Conversación entre Hyun y Eitne

El coreano estaba ansioso por apartar al daeleciano para tener una de sus charlas. Esta vez con intención de que su compañero tuviera claro quién era el culpable de lo que había pasado. Quería limpiar su nombre a ojos de Eitne.
Pero nada, ese no era su día. La preocupación que tenía seguía teniendo que aguantarla más rato. Pues se le adelantó el sinhadre para hablar con Eitne. De nuevo a esperar, sentado a cierta distancia mientras todo pasaba. Solo atento al momento en el que pudiera separar al daeleciano. Por fín terminaron e ipso facto pilló por banda al niño.

- ¿Podemos hablar en privado?- le dijo en bajito. Acto seguido guió al niño a la armería. Y una vez cerró la puerta tras de ellos empezó a hablar.

- Tu sabes que lo que ha pasado no ha sido culpa mía ¿No?
Yo ni siquiera le he hecho nada.-

El niño accedió y siguió a Hyung con cierta reticencia. Habían estado hablando de magia un rato antes y era sin duda un tema que le dolía abandonar. Especialmente si lo hacía de camino a la armería, la habitación que menos le gustaba al daeliciano. Cuando el koreano cerró la puerta, Eitne miró hacia atrás y la preocupación surgió en su cara. Cuando escuchó lo que Hyun tenía que decirle, el niño era todo extrañeza. Con los años que tenía y los pocos niños de su edad con los que había vivido en casa, para Eitne no era normal que la gente le buscara a él para limpiar su imagen. Especialmente si la persona era tan mayor.

Se encogió de hombros, cerró uno de los baules y se sentó sobre la tapa.

—Pero, ¿no lo habíais solucionado ya? —Eitne no entendía a qué estaba viniendo todo eso.

- E-es más complicado que eso.- No se esperaba esa pregunta. Pensaba evidente por qué quería hablar con el daeleciano, pero según veía, se equivocaba. El niño era demasiado inocente y eso le recordaba la edad, que él seguía siendo un adolescente que buscaba apoyo en un niño. Ahora sentía vergüenza; vergüenza por si a sus atributos de asocial, serio y cobarde, se debía añadir patético; un chico que solo se relaciona con un enano. Sin embargo continuó, aunque menos interesado y más serio.

- Me preocupaba lo que tú pensabas de mi. Que me vieras como me ha descrito Pam. Que creas que le hubiera hecho daño, incluso matado.- En el fondo el coreano sabía que como le había descrito la mona no estaba tan lejos de la realidad. Todavía sentía placer imaginandosela recibiendo daño; seguía recordando lo que había pasado con asco, y el deseo de hacerselo pagar. Pero eran cosas muy distintas como quería que le viera y como realmente era. Sobre todo tratandose de la persona con la que más hablaba.

Eitne miró a la puerta, asustado. Las palabras de Hyun le confirmaron que se trataba de una encerrona. Si ya estaba nervioso después del fracaso tras fracaso con el hechizo térmico, mientras le enseñaba a Zob y a Neil, aquello solo lo empeoraba. Podían haber hablado de esto en la habitación, con la puerta cerrada; o incluso abierta. Podían haberlo hablado con más gente, e incluso con Pam. Pero ahí estaba Eitne atrapado en la armería y entre un follón que nada tenía que ver con él.

—N-n-n-no r-recuerdo qué dijo Pam —a pesar de todo, el niño fue sincero. Hasta ahí no le fue demasiado difícil, más allá del tartamudeo y los nervios—. Y-yo pi-pienso que los d-d-dos habéis sido ma-malos entre v-vosotros —lo que venía ahora era más difícil—. Y... Y... yo... —Eitne fingió que tartamudeaba para retrasar un par de segundos lo inevitable—. Vi el m-m-martillo. ¿E-e-es v-verdad que le pe-pegaste?

Para Eitne, el asunto había quedado zanjado en cuanto se perdonaron. Así se suponía que funcionaban los perdones. Así se lo habían enseñado a él, al menos. Ahora no estaba seguro, estaba surgiendo demasiada sal de aquella zanja.

Aunque esperaba relajarse hablando con el niño, con sus respuestas solo se iba preocupando más y más. Unas preocupaciones que se confirmaban en su cara << Si que me ve así>>

- Yo no fui malo. Yo fui a consolarla- En su boca cada vez deformaba más la historia buscando la simpatía del que consideraba su amigo.

- Y no le di con el martillo- <<No acerté>> - solo quise asustarla. Que dejara de golpearme.- Dio un largo suspiro y se sentó deslizándose por la pared hacia abajo. En el trayecto golpeaba algunas armas esparcidas por el suelo provocando ruidos por el metal. Se le formó un nudo en la garganta mientras pensaba que quizás no había salido tan impune y vencedor de la pelea. Quizás Eitne ya no se fiaba de el.

A Eitne le picaban los ojos. Cuánto más le hablaba Hyung, menos entendía por qué era él y no Pam quien estaba ahí abajo. ¿No quería demostrar que no había querido hacer algo malo? ¿Por qué no lo hablaba con quien había tenido el problema? Y sobre todo, ¿por qué se estaba sintiendo Eitne tan mal por algo ajeno que supuestamente se había solucionado? El niño habría olvidado el asunto en un rato si no se lo hubieran recordado, ahora no podía quitárselo de la cabeza. Pero sobre todo no podía parar de dudar por cosas que creía que no debía.


—N-no lo enti-tiendo... —le confesó—. ¿N-no os pe-pegásteis ambos? —para Eitne, eso ya era haber sido malos—. L-lo otro... ¿No le d-diste p-porque f-f-fallaste o po-porque n-no intentaste darle d-de verdad? —para Eitne, aquello ya era un horror, sin más. E incluso si le decía que no había intentado pegarle con el martillo, ahora no se quitaría la duda de encima.

En su cabeza seguía sonando la voz de su abuela con los consejos que le habían dado en casa: "los problemas se solucionan hablando", "la violencia jamás es una opción", "nunca se debe llegar a las manos, bajo ningún concepto"... Sin embargo, con los nervios, su voz calmada y agradable había invadido otros campos de su cerebro y el niño podía escuchar a la anciana coreando su propio subconsciente: "La punta del martillo pesa casi tanto como Pam entera", "podría haberla matado por error".

- No nos pegamos ambos...- Cada cosa la decía más nervioso- yo no la toque no le golpee, no le hice absolutamente nada, ni fui cul- su respuesta se cortó con la pregunta de Eitne ¿De verdad creía eso? El daeleciano veía a traves de Hyun, se preguntaba lo que el coreano sabía que era cierto. Hyun querría haberle dado en parte.

- Y-yo estaba nervioso por los golpes de Pam, po-podría haber fallado y darle, solo quería que me dejara, pero no darle.- lo dejó ahí, estaba claro que darle podía significar casi matarla y prefirió no hacerlo del todo evidente.

—B-bueno... —la versión de Hyun tenía sentido y aún así, había algo en toda aquella situación que incomodaba a Eitne. El muchacho trató de dejarlo a un lado y se esforzó por confiar en el coreano—. T-te c-creo —añadió. Una verdad a medias para tranquilizar a Hyun y para tranquilizarse a sí mismo.

Un acto reflejo que involucraba dar martillazos al aire era algo que no había visto nunca en su poblado y Eitne necesitaba hacerse a la idea. Por suerte o por desgracia, sus compañeros volvieron en aquel momento y cargaban con golpes peores. El daeliciano subió con la esperanza de huír de una situación cómoda. No tardaría mucho en acabar creyéndose la versión de Hyun, más o menos.