Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
+20
Lathspell
Bellota
Lops
Tak
Giniroryu
Yber
Merodeador
Seth
Aes
Zarket
Jack
Dal
Alicia
Rocavarancolia Rol
Naeryan
Evanna
Leonart
Poblo
Muffie
Red
24 participantes
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
15/12/13, 04:28 am
Recuerdo del primer mensaje :
El ataque de risa de Tap fue tal que su cuerpo se sacudió en el aire como si sufriera espasmos. El aparato fonador emitió ruidos incomprensibles que no eran más que el poltergeist intentando hacer ver al idrino lo gracioso que había sido verle la cara en plena descarga eléctrica. Cuando por fin se calmó, Saren le preguntó sobre su cuerpo y Tap comenzó a hablar tan rápido que las palabras se trababan y no salían. Tuvo que coger aire antes de intentarlo de nuevo, esta vez más despacio que la anterior.
—Es de metal irrense y plástico—explicó—. Fabricado por dama Hálito, demi… demiur… demiurga—se le atascaba la palabra. La mención a la violeta le hizo sentir algo de pena. Perder a los pocos gigantes que merecían la pena nunca era divertido. Continuó su charla moviendo cada una de las secciones en las que se dividía y haciendo una mención obvia al aparato que le permitía hablar—. Además lo estoy armando. Como lo de la electric… electricicicicidad—de nuevo se le atascaron las palabras y Tap sacudió la cabeza de manera inútil—. Electricidad. Todavía me que-queda hasta que… aprenda del todo. Pero bueno.
Tap estaba tan eufórico por su nuevo cuerpo que le daba igual las trabas que su ponía. Valoraba la mejora y lo veía todo un pelín más positivo. Un pelín suficiente como para que no quisiera matar al gigante que tenía enfrente en ningún momento. Era probable que el hecho de que fuera Saren y no otro, como Pablo, por ejemplo, también tuviera que ver. Pero lo importante era que, en aquellos momentos, el poltergeist se encontraba a gusto.
—Y tú, ¿Q-qué eres? ¿Y qué haces? Sales muy a menudo de la Sede—Tap estaba realizando esas mismas preguntas a todos los gigantes que decidía que eran dignos de relacionarse. Sobre todo porque según las respuestas, así sabría si lo seguían siendo, si era mejor alejarse de ellos o, simplemente, sabía si podía alegrarse porque la Luna Roja les castigaba con algún aspecto injusto de sus transformaciones. Sabía lo felices que fueron muchos gigantes cuando descubrieron que como poltergeist no podría hablar, así que no pensaba esconder la diversión que le producía saber que ahora a algunos les mataba el sol o que estaban catatónicos durante todo el día en la cama.
El ataque de risa de Tap fue tal que su cuerpo se sacudió en el aire como si sufriera espasmos. El aparato fonador emitió ruidos incomprensibles que no eran más que el poltergeist intentando hacer ver al idrino lo gracioso que había sido verle la cara en plena descarga eléctrica. Cuando por fin se calmó, Saren le preguntó sobre su cuerpo y Tap comenzó a hablar tan rápido que las palabras se trababan y no salían. Tuvo que coger aire antes de intentarlo de nuevo, esta vez más despacio que la anterior.
—Es de metal irrense y plástico—explicó—. Fabricado por dama Hálito, demi… demiur… demiurga—se le atascaba la palabra. La mención a la violeta le hizo sentir algo de pena. Perder a los pocos gigantes que merecían la pena nunca era divertido. Continuó su charla moviendo cada una de las secciones en las que se dividía y haciendo una mención obvia al aparato que le permitía hablar—. Además lo estoy armando. Como lo de la electric… electricicicicidad—de nuevo se le atascaron las palabras y Tap sacudió la cabeza de manera inútil—. Electricidad. Todavía me que-queda hasta que… aprenda del todo. Pero bueno.
Tap estaba tan eufórico por su nuevo cuerpo que le daba igual las trabas que su ponía. Valoraba la mejora y lo veía todo un pelín más positivo. Un pelín suficiente como para que no quisiera matar al gigante que tenía enfrente en ningún momento. Era probable que el hecho de que fuera Saren y no otro, como Pablo, por ejemplo, también tuviera que ver. Pero lo importante era que, en aquellos momentos, el poltergeist se encontraba a gusto.
—Y tú, ¿Q-qué eres? ¿Y qué haces? Sales muy a menudo de la Sede—Tap estaba realizando esas mismas preguntas a todos los gigantes que decidía que eran dignos de relacionarse. Sobre todo porque según las respuestas, así sabría si lo seguían siendo, si era mejor alejarse de ellos o, simplemente, sabía si podía alegrarse porque la Luna Roja les castigaba con algún aspecto injusto de sus transformaciones. Sabía lo felices que fueron muchos gigantes cuando descubrieron que como poltergeist no podría hablar, así que no pensaba esconder la diversión que le producía saber que ahora a algunos les mataba el sol o que estaban catatónicos durante todo el día en la cama.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
26/02/20, 07:10 pm
Neil se sintió bastante aliviado cuando tanto Irianna como Eara le aseguraron que Jack sería muy comprensible con su necesidad de que Adru el acompañara al menos en los primeros días. A pesar de que se estaba adaptando bastante bien a la ciudad considerando cómo era él, todavía era reacio a moverse por ella sin estar en compañía de sus amigos o su edeel y la idea de viajar a un mundo vinculado unida a la idea de comenzar a trabajar resultaba bastante imponente para el aurva.
El brujo no tardó mucho en acompañar el entusiasmo de los demás ante la nueva idea que planteó la aurva y sonrió ámpliamente mientras su edeel le zarandeaba, bastante acostumbrado a este trato entusiasta por parte del gamusino y muy contento con la perspectiva de poder tener sus deseadas abejas en un futuro.
- ¡Si! Sería maravilloso. ¿Creéis que Jack aceptará la idea? Sería tan genial poder unir el trabajo con las abejas.
Entusiasmado, Neil parloteó un rato más sobre lo que se podría hacer con las abejas y todo lo que había aprendido y estudiado sobre ellas, además de preguntándoles más cosas a sus invitadas sobre el Macetero y el que sería su nuevo jefe. Todavía le faltaba presentarse a Jack para poder tener el empleo, pero Irianna y Eara le prometieron ponerle en contacto con él y que no habría ningún problema.
-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-
Neil llevaba todo el día metido en la cocina como quien dice pero la verdad era que estaba mucho más emocionado que cansado. El brujo se había tomado muy en serio lo de la merienda y no tenía previsto que nadie saliera de ahí sin estar completamente satisfecho.
A Neil le encantaba cocinar tanto como moldear o tallar y sabía que lo hacía muy bien, pero desde que había llegado a Rocavarancolia pocas habían sido las oportunidades para demostrar su habilidad y para disfrutar verdaderamente del proceso.
Por ello, a penas se había hecho de día cuando el brujo ya había arrasado con la despensa de la sede y había comenzado a cocinar casi todas las recetas dulces que conocía, los aperitivos y las bebidas. Además, había preguntado a sus amigos sobre recetas típicas de sus mundos y aunque la mayoría conocían el nombre pero no todos los ingredientes y procedimientos le habían proporcionado bastantes ideas para poder improvisar y conseguir platos lo suficientemente cerca de los originales dadas las circunstancias. Aquello había resuelto en un sinfín de platos llenos de dulces, pastelitos, galletas, bollitos, tartas, sándwich, canapés y jarras de batidos de distintos sabores, tés, syv y chocolate caliente.
El brujo de la cera se encontraba bastante orgulloso con el resultado y esperaba que sus amigos e invitados disfrutaran de lo servido tanto como él había disfrutado de cocinarlo.
Su edeel llegó justo a tiempo para poder ir sirviendo los platos y le prometió que no correría con la comida lo que fue suficiente para el aurva y no tuvo problema en permitirle que fuera llevando las bandejas. No sería la primera vez que el gamusino dejaba caer algún plato sin querer al momento de servirlo, pero Neil sabía que su edeel estaba tan implicado como él en que la merienda saliera bien por lo que sabía que pondría un cuidado especial en lo que hacía.
El brujo todavía se encontraba sacando algunos platos de comida a medida que sus amigos iban apareciendo, lo que le permitió esconder su sonrojo por los halagos a su comida al volver a entrar en la cocina, aunque no dudó en saludarlos uno por uno con una amplia sonrisa demostrando lo mucho que le alegraba la merienda.
Neil entró con la última jarra de té justo a tiempo para oir la pregunta de Rox y de Pelusa.
- Oh, no importa el tiempo, lo importante es que haya podido hacer suficiente para todos. Odiaría que alguien se quedara con hambre- contestó con un poco de ansiedad en la mirada al percatarse de que podía haber calculado mal el número de personas que iban a asistir y que podrían no tener suficiente comida-. Oh, si, podéis ir cogiendo si ya tenéis hambre siempre que no os comáis el plato entero antes de que estemos todos. Me gustaría que todos tuvieran la oportunidad de probarlo todo si así lo desean.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
26/02/20, 11:51 pm
El edeel estaba demasiado ocupado comiéndose la merienda con los ojos destellando y tragando saliva para evitar que se le cayese como para haber notado la triquiñuela de Eitne, pero desde luego si la hubiese visto no le habría regañado si no que se lo hubiese tomado como una señal de que ya se podía empezar a comer. Por suerte para ella Neil no tardó en aparecer y explicar que no pasaba nada por coger alguna que otra cosa y al gamusino nadie tendría que repetírselo dos veces: se lanzó a por el pastelito que mejor pinta le tenía y comenzó a devorarlo con ansía. Prácticamente se le humedecían los ojos por estar degustando semejante delicia.
—Neil… efto ef… —hizo una pausa para tragar—… Es un manjar para sacerdotes, como mínimo. Tenemos que invitar a gente más veces —añadió con una enorme sonrisa descarada.
En ese momento llamaron a la puerta y tuvo el impulso de salir corriendo, pero Arcan que acababa de llegar con Rox y Pelusa se ofreció a abrirla, dejándole con las ganas. Se encogió de hombros y simplemente siguió comiendo.
—Teneif que probaf de eftof —extendió ambos brazos con un pastel en cada mano para que los cogiesen el cambiante y la spriggan.
Los invitados ya estaban a punto de reunirse con ellos y la sinhadre desvió su atención hacia la puerta, estirando las orejas y moviendo la nariz con curiosidad.
—Neil… efto ef… —hizo una pausa para tragar—… Es un manjar para sacerdotes, como mínimo. Tenemos que invitar a gente más veces —añadió con una enorme sonrisa descarada.
En ese momento llamaron a la puerta y tuvo el impulso de salir corriendo, pero Arcan que acababa de llegar con Rox y Pelusa se ofreció a abrirla, dejándole con las ganas. Se encogió de hombros y simplemente siguió comiendo.
—Teneif que probaf de eftof —extendió ambos brazos con un pastel en cada mano para que los cogiesen el cambiante y la spriggan.
Los invitados ya estaban a punto de reunirse con ellos y la sinhadre desvió su atención hacia la puerta, estirando las orejas y moviendo la nariz con curiosidad.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
27/02/20, 08:53 pm
El salón empezó a llenarse de gente. Había quien había elegido ropa de siempre y quienes habían elegido cosas más vistosas. Ella reluciría con sus plumas si no tuviera aquellos ojos salpicados por el cuerpo, o al menos eso pensaba. Y tampoco tenía por qué pensar mal de toda la gente que había llegado sin saludar a todos o a ella misma, ya que allí había mucha gente.
Le hizo gracia el saludo de Eitne e intentó responderle igual. Su primera reacción iba a ser llamarle "pequeñín", pero al final se retractó por si acaso, por muy cierto que fuera podía ser ofensivo sin confianza. «¿Pero por qué me rallo tanto?» Al final sonrió y saludó con una exclamación con cierta entonación musical. Ya no echaba de menos cantar como antes, pues lo hacía a menudo en su cuarto.
—¡Muy buenas, Eitne! —Después miró a Nime—. Sí que es todo bonito, sí. Da hasta pena comérselo —dijo mientras cogía un pastelito y se lo llevaba al pico.
Poco después, Eitne volvió a dirigirse a ella, pero le pareció que solo a ella. Le prestó atención. Hizo algo con los bollos y luego se los llevó a Nime, pero la roquense no reconocía el hechizo. Esperó en silencio mirando de reojo la reacción de la libense, con mucha curiosidad. ¿Qué estaría tramando el pequeñajo? No tardó en verlo y se echó a reír con ganas.
Mientras, llegaba más gente, tanto sus compañeros de torreón, como los de cosecha, y también los veteranos. Decidió usar sus nombres escogidos en presencia de los veteranos.
—¡Arcan, Tay, Obel, buenas!
Cuando Pelusa preguntó si podían comer ya, Sinceridad se miró las manos manchadas y fingió disimular con un silbido y gestos exagerados de esconderlas bajo una servilleta. ¡Pero qué diablos, si Adru estaba peor que ella! Neil les salvó, de todas formas, y pudieron seguir. Pero sin abusar, ojo. Y no solo por dejar para todos, sino porque a la roquense tanto dulce le resultaba empalagoso.
Hizo un esfuerzo y sin dirigirse a nadie en especial lanzó una pregunta mientras miraba alternativamente a quienes estuvieran más cerca.
—¿Cómo os va, qué os contáis? Que apenas salgo últimamente y tampoco quiero cotillearos desde la pared —remató con unas risas. Le había venido bien convivir con tanta gente como entrenamiento para aprender a usar uno o varios ojos a la vez, o incluso ninguno.
Le hizo gracia el saludo de Eitne e intentó responderle igual. Su primera reacción iba a ser llamarle "pequeñín", pero al final se retractó por si acaso, por muy cierto que fuera podía ser ofensivo sin confianza. «¿Pero por qué me rallo tanto?» Al final sonrió y saludó con una exclamación con cierta entonación musical. Ya no echaba de menos cantar como antes, pues lo hacía a menudo en su cuarto.
—¡Muy buenas, Eitne! —Después miró a Nime—. Sí que es todo bonito, sí. Da hasta pena comérselo —dijo mientras cogía un pastelito y se lo llevaba al pico.
Poco después, Eitne volvió a dirigirse a ella, pero le pareció que solo a ella. Le prestó atención. Hizo algo con los bollos y luego se los llevó a Nime, pero la roquense no reconocía el hechizo. Esperó en silencio mirando de reojo la reacción de la libense, con mucha curiosidad. ¿Qué estaría tramando el pequeñajo? No tardó en verlo y se echó a reír con ganas.
Mientras, llegaba más gente, tanto sus compañeros de torreón, como los de cosecha, y también los veteranos. Decidió usar sus nombres escogidos en presencia de los veteranos.
—¡Arcan, Tay, Obel, buenas!
Cuando Pelusa preguntó si podían comer ya, Sinceridad se miró las manos manchadas y fingió disimular con un silbido y gestos exagerados de esconderlas bajo una servilleta. ¡Pero qué diablos, si Adru estaba peor que ella! Neil les salvó, de todas formas, y pudieron seguir. Pero sin abusar, ojo. Y no solo por dejar para todos, sino porque a la roquense tanto dulce le resultaba empalagoso.
Hizo un esfuerzo y sin dirigirse a nadie en especial lanzó una pregunta mientras miraba alternativamente a quienes estuvieran más cerca.
—¿Cómo os va, qué os contáis? Que apenas salgo últimamente y tampoco quiero cotillearos desde la pared —remató con unas risas. Le había venido bien convivir con tanta gente como entrenamiento para aprender a usar uno o varios ojos a la vez, o incluso ninguno.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
28/02/20, 06:02 pm
Dédalo
El cambiante observo incrédulo la presencia de Wick entre ellos, y aunque se alegró de que no hubiera sufrido daño al transportarse, terminó por reírse ante la expresión frustrada y enfurruñada de su amigo por la rebeldía de su mascota. << Esperemos que esta bola de pelos no cause un desastre>> pensó viendo quien les habría era una rapiña, que no le sonaba de nada. Dédalo recorrió su figura con atención, era la primera vez que veía a alguien con esa transformación.
Wick escogió ese momento para hacer precisamente lo que no querían que hiciera. Causar desastre. Por suerte Enredo actuó rápido ante las travesuras del animal.
-Un trasto inofensivo en el fondo, ¿verdad que sí, bola de pelos? - añadió acariciando brevemente la cabeza al anima antes de que el pequeño monstruo juguetón se le enganchase en el brazo y comenzara a treparle, como si él fuese un árbol. No sería la primera vez- Un placer conocerte también, Arcan. – dijo antes de seguir a rapiña, aunque no fuese especialmente necesario. Habiendo vivido largo tiempo en la Sede en el pasado y siendo que aun iba de vez en cuando, conocía bien el lugar.
No por ello se libró de la impresión de ver tremenda cantidad de comida y bebidas sobre la mesa. Abrió los ojos con asombro. No había visto nunca en toda su estancia en la Sede, tanta comida junta.
- Wow...Mi olfato no me mintió, pero se ha quedado corto- murmuro admirando los platillos de la mesa antes de mirar de reojo a Enredo, con seguridad en su voz– Mi error, no vamos a salir con varios kilos de más. Vamos a salir rodando, Wick incluido. - río finalmente, no se imaginaba quien podría haber hecho semejante cantidad de cosas. No podía haber sido solo una persona ¿no? Había tanto donde elegir.
Sus ojos reconocieron a aquellos con los que se encontró tras el accidente del centauro. Estar en una reunión con tanta gente que apenas conocía, y en un ambiente tal relajado y animado, le hacía sentir un poco incómodo en el fondo. Se humedeció los labios antes de hablar.
-Un gusto veros de nuevo a lo que ya conozco…y encantado de conocer a los que no- añadió esbozando una sonrisa donde se visualizaron sus filosos colmillos, señalando con un gesto por encima de su hombro hacia Enredo- Me llamo Dédalo y el es Enredo. Y la cosa esponjosa e intrusa que se coló en nuestro viaje, es Wick- dijo con cierta diversión, pues técnicamente el animal se había vuelto también suyo de alguna forma por adopción, aunque desde luego su dueño original era Enredo. Ya imaginaba al animal lanzándose sobre la comida, tendrían que tenerle un ojo puesto.
Miró un poco más alrededor, viendo no sin curiosidad la presencia de varios niños en la mesa. Pequeños, mucho más de los que recordaba haber visto como cosechados con anterioridad, al menos en cuanto a edad. Uno de ellos era un daeliciano y la otra una chica con minerales que sobresalían de su cuerpo y cuyos ojos también parecían ser dos gemas. Habia también una gárgola y un lemur entre los presentes, mas mayores. Era mas gente de la que pensaba.
Aun observando a los presentes, llevo sus manos su bolsa sin fondo, sin olvidarse de lo que había traído consigo.
-Mi amigo y yo trajimos algo para la merienda… aunque no creo que vaya a faltar de nada. Mis felicitaciones a quien hizo todo esto, es increíble- admitió sin esconder su admiración, mirando con gula los dulces servidos, sus ojos iban de aquí para allá sin poder decidirse con que empezar. Pero se retuvo de coger algo, al menos por el momento, mientras sacaba de su bolsa sin fondo varias botellas de cristal de colores cuyo contenido parecían pura fantasía; verdes, azules, rosados, amarillos, naranjas…o incluso mezcla de varios colores- Son sodas, bebidas con gas y batidos daelicianos, están hechizados para que no hagan daño, así que podéis tomarlo sin problema –añadió con seguridad, antes de sacar un par de botellas más, echando un vistazo alrededor. Todos eran más o menos jóvenes salvo alguna excepción. Dudo por un momento antes de decidirse. Bueno...él lo traía como regalo, que hiciera lo que quisieran con ellas.
- Y esto es un regalo, para quien le guste -no tenía muy claro que se consideraría adulto teniendo en cuenta la variedad de mundos originarios presentes, la verdad-Es licor daeliciano y tiene alcohol, así que cuidado, no es fuerte pero sube bastante rápido. También están hechizadas al igual que las demás bebidas. Lo traje por si alguien prefería algo diferente a los batidos y refrescos. - añadió siendo notable las diferencias de ambas botellas de licor, que eran enteramente de un color morado, una de un tono mas claro que la otra, igual a su contenido. A diferencias de las otras botellas que eran de cristales de colores con contenidos mucho más de fantasía. No había forma de confundirlas.
------------------
Pelusa
Pelusa se alegró enormemente de obtener el visto bueno de Neil para comer y no dudo en aceptar el ofrecimiento de dulce de Adru, a la que veía hablar con la boca llena.
-Te vas a ahogar, Adru. No hables y comas a la vez- le aviso Pelusa dándole un delicioso mordisco al dulce, que se hizo agua en su boca-Esto esta delicioso Neil -admitió Pelusa con aceptación. Y ella no solía alabar las dotes culinarias de nadie. Bueno con Neil siempre había sido una excepción, y con razón.
Estaba ya dándole el segundo mordisco al dulce, cuando Arcan volvió de abrir la puerta seguido de los dos veteranos que ya había conocido brevemente en el pasado. Los miró atenta y curiosa, parpadeando confundida ante la presencia de un animal en los brazos del más alto de los dos, quien además traía dos tartas con él.
La spriggan escuchó curiosa las palabras del peliblanco, cuya peinado y vestimenta le recordaba a la forma de vestir de los sinhadres. <<Eso era, no recordaba sus nombres. Dédalo y Enredo, cierto. Y esa mascota…>> miro a Nime y Eitne, ya presintiendo el salto que darían por intentar ir a tocar a aquel animal. Tenían esas costumbres de acercarse cualquier bicho viviente, una por curiosidad y el otro por intentar afinidad con ellos.
No tenía muy claro cómo se tomarían si de pronto Eitne les robaba, sin-querer-queriendo, a su mascota, debido a su habilidad. Esperaba que no tuvieran problema con ese tema.
Pelusa cerro los ojos dispuesta a darle otro bocado a su dulce, cuando una palabra sonó en su mente como una campanilla. Abrió sus ojos de nuevo. ¿Había escuchado alcohol? La spriggan miro de inmediato a los pequeños de letargo, cual halcón. No creía que se atrevieran, visto lo que paso en la fiesta de la bahía, pero quería ser prudente.
-No podéis tomar de esas dos botellas, es para los más mayores…quiero esas dos botellas fuera de vuestras inquietas manos, o de las manos de cualquier otra entidad física o demoniaca que os pertenezca, tramposos. - añadió Pelusa refunfuñando, con ojos ligeramente entrecerrados, un poco gruñona- Hay muchas otras cosas para beber- añadió Pelusa suavemente mirando hacia Dédalo que sonreía curioso y sorprendido por su reacción protectora, o al menos eso imaginaba.
-Gracias por las bebidas, nunca es poco. Cuidare que eso no lo toque quien no debe.- añadió suavemente, relajada, a pesar de lo conciso de sus palabras. Estaba segura que sería algo que podría gustarles a Rena, Milo, o a Rox ahí presente, puede que incluso a Zobriel, que era los que sabía habían probado el alcohol.
El cambiante observo incrédulo la presencia de Wick entre ellos, y aunque se alegró de que no hubiera sufrido daño al transportarse, terminó por reírse ante la expresión frustrada y enfurruñada de su amigo por la rebeldía de su mascota. << Esperemos que esta bola de pelos no cause un desastre>> pensó viendo quien les habría era una rapiña, que no le sonaba de nada. Dédalo recorrió su figura con atención, era la primera vez que veía a alguien con esa transformación.
Wick escogió ese momento para hacer precisamente lo que no querían que hiciera. Causar desastre. Por suerte Enredo actuó rápido ante las travesuras del animal.
-Un trasto inofensivo en el fondo, ¿verdad que sí, bola de pelos? - añadió acariciando brevemente la cabeza al anima antes de que el pequeño monstruo juguetón se le enganchase en el brazo y comenzara a treparle, como si él fuese un árbol. No sería la primera vez- Un placer conocerte también, Arcan. – dijo antes de seguir a rapiña, aunque no fuese especialmente necesario. Habiendo vivido largo tiempo en la Sede en el pasado y siendo que aun iba de vez en cuando, conocía bien el lugar.
No por ello se libró de la impresión de ver tremenda cantidad de comida y bebidas sobre la mesa. Abrió los ojos con asombro. No había visto nunca en toda su estancia en la Sede, tanta comida junta.
- Wow...Mi olfato no me mintió, pero se ha quedado corto- murmuro admirando los platillos de la mesa antes de mirar de reojo a Enredo, con seguridad en su voz– Mi error, no vamos a salir con varios kilos de más. Vamos a salir rodando, Wick incluido. - río finalmente, no se imaginaba quien podría haber hecho semejante cantidad de cosas. No podía haber sido solo una persona ¿no? Había tanto donde elegir.
Sus ojos reconocieron a aquellos con los que se encontró tras el accidente del centauro. Estar en una reunión con tanta gente que apenas conocía, y en un ambiente tal relajado y animado, le hacía sentir un poco incómodo en el fondo. Se humedeció los labios antes de hablar.
-Un gusto veros de nuevo a lo que ya conozco…y encantado de conocer a los que no- añadió esbozando una sonrisa donde se visualizaron sus filosos colmillos, señalando con un gesto por encima de su hombro hacia Enredo- Me llamo Dédalo y el es Enredo. Y la cosa esponjosa e intrusa que se coló en nuestro viaje, es Wick- dijo con cierta diversión, pues técnicamente el animal se había vuelto también suyo de alguna forma por adopción, aunque desde luego su dueño original era Enredo. Ya imaginaba al animal lanzándose sobre la comida, tendrían que tenerle un ojo puesto.
Miró un poco más alrededor, viendo no sin curiosidad la presencia de varios niños en la mesa. Pequeños, mucho más de los que recordaba haber visto como cosechados con anterioridad, al menos en cuanto a edad. Uno de ellos era un daeliciano y la otra una chica con minerales que sobresalían de su cuerpo y cuyos ojos también parecían ser dos gemas. Habia también una gárgola y un lemur entre los presentes, mas mayores. Era mas gente de la que pensaba.
Aun observando a los presentes, llevo sus manos su bolsa sin fondo, sin olvidarse de lo que había traído consigo.
-Mi amigo y yo trajimos algo para la merienda… aunque no creo que vaya a faltar de nada. Mis felicitaciones a quien hizo todo esto, es increíble- admitió sin esconder su admiración, mirando con gula los dulces servidos, sus ojos iban de aquí para allá sin poder decidirse con que empezar. Pero se retuvo de coger algo, al menos por el momento, mientras sacaba de su bolsa sin fondo varias botellas de cristal de colores cuyo contenido parecían pura fantasía; verdes, azules, rosados, amarillos, naranjas…o incluso mezcla de varios colores- Son sodas, bebidas con gas y batidos daelicianos, están hechizados para que no hagan daño, así que podéis tomarlo sin problema –añadió con seguridad, antes de sacar un par de botellas más, echando un vistazo alrededor. Todos eran más o menos jóvenes salvo alguna excepción. Dudo por un momento antes de decidirse. Bueno...él lo traía como regalo, que hiciera lo que quisieran con ellas.
- Y esto es un regalo, para quien le guste -no tenía muy claro que se consideraría adulto teniendo en cuenta la variedad de mundos originarios presentes, la verdad-Es licor daeliciano y tiene alcohol, así que cuidado, no es fuerte pero sube bastante rápido. También están hechizadas al igual que las demás bebidas. Lo traje por si alguien prefería algo diferente a los batidos y refrescos. - añadió siendo notable las diferencias de ambas botellas de licor, que eran enteramente de un color morado, una de un tono mas claro que la otra, igual a su contenido. A diferencias de las otras botellas que eran de cristales de colores con contenidos mucho más de fantasía. No había forma de confundirlas.
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Pelusa
Pelusa se alegró enormemente de obtener el visto bueno de Neil para comer y no dudo en aceptar el ofrecimiento de dulce de Adru, a la que veía hablar con la boca llena.
-Te vas a ahogar, Adru. No hables y comas a la vez- le aviso Pelusa dándole un delicioso mordisco al dulce, que se hizo agua en su boca-Esto esta delicioso Neil -admitió Pelusa con aceptación. Y ella no solía alabar las dotes culinarias de nadie. Bueno con Neil siempre había sido una excepción, y con razón.
Estaba ya dándole el segundo mordisco al dulce, cuando Arcan volvió de abrir la puerta seguido de los dos veteranos que ya había conocido brevemente en el pasado. Los miró atenta y curiosa, parpadeando confundida ante la presencia de un animal en los brazos del más alto de los dos, quien además traía dos tartas con él.
La spriggan escuchó curiosa las palabras del peliblanco, cuya peinado y vestimenta le recordaba a la forma de vestir de los sinhadres. <<Eso era, no recordaba sus nombres. Dédalo y Enredo, cierto. Y esa mascota…>> miro a Nime y Eitne, ya presintiendo el salto que darían por intentar ir a tocar a aquel animal. Tenían esas costumbres de acercarse cualquier bicho viviente, una por curiosidad y el otro por intentar afinidad con ellos.
No tenía muy claro cómo se tomarían si de pronto Eitne les robaba, sin-querer-queriendo, a su mascota, debido a su habilidad. Esperaba que no tuvieran problema con ese tema.
Pelusa cerro los ojos dispuesta a darle otro bocado a su dulce, cuando una palabra sonó en su mente como una campanilla. Abrió sus ojos de nuevo. ¿Había escuchado alcohol? La spriggan miro de inmediato a los pequeños de letargo, cual halcón. No creía que se atrevieran, visto lo que paso en la fiesta de la bahía, pero quería ser prudente.
-No podéis tomar de esas dos botellas, es para los más mayores…quiero esas dos botellas fuera de vuestras inquietas manos, o de las manos de cualquier otra entidad física o demoniaca que os pertenezca, tramposos. - añadió Pelusa refunfuñando, con ojos ligeramente entrecerrados, un poco gruñona- Hay muchas otras cosas para beber- añadió Pelusa suavemente mirando hacia Dédalo que sonreía curioso y sorprendido por su reacción protectora, o al menos eso imaginaba.
-Gracias por las bebidas, nunca es poco. Cuidare que eso no lo toque quien no debe.- añadió suavemente, relajada, a pesar de lo conciso de sus palabras. Estaba segura que sería algo que podría gustarles a Rena, Milo, o a Rox ahí presente, puede que incluso a Zobriel, que era los que sabía habían probado el alcohol.
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
29/02/20, 04:40 pm
Andaba cuando sintió el peso extra en su cola y giró la cabeza extrañado de aquella sensación. ¿Estaría uno de los veteranos tocándosela por mera curiosidad? Pero no era así. La pequeña criatura parecía querer jugar con su nueva extensión dada por la Luna. Simplemente sonrió un poco y empezó a balancear la cola para que Wick se entretuviese. Hacía tanto que no cuidaba animales que no pudo evitar sentir un pinchazo de nostalgia alegre. Lo echaba de menos, aunque no solía pensar en ello.
Dejó quieta la cola cuando aquel humano tan alto se apresuró a coger a su mascota, no quería hacerle aún más difícil la tarea que era mantener siempre el ojo en los más traviesos de la caravana. -Ah, ni te disculpes por ello. -Sonrió. -Más bien mira a ver que no se halla ensuciado por mi culpa, aun no estoy acostumbrado a ocupar espacio extra y acabo rozándola contra todo cada vez que me giro. Y bueno... normalmente me negaría pero... -Alzó sus brazos para mirar todas aquellas zonas ya duras por el barniz. -Me va a llevar bastante quitar esto de otra forma. -Suspiró pues no le gustaba pedirle aquello a alguien que acababa de conocer. -Tomaré el favor descaradamente pues. -Dijo bromeando un poco. -Aún así tengo que ir a por mis cosas a la habitación, hoy me temo que vamos a necesitar magia todos para poder movernos cuando acabemos. -Se había fijado en las tartas levitadas. Y riéndose levemente y después de dejarse limpiar siguió hasta el salón.
-Buenas Sinceridad. Hacía tiempo que no coincidíamos. -Respondió el rapiña antes de irse mientras miraba entretenido como tanto ella como el resto de la mesa había ya comido algo y estaban muchos manchados. Se quedó allí mientras se presentaban y se alarmó un poco también con el tema del alcohol por los niños. Rápidamente se cercioró de que ninguna de las pendecularias de Guille estuvieran al acecho. Podrían armar un desastre en un segundo.
-Neil es nuestro cocinero estrella hoy, los halagos para él. Y más que bien merecidos. - Dijo señalando al brujo. Cogió un pastelito con delicadeza y le dio un pequeño mordisco. -Mmm. Digno de todo un artesano de pleno derecho. -Obel allá presente sabría bien que su hermano no decía algo como aquello a la ligera. El orgullo de la creación a través de las manos era algo que Arcan llevaba muy adentro desde su infancia. Terminó el pastelito consciente de que intentaba no mirar mucho a su hermano y a Tay pues aún estaba incómodo si tenía a alguno de sus antiguos compañeros de cosecha mucho tiempo al lado. Se disculpó sobre todo con Sinceridad que acababa de preguntar algo y se fue a su cuarto.
Una vez allí respiró profundamente. Por fin unos momentos solo. No es que le agobiase estar con gente pero desde la cosecha le resultaba más agotador y aún no había tenido un momento así en todo el día. Se tomó pues su tiempo en desvestirse tranquilamente. Hubiera preferido una larga ducha pero ya que había dicho de ir y ya estaba todo el mundo no se podía permitir ese lujo. Vistió un pantalon gris como de pijama o chándal más cómodo y una camiseta de mangas largas y cuello alto para bajar, junto a unas zapatillas suaves verdes. Agarró la pieza de queso nublino fermentado con bayas, cinco cuñas de otras variedades y embutidos de linac, jamón, cecina, lomo y chorizo. Había querido traer suficiente ya que le habían invitado pese a no ser del grupo y bueno, disponía de dinero para ello. De todas maneras la comida no resultaba muy cara en el mercado debido a las constantes provisiones presentes en los torreones.
Después de mentalizarse bajó con todo aquello en mano y atendiendo a las conversaciones a su alrededor comenzó a preparar tres platos grandes de todo aquello para que estuviera repartido por la mesa. No sin tener al lado una taza de té y un par de pastelitos que se había agenciado.
Dejó quieta la cola cuando aquel humano tan alto se apresuró a coger a su mascota, no quería hacerle aún más difícil la tarea que era mantener siempre el ojo en los más traviesos de la caravana. -Ah, ni te disculpes por ello. -Sonrió. -Más bien mira a ver que no se halla ensuciado por mi culpa, aun no estoy acostumbrado a ocupar espacio extra y acabo rozándola contra todo cada vez que me giro. Y bueno... normalmente me negaría pero... -Alzó sus brazos para mirar todas aquellas zonas ya duras por el barniz. -Me va a llevar bastante quitar esto de otra forma. -Suspiró pues no le gustaba pedirle aquello a alguien que acababa de conocer. -Tomaré el favor descaradamente pues. -Dijo bromeando un poco. -Aún así tengo que ir a por mis cosas a la habitación, hoy me temo que vamos a necesitar magia todos para poder movernos cuando acabemos. -Se había fijado en las tartas levitadas. Y riéndose levemente y después de dejarse limpiar siguió hasta el salón.
-Buenas Sinceridad. Hacía tiempo que no coincidíamos. -Respondió el rapiña antes de irse mientras miraba entretenido como tanto ella como el resto de la mesa había ya comido algo y estaban muchos manchados. Se quedó allí mientras se presentaban y se alarmó un poco también con el tema del alcohol por los niños. Rápidamente se cercioró de que ninguna de las pendecularias de Guille estuvieran al acecho. Podrían armar un desastre en un segundo.
-Neil es nuestro cocinero estrella hoy, los halagos para él. Y más que bien merecidos. - Dijo señalando al brujo. Cogió un pastelito con delicadeza y le dio un pequeño mordisco. -Mmm. Digno de todo un artesano de pleno derecho. -Obel allá presente sabría bien que su hermano no decía algo como aquello a la ligera. El orgullo de la creación a través de las manos era algo que Arcan llevaba muy adentro desde su infancia. Terminó el pastelito consciente de que intentaba no mirar mucho a su hermano y a Tay pues aún estaba incómodo si tenía a alguno de sus antiguos compañeros de cosecha mucho tiempo al lado. Se disculpó sobre todo con Sinceridad que acababa de preguntar algo y se fue a su cuarto.
Una vez allí respiró profundamente. Por fin unos momentos solo. No es que le agobiase estar con gente pero desde la cosecha le resultaba más agotador y aún no había tenido un momento así en todo el día. Se tomó pues su tiempo en desvestirse tranquilamente. Hubiera preferido una larga ducha pero ya que había dicho de ir y ya estaba todo el mundo no se podía permitir ese lujo. Vistió un pantalon gris como de pijama o chándal más cómodo y una camiseta de mangas largas y cuello alto para bajar, junto a unas zapatillas suaves verdes. Agarró la pieza de queso nublino fermentado con bayas, cinco cuñas de otras variedades y embutidos de linac, jamón, cecina, lomo y chorizo. Había querido traer suficiente ya que le habían invitado pese a no ser del grupo y bueno, disponía de dinero para ello. De todas maneras la comida no resultaba muy cara en el mercado debido a las constantes provisiones presentes en los torreones.
Después de mentalizarse bajó con todo aquello en mano y atendiendo a las conversaciones a su alrededor comenzó a preparar tres platos grandes de todo aquello para que estuviera repartido por la mesa. No sin tener al lado una taza de té y un par de pastelitos que se había agenciado.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
29/02/20, 07:03 pm
Cuando Eitne se sentó a su lado, mientras escuchaba a la gente y saludaba a los que llegaban, pudo notar que estaba haciendo algo bajo la mesa, pero no tuvo tiempo de comprender lo que pretendía. Pensó que estaría jugando con Limón hasta que sintió su toque en la pierna. Se giró hacia el daeliciano y sonrió pérfidamente cuando su mano rozó lo que le estaba tendiendo. Le dedicó una mirada que lo felicitaba por la idea y se agachó un poco para llevarse un pedazo a la boca debajo del mantel.
No pudieron comer con libertad, porque poco después llegó Rox, enterrándolos bajo su enorme chaqueta durante un momento, algo que hizo reír a Nime y, al mismo tiempo, empezar a expulsar migas por la boca. Aunque se la tapó al momento, tuvo que apresurarse a sacudir las migajas de la mesa, pero Arcan ya se había dado cuenta, y probablemente más gente. Además, Nime se percató en ese momento de que Sinceridad ya había abierto la veda sin preguntar. El propio Neil lo hizo de forma oficial justo antes de que llegasen los invitados.
Nime pasó a comer el pastelito sin esconderse, y mientras lo picoteaba vio entrar a los dos chicos y la comida flotante tras ellos. «¿Más aún?» se preguntó sorprendida. Entonces vio a la mascota de los invitados por primera vez, y lo primero que hizo fue agarrar el brazo de Eitne.
—¡Mira eso! ¿Qué es? —le preguntó mientras zarandeaba al daeliciano ligeramente.
Tras el pequeño incidente con la cola de Arcan, no tardaron en presentarse. Nime sabía sus nombres porque se los había oído a los demás, pero no les había conocido personalmente hasta ese día.
—Encantada de conoceros. Yo soy Nime, demonio mineral —dijo efusivamente, sentándose ladeada en la silla para verles mejor. Especialmente al pequeño Wyck.
Entonces fue cuando Pelusa decidió echarles una pequeña bronca preventiva –así se tomó la niña su advertencia– para que no bebiesen precisamente el licor de todas las botellas que habían traído los invitados. Eso no hizo más que espolearla para intentar probarlo, porque aunque su primer pensamiento había sido que si tenía alcohol tenía que estar malísimo, si le prohibían beberlo la cosa cambiaba. Tras dirigirle una mirada de desaire a la spriggan, se inclinó para ver mejor a Wyck.
—¿De dónde ha salido? ¿Qué come? ¿Se le pueden dar dulces? ¿Le gusta jugar? —preguntó a los invitados, sin dirigirse a ninguno en concreto.
No pudieron comer con libertad, porque poco después llegó Rox, enterrándolos bajo su enorme chaqueta durante un momento, algo que hizo reír a Nime y, al mismo tiempo, empezar a expulsar migas por la boca. Aunque se la tapó al momento, tuvo que apresurarse a sacudir las migajas de la mesa, pero Arcan ya se había dado cuenta, y probablemente más gente. Además, Nime se percató en ese momento de que Sinceridad ya había abierto la veda sin preguntar. El propio Neil lo hizo de forma oficial justo antes de que llegasen los invitados.
Nime pasó a comer el pastelito sin esconderse, y mientras lo picoteaba vio entrar a los dos chicos y la comida flotante tras ellos. «¿Más aún?» se preguntó sorprendida. Entonces vio a la mascota de los invitados por primera vez, y lo primero que hizo fue agarrar el brazo de Eitne.
—¡Mira eso! ¿Qué es? —le preguntó mientras zarandeaba al daeliciano ligeramente.
Tras el pequeño incidente con la cola de Arcan, no tardaron en presentarse. Nime sabía sus nombres porque se los había oído a los demás, pero no les había conocido personalmente hasta ese día.
—Encantada de conoceros. Yo soy Nime, demonio mineral —dijo efusivamente, sentándose ladeada en la silla para verles mejor. Especialmente al pequeño Wyck.
Entonces fue cuando Pelusa decidió echarles una pequeña bronca preventiva –así se tomó la niña su advertencia– para que no bebiesen precisamente el licor de todas las botellas que habían traído los invitados. Eso no hizo más que espolearla para intentar probarlo, porque aunque su primer pensamiento había sido que si tenía alcohol tenía que estar malísimo, si le prohibían beberlo la cosa cambiaba. Tras dirigirle una mirada de desaire a la spriggan, se inclinó para ver mejor a Wyck.
—¿De dónde ha salido? ¿Qué come? ¿Se le pueden dar dulces? ¿Le gusta jugar? —preguntó a los invitados, sin dirigirse a ninguno en concreto.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
03/03/20, 05:53 pm
Eitne susuró un “gracias” exclusivamente para Sinceridad antes de sonreírle a Nime con complicidad y llenarse la boca agachado para que no le vieran. Fue entonces cuando comenzó a llegar la gente, a quienes Eitne seguía saludando individualmente sin dejarse a nadie, a veces con la boca vacía y otras, con la boca llena e intentando disimularla. Aprovechó la trampa de Rox con su abrigo para tragar lo que tenía.
—¡Socorro, no puedo ver! —gritó entre risas.
Cuando Arcan les pidió que no se lo comieran todo, el niño le enseñó los dientes en una sonrisa inocentona.
—No te preocupes. Limón no come tan rápido —dijo a la vez que se limpió la boca con el dorso de la mano. Solo el rapiña lo escucharía.
Por suerte para los niños, algunos adultos tampoco esperaron para comer y Neil no tardó en abrir la veda. Había tanta gente que Eitne no cayó al principio en lo mismo que Nime y se quedó obnubilado por la cantidad de comidas y bebidas que había traído Dédalo desde su tierra natal. Alimentos que, aunque tenían colores familiares, no conocía. <<Seguro que son de la otra Daelicia>> pensó. Ya había oído que había otros lugares que no se parecían mucho a su pueblo, ni a los pueblos vecinos.
La llamada de atención de Nime lo trajo de vuelta y la bestia del crepúsculo soltó un “Eoooeooooeeooooo” mientras le zarandeaba; luego se fijó en el animal peludo y rojizo que estaba causando problemas. Abrió los ojos de par en par y miró con sorpresa a la demonio mineral.
—¡Ala, qué chulo! A lo mejor es un gato extraño —dijo solo para ella.
Huelga decir que no le apeteció beber alcohol hasta que no escuchó la prohibición por parte de Pelusa. Igual que le pasaba a Nime, ese estatus de manjar inalcanzable le otorgaba a la bebida mucho más valor. Suponía un reto. Un reto para el que Eitne ya estaba maquinando cosas, pero antes… ¡El animal! Eitne levitó brevemente sobre su asiento para contemplarlo bien desde detrás de Nime. Limón voló al ver peligrar su comodidad y aterrizó en la cabeza del niño, aplastandole los rizos.
—Yo soy Eitne, soy una bestia del crepúsculo, aunque no muerdo mucho —bromeó, su voz sonó exclusivamente para Nime y para Enredo y Dédalo, que habían venido juntos—. Pero sí se me dan muy bien los animales, ¿es carnívoro? ¿Lo podemos coger? —preguntó sobre la aparente mascota, solapando sus dudas con las de Nime—. ¿Lo habéis traído de Daelicia? —Esta pregunta era especialmente para Dédalo.
—¡Socorro, no puedo ver! —gritó entre risas.
Cuando Arcan les pidió que no se lo comieran todo, el niño le enseñó los dientes en una sonrisa inocentona.
—No te preocupes. Limón no come tan rápido —dijo a la vez que se limpió la boca con el dorso de la mano. Solo el rapiña lo escucharía.
Por suerte para los niños, algunos adultos tampoco esperaron para comer y Neil no tardó en abrir la veda. Había tanta gente que Eitne no cayó al principio en lo mismo que Nime y se quedó obnubilado por la cantidad de comidas y bebidas que había traído Dédalo desde su tierra natal. Alimentos que, aunque tenían colores familiares, no conocía. <<Seguro que son de la otra Daelicia>> pensó. Ya había oído que había otros lugares que no se parecían mucho a su pueblo, ni a los pueblos vecinos.
La llamada de atención de Nime lo trajo de vuelta y la bestia del crepúsculo soltó un “Eoooeooooeeooooo” mientras le zarandeaba; luego se fijó en el animal peludo y rojizo que estaba causando problemas. Abrió los ojos de par en par y miró con sorpresa a la demonio mineral.
—¡Ala, qué chulo! A lo mejor es un gato extraño —dijo solo para ella.
Huelga decir que no le apeteció beber alcohol hasta que no escuchó la prohibición por parte de Pelusa. Igual que le pasaba a Nime, ese estatus de manjar inalcanzable le otorgaba a la bebida mucho más valor. Suponía un reto. Un reto para el que Eitne ya estaba maquinando cosas, pero antes… ¡El animal! Eitne levitó brevemente sobre su asiento para contemplarlo bien desde detrás de Nime. Limón voló al ver peligrar su comodidad y aterrizó en la cabeza del niño, aplastandole los rizos.
—Yo soy Eitne, soy una bestia del crepúsculo, aunque no muerdo mucho —bromeó, su voz sonó exclusivamente para Nime y para Enredo y Dédalo, que habían venido juntos—. Pero sí se me dan muy bien los animales, ¿es carnívoro? ¿Lo podemos coger? —preguntó sobre la aparente mascota, solapando sus dudas con las de Nime—. ¿Lo habéis traído de Daelicia? —Esta pregunta era especialmente para Dédalo.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
05/03/20, 12:53 am
Rox se fijó en las miguitas que habían caído en su abrigo, alzando una ceja para mirar a los dos renacuajos (y a Limón) que tenía debajo, culpables. No iba a delatarles, menos cuando Neil acababa de dar el visto bueno, asi que se limitó a reír por lo bajo. Al contrario que Pelusa, él no regañó a Adru al verle hablar con la boca llena, si bien le chinchó en susurros a que mejorase el asunto:
—Di Pamplona —y con una sonrisa maliciosa aceptó el pastel, observando al gamusino con falso desinterés por si seguía sus consejos. Se distrajo al morder el dulce, sin embargo, abriendo los ojos como platos para dirigirse a Neil. Al igual que Adru el cambiante habló con la boca llena, aunque fuera un poco más disimulado por taparse con una mano—. Buah socio. Está buenísimo.
Le dio pulgar arriba a Neil, escuchando como tocaban la puerta segundos después. Arcan abrió, y aunque no pudiera ver todavía quienes entraban algo que dijo llamó su atención: "Dédalo".
Se quedó con el pastel a un bocado de acabar y detuvo el gesto de darle un mordisco. Su mente rebuscaba en el cuantioso baúl de nombres nuevos que había ido recopilando tras la salida de la Luna, consciente de que aquel en concreto era importante, y no tardó en caer porqué. Era el otro cambiante de la ciudad.
Apartó el pastelito en la mesa, se quitó las migas de encima y alisó las arrugas que pudiera tener su abrigo. A pesar de que controlase su aspecto a total voluntad, el australiano se peinó con una mano por puro nerviosismo, atento a quienes entraran por la puerta. Lo primero que entró fue un panda rojo... cosa que estaba lejos de lo que esperaba.
«¿Pero por qué me sorprendo?»
Frunció el ceño, más por su propia pregunta que por otra cosa. Después de todo estaban en Rocavarancolia, el mismo sitio en el que podías encontrar pingüinos en una casa y la gente aparentemente estrellaba ballenas contra los edificios. Lanzó un vistazo fugaz a los más pequeños. Se conocía a su ganado y estaba claro que aquel mamífero iba a ser lo que los conejos en el burdel. Otras dos personas entraron tras el animal, y Rox les siguió con mirada atenta. Dos chicos, uno algo más alto y aparentemente humano, el otro con un aspecto más curioso. No podía juzgar en base a apariencias, menos aún tratándose de un cambiante, pero...
«Tiene que ser él. Pocos en su sano juicio se harían un tatuaje en la cara sin la seguridad de poder quitárselo» pensó, divertido «...¿O sí?»
El joven permaneció atento, inquieto y algo emocionado, procurando no reírse por sus propios pensamientos. Si le hubieran dado nombres antes habría asistido de mejores ganas desde el principio. El de pelo blanco les presentó, confirmándose como Dédalo, con lo que se puso un minipunto positivo mental por deducirlo correctamente. Al igual que con Mephis no quería sentirse invasivo yendo de cabeza, y si le comentaba nada sobre su transformación sería solo cuando estuvieran más asentados.
—Rox. Encantado —dijo con una sonrisa y un gesto de cabeza.
Traían más pasteles y bebidas, Arcan bajó con embutidos y el cambiante sintió empacharse solo de mirar. Sus ojos bailaban entre las cosas de la mesa y, con disimulo, los recién llegados. Se fijó en las bonitas botellas de licor, preguntándose con humor que tan legal era traerle alcohol a un puñado de adolescentes de última Luna. No es que de media las edades de los cosechados fueran muy altas.
—Déjalos que prueben —le dijo a la mona, aunque hablaba especialmente alto—. Seguro que les gusta tanto como el que probaron en la playa —y le dedicó una mirada significativa. Luego miró a los invitados—. ¡Ponedlo en la mesa, que aquí no se pierde nada! —ya estaba atiborrada pero seguían cabiendo cosas. Así se vería más bonita, aunque dudaba que fueran a acabárselo todo.
Tan pronto Dédalo dejase las botellas Rox tomaría una para verla de cerca, abrirla (con permiso) y servirse apenas un cuarto de vaso. Olía exageradamente dulce, y aunque sus papilas gustativas vacilasen lo vació de un trago. Como chupito entraba muy bien, desde luego, aunque el sabor en mayores cantidades tenía que ser matador. Algo así como un batido de snickers con cocacola.
—Sí, sí que es daeliciano —rio—. ¡Está rico! Esto en fiestas se agota rápido, vamos. ¡Gracias!
Se fijó en Arcan preparando platos: lo cierto es que no sabía donde meterse de primeras, y la cecina le estaba llamando.
—¿Te echo un cable? —cogió un trozo de lomo y se lo metió en la boca con sutileza. Al hablar lo hizo más bajo—. Menos mal que has traido salados. Dudo que mi transformación venga con resistencia a la diabetes de tipo 2.
—Di Pamplona —y con una sonrisa maliciosa aceptó el pastel, observando al gamusino con falso desinterés por si seguía sus consejos. Se distrajo al morder el dulce, sin embargo, abriendo los ojos como platos para dirigirse a Neil. Al igual que Adru el cambiante habló con la boca llena, aunque fuera un poco más disimulado por taparse con una mano—. Buah socio. Está buenísimo.
Le dio pulgar arriba a Neil, escuchando como tocaban la puerta segundos después. Arcan abrió, y aunque no pudiera ver todavía quienes entraban algo que dijo llamó su atención: "Dédalo".
Se quedó con el pastel a un bocado de acabar y detuvo el gesto de darle un mordisco. Su mente rebuscaba en el cuantioso baúl de nombres nuevos que había ido recopilando tras la salida de la Luna, consciente de que aquel en concreto era importante, y no tardó en caer porqué. Era el otro cambiante de la ciudad.
Apartó el pastelito en la mesa, se quitó las migas de encima y alisó las arrugas que pudiera tener su abrigo. A pesar de que controlase su aspecto a total voluntad, el australiano se peinó con una mano por puro nerviosismo, atento a quienes entraran por la puerta. Lo primero que entró fue un panda rojo... cosa que estaba lejos de lo que esperaba.
«¿Pero por qué me sorprendo?»
Frunció el ceño, más por su propia pregunta que por otra cosa. Después de todo estaban en Rocavarancolia, el mismo sitio en el que podías encontrar pingüinos en una casa y la gente aparentemente estrellaba ballenas contra los edificios. Lanzó un vistazo fugaz a los más pequeños. Se conocía a su ganado y estaba claro que aquel mamífero iba a ser lo que los conejos en el burdel. Otras dos personas entraron tras el animal, y Rox les siguió con mirada atenta. Dos chicos, uno algo más alto y aparentemente humano, el otro con un aspecto más curioso. No podía juzgar en base a apariencias, menos aún tratándose de un cambiante, pero...
«Tiene que ser él. Pocos en su sano juicio se harían un tatuaje en la cara sin la seguridad de poder quitárselo» pensó, divertido «...¿O sí?»
El joven permaneció atento, inquieto y algo emocionado, procurando no reírse por sus propios pensamientos. Si le hubieran dado nombres antes habría asistido de mejores ganas desde el principio. El de pelo blanco les presentó, confirmándose como Dédalo, con lo que se puso un minipunto positivo mental por deducirlo correctamente. Al igual que con Mephis no quería sentirse invasivo yendo de cabeza, y si le comentaba nada sobre su transformación sería solo cuando estuvieran más asentados.
—Rox. Encantado —dijo con una sonrisa y un gesto de cabeza.
Traían más pasteles y bebidas, Arcan bajó con embutidos y el cambiante sintió empacharse solo de mirar. Sus ojos bailaban entre las cosas de la mesa y, con disimulo, los recién llegados. Se fijó en las bonitas botellas de licor, preguntándose con humor que tan legal era traerle alcohol a un puñado de adolescentes de última Luna. No es que de media las edades de los cosechados fueran muy altas.
—Déjalos que prueben —le dijo a la mona, aunque hablaba especialmente alto—. Seguro que les gusta tanto como el que probaron en la playa —y le dedicó una mirada significativa. Luego miró a los invitados—. ¡Ponedlo en la mesa, que aquí no se pierde nada! —ya estaba atiborrada pero seguían cabiendo cosas. Así se vería más bonita, aunque dudaba que fueran a acabárselo todo.
Tan pronto Dédalo dejase las botellas Rox tomaría una para verla de cerca, abrirla (con permiso) y servirse apenas un cuarto de vaso. Olía exageradamente dulce, y aunque sus papilas gustativas vacilasen lo vació de un trago. Como chupito entraba muy bien, desde luego, aunque el sabor en mayores cantidades tenía que ser matador. Algo así como un batido de snickers con cocacola.
—Sí, sí que es daeliciano —rio—. ¡Está rico! Esto en fiestas se agota rápido, vamos. ¡Gracias!
Se fijó en Arcan preparando platos: lo cierto es que no sabía donde meterse de primeras, y la cecina le estaba llamando.
—¿Te echo un cable? —cogió un trozo de lomo y se lo metió en la boca con sutileza. Al hablar lo hizo más bajo—. Menos mal que has traido salados. Dudo que mi transformación venga con resistencia a la diabetes de tipo 2.
- uwuowo:
- ♪♫♬:
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
06/03/20, 02:35 pm
Obel
El gárgola se sonrojó levemente cuando Tay le dijo que estaba guapo. Iba casi igual que siempre, sólo se había peinado un poco. Luego entrecerró los ojos al darse cuenta de que le estaba tomando el pelo.
-Tengo una cita con tu madre – le respondió devolviendo la pulla.- Espero que se porte bien – puso los ojos en blanco.- Venga princesa, que tengo hambre y huele muy bien.
Enredo
Una ligera sonrisa pasó por la cara del brujo. Recitó el ensalmo y la suciedad del rapiña desapareció como si nunca hubiera existido. Observó al chico irse y Enredo pasó hacia el salón donde estaba el resto reunido.
-Buenas tardes – saludó de forma educada mientras buscaba un hueco libre donde poner las tartas que había traído.- Yo he traído unas tartas para acompañar, pero veo que no hacía falta. Menudo despliegue – dijo ligeramente asombrado. Localizó al chico que le decían que era el artífice de aquello.- Tú y yo tenemos que intercambiar recetas – le sonrió.
Por su parte Wyck se había acercado al lugar de la comida, al lado de los niños. Intentaba alcanzar algo de comer poniéndose de puntillas pero el brujo que no le quitaba el ojo de encima tiró del enlace mágico que los unía haciendo que cayese bocarriba. La cara del panda era graciosa, no tenía mucha idea de lo que había pasado, escaló rápidamente a Nime como si de un rocódromo se tratase. Se subió a sus hombros y alargó las patitas hacia los cuernos de la demonio con curiosidad.
-Disculpad – dijo al resto.- Me temo que Wyck vino como un polizón, se agarró a mí cuando nos estábamos teletransportando. No tengáis miedo, es inofensivo pero es inquieto y juguetón – comentó antes de que la metralleta de preguntas de los niños llegase. Se rió y se acercó al sofá, reconocía las transformaciones de ambos, una por aspecto y el otro por el nombre.- Come de todo, es omnívoro, se le pueden dar dulces pero no muchos que luego le duele la barriga, le encanta jugar, que le den mimos y le presten atención. Podéis cogerlo y acariciarlo sin problemas. – les respondió lo mejor que pudo.
Obel entró en la sala mientras el brujo hablaba con los niños y saludó en general a los reunidos allí. El despliegue de comida le encantó y se acercó rápidamente a comer algo.
-Tienes que probar esto, Tay – dijo con los ojos brillantes.- Dioses que bueno está.
El gárgola se sonrojó levemente cuando Tay le dijo que estaba guapo. Iba casi igual que siempre, sólo se había peinado un poco. Luego entrecerró los ojos al darse cuenta de que le estaba tomando el pelo.
-Tengo una cita con tu madre – le respondió devolviendo la pulla.- Espero que se porte bien – puso los ojos en blanco.- Venga princesa, que tengo hambre y huele muy bien.
Enredo
Una ligera sonrisa pasó por la cara del brujo. Recitó el ensalmo y la suciedad del rapiña desapareció como si nunca hubiera existido. Observó al chico irse y Enredo pasó hacia el salón donde estaba el resto reunido.
-Buenas tardes – saludó de forma educada mientras buscaba un hueco libre donde poner las tartas que había traído.- Yo he traído unas tartas para acompañar, pero veo que no hacía falta. Menudo despliegue – dijo ligeramente asombrado. Localizó al chico que le decían que era el artífice de aquello.- Tú y yo tenemos que intercambiar recetas – le sonrió.
Por su parte Wyck se había acercado al lugar de la comida, al lado de los niños. Intentaba alcanzar algo de comer poniéndose de puntillas pero el brujo que no le quitaba el ojo de encima tiró del enlace mágico que los unía haciendo que cayese bocarriba. La cara del panda era graciosa, no tenía mucha idea de lo que había pasado, escaló rápidamente a Nime como si de un rocódromo se tratase. Se subió a sus hombros y alargó las patitas hacia los cuernos de la demonio con curiosidad.
-Disculpad – dijo al resto.- Me temo que Wyck vino como un polizón, se agarró a mí cuando nos estábamos teletransportando. No tengáis miedo, es inofensivo pero es inquieto y juguetón – comentó antes de que la metralleta de preguntas de los niños llegase. Se rió y se acercó al sofá, reconocía las transformaciones de ambos, una por aspecto y el otro por el nombre.- Come de todo, es omnívoro, se le pueden dar dulces pero no muchos que luego le duele la barriga, le encanta jugar, que le den mimos y le presten atención. Podéis cogerlo y acariciarlo sin problemas. – les respondió lo mejor que pudo.
Obel entró en la sala mientras el brujo hablaba con los niños y saludó en general a los reunidos allí. El despliegue de comida le encantó y se acercó rápidamente a comer algo.
-Tienes que probar esto, Tay – dijo con los ojos brillantes.- Dioses que bueno está.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
07/03/20, 08:08 pm
Tay era perfectamente consciente de que el único cambio visible en su amigo para aquella ocasión era que se había peinado un poco, por eso rio divertido cuando Obel se mostró un poco cogido por sorpresa en contra de lo que esperaba. Sobre las referencias a su madre guardó silencio unos instantes quedándose pensativo. Hacía mucho que no la veía, y aunque la nostalgia le acaricaba desde dentro no era superior a la que sentía en su propia casa con la ausencia de sus padres, al fin y al cabo pocas veces los veía y se había críado con sus abuelos en el bar.
-Al menos la mía no es alienígena- comentó mientras bajaba, sabiendo que la frase no tenía sentido alguno.
Lo que encontró el nuevo lémur fue una verdadera sorpresa, el delicioso olor precedió a un manjar de dulces y bebidas (algunas con alcohol). Y había mucha gente, por supuesto estaban los más jóvenes de Letargo, (quién tenía entendido que habían montado todo aquello) también el resto de aquel torreón que de momento tan bien le caía aunque no estaban todos, y además algunos desconocidos y sus propios compañeros.
-¡Daría lo que fuera por tener cuatro estómagos ahora mismo!- le respondió a Obel en cuanto probó de lo que éste le ofrecía, no se cortó pues ya mucha gente había empezado. Decidió que más tarde se acercaría a todos los que pudiera y en especial agradecería el detalle a los cocineros y el ser invitado.
-¡Sinceridad!- le devolvió el saludo desde la lejanía, luego fue en su búsqueda con un poco de licor daeliciano mientras esquivaba torpemente a un osito singular que trepaba por la pierna de Nime, mejor no haría preguntas. Con su gran cola resaltando por encima de la cabeza por fin fue a su encuentro- pues genial- contestó- aunque yo tampoco he salido demasiado, deberíamos vernos más tía- y mientras hablaba intentó no mostrar demasiado descaro por la curiosidad que sentía con todos aquellos ojos por su cuerpo- oye así no vale- se permitió bromear- seguro que tienes seleccionados los mejores manjares desde aquí- y luego su mirada se detuvo en alguien a quien no había visto hasta ahora. Mierda, Barael andaba por allí con varias bandejas. Su cuerpo se tensó de inmediato aunque no pasó de ahí, aún no sabía que sentir respecto a él y su presencia le incomodaba. Aunque no podía negar que una parte de él escondida sentía morriña por ver a Obel, Arcan y él incluído en la misma habitación.
-Al menos la mía no es alienígena- comentó mientras bajaba, sabiendo que la frase no tenía sentido alguno.
Lo que encontró el nuevo lémur fue una verdadera sorpresa, el delicioso olor precedió a un manjar de dulces y bebidas (algunas con alcohol). Y había mucha gente, por supuesto estaban los más jóvenes de Letargo, (quién tenía entendido que habían montado todo aquello) también el resto de aquel torreón que de momento tan bien le caía aunque no estaban todos, y además algunos desconocidos y sus propios compañeros.
-¡Daría lo que fuera por tener cuatro estómagos ahora mismo!- le respondió a Obel en cuanto probó de lo que éste le ofrecía, no se cortó pues ya mucha gente había empezado. Decidió que más tarde se acercaría a todos los que pudiera y en especial agradecería el detalle a los cocineros y el ser invitado.
-¡Sinceridad!- le devolvió el saludo desde la lejanía, luego fue en su búsqueda con un poco de licor daeliciano mientras esquivaba torpemente a un osito singular que trepaba por la pierna de Nime, mejor no haría preguntas. Con su gran cola resaltando por encima de la cabeza por fin fue a su encuentro- pues genial- contestó- aunque yo tampoco he salido demasiado, deberíamos vernos más tía- y mientras hablaba intentó no mostrar demasiado descaro por la curiosidad que sentía con todos aquellos ojos por su cuerpo- oye así no vale- se permitió bromear- seguro que tienes seleccionados los mejores manjares desde aquí- y luego su mirada se detuvo en alguien a quien no había visto hasta ahora. Mierda, Barael andaba por allí con varias bandejas. Su cuerpo se tensó de inmediato aunque no pasó de ahí, aún no sabía que sentir respecto a él y su presencia le incomodaba. Aunque no podía negar que una parte de él escondida sentía morriña por ver a Obel, Arcan y él incluído en la misma habitación.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
15/03/20, 02:29 pm
Pelusa
La mirada que recibió Pelusa de parte de los pequeños cuando les negó el beber de las botellas de licor fue flagrante. Había estado con niños pequeños, sabía bien que contra más se les negaba algo mas iban a insistir en tomar lo que sea que se les negase, por puro llevar la contra. Pelusa se veía en el deber de advertirles que no lo hicieran, pero imaginaba que no le harían mucho caso, igual que no lo hicieron en la fiesta de la bahía en su momento.
Pelusa suspiro cuando escucho a Rox decir que les dejase, que a ver cuánto les satisfacía el sufrir el desagrado de aquella fiesta y la niña se lo pensó. El tipo llamado Dédalo había dicho que aquellas bebidas eran de Daelicia y Rox mismo se lo confirmo cuando tomo un trago de una de las botellas. Debía ser dulce, que solo imaginarse a los críos con excesos de azúcar e hiperactividad, más de lo que poseía de normal, le daba migraña.
<<En fin, da igual si lo prueban, lo probaron…a ver qué ocurre primero, que les dé una sobredosis de azúcar y acabe doliéndoles en el estómago; o que tengamos dos críos correteando por aquí>> pensó Pelusa con cierta malicia, pues la verdad ahora tenía una curiosidad casi morbosa por averiguarlo.
Tomando un poco de té tranquilamente se quedó observando y escuchando la pequeña charla que tenían Eitne y Nime con los dos veteranos sobre la cosita peluda que se había subido sobre la niña. La curiosidad que mostraban no le extraño, siempre era así cuando algún animal entraba en el campo de visión de alguno de ellos. << Un día de estos se nos va a quedar pequeña la sede como sigan queriendo adoptar animales>> pensó recordando que posiblemente tendría un conejo como futura mascota pronto, ya que Adru no contaba.
La niña tan solo escuchaba tranquila, no teniendo mucha intención de intervenir aun, hablar con mucha gente en grupos grandes le incomodaba, por eso prefería ser más de la que oía y analizaba. Además, por qué no, tenía curiosidad por ver cómo eran aquellos veteranos y lo que le contaba a Eitne y Nime.
~.~.~.~
Dédalo
El cambiante vio al que suponía era el mayor del grupo acercarse a una de botellas para tomar un trago. Sonrió ligeramente, no pasando desapercibido para él que no había dicho su transformación. <<Aunque siendo honestos tampoco dije la mía o la de Enredo, así que estamos iguales>> pensó con algo de humor por aquella reserva, que no le sorprendía tanto en realidad. No era tan fuera de lo común en no revelar esas cosas a desconocidos, seguramente tendría sus motivos.
Desde luego a simple vista la apariencia de Rox no decía mucho, salvo que probablemente era humano.
Por otro lado, los pequeños Nime y Eitne sí que revelaron sus trasformaciones, desconocidas por completo para el cambiante. AL menos la de Nime no dejaba muchas dudas, aunque no supiera sus características, los minerales en su cuerpo eran más que visibles. La de Eitne por otro lado le resulto algo más curiosa, pues a simple vista lucia como sencillo niño daeliciano, todo dulce y colorido.
-Bestia del crepúsculo- murmuro para si, mirándole, ya que este en si decía mucho- Bueno supongo que por el nombre mismo, tienes una parte bestial ¿no? ¿En qué clase de criatura te conviertes? Si se puede saber, claro -preguntó curioso por eso, aunque pensando en la posibilidad que fuese algo tipo como lo selkies, que tenían que resguardarse. Al menos su trasformación era bastante descriptiva, imaginaba que, si era de día y era solo un niño, seguramente solo era bestia por las noches o durante ciertas horas, por lo de crepúsculo, vaya. << Le vi hacer magia hace un momento, ¿puede hacerla también de noche?>> pensó no pudiendo evitar su curiosidad. Casi tanto como la sentía por los peculiares minerales que cubría los brazos de Nime- Y sobre tu transformación, no se mucho de ella en realidad- admitió viendo a la pequeña niña cuyos ojos como dos gemas resultaban claramente llamativos.
A pesar de aquello no se despisto de la tonelada de preguntas que les llovieron a él y a Enredo sobre Wyck. Se rió cuando su amigo comenzó a responderlas como buenamente pudo, aturullado, mientras veía a la bola de pelos ya sobre Nime, cuyos ojitos estaban puesto sobre él pájaro-ratonil que estaba sobre la cabeza de Eitne. Alzo una ceja ante el animal. <<O han ido a ordesta y se han traído una mascota…o esa pelotita de plumas y pelo es cosa de Giz>> cualquier animal raro que hubiera en la ciudad que pareciera medio quimérico sin razón aparente, tenía casi la firma de Giz a esas alturas.
-El único riesgo que tiene esa bola de pelos roja es que os intente usar de árbol, no hace daño queriendo, pero bueno tiene garras para trepar. Especialmente si algo le llama a la atención, por experiencia propia. Enredo y yo somos sus árboles favoritos...- aseguró Dédalo con humor mientras miraba en la mesa y decidía servirse por fin unos hojaldres que estaban llamándolo desde hacía un buen rato. Luego su atención volvió hacia Eitne ante su pregunta, sonrió negando con la cabeza, ya imaginándose que un animal así en Daelicia como mínimo sería más naranja brillante.
-No, no es de Daelicia, es terrestre. Enredo es originariamente de la Tierra, así que sabe moverse bien por allí. - dijo señalando a su amigo con un gesto de cabeza antes de continuar- Su apariencia no ha cambiado mucho, no necesitaba magia para camuflarse y yo soy un cambiante, así que tengo facilidad entrando en donde sea sin tener que usar magia. Fue bastante sencillo. -añadió mientras veía a Wick todo tranquilito con los niños. Era casi un milagro. Ese bicho se suponía era calmado y tranquilo, pero a ellos les había tocado el más hiperactivo del mundo- En una ocasión que pudimos ir a la Tierra, nos trajimos a su otra mascota, Sombra, un pequeño gato negro. Y de paso tomamos muestras del panda para que el genemante de la ciudad nos lo clonara…bueno, hiciera que naciera uno mediante magia– añadió de forma más sencilla pues no sabía si tendrían idea de lo que era la clonación- Era más factible que el traer directamente un panda de allí. –miro a Eitne y al pájaro ratonil que tenía consigo y lo apunto ligeramente, viéndolo allí todo tranquilo, cosa que se preguntaba lograba el niño que hiciera eso.
-También...posiblemente tu pequeña mascota fue una de sus creaciones en algún momento, a no ser que lo trajerais de Ordesta, claro. Allí hay muchos animales extraños, algo que supongo vuestra amiga ya os lo habrá comentado alguna vez- añadió viendo como la pequeño y algo inquietante mona del queso les miraba fijamente tanto a Enredo como a él. Casi era como tener una pequeña muñeca con alas de mariposa a su espalda, tomando té calmadamente, casi sin parpadear, mientras no se perdía palabra de lo que decían- ¿Como has conseguido que este ahí toda mansa? Ya nos gustaría a nosotros que Wick nos hiciera aunque fuese la mitad de caso, suele ser un trasto -el simple hecho que se les hubiera colado en el viaje ya decía un poco de las travesuras del animal.
La mirada que recibió Pelusa de parte de los pequeños cuando les negó el beber de las botellas de licor fue flagrante. Había estado con niños pequeños, sabía bien que contra más se les negaba algo mas iban a insistir en tomar lo que sea que se les negase, por puro llevar la contra. Pelusa se veía en el deber de advertirles que no lo hicieran, pero imaginaba que no le harían mucho caso, igual que no lo hicieron en la fiesta de la bahía en su momento.
Pelusa suspiro cuando escucho a Rox decir que les dejase, que a ver cuánto les satisfacía el sufrir el desagrado de aquella fiesta y la niña se lo pensó. El tipo llamado Dédalo había dicho que aquellas bebidas eran de Daelicia y Rox mismo se lo confirmo cuando tomo un trago de una de las botellas. Debía ser dulce, que solo imaginarse a los críos con excesos de azúcar e hiperactividad, más de lo que poseía de normal, le daba migraña.
<<En fin, da igual si lo prueban, lo probaron…a ver qué ocurre primero, que les dé una sobredosis de azúcar y acabe doliéndoles en el estómago; o que tengamos dos críos correteando por aquí>> pensó Pelusa con cierta malicia, pues la verdad ahora tenía una curiosidad casi morbosa por averiguarlo.
Tomando un poco de té tranquilamente se quedó observando y escuchando la pequeña charla que tenían Eitne y Nime con los dos veteranos sobre la cosita peluda que se había subido sobre la niña. La curiosidad que mostraban no le extraño, siempre era así cuando algún animal entraba en el campo de visión de alguno de ellos. << Un día de estos se nos va a quedar pequeña la sede como sigan queriendo adoptar animales>> pensó recordando que posiblemente tendría un conejo como futura mascota pronto, ya que Adru no contaba.
La niña tan solo escuchaba tranquila, no teniendo mucha intención de intervenir aun, hablar con mucha gente en grupos grandes le incomodaba, por eso prefería ser más de la que oía y analizaba. Además, por qué no, tenía curiosidad por ver cómo eran aquellos veteranos y lo que le contaba a Eitne y Nime.
~.~.~.~
Dédalo
El cambiante vio al que suponía era el mayor del grupo acercarse a una de botellas para tomar un trago. Sonrió ligeramente, no pasando desapercibido para él que no había dicho su transformación. <<Aunque siendo honestos tampoco dije la mía o la de Enredo, así que estamos iguales>> pensó con algo de humor por aquella reserva, que no le sorprendía tanto en realidad. No era tan fuera de lo común en no revelar esas cosas a desconocidos, seguramente tendría sus motivos.
Desde luego a simple vista la apariencia de Rox no decía mucho, salvo que probablemente era humano.
Por otro lado, los pequeños Nime y Eitne sí que revelaron sus trasformaciones, desconocidas por completo para el cambiante. AL menos la de Nime no dejaba muchas dudas, aunque no supiera sus características, los minerales en su cuerpo eran más que visibles. La de Eitne por otro lado le resulto algo más curiosa, pues a simple vista lucia como sencillo niño daeliciano, todo dulce y colorido.
-Bestia del crepúsculo- murmuro para si, mirándole, ya que este en si decía mucho- Bueno supongo que por el nombre mismo, tienes una parte bestial ¿no? ¿En qué clase de criatura te conviertes? Si se puede saber, claro -preguntó curioso por eso, aunque pensando en la posibilidad que fuese algo tipo como lo selkies, que tenían que resguardarse. Al menos su trasformación era bastante descriptiva, imaginaba que, si era de día y era solo un niño, seguramente solo era bestia por las noches o durante ciertas horas, por lo de crepúsculo, vaya. << Le vi hacer magia hace un momento, ¿puede hacerla también de noche?>> pensó no pudiendo evitar su curiosidad. Casi tanto como la sentía por los peculiares minerales que cubría los brazos de Nime- Y sobre tu transformación, no se mucho de ella en realidad- admitió viendo a la pequeña niña cuyos ojos como dos gemas resultaban claramente llamativos.
A pesar de aquello no se despisto de la tonelada de preguntas que les llovieron a él y a Enredo sobre Wyck. Se rió cuando su amigo comenzó a responderlas como buenamente pudo, aturullado, mientras veía a la bola de pelos ya sobre Nime, cuyos ojitos estaban puesto sobre él pájaro-ratonil que estaba sobre la cabeza de Eitne. Alzo una ceja ante el animal. <<O han ido a ordesta y se han traído una mascota…o esa pelotita de plumas y pelo es cosa de Giz>> cualquier animal raro que hubiera en la ciudad que pareciera medio quimérico sin razón aparente, tenía casi la firma de Giz a esas alturas.
-El único riesgo que tiene esa bola de pelos roja es que os intente usar de árbol, no hace daño queriendo, pero bueno tiene garras para trepar. Especialmente si algo le llama a la atención, por experiencia propia. Enredo y yo somos sus árboles favoritos...- aseguró Dédalo con humor mientras miraba en la mesa y decidía servirse por fin unos hojaldres que estaban llamándolo desde hacía un buen rato. Luego su atención volvió hacia Eitne ante su pregunta, sonrió negando con la cabeza, ya imaginándose que un animal así en Daelicia como mínimo sería más naranja brillante.
-No, no es de Daelicia, es terrestre. Enredo es originariamente de la Tierra, así que sabe moverse bien por allí. - dijo señalando a su amigo con un gesto de cabeza antes de continuar- Su apariencia no ha cambiado mucho, no necesitaba magia para camuflarse y yo soy un cambiante, así que tengo facilidad entrando en donde sea sin tener que usar magia. Fue bastante sencillo. -añadió mientras veía a Wick todo tranquilito con los niños. Era casi un milagro. Ese bicho se suponía era calmado y tranquilo, pero a ellos les había tocado el más hiperactivo del mundo- En una ocasión que pudimos ir a la Tierra, nos trajimos a su otra mascota, Sombra, un pequeño gato negro. Y de paso tomamos muestras del panda para que el genemante de la ciudad nos lo clonara…bueno, hiciera que naciera uno mediante magia– añadió de forma más sencilla pues no sabía si tendrían idea de lo que era la clonación- Era más factible que el traer directamente un panda de allí. –miro a Eitne y al pájaro ratonil que tenía consigo y lo apunto ligeramente, viéndolo allí todo tranquilo, cosa que se preguntaba lograba el niño que hiciera eso.
-También...posiblemente tu pequeña mascota fue una de sus creaciones en algún momento, a no ser que lo trajerais de Ordesta, claro. Allí hay muchos animales extraños, algo que supongo vuestra amiga ya os lo habrá comentado alguna vez- añadió viendo como la pequeño y algo inquietante mona del queso les miraba fijamente tanto a Enredo como a él. Casi era como tener una pequeña muñeca con alas de mariposa a su espalda, tomando té calmadamente, casi sin parpadear, mientras no se perdía palabra de lo que decían- ¿Como has conseguido que este ahí toda mansa? Ya nos gustaría a nosotros que Wick nos hiciera aunque fuese la mitad de caso, suele ser un trasto -el simple hecho que se les hubiera colado en el viaje ya decía un poco de las travesuras del animal.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.
Personajes :- Spoiler:
Armas :- Spoiler:
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
- Dama Abrazos: Mandobles y manguales gigantes duales, balas cañon.
- Nery´s: Beyesha infinita. Esto que no sabe ni que es.
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
Status : Cazador de la luna de sangre.
Humor : JAJAJAJAJA *se marcha riéndose*
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
15/03/20, 03:42 pm
Toctoctoctoctoctoctoc
El cuchillo se deslizaba rápido creado finas linchas de queso mientras su actual dueño contemplaba con cariño a los pequeños jugar con el animal del brujo curandero y al veterano Dédalo entusiasmado hablando con ellos. Rió ante la broma de Rox entendiendo que era algo malo aunque no sabía que era la diabetes. -Bueno, el dulce me empalaga fácilmente así que pensé en algo como esto para poder seguir disfrutando de las delicias de Neil. Debería abrir una pastelería. -No había ni un rastro de duda o broma en su voz, iba totalmente en serio al decir aquello. Con una mano le ofreció una raja de queso a la altura de la boca. -Prueba, es ulterano y muy suave. Y sí, coloca esta bandeja mientras preparo la siguiente, gracias. -Le pasó una de las tres bandejas que tenía en frente, repleta del popurrí de las cosas que había traído. -Y de paso pásame uno de esos "refrescos" por favor. No pudo evitar fijarse en lo animado que estaba en comparación a antes. Pero no preguntó, simplemente se alegraba de ello.
Aún no se acostumbraba a que Pam fuese de los responsables del grupo, le era difícil separar aquella pequeña silueta de otro más de los críos. Aunque poco o poco se hacía a ello, seguramente si estuviera más por la Sede ya ni le extrañaría.
Terminó la segunda bandeja y la apartó a un lado. Tanto le daba si Rox la llevaba también como si no, el seguía a lo suyo.
Miró de reojo brevemente a su hermano y a Tay y volvió a sentir un pinchazo de incomodidad. También a Sinceridad a la que había cortado antes. Seguramente se acercaría al acabar a ella para hablar con calma.
- Equilibrio:
Un blanco mas oscuro que el negro.
Un negro mas claro que el blanco.
El gris se desborda en mil tonos.
Y el arcoiris se hunde en monotonia.
Vivimos caminando el sendero dejado por los muertos.
Mientras brindamos nueva muerte a nuestro paso para extenderlo.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
16/03/20, 02:31 pm
—Hm, pues si te empalaga mejor no pruebes el alcohol. Te saldrían caries hasta en el esófago —aceptó el queso que le ofreció el rapiña con gusto, asintiendo a sus palabras—. Ya. Cocina super bien. Y es una idea que me apasiona más que cuidar abejas, pero... —se encogió de hombros—. ¡Brujos!
El queso estaba realmente rico. Aprovechó que Arcan le tendió la bandeja para coger otro trozo y dejarla donde hubiera hueco.
—¿Te mola este? —le preguntó alzando una botella de lo que parecía soda de las que había traído Dédalo. Se la acercó sin dejar de mirarla—. Si los refrescos humanos ya son empalagosos no me quiero imaginar eso. Ahí lo dejo —rio.
Él por su parte se serviría un vaso de agua. Aunque se viera distraído acomodando las cosas de la mesa de aquí para allá para hacer hueco a los embutidos de Arcan, el cambiante tenía la oreja pegada a las conversaciones detrás suya. Tampoco pasó por alto los cambios del lenguaje corporal del rapiña cada vez que observaba a sus viejos compañeros de torreón. Tenía entendido que las cosas estaban tensas entre ellos, pero apenas sabía del tema. Se acercó a él para quitarle otra bandeja llena.
—¿Estás bien, Arcan? —preguntó en voz baja—. ¿Quieres que siga yo?
El queso estaba realmente rico. Aprovechó que Arcan le tendió la bandeja para coger otro trozo y dejarla donde hubiera hueco.
—¿Te mola este? —le preguntó alzando una botella de lo que parecía soda de las que había traído Dédalo. Se la acercó sin dejar de mirarla—. Si los refrescos humanos ya son empalagosos no me quiero imaginar eso. Ahí lo dejo —rio.
Él por su parte se serviría un vaso de agua. Aunque se viera distraído acomodando las cosas de la mesa de aquí para allá para hacer hueco a los embutidos de Arcan, el cambiante tenía la oreja pegada a las conversaciones detrás suya. Tampoco pasó por alto los cambios del lenguaje corporal del rapiña cada vez que observaba a sus viejos compañeros de torreón. Tenía entendido que las cosas estaban tensas entre ellos, pero apenas sabía del tema. Se acercó a él para quitarle otra bandeja llena.
—¿Estás bien, Arcan? —preguntó en voz baja—. ¿Quieres que siga yo?
- ♪♫♬:
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.Personajes :- Spoiler:
Armas :- Spoiler:
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
- Dama Abrazos: Mandobles y manguales gigantes duales, balas cañon.
- Nery´s: Beyesha infinita. Esto que no sabe ni que es.
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
Status : Cazador de la luna de sangre.
Humor : JAJAJAJAJA *se marcha riéndose*
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
16/03/20, 10:34 pm
-Ugh... -Fue la única respuesta hacia lo del alcohol. Claramente lo había convencido de ni probarlo. Y rio, Rox y Rena siempre conseguían hacerle reír últimamente. -Brujos. -Repitió poniendo los ojos en blanco.
Se giró para mirar la elección del cambiante y se encogió de hombros no teniendo ni la más remota idea de que esperarse dentro de esas botellas. Lo abrió y el olor dulzón le hizo poner cara de limón antes de beberlo. Pero al echarle un trago y saborearlo lo paladeo un poco y puso cara de "ñe, no está mal".
-¿Y eso? ¿Parezco enfermo o algo? -Se miró las manos abriendo y cerrándolas sin entender por qué le preguntaba. -Quizás estoy más cansado de lo que siento... -Le miró a los ojos en busca de respuesta.
Se giró para mirar la elección del cambiante y se encogió de hombros no teniendo ni la más remota idea de que esperarse dentro de esas botellas. Lo abrió y el olor dulzón le hizo poner cara de limón antes de beberlo. Pero al echarle un trago y saborearlo lo paladeo un poco y puso cara de "ñe, no está mal".
-¿Y eso? ¿Parezco enfermo o algo? -Se miró las manos abriendo y cerrándolas sin entender por qué le preguntaba. -Quizás estoy más cansado de lo que siento... -Le miró a los ojos en busca de respuesta.
- Equilibrio:
Un blanco mas oscuro que el negro.
Un negro mas claro que el blanco.
El gris se desborda en mil tonos.
Y el arcoiris se hunde en monotonia.
Vivimos caminando el sendero dejado por los muertos.
Mientras brindamos nueva muerte a nuestro paso para extenderlo.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
16/03/20, 11:22 pm
Neil se sonrojó furiosamente con los halagos de sus amigos e invitados y estuvo de acuerdo con su edeel sobre que tenían que invitar a gente más veces, ya que había disfrutado enormemente cocinar todo aquello, aunque hubiera sido agotador. Por un momento se preguntó si sería posible pedirle ayuda a alguna de las manos de Guille para que le ayudara a cocinar, ya que no quería cargar con ese trabajo a sus amigos, pero pensó también que sería igualmente injusto para las invocaciones de su amigo. "Quizás pueda hacer algo con mi magia que ayude. Los hechizos facilitan mucho las cosas, pero con alguna ayuda extra podría hacer el doble de trabajo en la mitad de tiempo. ¿Será posible animar figuras de cera como muñequitos articulados?" se preguntó el brujo decidiendo al instante investigar sobre ello en cuanto tuviera algo de tiempo.
- Mi nombre es Neil. Soy el aurva de Adru y brujo de la cera- se presentó agradeciendo también la comida y bebidas que los invitados habían traído.
No es que pensara que sería necesario más comida, ya que se había asegurado de que hubiera suficiente, pero sabía que en muchos sitios era de mala educación presentarse a una invitación con las manos vacías. Además, no iba a ser él el que desaprovechara la oportunidad de probar distintas comidas a las que ya conocía.
Neil ignoró todo lo relacionado con la bebida alcohólica que habían traído los invitados, decidido a hacer caso a la orden de Pelusa incluso antes de que la dijera. No tenía ninguna intención de probar ni una gota de algo que sabía que olía bastante fuerte. Al menos, los alcoholes que había olido en la bahía se habían sentido mucho más fuertes de lo que le gustaría a él. Aunque ciertamente el hecho de que este que habían traído proviniera de Daelicia probablemente significaría que era más dulce y sabroso. También había estado curioso durante algún tiempo sobre recetas flameadas con alcohol, por lo que aunque no pretendía probarlo activamente, si que esperaba que dejaran un poco para poder experimentar con él en algún postre.
- ¡Oh! Sí, me encantaría. Enredo era, ¿no? Disculpa, es que no sabía si me había quedado bien con tu nombre. ¿Puedo preguntarte de qué mundo eres si no es mucha la indiscreción? Estoy bastante interesado en aprender recetas de todos los mundos posibles, a poder ser de repostería- contestó interesado en la sugerencia del brujo sobre intercambiar recetas. También le había llamado la atención el pequeño animalito que habían traído y las explicaciones sobre sus hábitos, pero ciertamente estaba más interesado en los conocimientos culinarios que el dueño del animal podía aportarle.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
17/03/20, 02:15 pm
Rox dio un sorbo a su vaso de agua tras hacer un gesto de "salud" cuando vio a Arcan arrugar la cara, riéndose por lo bajini. Antes de dejar la segunda bandeja en otro lado se esperó a que el rapiña respondiese.
—No, no. Es que... —se le acercó, ajustando las cosas en la mesa con disimulo y atento a que no se le oyera demasiado. No quería crear malos rollos ni que Obel o Tayron se enterasen por si las moscas—. Se te ve incómodo. Que no me quiero meter donde no me llaman, pero... —con un movimiento de cabeza sutil señaló hacia los ex-macieleros presentes, de espaldas a ellos—. ¿Todo bien con esos dos?
Apenas les conocía, pero Arcan era el más cercano a él de ese grupo e inevitablemente se le disparaba la empatía por el nublino. Él tampoco es que estuviera en su salsa sin la presencia de Rena o Milo y con dos veteranos a escasos metros.
—No, no. Es que... —se le acercó, ajustando las cosas en la mesa con disimulo y atento a que no se le oyera demasiado. No quería crear malos rollos ni que Obel o Tayron se enterasen por si las moscas—. Se te ve incómodo. Que no me quiero meter donde no me llaman, pero... —con un movimiento de cabeza sutil señaló hacia los ex-macieleros presentes, de espaldas a ellos—. ¿Todo bien con esos dos?
Apenas les conocía, pero Arcan era el más cercano a él de ese grupo e inevitablemente se le disparaba la empatía por el nublino. Él tampoco es que estuviera en su salsa sin la presencia de Rena o Milo y con dos veteranos a escasos metros.
- ♪♫♬:
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
17/03/20, 04:57 pm
—Famflomnm…
Atendiendo a la petición de Rox se vio escupiendo la comida involuntariamente al tener que pronunciar aquella palabra y empezó a gesticular mucho para evitar que todas las migas del pastelillo que estaba comiendo se cayesen al suelo y lo pusiesen todo perdido. Riendo estúpidamente, el gamusino fue corriendo a la cocina para sacudirse y lavarse la cara en el fregadero. Volvió igual de rápido, con algunas gotas todavía goteando de sus tirabuzones y la comisura de sus labios, riéndose también y dejando remanencias por todo el salón.
>>¿Pero y qué significa Pampl…? ¡Oh!, ¿qué es eso?
No se dio cuenta de que el cambiante se había apartado un poco para hablar con Arcan de todos modos porque algo llamó poderosamente la atención: el animal peludito de aspecto gracioso que traían los invitados y que, como cabía esperar, Nime y Eitne ya estaban acaparando.
—Hala, ¡qué mono! ¿Qué es? —Apoyó una mano en la barbilla, pensativo, al ser incapaz de identificarlo con ningún tipo de mamífero que conociese. Al cabo de un instante se dio cuenta de que no estaba siendo educada—. ¡Perdón, no os saludé! —dijo acercándose a los invitados—. Qué bien que ya hayáis venido: temíamos no poder contenernos y acabar con la merienda sin dejaros nada. Es que la cocina de Neil es irresistible. —Afirmó lo último estirándose y moviendo la punta de las orejas con orgullo por su aurva—. Anda, si han venido por fin Tayron y Obel, ¡hola!
Echó a correr otra vez pasando frente a los mencionados, dejando tras de sí otra remanencia que saludaba antes de volver su atención a lo más importante: el animal.
—¿Puedo acariciarlo? —Preguntó agachándose para poder verlo más de cerca. El animalillo le devolvió una mirada cautelosa—. ¡Qué mono! No quiero asustarlo, pero es como un muñeco de peluche para dormir: dan ganas de abrazarlo muy fuerte.
Atendiendo a la petición de Rox se vio escupiendo la comida involuntariamente al tener que pronunciar aquella palabra y empezó a gesticular mucho para evitar que todas las migas del pastelillo que estaba comiendo se cayesen al suelo y lo pusiesen todo perdido. Riendo estúpidamente, el gamusino fue corriendo a la cocina para sacudirse y lavarse la cara en el fregadero. Volvió igual de rápido, con algunas gotas todavía goteando de sus tirabuzones y la comisura de sus labios, riéndose también y dejando remanencias por todo el salón.
>>¿Pero y qué significa Pampl…? ¡Oh!, ¿qué es eso?
No se dio cuenta de que el cambiante se había apartado un poco para hablar con Arcan de todos modos porque algo llamó poderosamente la atención: el animal peludito de aspecto gracioso que traían los invitados y que, como cabía esperar, Nime y Eitne ya estaban acaparando.
—Hala, ¡qué mono! ¿Qué es? —Apoyó una mano en la barbilla, pensativo, al ser incapaz de identificarlo con ningún tipo de mamífero que conociese. Al cabo de un instante se dio cuenta de que no estaba siendo educada—. ¡Perdón, no os saludé! —dijo acercándose a los invitados—. Qué bien que ya hayáis venido: temíamos no poder contenernos y acabar con la merienda sin dejaros nada. Es que la cocina de Neil es irresistible. —Afirmó lo último estirándose y moviendo la punta de las orejas con orgullo por su aurva—. Anda, si han venido por fin Tayron y Obel, ¡hola!
Echó a correr otra vez pasando frente a los mencionados, dejando tras de sí otra remanencia que saludaba antes de volver su atención a lo más importante: el animal.
—¿Puedo acariciarlo? —Preguntó agachándose para poder verlo más de cerca. El animalillo le devolvió una mirada cautelosa—. ¡Qué mono! No quiero asustarlo, pero es como un muñeco de peluche para dormir: dan ganas de abrazarlo muy fuerte.
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