La fiesta de la mansión - RV Gakuen
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Tak
Giniroryu
Seth
Raven
Trish
LEC
Sevent
Isma
Harek
Kanyum
14 participantes
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
La fiesta de la mansión - RV Gakuen
03/04/23, 10:22 pm
Recuerdo del primer mensaje :
La casa estaba de las últimas dentro de la urbanización privada, pero incluso si alguno no tenía la dirección exacta sería fácil saber cual de todas era. Había tantas luces encendidas dentro y fuera del edificio que brillaba en la distancia. Según se fueran acercando al destino los invitados notarían la vibración de la música en el ambiente, que dadas las dimensiones de los terrenos del resto de viviendas no debería suponer un problema para los vecinos. A pesar de ser una urbanización antigua las calles parecían totalmente nuevas, casi todas las casas eran de estilo victoriano e iban de chalets a mansiones pasando por putos palacetes, y si bien la de los hermanos no era la más grande no se quedaba atrás en impresionante: parecía una casa señorial sacada de la Habana. Las verjas eran altas pero permitían ver el interior, bordeadas de arbustos de hibiscos, palmeras y otras plantas tropicales, un inmenso sauce llorón asomaba por detrás de la construcción y el portón estaba abierto de par en par en un exceso de confianza por la seguridad del vecindario. La imagen podría parecer de otra época si le restabas que estuviera sonando Bad Bunny a todo trapo o que en la calle ya hubiera varios coches de este siglo aparcados.
En las escaleras que daban a la puerta principal Kahlo atendía a los recién llegados mientras esperaba a que todos sus invitados apareciesen. La chica estaba perfectamente maquillada para la ocasión y llevaba el pelo -teñido de blanco como ya venía siendo habitual- recogido en un elaborado moño trenzado. Vestía con una camisa blanca con rayas muy abierta (no era a posta, el primer botón estaba a la altura en la que estaría el 3er o 4to botón en una camisa normal), unos pantalones de talle alto y unos zapatos con un poco de tacón. En las orejas llevaba los aros de oro más grandes que tenía, una cadena de oro que encajaba con el escote, uno o dos anillos por cada dedo de su mano izquierda, las uñas pintadas de un rojo muy oscuro y tantísimas pulseras y brazaletes como para que cualquier gesto que hiciera con esta sonase como el trineo de Papá Noel.
Al sol le faltaba muy poco para ocultarse del todo y la brisa hacía que apuntase a ser una noche de verano perfecta… si su hermano y sus amigos no la liaban.
Y pensando en el rey de Roma, apareció detrás suya. Vestía parecido a ella, aunque había rebajado el nivel de elegancia: una camisa veraniega negra con estampados de hojas de palma y flores rojas, de momento cerrada hasta arriba, unos pantalones marrones y unas vans negras. Llevaba dos anillos en cada mano, un colgante con una moneda de oro y sus aretes de siempre. Ya tenía pintalabios en la mejilla, y por lo pronto solo en la mejilla.
—¿Cuántos faltan?
—A mi que me cuentas, Nohlem. No me has dado una lista de gente —dijo lamiéndose el pulgar para borrarle el pintalabios como si de un niño manchado de helado se tratase—. Yo estoy esperando a los míos y diciéndole a tus amigos que se ahoguen en la piscina.
—I mi qui mi cuintis Nihlim- espera, ¿les estás diciendo qué?
A Kahlo se le escapó una risa con el tono preocupado que puso.
—Solo hazme el favor de no perderte tan pronto, que la gente llega y no sabe donde estás. Y si rompen algo es responsabilidad tuya.
No me hago responsable de lo que ocurra en este tema.
La casa estaba de las últimas dentro de la urbanización privada, pero incluso si alguno no tenía la dirección exacta sería fácil saber cual de todas era. Había tantas luces encendidas dentro y fuera del edificio que brillaba en la distancia. Según se fueran acercando al destino los invitados notarían la vibración de la música en el ambiente, que dadas las dimensiones de los terrenos del resto de viviendas no debería suponer un problema para los vecinos. A pesar de ser una urbanización antigua las calles parecían totalmente nuevas, casi todas las casas eran de estilo victoriano e iban de chalets a mansiones pasando por putos palacetes, y si bien la de los hermanos no era la más grande no se quedaba atrás en impresionante: parecía una casa señorial sacada de la Habana. Las verjas eran altas pero permitían ver el interior, bordeadas de arbustos de hibiscos, palmeras y otras plantas tropicales, un inmenso sauce llorón asomaba por detrás de la construcción y el portón estaba abierto de par en par en un exceso de confianza por la seguridad del vecindario. La imagen podría parecer de otra época si le restabas que estuviera sonando Bad Bunny a todo trapo o que en la calle ya hubiera varios coches de este siglo aparcados.
En las escaleras que daban a la puerta principal Kahlo atendía a los recién llegados mientras esperaba a que todos sus invitados apareciesen. La chica estaba perfectamente maquillada para la ocasión y llevaba el pelo -teñido de blanco como ya venía siendo habitual- recogido en un elaborado moño trenzado. Vestía con una camisa blanca con rayas muy abierta (no era a posta, el primer botón estaba a la altura en la que estaría el 3er o 4to botón en una camisa normal), unos pantalones de talle alto y unos zapatos con un poco de tacón. En las orejas llevaba los aros de oro más grandes que tenía, una cadena de oro que encajaba con el escote, uno o dos anillos por cada dedo de su mano izquierda, las uñas pintadas de un rojo muy oscuro y tantísimas pulseras y brazaletes como para que cualquier gesto que hiciera con esta sonase como el trineo de Papá Noel.
Al sol le faltaba muy poco para ocultarse del todo y la brisa hacía que apuntase a ser una noche de verano perfecta… si su hermano y sus amigos no la liaban.
Y pensando en el rey de Roma, apareció detrás suya. Vestía parecido a ella, aunque había rebajado el nivel de elegancia: una camisa veraniega negra con estampados de hojas de palma y flores rojas, de momento cerrada hasta arriba, unos pantalones marrones y unas vans negras. Llevaba dos anillos en cada mano, un colgante con una moneda de oro y sus aretes de siempre. Ya tenía pintalabios en la mejilla, y por lo pronto solo en la mejilla.
—¿Cuántos faltan?
—A mi que me cuentas, Nohlem. No me has dado una lista de gente —dijo lamiéndose el pulgar para borrarle el pintalabios como si de un niño manchado de helado se tratase—. Yo estoy esperando a los míos y diciéndole a tus amigos que se ahoguen en la piscina.
—I mi qui mi cuintis Nihlim- espera, ¿les estás diciendo qué?
A Kahlo se le escapó una risa con el tono preocupado que puso.
—Solo hazme el favor de no perderte tan pronto, que la gente llega y no sabe donde estás. Y si rompen algo es responsabilidad tuya.
- Nota:
Podéis llegar ahora o haber llegado ya. Pegaos a alguien con coche o moto, sino los mellizos os pagan el taxi. Para llegar apenas serían unos 20 minutos de carretera respecto al campus, pero sin vehículo propio o alguien que les acerque no hay otra manera más rápida de acceso: está en las afueras, rodeada de bosques, campos de cultivo y otras urbanizaciones privadas igual de pijas.
Sed libres de inventaros la disposición de la casa y los npcs que haya por ahí.
Hay una piscina, un porche, un estanque con carpas a pies del sauce llorón y la sala abierta que da al jardín tiene un piano y un billar dentro. La decoración es muy art nouveau, mucha madera, plantas blabla, igualmente aquí os dejo un tablero de pinterest pa referencia.
- ♪♫♬:
- Rocavarancolia Rol
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
15/05/23, 12:58 pm
El miembro 'Harek' ha efectuado la acción siguiente: Número Aleatorio
'Dado de 100 caras' : 5
'Dado de 100 caras' : 5
- Raven
Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivación
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
15/05/23, 01:33 pm
Les estaban apaleando. Desde la comodidad de la mesa Ethan observaba en primer plano como ni el acierto de Colmillo les podía acercar a un triste empate. Menos mal que delante suyo había alguien bastante más interesante de observar. Nohlem se había acercado, apoyado en un lateral y reclamando su premio, era una situación de ensueño. Solo interrumpida por otra victoria de los rivales, Chromsa no lo sabía pero acababa de regalarle la mejor excusa para beber.
-¿Me das un segundo Darling? -Le comento por lo bajo al felino antes de incorporarse para ir a reclamar su bebida. Dejó que esta bajara por su garganta y le diera el último empujón que necesitaba en ese momento. Cuando regresó, lejos de las expectativas que Nohlem pudiera tener, no quiso apartarle de la mesa del ping pong. Al contrario, el asiatico tomó asiento sobre la misma para quedar frente a frente con él.
Ahí acomodado, con la cercanía de ambos convertida en no más que una leve brisa se le quedó mirando. Con la dulzura propia de quien no sólo siente deseo, si no también amor. Su sonrisa bailaba de forma juguetona ante la expectativa de lo que estaba por suceder, sin querer desviar la vista de aquellos ojos esmeraldas que tanto le gustaban.
Desplazó las manos a las mejillas del felino, acariciándolas con suavidad mientras cortaba el aire que les separaba. Tan cerca como para regalarle un dulce beso en el hocico, contrastando la frialdad del mismo con el calor que desprendía Ethan. Lo dejo unos segundos, disfrutando del tacto rugoso de su naricita. Antes de que con un sonoro ¨chu¨, se separarse en un gesto que reflejaba cierta picardía.
-Hmmm ¿Te vale este premio? -Comentó en bajito, siendo apenas un susurro burlón. Le encantaba jugar con la posible impaciencia que pudiera generar. Al final, sabía lo que ambos querían pero no pensaba dárselo a la primera. -¿O quizá quieres algo más? Quizá... -No quiso dejarle responder. El segundo beso se acercó peligrosamente a los labios de Nohlem. Dejando que se posaran sobre una de sus comisuras, allí donde antes se había manchado de pintalabios. Y como la primera vez, se mantuvo unos instantes que hasta a él se le hicieron eternos.
-¿No? No sé, no sé... Es que tampoco nos has regalado ningún punto... -No podía disimular las ganas que le tenía, aún queriendo fingir decepción solo le salía una sonrisa tonta, embelesado por tenerle tan cerca y perdido en los encantos del propio felino.
-Hmm aunque quizá pueda regalarte algo mejor... -Sin prisa alguna empezó a desplazar las manos del rostro del varmano hacia su cuello, en un recorrido en el que se permitía ir atrayéndolo lentamente hacia él. Abrazándose en torno a sus hombros para poner sobre el felino parte de su peso mientras se inclinaba levemente sobre la mesa. Ay, qué poco le importaba en esos momentos el juego, estaba tan perdido en aquel mar de pecas que si quiera razonaba el ambiente en el que se encontraban.
Le dedico una última mirada antes de trazar un recorrido que ya se sabía de memoria. Dejando que su atención se volviera codiciosa y sus ojos buscarán aquello que llevaban tiempo anhelando. El alcohol le ayudó a disipar cualquier duda,y sin planteárselo más le dio su premio. Le obsequió con un delicado beso.
Uno que en principio estaba destinado a ser corto. Apenas un pico donde se pudiera disfrutar del gentil roce de sus bocas, pero en cuanto eso ocurrió no hubo marcha atrás. Pues fue el propio Ethan quien se perdió en aquella suavidad que tan loco le volvía.
Y lo alargó un pelin más, con la calma de quien sabía que tenían aún toda la noche por delante. Se permitió volver a buscar un perfume que sabía que no encontraría, y explorar aquel ardor que le invadía cuando sus labios chocaban. Profundizó lo suficiente para recordar como fue el primer beso de ambos, dejando que la lentitud del mismo despertara las mismas emociones que en su día tuvo. Y con la misma sutileza con la que inició el beso, decidió romperlo al poco.
-¿Suficiente premio? O... ¿Quieres más?
Apenas tomó distancia esta vez, manteniendo el abrazo y permaneciendo tan cerca que ambos podían sentir la respiración del otro. Ethan dejó la frase en el aire, permitiendo que las palabras bailaran entre ambos. Sus mejillas ardían y él desconocía si era fruto de haber bebido o si iba en consonancia con las rápidas pulsaciones de su corazón.
Ah, que le jodieran al puto beer pong. Él ya había ganado.
-¿Me das un segundo Darling? -Le comento por lo bajo al felino antes de incorporarse para ir a reclamar su bebida. Dejó que esta bajara por su garganta y le diera el último empujón que necesitaba en ese momento. Cuando regresó, lejos de las expectativas que Nohlem pudiera tener, no quiso apartarle de la mesa del ping pong. Al contrario, el asiatico tomó asiento sobre la misma para quedar frente a frente con él.
Ahí acomodado, con la cercanía de ambos convertida en no más que una leve brisa se le quedó mirando. Con la dulzura propia de quien no sólo siente deseo, si no también amor. Su sonrisa bailaba de forma juguetona ante la expectativa de lo que estaba por suceder, sin querer desviar la vista de aquellos ojos esmeraldas que tanto le gustaban.
Desplazó las manos a las mejillas del felino, acariciándolas con suavidad mientras cortaba el aire que les separaba. Tan cerca como para regalarle un dulce beso en el hocico, contrastando la frialdad del mismo con el calor que desprendía Ethan. Lo dejo unos segundos, disfrutando del tacto rugoso de su naricita. Antes de que con un sonoro ¨chu¨, se separarse en un gesto que reflejaba cierta picardía.
-Hmmm ¿Te vale este premio? -Comentó en bajito, siendo apenas un susurro burlón. Le encantaba jugar con la posible impaciencia que pudiera generar. Al final, sabía lo que ambos querían pero no pensaba dárselo a la primera. -¿O quizá quieres algo más? Quizá... -No quiso dejarle responder. El segundo beso se acercó peligrosamente a los labios de Nohlem. Dejando que se posaran sobre una de sus comisuras, allí donde antes se había manchado de pintalabios. Y como la primera vez, se mantuvo unos instantes que hasta a él se le hicieron eternos.
-¿No? No sé, no sé... Es que tampoco nos has regalado ningún punto... -No podía disimular las ganas que le tenía, aún queriendo fingir decepción solo le salía una sonrisa tonta, embelesado por tenerle tan cerca y perdido en los encantos del propio felino.
-Hmm aunque quizá pueda regalarte algo mejor... -Sin prisa alguna empezó a desplazar las manos del rostro del varmano hacia su cuello, en un recorrido en el que se permitía ir atrayéndolo lentamente hacia él. Abrazándose en torno a sus hombros para poner sobre el felino parte de su peso mientras se inclinaba levemente sobre la mesa. Ay, qué poco le importaba en esos momentos el juego, estaba tan perdido en aquel mar de pecas que si quiera razonaba el ambiente en el que se encontraban.
Le dedico una última mirada antes de trazar un recorrido que ya se sabía de memoria. Dejando que su atención se volviera codiciosa y sus ojos buscarán aquello que llevaban tiempo anhelando. El alcohol le ayudó a disipar cualquier duda,y sin planteárselo más le dio su premio. Le obsequió con un delicado beso.
Uno que en principio estaba destinado a ser corto. Apenas un pico donde se pudiera disfrutar del gentil roce de sus bocas, pero en cuanto eso ocurrió no hubo marcha atrás. Pues fue el propio Ethan quien se perdió en aquella suavidad que tan loco le volvía.
Y lo alargó un pelin más, con la calma de quien sabía que tenían aún toda la noche por delante. Se permitió volver a buscar un perfume que sabía que no encontraría, y explorar aquel ardor que le invadía cuando sus labios chocaban. Profundizó lo suficiente para recordar como fue el primer beso de ambos, dejando que la lentitud del mismo despertara las mismas emociones que en su día tuvo. Y con la misma sutileza con la que inició el beso, decidió romperlo al poco.
-¿Suficiente premio? O... ¿Quieres más?
Apenas tomó distancia esta vez, manteniendo el abrazo y permaneciendo tan cerca que ambos podían sentir la respiración del otro. Ethan dejó la frase en el aire, permitiendo que las palabras bailaran entre ambos. Sus mejillas ardían y él desconocía si era fruto de haber bebido o si iba en consonancia con las rápidas pulsaciones de su corazón.
Ah, que le jodieran al puto beer pong. Él ya había ganado.
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
15/05/23, 03:01 pm
—Yo que sé, tampoco tengo tanta puntería —con el comentario de Amira y el abrazo se puso modesto, sin parecerlo demasiado con la enorme sonrisa que se le dibujó. Estaban en una racha increíble y ya se encontraba encendido por el juego que acaban de descubrir.
Parecía ser que al fin acertó alguien del equipo enemigo. El chico con cola rayada y pelo verde encestó, el pegaso celebró su éxito aplaudiendo un poquillo por lo bajo y lo más importante después de cinco vasos encima: venía otro.
Se tomó el vaso, aceptando ese puntito del equipo contrario bebiendo con energía. Adam iba regular en este punto, estaba bien pero empezaba a notar los efectos del alcohol algo mareado por ello. Lo intentaba disimular un poco meneando su cuerpo al ritmo de la música de fondo.
—¡O-ou! —el grandote con crestas, apodado “crestitas” por Amira, falló para dar al pegaso en todo el torso. Era una pelotita, una cosa muy leve, pero fue más la impresión que le hizo botar en el sitio y soltar un sonido bastante aleatorio. Lo bueno es que había un vacileo bastante sano entre su amiga y Connor, estando tranquilo de que ese pique inicial haya evolucionado para bien.
Ahí el asunto empezó a escalar de una forma… curiosa. Connor comenzó a hablar por lo bajo con aquel chico que iba mas bien enseñando mucha carne, el chico que Adam no paraba de mirar de vez en cuando por lo mucho que le llamaba la atención. Contra todo pronóstico, cosa que pilló al pegaso con la guardia baja, Ethan fue muy, muy provocativo con Nohlem y Adam se sonrojó no poco. Necesitaba una copa, un chupito o algo cuando estaba calentándose el asunto y fue por ello que el hermano de Kahlo falló. Adam fue detrás de Amira, pidiendo permiso a Colmillo para pillar uno de esos vasos aun con la incomodidad en el pecho. Fue bebiendo ese fuerte combinado, no sabía si estaba bueno, malo, no tenía ni idea pero ya se fue columpiando, quizás demasiado.
Soltando un suspiro, bastante más mareado cuando llevaba medio combinado dentro del cuerpo, observó el resto de rondas. No hablaba demasiado, quería no-ver a Ethan y se sonrojaba mucho. Por momentos se imaginó en esas ropas, ¿cómo le quedaría? ¿Le gustaría a Chr-? ¡¿Por qué pensaba eso?! Suspiró aun más fuerte cuando Colmillo acertó, debían aceptar las consecuencias y otro vaso para dentro.
Chromsa parecía tener una buena racha, acertó y con los brazos en alto se le acercó para celebrar y Adam, ni corto ni perezoso, lo agarró por la cintura y lo alzó dando una vuelta con toda la fuerza que su cuerpo le permitía, bajándolo al terminar.
—¡JAJAJAJA! ¡JAJAJAJAJAJAJAAAA! —se le escapó una carcajada tontísima, muy alta para ser él—. ¡JAJA, jajaa! P-perdón, bueno, ¿me toca?
Yendo no demasiado recto, meneando la cabeza al son de la música, fue a la mesa con la pelota preparada en su mano. Ethan no paraba con Nohlem, quería morirse de vergüenza ahí en medio pero se intentó concentrar aun con el espectáculo salido de una revista erótica.
1-35: acierta (-5 por el pelotazo que va llevando encima)
36-84: falla
85-100: mete en propia (+5 por la “distracción” de Ethan)
La tiró con toda la precisión que le permitía su vista medio nublada para fallar estrepitosamente.
—¡Blyat! ¡Curva! —se lamentó con los brazos en la cabeza, yendo a su equipo— Per- *hip* -Perdón chicos, la cagué.
Como era de tez blanquecina, se le notaba una línea difusa en su rostro de color rojo adornando su expresión exageradamente triste.
No iba del derecho del todo.
Parecía ser que al fin acertó alguien del equipo enemigo. El chico con cola rayada y pelo verde encestó, el pegaso celebró su éxito aplaudiendo un poquillo por lo bajo y lo más importante después de cinco vasos encima: venía otro.
Se tomó el vaso, aceptando ese puntito del equipo contrario bebiendo con energía. Adam iba regular en este punto, estaba bien pero empezaba a notar los efectos del alcohol algo mareado por ello. Lo intentaba disimular un poco meneando su cuerpo al ritmo de la música de fondo.
—¡O-ou! —el grandote con crestas, apodado “crestitas” por Amira, falló para dar al pegaso en todo el torso. Era una pelotita, una cosa muy leve, pero fue más la impresión que le hizo botar en el sitio y soltar un sonido bastante aleatorio. Lo bueno es que había un vacileo bastante sano entre su amiga y Connor, estando tranquilo de que ese pique inicial haya evolucionado para bien.
Ahí el asunto empezó a escalar de una forma… curiosa. Connor comenzó a hablar por lo bajo con aquel chico que iba mas bien enseñando mucha carne, el chico que Adam no paraba de mirar de vez en cuando por lo mucho que le llamaba la atención. Contra todo pronóstico, cosa que pilló al pegaso con la guardia baja, Ethan fue muy, muy provocativo con Nohlem y Adam se sonrojó no poco. Necesitaba una copa, un chupito o algo cuando estaba calentándose el asunto y fue por ello que el hermano de Kahlo falló. Adam fue detrás de Amira, pidiendo permiso a Colmillo para pillar uno de esos vasos aun con la incomodidad en el pecho. Fue bebiendo ese fuerte combinado, no sabía si estaba bueno, malo, no tenía ni idea pero ya se fue columpiando, quizás demasiado.
Soltando un suspiro, bastante más mareado cuando llevaba medio combinado dentro del cuerpo, observó el resto de rondas. No hablaba demasiado, quería no-ver a Ethan y se sonrojaba mucho. Por momentos se imaginó en esas ropas, ¿cómo le quedaría? ¿Le gustaría a Chr-? ¡¿Por qué pensaba eso?! Suspiró aun más fuerte cuando Colmillo acertó, debían aceptar las consecuencias y otro vaso para dentro.
Chromsa parecía tener una buena racha, acertó y con los brazos en alto se le acercó para celebrar y Adam, ni corto ni perezoso, lo agarró por la cintura y lo alzó dando una vuelta con toda la fuerza que su cuerpo le permitía, bajándolo al terminar.
—¡JAJAJAJA! ¡JAJAJAJAJAJAJAAAA! —se le escapó una carcajada tontísima, muy alta para ser él—. ¡JAJA, jajaa! P-perdón, bueno, ¿me toca?
Yendo no demasiado recto, meneando la cabeza al son de la música, fue a la mesa con la pelota preparada en su mano. Ethan no paraba con Nohlem, quería morirse de vergüenza ahí en medio pero se intentó concentrar aun con el espectáculo salido de una revista erótica.
1-35: acierta (-5 por el pelotazo que va llevando encima)
36-84: falla
85-100: mete en propia (+5 por la “distracción” de Ethan)
La tiró con toda la precisión que le permitía su vista medio nublada para fallar estrepitosamente.
—¡Blyat! ¡Curva! —se lamentó con los brazos en la cabeza, yendo a su equipo— Per- *hip* -Perdón chicos, la cagué.
Como era de tez blanquecina, se le notaba una línea difusa en su rostro de color rojo adornando su expresión exageradamente triste.
No iba del derecho del todo.
- Rocavarancolia Rol
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
15/05/23, 03:01 pm
El miembro 'Isma' ha efectuado la acción siguiente: Número Aleatorio
'Dado de 100 caras' : 59
'Dado de 100 caras' : 59
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
16/05/23, 02:33 am
Entre risas y bebidas la noche estaba resultando muy entretenida y caótica, las mejillas oscuras del belga ya empezaban a encenderse por el efecto del alcohol cuando comenzó a entender y descubrir muchas cosas jugosas en tan poco tiempo.
En primer lugar les estaban dando una soberana paliza. Amira era una puta crack y como se levantara a las lesbianas de la fiesta con la misma habilidad con la que acertaba en los vasos la chica no saldría soltera de allí, con compañera fogosa o no. Además, su equipo no se quedaba atrás y aquella pareja de chicos de fácil sonrojo resultaron ser muy buenos. Pensó en lo gracioso que era verles interactuar entre ellos de manera tan tierna. ¿Y quién era el tío de ojos de colores tan guapo que llegó después?
En segundo lugar su grupo era patético y solo él anotó un tanto. Al menos descubrió que Connor podía ser más enrollado de lo que pensaba, pero eso no cambiaba su cara de perro rabioso de vez en cuando. Se preguntó si era porque trataba de enrollarse con dos de sus amigos, aunque pronto Ethan quedó descartado del tirón cuando vio el juego que se traían entre él y Nohlem. Pasito atrás, terreno resbaladizo. Se preocupó un poco por su colega felino, aquella cara bonita y ese acento británico tenía pinta de darle algún disgusto. Algunas rosas pinchaban. Aún así celebró el beso, con cara de burla y la extraña sensación de no saber quién deseaba ser de los dos en ese momento.
Lo que le había dejado completamente fuera de juego en cambio fue la entrada abrupta hacía ya un rato de una chica pájaro a la que no conocía. En otros momentos la tacharía de maleducada, pero no podía agradecerle más que despertara un poco a Colmillo, quien no sabía por donde le venia el aire. Tayron sintió tanta vergüenza que quiso que se lo tragara la tierra y por primera vez en mucho tiempo alguien había provocado que se le notara en la cara, rojo por el apuro. No permitiría que se le viese porque su ego tenía vida propia, así que actuó con su mayor versión de fuckboy y le dijo al muchacho "por qué, quieres que ligue contigo"?. La realidad es que descubrió que le importaba mucho lo que respondiera, pero no hubo ningún indicativo excepto que terminó por ofrecerle su combinación especial. Quiso creer que era su manera de acercarse a él. Eso era demasiado mono para la gente a la que estaba acostumbrado y sintió un pellizquito en el pecho que decidió ignorar por su propio bien.
A partir de ahí Colmillo no paró de guiñarle el ojo y Tayron no podía creer que alguien tan torpe ligando pudiera parecerle atractivo. Estaba incluso bloqueado por su personalidad tan dispar y su respiración se entrecortó cuando de pronto lo tuvo encima, con las piernas rodeando su cintura y los brazos apoyados para sostenerse sobre él.
—¡Ehhhhhh vaqueroooooo! —esgrimió, riéndose y echándose hacia atrás para compensar el equilibrio. Por suerte se bajó pronto porque no habría podido mantener la concentración con su rostro tan cerca. ¿Qué había sido eso? ¿Estaba jugando con él? ¿Le estaba vacilando? ¿Por qué le ponía más que le vacilara de esa forma?— ¿Pero quién te dijo que te bajaras de la atracción? Tú sigue echando moneditas e igual te doy un ruedo —vale, ahí estaba, el Tay ligón y que mantenía el control de nuevo, menos mal.
Volviendo al presente Tayron alucinaba con lo que veían sus ojos amarillos. Ethan y Nohlem se habían besado. El belga barrió con la mirada a todos los presentes, buscando quizá diferentes reacciones. Por su parte solo silbó para apoyarles y jalear el ambiente, y al final se decantó por impresionar a Colmillo con uno de sus tiros. Dio un último trago, antes de acercarse con descaro hacia él y ponerse a su lado para decir:
—Ehm... lo de antes no ha estado mal, si acierto no me importaría que reaccionases como antes —y efectuó el lanzamiento.
Quizá la presión, los nervios, o que ya le picaban los ojos provocaron que la bola no solo no se acercara hacia su objetivo, si no que se perdió en la distancia sin tocar la superficie de la mesa. Chasqueó la lengua, contrariado por su mala suerte haciéndose el machito.
—¡Mierda! —dijo, mirando de reojo a Ethan y Nohlem y tratando de evitar la mirada de Colmillo—. ¿Y si cambiamos de juego? ¿Prueba o verdad? Ya que algunos han empezado... —apostilló, dando otro trago y sacando la lengua.
1-50: Acierta
51-100: Falla
En primer lugar les estaban dando una soberana paliza. Amira era una puta crack y como se levantara a las lesbianas de la fiesta con la misma habilidad con la que acertaba en los vasos la chica no saldría soltera de allí, con compañera fogosa o no. Además, su equipo no se quedaba atrás y aquella pareja de chicos de fácil sonrojo resultaron ser muy buenos. Pensó en lo gracioso que era verles interactuar entre ellos de manera tan tierna. ¿Y quién era el tío de ojos de colores tan guapo que llegó después?
En segundo lugar su grupo era patético y solo él anotó un tanto. Al menos descubrió que Connor podía ser más enrollado de lo que pensaba, pero eso no cambiaba su cara de perro rabioso de vez en cuando. Se preguntó si era porque trataba de enrollarse con dos de sus amigos, aunque pronto Ethan quedó descartado del tirón cuando vio el juego que se traían entre él y Nohlem. Pasito atrás, terreno resbaladizo. Se preocupó un poco por su colega felino, aquella cara bonita y ese acento británico tenía pinta de darle algún disgusto. Algunas rosas pinchaban. Aún así celebró el beso, con cara de burla y la extraña sensación de no saber quién deseaba ser de los dos en ese momento.
Lo que le había dejado completamente fuera de juego en cambio fue la entrada abrupta hacía ya un rato de una chica pájaro a la que no conocía. En otros momentos la tacharía de maleducada, pero no podía agradecerle más que despertara un poco a Colmillo, quien no sabía por donde le venia el aire. Tayron sintió tanta vergüenza que quiso que se lo tragara la tierra y por primera vez en mucho tiempo alguien había provocado que se le notara en la cara, rojo por el apuro. No permitiría que se le viese porque su ego tenía vida propia, así que actuó con su mayor versión de fuckboy y le dijo al muchacho "por qué, quieres que ligue contigo"?. La realidad es que descubrió que le importaba mucho lo que respondiera, pero no hubo ningún indicativo excepto que terminó por ofrecerle su combinación especial. Quiso creer que era su manera de acercarse a él. Eso era demasiado mono para la gente a la que estaba acostumbrado y sintió un pellizquito en el pecho que decidió ignorar por su propio bien.
A partir de ahí Colmillo no paró de guiñarle el ojo y Tayron no podía creer que alguien tan torpe ligando pudiera parecerle atractivo. Estaba incluso bloqueado por su personalidad tan dispar y su respiración se entrecortó cuando de pronto lo tuvo encima, con las piernas rodeando su cintura y los brazos apoyados para sostenerse sobre él.
—¡Ehhhhhh vaqueroooooo! —esgrimió, riéndose y echándose hacia atrás para compensar el equilibrio. Por suerte se bajó pronto porque no habría podido mantener la concentración con su rostro tan cerca. ¿Qué había sido eso? ¿Estaba jugando con él? ¿Le estaba vacilando? ¿Por qué le ponía más que le vacilara de esa forma?— ¿Pero quién te dijo que te bajaras de la atracción? Tú sigue echando moneditas e igual te doy un ruedo —vale, ahí estaba, el Tay ligón y que mantenía el control de nuevo, menos mal.
Volviendo al presente Tayron alucinaba con lo que veían sus ojos amarillos. Ethan y Nohlem se habían besado. El belga barrió con la mirada a todos los presentes, buscando quizá diferentes reacciones. Por su parte solo silbó para apoyarles y jalear el ambiente, y al final se decantó por impresionar a Colmillo con uno de sus tiros. Dio un último trago, antes de acercarse con descaro hacia él y ponerse a su lado para decir:
—Ehm... lo de antes no ha estado mal, si acierto no me importaría que reaccionases como antes —y efectuó el lanzamiento.
Quizá la presión, los nervios, o que ya le picaban los ojos provocaron que la bola no solo no se acercara hacia su objetivo, si no que se perdió en la distancia sin tocar la superficie de la mesa. Chasqueó la lengua, contrariado por su mala suerte haciéndose el machito.
—¡Mierda! —dijo, mirando de reojo a Ethan y Nohlem y tratando de evitar la mirada de Colmillo—. ¿Y si cambiamos de juego? ¿Prueba o verdad? Ya que algunos han empezado... —apostilló, dando otro trago y sacando la lengua.
1-50: Acierta
51-100: Falla
- Rocavarancolia Rol
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
16/05/23, 02:33 am
El miembro 'Aes' ha efectuado la acción siguiente: Número Aleatorio
'Dado de 100 caras' : 97
'Dado de 100 caras' : 97
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mental
Personajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
16/05/23, 12:30 pm
Maila sonrió asintiendo con la cabeza, cuando Kahlo dijo que compensaría a Fleur cuando volviera. Aquella frase tenía tantas implicaciones... y ninguna era mala. Aquello hizo que la hawaiana se pusiera más nerviosa, imaginándose la escena que estaban protagonizando pero con la francesa ocupando su propio lugar... Las "quejas" de la varmana solo la incitaban a seguir acariciando su piel, para hacer salir más de esos agradables ronroneos que a esas alturas estaban volviendo loca a Maila.
Y de repente la felina la besó. A pesar de que esperaba que ocurriera algo como eso, la chica recibió el beso con sorpresa. Al fin y al cabo, ¡Kahlo la estaba besando! Eso no era algo que pasara todos los días ni a cualquiera. Se trataba de la elegante Kahlo, por quien suspiraban muchos chicos y chicas del campus. Y en aquel momento ahí estaba, ¡con ella! Maila se dejó llevar con facilidad y respondió con la misma intensidad a sus besos, moviéndolos contra los suyos. Su mano derecha pasó de posarse en su barbilla a acabar en su cadera, disfrutando de la cercanía de ambas, mientras su mano izquierda seguía acariciando su mejilla y su pelo de forma automática. En realidad se trataba de un movimiento inconsciente, porque en esos instantes en la cabeza de Maila solo había espacio para los labios de Kahlo.
Cuando la varmana se separó Maila abrió los ojos, deseando que volviera a recuperar la distancia perdida. Soltó una leve risa por la situación y por escuchar un nuevo ronroneo de Kahlo, después se acarició el labio donde segundos antes habían estado los de su amiga.
-No pares...ahora no pares.- Le pidió a Kahlo sin dejar de mirarla con la intensidad propia de alguien que quiere justo lo que tiene enfrente. Cuando su amiga volvió a la carga Maila respondió de nuevo con la misma intensidad, añadiendo leves mordiscos a sus labios de forma juguetona mientras seguían besándose. Ambas manos posadas en su cintura y disfrutando del contacto en su cuello que hacía la varmana.
No sabía dónde estaba Fleur, pero daba gracias por haber tenido ambas esa idea de ser más flexibles aquella noche. <<Kahlo...>> Pensó embriagada de su amiga.
Y de repente la felina la besó. A pesar de que esperaba que ocurriera algo como eso, la chica recibió el beso con sorpresa. Al fin y al cabo, ¡Kahlo la estaba besando! Eso no era algo que pasara todos los días ni a cualquiera. Se trataba de la elegante Kahlo, por quien suspiraban muchos chicos y chicas del campus. Y en aquel momento ahí estaba, ¡con ella! Maila se dejó llevar con facilidad y respondió con la misma intensidad a sus besos, moviéndolos contra los suyos. Su mano derecha pasó de posarse en su barbilla a acabar en su cadera, disfrutando de la cercanía de ambas, mientras su mano izquierda seguía acariciando su mejilla y su pelo de forma automática. En realidad se trataba de un movimiento inconsciente, porque en esos instantes en la cabeza de Maila solo había espacio para los labios de Kahlo.
Cuando la varmana se separó Maila abrió los ojos, deseando que volviera a recuperar la distancia perdida. Soltó una leve risa por la situación y por escuchar un nuevo ronroneo de Kahlo, después se acarició el labio donde segundos antes habían estado los de su amiga.
-No pares...ahora no pares.- Le pidió a Kahlo sin dejar de mirarla con la intensidad propia de alguien que quiere justo lo que tiene enfrente. Cuando su amiga volvió a la carga Maila respondió de nuevo con la misma intensidad, añadiendo leves mordiscos a sus labios de forma juguetona mientras seguían besándose. Ambas manos posadas en su cintura y disfrutando del contacto en su cuello que hacía la varmana.
No sabía dónde estaba Fleur, pero daba gracias por haber tenido ambas esa idea de ser más flexibles aquella noche. <<Kahlo...>> Pensó embriagada de su amiga.
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
17/05/23, 12:57 am
-Con que "te debo unas", ¿eh cabronazo?- Respondió el motero a sabiendas de que eso era bastante cierto. Más de una vez, cuando había salido de comisaría, había sido Ethan quien lo estaba esperando en las escaleras del edificio.- Pues debo tantas que he perdido la cuenta, joder. Te prometo que me seguiré portando como un puto angelito.- Dijo encogiéndose de hombros y una leve sonrisa que demostraban que ni siquiera iba a intentar cumplir su promesa.
Pronto Ethan siguió el plan a la perfección. Pero la verdad es que... no había sido su mejor idea. Porque el británico, como era lógico, decidió que su víctima debía ser Nohlem. Y claro, aquello era una clara agresión al pacto de hermanos que había instaurado Connor en su cabeza con todos los del grupo (ley que no se molestó en preguntar, todo sea dicho, así que tampoco es que pudiera exigir mucho). El motero frunció el ceño algo incómodo, mientras se cruzaba de brazos y apartaba la vista soltando leves gruñidos no conforme con aquello. Obviamente surtió efecto y el varmano falló su tiro, profiriendo insultos consciente del plan maestro en su contra. Aquello sí animó al motero un poco.
-¡Te jodes de nuevo!- Le dijo devolviéndole el señalamiento de dedo, mientras se reía a carcajadas. En ese momento Rick se acercó a él sacando el tema de lo que tenían sus amigos y Connor asintió con la cabeza y el ceño fruncido.- Sea lo que sea lo que tengan... más vale que lo solucionen pronto, cojones. Me está cansando verlos ir y venir todo el rato, ¿a ti no?- Le contestó a Rick a la par que observaba a Nohlem reclamar su premio al británico. Podía hacerse a la idea con el tiempo a que empezaran a salir juntos o a que mantuvieran relaciones, por mucho que le costara, pero a aquella posibilidad que odiaba se le sumaba verlos en ese constante tira y afloja emocional. Unas veces estaba raro uno, otras veces el otro o incluso los dos a la vez. Y eso lo odiaba, pero sobre todo no soportaba ver a sus amigos pasarlo mal. Por suerte Colmillo por fin acertó su tiro, distrayéndolo de aquellos pensamientos, y Connor observó con una sonrisa cómo por fin se ponía las pilas con Tayron y saltaba encima suya.
En aquel instante ocurrió lo que Connor nunca habría querido ver. Ethan le dio su puto premio a Nohlem. <<Eso no entraba dentro del plan, hijoputa>> Pensó con los ojos muy abiertos de la sorpresa y sin parar de posar su vista de ellos a Rick y Colmillo y viceversa, incapaz de creerse lo que estaba viendo en aquel instante y como si esperara que sus otros amigos le confirmaran que aquello era real. El juego y los tiros siguieron, pero Connor lo había olvidado por completo. Observando con asco aquellos besos como el típico niño pequeño que ve besarse a sus padres. Tayron sugirió cambiar de juego, pero el motero no contestó tan absorto cómo estaba. <<JODER...Ahora prefiero que hubieran seguido sin arreglar una mierda...>> Se removió inquieto, sintiendo cómo se acumulaba la ira en su interior. Una ira que venía del miedo a que aquello que estaba pasando jodiera la dinámica y el bienestar de su grupo de amigos. Por suerte o por desgracia, depende de a quién le preguntes, un par de chicos se acercaron a ver el acontecimiento a unos diez pasos de Connor.
-Oye, ¿ese de ahí no es Nohlem? Anda que ha tardado poco en liarse con alguien, joder...¿No le acababa de dar plantón una chica vestida de novia?- Preguntó uno de ellos con una bebida en su mano.
-¡Olvida a Nohlem! ¡Ese es Ethan, uno de los guías del campus! Qué fuerte tío, va a ser la comidilla durante todo el curso.- Respondió el otro.
Ambos estaban disfrutando del cotilleo y el salseo que sus amigos generaban. Aquello hizo que el jarrón dónde Connor contenía la paciencia explotara en miles de pedazos. Desde que había llegado se había contenido: cuando llegó Tayron y posteriormente Amira. Pero si ya era suficiente ver a Ethan y Nohlem enrollarse delante de él, no iba a permitir que dos extraños lo comentaran como si fuera una puta telenovela. Sobre todo porque necesitaba pagar su rabia con alguien o algo, y les acababa de tocar la jodida lotería. Connor se dio la vuelta y se encaminó hacia ellos con paso resuelto. Qué ganas tenía de lo que iba a pasar...
-¿No tenéis nada mejor que hacer, putos gilipollas?- Dijo cuando llegó hasta ellos. Ambos chicos se quedaron callados presas de la confusión y el miedo.- ¿Por qué no comentáis lo que hacen mis amigos... en mi puta cara?- El rostro de malas pulgas de Connor terminó por atemorizarlos del todo.
-Oye tío, solo estábamos bromeando un poco. Si se están liando en medio de todo el mundo, hombre, para no comentarlo...- Dijo el segundo chico, el primero había optado por permanecer callado.
-¿Crees que me importa una mierda? Tengo dos opciones, capullo: Meterle dos hostias a mis amigos por liarse entre ellos... o reventaros la cara a vosotros si seguís delante mía. No hay que ser jodidamente listos para averiguar lo que haré, ¿verdad? Así que a tomar por culo, irse cagando hostias, coño. Les ordenó con el ceño fruncido y visiblemente enfadado. Estaba pagando la frustración del momento con ellos, pero no podía darle más igual. Los dos chicos optaron por hacerle caso con asentimientos de cabeza y frases incoherentes, pero el motero no había terminado todavía y se dirigió al primero, que seguía sin hablar y llevaba un vaso en la mano.- Y tú dame tu puta bebida. Por gilipollas.- Dijo con insistentes movimientos de mano, para que se diera prisa. El chico dudó un poco pero al final se la cedió y ambos se fueron alejando de allí sin siquiera querer mirar atrás.
Connor se bebió el vaso de un solo buche sin hacer mucho caso de su contenido, lo tiró al suelo con violencia desmedida, y volvió con el grupo intentando serenarse sin éxito. Por suerte había sido un incidente algo aislado de dónde se encontraban los demás, así que a lo mejor no había levantado muchas sospechas o malas caras. Pero no podía estar seguro del todo y la verdad, le importaba una mierda en aquellos instantes. Además su cara no es que escondiera lo que sentía: una ira desenfrenada difícil de reprimir. <<Cómo se os ocurre liaros putos subnormales?>> Pensó sin dejar de observarlos desde lejos con enfado como si fuera la puta Parca. Si al final la culpa era suya por haber propuesto aquel estúpido plan de mierda.
Pronto Ethan siguió el plan a la perfección. Pero la verdad es que... no había sido su mejor idea. Porque el británico, como era lógico, decidió que su víctima debía ser Nohlem. Y claro, aquello era una clara agresión al pacto de hermanos que había instaurado Connor en su cabeza con todos los del grupo (ley que no se molestó en preguntar, todo sea dicho, así que tampoco es que pudiera exigir mucho). El motero frunció el ceño algo incómodo, mientras se cruzaba de brazos y apartaba la vista soltando leves gruñidos no conforme con aquello. Obviamente surtió efecto y el varmano falló su tiro, profiriendo insultos consciente del plan maestro en su contra. Aquello sí animó al motero un poco.
-¡Te jodes de nuevo!- Le dijo devolviéndole el señalamiento de dedo, mientras se reía a carcajadas. En ese momento Rick se acercó a él sacando el tema de lo que tenían sus amigos y Connor asintió con la cabeza y el ceño fruncido.- Sea lo que sea lo que tengan... más vale que lo solucionen pronto, cojones. Me está cansando verlos ir y venir todo el rato, ¿a ti no?- Le contestó a Rick a la par que observaba a Nohlem reclamar su premio al británico. Podía hacerse a la idea con el tiempo a que empezaran a salir juntos o a que mantuvieran relaciones, por mucho que le costara, pero a aquella posibilidad que odiaba se le sumaba verlos en ese constante tira y afloja emocional. Unas veces estaba raro uno, otras veces el otro o incluso los dos a la vez. Y eso lo odiaba, pero sobre todo no soportaba ver a sus amigos pasarlo mal. Por suerte Colmillo por fin acertó su tiro, distrayéndolo de aquellos pensamientos, y Connor observó con una sonrisa cómo por fin se ponía las pilas con Tayron y saltaba encima suya.
En aquel instante ocurrió lo que Connor nunca habría querido ver. Ethan le dio su puto premio a Nohlem. <<Eso no entraba dentro del plan, hijoputa>> Pensó con los ojos muy abiertos de la sorpresa y sin parar de posar su vista de ellos a Rick y Colmillo y viceversa, incapaz de creerse lo que estaba viendo en aquel instante y como si esperara que sus otros amigos le confirmaran que aquello era real. El juego y los tiros siguieron, pero Connor lo había olvidado por completo. Observando con asco aquellos besos como el típico niño pequeño que ve besarse a sus padres. Tayron sugirió cambiar de juego, pero el motero no contestó tan absorto cómo estaba. <<JODER...Ahora prefiero que hubieran seguido sin arreglar una mierda...>> Se removió inquieto, sintiendo cómo se acumulaba la ira en su interior. Una ira que venía del miedo a que aquello que estaba pasando jodiera la dinámica y el bienestar de su grupo de amigos. Por suerte o por desgracia, depende de a quién le preguntes, un par de chicos se acercaron a ver el acontecimiento a unos diez pasos de Connor.
-Oye, ¿ese de ahí no es Nohlem? Anda que ha tardado poco en liarse con alguien, joder...¿No le acababa de dar plantón una chica vestida de novia?- Preguntó uno de ellos con una bebida en su mano.
-¡Olvida a Nohlem! ¡Ese es Ethan, uno de los guías del campus! Qué fuerte tío, va a ser la comidilla durante todo el curso.- Respondió el otro.
Ambos estaban disfrutando del cotilleo y el salseo que sus amigos generaban. Aquello hizo que el jarrón dónde Connor contenía la paciencia explotara en miles de pedazos. Desde que había llegado se había contenido: cuando llegó Tayron y posteriormente Amira. Pero si ya era suficiente ver a Ethan y Nohlem enrollarse delante de él, no iba a permitir que dos extraños lo comentaran como si fuera una puta telenovela. Sobre todo porque necesitaba pagar su rabia con alguien o algo, y les acababa de tocar la jodida lotería. Connor se dio la vuelta y se encaminó hacia ellos con paso resuelto. Qué ganas tenía de lo que iba a pasar...
-¿No tenéis nada mejor que hacer, putos gilipollas?- Dijo cuando llegó hasta ellos. Ambos chicos se quedaron callados presas de la confusión y el miedo.- ¿Por qué no comentáis lo que hacen mis amigos... en mi puta cara?- El rostro de malas pulgas de Connor terminó por atemorizarlos del todo.
-Oye tío, solo estábamos bromeando un poco. Si se están liando en medio de todo el mundo, hombre, para no comentarlo...- Dijo el segundo chico, el primero había optado por permanecer callado.
-¿Crees que me importa una mierda? Tengo dos opciones, capullo: Meterle dos hostias a mis amigos por liarse entre ellos... o reventaros la cara a vosotros si seguís delante mía. No hay que ser jodidamente listos para averiguar lo que haré, ¿verdad? Así que a tomar por culo, irse cagando hostias, coño. Les ordenó con el ceño fruncido y visiblemente enfadado. Estaba pagando la frustración del momento con ellos, pero no podía darle más igual. Los dos chicos optaron por hacerle caso con asentimientos de cabeza y frases incoherentes, pero el motero no había terminado todavía y se dirigió al primero, que seguía sin hablar y llevaba un vaso en la mano.- Y tú dame tu puta bebida. Por gilipollas.- Dijo con insistentes movimientos de mano, para que se diera prisa. El chico dudó un poco pero al final se la cedió y ambos se fueron alejando de allí sin siquiera querer mirar atrás.
Connor se bebió el vaso de un solo buche sin hacer mucho caso de su contenido, lo tiró al suelo con violencia desmedida, y volvió con el grupo intentando serenarse sin éxito. Por suerte había sido un incidente algo aislado de dónde se encontraban los demás, así que a lo mejor no había levantado muchas sospechas o malas caras. Pero no podía estar seguro del todo y la verdad, le importaba una mierda en aquellos instantes. Además su cara no es que escondiera lo que sentía: una ira desenfrenada difícil de reprimir. <<Cómo se os ocurre liaros putos subnormales?>> Pensó sin dejar de observarlos desde lejos con enfado como si fuera la puta Parca. Si al final la culpa era suya por haber propuesto aquel estúpido plan de mierda.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
17/05/23, 09:15 am
Fleur asintió, más segura aún con sus palabras tras la confirmación de Kalna de que no sabía nada. No tenía que temer, entonces. Serena había jugado con fuego y se había quemado, eso no significaba que sus allegados tuvieran que arder en la pira.
Ante su pregunta la chica dudó, y ladeó la cabeza. La francesa redobló su atención, pensando si habría llegado a molestarla por ser impertinente. Desde su posición con una pierna apoyada en la pared solo cruzaría mirada con ella a través del espejo.
—Ya veo... —dijo, una vez le quedó claro que no había pasado la línea. Fleur sospesó lo que decir unos segundos, sin disimular que trataba de encontrar la mejor manera de abordar un camino lleno de lodo—. ¿Alguna vez has notado algo en ella que te diera la oportunidad de pensar que podríais ser algo más? —la francesa se acercó al lavabo y sacó de su bolsito un par de toallitas, se las tendió a Kalna por si esta quería limpiarse la cara o corregir un poco el maquillaje corrido. Después se apresuró a repasarse los labios con un pintalabios clarito, delineando un rosa pastel con mimo y cuidado—. Verás... Maila y yo tardamos un tiempo en afianzar lo que somos... hace unos meses nunca habría dicho que sentía algo por mí y... aquí estamos. Quizás con tu amiga no esté todo perdido.
Aunque la verdad, que se sintiera atraída por alguien que gastaba ese tipo de bromas de tan mal gusto ya le resultaba extraño. Para gusto colores.
Ante su pregunta la chica dudó, y ladeó la cabeza. La francesa redobló su atención, pensando si habría llegado a molestarla por ser impertinente. Desde su posición con una pierna apoyada en la pared solo cruzaría mirada con ella a través del espejo.
—Ya veo... —dijo, una vez le quedó claro que no había pasado la línea. Fleur sospesó lo que decir unos segundos, sin disimular que trataba de encontrar la mejor manera de abordar un camino lleno de lodo—. ¿Alguna vez has notado algo en ella que te diera la oportunidad de pensar que podríais ser algo más? —la francesa se acercó al lavabo y sacó de su bolsito un par de toallitas, se las tendió a Kalna por si esta quería limpiarse la cara o corregir un poco el maquillaje corrido. Después se apresuró a repasarse los labios con un pintalabios clarito, delineando un rosa pastel con mimo y cuidado—. Verás... Maila y yo tardamos un tiempo en afianzar lo que somos... hace unos meses nunca habría dicho que sentía algo por mí y... aquí estamos. Quizás con tu amiga no esté todo perdido.
Aunque la verdad, que se sintiera atraída por alguien que gastaba ese tipo de bromas de tan mal gusto ya le resultaba extraño. Para gusto colores.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
17/05/23, 03:55 pm
Alzó una ceja mientras Connor cuchicheaba con Ethan, con curiosidad de qué era lo que necesitaba tanto secretismo. ¿Planeaban hacer trampas? ¿Tanto les jodía perder a un juego tonto en el que además a más acertase el otro más bebías? Que mal perder tenían. Sin embargo, cuando el plan de los chicos se reveló Amira no pudo evitar una sonrisita. Aquellas trampas eran totalmente aceptables, aunque fueran solo por la reacción de Nohlem. No sabía bien qué había o no entre esos dos, pero iba a aceptar hasta las últimas el despliegue de romanticismo que había ahí.
Le pegó un trago a la bebida que le había preparado Colmillo, que estaba más fuerte de lo esperado pero que recibía bien. Apenas le importaba ya el beer pong, sobre todo porque Colmillo y Tayron también estaban lanzándose fichas a niveles muy altos y Chromsa y Adam… Bueno, sí con el abrazo y las vueltas parecía que iban a unirse a las otras parejas, después de que Adam bebiera aquello no parecía tal, porque iba borrachísimo perdido. ¡Si apenas andaba recto!
La sugerencia de jugar a prueba o verdad de Tayron no supo como recibirla. No se le pasaba eso de “algunos han empezado” y no sabía qué iba a pintar Amira en aquello cuando ellos eran todos chicos y ella demasiado lesbiana. Si al menos hubiera sido un grupo mixto no le importaría, pero se sentía extremadamente ajena a la situación, no porque el resto ligase delante de ella sino porque ese juego subía de tono muy fácil, y eso a ella no le decía nada cuando no podía disfrutar tanto como los demás.
No se le pasó por alto que Connor se apartase, ni que mantuviera una conversación que a juzgar por el lenguaje no verbal de los interlocutores fuera bastante violenta. Joder, y la cara que tenía cuando había vuelto. No sabía qué coño había pasado, pero era la primera vez en toda la noche que el pelirrosa le daba algo de miedo, aunque tampoco fuera excesivo. Cogió uno de los combinados de más que había hecho Colmillo y se acercó a Connor, ofreciéndoselo.
—Eh, tío. ¿Puedo ofrecerte algo de alcohol? —igual hacía dos minutos hubiera hecho alguna coña sobre ahogar las penas, pero no quería jugársela a que le metiera una hostia viendo el panorama.
Le dio un trago a su propio vaso. Esperaba que no se tomase aquel acercamiento a malas.
Le pegó un trago a la bebida que le había preparado Colmillo, que estaba más fuerte de lo esperado pero que recibía bien. Apenas le importaba ya el beer pong, sobre todo porque Colmillo y Tayron también estaban lanzándose fichas a niveles muy altos y Chromsa y Adam… Bueno, sí con el abrazo y las vueltas parecía que iban a unirse a las otras parejas, después de que Adam bebiera aquello no parecía tal, porque iba borrachísimo perdido. ¡Si apenas andaba recto!
La sugerencia de jugar a prueba o verdad de Tayron no supo como recibirla. No se le pasaba eso de “algunos han empezado” y no sabía qué iba a pintar Amira en aquello cuando ellos eran todos chicos y ella demasiado lesbiana. Si al menos hubiera sido un grupo mixto no le importaría, pero se sentía extremadamente ajena a la situación, no porque el resto ligase delante de ella sino porque ese juego subía de tono muy fácil, y eso a ella no le decía nada cuando no podía disfrutar tanto como los demás.
No se le pasó por alto que Connor se apartase, ni que mantuviera una conversación que a juzgar por el lenguaje no verbal de los interlocutores fuera bastante violenta. Joder, y la cara que tenía cuando había vuelto. No sabía qué coño había pasado, pero era la primera vez en toda la noche que el pelirrosa le daba algo de miedo, aunque tampoco fuera excesivo. Cogió uno de los combinados de más que había hecho Colmillo y se acercó a Connor, ofreciéndoselo.
—Eh, tío. ¿Puedo ofrecerte algo de alcohol? —igual hacía dos minutos hubiera hecho alguna coña sobre ahogar las penas, pero no quería jugársela a que le metiera una hostia viendo el panorama.
Le dio un trago a su propio vaso. Esperaba que no se tomase aquel acercamiento a malas.
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
17/05/23, 06:00 pm
Nohlem notó peligro tan pronto escuchó el “darling”. Se había apartado lo justo para no entorpecer los tiros de Colmillo y Chromsa -de verdad, los nerds estaban reventando cosa basta- pero no se movió mucho más, paralizado por la situación. Quería su recompensa por el sabotaje pero quizás no había sido la mejor idea reclamarla ahí. Incluso si no los veía sentía las miradas de sus amigos muy clavadas en ellos. Demasiado. Tampoco es que él pudiera despegar la suya de Ethan.
El ronroneo llegó casi al instante de tener las manos del chico sobre su rostro, un tiempo récord batido gracias a la espectación. Había ronroneado por tonterías mayores, pero nunca tan rápido. La forma en la que le miraba hacía que se le apagase el cerebro y le diese menos importancia a su alrededor. No obstante el premio no fue lo que esperaba y rompió a reír tan pronto Ethan se separó de su nariz. ¿Se habría conformado? Lo más probable es que no, pero la vergüenza le habría hecho callar y aguantarse. Claro que si le tiraba de la lengua al gato…
—Sabes que… —empezó una respuesta, un susurro que no llegó a ningún sitio. Ethan le interrumpió con un premio bastante mejor.
Cerró los ojos no solo para centrarse en el tacto de sus labios, tan cerca de los suyos, sino para evadirse de la realidad que los rodeaba. Ah, ya podía imaginarse la cara de Connor y el rebote que tendría que estar pillando, mierda. Tenían que estar flipando. Encima habían ido a ponerse entre los dos equipos, no había sitio más disimulado. Cuando Ethan se alejó el varmano estaba claramente perjudicado: sonreía con los ojos más que con la boca, tenía cara de tonto, las pupilas enormes y las mejillas varios tonos más oscuras de lo que normalmente eran. La vergüenza que sentía seguía siendo mortal, pero para desgracia del resto no la suficiente para frenarle. Se estaba inmunizando.
—Perdón…
No hubo comentarios inteligentes ni su típico sarcasmo, solo unas disculpas legítimas, como si de verdad se arrepintiera de no haber hecho trampas como los bobos de sus amigos. Ethan le tenía pidiendo perdón por no boicotear a su equipo. Ni siquiera pensó que había pasado el turno del británico y que el juego podía paralizarse por su culpa. Le daba igual. En especial cuando éste puso la cereza sobre el pastel.
Coordinadas con las pasaban por su cuello, sus manos le sujetaron la cadera del otro sin hacer apenas presión, haciendo gala del autocontrol que le quedaba dado el sitio en el que se encontraban. Sacó las carcajadas de quien se estuviera partiendo el culo de su cabeza a patadas y se dejó llevar. A diferencia de la primera vez que se habían besado, esta vez el desesperado era él. Cuanto más se alargaba el pico más le costaba a Nohlem mantenerse a raya. Se estaba contenido como malamente podía, exhalaba por la nariz en forma de pequeños suspiros y ronroneaba idiotizado, prendido por el silbido de alguien. Gracias al sonido de la bola que acababan de lanzar su vergüenza ascendió de nuevo, pues todavía estaban jugando con ellos en medio, pero a pesar de eso sus manos apretaron ligeramente, sin compartir ni una pizca de la calma de Ethan. Al separarse le siguió un par de centímetros, buscando de nuevo su boca ya que no había tenido suficiente ni se había aprendido de memoria la textura de su cicatriz. Solo le frenó el darle una respuesta.
—Más —susurró, difícil de oír hasta para él. No había sido su mejor beso, demasiado público. Tenía que redimirse—. Más...
No iba a separarse de él, no solo por gusto, también por usarlo como escudo con el que disimular el calorcito de más que comenzaba a acumularse en su entrepierna. Menos mal que era un caballero y sabía pensar con el cerebro en público. Sonrió con nerviosismo al romper el hechizo que unía su mirada a Ethan y chequeó tímida y rápidamente a su alrededor, sin apenas mover la cabeza. Por supuesto, la terrorífica expresión de Connor fue lo que más llamó su atención, y esta se le quedó grabada a fuego incluso si solo estuvo en ella medio segundo. Su ronroneo murió ahí. Se sintió pequeño. Que uno de sus mejores amigos y encima uno en el que tenía otro chiquito crush les mirase así... dolía, picaba y dolía otra vez. De normal Connor se salía de rango, el cabrón era puro "bro" con ellos y estar acostumbrado al rechazo debería hacerlo más fácil, pero no lo hacía, no cuando le sumaba esas cantidades de odio contenido hacia su persona. Nohlem sonrió incómodo de medio lado y sin darse cuenta atrajo a Ethan un poco más contra sí: temía perderle ahora, a pesar de que el miedo le pedía soltarle por su propio bien. En realidad no quería perder a ninguno de los dos, pero empezaba a creer que eso sería inevitable. Joder, ¿cómo es que de dos veces que se habían besado, dos se había sentido horrible después?
A medio camino del calentón y una bajona de caballo se agarró como clavo ardiente a la propuesta de Tayron. Bendito fuese, él y Amira por distraer al pelirrosa.
—¡Venga! —hablaba con una seguridad que no tenía—. ¡Verdad o reto, sí! Ayúdame a traer sillas, mamá pato.
Las sillas no estaban muy lejos, e igual que arrastró de la mano a Ethan hasta ellas arrastró unas consigo a la mesa.
El ronroneo llegó casi al instante de tener las manos del chico sobre su rostro, un tiempo récord batido gracias a la espectación. Había ronroneado por tonterías mayores, pero nunca tan rápido. La forma en la que le miraba hacía que se le apagase el cerebro y le diese menos importancia a su alrededor. No obstante el premio no fue lo que esperaba y rompió a reír tan pronto Ethan se separó de su nariz. ¿Se habría conformado? Lo más probable es que no, pero la vergüenza le habría hecho callar y aguantarse. Claro que si le tiraba de la lengua al gato…
—Sabes que… —empezó una respuesta, un susurro que no llegó a ningún sitio. Ethan le interrumpió con un premio bastante mejor.
Cerró los ojos no solo para centrarse en el tacto de sus labios, tan cerca de los suyos, sino para evadirse de la realidad que los rodeaba. Ah, ya podía imaginarse la cara de Connor y el rebote que tendría que estar pillando, mierda. Tenían que estar flipando. Encima habían ido a ponerse entre los dos equipos, no había sitio más disimulado. Cuando Ethan se alejó el varmano estaba claramente perjudicado: sonreía con los ojos más que con la boca, tenía cara de tonto, las pupilas enormes y las mejillas varios tonos más oscuras de lo que normalmente eran. La vergüenza que sentía seguía siendo mortal, pero para desgracia del resto no la suficiente para frenarle. Se estaba inmunizando.
—Perdón…
No hubo comentarios inteligentes ni su típico sarcasmo, solo unas disculpas legítimas, como si de verdad se arrepintiera de no haber hecho trampas como los bobos de sus amigos. Ethan le tenía pidiendo perdón por no boicotear a su equipo. Ni siquiera pensó que había pasado el turno del británico y que el juego podía paralizarse por su culpa. Le daba igual. En especial cuando éste puso la cereza sobre el pastel.
Coordinadas con las pasaban por su cuello, sus manos le sujetaron la cadera del otro sin hacer apenas presión, haciendo gala del autocontrol que le quedaba dado el sitio en el que se encontraban. Sacó las carcajadas de quien se estuviera partiendo el culo de su cabeza a patadas y se dejó llevar. A diferencia de la primera vez que se habían besado, esta vez el desesperado era él. Cuanto más se alargaba el pico más le costaba a Nohlem mantenerse a raya. Se estaba contenido como malamente podía, exhalaba por la nariz en forma de pequeños suspiros y ronroneaba idiotizado, prendido por el silbido de alguien. Gracias al sonido de la bola que acababan de lanzar su vergüenza ascendió de nuevo, pues todavía estaban jugando con ellos en medio, pero a pesar de eso sus manos apretaron ligeramente, sin compartir ni una pizca de la calma de Ethan. Al separarse le siguió un par de centímetros, buscando de nuevo su boca ya que no había tenido suficiente ni se había aprendido de memoria la textura de su cicatriz. Solo le frenó el darle una respuesta.
—Más —susurró, difícil de oír hasta para él. No había sido su mejor beso, demasiado público. Tenía que redimirse—. Más...
No iba a separarse de él, no solo por gusto, también por usarlo como escudo con el que disimular el calorcito de más que comenzaba a acumularse en su entrepierna. Menos mal que era un caballero y sabía pensar con el cerebro en público. Sonrió con nerviosismo al romper el hechizo que unía su mirada a Ethan y chequeó tímida y rápidamente a su alrededor, sin apenas mover la cabeza. Por supuesto, la terrorífica expresión de Connor fue lo que más llamó su atención, y esta se le quedó grabada a fuego incluso si solo estuvo en ella medio segundo. Su ronroneo murió ahí. Se sintió pequeño. Que uno de sus mejores amigos y encima uno en el que tenía otro chiquito crush les mirase así... dolía, picaba y dolía otra vez. De normal Connor se salía de rango, el cabrón era puro "bro" con ellos y estar acostumbrado al rechazo debería hacerlo más fácil, pero no lo hacía, no cuando le sumaba esas cantidades de odio contenido hacia su persona. Nohlem sonrió incómodo de medio lado y sin darse cuenta atrajo a Ethan un poco más contra sí: temía perderle ahora, a pesar de que el miedo le pedía soltarle por su propio bien. En realidad no quería perder a ninguno de los dos, pero empezaba a creer que eso sería inevitable. Joder, ¿cómo es que de dos veces que se habían besado, dos se había sentido horrible después?
A medio camino del calentón y una bajona de caballo se agarró como clavo ardiente a la propuesta de Tayron. Bendito fuese, él y Amira por distraer al pelirrosa.
—¡Venga! —hablaba con una seguridad que no tenía—. ¡Verdad o reto, sí! Ayúdame a traer sillas, mamá pato.
Las sillas no estaban muy lejos, e igual que arrastró de la mano a Ethan hasta ellas arrastró unas consigo a la mesa.
- ♪♫♬:
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
17/05/23, 09:49 pm
Le daba igual si Fleur tenía o no dudas de cómo llevar la conversación, porque Kalna hubiera aceptado cualquier palabra y cualquier respuesta. El corazón había dejado de latirle como si se le saliera del pecho, y su respiración había vuelto a la normalidad, pero algunos pensamientos aún se arremolinaban en su cabeza y necesitaba hablar para distraerse. Si la francesa le hubiera preguntado cual es su color favorito le hubiera valido igual.
—No lo sé. Tampoco sé si importa —dudó unos segundos —. Quiero decir… me gusta, pero no es la única persona que me gusta.
No era el fin del mundo si no le correspondía, aunque tenía claro que el miedo al rechazo era lo que había terminado de provocar todo aquello. Claro que el motivo real había sido lo que pensaban Nohlem y Kahlo de ella, pero aquello no la habría llevado a tener un ataque de ansiedad por si mismo.
Sonrió con amabilidad ante las últimas palabras de la francesa. No necesitaba aquel consuelo, pero iba a aceptarlo. Porque quería, porque necesitaba que su mente recordase eso de que no todo tenía por qué estar perdido.
Agradeció las toallitas con una sonrisa y se limpió lo mejor que pudo las zonas corridas del maquillaje. Al menos había aguantado bastante bien al ser waterproof. Una vez lo hubo arreglado lo mejor que pudo, sacó el eyeliner del bolso y se lo retocó, con cuidado. Seguía teniendo los ojos rojos, pero al menos tenía mejor aspecto. Así solo parecía que había llorado, no que había tenido una crisis nerviosa.
—Gracias por hablar conmigo, lo necesitaba —estaba siendo plenamente sincera, de verdad que no sabía que habría hecho si no se hubiera cruzado con Fleur. «Casi como un ángel caído del cielo».
—No lo sé. Tampoco sé si importa —dudó unos segundos —. Quiero decir… me gusta, pero no es la única persona que me gusta.
No era el fin del mundo si no le correspondía, aunque tenía claro que el miedo al rechazo era lo que había terminado de provocar todo aquello. Claro que el motivo real había sido lo que pensaban Nohlem y Kahlo de ella, pero aquello no la habría llevado a tener un ataque de ansiedad por si mismo.
Sonrió con amabilidad ante las últimas palabras de la francesa. No necesitaba aquel consuelo, pero iba a aceptarlo. Porque quería, porque necesitaba que su mente recordase eso de que no todo tenía por qué estar perdido.
Agradeció las toallitas con una sonrisa y se limpió lo mejor que pudo las zonas corridas del maquillaje. Al menos había aguantado bastante bien al ser waterproof. Una vez lo hubo arreglado lo mejor que pudo, sacó el eyeliner del bolso y se lo retocó, con cuidado. Seguía teniendo los ojos rojos, pero al menos tenía mejor aspecto. Así solo parecía que había llorado, no que había tenido una crisis nerviosa.
—Gracias por hablar conmigo, lo necesitaba —estaba siendo plenamente sincera, de verdad que no sabía que habría hecho si no se hubiera cruzado con Fleur. «Casi como un ángel caído del cielo».
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
18/05/23, 12:36 am
La fiesta llevaba muy poco tiempo empezada. No había llegado a enseñarles ni a Maila ni a Fleur el jardín, ni la piscina, ni el porche, los sitios donde estaba la verdadera fiesta, pero a este paso no se abandonando el pasillo, no cuando ninguna de estas cosas se le pasaban por la cabeza en ese mismo instante. En su realidad solo existían la hawaiiana y ella, así como Fleur en su deseo más profundo de que apareciera. Un par de chicos perdidos que acababan de llegar y vagaban por la casa en busca del jardín fue lo máximo que logró entrar en su burbuja, haciéndola solo un poco consciente de que, sí, seguían en un pasillo. Pero le importaban un comino, en especial cuando el ruego de Maila se repetía en su mente como un mantra. “No pares, ahora no pares”.
¿Se iba a arrepentir de aquello? Quizás. ¿Iba a ser capaz de mirar a Maila a los ojos cuando se separasen? Improbable. ¿Quería que siguiera mordiéndola? Por el amor de todos los Santos, sus ojos ahogados y los árboles sagrados en los que habían marchitado sus cuerpos, sí. Imitó a la chica, posiblemente más experimentada que ella en el arte de besar, y le devolvió un pequeño tirón en el labio. Al tener que abrir más la boca para hacerlo el sonido de su propio ronroneo la sobresaltó. No fue un susto visible, ni siquiera decoro, pero si algo que le provocó una sonrisa y pequeños resoplidos que indicaban que quería reír.
—Hmm… —disimuló murmurando. No sirvió para cortar el ronroneo, pero al menos si el impulso. Eso sí, seguía sonriendo.
Presionó unas cuantas veces más, pasando a pequeños picos de una comisura a otra, parándose a cada centímetro que echaba a un lado. Echó el rostro atrás lo justo y necesario, sin apartar las manos de su cuello, para observar la boca de Maila y sonreír con más insistencia. Le había pintado los labios de manera desastrosa. Había huecos sin color dada la fricción, otros con demasiado color que se salía de la línea, trozos que habían sido barridos con los mordiscos… Era maquillaje de calidad, así que rezaba porque los suyos no se vieran igual. Por mucho que llevase la barra en un bolsillo del pantalón y un espejito en otro no quería molestarse por ello ahora. Para comprobarlo atacó de nuevo la comisura de Maila y se despegó: bien, dejó una buena marca color vino tinto. No conforme, volvió a dejar otra, esta vez en la barbilla. Y en el cuello. Y en el cuello otra vez… Y más cerca de la clavícula…
Sus manos descendieron a la ropa de la hawaiiana, apartándola con cuidado para no mancharla allí por donde pasaba su boca. Luego pasó al lado contrario.
¿Se iba a arrepentir de aquello? Quizás. ¿Iba a ser capaz de mirar a Maila a los ojos cuando se separasen? Improbable. ¿Quería que siguiera mordiéndola? Por el amor de todos los Santos, sus ojos ahogados y los árboles sagrados en los que habían marchitado sus cuerpos, sí. Imitó a la chica, posiblemente más experimentada que ella en el arte de besar, y le devolvió un pequeño tirón en el labio. Al tener que abrir más la boca para hacerlo el sonido de su propio ronroneo la sobresaltó. No fue un susto visible, ni siquiera decoro, pero si algo que le provocó una sonrisa y pequeños resoplidos que indicaban que quería reír.
—Hmm… —disimuló murmurando. No sirvió para cortar el ronroneo, pero al menos si el impulso. Eso sí, seguía sonriendo.
Presionó unas cuantas veces más, pasando a pequeños picos de una comisura a otra, parándose a cada centímetro que echaba a un lado. Echó el rostro atrás lo justo y necesario, sin apartar las manos de su cuello, para observar la boca de Maila y sonreír con más insistencia. Le había pintado los labios de manera desastrosa. Había huecos sin color dada la fricción, otros con demasiado color que se salía de la línea, trozos que habían sido barridos con los mordiscos… Era maquillaje de calidad, así que rezaba porque los suyos no se vieran igual. Por mucho que llevase la barra en un bolsillo del pantalón y un espejito en otro no quería molestarse por ello ahora. Para comprobarlo atacó de nuevo la comisura de Maila y se despegó: bien, dejó una buena marca color vino tinto. No conforme, volvió a dejar otra, esta vez en la barbilla. Y en el cuello. Y en el cuello otra vez… Y más cerca de la clavícula…
Sus manos descendieron a la ropa de la hawaiiana, apartándola con cuidado para no mancharla allí por donde pasaba su boca. Luego pasó al lado contrario.
- ♪♫♬:
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
19/05/23, 02:08 pm
Si acaso era posible, las mejillas de Colmillo se colorearon más con las palabras de Tayron.
-Lo siento, yo no quería… ¡Osea, sí quería! Quiero decir… -intentó arreglar su cagada, pero haciéndolo peor, así que su mente sobrestimulada optó por callarse, sonreírle y luego girarse hacia Rick, que en ese momento le estaba animando por su tiro, para lanzarle una mirada que claramente decía “¡SÁCAME DE AQUÍ, HOSTIA PUTA!” y que, por lo que sea, su amigo no debió ver, más pendiente del siguiente tiro del equipo contrincante (“¡Se suponía que eran puto mancos! ¿Cómo están encestando todas?”), porque no le ofreció ninguna ayuda.
Aunque la distracción que su vergüenza tanto pedía no tardó en llegar, pues de un momento a otro Ethan y Nohlem se estaban liando apoyados en la mesa del beer pong. “Bueno, no era lo que buscaba, pero bien ¿supongo?” pensó confundido antes de que algo peor le distrajera.
“¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Código rojo! ¡Código jodidamente rojo! ¡Connor, no! ¡Prometiste no terminar la noche de hoy en el jodido calabozo!” gritó algo histérico en su mente, obligándose a despejar su mente embotada por el alcohol y la sexycidad.
-En seguida estoy contigo, ricura -le dijo a Tayron con la sonrisa más natural que había puesto hasta el momento, ya que su mente en ese momento estaba enfocada en sacar su móvil y escribirle algunos mensajes a Rick y no en que realmente estaba hablando con Tayron, lo que permitía que sus interacciones estuvieran libres de su nerviosismo y patetismo propio.
“Rick! Mrd, R! Az alg! Conr ba matr algn! Sbs xk sta cbreao? k pasao? k acmos?”
(¡Rick! ¡Mierda, Rick! ¡Haz algo! ¡Connor va a matar a alguien! ¿Sabes por qué está cabreado? ¿Qué ha pasado? ¿Qué hacemos?)
Después de enviar el mensaje, decidió hacer gestos hacia su amigo señalando su móvil por si lo tenía en silencio y no se había enterado. Una vez verificó que Rick se había enterado del mensaje, Colmillo se sintió más tranquilo al haber puesto al más sensato de sus amigos al mando de la crisis, y se giró de nuevo hacia Tayron.
-¡Ey! -saludó cuando se acercó como si acaso se hubieran vuelto a reencontrar después de un tiempo y él no hubiera estado mandando mensajes como desquiciado al amigo que se encontraba a un jodido metro de distancia de él.
Además, fue en ese momento en el que su mente le traicionó y mientras le daba un trago a su bebida le recordó que le había llamado “ricura”, haciendo que casi se atragantara y se le volvieran a subir los colores, si es que acaso le quedaba algún color que subir. Y, quizás precisamente porque ya no quedaba más vergüenza que tener, las siguientes palabras de Tayron le provocaron un cosquilleo agradable y simplemente asintió con una sonrisa casi soñadora a su sugerencia de volver a celebrar de la misma manera el tiro.
De hecho, se encontraba tan ensimismado en su imagen mental de cómo realmente le gustaría celebrar su victoria, que ni siquiera vio si el tiro había acertado o no y solo despertó de nuevo al escuchar las palabras de Nohlem.
-¿Eh? ¡No! ¿Por qué? ¡Había empezado a ganar! -se quejó como un niño con una rabieta, pero luego se dio cuenta de que había sido Tayron el primero en sugerir el cambio de juego y de repente, por cosas de la vida, a Colmillo también le pareció una espléndida idea-. Quiero decir, sí, claro, cambiemos de juego -comentó aclarándose la voz.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
19/05/23, 03:26 pm
A Tayron le costaba un poco aguantarse la risa cada vez que Colmillo se ponía nervioso. Le llamaba poderosamente la atención, en especial ahora que le estaba haciendo caso. Cuando vio como el rubor amenazaba su rostro al belga le dieron ganas de besarle allí mismo y pasarse todos los pasos y protocolos. No sabía si era el efecto de la bebida o qué, pero tenía ganas de hacer lo que quisiera con él.
Asintió con impresión cuando le llamó "ricura" y sintió como su ego se inflaba por momentos, emocionado porque un chico tan lindo bailara en su misma onda. Cuando su opinión dio un giro de ciento ochenta grados solo porque el juego lo había propuesto él emitió una risilla grave por lo bajo. Vaya, era un poco tonto. Y eso le ponía muchísimo. No sabía en qué lugar le dejaba ese hecho.
Tay dio dos palmas en el aire para caldear el ambiente mientras con otro vigilaba lo que Connor estaba haciendo con un pobre desgraciado. ¿Qué cojones? ¿¿¿Le había quitado la bebida??? Más le valía darse prisa para que las cosas no se fueran de madre. Cuánto antes estuvieran inmersos en el rollo mejor, así que aprovechó el momento en que Ethan y Nohlem (menos mal que se habían reactivado aunque le dolía por no poder ser la mesa en la que se sentaban para comerse la boca) iban a por sillas para explicar las normas. No le daba ningún tipo de vergüenza ser el centro de atención en ese momento, es más, estaba en su salsa.
—...Y sobre todo recordad, estamos volviendo a los trece años mentales así que no juzguemos demasiado, esto va de beber, reírse y hacer el gilipollas... ¡No os rajéis! —amenazó con un dedo acusador, claramente de broma. Con poco disimulo aprovechó para acercarse mientras tanto a Colmillo, de manera que al moverse y gesticular sus brazos se tocaban de vez en cuando. Si este se dejaba, Tay iría deslizando su suave cola poco a poco a su espalda, hasta el punto de pasársela por los hombros.
—Así que reto... —murmuró pensativo cuando eligió al chico guapo de ojos multicolores. Quiso que fuera Rick el primero para integrarle, aunque no sabía qué falta le hacía ya que estaba entre sus propios colegas. Al principio dudó en comenzar con Connor, pero tras detenerse en su estoica mirada unos segundos le dio algo de canguelo. Que pringaran sus amigos—. ¡Lo tengo! Te propongo llamar a tus padres... tienes que decirle con toda la seriedad que puedas que has dejado a una chica embarazada. Y que va a tener al bebé... y que son dos... ¡GEMELOS!.
Asintió con impresión cuando le llamó "ricura" y sintió como su ego se inflaba por momentos, emocionado porque un chico tan lindo bailara en su misma onda. Cuando su opinión dio un giro de ciento ochenta grados solo porque el juego lo había propuesto él emitió una risilla grave por lo bajo. Vaya, era un poco tonto. Y eso le ponía muchísimo. No sabía en qué lugar le dejaba ese hecho.
Tay dio dos palmas en el aire para caldear el ambiente mientras con otro vigilaba lo que Connor estaba haciendo con un pobre desgraciado. ¿Qué cojones? ¿¿¿Le había quitado la bebida??? Más le valía darse prisa para que las cosas no se fueran de madre. Cuánto antes estuvieran inmersos en el rollo mejor, así que aprovechó el momento en que Ethan y Nohlem (menos mal que se habían reactivado aunque le dolía por no poder ser la mesa en la que se sentaban para comerse la boca) iban a por sillas para explicar las normas. No le daba ningún tipo de vergüenza ser el centro de atención en ese momento, es más, estaba en su salsa.
—...Y sobre todo recordad, estamos volviendo a los trece años mentales así que no juzguemos demasiado, esto va de beber, reírse y hacer el gilipollas... ¡No os rajéis! —amenazó con un dedo acusador, claramente de broma. Con poco disimulo aprovechó para acercarse mientras tanto a Colmillo, de manera que al moverse y gesticular sus brazos se tocaban de vez en cuando. Si este se dejaba, Tay iría deslizando su suave cola poco a poco a su espalda, hasta el punto de pasársela por los hombros.
—Así que reto... —murmuró pensativo cuando eligió al chico guapo de ojos multicolores. Quiso que fuera Rick el primero para integrarle, aunque no sabía qué falta le hacía ya que estaba entre sus propios colegas. Al principio dudó en comenzar con Connor, pero tras detenerse en su estoica mirada unos segundos le dio algo de canguelo. Que pringaran sus amigos—. ¡Lo tengo! Te propongo llamar a tus padres... tienes que decirle con toda la seriedad que puedas que has dejado a una chica embarazada. Y que va a tener al bebé... y que son dos... ¡GEMELOS!.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carismaPersonajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
19/05/23, 05:44 pm
Llegó el turno de Ethan y después de la jugada de Colmillo, Rick tenía algo de esperanza en su amigo. Sin embargo, en vez del tiro lo que vio junto al motero fue como el medio inglés "arreglaba las cosas" con Nohlem. Con ojos como platos sin dar crédito a lo que tenía delante miró al resto de sus colegas para comprobar que no se lo estaba imaginando -La hostia, pues sí que se han aclarado- dijo para sí mismo de brazos cruzados.
Con aquello esperaba una respuesta de Connor, pero cuando lo único que recibió fue silencio (relativo, porque la música no dejaba sitio para eso), miró en dirección hasta donde hacía un momento estaba el grandullón, pero no estaba. Se giró para buscarlo y el chico no tardó en verlo algo alejado en una discusión con unos desconocidos que esperaba por el bien de todos que no escalara. Antes de poder hacer nada su móvil vibró y, teniendo en cuenta que solo había activado para esa noche las notificaciones para unos cuantos contactos, lo miró un momento. Colmillo. El jeroglífico que le había mandado no tenía mucho misterio para él, estaba acostumbrado. Rápidamente contestó: "No termino de estar seguro, pero me encargo de que no la líe" y avisó a su colega del mensaje con gestos por si no le había saltado la notificación. En cuanto se aseguró de que le había llegado, fue a por Connor. Tarde, pero parecía que de un modo u otro había terminado todo sin ninguna pelea de por medio.
Agradeció muchísimo que Amira echara un cable para calmarlo, cosa que mostró con una leve sonrisa para la chica antes de volver a lo importante. -Ey, tranqui... No va a romperse nada por esto, podemos con ello. Los bros somos más fuertes que cualquier mierda que llegue- le dijo en un tono calmado a Connor. Realmente se estaba lanzando un poco asumiendo que es lo que le pasaba, pero es lo que más sentido le tenía por las circunstancias. De momento, no tenía constancia de que hubiera un triángulo entre ellos, así que...
Volvieron con el resto del grupo, aunque Rick no quitaba ojo de cómo seguía el motero por si hacía falta animarlo más. Esperaba que cambiando de tema y con las bebidas pudiera ir salvándose la situación. Justo Tayron acababa de proponer un nuevo juego, al que Rick asintió. -Claro, me apunto- respondió a la idea. No es que fuera su juego favorito (era un poco rajado cuando llegaba su turno), pero siempre eran unas risas. Pilló una de las sillas que Ethan y Nohlem trajeron y se sentó con su bebida a la espera del primer desafortunado. Para desgracia de Rick, era él.
Pidió reto, esperando que Tayron no empezara fuerte siendo la primera ronda. Grave error. -Que cabronazo eres. ¿Ya tan fuerte?- dijo en un tono que se podía ver como una broma, pero que muy en el fondo se estaba cagando en lo que le esperaría en casa después de la bromita. Lo bueno era que Bob confiaba mucho en él, no lo vería capaz de aquello, pero hacerle pasar el mal trago toda la noche le dolía un poco. Esperaba que no se lo tomara a mal.
Sacó el móvil, con el número de su padre listo para marcar. -Pues allá va- anunció antes de llamar. Unos cuantos pitidos de que la línea estaba comunicando eran la respuesta de momento. -(No lo pilles, no lo pilles)- pensó tenso mientras seguía esperando. Lo cogió, claro.
-Hola ¿Rick? ¿Pasa algo?-
-Hola Bob. Va todo bien, era solo una cosa. Perdón por la hora.- Intentaba mantenerse serio y no morirse de la vergüenza.
-No pasa nada. Bueno, te escucho.- Le daba pena que fuera un buenazo, iba a ser un disgusto seguro.
El neoyorquino se movió en la silla, buscando algo incómodo las palabras: -Verás, eh... Sabes que últimamente había estado viéndome con una amiga, ¿no? De la que te he hablado alguna vez.-
-Ah. Serena, ¿no? ¿Le has hablado ya?-
La presión en la garganta de Rick se hizo enorme con tan solo esa idea. Lo aclaró al instante, con la cara totalmente roja: -¡No, no! No es ella, es otra- Siguió antes de que Bob pudiera darle el nombre de otra de las candidatas a ese puesto imaginario. -El caso es que hace un tiempo que nos llevábamos bien y... No tengo claro como pasó, pero... se quedó embarazada- le estaba costando horrores decir cada maldita palabra.
-¿Perdón? ¿Cómo que embarazada?- más que enfado, la voz de Bobo transmitía un profundo desconcierto. -¿Es una broma o va en serio?-
-Puede que parezca mentira...- esta vez la pausa fue deliberada. Parecería que seguía costándole seguir el reto (que le estaba costando), pero había aprovechado para sutilmente decirle lo que estaba pasando. Otra cosa es que fuera capaz de que le llegara el mensaje. -pero no lo es. Va a tener un bebé. Bueno... dos realmente nos dijeron, gemelos... Y vamos a seguir adelante.-
-Pero... ¿Vas... vas a ser padre? ¿Podéis de verdad llevarlo, lo habéis pensado bien?-
Las dudas y el miedo en la voz de Bob le hicieron ir terminando la llamada, no iba a poder aguantar más: -Mañana te cuento bien todo, solo quería que lo supieras con tiempo. Nos vemos mañana, ¿vale?-
-Eh, claro. Hasta mañana, Rick.-
Colgó, hecho polvo un poco por dentro, esperando que no le diera muchas vueltas y que hubiera pillado la indirecta.
-Ya está, gracias por venir a la función- dijo bromeando intentando apartar sus preocupaciones, rojo de la vergüenza. -Me toca, ¿no?- no dio tiempo a comentar demasiado la jugada cuando fue buscando con la mirada al siguiente. -(Bingo)- Así podría echarle una mano también. -Connor, ¿verdad o reto?- le señaló con la mano esperando la respuesta.
-Reto, ¿eh?- sopesó con la mano en la barbilla, pensando qué podía hacer. No tardó demasiado en encontrar algo, tal vez menos hardcore como la de Tayron. -¿Tienes por ahí la cajetilla y el mechero? Demuéstranos cuantos cigarrillos puedes fumarte a la vez sin que se te caigan de la boca.-
Con aquello esperaba una respuesta de Connor, pero cuando lo único que recibió fue silencio (relativo, porque la música no dejaba sitio para eso), miró en dirección hasta donde hacía un momento estaba el grandullón, pero no estaba. Se giró para buscarlo y el chico no tardó en verlo algo alejado en una discusión con unos desconocidos que esperaba por el bien de todos que no escalara. Antes de poder hacer nada su móvil vibró y, teniendo en cuenta que solo había activado para esa noche las notificaciones para unos cuantos contactos, lo miró un momento. Colmillo. El jeroglífico que le había mandado no tenía mucho misterio para él, estaba acostumbrado. Rápidamente contestó: "No termino de estar seguro, pero me encargo de que no la líe" y avisó a su colega del mensaje con gestos por si no le había saltado la notificación. En cuanto se aseguró de que le había llegado, fue a por Connor. Tarde, pero parecía que de un modo u otro había terminado todo sin ninguna pelea de por medio.
Agradeció muchísimo que Amira echara un cable para calmarlo, cosa que mostró con una leve sonrisa para la chica antes de volver a lo importante. -Ey, tranqui... No va a romperse nada por esto, podemos con ello. Los bros somos más fuertes que cualquier mierda que llegue- le dijo en un tono calmado a Connor. Realmente se estaba lanzando un poco asumiendo que es lo que le pasaba, pero es lo que más sentido le tenía por las circunstancias. De momento, no tenía constancia de que hubiera un triángulo entre ellos, así que...
Volvieron con el resto del grupo, aunque Rick no quitaba ojo de cómo seguía el motero por si hacía falta animarlo más. Esperaba que cambiando de tema y con las bebidas pudiera ir salvándose la situación. Justo Tayron acababa de proponer un nuevo juego, al que Rick asintió. -Claro, me apunto- respondió a la idea. No es que fuera su juego favorito (era un poco rajado cuando llegaba su turno), pero siempre eran unas risas. Pilló una de las sillas que Ethan y Nohlem trajeron y se sentó con su bebida a la espera del primer desafortunado. Para desgracia de Rick, era él.
Pidió reto, esperando que Tayron no empezara fuerte siendo la primera ronda. Grave error. -Que cabronazo eres. ¿Ya tan fuerte?- dijo en un tono que se podía ver como una broma, pero que muy en el fondo se estaba cagando en lo que le esperaría en casa después de la bromita. Lo bueno era que Bob confiaba mucho en él, no lo vería capaz de aquello, pero hacerle pasar el mal trago toda la noche le dolía un poco. Esperaba que no se lo tomara a mal.
Sacó el móvil, con el número de su padre listo para marcar. -Pues allá va- anunció antes de llamar. Unos cuantos pitidos de que la línea estaba comunicando eran la respuesta de momento. -(No lo pilles, no lo pilles)- pensó tenso mientras seguía esperando. Lo cogió, claro.
-Hola ¿Rick? ¿Pasa algo?-
-Hola Bob. Va todo bien, era solo una cosa. Perdón por la hora.- Intentaba mantenerse serio y no morirse de la vergüenza.
-No pasa nada. Bueno, te escucho.- Le daba pena que fuera un buenazo, iba a ser un disgusto seguro.
El neoyorquino se movió en la silla, buscando algo incómodo las palabras: -Verás, eh... Sabes que últimamente había estado viéndome con una amiga, ¿no? De la que te he hablado alguna vez.-
-Ah. Serena, ¿no? ¿Le has hablado ya?-
La presión en la garganta de Rick se hizo enorme con tan solo esa idea. Lo aclaró al instante, con la cara totalmente roja: -¡No, no! No es ella, es otra- Siguió antes de que Bob pudiera darle el nombre de otra de las candidatas a ese puesto imaginario. -El caso es que hace un tiempo que nos llevábamos bien y... No tengo claro como pasó, pero... se quedó embarazada- le estaba costando horrores decir cada maldita palabra.
-¿Perdón? ¿Cómo que embarazada?- más que enfado, la voz de Bobo transmitía un profundo desconcierto. -¿Es una broma o va en serio?-
-Puede que parezca mentira...- esta vez la pausa fue deliberada. Parecería que seguía costándole seguir el reto (que le estaba costando), pero había aprovechado para sutilmente decirle lo que estaba pasando. Otra cosa es que fuera capaz de que le llegara el mensaje. -pero no lo es. Va a tener un bebé. Bueno... dos realmente nos dijeron, gemelos... Y vamos a seguir adelante.-
-Pero... ¿Vas... vas a ser padre? ¿Podéis de verdad llevarlo, lo habéis pensado bien?-
Las dudas y el miedo en la voz de Bob le hicieron ir terminando la llamada, no iba a poder aguantar más: -Mañana te cuento bien todo, solo quería que lo supieras con tiempo. Nos vemos mañana, ¿vale?-
-Eh, claro. Hasta mañana, Rick.-
Colgó, hecho polvo un poco por dentro, esperando que no le diera muchas vueltas y que hubiera pillado la indirecta.
-Ya está, gracias por venir a la función- dijo bromeando intentando apartar sus preocupaciones, rojo de la vergüenza. -Me toca, ¿no?- no dio tiempo a comentar demasiado la jugada cuando fue buscando con la mirada al siguiente. -(Bingo)- Así podría echarle una mano también. -Connor, ¿verdad o reto?- le señaló con la mano esperando la respuesta.
-Reto, ¿eh?- sopesó con la mano en la barbilla, pensando qué podía hacer. No tardó demasiado en encontrar algo, tal vez menos hardcore como la de Tayron. -¿Tienes por ahí la cajetilla y el mechero? Demuéstranos cuantos cigarrillos puedes fumarte a la vez sin que se te caigan de la boca.-
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: La fiesta de la mansión - RV Gakuen
20/05/23, 12:58 pm
Connor estaba muy enfadado. Mucho. No dejaba de observar a Ethan y Nohlem desde lejos con una expresión corporal digna de la mejor imitación de Terminator. Eran...¡amigos, joder! Para él Ethan, Nohlem, Colmillo y Rick eran como los hermanos que nunca había tenido. Exactamente al mismo nivel de hermandad que sentía con sus compañeros del club. Haría lo que fuera por ellos, incluso algo con lo que no estuvieran de acuerdo pero que él supiera que era lo mejor, aunque eso los pudiera decepcionar lo haría sin dudarlo. Por eso le daba tanta rabia que estuvieran echando por la borda aquella dinámica de grupo de amigos que tanto atesoraba él.
Por suerte tanto Amira como Rick se acercaron siendo conscientes de la bomba a punto de estallar. Connor miraría a la chica con una ceja levantada y actitud hosca, sin saber en un principio adonde quería llegar, pero tan pronto como lo entendió suavizó su rostro y asintió con la cabeza.
-Joder si me hace falta algo de alcohol...-Contestó con el ceño fruncido y aceptando ese vaso. No estaba acostumbrado a hablar de sus preocupaciones personales con gente que no fueran sus amigos o los otros moteros, y por eso no lo iba a hacer ahora, pero agradeció el gesto de la chica chocando su vaso con el suyo.- Para ser una enana de mierda, me empiezas a caer de puta madre.- Le dijo con una sonrisa para picarla, y luego se bebió casi de una el vaso. Ya empezaba a notar el alcohol en el cuerpo y la verdad es que lo necesitaba. Rick por su parte decidió ser más directo y profundizar en el tema. Connor asintió a sus palabras preocupado y después puso una mano en su hombro apretando un poco, contento de que usara el término "bros".- Ojalá tengas razón, Rick...- Dijo algo apagado.
Pronto Tayron propuso un nuevo juego y en pocos segundos estuvieron en círculo y sentados en las sillas. El juego era Verdad o Reto y el peliverde no tardó en elegir a su víctima: Rick. La idea fue tan buena que el motero no pudo evitar soltar una sonora carcajada, nada más oírla, dándose un par de palmadas fuertes en la pierna.- Le has jodido bien, cabronazo.- Soltó en dirección a Tayron. Después de eso, todo el tiempo que duró la broma Connor estuvo sonriendo y soltando alguna risa por lo bajo incapaz de contenerse. Bob era un buen hombre, y se notaba que Rick había heredado y aprendido muchas cosas de él. <<Pero coño, como me estoy divirtiendo a su costa ahora mismo>>. Pensó el canadiense. Que Rick estuviera rojo como un tomate solo lo hacía más entretenido.- No te avergüences joder, es algo normal que te haya pasado. Ya te dije que tenías cara de rompebragas.- Comentó con una leve sonrisa que se cortó por la sorpresa de que lo eligiera a él. Tras elegir reto, porque Connor pensaba elegir reto siempre, empezó a sacar el mechero y la cajetilla.-¿Serás cabrón? ¿Sabes cuánto cuesta una de estas mierdas?- Preguntó fingiendo enfado, aunque su sonrisa y que ya estuviera encendiendo el primero delataba que le resultaba bastante divertido.
Después se metió un segundo en la boca y también lo encendió. Y siguió ese camino. Meter cigarrillo nuevo. Encender. Tres. Cuatro. Cinco. Pudo escuchar los conteos de Tayron cada vez que añadía uno nuevo y Colmillo empezó a ayudarlo buscando más huecos en su boca. A partir de ese punto el humo era bastante grande alrededor suya y de su amigo. Seis. Siete. Ocho. Nueve. Hacía calor, joder si hacía calor. Aquella mierda era más difícil de lo que pensaba. Estaba acostumbrado a fumar, pero no con ahora once cigarrillos a la vez. En aquel punto se podían escuchar toses cada tres segundos, pero el motero seguía aguantando con las manos en el aire para crear más drama y dejando que el cánido fuera el que añadiera más cigarrillos. Entonces Colmillo introdujo el número doce y llegó el principio del sufrimiento. Un ataque en cadena de tos llegó de repente y Connor se encogió en su silla incapaz de contenerse y luchando por no escupirlos, sintiendo como a sus pulmones no le quedaba más puto espacio para el humo.
Después de cada tos debía inhalar por la nariz y la boca para recuperar suficiente oxígeno, con los ojos muy abiertos y plenamente concentrado, pero aquello provocaba que los cigarrillos siguieran consumiéndose y que las toses desgarradoras volvieran. Era un ciclo constante. Respiraba como si fuera el maldito Darth Vader y varios invitados de la fiesta mirarían desde lejos intrigados por todo aquel humo y los sonidos y estertores de muerte que parecía dar uno de ellos. Doce. Trece. Catorce. El canadiense aprovechó un momento fortuito de estabilidad para tirar la chaqueta de cuero al jardín y quedarse en camiseta de tirantes, mientras Colmillo introducía el número quince. Las toses volvieron a encogerlo y el motero estaba ya en las últimas. Entre aquel humo, que lo hacía parecer un jodido tren a vapor, no podía ver bien a Rick pero pensaba vengarse en cuanto pudiera. A esas alturas sabía que no aguantaría un cigarrillo más, pero Colmillo hizo algo que tratándose de él tendría que haberlo supuesto. Le metió el número dieciséis por la puta nariz.
Connor soltó una sonora y ruidosa arcada y todos los cigarrillos, incluido el de la nariz, cayeron al suelo. El canadiense siguió tosiendo mientras que con una bota los apagaba. -S... ers... Hij...Put...- Solo fue capaz de decirle al cánido, con una sonrisa pero después con una evidente cara de sufrimiento por el jodido reto. Intentó agarrarlo de la ropa para que no se escapara, pero éste salió corriendo al grito de "¡En la cabeza no, Connor ¡Que estoy estudiando!" El motero siguió un rato más así, entre arcadas y sonoras toses, hasta que al fin empezó a relajarse.
-E...tn...- Dijo con una voz completamente seca y casi sin entendérsele. Como no pudo señaló directamente a Ethan con el dedo y cuando éste se ofreció a un reto Connor sacó su móvil del bolsillo y empezó a escribir. Segundos después pudo escucharse la voz robótica de una mujer hablando alto, estaba usando el traductor Google para comunicarse:
-Te reto a hacerle un perreo o striptease o lo que cojones se te ocurra...a Tayron. Ya. Mueve el puto culo, hostias.- Dijo la voz monótona de la mujer de Google. Aún seguía enfadado porque Ethan y Nohlem se hubieran liado y era su manera de demostrarlo. Joderles un poco, o eso esperaba. Después volvió el móvil volvió a hablar.- Rick, eres un hijo de la gran puta y de ésta no sales. Olvídate de Bob, voy a por ti cabronazo. Colmillo, me dan igual tus estudios de mierda pienso reventarte ese puto cabezón que me llevas, joder.-
Después Connor siguió tosiendo con fuerza mientras buscaba desesperado una bebida que llevarse a la garganta.
Por suerte tanto Amira como Rick se acercaron siendo conscientes de la bomba a punto de estallar. Connor miraría a la chica con una ceja levantada y actitud hosca, sin saber en un principio adonde quería llegar, pero tan pronto como lo entendió suavizó su rostro y asintió con la cabeza.
-Joder si me hace falta algo de alcohol...-Contestó con el ceño fruncido y aceptando ese vaso. No estaba acostumbrado a hablar de sus preocupaciones personales con gente que no fueran sus amigos o los otros moteros, y por eso no lo iba a hacer ahora, pero agradeció el gesto de la chica chocando su vaso con el suyo.- Para ser una enana de mierda, me empiezas a caer de puta madre.- Le dijo con una sonrisa para picarla, y luego se bebió casi de una el vaso. Ya empezaba a notar el alcohol en el cuerpo y la verdad es que lo necesitaba. Rick por su parte decidió ser más directo y profundizar en el tema. Connor asintió a sus palabras preocupado y después puso una mano en su hombro apretando un poco, contento de que usara el término "bros".- Ojalá tengas razón, Rick...- Dijo algo apagado.
Pronto Tayron propuso un nuevo juego y en pocos segundos estuvieron en círculo y sentados en las sillas. El juego era Verdad o Reto y el peliverde no tardó en elegir a su víctima: Rick. La idea fue tan buena que el motero no pudo evitar soltar una sonora carcajada, nada más oírla, dándose un par de palmadas fuertes en la pierna.- Le has jodido bien, cabronazo.- Soltó en dirección a Tayron. Después de eso, todo el tiempo que duró la broma Connor estuvo sonriendo y soltando alguna risa por lo bajo incapaz de contenerse. Bob era un buen hombre, y se notaba que Rick había heredado y aprendido muchas cosas de él. <<Pero coño, como me estoy divirtiendo a su costa ahora mismo>>. Pensó el canadiense. Que Rick estuviera rojo como un tomate solo lo hacía más entretenido.- No te avergüences joder, es algo normal que te haya pasado. Ya te dije que tenías cara de rompebragas.- Comentó con una leve sonrisa que se cortó por la sorpresa de que lo eligiera a él. Tras elegir reto, porque Connor pensaba elegir reto siempre, empezó a sacar el mechero y la cajetilla.-¿Serás cabrón? ¿Sabes cuánto cuesta una de estas mierdas?- Preguntó fingiendo enfado, aunque su sonrisa y que ya estuviera encendiendo el primero delataba que le resultaba bastante divertido.
Después se metió un segundo en la boca y también lo encendió. Y siguió ese camino. Meter cigarrillo nuevo. Encender. Tres. Cuatro. Cinco. Pudo escuchar los conteos de Tayron cada vez que añadía uno nuevo y Colmillo empezó a ayudarlo buscando más huecos en su boca. A partir de ese punto el humo era bastante grande alrededor suya y de su amigo. Seis. Siete. Ocho. Nueve. Hacía calor, joder si hacía calor. Aquella mierda era más difícil de lo que pensaba. Estaba acostumbrado a fumar, pero no con ahora once cigarrillos a la vez. En aquel punto se podían escuchar toses cada tres segundos, pero el motero seguía aguantando con las manos en el aire para crear más drama y dejando que el cánido fuera el que añadiera más cigarrillos. Entonces Colmillo introdujo el número doce y llegó el principio del sufrimiento. Un ataque en cadena de tos llegó de repente y Connor se encogió en su silla incapaz de contenerse y luchando por no escupirlos, sintiendo como a sus pulmones no le quedaba más puto espacio para el humo.
Después de cada tos debía inhalar por la nariz y la boca para recuperar suficiente oxígeno, con los ojos muy abiertos y plenamente concentrado, pero aquello provocaba que los cigarrillos siguieran consumiéndose y que las toses desgarradoras volvieran. Era un ciclo constante. Respiraba como si fuera el maldito Darth Vader y varios invitados de la fiesta mirarían desde lejos intrigados por todo aquel humo y los sonidos y estertores de muerte que parecía dar uno de ellos. Doce. Trece. Catorce. El canadiense aprovechó un momento fortuito de estabilidad para tirar la chaqueta de cuero al jardín y quedarse en camiseta de tirantes, mientras Colmillo introducía el número quince. Las toses volvieron a encogerlo y el motero estaba ya en las últimas. Entre aquel humo, que lo hacía parecer un jodido tren a vapor, no podía ver bien a Rick pero pensaba vengarse en cuanto pudiera. A esas alturas sabía que no aguantaría un cigarrillo más, pero Colmillo hizo algo que tratándose de él tendría que haberlo supuesto. Le metió el número dieciséis por la puta nariz.
Connor soltó una sonora y ruidosa arcada y todos los cigarrillos, incluido el de la nariz, cayeron al suelo. El canadiense siguió tosiendo mientras que con una bota los apagaba. -S... ers... Hij...Put...- Solo fue capaz de decirle al cánido, con una sonrisa pero después con una evidente cara de sufrimiento por el jodido reto. Intentó agarrarlo de la ropa para que no se escapara, pero éste salió corriendo al grito de "¡En la cabeza no, Connor ¡Que estoy estudiando!" El motero siguió un rato más así, entre arcadas y sonoras toses, hasta que al fin empezó a relajarse.
-E...tn...- Dijo con una voz completamente seca y casi sin entendérsele. Como no pudo señaló directamente a Ethan con el dedo y cuando éste se ofreció a un reto Connor sacó su móvil del bolsillo y empezó a escribir. Segundos después pudo escucharse la voz robótica de una mujer hablando alto, estaba usando el traductor Google para comunicarse:
-Te reto a hacerle un perreo o striptease o lo que cojones se te ocurra...a Tayron. Ya. Mueve el puto culo, hostias.- Dijo la voz monótona de la mujer de Google. Aún seguía enfadado porque Ethan y Nohlem se hubieran liado y era su manera de demostrarlo. Joderles un poco, o eso esperaba. Después volvió el móvil volvió a hablar.- Rick, eres un hijo de la gran puta y de ésta no sales. Olvídate de Bob, voy a por ti cabronazo. Colmillo, me dan igual tus estudios de mierda pienso reventarte ese puto cabezón que me llevas, joder.-
Después Connor siguió tosiendo con fuerza mientras buscaba desesperado una bebida que llevarse a la garganta.
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