Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
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Dal
Alicia
Rocavarancolia Rol
Naeryan
Evanna
Leonart
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Red
24 participantes
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
15/12/13, 04:28 am
Recuerdo del primer mensaje :
El ataque de risa de Tap fue tal que su cuerpo se sacudió en el aire como si sufriera espasmos. El aparato fonador emitió ruidos incomprensibles que no eran más que el poltergeist intentando hacer ver al idrino lo gracioso que había sido verle la cara en plena descarga eléctrica. Cuando por fin se calmó, Saren le preguntó sobre su cuerpo y Tap comenzó a hablar tan rápido que las palabras se trababan y no salían. Tuvo que coger aire antes de intentarlo de nuevo, esta vez más despacio que la anterior.
—Es de metal irrense y plástico—explicó—. Fabricado por dama Hálito, demi… demiur… demiurga—se le atascaba la palabra. La mención a la violeta le hizo sentir algo de pena. Perder a los pocos gigantes que merecían la pena nunca era divertido. Continuó su charla moviendo cada una de las secciones en las que se dividía y haciendo una mención obvia al aparato que le permitía hablar—. Además lo estoy armando. Como lo de la electric… electricicicicidad—de nuevo se le atascaron las palabras y Tap sacudió la cabeza de manera inútil—. Electricidad. Todavía me que-queda hasta que… aprenda del todo. Pero bueno.
Tap estaba tan eufórico por su nuevo cuerpo que le daba igual las trabas que su ponía. Valoraba la mejora y lo veía todo un pelín más positivo. Un pelín suficiente como para que no quisiera matar al gigante que tenía enfrente en ningún momento. Era probable que el hecho de que fuera Saren y no otro, como Pablo, por ejemplo, también tuviera que ver. Pero lo importante era que, en aquellos momentos, el poltergeist se encontraba a gusto.
—Y tú, ¿Q-qué eres? ¿Y qué haces? Sales muy a menudo de la Sede—Tap estaba realizando esas mismas preguntas a todos los gigantes que decidía que eran dignos de relacionarse. Sobre todo porque según las respuestas, así sabría si lo seguían siendo, si era mejor alejarse de ellos o, simplemente, sabía si podía alegrarse porque la Luna Roja les castigaba con algún aspecto injusto de sus transformaciones. Sabía lo felices que fueron muchos gigantes cuando descubrieron que como poltergeist no podría hablar, así que no pensaba esconder la diversión que le producía saber que ahora a algunos les mataba el sol o que estaban catatónicos durante todo el día en la cama.
El ataque de risa de Tap fue tal que su cuerpo se sacudió en el aire como si sufriera espasmos. El aparato fonador emitió ruidos incomprensibles que no eran más que el poltergeist intentando hacer ver al idrino lo gracioso que había sido verle la cara en plena descarga eléctrica. Cuando por fin se calmó, Saren le preguntó sobre su cuerpo y Tap comenzó a hablar tan rápido que las palabras se trababan y no salían. Tuvo que coger aire antes de intentarlo de nuevo, esta vez más despacio que la anterior.
—Es de metal irrense y plástico—explicó—. Fabricado por dama Hálito, demi… demiur… demiurga—se le atascaba la palabra. La mención a la violeta le hizo sentir algo de pena. Perder a los pocos gigantes que merecían la pena nunca era divertido. Continuó su charla moviendo cada una de las secciones en las que se dividía y haciendo una mención obvia al aparato que le permitía hablar—. Además lo estoy armando. Como lo de la electric… electricicicicidad—de nuevo se le atascaron las palabras y Tap sacudió la cabeza de manera inútil—. Electricidad. Todavía me que-queda hasta que… aprenda del todo. Pero bueno.
Tap estaba tan eufórico por su nuevo cuerpo que le daba igual las trabas que su ponía. Valoraba la mejora y lo veía todo un pelín más positivo. Un pelín suficiente como para que no quisiera matar al gigante que tenía enfrente en ningún momento. Era probable que el hecho de que fuera Saren y no otro, como Pablo, por ejemplo, también tuviera que ver. Pero lo importante era que, en aquellos momentos, el poltergeist se encontraba a gusto.
—Y tú, ¿Q-qué eres? ¿Y qué haces? Sales muy a menudo de la Sede—Tap estaba realizando esas mismas preguntas a todos los gigantes que decidía que eran dignos de relacionarse. Sobre todo porque según las respuestas, así sabría si lo seguían siendo, si era mejor alejarse de ellos o, simplemente, sabía si podía alegrarse porque la Luna Roja les castigaba con algún aspecto injusto de sus transformaciones. Sabía lo felices que fueron muchos gigantes cuando descubrieron que como poltergeist no podría hablar, así que no pensaba esconder la diversión que le producía saber que ahora a algunos les mataba el sol o que estaban catatónicos durante todo el día en la cama.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
15/07/17, 06:07 pm
Las estirges conocían la mala sombra, solo por eso, Munin no se lanzo inmediatamente a intentar arrancarle lo dos enormes ojos ordeses por atreverse a acercarse al brugho sino que la vigilo con ojos figo graznando bajito en un sonido de sutil advertencia. Hugin sobre el hombro de Dhelian, azo la cabeza para mirar a la ordesa por encima de la cabeza del niño, que en algún había medio ocultado su rostro entre sus brazos, que abrazaba sus rodillas. Hugin observo el movimiento de la mano de Saria como un gato miraría una punto rojo, de forma fija, como si intentara calcular el momento exacto donde esa mano podría ser un peligro para el brugho y fuera menester picotearla.
Pero el ave se contuvo, aunque ambas aun observaban fijamente a Saria cuando este empezó a hablar. Dhelian tembló ligeramente al sentir la mano de la ordesa sobre su cabeza, entendido el gesto de consuelo que no sabia si merecerse. Con cuidado mostró su rostro, sorbiendo por la nariz para mirarla, con los ojos levemente hinchados por tanto llorar.
Escucho su voz triste, su intento de consuelo, allí sentada junto a el. Cierto, Archi no estaba. Debían avisarle. El también había compartido tiempo con Marsi.
-C-creo que si puedo...ya...ya lo conocen- susurro Dhelian aun medio aturdido, alzo suavemente una mano para acaricia el pico de Hugin que por fin dejo de mirar fijamente a la ordesa para prestarle atención- Hugin...busca a Archi, debe estar en su taller – indico con voz pausada pero siendo una clara orden para la estirge, mostrandole una imagen mental de su amigo y del lugar, gracias a la conexión que tenia con sus estirges mas cercanas, que se deslizo desde su hombro hasta su brazo a regañadientes para escucharle, mientras Dhelian con mano temblorosa sacaba de su inseparable bolsito del cinturón un trozo de papel para escribir un sencillo 'Archi, ven a la sede, estamos todos aquí...Marsi ha muerto' pues no había forma de suavizar aquello- Y dale esto- dijo mientras escribía
La letra le quedo temblorosa con las ultimas palabras, costandole escribirlas, pero eran entendible, al terminar enrollo el pequeño pergamino, y se lo entrego a la estirge que lo cogió con la pata. Iba a tener que mejorar la forma de enviar mensajes, pues el pico de sus estirges los perforaban parcialmente y la garra era muy grande para mensajes pequeños. Tal vez en un futuro cuando la tristeza no lo superase pensaría en ello.
-No te lo comas, ni lo tires. No vuelvas hasta que Archilo haya leído...vamos, ve Hugin- indico Dhelian con tono cansado pero siendo claro en su orden, pues aunque sus estirges mas cercanas ya no le desobedecían tan a menudo como antes, no quería arriesgarse. Hugin le miro fijamente, antes de desplegar las alas y volar por el pasillo hasta colarse por uno de los ventanales, sujetando el mensaje firmemente entre una de sus garras. Tras eso Dhelian vio a Munin acercarse mas a el, custodiándolo y se giro a mirar a Saria.
-Gracias Saria – susurro el niño apoyándose un poco en ello, era cálida, suave,no apaciguaba su tristeza pero ese tipo de serenidad que solo podían dar las madres-Voy a quedarme aquí...estar cerca, incluso sino puedo entrar- susurro con tristeza-Quiero saber que ha ocurrido...las muertes naturales en esta ciudad, nunca son naturales- aseguro el brugho mordiéndose el labio inferior, mirando hacia la puerta abierta donde podían escuchar el llanto de sus amigos- Marsi no se merecía esto...jamas hizo daño a nadie- susurro decaído sintiendo aun ganas de llorar pero siendo ya imposible que pudiera.
Pero el ave se contuvo, aunque ambas aun observaban fijamente a Saria cuando este empezó a hablar. Dhelian tembló ligeramente al sentir la mano de la ordesa sobre su cabeza, entendido el gesto de consuelo que no sabia si merecerse. Con cuidado mostró su rostro, sorbiendo por la nariz para mirarla, con los ojos levemente hinchados por tanto llorar.
Escucho su voz triste, su intento de consuelo, allí sentada junto a el. Cierto, Archi no estaba. Debían avisarle. El también había compartido tiempo con Marsi.
-C-creo que si puedo...ya...ya lo conocen- susurro Dhelian aun medio aturdido, alzo suavemente una mano para acaricia el pico de Hugin que por fin dejo de mirar fijamente a la ordesa para prestarle atención- Hugin...busca a Archi, debe estar en su taller – indico con voz pausada pero siendo una clara orden para la estirge, mostrandole una imagen mental de su amigo y del lugar, gracias a la conexión que tenia con sus estirges mas cercanas, que se deslizo desde su hombro hasta su brazo a regañadientes para escucharle, mientras Dhelian con mano temblorosa sacaba de su inseparable bolsito del cinturón un trozo de papel para escribir un sencillo 'Archi, ven a la sede, estamos todos aquí...Marsi ha muerto' pues no había forma de suavizar aquello- Y dale esto- dijo mientras escribía
La letra le quedo temblorosa con las ultimas palabras, costandole escribirlas, pero eran entendible, al terminar enrollo el pequeño pergamino, y se lo entrego a la estirge que lo cogió con la pata. Iba a tener que mejorar la forma de enviar mensajes, pues el pico de sus estirges los perforaban parcialmente y la garra era muy grande para mensajes pequeños. Tal vez en un futuro cuando la tristeza no lo superase pensaría en ello.
-No te lo comas, ni lo tires. No vuelvas hasta que Archilo haya leído...vamos, ve Hugin- indico Dhelian con tono cansado pero siendo claro en su orden, pues aunque sus estirges mas cercanas ya no le desobedecían tan a menudo como antes, no quería arriesgarse. Hugin le miro fijamente, antes de desplegar las alas y volar por el pasillo hasta colarse por uno de los ventanales, sujetando el mensaje firmemente entre una de sus garras. Tras eso Dhelian vio a Munin acercarse mas a el, custodiándolo y se giro a mirar a Saria.
-Gracias Saria – susurro el niño apoyándose un poco en ello, era cálida, suave,no apaciguaba su tristeza pero ese tipo de serenidad que solo podían dar las madres-Voy a quedarme aquí...estar cerca, incluso sino puedo entrar- susurro con tristeza-Quiero saber que ha ocurrido...las muertes naturales en esta ciudad, nunca son naturales- aseguro el brugho mordiéndose el labio inferior, mirando hacia la puerta abierta donde podían escuchar el llanto de sus amigos- Marsi no se merecía esto...jamas hizo daño a nadie- susurro decaído sintiendo aun ganas de llorar pero siendo ya imposible que pudiera.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
15/07/17, 10:14 pm
Kin no sabía ni cuánto tiempo había pasado hasta que escuchó gente llegando a la torre, un grupo grande, en mitad de la noche. Solo podían ser los de Serpentaria. Se restregó la camiseta por los ojos húmedos y esperó a que subiesen las escaleras. No sabía ni con qué cara mirarlos. Se preguntó si no les verían como culpables. A los de la sede. Por haber estado allí en el momento en que había sucedido y no haber hecho nada.
Podía habérselo imaginado, pero a Alice era a quien más costaba mirar. Ella tampoco parecía fijar la vista en nadie concreto. En aquel momento no le habría importado que alguien le increpase por no haber ayudado a Marsi. Él mismo no se explicaba qué había pasado y se sentía culpable al mismo tiempo.
El grupo entró en la habitación, pero Kin se quedó fuera. No sabía en qué podía ayudar, ni cómo. Escuchaba sollozos al otro lado; probablemente su presencia solo sería una molesta. Esperó pegado al marco de la puerta hasta que salió alguien. La primera fue Saria. Le hizo recordar que ella había tenido suficiente luto para toda una vida. La miró al pasar, pero no supo preguntarle si se encontraba bien. ¿Cómo hacerlo? No era capaz de revivir el pasado de la ordesa con aquella pregunta, pues de tratarse de Marsi, lo mismo se podía aplicar a cualquiera de los presentes, a los que no había dirigido la palabra todavía.
Acto seguido salió Dhelian. Por un momento pensó que iba a huir lejos, pero no fue así. El raigaurum hizo ademán de acercarse a él, pero la inseguridad sobre qué decir no ayudaba. Saria se hizo cargo de la situación mil veces mejor de lo que lo habría hecho él. La entereza con que lo estaba llevando era admirable, después de todo lo que había vivido la mala sombra.
Uno de los pájaros del daeliciano se marchó en busca de Archi. De aquel modo el kairós aparecería por allí enseguida. Kin pensó que quizá él sí pudiese encontrar pistas que a los demás se le habían pasado por alto. «Date prisa, pajarraco» apremió para sí a la estirge. Finalmente, logró unirse a la conversación.
—Ha sido algo muy extraño, no sé ni qué ha pasado —explicó, evitando sin pretenderlo el contacto visual—. No parece que la hayan atacado… ni envenenado, porque gritó. Todos la oímos en nuestras cabezas. Pero cuando llegamos aquí ya era demasiado tarde.
Podía habérselo imaginado, pero a Alice era a quien más costaba mirar. Ella tampoco parecía fijar la vista en nadie concreto. En aquel momento no le habría importado que alguien le increpase por no haber ayudado a Marsi. Él mismo no se explicaba qué había pasado y se sentía culpable al mismo tiempo.
El grupo entró en la habitación, pero Kin se quedó fuera. No sabía en qué podía ayudar, ni cómo. Escuchaba sollozos al otro lado; probablemente su presencia solo sería una molesta. Esperó pegado al marco de la puerta hasta que salió alguien. La primera fue Saria. Le hizo recordar que ella había tenido suficiente luto para toda una vida. La miró al pasar, pero no supo preguntarle si se encontraba bien. ¿Cómo hacerlo? No era capaz de revivir el pasado de la ordesa con aquella pregunta, pues de tratarse de Marsi, lo mismo se podía aplicar a cualquiera de los presentes, a los que no había dirigido la palabra todavía.
Acto seguido salió Dhelian. Por un momento pensó que iba a huir lejos, pero no fue así. El raigaurum hizo ademán de acercarse a él, pero la inseguridad sobre qué decir no ayudaba. Saria se hizo cargo de la situación mil veces mejor de lo que lo habría hecho él. La entereza con que lo estaba llevando era admirable, después de todo lo que había vivido la mala sombra.
Uno de los pájaros del daeliciano se marchó en busca de Archi. De aquel modo el kairós aparecería por allí enseguida. Kin pensó que quizá él sí pudiese encontrar pistas que a los demás se le habían pasado por alto. «Date prisa, pajarraco» apremió para sí a la estirge. Finalmente, logró unirse a la conversación.
—Ha sido algo muy extraño, no sé ni qué ha pasado —explicó, evitando sin pretenderlo el contacto visual—. No parece que la hayan atacado… ni envenenado, porque gritó. Todos la oímos en nuestras cabezas. Pero cuando llegamos aquí ya era demasiado tarde.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
18/07/17, 10:26 pm
Apareció ligeramente fuera del punto exacto donde solía traslocarse al interior de aquel edificio debido a que se había precipitado un instante, aunque no hubiese sucedido nada porque el ingeniero tenía totalmente automatizado el hecho de lanzarse un hechizo de intangibilidad de la forma más rápida posible justo antes de utilizar su don. Lo recibió el silencio, y por un instante dudó hacia donde debía dirigirse hasta que cayó en la cuenta de que quizás hubiesen colocado el cadáver en su lecho. No obstante, desconocía cuál era el cuarto de Marsi, por lo que decidió dirigirse hacia los pasillos de los dormitorios uno por uno hasta encontrar indicios del lugar donde se habían reunido sus amigos. No le costó demasiado, pues cerca de uno de los cuartos dio con Evelhan, Kin y Saria Omen. Archime se acercó todo lo rápido que sus cortas piernas le permitieron, notando un ambiente que incluso él sabía calificar como apesadumbrado. Inseguro de si debía decir algo al llegar o no, pues no conocía el protocolo en aquella clase de situaciones, decidió ahorrarse el saludo por si resultaba de mal gusto. Sus pasos le condujeron a la puerta, todavía en silencio.
—¿Está dentro? —acabó por preguntar al cabo de unos segundos decidiendo cuál sería una forma adecuada de inquirir sobre algo tan delicado.
Tras recibir una respuesta afirmativa el kairós se encaminó al interior, dedicando una rápida mirada a los vivos, deteniéndose en Alice quien parecía encontrarse especialmente mal y, dubitativo, se acercó a la cama. El cuerpo inmóvil de la dullahan junto a su cabeza parecía completamente intacto y libre de violencia de ningún tipo. Examinó el cuarto en busca de alguna pista, pero nada indicaba que allí hubiese habido ningún tipo de refriega. No había restos de alimentos ni indicios de que la varmana hubiese estado ingiriendo comida o bebida en su cuarto mediante la cual hubiese podido resultar envenenada. Casi parecía que hubiese muerto durmiendo… Aunque tal vez eso fuera exactamente lo que había sucedido dadas las circunstancias y la hora. Ello no descartaba por completo la posibilidad del envenenamiento, ya que podía tratarse de alguna sustancia de acción lenta. Por desgracia, el biomecánico solo contaba con algunos conocimientos teóricos pero no prácticos que pudiesen resultar útiles. De todas formas no podía comenzar a realizar ninguna hipótesis sin conocer los detalles, por lo que decidió volver a salir, ya que no creía conveniente molestar a Alice.
—¿Qué se conoce acerca de las circunstancias de la muerte? —preguntó a los presentes sin apenas alzar la voz.
—¿Está dentro? —acabó por preguntar al cabo de unos segundos decidiendo cuál sería una forma adecuada de inquirir sobre algo tan delicado.
Tras recibir una respuesta afirmativa el kairós se encaminó al interior, dedicando una rápida mirada a los vivos, deteniéndose en Alice quien parecía encontrarse especialmente mal y, dubitativo, se acercó a la cama. El cuerpo inmóvil de la dullahan junto a su cabeza parecía completamente intacto y libre de violencia de ningún tipo. Examinó el cuarto en busca de alguna pista, pero nada indicaba que allí hubiese habido ningún tipo de refriega. No había restos de alimentos ni indicios de que la varmana hubiese estado ingiriendo comida o bebida en su cuarto mediante la cual hubiese podido resultar envenenada. Casi parecía que hubiese muerto durmiendo… Aunque tal vez eso fuera exactamente lo que había sucedido dadas las circunstancias y la hora. Ello no descartaba por completo la posibilidad del envenenamiento, ya que podía tratarse de alguna sustancia de acción lenta. Por desgracia, el biomecánico solo contaba con algunos conocimientos teóricos pero no prácticos que pudiesen resultar útiles. De todas formas no podía comenzar a realizar ninguna hipótesis sin conocer los detalles, por lo que decidió volver a salir, ya que no creía conveniente molestar a Alice.
—¿Qué se conoce acerca de las circunstancias de la muerte? —preguntó a los presentes sin apenas alzar la voz.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
19/07/17, 12:19 am
—Gracias a ti, cariño —fue la respuesta de Saria a Evelhan.
La ordesa sonrió con tristeza y dejó que el niño se apoyara sobre ella. Las ganas de llorar iban y venían y Saria hizo un esfuerzo inhumano por mantener su serenidad aparente. Suspiró al escuchar hablar a Kin. La muerte de Marsi no era natural, no, el brujo ghoul llevaba razón. Y el hecho de que lo pareciera tanto tan solo añadía aun más incertidumbre.
—En su habitación no hay signos de infortunio, ni fluctuaciones porcentuales que señalen en ninguna dirección —se atrevió a hablar—. La única lectura que se puede hacer de su cuarto es tan pacífica que asusta. Un asesinato siempre deja alguna huella, una variación de la que tirar: seguir el rastro de un asesino es caminar en contra de la Suerte, al fin y al cabo. Pero aquí no hay camino, no hay nada.
Archi llegó en ese momento y Saria calló. Lo saludó con un gesto de manos y una sonrisa triste y dejó que el kairós hiciese lo mismo que habia hecho ella antes que él.
—Hubo un grito mental que despertó a casi toda la sede —explicó según lo que ella había entendido—. Antes de que vinieras les decía que no percibo nada inusual dentro de la habitación. Absolutamente nada. —Saria suspiró—. Sea lo que sea lo que ha ocurrido, la Suerte tampoco se ha enterado.
La ordesa sonrió con tristeza y dejó que el niño se apoyara sobre ella. Las ganas de llorar iban y venían y Saria hizo un esfuerzo inhumano por mantener su serenidad aparente. Suspiró al escuchar hablar a Kin. La muerte de Marsi no era natural, no, el brujo ghoul llevaba razón. Y el hecho de que lo pareciera tanto tan solo añadía aun más incertidumbre.
—En su habitación no hay signos de infortunio, ni fluctuaciones porcentuales que señalen en ninguna dirección —se atrevió a hablar—. La única lectura que se puede hacer de su cuarto es tan pacífica que asusta. Un asesinato siempre deja alguna huella, una variación de la que tirar: seguir el rastro de un asesino es caminar en contra de la Suerte, al fin y al cabo. Pero aquí no hay camino, no hay nada.
Archi llegó en ese momento y Saria calló. Lo saludó con un gesto de manos y una sonrisa triste y dejó que el kairós hiciese lo mismo que habia hecho ella antes que él.
—Hubo un grito mental que despertó a casi toda la sede —explicó según lo que ella había entendido—. Antes de que vinieras les decía que no percibo nada inusual dentro de la habitación. Absolutamente nada. —Saria suspiró—. Sea lo que sea lo que ha ocurrido, la Suerte tampoco se ha enterado.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
19/07/17, 05:42 pm
El brughou apenas levanto la vista cuando Kin comenzó a hablar pero si que presto atención a sus palabras. Sintió un leve estremecimiento ante la mención del grito mental, porque implicaba que si Marsi había gritado era porque algo antinatural había ocurrido allí. ¿Pero el que? En el breve instante que había estado en la habitación, no había visto por ningún lado signos de luchas, ni nada que pudiera considerarse el causante de su muerte. Y no solo era eso, Marsi no tenía enemigos. No podía tenerlos, nunca había hecho daño a nadie.
-Su muerte no beneficia a n-nadie, no tiene sentido- era un pensamiento algo crudo, ponerle valor a la vida de alguien. Pero en esa ciudad era así. Ademas existía también algo obvio en aquella historia a lo que nadie había podido darle explicación. Cosquillas. Su montura, capaz de protegerla incluso si esta dormía- Cosquillas también estaba aquí, estoy seguro que Marsi lo mantendría afuera, el...le habría protegido si algo hubiese entrado.- susurro el daeliciano mirando a Saria y a Kin, hasta que una figura llegando por el pasillo capto su atención. Archi se adentro en el cuarto y Dhelian lo siguió apenas con la mirada. No necesitaba verle para saber lo que seguramente haría, investigar todo, el cuarto, igual que Saria. Cuando salio al pasillo de nuevo, Dhelian le miro con ojos tristes, pero expectante, nervioso, ansiosos por saber si el había descubierto algo que les diera una explicación para aquello, pero a juzgar por su pregunta no parecía ser el caso.
El brughou bajo la vista, desolado, cuando Saria comenzó a hablar abrazándose aun mas a ella. Allí dentro, Alice sufría, mas que el, mas que cualquiera pudiera imaginar. Y el niño no era capaz de brindarle ningún consuelo, únicamente tomando el cuidado del resto solo para el. Se sentía mal, un niño desesperado y egoísta.
Las palabras de Saria explicando lo que ella misma era capaz de captar no había sido esperanzadoras. Sabía del poder de la mala sombra. Una muerte jamas debería pasar desapercibida para ella si era cierto que veía la mala suerte de lo que le creada, lo vestigios de lo malo que podía ocurrir o había ocurrido.
-Eso no puede ser-añadió Dhelian levantando un poco la vista para verle, restregándose las manos nervioso. Munin se acercó, subiéndose en su pierna notando su nerviosismo. Hugin debería estar al llegar también- No, no es que crea que mientas, Saria- susurro algo apresurado, viendo a la ordesa- Pero no existen muertes indetectables, no a tu ojos...no con magia, si nada ha dejado huella por su paso por la habitación...¿no sera porque nada, ni nadie ha estado aquí para dejarlo?- susurro el niño incomodo, sintiendo que no estaba siendo de ayuda, que solo decía tonterías con el único fin de intentar buscarle una explicación a algo que dolía tanto- Parece....parece que murió durmiendo ¿un fantasma pudo haber sido? No deberían tener rastro...o alguna transformación capaz de hurgar en la mente...No tenía enemigos pero ¿sería posible? No se como funciona eso...-murmuro Dhelian medio ido, sin mirarlos, acariciando la cabeza de estirge en pleno intento de calmarse y que el dolor menguara aunque fuese un poco. Tal vez pensando que alguien pudo matarla, tendrían la oportunidad de desquitarse con una venganza. No disminuiría la perdida, pero al menos algo se podría hacer. Cosa que seria imposible de haber sido algo natural, mucho mas inevitable.
-Su muerte no beneficia a n-nadie, no tiene sentido- era un pensamiento algo crudo, ponerle valor a la vida de alguien. Pero en esa ciudad era así. Ademas existía también algo obvio en aquella historia a lo que nadie había podido darle explicación. Cosquillas. Su montura, capaz de protegerla incluso si esta dormía- Cosquillas también estaba aquí, estoy seguro que Marsi lo mantendría afuera, el...le habría protegido si algo hubiese entrado.- susurro el daeliciano mirando a Saria y a Kin, hasta que una figura llegando por el pasillo capto su atención. Archi se adentro en el cuarto y Dhelian lo siguió apenas con la mirada. No necesitaba verle para saber lo que seguramente haría, investigar todo, el cuarto, igual que Saria. Cuando salio al pasillo de nuevo, Dhelian le miro con ojos tristes, pero expectante, nervioso, ansiosos por saber si el había descubierto algo que les diera una explicación para aquello, pero a juzgar por su pregunta no parecía ser el caso.
El brughou bajo la vista, desolado, cuando Saria comenzó a hablar abrazándose aun mas a ella. Allí dentro, Alice sufría, mas que el, mas que cualquiera pudiera imaginar. Y el niño no era capaz de brindarle ningún consuelo, únicamente tomando el cuidado del resto solo para el. Se sentía mal, un niño desesperado y egoísta.
Las palabras de Saria explicando lo que ella misma era capaz de captar no había sido esperanzadoras. Sabía del poder de la mala sombra. Una muerte jamas debería pasar desapercibida para ella si era cierto que veía la mala suerte de lo que le creada, lo vestigios de lo malo que podía ocurrir o había ocurrido.
-Eso no puede ser-añadió Dhelian levantando un poco la vista para verle, restregándose las manos nervioso. Munin se acercó, subiéndose en su pierna notando su nerviosismo. Hugin debería estar al llegar también- No, no es que crea que mientas, Saria- susurro algo apresurado, viendo a la ordesa- Pero no existen muertes indetectables, no a tu ojos...no con magia, si nada ha dejado huella por su paso por la habitación...¿no sera porque nada, ni nadie ha estado aquí para dejarlo?- susurro el niño incomodo, sintiendo que no estaba siendo de ayuda, que solo decía tonterías con el único fin de intentar buscarle una explicación a algo que dolía tanto- Parece....parece que murió durmiendo ¿un fantasma pudo haber sido? No deberían tener rastro...o alguna transformación capaz de hurgar en la mente...No tenía enemigos pero ¿sería posible? No se como funciona eso...-murmuro Dhelian medio ido, sin mirarlos, acariciando la cabeza de estirge en pleno intento de calmarse y que el dolor menguara aunque fuese un poco. Tal vez pensando que alguien pudo matarla, tendrían la oportunidad de desquitarse con una venganza. No disminuiría la perdida, pero al menos algo se podría hacer. Cosa que seria imposible de haber sido algo natural, mucho mas inevitable.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
23/07/17, 01:27 pm
Reconoció la voz de la mala sombra en el vacío temporal que había creado en torno a Marsi y ella. Cayó en la cuenta de que había perdido la noción del tiempo y de que no estaba sola. ¿Cuánto tiempo habría estado llorando? No era solo amiga suya, los demás también tendrían derecho a acercarse como ella... Cuando abrió los ojos, suavizado el sollozo, Saria ya no estaba allí. ¿Cuánto hacía de que se había ido? ¿Segundos, minutos? Quería agradecerle el gesto, pero quizá no hacía falta.
Se levantó pero siguió sentada en la cama. Había cogido la mano de Marsi y la acariciaba como tantas otras veces. Sabía que tarde o temprano tendría que separarse y alejarse de su cuerpo, pero se negaba a aceptar que ahora tan solo era eso: un cuerpo inerte. Que no volvería a ver su humo, que no se giraría en la cama a darle las buenas noches, que no volvería a escuchar su risa, sus ánimos, que no cuidaría de ellos, ni ellos de ella... ¿Cómo se la habían arrebatado tan fácilmente? ¿Tan vulnerables eran? ¿Y por qué ella, qué mal habría hecho?
Las sombras se agitaron. Parecía como si del techo nacieran tentáculos o garras de oscuridad, pero sin alejarse. Se removían y entrelazaban. Onyx estaba dejando de llorar y en su lugar empezaba a tensarse, y las sombras la imitaban. Algunas formas se separaron del techo y se acercaron a la cama, descolgándose, pero no se atrevían a tocar a la bruja. Querían que saliera a cobrarse su venganza, que fuera tan idiota como para intentarlo y ser libres de su dominio de una vez. O a lo mejor incluso conseguía matar a alguien y se divertían un rato en lugar de tanta lágrima. Pero sabían que su bruja no era ni de enfado fácil ni violenta ni nada... Así que no tenían las expectativas tampoco muy altas, no iban a engañarse. Sí que notaban el bullir interno de Onyx, y casi deseaban poder aumentarlo con sus ganas de violencia, pero la tristeza lo superaba y envolvía de nuevo. Y las aburría, así que volvieron a calmarse en el techo.
No era enfado ni deseo de venganza sino impotencia total y absoluta. No habían podido ayudarla y ni por asomo podrían traerla de vuelta. Ni quería. No de esa forma tan burda. No sería ella, ni Dama Estribo ni Marsi... No podía pensar en algo así, le parecía horrible, pero cualquier cosa era mejor que aceptar su muerte.
Salió del cuarto como ida. Las sombras le siguieron y revolotearon fuera de la torre, libres. Buscaba a su Dhelian, el amigo más cercano que le quedaba, y cuando le encontró, quiso abrazarle. Había más gente, pero ni le importó ni se fijó ni dijo nada. Lo necesitaba, y quizá también lo necesitara él. Pero no lloraría. Ya no.
Se levantó pero siguió sentada en la cama. Había cogido la mano de Marsi y la acariciaba como tantas otras veces. Sabía que tarde o temprano tendría que separarse y alejarse de su cuerpo, pero se negaba a aceptar que ahora tan solo era eso: un cuerpo inerte. Que no volvería a ver su humo, que no se giraría en la cama a darle las buenas noches, que no volvería a escuchar su risa, sus ánimos, que no cuidaría de ellos, ni ellos de ella... ¿Cómo se la habían arrebatado tan fácilmente? ¿Tan vulnerables eran? ¿Y por qué ella, qué mal habría hecho?
Las sombras se agitaron. Parecía como si del techo nacieran tentáculos o garras de oscuridad, pero sin alejarse. Se removían y entrelazaban. Onyx estaba dejando de llorar y en su lugar empezaba a tensarse, y las sombras la imitaban. Algunas formas se separaron del techo y se acercaron a la cama, descolgándose, pero no se atrevían a tocar a la bruja. Querían que saliera a cobrarse su venganza, que fuera tan idiota como para intentarlo y ser libres de su dominio de una vez. O a lo mejor incluso conseguía matar a alguien y se divertían un rato en lugar de tanta lágrima. Pero sabían que su bruja no era ni de enfado fácil ni violenta ni nada... Así que no tenían las expectativas tampoco muy altas, no iban a engañarse. Sí que notaban el bullir interno de Onyx, y casi deseaban poder aumentarlo con sus ganas de violencia, pero la tristeza lo superaba y envolvía de nuevo. Y las aburría, así que volvieron a calmarse en el techo.
No era enfado ni deseo de venganza sino impotencia total y absoluta. No habían podido ayudarla y ni por asomo podrían traerla de vuelta. Ni quería. No de esa forma tan burda. No sería ella, ni Dama Estribo ni Marsi... No podía pensar en algo así, le parecía horrible, pero cualquier cosa era mejor que aceptar su muerte.
Salió del cuarto como ida. Las sombras le siguieron y revolotearon fuera de la torre, libres. Buscaba a su Dhelian, el amigo más cercano que le quedaba, y cuando le encontró, quiso abrazarle. Había más gente, pero ni le importó ni se fijó ni dijo nada. Lo necesitaba, y quizá también lo necesitara él. Pero no lloraría. Ya no.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
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- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
24/07/17, 04:11 pm
—Eso es extraño —le dijo a Saria Omen tras su explicación, refiriéndose tanto al hecho de que el don de la ordesa no ofreciese ninguna pista como las circunstancias que había descrito rodeando a la muerte de la varmana.
Evelhan estaba de acuerdo con aquella noción, y sugirió una posibilidad a su vez.
>>Es improbable que se trate de un fantasma, por lo general no cuentan con demasiado poder salvo que fuesen excepcionalmente poderosos en vida —explicó al daeliciano—. Pero sí existe la posibilidad de que sufriese algún tipo de ataque mental. Junto con el envenenamiento, considero que son las dos opciones más plausibles a juzgar por los acontencimientos. —Realizó una pausa prolongada mientras Alice salía del cuarto y se abrazaba al brujo, inseguro sobre si debía continuar hablando o no en aquellas circunstancias. Decidió que sí, aquel asunto no se resolvería solo—. Acuden a mi mente dos personas que podrían ayudarnos a dilucidar algo sobre este asunto, aunque no sé cómo contactar con una de ellas. Pero si estáis de acuerdo puedo traslocarme al laboratorio de Giz, el genemante. Es posible que conozca métodos para comprobar rastros de veneno, y de todas formas se trata de un ciudadano experimentado. Quizás él o alguno de sus amigos pueda decirnos qué posibilidades existen para hacer el crimen indectable incluso ante el don de Saria Omen.
Si con la ayuda de Giz no conseguían averiguar lo suficiente, el irrense trataría de localizar a Shizel para consultarle acerca de la hipótesis mental. Así mismo, no había sido completamente sincero al hablar: en realidad el goliat no era la primera persona en la que había pensado para comprobar la presencia de veneno. Pero dama Urticaria no agradaba en absoluto a sus amigos tras el incidente con Kud y el kairós, a pesar de todo, había sido capaz de suponer que no hubiese sido buena idea, y menos en una situación delicada como aquella, hablar de la náyade. Confiaba en la experiencia del asreniano, de todas formas.
Evelhan estaba de acuerdo con aquella noción, y sugirió una posibilidad a su vez.
>>Es improbable que se trate de un fantasma, por lo general no cuentan con demasiado poder salvo que fuesen excepcionalmente poderosos en vida —explicó al daeliciano—. Pero sí existe la posibilidad de que sufriese algún tipo de ataque mental. Junto con el envenenamiento, considero que son las dos opciones más plausibles a juzgar por los acontencimientos. —Realizó una pausa prolongada mientras Alice salía del cuarto y se abrazaba al brujo, inseguro sobre si debía continuar hablando o no en aquellas circunstancias. Decidió que sí, aquel asunto no se resolvería solo—. Acuden a mi mente dos personas que podrían ayudarnos a dilucidar algo sobre este asunto, aunque no sé cómo contactar con una de ellas. Pero si estáis de acuerdo puedo traslocarme al laboratorio de Giz, el genemante. Es posible que conozca métodos para comprobar rastros de veneno, y de todas formas se trata de un ciudadano experimentado. Quizás él o alguno de sus amigos pueda decirnos qué posibilidades existen para hacer el crimen indectable incluso ante el don de Saria Omen.
Si con la ayuda de Giz no conseguían averiguar lo suficiente, el irrense trataría de localizar a Shizel para consultarle acerca de la hipótesis mental. Así mismo, no había sido completamente sincero al hablar: en realidad el goliat no era la primera persona en la que había pensado para comprobar la presencia de veneno. Pero dama Urticaria no agradaba en absoluto a sus amigos tras el incidente con Kud y el kairós, a pesar de todo, había sido capaz de suponer que no hubiese sido buena idea, y menos en una situación delicada como aquella, hablar de la náyade. Confiaba en la experiencia del asreniano, de todas formas.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
26/07/17, 03:18 pm
Las palabras de Saria solo calaron a medias en su cabeza. Añadieron más peso al enigma que había al otro lado de la puerta, pero el raigaurum ya no pensaba con claridad. Estaba agotado, aunque el sueño se hubiese esfumado por completo, y le costaba arrancarse las palabras de la garganta.
Archi no tardó en llegar a la sede, como era de esperar. Kin tenía fe en que el kairós encontrase algo que se le hubiese pasado por alto a los demás, pero esperó fuera mientras examinaba la escena. No era solo por Marsi, quería evitarle a Alice demasiados pares de ojos clavados en ella.
Cuando salió les hizo una pregunta, y mientras escuchaba hablar a los demás, el raigaurum no podía dejar de sopesar posibilidades que no acababan de encajar, entre unas circunstancias y otras. Aquello era tan extraño que les venía grande, y aunque no le hacía gracia pedir ayuda a otros ciudadanos, debía admitir que parecía la única salida posible.
—¿Estará en el laboratorio a estas horas? ¿Cuánto falta para el amanecer? —Había perdido totalmente la noción del tiempo mientras esperaba.
Mientras hablaban de aquello, Alice abandonó el cuarto con la presencia de un fantasma, seguida por una maraña de sombras que se desbandaron. Kin sabía que nada que pudiera hacer o decir sería de ayuda en ese momento, pero eso no le hacía sentir menos impotencia.
Archi no tardó en llegar a la sede, como era de esperar. Kin tenía fe en que el kairós encontrase algo que se le hubiese pasado por alto a los demás, pero esperó fuera mientras examinaba la escena. No era solo por Marsi, quería evitarle a Alice demasiados pares de ojos clavados en ella.
Cuando salió les hizo una pregunta, y mientras escuchaba hablar a los demás, el raigaurum no podía dejar de sopesar posibilidades que no acababan de encajar, entre unas circunstancias y otras. Aquello era tan extraño que les venía grande, y aunque no le hacía gracia pedir ayuda a otros ciudadanos, debía admitir que parecía la única salida posible.
—¿Estará en el laboratorio a estas horas? ¿Cuánto falta para el amanecer? —Había perdido totalmente la noción del tiempo mientras esperaba.
Mientras hablaban de aquello, Alice abandonó el cuarto con la presencia de un fantasma, seguida por una maraña de sombras que se desbandaron. Kin sabía que nada que pudiera hacer o decir sería de ayuda en ese momento, pero eso no le hacía sentir menos impotencia.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
29/07/17, 09:36 pm
La visión del cadáver no fue menos impactante para el autoproclamado sacerdote que para el resto de compañeros de torre. Al contrario que el resto, se quedó plantado a un lado de la puerta, quieto, observando cómo todo transcurría. Casi sin percatarse, sus labios pronunciaron de forma suave un breve salmo, como si temiera despertar y sentir.
—Sea una con la Acromía, Marsi, aquesta que fuera justicia. M-Marsi.
El último nombre no fue más que balbuceo entrecortado, pues finalmente la realidad había impactado con Heraldo Rocuo. O tal vez podría, en este instante, ser llamado de nuevo Ozzchreanos. Copiosas lágrimas discurrían por su rostro, su última máscara, que ya no era capaz de disimular el dolor que le provocaba la pérdida definitiva, creyera lo que creyera sobre la muerte. No dijo más, no hizo ni un ruido ni miró hacia ninguna parte que no fuera su fallecida amiga. El ochrorio era incapaz de comprender que alguien pudiera hacer víctima a la varmana de una perfidia similar.
Cuando llegó Krono Rádem, Heraldo apartó definitivamente la vista y se reunió con el grupo. Al principio, se limitó a escuchar las deducciones iniciales acerca de la causa de la muerte. Realmente, considerando más fríamente los indicios y el análisis de Saria Omen, parecían apuntar a una muerte súbita. Pero tal idea era ridícula en alguien con la salud de Dama Estribo. La idea del suicidio era otra posibilidad, pero el grito que sintieron los habitantes de la Sede prácticamente descartaba esa posibilidad. No, la muerte de la dullahan había sido provocada por factores externos.
—Te acompañaré al laboratorio de Giz. Si alguien puede detectar detalles que se nos escapen acerca de lo que ha ocurrido, él parece un buen candidato.
«Que los dioses nos ayuden a discernir la verdad en esta espesa penumbra», recitó mentalmente.
—Sea una con la Acromía, Marsi, aquesta que fuera justicia. M-Marsi.
El último nombre no fue más que balbuceo entrecortado, pues finalmente la realidad había impactado con Heraldo Rocuo. O tal vez podría, en este instante, ser llamado de nuevo Ozzchreanos. Copiosas lágrimas discurrían por su rostro, su última máscara, que ya no era capaz de disimular el dolor que le provocaba la pérdida definitiva, creyera lo que creyera sobre la muerte. No dijo más, no hizo ni un ruido ni miró hacia ninguna parte que no fuera su fallecida amiga. El ochrorio era incapaz de comprender que alguien pudiera hacer víctima a la varmana de una perfidia similar.
Cuando llegó Krono Rádem, Heraldo apartó definitivamente la vista y se reunió con el grupo. Al principio, se limitó a escuchar las deducciones iniciales acerca de la causa de la muerte. Realmente, considerando más fríamente los indicios y el análisis de Saria Omen, parecían apuntar a una muerte súbita. Pero tal idea era ridícula en alguien con la salud de Dama Estribo. La idea del suicidio era otra posibilidad, pero el grito que sintieron los habitantes de la Sede prácticamente descartaba esa posibilidad. No, la muerte de la dullahan había sido provocada por factores externos.
—Te acompañaré al laboratorio de Giz. Si alguien puede detectar detalles que se nos escapen acerca de lo que ha ocurrido, él parece un buen candidato.
«Que los dioses nos ayuden a discernir la verdad en esta espesa penumbra», recitó mentalmente.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
02/08/17, 10:21 pm
-Antes de la séptima cosecha-
Ruth asintió a las palabras del repoblador con un nuevo fulgor en los ojos y por primera vez reconoció la llama de la complicidad en ella. Era una sensación nueva, que un transformado le ofreciera ayuda de aquella manera, con un calor similar a sus compañeros de torreón. Le fascinó. No se sintió sola, y puede que fuera, desde que la Luna asomó en el cielo, lo que le había faltado.
Emprendió la vuelta a la Sede a paso más ligero, cruzanco con más velocidad la Casa de Gar. No volvería allí si no era necesario, eso lo tenía claro. Pero ahora la prioridad era hablar con alguien y que la aconsejara. Alguien más íntimo, claro. Solo podía ser Devoss. Él sabría qué decir. Y, sobre todo, esperaba con ansia su opinón acerca de los demonios.
Se encajó en la puerta de su habitación aún recordando las patitas de la salamandra moverse por su brazo.
-¿Devoss?- llamó con insistencia, esperaba que no estuviera en una de sus transformaciones. Se mordió el labio y repitió el gesto, esta vez con menos golpes pero con más fuerza- ¿tienes un momento?- se aclaró la garganta- un momento largo, en realidad.
Ruth asintió a las palabras del repoblador con un nuevo fulgor en los ojos y por primera vez reconoció la llama de la complicidad en ella. Era una sensación nueva, que un transformado le ofreciera ayuda de aquella manera, con un calor similar a sus compañeros de torreón. Le fascinó. No se sintió sola, y puede que fuera, desde que la Luna asomó en el cielo, lo que le había faltado.
Emprendió la vuelta a la Sede a paso más ligero, cruzanco con más velocidad la Casa de Gar. No volvería allí si no era necesario, eso lo tenía claro. Pero ahora la prioridad era hablar con alguien y que la aconsejara. Alguien más íntimo, claro. Solo podía ser Devoss. Él sabría qué decir. Y, sobre todo, esperaba con ansia su opinón acerca de los demonios.
Se encajó en la puerta de su habitación aún recordando las patitas de la salamandra moverse por su brazo.
-¿Devoss?- llamó con insistencia, esperaba que no estuviera en una de sus transformaciones. Se mordió el labio y repitió el gesto, esta vez con menos golpes pero con más fuerza- ¿tienes un momento?- se aclaró la garganta- un momento largo, en realidad.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
04/08/17, 04:43 pm
La mala sombra se apartó de Dhelian con mucho cuidado, para dejar que el abrazo entre el ghoul y la onycemante llegara a buen puerto. Saria no estaba segura de querer involucrar a terceros, le asustaba que convirtieran la muerte de Estribo en una deuda pendiente. En otra deuda pendiente, pues no era la primera. Pero los distintos nombres resonaban distinto en su memoria. Giz era del grupo de los que les gastaron una broma con dildos, pero había ayudado a Kin con su enfermedad. Era Nia la que verdaderamente le asustaba.
—Si no está, ¿podrían ir a su casa?—acabó añadiendo tras Kin.
El kairós era amigo del goliat, igual que el demonio electrico. Si era una relación bilateral, Giz accedería. Si le movian motivos más turbios que ayudarles, su don la avisaría (o eso le gustaba creer). Y por muy veterano que fuera, poco podría hacer contra la marabunta de dolientes que conformaban quienes velaban el cuerpo de la dullahan.
—Si no está, ¿podrían ir a su casa?—acabó añadiendo tras Kin.
El kairós era amigo del goliat, igual que el demonio electrico. Si era una relación bilateral, Giz accedería. Si le movian motivos más turbios que ayudarles, su don la avisaría (o eso le gustaba creer). Y por muy veterano que fuera, poco podría hacer contra la marabunta de dolientes que conformaban quienes velaban el cuerpo de la dullahan.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
05/08/17, 03:45 pm
Se giró hacia Kin cuando planteó la duda.
—Cabe la posibilidad de que no, tienes razón. Pero sus ayudantes siempre están allí, ellos me ayudarán a localizarlo si no está —añadió respondiendo con ello la pregunta de Saria Omen.
No se opuso a que el ochorio le acompañase y le indicó en qué zona se encontraba el laboratorio para que pudiese emplear el hechizo de teletransporte. Inmediatamente después, el propio kairós esperó a que el tempo fuese el correcto y desapareció.
El goliat sí se encontraba en su laboratorio y no tardaron mucho en hablar con él y explicarle brevemente la situación. A Archime no se le ocurrió presentar al ominario, por supuesto, por lo que como la situación requería premura los tres regresaron a la sede mediante la traslocación tras apenas haber intercambiado saludos. El irrense condujo a Giz hacia la habitación de Marsi y se detuvieron al llegar al pasillo donde se encontraban todos reunidos.
—El cuerpo se encuentra en la cama, dentro de ese cuarto —le indicó al asreniano.
Esperaría a que el goliat decidiese entrar para acompañarle y presenciar qué clase de hechizos o técnicas pondría en práctica.
—Cabe la posibilidad de que no, tienes razón. Pero sus ayudantes siempre están allí, ellos me ayudarán a localizarlo si no está —añadió respondiendo con ello la pregunta de Saria Omen.
No se opuso a que el ochorio le acompañase y le indicó en qué zona se encontraba el laboratorio para que pudiese emplear el hechizo de teletransporte. Inmediatamente después, el propio kairós esperó a que el tempo fuese el correcto y desapareció.
El goliat sí se encontraba en su laboratorio y no tardaron mucho en hablar con él y explicarle brevemente la situación. A Archime no se le ocurrió presentar al ominario, por supuesto, por lo que como la situación requería premura los tres regresaron a la sede mediante la traslocación tras apenas haber intercambiado saludos. El irrense condujo a Giz hacia la habitación de Marsi y se detuvieron al llegar al pasillo donde se encontraban todos reunidos.
—El cuerpo se encuentra en la cama, dentro de ese cuarto —le indicó al asreniano.
Esperaría a que el goliat decidiese entrar para acompañarle y presenciar qué clase de hechizos o técnicas pondría en práctica.
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
06/08/17, 04:30 pm
-Antes de la séptima cosecha-
El holandés estaba tranquilo en su habitación después de haber dado un largo paseo por la ciudad, había estado visitando los lugares a los que fueron como cosechados y no estaba para nada arrepentido. Sí, era cierto que no tenía buenos recuerdos de esos sitios, pero se sentía orgulloso de estar superando poco a poco esa sensación de miedo. Y sobre todo de sentirse parte de la ciudad. Un rocavarancolés. Un superviviente.
Estaba pensando en eso mismo y en lo que aún le faltaba por aprender cuando Ruth llamó a su puerta. El licántropo se levantó con ánimo, tenía ganas de hablar con la demonio y mucha curiosidad por lo que tuviera que decirle. Aunque también estaba preocupado por el tono de la chica . Devoss abrió la puerta mientras se rascaba la cabeza con fuerza. -¡Hola!- Dijo con alegría, Ruth había sido su máxima confidente y un apoyo para él y no se podía negar que se notaba en su cara. -Pasa, pasa. ¿Qué es lo que ocurre?- Preguntó mientras se sentaba en la cama.
El holandés estaba tranquilo en su habitación después de haber dado un largo paseo por la ciudad, había estado visitando los lugares a los que fueron como cosechados y no estaba para nada arrepentido. Sí, era cierto que no tenía buenos recuerdos de esos sitios, pero se sentía orgulloso de estar superando poco a poco esa sensación de miedo. Y sobre todo de sentirse parte de la ciudad. Un rocavarancolés. Un superviviente.
Estaba pensando en eso mismo y en lo que aún le faltaba por aprender cuando Ruth llamó a su puerta. El licántropo se levantó con ánimo, tenía ganas de hablar con la demonio y mucha curiosidad por lo que tuviera que decirle. Aunque también estaba preocupado por el tono de la chica . Devoss abrió la puerta mientras se rascaba la cabeza con fuerza. -¡Hola!- Dijo con alegría, Ruth había sido su máxima confidente y un apoyo para él y no se podía negar que se notaba en su cara. -Pasa, pasa. ¿Qué es lo que ocurre?- Preguntó mientras se sentaba en la cama.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
06/08/17, 06:31 pm
-Antes de la séptima cosecha-
La chica comenzó a sonreír cuando lo vio aparecer en el umbral de la puerta. Se estaban acostumbrado a aquello, colarse en la habitación del otro cuando había algo importante que contar.
Devoss notó la urgencia en su voz, más por los nuevos vientos que ardían en el estómago de la israelita que por alarma. Ruth no se hizo rogar y entró finalmente, fingiendo una mueca de asco.
-Aquí huele a gato encerrado- dijo sin prestar mucha atención a la nueva atmósfera pues ya se la tenía muy vista- ¿es que te acabas de levantar?- se burló cuando lo vio rascarse el pelo con ganas, ella por su parte se retiró un mechón de la frente.
La chica comenzó a sonreír cuando lo vio aparecer en el umbral de la puerta. Se estaban acostumbrado a aquello, colarse en la habitación del otro cuando había algo importante que contar.
Devoss notó la urgencia en su voz, más por los nuevos vientos que ardían en el estómago de la israelita que por alarma. Ruth no se hizo rogar y entró finalmente, fingiendo una mueca de asco.
-Aquí huele a gato encerrado- dijo sin prestar mucha atención a la nueva atmósfera pues ya se la tenía muy vista- ¿es que te acabas de levantar?- se burló cuando lo vio rascarse el pelo con ganas, ella por su parte se retiró un mechón de la frente.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
06/08/17, 06:54 pm
Antes de la séptima cosecha
El licántropo no pudo evitar reírse del comentario de Ruth. Lo cierto es que sí olía a gato encerrado, el chico no se había molestado en airear la habitación ya que pasaba más tiempo fuera . -Digamos que no me he molestado en estar en el cuarto, además, estoy practicando con las transformaciones. Ahora duermo en la postura del tigre-. Dijo imitando movimientos de artes marciales.
No hacía mucho tiempo que había tenido esa idea, al principio siempre que se dormía en tigre pensaba en querer ser humano cuando despertara. Pero quería probar algo nuevo, dormirse en forma animal queriendo mantenerse igual por la mañana. Con buenos resultados para alegría de Devoss, lo cierto era que tras perderle el miedo a su transformación progresaba a pasos agigantados.
-Qué va, solo pensaba en mis cosas. He visitado la Avenida Estatuada, ¿te acuerdas de esa gárgola que solo sabía llorar? Parece que hayan pasado años...-. Dijo mientras observaba las llamas que surgían del pelo de la chica.
El licántropo no pudo evitar reírse del comentario de Ruth. Lo cierto es que sí olía a gato encerrado, el chico no se había molestado en airear la habitación ya que pasaba más tiempo fuera . -Digamos que no me he molestado en estar en el cuarto, además, estoy practicando con las transformaciones. Ahora duermo en la postura del tigre-. Dijo imitando movimientos de artes marciales.
No hacía mucho tiempo que había tenido esa idea, al principio siempre que se dormía en tigre pensaba en querer ser humano cuando despertara. Pero quería probar algo nuevo, dormirse en forma animal queriendo mantenerse igual por la mañana. Con buenos resultados para alegría de Devoss, lo cierto era que tras perderle el miedo a su transformación progresaba a pasos agigantados.
-Qué va, solo pensaba en mis cosas. He visitado la Avenida Estatuada, ¿te acuerdas de esa gárgola que solo sabía llorar? Parece que hayan pasado años...-. Dijo mientras observaba las llamas que surgían del pelo de la chica.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
08/08/17, 02:08 am
Si a Giz le hubieran dicho que iba a llegar alguien tan temprano al laboratorio, no se lo habría creído. Sin embargo, así fue. En la puerta se habia encontrado a Krono acompañado de uno de los novatos a los que no conocía en persona. Al hecho de que él no era una persona de muchas palabras, se le unió la urgencia de la situación que le había descrito el kairós. Las presentaciones no llegaron, nisiquiera cuando se topó con el resto del grupo. El goliat se limitó a abrir la gola y dejar que los residuos mágicos del lugar hablaran.
La sede seguía siendo ignífuga, nada nuevo. También percibía la protección de la puerta y los arreglos mágicos de las habitaciones. No habia nada que el goliat no conociera ya o que vibrara de forma peligrosa. Se adentró en la habitación de Marsi y recibió el mismo silencio residual: no habia signos de teletransporte, nada que pudiera matar... Nisiquiera quedaban los residuos vagos de los hechizos de ocultación. Para entrar sin dejar huella, que era la única opción factible, había que ser tan meticuloso que solo se le ocurría que Siloco la hubiera matado.
—¿Vuestra amiga le ha hecho algo al consejo, a dama Azahar o a algún otro de los peces gordos? —preguntó. Fuera cual fuera la respuesta, respondería lo mismo—. No hay ningún rescoldo de magia que indique ningún tipo de agresión, ni allanamiento.
El goliat hizo ademán de acercarse al cuerpo para analizarlo más en profundidad.
La sede seguía siendo ignífuga, nada nuevo. También percibía la protección de la puerta y los arreglos mágicos de las habitaciones. No habia nada que el goliat no conociera ya o que vibrara de forma peligrosa. Se adentró en la habitación de Marsi y recibió el mismo silencio residual: no habia signos de teletransporte, nada que pudiera matar... Nisiquiera quedaban los residuos vagos de los hechizos de ocultación. Para entrar sin dejar huella, que era la única opción factible, había que ser tan meticuloso que solo se le ocurría que Siloco la hubiera matado.
—¿Vuestra amiga le ha hecho algo al consejo, a dama Azahar o a algún otro de los peces gordos? —preguntó. Fuera cual fuera la respuesta, respondería lo mismo—. No hay ningún rescoldo de magia que indique ningún tipo de agresión, ni allanamiento.
El goliat hizo ademán de acercarse al cuerpo para analizarlo más en profundidad.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
08/08/17, 01:20 pm
Sura observó a sus amigos llorar la muerte de Marsi impasible por fuera aunque por dentro sentía removerse algo. Era una mezcla de culpa, ira, dolor y tristeza. No había podido salvar a su amiga y las lágrimas de sus compañeros sólo acrecentaban ese sentimiento.
Se quedó sola con el cuerpo cuando el resto salieron de la habitación. Allí estaba la naga, observando en silencio el cuerpo de su amiga muerta, recordando todos los momentos con ella. El encuentro en la fuente tras despertarse en la ciudad, el discurso, la llegada al torreón, la muerte de todos y cada uno de sus compañeros de refugio, la muerte de Álvaro, el circo, la Luna. Todos y cada uno de los recuerdos compartidos flotaron en su mente encerrándola en una burbuja.
No supo cuánto tiempo estuvo así, días, horas, minutos, no importaba realmente. Lo que la sacó de esa burbuja fue la intrusión de un extraño en la habitación. La naga se puso en alerta total, sus ojos rojos serpentinos se clavaron en el asreniano. No conocía su olor aunque apestaba a magia. En un acto instintivo invocó sus espadas y su armadura, en un parpadeo la naga estaba armada y las runas de su armadura lanzaban destellos en la habitación.
-No sé quién eres - le dijo al asreniano con un siseo amenazante,- pero si te acercas un sólo paso más perderás algo más que el tiempo en esta habitación. ¡Aléjate de ella! - gritó seguido con un siseo de urgencia.
La naga estaba dispuesta a luchar por la integridad del cuerpo de Marsi. Hasta la muerte.
Se quedó sola con el cuerpo cuando el resto salieron de la habitación. Allí estaba la naga, observando en silencio el cuerpo de su amiga muerta, recordando todos los momentos con ella. El encuentro en la fuente tras despertarse en la ciudad, el discurso, la llegada al torreón, la muerte de todos y cada uno de sus compañeros de refugio, la muerte de Álvaro, el circo, la Luna. Todos y cada uno de los recuerdos compartidos flotaron en su mente encerrándola en una burbuja.
No supo cuánto tiempo estuvo así, días, horas, minutos, no importaba realmente. Lo que la sacó de esa burbuja fue la intrusión de un extraño en la habitación. La naga se puso en alerta total, sus ojos rojos serpentinos se clavaron en el asreniano. No conocía su olor aunque apestaba a magia. En un acto instintivo invocó sus espadas y su armadura, en un parpadeo la naga estaba armada y las runas de su armadura lanzaban destellos en la habitación.
-No sé quién eres - le dijo al asreniano con un siseo amenazante,- pero si te acercas un sólo paso más perderás algo más que el tiempo en esta habitación. ¡Aléjate de ella! - gritó seguido con un siseo de urgencia.
La naga estaba dispuesta a luchar por la integridad del cuerpo de Marsi. Hasta la muerte.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
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