ser un deja vu por parte del humano más que la realidad que podia contemplar.
-Sigues queriendo aprender alquimia, por lo que veo.-dijo, cruzándose de brazos.-Tan solo esperemos que hayas logrado obtener las respuesas correctas, o bien por intuición o bien por estudio, ambas facetas son valiosas en esta ciencia. Oh, pero antes...-
Alguien llamó a la puerta. Esta se abrió al instante y pasó el frivy de nuevo, portando una bandeja con dos tacitas, sirviendo el te rojo tan solo en la de la náyade y llendose, dejando la tetera al lado de la ulterana. Entonces la niña tomó un pequeño sorbo de su taza, en completo silencio y se recostó algo más, antes de hacer sacudir el incesario una vez sobre sus cabezas con ayuda de un hechizo.
-Y de nuevo, las manecillas del reloj giran. Diecinueve segundos de vida, ahora, contesta: ¿Como te he envenenado por segunda vez? ¿Qué tres medidas o procedimientos son de los que puedes servirte para hallar el antídoto? Debajo del plato, encontarás los tres posibles antídotos. Y ahora, contesta.-dijo la ulterana con una sonrisa torva asomandose de sus labios mientras daba otro sorbo a la taza apaciblemente, cerrando sus ojos apaciblemente. Ya le habia robado seis segundos de vida replanteando las preguntas. Todo dependia ahora de Stefan y de su preparación.
El lagarto volvió a su palanquín entonces y la ulterana recibió al humano.
-En efecto, esto es saliva de dragón y bastante vieja si se me permite añadir, más vieja que la misma Cicatriz de Arax, cuando los dragones eran bastante más comunes, pero aun todavia grandiosas criaturas. Puede ser empleada para elaborar feromonas que afecten a un dragón adulto, o bien para anestesiarle, exciten o directamente maten a uno si se es lo suficientemente habilidoso y se tienen los ingredientes precisos. Por eso podria ser peligroso tener uno de estos e irlo paseando por ahí. Seria como llevar un cartel enorme con malas intenciones dirigidas hacia la mascota del soberano.-Suspiró entonces.- Pienso lidiar con ella y sintetizarla cuanto antes, para quitarme ese problema de encima, quizás esta noche, aunque tampoco es que tenga mala reputación en la ciudad pero si tengo... numerosos competidores.-dijo forzando una sonrisa, dejando intuir que lo suyo era algo más que honesta competencia.
-Dejando eso de lado, acompañame. Es la hora de tu prueba.-
Nia abandonó el otro lado del mostrador, tomando las escaleras mientras el humano le seguia. Entraron en la misma salita. Nia le ofreció el mismo asiento, mientras ella se posaba en el mismo cojín que la última vez. A decir verdad, todo parecia ser un deja vu por parte del humano más que la realidad que podia contemplar.
-Sigues queriendo aprender alquimia, por lo que veo.-dijo, cruzándose de brazos.-Tan solo esperemos que hayas logrado obtener las respuesas correctas, o bien por intuición o bien por estudio, ambas facetas son valiosas en esta ciencia. Oh, pero antes...-
Alguien llamó a la puerta. Esta se abrió al instante y pasó el frivy de nuevo, portando una bandeja con dos tacitas, sirviendo el te rojo tan solo en la de la náyade y llendose, dejando la tetera al lado de la ulterana. Entonces la niña tomó un pequeño sorbo de su taza, en completo silencio y se recostó algo más, antes de hacer sacudir el incesario una vez sobre sus cabezas con ayuda de un hechizo.
-Y de nuevo, las manecillas del reloj giran. Diecinueve segundos de vida, ahora, contesta: ¿Como te he envenenado por segunda vez? ¿Qué tres medidas o procedimientos son de los que puedes servirte para hallar el antídoto? Debajo del plato, encontarás los tres posibles antídotos. Y ahora, contesta.-dijo la ulterana con una sonrisa torva asomandose de sus labios mientras daba otro sorbo a la taza apaciblemente, cerrando sus ojos apaciblemente. Ya le habia robado seis segundos de vida replanteando las preguntas. Todo dependia ahora de Stefan y de su preparación.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Botica de la náyade
08/02/14, 06:48 pm
-Ya veo, no deja de ser una estupidez. Algo que puede curar no debería estar prohibido, si acaso podría ilegalizarse las consecuencias negativas, pero hacerlo también con las positivas es de idiotas.- dije dejando clara mi posición.
Dejé escapar un suspiro cuando dijo lo de la prueba, el corazón empezó a latirme más fuerte en el pecho por los nervios. Misma salita, casi todo clavado, solo que no era la primera vez que entraba allí.
-Sí, sigo queriendo aprender, no soy de los que se echan para atrás.- respondí refirmando mi intención.
Llaman a la puerta y pasa el mismo frivy de la otra vez, misma tetera, mismas dos tazas, pero esta vez a mi no me sirve té rojo y la tetera se la queda la niña. El aire se vuelve sofocante otra vez cuando la niña sacude el incensario. Es exactamente la misma prueba, incluso los objetos bajo el plato son los mismos.
-El veneno está en el aire,- contesto con medida tranquilidad,- es el humo que sale de ahí,- señalo el incensario,- llega a mis pulmones al respirar, de los pulmones al torrente sanguíneo y de ahí a todas las partes del cuerpo.- cojo la raíz y la trago tratando no pensar en su mal sabor.- Lo que no sé es si tu eres inmune al veneno o te has tomado el antídoto antes,- comento encogiéndome de hombros.- Ahora, respecto a los tres procedimientos, lo he pensado y no sé si me equivocaré en algo pero... Yo creo que son, la intuición, el conocimiento de las bases alquímicas y el simple descarte. Según un libro que he leído la anguila no podría ser, la alquimia nunca usa todas las partes de un ser para algo en común. La rama de pino es obvio que no, la elegí la ultima vez y fue erróneo, además la rama no sirve, pero las piñas que da si servirían para algo. Descartado eso soólo queda la raíz de yagré que es un antídoto muy efectivo.- tomo aire y antes de que la niña pueda emitir un veredicto levanto una mano pidiendo que me deje decir una ultima cosa.- Puede que haya fallado, es posible que me haya equivocado en todo, pero no puedes decir que no lo he intentado,- <<Y realmente le quiero cerrar la boca al cocodrilo ese>>.- Ahora, ¿serias tan amable de pasarme la tetera? Esa raíz no es que tenga un sabor estupendo a palo seco.
Dejé escapar un suspiro cuando dijo lo de la prueba, el corazón empezó a latirme más fuerte en el pecho por los nervios. Misma salita, casi todo clavado, solo que no era la primera vez que entraba allí.
-Sí, sigo queriendo aprender, no soy de los que se echan para atrás.- respondí refirmando mi intención.
Llaman a la puerta y pasa el mismo frivy de la otra vez, misma tetera, mismas dos tazas, pero esta vez a mi no me sirve té rojo y la tetera se la queda la niña. El aire se vuelve sofocante otra vez cuando la niña sacude el incensario. Es exactamente la misma prueba, incluso los objetos bajo el plato son los mismos.
-El veneno está en el aire,- contesto con medida tranquilidad,- es el humo que sale de ahí,- señalo el incensario,- llega a mis pulmones al respirar, de los pulmones al torrente sanguíneo y de ahí a todas las partes del cuerpo.- cojo la raíz y la trago tratando no pensar en su mal sabor.- Lo que no sé es si tu eres inmune al veneno o te has tomado el antídoto antes,- comento encogiéndome de hombros.- Ahora, respecto a los tres procedimientos, lo he pensado y no sé si me equivocaré en algo pero... Yo creo que son, la intuición, el conocimiento de las bases alquímicas y el simple descarte. Según un libro que he leído la anguila no podría ser, la alquimia nunca usa todas las partes de un ser para algo en común. La rama de pino es obvio que no, la elegí la ultima vez y fue erróneo, además la rama no sirve, pero las piñas que da si servirían para algo. Descartado eso soólo queda la raíz de yagré que es un antídoto muy efectivo.- tomo aire y antes de que la niña pueda emitir un veredicto levanto una mano pidiendo que me deje decir una ultima cosa.- Puede que haya fallado, es posible que me haya equivocado en todo, pero no puedes decir que no lo he intentado,- <<Y realmente le quiero cerrar la boca al cocodrilo ese>>.- Ahora, ¿serias tan amable de pasarme la tetera? Esa raíz no es que tenga un sabor estupendo a palo seco.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Personajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Botica de la náyade
08/02/14, 07:25 pm
Nia
La niña posó la tacita con delicadeza en su plato cuando el humano empezó con su contestación. Con las manos sobre el regazo, posó una mirada y una expresión hieratica mientras el brujo avanzaba y procedia en la explicación. No se inmutó siquiera cuando eligió ingrediente y se lo metió en la boca. Escuchó hasta el final de su explicación y permaneció callada unos segundos más cuando le pidió beber algo del té para quitarse el sabor de la raiz.
Un pequeño bufido surgió de sus labios entonces y alcanzó la tetera. Con delicadeza, le sirvió una taza y luego rellenó la suya. Dando otro sorbo, pensativa, cerró los ojos unos segundos, sumergiendose en el calor que emanaba el té y de la sensación agradable que transmitia.
-Enhorabuena, has aprobado.-dijo sin más.-Eres ahora alumno de alquimia bajo mi tutela.-añadió, mientras una de sus comisuras se torcia en una sonrisa.-Aunque no te confies, puede que solo haya sido suerte de tu intuición o que sepas estudiar, pero el tiempo dirá si careces de lo que hace falta para ser un alquimista.-Alzó una ceja, algo misteriosa y sugerente, bajó el tono, adoptando un susurro y volvió a dirigirse al chico.
-Y dime, Enredo, ¿Quieres ver algo de alqumia como nunca has visto o leido en libros de fantasia?-
La niña posó la tacita con delicadeza en su plato cuando el humano empezó con su contestación. Con las manos sobre el regazo, posó una mirada y una expresión hieratica mientras el brujo avanzaba y procedia en la explicación. No se inmutó siquiera cuando eligió ingrediente y se lo metió en la boca. Escuchó hasta el final de su explicación y permaneció callada unos segundos más cuando le pidió beber algo del té para quitarse el sabor de la raiz.
Un pequeño bufido surgió de sus labios entonces y alcanzó la tetera. Con delicadeza, le sirvió una taza y luego rellenó la suya. Dando otro sorbo, pensativa, cerró los ojos unos segundos, sumergiendose en el calor que emanaba el té y de la sensación agradable que transmitia.
-Enhorabuena, has aprobado.-dijo sin más.-Eres ahora alumno de alquimia bajo mi tutela.-añadió, mientras una de sus comisuras se torcia en una sonrisa.-Aunque no te confies, puede que solo haya sido suerte de tu intuición o que sepas estudiar, pero el tiempo dirá si careces de lo que hace falta para ser un alquimista.-Alzó una ceja, algo misteriosa y sugerente, bajó el tono, adoptando un susurro y volvió a dirigirse al chico.
-Y dime, Enredo, ¿Quieres ver algo de alqumia como nunca has visto o leido en libros de fantasia?-
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Botica de la náyade
08/02/14, 07:59 pm
En el momento en que la chica anuncia que he aprobado no puedo evitar que me asome una sonrisa en los labios, tomo un sorbo de la taza y noto como el sabor de la raíz se va gradualmente sustituido por un agradable sabor, el calor que baja por mi garganta no hace si no reconfortarme. La pregunta y el misterio con el que la hace despierta mi curiosidad, quiero ver que es a lo que puedo aspirar si me dedico a esto en cuerpo y alma.
-Sí, quiero verlo, si estás dispuesta a enseñármelo.- pero tengo algunas dudas y quiero una respuesta.- ¿Como debo llamarte a partir de ahora? ¿Maestra? ¿O sigo llamándote como hasta ahora?, y otra duda, ¿que significa exactamente ser alumno tuyo? Quiero decir, ¿tendré que venir cada día a aprender o como? Perdón si las preguntas son molestas.
-Sí, quiero verlo, si estás dispuesta a enseñármelo.- pero tengo algunas dudas y quiero una respuesta.- ¿Como debo llamarte a partir de ahora? ¿Maestra? ¿O sigo llamándote como hasta ahora?, y otra duda, ¿que significa exactamente ser alumno tuyo? Quiero decir, ¿tendré que venir cada día a aprender o como? Perdón si las preguntas son molestas.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Botica de la náyade
08/02/14, 09:22 pm
Nia
La ulterana contuvo una risa educadamente ante la primera pregunta del humano.
-Maestra... Maestra suena bien, tiene como... una campanilla que me gusta.-bromeó.-Ser alumno mio implica varias cosas. La primera que no compartiras absolutamente nada de lo que tratemos entre estas cuatro paredes o donde quiera que demos la clase con nadie del exterior, ni siquiera con personas de tu confianza. Puedes hablarles que estas tomando clases conmigo, puedes contarles por encima de que estas tratando en esos momentos, pero no puedes entrar en detalles que pudiesen desvelar nada... comprometedor.-dijo, tosiendo.-Por suerte o por desgracia, la alquimia tiene muy buena reputación en la ciudad, demasiada, tanto que algunos sinverguenzas se lo hacen llamar demasiado a menudo.-suspiró con cansancio.-Siguiente: Ser alumno mio implica que, todo trabajo que yo te mande, estudio o testeo, tendrá una fecha límite y, no me importa lo que este pasando en tu vida en ese momento, con tal de que para la fecha limite lo entregues. Si se llegase a faltar en esto, me temo que no podrias seguir estudiando conmigo.-dijo con una expresión seria.
Su cara volvio a un gesto amable y sonriente.
-Pero aparte de eso, nada más.-comentó. Entonces, algo despistada, pensó en que dijo que iba a hacer.-¡Ah si! Alquimia...-murmuró y dio dos palmadas. El frivy pasó a la sala casi al instante. Recogió las tazas y la bandeja con la tetera y los patillos y se retiró.-Vayamos a practicar alquimia.-dijo Nia con una sonrisa traviesa mientras se incorporaba.-Sigueme.-dijo, mientras abria la puerta.
Condujo al humano escaleras abajo. Detrás del mostrador, una puerta semioculta llevaba a la trastienda, llena de frascos y cajas con repuestos de las estanterias, así como algunos tarros y frascos con animales que se movian y unos cuantos barriles con materiales de primera necesidad, como sal, aceite entre otros. De la trastienda, Nia abrió una trampilla, acordandose de poner las escaleras para el humano y le condujo al sótano.
En su historia en la botica, el sótano era el lugar que más modificaciones habia sufrido. Nia habia derribado paredes y anexionado galerias de las casas vecinas deshabitadas, habia reemplazado toda una bodega con un estudio con varias mesas cargadas de material cientifico y alquímico como matraces, alambiques y demás parafernalia y, habia transformado una piscina hundida en la roca en un tanque-jacuzzi que le servia no solo de cama, sino de dormitorio. Las paredes estaban húmedas y, aunque el aire era ligeramente más frio y húmedo como un calabozo, no estaba tan cargado y diversos olores mentolados le llegaron al chico. Nia le mostró muchas de las galerias, unas estaban llenas de estanterias, con diversos ingredientes, pociones o muestras a cada cual más bizarra y siniestra, mientras que otras galerias tenian jaulas con diferentes animales dentro. Para cuando llegaron a una galeria con diversos tanques tubulares con una variedad casi infinita de peces y otras criaturas marinas, la ulterana se paró en seco.
-Y esto es todo lo que deberias saber, mientras estés aprendiendo conmigo. Enseñarte más, le arruinaria toda la...-pensó en la palabra para definirlo-...emoción.-acabó por decir.
-Pero bueno, te prometí alquimia y solo te he enseñado los productos, los ingredientes, no un resultado... ¡bah! Todo muy aburrido. Vamos a hacer alquimia propiamente dicho. Acompañame de nuevo por aquí.-le indicó, llevandole de nuevo donde las jaulas. Cogio una que estaba tapada con un manto turquesa, con un gancho rematandola por encima, como las pajareras y la trajo a una mesa y la colocó sobre esta, sin destaparlo. Entonces, empezó su explicación.
-La alquimia es y, siempre será, una ciencia más que trata no con lo mundano, sino con lo bizarro, lo maravilloso, lo extraordinario, lo mágico, si lo prefieres. En contadas ocasiones los alquimistas cogen un objeto tan mundano como por ejemplo es la sal y lo convierten en algo maravilloso, como por ejemplo podemos ver en un fuerte repelente como inventó un miembro de nuestra ciudad y al cual le dió su nombre, debido a su caracter: El extracto de Veerzus. Uno de los mejores repelentes de insectos de gran tamaño hasta la fecha. Y aunque esto no sea fascinante, es en si el hecho de que lograse sacar de algo tan mundano como la sal, algo tan poderoso. Por eso, a partir de hoy recuerda, siempre que te encuentres un nuevo ingrediente o, veas de nuevo algo tan mundano como una manzana, grano de maiz o un simple atún, considera la posibilidad de que tenga una útilidad en este campo.-dijo, sonando tan formal como de costumbre, con sus explicaciones.
-Pero, sin embargo, eso es materia para otro día. Hoy vamos a hacer algo mucho más fascinante: Solución del Enamorado. Se llama. Es un brebaje que, normalmente se usa, para quitar el enamoramiento. Mucha más gente de la que crees se arrepiente de amar con los ojos cerrados y quiere cambiar eso. Y para eso la alquimia responde con esto. Esta poción, sin embargo, esta muy fuera de tu alcance y yo tampoco tengo tanta experiencia preparándola pues solo lo hago por encargo y por un más que justo precio teniendo en cuenta su dificultad. Y, diablos si alguna vez hago algo mal si me pagan tan bien.-bromeó la ulterana.-Consta de tres ingredientes, uno de ellos muy raro que tengo aquí mismo.-dijo sacando un frasquito transparente con unas ramitas parecidas a la canela. El tapón parecia excesivamente seguro para algo tan inofensivo.-Además de dos ingredientes, uno mundano y monótono y otro peligroso. Te daria la opción de elegir por cual empezar, pero ya que te tengo aquí y se hace mucho más rápido dos personas si empezamos por el peligroso y, conociendo el oficio, me agradecerás que el segundo sea facil y aburrido.-comentó, con una pequeña risa educada.-Antes de empezar, coge una bata, unos guantes y unas gafas de ahí.-le señaló el extremo de una de las mesas mientras encendia una lámpara de estudio que estaba por encima de la jaula, iluminando toda la mesa en la que estaba apoyada y vistiendose con su par. Cuando el humano encontró el uniforme de seguirdad, pudo comprobar que era blanco impoluto pero que, al tocarlo, el color cambiaba a un gris bastante feo. Por otra parte y al igual que el suyo, el de la boticaria habia impezado blanco tambien, pero habia transicionado a un color cerúleo más calmado. Cuando volvió con todo el equipo puesto, la ulterana le recibió con una sonrisa.
-¿Preparado para subir el telón?-le preguntó, sin darle tiempo siquiera a contestar, tirando de la tela que cubria la jaula y descubriendo a su huesped. Un pequeño y salvaje ser se agitaba en la jaula, agarrando los barrotes con sus manos y sacudiendolos, mientras su boca no paraba de proferir chirridos agresivos y asustados y sus ojos enormes les miraban con una mezcla de miedo y confusión pero, sobretodo, se escondia de la luz. Con la primera impresión hecha, Stefan pudo fijarse más a fondo. Si, era un mono. Su pelaje estaba cubierto de vello anaranjado-dorado y tenia una mandíbula y unos dientes más propios de un tiburón que de un mono. Por último, quizás porque se habia pegado al extremo de la pajarera, tardó más en percibir su cola, para nada, la cola de un mono habitual. Estaba segmentada y le rodeaba un poderoso exoesqueleto, tambien de color naranja, pero más apagado rematada finalmente por un aguijón de aspecto amenazador, como el de un escorpión. Además, estaba enroscada en uno de los barrotes. Y, aparte de eso, el animal apestaba. Si Stefan lo supiese identificar, podria apreciar que era el olor de la putrefacción y de la muerte.
La ulterana contuvo una risa educadamente ante la primera pregunta del humano.
-Maestra... Maestra suena bien, tiene como... una campanilla que me gusta.-bromeó.-Ser alumno mio implica varias cosas. La primera que no compartiras absolutamente nada de lo que tratemos entre estas cuatro paredes o donde quiera que demos la clase con nadie del exterior, ni siquiera con personas de tu confianza. Puedes hablarles que estas tomando clases conmigo, puedes contarles por encima de que estas tratando en esos momentos, pero no puedes entrar en detalles que pudiesen desvelar nada... comprometedor.-dijo, tosiendo.-Por suerte o por desgracia, la alquimia tiene muy buena reputación en la ciudad, demasiada, tanto que algunos sinverguenzas se lo hacen llamar demasiado a menudo.-suspiró con cansancio.-Siguiente: Ser alumno mio implica que, todo trabajo que yo te mande, estudio o testeo, tendrá una fecha límite y, no me importa lo que este pasando en tu vida en ese momento, con tal de que para la fecha limite lo entregues. Si se llegase a faltar en esto, me temo que no podrias seguir estudiando conmigo.-dijo con una expresión seria.
Su cara volvio a un gesto amable y sonriente.
-Pero aparte de eso, nada más.-comentó. Entonces, algo despistada, pensó en que dijo que iba a hacer.-¡Ah si! Alquimia...-murmuró y dio dos palmadas. El frivy pasó a la sala casi al instante. Recogió las tazas y la bandeja con la tetera y los patillos y se retiró.-Vayamos a practicar alquimia.-dijo Nia con una sonrisa traviesa mientras se incorporaba.-Sigueme.-dijo, mientras abria la puerta.
Condujo al humano escaleras abajo. Detrás del mostrador, una puerta semioculta llevaba a la trastienda, llena de frascos y cajas con repuestos de las estanterias, así como algunos tarros y frascos con animales que se movian y unos cuantos barriles con materiales de primera necesidad, como sal, aceite entre otros. De la trastienda, Nia abrió una trampilla, acordandose de poner las escaleras para el humano y le condujo al sótano.
En su historia en la botica, el sótano era el lugar que más modificaciones habia sufrido. Nia habia derribado paredes y anexionado galerias de las casas vecinas deshabitadas, habia reemplazado toda una bodega con un estudio con varias mesas cargadas de material cientifico y alquímico como matraces, alambiques y demás parafernalia y, habia transformado una piscina hundida en la roca en un tanque-jacuzzi que le servia no solo de cama, sino de dormitorio. Las paredes estaban húmedas y, aunque el aire era ligeramente más frio y húmedo como un calabozo, no estaba tan cargado y diversos olores mentolados le llegaron al chico. Nia le mostró muchas de las galerias, unas estaban llenas de estanterias, con diversos ingredientes, pociones o muestras a cada cual más bizarra y siniestra, mientras que otras galerias tenian jaulas con diferentes animales dentro. Para cuando llegaron a una galeria con diversos tanques tubulares con una variedad casi infinita de peces y otras criaturas marinas, la ulterana se paró en seco.
-Y esto es todo lo que deberias saber, mientras estés aprendiendo conmigo. Enseñarte más, le arruinaria toda la...-pensó en la palabra para definirlo-...emoción.-acabó por decir.
-Pero bueno, te prometí alquimia y solo te he enseñado los productos, los ingredientes, no un resultado... ¡bah! Todo muy aburrido. Vamos a hacer alquimia propiamente dicho. Acompañame de nuevo por aquí.-le indicó, llevandole de nuevo donde las jaulas. Cogio una que estaba tapada con un manto turquesa, con un gancho rematandola por encima, como las pajareras y la trajo a una mesa y la colocó sobre esta, sin destaparlo. Entonces, empezó su explicación.
-La alquimia es y, siempre será, una ciencia más que trata no con lo mundano, sino con lo bizarro, lo maravilloso, lo extraordinario, lo mágico, si lo prefieres. En contadas ocasiones los alquimistas cogen un objeto tan mundano como por ejemplo es la sal y lo convierten en algo maravilloso, como por ejemplo podemos ver en un fuerte repelente como inventó un miembro de nuestra ciudad y al cual le dió su nombre, debido a su caracter: El extracto de Veerzus. Uno de los mejores repelentes de insectos de gran tamaño hasta la fecha. Y aunque esto no sea fascinante, es en si el hecho de que lograse sacar de algo tan mundano como la sal, algo tan poderoso. Por eso, a partir de hoy recuerda, siempre que te encuentres un nuevo ingrediente o, veas de nuevo algo tan mundano como una manzana, grano de maiz o un simple atún, considera la posibilidad de que tenga una útilidad en este campo.-dijo, sonando tan formal como de costumbre, con sus explicaciones.
-Pero, sin embargo, eso es materia para otro día. Hoy vamos a hacer algo mucho más fascinante: Solución del Enamorado. Se llama. Es un brebaje que, normalmente se usa, para quitar el enamoramiento. Mucha más gente de la que crees se arrepiente de amar con los ojos cerrados y quiere cambiar eso. Y para eso la alquimia responde con esto. Esta poción, sin embargo, esta muy fuera de tu alcance y yo tampoco tengo tanta experiencia preparándola pues solo lo hago por encargo y por un más que justo precio teniendo en cuenta su dificultad. Y, diablos si alguna vez hago algo mal si me pagan tan bien.-bromeó la ulterana.-Consta de tres ingredientes, uno de ellos muy raro que tengo aquí mismo.-dijo sacando un frasquito transparente con unas ramitas parecidas a la canela. El tapón parecia excesivamente seguro para algo tan inofensivo.-Además de dos ingredientes, uno mundano y monótono y otro peligroso. Te daria la opción de elegir por cual empezar, pero ya que te tengo aquí y se hace mucho más rápido dos personas si empezamos por el peligroso y, conociendo el oficio, me agradecerás que el segundo sea facil y aburrido.-comentó, con una pequeña risa educada.-Antes de empezar, coge una bata, unos guantes y unas gafas de ahí.-le señaló el extremo de una de las mesas mientras encendia una lámpara de estudio que estaba por encima de la jaula, iluminando toda la mesa en la que estaba apoyada y vistiendose con su par. Cuando el humano encontró el uniforme de seguirdad, pudo comprobar que era blanco impoluto pero que, al tocarlo, el color cambiaba a un gris bastante feo. Por otra parte y al igual que el suyo, el de la boticaria habia impezado blanco tambien, pero habia transicionado a un color cerúleo más calmado. Cuando volvió con todo el equipo puesto, la ulterana le recibió con una sonrisa.
-¿Preparado para subir el telón?-le preguntó, sin darle tiempo siquiera a contestar, tirando de la tela que cubria la jaula y descubriendo a su huesped. Un pequeño y salvaje ser se agitaba en la jaula, agarrando los barrotes con sus manos y sacudiendolos, mientras su boca no paraba de proferir chirridos agresivos y asustados y sus ojos enormes les miraban con una mezcla de miedo y confusión pero, sobretodo, se escondia de la luz. Con la primera impresión hecha, Stefan pudo fijarse más a fondo. Si, era un mono. Su pelaje estaba cubierto de vello anaranjado-dorado y tenia una mandíbula y unos dientes más propios de un tiburón que de un mono. Por último, quizás porque se habia pegado al extremo de la pajarera, tardó más en percibir su cola, para nada, la cola de un mono habitual. Estaba segmentada y le rodeaba un poderoso exoesqueleto, tambien de color naranja, pero más apagado rematada finalmente por un aguijón de aspecto amenazador, como el de un escorpión. Además, estaba enroscada en uno de los barrotes. Y, aparte de eso, el animal apestaba. Si Stefan lo supiese identificar, podria apreciar que era el olor de la putrefacción y de la muerte.
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べ は づ す
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— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
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— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Botica de la náyade
08/02/14, 10:57 pm
-De acuerdo, comprendo las restricciones y las acepto.- dije cuando acabó de hablar, luego la seguí escaleras abajo y luego a los que parecía la trastienda. Desde la trastienda al sótano por una trampilla, el lugar desde luego era interesante, había multitud de probetas y matraces y si no hubiera sido por la visita guiada me habría quedado allí a observar las cosas mas detenidamente.
Volvemos al laboratorio después de pasar por algunos sitios más y se pone a explicarme la importancia de las cosas en la alquimia, no hace falta ni decir que tenia los cinco sentidos puestos en las palabras de la chica. <<Vaya, empezamos por algo facilito ¿no? Solución del enamorado, menudo nombrecito, el que le puso el nombre no debía tener mucha imaginación>>. Miré el bote que sacó la ulterana y aquello parecía canela en rama, pero tampoco podía estar seguro.
Me mandó ponerme una bata, guantes y gafas antes de empezar la poción, lo cierto es que me intrigó el por qué de tanta protección mediante cosas tan comunes como aquellas y no mediante magia. Tampoco se lo discutí, ella era la maestra en esto así que le hice caso y me puse las cosas. Entonces destapó la jaula que había cogido. Di un silbido y me agaché para examinar mejor al animal, aunque no lo suficientemente cerca como para que me clavase aquel aguijón.
-Parece una mezcla entre un mono y un escorpión, ¿qué es realmente? ¿de donde viene?,- y lo cierto es que olía bastante mal, aunque el color del animal era bastante bonito.- Déjame adivinar, el ingrediente que necesitamos es algún tipo de veneno que tiene en ese aguijón.- comente lanzando la afirmación a la ulterana y esperando una respuesta.- Bueno, tú me dirás que hacer.
Volvemos al laboratorio después de pasar por algunos sitios más y se pone a explicarme la importancia de las cosas en la alquimia, no hace falta ni decir que tenia los cinco sentidos puestos en las palabras de la chica. <<Vaya, empezamos por algo facilito ¿no? Solución del enamorado, menudo nombrecito, el que le puso el nombre no debía tener mucha imaginación>>. Miré el bote que sacó la ulterana y aquello parecía canela en rama, pero tampoco podía estar seguro.
Me mandó ponerme una bata, guantes y gafas antes de empezar la poción, lo cierto es que me intrigó el por qué de tanta protección mediante cosas tan comunes como aquellas y no mediante magia. Tampoco se lo discutí, ella era la maestra en esto así que le hice caso y me puse las cosas. Entonces destapó la jaula que había cogido. Di un silbido y me agaché para examinar mejor al animal, aunque no lo suficientemente cerca como para que me clavase aquel aguijón.
-Parece una mezcla entre un mono y un escorpión, ¿qué es realmente? ¿de donde viene?,- y lo cierto es que olía bastante mal, aunque el color del animal era bastante bonito.- Déjame adivinar, el ingrediente que necesitamos es algún tipo de veneno que tiene en ese aguijón.- comente lanzando la afirmación a la ulterana y esperando una respuesta.- Bueno, tú me dirás que hacer.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Botica de la náyade
09/02/14, 02:12 pm
Nia
La náyade se permitió una pequeña y educada carcajada ante la ingenuidad del humano.
-No es ni uno, ni otro. Haces bien en desconfiar lo que tus ojos ven.-dijo la náyade.-Fijate como nunca nos da la espalda y se aferra a las barras con esa cola de aspecto tan amenazador.-en cuanto Nia anduvo para poder verle la espalda, el mono aumentó sus chillidos, mientras pegaba su espalda al suelo, exponiendo su estómago ambos. De él nacian dos patas segmentadas de la misma textura y segmentación que la cola pero de un color negruzco brillante, pero sin duda no parecian suyas, pues nacian de agujeros hechos en sus piel. Heridas de un color verdoso malsano por la putrefacción.-¿Entiendes ya que criatura es esta?-le preguntó Nia, alzando una ceja mientras volvia a reunirse al lado de la mesa del humano y el mono volvio a su postura de antes, sin darles la espalda en ningún momento.-Sino, esto te ayudará a entenderlo.-dijo mientras cogia una tabla de cortar lisa y la encantaba para que fuese reflectante con un hechizo. Nia sostuvo el espejo al otro lado de la mesa y, en el reflejo, Stefan pudo comprobar que era aquello que tanto pánico tenia el animal por mostrar en su espalda.
Un ser abyecto, sacado de las peores pesadillas que el humano podria haber imaginado. Alli donde se separaba la parte peluda de piel del mono y nacia la parte segmentada de insecto, habia un entramado, como el de una costura. Fijandose bien, podia apreciar que la parte de insecto y la de mono se movian independientemente. No fue hasta que la parte de insecto se movió que Stefan pudo verlos. Unos ojos de colores psicodélicos, de forma como una judia enorme y con diferentes colores cambiantes, los ojos se asomaron por la abertura de apariencia de costura y miraron hacia el espejo y, por ende, hacia Stefan. Nada más hacerlo, la criatura se alteró, sufriendo varios espasmos, el mono siguió chillando, pero no parecia ya un chillido creible, era más como una cinta rota que se repetia indefinidamente hasta cortarse abruptamente a mitad y volver a repetirse. La criatura habia sido vista y habia entrado a niveles de pánico que el humano probablemente no habia visto antes en cualquier otro animal.
Algo comenzó a abultarse en el cuello del mono, al principio, imperceptible, como un mero bulto o grano entre el pelaje pero a los pocos segundos se volvió obvio, tan obvio que, con una pequeña erupción de carne putrefacta una pinza de aspecto amenazador se asomó, de un color tan lustroso como el de las patas. La pinza se abrió y cerró amenazadoramente en la dirección de Stefan, mientras que el mono le enseñaba los dientes amenazadoramente y, de su espalda, comenzaron a nacer sonidos que podrian haber parecido perdias de presión en una olla.
No fue hasta que Nia no retiró el espejo que la criatura se calmó de nuevo y actuó como si nada hubiese pasado, volviendo a no darles la espalda y a enrollar su cola entre los barrotes.
-Un parásito, un huesped de cadáveres. El mono es de la Tierra por cierto, pero el parasito... El parasito es de mi planeta. Pa-tah le llaman los indigenas, su nombre significa, literalmente, "Ladrón de Tumbas". Viven en colonias y roban cadáveres para vestirse de ellos, como método de autopreservación. Son capaces de adueñarse por completo del cuerpo e imitar sus maneras y la mayoria de sonidos pero, como puedes apreciar, en este caso este traje que queda un poco pequeño, pero si no lo llevase, se suicidaria de puro pánico ya que son animales que se estresan mucho.-
La ulterana se cruzó de brazos, mientras seguia con la explicación.
-No dejes que te engañe su cola, es totalmente inofensiva. No. Lo que te debe preocupar es la boca. Tienen un aguijón ahí y pueden disparar dardos cargados con toxinas a corta distancia. La toxina es una potente droga sedante que ataca al sistema nervioso, procurando que la victima decida estar relajado en vez de alterarse. Por suerte para nosotros no son animales ni territoriales ni agresivos, solo son unos... tímidos actores de lo macabro, por asi llamarlo. Elegí darle un "traje" de mono ya que tienden a adoptar papeles que son relativamente fáciles de engañar. Eso es lo que haremos. Tú distraeras al mono que está interpretando y yo le encontraré la boca y le sacaré un aguijón. ¿De acuerdo?-
La náyade se permitió una pequeña y educada carcajada ante la ingenuidad del humano.
-No es ni uno, ni otro. Haces bien en desconfiar lo que tus ojos ven.-dijo la náyade.-Fijate como nunca nos da la espalda y se aferra a las barras con esa cola de aspecto tan amenazador.-en cuanto Nia anduvo para poder verle la espalda, el mono aumentó sus chillidos, mientras pegaba su espalda al suelo, exponiendo su estómago ambos. De él nacian dos patas segmentadas de la misma textura y segmentación que la cola pero de un color negruzco brillante, pero sin duda no parecian suyas, pues nacian de agujeros hechos en sus piel. Heridas de un color verdoso malsano por la putrefacción.-¿Entiendes ya que criatura es esta?-le preguntó Nia, alzando una ceja mientras volvia a reunirse al lado de la mesa del humano y el mono volvio a su postura de antes, sin darles la espalda en ningún momento.-Sino, esto te ayudará a entenderlo.-dijo mientras cogia una tabla de cortar lisa y la encantaba para que fuese reflectante con un hechizo. Nia sostuvo el espejo al otro lado de la mesa y, en el reflejo, Stefan pudo comprobar que era aquello que tanto pánico tenia el animal por mostrar en su espalda.
Un ser abyecto, sacado de las peores pesadillas que el humano podria haber imaginado. Alli donde se separaba la parte peluda de piel del mono y nacia la parte segmentada de insecto, habia un entramado, como el de una costura. Fijandose bien, podia apreciar que la parte de insecto y la de mono se movian independientemente. No fue hasta que la parte de insecto se movió que Stefan pudo verlos. Unos ojos de colores psicodélicos, de forma como una judia enorme y con diferentes colores cambiantes, los ojos se asomaron por la abertura de apariencia de costura y miraron hacia el espejo y, por ende, hacia Stefan. Nada más hacerlo, la criatura se alteró, sufriendo varios espasmos, el mono siguió chillando, pero no parecia ya un chillido creible, era más como una cinta rota que se repetia indefinidamente hasta cortarse abruptamente a mitad y volver a repetirse. La criatura habia sido vista y habia entrado a niveles de pánico que el humano probablemente no habia visto antes en cualquier otro animal.
Algo comenzó a abultarse en el cuello del mono, al principio, imperceptible, como un mero bulto o grano entre el pelaje pero a los pocos segundos se volvió obvio, tan obvio que, con una pequeña erupción de carne putrefacta una pinza de aspecto amenazador se asomó, de un color tan lustroso como el de las patas. La pinza se abrió y cerró amenazadoramente en la dirección de Stefan, mientras que el mono le enseñaba los dientes amenazadoramente y, de su espalda, comenzaron a nacer sonidos que podrian haber parecido perdias de presión en una olla.
No fue hasta que Nia no retiró el espejo que la criatura se calmó de nuevo y actuó como si nada hubiese pasado, volviendo a no darles la espalda y a enrollar su cola entre los barrotes.
-Un parásito, un huesped de cadáveres. El mono es de la Tierra por cierto, pero el parasito... El parasito es de mi planeta. Pa-tah le llaman los indigenas, su nombre significa, literalmente, "Ladrón de Tumbas". Viven en colonias y roban cadáveres para vestirse de ellos, como método de autopreservación. Son capaces de adueñarse por completo del cuerpo e imitar sus maneras y la mayoria de sonidos pero, como puedes apreciar, en este caso este traje que queda un poco pequeño, pero si no lo llevase, se suicidaria de puro pánico ya que son animales que se estresan mucho.-
La ulterana se cruzó de brazos, mientras seguia con la explicación.
-No dejes que te engañe su cola, es totalmente inofensiva. No. Lo que te debe preocupar es la boca. Tienen un aguijón ahí y pueden disparar dardos cargados con toxinas a corta distancia. La toxina es una potente droga sedante que ataca al sistema nervioso, procurando que la victima decida estar relajado en vez de alterarse. Por suerte para nosotros no son animales ni territoriales ni agresivos, solo son unos... tímidos actores de lo macabro, por asi llamarlo. Elegí darle un "traje" de mono ya que tienden a adoptar papeles que son relativamente fáciles de engañar. Eso es lo que haremos. Tú distraeras al mono que está interpretando y yo le encontraré la boca y le sacaré un aguijón. ¿De acuerdo?-
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
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— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Botica de la náyade
09/02/14, 03:05 pm
-Es algún tipo de parásito, pero nunca había visto nada igual,- dije cuando examiné al ser a través del espejo que había puesto Urticaria. De pronto el parásito parece darse cuenta de que lo observo y el mono se pone frenético, sus chillidos aumentan de tono y de pronto una pinza sale del cuerpo en mi dirección, yo me echo para atrás sorprendido.
La chica quita el espejo y el ser se calma, después me explica lo que es y lo que tenemos que hacer.
-De acuerdo, entiendo por qué has dicho que es más fácil entre dos, pero ¿qué quieres que haga exactamente para entretenerlo? ¿Algún truco de magia? -le pregunto no muy seguro de como podría reaccionar la criatura ante algo así.
La chica quita el espejo y el ser se calma, después me explica lo que es y lo que tenemos que hacer.
-De acuerdo, entiendo por qué has dicho que es más fácil entre dos, pero ¿qué quieres que haga exactamente para entretenerlo? ¿Algún truco de magia? -le pregunto no muy seguro de como podría reaccionar la criatura ante algo así.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Botica de la náyade
11/02/14, 11:24 pm
Nia
-Nada más lejos de la realidad. Los monos comen frutos, dáselos de comer y hará como que mastica alegremente y se los tragará, o al menos hará que se los traga. La criatura es carnívora después de todo.-contestó la náyade mientras le alcanzaba una bandeja con un puñado de uvas.-Haz que le duren, no me quedan más. Empieza cuando quieras, voy a tener que usar el sigilo para mi tarea, así que me volveré invisible.-le avisó.
Entonces, la ulterana se desplazó tras un biombo y se lanzó un hechizo de invisibilidad. Volviendo a la sala, pudo comprobar que Stefan ya habia empezado a alimentar al mono. La criatura era un excelente actor, salvo por la inexpresividad del cadaver, muchas personas poco dictas en biologia o en otras ciencias no podrian haber distinguido a aquel mono como otra cosa. Lentamente, sin hacer ni un ruido, la ulterana se escurrió a la espalda de la criatura. Palpando el vello del cadaver, buscaba una clavija, una entrada, un bulto, cualquier cosa que le resultase familiar como la boca y, estuvo unos buenos minutos así, hasta que apenas quedaban uvas sobre la bandeja y entonces, la náyade localizó la boca. Al instante, el mono hizo ademán de morder al humano pero, al fallar, el cadaver se torció de tal manera que la boca, unas fauces dobles de insecto con quilíceros se asomó por la obertura de la espalda, soltando aquel crujido por grito y disparó una pequeña ráfaga de dardos tóxicos contra Nia.
La náyade retrocedió, sorprendida, mientras la invisibilidad comenzó a desaparecer paulatinamente. Los tres dardos clavados en ella, en paralelo, parecian flotar en el aire hasta que finalmente la invisibilidad desapareció del todo, revelando que la niña se habia protegido la cara con los brazos y los dardos se habian clavado hondo en sus brazos. La criatura recompuso su traje y le dedicó una serie de gritos desgarradores de mono a la náyade, mientras esta se dirigia, casi tambaleandose a una de las mesas de trabajo contiguas equipada con una bandeja con utensilios médicos metálicos varios y, con la ayuda de unas pinzas, extrajo los tres dardos, cubiertos por una ponzoña de un malsano color verde. Los párpados de la ulterana cedian. Con un algodón, limpió las tres heridas que manaban tanta ponzoña verdosa, como sangre transparente. La ulterana comenzó a cabecear, de sueño.
Aún más inestablemente, se arrojó sobre otra mesa, cargada con varias inyecciones y se metió una dosis de antídoto intravenosa. Al instante, notó el alivio, dejando escapar un pequeño suspiro de cansancio, mientras sus ojos volvian a ganar vida.
-Los conseguí.-dijo con un tono somnoliento y una sonrisa victoriosa mientras tapaba la jaula de nuevo con la sábana azulada.-Ahora... Ahora solo queda realizar la mezcla...-dijo, entre bostezos.
-Enredo, alcánzame ese libro de ahí.-le mandó la náyade, apuntando vagamente a la estanteria con el dedo índice.-De occulta philosophia libri tres, escrito por el sabio y filósofo Agripa... con eso...-bostezó de nuevo.-Podremos acabar la mezcla...-
-Nada más lejos de la realidad. Los monos comen frutos, dáselos de comer y hará como que mastica alegremente y se los tragará, o al menos hará que se los traga. La criatura es carnívora después de todo.-contestó la náyade mientras le alcanzaba una bandeja con un puñado de uvas.-Haz que le duren, no me quedan más. Empieza cuando quieras, voy a tener que usar el sigilo para mi tarea, así que me volveré invisible.-le avisó.
Entonces, la ulterana se desplazó tras un biombo y se lanzó un hechizo de invisibilidad. Volviendo a la sala, pudo comprobar que Stefan ya habia empezado a alimentar al mono. La criatura era un excelente actor, salvo por la inexpresividad del cadaver, muchas personas poco dictas en biologia o en otras ciencias no podrian haber distinguido a aquel mono como otra cosa. Lentamente, sin hacer ni un ruido, la ulterana se escurrió a la espalda de la criatura. Palpando el vello del cadaver, buscaba una clavija, una entrada, un bulto, cualquier cosa que le resultase familiar como la boca y, estuvo unos buenos minutos así, hasta que apenas quedaban uvas sobre la bandeja y entonces, la náyade localizó la boca. Al instante, el mono hizo ademán de morder al humano pero, al fallar, el cadaver se torció de tal manera que la boca, unas fauces dobles de insecto con quilíceros se asomó por la obertura de la espalda, soltando aquel crujido por grito y disparó una pequeña ráfaga de dardos tóxicos contra Nia.
La náyade retrocedió, sorprendida, mientras la invisibilidad comenzó a desaparecer paulatinamente. Los tres dardos clavados en ella, en paralelo, parecian flotar en el aire hasta que finalmente la invisibilidad desapareció del todo, revelando que la niña se habia protegido la cara con los brazos y los dardos se habian clavado hondo en sus brazos. La criatura recompuso su traje y le dedicó una serie de gritos desgarradores de mono a la náyade, mientras esta se dirigia, casi tambaleandose a una de las mesas de trabajo contiguas equipada con una bandeja con utensilios médicos metálicos varios y, con la ayuda de unas pinzas, extrajo los tres dardos, cubiertos por una ponzoña de un malsano color verde. Los párpados de la ulterana cedian. Con un algodón, limpió las tres heridas que manaban tanta ponzoña verdosa, como sangre transparente. La ulterana comenzó a cabecear, de sueño.
Aún más inestablemente, se arrojó sobre otra mesa, cargada con varias inyecciones y se metió una dosis de antídoto intravenosa. Al instante, notó el alivio, dejando escapar un pequeño suspiro de cansancio, mientras sus ojos volvian a ganar vida.
-Los conseguí.-dijo con un tono somnoliento y una sonrisa victoriosa mientras tapaba la jaula de nuevo con la sábana azulada.-Ahora... Ahora solo queda realizar la mezcla...-dijo, entre bostezos.
-Enredo, alcánzame ese libro de ahí.-le mandó la náyade, apuntando vagamente a la estanteria con el dedo índice.-De occulta philosophia libri tres, escrito por el sabio y filósofo Agripa... con eso...-bostezó de nuevo.-Podremos acabar la mezcla...-
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— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
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- Dal
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Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Botica de la náyade
12/02/14, 04:49 pm
-¿Uvas? Yo creo que seria mejor darle un plátano y que lo pele él.- murmuré cuando la náyade se metió detrás del biombo, le hice caso sin embargo. Le metí un uva dentro de la jaula y la retiré rápido por si acaso me mordía, observo como el cadáver del mono recoge la uva y se la mete en la boca, la mastica y le doy la siguiente, la otra veo como se le resbala de la boca y cae al suelo de la jaula.
Cuando le voy a dar la cuarta el bicho por poco me muerde y retiré la mano antes por suerte, segundos después oí el sonido de algo rasgando el aire y cuando alcé la mirada vi unos dardos suspendidos en el aire, pero pronto el hechizo de la ulterana se deshizo y pude ver que los tenía clavados en el brazo.
-Urticaria, ¿estás bien?- pregunté avanzando hacia ella y desentendiéndome del bicho que ahora estaba dando chillidos en la jaula. Vi que se inyectaba algo y recordé sus palabras anteriores, decía que las agujas tenían un veneno sedante del sistema nervioso. Me pidió que le acercase un libro pero no pude evitar verla bostezar. Cogí el libro y se lo pasé diciendo.- ¿No sería mejor que descansases un poco? y, no es por parecer metomentodo, pero ¿no habría sido mejor que te hubieses escudado con magia? Más vale prevenir al fin y al cabo,- en mi voz se notaba preocupación, a pesar de haber tenido poco contacto con ella no quería que le pasase nada malo.- Si quieres puedo hacerlo yo y tú me indicas cómo,- no sabía como le había afectado aquel veneno, pero aunque se hubiese puesto el antídoto aún no estaba del todo bien.
Cuando le voy a dar la cuarta el bicho por poco me muerde y retiré la mano antes por suerte, segundos después oí el sonido de algo rasgando el aire y cuando alcé la mirada vi unos dardos suspendidos en el aire, pero pronto el hechizo de la ulterana se deshizo y pude ver que los tenía clavados en el brazo.
-Urticaria, ¿estás bien?- pregunté avanzando hacia ella y desentendiéndome del bicho que ahora estaba dando chillidos en la jaula. Vi que se inyectaba algo y recordé sus palabras anteriores, decía que las agujas tenían un veneno sedante del sistema nervioso. Me pidió que le acercase un libro pero no pude evitar verla bostezar. Cogí el libro y se lo pasé diciendo.- ¿No sería mejor que descansases un poco? y, no es por parecer metomentodo, pero ¿no habría sido mejor que te hubieses escudado con magia? Más vale prevenir al fin y al cabo,- en mi voz se notaba preocupación, a pesar de haber tenido poco contacto con ella no quería que le pasase nada malo.- Si quieres puedo hacerlo yo y tú me indicas cómo,- no sabía como le había afectado aquel veneno, pero aunque se hubiese puesto el antídoto aún no estaba del todo bien.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
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Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Botica de la náyade
12/02/14, 08:36 pm
Nia
-Tonterias...-exclamó la ulterana.-He soportado peores envenamientos y hemos conseguido la muestra, que era lo que importaba. Con la magia podria haber evitado el daño, pero no haber recuperado los dardos, se parten con extrema facilidad.-le explicaba.-Y matar al animal para extraerle un par de dardos me parecia una tonteria, una crueldad y, por último, un malgasto, ya que no es para nada una criatura común y apenas me gasta.-continuó, parpadeando lentamente de vez en cuando mientras devolvia la jaula a la galeria con las demás-Enredo, tu mismo deberias acostumbrarte, a desarrollar una resistencia contra los venenos. Avanzarás mucho más rápido si no tienes miedo de morir por tus experimentos.-dijo la ulterana, encogiendose de hombros.
-Y soy tu maestra y esto es un encargo así que no y no. Lo haré yo, tu observaras y aprenderás.-contestó la niña con cierta autoridad, luchando contra el sueño. No sabia porque pero le molestaba que el novato la tratase como un ser tan débil y frágil que no podia aguantar ni media onza de veneno en vena, pero hizo todo lo posible por no exteriorizarlo.
Dispuso en la mesa el libro, lo abrió por la pagina ciento tres y comenzó a leer la entrada que ponia sobre las "Soluciones de Lux Lunari" y comenzó a murmurar mientras leia para si misma, repitiendo los pasos esenciales.
-Carga de esencia 39... Vacio de 2º... Espiga de Martillo, cantidad de luz lunar... cantidad... cantidad.-se repetia mientras surcaba las líneas con el dedo índice.-¡Ah! Aquí lo pone... ¿tan pocos vatios son? Serian entonces aproximadamente unas... cinco, seis horas.-concluyó tras la estimación, cerrando el libro con un golpe seco y entonces se enfrentó al humano.-Está bien, tengo todo controlado por aquí, hora de explicarte.-
Le mostró el frasquito que parecia contener canela.
-Esto se llama Espiga de Martillo y funciona como el papel higienico ¿sabes lo que es? Algo muy muy absorvente. Su objetivo es, básicamente, sacar todo el veneno de los dardos para poder separar ambos ingredientes.-dijo, mientras extraia y estiraba, como si fuese un pergamino, las ramitas de canela y en ellas envolvia los dardos y los devolvia a la bandeja.
-Esto hay que dejar que lo bañe la luz de la luna cinco o seis horas, segun se vea y sacará hasta la última gota del veneno, incorporandolo a las mismas espigas.-dijo la ulterana recogiendo todo menos al bandeja con los dardos envueltos.-Mañana se podrá hacer el resto, si es que sigues apuntando, pero, para la próxima vez tengo una tarea para ti.-sacó una bolsita con pequeños colmillos de algun pez de gran tamaño.-Estos son colmillos de Kuneri, bastante famosos, pero con muchos usos, quiero que te centres en la receta más simple: Una medida contra el acne. El resto de ingredientes son bastante simples: Sal y Aceite y creo que los encontrarás en Serpentaria perfectamente, además de la receta que es bien conocida.-le informó la ulterana.-Y ¡Ah! Llevate esto tambien.-dijo, pasandole un pequeño mortero de madera.-Lo necesitarás.-
Se cruzó de brazos, mientras se quitaba el uniforme de laboratorio y los demás accesorios.
-Y eso seria todo por hoy.-y terminó con un bostezo disimulado.-¿Alguna pregunta?-
-Tonterias...-exclamó la ulterana.-He soportado peores envenamientos y hemos conseguido la muestra, que era lo que importaba. Con la magia podria haber evitado el daño, pero no haber recuperado los dardos, se parten con extrema facilidad.-le explicaba.-Y matar al animal para extraerle un par de dardos me parecia una tonteria, una crueldad y, por último, un malgasto, ya que no es para nada una criatura común y apenas me gasta.-continuó, parpadeando lentamente de vez en cuando mientras devolvia la jaula a la galeria con las demás-Enredo, tu mismo deberias acostumbrarte, a desarrollar una resistencia contra los venenos. Avanzarás mucho más rápido si no tienes miedo de morir por tus experimentos.-dijo la ulterana, encogiendose de hombros.
-Y soy tu maestra y esto es un encargo así que no y no. Lo haré yo, tu observaras y aprenderás.-contestó la niña con cierta autoridad, luchando contra el sueño. No sabia porque pero le molestaba que el novato la tratase como un ser tan débil y frágil que no podia aguantar ni media onza de veneno en vena, pero hizo todo lo posible por no exteriorizarlo.
Dispuso en la mesa el libro, lo abrió por la pagina ciento tres y comenzó a leer la entrada que ponia sobre las "Soluciones de Lux Lunari" y comenzó a murmurar mientras leia para si misma, repitiendo los pasos esenciales.
-Carga de esencia 39... Vacio de 2º... Espiga de Martillo, cantidad de luz lunar... cantidad... cantidad.-se repetia mientras surcaba las líneas con el dedo índice.-¡Ah! Aquí lo pone... ¿tan pocos vatios son? Serian entonces aproximadamente unas... cinco, seis horas.-concluyó tras la estimación, cerrando el libro con un golpe seco y entonces se enfrentó al humano.-Está bien, tengo todo controlado por aquí, hora de explicarte.-
Le mostró el frasquito que parecia contener canela.
-Esto se llama Espiga de Martillo y funciona como el papel higienico ¿sabes lo que es? Algo muy muy absorvente. Su objetivo es, básicamente, sacar todo el veneno de los dardos para poder separar ambos ingredientes.-dijo, mientras extraia y estiraba, como si fuese un pergamino, las ramitas de canela y en ellas envolvia los dardos y los devolvia a la bandeja.
-Esto hay que dejar que lo bañe la luz de la luna cinco o seis horas, segun se vea y sacará hasta la última gota del veneno, incorporandolo a las mismas espigas.-dijo la ulterana recogiendo todo menos al bandeja con los dardos envueltos.-Mañana se podrá hacer el resto, si es que sigues apuntando, pero, para la próxima vez tengo una tarea para ti.-sacó una bolsita con pequeños colmillos de algun pez de gran tamaño.-Estos son colmillos de Kuneri, bastante famosos, pero con muchos usos, quiero que te centres en la receta más simple: Una medida contra el acne. El resto de ingredientes son bastante simples: Sal y Aceite y creo que los encontrarás en Serpentaria perfectamente, además de la receta que es bien conocida.-le informó la ulterana.-Y ¡Ah! Llevate esto tambien.-dijo, pasandole un pequeño mortero de madera.-Lo necesitarás.-
Se cruzó de brazos, mientras se quitaba el uniforme de laboratorio y los demás accesorios.
-Y eso seria todo por hoy.-y terminó con un bostezo disimulado.-¿Alguna pregunta?-
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Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
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- Eriel : Nublino.
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Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Botica de la náyade
12/02/14, 09:40 pm
-Ya entiendo, te he malinterpretado, lo siento,- me disculpé con la chica.- ¿Desarrollar resistencia contra venenos? Ya me gustaría, no sabría por donde empezar ahora mismo.- sonaba mas fácil de decir que de hacer.
-De acuerdo,- contesté a la niña cuando renunció a mi ayuda, <<Solo trataba de ser amable la verdad>>. Se puso a rebuscar en el libro y esperé pacientemente a que terminase. <<Claro que sé para que sirve el papel higiénico. Ah, se refería a eso, ya empezaba a pensar que se usaba para limpiarse también>> pensé cuando explicó para que servía la espiga. La ulterana dijo algo de dejarlos a la luz de la luna unas horas y cuando terminó me puso deberes. Cada vez se parecía más al colegio aquello.
-Sí, de hecho tengo dos preguntas,- dije mientras me quitaba la bata y demás,- la primera es simple curiosidad, ¿de que luna hablabas? por que como tengas que esperar a que salga la luna aquí.... Claro que sé que hay otros mundos, pero en algunos hay mas de una luna y supongo que cada una desprenderá un tipo de energía distinta al resto.- comenté,- Y la otra, ¿a qué hora tengo que estar aquí mañana?
-De acuerdo,- contesté a la niña cuando renunció a mi ayuda, <<Solo trataba de ser amable la verdad>>. Se puso a rebuscar en el libro y esperé pacientemente a que terminase. <<Claro que sé para que sirve el papel higiénico. Ah, se refería a eso, ya empezaba a pensar que se usaba para limpiarse también>> pensé cuando explicó para que servía la espiga. La ulterana dijo algo de dejarlos a la luz de la luna unas horas y cuando terminó me puso deberes. Cada vez se parecía más al colegio aquello.
-Sí, de hecho tengo dos preguntas,- dije mientras me quitaba la bata y demás,- la primera es simple curiosidad, ¿de que luna hablabas? por que como tengas que esperar a que salga la luna aquí.... Claro que sé que hay otros mundos, pero en algunos hay mas de una luna y supongo que cada una desprenderá un tipo de energía distinta al resto.- comenté,- Y la otra, ¿a qué hora tengo que estar aquí mañana?
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
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Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
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Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Botica de la náyade
14/02/14, 07:23 pm
Nia
La ulterana alzó una ceja, con cierto interés.
-La investigación y la curiosidad, van de la mano, no lo olvides.-cubrió la bandeja con un papel metálico, de aspecto como el papel de aluminio y, se volvió a girar al chico.-Eso ha sido otra prueba, por si preguntabas, pero, estás en lo cierto, la luna roja no serviria, aparte de por el tiempo, por las cualidades. Cierto es que hay ciertas ramas de la alquimia que solo se pueden practicar en bajo la influencia del gran astro rojo, pero esta no es una de ellas. Haré una salida en poco tiempo a un mundo vinculado cuya luna tiene las propiedades que buscamos, en este caso, unas parecidas a las de la Tierra.-
La ulterana soltó un pequeño resoplido seguido de una risa tan educada como firme.
-Vete acostumbrandote, Enredo. Pienso ponerte a prueba en más de un sentido.-soltó, curvandose sus comisuras en una sonrisa con malicia.
-Mañana te espero aquí a la misma hora que hoy, al caer al sol, que es cuando la botica no me necesita.-le contestó y se despidió de él con la mano.-Esperemos que estes tan animado como lo estabas hoy.-añadió, tras un bostezo.
La ulterana alzó una ceja, con cierto interés.
-La investigación y la curiosidad, van de la mano, no lo olvides.-cubrió la bandeja con un papel metálico, de aspecto como el papel de aluminio y, se volvió a girar al chico.-Eso ha sido otra prueba, por si preguntabas, pero, estás en lo cierto, la luna roja no serviria, aparte de por el tiempo, por las cualidades. Cierto es que hay ciertas ramas de la alquimia que solo se pueden practicar en bajo la influencia del gran astro rojo, pero esta no es una de ellas. Haré una salida en poco tiempo a un mundo vinculado cuya luna tiene las propiedades que buscamos, en este caso, unas parecidas a las de la Tierra.-
La ulterana soltó un pequeño resoplido seguido de una risa tan educada como firme.
-Vete acostumbrandote, Enredo. Pienso ponerte a prueba en más de un sentido.-soltó, curvandose sus comisuras en una sonrisa con malicia.
-Mañana te espero aquí a la misma hora que hoy, al caer al sol, que es cuando la botica no me necesita.-le contestó y se despidió de él con la mano.-Esperemos que estes tan animado como lo estabas hoy.-añadió, tras un bostezo.
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Re: Botica de la náyade
14/02/14, 07:53 pm
No me sorprendió que la ulterana me siguiese probando así que cuando me respondió cabeceé en señal de asentimiento y volví a la zona del mostrador con las cosas que me había dado. Cuando iba a salir por la puerta le dediqué una sonrisa al cocodrilo y me despedí.
-Nos vemos mañana Kroki.- y salí por la puerta mas contento que unas pascuas. Puse rumbo de inmediato a Serpentaria, quería ponerme con lo que me había mandado Urticaria de inmediato, y aparte quería escribir en mi libreta lo que había aprendido hoy.
Sigue en la Torre Serpentaria.
-Nos vemos mañana Kroki.- y salí por la puerta mas contento que unas pascuas. Puse rumbo de inmediato a Serpentaria, quería ponerme con lo que me había mandado Urticaria de inmediato, y aparte quería escribir en mi libreta lo que había aprendido hoy.
Sigue en la Torre Serpentaria.
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