Sede de los Taumaturgos (Archivo II)
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alpeca
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23 participantes
- InvitadoInvitado
Sede de los Taumaturgos (Archivo II)
17/10/11, 03:01 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Cicatriz aguardaba frente a la puerta del edificio con las patas delanteras cruzadas sobre el pecho. Poco a poco los cosechados se fueron acercando algunos con reticencia, otros con ilusión y escucharon con atención a la loba.
-Bienvenidos al que será vuestro nuevo hogar.- dijo con voz firme- Aquí podréis continuar con vuestra formación como guerreros, avanzar y aprender, desarrollar vuestras habilidades y adquirir otras nuevas. Puedo aseguraros que no os faltará de nada, podréis disponer de todo el material que necesitéis y la comida y el agua no serán un problema. Pero, nosotros no mantenemos a vagos ni a parásitos, por lo que tendréis que demostrar vuestra valía si queréis continuar viviendo aquí.- señaló la puerta- En la entrada encontraréis un libro, que explica las dependencias de las que dispone el edificio, una vez hayáis decidido si queréis quedaros tenéis que firmar en las hojas en blanco. Así quedaréis registrados com inquilinos oficiales. También podéis llevar la cuenta de los logros y créditos que conseguiréis tanto en las misiones como en los entrenamientos. Eso es todo- al acabar, Cicatriz se hizo a un lado para permitir la entrada de los cosechados.
Cicatriz aguardaba frente a la puerta del edificio con las patas delanteras cruzadas sobre el pecho. Poco a poco los cosechados se fueron acercando algunos con reticencia, otros con ilusión y escucharon con atención a la loba.
-Bienvenidos al que será vuestro nuevo hogar.- dijo con voz firme- Aquí podréis continuar con vuestra formación como guerreros, avanzar y aprender, desarrollar vuestras habilidades y adquirir otras nuevas. Puedo aseguraros que no os faltará de nada, podréis disponer de todo el material que necesitéis y la comida y el agua no serán un problema. Pero, nosotros no mantenemos a vagos ni a parásitos, por lo que tendréis que demostrar vuestra valía si queréis continuar viviendo aquí.- señaló la puerta- En la entrada encontraréis un libro, que explica las dependencias de las que dispone el edificio, una vez hayáis decidido si queréis quedaros tenéis que firmar en las hojas en blanco. Así quedaréis registrados com inquilinos oficiales. También podéis llevar la cuenta de los logros y créditos que conseguiréis tanto en las misiones como en los entrenamientos. Eso es todo- al acabar, Cicatriz se hizo a un lado para permitir la entrada de los cosechados.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo II)
03/10/13, 12:47 am
A la libense le encantó la incredulidad del draco, que solo consiguió que su interés por él aumentara.
- No quieres hablar de gritos porque todavía no me has oído hacerlo.- siguió provocándolo, pues el nombre de su transformación no le decía nada.- ¿Burdel? ¿Acaso crees que necesito pagar por sexo? ¿Yo? ¿Con este cuerpo?- preguntó fingiendo indignación. Cuando Atol comentó lo de atarla corta, la licántropa lo miró con alarma, como si hubiera dicho una blasfemia, pero en seguida se rió.- Si todo sale como planeo, no seré yo la que este atada.
La loba no tardó en sentirse sucia en su forma. A pesar de que había seguido rigurosa las pautas de higiene lobunas, no eran suficientes para un cuerpo libense, además que echaba de menos sumergirse en una amplia bañera.
- Si me dejaras yo te quitaría toda la tontería.- le dijo a voz en grito al idrino pícaramente. Luego se volvió hacia el libense.- Voy a mi habitación, a lavarme, a tirarme en mi mullida cama. Me siento un poco sucia. ¿Te interesa acompañarme a alguno de esos lugares?- habló con dobles sentidos terminando con un guiño.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo II)
03/10/13, 01:28 am
Noel enarcó una ceja ante la intervención del helión, a juego con su congénere. Tan solo con haber ido una vez desde que se habían mudado los novatos, había oído casi más comentarios de índole sexual en la sede que en varios días en el burdel. Por supuesto se trataba de una simple exageración por comparación, ya que los oídos del draco captaban demasiadas cosas.
<<¿Mi señora Karime? Libenses...>>, pensó conteniendo la risa.
—Sí, creo que iremos todos y puede que alguno más... —dijo con aire pensativo mientras trataba de recordar quién había confirmado su asistencia a la fiesta.
La respuesta de Karime en aquella ocasión le arrancó una genuina sonrisa jocosa, ya que la libense había hecho un comentario que para el draco podría tener una connotación diferente a la que ella le daba.
—Y es mucho mejor que siga así, para ti sobre todo —comentó sin aclarar nada más mientras sonreía sarcásticamente, ya se enterarían en algún momento de en qué consistía su transformación.
Por suerte para él, Saren pareció notar su incomodidad en medio de aquella sala y le hizo un gesto para que lo siguiera hasta la cocina.
—No hace falta que lo jures —le dijo en respuesta a su comentario acerca del nivel de perversión de sus compañeros—. A Miseria se le pasan muchas cosas por la cabeza, pero creo que pocas comprensibles —comentó con una breve carcajada recordando las ocasiones en las que se había cruzado con el ominario—. ¿Sosez? Nah, los periquitos siempre son graciosos —se rió mientras abandonaban definitivamente el salón.
Una vez en la cocina, agradeció el bizcocho que le ofreció el idrino, dándole el visto bueno como cocinero habitual del cuchitril que era. El sueco se había reído cuando le explicó por qué Biblios lo había tenido esclavizado en la biblioteca durante un tiempo.
—A partir de ahora te voy a llamar "periquito de la destrucción" —le anunció mientras Saren le explicaba el efecto dominó que había desencadenado en el edificio.
>>Volar es complicado, siento que hayas tenido que aprender solo. Pero tienes razón, la sensación de libertad cuando atraviesas el cielo a toda velocidad es una de las experiencias más gratificantes que me ha proporcionado la Luna Roja. Sin embargo, también te podemos ayudar a mejorar el vuelo, que seguro que te hace falta sobre todo en cuanto a maniobrar en el aire. Puedes venir mañana mismo por primera vez, entrenamos casi todas las mañanas en la bahía de los naufragios.
<<¿Mi señora Karime? Libenses...>>, pensó conteniendo la risa.
—Sí, creo que iremos todos y puede que alguno más... —dijo con aire pensativo mientras trataba de recordar quién había confirmado su asistencia a la fiesta.
La respuesta de Karime en aquella ocasión le arrancó una genuina sonrisa jocosa, ya que la libense había hecho un comentario que para el draco podría tener una connotación diferente a la que ella le daba.
—Y es mucho mejor que siga así, para ti sobre todo —comentó sin aclarar nada más mientras sonreía sarcásticamente, ya se enterarían en algún momento de en qué consistía su transformación.
Por suerte para él, Saren pareció notar su incomodidad en medio de aquella sala y le hizo un gesto para que lo siguiera hasta la cocina.
—No hace falta que lo jures —le dijo en respuesta a su comentario acerca del nivel de perversión de sus compañeros—. A Miseria se le pasan muchas cosas por la cabeza, pero creo que pocas comprensibles —comentó con una breve carcajada recordando las ocasiones en las que se había cruzado con el ominario—. ¿Sosez? Nah, los periquitos siempre son graciosos —se rió mientras abandonaban definitivamente el salón.
Una vez en la cocina, agradeció el bizcocho que le ofreció el idrino, dándole el visto bueno como cocinero habitual del cuchitril que era. El sueco se había reído cuando le explicó por qué Biblios lo había tenido esclavizado en la biblioteca durante un tiempo.
—A partir de ahora te voy a llamar "periquito de la destrucción" —le anunció mientras Saren le explicaba el efecto dominó que había desencadenado en el edificio.
>>Volar es complicado, siento que hayas tenido que aprender solo. Pero tienes razón, la sensación de libertad cuando atraviesas el cielo a toda velocidad es una de las experiencias más gratificantes que me ha proporcionado la Luna Roja. Sin embargo, también te podemos ayudar a mejorar el vuelo, que seguro que te hace falta sobre todo en cuanto a maniobrar en el aire. Puedes venir mañana mismo por primera vez, entrenamos casi todas las mañanas en la bahía de los naufragios.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo II)
03/10/13, 03:29 pm
El norteño rió ante el apodo que le había asignado el draco, pero no puso ninguna objeción, no le desagradaba el apelativo. También escuchó con atención la forma en la que el sueco describía la sensación que le producía volar, y el idrino asintió al estar totalmente de acuerdo. Aceptó la invitación de acercarse al día siguiente a a bahía, pero no podía evitar preguntarse si no molestaría a alguno de os amigos de Noel.
-¿Estará bien que vaya a esos entrenamientos? -preguntó con curiosidad- A lo mejor molesto a alguno de tus compañeros, a fin de cuentas soy un novato, ¿no? -el chico no quería generar mal ambiente, y quería asegurarse de que todo estaba bien antes de presentarse ante todos.
Solo había visto a los demás veteranos una vez, hacía ya cinco meses, y de primeras le habían caído bien, pero recordaba el gesto hosco de uno en particular: el de un enorme ulterano cubierto de ojos. Saren sabía que no había hecho nada para molestar a nadie, pero en aquella ciudad parecía haber reglas no escritas sobre el comportamiento con los que llevaban mas tiempo que uno mismo en la ciudad, y el selkie no quería ofender a nadie. Mientras esperaba la respuesta de Noel, el muchacho recogió la cocina y la dejó como la había encontrado, limpia y sin nada por el medio.
-Por cierto -recordó-, aparte de mi carismática hacha y mi afilada personalidad, ¿tengo que llevar algo más? -preguntó divertido.
*Offroll*: La última pregunta esta hecha así a posta, no hay ningun error; es una coña e.e (por si no se entiende, estoy derp *huye*).
-¿Estará bien que vaya a esos entrenamientos? -preguntó con curiosidad- A lo mejor molesto a alguno de tus compañeros, a fin de cuentas soy un novato, ¿no? -el chico no quería generar mal ambiente, y quería asegurarse de que todo estaba bien antes de presentarse ante todos.
Solo había visto a los demás veteranos una vez, hacía ya cinco meses, y de primeras le habían caído bien, pero recordaba el gesto hosco de uno en particular: el de un enorme ulterano cubierto de ojos. Saren sabía que no había hecho nada para molestar a nadie, pero en aquella ciudad parecía haber reglas no escritas sobre el comportamiento con los que llevaban mas tiempo que uno mismo en la ciudad, y el selkie no quería ofender a nadie. Mientras esperaba la respuesta de Noel, el muchacho recogió la cocina y la dejó como la había encontrado, limpia y sin nada por el medio.
-Por cierto -recordó-, aparte de mi carismática hacha y mi afilada personalidad, ¿tengo que llevar algo más? -preguntó divertido.
*Offroll*: La última pregunta esta hecha así a posta, no hay ningun error; es una coña e.e (por si no se entiende, estoy derp *huye*).
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo II)
03/10/13, 04:03 pm
—Sí, no te preocupes, están de acuerdo con que te unas. Al fin y al cabo nos hemos ido ayudando hasta ahora los de las viejas cosechas a las nuevas. Ahora la cosa ha cambiado ligeramente desde que todos tenemos trabajo y estamos más ocupados en general, pero porque vengas de vez en cuando a entrenar con nosotros no va a suponer ningún problema —tranquilizó al chico ante sus dudas—. Tal vez Toima refunfuñe un poco porque haya alguien nuevo, pero no te preocupes por él. No le da el visto bueno a nadie de primeras, y eso que tiene un amplio abanico de posibilidades en lo que a visión se refiere —sonrió jocosamente.
El chico le había dejado buena impresión y Noel no creía que fuese a haber ningún problema con él. Además, su transformación no parecía ser alguna problemática como la suya propia, con lo que las probabilidades de que incluír a Saren en los entrenamientos fuese problemático descendían. Igualmente, no es que no pudieran manejar a un novato de darse el caso.
—Llévate la paciencia puesta para aguantarme —bromeó tras el idrino—. A parte de eso no necesitas nada más, salvo que quieras aprender el manejo de algún otro arma.
Poco después se dio por finalizada la conversación y el draco, tras agradecer al chico el bizcocho de nuevo, se dirigió hacia la salida de la sede.
—Hasta luego, libenses —elevó un poco la voz al pasar de vuelta por el salón en dirección a la puerta—. Nos vemos en la fiesta, pero a ser posible vestidos —apuntó con una breve carcajada antes de cerrar la puerta tras de sí.
Sigue en el Cuchitril.
El chico le había dejado buena impresión y Noel no creía que fuese a haber ningún problema con él. Además, su transformación no parecía ser alguna problemática como la suya propia, con lo que las probabilidades de que incluír a Saren en los entrenamientos fuese problemático descendían. Igualmente, no es que no pudieran manejar a un novato de darse el caso.
—Llévate la paciencia puesta para aguantarme —bromeó tras el idrino—. A parte de eso no necesitas nada más, salvo que quieras aprender el manejo de algún otro arma.
Poco después se dio por finalizada la conversación y el draco, tras agradecer al chico el bizcocho de nuevo, se dirigió hacia la salida de la sede.
—Hasta luego, libenses —elevó un poco la voz al pasar de vuelta por el salón en dirección a la puerta—. Nos vemos en la fiesta, pero a ser posible vestidos —apuntó con una breve carcajada antes de cerrar la puerta tras de sí.
Sigue en el Cuchitril.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo II)
04/10/13, 12:19 am
K me miró alarmada con mi último comentario, pero al final se rió y suspiré mentalmente. Fue Saren el que se llevó al draco a la cocina, al final, hablando entre ellos. Luego me giré a la chica, de brazos cruzados, a la par que ella. Mientras hablaba, fingí que pensaba en algo. Aunque hubiera dejado de lado el nombre, esta parte de mí seguía siendo libense. Y me gustaba, así que seguiría así.
-Hm... No sé, no sé, ¿tengo algo más interesante que disfrutar de semejante compañía? No, señora, nada me interesa más que satisfacer tus deseos. Y... ¿te interesa que te ayude a hacer más ameno ese baño?-respondí, igual de pícaro.
Progresos, progresos: reiteración de formas de "tú" a K. Lo de atarla en corto era, sin embargo, algo acostumbrado en Libo con lo que conseguía atención en forma de castigo... ¿Y a quién no le gustan los castigos?
-Hm... No sé, no sé, ¿tengo algo más interesante que disfrutar de semejante compañía? No, señora, nada me interesa más que satisfacer tus deseos. Y... ¿te interesa que te ayude a hacer más ameno ese baño?-respondí, igual de pícaro.
Progresos, progresos: reiteración de formas de "tú" a K. Lo de atarla en corto era, sin embargo, algo acostumbrado en Libo con lo que conseguía atención en forma de castigo... ¿Y a quién no le gustan los castigos?
- InvitadoInvitado
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo II)
05/10/13, 12:28 pm
Jack desapareció en cuanto pusieron un pie en Rocavarancolia, y Zmey no podría haberselo agradecido más. No había hecho preguntas, ni le había puesto pegas, por lo que al llegar enfiló el camino de vuelta a la Sede. Los pocos transeúntes con los que se cruzaba ni siquiera le miraron raro << Amo esta ciudad>>
Entró a su habitación por una ventana, para ahorrarse hablar con sus compañeros, y tumbó a Yoel en la cama. Se quedó allí, de pie a un lado, observándolo fijamente. ¿Qué debía hacer ahora? Se había llevado a su edeel de su mundo por impulso. << Me había visto...>> pero nadie iba a creerle, la gente se pierde en los bosques, y sus mitades los ven en sueños, la gente lo tomaría por eso. << Aunque tú nunca querrías verme en un sueño...>> Se arrodillo al borde de la cama y le apartó el pelo para poder verle la cara. Cuánto había llegado a odiar esa cara, cuanta amargura le había traído. Se llevó la mano a la cicatriz del labio, y empezó a temblar. Era rabia, una rabia fría y apagada, pero que seguía latiendo en lo más profundo de sus ser. Un cúmulo de pensamientos negativos, de frustraciones, de inseguridades, de miedos, de impotencia, todos vivos una vez más ante la visión del rostro de Yoel. Detrás de él veía a sus padres, a las mitades de sus padres, a todas las personas a las que había detestado en su existencia. Se abrazó a sí mismo,y su cara se tensó en una mueca. Quería estrangularlo, quería acabar con su vida. Pero antes, quería que gritase. Quería devolverle todo el dolor que había sentido, quería que se diese cuenta de todo el daño que le había hecho. Quería mostrarle cuanto había cambiado, lo fuerte que era ahora.
-Más fuerte que tú- susurró- Soy más fuerte que tú ahora. No puedes hacerme daño. Pero yo a ti sí...
Cerró bien la puerta y todas las ventanas, salió de la Sede en busca de agua de la fuente. Y cuando regresó, zarandeó a Yoel para despertarlo. Ya tendría que haberse pasado el efecto del hechizo.
El chico se incorporó de un salto y miró en todas direcciones, desorientado. Estaba sudando, y temblaba, pero no como Zmey había temblado antes. Le miró con ojos muy abiertos, hablando con rapidez. El piromante le tendió un vaso de agua de la fuente mezclada con syv, y Yoel no dudó un instanteantes de tomársela, pero trató de escupirla al notarla extraña y casi se atraganta.
-¿Qué cojones me has dado?- preguntó, tosiendo.
-Magia líquida, ahora podrás entenderme- respondió Zmey.
-Siempre he podido entenderte...
<< No es verdad...>>
-Hace un año bebí de esa magia y perdí la capacidad de hablar sinhadre. Ahora tú también la has perdido, y hablas el idioma de la ciudad- explicó. Se había sentado a horcajadas en una silla, y miraba a su edeel con ojos fríos, conteniendo sus emociones.
-¿Qué... Qué ciudad? ¿Dónde estamos?
Fue a levantarse para mirar por una ventana pero Zmey se valió de un hechizo para volverlo a empujar a la cama.
-¿¿Cómo has hecho eso??- Yoel se había pegado al cabecero de la cama y parecía que iba a ponerse a hiperventilar en cualquier momento. Zmey contuvo la risa.
-Es magia. Ahora puedo hacer magia. Estamos en Rocavarancolia, ciudad de milagros y portentos. La Luna Roja me eligió para una prueba. Y al pasarla me concedió poderes, poderes increíbles- Zmey ardió en llamas y durante unos instantes solo sus ojos verdes se distinguieron entre el fuego- Puedo controlar las llamas, el fuego no me quema. Ahora la ciudad es mi hogar...
-Y... ¿por qué me has traído aquí?
Yoel seguía temblando, pero Zmey podía ver que se contenía. Era orgulloso y bocazas, no iba a callarse y no iba a llorar tan fácilmente, y menos delante de su aurva. Pero cuando Zmey se acercó a él dio un repingo.
-Porque eres mi edeel. Juntos hasta el fin de nuestros días, hasta que el Gran Alma reclame nuestras vidas. ¿No fue eso lo que nos dijeron los sacerdotes? Dos mitades de un todo...
-Pero... tu te largaste- ahora parecía enfadado- Me tiraste por las escaleras, me tuvieron que dar puntos. Y te largaste. Maldito cabrón, te largaste ¡y ahora apareces con esta mierda y me secuestras!
Zmey le tapó la boca. Él también estaba enfadado.
-¿Qué crees que habría sido de mi si me llego a quedar? Yo creía que te había matado ¿Qué me habría pasado si hubiesen visto que te había matado? Que fuera un accidente les daría igual, ellos solo me verían a mi vivo, y a ti muert-¡Ay!
Yoel le había mordido.
-¡Era tu responsabilidad como aurva!
Zmey se echó a reir. Era una sonrisa irónica y con un deje de locura.
-Yoel, Yoel, ya no soy tu aurva... Soy tu edeel
-¿De qué hablas? ¿Te has vuelto más gilipollas? Mírate a un espejo, eres un aurva, y yo soy tu edeel.
Zmey quería partirle la cara, pero eso echaría a perder el efecto que quería darle a la conversación. En su lugar, le dedicó una sonrisa demente, que hizo que Yoel se estremeciera.
- Se han cambiado las tornas. Ahora yo soy tu edeel, y pronto tú te convertirás en aurva...
-¿Y cómo piensas hacereso?
Zmey fue hacia su estantería y sacó un grueso tomo con tapas del color de la sangre seca.
-Con magia.
Entró a su habitación por una ventana, para ahorrarse hablar con sus compañeros, y tumbó a Yoel en la cama. Se quedó allí, de pie a un lado, observándolo fijamente. ¿Qué debía hacer ahora? Se había llevado a su edeel de su mundo por impulso. << Me había visto...>> pero nadie iba a creerle, la gente se pierde en los bosques, y sus mitades los ven en sueños, la gente lo tomaría por eso. << Aunque tú nunca querrías verme en un sueño...>> Se arrodillo al borde de la cama y le apartó el pelo para poder verle la cara. Cuánto había llegado a odiar esa cara, cuanta amargura le había traído. Se llevó la mano a la cicatriz del labio, y empezó a temblar. Era rabia, una rabia fría y apagada, pero que seguía latiendo en lo más profundo de sus ser. Un cúmulo de pensamientos negativos, de frustraciones, de inseguridades, de miedos, de impotencia, todos vivos una vez más ante la visión del rostro de Yoel. Detrás de él veía a sus padres, a las mitades de sus padres, a todas las personas a las que había detestado en su existencia. Se abrazó a sí mismo,y su cara se tensó en una mueca. Quería estrangularlo, quería acabar con su vida. Pero antes, quería que gritase. Quería devolverle todo el dolor que había sentido, quería que se diese cuenta de todo el daño que le había hecho. Quería mostrarle cuanto había cambiado, lo fuerte que era ahora.
-Más fuerte que tú- susurró- Soy más fuerte que tú ahora. No puedes hacerme daño. Pero yo a ti sí...
Cerró bien la puerta y todas las ventanas, salió de la Sede en busca de agua de la fuente. Y cuando regresó, zarandeó a Yoel para despertarlo. Ya tendría que haberse pasado el efecto del hechizo.
El chico se incorporó de un salto y miró en todas direcciones, desorientado. Estaba sudando, y temblaba, pero no como Zmey había temblado antes. Le miró con ojos muy abiertos, hablando con rapidez. El piromante le tendió un vaso de agua de la fuente mezclada con syv, y Yoel no dudó un instanteantes de tomársela, pero trató de escupirla al notarla extraña y casi se atraganta.
-¿Qué cojones me has dado?- preguntó, tosiendo.
-Magia líquida, ahora podrás entenderme- respondió Zmey.
-Siempre he podido entenderte...
<< No es verdad...>>
-Hace un año bebí de esa magia y perdí la capacidad de hablar sinhadre. Ahora tú también la has perdido, y hablas el idioma de la ciudad- explicó. Se había sentado a horcajadas en una silla, y miraba a su edeel con ojos fríos, conteniendo sus emociones.
-¿Qué... Qué ciudad? ¿Dónde estamos?
Fue a levantarse para mirar por una ventana pero Zmey se valió de un hechizo para volverlo a empujar a la cama.
-¿¿Cómo has hecho eso??- Yoel se había pegado al cabecero de la cama y parecía que iba a ponerse a hiperventilar en cualquier momento. Zmey contuvo la risa.
-Es magia. Ahora puedo hacer magia. Estamos en Rocavarancolia, ciudad de milagros y portentos. La Luna Roja me eligió para una prueba. Y al pasarla me concedió poderes, poderes increíbles- Zmey ardió en llamas y durante unos instantes solo sus ojos verdes se distinguieron entre el fuego- Puedo controlar las llamas, el fuego no me quema. Ahora la ciudad es mi hogar...
-Y... ¿por qué me has traído aquí?
Yoel seguía temblando, pero Zmey podía ver que se contenía. Era orgulloso y bocazas, no iba a callarse y no iba a llorar tan fácilmente, y menos delante de su aurva. Pero cuando Zmey se acercó a él dio un repingo.
-Porque eres mi edeel. Juntos hasta el fin de nuestros días, hasta que el Gran Alma reclame nuestras vidas. ¿No fue eso lo que nos dijeron los sacerdotes? Dos mitades de un todo...
-Pero... tu te largaste- ahora parecía enfadado- Me tiraste por las escaleras, me tuvieron que dar puntos. Y te largaste. Maldito cabrón, te largaste ¡y ahora apareces con esta mierda y me secuestras!
Zmey le tapó la boca. Él también estaba enfadado.
-¿Qué crees que habría sido de mi si me llego a quedar? Yo creía que te había matado ¿Qué me habría pasado si hubiesen visto que te había matado? Que fuera un accidente les daría igual, ellos solo me verían a mi vivo, y a ti muert-¡Ay!
Yoel le había mordido.
-¡Era tu responsabilidad como aurva!
Zmey se echó a reir. Era una sonrisa irónica y con un deje de locura.
-Yoel, Yoel, ya no soy tu aurva... Soy tu edeel
-¿De qué hablas? ¿Te has vuelto más gilipollas? Mírate a un espejo, eres un aurva, y yo soy tu edeel.
Zmey quería partirle la cara, pero eso echaría a perder el efecto que quería darle a la conversación. En su lugar, le dedicó una sonrisa demente, que hizo que Yoel se estremeciera.
- Se han cambiado las tornas. Ahora yo soy tu edeel, y pronto tú te convertirás en aurva...
-¿Y cómo piensas hacereso?
Zmey fue hacia su estantería y sacó un grueso tomo con tapas del color de la sangre seca.
-Con magia.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Personajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo II)
06/10/13, 08:05 pm
-De momento creo que estoy servido con el hacha, gracias -sonrió, acompañando al draco a la puerta cuando este manifestó su intención de irse-. Tratare de no molestar a nadie en los entrenamientos de todos modos, mañana nos vemos -se despidió antes de perder de vista a Noel.
Cuando el chico regresó al salón, Ka y Atol ya no estaban, por lo que se encogió de hombros y se sentó de nuevo en el sofá, recuperando su libro y enfrascándose de nuevo en la lectura. La mañana avanzó lentamente y cuando llegó el mediodía, el norteño volvió a la realidad y miro alrededor con gesto ausente, sorprendido ligeramente de no encontrarse en medio de alta mar sujetado a una tabla astillada. El idrino se puso en pie bostezando y estirándose, y puso rumbo a la cocina para preparar algo de comer.
Tarareando distraído, Saren se movió por la cocina sacando ingredientes y encendiendo el fuego. Hacía unos días había encontrado un libro de recetas de cocina de distintos mundos vinculados y se había apuntado unas cuantas. Aprovechando que había unos cuantos ingredientes adecuados en la despensa, el norteño decidió probar con unos platos humanos, y al cabo de un rato tuvo lista una fuente de pasta con pimienta, atún y salsa de tomate. También preparó algo de carne, y tras hornear unas berenjenas y rellenarlas con el atún que le había sobrado, las echó un chorro de aceite y un poco de sal y lo sirvió todo en la mesa.
-El que tenga hambre que baje ahora mismo, no quiero quejas después cuando ya me haya comido todo -llamó a cualquier compañero que le estuviera escuchando, poniendo unos cuantos platos en la mesa y sacando unos cubiertos.
Si nadie bajaba en los próximos minutos el norteño se pondría a comer sin ningun tipo de arrepentimiento.
Cuando el chico regresó al salón, Ka y Atol ya no estaban, por lo que se encogió de hombros y se sentó de nuevo en el sofá, recuperando su libro y enfrascándose de nuevo en la lectura. La mañana avanzó lentamente y cuando llegó el mediodía, el norteño volvió a la realidad y miro alrededor con gesto ausente, sorprendido ligeramente de no encontrarse en medio de alta mar sujetado a una tabla astillada. El idrino se puso en pie bostezando y estirándose, y puso rumbo a la cocina para preparar algo de comer.
Tarareando distraído, Saren se movió por la cocina sacando ingredientes y encendiendo el fuego. Hacía unos días había encontrado un libro de recetas de cocina de distintos mundos vinculados y se había apuntado unas cuantas. Aprovechando que había unos cuantos ingredientes adecuados en la despensa, el norteño decidió probar con unos platos humanos, y al cabo de un rato tuvo lista una fuente de pasta con pimienta, atún y salsa de tomate. También preparó algo de carne, y tras hornear unas berenjenas y rellenarlas con el atún que le había sobrado, las echó un chorro de aceite y un poco de sal y lo sirvió todo en la mesa.
-El que tenga hambre que baje ahora mismo, no quiero quejas después cuando ya me haya comido todo -llamó a cualquier compañero que le estuviera escuchando, poniendo unos cuantos platos en la mesa y sacando unos cubiertos.
Si nadie bajaba en los próximos minutos el norteño se pondría a comer sin ningun tipo de arrepentimiento.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo II)
07/10/13, 02:17 am
A la loba se le dibujó una sonrisa picara mientras se daba la vuelta y comenzó a subir las escaleras meneando las caderas, como invitándole a que la siguiera. Cuando llegó a la puerta de su habitación se dejó de juegos, cogió el cuello de la camisa del libense y lo arrastró al interior de esta. Durante las horas siguientes solo pudieron oírse salir del lugar gemidos, jadeos y gritos. Cuando por fin la licántropa salió de la estancia, dejando al helión en su cama, se dio un gratificante baño y bajó a la cocina con una sonrisa amplia y ya vestida con su habitual pantalón corto y su chaleco.
- Sexo mañanero y comida deliciosa. Hogar dulce hogar.- fue lo único que dijo al sentarse en la mesa antes de comenzar a devorar la comida.
Despreocupadamente, sacó de entre sus pechos una pequeña libreta y un bolígrafo. Lo abrió por la primera página y escribió algo en él para luego cerrarlo con la misma despreocupación que al principio.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo II)
07/10/13, 04:13 pm
Mientras esperaba su reacción, un pensamiento me martilleaba la cabeza: ni siquiera en Libo había sido "pícaro". No sabía serlo ni lo veía necesario. Aquí lo era porque los demás lo eran... pero si alguien quería acostarse con alguien, no entendía lo de los juegos de palabras... Yo era más de ir al grano y dejar los juegos para el "durante". Pero aquí, por seguir la corriente, lo intentaba. Aunque ni siquiera sabía si sonaba pícaro ni... <<Bah, ¿quieres callarte? Mira cómo se mueve, joder. Malditos macieleros suertudos, a saber cuántos hay tachados en su lista>> pensé, divertido. Pero a partir de ahí, al cuerno pensar en otra cosa que no fuese K y estar a la altura, punto en el que las malditas uñas me hacían recelar del éxito de la situación.
Idiota. Entre la falta de práctica, la torpeza por mis nuevas uñas (obstaculizaban mucho tocar, sea como fuere), y la fogosidad de la chica, la situación fue inmejorable. Acabé exhausto, sí, pero satisfecho al observar los arañazos y mordiscos. Hasta se me habían partido por la mitad alguna de las uñas tanto de los pies como de las manos, pero eso solo había mejorado la situación "tactil". Aunque eché en falta que dolieran, ya que era algo que había leído de la transformación.
Pero bueno. K se fue a bañar, dejándome en la cama, y yo recogí los trocitos de uña perdidos. Reordené la habitación a como estaba antes de entrar, limpié lo que hubiera de limpiar y luego me fui a mi cuarto a remojarme en agua bien fría. En el transcurso de esta me empezaron a asaltar dudas sobre el posible resultado de haberme acostado con K... Pero ya era tarde para lamentarse. Entre que éramos libenses y que aquí hay magia... Si nos llevamos una sorpresa, podremos hacer algo. Pero no creo que suceda tal cosa. <<Imagínate... ¡Un crío! Buf... Imposible>>
Al rato, bajé junto a los demás a comer. Iba con unos pantalones claros, descalzo, el torso descubierto y una sonrisa de oreja a oreja. Me senté y exclamé, antes de dar buena cuenta de la comida:
-¡Buen provecho! Ah, ¿iremos luego a la Taberna juntos? ¿Alguien sabe llegar, a todo esto?
Idiota. Entre la falta de práctica, la torpeza por mis nuevas uñas (obstaculizaban mucho tocar, sea como fuere), y la fogosidad de la chica, la situación fue inmejorable. Acabé exhausto, sí, pero satisfecho al observar los arañazos y mordiscos. Hasta se me habían partido por la mitad alguna de las uñas tanto de los pies como de las manos, pero eso solo había mejorado la situación "tactil". Aunque eché en falta que dolieran, ya que era algo que había leído de la transformación.
Pero bueno. K se fue a bañar, dejándome en la cama, y yo recogí los trocitos de uña perdidos. Reordené la habitación a como estaba antes de entrar, limpié lo que hubiera de limpiar y luego me fui a mi cuarto a remojarme en agua bien fría. En el transcurso de esta me empezaron a asaltar dudas sobre el posible resultado de haberme acostado con K... Pero ya era tarde para lamentarse. Entre que éramos libenses y que aquí hay magia... Si nos llevamos una sorpresa, podremos hacer algo. Pero no creo que suceda tal cosa. <<Imagínate... ¡Un crío! Buf... Imposible>>
Al rato, bajé junto a los demás a comer. Iba con unos pantalones claros, descalzo, el torso descubierto y una sonrisa de oreja a oreja. Me senté y exclamé, antes de dar buena cuenta de la comida:
-¡Buen provecho! Ah, ¿iremos luego a la Taberna juntos? ¿Alguien sabe llegar, a todo esto?
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
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- InvitadoInvitado
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo II)
07/10/13, 06:05 pm
-¿Qué son esos ruidos?- preguntó Yoel pegando la oreja a una de las paredes.
-Karime y Atol- respondió Zmey sin levantar la vista de su tarea. Había podido insonorizar la habitación de puertas para afuera, pero los sonidos del exterior le seguían llegando, y más de una vez se había acordado de toda la familia de alguno de sus compañeros por distraerle de su trabajo.
-¿Son amigos tuyos?- preguntó Yoel dejando la cama donde había estado sentado y acercándose a la ventana.
-No.
-Por qué no me sorprende...
Zmey había tardado tres días en encontrar una forma de cambiarse el color de ojos y reunir los ingredientes. Dado que el hechizo necesario era una bomba de relojería, había optado por la alquimia, lo que significaba horas interminables de cálculos, mediciones y comprobaciones. En esos momentos calentaba una sustancia verdosa en un recipiente de cristal valiéndose de una de sus llamas. Yoel por su parte, había tardado en resignarse mucho menos de lo que Zmey esperaba. Vestía ropa prestada del piromante al haber ardido en llamas la que traía puesta en la primera noche, cuando en un ataque de desesperación trató de lanzar el libro de alquimia por la ventana y escapar. Zmey le había tenido que hacer crecer las cejas de nuevo, y le había dejado una torre de libros de aventuras y la advertencia de que sile molestaba o le interrumpia optaría por la opción de sacarle los ojos y ponerle uno nuevos. Yoel no volvió a resistirse. Se quejaba muy a menudo, le lanzaba pullas a su aurva que nunca eran respondidas, dormía poco o nada y comía aún menos, a pesar de que Zmey le subía comida cuando iba a buscarla para sí mismo. Ambos chicos compartían cansancio y unas horribles ojeras.
La hora de la fiesta se iba acercando y la Sede se iba quedando cada vez más vacía, para alivio de Zmey. Había logrado terminar las dos pociones, cuyas indicaciones de uso repasó una y mil veces. Cogió el cuentagotas de su pócima y se echó una gotita en cada ojo, masajeando luego sobre los párpados. Se miró al espejo y sonrió. Su iris se estaba oscureciendo. Tardaría media hora en alcanzar el tono, y luego tendría que esperar otra hora entera para volver a aplicarla. Yoel se había levantado de su siesta y le miraba con miedo.
-Oye... yo pensaba que era una coña eso de cambiar los ojos- mintió.- ¿No podemos hacerlo de otro modo? ¿No podemos simplemente cambiar papeles? Puedo hacerlo, puedo hacer de aurva, pero por favor no me eches eso en los ojos...
Según iba hablando iba retrocediendo, buscando una salida. Zmey hizo oídos sordos a sus súplicas. Conocía a Yoel y sabía que solo le pondría ojitos de cordero al sentirse acorralado.Nnecesitaría un recordatorio más fuerte que un pacto verbal para que cumpliese con su nuevo rol.
-Mira Yoel, podemos hacer esto por las buenas o podemos hacerlo por las malas...
-¡No te acerques a mi!- gritó, lanzándole lo primero que encontró a su alcance.
Tuvo que ser por las malas. Zmey lo inmovilizó con un hechizo y le aplicó la primera dosis de poción. Iba a ser un proceso largo y tedioso, pero a la mañana siguiente ambos tenían el color de ojos que Zmey buscaba.
-Cuando acabemos te dejaré salir de la habitación y te enseñaré la Sede- dijo sentándose al lado del chico inmovilizado.- De ahora en adelante cocinarás para mi así que te mostraré como funciona la cocina y donde se guarda todo. Y si te portas bien te sacaré a dar una vuelta por la ciudad. ¿No es genial? Vas a ver la ciudad de los milagros -dijo con una sonrisa pérfida. Sus ojos eran ya dos tonos más oscuros.
De los ojos de Yoel manaban lágrimas. Aunque no podía saberse si era a causa de la poción, o si realmenteestaba llorando.
--------------------------------------------------------------------------------------
Era de madrugada, aunque aún faltaban unas horas para el amanecer. La habitación estaba iluminada por unas pocas lámparas tenues de varios colores, por lo que la luz era agradable para ojos sinhadres. Yoel estaba frente al espejo, llevaba allí un buen rato. Cuando el hechizo de inmovilización se hubo disipado Zmey no estaba en la habitación, y lo primero que habia hecho él había sido ver el resultado de la magia de su aurva. << No, ahora es mi edeel...>> había pensado. No sabía si debia creer lo que estaba viendo, no conocía el alcance de la magia del piromante, no estaba seguro de como tomarse lo que estaba ocurriendo. ¿Debía revelarse, o una vez hecho el cambio debía aceptar su papel y actuar como se esperaba que Yrio actuase cuando aún vivían juntos? No, definitivamente no iba a aceptar las órdenes de Zmey tan fácilmente, por mucho miedo que le diera, aunque la duda se habia instalado en la boca de su estómago y no parecía querer irse de allí.
Zmey entró por la puerta, con el pelo mojado y el pecho al descubierto. Se dirigió directamente a su baúl y de allí sacó una camiseta gris ceniza desgarrada por los bajos. Cuando habló a Yoel, lo hizo sin mirarle.
-¿Quieres darte un baño? Las termas están vacías.- como si anticipase la respuesta sacó algo de ropa limpia que dejarle. Vio a Yoel titubear, casi podía ver como su orgullo y su necesidad de sentirse limpio peleaban en su cabeza. Al final cedió, y Zmey le lanzó la ropa.
Mientras caminaban hacia los baños, Zmey le fue hablando a su nuevo aurva de la Sede y de las instalaciones. Tenían suerte de tener un horario inverso a la mayoría de los que vivían allí. Por si acaso, Zmey ya había pensado en alguna forma de marcar a Yoel con runas protectoras, por si algún vampiro o algún trasgo decidía convertirlo en su cena. En su cabeza se repetía que no era porque se preocupase por él, sino que no quería quedarse sin esclavo, y que el unico que podía dañarlo era él, y así se lo repetiría a Yoel si veía la ocasion.
Yoel se pasó una hora en remojo, y cuando salió tenía los dedos arrugados, pero mucho mejor aspecto. Llevaba el pelo mojado recogido detrás de la cabeza, y unos pantalones holgados y una camiseta verde que le había dejado Zmey. Aprocecharon que la sala común estaba vacía para sentarse junto a la chimenea y asar en ella cualquier cosa comestible de la cocina. Zmey estaba extraña,emte sereno, como si el cambio de ojos pusiese punto y final a sus problemas, como si ya no necesitase más venganza. No tenía ni idea de que iba a hacer con Yoel una vez dejase de necesitarlo. Realmente nunca lo había necesitado, pero le daba igual, era la prueba viviente de su poder, una muestra de una victoria que solo él comprendía. El piromante miró a su aurva con sus nuevos ojos oscuros, tal vez más oscuros de lo que pretendía, y por un instante sintió por él la emoción más cercana al aprecio que había sentido en todo el tiempo que lo había tenido como edeel. Yoel se sintió incómodo bajo la mirada de Zmey y se encogió en su asiento tratando de hacerse pequeño, o puede que tratando de hacerse invisible. Era un ratón bajo la mirada de una serpiente.
-Karime y Atol- respondió Zmey sin levantar la vista de su tarea. Había podido insonorizar la habitación de puertas para afuera, pero los sonidos del exterior le seguían llegando, y más de una vez se había acordado de toda la familia de alguno de sus compañeros por distraerle de su trabajo.
-¿Son amigos tuyos?- preguntó Yoel dejando la cama donde había estado sentado y acercándose a la ventana.
-No.
-Por qué no me sorprende...
Zmey había tardado tres días en encontrar una forma de cambiarse el color de ojos y reunir los ingredientes. Dado que el hechizo necesario era una bomba de relojería, había optado por la alquimia, lo que significaba horas interminables de cálculos, mediciones y comprobaciones. En esos momentos calentaba una sustancia verdosa en un recipiente de cristal valiéndose de una de sus llamas. Yoel por su parte, había tardado en resignarse mucho menos de lo que Zmey esperaba. Vestía ropa prestada del piromante al haber ardido en llamas la que traía puesta en la primera noche, cuando en un ataque de desesperación trató de lanzar el libro de alquimia por la ventana y escapar. Zmey le había tenido que hacer crecer las cejas de nuevo, y le había dejado una torre de libros de aventuras y la advertencia de que sile molestaba o le interrumpia optaría por la opción de sacarle los ojos y ponerle uno nuevos. Yoel no volvió a resistirse. Se quejaba muy a menudo, le lanzaba pullas a su aurva que nunca eran respondidas, dormía poco o nada y comía aún menos, a pesar de que Zmey le subía comida cuando iba a buscarla para sí mismo. Ambos chicos compartían cansancio y unas horribles ojeras.
La hora de la fiesta se iba acercando y la Sede se iba quedando cada vez más vacía, para alivio de Zmey. Había logrado terminar las dos pociones, cuyas indicaciones de uso repasó una y mil veces. Cogió el cuentagotas de su pócima y se echó una gotita en cada ojo, masajeando luego sobre los párpados. Se miró al espejo y sonrió. Su iris se estaba oscureciendo. Tardaría media hora en alcanzar el tono, y luego tendría que esperar otra hora entera para volver a aplicarla. Yoel se había levantado de su siesta y le miraba con miedo.
-Oye... yo pensaba que era una coña eso de cambiar los ojos- mintió.- ¿No podemos hacerlo de otro modo? ¿No podemos simplemente cambiar papeles? Puedo hacerlo, puedo hacer de aurva, pero por favor no me eches eso en los ojos...
Según iba hablando iba retrocediendo, buscando una salida. Zmey hizo oídos sordos a sus súplicas. Conocía a Yoel y sabía que solo le pondría ojitos de cordero al sentirse acorralado.Nnecesitaría un recordatorio más fuerte que un pacto verbal para que cumpliese con su nuevo rol.
-Mira Yoel, podemos hacer esto por las buenas o podemos hacerlo por las malas...
-¡No te acerques a mi!- gritó, lanzándole lo primero que encontró a su alcance.
Tuvo que ser por las malas. Zmey lo inmovilizó con un hechizo y le aplicó la primera dosis de poción. Iba a ser un proceso largo y tedioso, pero a la mañana siguiente ambos tenían el color de ojos que Zmey buscaba.
-Cuando acabemos te dejaré salir de la habitación y te enseñaré la Sede- dijo sentándose al lado del chico inmovilizado.- De ahora en adelante cocinarás para mi así que te mostraré como funciona la cocina y donde se guarda todo. Y si te portas bien te sacaré a dar una vuelta por la ciudad. ¿No es genial? Vas a ver la ciudad de los milagros -dijo con una sonrisa pérfida. Sus ojos eran ya dos tonos más oscuros.
De los ojos de Yoel manaban lágrimas. Aunque no podía saberse si era a causa de la poción, o si realmenteestaba llorando.
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Era de madrugada, aunque aún faltaban unas horas para el amanecer. La habitación estaba iluminada por unas pocas lámparas tenues de varios colores, por lo que la luz era agradable para ojos sinhadres. Yoel estaba frente al espejo, llevaba allí un buen rato. Cuando el hechizo de inmovilización se hubo disipado Zmey no estaba en la habitación, y lo primero que habia hecho él había sido ver el resultado de la magia de su aurva. << No, ahora es mi edeel...>> había pensado. No sabía si debia creer lo que estaba viendo, no conocía el alcance de la magia del piromante, no estaba seguro de como tomarse lo que estaba ocurriendo. ¿Debía revelarse, o una vez hecho el cambio debía aceptar su papel y actuar como se esperaba que Yrio actuase cuando aún vivían juntos? No, definitivamente no iba a aceptar las órdenes de Zmey tan fácilmente, por mucho miedo que le diera, aunque la duda se habia instalado en la boca de su estómago y no parecía querer irse de allí.
Zmey entró por la puerta, con el pelo mojado y el pecho al descubierto. Se dirigió directamente a su baúl y de allí sacó una camiseta gris ceniza desgarrada por los bajos. Cuando habló a Yoel, lo hizo sin mirarle.
-¿Quieres darte un baño? Las termas están vacías.- como si anticipase la respuesta sacó algo de ropa limpia que dejarle. Vio a Yoel titubear, casi podía ver como su orgullo y su necesidad de sentirse limpio peleaban en su cabeza. Al final cedió, y Zmey le lanzó la ropa.
Mientras caminaban hacia los baños, Zmey le fue hablando a su nuevo aurva de la Sede y de las instalaciones. Tenían suerte de tener un horario inverso a la mayoría de los que vivían allí. Por si acaso, Zmey ya había pensado en alguna forma de marcar a Yoel con runas protectoras, por si algún vampiro o algún trasgo decidía convertirlo en su cena. En su cabeza se repetía que no era porque se preocupase por él, sino que no quería quedarse sin esclavo, y que el unico que podía dañarlo era él, y así se lo repetiría a Yoel si veía la ocasion.
Yoel se pasó una hora en remojo, y cuando salió tenía los dedos arrugados, pero mucho mejor aspecto. Llevaba el pelo mojado recogido detrás de la cabeza, y unos pantalones holgados y una camiseta verde que le había dejado Zmey. Aprocecharon que la sala común estaba vacía para sentarse junto a la chimenea y asar en ella cualquier cosa comestible de la cocina. Zmey estaba extraña,emte sereno, como si el cambio de ojos pusiese punto y final a sus problemas, como si ya no necesitase más venganza. No tenía ni idea de que iba a hacer con Yoel una vez dejase de necesitarlo. Realmente nunca lo había necesitado, pero le daba igual, era la prueba viviente de su poder, una muestra de una victoria que solo él comprendía. El piromante miró a su aurva con sus nuevos ojos oscuros, tal vez más oscuros de lo que pretendía, y por un instante sintió por él la emoción más cercana al aprecio que había sentido en todo el tiempo que lo había tenido como edeel. Yoel se sintió incómodo bajo la mirada de Zmey y se encogió en su asiento tratando de hacerse pequeño, o puede que tratando de hacerse invisible. Era un ratón bajo la mirada de una serpiente.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Personajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo II)
31/10/13, 12:45 am
Seguramente esa día no habría despertado hasta bien tarde sino hubiese sido por un sonido molesto que empezó a sonar dentro de su cabeza y que le devolvió el dolor de la noche pasada con aquel maldito zumbido que lo persiguió hasta el momento que consiguió quedarse dormido. En un principio no supo de donde provenía el sonido y despertó de golpe, mirando malhumorado alrededor en busca de la fuente del sonido. El colgante en u cuello golpeo contra su pecho llamando su atención y dándole a DL una pista de donde provenía ese sonido peculiar y que ya había oído antes.
-Lo voy a matar, voy a darle un nuevo uso a sus enredaderas- gruño irritado pasándose las manos por la cabeza revolviéndose el pelo a la desesperada, la cabeza le dolía y ese sonido solo había hecho que recordara cuanto le costo dormirse la noche anterior. Esperaba que el motivo por el que lo despertaba, sabiendo como había terminado el día anterior tras la taberna, fuera un motivo valido, como mínimo que estuviera muriéndose. Refunfuñando y masajeandose las sienes salio de su cuarto adormilado aun y algo desorientado se dirigió al baño con intención de darse un buen remojon y despejarse, con suerte el dolor de cabeza también se pasaría. Cuando salio su humor mejoro considerablemente al igual que el dolor de cabeza, ni se preocupo demasiado en el aspecto que llevaba tras despertarse, pareciendo un crió de unos catorce años y rubio, simplemente se creo la ropa con sus hilos tras salir del baño y se dispuso a marcharse. Pero algo lo freno y atrajo su atención a medias al notar un a cara nueva en el torreón que se encontraba con Yrio. "¿Y este ahora quien es?" se pregunto curioso pues estaba seguro que no era uno de los cosechados de su generación y a decir verdad, ni siquiera parecía un transformado, aunque bien podría tratarse de algún tipo de brujo.
-Buenos días Zmey, no es común verte despierto tan temprano. ¿Quien es tu compañero?- pregunto DL observando al otro chico con curiosidad aunque no queriendo sonar muy metiche, siempre era bueno saber que gente iban al lugar donde estas viviendo o si en casa especial, pensaba quedarse mucho rondando por allí.
-Lo voy a matar, voy a darle un nuevo uso a sus enredaderas- gruño irritado pasándose las manos por la cabeza revolviéndose el pelo a la desesperada, la cabeza le dolía y ese sonido solo había hecho que recordara cuanto le costo dormirse la noche anterior. Esperaba que el motivo por el que lo despertaba, sabiendo como había terminado el día anterior tras la taberna, fuera un motivo valido, como mínimo que estuviera muriéndose. Refunfuñando y masajeandose las sienes salio de su cuarto adormilado aun y algo desorientado se dirigió al baño con intención de darse un buen remojon y despejarse, con suerte el dolor de cabeza también se pasaría. Cuando salio su humor mejoro considerablemente al igual que el dolor de cabeza, ni se preocupo demasiado en el aspecto que llevaba tras despertarse, pareciendo un crió de unos catorce años y rubio, simplemente se creo la ropa con sus hilos tras salir del baño y se dispuso a marcharse. Pero algo lo freno y atrajo su atención a medias al notar un a cara nueva en el torreón que se encontraba con Yrio. "¿Y este ahora quien es?" se pregunto curioso pues estaba seguro que no era uno de los cosechados de su generación y a decir verdad, ni siquiera parecía un transformado, aunque bien podría tratarse de algún tipo de brujo.
-Buenos días Zmey, no es común verte despierto tan temprano. ¿Quien es tu compañero?- pregunto DL observando al otro chico con curiosidad aunque no queriendo sonar muy metiche, siempre era bueno saber que gente iban al lugar donde estas viviendo o si en casa especial, pensaba quedarse mucho rondando por allí.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- InvitadoInvitado
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo II)
01/11/13, 02:10 am
Zmey alzó la cabeza al oir a DL entrar en la sala. Estaba empezando a acostumbrarse a sus cambios de aspecto, aunque por el momento nunca eran tan significativos como para que fuese complicado reconocerle. Yoel se había quedado dormido hacía poco rato, pero despertó en cuanto oyó voces. Zmey le puso la mano en el hombro para que no se sobresaltase, y para marcarle que no hiciera nada precipitado.
-Más bien qué hago levantado tan tarde- respondió con una sonrisa- Este es Yoel, mi aurva. Me lo he traido de Sinhdro, y vivirá aquí de ahora en adelante. No le echéis mucha cuenta.
Yoel miró a DL con una mezcla de curiosidad, esperanza y miedo. Le dio un toque al piromante con el hombro, demandando algo silenciosamente.
-Ah, si, este es DL, es un cambiante. Cambia su aspecto y esas cosas, así que no lo verás siempre con esas pintas, si es que lo ves.
-Más bien qué hago levantado tan tarde- respondió con una sonrisa- Este es Yoel, mi aurva. Me lo he traido de Sinhdro, y vivirá aquí de ahora en adelante. No le echéis mucha cuenta.
Yoel miró a DL con una mezcla de curiosidad, esperanza y miedo. Le dio un toque al piromante con el hombro, demandando algo silenciosamente.
-Ah, si, este es DL, es un cambiante. Cambia su aspecto y esas cosas, así que no lo verás siempre con esas pintas, si es que lo ves.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Personajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo II)
02/11/13, 12:26 am
Observo con curiosidad al chico silencioso que seguramente encontrarse en ese lugar debía sonarle verdaderamente extraño, supuso que al menos Yrio se había encargado de darle agua de la fuente a juzgar por como lo presento. "¿Dijo que era su aurva? ¿Pero no era Yrio el aurva? Ademas, ¿imagino cosas o Yrio tiene un color de ojos mas oscuro? No DL, el no puede cambiar de tono como tu, no es cambiante...aunque estoy seguro que antes los tenia mas claro...mm" pensó un tanto confundido pues desde que se había transformado esos pequeños detalles se hacían realmente evidentes para el. Miro atentamente a Yoel, el tenia ojos claros, como los tendría un aurva sino recordaba mal, e Yrio los tenia ahora oscuros si es que sus ojos y memoria no le engañaban. Tal vez no estaba muy puesto en la religión de Sinhdro así que podía estaba malinterpretando algo o no tenia toda la información, pero mejor dejarse sus dudas para el mismo, ya se informaría en otro momento.
-Ya veo, bueno entonces bienvenido y todo eso, en otras circunstancias probablemente me quedaría a charlar pero hay cierto brujo al que debo matar- bromeo observandolo pero toqueteando el colgante del cuello, recordandole que estaba a punto de irse minutos antes- Voy hacia Serpentaria, ¿te gustaría que le dijera algo a Alder o Seon sobre Yoel? - pregunto curioso por si tenia algún mensaje ya que estaba de camino. No estaba muy puesto en el tema realmente, pero imagino que si venían del mismo mundo habría interés en conocerse o algo así.
-Ya veo, bueno entonces bienvenido y todo eso, en otras circunstancias probablemente me quedaría a charlar pero hay cierto brujo al que debo matar- bromeo observandolo pero toqueteando el colgante del cuello, recordandole que estaba a punto de irse minutos antes- Voy hacia Serpentaria, ¿te gustaría que le dijera algo a Alder o Seon sobre Yoel? - pregunto curioso por si tenia algún mensaje ya que estaba de camino. No estaba muy puesto en el tema realmente, pero imagino que si venían del mismo mundo habría interés en conocerse o algo así.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
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- InvitadoInvitado
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo II)
02/11/13, 12:52 pm
Estaba claro que DL no tenía ni idea. No se había dado cuenta de su cambio de rol, ni de su cambio de ojos, y si lo había hecho lo había ignorado. Tampoco tenía idea de lo que podría significar el secuestro de Yoel. En cambio, su nuevo aurva sí que se había dado cuenta de los nombres de Alder y Seon, e interrogaba a Zmey con la mirada.
-Si cuentas algo a Alder y Seon seré yo el que te mate a tí- dijo el piromante con una amplia sonrisa.- Nosotros tampoco deberíamos quedarnos mucho, mira la cara de sueño que tiene Yoel.
A Yoel se le había ido todo el sueño de golpe, pero no iba a llevarle la contraria a Zmey, así que se levantó cuando su edeel lo hizo y lo siguió de vuelta al dormitorio.
-¿Hay más gente de nuestro mundo aquí?- preguntó una vez estuvieron en la habitación.
-Claro, nos cosechan todos los años- respondió Zmey tirándose en la cama, como si no tuviera mayor importancia
Un brillo de esperanza apareció en los ojos de Yoel. Zmey se encargó de apagarlo.
-¿Piensas que alguien va a venir a rescatarte? ¿Que un caballero de brillante armadura aparecerá y matará al dragón como en los libros que te he estado dejando?- se burló. Se incorporó para mirar a Yoel, cada uno con un fuego diferente en la mirada.
-Lo que me estás haciendo...
-¿Y lo que me habeis hecho a mi?- le cortó Zmey- Estás viviendo la vida que tus padres querían que yo viviera. No lo olvides.
Zmey cogió un libro de cuentos y se puso a leer, echado en la cama de costado. Yoel no sabía donde meterse, no sabía qué debería sentir. Odiaba a Zmey, y al mismo tiempo estaba confuso, no sabía qué hacía allí, qué podría haber hecho para recibir tanto odio de otra persona, qué había llevado a Yrio, su Yrio, a cometer semejante atrocidad contra el alma. << Que le follen al gran alma, ¿qué le han hecho a mi aurva? ¿dónde está el niñato llorón que buscaba pelea conmigo?>> No había ya Yrio alguno, hacía tiempo que lo había conprendido. Lo que no comprendía era qué tenía la ciudad para cambiar de forma tan radical a las personas.
-¿Alder y Seon eran amigas tuyas?- preguntó Yoel
-Acercate a ellas y desearás no haber nacido.
Y aquella fue toda la respuesta que Yoel necesitaba. Se sentó en un rincón, con la cabeza contra la pared, y observó a Zmey leer, hasta que el sueño regresó y se quedó dormido.
-Si cuentas algo a Alder y Seon seré yo el que te mate a tí- dijo el piromante con una amplia sonrisa.- Nosotros tampoco deberíamos quedarnos mucho, mira la cara de sueño que tiene Yoel.
A Yoel se le había ido todo el sueño de golpe, pero no iba a llevarle la contraria a Zmey, así que se levantó cuando su edeel lo hizo y lo siguió de vuelta al dormitorio.
-¿Hay más gente de nuestro mundo aquí?- preguntó una vez estuvieron en la habitación.
-Claro, nos cosechan todos los años- respondió Zmey tirándose en la cama, como si no tuviera mayor importancia
Un brillo de esperanza apareció en los ojos de Yoel. Zmey se encargó de apagarlo.
-¿Piensas que alguien va a venir a rescatarte? ¿Que un caballero de brillante armadura aparecerá y matará al dragón como en los libros que te he estado dejando?- se burló. Se incorporó para mirar a Yoel, cada uno con un fuego diferente en la mirada.
-Lo que me estás haciendo...
-¿Y lo que me habeis hecho a mi?- le cortó Zmey- Estás viviendo la vida que tus padres querían que yo viviera. No lo olvides.
Zmey cogió un libro de cuentos y se puso a leer, echado en la cama de costado. Yoel no sabía donde meterse, no sabía qué debería sentir. Odiaba a Zmey, y al mismo tiempo estaba confuso, no sabía qué hacía allí, qué podría haber hecho para recibir tanto odio de otra persona, qué había llevado a Yrio, su Yrio, a cometer semejante atrocidad contra el alma. << Que le follen al gran alma, ¿qué le han hecho a mi aurva? ¿dónde está el niñato llorón que buscaba pelea conmigo?>> No había ya Yrio alguno, hacía tiempo que lo había conprendido. Lo que no comprendía era qué tenía la ciudad para cambiar de forma tan radical a las personas.
-¿Alder y Seon eran amigas tuyas?- preguntó Yoel
-Acercate a ellas y desearás no haber nacido.
Y aquella fue toda la respuesta que Yoel necesitaba. Se sentó en un rincón, con la cabeza contra la pared, y observó a Zmey leer, hasta que el sueño regresó y se quedó dormido.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo II)
02/11/13, 05:08 pm
Si había aumentado o disminuido la cantidad de gigantes hospedados en la sede a Tap se lo traía sin cuidado al entrar. No prestó al número de estúpidos que pudieran plagar las zonas comunes y voló como una exhalación hasta su habitación. Tenía cosas más importantes que hacer que malhumorarse. O al menos podía malhumorarse al mismo tiempo que trabajaba, con lo cual no perdía tiempo ninguno.
Tras la noche anterior con las runas, el poltergeist tenía de todo menos ganas de seguir gastando energía en ellas, por lo que dedicó su espera por noticias de Enna a trabajar con los venenos. Encerrado en su habitación, Tap a veces era el mortero, a veces una cucharilla y a veces, unos saquillos que poco a poco se iban llenando de diversas sustancias. Y mientras los llenaba, Tap podía imaginarse a todos las ratas que se llevaría con sus pruebas. El día estaba siendo bueno como pocos.
Tras la noche anterior con las runas, el poltergeist tenía de todo menos ganas de seguir gastando energía en ellas, por lo que dedicó su espera por noticias de Enna a trabajar con los venenos. Encerrado en su habitación, Tap a veces era el mortero, a veces una cucharilla y a veces, unos saquillos que poco a poco se iban llenando de diversas sustancias. Y mientras los llenaba, Tap podía imaginarse a todos las ratas que se llevaría con sus pruebas. El día estaba siendo bueno como pocos.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo II)
02/11/13, 05:57 pm
La respuesta de Zmey a su pregunta sonó como una advertencia la cual Dl no se tomo muy a mal solo sonrio.
-Bastaba con decir no, Zmey -respondió viendo como se iba a alguna parte de la Sede. Desde luego el piromante a pesar de todo parecía de mejor humor y dado que el asunto realmente no le incumbía no ahondo mas en el tema. Pensando en eso salio de la Sede para ir a a ver que quería Enredo para estar llamando tan pronto.
Sigue en la Torre Serpentaria.
-Bastaba con decir no, Zmey -respondió viendo como se iba a alguna parte de la Sede. Desde luego el piromante a pesar de todo parecía de mejor humor y dado que el asunto realmente no le incumbía no ahondo mas en el tema. Pensando en eso salio de la Sede para ir a a ver que quería Enredo para estar llamando tan pronto.
Sigue en la Torre Serpentaria.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo II)
02/11/13, 06:30 pm
Unas horas después de la llegada de Tap a la Sede, llamaron a la puerta de la misma. Cuando alguien la abrió, el cuco de Madera de Enna, que llevaba un pergamino enrollado entre sus patas, anunció con voz cantarina: “Tap, busco al poltergeist Tap”. La demiurga había ordenado a su creación no traspasar el umbral, ya que sabía que había un hechizo fulminante y no estaba segura de si podría afectar o no a una de sus creaciones, por lo que el cuco revoloteó meneando la cabeza como si estuvera impaciente hasta que el repoblador salió para recoger el mensaje. Si uno se fijaba bien, vería que sobre la espalda del pájaro de madera reposaba una pluma con cálamo esperando pacientemente su turno.
En el pergamino enrollado, el poltergeist leería lo siguiente:
“¡Hola, Tap! Aquí tienes la lista de materiales que necesito. Oh, a propósito, ¿serías tan amable de volverte sólido frente a mis pequeños mensajeros un momento? Comprenderás por qué cuando lo hagas.
Dama Hálito”.
El resto del pergamino comprendía una lista consistente en algunos tipos de metales, especificando que se podían conseguir en el mundo recién re-vinculado de Irraria, algunos plásticos y cristales. También había un hueco en blanco considerable en la hoja.
En el pergamino enrollado, el poltergeist leería lo siguiente:
“¡Hola, Tap! Aquí tienes la lista de materiales que necesito. Oh, a propósito, ¿serías tan amable de volverte sólido frente a mis pequeños mensajeros un momento? Comprenderás por qué cuando lo hagas.
Dama Hálito”.
El resto del pergamino comprendía una lista consistente en algunos tipos de metales, especificando que se podían conseguir en el mundo recién re-vinculado de Irraria, algunos plásticos y cristales. También había un hueco en blanco considerable en la hoja.
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