Sede de los Taumaturgos
+17
Evanna
Red
PePo
Seth
Zarket
Cuervo
Lathspell
Jack
Kanyum
Aes
Reifon
Giniroryu
Tak
Dal
Muffie
Yber
Rocavarancolia Rol
21 participantes
- Rocavarancolia Rol
Sede de los Taumaturgos
02/08/11, 06:38 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Refugio para neotransformados. Se trata de un minarete de madera rojiza de cinco plantas decorado con cenefas y arabescos. El interior es amplio principalmente iluminado por antorchas. Se divide en dependencias individuales donde imperan los muebles de madera ignífuga, los colores cálidos y el cuero. También hay áreas comunes como una cocina, dos salas de entrenamiento bien equipadas, un pequeño estudio y un salón decorado con tapices que narran batallas importantes de la historia de la ciudad.
Los pomos de las puertas de los cuartos ocupados se vuelven de color rojo y una placa con el nombre de la o las personas que lo ocupan aparece en medio de la puerta.
Los pomos de las puertas de los cuartos ocupados se vuelven de color rojo y una placa con el nombre de la o las personas que lo ocupan aparece en medio de la puerta.
- Ver mensajes archivados:
- Habitantes actuales:
Adrune y Neil
Dama Saltamontes (PNJ)
Devoss
Dren (PNJ)
Eitne
Karime
Keiriarei
Keskit (PNJ)
Milo
Nime
Qwara
Rasqa
Reira (PNJ)
Rox
Ruth
Saren
Sekk
Sinceridad
Tayron
Xalkoth
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.
Re: Sede de los Taumaturgos
30/10/21, 06:06 pm
Imitó el saludo si mucho problema, claramente entretenido con la explicación de Rena y la interacción entre ella y Rox. Su mente agradecía ese tipo de distracciones, cosas sencillas y nuevos estímulos que le hacían olvidarse un rato de todo lo pasado.
—Creo que me instalaré aquí, si. —La presencia de sus amigas y la aparente promesa de vecinos agradables hacía que la balanza se inclinase mucho.
Estaba calmándose... pero por supuesto aquella mañana iba a ser movida. En cuanto escuchó las voces se revolvió, inquieto y sorprendido. Los nervios comenzaron a atacarle de nuevo. Aún no estaba preparado para lidiar con aquello con sus compañeros de torreón, no tan pronto. ¿Y qué les iba a decir? ¿Necesito ayuda con Kiki? ¿Socorro va a matar gente? Como no perderla...
El martillazo de antes volvió a resonar en él. "Ya la perdiste hace tiempo." «¿Siquiera la he tenido alguna vez? » Se preguntó llevándose la mano a aquella cicatriz negra, con los ojos entrecerrados.
Se giró para mirar curioso y sorprendido los cambios de su vecino, tan solo para soltar una pequeña carcajada comedida tapándose la boca con la mano. Ya no le importaba si era magia o poderes rollos místicos, tan solo otra peculiaridad más de la ciudad que contemplar.
—Sí —declaró con un suspiro. —Sí que las conozco. —Miró al suelo algo decaído y tras un par de segundos tomó aire e intentó recomponerse como pudo, irguiéndose y mejorando la cara un poco. —¿Mejor así de feo? —se giró para el cambiante algo nervioso mostrándole su porte, siguiendo un poco la broma de antes.
Y su voz le congeló en el sitio, todo su cuerpo tensándose. Rox podría ver de primera mano cómo se quedaba petrificado con los ojos muy abiertos y cara de circunstancia, aún de espaldas a la nueva voz. Sus alas se abrieron ligeramente y su luz se disparó tanto en sus ojos como en los cuernos perdiendo todo rastro del azul de los primeros y de la forma mineral de los segundos. Los nervios le atacaron y aquel remolino volvió a retorcer sus entrañas haciéndole tener ganas de vomitar. Podía escuchar a su nuevo corazón bombear con tal fuerza en sus oídos que mitigaba los sonidos a su alrededor.
No quería darse la vuelta, tenía miedo de hacerlo y sin embargo algo dentro de él pudo más que los nervios y el miedo. Él enorme e imponente ángel se giró, nervioso al punto de marearse por la situación. Ahí estaba. Tan preciosa como el siempre la veía ahora incluso más con los toques de la Luna, con la niebla rodeándola dándole un aura feérica de invierno. Extrañamente se sintió aliviado al verla ahí, ver que no había hecho alguna tontería aquella noche.... y parte de él simplemente quiso ir y fundirse en un abrazo con ella, besarla y disfrutar de su cercanía en silencio durante un largo rato. Ojalá todo fuese perfecto. Ojalá todo fuese como en un cuento de hadas...
—B-buenos... días... —miró hacia el suelo, incómodo sin saber muy bien qué hacer. ¿Cómo se supone que debería estar? ¿Enfadado con ella, decepcionado de lo que pasó, aliviado de que le hable de nuevo? Lo único que estaba era nervioso y triste. Y cada vez tenía más ganas de volver a la habitación a hacerse una bola de mantas y aceptar la oferta de Raelene de hacerle dormir.
—Em, Ulmara y Qwara acaban de llega, creo. Vamos a saludarlas... —y se giró tomando la ruta de escape fácil. Necesitaba recomponerse, tiempo para pensarlo todo y lo estaba ganando como podía. Aunque según se asomó no supo si fue para peor o mejor. Ver a Ulmara ahí, la persona de todo Sendar con quien seguramente se atreviera más a hablar del asunto, le avivaba los nervios.
Aún así se acercó a ellas, por la espalda de Rena, lo cual solo con los reflejos de su luz por las paredes era escalofriante. Como si un cazador se acercara por tu espalda. Para sus compañeras pasaría algo similar, ver aquello acercándose con los ojos y los cuernos en completa incandescencia, incluso con mala cara, hacía que su aura pulsara todas las alertas de peligro de los presentes.
—Ey —las contempló por un segundo. —Guau, estáis geniales. ¿Todos podemos brillar ahora entonces? —bromeó de manera un tanto nerviosa.
—Creo que me instalaré aquí, si. —La presencia de sus amigas y la aparente promesa de vecinos agradables hacía que la balanza se inclinase mucho.
Estaba calmándose... pero por supuesto aquella mañana iba a ser movida. En cuanto escuchó las voces se revolvió, inquieto y sorprendido. Los nervios comenzaron a atacarle de nuevo. Aún no estaba preparado para lidiar con aquello con sus compañeros de torreón, no tan pronto. ¿Y qué les iba a decir? ¿Necesito ayuda con Kiki? ¿Socorro va a matar gente? Como no perderla...
El martillazo de antes volvió a resonar en él. "Ya la perdiste hace tiempo." «¿Siquiera la he tenido alguna vez? » Se preguntó llevándose la mano a aquella cicatriz negra, con los ojos entrecerrados.
Se giró para mirar curioso y sorprendido los cambios de su vecino, tan solo para soltar una pequeña carcajada comedida tapándose la boca con la mano. Ya no le importaba si era magia o poderes rollos místicos, tan solo otra peculiaridad más de la ciudad que contemplar.
—Sí —declaró con un suspiro. —Sí que las conozco. —Miró al suelo algo decaído y tras un par de segundos tomó aire e intentó recomponerse como pudo, irguiéndose y mejorando la cara un poco. —¿Mejor así de feo? —se giró para el cambiante algo nervioso mostrándole su porte, siguiendo un poco la broma de antes.
Y su voz le congeló en el sitio, todo su cuerpo tensándose. Rox podría ver de primera mano cómo se quedaba petrificado con los ojos muy abiertos y cara de circunstancia, aún de espaldas a la nueva voz. Sus alas se abrieron ligeramente y su luz se disparó tanto en sus ojos como en los cuernos perdiendo todo rastro del azul de los primeros y de la forma mineral de los segundos. Los nervios le atacaron y aquel remolino volvió a retorcer sus entrañas haciéndole tener ganas de vomitar. Podía escuchar a su nuevo corazón bombear con tal fuerza en sus oídos que mitigaba los sonidos a su alrededor.
No quería darse la vuelta, tenía miedo de hacerlo y sin embargo algo dentro de él pudo más que los nervios y el miedo. Él enorme e imponente ángel se giró, nervioso al punto de marearse por la situación. Ahí estaba. Tan preciosa como el siempre la veía ahora incluso más con los toques de la Luna, con la niebla rodeándola dándole un aura feérica de invierno. Extrañamente se sintió aliviado al verla ahí, ver que no había hecho alguna tontería aquella noche.... y parte de él simplemente quiso ir y fundirse en un abrazo con ella, besarla y disfrutar de su cercanía en silencio durante un largo rato. Ojalá todo fuese perfecto. Ojalá todo fuese como en un cuento de hadas...
—B-buenos... días... —miró hacia el suelo, incómodo sin saber muy bien qué hacer. ¿Cómo se supone que debería estar? ¿Enfadado con ella, decepcionado de lo que pasó, aliviado de que le hable de nuevo? Lo único que estaba era nervioso y triste. Y cada vez tenía más ganas de volver a la habitación a hacerse una bola de mantas y aceptar la oferta de Raelene de hacerle dormir.
—Em, Ulmara y Qwara acaban de llega, creo. Vamos a saludarlas... —y se giró tomando la ruta de escape fácil. Necesitaba recomponerse, tiempo para pensarlo todo y lo estaba ganando como podía. Aunque según se asomó no supo si fue para peor o mejor. Ver a Ulmara ahí, la persona de todo Sendar con quien seguramente se atreviera más a hablar del asunto, le avivaba los nervios.
Aún así se acercó a ellas, por la espalda de Rena, lo cual solo con los reflejos de su luz por las paredes era escalofriante. Como si un cazador se acercara por tu espalda. Para sus compañeras pasaría algo similar, ver aquello acercándose con los ojos y los cuernos en completa incandescencia, incluso con mala cara, hacía que su aura pulsara todas las alertas de peligro de los presentes.
—Ey —las contempló por un segundo. —Guau, estáis geniales. ¿Todos podemos brillar ahora entonces? —bromeó de manera un tanto nerviosa.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Sede de los Taumaturgos
01/11/21, 04:31 am
Ulmara se unió a su reclamo junto a la puerta y una de las inquilinas no tardó en acercarse para abrirles. Resultó ser una chica irrense de pelo verde con un físico imponente, una chica que a pesar de las pintas de pordioseras que gastaban las trató con más amabilidad de la que les había demostrado aquella ciudad durante la criba. Fue como un soplo de aire fresco y a la ifrit le cayó bien inmediatamente, más aún cuando se emocionó visiblemente al reconocer a la cercana.
—¿Es famosa? —le preguntó con curiosidad a la veterana, mirando a continuación a su amiga y comprendiendo que lo que fuese ahora tenía un nombre super chulo—. Pues entonces yo quiero un autógrafo —añadió con una sonrisa divertida—. Yo soy Qwara, por cierto. —se presentó apresuradamente tras la bruja, recordando que debían ser educadas y empleando por su parte el saludo que le había enseñado Reira.
Aceptando su amabilidad la siguieron hacia el interior del minarete, apenas pasada la entrada, y aunque desde allí no podían ver muy bien la cocina si se percataron de que había alguien ocupándola. «¿Será el novato que mencionó?» se preguntó la sudafricana, flexionando los dedos en un gesto nervioso mientras esperaban a que la ursántropa les diera más indicaciones.
—¿Sabes por algún casual en qué… ? —empezó a inquirir, pero la pregunta murió en sus labios cuando algo a la espalda de su interlocutora atrapó por completo su atención.
La expresión de Qwara pasó en apenas una fracción de segundo de la confusión al miedo, pues la enorme figura que se aproximaba por el pasillo disparaba todas las alarmas de cualquier persona sensata, y de forma inconsciente se pegó a su amiga buscando cualquier tipo de apoyo. Se sentía como un ciervo frente a los faros de un coche, además de forma literal si tenía en cuenta el destello cegador que rodeaba lo que debía ser la cabeza de aquel individuo, y aunque su cerebro le decía que saliera corriendo sin mirara atrás sus piernas se negaban a moverse. Estuvo a punto de caerse de culo debido a esta pugna interna, pero al final la voz de la amenazante criatura rompió en parte el hechizo y una pequeña dosis de racionalidad se deslizó entre sus instintos de huida más primarios.
—¿Nery’s… ? —acertó a decir, abriendo los ojos de par en par al reconocer al frivy en aquella mole descomunal.
Preguntarle cómo era posible que hubiera crecido tanto teniendo en cuenta los cambios que ella misma había experimentado a lo largo de la noche era una estupidez, pero aunque hubiese querido hacerlo el aura intimidante de su compañero no le dejaba pensar con claridad. La ifrit no se había percatado de ello pero las glándulas de sus muñecas habían reaccionado a su temor y ahora sus manos, cerradas en sendos puños por la tensión, estaban empapadas con un líquido translúcido que ardería furiosamente ante la más mínima chispa.
—¿Es famosa? —le preguntó con curiosidad a la veterana, mirando a continuación a su amiga y comprendiendo que lo que fuese ahora tenía un nombre super chulo—. Pues entonces yo quiero un autógrafo —añadió con una sonrisa divertida—. Yo soy Qwara, por cierto. —se presentó apresuradamente tras la bruja, recordando que debían ser educadas y empleando por su parte el saludo que le había enseñado Reira.
Aceptando su amabilidad la siguieron hacia el interior del minarete, apenas pasada la entrada, y aunque desde allí no podían ver muy bien la cocina si se percataron de que había alguien ocupándola. «¿Será el novato que mencionó?» se preguntó la sudafricana, flexionando los dedos en un gesto nervioso mientras esperaban a que la ursántropa les diera más indicaciones.
—¿Sabes por algún casual en qué… ? —empezó a inquirir, pero la pregunta murió en sus labios cuando algo a la espalda de su interlocutora atrapó por completo su atención.
La expresión de Qwara pasó en apenas una fracción de segundo de la confusión al miedo, pues la enorme figura que se aproximaba por el pasillo disparaba todas las alarmas de cualquier persona sensata, y de forma inconsciente se pegó a su amiga buscando cualquier tipo de apoyo. Se sentía como un ciervo frente a los faros de un coche, además de forma literal si tenía en cuenta el destello cegador que rodeaba lo que debía ser la cabeza de aquel individuo, y aunque su cerebro le decía que saliera corriendo sin mirara atrás sus piernas se negaban a moverse. Estuvo a punto de caerse de culo debido a esta pugna interna, pero al final la voz de la amenazante criatura rompió en parte el hechizo y una pequeña dosis de racionalidad se deslizó entre sus instintos de huida más primarios.
—¿Nery’s… ? —acertó a decir, abriendo los ojos de par en par al reconocer al frivy en aquella mole descomunal.
Preguntarle cómo era posible que hubiera crecido tanto teniendo en cuenta los cambios que ella misma había experimentado a lo largo de la noche era una estupidez, pero aunque hubiese querido hacerlo el aura intimidante de su compañero no le dejaba pensar con claridad. La ifrit no se había percatado de ello pero las glándulas de sus muñecas habían reaccionado a su temor y ahora sus manos, cerradas en sendos puños por la tensión, estaban empapadas con un líquido translúcido que ardería furiosamente ante la más mínima chispa.
- InvitadoInvitado
Re: Sede de los Taumaturgos
01/11/21, 11:59 pm
-Tempestomante -repitió Rena -O bruja de las tormentas. Es como… joder, claro, aún no sabréis nada de vuestros cambios, ¿o sí? Creo que tenemos algunos libros por la Sede, o si no siempre está la biblioteca – La bruja le ofreció la mano en un saludo humano, cosa que le llamó la atención pues no parecía humana. Tal vez había convivido con alguno, o puede que el pico y las plumas fueran cosa de la Luna Roja. Le estrechó la mano con una sonrisa -Soy Rena. Er… ¿ella?
La que podria ser humana si le quitaba los cuernos y los fuegos artificiales le saludó a la manera irrense, y Rena le correspondió divertida y un poco confusa.
-¿Famosa? Creo que toda la ciudad vio el espectáculo de anoche con la tormenta y rápidamente se corrió la voz. Alguno de los veteranos reconoció la transformación.
No sirvió de nada que su nariz le alertase de la cercanía del ángel, pues su instinto actuó más rápido que su cerebro racional. Rena se giró con rapidez, cambiando su brazo izquierdo a una garra y su hocico a un morro osuno, con la intención de asestar un zarpazo a la posible amenaza. La luz la cegaba, por lo que aún tardó unos instantes en reconocer al novato, pero por suerte lo hizo justo a tiempo para que la garra no encontrase carne blanda.
-¡Cooooooooooooooooooño! -gruñó, su voz aún ronca por el cambio parcial -¡Qué puto susto! ¡No puedes acercarte así a la gente, lechuguino, casi te saco los higadillos! -le regañó, retirando la garra. Definitivamente tenía que ser algo mágico, pues con los tres trastos bajo su custodia y los capullos de sus amigos ya estaba más que acostumbrada a los sobresaltos. -Vas a tener que aprender prontito a controlar los efectos especiales o nos vas a dar un disgusto.
Parecía que los tres novatos se conocían. No tenía muy claro si eran amigos o no pero por lo menos no detectaba más hostilidades aparte del muy razonable cague que provocaban los cambios del ángel, así que para no seguir ocupando la entrada y no dar pie a ningún silencio incómodo invitó a las dos chicas a entras.
-Puesss yo iba a ofrecerle a vuestro amigo grandullón aquí un desayuno, por si os apetece apuntaros. Seguro que estáis mejor en la cocina que aquí en la calle.
Nadie le había dicho a Rena que las bienvenidas a novatos iban a ser tan raras. Tendría que haberle preguntado a Kin días antes. Y para colmo la cocina se había llenado de pronto de niebla y no tenía pinta de ser cosa de otro brujo.
-Buah, que puto frío de pronto -comentó al entrar -Vale, yo iba a hacer huevos revueltos pero si alguno es vegano también puedo hacer tortitas de platanoy…. Parece que tenemos otra nueva.
Había una chica siniestra con cara muy triste en la cocina. Debía ser la causante de la niebla y del frío. Bien. Fantástico. Miró a Rox pidiendo explicaciones.
La que podria ser humana si le quitaba los cuernos y los fuegos artificiales le saludó a la manera irrense, y Rena le correspondió divertida y un poco confusa.
-¿Famosa? Creo que toda la ciudad vio el espectáculo de anoche con la tormenta y rápidamente se corrió la voz. Alguno de los veteranos reconoció la transformación.
No sirvió de nada que su nariz le alertase de la cercanía del ángel, pues su instinto actuó más rápido que su cerebro racional. Rena se giró con rapidez, cambiando su brazo izquierdo a una garra y su hocico a un morro osuno, con la intención de asestar un zarpazo a la posible amenaza. La luz la cegaba, por lo que aún tardó unos instantes en reconocer al novato, pero por suerte lo hizo justo a tiempo para que la garra no encontrase carne blanda.
-¡Cooooooooooooooooooño! -gruñó, su voz aún ronca por el cambio parcial -¡Qué puto susto! ¡No puedes acercarte así a la gente, lechuguino, casi te saco los higadillos! -le regañó, retirando la garra. Definitivamente tenía que ser algo mágico, pues con los tres trastos bajo su custodia y los capullos de sus amigos ya estaba más que acostumbrada a los sobresaltos. -Vas a tener que aprender prontito a controlar los efectos especiales o nos vas a dar un disgusto.
Parecía que los tres novatos se conocían. No tenía muy claro si eran amigos o no pero por lo menos no detectaba más hostilidades aparte del muy razonable cague que provocaban los cambios del ángel, así que para no seguir ocupando la entrada y no dar pie a ningún silencio incómodo invitó a las dos chicas a entras.
-Puesss yo iba a ofrecerle a vuestro amigo grandullón aquí un desayuno, por si os apetece apuntaros. Seguro que estáis mejor en la cocina que aquí en la calle.
Nadie le había dicho a Rena que las bienvenidas a novatos iban a ser tan raras. Tendría que haberle preguntado a Kin días antes. Y para colmo la cocina se había llenado de pronto de niebla y no tenía pinta de ser cosa de otro brujo.
-Buah, que puto frío de pronto -comentó al entrar -Vale, yo iba a hacer huevos revueltos pero si alguno es vegano también puedo hacer tortitas de platanoy…. Parece que tenemos otra nueva.
Había una chica siniestra con cara muy triste en la cocina. Debía ser la causante de la niebla y del frío. Bien. Fantástico. Miró a Rox pidiendo explicaciones.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Sede de los Taumaturgos
03/11/21, 04:40 am
Ulmara paladeó mentalmente lo que acababa de decirle la ursántropa. <<Tempestomante. Soy una bruja de las tormentas>>. Después le sonrió divertida al verla adaptarse al formato de saludo cercano y asintió para asegurarle que lo había hecho bien. Lo siguiente que le dijo no le gustó tanto, no porque fuera algo feo, sino porque a la cercana no le gustaba la idea de ser famosa.
—Joder. Qué vergüenza…. —dijo, torciendo un poco el morro momentáneamente. El comentario de Qwara la hizo bufar y volver a su estado risueño—. Si me paso el dedo por la ropa te puedo firmar con la churre —le respondió divertida, pellizcándose la camiseta con gesto de asco.
Por desgracia, a Ulmara se le cortó el cuerpo poco después, una vez entraron al vestíbulo del refugio. Algo que no alcanzaba a ver tras Rena le erizó el plumaje y toda la alegría desapareció para dar paso a un miedo completamente inesperado. Por si no fuera suficiente, la respuesta de la ursántropa fue la guinda del pastel. El morro, la garra, la velocidad de respuesta a aquel terror que las había invadido a todas… Y luego escuchó a Nery’s y fijó sus ojos vidriosos en él. La bruja no se había dado cuenta, pero había retrocedido un par de pasos y había alzado los puños. Así estaba cuando procesó la mole alada frente a ella, agradeciendo la cercanía repentina de Qwara con una expresión de congoja.
—¡HUEVOS, NERY’S! —el grito le salió del alma. Luego, con la risa nerviosa a la que había dado paso el miedo, se giró a Qwara y le dijo—. ¡Mira, alas y cuernos! —y volvió a fijarse en el frivy y en su nuevo aspecto. Había crecido, las alas eran gigantes y los cuernos tenían algo extraño que no sabía identificar, pero ¿era normal que le tuviera tanto miedo? No dejaba de ser uno de sus amigos, se dijo, y bajó los puños con un recelo estúpido, acercándose despacio—. ¿Pueden ser huevos Y tortitas? —preguntó a la ursántropa mientras se calmaba, para evitar pensar en cualquier asunto serio. La bruja deseaba inconscientemente volver a la euforia desbordante de antes.
Así, se acercó al umbral que les separaba de la cocina. La recibió un frío extraño y luego la fuente de este, que no era otra que Kiki. Estaba rodeada de una niebla que le daba un aire místico y melancólico y Ulmara no sabía si seguía siendo cosa de Nery’s, pero sentía una vibración extraña en el ambiente que no le gustaba. Estuvo a punto de dejar escapar un “¡Más cuernos!”, pero en su lugar alzó la mano con un gesto incómodo.
—¡Hey! —dijo, y se cruzó de brazos, acercándose un poco a Qwara para protegerse del frío y la incomodidad—. Aquí pasa algo, ¿verdad? —le susurró a la ifrit.
No se había dado cuenta de la sustancia que cubría las palmas de su amiga, abrumada por todo lo que se había presentado ante ellas. Había aún más gente, de hecho, una persona más. Y entonces no se le ocurrió nada mejor que saludar con un gesto de mano y olerse el sobaco de forma mal disimulada.
En minuto y medio Ulmara había olvidado que era una bruja, pero dioses... ¡Qué mal olía!
—Joder. Qué vergüenza…. —dijo, torciendo un poco el morro momentáneamente. El comentario de Qwara la hizo bufar y volver a su estado risueño—. Si me paso el dedo por la ropa te puedo firmar con la churre —le respondió divertida, pellizcándose la camiseta con gesto de asco.
Por desgracia, a Ulmara se le cortó el cuerpo poco después, una vez entraron al vestíbulo del refugio. Algo que no alcanzaba a ver tras Rena le erizó el plumaje y toda la alegría desapareció para dar paso a un miedo completamente inesperado. Por si no fuera suficiente, la respuesta de la ursántropa fue la guinda del pastel. El morro, la garra, la velocidad de respuesta a aquel terror que las había invadido a todas… Y luego escuchó a Nery’s y fijó sus ojos vidriosos en él. La bruja no se había dado cuenta, pero había retrocedido un par de pasos y había alzado los puños. Así estaba cuando procesó la mole alada frente a ella, agradeciendo la cercanía repentina de Qwara con una expresión de congoja.
—¡HUEVOS, NERY’S! —el grito le salió del alma. Luego, con la risa nerviosa a la que había dado paso el miedo, se giró a Qwara y le dijo—. ¡Mira, alas y cuernos! —y volvió a fijarse en el frivy y en su nuevo aspecto. Había crecido, las alas eran gigantes y los cuernos tenían algo extraño que no sabía identificar, pero ¿era normal que le tuviera tanto miedo? No dejaba de ser uno de sus amigos, se dijo, y bajó los puños con un recelo estúpido, acercándose despacio—. ¿Pueden ser huevos Y tortitas? —preguntó a la ursántropa mientras se calmaba, para evitar pensar en cualquier asunto serio. La bruja deseaba inconscientemente volver a la euforia desbordante de antes.
Así, se acercó al umbral que les separaba de la cocina. La recibió un frío extraño y luego la fuente de este, que no era otra que Kiki. Estaba rodeada de una niebla que le daba un aire místico y melancólico y Ulmara no sabía si seguía siendo cosa de Nery’s, pero sentía una vibración extraña en el ambiente que no le gustaba. Estuvo a punto de dejar escapar un “¡Más cuernos!”, pero en su lugar alzó la mano con un gesto incómodo.
—¡Hey! —dijo, y se cruzó de brazos, acercándose un poco a Qwara para protegerse del frío y la incomodidad—. Aquí pasa algo, ¿verdad? —le susurró a la ifrit.
No se había dado cuenta de la sustancia que cubría las palmas de su amiga, abrumada por todo lo que se había presentado ante ellas. Había aún más gente, de hecho, una persona más. Y entonces no se le ocurrió nada mejor que saludar con un gesto de mano y olerse el sobaco de forma mal disimulada.
En minuto y medio Ulmara había olvidado que era una bruja, pero dioses... ¡Qué mal olía!
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Re: Sede de los Taumaturgos
04/11/21, 01:07 am
Se mordió la lengua para no llamarle cabrón cuando se dijo a sí mismo feo. El frivy distaba de serlo. Le devolvió una pequeña risa apenada, pues se le seguía notando el dolor del conflicto a simple vista.
—Mejor, sí.
De nuevo notó la presencia de alguien antes de su llegada, pero esta vez no fue solo el sonido de sus pasos, sino el frío que le subió por los pies desnudos antes de verla. El aspecto de la nueva no era discreto y menos lo fue el pánico de Nea: no había que ser un genio para saber que esa era la chica de la que le había hablado. Al cambiante le recordó a un cadáver, a uno que ha pasado días abandonado en un estanque helado (¡con su niebla y todo!) y ha sido decorado con astas de ciervo en su funeral. Sabiendo los detalles que sabía la incomodidad cayó sobre él como plomo.
—Buenos días —la saludó con una sonrisa cordial que venía a maquillar su inquietud, vigilando el mal aspecto que tenía el otro. La cosa es que tan pronto acabó frase el ángel huyó en dirección a Rena y las recién llegadas, dejándole solo con la novia cadáver. Puede que entendiera su reacción, pero igual se cagó en los muertos del frivy por ello—. Eh-… —se rascó el cuello—. Bueno, bienvenida a la Sede. Llegásteis anoche, ¿verdad? ¿Cómo te llamas?
Hubo gritos y gruñidos en la entrada que le hicieron asomarse. Claro que había sido el ángel. Cayó según le reprochaban con el que sería su antiguo nombre, aunque seguía sin tener claro si había aura o daba cague de forma natural por lo gigante que era. Ambas, posiblemente. Por suerte para él Rena se trajo en seguida al grupito a la cocina, salvándole de tratar con otra nueva con conflictos en los que no pintaba nada solo y permitiéndole ver a las otras dos. Les echó un largo vistazo para quedarse con sus rasgos, desde los imponentes cuernos a la roña que las cubría.
—¡Hola! —saludó de vuelta, refugiándose cerca de su amiga. Cerca de la otra se le estaban helando los dedos, a lo mejor al lado de lava girl se le pasaría—. Bienvenidas vosotras también. Os ha pasado una tormenta encima, ¿no? —bromeó a sabiendas de qué era una de ellas—. Yo soy Rox, por cierto. Ah, um- antes de que a mi compi le de por cebaros con harina… Ahí está el salón, por si os queréis sentar y acomodaros un rato —señaló en su dirección—, y arriba tenéis los dormitorios y los baños. También hay salas de entrenamiento y en fin, que os sintáis como en casa. Estamos para lo que necesitéis.
—Mejor, sí.
De nuevo notó la presencia de alguien antes de su llegada, pero esta vez no fue solo el sonido de sus pasos, sino el frío que le subió por los pies desnudos antes de verla. El aspecto de la nueva no era discreto y menos lo fue el pánico de Nea: no había que ser un genio para saber que esa era la chica de la que le había hablado. Al cambiante le recordó a un cadáver, a uno que ha pasado días abandonado en un estanque helado (¡con su niebla y todo!) y ha sido decorado con astas de ciervo en su funeral. Sabiendo los detalles que sabía la incomodidad cayó sobre él como plomo.
—Buenos días —la saludó con una sonrisa cordial que venía a maquillar su inquietud, vigilando el mal aspecto que tenía el otro. La cosa es que tan pronto acabó frase el ángel huyó en dirección a Rena y las recién llegadas, dejándole solo con la novia cadáver. Puede que entendiera su reacción, pero igual se cagó en los muertos del frivy por ello—. Eh-… —se rascó el cuello—. Bueno, bienvenida a la Sede. Llegásteis anoche, ¿verdad? ¿Cómo te llamas?
Hubo gritos y gruñidos en la entrada que le hicieron asomarse. Claro que había sido el ángel. Cayó según le reprochaban con el que sería su antiguo nombre, aunque seguía sin tener claro si había aura o daba cague de forma natural por lo gigante que era. Ambas, posiblemente. Por suerte para él Rena se trajo en seguida al grupito a la cocina, salvándole de tratar con otra nueva con conflictos en los que no pintaba nada solo y permitiéndole ver a las otras dos. Les echó un largo vistazo para quedarse con sus rasgos, desde los imponentes cuernos a la roña que las cubría.
—¡Hola! —saludó de vuelta, refugiándose cerca de su amiga. Cerca de la otra se le estaban helando los dedos, a lo mejor al lado de lava girl se le pasaría—. Bienvenidas vosotras también. Os ha pasado una tormenta encima, ¿no? —bromeó a sabiendas de qué era una de ellas—. Yo soy Rox, por cierto. Ah, um- antes de que a mi compi le de por cebaros con harina… Ahí está el salón, por si os queréis sentar y acomodaros un rato —señaló en su dirección—, y arriba tenéis los dormitorios y los baños. También hay salas de entrenamiento y en fin, que os sintáis como en casa. Estamos para lo que necesitéis.
- Lathspell
Ficha de cosechado
Nombre: Kyllikki Paasikoski
Especie: Humana
Habilidades: Buena menoria, muy buena, lealtad, y facilidad para los idiomas.
Personajes : Zobriel: Nublino transformado en Basilisco
Kyllikki: Humana cosechada.
Armas : Zobriel: Malicioso, Colmillo veneno, Cuchillada, Cola veneno
Kyllikki: Elataquedelasmilteoriascientificasypseudocientificasmasinutildetodoslostiempos
Status : Disponible para cualquier debate ilógico
Humor : Culpable de dibujar horrible y hacer chistes peores aun
Re: Sede de los Taumaturgos
04/11/21, 05:45 pm
Se lo merecía, total y absolutamente. Kiki solo se encogió de hombros cuando el ángel huyó hacia la puerta y se quedo sola con alguien que no conocía. El ambiente no era precisamente alegre y hubiera preferido mantenerlo así, sin palabras que pudieran cortar el aire por lo que suspiro profundamente mirando a su niebla cuando le preguntaron su nombre.
—Aun soy Kyllikki…aunque después de dormir en el suelo anoche bien podría ser solo un trozo de hielo al que crujen todas sus arti….oh oh….oohhhhh OOHHHHHH ese me gusta… no podría ser más perfecto… —Antes de notarlo ya estaba con las manos y garras en su boca como niña chiquita, emocionada por recordar un nombre que le gustaba. Aún no había notado como el cambiante estaba viendo a los recien llegados y cuando levantó la cabeza todos ya estaban alli. Ulmara y Qwara, la segunda mucho mas cambiada. Se callo dándose cuenta que había estado hablando sola en voz baja y espero a que acabaran el mini discurso sabiendo que ella era la culpable de mucha de la tensión del ambiente. Ella solo quería una cosa antes de irse, o tal vez dos, o ya puestos, tres. Pero era absolutamente intimidante para ella tanta gente en esa situación. Lastimosamente no creía que cambiara a mejor, asi que mejor acelerar los malos tragos. Tomo aire y fue allí.
—Yo…si…si vi que tienen un bonito sitio de entrenamiento, espero no haber malogrado nada con la niebla…pero yo ya iba de salida, solo…solo…— tomo aire sabiendo que estaba enfriando el ambiente de todos y continuó con una sonrisa cansada. — quería hablar un momento con Nery’s. Oh!! Pero si alguien me pudiera decir como llegar a Serpentaria se lo agradecería muchísimo y….—Paso la vista a Nery’s con una expresión de “perdón pero eres el único al que le puedo pedir esto” — ¿me puedes romper estos cuernos porfa? No quiero andar como una máquina de humo por todo lado congelando y humedeciendo todo…o compi de Rox —le dijo a Rena al no saber su nombre— ¿tu? Po-podrían quedarse uno si quieren… no se si valgan algo…
No iba a llorar pero si estaba lo suficientemente abrumada y sonrojada como para saber qu había tirado un cubo de hielo en medio de todos y que aunque quería, no podía solo salir corriendo sin más.
—Aun soy Kyllikki…aunque después de dormir en el suelo anoche bien podría ser solo un trozo de hielo al que crujen todas sus arti….oh oh….oohhhhh OOHHHHHH ese me gusta… no podría ser más perfecto… —Antes de notarlo ya estaba con las manos y garras en su boca como niña chiquita, emocionada por recordar un nombre que le gustaba. Aún no había notado como el cambiante estaba viendo a los recien llegados y cuando levantó la cabeza todos ya estaban alli. Ulmara y Qwara, la segunda mucho mas cambiada. Se callo dándose cuenta que había estado hablando sola en voz baja y espero a que acabaran el mini discurso sabiendo que ella era la culpable de mucha de la tensión del ambiente. Ella solo quería una cosa antes de irse, o tal vez dos, o ya puestos, tres. Pero era absolutamente intimidante para ella tanta gente en esa situación. Lastimosamente no creía que cambiara a mejor, asi que mejor acelerar los malos tragos. Tomo aire y fue allí.
—Yo…si…si vi que tienen un bonito sitio de entrenamiento, espero no haber malogrado nada con la niebla…pero yo ya iba de salida, solo…solo…— tomo aire sabiendo que estaba enfriando el ambiente de todos y continuó con una sonrisa cansada. — quería hablar un momento con Nery’s. Oh!! Pero si alguien me pudiera decir como llegar a Serpentaria se lo agradecería muchísimo y….—Paso la vista a Nery’s con una expresión de “perdón pero eres el único al que le puedo pedir esto” — ¿me puedes romper estos cuernos porfa? No quiero andar como una máquina de humo por todo lado congelando y humedeciendo todo…o compi de Rox —le dijo a Rena al no saber su nombre— ¿tu? Po-podrían quedarse uno si quieren… no se si valgan algo…
No iba a llorar pero si estaba lo suficientemente abrumada y sonrojada como para saber qu había tirado un cubo de hielo en medio de todos y que aunque quería, no podía solo salir corriendo sin más.
El Odio es por mucho el placer mas duradero. El hombre Ama con prisas, pero llega a Odiar con mucha calma.
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.Personajes :- Spoiler:
Armas :- Spoiler:
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
- Dama Abrazos: Mandobles y manguales gigantes duales, balas cañon.
- Nery´s: Beyesha infinita. Esto que no sabe ni que es.
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
Status : Cazador de la luna de sangre.
Humor : JAJAJAJAJA *se marcha riéndose*
Re: Sede de los Taumaturgos
05/11/21, 12:01 am
Tardó más de la cuenta en reaccionar a la garra de Rena. Con la cabeza como la tenía andaba falto de reflejos. Sobresaltándose, reculó un paso hacia atrás y miro toda aquella escena. Qwara parecía aterrorizada y Ulmara a punto de atacarle...
—Perdón... —Una mueca de disgusto se formó en su cara, no se pensaba que fuera a ser tan potente y aunque le veía utilidad asustar a personas cercanas no le agradaba.
Le encantaban los cuernos espirales de Qwara y sus rasgos magmáticos y también lo reluciente de Ulmara, sin embargo le costaba horrores ponerlo en palabras. Todo le estaba pasando tan rápido. El desastre de noche, romper por la mañana con un desconocido, transformaciones, verla de nuevo, más gente nueva... Se sentía abrumado.
Se llevó una mano al pelo y se disculpó de nuevo con sus dos compañeras más por lo bajo al llegar a la cocina —Lo siento mucho, aún no se cómo voy a manejar esto si no se puede ni apagar... —Al ver a Rox le dedicó un "lo siento" con la mirada por la que le había liado dejándole con Kiki. Había paniqueado muy fuerte.
Y notó el frio. La herida en su pecho le escoció algo al instante. Con la niebla acumulándose era más fácil sentirla y más cuando se acercó a él. Se tensó al instante queriendo que se lo tragara la tierra pero probablemente nada en esta vida le habría preparado para que soltara aquellas palabras sobre el sin previo aviso. Estaba abrumado, cansado, nervioso, aterrado y aquello hizo estallar su cabeza con el sonido estridente de una bomba nuclear rodeada de fabricas de cristales a varios kilómetros a la redonda. Y eso parecía en como sus dos ojos se volvieron como dos novas estallando y sus cuernos perdían todo rastro de materialidad al ser engullidos por la luz. Presentado aquel aro tan característico de su transformación.
—¿Q-qué? —Por un momento no pudo procesarlo, menos cuando incluso se lo estaba pidiendo a otra persona.
—No... ¡NO! ¡Claro que no...! Dios... Nunca te haría daño ni a posta... joder... —se frotaba el entrecejo con fuerza luchando por no llorar y por no vomitar ahí mismo con como aquel remolino estaba destruyéndole por dentro. —Por todas las costuras jamás creadas por TotalDiseñadores eres la genio más idiota que he conocido en mi vida...
Su mente se reinició empezando a procesar todo aquello, intentando ser lo más prágmatico posible y haciéndolo de la manera más natural que le salía. Siendo un empresario. ¿Cuál era la base de absolutamente toda la civilización? Por supuesto que conocía la respuesta, al fin y al cabo corría por su sangre marcada en su apellido. Energía. Entonces en aquel lugar...
—Oye... perdón por molestaros de nuevo. Em... ¿Venden como de esos cristales para recargar magia pero mejores y llenos por el mercado?
—Perdón... —Una mueca de disgusto se formó en su cara, no se pensaba que fuera a ser tan potente y aunque le veía utilidad asustar a personas cercanas no le agradaba.
Le encantaban los cuernos espirales de Qwara y sus rasgos magmáticos y también lo reluciente de Ulmara, sin embargo le costaba horrores ponerlo en palabras. Todo le estaba pasando tan rápido. El desastre de noche, romper por la mañana con un desconocido, transformaciones, verla de nuevo, más gente nueva... Se sentía abrumado.
Se llevó una mano al pelo y se disculpó de nuevo con sus dos compañeras más por lo bajo al llegar a la cocina —Lo siento mucho, aún no se cómo voy a manejar esto si no se puede ni apagar... —Al ver a Rox le dedicó un "lo siento" con la mirada por la que le había liado dejándole con Kiki. Había paniqueado muy fuerte.
Y notó el frio. La herida en su pecho le escoció algo al instante. Con la niebla acumulándose era más fácil sentirla y más cuando se acercó a él. Se tensó al instante queriendo que se lo tragara la tierra pero probablemente nada en esta vida le habría preparado para que soltara aquellas palabras sobre el sin previo aviso. Estaba abrumado, cansado, nervioso, aterrado y aquello hizo estallar su cabeza con el sonido estridente de una bomba nuclear rodeada de fabricas de cristales a varios kilómetros a la redonda. Y eso parecía en como sus dos ojos se volvieron como dos novas estallando y sus cuernos perdían todo rastro de materialidad al ser engullidos por la luz. Presentado aquel aro tan característico de su transformación.
—¿Q-qué? —Por un momento no pudo procesarlo, menos cuando incluso se lo estaba pidiendo a otra persona.
—No... ¡NO! ¡Claro que no...! Dios... Nunca te haría daño ni a posta... joder... —se frotaba el entrecejo con fuerza luchando por no llorar y por no vomitar ahí mismo con como aquel remolino estaba destruyéndole por dentro. —Por todas las costuras jamás creadas por TotalDiseñadores eres la genio más idiota que he conocido en mi vida...
Su mente se reinició empezando a procesar todo aquello, intentando ser lo más prágmatico posible y haciéndolo de la manera más natural que le salía. Siendo un empresario. ¿Cuál era la base de absolutamente toda la civilización? Por supuesto que conocía la respuesta, al fin y al cabo corría por su sangre marcada en su apellido. Energía. Entonces en aquel lugar...
—Oye... perdón por molestaros de nuevo. Em... ¿Venden como de esos cristales para recargar magia pero mejores y llenos por el mercado?
- Equilibrio:
Un blanco mas oscuro que el negro.
Un negro mas claro que el blanco.
El gris se desborda en mil tonos.
Y el arcoiris se hunde en monotonia.
Vivimos caminando el sendero dejado por los muertos.
Mientras brindamos nueva muerte a nuestro paso para extenderlo.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Sede de los Taumaturgos
05/11/21, 11:55 pm
El momento de tensión se prolongó un poco más por la reacción de la veterana, pues era de manual que iba a saltar si se le acercaban por la espalda de aquella manera, pero por suerte la irrense contuvo su impresionante zarpa a tiempo y no llegó a pasar nada. Qwara, aún conmocionada, apenas reaccionó al grito de Ulmara y la cercana tuvo que encararla directamente para hacerla reaccionar. Eso le ayudó a aplacar el miedo en parte y a pensar con claridad antes de responderle.
—Si, alas y cuernos... —replicó algo titubeante, aceptando también la oferta para desayunar con un breve asentimiento de cabeza mientras seguía al grupo hacia la cocina.
La proximidad del ángel y su nueva altura seguían resultando intimidantes, pero a pesar de todo el chico se esforzó por disculparse y la ifrit apreció el gesto.
—No te preocupes, en serio, seguramente solo sea cuestión de acostumbrarse —le contestó con una sonrisa forzada en el mismo tono de voz, limpiándose las manos con la camisa en un gesto inconsciente—. Oye, ¿cómo has pasado tú la noche? ¿Sabes algo de los demás? —se interesó, obligándose a alzar la cabeza para mirarle a los ojos.
El origen de la extraña niebla que les recibió en la cocina contestaba en parte a una de sus preguntas, pues Kyllikkki también se encontraba allí acompañada por un chico al que no conocían. El aire onírico de la escena contrastaba enormemente con el aspecto demacrado de la finlandesa y la sudafricana, con una imaginación muy creativa, no pudo evitar pensar que aquello parecía un videojuego de terror extremadamente realista.
—Hola Kiki —saludó, intercambiando a continuación una mirada de circunstancias con la bruja cuando esta se le acercó—. Algo ocurre, si. —susurró en respuesta, percibiendo también el ambiente extraño que imperaba en la habitación.
El veterano, que debía ser amigo de Rena, se acercó entonces a darles la bienvenida presentándose como Rox y bromeando con la tormenta que habían tenido que capear.
—Yo soy Qwara, un placer —se presentó de vuelta, tendiéndole la mano a la forma humana por mera inercia al reconocer su aspecto y sonriéndole agradecida por sus palabras.
Su ofrecimiento llegaba en el momento justo, pues su propia mugre y la de la tempestomante le empezaban a incomodar al estar rodeadas de tanta pulcritud, pero por si ese no era motivo más que suficiente para utilizar los baños la Jack Frost se encargó de que la idea de quedarse a desayunar resultara del todo incómoda. Las palabras de la chica enfriaron el ambiente como una brisa helada, sobre todo cuando lanzó aquella extraña petición, y la reacción del ángel no se hizo de rogar al empezar a brillar como un puto faro intensificando su ya de por si intimidante aura.
—¿Y dónde decís que quedan los baños exactamente… ? —preguntó en voz baja mientras retrocedía hacia la puerta, temerosa de interrumpir lo que fuese que estuviese ocurriendo.
Tanto si le guiaban hasta ellos como si tenía que buscarlos por su propia cuenta la ifrit saldría de la cocina en dirección a las plantas superiores. Se le escaparía un suspiro de alivio en cuanto dejara atrás lo que a su antojo parecía un campo de minas, un suspiro audible para cualquiera que la acompañara.
—Si, alas y cuernos... —replicó algo titubeante, aceptando también la oferta para desayunar con un breve asentimiento de cabeza mientras seguía al grupo hacia la cocina.
La proximidad del ángel y su nueva altura seguían resultando intimidantes, pero a pesar de todo el chico se esforzó por disculparse y la ifrit apreció el gesto.
—No te preocupes, en serio, seguramente solo sea cuestión de acostumbrarse —le contestó con una sonrisa forzada en el mismo tono de voz, limpiándose las manos con la camisa en un gesto inconsciente—. Oye, ¿cómo has pasado tú la noche? ¿Sabes algo de los demás? —se interesó, obligándose a alzar la cabeza para mirarle a los ojos.
El origen de la extraña niebla que les recibió en la cocina contestaba en parte a una de sus preguntas, pues Kyllikkki también se encontraba allí acompañada por un chico al que no conocían. El aire onírico de la escena contrastaba enormemente con el aspecto demacrado de la finlandesa y la sudafricana, con una imaginación muy creativa, no pudo evitar pensar que aquello parecía un videojuego de terror extremadamente realista.
—Hola Kiki —saludó, intercambiando a continuación una mirada de circunstancias con la bruja cuando esta se le acercó—. Algo ocurre, si. —susurró en respuesta, percibiendo también el ambiente extraño que imperaba en la habitación.
El veterano, que debía ser amigo de Rena, se acercó entonces a darles la bienvenida presentándose como Rox y bromeando con la tormenta que habían tenido que capear.
—Yo soy Qwara, un placer —se presentó de vuelta, tendiéndole la mano a la forma humana por mera inercia al reconocer su aspecto y sonriéndole agradecida por sus palabras.
Su ofrecimiento llegaba en el momento justo, pues su propia mugre y la de la tempestomante le empezaban a incomodar al estar rodeadas de tanta pulcritud, pero por si ese no era motivo más que suficiente para utilizar los baños la Jack Frost se encargó de que la idea de quedarse a desayunar resultara del todo incómoda. Las palabras de la chica enfriaron el ambiente como una brisa helada, sobre todo cuando lanzó aquella extraña petición, y la reacción del ángel no se hizo de rogar al empezar a brillar como un puto faro intensificando su ya de por si intimidante aura.
—¿Y dónde decís que quedan los baños exactamente… ? —preguntó en voz baja mientras retrocedía hacia la puerta, temerosa de interrumpir lo que fuese que estuviese ocurriendo.
Tanto si le guiaban hasta ellos como si tenía que buscarlos por su propia cuenta la ifrit saldría de la cocina en dirección a las plantas superiores. Se le escaparía un suspiro de alivio en cuanto dejara atrás lo que a su antojo parecía un campo de minas, un suspiro audible para cualquiera que la acompañara.
- InvitadoInvitado
Re: Sede de los Taumaturgos
07/11/21, 12:42 am
Rox no le dio ninguna explicación. Tampoco hizo falta, la nueva se descubrió ella sola como una tía más bien rara con su intervención. Rena frunció el ceño en una expresión de absoluto desconcierto, y como si la pregunta no fuese suficiente el ángel decidió dejarlos a todos ciegos con sus dichosos efectos especiales.
-¡Vale, vale, vamos a calmarnos! -gritó tapándose los ojos con las manos.
Cuando bajó la luz se encaró primero a la tía siniestra
-No, no voy a romperte nada -le respondió tajante – No puedes ir por ahí pidiéndole eso a los desconocidos, porque alguien podría hacerte caso, y de paso tomárselo como una invitación para romperte algo más ¿Y sabes qué velocidad de regeneración tienes? Joder, ¿sabes acaso si tienes regeneración? -Rena no era de meterse donde no la llamaban pero la actitud de la chica le había molestado, y aún más tras la reacción de su compañero. Respiró hondo -Mira, la Luna está en el cielo, estas recién transformada y eso altera mucho. Haz el favor de tomártelo con calma. No te rayes con la niebla, ya aprenderás a manejarlo, ¿vale? Y tú también -se giró hacia Nea. -La Luna Roja no solo nos cambia, hace que la gente se flipe, y como no tengáis cuidado os podéis meter en un berenjenal grande.
De pronto se estaba arrepintiendo de haberse metido a hacer de anfitriona con los novatos, pero ya no podía huir. Se sentiría fatal dejándolos cuando ya les había prometido desayuno, y estaban tan hechos polvo… Además, ella todavía no había desayunado y ningún novato rarito ni ninguna niebla siniestra iban a alejarla de su comida. Decidió poner en práctica lo que había aprendido de Sekk: contó hasta diez y se dispuso a cocinar.
-Justo en el piso de arriba hay uno, junto a las escaleras -le respondió a Qwara, descolgando una sartén bastante grande de la pared. Habían traído unos huevos de algún ave alienígena que eran cuatro veces más grandes que los que solían comer y decidió usarlos -Y claro que hay talismanes en el mercado, pero ¿con qué coño piensas pagar? Busca en los armarios de material de las salas de entrenamiento mejor, seguro que encuentras alguno. Puedes preguntarle a cualquier mágico que te los recargue. Te puedo decir un par de personas a las que no les importaría -le dijo al grandullón.
Rena cascó dos huevos gigantes en la sartén y los aderezó con condimentos de varios mundos.
-¡Vale, vale, vamos a calmarnos! -gritó tapándose los ojos con las manos.
Cuando bajó la luz se encaró primero a la tía siniestra
-No, no voy a romperte nada -le respondió tajante – No puedes ir por ahí pidiéndole eso a los desconocidos, porque alguien podría hacerte caso, y de paso tomárselo como una invitación para romperte algo más ¿Y sabes qué velocidad de regeneración tienes? Joder, ¿sabes acaso si tienes regeneración? -Rena no era de meterse donde no la llamaban pero la actitud de la chica le había molestado, y aún más tras la reacción de su compañero. Respiró hondo -Mira, la Luna está en el cielo, estas recién transformada y eso altera mucho. Haz el favor de tomártelo con calma. No te rayes con la niebla, ya aprenderás a manejarlo, ¿vale? Y tú también -se giró hacia Nea. -La Luna Roja no solo nos cambia, hace que la gente se flipe, y como no tengáis cuidado os podéis meter en un berenjenal grande.
De pronto se estaba arrepintiendo de haberse metido a hacer de anfitriona con los novatos, pero ya no podía huir. Se sentiría fatal dejándolos cuando ya les había prometido desayuno, y estaban tan hechos polvo… Además, ella todavía no había desayunado y ningún novato rarito ni ninguna niebla siniestra iban a alejarla de su comida. Decidió poner en práctica lo que había aprendido de Sekk: contó hasta diez y se dispuso a cocinar.
-Justo en el piso de arriba hay uno, junto a las escaleras -le respondió a Qwara, descolgando una sartén bastante grande de la pared. Habían traído unos huevos de algún ave alienígena que eran cuatro veces más grandes que los que solían comer y decidió usarlos -Y claro que hay talismanes en el mercado, pero ¿con qué coño piensas pagar? Busca en los armarios de material de las salas de entrenamiento mejor, seguro que encuentras alguno. Puedes preguntarle a cualquier mágico que te los recargue. Te puedo decir un par de personas a las que no les importaría -le dijo al grandullón.
Rena cascó dos huevos gigantes en la sartén y los aderezó con condimentos de varios mundos.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Sede de los Taumaturgos
08/11/21, 03:48 am
La incomodidad crecía por momentos y el aura de Nery’s impedía que la cercana se sintiese a gusto. Había conseguido superar el susto inicial, pero se sentía desprotegida en todo momento, como si el frivy fuese a atacarlas sin previo aviso. Cuando este les pidió perdón, se obligó a sí misma a darle una palmada en el ala más cercana.
—Tranqui —le respondió a sus disculpas, justo a tiempo de escuchar el saludo del muchacho de la cocina, cuyo chiste logró que a Ulmara se le escapara una carcajada culpable—. La típica tormenta con cristales —le respondió, riéndose ya sin ninguna culpa, para después agradecerle la hospitalidad.
Abrió mucho los ojos cuando Qwara le confirmó que sí que pasaba algo, puso cara de circunstancia y luego se quedó pendiente de Kiki. Quería decirle algo, saludarla mejor, pero la notaba rara y…. Más raro fue lo que dijo ella, de repente. La bruja entendió que los cuernos eran los causantes de esa niebla pesada que le recordaba a los vahos que salían de los frigoríficos mágicos.
—¡Huevos, Kiki! —exclamó indignada por la forma tan a bocajarro de pedir algo tan complicado ¡y a desconocidos! Fulminó a la jack frost con la mirada, pero no tuvo que reñirle porque, gracias a los dioses que no existían, Rena lo hizo por ella—. Primero desayunamos y luego vemos como nos rompemos —dijo en tono seco, propiciado todavía por la sensación de alerta—. Por favor —trató de suavizarlo sin mucho éxito.
Sin embargo, antes del desayuno, las indicaciones de la ursántropa le recordaron que seguía apestando y decidió seguir a la ifrit hacia las duchas. Al escuchar su suspiro, ya fuera de la cocina, Ulmara resopló para acompañarla en espíritu. Escapar del influjo de Nery's, el frío de Kiki y la incomodidad general le vino de perlas.
—¿Qué mierdas habrá pasado? ¿Crees que no le gusta a Kiki lo que le ha… Tocado? —preguntó mientras subían por las escaleras.
¿Existía siquiera esa posibilidad? ¿Se podía experimentar disgusto sobre algo tan primario como la propia esencia, lo que se suponía que estaban destinados a ser? ¿Qué se sentiría? Eran muchas preguntas, perfectas todas para una ducha reflexiva. Sin embargo…
—Oye, ¿y cuando nos duchemos nos volvemos a poner la ropa sucia? —acabó pronunciando la pregunta más importante en voz alta. No era una duda real, tanto como una forma de decir que seguirían apestando incluso si se limpiaban bien. ¿Alguien les había ofrecido ropa limpia? Con todo lo que había ocurrido en un intérvalo tan pequeño, Ulmara no daba con la respuesta por si sola.
—Tranqui —le respondió a sus disculpas, justo a tiempo de escuchar el saludo del muchacho de la cocina, cuyo chiste logró que a Ulmara se le escapara una carcajada culpable—. La típica tormenta con cristales —le respondió, riéndose ya sin ninguna culpa, para después agradecerle la hospitalidad.
Abrió mucho los ojos cuando Qwara le confirmó que sí que pasaba algo, puso cara de circunstancia y luego se quedó pendiente de Kiki. Quería decirle algo, saludarla mejor, pero la notaba rara y…. Más raro fue lo que dijo ella, de repente. La bruja entendió que los cuernos eran los causantes de esa niebla pesada que le recordaba a los vahos que salían de los frigoríficos mágicos.
—¡Huevos, Kiki! —exclamó indignada por la forma tan a bocajarro de pedir algo tan complicado ¡y a desconocidos! Fulminó a la jack frost con la mirada, pero no tuvo que reñirle porque, gracias a los dioses que no existían, Rena lo hizo por ella—. Primero desayunamos y luego vemos como nos rompemos —dijo en tono seco, propiciado todavía por la sensación de alerta—. Por favor —trató de suavizarlo sin mucho éxito.
Sin embargo, antes del desayuno, las indicaciones de la ursántropa le recordaron que seguía apestando y decidió seguir a la ifrit hacia las duchas. Al escuchar su suspiro, ya fuera de la cocina, Ulmara resopló para acompañarla en espíritu. Escapar del influjo de Nery's, el frío de Kiki y la incomodidad general le vino de perlas.
—¿Qué mierdas habrá pasado? ¿Crees que no le gusta a Kiki lo que le ha… Tocado? —preguntó mientras subían por las escaleras.
¿Existía siquiera esa posibilidad? ¿Se podía experimentar disgusto sobre algo tan primario como la propia esencia, lo que se suponía que estaban destinados a ser? ¿Qué se sentiría? Eran muchas preguntas, perfectas todas para una ducha reflexiva. Sin embargo…
—Oye, ¿y cuando nos duchemos nos volvemos a poner la ropa sucia? —acabó pronunciando la pregunta más importante en voz alta. No era una duda real, tanto como una forma de decir que seguirían apestando incluso si se limpiaban bien. ¿Alguien les había ofrecido ropa limpia? Con todo lo que había ocurrido en un intérvalo tan pequeño, Ulmara no daba con la respuesta por si sola.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Sede de los Taumaturgos
08/11/21, 03:23 pm
Rox había intentado que no le cambiase la cara antes, cuando Kyllikki se puso a hablar consigo misma en susurros, pero fue inevitable cuando le pidió al ángel y a Rena como si tal cosa que le rompieran los cuernos. El bombazo de luz sirvió para sacarle el signo de interrogación de la cara, llevándose una mano a los ojos para bajarla hasta la barbilla con un hondo suspiro.
Su amiga respondió primero, lo que le dio tiempo de pensar en su propia respuesta. Las astas no tenían el problema de los cuernos al romperse, por lo que sabía se caían y volvían a crecer cada año, pero claro, Kyllikki no era un cérvido macho. Igual existía la posibilidad de que simplemente volvieran a crecer si se los arrancaba.
—A ver… —cambió el peso de una pierna a otra, peinándose por incomodidad—. Rena tiene razón. Pero en caso de que de verdad quieras deshacerte de tus cuernos —dijo mirando con seriedad a la afectada—, conozco a dos expertas en el tema. Todo lo que viene siendo de esta parte —se pasó una mano por encima de la cabeza de forma ambigua— te lo arreglan. Cuernos, astas, movidas con tu transformación… Te las quitan enseguida. Se llaman Naeleth y Lulú.
El cambiante había aprendido a controlar sus mentiras. Al creérselas conseguía que sonasen como verdades legítimas, y eran aún más fáciles de usar cuando había medias verdades. Precisamente Naeleth y Lulú le estaban ayudando a no hacerse daño usándolas y no provocarse una crisis de identidad en el proceso.
—A ti tampoco te vendría mal una visita —le dijo a Nea, yendo hacia las escaleras—. Ahora vuelvo y te ayudo Rena.
Le dejó margen a Qwara y Ulmara para no sentir que las agobiaba, llegando a tiempo de oír la pregunta de la tempestomante.
—Igual que en los torreones váis a encontrar baúles con ropa de gente que ya no vive aquí. Buscad en las habitaciones desocupadas y llevaros lo que os guste. Aunque os advierto que yo ya me he encargado de arrasar con las cosas más chulas —sonrió, bromeando con inocente picardía—. Si necesitáis cualquier cosa pegadnos una voz, ¿vale? Voy a estar abajo, pero a futuros mi habitación es esa —señaló su puerta—. Dentro está mi novio sobando la mona, pero si necesitáis auxilio mágico o ayuda así urgente que no os de cosa despertarlo. Ahora con vuestro permiso voy a... —suspiró. Luego rió por lo bajini para no hacerlo tan tenso—. Comprobar si no han dejado ciega y congelada a mi amiga.
Su amiga respondió primero, lo que le dio tiempo de pensar en su propia respuesta. Las astas no tenían el problema de los cuernos al romperse, por lo que sabía se caían y volvían a crecer cada año, pero claro, Kyllikki no era un cérvido macho. Igual existía la posibilidad de que simplemente volvieran a crecer si se los arrancaba.
—A ver… —cambió el peso de una pierna a otra, peinándose por incomodidad—. Rena tiene razón. Pero en caso de que de verdad quieras deshacerte de tus cuernos —dijo mirando con seriedad a la afectada—, conozco a dos expertas en el tema. Todo lo que viene siendo de esta parte —se pasó una mano por encima de la cabeza de forma ambigua— te lo arreglan. Cuernos, astas, movidas con tu transformación… Te las quitan enseguida. Se llaman Naeleth y Lulú.
El cambiante había aprendido a controlar sus mentiras. Al creérselas conseguía que sonasen como verdades legítimas, y eran aún más fáciles de usar cuando había medias verdades. Precisamente Naeleth y Lulú le estaban ayudando a no hacerse daño usándolas y no provocarse una crisis de identidad en el proceso.
—A ti tampoco te vendría mal una visita —le dijo a Nea, yendo hacia las escaleras—. Ahora vuelvo y te ayudo Rena.
Le dejó margen a Qwara y Ulmara para no sentir que las agobiaba, llegando a tiempo de oír la pregunta de la tempestomante.
—Igual que en los torreones váis a encontrar baúles con ropa de gente que ya no vive aquí. Buscad en las habitaciones desocupadas y llevaros lo que os guste. Aunque os advierto que yo ya me he encargado de arrasar con las cosas más chulas —sonrió, bromeando con inocente picardía—. Si necesitáis cualquier cosa pegadnos una voz, ¿vale? Voy a estar abajo, pero a futuros mi habitación es esa —señaló su puerta—. Dentro está mi novio sobando la mona, pero si necesitáis auxilio mágico o ayuda así urgente que no os de cosa despertarlo. Ahora con vuestro permiso voy a... —suspiró. Luego rió por lo bajini para no hacerlo tan tenso—. Comprobar si no han dejado ciega y congelada a mi amiga.
- ♪♫♬:
- Lathspell
Ficha de cosechado
Nombre: Kyllikki Paasikoski
Especie: Humana
Habilidades: Buena menoria, muy buena, lealtad, y facilidad para los idiomas.Personajes : Zobriel: Nublino transformado en Basilisco
Kyllikki: Humana cosechada.
Armas : Zobriel: Malicioso, Colmillo veneno, Cuchillada, Cola veneno
Kyllikki: Elataquedelasmilteoriascientificasypseudocientificasmasinutildetodoslostiempos
Status : Disponible para cualquier debate ilógico
Humor : Culpable de dibujar horrible y hacer chistes peores aun
Re: Sede de los Taumaturgos
10/11/21, 01:49 am
Kiki soltó un enooooorme suspiro mientras trataba de frotarse sus sienes con sus muñecas ya que ahora las yemas de sus dedos estaban prohibidas mientras tuviera esas garras. Se pregunto que pasaría si se agarraba a cabezazos contra una pared ahora que todos estaban huyendo, porque se negaba de plano a ir a endeudarse ya fuera con talismanes o con algún cirujano plástico para monstruos. Lo cual la llevo a hacer un movimiento que no haría conscientemente justo la mañana después del desastre, pero en su estado de poco sueño y pesadez mental no pudo evitar.
—No te atrevas a pensar en eso, tonto…—le dijo al ángel dándole un golpecito con el dorso de su mano en el abdomen. — y tampoco me salgas con algo como que no quiero tu dinero o ayuda o cosas asì porque sabes que no se trata de eso, para nada, sabes que es algo totalmente diferente….yyyy no estoy eufórica, de hecho dudo que pueda estarlo hoy luego de la nochecita que tuve…—Dijo para Rena y para todo aquel que aun estuviera en su radio de voz normal/baja — Solo que por cuestiones practicas es la solución más fácil a menos que…
Bajó la mirada a sus garras de nuevo callándose y apretando los dientes al darse cuenta que de todos, solo ella y el ángel conocían su precio. Había estado a punto de decir “a menos que en esta ciudad tengan un sitio patrocinado por el gobierno donde se ofrezcan seres inteligentes para que los monstruos de aquí los maten para saciar losapetitosquelaLunaleshadadoYQUEIRREMEDIABLEMENTELOSHACENLOQUESON….” No no, ni siquiera en su cabeza sonaba ni un poquito decente o calmado siquiera.
—Vale vale, voy a fingir que me calmo mas de lo que ya estoy …ok ok…aunque no decía nada en el libro de ayer supongo que si vuelven a crecer…bah ya no se, de verdad no quiero pensar ahora mismo.…así que eeeeentonces solo quedan preguntar de nuevo si alguien sabe donde queda algún otro refugio por favor y….si tienes un momento, o más precisamente, si es que quieres, tengo algo más que decirte Nery’s…
Le dijo de nuevo bajando la voz y meciéndose un poco. Había tenido el impulso de acercarse a el a abrazarlo, pero se contuvo en ultimo momento haciendo que se balanceara un poco mientras se abrazaba sin importarle ya si esa ropa resaltaba su cuerpo o no.
—No te atrevas a pensar en eso, tonto…—le dijo al ángel dándole un golpecito con el dorso de su mano en el abdomen. — y tampoco me salgas con algo como que no quiero tu dinero o ayuda o cosas asì porque sabes que no se trata de eso, para nada, sabes que es algo totalmente diferente….yyyy no estoy eufórica, de hecho dudo que pueda estarlo hoy luego de la nochecita que tuve…—Dijo para Rena y para todo aquel que aun estuviera en su radio de voz normal/baja — Solo que por cuestiones practicas es la solución más fácil a menos que…
Bajó la mirada a sus garras de nuevo callándose y apretando los dientes al darse cuenta que de todos, solo ella y el ángel conocían su precio. Había estado a punto de decir “a menos que en esta ciudad tengan un sitio patrocinado por el gobierno donde se ofrezcan seres inteligentes para que los monstruos de aquí los maten para saciar losapetitosquelaLunaleshadadoYQUEIRREMEDIABLEMENTELOSHACENLOQUESON….” No no, ni siquiera en su cabeza sonaba ni un poquito decente o calmado siquiera.
—Vale vale, voy a fingir que me calmo mas de lo que ya estoy …ok ok…aunque no decía nada en el libro de ayer supongo que si vuelven a crecer…bah ya no se, de verdad no quiero pensar ahora mismo.…así que eeeeentonces solo quedan preguntar de nuevo si alguien sabe donde queda algún otro refugio por favor y….si tienes un momento, o más precisamente, si es que quieres, tengo algo más que decirte Nery’s…
Le dijo de nuevo bajando la voz y meciéndose un poco. Había tenido el impulso de acercarse a el a abrazarlo, pero se contuvo en ultimo momento haciendo que se balanceara un poco mientras se abrazaba sin importarle ya si esa ropa resaltaba su cuerpo o no.
El Odio es por mucho el placer mas duradero. El hombre Ama con prisas, pero llega a Odiar con mucha calma.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Sede de los Taumaturgos
10/11/21, 02:09 pm
El resoplido de Ulmara le arrancó una sonrisa de alivio, pues al salir de la cocina y de la extraña atmósfera que la llenaba se sintió más ligera. Esos nuevos refugios debían ser una etapa mejor en su tiempo en la ciudad, pero le había costado un poco verlo con todo el drama de la situación y el reencuentro con sus compañeros.
—No tengo ni idea, la verdad —le respondió a la cercana con total sinceridad, encogiéndose suavemente de hombros mientras se aproximaban a las escaleras—. Está un poco pálida y tal, pero sus cuernos son bonitos… —murmuró, intentando no pensar demasiado en ello mientras le echaba un vistazo a su alrededor.
Las cenefas y arabescos que decoraban el edificio le resultaban agradables a la vista, como también lo eran el olor de la madera y el cuero, y de forma inconsciente la ifrit se sentía muy cómoda entre aquellas paredes. ¿Sería el otro refugio igual de acogedor? Qwara no sabía la respuesta, pero la nueva pregunta de la bruja le sacó de sus cavilaciones y le devolvió al momento presente sin saber qué contestar. Por suerte Rox les había seguido y no tardó en aclararles las dudas, indicándoles cuál era su habitación para futuros y ofreciéndoles a su novio por si necesitaban más ayuda.
—Muchas gracias. —le agradeció de nuevo, aún sonriendo por su broma sobre el saqueo de baúles cuando el cambiante se giró con un suspiro para volver a la cocina y a todo lo que eso implicaba.
Ahora mismo la sudafricana solo tenía ganas de darse una buena ducha y no pensar, pero no pudo quedarse callada mientras el veterano capeaba la tormenta.
—Oye, siento que tengáis que comeros ese marrón —se disculpó antes de que se alejara, mordiéndose el labio en un claro gesto de incomodidad—. ¿Sabes por casualidad qué es lo que ha pasado? Ya antes de la petición tan extraña que ha hecho Kiki el ambiente era muy raro… —quizás fuera más fácil lidiar con ambos más tarde si averiguaban qué había ocurrido entre ellos durante la noche.
—No tengo ni idea, la verdad —le respondió a la cercana con total sinceridad, encogiéndose suavemente de hombros mientras se aproximaban a las escaleras—. Está un poco pálida y tal, pero sus cuernos son bonitos… —murmuró, intentando no pensar demasiado en ello mientras le echaba un vistazo a su alrededor.
Las cenefas y arabescos que decoraban el edificio le resultaban agradables a la vista, como también lo eran el olor de la madera y el cuero, y de forma inconsciente la ifrit se sentía muy cómoda entre aquellas paredes. ¿Sería el otro refugio igual de acogedor? Qwara no sabía la respuesta, pero la nueva pregunta de la bruja le sacó de sus cavilaciones y le devolvió al momento presente sin saber qué contestar. Por suerte Rox les había seguido y no tardó en aclararles las dudas, indicándoles cuál era su habitación para futuros y ofreciéndoles a su novio por si necesitaban más ayuda.
—Muchas gracias. —le agradeció de nuevo, aún sonriendo por su broma sobre el saqueo de baúles cuando el cambiante se giró con un suspiro para volver a la cocina y a todo lo que eso implicaba.
Ahora mismo la sudafricana solo tenía ganas de darse una buena ducha y no pensar, pero no pudo quedarse callada mientras el veterano capeaba la tormenta.
—Oye, siento que tengáis que comeros ese marrón —se disculpó antes de que se alejara, mordiéndose el labio en un claro gesto de incomodidad—. ¿Sabes por casualidad qué es lo que ha pasado? Ya antes de la petición tan extraña que ha hecho Kiki el ambiente era muy raro… —quizás fuera más fácil lidiar con ambos más tarde si averiguaban qué había ocurrido entre ellos durante la noche.
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.
Personajes :- Spoiler:
Armas :- Spoiler:
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
- Dama Abrazos: Mandobles y manguales gigantes duales, balas cañon.
- Nery´s: Beyesha infinita. Esto que no sabe ni que es.
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
Status : Cazador de la luna de sangre.
Humor : JAJAJAJAJA *se marcha riéndose*
Re: Sede de los Taumaturgos
11/11/21, 08:55 pm
El grito de su vecina le saltó un respigo y la luz se rebajó al instante, arrepentido de haber estallado así en medio de todo el mundo. Con expresión dolida consigo mismo y con todo lo que pasaba murmuró una disculpa que se perdió en lo que él se encogía.
Tan solo asintió a sus palabras mientras trataba de reorganizar sus pensamientos y calmar el corazón que palpitaba violentamente dentro de su pecho.
No pudo evitar girarse automáticamente hacia Rox con sus palabras, dolido por aquello que parecía una locura y considerándolo un poco una traición. ¿Cómo podía dar algo así? ¿Era tan normal quitarse partes del cuerpo allí? Pero en cuanto se lo dijo a él quedó confundido. A que se estaría refiriendo con todo aquello... Confiaba en él con lo que le había aguantado. No parecía decir las cosas a la ligera, quizás sería buena idea hacerle caso...
Y cuando todo parecía que se iba calmando Kiki habló de nuevo. Recibió el golpecito, siempre los había amado, siempre le habían gustado tanto... Era como una confirmación de que ella estaba ahí, sin falta de mirarla o escucharla... Y ahora dolía tanto.
Un par de lágrimas recorrieron sus mejillas. Tan abrumado como frustrado por sus palabras, cerrando los puños para no volver a alzar la voz.
—¿Entonces porque es? —Lanzó primero. —Hay amuletos gratis, sabes tan bien como yo que ahora al menos Maila tiene magia infinita y es solo cuestión de tiempo hacer las protecciones incluso negándote a que Raelene nos dé el hechizo. ¿Si no es por putísimo orgullo porque cojones es Kiki? Porque te juro que yo no lo entiendo. —Alzó tanto la voz como el brillo de nuevo, pero pasó a cerrar los ojos aún con un par de lágrimas cayendo, abrumado, con la cabeza empezando a darle vueltas y tratando de molestar a su nueva vecina lo menos posible. —Encima vas y sueltas entre líneas que te quieres pirar sin tan solo... tan solo pensar que diría. —Gesticuló con la mano bruscamente hacia la puerta y su luz comenzó a parpadear, a oscurecerse y alumbrarse. Su cabeza daba vueltas. Parecía tambalearse un poco. Trastabilló hacia atrás y como pudo se sentó en la mesa llevándose las manos a la cara. —Solo por no... por no tomar una mano vas volverte una asesina, igual que el hijo de puta que mató a Iemai. «Igual que yo... » —Se hundió aún más en sus manos.
Derrumbado donde estaba habló con la voz muy cansada para ella. —Querría hablar... querría muchas cosas contigo... —Quería los mundos con ella, lo sabía de sobra desde hace tanto... —Pero no parece que tú quieras escuchar. Joder. No es ni siquiera la solución fácil ni la más práctica. Es tan solo lo que tú quieres que sea. Sin más.—Declaró sin mirarla, su vista perdida en el suelo. —Pues... —se trabó con sus palabras, ahogando un sollozo y buscando fuerzas donde no las había. Y entonces la miró a los ojos. —Salte con la tuya si quieres. Pero no cuentes conmigo entonces.
Tan solo asintió a sus palabras mientras trataba de reorganizar sus pensamientos y calmar el corazón que palpitaba violentamente dentro de su pecho.
No pudo evitar girarse automáticamente hacia Rox con sus palabras, dolido por aquello que parecía una locura y considerándolo un poco una traición. ¿Cómo podía dar algo así? ¿Era tan normal quitarse partes del cuerpo allí? Pero en cuanto se lo dijo a él quedó confundido. A que se estaría refiriendo con todo aquello... Confiaba en él con lo que le había aguantado. No parecía decir las cosas a la ligera, quizás sería buena idea hacerle caso...
Y cuando todo parecía que se iba calmando Kiki habló de nuevo. Recibió el golpecito, siempre los había amado, siempre le habían gustado tanto... Era como una confirmación de que ella estaba ahí, sin falta de mirarla o escucharla... Y ahora dolía tanto.
Un par de lágrimas recorrieron sus mejillas. Tan abrumado como frustrado por sus palabras, cerrando los puños para no volver a alzar la voz.
—¿Entonces porque es? —Lanzó primero. —Hay amuletos gratis, sabes tan bien como yo que ahora al menos Maila tiene magia infinita y es solo cuestión de tiempo hacer las protecciones incluso negándote a que Raelene nos dé el hechizo. ¿Si no es por putísimo orgullo porque cojones es Kiki? Porque te juro que yo no lo entiendo. —Alzó tanto la voz como el brillo de nuevo, pero pasó a cerrar los ojos aún con un par de lágrimas cayendo, abrumado, con la cabeza empezando a darle vueltas y tratando de molestar a su nueva vecina lo menos posible. —Encima vas y sueltas entre líneas que te quieres pirar sin tan solo... tan solo pensar que diría. —Gesticuló con la mano bruscamente hacia la puerta y su luz comenzó a parpadear, a oscurecerse y alumbrarse. Su cabeza daba vueltas. Parecía tambalearse un poco. Trastabilló hacia atrás y como pudo se sentó en la mesa llevándose las manos a la cara. —Solo por no... por no tomar una mano vas volverte una asesina, igual que el hijo de puta que mató a Iemai. «Igual que yo... » —Se hundió aún más en sus manos.
Derrumbado donde estaba habló con la voz muy cansada para ella. —Querría hablar... querría muchas cosas contigo... —Quería los mundos con ella, lo sabía de sobra desde hace tanto... —Pero no parece que tú quieras escuchar. Joder. No es ni siquiera la solución fácil ni la más práctica. Es tan solo lo que tú quieres que sea. Sin más.—Declaró sin mirarla, su vista perdida en el suelo. —Pues... —se trabó con sus palabras, ahogando un sollozo y buscando fuerzas donde no las había. Y entonces la miró a los ojos. —Salte con la tuya si quieres. Pero no cuentes conmigo entonces.
- Equilibrio:
Un blanco mas oscuro que el negro.
Un negro mas claro que el blanco.
El gris se desborda en mil tonos.
Y el arcoiris se hunde en monotonia.
Vivimos caminando el sendero dejado por los muertos.
Mientras brindamos nueva muerte a nuestro paso para extenderlo.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Sede de los Taumaturgos
11/11/21, 11:15 pm
Ulmara estaba igual que perdida que Qwara en cuanto a lo que estaba ocurriendo. Nisiquiera se sentía capaz de asegurar que el mal ambiente no tuviera algo que ver con las sensaciones extrañas que les causaba Nery's. Tal vez no fuera el único que imponía sentimientos... Aquella idea le hizo arrugar el morro en un gesto de repelús y decidió descartarla por el momento, asintiendo con vehemencia al comentario de la ifrit sobre los cuernos de Kiki.
Tras su pregunta, la voz que le respondió a sus espaldas le provocó otro respingo y, sin darse cuenta ella, parte de la tormenta que había absorbido anoche surgió de sus manos, ocultándolas bajo una nubecilla gris que pronto se reabsorbió hasta desaparecer. Noche de alegrías, mañana de sustos.
—¡Coño! —exclamó, pero enseguida se relajó y sonrió de forma ligeramente avergonzada—. Muchas gracias, Rox. Nos conformaremos con la ropa fea y molestaremos a tu novio si hace falta —añadió con diversión.
La gente que estaban conociendo en la sede le estaba cayendo bien y Ulmara se encontraba feliz de vivir encuentros con extraños en un contexto que no tenía nada que ver con la supervivencia diaria en una ciudad mortall (aunque siguieran en ella). Había ropa, tortitas, consejos para novatos... Quizás lo más mortal en aquel momento fuera Kiki, por lo que les dio a entender con la posibilidad de encontrar a su amiga congelada. Pero si no podía partirse sus propios cuernos, dificilmente iba a matar a nadie.
Pensando en la hospitalidad, Ulmara recordó a Iemai y se dio cuenta de que este era el "sitio" al que quería llegar. A esta seguridad, rodeada de una chica de lava y una payasa tormentosa y un pavo aterrador y una excéntrica neblinosa... Su ánimo se desinfló levemente y no añadió nada más, a la espera de una respuesta de Rox que le permitiese volver a poner su atención lejos de la pérdida y la culpa por sobrevivir.
Tras su pregunta, la voz que le respondió a sus espaldas le provocó otro respingo y, sin darse cuenta ella, parte de la tormenta que había absorbido anoche surgió de sus manos, ocultándolas bajo una nubecilla gris que pronto se reabsorbió hasta desaparecer. Noche de alegrías, mañana de sustos.
—¡Coño! —exclamó, pero enseguida se relajó y sonrió de forma ligeramente avergonzada—. Muchas gracias, Rox. Nos conformaremos con la ropa fea y molestaremos a tu novio si hace falta —añadió con diversión.
La gente que estaban conociendo en la sede le estaba cayendo bien y Ulmara se encontraba feliz de vivir encuentros con extraños en un contexto que no tenía nada que ver con la supervivencia diaria en una ciudad mortall (aunque siguieran en ella). Había ropa, tortitas, consejos para novatos... Quizás lo más mortal en aquel momento fuera Kiki, por lo que les dio a entender con la posibilidad de encontrar a su amiga congelada. Pero si no podía partirse sus propios cuernos, dificilmente iba a matar a nadie.
Pensando en la hospitalidad, Ulmara recordó a Iemai y se dio cuenta de que este era el "sitio" al que quería llegar. A esta seguridad, rodeada de una chica de lava y una payasa tormentosa y un pavo aterrador y una excéntrica neblinosa... Su ánimo se desinfló levemente y no añadió nada más, a la espera de una respuesta de Rox que le permitiese volver a poner su atención lejos de la pérdida y la culpa por sobrevivir.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Sede de los Taumaturgos
12/11/21, 02:38 am
Cuando Ulmara se sobresaltó Rox puso las manos en alto como si le apuntaran con una pistola a la vez que decía “¡son de paz, vengo en son de paz!”. Los nuevos le estaban recordando al bebé de Los Increíbles, mucha fuerza descontrolada que no conviene pillar por sorpresa por tu integridad física. Bueno, “nuevos”, lo mismo le seguía pasando con Guille.
—Nada, nada —les sonrió de vuelta—. Es lo mínimo. No penséis que no os hemos ayudado antes porque no hemos querido… —terminó, algo cortado. Se estaban tomando aquello muchísimo mejor que él en su momento, pero igual no se pasaría atosigándolas.
No obstante Qwara hizo una pregunta antes de que pensara siquiera en dar media vuelta. El cambiante hizo una mueca, sin saber si era correcto exponer la privacidad del ángel y sobre todo… el asunto con la otra chica. Tampoco tenía idea de que tanto sabrían ellas. La inmoralidad de la transformación de Killykki, los miedos de Nea sobre lo que esta hiciera consigo misma, toda su relación…
—Más o menos. Más menos que más —tomó aire, rascándose la nuca mientras pensaba en como proceder—. Ha tenido problemas con vuestra compañerai. Un desamorío, mucha falta de comunicación y… —dudó. “¿Sabéis lo que es un precio inmoral chicas? ¡¿Y una relación tóxica?!”. No. No quería darles tantos problemas nada más llegar, bastante tendrían en el plato, como también tenían derecho de disfrutar de la ducha—. Igualmente es mejor que os lo cuente él. Es… es bastante tocho. Vuestros amigos están un poco… —hizo una mueca comprometida—. Regular —en diversos sentidos, bufó mentalmente—. Por la luna y otras movidas entre los dos.
No quería preocuparlas, pero puso especial urgencia en la segunda mitad para insistir en que lo hablaran con él. Aquello era un trabajo digno de Naeleth y Lulú, pero por experiencia sabía que los golpes se encajaban mejor con el apoyo extra de amigos.
—Venga. Usad toda el agua caliente, que no se gasta —les dijo para finiquitar y suavizar las cosas. Con un gesto de despedida y una pequeña sonrisa Rox se marchó escaleras abajo, al campo de batalla.
Yyyyy no exageraba.
La luz que le llegaba tintineante era como la de los flexos en las pelis de terror, si encima le sumaba la niebla helada escapando por lo bajo y el aura del ángel… Silent Hill en la cocina. No sabía que habría dicho Killykki en su ausencia y apenas pudo escuchar la mitad de la respuesta de Nea, lo justo para poner los ojos como platos y quedarse quieto in situ. Se quedó un par de segundos en la escalera sin gana alguna de entrar, entonces recordó que su amiga seguía ahí dentro haciendo las tortitas más tensas del mundo y se armó de valor para hacerlo.
Entró arreglándose la camisa, escondiéndose en la (afortunadamente) gruesa tela para ignorar el frío y se puso al lado de Rena. Le echó un vistazo a los otros dos, pero no estableció contacto directo para no meterse de por medio.
—Dime con que te ayudo —dijo en un tono que era solo para ella, serio. En su frase había muchos interrogantes y significados más allá de medir el azúcar o pasarle la mantequilla. Dios, como deseaba tener telepatía en ese mismo instante.
—Nada, nada —les sonrió de vuelta—. Es lo mínimo. No penséis que no os hemos ayudado antes porque no hemos querido… —terminó, algo cortado. Se estaban tomando aquello muchísimo mejor que él en su momento, pero igual no se pasaría atosigándolas.
No obstante Qwara hizo una pregunta antes de que pensara siquiera en dar media vuelta. El cambiante hizo una mueca, sin saber si era correcto exponer la privacidad del ángel y sobre todo… el asunto con la otra chica. Tampoco tenía idea de que tanto sabrían ellas. La inmoralidad de la transformación de Killykki, los miedos de Nea sobre lo que esta hiciera consigo misma, toda su relación…
—Más o menos. Más menos que más —tomó aire, rascándose la nuca mientras pensaba en como proceder—. Ha tenido problemas con vuestra compañerai. Un desamorío, mucha falta de comunicación y… —dudó. “¿Sabéis lo que es un precio inmoral chicas? ¡¿Y una relación tóxica?!”. No. No quería darles tantos problemas nada más llegar, bastante tendrían en el plato, como también tenían derecho de disfrutar de la ducha—. Igualmente es mejor que os lo cuente él. Es… es bastante tocho. Vuestros amigos están un poco… —hizo una mueca comprometida—. Regular —en diversos sentidos, bufó mentalmente—. Por la luna y otras movidas entre los dos.
No quería preocuparlas, pero puso especial urgencia en la segunda mitad para insistir en que lo hablaran con él. Aquello era un trabajo digno de Naeleth y Lulú, pero por experiencia sabía que los golpes se encajaban mejor con el apoyo extra de amigos.
—Venga. Usad toda el agua caliente, que no se gasta —les dijo para finiquitar y suavizar las cosas. Con un gesto de despedida y una pequeña sonrisa Rox se marchó escaleras abajo, al campo de batalla.
Yyyyy no exageraba.
La luz que le llegaba tintineante era como la de los flexos en las pelis de terror, si encima le sumaba la niebla helada escapando por lo bajo y el aura del ángel… Silent Hill en la cocina. No sabía que habría dicho Killykki en su ausencia y apenas pudo escuchar la mitad de la respuesta de Nea, lo justo para poner los ojos como platos y quedarse quieto in situ. Se quedó un par de segundos en la escalera sin gana alguna de entrar, entonces recordó que su amiga seguía ahí dentro haciendo las tortitas más tensas del mundo y se armó de valor para hacerlo.
Entró arreglándose la camisa, escondiéndose en la (afortunadamente) gruesa tela para ignorar el frío y se puso al lado de Rena. Le echó un vistazo a los otros dos, pero no estableció contacto directo para no meterse de por medio.
—Dime con que te ayudo —dijo en un tono que era solo para ella, serio. En su frase había muchos interrogantes y significados más allá de medir el azúcar o pasarle la mantequilla. Dios, como deseaba tener telepatía en ese mismo instante.
- ♪♫♬:
- Lathspell
Ficha de cosechado
Nombre: Kyllikki Paasikoski
Especie: Humana
Habilidades: Buena menoria, muy buena, lealtad, y facilidad para los idiomas.Personajes : Zobriel: Nublino transformado en Basilisco
Kyllikki: Humana cosechada.
Armas : Zobriel: Malicioso, Colmillo veneno, Cuchillada, Cola veneno
Kyllikki: Elataquedelasmilteoriascientificasypseudocientificasmasinutildetodoslostiempos
Status : Disponible para cualquier debate ilógico
Humor : Culpable de dibujar horrible y hacer chistes peores aun
Re: Sede de los Taumaturgos
12/11/21, 08:04 pm
Kiki abrió la boca para tratar de decir algo, para decirle que tenia razón, que era verdad mucho de lo que decía, que estaba totalmente de acuerdo en que la detestara, que no quería que se sintiera así…que no es que no pensara en el. Quería decirle tantas cosas. Se lo merecía del todo, y saberlo no la ayudaba a sentirse mejor, solo a aceptar toda la reprimenda. Incluso se le crisparon las manos cuando alzo la voz y el aura del ángel la golpeo. Estuvo a punto de hacerse una pelotita y llorar, pero no quería, estaba congelada, mas de lo que su transformación la había puesto. Sin embargo, la mención de Iemai y de aquel sujeto provoco algo en ella. “Si. No. Pero si. Aunque no.” De alguna forma eso la puso furiosa, furiosa como una niña a la que no le creen que ella no tuvo la culpa. Era odioso que ambos tuvieran razón.
Dentro de ella había dos tormentas girando alrededor de un maldito iceberg en forma de corazón. Una solo quería dejar que todo se rompiera y abrazarlo y quedarse ahí y curarle la herida del pecho y empezar de cero como había empezado hace tiempo cuando el la salvo. La otra estaba congelando mas aun el hielo, gritándole que no podía ser débil, ya no más. Que para bien o para mal ahora ya no era Kiki, era algo más, que tenía que salir adelante con lo que era. Le devolvió la mirada con la respiración paralizada, asustada y a la vez sin poder decidir. Su mente estaba confusa, pero de alguna manera frunció el ceño, apretó las garras y respiro suavemente mirándolo, molesta, sin saber si era con el, con la situación o con ella misma. Un pequeño tic le empezó a hacer temblar la ceja izquierda antes de dar un largo, laaargo suspiro y responder.
—V-Vale….vale muy muuuuy bien… — le dijo con la voz agarrotada por el efecto del aura y por las ganas de llorar— D-De parte de Kyllikki Pa-Paasikoski, gracias. Por todo, por salvarla y por quererla…y-y… perdón por tan poco. Pero ya no está ¿verdad? ¿Toc toc? V-Ves… nada. No contesta… —Dijo mientras se tocaba la sien con una de sus garras. Trató de sonreír desafiante mientras unas lágrimas escapaban de sus ojos. No era la imagen más propicia para una despedida — No te molestare más, ni contare contigo, ni te volveré a pedir nada nunca jamás…No tendrás que gastar ni endeudarte ni pedir favores ni hacerte responsable más por mi…oh oh, si, mucho gusto, me presento. Soy Helcaraxë para…naaaahhh esa parte no merece la pena decirla…—las lágrimas seguían cayendo en medio de esa sonrisa falsa así que se las aparto con una mano antes de moverse hacia la puerta de la cocina.— Y Perdón por tan deplorable espectáculo —Dijo hablándoles a Rox y Rena. Hizo una terrible reverencia aun con la ropa apretada de la noche pasada— No tengo idea de los estándares de esta ciudad, pero aun así os pido disculpas por molestar tan temprano en la mañana, el desayuno es la comida mas importante del dia como dicen por ahí ¿Quién dice? Pues muchas personas…en fin…ahora me retiro y espero jamás…jamás volver a verte —Le dijo al ángel apretando los dientes. No lo odiaba, no podía, es más, era absolutamente todo lo contrario, quería estar con él. Y por eso mismo quería alejarse y no ceder, no volver a ser una damisela desvalida que dependía de él.
Se volteó dispuesta a salir y preguntar por ahí como diablos llegar al otro refugio, aun llorando, pero ya sin la sonrisa. Sin embargo, al parecer el día no quería solo ayudarla con sus planes y cuando miro afuera había mas gente, conocidos y no conocidos, y ella solo quería llorar o irse de ahi. — Aqui parece que hay mas gente y creo que necesitan a los nuevos...tranquilo Nery's todos se ven mucho mas amables y menos...como yo...— Le dijo antes de salir sin saludar e irse a un lado apartada mitad enojada y mitad soltando lagrimas, esperando por lo que le tuvieran que decir y rogando no tener que dar explicaciones.
Dentro de ella había dos tormentas girando alrededor de un maldito iceberg en forma de corazón. Una solo quería dejar que todo se rompiera y abrazarlo y quedarse ahí y curarle la herida del pecho y empezar de cero como había empezado hace tiempo cuando el la salvo. La otra estaba congelando mas aun el hielo, gritándole que no podía ser débil, ya no más. Que para bien o para mal ahora ya no era Kiki, era algo más, que tenía que salir adelante con lo que era. Le devolvió la mirada con la respiración paralizada, asustada y a la vez sin poder decidir. Su mente estaba confusa, pero de alguna manera frunció el ceño, apretó las garras y respiro suavemente mirándolo, molesta, sin saber si era con el, con la situación o con ella misma. Un pequeño tic le empezó a hacer temblar la ceja izquierda antes de dar un largo, laaargo suspiro y responder.
—V-Vale….vale muy muuuuy bien… — le dijo con la voz agarrotada por el efecto del aura y por las ganas de llorar— D-De parte de Kyllikki Pa-Paasikoski, gracias. Por todo, por salvarla y por quererla…y-y… perdón por tan poco. Pero ya no está ¿verdad? ¿Toc toc? V-Ves… nada. No contesta… —Dijo mientras se tocaba la sien con una de sus garras. Trató de sonreír desafiante mientras unas lágrimas escapaban de sus ojos. No era la imagen más propicia para una despedida — No te molestare más, ni contare contigo, ni te volveré a pedir nada nunca jamás…No tendrás que gastar ni endeudarte ni pedir favores ni hacerte responsable más por mi…oh oh, si, mucho gusto, me presento. Soy Helcaraxë para…naaaahhh esa parte no merece la pena decirla…—las lágrimas seguían cayendo en medio de esa sonrisa falsa así que se las aparto con una mano antes de moverse hacia la puerta de la cocina.— Y Perdón por tan deplorable espectáculo —Dijo hablándoles a Rox y Rena. Hizo una terrible reverencia aun con la ropa apretada de la noche pasada— No tengo idea de los estándares de esta ciudad, pero aun así os pido disculpas por molestar tan temprano en la mañana, el desayuno es la comida mas importante del dia como dicen por ahí ¿Quién dice? Pues muchas personas…en fin…ahora me retiro y espero jamás…jamás volver a verte —Le dijo al ángel apretando los dientes. No lo odiaba, no podía, es más, era absolutamente todo lo contrario, quería estar con él. Y por eso mismo quería alejarse y no ceder, no volver a ser una damisela desvalida que dependía de él.
Se volteó dispuesta a salir y preguntar por ahí como diablos llegar al otro refugio, aun llorando, pero ya sin la sonrisa. Sin embargo, al parecer el día no quería solo ayudarla con sus planes y cuando miro afuera había mas gente, conocidos y no conocidos, y ella solo quería llorar o irse de ahi. — Aqui parece que hay mas gente y creo que necesitan a los nuevos...tranquilo Nery's todos se ven mucho mas amables y menos...como yo...— Le dijo antes de salir sin saludar e irse a un lado apartada mitad enojada y mitad soltando lagrimas, esperando por lo que le tuvieran que decir y rogando no tener que dar explicaciones.
- La mente de kiki antes de volverse la mente de Helcaraxë:
- Para los que quieran saber que gritaba la mente de Kiki llena de furia y caos mientras el hablaba, era algo asi:
“Por supuesto que es orgullo pedazo de gilipollas, claro que es por orgullo, porque no quiero estar desvalida, porque no quiero volver a ser una chica inútil a la que salvan en un sitio monstruoso y no quiero ser una carga ni tampoco no tener nada que ofrecer. Porque orgullo y estos poderes es todo lo que tengo ahora. Me sacaron de mi mundo, me enamore de ti pedazo estupido y ahora parece que todo se va al putisimo maldito infierno. Me quitaron la magia y ahora al menos eso tengo de vuelta…. maldita sea…y si… y no…no te atrevas a compararme con ese infeliz…pero ¿sabes qué? Si…si quieres la verdad, si, ya te lo dije antes. Si tengo que ir a la Tierra y matar a mis padres con mis propias garras, congelarlos como poco a poco mientras miran horrorizados como una pesadilla les arrebata el calor… y traer sus cabezas heladas en mis manos a cambio de poder tener magia sin mendigar ni deber favores, lo hare, lo haré riendo joder. Y cuando vuelva aquí cantare y escribiré un poema bajo la maldita Luna…y cuando lo haga te daré la razón, no era la forma más fácil ni práctica, pero cuando haga eso será porque era lo que YO quería…”
El Odio es por mucho el placer mas duradero. El hombre Ama con prisas, pero llega a Odiar con mucha calma.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.