Botica de la náyade
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Dal
Jack
Vlad
Muffie
Giniroryu
Lops
Yber
Leonart
Tak
13 participantes
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Botica de la náyade
09/02/13, 12:03 am
Recuerdo del primer mensaje :
De camino a la botica iba pensando en lo extraña que había sido la fuga de Noel y Vac. Antes de salir, cuando por fin se dio cuenta de que ninguno de los dos estaba por allí, subió al cuarto de Noel y tras llamar varias veces entró al entender que estaba vacío. Así era, y la ventana aún seguía simplemente arrimada. La cerró meneando la cabeza y salieron todos del cuchitril, no sabiendo si iban a volver pronto o no. La fuga de aquellos dos le dio que pensar durante el camino. Con todo el trajín de la llegada de los frivy's no había vuelto a pensar en lo de Noel y Wen de aquella mañana. Noel tenía derecho a tomarse un respiro ese día, pero quizá le dolía un poco no haber sido él quien tratara de animarlo, le hubiera gustado hacer algo, y sin embargo ni siquiera creía ser capaz de encontrar dos palabras seguidas para empezar a hablar con él de lo que sea que hubiera pasado. En cambio Vac... con Vac estaba en buenas manos, sin duda, pero le seguía pesando que pudiera parecer que él se había desentendido.
No prestó atención a los frivy's más que para mirar con curiosidad sus caras ante todo lo nuevo que se les venía encima. Ellos no tenían la culpa de que los hubieran traído, pero solo habían sido un incordio, arruinando aún más una mañana de por sí arruinada. Gael se frotó la sien allí donde le palpitaba horas atrás, como si nunca se hubiese tomado la infusión de Vac, y trató de apartar los pensamientos del estilo «vaya mañana de mierda» y similares.
Cuando llegaron al mercado, Gael les pidió a los demás que se adelantaran o le esperaran, porque tenía que hacer algunas compras. El dinero no era mucho, pero le sirvió para comprarse una aguja curva de sutura e hilo de dos tipos diferentes, ambos resistentes. No le duraría mucho, pero confiaba en que pudieran hacer alguna misión más pronto.
Gracias a la adquisición se encontraba un poco de mejor humor cuando llegó a la botica de la náyade. Su mirada recorrió todo el local parándose en los pequeños detalles que aún faltaban por restaurar. No eran quienes para decir mucho, los del cuchitril, pero allí todavía hacía falta un buen repaso, y seguramente se estaba encargando Nia sola. Claro que ahora le llevaban un par de esclavos para ayudarla con el trabajo. Buscaron a la náyade por el local, y siguiendo su voz la encontraron en el patio charlando con dos viejy's. Gael se paró en seco, fastidiado por no haberse dado cuenta de aquella eventualidad. No habían pensado que a ella también podían haberle ofrecido esclavos y ahora... había demasiados. Miró a Adara de reojo, sin saber muy bien qué hacer.
-¡Buenos días! -saludó de todos modos-. Has escogido un buen local para la botica. Oye, por cierto, si necesitas ayuda más días para cualquier cosa avísame. -Estuvo a punto de hablar por todos, pero no quería meterlos en líos, así que dejó que se ofreciese quien estuviese dispuesto-. Sabemos bien lo que es tener que poner a punto una casa vieja.
La ángel negro le explicó a continuación que le habían traído los esclavos que les habían ofrecido en el cuchitril para que trabajasen en su botica.
De camino a la botica iba pensando en lo extraña que había sido la fuga de Noel y Vac. Antes de salir, cuando por fin se dio cuenta de que ninguno de los dos estaba por allí, subió al cuarto de Noel y tras llamar varias veces entró al entender que estaba vacío. Así era, y la ventana aún seguía simplemente arrimada. La cerró meneando la cabeza y salieron todos del cuchitril, no sabiendo si iban a volver pronto o no. La fuga de aquellos dos le dio que pensar durante el camino. Con todo el trajín de la llegada de los frivy's no había vuelto a pensar en lo de Noel y Wen de aquella mañana. Noel tenía derecho a tomarse un respiro ese día, pero quizá le dolía un poco no haber sido él quien tratara de animarlo, le hubiera gustado hacer algo, y sin embargo ni siquiera creía ser capaz de encontrar dos palabras seguidas para empezar a hablar con él de lo que sea que hubiera pasado. En cambio Vac... con Vac estaba en buenas manos, sin duda, pero le seguía pesando que pudiera parecer que él se había desentendido.
No prestó atención a los frivy's más que para mirar con curiosidad sus caras ante todo lo nuevo que se les venía encima. Ellos no tenían la culpa de que los hubieran traído, pero solo habían sido un incordio, arruinando aún más una mañana de por sí arruinada. Gael se frotó la sien allí donde le palpitaba horas atrás, como si nunca se hubiese tomado la infusión de Vac, y trató de apartar los pensamientos del estilo «vaya mañana de mierda» y similares.
Cuando llegaron al mercado, Gael les pidió a los demás que se adelantaran o le esperaran, porque tenía que hacer algunas compras. El dinero no era mucho, pero le sirvió para comprarse una aguja curva de sutura e hilo de dos tipos diferentes, ambos resistentes. No le duraría mucho, pero confiaba en que pudieran hacer alguna misión más pronto.
Gracias a la adquisición se encontraba un poco de mejor humor cuando llegó a la botica de la náyade. Su mirada recorrió todo el local parándose en los pequeños detalles que aún faltaban por restaurar. No eran quienes para decir mucho, los del cuchitril, pero allí todavía hacía falta un buen repaso, y seguramente se estaba encargando Nia sola. Claro que ahora le llevaban un par de esclavos para ayudarla con el trabajo. Buscaron a la náyade por el local, y siguiendo su voz la encontraron en el patio charlando con dos viejy's. Gael se paró en seco, fastidiado por no haberse dado cuenta de aquella eventualidad. No habían pensado que a ella también podían haberle ofrecido esclavos y ahora... había demasiados. Miró a Adara de reojo, sin saber muy bien qué hacer.
-¡Buenos días! -saludó de todos modos-. Has escogido un buen local para la botica. Oye, por cierto, si necesitas ayuda más días para cualquier cosa avísame. -Estuvo a punto de hablar por todos, pero no quería meterlos en líos, así que dejó que se ofreciese quien estuviese dispuesto-. Sabemos bien lo que es tener que poner a punto una casa vieja.
La ángel negro le explicó a continuación que le habían traído los esclavos que les habían ofrecido en el cuchitril para que trabajasen en su botica.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Botica de la náyade
11/12/13, 07:39 pm
Todo había salido bien hasta ahí. Podía aguantar mareos, cansancio en los párpados, sudores, un resfriado, pero no el punto final a la "sesión de experimentos". Bueno, tendría que aguantarme, estaba ahí por voluntad propia pero...
-Hay que... Fastidiarse.-me corregí a tiempo: no era culpa suya.-No podía salir esto en otro sitio, no, en plena cara. Espero que lo que dices sea cierto y se pase en menos de dos días o no volveré.-gruñí mientras me limpiaba los mocos.
Decidí quitarme la camiseta y taparme la cara con ella para ocultarlo a la hora de salir (dejando espacio para limpiarme de vez en cuando). Luego agarré, sopesé la bolsa de dinero y me la guardé. <<Recuerda por qué estás aquí. Ambos obtenemos beneficios, baja los humos>>
-Vuelvo mañana entonces. No te preocupes, como no se pase te avisaré, eso tenlo por seguro.-volví a gruñir, aunque no tan mosqueado como antes, mientras cogía la runa.-Pues nos vemos. Y... perdón por el cabreo pero es por cuestión estética, nada grave, que estoy aquí por voluntad propia.-añadí antes de despedirme del todo.
Sigue en la Sede de los Taumaturgos.
-Hay que... Fastidiarse.-me corregí a tiempo: no era culpa suya.-No podía salir esto en otro sitio, no, en plena cara. Espero que lo que dices sea cierto y se pase en menos de dos días o no volveré.-gruñí mientras me limpiaba los mocos.
Decidí quitarme la camiseta y taparme la cara con ella para ocultarlo a la hora de salir (dejando espacio para limpiarme de vez en cuando). Luego agarré, sopesé la bolsa de dinero y me la guardé. <<Recuerda por qué estás aquí. Ambos obtenemos beneficios, baja los humos>>
-Vuelvo mañana entonces. No te preocupes, como no se pase te avisaré, eso tenlo por seguro.-volví a gruñir, aunque no tan mosqueado como antes, mientras cogía la runa.-Pues nos vemos. Y... perdón por el cabreo pero es por cuestión estética, nada grave, que estoy aquí por voluntad propia.-añadí antes de despedirme del todo.
Sigue en la Sede de los Taumaturgos.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Botica de la náyade
26/12/13, 06:45 pm
Tenía que ser allí, a no ser que me hubiese equivocado de dirección aquel debía ser el lugar.
-¿Hola? ¿Hay alguien?,- pregunté mientras entraba. No llegué mas lejos ya que un cocodrilo humanoide me bloqueó el paso, lo primero que pensé fue en su semejanza con Sobek, el dios egipcio.- H-hola,- dije con voz cortada, aquel bicho quieras que no imponía lo suyo,- H-he venido a ver a Dama Urticaria, ¿es aquí no?,- no quería ni pensar en lo que podría pasarme si en vez de en un negocio me había metido en una casa particular por la cara, pero pensándolo ahora eso era imposible, una casa habría tenido protecciones contra intrusos y la puerta estaría cerrada. Pero en ese momento y con un monstruo de aquella índole el cerebro no me funcionaba del todo bien.
-¿Hola? ¿Hay alguien?,- pregunté mientras entraba. No llegué mas lejos ya que un cocodrilo humanoide me bloqueó el paso, lo primero que pensé fue en su semejanza con Sobek, el dios egipcio.- H-hola,- dije con voz cortada, aquel bicho quieras que no imponía lo suyo,- H-he venido a ver a Dama Urticaria, ¿es aquí no?,- no quería ni pensar en lo que podría pasarme si en vez de en un negocio me había metido en una casa particular por la cara, pero pensándolo ahora eso era imposible, una casa habría tenido protecciones contra intrusos y la puerta estaría cerrada. Pero en ese momento y con un monstruo de aquella índole el cerebro no me funcionaba del todo bien.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Re: Botica de la náyade
26/12/13, 07:33 pm
Matanza
El cocodriloforme observó al diminuto humano que entonces habia cruzado el umbral de la puerta. Con su único ojo bueno, pareció querer escanearle de arriba abajo. Su boca, si pudiese demostrar algún tipo de emoción cercana a la humana, no hizo ningun esfuerzo en demostrarlo. Abriéndose lentamente, parecia que estaba apunto de atacar con su lado más depredador a Stefan pero pronto se vio que solo estaba mostrándole los dientes amenazadoramente. Una carcajada seca surgió y el pertrechado guerrero habló.
-¿Qué pasa? ¿Tengo a alguien que conozcas entre mis dientes?-dijo socarronamente. Su cara le sonaba vagamente. Sacó un cuaderno de notas que en vez de papeles tenia lascas de piedra con ciertas runas grabadas. Al pulsarlas, se aparecia una cara grabada en las mismas, como a modo de un holograma pero de origen mágico. No tardó en encontrar la del brujo de las enredaderas. Con un chasquido de lengua, habló entonces.
-Si, esta es su tienda y ella está dentro en estos momentos. Lo que no se es si quiere verte, saco de carne.-otra risa siseante surgio entre sus dientes de cocodrilo. Pero el pánfilo seguia en el lugar y estaba molestando a una clienta que queria salir, una bruja con dos caras en lugar de una con un pelo electrizado aún más bizarro. Con un manotazo, le apartó de la entrada, haciendo que la mujer de dos caras que parecia haber metido los dedos en un enchufe saliera, muy indignada.
Girando el cuello para ver como la mujer salia y, en concreto, fijandose en el trasero de esta, el lagarto esperó para volver a hablar.
-Estás en la lista negra de mi jefa al parecer.-le explicó.-Es más, si la informo de que estas aquí, quizás me mande hacerte trocitos tan pequeños que nadie te reconoceria, para luego darselo de comer a sus bestias de agua... ¿Qué dices? ¿La aviso o no?-dijo mientras otra siniestra sonrisa que acabó en carcajada. De cerca, podia apreciar que, no solo el aliento le apestaba, sino que los ojos de color amarillo natural estaban enrojecidos, posiblemente por el consumo de alguna droga.
Nia
Una voz apacible sonó al fondo de la sala, donde el mostrador. El frivy habia visto al brujo antes y habia ido directamente a avisar a la náyade, mientras el cocodriloforme se entretenia atormentando al joven humano. Fue Nia la que habló, estando el frivy a su lado.
-Stefan de la Tierra.-dijo, dándole una calada a su pipa. Elaboró un anillo de humo a continuación.-O Enredo de Rocavarancolia, como prefieras.-añadió. Al instante, el enorme lagarto cerró la puerta detrás del humano con una risotada más y, cruzándose de brazos se apoyó sobre la puerta, cerrandole la salida al chico.
-¿Qué te trae por aquí?-inquirió la ulterana entonces, con una voz que denotaba tanto poder como aburrimiento. Añadió otro anillo de humo al que ya se desvanecia.
El cocodriloforme observó al diminuto humano que entonces habia cruzado el umbral de la puerta. Con su único ojo bueno, pareció querer escanearle de arriba abajo. Su boca, si pudiese demostrar algún tipo de emoción cercana a la humana, no hizo ningun esfuerzo en demostrarlo. Abriéndose lentamente, parecia que estaba apunto de atacar con su lado más depredador a Stefan pero pronto se vio que solo estaba mostrándole los dientes amenazadoramente. Una carcajada seca surgió y el pertrechado guerrero habló.
-¿Qué pasa? ¿Tengo a alguien que conozcas entre mis dientes?-dijo socarronamente. Su cara le sonaba vagamente. Sacó un cuaderno de notas que en vez de papeles tenia lascas de piedra con ciertas runas grabadas. Al pulsarlas, se aparecia una cara grabada en las mismas, como a modo de un holograma pero de origen mágico. No tardó en encontrar la del brujo de las enredaderas. Con un chasquido de lengua, habló entonces.
-Si, esta es su tienda y ella está dentro en estos momentos. Lo que no se es si quiere verte, saco de carne.-otra risa siseante surgio entre sus dientes de cocodrilo. Pero el pánfilo seguia en el lugar y estaba molestando a una clienta que queria salir, una bruja con dos caras en lugar de una con un pelo electrizado aún más bizarro. Con un manotazo, le apartó de la entrada, haciendo que la mujer de dos caras que parecia haber metido los dedos en un enchufe saliera, muy indignada.
Girando el cuello para ver como la mujer salia y, en concreto, fijandose en el trasero de esta, el lagarto esperó para volver a hablar.
-Estás en la lista negra de mi jefa al parecer.-le explicó.-Es más, si la informo de que estas aquí, quizás me mande hacerte trocitos tan pequeños que nadie te reconoceria, para luego darselo de comer a sus bestias de agua... ¿Qué dices? ¿La aviso o no?-dijo mientras otra siniestra sonrisa que acabó en carcajada. De cerca, podia apreciar que, no solo el aliento le apestaba, sino que los ojos de color amarillo natural estaban enrojecidos, posiblemente por el consumo de alguna droga.
Nia
Una voz apacible sonó al fondo de la sala, donde el mostrador. El frivy habia visto al brujo antes y habia ido directamente a avisar a la náyade, mientras el cocodriloforme se entretenia atormentando al joven humano. Fue Nia la que habló, estando el frivy a su lado.
-Stefan de la Tierra.-dijo, dándole una calada a su pipa. Elaboró un anillo de humo a continuación.-O Enredo de Rocavarancolia, como prefieras.-añadió. Al instante, el enorme lagarto cerró la puerta detrás del humano con una risotada más y, cruzándose de brazos se apoyó sobre la puerta, cerrandole la salida al chico.
-¿Qué te trae por aquí?-inquirió la ulterana entonces, con una voz que denotaba tanto poder como aburrimiento. Añadió otro anillo de humo al que ya se desvanecia.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Botica de la náyade
26/12/13, 08:49 pm
El cocodrilo empezó a hablar, tiempo atrás aquello me habría resultado la mar de fascinante. Ahora solo me producía indiferencia, había visto tantas cosas en el poco tiempo que llevaba de ciudadano que resultaba difícil sorprenderme.
<<Que mal carácter tiene este animal. No deja de recordarme a los típicos matones>>. Cuando pensé eso me dio un empujón para que me apartase de la puerta, con el golpe perdí la concentración en el hechizo de levitación y por poco se me cae la fuente al suelo, por suerte pude cogerla antes.
-Eh, eh. Ten más cuidado, por poco me tiras el regalo.- y lo fulminé con la mirada,- Seguro que mientes, nunca le he hecho un mal a tu jefa así que por mi avísala.
No hizo falta sin embargo, Dama Urticaria apareció unos segundos después de que yo dijese eso. Hice una mueca al escuchar mi nombre humano, hacía mucho que no lo oía y seguía desagradándome. A mi parecer había cambiado, aquel nombre no era necesario.
-Enredo por favor.- hice una pequeña pausa,- Y bueno, me traen dos cosas. La primera es una deuda de gratitud que tengo hacia ti, por eso te he traído esto,- deposité la comida en el mostrador.- Sé que los ulteranos no podéis comer dulces, así que básicamente es carne. Espero que te guste.- sonreí y continué.- La otra razón por la que vengo es que necesito ayuda. Me gustaría aprender a elaborar antídotos mediante la alquimia y se que tu eres muy buena en ese tema. Quería empezar por mi mismo, pero los libros de serpentaria acerca del tema son un poco escuetos y no tocan el tema de los antídotos tanto como me gustaría.
<<Que mal carácter tiene este animal. No deja de recordarme a los típicos matones>>. Cuando pensé eso me dio un empujón para que me apartase de la puerta, con el golpe perdí la concentración en el hechizo de levitación y por poco se me cae la fuente al suelo, por suerte pude cogerla antes.
-Eh, eh. Ten más cuidado, por poco me tiras el regalo.- y lo fulminé con la mirada,- Seguro que mientes, nunca le he hecho un mal a tu jefa así que por mi avísala.
No hizo falta sin embargo, Dama Urticaria apareció unos segundos después de que yo dijese eso. Hice una mueca al escuchar mi nombre humano, hacía mucho que no lo oía y seguía desagradándome. A mi parecer había cambiado, aquel nombre no era necesario.
-Enredo por favor.- hice una pequeña pausa,- Y bueno, me traen dos cosas. La primera es una deuda de gratitud que tengo hacia ti, por eso te he traído esto,- deposité la comida en el mostrador.- Sé que los ulteranos no podéis comer dulces, así que básicamente es carne. Espero que te guste.- sonreí y continué.- La otra razón por la que vengo es que necesito ayuda. Me gustaría aprender a elaborar antídotos mediante la alquimia y se que tu eres muy buena en ese tema. Quería empezar por mi mismo, pero los libros de serpentaria acerca del tema son un poco escuetos y no tocan el tema de los antídotos tanto como me gustaría.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Re: Botica de la náyade
26/12/13, 09:45 pm
Nia
La ulterana puso los brazos como jarras mirando con una expresión de reprobación. El lagarto entonces se apartó de la puerta y se colocó en su palanquín, con las piernas cruzadas. Nia relajó entonces la postura, pero no pareció mucho más contenta. Guardando la forma, se dirigió hacia Enredo y habló.
-Enredo pues.-
Tomó la lasaña y la husmeó educadamente por encima. Hizo una seña al frivy que entonces recogió la lasaña y la llevó dentro de la trastienda. La ulterana entonces, le contestó.
-No tenias que haberte molestado. Con que mis pacientes valoren su salud en el futuro es suficiente recompensa para mi, pero permiteme informarte de que los ulteranos si que comemos dulces, pero no todos los que a los humanos teneis una cultura establecida entorno.-cruzandose de brazos, esbozó una postura más relajada y siguio hablando.-¿Y la segunda?-
El humano no tardó en responder. A lo cual la ulterana simplemente tomó varias caladas de su pipa, antes de responder.
-Mejor será hablar de esto en un lugar más cómodo. Sígueme.-
Girando sobre si misma grácilmente, condujo a Enredo escaleras arriba. Una salita decorada con tapices alfombras y cojines de color rojizo se abrió delente de él. Una pequeña mesita baja en mitad del cuarto servia como punto de reunion, decorado con un pequeño mantel tricotado del mismo color. El incesario que colgaba del techo desprendia un olor especiado fuerte y se podian apreciar las fluctuaciones del mismo en el aire gracias a la tenue luz rojiza que provenia de varias lamparas pegadas a las paredes. Ofreciendole un cojín donde sentarse, la ulterana tomó el lado opuesto, sacudiendo levemente el incesario con un hechizo, llenando de aroma aquella sala.
-¿Con que alquimia, eh?-le dijo la niña que habia guardado la pipa, alzando una ceja.-¿Eres consciente del complicado y enrevesado camino que debes recorrer antes de poder considerarte alquimista?-
Pero antes de que contestara, entró el frivy con una bandeja y, de una manera muy servicial, colocó dos tacitas de té de color bermellón delante de ambos, para luego servirles un té del mismo color. Humeaba caliente. Con una pequeña reverncia servicial, el frivy abandonó la sala, llevandose la bandeja y dejando la tetera atrás.
-Es té rojo de tu planeta. Te recomiendo beberlo mientras esté caliente. Pronto traeran algo para acompañarlo. Mientras, reflexiona sobre la respuesta que me vas a dar.-dijo, dando un pequeño sorbo a su taza, con los ojos cerrados, bañandose en el sabor de este.
La ulterana puso los brazos como jarras mirando con una expresión de reprobación. El lagarto entonces se apartó de la puerta y se colocó en su palanquín, con las piernas cruzadas. Nia relajó entonces la postura, pero no pareció mucho más contenta. Guardando la forma, se dirigió hacia Enredo y habló.
-Enredo pues.-
Tomó la lasaña y la husmeó educadamente por encima. Hizo una seña al frivy que entonces recogió la lasaña y la llevó dentro de la trastienda. La ulterana entonces, le contestó.
-No tenias que haberte molestado. Con que mis pacientes valoren su salud en el futuro es suficiente recompensa para mi, pero permiteme informarte de que los ulteranos si que comemos dulces, pero no todos los que a los humanos teneis una cultura establecida entorno.-cruzandose de brazos, esbozó una postura más relajada y siguio hablando.-¿Y la segunda?-
El humano no tardó en responder. A lo cual la ulterana simplemente tomó varias caladas de su pipa, antes de responder.
-Mejor será hablar de esto en un lugar más cómodo. Sígueme.-
Girando sobre si misma grácilmente, condujo a Enredo escaleras arriba. Una salita decorada con tapices alfombras y cojines de color rojizo se abrió delente de él. Una pequeña mesita baja en mitad del cuarto servia como punto de reunion, decorado con un pequeño mantel tricotado del mismo color. El incesario que colgaba del techo desprendia un olor especiado fuerte y se podian apreciar las fluctuaciones del mismo en el aire gracias a la tenue luz rojiza que provenia de varias lamparas pegadas a las paredes. Ofreciendole un cojín donde sentarse, la ulterana tomó el lado opuesto, sacudiendo levemente el incesario con un hechizo, llenando de aroma aquella sala.
-¿Con que alquimia, eh?-le dijo la niña que habia guardado la pipa, alzando una ceja.-¿Eres consciente del complicado y enrevesado camino que debes recorrer antes de poder considerarte alquimista?-
Pero antes de que contestara, entró el frivy con una bandeja y, de una manera muy servicial, colocó dos tacitas de té de color bermellón delante de ambos, para luego servirles un té del mismo color. Humeaba caliente. Con una pequeña reverncia servicial, el frivy abandonó la sala, llevandose la bandeja y dejando la tetera atrás.
-Es té rojo de tu planeta. Te recomiendo beberlo mientras esté caliente. Pronto traeran algo para acompañarlo. Mientras, reflexiona sobre la respuesta que me vas a dar.-dijo, dando un pequeño sorbo a su taza, con los ojos cerrados, bañandose en el sabor de este.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Botica de la náyade
26/12/13, 10:12 pm
Escuché la explicación de la chica con atención.
-Mis disculpas entonces, poseía información incompleta en ese sentido. Serok solo me dijo que no comíais dulces, para la próxima ocasión lo tendré en cuenta. Y ademas, lo he hecho por que quería, me pareció de buena educación tener este gesto contigo, después de todo me trataste el día de la luna. Era lo mínimo.
La chica me conduce a una sala de aspecto exótico para hablar con mas comodidad, me siento donde indica y observo con mas atención el lugar, el aroma era fuerte y no me costó identificar de donde salía. La chica me interpeló entonces y me volví hacia ella dispuesto a darle una respuesta pero antes de que pudiese hacerlo apareció un frivy por la puerta portando una bandeja con tazas de té. Observé la bebida tratando de imaginar de que planeta vendría pero fue una grata sorpresa saber que provenía del mio propio.
-Siempre me ha gustado el té, lo prefiero negro pero me gusta todo. Gracias,- les dije a ella y al frivy mientras bebía un sorbo. Estaba bueno, pero para mi gusto le faltaba un poco de azúcar.
Ya venía decidido así que no tardé en responder a la ulterana.
-Sé que la alquimia es complicada, sin embargo como ya he dicho estoy interesado especialmente en antídotos. Trabajo con plantas venenosas y prefiero curarme en salud. Por supuesto no espero empezar directamente con antídotos, supongo que antes tendré que aprender otras cosas. Pero principalmente me interesa esa rama de la alquimia.
-Mis disculpas entonces, poseía información incompleta en ese sentido. Serok solo me dijo que no comíais dulces, para la próxima ocasión lo tendré en cuenta. Y ademas, lo he hecho por que quería, me pareció de buena educación tener este gesto contigo, después de todo me trataste el día de la luna. Era lo mínimo.
La chica me conduce a una sala de aspecto exótico para hablar con mas comodidad, me siento donde indica y observo con mas atención el lugar, el aroma era fuerte y no me costó identificar de donde salía. La chica me interpeló entonces y me volví hacia ella dispuesto a darle una respuesta pero antes de que pudiese hacerlo apareció un frivy por la puerta portando una bandeja con tazas de té. Observé la bebida tratando de imaginar de que planeta vendría pero fue una grata sorpresa saber que provenía del mio propio.
-Siempre me ha gustado el té, lo prefiero negro pero me gusta todo. Gracias,- les dije a ella y al frivy mientras bebía un sorbo. Estaba bueno, pero para mi gusto le faltaba un poco de azúcar.
Ya venía decidido así que no tardé en responder a la ulterana.
-Sé que la alquimia es complicada, sin embargo como ya he dicho estoy interesado especialmente en antídotos. Trabajo con plantas venenosas y prefiero curarme en salud. Por supuesto no espero empezar directamente con antídotos, supongo que antes tendré que aprender otras cosas. Pero principalmente me interesa esa rama de la alquimia.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Botica de la náyade
26/12/13, 11:25 pm
Nia
Stefan empezó, poco a poco, a sudar más de lo debido. Además, un calor se apoderó de su cuerpo. Un calor incómodo y omnipresente que pronto el humano no pudo evitar dar señales de sufrirlo. Sin embargo, Nia continuó con al charla como si nada.
-Bueno, en tu caso, aunque eres brujo, no cuentas con un cuerpo adaptado a las inclemencias de esta ciencia.-terminó su taza y la dejó lentamente sobre su plato.-Tales como, los envenenamientos, por ejemplo.-
En ese momento, Nia abrió los ojos y le lanzó una mirada siniestra a Stefan, mientras este comenzaba a sentir fuertes palpitaciones en el pecho. Comenzó además a jadear mientras era incapaz de lidar con todo lo que estaba sudando. Alcanzando la tetera de nuevo, Nia se sirvio otra taza gentilmente.
-Gajes del oficio. Una se acaba acostumbrando, claro. Especialmente cuando la Luna me bendijo con este cuerpo...-se encogió de hombros y dio un sorbo a su nueva taza.-Por desgracia, eso es algo que un novato como tú no tiene y, por lo tanto, eres susceptible a más de un veneno.-
Stefan entonces pudo notar como el aire se escapaba de su garganta. Esta, se estaba cerrando poco a poco y el aire se le estaba privando.
-No puedes dar palos de ciego.-continuó hablando Nia, ya que Stefan no podia entonces contestar, le faltaba el aire para ello.-Por lo tanto, un novato como tú no puede ser un crio ingenuo y confiado y tan solo puede contar con una faceta: La intuición.-
Nia entonces esbozó una sonrisa traviesa y dejó escapar una risa calmada.
-Dale la vuelta al plato y verás a lo que me refiero.-
Stefan, al hacerlo, pudo descubrir que habia tres objetos pegados con cinta en el dorso de este. Uno era una ramita pequeña de alguna planta que podia parecerse a un pino de la tierra, otro era una pequeña anguila del tamaño de un alfiler y, por último, una raiz quemada con brillos esmeralda que bien podia ser la sabia o algo peor. Nia se deleitó con su expresión con fingida crueldad y entonces le explicó.
-Este té ha sido corrompido por un ingrediente, una semillia hecha polvo, que tiene como nombre "Colmillo del Diablo".-dijo Nia, dando otro sorbo.-Altamente venenoso, ataca a varias partes del organismo provocando diversas malfunciones de este, tales como calores, palpitaciones, sudor hasta que finalmente la tráquea del individuo se colapsa y este se ahoga al no poder respirar. Tambien es conocido por provocar infartos instantaneos si se consume en grandes cantidades...-dijo entonces, no pudiendo evitar irse por las ramas, pero pronto retomando su explicación.
-Ahora, detrás del plato, encontrarás tu salvación. Uno de ellos es uno de los antídotos más comunmente usados contra la toxicidad del "Colmillo de Diablo". Aquí es donde pondré a prueba tu intuición. Si no das la talla, me temo que no podrás aprender alquimia conmigo, si es que existe otro método, claro... Aunque pensandolo mejor, si no aciertas cual es el antídoto no podrás aprender nada más...-contuvo otra risa moderada.-Diria que te quedan unos diecinueve segundos para elegir. Ahora, hazlo.-y la niña se sirvió otra taza.
Stefan empezó, poco a poco, a sudar más de lo debido. Además, un calor se apoderó de su cuerpo. Un calor incómodo y omnipresente que pronto el humano no pudo evitar dar señales de sufrirlo. Sin embargo, Nia continuó con al charla como si nada.
-Bueno, en tu caso, aunque eres brujo, no cuentas con un cuerpo adaptado a las inclemencias de esta ciencia.-terminó su taza y la dejó lentamente sobre su plato.-Tales como, los envenenamientos, por ejemplo.-
En ese momento, Nia abrió los ojos y le lanzó una mirada siniestra a Stefan, mientras este comenzaba a sentir fuertes palpitaciones en el pecho. Comenzó además a jadear mientras era incapaz de lidar con todo lo que estaba sudando. Alcanzando la tetera de nuevo, Nia se sirvio otra taza gentilmente.
-Gajes del oficio. Una se acaba acostumbrando, claro. Especialmente cuando la Luna me bendijo con este cuerpo...-se encogió de hombros y dio un sorbo a su nueva taza.-Por desgracia, eso es algo que un novato como tú no tiene y, por lo tanto, eres susceptible a más de un veneno.-
Stefan entonces pudo notar como el aire se escapaba de su garganta. Esta, se estaba cerrando poco a poco y el aire se le estaba privando.
-No puedes dar palos de ciego.-continuó hablando Nia, ya que Stefan no podia entonces contestar, le faltaba el aire para ello.-Por lo tanto, un novato como tú no puede ser un crio ingenuo y confiado y tan solo puede contar con una faceta: La intuición.-
Nia entonces esbozó una sonrisa traviesa y dejó escapar una risa calmada.
-Dale la vuelta al plato y verás a lo que me refiero.-
Stefan, al hacerlo, pudo descubrir que habia tres objetos pegados con cinta en el dorso de este. Uno era una ramita pequeña de alguna planta que podia parecerse a un pino de la tierra, otro era una pequeña anguila del tamaño de un alfiler y, por último, una raiz quemada con brillos esmeralda que bien podia ser la sabia o algo peor. Nia se deleitó con su expresión con fingida crueldad y entonces le explicó.
-Este té ha sido corrompido por un ingrediente, una semillia hecha polvo, que tiene como nombre "Colmillo del Diablo".-dijo Nia, dando otro sorbo.-Altamente venenoso, ataca a varias partes del organismo provocando diversas malfunciones de este, tales como calores, palpitaciones, sudor hasta que finalmente la tráquea del individuo se colapsa y este se ahoga al no poder respirar. Tambien es conocido por provocar infartos instantaneos si se consume en grandes cantidades...-dijo entonces, no pudiendo evitar irse por las ramas, pero pronto retomando su explicación.
-Ahora, detrás del plato, encontrarás tu salvación. Uno de ellos es uno de los antídotos más comunmente usados contra la toxicidad del "Colmillo de Diablo". Aquí es donde pondré a prueba tu intuición. Si no das la talla, me temo que no podrás aprender alquimia conmigo, si es que existe otro método, claro... Aunque pensandolo mejor, si no aciertas cual es el antídoto no podrás aprender nada más...-contuvo otra risa moderada.-Diria que te quedan unos diecinueve segundos para elegir. Ahora, hazlo.-y la niña se sirvió otra taza.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
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— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Botica de la náyade
27/12/13, 12:07 am
Me empece a encontrar mal de pronto, sentía calor, un calor por completo exagerado. Estaba seguro que al principio no hacia tanto calor, lo peor es que iba en aumento. <<¿Qué demonios? ¿Una reacción alérgica? No, nunca he tenido alergias y ademas esto es terrestre, si fuese de otro mundo aun cabría la posibilidad>>.
No entendía que estaba pasando, ni por un momento se me pasó por la cabeza que fuese veneno hasta que la ulterana me lo dijo. <<¿Qué? ¿Pero qué cojones le pasa a la gente de esta ciudad? Ni uno decente. Primero me cura para después matarme>>. Habría gritado o habría intentado hacer algo pero no podía respirar, no supe en que momento me había empezado a quedar sin aire.
Le di la vuelta al plato para ver tres cosas que no tenia ni idea de que eran. <<¿Se supone que uno de estos es el antídoto? Pero esta mujer esta loca, me estoy muriendo y dice estupideces sobre intuición. Pero que me estoy muriendo y mi vida depende de que elija bien. Jodidamente perfecto, sobrevivo a una ciudad repleta de cosas que quieren matarme y ahora me va a matar un habitante. Y ahora se pone a enumerar las cosas que hace el veneno que me ha dado, pero que me vas a contar si ya lo estoy sufriendo. Como para no darme cuenta de que hace. Genial, encima con cronometro, veamos, si al menos supiera que son estas cosas podría deducir algo, pero así, sin información poco puedo hacer. Tendrá que ser cuestión de suerte, tengo un treinta y tres por ciento de probabilidades de acertar, muy pocas. Si me tengo que decidir por uno de los tres me quedo con la ramita. La suerte esta echada como decían los romanos>>.
Alargué el brazo con evidente esfuerzo y cogí la ramita para llevármela a la boca. Mis pensamientos se dirigían a mis amigos, preguntándome sobre todo si me echarían de menos.
No entendía que estaba pasando, ni por un momento se me pasó por la cabeza que fuese veneno hasta que la ulterana me lo dijo. <<¿Qué? ¿Pero qué cojones le pasa a la gente de esta ciudad? Ni uno decente. Primero me cura para después matarme>>. Habría gritado o habría intentado hacer algo pero no podía respirar, no supe en que momento me había empezado a quedar sin aire.
Le di la vuelta al plato para ver tres cosas que no tenia ni idea de que eran. <<¿Se supone que uno de estos es el antídoto? Pero esta mujer esta loca, me estoy muriendo y dice estupideces sobre intuición. Pero que me estoy muriendo y mi vida depende de que elija bien. Jodidamente perfecto, sobrevivo a una ciudad repleta de cosas que quieren matarme y ahora me va a matar un habitante. Y ahora se pone a enumerar las cosas que hace el veneno que me ha dado, pero que me vas a contar si ya lo estoy sufriendo. Como para no darme cuenta de que hace. Genial, encima con cronometro, veamos, si al menos supiera que son estas cosas podría deducir algo, pero así, sin información poco puedo hacer. Tendrá que ser cuestión de suerte, tengo un treinta y tres por ciento de probabilidades de acertar, muy pocas. Si me tengo que decidir por uno de los tres me quedo con la ramita. La suerte esta echada como decían los romanos>>.
Alargué el brazo con evidente esfuerzo y cogí la ramita para llevármela a la boca. Mis pensamientos se dirigían a mis amigos, preguntándome sobre todo si me echarían de menos.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Botica de la náyade
27/12/13, 12:31 am
Nia
La ulterana parpadeaba lentamente mientras contemplaba la reacción del brujo. Desesperada, temerosa y tensa serian las palabras para describirla. Cierto era que la intuición de brujo le serviria para muchos campos de la alquimia, pero si ni siquiera era capaz de resolver un enigma tan simple, no se lo pensaria dos veces y le rechazaria al instante. Sin importar la pena que le diese, no iba a ser cuidadora de nadie, y mucho menos de novatos tan ingenuos.
Finalmente el brujo se llevo la ramita a la boca y la masticó. Masticó por su vida. Internamente, la ulterana se vio partida en dos debido a su faceta como rocavarancolesa se enfrentaba a su lado mas ulteranitario que queria desvelar al chico el enigma. Finalmente tragó la rama, sin beber ni nada.
Suspirando, la niña reposó su cabeza en un puño.
-Respuesta incorrecta.-murmuró, con cara de aburrimiento.
Y entonces Stefan respiró se quedó sin aire y cayó inconsciente con los ojos en blanco y espumarajos saliendole de la garganta.
;-;
Para cuando despertó, no supo si estaba vivo o muerto. Se encontraba en una camilla en un cuarto de color pastel. Conservaba toda su ropa y lo que llevase encima momentos antes de quedarse dormido. Aunque borrosa, la mirada del humano fue aclarandose hasta que descubrió que, en una silla al lado de la cama, la ulterana estaba sentada a su lado. Habia una ligera corriente en aquella habitación, unas cortinas color perla estaban siendo mecidas por esta. Aparte del sonido del viento, lo unico que se oia era el retintineo de los cubiertos. Aclarándosele más la vista, pudo apreciar que Nia estaba alegremente comiendo la lasaña que le habia ofrecido como regalo de gratitud con la ayuda de un cubierto dorado. Estaba aparentemente tan centrada en la comida, que ni se dio cuenta que el humano se habia despertado ya. Varios tentáculos se meneaban graciosamente por debajo del yukata mientras la niña comia alegremente la lasaña.
La ulterana parpadeaba lentamente mientras contemplaba la reacción del brujo. Desesperada, temerosa y tensa serian las palabras para describirla. Cierto era que la intuición de brujo le serviria para muchos campos de la alquimia, pero si ni siquiera era capaz de resolver un enigma tan simple, no se lo pensaria dos veces y le rechazaria al instante. Sin importar la pena que le diese, no iba a ser cuidadora de nadie, y mucho menos de novatos tan ingenuos.
Finalmente el brujo se llevo la ramita a la boca y la masticó. Masticó por su vida. Internamente, la ulterana se vio partida en dos debido a su faceta como rocavarancolesa se enfrentaba a su lado mas ulteranitario que queria desvelar al chico el enigma. Finalmente tragó la rama, sin beber ni nada.
Suspirando, la niña reposó su cabeza en un puño.
-Respuesta incorrecta.-murmuró, con cara de aburrimiento.
Y entonces Stefan respiró se quedó sin aire y cayó inconsciente con los ojos en blanco y espumarajos saliendole de la garganta.
;-;
Para cuando despertó, no supo si estaba vivo o muerto. Se encontraba en una camilla en un cuarto de color pastel. Conservaba toda su ropa y lo que llevase encima momentos antes de quedarse dormido. Aunque borrosa, la mirada del humano fue aclarandose hasta que descubrió que, en una silla al lado de la cama, la ulterana estaba sentada a su lado. Habia una ligera corriente en aquella habitación, unas cortinas color perla estaban siendo mecidas por esta. Aparte del sonido del viento, lo unico que se oia era el retintineo de los cubiertos. Aclarándosele más la vista, pudo apreciar que Nia estaba alegremente comiendo la lasaña que le habia ofrecido como regalo de gratitud con la ayuda de un cubierto dorado. Estaba aparentemente tan centrada en la comida, que ni se dio cuenta que el humano se habia despertado ya. Varios tentáculos se meneaban graciosamente por debajo del yukata mientras la niña comia alegremente la lasaña.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
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- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Botica de la náyade
27/12/13, 12:50 am
<<Se acabó>> Fue mi ultimo pensamiento antes de desmayarme.
Desperté en una habitación que no reconocía con la vista borrosa. <<¿Estoy muerto?>> La vista se me fue aclarando gradualmente y finalmente pude levantarme. Tenía el cuerpo dolorido, la chica estaba sentada cerca comiendo. Al verla tuve un acceso de ira, no en vano ella casi me mata. Me tranquilicé mientras me recuperaba.
-Espero que esté bueno,- dije y en mi voz podía notarse el rencor.- ¿Cuánto he estado inconsciente?
Desperté en una habitación que no reconocía con la vista borrosa. <<¿Estoy muerto?>> La vista se me fue aclarando gradualmente y finalmente pude levantarme. Tenía el cuerpo dolorido, la chica estaba sentada cerca comiendo. Al verla tuve un acceso de ira, no en vano ella casi me mata. Me tranquilicé mientras me recuperaba.
-Espero que esté bueno,- dije y en mi voz podía notarse el rencor.- ¿Cuánto he estado inconsciente?
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Leonart
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Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Botica de la náyade
27/12/13, 01:15 am
Nia
La ulterana paró de comer al instante que vio al chico moverse y hablar. Tosiendo educadamente, se tapó la boca con el extremo de una de las mangas y con un hechizo se limpio la boca. Entonces, contestó al chico.
-Media hora, lo suficiente para que el yaõ yaõ te hiciera efecto.-le informó. Segundo despues añadió.-Y... está más o menos bien... No estoy tan entendida con la comida humana como creia, pero me gustaria saber la receta...-dijo, algo risueña.
Entonces, la náyade recuperó la seriedad.
-Debes de estar preguntandote en que te equivocaste a la hora de decidir el antídoto, ¿verdad?-le dijo.-Pues, para tu desgracia, no estoy aqui para desvelarte la respuesta correcta. Estoy aqui para decirte que te equivocaste. De las tres opciones correctas que tenias, elegiste la más equivocada y, sinceramente, la más inesperada para mi... Pensé que cualquier humano seria capaz de reconocer una rama de pino. De nuevo, mis conocimientos estan incompletos.-entonces, una suave risa afloró en la garganta de la niña.-Pero es increible que te la acabases comiendo, sin ayudar a bajarla con té ni nada.-
Aunque aquella respuesta pudiese resultarle estúpida al humano, la ulterana tenia la explicación perfecta para el primer de todos los acertijos.
-El té rojo interviene con el hierro en la sangre y aumenta la cantidad de oxígeno que llega al cerebro y, por ende, a los músculos.-dijo esbozando una sonrisa.-En vez de envenenarte, el té rojo fue el antídoto que te ha salvado.-le explicó.
-Ahora bien, quedan dos acertijos pendientes que tendrás que resolver si quieres aprender alquimia de mi...-una risa más pausada y con tono de autoridad afloró en la garganta de la niña.-¿Qué tipo de alquimista no conoce algo tan simple como las propiedades del té rojo? Ains... Está bien, te plantearé los dos acertijos en forma de pregunta y tendrás que resolvermelos para poder aprender de mi la alquimia.-
Alzó el dedo índice.
-Primero: Si el té no era el veneno, ¿Con qué te envenené? ¿Qué método pude haber usado para hacerlo?-se aclaró la gartanta mientras alzaba un segundo dedo, el corazón.-Segundo: ¿Si escoger la inocua ramita de pino era la respuesta equivocada que tres medidas podriamos haber usado para acertar correctamente sobre el antídoto? Porque, en efecto, uno de los tres ingredientes era un antídoto de efecto inmediato, mientras que los otros dos eran más bien inocuos para los humanos...-
-Responde a estas preguntas si quieres desentrañar misterios como los del libro mudo, pero, debido a tu obvia ignorancia del mundo en el que te estas metiendo, te recomendaria estudiar a fondo los libros de serpentaria y algun que otro ejemplar de la biblioteca, como por ejemplo, algún libro de historia. Te hará más bien del que piensas y puede que logres encontrar la respuesta.-esbozó entonces una sonrisa educada y se alzo de su asiento.-Escucharé tus respuestas mañana, con la caida del sol, ven a buscarme. Tienes todo un día para pensar en la respuesta a estos dos acertijos. Si fallas, me temo que ni yo, ni nadie podrá enseñarte alquimia nunca.-
De la esquina de sus ojos apareció un brillo que lo distrajo. Tiempo que empleó la ulterana para rebuscar en un bolsillo y espolvorear unos polvos sobre la cara del chico. Su visión se tintó de color dorado hasta que finalmente tan solo vio ese color y nada más, como si tuviese un pedazo de cartón del mismo color sobre sus ojos, para finalmente, desmayarse de nuevo.
Cuando Stefan se despertó, pudo descubrir que estaba tumbado en un rincon de la Plaza de los Colaespinas. Apestaba a arándanos y los colaespinas que se habian congregado cerca de él le miraban siseando nerviosa y temerosamente, como si algo les repeliese a acercarse más al brujo de las enredaderas.
La ulterana paró de comer al instante que vio al chico moverse y hablar. Tosiendo educadamente, se tapó la boca con el extremo de una de las mangas y con un hechizo se limpio la boca. Entonces, contestó al chico.
-Media hora, lo suficiente para que el yaõ yaõ te hiciera efecto.-le informó. Segundo despues añadió.-Y... está más o menos bien... No estoy tan entendida con la comida humana como creia, pero me gustaria saber la receta...-dijo, algo risueña.
Entonces, la náyade recuperó la seriedad.
-Debes de estar preguntandote en que te equivocaste a la hora de decidir el antídoto, ¿verdad?-le dijo.-Pues, para tu desgracia, no estoy aqui para desvelarte la respuesta correcta. Estoy aqui para decirte que te equivocaste. De las tres opciones correctas que tenias, elegiste la más equivocada y, sinceramente, la más inesperada para mi... Pensé que cualquier humano seria capaz de reconocer una rama de pino. De nuevo, mis conocimientos estan incompletos.-entonces, una suave risa afloró en la garganta de la niña.-Pero es increible que te la acabases comiendo, sin ayudar a bajarla con té ni nada.-
Aunque aquella respuesta pudiese resultarle estúpida al humano, la ulterana tenia la explicación perfecta para el primer de todos los acertijos.
-El té rojo interviene con el hierro en la sangre y aumenta la cantidad de oxígeno que llega al cerebro y, por ende, a los músculos.-dijo esbozando una sonrisa.-En vez de envenenarte, el té rojo fue el antídoto que te ha salvado.-le explicó.
-Ahora bien, quedan dos acertijos pendientes que tendrás que resolver si quieres aprender alquimia de mi...-una risa más pausada y con tono de autoridad afloró en la garganta de la niña.-¿Qué tipo de alquimista no conoce algo tan simple como las propiedades del té rojo? Ains... Está bien, te plantearé los dos acertijos en forma de pregunta y tendrás que resolvermelos para poder aprender de mi la alquimia.-
Alzó el dedo índice.
-Primero: Si el té no era el veneno, ¿Con qué te envenené? ¿Qué método pude haber usado para hacerlo?-se aclaró la gartanta mientras alzaba un segundo dedo, el corazón.-Segundo: ¿Si escoger la inocua ramita de pino era la respuesta equivocada que tres medidas podriamos haber usado para acertar correctamente sobre el antídoto? Porque, en efecto, uno de los tres ingredientes era un antídoto de efecto inmediato, mientras que los otros dos eran más bien inocuos para los humanos...-
-Responde a estas preguntas si quieres desentrañar misterios como los del libro mudo, pero, debido a tu obvia ignorancia del mundo en el que te estas metiendo, te recomendaria estudiar a fondo los libros de serpentaria y algun que otro ejemplar de la biblioteca, como por ejemplo, algún libro de historia. Te hará más bien del que piensas y puede que logres encontrar la respuesta.-esbozó entonces una sonrisa educada y se alzo de su asiento.-Escucharé tus respuestas mañana, con la caida del sol, ven a buscarme. Tienes todo un día para pensar en la respuesta a estos dos acertijos. Si fallas, me temo que ni yo, ni nadie podrá enseñarte alquimia nunca.-
De la esquina de sus ojos apareció un brillo que lo distrajo. Tiempo que empleó la ulterana para rebuscar en un bolsillo y espolvorear unos polvos sobre la cara del chico. Su visión se tintó de color dorado hasta que finalmente tan solo vio ese color y nada más, como si tuviese un pedazo de cartón del mismo color sobre sus ojos, para finalmente, desmayarse de nuevo.
Cuando Stefan se despertó, pudo descubrir que estaba tumbado en un rincon de la Plaza de los Colaespinas. Apestaba a arándanos y los colaespinas que se habian congregado cerca de él le miraban siseando nerviosa y temerosamente, como si algo les repeliese a acercarse más al brujo de las enredaderas.
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Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
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Re: Botica de la náyade
02/01/14, 09:31 pm
La chica ni se inmutó, así que o bien sabia que ya estaba despierto o es que se lo estaba esperando. <<¿Media hora solo? Me esperaba más la verdad, lo típico de dos días durmiendo o algo así>>. Y con un descaro que me dejó con la boca abierta dejó caer que no le importaría saber la receta. <<Ya, me has envenenado y no he superado la prueba, como que te lo voy a decir>>.
-Pues sí, lo cierto es que me gustaría saber qu...-empecé a decir antes de escuchar como seguía.- ¿Y para eso estas aquí? ¿Para hurgar en la herida?. Seguro, cualquier humano que viva en la Tierra sin conocer nada más te sabría decir que eso era una rama de pino. Yo en cambio he visto cosas que un humano corriente no ha soñado con ver en su vida, para mi era factible que esa rama fuera el antídoto. Ahora ya sé que obviamente no.- respondí cargando la voz con un sarcasmo innecesario la verdad, pero en aquel momento no andaba de muy buen humor.
-Espera, ¿aún puedo aprender contigo?,- un brillo de esperanza apareció en mis ojos, que se apagó con la siguiente pregunta de la alquimista.- El tipo de alquimista novato que no tiene ni idea de para que sirven las cosas miradas desde el punto de vista alquímico.- dije.
Escuché sus preguntas y ni que decir tiene que la segunda me desconcertó mucho. No entendía que quería decir con ella, tendría que pensármelo bien.
-Espera, ¿mañana? Es poco tiempo para,- me quedé a media frase por que me distrajo un brillo. Segundos después mi visión se tiñó de dorado, <<No, otr....>>
Sigue en la Plaza de los Colaespina.
-Pues sí, lo cierto es que me gustaría saber qu...-empecé a decir antes de escuchar como seguía.- ¿Y para eso estas aquí? ¿Para hurgar en la herida?. Seguro, cualquier humano que viva en la Tierra sin conocer nada más te sabría decir que eso era una rama de pino. Yo en cambio he visto cosas que un humano corriente no ha soñado con ver en su vida, para mi era factible que esa rama fuera el antídoto. Ahora ya sé que obviamente no.- respondí cargando la voz con un sarcasmo innecesario la verdad, pero en aquel momento no andaba de muy buen humor.
-Espera, ¿aún puedo aprender contigo?,- un brillo de esperanza apareció en mis ojos, que se apagó con la siguiente pregunta de la alquimista.- El tipo de alquimista novato que no tiene ni idea de para que sirven las cosas miradas desde el punto de vista alquímico.- dije.
Escuché sus preguntas y ni que decir tiene que la segunda me desconcertó mucho. No entendía que quería decir con ella, tendría que pensármelo bien.
-Espera, ¿mañana? Es poco tiempo para,- me quedé a media frase por que me distrajo un brillo. Segundos después mi visión se tiñó de dorado, <<No, otr....>>
Sigue en la Plaza de los Colaespina.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Dal
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Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
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- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
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Re: Botica de la náyade
07/02/14, 07:09 pm
El lugar no había cambiado, aunque de un día para otro no sé que esperaba que cambiase la verdad. Si hubiera sido católico me habría puesto a rezar y a pedirle iluminación al espíritu santo. Como no lo era entré sin más preparado ya mentalmente para lo peor.
Como no, el cocodrilo se volvió a poner delante mía casi nada mas entrar. Lo miré con cara de pocos amigos antes de decir:
-Dama Urticaria me espera.- pero a la vez que decía eso vi a otra persona en el local hablando con la náyade.- Veo que está ocupada, esperaré.
La cosa es que el tío con el que hablaba me sonaba de algo. Era el ulterano del cuchitril, ese con tantos ojos y que conocía a Serok. Hablando de Serok que de tiempo que no lo veía me empece a preguntar que seria de el mientras esperaba a que el otro acabase.
Como no, el cocodrilo se volvió a poner delante mía casi nada mas entrar. Lo miré con cara de pocos amigos antes de decir:
-Dama Urticaria me espera.- pero a la vez que decía eso vi a otra persona en el local hablando con la náyade.- Veo que está ocupada, esperaré.
La cosa es que el tío con el que hablaba me sonaba de algo. Era el ulterano del cuchitril, ese con tantos ojos y que conocía a Serok. Hablando de Serok que de tiempo que no lo veía me empece a preguntar que seria de el mientras esperaba a que el otro acabase.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
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Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Botica de la náyade
08/02/14, 12:15 am
Nia y Toima
En cuanto atravesó la puerta, la enguatada mano del cocodrilo le detuvo, sentado en su palanquín, no le escuchó al principio. Estaba concentrado en la discusión que tenia lugar en el mostrador, a unos metros de distancia. Aparte de los dos ulteranos, el puerta y el brujo humano, no parecia haber nadie más en la tienda. Al parecer, los del mostrador estaban discutiendo sobre un precio, el argos intentaba venderle algo a la boticaria que parecia interesarle, pero ni en broma al precio que sugeria el albino. Toima tenia una botella de vino en una mano de la que bebia de tanto en cuanto y por el rubor que tenia en la cara, podia decirse que estaba borracho o apunto.
-Dama Urticaria no espera a nadie. Nunca. No te creas tan importante, chico. Vienes aquí de rebote.-le dijo mostrandole una sonrisa amenazadora en sus fauces.-Sin embargo, haces bien en esperar. Hacia mucho que no la veia tan cabreada. Es una rara oportunidad.-comentó, con una silenciosa y corta carcajada escapando de su garganta.
Al otro lado de la mesa, Nia aporreó la misma, con un estruendo y el retumbar de monedas y cristal sobre ella.
-¿Cómo que no es suficiente?-
-Como lo oyes. Esto vale mucho si te interesa y puedo ver la caja desde aquí. Se que puedes soltar más que esto.-dijo jugueteando con la bolsita con monedas, sin ni siquiera haberla abierto.
La ulterana susprió, cansada.
-¿Qué pretendes, Toima?-
Quizás por la mención de su nombre o por ser las verdaderas intenciones del argos, este se permitió una sonrisa perfida mientras respondia.
-Dóblalo y hay trato.-
-¿¡Doblarlo!? ¡Tú estás loco!-exclamó indignada la ulterana. Cogio el frasquito con una mano y se lo acercó a uno de los ojos.-¿¡Ves bien esto!? ¡Es saliva de dragón! ¿Tienes idea de para que sirve? Si hay algo ilegal en esta ciudad, es el trafico de esto. Bueno, no por el libro, pero es como ir al rey y decirle "Si, mira, tengo esta cosa con la que puedo fabricar feromonas para atontar a tu mascota" ¡Es de locos! Pueden cortarte la cabeza si te pillan con esto ¿sabes? ¡O peor! ¡A mi!-
-¿Y a mi que coño me importa si lo vas a usar para matar o atontar al dragón del culoduro ese? ¡O lo que hayas dicho que hace! ¡Me importa el dinero, que me pagues lo que te pido y me iré por mi camino y el muermo ese ya será tu problema!-
-¡Bueno si YO lo tuviese, no lo malgastaria con algo tan ridículo como eso! ¡Puede usarse para otras cosas, pero estoy convencida que a su señoria no le importará en absoluto sus habilidades sanadoras, solo que puede usarse en su contra!-
La discusión se habia transformado en los dos ulteranos intercambiando gritos.
Entonces el cocodrilo creyó conveniente hacerle una señal para indicarle que el humano habia regresado de donde quiera que estuviese. La niña miró con duda a la puerta y al humano esperando y se mordió el labio.
-Veinte más o te llevas esa porqueria ilegal de mi tienda. Esta es mi última oferta.-dijo, volcando otro saquito pequeño sobre la mesa.
El argos resopló y aceptó tras unos instantes la oferta. Ya de serie, se habia sacado el triple de lo que pensaba que le sacaria a la bruja. Con una caminata alegre, el argos se dirigió a la puerta.
-¡Y la próxima vez que vayas a traer algo tan peligroso a mi tienda, documentate, que parece que no tienes dos dedos de frente!-
-¡Callate, bruja!-le contestó el argos entre carcajadas.
-¡Seras bárbaro!-le replicó esta.
-¡Estirada!-
-¡Borracho!-
-¡Si, pero a mi se me pasa de un día a otro! ¡Adios, eh!-le dijo con otra carcajada, mientras se abria paso por el umbral.-Aparta pringao.-le dijo a Stefan antes de golpear la calle.
Matanza cerró la puerta tras de si.
-Los amigos son algo valioso, como un tesoro ¿no es así, Dama Urticaria?-
-¡Calla! ¡Ni una palabra más! ¡No vuelvas a dejarle entrar si huele a alcohol!-le ordenó, cosa que le arrancó otra risotada desquiciada al cocodrilo.
La niña tuvo un ataque de histeria reprimida por lo nerviosa que le habia puesto el albino. Se revolvió el pelo mientras se mordia el labio de rabia.
-Por cierto, hablando de molestias en el culo, tu alumno de potingues ha llegado.-
Entonces Nia volvió a su estado normal, intentando conservar la gracilidad, el estatus y la personalidad altiva y aristocrática de Dama Urticaria.
-Enredo de la Tierra, pasa por favor, acércate aquí.-dijo entonces, señalandole el mostrador, mientras tomaba su asiento. La niña jugueteaba con ojos melosos aquel vial que le habia traido el argos. No se equivocaba. Saliva genuina de dragón. Aquello tenia que ser una muy rara oportunidad. Con tan solo extractos de ella, podria desarrollar la mejor alquimia boticaria contra las quemaduras que hubiese en la ciudad. Y eso significaba bastante dinero. Y ante tal perspectiva ¿Que eran esas simple moneduchas que se habia llevado el albino a cambio? Todos salian ganando.
En cuanto atravesó la puerta, la enguatada mano del cocodrilo le detuvo, sentado en su palanquín, no le escuchó al principio. Estaba concentrado en la discusión que tenia lugar en el mostrador, a unos metros de distancia. Aparte de los dos ulteranos, el puerta y el brujo humano, no parecia haber nadie más en la tienda. Al parecer, los del mostrador estaban discutiendo sobre un precio, el argos intentaba venderle algo a la boticaria que parecia interesarle, pero ni en broma al precio que sugeria el albino. Toima tenia una botella de vino en una mano de la que bebia de tanto en cuanto y por el rubor que tenia en la cara, podia decirse que estaba borracho o apunto.
-Dama Urticaria no espera a nadie. Nunca. No te creas tan importante, chico. Vienes aquí de rebote.-le dijo mostrandole una sonrisa amenazadora en sus fauces.-Sin embargo, haces bien en esperar. Hacia mucho que no la veia tan cabreada. Es una rara oportunidad.-comentó, con una silenciosa y corta carcajada escapando de su garganta.
Al otro lado de la mesa, Nia aporreó la misma, con un estruendo y el retumbar de monedas y cristal sobre ella.
-¿Cómo que no es suficiente?-
-Como lo oyes. Esto vale mucho si te interesa y puedo ver la caja desde aquí. Se que puedes soltar más que esto.-dijo jugueteando con la bolsita con monedas, sin ni siquiera haberla abierto.
La ulterana susprió, cansada.
-¿Qué pretendes, Toima?-
Quizás por la mención de su nombre o por ser las verdaderas intenciones del argos, este se permitió una sonrisa perfida mientras respondia.
-Dóblalo y hay trato.-
-¿¡Doblarlo!? ¡Tú estás loco!-exclamó indignada la ulterana. Cogio el frasquito con una mano y se lo acercó a uno de los ojos.-¿¡Ves bien esto!? ¡Es saliva de dragón! ¿Tienes idea de para que sirve? Si hay algo ilegal en esta ciudad, es el trafico de esto. Bueno, no por el libro, pero es como ir al rey y decirle "Si, mira, tengo esta cosa con la que puedo fabricar feromonas para atontar a tu mascota" ¡Es de locos! Pueden cortarte la cabeza si te pillan con esto ¿sabes? ¡O peor! ¡A mi!-
-¿Y a mi que coño me importa si lo vas a usar para matar o atontar al dragón del culoduro ese? ¡O lo que hayas dicho que hace! ¡Me importa el dinero, que me pagues lo que te pido y me iré por mi camino y el muermo ese ya será tu problema!-
-¡Bueno si YO lo tuviese, no lo malgastaria con algo tan ridículo como eso! ¡Puede usarse para otras cosas, pero estoy convencida que a su señoria no le importará en absoluto sus habilidades sanadoras, solo que puede usarse en su contra!-
La discusión se habia transformado en los dos ulteranos intercambiando gritos.
Entonces el cocodrilo creyó conveniente hacerle una señal para indicarle que el humano habia regresado de donde quiera que estuviese. La niña miró con duda a la puerta y al humano esperando y se mordió el labio.
-Veinte más o te llevas esa porqueria ilegal de mi tienda. Esta es mi última oferta.-dijo, volcando otro saquito pequeño sobre la mesa.
El argos resopló y aceptó tras unos instantes la oferta. Ya de serie, se habia sacado el triple de lo que pensaba que le sacaria a la bruja. Con una caminata alegre, el argos se dirigió a la puerta.
-¡Y la próxima vez que vayas a traer algo tan peligroso a mi tienda, documentate, que parece que no tienes dos dedos de frente!-
-¡Callate, bruja!-le contestó el argos entre carcajadas.
-¡Seras bárbaro!-le replicó esta.
-¡Estirada!-
-¡Borracho!-
-¡Si, pero a mi se me pasa de un día a otro! ¡Adios, eh!-le dijo con otra carcajada, mientras se abria paso por el umbral.-Aparta pringao.-le dijo a Stefan antes de golpear la calle.
Matanza cerró la puerta tras de si.
-Los amigos son algo valioso, como un tesoro ¿no es así, Dama Urticaria?-
-¡Calla! ¡Ni una palabra más! ¡No vuelvas a dejarle entrar si huele a alcohol!-le ordenó, cosa que le arrancó otra risotada desquiciada al cocodrilo.
La niña tuvo un ataque de histeria reprimida por lo nerviosa que le habia puesto el albino. Se revolvió el pelo mientras se mordia el labio de rabia.
-Por cierto, hablando de molestias en el culo, tu alumno de potingues ha llegado.-
Entonces Nia volvió a su estado normal, intentando conservar la gracilidad, el estatus y la personalidad altiva y aristocrática de Dama Urticaria.
-Enredo de la Tierra, pasa por favor, acércate aquí.-dijo entonces, señalandole el mostrador, mientras tomaba su asiento. La niña jugueteaba con ojos melosos aquel vial que le habia traido el argos. No se equivocaba. Saliva genuina de dragón. Aquello tenia que ser una muy rara oportunidad. Con tan solo extractos de ella, podria desarrollar la mejor alquimia boticaria contra las quemaduras que hubiese en la ciudad. Y eso significaba bastante dinero. Y ante tal perspectiva ¿Que eran esas simple moneduchas que se habia llevado el albino a cambio? Todos salian ganando.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Botica de la náyade
08/02/14, 12:33 pm
-Lo que tú digas Kroki, lo que tú digas,- digo con voz cansada. <<¿Una rara oportunidad que esté cabreada? Sí, lo que me hacia falta, que me suspenda más rápido. No me gustaban los exámenes finales e el instituto me va a gustar esto>>. No podía evitar ponerme nervioso. Sin embargo por muy nervioso que estuviese la discusión era entretenida e incluso acabó por calmarme un poco. Ver a una niña discutir con un gigante no se ve todos los días, sobre todo cuando es la niña la que acaba ganando la discusión.
Me aparté cuando el argos se dirigió a la puerta, y lo de pringao sobraba, pero aquel tipo no parecía tener respeto alguno por la gente. Negando con la cabeza me acerqué al mostrador.
-Nada de formalismos Dama Urticaria, con Enredo vale. ¿Saliva de dragón? -pregunto señalando el frasco,- lo siento, no he podido evitar oíros, aunque creo que desde el mercado no habrán podido evitarlo,- suelto una risa nerviosa.- ¿Si tiene propiedades curativas por qué es ilegal? Si te pueden cortar la cabeza por eso ni me imagino lo que te harán si te consigues un dragón.
Me aparté cuando el argos se dirigió a la puerta, y lo de pringao sobraba, pero aquel tipo no parecía tener respeto alguno por la gente. Negando con la cabeza me acerqué al mostrador.
-Nada de formalismos Dama Urticaria, con Enredo vale. ¿Saliva de dragón? -pregunto señalando el frasco,- lo siento, no he podido evitar oíros, aunque creo que desde el mercado no habrán podido evitarlo,- suelto una risa nerviosa.- ¿Si tiene propiedades curativas por qué es ilegal? Si te pueden cortar la cabeza por eso ni me imagino lo que te harán si te consigues un dragón.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Botica de la náyade
08/02/14, 04:29 pm
Nia
El lagarto volvió a su palanquín entonces y la ulterana recibió al humano.
-En efecto, esto es saliva de dragón y bastante vieja si se me permite añadir, más vieja que la misma Cicatriz de Arax, cuando los dragones eran bastante más comunes, pero aun todavia grandiosas criaturas. Puede ser empleada para elaborar feromonas que afecten a un dragón adulto, o bien para anestesiarle, exciten o directamente maten a uno si se es lo suficientemente habilidoso y se tienen los ingredientes precisos. Por eso podria ser peligroso tener uno de estos e irlo paseando por ahí. Seria como llevar un cartel enorme con malas intenciones dirigidas hacia la mascota del soberano.-Suspiró entonces.- Pienso lidiar con ella y sintetizarla cuanto antes, para quitarme ese problema de encima, quizás esta noche, aunque tampoco es que tenga mala reputación en la ciudad pero si tengo... numerosos competidores.-dijo forzando una sonrisa, dejando intuir que lo suyo era algo más que honesta competencia.
-Dejando eso de lado, acompañame. Es la hora de tu prueba.-
Nia abandonó el otro lado del mostrador, tomando las escaleras mientras el humano le seguia. Entraron en la misma salita. Nia le ofreció el mismo asiento, mientras ella se posaba en el mismo cojín que la última vez. A decir verdad, todo parecia ser un deja vu por parte del humano más que la realidad que podia contemplar.
-Sigues queriendo aprender alquimia, por lo que veo.-dijo, cruzándose de brazos.-Tan solo esperemos que hayas logrado obtener las respuesas correctas, o bien por intuición o bien por estudio, ambas facetas son valiosas en esta ciencia. Oh, pero antes...-
Alguien llamó a la puerta. Esta se abrió al instante y pasó el frivy de nuevo, portando una bandeja con dos tacitas, sirviendo el te rojo tan solo en la de la náyade y llendose, dejando la tetera al lado de la ulterana. Entonces la niña tomó un pequeño sorbo de su taza, en completo silencio y se recostó algo más, antes de hacer sacudir el incesario una vez sobre sus cabezas con ayuda de un hechizo.
-Y de nuevo, las manecillas del reloj giran. Diecinueve segundos de vida, ahora, contesta: ¿Como te he envenenado por segunda vez? ¿Qué tres medidas o procedimientos son de los que puedes servirte para hallar el antídoto? Debajo del plato, encontarás los tres posibles antídotos. Y ahora, contesta.-dijo la ulterana con una sonrisa torva asomandose de sus labios mientras daba otro sorbo a la taza apaciblemente, cerrando sus ojos apaciblemente. Ya le habia robado seis segundos de vida replanteando las preguntas. Todo dependia ahora de Stefan y de su preparación.
El lagarto volvió a su palanquín entonces y la ulterana recibió al humano.
-En efecto, esto es saliva de dragón y bastante vieja si se me permite añadir, más vieja que la misma Cicatriz de Arax, cuando los dragones eran bastante más comunes, pero aun todavia grandiosas criaturas. Puede ser empleada para elaborar feromonas que afecten a un dragón adulto, o bien para anestesiarle, exciten o directamente maten a uno si se es lo suficientemente habilidoso y se tienen los ingredientes precisos. Por eso podria ser peligroso tener uno de estos e irlo paseando por ahí. Seria como llevar un cartel enorme con malas intenciones dirigidas hacia la mascota del soberano.-Suspiró entonces.- Pienso lidiar con ella y sintetizarla cuanto antes, para quitarme ese problema de encima, quizás esta noche, aunque tampoco es que tenga mala reputación en la ciudad pero si tengo... numerosos competidores.-dijo forzando una sonrisa, dejando intuir que lo suyo era algo más que honesta competencia.
-Dejando eso de lado, acompañame. Es la hora de tu prueba.-
Nia abandonó el otro lado del mostrador, tomando las escaleras mientras el humano le seguia. Entraron en la misma salita. Nia le ofreció el mismo asiento, mientras ella se posaba en el mismo cojín que la última vez. A decir verdad, todo parecia ser un deja vu por parte del humano más que la realidad que podia contemplar.
-Sigues queriendo aprender alquimia, por lo que veo.-dijo, cruzándose de brazos.-Tan solo esperemos que hayas logrado obtener las respuesas correctas, o bien por intuición o bien por estudio, ambas facetas son valiosas en esta ciencia. Oh, pero antes...-
Alguien llamó a la puerta. Esta se abrió al instante y pasó el frivy de nuevo, portando una bandeja con dos tacitas, sirviendo el te rojo tan solo en la de la náyade y llendose, dejando la tetera al lado de la ulterana. Entonces la niña tomó un pequeño sorbo de su taza, en completo silencio y se recostó algo más, antes de hacer sacudir el incesario una vez sobre sus cabezas con ayuda de un hechizo.
-Y de nuevo, las manecillas del reloj giran. Diecinueve segundos de vida, ahora, contesta: ¿Como te he envenenado por segunda vez? ¿Qué tres medidas o procedimientos son de los que puedes servirte para hallar el antídoto? Debajo del plato, encontarás los tres posibles antídotos. Y ahora, contesta.-dijo la ulterana con una sonrisa torva asomandose de sus labios mientras daba otro sorbo a la taza apaciblemente, cerrando sus ojos apaciblemente. Ya le habia robado seis segundos de vida replanteando las preguntas. Todo dependia ahora de Stefan y de su preparación.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
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— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Botica de la náyade
08/02/14, 06:48 pm
-Ya veo, no deja de ser una estupidez. Algo que puede curar no debería estar prohibido, si acaso podría ilegalizarse las consecuencias negativas, pero hacerlo también con las positivas es de idiotas.- dije dejando clara mi posición.
Dejé escapar un suspiro cuando dijo lo de la prueba, el corazón empezó a latirme más fuerte en el pecho por los nervios. Misma salita, casi todo clavado, solo que no era la primera vez que entraba allí.
-Sí, sigo queriendo aprender, no soy de los que se echan para atrás.- respondí refirmando mi intención.
Llaman a la puerta y pasa el mismo frivy de la otra vez, misma tetera, mismas dos tazas, pero esta vez a mi no me sirve té rojo y la tetera se la queda la niña. El aire se vuelve sofocante otra vez cuando la niña sacude el incensario. Es exactamente la misma prueba, incluso los objetos bajo el plato son los mismos.
-El veneno está en el aire,- contesto con medida tranquilidad,- es el humo que sale de ahí,- señalo el incensario,- llega a mis pulmones al respirar, de los pulmones al torrente sanguíneo y de ahí a todas las partes del cuerpo.- cojo la raíz y la trago tratando no pensar en su mal sabor.- Lo que no sé es si tu eres inmune al veneno o te has tomado el antídoto antes,- comento encogiéndome de hombros.- Ahora, respecto a los tres procedimientos, lo he pensado y no sé si me equivocaré en algo pero... Yo creo que son, la intuición, el conocimiento de las bases alquímicas y el simple descarte. Según un libro que he leído la anguila no podría ser, la alquimia nunca usa todas las partes de un ser para algo en común. La rama de pino es obvio que no, la elegí la ultima vez y fue erróneo, además la rama no sirve, pero las piñas que da si servirían para algo. Descartado eso soólo queda la raíz de yagré que es un antídoto muy efectivo.- tomo aire y antes de que la niña pueda emitir un veredicto levanto una mano pidiendo que me deje decir una ultima cosa.- Puede que haya fallado, es posible que me haya equivocado en todo, pero no puedes decir que no lo he intentado,- <<Y realmente le quiero cerrar la boca al cocodrilo ese>>.- Ahora, ¿serias tan amable de pasarme la tetera? Esa raíz no es que tenga un sabor estupendo a palo seco.
Dejé escapar un suspiro cuando dijo lo de la prueba, el corazón empezó a latirme más fuerte en el pecho por los nervios. Misma salita, casi todo clavado, solo que no era la primera vez que entraba allí.
-Sí, sigo queriendo aprender, no soy de los que se echan para atrás.- respondí refirmando mi intención.
Llaman a la puerta y pasa el mismo frivy de la otra vez, misma tetera, mismas dos tazas, pero esta vez a mi no me sirve té rojo y la tetera se la queda la niña. El aire se vuelve sofocante otra vez cuando la niña sacude el incensario. Es exactamente la misma prueba, incluso los objetos bajo el plato son los mismos.
-El veneno está en el aire,- contesto con medida tranquilidad,- es el humo que sale de ahí,- señalo el incensario,- llega a mis pulmones al respirar, de los pulmones al torrente sanguíneo y de ahí a todas las partes del cuerpo.- cojo la raíz y la trago tratando no pensar en su mal sabor.- Lo que no sé es si tu eres inmune al veneno o te has tomado el antídoto antes,- comento encogiéndome de hombros.- Ahora, respecto a los tres procedimientos, lo he pensado y no sé si me equivocaré en algo pero... Yo creo que son, la intuición, el conocimiento de las bases alquímicas y el simple descarte. Según un libro que he leído la anguila no podría ser, la alquimia nunca usa todas las partes de un ser para algo en común. La rama de pino es obvio que no, la elegí la ultima vez y fue erróneo, además la rama no sirve, pero las piñas que da si servirían para algo. Descartado eso soólo queda la raíz de yagré que es un antídoto muy efectivo.- tomo aire y antes de que la niña pueda emitir un veredicto levanto una mano pidiendo que me deje decir una ultima cosa.- Puede que haya fallado, es posible que me haya equivocado en todo, pero no puedes decir que no lo he intentado,- <<Y realmente le quiero cerrar la boca al cocodrilo ese>>.- Ahora, ¿serias tan amable de pasarme la tetera? Esa raíz no es que tenga un sabor estupendo a palo seco.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
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