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Raven
Raven

Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivación
Personajes : Ethan: Humano, Ingles/Japonés 1.75

Síntomas : En ocasiones, se le desenfocará brevemente la vista. El amuleto curativo se carga el doble de rápido a su contacto y además es más eficaz si lo usa sobre sí mismo.

Armas : Ethan Lanza partesana y una daga

Status : Ciego y cojo, el chiste se cuenta solo.

Maneki Neko - RV Gakuen - Página 6 Empty Maneki Neko - RV Gakuen

20/04/23, 12:52 pm
Recuerdo del primer mensaje :

Era el último viernes del mes. Estaba amaneciendo y los primeros rayos del alba empezaban a filtrarse a través de las rendijas de la ventana. Tímidos pero decididos a indicar la llegada de un nuevo día.
Ethan no tardó mucho en incorporarse. Apago la alarma antes de que llegara a sonar y aún perezoso, fue a abrir las persianas. El fogonazo de luz repentino baño toda la habitación, lo que le hizo entrecerrar los ojos con cierta molestia. El buen tiempo no acompañaba su estado de ánimo, que lejos de estar alegre se notaba cansado.

Al poco ya estaba bajando a desayunar. Con una coleta maltrecha y unas ojeras que solo indicaba lo poco que había descansado se sentó en una de las mesas más alejadas. Aunque el joven nunca había sido un icono de la moda, hoy se notaba cierto esfuerzo en pasar desapercibido. Vestido con un chándal gris dos tallas mayor y una gorra del mismo tono que le ocultaba parte del rostro, ni siquiera sus zapatillas de normal coloridas acompañaban, siendo hoy de un impoluto y simple blanco. Era un conjunto idóneo para correr o para atracar a alguien, todo dependiendo del contexto.
Y aun así no podía evitar sentirse rodeado de miradas indiscretas. Los veteranos de la residencia ya conocían ese tipo de ritual, mientras que a los novatos se les avisaba de improvisto para que no molestaran.
Todos respetaban su espacio de tranquilidad, pero era inevitable que surgieran rumores ante semejante aura de misterio. Ethan aún conociendo de su existencia, simplemente optaba por ignorarlos. No quería saber nada acerca de ellos.

Recogió las cosas, se cargó la mochila al hombro y sin dirigirse a nadie se encaminó hacia la salida. Móvil en mano volvió a consultar el tiempo de la última semana. Unos días atrás había llovido. No en el campus, si no en el lugar al que se dirigía y eso significaba, que si de por si iba a ser una jornada larga, ahora resultaría extenuante.

Y mientras el joven se perdía entre sinuosas calles, el campus empezaba a llenarse de vida. Alumnos que iban y venían entre los jardines, facultades que abrían sus puertas y timbres que anunciaban el inicio de las primeras clases.
Era viernes y eso se notaba en el ánimo colectivo de quienes deseaban disfrutar del fin de semana.  
Solo un par de horas después con las aulas abarrotadas y los profesores dando unas clases letárgicas, un silencioso móvil se encendía con la entrada de una curiosa llamada. Era, cuanto menos, infrecuente. Nohlem conocía el intento de respeto que el Londinense tenía por las clases. Si de por sí era extraño que llamase fuera de una quedada, más lo era que lo hiciera en horas lectivas.

Se sumó a la situación cuando aceptó la llamada y la primera respuesta que obtuvo fue un lastimoso balbuceo incomprensible. El intento resultó breve, acompañado de un silencio que solo se veía interrumpido por lo que parecía sonar como un ligero lloro. Le costó un segundo más el empezar a formular un inicio de conversación.

-Perdón yo… -Tras haberse calmado lo suficiente, otro silencio repentino volvió a golpear la llamada. Tratando con un éxito dudoso de contener la amalgama de emociones que recorría su garganta. Ethan apenas hablaba en un susurro, con una voz continuamente rota ante una situación que parecía superarlo-. No quiero molestar es solo… solo qué… Mierda, perdón.

No llegó a acabar. Se vio abruptamente interrumpido cuando perdió por completo la batalla y un llanto esta vez más notorio se hizo eco en la llamada. Siquiera había logrado terminar una sola frase, y la frustración que sentía le dio el último empujón que necesitaba para lograr finalizar una entre suspiros entrecortados. Que lejos de dirigirse al felino, lanzó al aire como una queja lamentable.

-Joder… ¿Dónde se silencia esta mierda?

Kanyum

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Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma

Maneki Neko - RV Gakuen - Página 6 Empty Re: Maneki Neko - RV Gakuen

26/05/23, 12:03 am
Ethan había rectificado y había rogado clemencia mientras él tomaba parte de su venganza, asi que obviamente tenía una sonrisita de victoria sobrada en la cara.

Ja. He matado al pato —y normal.

Él también estaba teniendo muerte cerebral, pero se mantenía en su rol de siempre por supervivencia. Vaya muro más mal construido; estaba teniendo demasiadas ideas, todas tan malas como darle una nalgada a Connor sin avisar, y las reacciones azoradas de Ethan le confundían. Lo ignoraba porque obviamente no podía leer sus pensamientos, pero él y el moreno compartían el mismo imperioso deseo de besarse. Pero de nuevo, no quería pegarse un tiro en el pie. La croqueta y estar así de pegados ya era uno nuevo. Llevaba ya como veinte y eso que había dejado de contarlos, encima la inmensa mayoría no escocerían hasta que llegase a casa, ahora que mientras tanto… sarna con gusto no pica.

¿Y? ¿No te gusta el puré? —le permitió sacar los brazos, donde aprovechó para tirar de la bolsa de patatas y liberarla del culo de Ethan. Apartar los ojos de su cara sonrojada fue un alivio los segundos que tardó en volver la vista a él, donde sintió el nacimiento de otra mariposa hiperactiva en su estómago. Sonrió con torpeza al oírle—. Ah. Gracias... Y perdona pero no, no, sí que se te da muy bien, tan bien como a mi el piano. Lo sé porque te he visto. Mejor lo dejamos en un empate. Yo hago la música y tú… —el corazón le dio un salto por la forma en la que Ethan comenzó a juguetear con su pelo. Santos, estaba haciendo imposible el no besarle…— y tú la bailas…

Eh, al menos había completado la frase. Cerró los ojos, dejando que los ronroneos llenasen el pequeño espacio entre ambos, e inclinó la cabeza ligeramente a un lado en busca de más caricias hasta que la palma de Ethan llegó a su mejilla. Solo separó un poco los párpados al oír aquello último, hasta que el soplido que recibió le hizo volver a cerrarlos con el morro un poco arrugado. Soltó una exhalación por la nariz a modo de risa acompañada de una nueva sonrisa. Con burla o sin ella le ilusionaba tener luz verde a enseñarle más canciones.

Hmm. Y a mi no me importaría… escuchar coreanos si con eso te puedo ver bailar. Y no lo digo a la ligera, que escuchar country para ver bailar a Connor… —hizo una mueca—. Eh. Por ahí no sé si paso más de dos veces.

Lo cierto es que aún con el margen de seguridad que había establecido seguían peligrosamente cerca. En pos de no aplastarle demasiado estaba apoyando el peso de su tronco superior sobre codo y brazo, que no es que fuera lo más incómodo o agotador, pero habiendo alternativa y por así poner remedio a sendos problemas, Nohlem se removió para ir más abajo y se dejó caer con la cabeza apoyada en el pecho de Ethan. De manera todo lo sutil e insonnora posible le dio un minúsculo beso en la sudadera antes de voltear el rostro a un lado y acomodarse. A ciegas sus manos buscaron las del inglés, y una vez dado con una de ellas la reubicó sobre su pelo en una orden bastante clara, digna de un gato malcriado: sigue.

Ethan… —caricias o no, él hablaría. Su tono era suave, acorde a la duda que tenía—. ¿Estás bien?

Con la yema de los dedos trazó pequeños círculos sobre el brazo del chico. No quería que su preocupación fuese excesiva ni matar con ella el ambiente, pero su duda era legítima. El día había empezado de una manera tan abrupta que un simple checkeo no estaba de más.

Cuando quieras repetimos este plan… Viernes o el día que sea. Ahora que si no repetimos los gansos casi mejor —rió entredientes—. Que yo así estoy en la gloria.

No se refería solo a la parte del parque, pero tal como habían ido las cosas en el cementerio no se atrevía a añadir verbalmente el visitar a su hermano. Esperaba que estuviera lo bastante implícito.
Raven

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Maneki Neko - RV Gakuen - Página 6 Empty Re: Maneki Neko - RV Gakuen

28/05/23, 06:43 pm
-Sabes que solo tienes que pedirlo, y yo te bailo cuando quieras.

Apenas levantó la voz, convirtiendo aquellas palabras en un respetuoso susurro que no quería interrumpir sus ronroneos. Escucharle era embriagador y el que se estuviera restregando contra la palma de su mano como un buen gatito solo le hizo hundirse más en aquella sensación tan reconfortante. Quería besarlo, era un ruego continuo que no entendía de contextos o miedos. Le daba igual donde. Bien podría recorrer cada lunar a besitos gentiles, o regalarle uno en la nariz en el preciso momento donde la arrugo de forma adorable. No le importaría regalarle varios en la frente o uno suave que se perdiera entre sus rizos. Nohlem estaba tan lindo que casi se le pasó por alto el que se metiera con Connor.

-Ay no… Sus bailes consisten en saltar muy fuerte y sacudir la cabeza hasta ver cuánto aguanta sin dislocarse el cuello… -Negó desde el suelo con sutileza, dejando escapar una pequeña risa a modo de quejido fingido. -Y yo, que esperaba que al quitarse la camisa nos hiciera algún bailecito sexy…

Lo peor es que no mentía. Ojala que algún dia el idiota del pelirosa apartara tanto codigo de hermandad y se dejara querer más. Ellos eran el vivo ejemplo de que era compatible darse mimos y ser amigos ¿Verdad?... Ni de broma. En el momento en el que el gato se acomodó en su pecho y alcanzó a dar con una de sus manos libres a Ethan se le salió el corazón de donde tenía que estar.

La falsa calma se convirtió en un pecho que daba pequeños brincos a cada nuevo latido, siendo esa reacción propia de un enamorado y no de un amigo que compartía cercanía con otro. Ah, qué debilidad más estúpida, no podía competir contra todo aquello que le hacía sentir el pelirrojo. Aceptó su orden y empezó a realizar caricias en su cabello. Abría y cerraba sus dedos con el cuidado de no enredarse en el mismo mientras dirigía su brazo libre a la espalda del gato. Lejos de hacer fuerza, simplemente lo dejó reposar sobre sus omóplatos, trazando pequeños círculos con la palma de su mano.

Y menos mal que ya no le miraba, porque la mueca que tuvo que poner al escuchar la pregunta era para enmarcar. Sorprendido ante lo contundente y directa que era.  

-Yo no eh… Eso, eso tiene muchos matices. -Fue lo primero que respondió, acompañado de una risa nerviosa que intentaba disipar lo inseguro que se le notaba al hablar. -Pero sí, sí vaya estoy bien. Ahora mismo sí. - Como respuesta era un poco evasiva pero al menos no mentía. En esos instantes estaba muy a gusto, en parte porque podía desentenderse del resto de sus problemas centrando toda su atención en el felino.

-Gracias por venir, de verdad… No me gusta, bueno... Meter a nadie en estos follones, ya lo siento. -Se quedó momentáneamente en silencio, pensativo mientras observaba las nubes pasar de forma lenta e irregular. ¿Estaba bien? Era una pregunta demasiado extensa como para simplemente decir Sí o No. En aquella desconexión continuaba con las caricias de una forma más pausada, acompañando el estado de ánimo sosegado del joven.

-A veces supongo que uno tiene sus bajonazos y bueno.. no se le da muy bien pues hablar de ellos… -Las palabras le salían distantes, separadas entre sí al hablar con cierto miedo, pero sobre todo culpa. No era sencillo expresar aquello en voz alta, y dudaba que pudiera aclarar mucho más en ese momento. Eso sí, decidió no quedarse ahí para no preocupar a su compañero y porque a pesar de todo era bastante optimista con el asunto. -Pero si te puedo asegurar que ahora mismo soy muy feliz, a pesar de estos momentos, lo soy. Tengo unos amigos geniales, hago lo que quiero en la escuela, a los alumnos les interesan mis talleres…

-Y tú Nohlem, tú me haces sentir que soy la persona más afortunada del planeta.  
Kanyum

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Nombre: Nohlem
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Maneki Neko - RV Gakuen - Página 6 Empty Re: Maneki Neko - RV Gakuen

29/05/23, 12:22 am
El suspiro de una risa fue su única respuesta a aquel susurro, pues la suavidad con la que sonaba su voz le desequilibraba demasiado como para articular palabra. Entre las caricias, la cercanía de Ethan y el ambiente primaveral Nohlem se encontraba en el séptimo cielo, pero no podía dejarse llevar por aquel sendero o terminaría más perdido de lo que ya estaba. Por ello trataba de no pensar, de nuevo, construyendo una muralla entre el británico y él que él mismo se encargaba de destrozar cada vez que se encontraba vagando en lo mucho que le quería.

No era justo. Cerró los ojos y apagó el corazón para disfrutar de las caricias de la manera más impersonal que podía, resguardándose en el dulce sueño que estas producían sin poder evitar que las mariposas en su estómago se volvieran avispas cada vez que pensaba en la identidad de quien se las regalaba. Al menos preocuparse por su bienestar le mantendría distraído de sí mismo. Sabía que no era una pregunta sencilla, no con el historial con el que Ethan contaba, pero le alegró que hubiera una positiva general. Después de todo el varmano por poco terminaba de reventarle el día. Cesó los círculos que estaba haciendo en su brazo para darle dos toques con un dedo como si pulsase un botón.

Eh. Nada de lo sientos. ¿Cuándo me ha importado a mi ir a clase? —rio con amargura. Por sus amigos iría siempre, pero por su propio bien y futuro… uno de cada cinco días si acaso—. No te aisles. Bueno, eh, haz lo que quieras, no soy tu padre, solo… —se corrigió al sentir que había sonado demasiado autoritario, a pesar de que su voz sonaba mullida y perezosa por la postura—. No estas solo. Puedes contar conmigo. Con nosotros. No solo estamos para los jajas.

Era un poco hipócrita por su parte, él era hermético hasta con su melliza. Tenía relaciones superficiales precisamente por el palo de gestionar sus problemas y había muchos consejos que por coraje ni siquiera quería oír, apenas había aprendido a abrirse con sus bros. En su familia estar mal era sinónimo de debilidad y la debilidad era avergonzante, pero si encima se sentía responsable e inútil de cualquier cosa que le pasara y su reflejo era actuar como si le diera igual, lo último que necesitaba era a nadie ajeno echándole la bronca. Pero por supuesto era más fácil ser el preocupado y no el preocupante. Le estrujó un poco el brazo a Ethan en señal de ánimo, sonriendo aunque no pudiera verle.

“Estar distraído” con la conversación le dio una falsa sensación de seguridad, lo que hizo que las olas le pillasen de lado. A decir verdad no contaba con ningún agradecimiento, solo esperaba un sí, no, más o menos, si acaso algo vago y poco más, pero no había sido nada mortal. Lo último, no obstante, consiguió que el enjambre en su pecho se revolviese. No esperaba… tanto. El “silencio” (su ronroneo era tal que le taladraba los tímpanos) se asentó unos segundos demasiado largos y cesó cualquier movimiento que estuviera haciendo.

¿De verdad? —dijo con un hilo de voz, tan patético que le dio vergüenza. Mierda, había un boquete en la muralla. Carraspeó y repitió la pregunta con más seguridad, en un tono más jovial—. ¿De verdad? ¿Por qué? —rio con nerviosismo camuflado. En realidad no estaba seguro de poder aguantar una respuesta: no había sido una cosa general como antes, no, había usado su nombre en específico. Estaba entrando en una planta carnívora, invocado por el olor dulzón que emitían sus palabras, palabras que guardaría como oro en paño si sobrevivía a ellas. El corazón le latía muy rápido y su respiración era lenta. Menos mal que desde ahí solo podía verle el pelo, porque no era lo único que estaba rojo—. Si solo te paso memes de mierda… y la lío. Que a ver —rio de nuevo, claramente azorado—, tampoco necesito justificación, son buenos memes de mierda. Y tú también… vosotros también me hacéis sentir muy afortunado.

No era su intención usar el plural pero el singular le quedaba demasiado grande. Le aterraba meterse en una confesión por el calor del momento y le aterraba romper la amistad, incluso si desde fuera parecían de todo menos simples colegas no se veía capaz de llevar algo serio con nadie. Ya ni siquiera por miedo al rechazo, que también (¿estaba viendo cosas donde no las había…?), sino porque desconfiaba de sí mismo. Muchísimo. Se conocía demasiado. Estaba pilladísimo del moreno pero es que para colmo también estaba pillado de Connor y el mix le hacía sentir culpable, una suma a que tampoco le había ido particularmente bien en relaciones cerradas antes. Su récord estaba en un año, pero había perdido el interés a medio camino y se había mantenido por pena, lo cual había acabado fatal. No entrar a una relación por miedo a cortar era contraproducente, pero es que no quería hacerle daño, y arruinarlo todo era tan fácil y con tan horribles consecuencias que tenía motivos para aguantarse, porque eso ya no involucraba solo a Ethan sino a todo su grupo. Aún así sentía como si le debiera algo más.

Seguro que ya lo sabes pero eres de mis mejores amigos, sino el que más. No sé si estas cosas se dicen o solo se asumen… bueno.
Raven

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Nombre: Ethan
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Maneki Neko - RV Gakuen - Página 6 Empty Re: Maneki Neko - RV Gakuen

29/05/23, 02:21 am
El primer plural lo entendió como un agradable gesto de empatía. Le estaba intentando consolar, aunque fuera de manera torpe. Recordarle que no solo tenía porque contar con él era amable de su parte, y una verdad a tener en cuenta. Ninguno de sus ¨Bros¨ habrían dudado ni un instante a la hora de consolarlo. Aquel pensamiento le agrando la tonta sonrisa que tenía en el rostro. Sentirse acompañado en algunos momentos se le hacía extremadamente difícil y el que alguien le recordara, aunque fuera obvio, cambiaba bastante su forma de sobrellevar ese tipo de situaciones.  Era un empujoncito hacía una dirección agradable, en la que de verdad podía plantearse verse vulnerable ante amigos más cercanos.

El segundo plural, en cambio, le hizo pausar lo que estaba a punto de verbalizar. Ethan acumulaba en su interior infinitud de palabras bonitas y halagos que iba a dedicar en exclusiva al gato. Una respuesta preciosa llena de amor, nostalgia y cariño en la que estaba dispuesto a enseñarle el porqué era tan especial. Palabras que se ahogaron en su garganta, pues cuando separó los labios ninguna tuvo el valor de salir y hacerse pública. Murieron atropelladas y se convirtieron en un galimatías que regresó a su interior transformado en una amalgama de dudas. Aquello que en un momento iba a ser un momento íntimo se fue convirtiendo con lentitud en un paraje hostil.

¨Eres de mis mejores amigos, si no el que más¨

Era lo justo, había jugado con fuego y como un accidente fatídico y previsible se había quemado. Aunque conocer desde el inicio el destino que le deparaba no volvía aquella comezón menos dolorosa. Seguir manteniendo el ritmo de las caricias le ardía, notaba las quemaduras que le provocaba el mero contacto sobre su piel. Su corazón antes desbocado ahora latía a un ritmo marchito, como si incluso él sufriera de aquel calor agonizante.

Y mientras su estado físico se resentía, el emocional obtenía el dolor y lo convertía en carbón para mantener la maquinaría funcionando. Con el problema de que el combustible estaba manchado y se entremezclaba de mala manera con las ideas que iban aflorando en su mente: Miedo, confusión, enfado, pena. Emociones que se agitaban, chocaban y se veían fusionadas, convertidas ahora en lenguas de fuego.

Miedo por lo que aquellas indirectas suponían, por el rechazo, por el darse cuenta de que era un amor unidireccional, miedo a salir herido otra vez, a perderlo por sus propios deseos egoístas. Confusión ante las señales contrarias, por aquel beso que para él tanto significado tenía, por la cercanía que compartían tan íntima, por aquellas miradas cargadas de afecto que parecía dedicarle solo a su persona. Enfado ante el dolor, ante el sentirse utilizado, enfado como protección ante la incertidumbre, por sentirse estúpido y creer que de verdad había existido alguna posibilidad.

Y pena. Porque la pena era el eje central. Era el pequeño Ethan que se escondía tras aquella humareda, el que se refugiaba tras el fuego y luchaba por que sus lágrimas se evaporasen antes de que salieran a la luz. El que fingía que aquel incendio ya estaba extinto y se quemaba una y otra vez cuando se creía con la valentía de intentar atravesarlo. Era el que acababa rendido y agazapado, aguardando a que de alguna manera cesara por su propia cuenta.  Pena, porque en verdad, lo que sentía era profunda pena.

Sus caricias nunca remitieron aún con el varmano parando de hacerlas. Se forzó a sonreír todavía más aunque no hubiera nadie observando, a dejarse llevar en un autoengaño del que podía hacer gala. Su mano siguió jugueteando entre los rizos, haciendo pequeñas formas en los mismos como si no fuera presente de cada punzada que significaba hacerlo.
Al fin y al cabo el estar enamorado era su propia y única responsabilidad. Ya había tenido un desliz en el cementerio y no quería hacerse responsable de otro. Su dolor era solo suyo, al igual que ellos eran solo amigos. Solo eso. Ethan dejó escapar un suspiro cargado, de los que te hinchan el pecho y te permiten renovar el aire de ambos pulmones. Limpiarlos en pos de intentar empezar de nuevo. Acompaño aquella respiración de una sutil risa y entonces decidió responder con la mayor de sus alegrías.

-Me alegro de que seamos mejores amigos.

Mintió.
Kanyum

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Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma

Maneki Neko - RV Gakuen - Página 6 Empty Re: Maneki Neko - RV Gakuen

29/05/23, 03:32 am
Y totalmente contrario al destrozo que había provocado en Ethan, a Nohlem saberse el mejor amigo de alguien le hizo ridículamente feliz. Es decir, sí, era era amigo de muchos, pero confidente de pocos, y casi siempre se trataba de un rol de una sola dirección. Rara vez salía de las incertidumbres y tonterías que algunos le contaban al compartir cama, cuando tras el contacto físico afloraban los sentimientos y la impresión de intimidad. Aunque con su grupo hubiera esa unión, verbalizarlo y por ende confirmarlo sentaba mejor. Lo hacía mutuo, personal.

Un pequeño ronroneo de emoción sonó en perfecta sintonía con la enorme sonrisa que se dibujó en su rostro. Las cosas estaban bien así. A pesar de que las avispas seguían picando mezcladas con las inquietas mariposas, aquel era un buen motivo por el que guardar las distancias y no arrepentirse de echar freno. ¿Quería más? Sí, pero valoraba demasiado su relación con Ethan para sacudir lo que estaba bien. Puede que con el tiempo aprendiese a llevarlo, o sencillamente se le terminase pasando, o… Podía autoengañarse ahora gracias a la serotonina, que después no sería tan fácil.

Yo también.

Se reacomodó con falsa pereza pues realmente estaba reactivado por la felicidad, momento en el que se dio cuenta de que se le había dormido una pierna. No quería irrumpir la paz que, según él, era conjunta, pero el hormigueo empezaba a ser intenso y quizás la excusa perfecta para apaciguar de una la metáfora de insectos que tenía danzando en la barriga. Le abrazó una última vez con fuerza, conteniéndose el darle otro beso en el mismo punto de antes y levantó la mitad de su cuerpo con la ayuda de sus brazos.

No te estoy aplastando, ¿no? —le miró, contento, mas una mueca de dolor y sorpresa le interrumpió. Al apoyar la pierna el hormigueo había empeorado—. Ay- ay ay, hostias —el dolor le sacó una carcajada agónica—. ¡Se me ha dormido una pierna-!

Con un impulso Nohlem se hizo a un lado hasta quedar tumbado bocarriba al lado de Ethan. Alzó la pierna como un robot escacharrado, sin los músculos disponibles para mantenerla en el aire, y la apoyó en el suelo con sumo cuidado. Reía y soltaba “ays” desesperados a cada rato. Para más inri acababa de mochar las patatas otra vez.

¡Joder, no, si al final esto no se lo come nadie…! —sacó la pobre bolsa de debajo suya y se la tendió al otro. Algunas patatas estaban tan machadadas que parecían comida para peces—. ¿Quieres?
Raven
Raven

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Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivación

Personajes : Ethan: Humano, Ingles/Japonés 1.75

Síntomas : En ocasiones, se le desenfocará brevemente la vista. El amuleto curativo se carga el doble de rápido a su contacto y además es más eficaz si lo usa sobre sí mismo.

Armas : Ethan Lanza partesana y una daga

Status : Ciego y cojo, el chiste se cuenta solo.

Maneki Neko - RV Gakuen - Página 6 Empty Re: Maneki Neko - RV Gakuen

11/06/23, 01:19 am
Quemaba un poco. Ver a Nohlem tan alegre por aquella afirmación quemaba. Era un sentimiento tan nuevo y vivido que aún le resultaba contradictorio y confuso, pues seguía existiendo cierta felicidad contagiada, solo que ahora se veía pisada por aquel nuevo mar de emociones. Aunque complicado, tampoco podía teñir el momento tan solo de negro con tanto matiz diferente en el ambiente. Había tonos cálidos, donde la cercanía, la amistad y el anhelo conseguían mantener una sonrisa sutil en su rostro, al igual que los había más apagados. Allí donde el amor se convertía en un triste morado y el rechazo conseguía que gestos lindos tomarán gamas más oscuras.

Aún desconocía en qué momento había cambiado su forma de mirar al gato. Que bueno los días donde su actitud de galán tan superficial conseguía alejarlo de cualquier posible interés romántico y que fatídicas las tardes como estas donde se dejaba ver con una nueva perspectiva. Nohlem tenía tantas capas que lejos quedaba ya el estúpido que solo sabía soltar fichas, joder, si es que ahora hasta le gustaba esa faceta suya. Podrían decirle uno por uno los defectos de su compañero y seguramente, tonto de él, pensaría que en el conjunto total sólo le volvían más adorable y único.
 
Nohlem se movió, interrumpiendo su cadena de pensamientos gracias al cielo. A lo que se encontró de un momento a otro mirándole fijamente, tan perdido estaba el asiático que su sonrisa se había quedado en una ladeada, presa de la confusión del momento. - Ah eh no, no te preocupes.

Por fin se apartó de su lado, siendo un dramático de cuidado. Aquel espectáculo consiguió quitarle la suficiente carga emocional como para soltar alguna risa cansada. Su actitud era más amarga, pero bien podría confundirse por un bajón emocional tras los arrebatos de cosquillas.

-Perdón mala mía, es un arma secreta que tengo. -Se atrevió a bromear aún así. Tratando de recuperar una normalidad que solo él había perdido. -Si te quedas mucho tiempo a mi lado, te pego la cojera.

En cuanto el varmano se había tirado, Ethan hizo lo contrario, incorporándose para acabar sentado sobre el mantel. En parte para evitar tenerlo tan cerca y en parte, porque tenía otra idea en mente. Antes que enamorado, era amigo y antes que amigo era cuidador. Una cualidad innata heredada directamente de su hermano.

-Anda que… esas patatas están que dan asco. Déjalas y con suerte podemos alimentar luego a las ocas como símbolo de paz. -Recortó distancias, aprovechando el viaje para apartar las patatas y quedarse sentado a su lado. Sin preguntarle nada antes de cogerle la pierna mala para dejarla descansando en su regazo.

- Y es que de verdad… No sé qué haríais si no estuviéramos ni Rick, ni yo en el grupo… - Esto último vino acompañado de un suspiro propio de un padre, mientras remangaba el pantalón de Nohlem para con cuidado llevar ambas manos a la pantorrilla del joven. Otra cosa no, pero el londinense controlaba esa zona bastante bien, así que con cuidado empezó a masajearla. Sus yemas apretaban sin llegar a hacer daño, trazando formas varias con la maestría propia de quien se tenía que ejercitar la pierna mala a diario.

Era un gesto propio de su lado más cuidador, agradeciendo esa distracción para ignorar cualquier pinchazo emocional que le estuviera afectando. No era del todo convincente pues el malestar seguía presente, pero al menos podía ocultarlo tras esa tarea donde solo quería ayudar al que era su… no termino la frase. Se volvió a centrar en la pierna que tenía delante y lo bonito que estaba el parque aquel día.

-Hmm aunque si quieres saco los mochis, que te aseguro que saben bastante mejor que el puré de patatas ese.
Kanyum
Kanyum

Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
Nohlem: varmano granta. 1’69m
Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m

Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.

Status : Prrrr prrrrr

Maneki Neko - RV Gakuen - Página 6 Empty Re: Maneki Neko - RV Gakuen

10/07/23, 02:43 pm
Nohlem se lo pensó dos veces antes de hacer ninguna broma sobre la cojera de Ethan por si acaso metía la pata -vaya-, algo que por lo visto no podía dejar de hacer ese día.

Creo que no eres el único que tiene esa habilidad. Sino no me explico como se me he pegado ser tan tonto como Colmillo. Yo creo que antes no era así… —el varmano dejó de mirar al cielo para observar a Ethan incorporarse y apartarse, con el leve pinchazo de la incertidumbre de que algo iba mal. Parecía cansado, lo cual era lógico, pero… —. ¡Ah no! ¡No me acerco a otra oca en mi vida, ni de broma chico! Como vayamos con la bolsa son capaces de comerse el plástico en lugar de las patatas y que sé yo, perseguirnos todo el camino al campus. ¡Ay! ¡Oye!

El hormigueo se intensificó cuando Ethan le agarró al pierna, al que por una milésima de segundo observó con intención de quejarse hasta que el masaje mató todos sus males.

Aaah, vale, vale vale… —y con un pequeño ronroneo por el gusto se relajó, dejando la cabeza en blanco y los ojos cerrados con una risa entredientes—. Pues seguramente Connor me habría matado por pijo y le habrían metido en la cárcel con cadena perpetua… y Colmillo se habría asfixiado con una galleta para perros… Así que gracias, supongo.

Su pecho se desinchó con un resoplido alegre, una alegría que escapó junto su aliento. Había abierto los ojos para observar de refilón al moreno, sin saber si estaba concentrado o perdido en pensamientos. Aquel pinchazo se hizo un poco más fuerte, como si la desagradable tensión de su pierna estuviera subiendo por su estómago en forma de ansiedad, leve pero insistente.

Eh, no… Son tuyos, no quiero gastarte más. Igual ya mismo es hora de comer. Y a lo mejor acabo asfixiado como el ganso.

Con aquel sentimiento pequeño sentimiento intentando anidar en su pecho el varmano no se atrevería a proponer el ir tirando por miedo a que este empeorase. Dejaría que la tranquilidad y la monotonía se asentase hasta que el querer marcharse fuese natural para ambos. Seguiría dicharachero, manteniendo el equilibrio de aquel tira y afloja entre las malas y buenas experiencias del día hasta que ganase la parte más positiva, enterrando cualquier rayada que quisiera estropear la compañía del londinense o recuerdo del que arrepentirse, de esos que más tarde le harían arrugar el morro.

Una vez acabada esa suerte de “cita” la situación con Ethan empeoró, como era de esperar. La semana que siguió a aquel día fue una distante, llena de silencios incómodos entre lo dos que por suerte pasaban desapercibidos gracias a la compañía de sus amigos en común, aunque no a sus propios ojos. Si bien los primeros días Nohlem lo vio normal, no lo fue tanto según estos se alargaban. Por haber colocado una barrera todo comentario o broma cariñosa se volvía tirante, sino era esquivada o rechazada de alguna forma. Y si todavía fuera solo rechazo estaría mejor, pero cuando este se mezclaba con afecto el dolor se volvía insoportable.

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