El Cuchitril
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
El Cuchitril
20/11/12, 11:01 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Vivienda de piedra con dos plantas que antes de ser abandonada había sido utilizada como posada, por lo que su tamaño es mayor que el de una casa estándar. Actualmente está reformada y habitada por un grupo de transformados que trabajan como cazarrecompensas. Se les conoce como "mercenarios de la Brecha" debido al antiguo nombre de la vieja posada: " La Brecha Insondable". Sus ocupantes, no obstante, continúan llamando a su hogar "el cuchitril" debido a sus inicios en él a pesar de que ya no sea un calificativo adecuado para el edificio en la actualidad.
- Interior:
- En la planta baja hay una sala amplia con una mesa redonda y sillas alrededor, además de una chimenea. Según se entra, en el lateral derecho hay una barra detrás de la cual hay algunas estanterías y armarios y unas puertas de vaivén que separan la cocina de la sala principal. La cocina cuenta con un fogón de leña, unas alacenas y repisas. El suelo tras la barra es de madera y hay una trampilla para descender al sótano. La planta superior tiene ocho habitaciones y suelo de madera. Además de las dos plantas hay un pequeño patio en el que hay unas letrinas y un pozo.
[Referencia visual]
- Taller de Koval:
- El taller de Koval se encuentra frente al cuchitril. Son dos edificios de dos plantas unidos a los que se les quitaron paredes para ampliar las estancias y la planta superior para aumentar la altitud del techo. Según se entra por la puerta se llega a un vestíbulo amplio donde hay una estantería con libros y un escritorio con un par de sillas. Una puerta a la derecha lleva al otro edificio, cuya entrada principal ha sido tapiada, y está dedicado únicamente a almacenar quimeras y experimentos nigrománticos. A la izquierda del vestíbulo hay otra puerta que lleva al taller propiamente dicho, una habitación con una mesa de operaciones grande en el centro, y otra supletoria pegada a la pared. También hay muebles llenos de diversos utensilios y un par de jaulas. Al fondo hay una puerta que lleva a un patio pequeño.
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- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: El Cuchitril
26/09/16, 06:43 pm
Vac, que había ido a comer al Cuchitril invitado por sus amigos, asistió al espectáculo que montó Toima en silencio. Había ayudado a poner la mesa antes de sentarse a la misma y, con una jarra de hidromiel en la mano, observó al argos magnético con atención. El batacazo había sido impresionante y se había llevado parte de la barandilla de las escaleras durante el mismo, pero lo preocupante realmente eran sus movimientos vacilantes. A pesar de que la visión de los dientes rotos y la sangre en el suelo era bastante aparatosa, el hado había visto al ulterano darse golpes mas fuertes y no tardaría en recuperarse, pero lo que les había intentado contar Tania antes de que la interrumpieran sonaba mal. Los bramidos del albino no ayudaban dada la situación, por eso prefirió ignorarlas mientras su hermano le ayudaba a ponerse en pie y los demás preguntaban si estaba bien.
Toima solo dio excusas y gruñidos como respuestas a las preguntas de los cuchitrileros, lo cual no resultaba novedoso, pero el griego no esperaba que le hablara de ese modo a la nublina. A pesar de los intentos de disuadirla del ibolense, la muchacha logró decirles que el argos la había despertado en mitad de la noche para preguntarle si alguien se podía morir por beber mucho. Después de decir esto Tania tuvo que contener sus sollozos, pero el albino se limitó a gruñir volteándose en su silla.
—¿A qué te referías con esa pregunta, Toima? ¿Qué es lo que has estado bebiendo? —inquirió con suspicacia—. Te he visto beber cantidades de alcohol que dejarían en coma etílico a al menos tres hombres adultos y nunca te habías planteado esas cuestiones... —comentó, observando su cogote con cierta preocupación.
Al ver que el wathare no le respondía de inmediato el hado le lanzó un trozo de pan a la nuca tratando de llamar su atención, algo que habría esquivado sin problemas aunque le estuviera dando la espalda si no estuviera ciego.
Toima solo dio excusas y gruñidos como respuestas a las preguntas de los cuchitrileros, lo cual no resultaba novedoso, pero el griego no esperaba que le hablara de ese modo a la nublina. A pesar de los intentos de disuadirla del ibolense, la muchacha logró decirles que el argos la había despertado en mitad de la noche para preguntarle si alguien se podía morir por beber mucho. Después de decir esto Tania tuvo que contener sus sollozos, pero el albino se limitó a gruñir volteándose en su silla.
—¿A qué te referías con esa pregunta, Toima? ¿Qué es lo que has estado bebiendo? —inquirió con suspicacia—. Te he visto beber cantidades de alcohol que dejarían en coma etílico a al menos tres hombres adultos y nunca te habías planteado esas cuestiones... —comentó, observando su cogote con cierta preocupación.
Al ver que el wathare no le respondía de inmediato el hado le lanzó un trozo de pan a la nuca tratando de llamar su atención, algo que habría esquivado sin problemas aunque le estuviera dando la espalda si no estuviera ciego.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: El Cuchitril
27/09/16, 12:34 am
Puso los ojos en blanco ante la “explicación” del argos una vez se hubo separado de él tras comprobar que lo más grave que tenía era su habitual pérdida de dientes. Aunque no podía decir que nada de aquella escena fuese inesperado… hasta que el argos estuvo otra vez en pie y dejó que se moviese a sus anchas. Absteniéndose de decir nada por aquel momento, se cruzó de brazos mientras observaba el extraño comportamiento del ulterano. Todavía había empezado a asimilar lo que significaba, pero Tania lo puso en palabras e intercambió una mirada de sorpresa con el resto. ¿Cómo diantres se las había apañado para…?
Simplemente resopló, después de que la nublina les pudiese decir por fin qué era aquella cosa que Toima le había preguntado la noche anterior y que el albino tanto había querido evitar que los demás supiesen. Arqueó una ceja, preguntándose lo mismo que Vac pronunció en voz alta. Suponiendo que aquel interrogatorio iría para rato y que, a pesar de que aquello había tomado un cariz bastante inesperado, acostumbrado a las gilipolleces de Toima el suceso no le había quitado precisamente el hambre, decidió sentarse en la mesa y servirse la comida.
—¿No te habrán envenenado, verdad? —Se le ocurrió añadir de pronto a lo ya dicho por su hermano.
Si existía esa posibilidad más le valía a Toima hablar sin rodeos de una puñetera vez: podría llegar a ocurrirle algo peor que una ceguera si se trataba de algún veneno de acción lenta y progresiva.
Simplemente resopló, después de que la nublina les pudiese decir por fin qué era aquella cosa que Toima le había preguntado la noche anterior y que el albino tanto había querido evitar que los demás supiesen. Arqueó una ceja, preguntándose lo mismo que Vac pronunció en voz alta. Suponiendo que aquel interrogatorio iría para rato y que, a pesar de que aquello había tomado un cariz bastante inesperado, acostumbrado a las gilipolleces de Toima el suceso no le había quitado precisamente el hambre, decidió sentarse en la mesa y servirse la comida.
—¿No te habrán envenenado, verdad? —Se le ocurrió añadir de pronto a lo ya dicho por su hermano.
Si existía esa posibilidad más le valía a Toima hablar sin rodeos de una puñetera vez: podría llegar a ocurrirle algo peor que una ceguera si se trataba de algún veneno de acción lenta y progresiva.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Re: El Cuchitril
10/10/16, 02:52 am
Toima
Toima pareceria que no iba a abrir la boca hasta segundos más tarde, cuando le dió un trozo de pan en la nuca y dió un respingo tan exagerado que botó en la silla. Sacudiendose el pelo de migas, pareció murmurar algo.
-Lo de siempre... Tampoco es que tenga la pasta para cambiar lo que tomo...-
Tania pareció acordarse de algo.
-Recientemente esta bebiendo algo nuevo, parece un alcohol barato y huele peor. Su cuarto está lleno de botellines...-
Ante la pregunta de Noel, se encogió de hombros. No parecia querer hablar. Fue la nublina quien le sacó respuesta tras escabullirse por su espalda y tirarle de una oreja con preocupación viciosa. Asi entre quejidos, Toima volvió a hablar.
-..Hay otros que beben lo mismo, muchos lo estan bebiendo. No se de ninguno que le haya pasado esto. ¡De todas formas, no tiene porque haber sido la cerveza!-se defendió.
Tania volvió a desplomarse sobre la silla.
-¿Quizás deberiamos llamar a Nia?-
Toima pareceria que no iba a abrir la boca hasta segundos más tarde, cuando le dió un trozo de pan en la nuca y dió un respingo tan exagerado que botó en la silla. Sacudiendose el pelo de migas, pareció murmurar algo.
-Lo de siempre... Tampoco es que tenga la pasta para cambiar lo que tomo...-
Tania pareció acordarse de algo.
-Recientemente esta bebiendo algo nuevo, parece un alcohol barato y huele peor. Su cuarto está lleno de botellines...-
Ante la pregunta de Noel, se encogió de hombros. No parecia querer hablar. Fue la nublina quien le sacó respuesta tras escabullirse por su espalda y tirarle de una oreja con preocupación viciosa. Asi entre quejidos, Toima volvió a hablar.
-..Hay otros que beben lo mismo, muchos lo estan bebiendo. No se de ninguno que le haya pasado esto. ¡De todas formas, no tiene porque haber sido la cerveza!-se defendió.
Tania volvió a desplomarse sobre la silla.
-¿Quizás deberiamos llamar a Nia?-
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: El Cuchitril
10/10/16, 05:17 pm
Conforme le iba llegando información, Giz se arrepentía de haber bromeado antes. Aquello era mucho más serio de lo que había intuído. No era una simple borrachera, era algo mucho peor. La preocupación se abría paso poco a poco en sus gestos cuando asintió a la pregunta de Tania. Debían llamar a Nia, sí.
—Toima, sé más claro —le pidió con tono amable—¿De dónde o de quién sacaste esa bebida? ¿Quienes son esos muchos que la están bebiendo?
Quería regañarle por incauto, decirle que Nia le iba a desplumar de nuevo y que era imposible que no tuviera dinero para comprarse una cerveza que no lo fuera a matar por dentro, pero no lo hizo. No era el momento. Se limitó a lo que importaba.
—¿Cuantos dedos tengo aquí alzados, Toima? —Giz nisiquiera se esforzó en levantar la mano. Así sabría con más precisión hasta qué punto era grave todo aquello.
—Toima, sé más claro —le pidió con tono amable—¿De dónde o de quién sacaste esa bebida? ¿Quienes son esos muchos que la están bebiendo?
Quería regañarle por incauto, decirle que Nia le iba a desplumar de nuevo y que era imposible que no tuviera dinero para comprarse una cerveza que no lo fuera a matar por dentro, pero no lo hizo. No era el momento. Se limitó a lo que importaba.
—¿Cuantos dedos tengo aquí alzados, Toima? —Giz nisiquiera se esforzó en levantar la mano. Así sabría con más precisión hasta qué punto era grave todo aquello.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Re: El Cuchitril
15/10/16, 08:37 pm
Toima
Los ojos de Toima se abrian y cerraban indistintamente, intentando centrar su pesima visión en algo que creia tener enfrente de su cara. Unos segundos de meditación el watahre respondió.
-¿...Cuatro?-sonaba tan confiado como acertado.
Y así que decidieron llamar a Nia. La boticaria se disculpó, estaba ella personalmente muy liada con una emergencia en aquel momento para ir a atenderle en persona, pero dictaminó que mandaria a su ayudante para hacer un escrutinio previo y dictaminar si era una urgencia o no.
Y así, en menos de diez minutos tras colgar, aterrizó en el patio del cuchitril un vánara sobrecargado con un mochilón de aspecto pesado así como un casco enarbolandolo una perlada mirilla.
Kudryavka
Llamó a la puerta y cuando le abrieron se presentó con una sonrisa.
-¿Alguien ha pedido un enfermero a domicilio?-y risas lo siguieron, junto a un comentario de Toima, visiblemente molesto.
-¿¡Por que coño está el mono aquí!?-se aquejó el albino.
Haciendose en casa, el vánara pidió ser guiado hacia el enfermo. Traia bastantes nervios, pero se manejaba bien con el equipo.
-¡Venga no te enfades gigantón!-le dijo, vacilando si debia palmearle el hombro o no. Optó por evitar irritar al ciego ulterano.
-¡No me quedan rencores de mi parte asi que venga, no seas así!-añadió con una risa.-¡Si hasta la jefa me ha mandado aquí con la GoPro y una pantalla para que pueda ayudar a ver que te pasa!-exclamó, mientras dejaba la mochila y sacaba una tableta informática, mientras situaba su cabeza con estabilidad y encendia la cámara.
Toima tan solo gruñia. Parecia estar apunto de atacar como un perro salvaje, pero Tania, quien ya podia leerle desde dos millas se sentó a su lado y le apretó el hombro con severidad, causando que el ulterano regularmente chasquease la lengua.
-¿Jefa? ¿Me oyes bien?-probó Kudryavka, hablando a la pantalla.
-Si, te oigo, la imagen se está estabilizando.-sonaba la voz quebrajosa de la ulterana mientras la pantalla se iluminaba. Pronto pudieron discernir a la ulterana completamente cubierta en una casaca medica, con gorro y máscara quirurjica. Y, sin embargo, lo más llamativo era la cantidad de sangre esparcida por su ropa.
-Kudryavka, enfoca al paciente.-le recordó con cansancio en su voz, mientras se limpiaba el sudor de la frente.
Kud dió un respingo y alzó su cara para apuntar a con la camara al ulterano.
-Tiene las pupilas grisaceas por lo que veo... ¿es como los otros?-
Nia pareció meditar unos instantes. Sus ojos mostraron una revelación unos segundos antes de volverse a calmar.
-Si, suponia que iba a ser eso...-
Kud, inquieto, tenia el mochilón en mano ya.
-entonces... ¿La naranja?-preguntaba, mientras abria el mochilón de nuevo, buscando entre gasas herramientas, botes de pastillas hasta encontrar un pequeño estuche.
-Si, administrale la F103...-dijo, pero se cortó cuando algo o alguien fuera del plano pareció llamarla.
-Me tengo que ir ya. Han traido a otro.-dijo en una prisa.-Kudryavka, buscale la via como te dije y no les cobres nada, ¿entendido?-sonaba severa en sus instrucciones.
-¡S-Si!-exclamó, vacilante el ruso.
Y entonces, la pantalla se volvió negra, con la mirada estresada pero severa de la ulterana como último pictograma en su mente.
Buscando en el mochilón, sacó un estuche pequeño. Quitandole la cremallera a este, reveló una selección de jeringas finas, cada una de ellas etiquetadas y desde transparentes a algunas de radiante color.
Aquello de oir a Nia hablar con tanta casualidad, y hablar de administrarle algo no le gustó al ulterano, quien hizo un debil intento de levantarse antes de que Tania le cogiera del cuello tirandole de vuelta a su sitio.
-No te muevas ahora. Nia sabe lo que hace.-
Kud sacó una jeringa de un color naranja apagado y le quitó la capucha. Lentamente, hizo las comprobaciones necesarias y miró al watahre, muy vacilante, mientras este se sacudia en la silla inquieto.
-¡No me fio de la bruja, pero aun menos del mono!-sonaba angustiado. Sus ojos se movian por todo el lugar. Tenia miedo y se le notaba.
-¿Un poco de ayuda?-suplicó la nublina, cuando ya no podia pelear más con el albino.
Kud sacó una goma del mochilón y se lo dió al cuchitrilero más cercano.
-Si pudierais atarle esto al brazo, a la altura de tres pulgadas por encima del antebrazo...-recitó de memoria, pero su tono de voz no tenia confianza alguna.
Una vez atado, Toima comenzó a moverse más y más en la silla. Ya no se le podia sujetar. Respiraba hastiado y su voz se aflautaba ante el ataque de ansiedad.
-¿¡Que me va a hacer!?-repetia una y otra vez.
Kud que se habia quedado de piedra en aquel momento, decidió actuar.
-Lo mejor seria que estuviera despierto pero...-se acercó y le puso a dormir con magia.
Toima cayó a plomo entonces, todo su peso viniendose abajo, laxo, mientras que su cabeza se mecia a un lado hasta finalmente quedarse colgada en una postura incómoda.
-Ve va a odiar más ahora, ¿no?-preguntó con una risa debil.
Se acercó al brazo atado y buscó la via. Pareció costarle lo suyo, y tardó unos segundos.
-Lo se, piel tan clara y sin pelo no tengo excusa...-bromeó pero finalmente la encontró y le inyectó el contenido de la jeringa. Cuando la extrajo, un pequeño hechizo curativo cerró la picadura y de un tirón le quitó la goma.
Suspirando de alivio guardó la jeringa usada en una bolsa de plastico transparente y lo metió todo de vuelta en el mochilón.
-Son... ah, espera, me dijo que no os cobrase.-reflexionó unos instantes.-La verdad es que es una ventaja el ser amiga de la jefa. No os cobra ni nada. A mi me hace trabajar hasta cuando tengo un resfriado ¡y me cobra por la medicina!-bromeó riendose nasalmente, mientras se llevaba una mano al pecho.
Los ojos de Toima se abrian y cerraban indistintamente, intentando centrar su pesima visión en algo que creia tener enfrente de su cara. Unos segundos de meditación el watahre respondió.
-¿...Cuatro?-sonaba tan confiado como acertado.
Y así que decidieron llamar a Nia. La boticaria se disculpó, estaba ella personalmente muy liada con una emergencia en aquel momento para ir a atenderle en persona, pero dictaminó que mandaria a su ayudante para hacer un escrutinio previo y dictaminar si era una urgencia o no.
Y así, en menos de diez minutos tras colgar, aterrizó en el patio del cuchitril un vánara sobrecargado con un mochilón de aspecto pesado así como un casco enarbolandolo una perlada mirilla.
Kudryavka
Llamó a la puerta y cuando le abrieron se presentó con una sonrisa.
-¿Alguien ha pedido un enfermero a domicilio?-y risas lo siguieron, junto a un comentario de Toima, visiblemente molesto.
-¿¡Por que coño está el mono aquí!?-se aquejó el albino.
Haciendose en casa, el vánara pidió ser guiado hacia el enfermo. Traia bastantes nervios, pero se manejaba bien con el equipo.
-¡Venga no te enfades gigantón!-le dijo, vacilando si debia palmearle el hombro o no. Optó por evitar irritar al ciego ulterano.
-¡No me quedan rencores de mi parte asi que venga, no seas así!-añadió con una risa.-¡Si hasta la jefa me ha mandado aquí con la GoPro y una pantalla para que pueda ayudar a ver que te pasa!-exclamó, mientras dejaba la mochila y sacaba una tableta informática, mientras situaba su cabeza con estabilidad y encendia la cámara.
Toima tan solo gruñia. Parecia estar apunto de atacar como un perro salvaje, pero Tania, quien ya podia leerle desde dos millas se sentó a su lado y le apretó el hombro con severidad, causando que el ulterano regularmente chasquease la lengua.
-¿Jefa? ¿Me oyes bien?-probó Kudryavka, hablando a la pantalla.
-Si, te oigo, la imagen se está estabilizando.-sonaba la voz quebrajosa de la ulterana mientras la pantalla se iluminaba. Pronto pudieron discernir a la ulterana completamente cubierta en una casaca medica, con gorro y máscara quirurjica. Y, sin embargo, lo más llamativo era la cantidad de sangre esparcida por su ropa.
-Kudryavka, enfoca al paciente.-le recordó con cansancio en su voz, mientras se limpiaba el sudor de la frente.
Kud dió un respingo y alzó su cara para apuntar a con la camara al ulterano.
-Tiene las pupilas grisaceas por lo que veo... ¿es como los otros?-
Nia pareció meditar unos instantes. Sus ojos mostraron una revelación unos segundos antes de volverse a calmar.
-Si, suponia que iba a ser eso...-
Kud, inquieto, tenia el mochilón en mano ya.
-entonces... ¿La naranja?-preguntaba, mientras abria el mochilón de nuevo, buscando entre gasas herramientas, botes de pastillas hasta encontrar un pequeño estuche.
-Si, administrale la F103...-dijo, pero se cortó cuando algo o alguien fuera del plano pareció llamarla.
-Me tengo que ir ya. Han traido a otro.-dijo en una prisa.-Kudryavka, buscale la via como te dije y no les cobres nada, ¿entendido?-sonaba severa en sus instrucciones.
-¡S-Si!-exclamó, vacilante el ruso.
Y entonces, la pantalla se volvió negra, con la mirada estresada pero severa de la ulterana como último pictograma en su mente.
Buscando en el mochilón, sacó un estuche pequeño. Quitandole la cremallera a este, reveló una selección de jeringas finas, cada una de ellas etiquetadas y desde transparentes a algunas de radiante color.
Aquello de oir a Nia hablar con tanta casualidad, y hablar de administrarle algo no le gustó al ulterano, quien hizo un debil intento de levantarse antes de que Tania le cogiera del cuello tirandole de vuelta a su sitio.
-No te muevas ahora. Nia sabe lo que hace.-
Kud sacó una jeringa de un color naranja apagado y le quitó la capucha. Lentamente, hizo las comprobaciones necesarias y miró al watahre, muy vacilante, mientras este se sacudia en la silla inquieto.
-¡No me fio de la bruja, pero aun menos del mono!-sonaba angustiado. Sus ojos se movian por todo el lugar. Tenia miedo y se le notaba.
-¿Un poco de ayuda?-suplicó la nublina, cuando ya no podia pelear más con el albino.
Kud sacó una goma del mochilón y se lo dió al cuchitrilero más cercano.
-Si pudierais atarle esto al brazo, a la altura de tres pulgadas por encima del antebrazo...-recitó de memoria, pero su tono de voz no tenia confianza alguna.
Una vez atado, Toima comenzó a moverse más y más en la silla. Ya no se le podia sujetar. Respiraba hastiado y su voz se aflautaba ante el ataque de ansiedad.
-¿¡Que me va a hacer!?-repetia una y otra vez.
Kud que se habia quedado de piedra en aquel momento, decidió actuar.
-Lo mejor seria que estuviera despierto pero...-se acercó y le puso a dormir con magia.
Toima cayó a plomo entonces, todo su peso viniendose abajo, laxo, mientras que su cabeza se mecia a un lado hasta finalmente quedarse colgada en una postura incómoda.
-Ve va a odiar más ahora, ¿no?-preguntó con una risa debil.
Se acercó al brazo atado y buscó la via. Pareció costarle lo suyo, y tardó unos segundos.
-Lo se, piel tan clara y sin pelo no tengo excusa...-bromeó pero finalmente la encontró y le inyectó el contenido de la jeringa. Cuando la extrajo, un pequeño hechizo curativo cerró la picadura y de un tirón le quitó la goma.
Suspirando de alivio guardó la jeringa usada en una bolsa de plastico transparente y lo metió todo de vuelta en el mochilón.
-Son... ah, espera, me dijo que no os cobrase.-reflexionó unos instantes.-La verdad es que es una ventaja el ser amiga de la jefa. No os cobra ni nada. A mi me hace trabajar hasta cuando tengo un resfriado ¡y me cobra por la medicina!-bromeó riendose nasalmente, mientras se llevaba una mano al pecho.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: El Cuchitril
15/10/16, 10:16 pm
Gael se quedó realmente perplejo al ver a Toima palpando para orientarse, pasando tan cerca de la fuente de patatas que podría haberla tirado. Le tomó totalmente desprevenido verle así, tan de repente. Se preguntó desde cuándo podía estar pasando, a juzgar por las ganas del argos de ocultarlo, pero tenía que ser desde hacía muy poco tiempo. «¿Pero por qué demonios tiene que intentar ocultarlo? ¿Es idiota? ¿Cómo pretende saber qué le pasa y curarlo si no dice nada?». Con la medicina rocavarancolesa esperaba que no fuese nada serio, pero si se trataba de algo permanente o que dejase secuelas, la situación no tenía ni un ápice de gracia.
Después de la demostración ofrecida por Giz no hubo mucho más que hacer que esperar a Nia, aunque no fuese a venir personalmente. Gael, por algún motivo, había asumido que quien vendría sería la terra, pero ya sospechó que pasaba algo raro cuando la puerta a la que llamaron fue la del patio y no la principal. Era sorprendente que aquel vánara fuese capaz de entrar allí como Pedro por su casa, pero prefirió evitar comentarios al respecto. Cuando vio el equipamento que traía le dieron ganas de echarse a reír.
—¿Y luego qué, lo subes a youtube? —bromeó, aunque no en el tono divertido habitual. La situación no se prestaba mucho.
Al verla, se preguntó en qué estaba metida Nia, pero era evidente que no era el mejor momento para interrumpirla. Cuando hablaron de tratamientos y de que ya conocían el caso, suspiró aliviado, porque quería decir que tenía cura. Aunque que la tuviera no implicaba que fuese a ser sencillo ponérsela.
—¡Toima, por lo que más quieras! ¿Prefieres seguir ciego? —le reprochó mientras se ponía los guantes a toda prisa para ayudar a Tania—. Solo es un pinchazo y ya está, ¿te ha dado alguna vez Nia una medicina que te hiciese más daño?
Vac consiguió ponerle la goma, pero llegó un momento en que se hizo evidente la necesidad de hacer lo que hizo el vánara.
—Gracias —suspiró Gael ante el repentino silencio en el cuchitril. Independientemente de que Toima se comportase como un niño, estaba empezando a pasarlo mal también viéndole sufrir. Mientras observaba cómo buscaba la vena el vánara estuvo a punto de decirle algo, preocupado por su presunta falta de experiencia, pero no tardó mucho en poner la inyección. Ya había tenido bastante tiempo para aprender con Nia, después de todo.
Cuando se puso a hablar al terminar sintió incluso lástima por el chico. No supo qué comentar al respecto, aparte de mostrarle una sonrisa dubitativa. Encontraba imposible resignarse con tanto humor a aquel trato, y sin embargo allí estaba. Aquel chaval era un bicho raro donde los hubiera. Y no parecía muy intimidado por volver a pisar aquella vieja posada.
—No sé en qué anda metida tu jefa, pero dile que si se puede pasar cuando tenga un momento libre. Quiero preguntarle qué demonios le han dado a Toima y no estaría mal que le echase un vistazo de cerca. ¿Tú sabes algo? Por lo que me pareció entender, ¿hay más afectados?
Después de la demostración ofrecida por Giz no hubo mucho más que hacer que esperar a Nia, aunque no fuese a venir personalmente. Gael, por algún motivo, había asumido que quien vendría sería la terra, pero ya sospechó que pasaba algo raro cuando la puerta a la que llamaron fue la del patio y no la principal. Era sorprendente que aquel vánara fuese capaz de entrar allí como Pedro por su casa, pero prefirió evitar comentarios al respecto. Cuando vio el equipamento que traía le dieron ganas de echarse a reír.
—¿Y luego qué, lo subes a youtube? —bromeó, aunque no en el tono divertido habitual. La situación no se prestaba mucho.
Al verla, se preguntó en qué estaba metida Nia, pero era evidente que no era el mejor momento para interrumpirla. Cuando hablaron de tratamientos y de que ya conocían el caso, suspiró aliviado, porque quería decir que tenía cura. Aunque que la tuviera no implicaba que fuese a ser sencillo ponérsela.
—¡Toima, por lo que más quieras! ¿Prefieres seguir ciego? —le reprochó mientras se ponía los guantes a toda prisa para ayudar a Tania—. Solo es un pinchazo y ya está, ¿te ha dado alguna vez Nia una medicina que te hiciese más daño?
Vac consiguió ponerle la goma, pero llegó un momento en que se hizo evidente la necesidad de hacer lo que hizo el vánara.
—Gracias —suspiró Gael ante el repentino silencio en el cuchitril. Independientemente de que Toima se comportase como un niño, estaba empezando a pasarlo mal también viéndole sufrir. Mientras observaba cómo buscaba la vena el vánara estuvo a punto de decirle algo, preocupado por su presunta falta de experiencia, pero no tardó mucho en poner la inyección. Ya había tenido bastante tiempo para aprender con Nia, después de todo.
Cuando se puso a hablar al terminar sintió incluso lástima por el chico. No supo qué comentar al respecto, aparte de mostrarle una sonrisa dubitativa. Encontraba imposible resignarse con tanto humor a aquel trato, y sin embargo allí estaba. Aquel chaval era un bicho raro donde los hubiera. Y no parecía muy intimidado por volver a pisar aquella vieja posada.
—No sé en qué anda metida tu jefa, pero dile que si se puede pasar cuando tenga un momento libre. Quiero preguntarle qué demonios le han dado a Toima y no estaría mal que le echase un vistazo de cerca. ¿Tú sabes algo? Por lo que me pareció entender, ¿hay más afectados?
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: El Cuchitril
16/10/16, 01:50 am
Kudryavka
-Yo tampoco se en que anda. Desde esta mañana, ocupada.-responde, aunque no hubiera sido una pregunta directa.-Pero yo tanta sangre...-se estremeció.-Hemos tenido que cerrar la pajarería por hoy, me estoy ocupando de la botica.-
Ante la noción que le dijera que les visitase, el ruso tan solo soltó una pequeña risotada. La ulterana estaba tan ocupada últimamente que dudaba que pudiese, pero no dijo nada al respecto, con tal de no decepcionar.
-Hm... Si.-comenzó a responder a su pregunta.-Parece una epidemia. No... ¿cual seria la palabra? ¿Intoxicación masiva? Al parecer ciertas bebidas han sido envenenadas con un potente químico y a cuenta gotas, nos han ido trayendo más y más gente envenenada. Los sintomas son muy diferentes, pero casi todos acaban con el hígado destrozado. Mañana por la tarde... tarde noche, supongo que la jefa estará libre de trabajo. Deberiais llevar al gigantón a que le mirase. Algunos han estado muy cerca de morir por esto por lo visto. Otros se han quedado ciegos, como el... Vamos, que se ha liado parda. Por suerte, no ha habido casos de intoxicación por Vodka.-añade al final haciendo el gesto de victoria con ambas manos.
De pronto al ruso le vino algo a la mente y alzó la mirada, perdida entre el techo y las paredes, estuvo pensativo unos segundos. Finalmente, se encogió de hombros y decidió que no era nada.
Rascandose la nuca, reveló más.
-Pues hasta hoy la que se habia beneficiado mucho es la jefa, me ha estado dejando salir mucho antes y como esta vendiendo las naranjitas estas como pipas, ha empezado a venderlas por la calle a modo "preventivo" y ha contratado ayuda externa y todo. Y se la notaba bastante feliz en plan de, cada nueva jeringa usada parecia que los ojos se volvian de caricatura como si fuese una tragaperras que rueda y acaba en el simbolo del dolar.-comenta con una larga y honda carcajda.-Por lo visto, ha tenido una suerte inmensa, porque es la única capaz de curar los sintomas en la ciudad por el momento. Ni uno de sus competidores ha sacado un antídoto aún, y me dijo que, de hecho, el antidoto que esta usando es un bezoar muy caro, con una base elemental de oro y que por eso es tan caro. ¡Y vaya que si lo es! ¡Con mi mensualidad apenas me da para comprar uno para mi! Asi que ya no bebo cerveza. Os recomendaria hacer lo mismo, simplemente para evitar algunos de los sintomas que...-miró suspicazmente a ambos lados, como si alguien fuera a delatarle para luego susurrar, muy misterioso-...te obligan a ponerte pañal.-
Y tras la revelación se echó a reir, doblandose en dos mientras la cola se zarandeaba de un lado a otro de la cadera, llegando hasta tener lágrimas en los ojos.
-Yo tampoco se en que anda. Desde esta mañana, ocupada.-responde, aunque no hubiera sido una pregunta directa.-Pero yo tanta sangre...-se estremeció.-Hemos tenido que cerrar la pajarería por hoy, me estoy ocupando de la botica.-
Ante la noción que le dijera que les visitase, el ruso tan solo soltó una pequeña risotada. La ulterana estaba tan ocupada últimamente que dudaba que pudiese, pero no dijo nada al respecto, con tal de no decepcionar.
-Hm... Si.-comenzó a responder a su pregunta.-Parece una epidemia. No... ¿cual seria la palabra? ¿Intoxicación masiva? Al parecer ciertas bebidas han sido envenenadas con un potente químico y a cuenta gotas, nos han ido trayendo más y más gente envenenada. Los sintomas son muy diferentes, pero casi todos acaban con el hígado destrozado. Mañana por la tarde... tarde noche, supongo que la jefa estará libre de trabajo. Deberiais llevar al gigantón a que le mirase. Algunos han estado muy cerca de morir por esto por lo visto. Otros se han quedado ciegos, como el... Vamos, que se ha liado parda. Por suerte, no ha habido casos de intoxicación por Vodka.-añade al final haciendo el gesto de victoria con ambas manos.
De pronto al ruso le vino algo a la mente y alzó la mirada, perdida entre el techo y las paredes, estuvo pensativo unos segundos. Finalmente, se encogió de hombros y decidió que no era nada.
Rascandose la nuca, reveló más.
-Pues hasta hoy la que se habia beneficiado mucho es la jefa, me ha estado dejando salir mucho antes y como esta vendiendo las naranjitas estas como pipas, ha empezado a venderlas por la calle a modo "preventivo" y ha contratado ayuda externa y todo. Y se la notaba bastante feliz en plan de, cada nueva jeringa usada parecia que los ojos se volvian de caricatura como si fuese una tragaperras que rueda y acaba en el simbolo del dolar.-comenta con una larga y honda carcajda.-Por lo visto, ha tenido una suerte inmensa, porque es la única capaz de curar los sintomas en la ciudad por el momento. Ni uno de sus competidores ha sacado un antídoto aún, y me dijo que, de hecho, el antidoto que esta usando es un bezoar muy caro, con una base elemental de oro y que por eso es tan caro. ¡Y vaya que si lo es! ¡Con mi mensualidad apenas me da para comprar uno para mi! Asi que ya no bebo cerveza. Os recomendaria hacer lo mismo, simplemente para evitar algunos de los sintomas que...-miró suspicazmente a ambos lados, como si alguien fuera a delatarle para luego susurrar, muy misterioso-...te obligan a ponerte pañal.-
Y tras la revelación se echó a reir, doblandose en dos mientras la cola se zarandeaba de un lado a otro de la cadera, llegando hasta tener lágrimas en los ojos.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: El Cuchitril
17/10/16, 02:26 pm
Sus sospechas se confirmaron cuando por fin el ulterano se decidió a hablar. Estaba claro lo que tenían que hacer y ya que el resto le había hecho las preguntas pertinentes decidió mantenerse al margen, continuando con su comida, mientras esperaban a Nia. Para su sospresa no fue ella quien llamó a la puerta, sino el simio descerebrado. El draco resopló al escuchar su estridente voz, pero no abrió la boca. Vac se ofreció aquella vez a ayudar, por lo que el sueco permaneció una vez más en silencio, atento a las explicaciones de Kud. Aquel asunto no le gustaba ni un pelo, y sin duda alguien tendría que pagar por ello. Pero una vez hubiese terminado, él mismo se encargaría de indicarle al vánara la puerta correcta por la que tenía que salir con un escueto “gracias por ocuparte”.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientaciónPersonajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: El Cuchitril
13/06/17, 11:58 pm
Wen había preparado una merienda simple con té y dulces. No era más que un aumento de cantidad y variedad de la merienda que ella solía tomar los días que pasaba en casa. La vouivre había pensado que probablemente esto hiciera más cómoda la tarde, sobre todo para la idrina que era la que más difícil lo iba a tener. Wen solo le había dicho a su amigos que aquella tarde iban a venir al Cuchitril las dos novatas que últimamente habían estado viajando con ella a Krabelin, la última vez hacía dos semanas. Si bien no les había contado nada de su problema (ella no era quién para hacerlo), sí que había tomado la probablemente inútil precaución de pedirle a Toima que se controlara, aunque no se sintió tranquila hasta que no le hubo pedido a Tania que se mantuviera vigilándolo, como si la nublina hiciera otra cosa.
La británica se encontraba repasando algunas de sus notas en el salón mientras mantenía con hechizos el té caliente y los dulces frescos a la espera de que llegaran sus invitadas, mientras Ornlu jugueteaba con un mordedor a sus pies cansado de perseguir a Odín por la sala para que jugara con él y contento de tener a su dueña en casa. La vouivre le había pedido a Kimbra que no llevara a su montura, ya que aunque tenían espacio, ya había demasiados animales con los que lidiar.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguasPersonajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: El Cuchitril
15/06/17, 03:45 am
Irianna:
Aquel día también era un manojo de nervios, pero de una forma un poco distinta a cuando había decidido espontáneamente aventurarse en una taberna llena de gente intimidante. Seguía sintiéndose intimidada hasta cierto punto, pero también le preocupaba causar buena impresión. Con este pensamiento, resopló cuando ya podía ver el edificio a lo lejos, reconociéndolo de cuando se habían reunido con dama Diurna por primera vez, levantándose el flequillo en secuencia debido a la fuerza de su propio aliento. Una vez cerca de la casa de la bruja maldita, se giró hacia Kimbra buscando un mudo apoyo que la krabelinense no tenía ni idea de que necesitaba, pero aun así aquella suerte de ritual la confortaba un poco.
—Que sea lo que el Reflejo quiera… Y espero que el otro lado se sienta generoso hoy —comentó para sí en voz alta justo antes de llamar a la puerta.
Noel:
El draco estaba sentando leyendo en el sofá tras haber ayudado a Wen a colocar los aperitivos que habían preparado para las invitadas cuando se oyeron los golpes en la puerta. Había oído murmurar una voz fuera, aunque no distinguió nada de lo que decía, y por ello había iniciado una fracción de segundo antes el movimiento de levantarse del asiento prácticamente de forma inconsciente. Hizo saber a la vouivre y a cualquiera que estuviese para oírlo que él abría la puerta y dirigió sus pasos hacia allí.
—Ey, hola, pas… ¡Anda, si eres tú! —No pudo evitar sorprenderse al reconocer a la idrina: era la misma que acompañaba a Kirés aquel día en el mercado—. We… Dama Diurna me habló bastante de vosotras dos, pero no tenía ni idea de que ya nos conocíamos… —Se dirigió específicamente a la idrina a media frase porque a la hija de lunas sí que no la había visto nunca— más o menos. Yo sé tu nombre, y el de tu amiga también, pero probablemente tú no el mío. Creo que aquel día olvidamos presentarnos. —Le tendió una garra, sabiendo por Vivia que el apretón de manos era un saludo común en Idris—. Yo soy Noel, draco de estínfalo. —A continuación viró su cabeza hacia la demonio rakshasa e hizo un gesto de saludo con ella, no teniendo claro de qué forma debería saludar a alguien procedente de Krabelin.
Una vez hubo intercambiado saludos con la nebulomante, se dio la vuelta e indicó con un gesto de la mano que lo siguiesen al interior.
Irianna:
La nebulomante hubiese esperado encontrarse tal vez allí a Vac como persona que ya había conocido, ya que había supuesto que quizás era uno de los que vivían con dama Diurna habiéndose identificado como amigo suyo. Pero no se esperaba encontrar a otra persona con la que ya se había encontrado una vez. Además, alguien a quien le había recriminado el haberse llevado a Kirés en contra de su voluntad. Hizo lo que pudo por prevenir que su disparado nerviosismo se notase. La actitud del que se presentó como Noel era despreocupada y amistosa, podía notar en su lenguaje corporal que no tenía ninguna intención de mostrarse hostil. Se tuvo que repetir eso varias veces, no obstante, antes de hablar.
—Esta ciudad me parece cada vez más pequeña —rió con nerviosismo mientras le tendía una mano ligeramente temblorosa, olvidando por completo que se suponía que debía añadir alguna fórmula de cortesía como "encantada" o similar.
Si el draco había notado que sus nervios la traicionaban, no lo mostró en ningún momento. El apretón fue demasiado firme para su gusto, pero era difícil pasar por alto el hecho de que se trataba de un tipo enorme y probablemente no podía culparlo por no medir del todo bien la fuerza. Asintió con la cabeza a Kimbra mientras seguía a Noel al interior, más para indicarse a sí misma que debía pasar que a su amiga, y enseguida distinguió a la bruja maldita en la periferia de su campo de visión.
>>¡Hola, dama Diurna! Muchas gracias por invitarnos hoy… Y a tus amigos también, claro.
Se esforzó en sonreír con cordialidad y en tratar de mostrar que sus palabras eran sinceras a pesar de que su cuerpo se empeñaba en hacerla quedar mal. Se preguntaba si el rocavarancolés que brillaba al que habían visto junto a Noel en el mercado también viviría allí. Su sensación de vergüenza aumentó un poco ante la posibilidad, pero aquello no podía ser peor que su incursión poco sensata a la taberna, ¿verdad?
Aquel día también era un manojo de nervios, pero de una forma un poco distinta a cuando había decidido espontáneamente aventurarse en una taberna llena de gente intimidante. Seguía sintiéndose intimidada hasta cierto punto, pero también le preocupaba causar buena impresión. Con este pensamiento, resopló cuando ya podía ver el edificio a lo lejos, reconociéndolo de cuando se habían reunido con dama Diurna por primera vez, levantándose el flequillo en secuencia debido a la fuerza de su propio aliento. Una vez cerca de la casa de la bruja maldita, se giró hacia Kimbra buscando un mudo apoyo que la krabelinense no tenía ni idea de que necesitaba, pero aun así aquella suerte de ritual la confortaba un poco.
—Que sea lo que el Reflejo quiera… Y espero que el otro lado se sienta generoso hoy —comentó para sí en voz alta justo antes de llamar a la puerta.
Noel:
El draco estaba sentando leyendo en el sofá tras haber ayudado a Wen a colocar los aperitivos que habían preparado para las invitadas cuando se oyeron los golpes en la puerta. Había oído murmurar una voz fuera, aunque no distinguió nada de lo que decía, y por ello había iniciado una fracción de segundo antes el movimiento de levantarse del asiento prácticamente de forma inconsciente. Hizo saber a la vouivre y a cualquiera que estuviese para oírlo que él abría la puerta y dirigió sus pasos hacia allí.
—Ey, hola, pas… ¡Anda, si eres tú! —No pudo evitar sorprenderse al reconocer a la idrina: era la misma que acompañaba a Kirés aquel día en el mercado—. We… Dama Diurna me habló bastante de vosotras dos, pero no tenía ni idea de que ya nos conocíamos… —Se dirigió específicamente a la idrina a media frase porque a la hija de lunas sí que no la había visto nunca— más o menos. Yo sé tu nombre, y el de tu amiga también, pero probablemente tú no el mío. Creo que aquel día olvidamos presentarnos. —Le tendió una garra, sabiendo por Vivia que el apretón de manos era un saludo común en Idris—. Yo soy Noel, draco de estínfalo. —A continuación viró su cabeza hacia la demonio rakshasa e hizo un gesto de saludo con ella, no teniendo claro de qué forma debería saludar a alguien procedente de Krabelin.
Una vez hubo intercambiado saludos con la nebulomante, se dio la vuelta e indicó con un gesto de la mano que lo siguiesen al interior.
Irianna:
La nebulomante hubiese esperado encontrarse tal vez allí a Vac como persona que ya había conocido, ya que había supuesto que quizás era uno de los que vivían con dama Diurna habiéndose identificado como amigo suyo. Pero no se esperaba encontrar a otra persona con la que ya se había encontrado una vez. Además, alguien a quien le había recriminado el haberse llevado a Kirés en contra de su voluntad. Hizo lo que pudo por prevenir que su disparado nerviosismo se notase. La actitud del que se presentó como Noel era despreocupada y amistosa, podía notar en su lenguaje corporal que no tenía ninguna intención de mostrarse hostil. Se tuvo que repetir eso varias veces, no obstante, antes de hablar.
—Esta ciudad me parece cada vez más pequeña —rió con nerviosismo mientras le tendía una mano ligeramente temblorosa, olvidando por completo que se suponía que debía añadir alguna fórmula de cortesía como "encantada" o similar.
Si el draco había notado que sus nervios la traicionaban, no lo mostró en ningún momento. El apretón fue demasiado firme para su gusto, pero era difícil pasar por alto el hecho de que se trataba de un tipo enorme y probablemente no podía culparlo por no medir del todo bien la fuerza. Asintió con la cabeza a Kimbra mientras seguía a Noel al interior, más para indicarse a sí misma que debía pasar que a su amiga, y enseguida distinguió a la bruja maldita en la periferia de su campo de visión.
>>¡Hola, dama Diurna! Muchas gracias por invitarnos hoy… Y a tus amigos también, claro.
Se esforzó en sonreír con cordialidad y en tratar de mostrar que sus palabras eran sinceras a pesar de que su cuerpo se empeñaba en hacerla quedar mal. Se preguntaba si el rocavarancolés que brillaba al que habían visto junto a Noel en el mercado también viviría allí. Su sensación de vergüenza aumentó un poco ante la posibilidad, pero aquello no podía ser peor que su incursión poco sensata a la taberna, ¿verdad?
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: El Cuchitril
15/06/17, 09:37 pm
El fuego fatuo se encontraba en el taller aquella tarde. Sabía que iba a haber visita y quería conocer a las nuevas amigas de Wen y presentarse, pero decidió esperar mientras trabajaba. Cuando recibió un breve aviso de que habían llegado miró sorprendido por la ventana. «¿Se ha hecho tan tarde ya?».
Se quitó los guantes y el delantal que tenía para trabajar (que le recordaba al de los carniceros y solo por eso le resultaba gracioso), y llamó a Pirita chasqueando la lengua. La gata zombie a veces acudía a sus llamadas y a veces no, pero Gael nunca perdía la esperanza de que actuase como un gato normal. Tuvo suerte, porque al poco rato se escuchó el sonido de un tarro tambaleándose peligrosamente, y la gata saltó desde la parte superior de una estantería hasta su regazo. Por suerte el tarro no corrió más peligro después de eso.
Cruzó la calle acariciando la cabeza de Pirita, que le soltó un mordisco cuando se cansó de atenciones. Saltó de su regazo y se adelantó la primera en el cuchitril cuando el fuego fatuo empujó la puerta, desapareciendo escaleras arriba. Gael entró frotándose los dedos y saludó desde la puerta.
—¡Buenas! —No tardó en localizar a las desconocidas con la mirada. ¿O no lo eran? La idrina le sonaba, y no fue hasta que se acercó un poco más que pudo reconocerla—. ¡Anda! Si eres… de aquella vez en el mercado. —No conocía su nombre, ni siquiera recordaba si se habían presentado. Pero a la de Krabelin no la conocía, así que de todos modos tenía que hacerlo de nuevo—. Yo soy Koval, encantado —dijo, mirándolas a ambas. No quería observar demasiado fijamente a la hija de lunas, pero su aspecto le llamaba la atención. Había oído hablar de su especie, pero era la primera vez que tenía a alguno delante.
Se quitó los guantes y el delantal que tenía para trabajar (que le recordaba al de los carniceros y solo por eso le resultaba gracioso), y llamó a Pirita chasqueando la lengua. La gata zombie a veces acudía a sus llamadas y a veces no, pero Gael nunca perdía la esperanza de que actuase como un gato normal. Tuvo suerte, porque al poco rato se escuchó el sonido de un tarro tambaleándose peligrosamente, y la gata saltó desde la parte superior de una estantería hasta su regazo. Por suerte el tarro no corrió más peligro después de eso.
Cruzó la calle acariciando la cabeza de Pirita, que le soltó un mordisco cuando se cansó de atenciones. Saltó de su regazo y se adelantó la primera en el cuchitril cuando el fuego fatuo empujó la puerta, desapareciendo escaleras arriba. Gael entró frotándose los dedos y saludó desde la puerta.
—¡Buenas! —No tardó en localizar a las desconocidas con la mirada. ¿O no lo eran? La idrina le sonaba, y no fue hasta que se acercó un poco más que pudo reconocerla—. ¡Anda! Si eres… de aquella vez en el mercado. —No conocía su nombre, ni siquiera recordaba si se habían presentado. Pero a la de Krabelin no la conocía, así que de todos modos tenía que hacerlo de nuevo—. Yo soy Koval, encantado —dijo, mirándolas a ambas. No quería observar demasiado fijamente a la hija de lunas, pero su aspecto le llamaba la atención. Había oído hablar de su especie, pero era la primera vez que tenía a alguno delante.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: El Cuchitril
16/06/17, 09:52 pm
La voz a su espalda le confirmó la sospecha poco después de que se girase para mirar a quién la saludaba ahora. Aquellas vibrantes llamas azules… ¿Aunque no había algo raro? No tardó en responderse a sí misma: recordaba un brillo azul igual al fuego que envolvía a Koval alrededor de un varmano casi tan grande como Noel. El chico que hablaba con ella la había reconocido, pero guardaba poco parecido con la imagen que recordaba del acompañante del draco.
—Encantada, uhm… —Le respondió de vuelta, apenas haciendo un breve amago de subir el brazo por inercia, pero devolviéndolo a su sitio enseguida al reaccionar ante la obviedad de por qué no parecía buena idea un apretón de manos con Koval—. ¿Mi memoria me falla mucho o tú tenías un aspecto totalmente diferente aquella vez? —Rio con nerviosismo. Probablemente fuese cosa de su transformación, pero creía que un cambio de apariencia tan radical justificaba su curiosidad al respecto—. No me esperaba tantas coincidencias… Siento… Siento si aquella ocasión no parecía muy receptiva. A algunos de mis compañeros les cuesta menos, pero todavía estoy muy verde; mucho más aquella vez.
No supo que más añadir por el momento, aunque a su mente volvió el recuerdo de alguna de la información que había descubierto sobre ellos: eran mercenarios y hacían “trabajo sucio”, según sus propias palabras, por dinero. Pero la idrina no quería dejar que eso supusiese un prejuicio contra los amigos de dama Diurna, todo lo que la bruja maldita le había contado sobre ellos no encajaba con la imagen previa que cualquiera podría concebir a partir de aquellas nociones. Desde luego no había detectado hostilidad en ningún momento.
Escuchar a Kimbra presentarse a continuación la hizo salir de sus pensamientos y reprenderse por no haber pensado en que quizás no todos supiesen ya su nombre.
—Y yo soy Irianna —se apresuró a añadir después—. Noel parecía saber ya mi nombre y por eso lo omití, disculpa —se explicó.
—Encantada, uhm… —Le respondió de vuelta, apenas haciendo un breve amago de subir el brazo por inercia, pero devolviéndolo a su sitio enseguida al reaccionar ante la obviedad de por qué no parecía buena idea un apretón de manos con Koval—. ¿Mi memoria me falla mucho o tú tenías un aspecto totalmente diferente aquella vez? —Rio con nerviosismo. Probablemente fuese cosa de su transformación, pero creía que un cambio de apariencia tan radical justificaba su curiosidad al respecto—. No me esperaba tantas coincidencias… Siento… Siento si aquella ocasión no parecía muy receptiva. A algunos de mis compañeros les cuesta menos, pero todavía estoy muy verde; mucho más aquella vez.
No supo que más añadir por el momento, aunque a su mente volvió el recuerdo de alguna de la información que había descubierto sobre ellos: eran mercenarios y hacían “trabajo sucio”, según sus propias palabras, por dinero. Pero la idrina no quería dejar que eso supusiese un prejuicio contra los amigos de dama Diurna, todo lo que la bruja maldita le había contado sobre ellos no encajaba con la imagen previa que cualquiera podría concebir a partir de aquellas nociones. Desde luego no había detectado hostilidad en ningún momento.
Escuchar a Kimbra presentarse a continuación la hizo salir de sus pensamientos y reprenderse por no haber pensado en que quizás no todos supiesen ya su nombre.
—Y yo soy Irianna —se apresuró a añadir después—. Noel parecía saber ya mi nombre y por eso lo omití, disculpa —se explicó.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: El Cuchitril
17/06/17, 02:16 am
Toima y Tania
Como siempre. Como cada maldita vez, Toima se consideraba un optimista. Otros estarian muy en desacuerdo, pero el ulterano miraba con perspectiva positiva en cada momento en que alguien giraba en la calle hacia el Cuchitril. Quizás se habian equivocado, quizás eran mensajeros, quizás traian cerveza a domicilio. Pero cada vez se sentia muy decepcionado.
Quizás aquello no le molestaria tanto de no haber tan laxa seguridad a la hora de abrir la puerta a un cualquiera. Toima podria ser optimista, pero pensaba que si era algo en lo cual se podia esperar cosas malas era de gente de la ciudad. Ya le daba igual que fueran recien cosechados o viejos transformados. Si acaso, preferiria a los viejos transformados, debido a que ya se habian asentado en sus cambios y su posición en la ciudad. Los novatos, aunque débiles, eran sin duda más inclines a hacer cosas más estúpidas.
En un principio aceleró afuera de su cuarto, buscando las escaleras como un crio en la mañana de Navidad, pero se frenó paulatinamente hasta un tranquilo paso. Este, al contrario de la enloquecida carga que le precedio hasta el momento, alarmó a Tania quien se asomó de su propio cuarto, deteniendo una sesión de enceramiento de cordátiles y con el arco medio desmontado en mano, pensando que aquello que habia sido anunciado por los pisotones del ulterano podia ser algo más que una visita.
Y, siguiendole, bajó las escaleras tras él. Comprobó, como de costumbre, el aire de mala baba que traia consigo, propio de querer espantar a invitados no aceptados por sus requerimientos de lealtad extrema, pero quizás, lo más neurotico de ello, era que estaba adoptando nuevas técnicas para espantar a la gente. Normalmente se meteria en el mismo cuarto que los susodichos y comenzaria a mirarles mal a la cara.
La curiosidad la motivó a seguir, completamente consciente de que el ulterano la veia en todos momentos y no pretendiendo ocultarlo de ninguna manera.
Tal que así, llegaron los dos a la sala de abajo. No parecia nada fuera de lo común o alarmante, asi que Tania eluncubró que simplemente se trataba de unos novatos que venian ante una recomendación de terceros o curiosos varios, quizás posibles clientes. Lo que Toima sin duda hizo a continuación no defraudó las expectativas que se tenian de él.
Andando suavemente con una expresión siniestra en sus múltiples ojos y unos labios fruncidos mostrando una dentadura viciosamente afilada, el watahré hizo gesto de prosa elocuente, concisa y clara.
-Y ahora que ya te has presentado, ya te puedes marchar.-gruñó, alzando una mano hacia su boca y formando un megáfono.- ¡La siguiente!-exclamó a continuación.
No hubo mucho tiempo para añadir nada después, cuando el arqueado metálico cuerpo del arco de Tania atrapó a Toima por el cuello, tirando de él con fuerza como si se tratase de un perro de presa jalado por su collar. De hecho, a ojos de Tania, aquello era lo que Toima se transformaba cuando actuaba así.
-Ale, ya te has lucido y te puedes volver al cuarto si quieres. Son nuestras invitadas y no te voy a dejar que les andes molestando todo el día.- comentó con un suspiro. Su voz sonaba tan cansada como era imaginable que la nublina estuviese ante la situación.
El ulterano tan solo gruñó y se deserenredó el cuello del arco de la nublina con un chasquido de la lengua molesto.
-Perdonad. Ladra mucho pero no muerde sin avisar.-dijo Tania, algo más positiva dirigiendose a las novatas.-Algunos libros dicen que depende de la posición de las orejas, pero yo estoy convencida que depende más de como de punta se le pongan los pelos.-añadió bromeante, pasando al gigante de largo y acercandose a una distanciá más amigable.
-Yo soy Tania. El blanquito este es Toima, pero no le hagais mucho caso.-
Como siempre. Como cada maldita vez, Toima se consideraba un optimista. Otros estarian muy en desacuerdo, pero el ulterano miraba con perspectiva positiva en cada momento en que alguien giraba en la calle hacia el Cuchitril. Quizás se habian equivocado, quizás eran mensajeros, quizás traian cerveza a domicilio. Pero cada vez se sentia muy decepcionado.
Quizás aquello no le molestaria tanto de no haber tan laxa seguridad a la hora de abrir la puerta a un cualquiera. Toima podria ser optimista, pero pensaba que si era algo en lo cual se podia esperar cosas malas era de gente de la ciudad. Ya le daba igual que fueran recien cosechados o viejos transformados. Si acaso, preferiria a los viejos transformados, debido a que ya se habian asentado en sus cambios y su posición en la ciudad. Los novatos, aunque débiles, eran sin duda más inclines a hacer cosas más estúpidas.
En un principio aceleró afuera de su cuarto, buscando las escaleras como un crio en la mañana de Navidad, pero se frenó paulatinamente hasta un tranquilo paso. Este, al contrario de la enloquecida carga que le precedio hasta el momento, alarmó a Tania quien se asomó de su propio cuarto, deteniendo una sesión de enceramiento de cordátiles y con el arco medio desmontado en mano, pensando que aquello que habia sido anunciado por los pisotones del ulterano podia ser algo más que una visita.
Y, siguiendole, bajó las escaleras tras él. Comprobó, como de costumbre, el aire de mala baba que traia consigo, propio de querer espantar a invitados no aceptados por sus requerimientos de lealtad extrema, pero quizás, lo más neurotico de ello, era que estaba adoptando nuevas técnicas para espantar a la gente. Normalmente se meteria en el mismo cuarto que los susodichos y comenzaria a mirarles mal a la cara.
La curiosidad la motivó a seguir, completamente consciente de que el ulterano la veia en todos momentos y no pretendiendo ocultarlo de ninguna manera.
Tal que así, llegaron los dos a la sala de abajo. No parecia nada fuera de lo común o alarmante, asi que Tania eluncubró que simplemente se trataba de unos novatos que venian ante una recomendación de terceros o curiosos varios, quizás posibles clientes. Lo que Toima sin duda hizo a continuación no defraudó las expectativas que se tenian de él.
Andando suavemente con una expresión siniestra en sus múltiples ojos y unos labios fruncidos mostrando una dentadura viciosamente afilada, el watahré hizo gesto de prosa elocuente, concisa y clara.
-Y ahora que ya te has presentado, ya te puedes marchar.-gruñó, alzando una mano hacia su boca y formando un megáfono.- ¡La siguiente!-exclamó a continuación.
No hubo mucho tiempo para añadir nada después, cuando el arqueado metálico cuerpo del arco de Tania atrapó a Toima por el cuello, tirando de él con fuerza como si se tratase de un perro de presa jalado por su collar. De hecho, a ojos de Tania, aquello era lo que Toima se transformaba cuando actuaba así.
-Ale, ya te has lucido y te puedes volver al cuarto si quieres. Son nuestras invitadas y no te voy a dejar que les andes molestando todo el día.- comentó con un suspiro. Su voz sonaba tan cansada como era imaginable que la nublina estuviese ante la situación.
El ulterano tan solo gruñó y se deserenredó el cuello del arco de la nublina con un chasquido de la lengua molesto.
-Perdonad. Ladra mucho pero no muerde sin avisar.-dijo Tania, algo más positiva dirigiendose a las novatas.-Algunos libros dicen que depende de la posición de las orejas, pero yo estoy convencida que depende más de como de punta se le pongan los pelos.-añadió bromeante, pasando al gigante de largo y acercandose a una distanciá más amigable.
-Yo soy Tania. El blanquito este es Toima, pero no le hagais mucho caso.-
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: El Cuchitril
19/06/17, 06:18 pm
Un gigantón ochrorio con pinta de cura católico pasa por delante de la antigua posada conocida por sus actuales habitantes como el Cuchitril. ¿Qué le traerá por estas calles? ¿Busca un lugar en el que establecerse? ¿O tal vez a alguien, o algo? ¿O simplemente se trata de un paseo de los que se dan de tarde en tarde?
Te aburres demasiado, Adara.
Anda, voy a saludar a las invitadas. Pero se está tan bien aquí arriba, con la brisilla… Supongo que podría bajar un pedrusco ventilador y que corra un poco el aire si tienen calor. No sé, ya se verá. Venga, se acabó gandulear en el tejado.
El extraño parece reconocerme, por el gesto que me hace —creo, creo, que es uno de los novatillos, pero no sé dónde lo he visto antes— y le devuelvo el saludo con un gesto de cabeza. Con una breve acrobacia, entro a mi cuarto por la ventana y… ¡NO!
Vale, ya. Menos mal que me he parado a tiempo, tenía la ventana cerrada. Menudo destrozo hubiera sido, como aquella vez… Pero ahora he frenado a tiempo. ¡Menos mal! Qué vergüenza.
—¡Buenas tardes! —saludo alegre justo después de Tania. Me he bajado a Purr, por supuesto, se lo pasa bien con las visitas aunque sea a su digna manera—. Yo soy Adara, y me sonáis de algo aunque no os puedo poner nombre. Bienvenidas a nuestro Cuchitril —y les ofrezco la mano.
Te aburres demasiado, Adara.
Anda, voy a saludar a las invitadas. Pero se está tan bien aquí arriba, con la brisilla… Supongo que podría bajar un pedrusco ventilador y que corra un poco el aire si tienen calor. No sé, ya se verá. Venga, se acabó gandulear en el tejado.
El extraño parece reconocerme, por el gesto que me hace —creo, creo, que es uno de los novatillos, pero no sé dónde lo he visto antes— y le devuelvo el saludo con un gesto de cabeza. Con una breve acrobacia, entro a mi cuarto por la ventana y… ¡NO!
Vale, ya. Menos mal que me he parado a tiempo, tenía la ventana cerrada. Menudo destrozo hubiera sido, como aquella vez… Pero ahora he frenado a tiempo. ¡Menos mal! Qué vergüenza.
—¡Buenas tardes! —saludo alegre justo después de Tania. Me he bajado a Purr, por supuesto, se lo pasa bien con las visitas aunque sea a su digna manera—. Yo soy Adara, y me sonáis de algo aunque no os puedo poner nombre. Bienvenidas a nuestro Cuchitril —y les ofrezco la mano.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: El Cuchitril
20/06/17, 11:59 pm
A Giz no se le pasó por alto la puerta al cerrarse y el ruido de fuera, sin embargo, no bajó inmediatamente. Mientras el resto se encontraba abajo, el asreniano tuvo que acabar de alimentar a uno de sus últimos experimentos: un ciervo escamado que había nacido ciego. Había estado a nada de darselo de comida a cualquiera de sus otras criaturas, pero Miloslava se lo había negado en rotundo. "Bastante tiene Bambi con estár él ciego y muerta su madre" le había dicho.
Una vez el cervatillo no quiso más, el asreniano lo durmió de una caricia, lo acomodó sobre su cama y salió de su habitación.
—Hola —saludó mientras bajaba levitando hasta la planta baja. Miloslava y Lean se habian vuelto adictos a ver cosechas y tenían un par de monitores donde espiaban lo que pasaba en sus ratos libres. El goliat no sabía sus nombres, pero sabía pedazos de información inconexa y tenía teorías sobre sus transformaciones—. Giz, encantado.
Una vez el cervatillo no quiso más, el asreniano lo durmió de una caricia, lo acomodó sobre su cama y salió de su habitación.
—Hola —saludó mientras bajaba levitando hasta la planta baja. Miloslava y Lean se habian vuelto adictos a ver cosechas y tenían un par de monitores donde espiaban lo que pasaba en sus ratos libres. El goliat no sabía sus nombres, pero sabía pedazos de información inconexa y tenía teorías sobre sus transformaciones—. Giz, encantado.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: El Cuchitril
22/06/17, 01:34 am
Kimbra
A pesar de la incapacidad social de Kimbra, la krabelinense podía sentir la inquietud de la idrina y si bien no sabía el origen ni conocía la solución, si que se mantuvo en todo momento a su lado, mostrando así torpemente su apoyo. En silencio y mostrándose firme dejó que fuera Irianna quien abriera la puerta. Un individuo grande con alas, garras y cola les abrió la puerta, dio muestras de saber de su llegada y se presentó saludándoles. Kimbra se limitó a asentir con la cabeza a su gesto y pasó al interior tras su amiga cuando esta asintió en su dirección. Volvió a asentir en dirección a dama Diurna cuando esta entró en su campo de visión, dejando que fuera Irianna la que pusiera su saludo en palabras.
Al momento, un pequeño animal, claramente felino pero que definitivamente no olía a vivo, pasó a su lado y subió corriendo las escaleras perseguido por el kerlax en miniatura que había estado correteando alrededor de dama Diurna. Kimbra no prestó mucha atención a este suceso ya que en aquel momento entró tras ellas un individuo cubierto en llamas azules, que se presentó alegremente. La Hija de Lunas dedujo que se trataba de otro habitante de la casa y procedió a mirarle con curiosidad.
Tras algunas palabras de Irianna y recordando que Koval no había hecho alusión a conocer sus nombres, la engendro procedió a presentarse.
- Mi nombre es Kimbra- dijo añadiendo un asentimiento de cabeza en su dirección como forma sustitutiva del "encantado" que había recibido y que ella consideraba poco adecuado para si misma debido a la confusión que el término y su uso le generaban.
Al momento apareció otro individuo cubierto de ojos y considerablemente grande que les habló de forma despectiva y con ademanes toscos. Al instante, el cuerpo de la engendro se puso en tensión ante la amenaza y sus ojos se tiñeron de rojo, pero la chica que le acompañaba pareció controlarlo y se disculpó por su actitud, lo que, si bien consiguió que los ojos de Kimbra volvieran a su color habitual, no hizo que bajara la guardia.
A continuación, tras la chica, bajó una mujer de piel negra y alas rojas con otro pequeño felino entre las manos presentándose alegremente. Seguido de esta, un lagarto antropomórfico apareció levitando y presentándose de forma escueta. Kimbra casi esperó por si todavía quedaba alguien más por aparecer antes de repetir su presentación.
- Kimbra- dijo escuetamente acompañándolo de un asentimiento.
Exceptuando al individuo cubierto de ojos llamado Toima, todos parecían bastante cordiales.
Wednesday
Wen hizo ademán de levantarse a abrir cuando la puerta sonó, pero viendo que Noel se ofrecía a ello, se permitió terminar de organizar sus notas antes de guardarlas y empujar a Ornlu lejos de sus pies para no tropezar con el al andar.
- Irianna, Kimbra- saludó acercándose a ellas-. Oh, no te preocupes. Mejor guárdate tus agradecimientos por si acaso termináis huyendo de aquí sin mirar atrás- comentó a modo de broma, aunque con cierta realidad debajo.
Gael apareció en ese momento presentándose y, tras él, el resto, por lo que Wen esperó a que las presentaciones terminaran antes de invitarlas a sentarse. Se había abstenido de intervenir cuando Toima había hablado, o más bien berreado, ya que Tania se encontraba ahí para controlarlo.
- No te preocupes por Toima- le susurró a Irianna mientras se sentaban-. Estar enfurruñado es su estado natural, no te lo tomes como algo personal. Si te molesta, solo dale con un periódico en el hocico.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguasPersonajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: El Cuchitril
22/06/17, 08:04 pm
Noel:
Le resultaba divertido el hecho de que ellos parecían resultar igual de insólitos para la hija de lunas como ella lo resultaba para ellos, ya que era la primera habitante de Krabelin que veían. Le causó cierta gracia el hecho de que la idrina pareciese tan empeñada en disculparse e intercambió una mirada con Gael. Aunque no tuvo oportunidad de decir nada en ese momento, porque aunque Ornlu se encontraba en la planta baja, el auténtico perro del cuchitril apareció justo en ese momento. El draco se limitó a poner los ojos en blanco y dedicarle una mirada asesina al argos cuando pasó de vuelta al piso de arriba. Ya le haría saber más tarde, cuando no tuvieran invitadas en casa, y por enésima vez lo harto que estaba de su mierda de actitud. Por suerte entre Tania y Wen, a quien pudo oír el comentario que le dedicó en susurros a Irianna que le produjo una sonrisa divertida, se encargaron de suavizar el momento que a todas luces había resultado incómodo para las invitadas. O al menos para la nebulomante, ya que no se le había escapado el detalle del cambio de color en los ojos de Kimbra, que según tenía entendido indicaba que se encontraba alerta. Por suerte la hija de lunas no parecía tener ganas de gresca como cierto simio descerebrado y la visita parecía que podía proseguir con normalidad. O eso esperaba, porque le había incluso sorprendido que la vouivre invitase a alguien a quien no hacía tanto que conocía de aquella manera. Probablemente aquellas fueran las primeras amigas fuera de su grupo que Wen hacía por su propia cuenta, y el hecho de que las tratase con aquel nivel de confianza denotaba que probablemente mereciesen la pena. De otro modo la vouivre no hubiera querido saber más de ellas más allá de sus asuntos en el mundo natal de Kimbra.
Irianna:
Se había percatado de la presencia de los animales que jugaban bajo la mesa e iba a preguntar por ellos cuando escuchó los pasos de la mole que bajaba las escaleras. Si creía que Noel era grande, al lado del enorme ulterano con el cuerpo cubierto de ojos casi parecía inofensivo. Especialmente porque, al contrario que el resto de sus compañeros, la actitud de aquel a quien poco después supo que se llamaba Toima, desprendía una agresividad que no recordaba haber percibido nunca antes, especialmente no sin motivo alguno. La idrina se quedó sin palabras ante el exabrupto, bloqueándose y ni siquiera siendo capaz de tranquilizar a Kimbra porque primero debía conseguir calmarse ella misma. Lanzó una mirada preocupada y asustada a dama Diurna, pero la pequeña nublina que había aparecido tras el albino fue la que captó primero su atención. En completo contraste, la chica fue amable y su actitud despreocupada le dio a entender a la lacustre que aquello no era algo nuevo. Aunque nerviosa como estaba no llegó a comprender del todo su broma, pero hizo un esfuerzo por realizar un saludo con la cabeza.
—Encantada, Tania… Yo no pretendía… No pretendíamos resultar una molestia para ninguno de vosotros. No parece que vuestro amigo esté muy de acuerdo con nuestra visita —dejó escapar una risa nerviosa, plenamente consciente de que estaba añadiendo demasiada sutileza a lo que era una obviedad del tamaño de la Luna Roja.
Saludó a quienes llegaron poco después, estrechando la mano de Adara, observando al pequeño felino en sus brazos, y saludando al asreniano con gola que se presentó de forma escueta. La ángel negro desprendía también amabilidad, por suerte, y aunque Giz le resultaba más difícil de leer parecía tan relajado como el resto.
—Gracias por acogernos hoy —dijo una vez habían llegado todos—. Yo soy Irianna —repitió para los recién llegados—. Kimbra y yo hemos acompañado a dama Diurna en varios viajes a Krabelin y estoy ayudándola con la redacción de su trabajo de investigación —explicó mirando especialmente a Adara, ya que había afirmado que no sabía exactamente quienes eran.
Mientras se sentaba, entre dama Diurna y Kimbra, la bruja maldita le susurró que no se preocupase por el ulterano, aunque aquello era más fácil de decir que de hacer. Se rio por lo bajo nerviosamente con su broma.
>>No quisiera acarrearte problemas a ti o al resto, de todas formas —le respondió con seriedad.
<<Pero supongo que sería todavía peor irse ahora>> se dijo para evitar darle demasiadas vueltas a aquello. Estaba allí para intentar vencer su miedo, y era plenamente consciente de que no podía caerle bien a todo el mundo; si dama Diurna las había invitado y el resto parecían no tener problemas con ello no debería darle tantas vueltas. No obstante, negar que su congoja había aumentado con la intervención de Toima habría sido mentirse a sí misma descaradamente.
Acababa de acomodarse en la silla cuando notó algo suave restregándose contra sus piernas. La idrina no se sobresaltó porque ya había visto al cánido y al felino antes, pero ahora por fin podía prestarles la atención que había querido en un principio.
—Parece que tenéis bastantes mascotas —dijo mientras observaba al gato negro pasar de sus piernas a las de Kimbra y al cánido acercarse curioso—. Hace mucho que no tengo contacto con animales inofensivos. ¿Se sienten cómodos con los desconocidos?
El pelo de aquellos mamíferos debía de ser suave y pensó que probablemente le ayudaría a tranquilizarse un poco si se dejaban acariciar. Era obvio que si se encontraban allí a pesar de su presencia no debían de tener demasiados problemas con la misma, pero la idrina no se atrevía a asumir nada al respecto. Antes de recibir respuesta, no obstante, el felino negro se subió en su regazo sin previo aviso, como si hubiera entendido su pregunta y adivinado sus intenciones.
>>Oh… Vaya —dejó escapar una risa nerviosa. Había alzado los brazos ligeramente por acto reflejo ya que no se lo esperaba, pero los apoyó de nuevo lentamente sobre la mesa mientras el felino se acomodaba sobre su falda.
Noel:
Se acercó a la mesa y se sentó al otro lado de Wen y dejó escapar una carcajada ante la sorpresa de la idrina cuando su gato se adueñó de su regazo.
—Odin es igual de descarado con todo el mundo aunque no le conozca de nada. Tranquila, puedes acariciarlo si quieres. No hace daño. Solo a mi hermano y a mí, nuestra estirpe no le gusta por algún motivo. Ahora mismo no tengo ningún arañazo porque esta mañana estaba demasiado entretenido metiéndose con Ornlu y los de ayer ya han desaparecido gracias a mi regeneración —explicó divertido—. E insisto en que no debéis preocuparos por Toima, actúa así con todos los desconocidos porque es peor que un crío con un ataque de celos porque su mamá está haciendo caso a otra persona. Solo que aquí nos ha tocado a todos nosotros hacer el papel de madre —añadió encogiéndose de hombros y tratando de hacer gestos que indicaban que había que quitarle hierro al asunto—. Vosotras disfrutad de la merienda y relajaos, no hace falta ser tan formales. No somos esos estirados del Consejo ni nadie importante en general. Si se nos conoce de algo es porque al parecer empezamos a dar un poco de miedo... —añadió sonriendo con diversión— Pero en realidad no hay nada que temer, el perro tiene bozal y el resto no mordemos fuera de nuestra jornada laboral.
Le resultaba divertido el hecho de que ellos parecían resultar igual de insólitos para la hija de lunas como ella lo resultaba para ellos, ya que era la primera habitante de Krabelin que veían. Le causó cierta gracia el hecho de que la idrina pareciese tan empeñada en disculparse e intercambió una mirada con Gael. Aunque no tuvo oportunidad de decir nada en ese momento, porque aunque Ornlu se encontraba en la planta baja, el auténtico perro del cuchitril apareció justo en ese momento. El draco se limitó a poner los ojos en blanco y dedicarle una mirada asesina al argos cuando pasó de vuelta al piso de arriba. Ya le haría saber más tarde, cuando no tuvieran invitadas en casa, y por enésima vez lo harto que estaba de su mierda de actitud. Por suerte entre Tania y Wen, a quien pudo oír el comentario que le dedicó en susurros a Irianna que le produjo una sonrisa divertida, se encargaron de suavizar el momento que a todas luces había resultado incómodo para las invitadas. O al menos para la nebulomante, ya que no se le había escapado el detalle del cambio de color en los ojos de Kimbra, que según tenía entendido indicaba que se encontraba alerta. Por suerte la hija de lunas no parecía tener ganas de gresca como cierto simio descerebrado y la visita parecía que podía proseguir con normalidad. O eso esperaba, porque le había incluso sorprendido que la vouivre invitase a alguien a quien no hacía tanto que conocía de aquella manera. Probablemente aquellas fueran las primeras amigas fuera de su grupo que Wen hacía por su propia cuenta, y el hecho de que las tratase con aquel nivel de confianza denotaba que probablemente mereciesen la pena. De otro modo la vouivre no hubiera querido saber más de ellas más allá de sus asuntos en el mundo natal de Kimbra.
Irianna:
Se había percatado de la presencia de los animales que jugaban bajo la mesa e iba a preguntar por ellos cuando escuchó los pasos de la mole que bajaba las escaleras. Si creía que Noel era grande, al lado del enorme ulterano con el cuerpo cubierto de ojos casi parecía inofensivo. Especialmente porque, al contrario que el resto de sus compañeros, la actitud de aquel a quien poco después supo que se llamaba Toima, desprendía una agresividad que no recordaba haber percibido nunca antes, especialmente no sin motivo alguno. La idrina se quedó sin palabras ante el exabrupto, bloqueándose y ni siquiera siendo capaz de tranquilizar a Kimbra porque primero debía conseguir calmarse ella misma. Lanzó una mirada preocupada y asustada a dama Diurna, pero la pequeña nublina que había aparecido tras el albino fue la que captó primero su atención. En completo contraste, la chica fue amable y su actitud despreocupada le dio a entender a la lacustre que aquello no era algo nuevo. Aunque nerviosa como estaba no llegó a comprender del todo su broma, pero hizo un esfuerzo por realizar un saludo con la cabeza.
—Encantada, Tania… Yo no pretendía… No pretendíamos resultar una molestia para ninguno de vosotros. No parece que vuestro amigo esté muy de acuerdo con nuestra visita —dejó escapar una risa nerviosa, plenamente consciente de que estaba añadiendo demasiada sutileza a lo que era una obviedad del tamaño de la Luna Roja.
Saludó a quienes llegaron poco después, estrechando la mano de Adara, observando al pequeño felino en sus brazos, y saludando al asreniano con gola que se presentó de forma escueta. La ángel negro desprendía también amabilidad, por suerte, y aunque Giz le resultaba más difícil de leer parecía tan relajado como el resto.
—Gracias por acogernos hoy —dijo una vez habían llegado todos—. Yo soy Irianna —repitió para los recién llegados—. Kimbra y yo hemos acompañado a dama Diurna en varios viajes a Krabelin y estoy ayudándola con la redacción de su trabajo de investigación —explicó mirando especialmente a Adara, ya que había afirmado que no sabía exactamente quienes eran.
Mientras se sentaba, entre dama Diurna y Kimbra, la bruja maldita le susurró que no se preocupase por el ulterano, aunque aquello era más fácil de decir que de hacer. Se rio por lo bajo nerviosamente con su broma.
>>No quisiera acarrearte problemas a ti o al resto, de todas formas —le respondió con seriedad.
<<Pero supongo que sería todavía peor irse ahora>> se dijo para evitar darle demasiadas vueltas a aquello. Estaba allí para intentar vencer su miedo, y era plenamente consciente de que no podía caerle bien a todo el mundo; si dama Diurna las había invitado y el resto parecían no tener problemas con ello no debería darle tantas vueltas. No obstante, negar que su congoja había aumentado con la intervención de Toima habría sido mentirse a sí misma descaradamente.
Acababa de acomodarse en la silla cuando notó algo suave restregándose contra sus piernas. La idrina no se sobresaltó porque ya había visto al cánido y al felino antes, pero ahora por fin podía prestarles la atención que había querido en un principio.
—Parece que tenéis bastantes mascotas —dijo mientras observaba al gato negro pasar de sus piernas a las de Kimbra y al cánido acercarse curioso—. Hace mucho que no tengo contacto con animales inofensivos. ¿Se sienten cómodos con los desconocidos?
El pelo de aquellos mamíferos debía de ser suave y pensó que probablemente le ayudaría a tranquilizarse un poco si se dejaban acariciar. Era obvio que si se encontraban allí a pesar de su presencia no debían de tener demasiados problemas con la misma, pero la idrina no se atrevía a asumir nada al respecto. Antes de recibir respuesta, no obstante, el felino negro se subió en su regazo sin previo aviso, como si hubiera entendido su pregunta y adivinado sus intenciones.
>>Oh… Vaya —dejó escapar una risa nerviosa. Había alzado los brazos ligeramente por acto reflejo ya que no se lo esperaba, pero los apoyó de nuevo lentamente sobre la mesa mientras el felino se acomodaba sobre su falda.
Noel:
Se acercó a la mesa y se sentó al otro lado de Wen y dejó escapar una carcajada ante la sorpresa de la idrina cuando su gato se adueñó de su regazo.
—Odin es igual de descarado con todo el mundo aunque no le conozca de nada. Tranquila, puedes acariciarlo si quieres. No hace daño. Solo a mi hermano y a mí, nuestra estirpe no le gusta por algún motivo. Ahora mismo no tengo ningún arañazo porque esta mañana estaba demasiado entretenido metiéndose con Ornlu y los de ayer ya han desaparecido gracias a mi regeneración —explicó divertido—. E insisto en que no debéis preocuparos por Toima, actúa así con todos los desconocidos porque es peor que un crío con un ataque de celos porque su mamá está haciendo caso a otra persona. Solo que aquí nos ha tocado a todos nosotros hacer el papel de madre —añadió encogiéndose de hombros y tratando de hacer gestos que indicaban que había que quitarle hierro al asunto—. Vosotras disfrutad de la merienda y relajaos, no hace falta ser tan formales. No somos esos estirados del Consejo ni nadie importante en general. Si se nos conoce de algo es porque al parecer empezamos a dar un poco de miedo... —añadió sonriendo con diversión— Pero en realidad no hay nada que temer, el perro tiene bozal y el resto no mordemos fuera de nuestra jornada laboral.
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