Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
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24 participantes
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
15/12/13, 04:28 am
Recuerdo del primer mensaje :
El ataque de risa de Tap fue tal que su cuerpo se sacudió en el aire como si sufriera espasmos. El aparato fonador emitió ruidos incomprensibles que no eran más que el poltergeist intentando hacer ver al idrino lo gracioso que había sido verle la cara en plena descarga eléctrica. Cuando por fin se calmó, Saren le preguntó sobre su cuerpo y Tap comenzó a hablar tan rápido que las palabras se trababan y no salían. Tuvo que coger aire antes de intentarlo de nuevo, esta vez más despacio que la anterior.
—Es de metal irrense y plástico—explicó—. Fabricado por dama Hálito, demi… demiur… demiurga—se le atascaba la palabra. La mención a la violeta le hizo sentir algo de pena. Perder a los pocos gigantes que merecían la pena nunca era divertido. Continuó su charla moviendo cada una de las secciones en las que se dividía y haciendo una mención obvia al aparato que le permitía hablar—. Además lo estoy armando. Como lo de la electric… electricicicicidad—de nuevo se le atascaron las palabras y Tap sacudió la cabeza de manera inútil—. Electricidad. Todavía me que-queda hasta que… aprenda del todo. Pero bueno.
Tap estaba tan eufórico por su nuevo cuerpo que le daba igual las trabas que su ponía. Valoraba la mejora y lo veía todo un pelín más positivo. Un pelín suficiente como para que no quisiera matar al gigante que tenía enfrente en ningún momento. Era probable que el hecho de que fuera Saren y no otro, como Pablo, por ejemplo, también tuviera que ver. Pero lo importante era que, en aquellos momentos, el poltergeist se encontraba a gusto.
—Y tú, ¿Q-qué eres? ¿Y qué haces? Sales muy a menudo de la Sede—Tap estaba realizando esas mismas preguntas a todos los gigantes que decidía que eran dignos de relacionarse. Sobre todo porque según las respuestas, así sabría si lo seguían siendo, si era mejor alejarse de ellos o, simplemente, sabía si podía alegrarse porque la Luna Roja les castigaba con algún aspecto injusto de sus transformaciones. Sabía lo felices que fueron muchos gigantes cuando descubrieron que como poltergeist no podría hablar, así que no pensaba esconder la diversión que le producía saber que ahora a algunos les mataba el sol o que estaban catatónicos durante todo el día en la cama.
El ataque de risa de Tap fue tal que su cuerpo se sacudió en el aire como si sufriera espasmos. El aparato fonador emitió ruidos incomprensibles que no eran más que el poltergeist intentando hacer ver al idrino lo gracioso que había sido verle la cara en plena descarga eléctrica. Cuando por fin se calmó, Saren le preguntó sobre su cuerpo y Tap comenzó a hablar tan rápido que las palabras se trababan y no salían. Tuvo que coger aire antes de intentarlo de nuevo, esta vez más despacio que la anterior.
—Es de metal irrense y plástico—explicó—. Fabricado por dama Hálito, demi… demiur… demiurga—se le atascaba la palabra. La mención a la violeta le hizo sentir algo de pena. Perder a los pocos gigantes que merecían la pena nunca era divertido. Continuó su charla moviendo cada una de las secciones en las que se dividía y haciendo una mención obvia al aparato que le permitía hablar—. Además lo estoy armando. Como lo de la electric… electricicicicidad—de nuevo se le atascaron las palabras y Tap sacudió la cabeza de manera inútil—. Electricidad. Todavía me que-queda hasta que… aprenda del todo. Pero bueno.
Tap estaba tan eufórico por su nuevo cuerpo que le daba igual las trabas que su ponía. Valoraba la mejora y lo veía todo un pelín más positivo. Un pelín suficiente como para que no quisiera matar al gigante que tenía enfrente en ningún momento. Era probable que el hecho de que fuera Saren y no otro, como Pablo, por ejemplo, también tuviera que ver. Pero lo importante era que, en aquellos momentos, el poltergeist se encontraba a gusto.
—Y tú, ¿Q-qué eres? ¿Y qué haces? Sales muy a menudo de la Sede—Tap estaba realizando esas mismas preguntas a todos los gigantes que decidía que eran dignos de relacionarse. Sobre todo porque según las respuestas, así sabría si lo seguían siendo, si era mejor alejarse de ellos o, simplemente, sabía si podía alegrarse porque la Luna Roja les castigaba con algún aspecto injusto de sus transformaciones. Sabía lo felices que fueron muchos gigantes cuando descubrieron que como poltergeist no podría hablar, así que no pensaba esconder la diversión que le producía saber que ahora a algunos les mataba el sol o que estaban catatónicos durante todo el día en la cama.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Lathspell
Ficha de cosechado
Nombre: Kyllikki Paasikoski
Especie: Humana
Habilidades: Buena menoria, muy buena, lealtad, y facilidad para los idiomas.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
31/12/18, 07:26 pm
- No lo sse...no tengo idea.. - Zob respiro un poco más calmado y puso unas cuantas cosas en un plato. Era mucho mejor hablar con sus amigos que sus soliloquios infructuosos que solo servían para frustrarlo con su lengua- El libro mencionaba .. - dijo pausado volviendo a calcular las letras de las palabras - aumento en el fissico, pero ahora estoy igual que antess...que ayer, al menosss no me parece que haya cambiado lo necessario para poder parar a Rena..
Su comparación le dio risa hasta a el mismo, vamos, que ni ahora ni antes ninguno podía detener a una Rena ya sea modo oso o no. Recordando además algunas cosas de los basiliscos, quito unas cuantas frutas de su plato y las dejo aparte. - Ssupongo que también debo de cuidar la comida, mencionaba el libro que tengo ssaliva venenosssa... por lo que no debo dejar comida a medio terminar creo... - suponía que era mas fácil servirse un poco mas después de terminar su porción, que dejar comida que nadie mas probaría. - Aparte de esso, lo de mis ojoss es lo que llama la atención, aunque admito que lo de la cola me gusta mucho..
Movió la cola un poco, aun sorprendido de como su cuerpo la manejaba tan instintivamente. Levantó la vista para ver alrededor como los demás iban en sus asuntos y se fijo en como Pam ya podía moverse un poco mejor al preparar la comida. - ¿Lo del mareo y lass antenasss va mejor? La terapia de enojo parece sser útil, aunque espero que aprendas a volar ssin tener que cabrearte con alguien - soltó una pequeña risa, un poco más fuerte de lo que pretendía y volteo de neuvo a ver a los demás esperando no haber incomodado en sus conversaciones. - Lo sssien....perdón perdón....
Su comparación le dio risa hasta a el mismo, vamos, que ni ahora ni antes ninguno podía detener a una Rena ya sea modo oso o no. Recordando además algunas cosas de los basiliscos, quito unas cuantas frutas de su plato y las dejo aparte. - Ssupongo que también debo de cuidar la comida, mencionaba el libro que tengo ssaliva venenosssa... por lo que no debo dejar comida a medio terminar creo... - suponía que era mas fácil servirse un poco mas después de terminar su porción, que dejar comida que nadie mas probaría. - Aparte de esso, lo de mis ojoss es lo que llama la atención, aunque admito que lo de la cola me gusta mucho..
Movió la cola un poco, aun sorprendido de como su cuerpo la manejaba tan instintivamente. Levantó la vista para ver alrededor como los demás iban en sus asuntos y se fijo en como Pam ya podía moverse un poco mejor al preparar la comida. - ¿Lo del mareo y lass antenasss va mejor? La terapia de enojo parece sser útil, aunque espero que aprendas a volar ssin tener que cabrearte con alguien - soltó una pequeña risa, un poco más fuerte de lo que pretendía y volteo de neuvo a ver a los demás esperando no haber incomodado en sus conversaciones. - Lo sssien....perdón perdón....
- InvitadoInvitado
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
01/01/19, 09:20 pm
-¿Eres un brujo, Milo? ¡Cómo mola! -dijo entusiasmada.
Había escuchado de pasada lo que Archime le había dicho a su compañero. Eso explicaba que no hubiese cambiado físicamente, igual que Neil y Guille, y que el trozo de metal lo siguiese a todas partes. Tenía que preguntarle más adelante sobre lo que podía hacer. Respecto al mecánico, su forma de hablar le resultaba molesta, pero estaba demasiado agradecida por la ayuda que le estaba ofreciendo como para hacer ningún comentario al respecto. Necesitó unos segundos para asimilar lo que había dicho.
-Cuadrúpedo… bueno, soy un oso. Ya sabes, me puedo poner de pie y dar hostias pero para correr sí necesito ir a cuatro patas… - << Más bien a tres>> pensó. No había caído en la cuenta de lo ridículo que quedaría su brazo mecánico si lo conservaba en su forma osuna, sería tan útil como estar manca, aunque lo conservaría en su forma original << ¿Merece la pena hacer el payaso en la forma con la que se supone que tengo que asustar a la peña? >> Era un elemento disuasorio que no podía desaprovechar en esa ciudad -Entonces me da que voy a tener que estar una temporada manca, ¿no? Hasta que aprenda a transformarme. La idea de un implante que se adapte suena cojonuda.
La risa de Zob fue lo que le delató, y la irrense se dio cuenta de que había vuelto. Le sonrió y le guiñó un ojo para que quitase la cara de apuro que había puesto por reírse.
Había escuchado de pasada lo que Archime le había dicho a su compañero. Eso explicaba que no hubiese cambiado físicamente, igual que Neil y Guille, y que el trozo de metal lo siguiese a todas partes. Tenía que preguntarle más adelante sobre lo que podía hacer. Respecto al mecánico, su forma de hablar le resultaba molesta, pero estaba demasiado agradecida por la ayuda que le estaba ofreciendo como para hacer ningún comentario al respecto. Necesitó unos segundos para asimilar lo que había dicho.
-Cuadrúpedo… bueno, soy un oso. Ya sabes, me puedo poner de pie y dar hostias pero para correr sí necesito ir a cuatro patas… - << Más bien a tres>> pensó. No había caído en la cuenta de lo ridículo que quedaría su brazo mecánico si lo conservaba en su forma osuna, sería tan útil como estar manca, aunque lo conservaría en su forma original << ¿Merece la pena hacer el payaso en la forma con la que se supone que tengo que asustar a la peña? >> Era un elemento disuasorio que no podía desaprovechar en esa ciudad -Entonces me da que voy a tener que estar una temporada manca, ¿no? Hasta que aprenda a transformarme. La idea de un implante que se adapte suena cojonuda.
La risa de Zob fue lo que le delató, y la irrense se dio cuenta de que había vuelto. Le sonrió y le guiñó un ojo para que quitase la cara de apuro que había puesto por reírse.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
05/01/19, 09:53 pm
Entre tanto revuelo, Sinceridad se excusó y se fue a leer a los primeros escalones. Total, se había quedado cerca de la puerta desde hacía rato, sintiéndose cada vez más fuera de lugar entre todo el mundo, así que estaba cerca de las escaleras y pudo ir sin llamar mucho la atención. O eso creía la emplumada, al menos.
No entendía nada de brujos, criaturas, transformaciones, magia-sí, magia-ahora-no, energía, dominios, luces visibles e invisibles... Y encima llegaba gente nueva, del exterior y de la misma torre. Vio a conocidos y desconocidos subir y bajar, entrar y salir, trajinar en la cocina, para acá, para allá... ¿Cómo podían aceptar todo aquello sin agobiarse tanto como ella? Empeoró cuando Mónica fue a buscarla para avisarla de una salida. ¿Ahora? ¿Salir? ¿Mareándose, sin dominar sus ojos ni habilidades todavía? ¿Con tanto que leer y entender? Ni hablar.
Rechazó la invitación y en su lugar dijo que buscaría cuartos libres para Lorenzo, la humana y ella. Poco después de que se marcharan, dio con unas habitaciones seguidas desocupadas tras preguntar como buenamente pudo a los que vivían allí desde antes de su llegada. Necesitaba aislarse, asimilarlo todo a solas y habituarse a sus ojos lo más pronto posible. Y en "su habitación" se encerró. No estaba mal. Armario, una cajonera, un escritorio, una cama... Le sobraba con aquello.
Llevaba el libro con ella y con él se sentó a la mesa y volvió a abrirlo por la página que le habían indicado antes. Recordaba también las palabras de Rad al respecto de sus dudas, y acabó teorizando que el carabés se había referido a una especie de tela o red mágica invisible que lo unía todo, como una red en la que los ciudadanos y cualquier criatura fueran los peces. ¿Pero Rad había hablado de ello como si fuera algo neutral, una energía que unía toda la realidad? ¿Y cómo plumas podridas podía saltarse ella las normas de la maraña y mirar más allá o percibir las alteraciones? No lo iba a entender ni a solas ni hablando con gente más avanzada que ella.
Así que despegó y abrió las alas con lentitud, a todo lo largo, mientras se agarraba al cabecero. Estaba a salvo en la cama, por lo que solo haría movimientos lentos con ellas mientras experimentaba con los ojos que asomaban entre las plumas. Con no marearse le bastaba, de momento, pero esperaba acostumbrarse pronto para poder volver a volar. <<¿Pero cómo voy a concentrarse en el aire si puedo ver a través de lo que sea mientras vuelo?>> Además de todo lo que se podía mover abajo en las calles. Así que necesitaba mucha, mucha práctica. Le urgía más que entender cómo funcionaban sus ojos. Y a ello se dedicaría mientras los demás estuvieran fuera: a abrir y cerrar ojos salpicados por el cuerpo y, después, con mucho tiento, abrir los de la espalda mientras su amiga volvía con los demás.
No entendía nada de brujos, criaturas, transformaciones, magia-sí, magia-ahora-no, energía, dominios, luces visibles e invisibles... Y encima llegaba gente nueva, del exterior y de la misma torre. Vio a conocidos y desconocidos subir y bajar, entrar y salir, trajinar en la cocina, para acá, para allá... ¿Cómo podían aceptar todo aquello sin agobiarse tanto como ella? Empeoró cuando Mónica fue a buscarla para avisarla de una salida. ¿Ahora? ¿Salir? ¿Mareándose, sin dominar sus ojos ni habilidades todavía? ¿Con tanto que leer y entender? Ni hablar.
Rechazó la invitación y en su lugar dijo que buscaría cuartos libres para Lorenzo, la humana y ella. Poco después de que se marcharan, dio con unas habitaciones seguidas desocupadas tras preguntar como buenamente pudo a los que vivían allí desde antes de su llegada. Necesitaba aislarse, asimilarlo todo a solas y habituarse a sus ojos lo más pronto posible. Y en "su habitación" se encerró. No estaba mal. Armario, una cajonera, un escritorio, una cama... Le sobraba con aquello.
Llevaba el libro con ella y con él se sentó a la mesa y volvió a abrirlo por la página que le habían indicado antes. Recordaba también las palabras de Rad al respecto de sus dudas, y acabó teorizando que el carabés se había referido a una especie de tela o red mágica invisible que lo unía todo, como una red en la que los ciudadanos y cualquier criatura fueran los peces. ¿Pero Rad había hablado de ello como si fuera algo neutral, una energía que unía toda la realidad? ¿Y cómo plumas podridas podía saltarse ella las normas de la maraña y mirar más allá o percibir las alteraciones? No lo iba a entender ni a solas ni hablando con gente más avanzada que ella.
Así que despegó y abrió las alas con lentitud, a todo lo largo, mientras se agarraba al cabecero. Estaba a salvo en la cama, por lo que solo haría movimientos lentos con ellas mientras experimentaba con los ojos que asomaban entre las plumas. Con no marearse le bastaba, de momento, pero esperaba acostumbrarse pronto para poder volver a volar. <<¿Pero cómo voy a concentrarse en el aire si puedo ver a través de lo que sea mientras vuelo?>> Además de todo lo que se podía mover abajo en las calles. Así que necesitaba mucha, mucha práctica. Le urgía más que entender cómo funcionaban sus ojos. Y a ello se dedicaría mientras los demás estuvieran fuera: a abrir y cerrar ojos salpicados por el cuerpo y, después, con mucho tiento, abrir los de la espalda mientras su amiga volvía con los demás.
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
07/01/19, 01:59 am
Un escalón, luego otro... se sentía tan ligero, era tan fácil moverse que... ¿Porque le costaba tanto? Pero no eran solo los escalones, era cada paso, cada palabra que salía del libro, se sentía tan ligero y a la vez, tan cansado...
Por fin en aquel cuarto, aquel nuevo espacio para él dado por el Consejo. Se dejó caer en la cama respirando lentamente el olor de aquel libro. Calma... y algo más. Era agradable, tanto que sentía poder dormirse con ello al lado, como si estuviera junto a unas sabanas recién lavadas o junto al pasto húmedo de nubla.
Posó el libro a su lado con su mano izquierda y empezó a desvestirse con esta, hacía un rato que no usaba su derecha y solo se dio cuenta cuando intento ayudarse empujando con su muñón como solía hacer solo para quedarse mirando a su nueva mano un rato más, ya no había cicatrices ni marcas en ella, tan solo un pelaje gris con manchas negras que parecía empezar a extenderse por su cuerpo.
Se levantó con pereza a rebuscar en los armarios algo cómodo como un pijama, no era tan fácil pues había ropa de todas las tallas aunque la mayoría eran prendas simples y repetidas, algunas incluso ya estaban preparadas para tener alas o cola, tendría que hablar con la gente y repartirlas para conseguir más de su talla.
Volvió a dejarse caer para vestirse y poco a poco le fue venciendo el cansancio. Quería echarse en la cama junto al libro y... Pero no podía, había cosas que hacer, siempre había cosas que hacer... ¿No? Tenía que bajar a saber si tenía magia, luego aprenderla o entrenar y luego... ¿Luego qué? ¿Para qué? ¿Ganar dinero en la ciudad que lo había vapuleado? ¿Intentar mejorarla bajo la burla de la Luna? ¿Ayudar a los que le dieron de lado en el torreón durante tanto tiempo? Y su hermano... la escena de su hermano se repetía, grabada a fuego en su cerebro.
Barael se acurrucó en la cama junto al libro, dejándose llevar por aquel aroma y el sonido de la lluvia a través de la ventana. Incluso con aquello delante, magia y conocimiento, todo lo que había deseado siempre... Simplemente ya no tenía fuerzas para nada.
Una ráfaga de viento hizo traquetear a la ventana un poco más fuerte de lo normal y esto abrió los ojos del nublino, luz rojiza teñía ahora toda la habitación pues solo la Luna quedaba en el cielo. Poco a poco se desperezó y se levantó.
¿Qué hora es?
Salió de su cuarto, el sonido de sus pasos se mezclaba con el murmullo de la lluvia chocando contra el edificio, pronto llegó al salón, o sala común, aún no sabía cómo llamarlo en realidad.
Algunos de los libros estaban donde los había posado Naeleth, otros debían tenerlos el resto.
El que tenía su don...
Por fin en aquel cuarto, aquel nuevo espacio para él dado por el Consejo. Se dejó caer en la cama respirando lentamente el olor de aquel libro. Calma... y algo más. Era agradable, tanto que sentía poder dormirse con ello al lado, como si estuviera junto a unas sabanas recién lavadas o junto al pasto húmedo de nubla.
Posó el libro a su lado con su mano izquierda y empezó a desvestirse con esta, hacía un rato que no usaba su derecha y solo se dio cuenta cuando intento ayudarse empujando con su muñón como solía hacer solo para quedarse mirando a su nueva mano un rato más, ya no había cicatrices ni marcas en ella, tan solo un pelaje gris con manchas negras que parecía empezar a extenderse por su cuerpo.
Se levantó con pereza a rebuscar en los armarios algo cómodo como un pijama, no era tan fácil pues había ropa de todas las tallas aunque la mayoría eran prendas simples y repetidas, algunas incluso ya estaban preparadas para tener alas o cola, tendría que hablar con la gente y repartirlas para conseguir más de su talla.
Volvió a dejarse caer para vestirse y poco a poco le fue venciendo el cansancio. Quería echarse en la cama junto al libro y... Pero no podía, había cosas que hacer, siempre había cosas que hacer... ¿No? Tenía que bajar a saber si tenía magia, luego aprenderla o entrenar y luego... ¿Luego qué? ¿Para qué? ¿Ganar dinero en la ciudad que lo había vapuleado? ¿Intentar mejorarla bajo la burla de la Luna? ¿Ayudar a los que le dieron de lado en el torreón durante tanto tiempo? Y su hermano... la escena de su hermano se repetía, grabada a fuego en su cerebro.
Barael se acurrucó en la cama junto al libro, dejándose llevar por aquel aroma y el sonido de la lluvia a través de la ventana. Incluso con aquello delante, magia y conocimiento, todo lo que había deseado siempre... Simplemente ya no tenía fuerzas para nada.
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Una ráfaga de viento hizo traquetear a la ventana un poco más fuerte de lo normal y esto abrió los ojos del nublino, luz rojiza teñía ahora toda la habitación pues solo la Luna quedaba en el cielo. Poco a poco se desperezó y se levantó.
¿Qué hora es?
Salió de su cuarto, el sonido de sus pasos se mezclaba con el murmullo de la lluvia chocando contra el edificio, pronto llegó al salón, o sala común, aún no sabía cómo llamarlo en realidad.
Algunos de los libros estaban donde los había posado Naeleth, otros debían tenerlos el resto.
El que tenía su don...
- Tirada:
- A 51 o más el libro se encuentra entre los restantes
- Rocavarancolia Rol
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
07/01/19, 01:59 am
El miembro 'Reifon' ha efectuado la acción siguiente: Número Aleatorio
'Dado de 100 caras' : 47
'Dado de 100 caras' : 47
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.
Personajes :- Spoiler:
Armas :- Spoiler:
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
- Dama Abrazos: Mandobles y manguales gigantes duales, balas cañon.
- Nery´s: Beyesha infinita. Esto que no sabe ni que es.
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
Status : Cazador de la luna de sangre.
Humor : JAJAJAJAJA *se marcha riéndose*
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
07/01/19, 02:08 am
No está.
Por un momento había confundido uno de los restantes con el suyo, pero no era ese. Barael suspiró aliviado, no tenía fuerzas para confirmar lo que él suponía, fuerzas para enfrentarse a aquello directamente.
El hambre tiró de él afuera de sus pensamientos.
Subió a por el libro de magia y rebuscó en la cocina, no había visto ni la mitad de las cosas que había allí en su vida así que se limitó a coger cosas ya listas para comer en pos de no estropear nada y se acomodó en el sofá mientras leía, picoteando mientras esperaba al sueño o a un nuevo día.
Por un momento había confundido uno de los restantes con el suyo, pero no era ese. Barael suspiró aliviado, no tenía fuerzas para confirmar lo que él suponía, fuerzas para enfrentarse a aquello directamente.
El hambre tiró de él afuera de sus pensamientos.
Subió a por el libro de magia y rebuscó en la cocina, no había visto ni la mitad de las cosas que había allí en su vida así que se limitó a coger cosas ya listas para comer en pos de no estropear nada y se acomodó en el sofá mientras leía, picoteando mientras esperaba al sueño o a un nuevo día.
- Equilibrio:
Un blanco mas oscuro que el negro.
Un negro mas claro que el blanco.
El gris se desborda en mil tonos.
Y el arcoiris se hunde en monotonia.
Vivimos caminando el sendero dejado por los muertos.
Mientras brindamos nueva muerte a nuestro paso para extenderlo.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
09/01/19, 12:13 pm
La mona del queso escucho la siseante respuesta de Zobriel sobre los cambios que venia atribuidos a su nuevo cuerpo y frunció levemente el ceño, pensativa, recordando que ciertamente con lo suyo también mencionaba algo de mas fuerza, resistencia y habilidades físicas en general mayores a las que poseía, que de serie no era demasiado, así que no sabia cuanto podría haber aumentado pues diferente no se sentía. Mas ligera tal vez si, de algún modos peor por lo demás no notaba cambios.
-En el mio, también decía de algunos cambios en cuanto a fuerz ay esas cosas...pero tampoco lo comprobé- dijo Pelusa concordando con Zobriel en ese punto- Tal vez, haya que probag golpeando algo o correr o cosas así para ver si hubo algún cambio- sugirió la niña como opción, pues ciertamente no notaba mucha diferencia en si misma. Desde luego no al punto de como decia Zobriel plantarle cara a Rena, lo veía imposible de todas las maneras habidas y por haber, tanto antes como ahora.
Lo vio apartar algunos alimentos de su plato lo que le extraño, pero su respuesta ya si le dio cierto sentido a aquella acción.
- Tendrás que haceg algo con tu ropa con esa cola, igual que yo con las alas...pero lo del veneno suena interesante- dijo Pelusa, ante lo del veneno pareciendole curiosos y útil, dado que era evidente no parecía enverarse a si mismo, tenia formas defenderse y protegerse incluso sin magia así que la niña tenia un poco de envidia por eso-Incluso si ahora no puedes hacer magia...por culpa de la lengua, puedes protegerte, ya es algo- añadió Pelusa cogiendo un plato con su comida para picotear de este algunos trozos de fruta, mirándolo de reojo, no a los ojos por lo evidente cuando este pregunto sobre sus mareos y la niño bufo levemente acompañando su alta risotada y su disculpa. La mona del queso le miro entre irónica y divertid por sus palabras, de algún modo se le hacia fácil hablar con el nublino, probablemente porque habían hablando a solas muchas veces durante la cosecha.
-Sigue siendo molesto...pero intento no prestarle atención, aunque siga ahi...es peog si salgo o si hay corrientes de aire o mucho movimientos. No se como haré para volag con esta mareo constante- dijo Pelusa suavemente que aun podía sentirlo, percibirlo todod peor intentaba no centrarse mucho en ello y mantenerse lo mas posible alejada de las ventanitas del lugar. Por suerte la cosa ahora estaba bastante tranquila y no había tanta gente moviéndose de allá cerca suya-Tal vez...cuando consiga notar bien que perciben estas antenas, pueda notar cuando te me acerques incluso sino haces ruido- dijo Pelusa como posibilidad, seria curiosos cuanto menos que el sigilo de este no pudiese servir con ella, aunque no sabia si era posible averiguarlo en su momento podría ser interesante- Si me empiezo a cabrear con la gente...me quedo sin amigos y quiero magia- reprocho Pelusa como si fuese evidente que no haría tamaña estupidez siendo que dependía de dichas amistades que sorpresivamente notaba que tenia para obtener magia. Egoista e interesado, tal vez, pero que mas daba.
-Zob, ¿quieres ir arriba y ver si podemos descubrir si de vegdad tenemos mas fuerza y eso? Volar aun no lo intentage, no se como desplegarlas- dijo señalando las alas a su espalda cubiertas por el jersey enorme que llevaba cual vestido- Necesito, encontag ropa con espalda descubierta...o Rena me regañara de nuevo por ir desnuda...también puedes acompañagme a encontrar algo que nos sirva para ambos o que pueda arreglar ¿que prefiegues hacer?- le comento trabándose ligeramente con su lengua, mientras comía de su plato porque si ya de por si encontrar ropa de su talla era un dolor, encontrarla con la espalda descubierta seria otro dolor mas. E imaginaba que Zobriel teniéndola cola ahora tendría un problema similar a la hora de encontrar pantalones.
-En el mio, también decía de algunos cambios en cuanto a fuerz ay esas cosas...pero tampoco lo comprobé- dijo Pelusa concordando con Zobriel en ese punto- Tal vez, haya que probag golpeando algo o correr o cosas así para ver si hubo algún cambio- sugirió la niña como opción, pues ciertamente no notaba mucha diferencia en si misma. Desde luego no al punto de como decia Zobriel plantarle cara a Rena, lo veía imposible de todas las maneras habidas y por haber, tanto antes como ahora.
Lo vio apartar algunos alimentos de su plato lo que le extraño, pero su respuesta ya si le dio cierto sentido a aquella acción.
- Tendrás que haceg algo con tu ropa con esa cola, igual que yo con las alas...pero lo del veneno suena interesante- dijo Pelusa, ante lo del veneno pareciendole curiosos y útil, dado que era evidente no parecía enverarse a si mismo, tenia formas defenderse y protegerse incluso sin magia así que la niña tenia un poco de envidia por eso-Incluso si ahora no puedes hacer magia...por culpa de la lengua, puedes protegerte, ya es algo- añadió Pelusa cogiendo un plato con su comida para picotear de este algunos trozos de fruta, mirándolo de reojo, no a los ojos por lo evidente cuando este pregunto sobre sus mareos y la niño bufo levemente acompañando su alta risotada y su disculpa. La mona del queso le miro entre irónica y divertid por sus palabras, de algún modo se le hacia fácil hablar con el nublino, probablemente porque habían hablando a solas muchas veces durante la cosecha.
-Sigue siendo molesto...pero intento no prestarle atención, aunque siga ahi...es peog si salgo o si hay corrientes de aire o mucho movimientos. No se como haré para volag con esta mareo constante- dijo Pelusa suavemente que aun podía sentirlo, percibirlo todod peor intentaba no centrarse mucho en ello y mantenerse lo mas posible alejada de las ventanitas del lugar. Por suerte la cosa ahora estaba bastante tranquila y no había tanta gente moviéndose de allá cerca suya-Tal vez...cuando consiga notar bien que perciben estas antenas, pueda notar cuando te me acerques incluso sino haces ruido- dijo Pelusa como posibilidad, seria curiosos cuanto menos que el sigilo de este no pudiese servir con ella, aunque no sabia si era posible averiguarlo en su momento podría ser interesante- Si me empiezo a cabrear con la gente...me quedo sin amigos y quiero magia- reprocho Pelusa como si fuese evidente que no haría tamaña estupidez siendo que dependía de dichas amistades que sorpresivamente notaba que tenia para obtener magia. Egoista e interesado, tal vez, pero que mas daba.
-Zob, ¿quieres ir arriba y ver si podemos descubrir si de vegdad tenemos mas fuerza y eso? Volar aun no lo intentage, no se como desplegarlas- dijo señalando las alas a su espalda cubiertas por el jersey enorme que llevaba cual vestido- Necesito, encontag ropa con espalda descubierta...o Rena me regañara de nuevo por ir desnuda...también puedes acompañagme a encontrar algo que nos sirva para ambos o que pueda arreglar ¿que prefiegues hacer?- le comento trabándose ligeramente con su lengua, mientras comía de su plato porque si ya de por si encontrar ropa de su talla era un dolor, encontrarla con la espalda descubierta seria otro dolor mas. E imaginaba que Zobriel teniéndola cola ahora tendría un problema similar a la hora de encontrar pantalones.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Lathspell
Ficha de cosechado
Nombre: Kyllikki Paasikoski
Especie: Humana
Habilidades: Buena menoria, muy buena, lealtad, y facilidad para los idiomas.
Personajes : Zobriel: Nublino transformado en Basilisco
Kyllikki: Humana cosechada.
Armas : Zobriel: Malicioso, Colmillo veneno, Cuchillada, Cola veneno
Kyllikki: Elataquedelasmilteoriascientificasypseudocientificasmasinutildetodoslostiempos
Status : Disponible para cualquier debate ilógico
Humor : Culpable de dibujar horrible y hacer chistes peores aun
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
12/01/19, 05:21 pm
Zob se quedo perdido en su mente unos momentos. Las palabras de su amiga le llegaban insustancialmente mientras trataba de procesarlas mientras se imaginaba defendiéndose con su saliva venenosa. ¿morder? ¿ escupir? lo segundo era mas fácil con tanto siseo....Se imagino colgado del brazo de Rena tratando de morder a través de los pelos de la osa... no no, definitivamente no se sentía mas útil a la hora de protegerse. Al final movió su cola en modo automático cuando Pam la menciono.
- Creo que lo mío ssse arreglo con mis garrasssss.. - dijo abriendo y cerrándolas un poco mientras las miraba. - Aunque para tu casso no podemos ir rompiendo toda la ropa, imagino que ahora que ssssomosss ciudadanosss podremos encontrar alguien que haga ropa....aunque no ssse como pagaremosss todo... - terminó con una voz un poco triste. Era cierto que ahora las cosas estaban menos terroríficas de lo que habían estado durante meses, pero además de la presión de cuidar a los peques, ahora le llego el peso de aquel fantasma que se llamaba "estassoloytienesqueserresponsablesinquelosdemascuidendeti"
Sonrió cuando menciono lo del sigilo, era verdad que decía eso en el libro, aunque no había probado específicamente aquello. cuando regresaran los demás intentaría algo, por ahora le parecía buena idea lo de probar sus nuevas habilidades.
- Creo que podemoss destruir un poco de ropa desspuesss, vayamos a probar si ahora sssomos dignoss guerreros de la ciudad....y no, no me pidas que vaya mordiendo los muñecos de entrenamiento... aunque ... - al empezar a recoger las cosas que estaban comiendo para llevarlas al fregadero, se dio cuenta que estaba poniendo más cuidado. Era inconsciente de eso pero al hablar de entrenar lo asalto la duda.- Creo.....que empezzare de nuevo con todo, va a ser difícil manejar un arco con essstos dedos....
Se detuvo un momento mirando sus manos y luego ayudo a Pam con lo demás. No iba a permitirse sentirse mal por tonterías así ahora, le sabia muy mal haber entrenado tanto para ahora verse así pero no era nada comparado con perder un brazo como Rena. Aunque la idea del sigilo le sugería unas dagas o algo, en algún momento trataría de volver a afinar su puntería, por ahora estaría feliz de probarse a sí mismo y ayudar a Pam a tratar de volar o cualquier cosa. Al subir las escaleras decidió contarle un pequeño secreto sobre su cola. - Pam....creo que no esss cossa de ssaber, ¿has intentado desssplegarlas sin penssar? te juro que nunca penssse tener cola, y no esss como ssi hubiera practicado en tan poco tiempo.... termino golpeando cossas con ella pero hasssta ahora no he roto nada. Tuss alasss no pueden ser masss peligrosas que essso, inténtalo - le dijo. No menciono que muchas veces había volteado la vista al notar algo detrás suyo que resulto ser su cola, y que estaba calculando bien como sentarse aun sin estorbarse a si mismo o a los demás, pero básicamente esperaba que su idea ayudara a la mona del queso con sus alas.
- Creo que lo mío ssse arreglo con mis garrasssss.. - dijo abriendo y cerrándolas un poco mientras las miraba. - Aunque para tu casso no podemos ir rompiendo toda la ropa, imagino que ahora que ssssomosss ciudadanosss podremos encontrar alguien que haga ropa....aunque no ssse como pagaremosss todo... - terminó con una voz un poco triste. Era cierto que ahora las cosas estaban menos terroríficas de lo que habían estado durante meses, pero además de la presión de cuidar a los peques, ahora le llego el peso de aquel fantasma que se llamaba "estassoloytienesqueserresponsablesinquelosdemascuidendeti"
Sonrió cuando menciono lo del sigilo, era verdad que decía eso en el libro, aunque no había probado específicamente aquello. cuando regresaran los demás intentaría algo, por ahora le parecía buena idea lo de probar sus nuevas habilidades.
- Creo que podemoss destruir un poco de ropa desspuesss, vayamos a probar si ahora sssomos dignoss guerreros de la ciudad....y no, no me pidas que vaya mordiendo los muñecos de entrenamiento... aunque ... - al empezar a recoger las cosas que estaban comiendo para llevarlas al fregadero, se dio cuenta que estaba poniendo más cuidado. Era inconsciente de eso pero al hablar de entrenar lo asalto la duda.- Creo.....que empezzare de nuevo con todo, va a ser difícil manejar un arco con essstos dedos....
Se detuvo un momento mirando sus manos y luego ayudo a Pam con lo demás. No iba a permitirse sentirse mal por tonterías así ahora, le sabia muy mal haber entrenado tanto para ahora verse así pero no era nada comparado con perder un brazo como Rena. Aunque la idea del sigilo le sugería unas dagas o algo, en algún momento trataría de volver a afinar su puntería, por ahora estaría feliz de probarse a sí mismo y ayudar a Pam a tratar de volar o cualquier cosa. Al subir las escaleras decidió contarle un pequeño secreto sobre su cola. - Pam....creo que no esss cossa de ssaber, ¿has intentado desssplegarlas sin penssar? te juro que nunca penssse tener cola, y no esss como ssi hubiera practicado en tan poco tiempo.... termino golpeando cossas con ella pero hasssta ahora no he roto nada. Tuss alasss no pueden ser masss peligrosas que essso, inténtalo - le dijo. No menciono que muchas veces había volteado la vista al notar algo detrás suyo que resulto ser su cola, y que estaba calculando bien como sentarse aun sin estorbarse a si mismo o a los demás, pero básicamente esperaba que su idea ayudara a la mona del queso con sus alas.
El Odio es por mucho el placer mas duradero. El hombre Ama con prisas, pero llega a Odiar con mucha calma.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
13/01/19, 04:51 pm
Una vez en la habitación Tayron le contó a Dafne lo confuso que había sido todo con la aparición de Hyun. Le contó cómo Naeleth había resuelto el problema y cómo tuvo que explicar que con toda la tragedia de aquel nefasto día había olvidado por completo revelar a sus amigos la existencia de otro posible grupo, aunque tuviera una mala idea inicial de ellos. Dafne asintió, sonriendo levemente ante la noticia de que los sinhadres seguían vivos y que el grupo del faro se encontraba bien, a excepción de Fahran, quien siempre fue una incógnita para ambos.
El humano se dejó caer en la cama, intentando recuperar el buen humor y agitando el libro atrapado en sus manos con un destello de ilusión. Tenía buenas vibraciones.
-¿Qué es eso?- musitó Dafne, levitando hacia él con lentitud. El chico no sabría adivinar lo que significaba su rostro inexpresivo.
-¡Esto nos puede decir mis superpoderes!- existía gente increíble de los otros grupos, con atributos que suponía... más molones. A él le había tocado una cola de mono, dedos negros y ojos perturbadores. Esperaba que la información que rezaba en aquel libro compensara la balanza.
Tamborileó con los dedos en el tomo, de un color grisáceo, a Tayron le recordó la tonalidad de la piedra del torreón, lo cierto es que no era muy llamativo.
-A lo mejor quieres esperar a que lo lea yo primero- la frialdad de la cercanía de Dafne le recorrió toda la espalda, pero por una vez no dejaría que eso echara a perder el niño que aún sentía tener dentro y que a veces luchaba por salir- a lo mejor te transformas en un mono gigante con la Luna- dijo con media sonrisa de lado.
-¡Y un cojón!- respondió, dejándose picar- ¿Me has visto cara de Son Goku?. Seguro que... seguro que... - y su mente divagó entre infinitas posibilidades como un pequeño avión de papel. Dafne sintió una punzada de ternura observando su cara de embobado- ¡Hostia! A lo mejor puedo hacer algo con mis ojos, como ver a través de las paredes o iluminar tipo linterna. ¡Ya sé!- rió aturrullándose- ojalá hacerme invisible cuando nadie mira.
Dafne dio una carcajada, negando con la cabeza.
-Eso no serviría de mucho, Tay.
-Ni iluminar con los ojos tampoco, pero no me voy a quejar.
Al final lo hicieron los dos a la vez. El humano esbozó una mueca de fastidio con el supuesto nombre de su transformación. Lémur. Tenía sentido, mirándolo con objetividad. Al fin y al cabo su larga cola a rayas recordaba exactamente a la del mono de Madagascar. Pero él nunca había sido muy objetivo ni práctico ¿no?. Al final se veía colgado de los árboles, cosa que no estaría tan mal si hubiese algún puto árbol a la redonda.
Pero Dafne le miró otorgándole paciencia. Enseguida sus cuerpos se encogieron al pasar de la primera página. El libro estaba repleto de ilustraciones fantasmagóricas y espectros, en otras palabras. Fantasmas, como Dafne.
-Puede que Barael se haya equivocado, y nos ha traído dos, el mío estará abajo- pero ni siquiera Barael tendría tan poco tacto. Tayron se vio amedrentado por la mirada hueca de la noruega, quién continuaba con la vista puesta en el amarillento papel. Sintió su cola retorcerse a su espalda.
-Espera, sigue leyendo.
La increíble verdad que el lemúr encontraria segundos después rompería todos sus esquemas. Parecían estar condenados a seguir juntos, pero también a llevarse limitaciones o sorpresas constantes.
-Tienen autoridad sobre fantasmas, traducido en poder detectarlos, espantarlos, atraerlos, contenerlos y retenerlos en ciertos lugares- leyó Dafne con voz extremadamente gélida. A Tayron se le cayó el alma a los pies y un extraño silencio se hizo paso entre ambos. De repente se sentía muy lejos de allí, distante, como si se hubiera abierto un abismo entre ambos y alguien hubiera roto con saña el puente que podía reunirlos. Y aun así notaba un extraño poder bullir por sus venas y burbujear en la base de su estómago. Se tuvo asco así mismo.
-Déjame preguntártelo- rompió a hablar, con la voz temblorosa. Contempló su rostro liviano, Tay no sabía que era posible extrañar aún más a alguien cuanto estaba solo a centímetros de distancia.- ¿te estoy obligando?. Te sientes retenida- temió que fuera cierto, que influía en ella de forma no voluntaria, alargando lo inevitable.
-No- se limitó a responder, el chico creyó atisbar un pequeño deje de duda en su voz, pero decidió que era mejor pensar que se lo había imaginado- es decir... el día de la Luna sentía una sensación extraña en mí, como si debiera seguir una dirección en concreto- ¿y qué signifcaba aquello?. Dafne continuó hablando, como si el hecho de que pudiera encajar ciertas cosas la tranquilizara o dejara de ser una situación de mierda en la que se encontraban- fue como si se me hubiera olvidado algo importante y entonces te vi. Pero no- afirmó, menos negativa que Tayron- creo que no es eso lo que ocurre, no me retienes. No es eso.
-¿Crees? O lo sabes- aquello no era un “creo que he visto una estrella fugaz”· Era un “no sé si me estás utilizando”.- aquí pone que mi magia se llena de esta forma, teniéndolos a mi lado. ¿Y si me estoy alimentando de ti?, esto es una puta mierda- Dafne negaba con la cabeza, demasiado tranquila para su gusto, o es que él se sentía demasiado irritado e irascible.
-Creo que es más complicado que todo eso.
-Mira- y aporreó la página que acaban de leer- esto está repleto de relatos de fantasmas esclavizados. Puedo hacer eso. ¿En qué punto nos deja?.
Dafne se exasperó.
-Vamos, Tay, no me harías daño.
-No de manera consciente- añadió él.
-No sabemos como funciona, tienes que darte tiempo y asimilarlo.
-Ya- chasqueó la lengua- asimilarlo.
-Yo voy a tener todo el del mundo.
Y cada vez que hablaban de cosas importantes, una parte de Tayron notaba como se alejaban más. Nunca pensó que ver a Dafne de nuevo traería tantos problemas, y que algo casi instintivo parecía tirar de él en dirección contraria.
El humano se dejó caer en la cama, intentando recuperar el buen humor y agitando el libro atrapado en sus manos con un destello de ilusión. Tenía buenas vibraciones.
-¿Qué es eso?- musitó Dafne, levitando hacia él con lentitud. El chico no sabría adivinar lo que significaba su rostro inexpresivo.
-¡Esto nos puede decir mis superpoderes!- existía gente increíble de los otros grupos, con atributos que suponía... más molones. A él le había tocado una cola de mono, dedos negros y ojos perturbadores. Esperaba que la información que rezaba en aquel libro compensara la balanza.
Tamborileó con los dedos en el tomo, de un color grisáceo, a Tayron le recordó la tonalidad de la piedra del torreón, lo cierto es que no era muy llamativo.
-A lo mejor quieres esperar a que lo lea yo primero- la frialdad de la cercanía de Dafne le recorrió toda la espalda, pero por una vez no dejaría que eso echara a perder el niño que aún sentía tener dentro y que a veces luchaba por salir- a lo mejor te transformas en un mono gigante con la Luna- dijo con media sonrisa de lado.
-¡Y un cojón!- respondió, dejándose picar- ¿Me has visto cara de Son Goku?. Seguro que... seguro que... - y su mente divagó entre infinitas posibilidades como un pequeño avión de papel. Dafne sintió una punzada de ternura observando su cara de embobado- ¡Hostia! A lo mejor puedo hacer algo con mis ojos, como ver a través de las paredes o iluminar tipo linterna. ¡Ya sé!- rió aturrullándose- ojalá hacerme invisible cuando nadie mira.
Dafne dio una carcajada, negando con la cabeza.
-Eso no serviría de mucho, Tay.
-Ni iluminar con los ojos tampoco, pero no me voy a quejar.
Al final lo hicieron los dos a la vez. El humano esbozó una mueca de fastidio con el supuesto nombre de su transformación. Lémur. Tenía sentido, mirándolo con objetividad. Al fin y al cabo su larga cola a rayas recordaba exactamente a la del mono de Madagascar. Pero él nunca había sido muy objetivo ni práctico ¿no?. Al final se veía colgado de los árboles, cosa que no estaría tan mal si hubiese algún puto árbol a la redonda.
Pero Dafne le miró otorgándole paciencia. Enseguida sus cuerpos se encogieron al pasar de la primera página. El libro estaba repleto de ilustraciones fantasmagóricas y espectros, en otras palabras. Fantasmas, como Dafne.
-Puede que Barael se haya equivocado, y nos ha traído dos, el mío estará abajo- pero ni siquiera Barael tendría tan poco tacto. Tayron se vio amedrentado por la mirada hueca de la noruega, quién continuaba con la vista puesta en el amarillento papel. Sintió su cola retorcerse a su espalda.
-Espera, sigue leyendo.
La increíble verdad que el lemúr encontraria segundos después rompería todos sus esquemas. Parecían estar condenados a seguir juntos, pero también a llevarse limitaciones o sorpresas constantes.
-Tienen autoridad sobre fantasmas, traducido en poder detectarlos, espantarlos, atraerlos, contenerlos y retenerlos en ciertos lugares- leyó Dafne con voz extremadamente gélida. A Tayron se le cayó el alma a los pies y un extraño silencio se hizo paso entre ambos. De repente se sentía muy lejos de allí, distante, como si se hubiera abierto un abismo entre ambos y alguien hubiera roto con saña el puente que podía reunirlos. Y aun así notaba un extraño poder bullir por sus venas y burbujear en la base de su estómago. Se tuvo asco así mismo.
-Déjame preguntártelo- rompió a hablar, con la voz temblorosa. Contempló su rostro liviano, Tay no sabía que era posible extrañar aún más a alguien cuanto estaba solo a centímetros de distancia.- ¿te estoy obligando?. Te sientes retenida- temió que fuera cierto, que influía en ella de forma no voluntaria, alargando lo inevitable.
-No- se limitó a responder, el chico creyó atisbar un pequeño deje de duda en su voz, pero decidió que era mejor pensar que se lo había imaginado- es decir... el día de la Luna sentía una sensación extraña en mí, como si debiera seguir una dirección en concreto- ¿y qué signifcaba aquello?. Dafne continuó hablando, como si el hecho de que pudiera encajar ciertas cosas la tranquilizara o dejara de ser una situación de mierda en la que se encontraban- fue como si se me hubiera olvidado algo importante y entonces te vi. Pero no- afirmó, menos negativa que Tayron- creo que no es eso lo que ocurre, no me retienes. No es eso.
-¿Crees? O lo sabes- aquello no era un “creo que he visto una estrella fugaz”· Era un “no sé si me estás utilizando”.- aquí pone que mi magia se llena de esta forma, teniéndolos a mi lado. ¿Y si me estoy alimentando de ti?, esto es una puta mierda- Dafne negaba con la cabeza, demasiado tranquila para su gusto, o es que él se sentía demasiado irritado e irascible.
-Creo que es más complicado que todo eso.
-Mira- y aporreó la página que acaban de leer- esto está repleto de relatos de fantasmas esclavizados. Puedo hacer eso. ¿En qué punto nos deja?.
Dafne se exasperó.
-Vamos, Tay, no me harías daño.
-No de manera consciente- añadió él.
-No sabemos como funciona, tienes que darte tiempo y asimilarlo.
-Ya- chasqueó la lengua- asimilarlo.
-Yo voy a tener todo el del mundo.
Y cada vez que hablaban de cosas importantes, una parte de Tayron notaba como se alejaban más. Nunca pensó que ver a Dafne de nuevo traería tantos problemas, y que algo casi instintivo parecía tirar de él en dirección contraria.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
14/01/19, 01:19 pm
Eriel entró en la habitación de Sox y le tendió el libro donde lo había encontrado.
- No, que yo sepa no se está haciendo nada al respecto. Al parecer conocía a la persona - el gárgola se encogió de hombros.
-Sólo he leído tus cambios físicos, cuando vi que podía ser la tuya vine disparado - le respondió sonriente.- Más o menos, según lo que pone el libro son alguna clase de cristal que te va a salir, imagino que cuando toda tu piel esté negra.
-Oh, sí. Mi transformación también está en ese libro. Al parecer puedo escupir una sustancia que se endurece al contacto con el aire. Y además tengo un precio para conseguir magia, algo de locura sobre fanatismo ajeno. No lo entiendo aún muy bien. Pero primero mira la tuya, luego ya si quieres te lees la mía - Le dijo apremiándolo a leer.
- No, que yo sepa no se está haciendo nada al respecto. Al parecer conocía a la persona - el gárgola se encogió de hombros.
-Sólo he leído tus cambios físicos, cuando vi que podía ser la tuya vine disparado - le respondió sonriente.- Más o menos, según lo que pone el libro son alguna clase de cristal que te va a salir, imagino que cuando toda tu piel esté negra.
-Oh, sí. Mi transformación también está en ese libro. Al parecer puedo escupir una sustancia que se endurece al contacto con el aire. Y además tengo un precio para conseguir magia, algo de locura sobre fanatismo ajeno. No lo entiendo aún muy bien. Pero primero mira la tuya, luego ya si quieres te lees la mía - Le dijo apremiándolo a leer.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
16/01/19, 07:48 pm
Las horas pasaban pero Tay no sentía que todo fuera mejor, ahora deseaba a Dafne a su lado, pero también echaba de menos a sus amigos y al torreón, por agridulce que fuera pensar en pasado. Tener habitación propia solo hacía que la cabeza cavilara más sobre lo que no convenía.
-¿Sabes qué me apetece? Pirarme con la bici por las calles del pueblo, alcoholizarme hasta reventar y patalearme todo el centro en busca de una chaqueta de cuero guapa guapa- solo de pensarlo se estremecía de placer- sí, estaría de puta madre.
-Tienes que hacerlo, Tay- aventuró Dafne, de espaldas y sin hacerle el mínimo caso. Desde esa postura el belga podía ver la curva de sus hombros y al mismo tiempo las imperfecciones de la pared. Tomó una nueva postura en la cama, con las rodillas ocultando su rostro incómodo. A veces ansiaba que la noruega fuera menos críptica- solo así le perderás el miedo.
Tayron admiró su valentía y su arrojo, pero ahora mismo no necesitaba ser valiente, ni el héroe. Solo quería sentarse con su novia en la puta cama y hablar de chorradas hasta las tantas.
-No pienso practicar contigo si es lo que insinúas. Ni de coña. Podría decirte que te pires y que funcionara de verdad, esto es chungo. No va de hacerte levitar- Tay resopló, cansado, de verdad que le iba a explotar la cabeza- aquí no tenemos colchones por si te la pegas.
Dafne guardó silencio por unos instantes, aún dándole la espalda. Cualquier otro podría pensar que tras ese rato en silencio había desistido. Pero Tay sabía que no.
-¿Recuerdas... recuerdas cuando?... .
-Dios, Daf, sólo déjalo ya.
-¿Recuerdas cuando nos conocimos en el instituto?. No dejabas de tirarle fichas a aquel chico musculoso delante mía para ver como encajaba tus indirectas. La verdad es que la discreción nunca fue tu fuerte.
Tay sacó una sonrisa fatigada, sí, se acordaba a la perfección.
-El capullo casi me partió los labios en los baños media hora después- decidió revelar- menos mal que fui rápido, sales con un tío astuto. Además el cabrón era feo.
-¿Verdad? Y nunca te gustaron los obsesos de gimnasio.
-Ni con esas pintas. Encima se creería que estaba prendado de él- dijo extrañado por la situación, nunca pensó que hablar de chicos con su novia fuera una opción- solo pretendía saber como te tomarías que pudieras molarme tu, o tu hermano mayor, era mi carta de presentación, supongo.
Dafne aguantó un poco la risa, pero retomó el hilo inicial de la conversación, ya mirándolo a los ojos.
-A esto quería llegar, quisiste normalizarlo. ¿No te das cuenta?, esto es lo que nos hace falta. Que no quieras practicar no significa que en algún momento determinado influyas sobre mí sin querer. Cuando discutamos, sin ir más lejos. Si aprendes a controlarlo...
-... lograré evitar semejante mierda, sí, imagino- admitió de mala gana y bastante asqueado- tendría que haberme ligado a tu hermano, tú eres demasiado razonable- dijo, no sin miedo. Seria cuidadoso y metódico, si es que se decantaba por hacerlo. Perderla de nuevo terminaría por hundirle del todo.
Dafne se acercó a su lado mientras el belga apoyaba la cabeza en la pared, poniendo los ojos en blanco.
-Es importante, para nosotros, sea lo que sea- tras tanto tiempo de espera tras su muerte Dafne no estaba dispuesta a poner barreras de por medio, aunque fuera su condición la que hacía de muro esta vez, estaba dispuesta a que Tay la rompiera con un mazo. El amor dolía, pero había cosas peores.
-Lo sé.
-¿Sabes qué me apetece? Pirarme con la bici por las calles del pueblo, alcoholizarme hasta reventar y patalearme todo el centro en busca de una chaqueta de cuero guapa guapa- solo de pensarlo se estremecía de placer- sí, estaría de puta madre.
-Tienes que hacerlo, Tay- aventuró Dafne, de espaldas y sin hacerle el mínimo caso. Desde esa postura el belga podía ver la curva de sus hombros y al mismo tiempo las imperfecciones de la pared. Tomó una nueva postura en la cama, con las rodillas ocultando su rostro incómodo. A veces ansiaba que la noruega fuera menos críptica- solo así le perderás el miedo.
Tayron admiró su valentía y su arrojo, pero ahora mismo no necesitaba ser valiente, ni el héroe. Solo quería sentarse con su novia en la puta cama y hablar de chorradas hasta las tantas.
-No pienso practicar contigo si es lo que insinúas. Ni de coña. Podría decirte que te pires y que funcionara de verdad, esto es chungo. No va de hacerte levitar- Tay resopló, cansado, de verdad que le iba a explotar la cabeza- aquí no tenemos colchones por si te la pegas.
Dafne guardó silencio por unos instantes, aún dándole la espalda. Cualquier otro podría pensar que tras ese rato en silencio había desistido. Pero Tay sabía que no.
-¿Recuerdas... recuerdas cuando?... .
-Dios, Daf, sólo déjalo ya.
-¿Recuerdas cuando nos conocimos en el instituto?. No dejabas de tirarle fichas a aquel chico musculoso delante mía para ver como encajaba tus indirectas. La verdad es que la discreción nunca fue tu fuerte.
Tay sacó una sonrisa fatigada, sí, se acordaba a la perfección.
-El capullo casi me partió los labios en los baños media hora después- decidió revelar- menos mal que fui rápido, sales con un tío astuto. Además el cabrón era feo.
-¿Verdad? Y nunca te gustaron los obsesos de gimnasio.
-Ni con esas pintas. Encima se creería que estaba prendado de él- dijo extrañado por la situación, nunca pensó que hablar de chicos con su novia fuera una opción- solo pretendía saber como te tomarías que pudieras molarme tu, o tu hermano mayor, era mi carta de presentación, supongo.
Dafne aguantó un poco la risa, pero retomó el hilo inicial de la conversación, ya mirándolo a los ojos.
-A esto quería llegar, quisiste normalizarlo. ¿No te das cuenta?, esto es lo que nos hace falta. Que no quieras practicar no significa que en algún momento determinado influyas sobre mí sin querer. Cuando discutamos, sin ir más lejos. Si aprendes a controlarlo...
-... lograré evitar semejante mierda, sí, imagino- admitió de mala gana y bastante asqueado- tendría que haberme ligado a tu hermano, tú eres demasiado razonable- dijo, no sin miedo. Seria cuidadoso y metódico, si es que se decantaba por hacerlo. Perderla de nuevo terminaría por hundirle del todo.
Dafne se acercó a su lado mientras el belga apoyaba la cabeza en la pared, poniendo los ojos en blanco.
-Es importante, para nosotros, sea lo que sea- tras tanto tiempo de espera tras su muerte Dafne no estaba dispuesta a poner barreras de por medio, aunque fuera su condición la que hacía de muro esta vez, estaba dispuesta a que Tay la rompiera con un mazo. El amor dolía, pero había cosas peores.
-Lo sé.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
16/01/19, 09:24 pm
Milo asintió hacia los otros dos irrenses cuando se presentaron, tomando nota mental de que el amigo de Ippon había decidido cambiarse de nombre, y cuando el demonio respondió a la indiscreta pregunta de Nime con una chanza al moreno se le escapó un bufido de risa. Procuró mirar para otro lado, sin embargo, y no dejó que la libense viera la diversión en su ojos.
Cuando el kairos acabó de revisar su implante solicitó que le diera acceso a su remoto a su terminal para comprobar si los fallos puntuales habían sido un problema de software. El norteño, tras unos segundos de indecisión, recordó la secuencia de comandos apropiada por mera memoria muscular. Seguía sin comprender los caracteres irrenses, algo que suponía que tenía solución, pero al echarle un vistazo a la pantalla del biomecánico se sorprendió al reconocer el idioma rocavarancoles en las líneas de código.
—¿Has programado tu mismo la actualización necesaria para traducir todo el sistema operativo? —inquirió, visiblemente interesado—. Hace meses que no tecleo en condiciones, sería genial poder volver a usar mi ordenador... —masculló, tratando de no sonar desesperado.
El teoría de Archi acerca de los fallos puntuales tenía bastante sentido, así que decidió investigar mas tarde acerca del tema, pero que mencionara su transformación en voz alta le preocupó. La reacción entusiasmada de Rena ante la noticia no tardó en llegar y Milo no tuvo más remedio que darle la razón con una sonrisa avergonzada, pues sabía que a su amiga le gustaba mucho más la magia que a él, pero tratando de desviar la atención sobre aquel punto en concreto se apresuró a replicarle.
—La tuya si que es una pasada, Rena, y lo de la super fuerza es un puntazo. Va a ser la hostia cuando tengas un implante convertible a juego con tu transformación. —rió al imaginárselo.
Darle vueltas al tema y oír hablar al kairos, sin embargo, le hizo percatarse de un detalle preocupante. Todo sonaba tremendamente caro.
—Hmmm... ¿sois conscientes de que no tenemos un duro para pagar todo esto, verdad? —preguntó, rascándose la nuca con cierta incomodidad—. Aunque volviera a Irraria apenas podría reunir suficientes créditos para pagar la revisión de mi implante, no de forma legal al menos, pero dejando eso a un lado un implante de diseño futurista tiene pinta de ser obscenamente caro —aclaró, cruzándose de brazos—. Estoy a favor de echarse una mano entre compatriotas y todo eso, pero no creo que algo así entre en el paquete de bienvenida a la ciudad. ¿Qué vamos a tener que hacer para saldar semejante deuda? —preguntó directamente, poco dispuesto a irse por las ramas o a no aclarar aquel punto cuanto antes.
Cuando el kairos acabó de revisar su implante solicitó que le diera acceso a su remoto a su terminal para comprobar si los fallos puntuales habían sido un problema de software. El norteño, tras unos segundos de indecisión, recordó la secuencia de comandos apropiada por mera memoria muscular. Seguía sin comprender los caracteres irrenses, algo que suponía que tenía solución, pero al echarle un vistazo a la pantalla del biomecánico se sorprendió al reconocer el idioma rocavarancoles en las líneas de código.
—¿Has programado tu mismo la actualización necesaria para traducir todo el sistema operativo? —inquirió, visiblemente interesado—. Hace meses que no tecleo en condiciones, sería genial poder volver a usar mi ordenador... —masculló, tratando de no sonar desesperado.
El teoría de Archi acerca de los fallos puntuales tenía bastante sentido, así que decidió investigar mas tarde acerca del tema, pero que mencionara su transformación en voz alta le preocupó. La reacción entusiasmada de Rena ante la noticia no tardó en llegar y Milo no tuvo más remedio que darle la razón con una sonrisa avergonzada, pues sabía que a su amiga le gustaba mucho más la magia que a él, pero tratando de desviar la atención sobre aquel punto en concreto se apresuró a replicarle.
—La tuya si que es una pasada, Rena, y lo de la super fuerza es un puntazo. Va a ser la hostia cuando tengas un implante convertible a juego con tu transformación. —rió al imaginárselo.
Darle vueltas al tema y oír hablar al kairos, sin embargo, le hizo percatarse de un detalle preocupante. Todo sonaba tremendamente caro.
—Hmmm... ¿sois conscientes de que no tenemos un duro para pagar todo esto, verdad? —preguntó, rascándose la nuca con cierta incomodidad—. Aunque volviera a Irraria apenas podría reunir suficientes créditos para pagar la revisión de mi implante, no de forma legal al menos, pero dejando eso a un lado un implante de diseño futurista tiene pinta de ser obscenamente caro —aclaró, cruzándose de brazos—. Estoy a favor de echarse una mano entre compatriotas y todo eso, pero no creo que algo así entre en el paquete de bienvenida a la ciudad. ¿Qué vamos a tener que hacer para saldar semejante deuda? —preguntó directamente, poco dispuesto a irse por las ramas o a no aclarar aquel punto cuanto antes.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
17/01/19, 04:07 pm
Buena parte del grupo continuó con sus planes y no tardaron en marcharse acompañados por Zarpa. La sala común pasó a ser un ambiente considerablemente más tranquilo gracias a aquello. Apenas conocía a los nuevos pero Kin ya predijo que la sede se iba a volver muy ruidosa.
Había estado atendiendo a los diagnósticos de Archi mientras esperaban a que Rena volviese con el brazo que se le había roto. Sabía que nunca venía mal interiorizar los conocimientos del biomecánico, así que tenía la buena costumbre de intentar entender todo lo posible de lo que explicaba sobre implantes.
La ursántropa no tardó demasiado. A sus ojos el brazo no tenía buena pinta, pero en cambio Archi no predecía que fuese complicado volver a ponérselo.
—¿Y un implante intercambiable? —propuso cuando empezaron a debatir si se podía crear uno que se adaptase a sus diferentes formas—. Podría funcionar con las runas que usan muchos para vestirse, o algo similar. ¿Sería más barato algo así? —Había empezado hablando para Archi, pero recordó mirar también a los otros dos irrenses mientras se explicaba.
Le habría gustado poder responder a la pregunta de Rena sobre si debía permanecer manca hasta que controlase la conversación, pero no supo muy bien qué decirle. Su caso era un poco diferente de lo que le había pasado a él con la sobrecarga de electricidad y los dos brazos, pero era la misma clase de problema. Lo más probable es que tuviera razón; no podía hacer nada más que practicar día y noche la transformación hasta cogerle el truco.
No llegó a pensar qué podía responderle porque Milo sacó el tema del dinero. Y tenía razón en que no podían seguir obviándolo. Aunque los costes fuesen cosa de Archi, decidió intervenir para tranquilizar a los recién transformados.
—Es cierto, aquí nadie regala sus servicios, pero lo que sí podemos ofreceros son contactos. Hay bastantes lugares en la ciudad para empezar a ganar dinero, y podemos ayudaros a conseguir trabajo. Mientras viváis aquí —señaló a su alrededor con un gesto vago, refiriéndose a la sede— no tendréis ningún gasto, así que no sería difícil saldar una deuda con pagos fraccionados.
»Si aún teneis dudas os prometo que sí hay gente dispuesta a ayudar y ser paciente. Me vi en una situación similar cuando nos transformamos. Mi transformación almacena y atrae electricidad, así que se me frieron los dos brazos y el marcapasos, y aún acabé de pagar mis deudas hace nada. Nadie os va a presionar siempre que seais responsables. Obviamente hay excepciones, pero a los carroñeros se les suele oler a la legua —casi sonrió de forma burlona al decir aquello. Pensaba en dama Urticaria y en que debería advertirle a los nuevos en algún momento que no se acercasen a ella.
Había estado atendiendo a los diagnósticos de Archi mientras esperaban a que Rena volviese con el brazo que se le había roto. Sabía que nunca venía mal interiorizar los conocimientos del biomecánico, así que tenía la buena costumbre de intentar entender todo lo posible de lo que explicaba sobre implantes.
La ursántropa no tardó demasiado. A sus ojos el brazo no tenía buena pinta, pero en cambio Archi no predecía que fuese complicado volver a ponérselo.
—¿Y un implante intercambiable? —propuso cuando empezaron a debatir si se podía crear uno que se adaptase a sus diferentes formas—. Podría funcionar con las runas que usan muchos para vestirse, o algo similar. ¿Sería más barato algo así? —Había empezado hablando para Archi, pero recordó mirar también a los otros dos irrenses mientras se explicaba.
Le habría gustado poder responder a la pregunta de Rena sobre si debía permanecer manca hasta que controlase la conversación, pero no supo muy bien qué decirle. Su caso era un poco diferente de lo que le había pasado a él con la sobrecarga de electricidad y los dos brazos, pero era la misma clase de problema. Lo más probable es que tuviera razón; no podía hacer nada más que practicar día y noche la transformación hasta cogerle el truco.
No llegó a pensar qué podía responderle porque Milo sacó el tema del dinero. Y tenía razón en que no podían seguir obviándolo. Aunque los costes fuesen cosa de Archi, decidió intervenir para tranquilizar a los recién transformados.
—Es cierto, aquí nadie regala sus servicios, pero lo que sí podemos ofreceros son contactos. Hay bastantes lugares en la ciudad para empezar a ganar dinero, y podemos ayudaros a conseguir trabajo. Mientras viváis aquí —señaló a su alrededor con un gesto vago, refiriéndose a la sede— no tendréis ningún gasto, así que no sería difícil saldar una deuda con pagos fraccionados.
»Si aún teneis dudas os prometo que sí hay gente dispuesta a ayudar y ser paciente. Me vi en una situación similar cuando nos transformamos. Mi transformación almacena y atrae electricidad, así que se me frieron los dos brazos y el marcapasos, y aún acabé de pagar mis deudas hace nada. Nadie os va a presionar siempre que seais responsables. Obviamente hay excepciones, pero a los carroñeros se les suele oler a la legua —casi sonrió de forma burlona al decir aquello. Pensaba en dama Urticaria y en que debería advertirle a los nuevos en algún momento que no se acercasen a ella.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
18/01/19, 12:22 pm
Tayron percibió como el cosquilleo familiar de la magia se arremolinaba a su alrededor y en cuestión de segundos ya estaba levitando unos centímetros por encima del suelo. Notaba su cuerpo ligero a pesar de la cola, que dificultaba el equilibrio en el aire y tierra. De alguna forma el flujo de la Luna que traspasaba sus poros le embriaga de un poder extraño.
-Entonces es verdad- comprobó Dafne levitando en horizontal sobre el libro apoyado en la cama, ya que no podía sujetarlo con las manos- si la magia acude a tí es porque estás cargado. Según los expertos en el tema no es la manera óptima de hacerlo, pero de momento nos vale.
Tay se giró en el aire con lentitud, como si estuviera recostado sobre una mesa invisible.
-Ha debido ser tu presencia desde la Luna.
Dafne asintió mientras continuaba leyendo, era una buena noticia entre comillas. Mientras estuviera al lado de Tay serviría para aumentar sus fuerzas, aunque no sería ella quien lo comentara en voz alta.
El libro que les trajo Barael resultó ser un compendio de transformaciones relacionadas aunque fuera mínimamente con el mundo espectral, pero el autor, quién según él, había sido inútil en su vida pero un gran autor tras su muerte, no profundizaba sobre los lémures como le hubiera gustado. Aquello tranquilizó a Dafne un poco, había oportunidades con su nueva condición. Si seguía avanzando hacia el final se topaba con un índice de recomendaciones sobre cómo actuar frente a otras amenazas interdimensionales.
-Nos va a servir para una toma de contacto, pero quizás conviene que nos pasemos por la biblioteca mañana. Oh- señaló con una pizca de alegría- está entre las transformaciones con un buen poder mágico.
-Genial- Tay comenzaba a impacientarse, pero no se quejaría, al fin y al cabo ella se estaba tomando la molestia de leer por él- ¿no trae algún hechizo?.
-Mmm... no lo parece ¿empezamos?.
-Sí porfa.
Instantes después Dafne se acercó a los muros de la habitación, justo el que daba hacia fuera de la Sede.
-A ver si funciona.
-¿Qué se siente?- preguntó el belga, remangándose la sudadera hasta los codos, ahora se hallaba sentado en el suelo con las piernas cruzadas como si estuviera a punto de practicar yoga. Tay pestañeó un par de veces- al atravesar cosas.
Dafne se tomó un par de segundos para responder, para luego echar un último vistazo al libro desde su posición.
-¿La verdad?. Nada- y se fundió con la pared como en un lago líquido. Tay cerró los ojos como si ello pudiera ayudarle. Los lémures se caracterizaban por presentir fantasmas y otras fuerzas de la misma índole. No tardaría en descubrir que aquello era tan real como el rojo brillante de la Luna. Lo notaba, incluso con demasiada facilidad y a oscuras por cerrar los párpados.
-Buah- suspiró. Allí estaba, un pulso de conocimiento, de saber que había algo tras la pared. Dafne debía estar inmóvil, a la espera para alejarse y analizar si, como creían, funcionaba en movimiento. Y en efecto Tay notaba como aquella percepción errante se alejaba unos metros. Le recordaba a cuando se sentía observado y se despertaba por las noches pensando que alguien le observaba desde la oscuridad, al acecho. No era agradable, pero sí casi natural, como si una parte de sí mismo se desplegara cada vez que la noruega terminaba alejándose. De todas formas ya le había ocurrido cuando regresaba por los pasillos en dirección a su cuarto. Antes de girar el pomo de la puerta... ya sabía que se encontraba allí.
-¿Funciona?- murmuró la muchacha sin sorprenderle, Dafne terminó de pasar el resto del cuerpo por la pared para levitar a su lado. Tay le sonrió, más tranquilo y apacible.
-Totalmente. Creo que ni siquiera es una cuestión de concentración, ni haría falta cerrar los ojos como un médium- realizó una mueca con la cara. La verdad que ese término es lo que más se le asemejaba- tampoco sé tu posición exacta- no era tan concreto- es... como.... ¿oler palomitas?. Sabes más o menos que pasillo seguir y que están ahí.
Dafne asintió, orgullosa de poder ayudar. En cierta forma ella, de manera inconsciente, había querido volver a la habitación antes de tiempo.
-¿No querías hablar con Eriel o algo?.
-Sí, aunque no me apetece- soltó con rapidez, podría dejarlo para mañana pero algo le animaba a salir ahora que el cielo estaba prácticamente oscurecido. No le diría que pretendía disculparse por lo ocurrido en la azotea. Lo último que necesitaba era comentar que algunos de sus compañeros tenían una impresión distinta que la suya, Sox, principalmente- no tardaré mucho, y tú no te alejes demasiado- bromeó.
-Ahora mismo hay menos cosas que puedan dañarme que a tí. Además, ¿qué eres? ¿Un GPS?.
Tay se encogió de hombros mientras reflexionaba qué le diría al nublino.
-¿Algo así?.
-Entonces es verdad- comprobó Dafne levitando en horizontal sobre el libro apoyado en la cama, ya que no podía sujetarlo con las manos- si la magia acude a tí es porque estás cargado. Según los expertos en el tema no es la manera óptima de hacerlo, pero de momento nos vale.
Tay se giró en el aire con lentitud, como si estuviera recostado sobre una mesa invisible.
-Ha debido ser tu presencia desde la Luna.
Dafne asintió mientras continuaba leyendo, era una buena noticia entre comillas. Mientras estuviera al lado de Tay serviría para aumentar sus fuerzas, aunque no sería ella quien lo comentara en voz alta.
El libro que les trajo Barael resultó ser un compendio de transformaciones relacionadas aunque fuera mínimamente con el mundo espectral, pero el autor, quién según él, había sido inútil en su vida pero un gran autor tras su muerte, no profundizaba sobre los lémures como le hubiera gustado. Aquello tranquilizó a Dafne un poco, había oportunidades con su nueva condición. Si seguía avanzando hacia el final se topaba con un índice de recomendaciones sobre cómo actuar frente a otras amenazas interdimensionales.
-Nos va a servir para una toma de contacto, pero quizás conviene que nos pasemos por la biblioteca mañana. Oh- señaló con una pizca de alegría- está entre las transformaciones con un buen poder mágico.
-Genial- Tay comenzaba a impacientarse, pero no se quejaría, al fin y al cabo ella se estaba tomando la molestia de leer por él- ¿no trae algún hechizo?.
-Mmm... no lo parece ¿empezamos?.
-Sí porfa.
Instantes después Dafne se acercó a los muros de la habitación, justo el que daba hacia fuera de la Sede.
-A ver si funciona.
-¿Qué se siente?- preguntó el belga, remangándose la sudadera hasta los codos, ahora se hallaba sentado en el suelo con las piernas cruzadas como si estuviera a punto de practicar yoga. Tay pestañeó un par de veces- al atravesar cosas.
Dafne se tomó un par de segundos para responder, para luego echar un último vistazo al libro desde su posición.
-¿La verdad?. Nada- y se fundió con la pared como en un lago líquido. Tay cerró los ojos como si ello pudiera ayudarle. Los lémures se caracterizaban por presentir fantasmas y otras fuerzas de la misma índole. No tardaría en descubrir que aquello era tan real como el rojo brillante de la Luna. Lo notaba, incluso con demasiada facilidad y a oscuras por cerrar los párpados.
-Buah- suspiró. Allí estaba, un pulso de conocimiento, de saber que había algo tras la pared. Dafne debía estar inmóvil, a la espera para alejarse y analizar si, como creían, funcionaba en movimiento. Y en efecto Tay notaba como aquella percepción errante se alejaba unos metros. Le recordaba a cuando se sentía observado y se despertaba por las noches pensando que alguien le observaba desde la oscuridad, al acecho. No era agradable, pero sí casi natural, como si una parte de sí mismo se desplegara cada vez que la noruega terminaba alejándose. De todas formas ya le había ocurrido cuando regresaba por los pasillos en dirección a su cuarto. Antes de girar el pomo de la puerta... ya sabía que se encontraba allí.
-¿Funciona?- murmuró la muchacha sin sorprenderle, Dafne terminó de pasar el resto del cuerpo por la pared para levitar a su lado. Tay le sonrió, más tranquilo y apacible.
-Totalmente. Creo que ni siquiera es una cuestión de concentración, ni haría falta cerrar los ojos como un médium- realizó una mueca con la cara. La verdad que ese término es lo que más se le asemejaba- tampoco sé tu posición exacta- no era tan concreto- es... como.... ¿oler palomitas?. Sabes más o menos que pasillo seguir y que están ahí.
Dafne asintió, orgullosa de poder ayudar. En cierta forma ella, de manera inconsciente, había querido volver a la habitación antes de tiempo.
-¿No querías hablar con Eriel o algo?.
-Sí, aunque no me apetece- soltó con rapidez, podría dejarlo para mañana pero algo le animaba a salir ahora que el cielo estaba prácticamente oscurecido. No le diría que pretendía disculparse por lo ocurrido en la azotea. Lo último que necesitaba era comentar que algunos de sus compañeros tenían una impresión distinta que la suya, Sox, principalmente- no tardaré mucho, y tú no te alejes demasiado- bromeó.
-Ahora mismo hay menos cosas que puedan dañarme que a tí. Además, ¿qué eres? ¿Un GPS?.
Tay se encogió de hombros mientras reflexionaba qué le diría al nublino.
-¿Algo así?.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
18/01/19, 01:11 pm
Interrumpió la elaboración de su esquema mental del futuro proyecto en su mente para atender a las cuestiones de los demás irrenses, consciente de que tal vez fuese mejor esperar a regresar a su clínica y elaborarlo en el ordenador.
—Sí, así es. Puedo instalarla en el tuyo si lo deseas —le dijo a Milo, ya que había expresado su interés.
Si Rena también lo solicitaba se lo instalaría a ambos mientras continuaban debatiendo acerca de la solución para el implante de la ursántropa. La propuesta de Kin le hizo sopesar en su mente los pros y los contras antes de dar su opinión.
>>Funcionaría y sí resultaría más barato a corto plazo, además de poder elaborarlo en menor tiempo y por tanto disponer del brazo mucho antes. No obstante, hay que tener en cuenta que el costo de mantenimiento sería mayor al ser dos implantes y que es una opción menos conveniente para ella que la anteriormente propuesta, teniendo que depender de la capacidad mágica de otras personas y resultando menos intuitivo y cómodo de emplear.
Cuando surgió el tema económico el kairós ya había comenzado a pensar en ello al haber nombrado el demonio raigaurum la problemática del coste de producción.
—Reconozco haberlo pasado por alto en un principio —respondió al brujo—. Pero sí puedo ofreceros formas alternativas de pago, como los plazos sin intereses, y fiar durante un tiempo.
Dejó que Kin les explicase acerca de sus opciones para comenzar a ganar dinero prontamente mientras buscaba algo en los bolsillos de su bata.
>>Si estáis interesados estoy buscando un empleado para mi clínica. En esta oferta de empleo podéis consultar los detalles —dijo mientras dejaba dos papeles sobre la mesa.
—Sí, así es. Puedo instalarla en el tuyo si lo deseas —le dijo a Milo, ya que había expresado su interés.
Si Rena también lo solicitaba se lo instalaría a ambos mientras continuaban debatiendo acerca de la solución para el implante de la ursántropa. La propuesta de Kin le hizo sopesar en su mente los pros y los contras antes de dar su opinión.
>>Funcionaría y sí resultaría más barato a corto plazo, además de poder elaborarlo en menor tiempo y por tanto disponer del brazo mucho antes. No obstante, hay que tener en cuenta que el costo de mantenimiento sería mayor al ser dos implantes y que es una opción menos conveniente para ella que la anteriormente propuesta, teniendo que depender de la capacidad mágica de otras personas y resultando menos intuitivo y cómodo de emplear.
Cuando surgió el tema económico el kairós ya había comenzado a pensar en ello al haber nombrado el demonio raigaurum la problemática del coste de producción.
—Reconozco haberlo pasado por alto en un principio —respondió al brujo—. Pero sí puedo ofreceros formas alternativas de pago, como los plazos sin intereses, y fiar durante un tiempo.
Dejó que Kin les explicase acerca de sus opciones para comenzar a ganar dinero prontamente mientras buscaba algo en los bolsillos de su bata.
>>Si estáis interesados estoy buscando un empleado para mi clínica. En esta oferta de empleo podéis consultar los detalles —dijo mientras dejaba dos papeles sobre la mesa.
- InvitadoInvitado
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
18/01/19, 02:52 pm
Rena se apuntó inmediatamente a lo de que Krono le instalase también el rocavarancolés en el ordenador. No sabía lo que eran la mayoría de sus archivos, era un coñazo de manejar… quería recuperar la normalidad en ese sentido. Sin embargo estaba visto que aún tendría que esperarse.
Cuando Milo comentó lo de los pagos se le cayó el alma a los pies. La ciudad cubría el tema de techo y comida, pero parecía que los gastos médicos no estaban incluídos, algo que le parecía inconcebible dado el nivel de peligrosidad que había allí. << ¿Pierdo el jodido brazo por su culpa y ahora quieren que pague por él?>> Pero no iba a montarle ningún pollo a Krono; visto el percal estaba claro que tenía que ganarse la vida como cualquiera. Sopesó las opciones que le ofrecía y el apunte de Kin. No tardó mucho en decidirse.
-Creo que a la larga va a ser mucho más conveniente el brazo convertible. Soy un puto desastre para temas de mantenimiento y no me hace especial gracia tener que andar pidiéndole magia a mis colegas para algo tan básico. Sí, me da que será una mejor inversión, aunque ahora tenga que currar más. ¿Dices que lo puedo pagar a plazos?
No tenía ni idea de qué trabajos había disponibles en Rocavarancolia, ni siquiera estaba segura de que sirviese para ninguno. Al ver la propuesta de empleo de Krono hizo una mueca y se la pasó rápidamente a Milo. ¿Trabajo que requería cierta delicadeza y de cara al público? No, gracias.
-Si necesitas que alguien pruebe la resistencia de tus implantes puedes llamarme, soy bastante cafre -comentó con una risa incómoda -Pero creo que encajo mejor en otro tipo de trabajo. ¿Sabéis de alguien a quien le pueda servir una osa ex-minera? También, er… es posible que necesite los dos brazos para trabajar así que tampoco puedo pagarte nada por adelantado. -Se mordió el labio inferior -Joder, qué mierda. Lo siento.
Los temas de dinero siempre le angustiaban. Las palabras de Milo sobre lo guay de su transformación perdieron el efecto rápido. No quería ser un lastre.
Cuando Milo comentó lo de los pagos se le cayó el alma a los pies. La ciudad cubría el tema de techo y comida, pero parecía que los gastos médicos no estaban incluídos, algo que le parecía inconcebible dado el nivel de peligrosidad que había allí. << ¿Pierdo el jodido brazo por su culpa y ahora quieren que pague por él?>> Pero no iba a montarle ningún pollo a Krono; visto el percal estaba claro que tenía que ganarse la vida como cualquiera. Sopesó las opciones que le ofrecía y el apunte de Kin. No tardó mucho en decidirse.
-Creo que a la larga va a ser mucho más conveniente el brazo convertible. Soy un puto desastre para temas de mantenimiento y no me hace especial gracia tener que andar pidiéndole magia a mis colegas para algo tan básico. Sí, me da que será una mejor inversión, aunque ahora tenga que currar más. ¿Dices que lo puedo pagar a plazos?
No tenía ni idea de qué trabajos había disponibles en Rocavarancolia, ni siquiera estaba segura de que sirviese para ninguno. Al ver la propuesta de empleo de Krono hizo una mueca y se la pasó rápidamente a Milo. ¿Trabajo que requería cierta delicadeza y de cara al público? No, gracias.
-Si necesitas que alguien pruebe la resistencia de tus implantes puedes llamarme, soy bastante cafre -comentó con una risa incómoda -Pero creo que encajo mejor en otro tipo de trabajo. ¿Sabéis de alguien a quien le pueda servir una osa ex-minera? También, er… es posible que necesite los dos brazos para trabajar así que tampoco puedo pagarte nada por adelantado. -Se mordió el labio inferior -Joder, qué mierda. Lo siento.
Los temas de dinero siempre le angustiaban. Las palabras de Milo sobre lo guay de su transformación perdieron el efecto rápido. No quería ser un lastre.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
18/01/19, 09:07 pm
A la noche
El aire nocturno terminó por abrir sus pulmones y una pequeña brisa descarrilada le revolvió el pelo con mimo. El contorno de su amigo con la Luna Roja de fondo era inconfundible. Tay llegó por la espalda, en silencio y con la voz enronquecida.
-¿Te dan ganas de saltar?- dijó asomándose a una peligrosa caída en picado y notando como el fulgor rubí de la Luna le acariciaba la cara, reconociendo a uno de sus hijos. Ojalá tuviera alas, ojalá pudiera echar a volar y escapar de todo. Pensó al admirar las portentosas adquisiciones pétreas del nublino. En parte estaba anclado a una especie de prisión terrenal, para gente como él cuya imaginación volaba más allá una suerte de alas habría sido un regalo excepcional- yo...- se descubrió sin saber muy bien como proceder, se estaba volviendo torpe en habilidades sociales.
-Mira tío- dijo acercándose con el lenguaje y revolviéndose el pelo- sé reconocer cuando no he estado fino ¿vale?. No me he portado muy bien contigo, Eriel. Volver a ver a Dafne me ha... descolocado, me equivoqué- admitió- me equivoqué porque pretendí que se asimilara su regreso por parte de todos... cuando ni siquiera yo lo he aceptado del todo- había sido un inconsciente que se había dedicado a mirarse solo su ombligo. Pero se veía capaz de pedir perdón- hostia, todos con vuestros problemas y yo montando mi show porque no le disteis las gracias cuando todos nos debemos la vida mutuamente- se acomodó algo más a su lado, sin apoyarse del todo en el muro, ahora mismo tenía pose de fumador- hay que joderse, ni siquiera hacía veinticuatro horas cuando estábamos aullando de dolor en el suelo. Así que me gustaría que lo olvidaras- sentenció- los dos sabemos que a veces puedo ser un poco capullo.
El aire nocturno terminó por abrir sus pulmones y una pequeña brisa descarrilada le revolvió el pelo con mimo. El contorno de su amigo con la Luna Roja de fondo era inconfundible. Tay llegó por la espalda, en silencio y con la voz enronquecida.
-¿Te dan ganas de saltar?- dijó asomándose a una peligrosa caída en picado y notando como el fulgor rubí de la Luna le acariciaba la cara, reconociendo a uno de sus hijos. Ojalá tuviera alas, ojalá pudiera echar a volar y escapar de todo. Pensó al admirar las portentosas adquisiciones pétreas del nublino. En parte estaba anclado a una especie de prisión terrenal, para gente como él cuya imaginación volaba más allá una suerte de alas habría sido un regalo excepcional- yo...- se descubrió sin saber muy bien como proceder, se estaba volviendo torpe en habilidades sociales.
-Mira tío- dijo acercándose con el lenguaje y revolviéndose el pelo- sé reconocer cuando no he estado fino ¿vale?. No me he portado muy bien contigo, Eriel. Volver a ver a Dafne me ha... descolocado, me equivoqué- admitió- me equivoqué porque pretendí que se asimilara su regreso por parte de todos... cuando ni siquiera yo lo he aceptado del todo- había sido un inconsciente que se había dedicado a mirarse solo su ombligo. Pero se veía capaz de pedir perdón- hostia, todos con vuestros problemas y yo montando mi show porque no le disteis las gracias cuando todos nos debemos la vida mutuamente- se acomodó algo más a su lado, sin apoyarse del todo en el muro, ahora mismo tenía pose de fumador- hay que joderse, ni siquiera hacía veinticuatro horas cuando estábamos aullando de dolor en el suelo. Así que me gustaría que lo olvidaras- sentenció- los dos sabemos que a veces puedo ser un poco capullo.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
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