Prisión (Archivo VII)
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Kanyum
Red
Evanna
Giniroryu
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31 participantes
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- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Prisión (Archivo VII)
30/10/15, 09:06 pm
Fueron los temblores los que terminaron por despertarla. Abrió lentamente los ojos sintiendo un nuevo estremecimiento al tiempo que intentaba cubrirse aun mas con el poncho instintivamente, dándose cuenta que se encontraba sobre una cama. Soñolienta aun y con el frío calando su cuerpo desnudo bajo el poncho miró alrededor. Estaba en un cuarto sin mas luz que la que provenía del pasillo, pues la puerta estaba entre abierta, acostada en una cama que había tenido mejores tiempos, aunque para ella era un pequeño lujo.
Los recuerdos de su breve encuentro con Dama Aroma llegó a la mente de Pam. Frunció el ceño pues aquel sitio no tenia pinta alguna de ser magnifico, parecía un tugurio de mala muerte. Agarro el mango del cuchillo dentro de su delantal para conseguir seguridad antes de bajarse de la cama, sintiendo la piedra bajo sus pies.
<<Que lugar mas extraño>> pensó acercándose despacio a la puerta no habiendo NAda mas que ver allí salvo suelo sucio y una cama incomoda. Empezaba a temer el haberse equivocado por confiar en Dama Aroma ¿y si había sido llevada a otra granja? <<La suerte no puede ser tan cruel...>> inquieta, asomándose un poco por el orificio que permitía que entrara cierta luz en el cuarto. No había nadie fuera, solo un largo pasillo cubierto de piedra. No había ordes alguno fuera y aquello le era extraño. Las granjas siempre estaban cuidadas y vigiladas por los ordeses, pero allí no solo no había nadie sino que tenia un aspecto bastante decadente.
<<Incluso si lo hay, tengo mi cuchillo>> aseguro dándose confianza antes de empujar un poco la puerta con esfuerzo, pues era bastante pesada y abrir un hueco lo suficientemente grande para colar su menudo cuerpo. Ya afuera, vio que tanto a su derecha como a su izquierda el pasillo parecía no tener fin y solo era iluminado por la tenue luz de las antorchas. No solo eso, sino que todo era...grande, el techo, la puerta, la cama donde había despertado y aquello solo añadió otra duda mas a la mente de la mono del queso.
-¿Y ahora que? -se preguntó Pam confundida y frunciendo aun mas el ceño. Sin saber donde estaba ni por donde ir, solo le quedaba una opción: dejad que la suerte la guiara. Cogió una de las agujas de su pulsera y acuclilló en el suelo sintiendo un poco mas de calor llegando a ella al hacerlo, colocando la aguja en vertical sobre una de las losas de piedra, la aguja se mantuvo de pies apenas un par de milésimas de segundo después de que apartara el dedo, cayendo hacia un lado antes de rodar un poco y quedarse quieta- A la izquierda entonces - murmuro Pam, tomando la aguja de vuelta y devolviéndola a su lugar, para seguir el pasillo indicando sin dejar de restregarse un brazo para intentar calentarse un poco y con el cuchillo firmemente agarrado en el bolsillo.
Los recuerdos de su breve encuentro con Dama Aroma llegó a la mente de Pam. Frunció el ceño pues aquel sitio no tenia pinta alguna de ser magnifico, parecía un tugurio de mala muerte. Agarro el mango del cuchillo dentro de su delantal para conseguir seguridad antes de bajarse de la cama, sintiendo la piedra bajo sus pies.
<<Que lugar mas extraño>> pensó acercándose despacio a la puerta no habiendo NAda mas que ver allí salvo suelo sucio y una cama incomoda. Empezaba a temer el haberse equivocado por confiar en Dama Aroma ¿y si había sido llevada a otra granja? <<La suerte no puede ser tan cruel...>> inquieta, asomándose un poco por el orificio que permitía que entrara cierta luz en el cuarto. No había nadie fuera, solo un largo pasillo cubierto de piedra. No había ordes alguno fuera y aquello le era extraño. Las granjas siempre estaban cuidadas y vigiladas por los ordeses, pero allí no solo no había nadie sino que tenia un aspecto bastante decadente.
<<Incluso si lo hay, tengo mi cuchillo>> aseguro dándose confianza antes de empujar un poco la puerta con esfuerzo, pues era bastante pesada y abrir un hueco lo suficientemente grande para colar su menudo cuerpo. Ya afuera, vio que tanto a su derecha como a su izquierda el pasillo parecía no tener fin y solo era iluminado por la tenue luz de las antorchas. No solo eso, sino que todo era...grande, el techo, la puerta, la cama donde había despertado y aquello solo añadió otra duda mas a la mente de la mono del queso.
-¿Y ahora que? -se preguntó Pam confundida y frunciendo aun mas el ceño. Sin saber donde estaba ni por donde ir, solo le quedaba una opción: dejad que la suerte la guiara. Cogió una de las agujas de su pulsera y acuclilló en el suelo sintiendo un poco mas de calor llegando a ella al hacerlo, colocando la aguja en vertical sobre una de las losas de piedra, la aguja se mantuvo de pies apenas un par de milésimas de segundo después de que apartara el dedo, cayendo hacia un lado antes de rodar un poco y quedarse quieta- A la izquierda entonces - murmuro Pam, tomando la aguja de vuelta y devolviéndola a su lugar, para seguir el pasillo indicando sin dejar de restregarse un brazo para intentar calentarse un poco y con el cuchillo firmemente agarrado en el bolsillo.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Prisión (Archivo VII)
30/10/15, 09:29 pm
Nime despertó como cualquier otro día, pasando primero por un estado de duermevela en el que no fue consciente de nada. Pero cuando llegó la consciencia se irguió de golpe, percibiendo por primera vez la penumbra a su alrededor, la cama incómoda y la soledad del cuarto. Se le escapó un chillido de emoción y se levantó de un salto. Solo veía piedra a su alrededor, aparte de la cama, una puerta y un ventanuco. Se lanzó a él y sacó la cabeza para echar el primer vistazo.
—¡Qué feo!
Pero sonreía cuando se retiró de nuevo hacia el interior. Bajo aquel manto de nubes oscuras, algo en lo que la libense no reparó realmente, había una ciudad medio en ruinas esperándola. Debía estar llena de sitios que ver, edificios que investigar, y nidos de bichos y animales. ¿Su prueba sería encontrar un tesoro? ¿Encontrar comida? A la niña no le importaba demasiado de qué se tratase, solo quería empezar cuanto antes, y por eso se dirigió a la puerta con paso seguro. Su situación podía parecer peor de lo que lo había sido durante el banquete en el castillo de la Reina Madre, pero para la niña era bastante mejor aquella incertidumbre que el aburrimiento.
Se encontró todavía más puertas, prácticamente solo había puertas en aquel pasillo lúgubre al que había salido. La luz únicamente venía de un punto, donde el pasillo giraba a la izquierda. Empezó a caminar hacia allí, y gritó:
—¡Hola! ¿Hay alguien aquí?
Al doblar la esquina el eco de su voz aún reverberaba en el pasillo. Se encontró unas escaleras, y en la planta inferior había alguien bajito y pelón, cuyas proporciones no correspondían a las de un niño. «Uy».
—¡Qué feo!
Pero sonreía cuando se retiró de nuevo hacia el interior. Bajo aquel manto de nubes oscuras, algo en lo que la libense no reparó realmente, había una ciudad medio en ruinas esperándola. Debía estar llena de sitios que ver, edificios que investigar, y nidos de bichos y animales. ¿Su prueba sería encontrar un tesoro? ¿Encontrar comida? A la niña no le importaba demasiado de qué se tratase, solo quería empezar cuanto antes, y por eso se dirigió a la puerta con paso seguro. Su situación podía parecer peor de lo que lo había sido durante el banquete en el castillo de la Reina Madre, pero para la niña era bastante mejor aquella incertidumbre que el aburrimiento.
Se encontró todavía más puertas, prácticamente solo había puertas en aquel pasillo lúgubre al que había salido. La luz únicamente venía de un punto, donde el pasillo giraba a la izquierda. Empezó a caminar hacia allí, y gritó:
—¡Hola! ¿Hay alguien aquí?
Al doblar la esquina el eco de su voz aún reverberaba en el pasillo. Se encontró unas escaleras, y en la planta inferior había alguien bajito y pelón, cuyas proporciones no correspondían a las de un niño. «Uy».
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Prisión (Archivo VII)
30/10/15, 10:08 pm
Neil se estremeció al sentir la brisa rozar su espalda y se apretujó más contra la pared, pero no halló ninguna pared. Nervioso en la inconsciencia, pensó que aquello no tenía sentido. Normalmente al borde de la cama solía estar Adru, pero aunque se hubiera despertado antes que él era aún más improbable que Neil hubiera rodado hasta ahí. Inquieto, giró rápidamente hacia el otro lado, empujando en su camino a un cuerpo que cayó al suelo con un quejido. Neil se asomó medio dormido aun por el borde de la cama y vio una bola morada y marrón en el suelo.
- ¿Adru? ¿Dónde has puesto mi pared?
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- InvitadoInvitado
Re: Prisión (Archivo VII)
30/10/15, 10:14 pm
Rena se despertó con la agobiante sensación de que se caía. Se incorporó bruscamente, dando un grito ahogado, y se vio en un lugar completamente desconocido. El pánico la abordó unos segundos, hasta que los recuerdos de la noche anterior fueron regresando a su mente poco a poco. Estaba en Rocavarancolia, era una elegida. Era especial. Retiró las sábanas que la cubrían y se puso en pie. Ni siquiera le habían quitado las botas. << ¿Pero cuándo y como me han traído aquí?>> En realidad, no recordaba nada de después de aceptar la propuesta de la cosechadora.
-Bah, qué mas dará.- dijo para sí.
La habitación era polvorienta, húmeda y cutre, y Rena sabía de sitios así. Dio una vuelta y al comprobar que nada allí llamaba su atención (y que no llegaba a la ventana) salió al pasillo. Estaba oscuro, la iluminación venía de antorchas, algo que la irrense no terminaba de comprender. ¿No podían poner fluorescentes? Seguro que era mucho más barato. Usó la pantalla de su brazo mecánico para iluminar un poco mejor el camino y fue avanzando en una dirección al azar. A un lado y otro había puertas, todas cerradas, todas idénticas a las de su habitación. Hasta que dio con una que estaba habierta.
Entraba algo de brisa por la rendija, algo que Rena agradeció pues estaba empezando a asarse. Al otro lado, casi no había habitación, solo un metro de pared y suelo y un enorme agujero. Una ciudad se presentaba ante ella, ruinosa y gris pero le daba exactamente igual, porque lo que había sobre ella era cielo. Una capa de nubes, rota aquí y allá por rayos de sol, nada de grutas ni pasillos artificiales, podía mirar a lo lejos y sus ojos no se chocarían contra nada. Tuvo que apartar la vista a los pocos segundos porque estaba empezando a marearse. El olor a lluvia le llenaba los pulmones. Aquello no era Irraria, estaba en otro mundo, de verdad estaba en Rocavarancolia. Rena empezó a sar saltos de alegría, aprovechando que no había nadie (no sin antes alejarse bien del boquete de la pared porque le daba un pelín de vértigo).
Imaginó que tendría que buscar a un encargado u organizador. ¿Dónde estaría la recepción? Volvió al pasillo y siguió andando hasta que oyó una vocecilla. No logró entender lo que decía, aun así buscó su procedencia.
-Quietos ahí.- dijo con voz autoritaria a los dos retacos con los que se había encontrado. Le gustaba asustar a los crios, pero esos crios eran un pelín rarunos. << ¿Serán de aquí?>> Rena esperaba que no la hubiesen metido en mágia para párvulos porque machacaría a hostias a la cosechadora de las narices.
-Bah, qué mas dará.- dijo para sí.
La habitación era polvorienta, húmeda y cutre, y Rena sabía de sitios así. Dio una vuelta y al comprobar que nada allí llamaba su atención (y que no llegaba a la ventana) salió al pasillo. Estaba oscuro, la iluminación venía de antorchas, algo que la irrense no terminaba de comprender. ¿No podían poner fluorescentes? Seguro que era mucho más barato. Usó la pantalla de su brazo mecánico para iluminar un poco mejor el camino y fue avanzando en una dirección al azar. A un lado y otro había puertas, todas cerradas, todas idénticas a las de su habitación. Hasta que dio con una que estaba habierta.
Entraba algo de brisa por la rendija, algo que Rena agradeció pues estaba empezando a asarse. Al otro lado, casi no había habitación, solo un metro de pared y suelo y un enorme agujero. Una ciudad se presentaba ante ella, ruinosa y gris pero le daba exactamente igual, porque lo que había sobre ella era cielo. Una capa de nubes, rota aquí y allá por rayos de sol, nada de grutas ni pasillos artificiales, podía mirar a lo lejos y sus ojos no se chocarían contra nada. Tuvo que apartar la vista a los pocos segundos porque estaba empezando a marearse. El olor a lluvia le llenaba los pulmones. Aquello no era Irraria, estaba en otro mundo, de verdad estaba en Rocavarancolia. Rena empezó a sar saltos de alegría, aprovechando que no había nadie (no sin antes alejarse bien del boquete de la pared porque le daba un pelín de vértigo).
Imaginó que tendría que buscar a un encargado u organizador. ¿Dónde estaría la recepción? Volvió al pasillo y siguió andando hasta que oyó una vocecilla. No logró entender lo que decía, aun así buscó su procedencia.
-Quietos ahí.- dijo con voz autoritaria a los dos retacos con los que se había encontrado. Le gustaba asustar a los crios, pero esos crios eran un pelín rarunos. << ¿Serán de aquí?>> Rena esperaba que no la hubiesen metido en mágia para párvulos porque machacaría a hostias a la cosechadora de las narices.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Personajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Prisión (Archivo VII)
30/10/15, 10:19 pm
Milo despertó bruscamente, su espalda agarrotada y la respiración acelerada. El fantasma de una pesadilla que ya había olvidado bailaba aún en el fondo de sus ojos somnolientos, pero al percatarse de que estaba en un calabozo el irrense se despejó del todo. Se puso en pie con una mueca y empezó a estirarse con cuidado para no hacerse daño, echándole un vistazo a la estancia mientras tanto. La decoración, sacada de algún RPG de temática medieval, resultaba bastante inquietante, pero el hacker se cuidó de no perder los nervios y empezó a hacer memoria. Sabía que estaba en Rocavarancolia, pues recordaba la conversación con la cosechadora y haberla seguido hasta un lugar apartado, pero después de eso todo estaba negro.
—¿Esta es la ciudad de los milagros? —se preguntó en voz alta, acercándose a una pequeña ventana excavada en una de las paredes de piedra para ojear el exterior. Sólo había ruinas hasta donde alcanzaba la vista—. Prometedor, sin duda, aunque supongo que ésto es mejor que las minas del norte. —se dijo con una sonrisa irónica, tratando de ser optimista.
La puerta de la mazmorra era de madera y estaba ligeramente hinchada por la humedad, pero no estaba cerrada. La abrió con cautela, echándole un vistazo al lúgubre pasillo sin saber muy bien cómo proceder. Al final su estómago decidió por él, pues un gruñido de sus tripas le informó de que llevaba bastante tiempo sin comer.
—¿Cuántas horas habré dormido? —masculló, hurgando en los bolsillos de su parka hasta dar con uno de los tres bollos de leche que llevaba encima. Con una sonrisa de satisfacción el chico lo desenvolvió y se lo llevó a la boca, guardándose el envoltorio de papel de nuevo para no ensuciar el suelo.
De esta guisa salió al corredor, girando la cabeza a ambos lados sin decidirse por una dirección. «Tampoco es que tenga mucha prisa», pensó para sí, desplegando la pantalla holográfica de su brazo izquierdo para realizar unas comprobaciones rutinarias. Como ya había supuesto no tenía conexión a la red, algo lógico dado que estaba en otro planeta, pero aún estando al corriente la sensación se le antojaba extraña.
—¿Esta es la ciudad de los milagros? —se preguntó en voz alta, acercándose a una pequeña ventana excavada en una de las paredes de piedra para ojear el exterior. Sólo había ruinas hasta donde alcanzaba la vista—. Prometedor, sin duda, aunque supongo que ésto es mejor que las minas del norte. —se dijo con una sonrisa irónica, tratando de ser optimista.
La puerta de la mazmorra era de madera y estaba ligeramente hinchada por la humedad, pero no estaba cerrada. La abrió con cautela, echándole un vistazo al lúgubre pasillo sin saber muy bien cómo proceder. Al final su estómago decidió por él, pues un gruñido de sus tripas le informó de que llevaba bastante tiempo sin comer.
—¿Cuántas horas habré dormido? —masculló, hurgando en los bolsillos de su parka hasta dar con uno de los tres bollos de leche que llevaba encima. Con una sonrisa de satisfacción el chico lo desenvolvió y se lo llevó a la boca, guardándose el envoltorio de papel de nuevo para no ensuciar el suelo.
De esta guisa salió al corredor, girando la cabeza a ambos lados sin decidirse por una dirección. «Tampoco es que tenga mucha prisa», pensó para sí, desplegando la pantalla holográfica de su brazo izquierdo para realizar unas comprobaciones rutinarias. Como ya había supuesto no tenía conexión a la red, algo lógico dado que estaba en otro planeta, pero aún estando al corriente la sensación se le antojaba extraña.
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mental
Personajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Prisión (Archivo VII)
30/10/15, 10:50 pm
Drusar abrió los ojos, al principio no reconoció donde estaba. Pensó que estaba en su tribu... pero no era así. De repente todo le vino de golpe, un ser llameante se le había presentado para decirle que era especial. Tenia que ser un enviado de Nassandra, debía serlo. Se incorporó de la cama, la habitación estaba hecha un desastre y el polvo lo cubría todo. No era el mejor lugar para dormir,no.
Se levantó del catre, preguntándose si había hecho bien en haber aceptado la propuesta. Al fin y al cabo no sabía dónde se hallaba <<¿Dónde estoy?>> Solo recordaba un nombre, uno que nunca había escuchado en la vida. <<Rocavarancolia>> Salió de la habitación confundido sin tener idea de que camino seguir, pues cuando salió del cuarto Drusar se encontró con un largo pasillo que se extendía en ambas direcciones. Finalmente se decantó por la izquierda a la vez que miraba de reojo las puertas que se iba dejando al pasar.
Andaba a escasos centímetros de distancia de la pared, sin dejar de preguntarse si todavía estaba soñando y todo eso no era más que una mentira. Sin embargo no tenía miedo en sí por no estar en su hogar, creía firmemente en que ese ente era un enviado de su amada nebulosa. No había razón para temer los presagios de ella. A la vez que pensaba en todas esas cosas escuchó un grito ininteligible. No sabía ni lo que había querido decir ni quién lo había dado...Pero obviamente supo que no estaba solo.
Anduvo varios minutos más, buscando el origen de aquel grito. Al doblar una esquina se encontró con tres figuras desconocidas, Drusar ladeó la cabeza bastante confundido.-¿Quienes..? ¿Qué sois?-.Preguntó con descarado desconcierto <<¿Adónde me ha llevado Koval?>>
Se levantó del catre, preguntándose si había hecho bien en haber aceptado la propuesta. Al fin y al cabo no sabía dónde se hallaba <<¿Dónde estoy?>> Solo recordaba un nombre, uno que nunca había escuchado en la vida. <<Rocavarancolia>> Salió de la habitación confundido sin tener idea de que camino seguir, pues cuando salió del cuarto Drusar se encontró con un largo pasillo que se extendía en ambas direcciones. Finalmente se decantó por la izquierda a la vez que miraba de reojo las puertas que se iba dejando al pasar.
Andaba a escasos centímetros de distancia de la pared, sin dejar de preguntarse si todavía estaba soñando y todo eso no era más que una mentira. Sin embargo no tenía miedo en sí por no estar en su hogar, creía firmemente en que ese ente era un enviado de su amada nebulosa. No había razón para temer los presagios de ella. A la vez que pensaba en todas esas cosas escuchó un grito ininteligible. No sabía ni lo que había querido decir ni quién lo había dado...Pero obviamente supo que no estaba solo.
Anduvo varios minutos más, buscando el origen de aquel grito. Al doblar una esquina se encontró con tres figuras desconocidas, Drusar ladeó la cabeza bastante confundido.-¿Quienes..? ¿Qué sois?-.Preguntó con descarado desconcierto <<¿Adónde me ha llevado Koval?>>
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Prisión (Archivo VII)
30/10/15, 10:54 pm
El suave tintineo de gotas cayendo le hizo abrir los ojos muy despacio. Había soñado que volvía a Australia, y el peso de sus párpados sumado a la melodía del agua al caer le tentaba a quedarse dormida de nuevo. Por desgracia, en cuanto su visión se despejó y se encontró con una iluminación y paredes que no reconocía, Rox se levantó tan deprisa que se mareó. Durante unos segundos olvidó incluso quien era, totalmente desubicada. La espalda le dolía y la cabeza le daba vueltas, mas no tardó en recordar detalles fugaces de la noche anterior... O al menos quería creer que había sido la noche anterior. No recordaba haberse dormido, ni tampoco podía decir que día era.
Un chico de piel grisácea se había presentado en su habitación, había bichos flotando, mucho humo...
Se palpó la cien con una mano, profiriendo un quejido mientras sacaba los pies de la cama para sentarse en el borde de esta. El fuerte crujido que hizo el mueble no la reconfortó, haciendo que la coreana optase por ponerse en pie ante la posibilidad de que se rompiese bajo su peso.
Recordó el nombre del lugar: Rocavarancolia. ¿Es ahí donde estaba? Y lo más importante, ¿había alguien más con ella?
De nuevo tenía el frío calado hasta los huesos. La ventana (si es que a ese conjunto de piedras formando un cuadrado irregular se le podía llamar así) dejaba entrar poco más que una luz enfermiza, y el viento frío que se colaba a través de esta hacía que asomarse no fuese una idea atractiva. Las goteras perdieron pronto su encanto.
Dio una vuelta en la habitación, no gustándole nada la estampa de mazmorra que tenía aquello. Le habían prometido un sitio maravilloso, no el primer mapa del Final Fantasy III.
Olía a madera vieja, a humedad y a algo similar a la escayola mojada. Pegó ambas manos a su boca para calentárselas con el aliento, obteniendo un triste resultado. Aunque le seguía doliendo la cabeza, sacó fuerzas para caminar hasta la salida tras revisarse previamente los bolsillos; no encontraba su móvil, pero el recuerdo de este estrellándose contra el suelo le dejó claro que lo había dejado en su cuarto. Por suerte no tuvo que forcejear para abrir la puerta, ya que de un simple golpecito esta cedió.
—Oh.— una sonrisa nerviosa se dibujó en su cara mientras se asomaba despacio, aliviada de no estar encerrada. El ruido de pasos y el de un papel arrugándose hizo que dejase de oír las goteras y volviese a meterse en su calabozo, con una mezcla de sentimientos encima. Por un lado la emoción de no estar sola en un sitio así, y por otro el miedo a que quien hubiera hecho el ruido fuera alguien agresivo. Carraspeó antes de asomarse de nuevo, esta vez hablando en inglés—. ¿Hay alguien? Ehm... ¿Señorito Fumeta?
Se armó de valor y salió con precaución en la dirección del sonido. No tuvo que andar demasiado hasta toparse en el corredor con un joven de pelo corto y moreno que le daba la espalda, algo más alto que ella.
Se acercó despacio y en silencio, teniendo que erguirse lo suficiente para mirarle por encima del hombro, guardando eso sí, las distancias. Los ojos se le abrieron como platos al visualizar un holograma, como esos que salían en las películas de Iron-Man. Si la vista no le fallaba... ¿aquel chico tenía un brazo mecánico? Había visto prótesis alucinantes en la Tierra, pero aquella...
Con algo de inseguridad le puso un dedo en la espalda para llamar su atención. No podía quitar los ojos de su extremidad.
—Disculpa, eh... —¿Y ahora que diantres se supone que debía preguntar?: “¿Es esto una broma?”, “¿sabes como puedo volver a casa? Me he arrepentido al ver la mazmorra”—. ...Ho-Hola, ¿sabes como salir de aquí?
Un chico de piel grisácea se había presentado en su habitación, había bichos flotando, mucho humo...
Se palpó la cien con una mano, profiriendo un quejido mientras sacaba los pies de la cama para sentarse en el borde de esta. El fuerte crujido que hizo el mueble no la reconfortó, haciendo que la coreana optase por ponerse en pie ante la posibilidad de que se rompiese bajo su peso.
Recordó el nombre del lugar: Rocavarancolia. ¿Es ahí donde estaba? Y lo más importante, ¿había alguien más con ella?
De nuevo tenía el frío calado hasta los huesos. La ventana (si es que a ese conjunto de piedras formando un cuadrado irregular se le podía llamar así) dejaba entrar poco más que una luz enfermiza, y el viento frío que se colaba a través de esta hacía que asomarse no fuese una idea atractiva. Las goteras perdieron pronto su encanto.
Dio una vuelta en la habitación, no gustándole nada la estampa de mazmorra que tenía aquello. Le habían prometido un sitio maravilloso, no el primer mapa del Final Fantasy III.
Olía a madera vieja, a humedad y a algo similar a la escayola mojada. Pegó ambas manos a su boca para calentárselas con el aliento, obteniendo un triste resultado. Aunque le seguía doliendo la cabeza, sacó fuerzas para caminar hasta la salida tras revisarse previamente los bolsillos; no encontraba su móvil, pero el recuerdo de este estrellándose contra el suelo le dejó claro que lo había dejado en su cuarto. Por suerte no tuvo que forcejear para abrir la puerta, ya que de un simple golpecito esta cedió.
—Oh.— una sonrisa nerviosa se dibujó en su cara mientras se asomaba despacio, aliviada de no estar encerrada. El ruido de pasos y el de un papel arrugándose hizo que dejase de oír las goteras y volviese a meterse en su calabozo, con una mezcla de sentimientos encima. Por un lado la emoción de no estar sola en un sitio así, y por otro el miedo a que quien hubiera hecho el ruido fuera alguien agresivo. Carraspeó antes de asomarse de nuevo, esta vez hablando en inglés—. ¿Hay alguien? Ehm... ¿Señorito Fumeta?
Se armó de valor y salió con precaución en la dirección del sonido. No tuvo que andar demasiado hasta toparse en el corredor con un joven de pelo corto y moreno que le daba la espalda, algo más alto que ella.
Se acercó despacio y en silencio, teniendo que erguirse lo suficiente para mirarle por encima del hombro, guardando eso sí, las distancias. Los ojos se le abrieron como platos al visualizar un holograma, como esos que salían en las películas de Iron-Man. Si la vista no le fallaba... ¿aquel chico tenía un brazo mecánico? Había visto prótesis alucinantes en la Tierra, pero aquella...
Con algo de inseguridad le puso un dedo en la espalda para llamar su atención. No podía quitar los ojos de su extremidad.
—Disculpa, eh... —¿Y ahora que diantres se supone que debía preguntar?: “¿Es esto una broma?”, “¿sabes como puedo volver a casa? Me he arrepentido al ver la mazmorra”—. ...Ho-Hola, ¿sabes como salir de aquí?
- ♪♫♬:
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Prisión (Archivo VII)
30/10/15, 11:01 pm
Una ráfaga helada se coló por su peto y lo despertó. Eitne abrió los ojos y lo que vio le asustó tanto que se quedó paralizado sobre el colchón duro sobre el que lo habían recostado. Jamás en su vida había visto tanta oscuridad como la que le rodeaba. La única luz entraba por la rendija de lo que parecía una puerta y no era suficiente para que sus ojos desacostumbrados captaran nada. Su mente trabajaba con dificultad para recordar lo que había pasado y todos sus procesos mentales llegaban a una misma conclusión: la Carandela.
El hada le había engañado. El pequeño daeliciano se incorporó y se hizo un ovillo sobre la almohada. Le daba miedo la oscuridad, le daba miedo moverse y estarse quieto, le daba miedo absolutamente todo en aquel momento. Sus ojos se humedecieron. Eitne pensó en sus padres y en su abu y en sus amigos y en sus vecinos. No volvería a ver a nadie. Se lo iban a comer y no volvería a ver a nadie. El hada le había engañado y el niño no pudo contener el llanto. Se lo iban a comer y nadie sabría más de él.
Eitne lloró con toda la fuerza que sabía. Los mocos y las lágrimas pronto le cubrirían la cara.
El hada le había engañado. El pequeño daeliciano se incorporó y se hizo un ovillo sobre la almohada. Le daba miedo la oscuridad, le daba miedo moverse y estarse quieto, le daba miedo absolutamente todo en aquel momento. Sus ojos se humedecieron. Eitne pensó en sus padres y en su abu y en sus amigos y en sus vecinos. No volvería a ver a nadie. Se lo iban a comer y no volvería a ver a nadie. El hada le había engañado y el niño no pudo contener el llanto. Se lo iban a comer y nadie sabría más de él.
Eitne lloró con toda la fuerza que sabía. Los mocos y las lágrimas pronto le cubrirían la cara.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Lathspell
Ficha de cosechado
Nombre: Kyllikki Paasikoski
Especie: Humana
Habilidades: Buena menoria, muy buena, lealtad, y facilidad para los idiomas.Personajes : Zobriel: Nublino transformado en Basilisco
Kyllikki: Humana cosechada.
Armas : Zobriel: Malicioso, Colmillo veneno, Cuchillada, Cola veneno
Kyllikki: Elataquedelasmilteoriascientificasypseudocientificasmasinutildetodoslostiempos
Status : Disponible para cualquier debate ilógico
Humor : Culpable de dibujar horrible y hacer chistes peores aun
Re: Prisión (Archivo VII)
30/10/15, 11:17 pm
Llevaba ya alrededor de quince minutos despierto, mirando el techo sin saber que pensar. Desde que salió de aquel sueño intranquilo notó que todo era diferente a lo que alguna vez pudo imaginarse. Le dolía la espalda y el cuello, la pared a su derecha estaba derruida pero parecía lo suficientemente gruesa para que no importara. Las telarañas eran la decoración predominante, y agradecía que sus dueñas se hubiesen largado, al menos eso esperaba. Cuando las grietas del techo ya no le sirvieron para dejar de pensar, comenzó a ponerse en pie lentamente. << Estoy en >Rocavarancolia >> pensó,<< al fin estoy aquí >>, y sonriendo se desperezo sin atreverse a hacer ningún ruido muy fuerte.
Se decidió a salir, después de todo, no habia llegado a la ciudad que añoro toda su niñez para quedarse en esa… << Vaya, una mazamorra >> se dijo con pesar mientras abría la puerta. Con la mano en la puerta los recuerdos y rumores de dioses y demonios volvían a su mente. Se sacudió la cabeza febrilmente para despejarse y decidió abrir la puerta de una vez por todas. Y para no desentonar con sus pensamientos, esta chirrió como solo las puertas de las mazmorras chirrían.
- Recordare el bonito detalle - masculló Zob mientras cabizbajo avanzaba por el pasillo lleno de ruiditos a lo lejos, con la mente tensa.
Y fue allí cuando los llantos comenzaron. Llantos a todo pulmón. Abrió los ojos como platos y cerro los puños para obligarse a no temblar.
- Demonios, uno- dijo tratando de controlar su voz-dioses, cero- y siguió adelante, justo en dirección al llanto.
Se decidió a salir, después de todo, no habia llegado a la ciudad que añoro toda su niñez para quedarse en esa… << Vaya, una mazamorra >> se dijo con pesar mientras abría la puerta. Con la mano en la puerta los recuerdos y rumores de dioses y demonios volvían a su mente. Se sacudió la cabeza febrilmente para despejarse y decidió abrir la puerta de una vez por todas. Y para no desentonar con sus pensamientos, esta chirrió como solo las puertas de las mazmorras chirrían.
- Recordare el bonito detalle - masculló Zob mientras cabizbajo avanzaba por el pasillo lleno de ruiditos a lo lejos, con la mente tensa.
Y fue allí cuando los llantos comenzaron. Llantos a todo pulmón. Abrió los ojos como platos y cerro los puños para obligarse a no temblar.
- Demonios, uno- dijo tratando de controlar su voz-dioses, cero- y siguió adelante, justo en dirección al llanto.
- Kial
Ficha de cosechado
Nombre: Hyun-Su
Especie: Humano
Habilidades: memoria, habilidad mental (acertijos, adivinanzas),astucia.Personajes : Hyun-su: el medio coreano medio estadounidense, serio, callado, cobarde, enclenque y egoista impulsado por su miedo.
altura: 1,77m
peso: 67 kg (estilizado)
edad: 15 años
Heridas/enfermedades : -Cicatrices en: mano, pecho, hombro y mejilla.
-Cojera por herida a medio curar en gemelo.
Re: Prisión (Archivo VII)
30/10/15, 11:53 pm
Un escalofrío subió por la espalda de Hyung, sacándole del placido sueño para encontrarse de nuevo con la aterradora realidad. Recordándole la locura que había cometido. Fue recuperando a trozos la memoria de lo que había ocurrido.
<<¡¿Cómo he podido ser tan imbécil?!>> se gritaba a sí mismo <<me pensaba más cauto>> no podía creerse lo que había hecho, como pudo tragarse las palabras de ese hombre.
¿Mundo mágico?, ese sitio parecía una película de terror por desarrollar, solo faltaba la gwishing a punto de matarle, a su espalda deslizando su mano azul por el cuello de Hyung. Cada pensamiento nuevo solo lo hacía ponerse más nervioso, y estar en lo que parecía una mazmorra solo lo hacía peor. Las paredes le parecían cada vez más juntas, pero prefería quedarse dentro de aquel cuarto que salir a lo que parecía un pasillo del que solo entraba oscuridad.
A su lado tenía su linterna, con la pila y bombilla fundidas <<como no>>, y su martillo que de poco le servirían contra los peligros inventados por su mente fuera de esa habitación. Nada le relajaba, hiperventilaba, no podía más, sacó la cabeza por lo que parecía una ventana con una forma irregular y enana en tamaño, no servía de nada, fuera solo se veía oscuridad y ruinas.
Dándose cuenta de lo poco que le estaba sirviendo Hyung opta, aún con el miedo que le inspiraba salir, ir por el pasillo . Preparado con el martillo Hyung se dispone a andar por éste, con semejantes temblores causados por sus múltiples miedos que muy difícilmente golpearía a nadie.
*gwishing es un fantasma coreano que nace, representado principalmente por una mujer de pelo negro largo y vestido blanco, de personas que han muerto en tremendo sufrimiento
<<¡¿Cómo he podido ser tan imbécil?!>> se gritaba a sí mismo <<me pensaba más cauto>> no podía creerse lo que había hecho, como pudo tragarse las palabras de ese hombre.
¿Mundo mágico?, ese sitio parecía una película de terror por desarrollar, solo faltaba la gwishing a punto de matarle, a su espalda deslizando su mano azul por el cuello de Hyung. Cada pensamiento nuevo solo lo hacía ponerse más nervioso, y estar en lo que parecía una mazmorra solo lo hacía peor. Las paredes le parecían cada vez más juntas, pero prefería quedarse dentro de aquel cuarto que salir a lo que parecía un pasillo del que solo entraba oscuridad.
A su lado tenía su linterna, con la pila y bombilla fundidas <<como no>>, y su martillo que de poco le servirían contra los peligros inventados por su mente fuera de esa habitación. Nada le relajaba, hiperventilaba, no podía más, sacó la cabeza por lo que parecía una ventana con una forma irregular y enana en tamaño, no servía de nada, fuera solo se veía oscuridad y ruinas.
Dándose cuenta de lo poco que le estaba sirviendo Hyung opta, aún con el miedo que le inspiraba salir, ir por el pasillo . Preparado con el martillo Hyung se dispone a andar por éste, con semejantes temblores causados por sus múltiples miedos que muy difícilmente golpearía a nadie.
*gwishing es un fantasma coreano que nace, representado principalmente por una mujer de pelo negro largo y vestido blanco, de personas que han muerto en tremendo sufrimiento
- Manasard
Ficha de cosechado
Nombre: Ain
Especie: Humano
Habilidades: Nociones de Lucha, Planificación, Rapidez Mental
Re: Prisión (Archivo VII)
31/10/15, 12:05 am
La ciudad cada vez se hacia mas lejana hasta que dejé de verla, giré la cabeza y pude ver el mar. Cada vez iba mas rápido, no recordaba cuando había empezado a caer, el agua cada vez estaba más cerca Y de pronto, todo negro.
Me desperté lentamente, ¿cuanto había dormido? tenía la sensación de haber dormido días enteros, pero aun así estaba demasiado cansado. Algo no era normal la cama, la sentía extraña, ni siquiera recordaba haberme metido en ella <<¿Que paso ayer?>> Abrí los ojos y me incorporé. Había poca luz pero aun así distinguí que ese no era mi cuarto, a la vez que me levantaba de la cama intentaba recordar como había llegado allí. Un hombre gris con chistera, algo llamado Roca-melancolía, y una promesa de un gran cambio. Eso fue lo único que conseguí sacar en claro ya que mi mente era un revoltijo de imágenes, conversaciones y sonidos extraños.
Dí una vuelta a la habitación, no era demasiado grande aunque parecía mas grande que mi antiguo cuarto. Me fijé por primera vez en la puerta y vi barrotes en ella <<Así que estoy en una especie de mazmorra...>> Me acerque hasta ella con poca intención de abrirla puesto que si alguien me había llevado allí no le gustaría que saliese. Tiré con desgana de la puerta que se abrió con un pequeño chirrido. Esto me recordaba cada vez mas a un videojuego, de hecho a varios.
Atravesé el umbral de la puerta con gran animo, era el protagonista de mi propio juego. decidí ir hacia la izquierda, intuición quizás, o insensatez. Pronto me di cuenta de mi error cuando oí un sollozo proveniente de una puerta cercana <<protagonista de un juego de terror, que bien>> había jugado a pocos, pero sabía que la mayoría no acababan bien. Decidí pasar de largo, seguro que alguna criatura del inframundo dispuesto a matarme se encontraba esperando a que un noob abriese esa puerta. Seguí andando y poco después escuche unos pasos que parecían venir en mi dirección, pero con la poca luz apenas podía ver nada, me pegué a la pared y decidí esperar para ver si tenía que correr o quedarme justo donde estaba.
Me desperté lentamente, ¿cuanto había dormido? tenía la sensación de haber dormido días enteros, pero aun así estaba demasiado cansado. Algo no era normal la cama, la sentía extraña, ni siquiera recordaba haberme metido en ella <<¿Que paso ayer?>> Abrí los ojos y me incorporé. Había poca luz pero aun así distinguí que ese no era mi cuarto, a la vez que me levantaba de la cama intentaba recordar como había llegado allí. Un hombre gris con chistera, algo llamado Roca-melancolía, y una promesa de un gran cambio. Eso fue lo único que conseguí sacar en claro ya que mi mente era un revoltijo de imágenes, conversaciones y sonidos extraños.
Dí una vuelta a la habitación, no era demasiado grande aunque parecía mas grande que mi antiguo cuarto. Me fijé por primera vez en la puerta y vi barrotes en ella <<Así que estoy en una especie de mazmorra...>> Me acerque hasta ella con poca intención de abrirla puesto que si alguien me había llevado allí no le gustaría que saliese. Tiré con desgana de la puerta que se abrió con un pequeño chirrido. Esto me recordaba cada vez mas a un videojuego, de hecho a varios.
Atravesé el umbral de la puerta con gran animo, era el protagonista de mi propio juego. decidí ir hacia la izquierda, intuición quizás, o insensatez. Pronto me di cuenta de mi error cuando oí un sollozo proveniente de una puerta cercana <<protagonista de un juego de terror, que bien>> había jugado a pocos, pero sabía que la mayoría no acababan bien. Decidí pasar de largo, seguro que alguna criatura del inframundo dispuesto a matarme se encontraba esperando a que un noob abriese esa puerta. Seguí andando y poco después escuche unos pasos que parecían venir en mi dirección, pero con la poca luz apenas podía ver nada, me pegué a la pared y decidí esperar para ver si tenía que correr o quedarme justo donde estaba.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Prisión (Archivo VII)
31/10/15, 01:05 am
Un golpetazo sordo la despertó. El de su propio cuerpo aterrizando en el frío suelo. Adrune no se sorprendió de encontrarse allí tirada, las caídas formaban parte de su día a día, pero sí de no reconocer aquel suelo. Notaba la cabeza embotada y le costaba pensar con claridad, por lo que tardó varios segundos en descifrar la reclamación de su aurva.
—Me halaga que creas que tengo tanta fuerza, pero todavía no puedo mover paredes —le respondió con un sarcasmo poco propio de ella: el golpe le debía de haber afectado lo suficiente como para que se le ocurriera una respuesta medio ingeniosa para sus estándares—. ¿Te has llevado tú la cama a otro sitio? No, esta ni siquiera es nuestra cama… ¡Magia, Neil! —Recordó de pronto incorporándose de un salto, obviando las magulladuras—. Jack nos ha traído a la ciudad de los monstruos sin monstruos —afirmó con convencimiento y entusiasmo, observando a su alrededor.
Su alrededor tenía un aspecto poco halagüeño. Desde luego no era el lugar más acogedor del mundo. Pero por eso Adru estaba segura de que se encontraban en el sitio adecuado. Aquella celda mugrienta apestaba a magia. O eso creía la niña. Un llanto en la distancia le hizo girar la cabeza hacia la puerta.
—¡Vaya! Creo que alguien ha debido de tener una pesadilla, como esas que tienes tú a veces, Neil —le comunicó a su aurva—. ¿Habrá traído Jack a más gente? ¿O igual es un habitante de la ciudad? ¡Salgamos fuera, a lo mejor necesita nuestra ayuda?
Sin esperar respuesta del chico, Adrune abrió la chirriante puerta y se asomó al pasillo.
—¿Hooooola? —dijo lo suficientemente alto como para que su voz reverberase en la galería casi vacía.
Casi, porque en cuanto giró su rostro hacia un lado sus ojos se toparon con una persona que tenía un tono de piel que no había visto nunca y con ropas aún más extrañas. De un salto la sinhadre sacó todo el cuerpo fuera de la celda y examinó a aquel chico tan raro.
>>¿Vives aquí o te trajo Jack también? ¿No has oído a alguien llorar? Que por cierto, tienes algo raro en los oídos —le ametralleó de tal forma que aunque hubiera podido entenderla no le habría dado tiempo a responderle—. ¿Has venido a arreglar el edificio? —añadió al fijarse en la herramienta que tenía en la mano—. Tienes mucho trabajo por delante. Si estás ocupado no te molesto más en cuanto me digas si sabes dónde está la persona que llora. Seguramente necesite que le digan que la pesadilla no era real.
Adru permaneció, ahora sí, a la espera de una respuesta mientras se balanceaba en el sitio, con las manos entrelazadas en la espalda.
—Me halaga que creas que tengo tanta fuerza, pero todavía no puedo mover paredes —le respondió con un sarcasmo poco propio de ella: el golpe le debía de haber afectado lo suficiente como para que se le ocurriera una respuesta medio ingeniosa para sus estándares—. ¿Te has llevado tú la cama a otro sitio? No, esta ni siquiera es nuestra cama… ¡Magia, Neil! —Recordó de pronto incorporándose de un salto, obviando las magulladuras—. Jack nos ha traído a la ciudad de los monstruos sin monstruos —afirmó con convencimiento y entusiasmo, observando a su alrededor.
Su alrededor tenía un aspecto poco halagüeño. Desde luego no era el lugar más acogedor del mundo. Pero por eso Adru estaba segura de que se encontraban en el sitio adecuado. Aquella celda mugrienta apestaba a magia. O eso creía la niña. Un llanto en la distancia le hizo girar la cabeza hacia la puerta.
—¡Vaya! Creo que alguien ha debido de tener una pesadilla, como esas que tienes tú a veces, Neil —le comunicó a su aurva—. ¿Habrá traído Jack a más gente? ¿O igual es un habitante de la ciudad? ¡Salgamos fuera, a lo mejor necesita nuestra ayuda?
Sin esperar respuesta del chico, Adrune abrió la chirriante puerta y se asomó al pasillo.
—¿Hooooola? —dijo lo suficientemente alto como para que su voz reverberase en la galería casi vacía.
Casi, porque en cuanto giró su rostro hacia un lado sus ojos se toparon con una persona que tenía un tono de piel que no había visto nunca y con ropas aún más extrañas. De un salto la sinhadre sacó todo el cuerpo fuera de la celda y examinó a aquel chico tan raro.
>>¿Vives aquí o te trajo Jack también? ¿No has oído a alguien llorar? Que por cierto, tienes algo raro en los oídos —le ametralleó de tal forma que aunque hubiera podido entenderla no le habría dado tiempo a responderle—. ¿Has venido a arreglar el edificio? —añadió al fijarse en la herramienta que tenía en la mano—. Tienes mucho trabajo por delante. Si estás ocupado no te molesto más en cuanto me digas si sabes dónde está la persona que llora. Seguramente necesite que le digan que la pesadilla no era real.
Adru permaneció, ahora sí, a la espera de una respuesta mientras se balanceaba en el sitio, con las manos entrelazadas en la espalda.
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