Torreón Letargo (Archivo IV)
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alpeca
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Matt
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19 participantes
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Torreón Letargo (Archivo IV)
08/08/13, 11:29 am
Recuerdo del primer mensaje :
-Uffff, menos mal que llegamos, este tío no se vuelve ligero por momentos,- digo llegando al fin frente al torreón,- que alguien busque la puerta entre toda esa maraña de plantas.- dejo el cuerpo de Ozzchreanos en el suelo y segundos después encuentran la puerta.- Yo entraré sola, no quiero peros,- digo mientras compruebo la expresión que empezaba a formarse en sus caras,- Si he de pelear puedo protegerme a mi misma, si venís vosotros ahora mismo solo me estorbaríais. No os preocupéis, estaré bien, en cuanto vea si es seguro os pego un grito.- Voy a entrar pero antes prefiero repetirles una cosa,- No me sigáis,- digo en tono de orden.
Sin esperar mas me adentro en el torreón en completo silencio. Lo primero que me llama la atención es la ingente cantidad de polvo, <<Joder, ni en los barracones estaba tan sucio, y mira que nos encargábamos de ensuciar ¿eh?>>. Lo segundo que me llama la atención es algo escrito en la pared, "estamos rodeados". <<Sí, si que vamos a estar rodeados, de porquería hasta que no limpiemos>>. Me acerco con cuidado a ese mensaje y lo borro, no quiero inquietar a los demás, y desde luego no el primer día.
Abro una puerta que casualmente da a una especie de patio, que seria bastante bonito de no ser por la estatua que esta en el centro. <<En esta ciudad tienen un sentido del gusto encantador>>. Más allá hay mas puertas que al abrir veo que llevan a las letrinas. <<Bueno, al menos tenemos algún lugar donde hacer nuestras necesidades, pensé que tendríamos que hacerlo en el foso>>. Casi al irme veo lo que parecen ser unas tumbas, me acerco y compruebo que realmente son eso. <<Gente que murio aqui, yo no pienso cavar tumbas>>.
Vuelvo al torreón y aseguro el primer piso mirando en lo que parece ser una cocina. Subo al primer piso lentamente por las escaleras, tratando de no hacer ruidos, veo varias puertas y las escaleras que dan al segundo, miro en cada puerta y todos parecen despachos o cosas parecidas, me sorprende lo revuelto que esta todo allí. La ultima puerta que abro me pone de buen humor, hay una bañera.
Sigo subiendo y veo dos puertas, al abrir ambas veo dos habitaciones comunales con unas cuantas camas en un estado mediocre. <<Mira, cada vez se parece mas a los barracones, de lo malo un sitio en que dormir>>.
Subo al último piso ya sin tanto cuidado, si no ha habido peligro hasta ahora dudo que vaya a haberlo ahora. El último piso resulta ser una sala de entrenamiento, algo que me vendrá bien a mi y a los que quieran entrenar conmigo <<Bueno, y a los que no quieran también, por que de este torreón no salen si no es conmigo o entrenados>>.
Bajo ya sin cuidado y abro la puerta.
-Ala podéis pasar, no hay nada peligroso, a excepción de las arañas que hay un huevo y más.- les digo tratando de comprobar cuan valientes son,- Bienvenidos a vuestro nuevo y sucio hogar, iros acostumbrando por que hasta que no limpiemos seguirá así, hay habitaciones, una cocina, un patio, baños, una bañera, una sala de entrenamiento y.....-dejo pausa para darle emoción- arañas, así que aprended a convivir con ellas,- y me alejo riéndome en busca de un cubo para empezar a limpiar. Pero cuando doy dos pasos me acuerdo de Ozzchreanos y salgo a por el, lo levanto y lo dejo tumbado en un sofá.
P.D.: No ha examinado los sótanos por que no se ha fijado en las escaleras, asi que el que se fije que avise o algo ^^
-Uffff, menos mal que llegamos, este tío no se vuelve ligero por momentos,- digo llegando al fin frente al torreón,- que alguien busque la puerta entre toda esa maraña de plantas.- dejo el cuerpo de Ozzchreanos en el suelo y segundos después encuentran la puerta.- Yo entraré sola, no quiero peros,- digo mientras compruebo la expresión que empezaba a formarse en sus caras,- Si he de pelear puedo protegerme a mi misma, si venís vosotros ahora mismo solo me estorbaríais. No os preocupéis, estaré bien, en cuanto vea si es seguro os pego un grito.- Voy a entrar pero antes prefiero repetirles una cosa,- No me sigáis,- digo en tono de orden.
Sin esperar mas me adentro en el torreón en completo silencio. Lo primero que me llama la atención es la ingente cantidad de polvo, <<Joder, ni en los barracones estaba tan sucio, y mira que nos encargábamos de ensuciar ¿eh?>>. Lo segundo que me llama la atención es algo escrito en la pared, "estamos rodeados". <<Sí, si que vamos a estar rodeados, de porquería hasta que no limpiemos>>. Me acerco con cuidado a ese mensaje y lo borro, no quiero inquietar a los demás, y desde luego no el primer día.
Abro una puerta que casualmente da a una especie de patio, que seria bastante bonito de no ser por la estatua que esta en el centro. <<En esta ciudad tienen un sentido del gusto encantador>>. Más allá hay mas puertas que al abrir veo que llevan a las letrinas. <<Bueno, al menos tenemos algún lugar donde hacer nuestras necesidades, pensé que tendríamos que hacerlo en el foso>>. Casi al irme veo lo que parecen ser unas tumbas, me acerco y compruebo que realmente son eso. <<Gente que murio aqui, yo no pienso cavar tumbas>>.
Vuelvo al torreón y aseguro el primer piso mirando en lo que parece ser una cocina. Subo al primer piso lentamente por las escaleras, tratando de no hacer ruidos, veo varias puertas y las escaleras que dan al segundo, miro en cada puerta y todos parecen despachos o cosas parecidas, me sorprende lo revuelto que esta todo allí. La ultima puerta que abro me pone de buen humor, hay una bañera.
Sigo subiendo y veo dos puertas, al abrir ambas veo dos habitaciones comunales con unas cuantas camas en un estado mediocre. <<Mira, cada vez se parece mas a los barracones, de lo malo un sitio en que dormir>>.
Subo al último piso ya sin tanto cuidado, si no ha habido peligro hasta ahora dudo que vaya a haberlo ahora. El último piso resulta ser una sala de entrenamiento, algo que me vendrá bien a mi y a los que quieran entrenar conmigo <<Bueno, y a los que no quieran también, por que de este torreón no salen si no es conmigo o entrenados>>.
Bajo ya sin cuidado y abro la puerta.
-Ala podéis pasar, no hay nada peligroso, a excepción de las arañas que hay un huevo y más.- les digo tratando de comprobar cuan valientes son,- Bienvenidos a vuestro nuevo y sucio hogar, iros acostumbrando por que hasta que no limpiemos seguirá así, hay habitaciones, una cocina, un patio, baños, una bañera, una sala de entrenamiento y.....-dejo pausa para darle emoción- arañas, así que aprended a convivir con ellas,- y me alejo riéndome en busca de un cubo para empezar a limpiar. Pero cuando doy dos pasos me acuerdo de Ozzchreanos y salgo a por el, lo levanto y lo dejo tumbado en un sofá.
P.D.: No ha examinado los sótanos por que no se ha fijado en las escaleras, asi que el que se fije que avise o algo ^^
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
08/12/13, 07:50 pm
La respuesta de Marsi no se hizo esperar, realmente en su torreón tenían bastante personajes difíciles de tratar y peligrosos también meter a uno que podía ser igual tal vez no fue la mejor idea. pero no podía echarse atrás ahora, confiaba en las chicas y se aseguraría todo lo que pudiera en que Ozzchreanos no volvería a repetir lo que hizo en su momento.
No quiso seguir molestado a su compañera que parecía estar bastante cansada, sin contar que antes tendría que ver como evolucionaba Ozzchreanos tras ser liberado. Así que tras aquella corta conversación y pensando en las palabras de la varmana volvió a la primera planta, donde estuvo a punto de bajar rodando los últimos escalones ante el susto que sufrió por lo alaridos y gritos que empezaron a escucharse desde fuera del torreón. "¡POR EL DEMIURGO! ¿¡Que ocurrió ahora?!" asustado, pues siempre que se escuchaban gritos nunca era algo bueno, bajo trastabillando para no acabar con la cabeza abierta contra el suelo del piedra del torreón. Esperaba que fuese una falsa alarma que alguien se hubiera espantado por alguna cosa sin importancia. "Que no sea nada, que no sea nada..." se repetía en mente como un mantra corriendo hacia el puente ya bajado viendo como Alice con ballesta en ristre perdía todo el color y caía de rodillas al suelo. Corrió hacia ella asustado de que hubiera podido ser atacada por lo que sea que había hecho a sus compañeros excursionistas gritar.
Por el contrario lo que sus ojos presenciaron fue algo peor, indescriptiblemente peor, allí a pocos metros de la entrada, quedaban los destrozados restos de lo que hasta hacia unos minutos era una de sus compañeras "N-neith" un simple pensamiento logro cruzar su mente en esos instante casi tan paralizada como su cuero ante la visión. los gritos de Surasara apenas llegaron a Dhelian, estaba paralizado, con sus ojos fijos en aquella masa sanguinolenta en mitad de la calle. Sus dedos se quedaron agarrotados sobre los hombros de Alice sin poder despegar sus ojos de aquella horrible visión, a pocos metros del único lugar seguro que tenían...una de sus compañeras había muerto de una forma horrible. Dhelian no reaccionaba, de ningún modo, ni lloro ni se desmayo, ni siquiera vomito, parecía estar completamente paralizado en el lugar como si su mente aun no procesara adecuadamente o como si todo el se hubiera desconectado. No fue hasta que escucho a Surasara que consiguió reaccionar para ver a Alice allí desmayada. Obedeció a Surasara de forma automática, se levanto cargando con cierta dificultad a la chica, olvidándose en esa situación completamente de que podía usar magia, dejándola en el sofá.
Así se quedo durante lo que le aparecieron horas mirándola mientras su cuero comenzaba a tomar sensibilidad, iniciándose con un temblor y luego las lagrimas, primero lentamente y luego cada vez mas abundantes e imparables, comenzaron a salir de sus ojos sin cesar como si un interruptor se hubiese encendido y todo lo que le había ocurrido a Neith, la visión de lo que quedaba de ella, cayera sobre el daeliciano como una bomba.
-N-neith e-esta...- no pudo seguir hablando. Cerro los ojos con fuerza mientras las lagrimas caían en silencio, abrazándose a si mismo en busca de un consuelo que dudara fuera a llegar.
No quiso seguir molestado a su compañera que parecía estar bastante cansada, sin contar que antes tendría que ver como evolucionaba Ozzchreanos tras ser liberado. Así que tras aquella corta conversación y pensando en las palabras de la varmana volvió a la primera planta, donde estuvo a punto de bajar rodando los últimos escalones ante el susto que sufrió por lo alaridos y gritos que empezaron a escucharse desde fuera del torreón. "¡POR EL DEMIURGO! ¿¡Que ocurrió ahora?!" asustado, pues siempre que se escuchaban gritos nunca era algo bueno, bajo trastabillando para no acabar con la cabeza abierta contra el suelo del piedra del torreón. Esperaba que fuese una falsa alarma que alguien se hubiera espantado por alguna cosa sin importancia. "Que no sea nada, que no sea nada..." se repetía en mente como un mantra corriendo hacia el puente ya bajado viendo como Alice con ballesta en ristre perdía todo el color y caía de rodillas al suelo. Corrió hacia ella asustado de que hubiera podido ser atacada por lo que sea que había hecho a sus compañeros excursionistas gritar.
Por el contrario lo que sus ojos presenciaron fue algo peor, indescriptiblemente peor, allí a pocos metros de la entrada, quedaban los destrozados restos de lo que hasta hacia unos minutos era una de sus compañeras "N-neith" un simple pensamiento logro cruzar su mente en esos instante casi tan paralizada como su cuero ante la visión. los gritos de Surasara apenas llegaron a Dhelian, estaba paralizado, con sus ojos fijos en aquella masa sanguinolenta en mitad de la calle. Sus dedos se quedaron agarrotados sobre los hombros de Alice sin poder despegar sus ojos de aquella horrible visión, a pocos metros del único lugar seguro que tenían...una de sus compañeras había muerto de una forma horrible. Dhelian no reaccionaba, de ningún modo, ni lloro ni se desmayo, ni siquiera vomito, parecía estar completamente paralizado en el lugar como si su mente aun no procesara adecuadamente o como si todo el se hubiera desconectado. No fue hasta que escucho a Surasara que consiguió reaccionar para ver a Alice allí desmayada. Obedeció a Surasara de forma automática, se levanto cargando con cierta dificultad a la chica, olvidándose en esa situación completamente de que podía usar magia, dejándola en el sofá.
Así se quedo durante lo que le aparecieron horas mirándola mientras su cuero comenzaba a tomar sensibilidad, iniciándose con un temblor y luego las lagrimas, primero lentamente y luego cada vez mas abundantes e imparables, comenzaron a salir de sus ojos sin cesar como si un interruptor se hubiese encendido y todo lo que le había ocurrido a Neith, la visión de lo que quedaba de ella, cayera sobre el daeliciano como una bomba.
-N-neith e-esta...- no pudo seguir hablando. Cerro los ojos con fuerza mientras las lagrimas caían en silencio, abrazándose a si mismo en busca de un consuelo que dudara fuera a llegar.
- Matt
Ficha de cosechado
Nombre: Matthew Lowell/Korasihanna Sebrhon
Especie: Humano/ Daeliciana
Habilidades: Agilidad, velocidad mental y nociones de supervivencia.
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
08/12/13, 09:12 pm
Salimos del torreón sin mucho rumbo fijo. Por culpa de Surásara nos alejamos mas de lo yo habia dispuesto en un principio. Dejando claro a cada paso que dabamos que deberiamos regresar llegamos a una especie de campo con construcciones bajas y un imponente edificio en medio.
Acabo cediendo mas por pura curiosidad y la indoblegable determinación de las chicas en ir al lugar. A decir verdad alguien debe de cuidar el lugar por lo que parece cuando entramos. De pronto, y sorprendiéndome haciendo que agarre las dagas y las desenfunde, un cúmulo de voces abarrotan el lugar. Las palabras de los chicos me hacen encoger mi corazón. "¿Las voces de los muertos? ¿Quieren decir que estamos sobre personas muertas? ¿Como es posible que los muertos, inertes y sin vida, los metan bajo tierra? ¿Es acaso un castigo por morir aqui? ¿La falta de descanso eterno?
Casi sin esperar a las chicas comienzo a correr tapándome los oidos intentando acallar las voces de los difuntos que nos insultan y nos gritan. No entiendo el por que siento este miedo tan sin sentido. Ese lugar acaba de romper con todo lo que he creido hasta ahora. ¿Ese es el precio de fallar en la criba? ¿Acabar suciamente enterrada bajo tierra sin pena ni gloria sin poder descansar en toda la eternidad?
Con esos pemsamientos en mente camino taciturna mirando a todas las esquinas temiendo encontrarme con algo que me envíe a ese horrible lugar. Neith se acerca a mi y muestra su preocupación por mi cara por lo que haciendo una mueca, mezcla de sonrisa y asco, le agradezco su preocupación. -En mi mundo nunca he visto nada parecido. A los muertos se les tira L volcan y asi descansan uniendose al demiurgo pudiendo desca sar en paz. Al hablar del demiurgo pongo unas comillas con las manos intentando que con mis palabras mi cuerpo se destensase.
Al fin llegamos al torreón y acelerando el paso le hablo a las chicas. -Necesito un baño de agua caliente. Quiero olvidar ese horrible lugar a base de meterme en una cuba a remojarme
Neith me adelanta girandose hacia mi bromeando que la bañera lleva su nombre y, justo cuando voy a recriminarle que debe de pasar por encima mia ocurre algo que namas me hubiese pensado que podria vivir en mi vida. Netih es engullida por una especie de varas punzantes que no producen ningun ruido al salir de la superficie del suelo. Me paro en seco cuando de golpe un ruido que jamas habia escuchado en mi corta vida resuena dentro de la trampa.
Al momento una nube roja baña el lugar inundando la zona de un hedor a óxido repugnante. Una parte de la nube impacta contra mi cuerpo dejandome totalmente empapada de esa sustancia y grumos. Abro los ojos de par en par, mi mente tarda en procesar lo ocurrido mientras escucho de fondo a Surásara gritar Palabras que no llego a entender del todo. En uno de los picos de las ramas distingo la ropa raida de Neith por lo que me miro y respiro hondo al, por fin, ente der que estoy bañada en lo que hace un momento era mi compañera.
Sin poderlo evitar suelto un grito profundo mientras me toco el pelo ahora enrojecido por las visceras de la chica. Al tocarme la parte alta de una de mis coletas algo viscoso cae de ella. Una especie de tubo enrojecido largo y fino. Sigo gritando mientras reculo y tropiezo cayendo de culo quedando mi grito ahogado. Observo la escena como si de pronto fuese una simple espectadora de lo sucedido.
Acabo cediendo mas por pura curiosidad y la indoblegable determinación de las chicas en ir al lugar. A decir verdad alguien debe de cuidar el lugar por lo que parece cuando entramos. De pronto, y sorprendiéndome haciendo que agarre las dagas y las desenfunde, un cúmulo de voces abarrotan el lugar. Las palabras de los chicos me hacen encoger mi corazón. "¿Las voces de los muertos? ¿Quieren decir que estamos sobre personas muertas? ¿Como es posible que los muertos, inertes y sin vida, los metan bajo tierra? ¿Es acaso un castigo por morir aqui? ¿La falta de descanso eterno?
Casi sin esperar a las chicas comienzo a correr tapándome los oidos intentando acallar las voces de los difuntos que nos insultan y nos gritan. No entiendo el por que siento este miedo tan sin sentido. Ese lugar acaba de romper con todo lo que he creido hasta ahora. ¿Ese es el precio de fallar en la criba? ¿Acabar suciamente enterrada bajo tierra sin pena ni gloria sin poder descansar en toda la eternidad?
Con esos pemsamientos en mente camino taciturna mirando a todas las esquinas temiendo encontrarme con algo que me envíe a ese horrible lugar. Neith se acerca a mi y muestra su preocupación por mi cara por lo que haciendo una mueca, mezcla de sonrisa y asco, le agradezco su preocupación. -En mi mundo nunca he visto nada parecido. A los muertos se les tira L volcan y asi descansan uniendose al demiurgo pudiendo desca sar en paz. Al hablar del demiurgo pongo unas comillas con las manos intentando que con mis palabras mi cuerpo se destensase.
Al fin llegamos al torreón y acelerando el paso le hablo a las chicas. -Necesito un baño de agua caliente. Quiero olvidar ese horrible lugar a base de meterme en una cuba a remojarme
Neith me adelanta girandose hacia mi bromeando que la bañera lleva su nombre y, justo cuando voy a recriminarle que debe de pasar por encima mia ocurre algo que namas me hubiese pensado que podria vivir en mi vida. Netih es engullida por una especie de varas punzantes que no producen ningun ruido al salir de la superficie del suelo. Me paro en seco cuando de golpe un ruido que jamas habia escuchado en mi corta vida resuena dentro de la trampa.
Al momento una nube roja baña el lugar inundando la zona de un hedor a óxido repugnante. Una parte de la nube impacta contra mi cuerpo dejandome totalmente empapada de esa sustancia y grumos. Abro los ojos de par en par, mi mente tarda en procesar lo ocurrido mientras escucho de fondo a Surásara gritar Palabras que no llego a entender del todo. En uno de los picos de las ramas distingo la ropa raida de Neith por lo que me miro y respiro hondo al, por fin, ente der que estoy bañada en lo que hace un momento era mi compañera.
Sin poderlo evitar suelto un grito profundo mientras me toco el pelo ahora enrojecido por las visceras de la chica. Al tocarme la parte alta de una de mis coletas algo viscoso cae de ella. Una especie de tubo enrojecido largo y fino. Sigo gritando mientras reculo y tropiezo cayendo de culo quedando mi grito ahogado. Observo la escena como si de pronto fuese una simple espectadora de lo sucedido.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
09/12/13, 01:16 am
Lhelian ya había salido de la habitación, y sus palabras no habían tranquilizado a Mmarsi en absoluto. Estaba claro que no tenía razones de peso para sacar a Ozz. Iba a meterse en la cama cuando empezó a oir gritos. El nombre de una de sus compañeras... Cogió su cuchillo de caza, el arma que tenía más a mano, y sin ponerse ni las botas bajó a toda velocidad las escaleras, saltando los últimos escalones. Derrapó para llegar a la puerta, con el puente ya bajado, y allí se encontró con la escena más horrible que había presenciado en su vida.
<<No...>>
No quería creer que era Neith, aquello no podía ser Neith. Alice se había desplomado en el suelo y Lhelian la arrastraba de vuelta al torreón. Kkora chillaba empapada en sangre, Sura daba órdenes, pero todo se oía como si viniese de un lugar muy lejano. Ppodía sentir las lágrimas cálidas bajando por sus mejillas, pero estaba paralizada. Tragó saliva con dificultad y trató de respirar hondo, apretando los dientes.
-¡No os quedeis quietos!- empezó a decir con voz rota- ¡Los que tengais armas, cubrid a Sura hasta que termine! ¡Álvaro, coge una pala y empieza a cavar! ¡El olor podría atraer a más monstruos!- ordenó
Tenían que enterrarla, tenían que hacerlo rápido. << No, esa no es Neith.>> decía una parte de su cerebro << Sus ojos, su alma se ha perdido>> decía otra. Marsi se limitaba a correr hacia Kora, con el puñal agarrado con tanta fuerza que tenía los nudillos blancos, sin querer respirar una pizca de aire, reprimiendo las ganas de vomitar.
Agarró a la daeliciana levantándola del suelo y se la llevó de vuelta al torreón. La sacó al patio, donde Alvaro ya estaba cavando la fosa y le echó un cubo de agua por la cabeza. Repitió el proceso un par de veces hasta que la mayor parte de la sangre hubo desaparecido, y luego le frotó el pelo con furia. Neith no era aquella sangre, Neith no era aqullas vísceras, Neith sería una compañera caída y la recordaría como cuando estaba viva; entera, de una pieza, viva, sonriente... << No es, no puede serlo...>> Se desplomó a los pies de Kora y vomitó su escasa cena.
-No... No puede...- gimoteó
Quería ayudar a Sura, pero no era capaz. Estaba temblando en el suelo, agarrada a la ropa de Kora, no era capaz ni de girarse hacia la entrada del torreón. En cualquier momento la traerían, y Marsi solo quería echarle tierra encima para no verla.
<<No...>>
No quería creer que era Neith, aquello no podía ser Neith. Alice se había desplomado en el suelo y Lhelian la arrastraba de vuelta al torreón. Kkora chillaba empapada en sangre, Sura daba órdenes, pero todo se oía como si viniese de un lugar muy lejano. Ppodía sentir las lágrimas cálidas bajando por sus mejillas, pero estaba paralizada. Tragó saliva con dificultad y trató de respirar hondo, apretando los dientes.
-¡No os quedeis quietos!- empezó a decir con voz rota- ¡Los que tengais armas, cubrid a Sura hasta que termine! ¡Álvaro, coge una pala y empieza a cavar! ¡El olor podría atraer a más monstruos!- ordenó
Tenían que enterrarla, tenían que hacerlo rápido. << No, esa no es Neith.>> decía una parte de su cerebro << Sus ojos, su alma se ha perdido>> decía otra. Marsi se limitaba a correr hacia Kora, con el puñal agarrado con tanta fuerza que tenía los nudillos blancos, sin querer respirar una pizca de aire, reprimiendo las ganas de vomitar.
Agarró a la daeliciana levantándola del suelo y se la llevó de vuelta al torreón. La sacó al patio, donde Alvaro ya estaba cavando la fosa y le echó un cubo de agua por la cabeza. Repitió el proceso un par de veces hasta que la mayor parte de la sangre hubo desaparecido, y luego le frotó el pelo con furia. Neith no era aquella sangre, Neith no era aqullas vísceras, Neith sería una compañera caída y la recordaría como cuando estaba viva; entera, de una pieza, viva, sonriente... << No es, no puede serlo...>> Se desplomó a los pies de Kora y vomitó su escasa cena.
-No... No puede...- gimoteó
Quería ayudar a Sura, pero no era capaz. Estaba temblando en el suelo, agarrada a la ropa de Kora, no era capaz ni de girarse hacia la entrada del torreón. En cualquier momento la traerían, y Marsi solo quería echarle tierra encima para no verla.
- Matt
Ficha de cosechado
Nombre: Matthew Lowell/Korasihanna Sebrhon
Especie: Humano/ Daeliciana
Habilidades: Agilidad, velocidad mental y nociones de supervivencia.
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
09/12/13, 04:11 pm
Todo pasa demasiado rapido. Sigo sentada en el suelo mirando fijamente la maraña de visceras rojizas enredadas en la maraña asesina. Escucho voces y gritos que no puedo identificar. Todo es confuso, confuso y vomitivo.
Noto como algo tira de mi cuerpo y me arrastra dentro del torreón. No puedo parar de mirar a la almagama de visceras hasta que la pierdo de vista. Me encuentro en un completo bloqueo mental. No puedo moverme, sigo escuchando voces pero en mi mente solo se reproduce una y otra vez la cara de Neith antes de ser engullida y licuada cual fruta fresca. Un torrente de fria humedad recorre mi cuerpo haciendo que salga de mi mundo para ver como es Marsi la que me ha sacado de alli y, ahora, me limpia de los restos de la chica. Yo permanezco inmovil, impasible ante los meneos de la chica que intenta lavar mi sucio cuerpo.
La chica comienza a vomitar desplomandose en el suelo por lo que rompiendo mi inmovilidad le toco la cabeza y la empujo contra mi vientre mientrad respiro entrecortadamente por el frio del baño improvisado. Las piernas me fallan y acabo cayendo al suelo con la chica sin decir nada, escuchando a la chica llorar y maldecir mientras de fondo veo a Álvaro cabando una pequeña fosa con una pala.
No puedo decir nada, no puedo quejarme, simplemente no puedo articular palabras. Solo puedo cerrar los ojos y acariciar la cabeza, ahora mojada, de Marsi.
Noto como algo tira de mi cuerpo y me arrastra dentro del torreón. No puedo parar de mirar a la almagama de visceras hasta que la pierdo de vista. Me encuentro en un completo bloqueo mental. No puedo moverme, sigo escuchando voces pero en mi mente solo se reproduce una y otra vez la cara de Neith antes de ser engullida y licuada cual fruta fresca. Un torrente de fria humedad recorre mi cuerpo haciendo que salga de mi mundo para ver como es Marsi la que me ha sacado de alli y, ahora, me limpia de los restos de la chica. Yo permanezco inmovil, impasible ante los meneos de la chica que intenta lavar mi sucio cuerpo.
La chica comienza a vomitar desplomandose en el suelo por lo que rompiendo mi inmovilidad le toco la cabeza y la empujo contra mi vientre mientrad respiro entrecortadamente por el frio del baño improvisado. Las piernas me fallan y acabo cayendo al suelo con la chica sin decir nada, escuchando a la chica llorar y maldecir mientras de fondo veo a Álvaro cabando una pequeña fosa con una pala.
No puedo decir nada, no puedo quejarme, simplemente no puedo articular palabras. Solo puedo cerrar los ojos y acariciar la cabeza, ahora mojada, de Marsi.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
09/12/13, 07:22 pm
Poco a poco fui volviendo en mí, sacudida por las voces de los demás y luego el ruido de algo cercano. Antes de abrir los ojos me percaté de que estaba de nuevo en el sofá, así que pensé que todo había sido un mal sueño. La teoría explicaba además las molestias del cuerpo: un sofá no es para dormir, y menos para revolverse en una pesadilla.
Incluso volví a cerrar los ojos, convencida de eso, pero los ruidos del jardín eran muy raros. Alguien estaba cavando algo.
-Qué... pasa...-dije en apenas un murmullo, aunque nadie me escuchó.
Parte de lo que había ocurrido luchaba por ser recordado, pero parte de mí luchaba por lo contrario. Entre tanto, me levanté y me acerqué a la puerta del jardín a ver qué pasaba. No quería, pero si lo que recordaba era verdad, por muy horrible que fuera, tendría que ser la versión que prevaleciera. Apenas me asomé unos segundos, justo para confirmar mis temores. No solo había muerto de aquella manera tan... sino que incluso la habían enterrado en nuestro patio. ¿Cómo íbamos ahora a entrenar tan cerca de sus restos? Yo no podría, ni ahora ni en mucho tiempo. <<Enterrada sin despedirnos si quiera, ¿qué fue lo último que le dijeron los excursionistas? Espero que algo bueno...>> Eso no tenía nada que ver con creer o no en el Cielo, ojo. Y tampoco es que yo hubiera socializado mucho con ella... <<Pero era nuestra compañera, maldita ciudad...>>
-¿Y ahora qué?-inquirí, ahora sí lo suficientemente alto, mientras me limpiaba las lágrimas sentada en el suelo con la manta encima, apoyada en la pared del patio.
Incluso volví a cerrar los ojos, convencida de eso, pero los ruidos del jardín eran muy raros. Alguien estaba cavando algo.
-Qué... pasa...-dije en apenas un murmullo, aunque nadie me escuchó.
Parte de lo que había ocurrido luchaba por ser recordado, pero parte de mí luchaba por lo contrario. Entre tanto, me levanté y me acerqué a la puerta del jardín a ver qué pasaba. No quería, pero si lo que recordaba era verdad, por muy horrible que fuera, tendría que ser la versión que prevaleciera. Apenas me asomé unos segundos, justo para confirmar mis temores. No solo había muerto de aquella manera tan... sino que incluso la habían enterrado en nuestro patio. ¿Cómo íbamos ahora a entrenar tan cerca de sus restos? Yo no podría, ni ahora ni en mucho tiempo. <<Enterrada sin despedirnos si quiera, ¿qué fue lo último que le dijeron los excursionistas? Espero que algo bueno...>> Eso no tenía nada que ver con creer o no en el Cielo, ojo. Y tampoco es que yo hubiera socializado mucho con ella... <<Pero era nuestra compañera, maldita ciudad...>>
-¿Y ahora qué?-inquirí, ahora sí lo suficientemente alto, mientras me limpiaba las lágrimas sentada en el suelo con la manta encima, apoyada en la pared del patio.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
09/12/13, 09:12 pm
Marsi y Kora permanecieron abrazadas unos minutos más. Cuando Sura trajo el cuerpo de Neith envuelto en tela y lo depositó en la fosa, Marsi hizo un esfuerzo para despedirse. Comentó que en su mundo se enterraba a la gente en los bosques y se plantaba un árbol encima. Una vida por otra vida. Cuando Alice se acercó a ellos, estaba sentada abrazándose las rodillas, mirándo el montículo de tierra que era la tumba de Neith, sucia y con las lágrimas ya secas en las mejillas.
-Pues ahora a seguir sobreviviendo...-respondió.
Los siguientes días, el ambiente del torreón fue deprimente. Una compañera había muerto a en la misma puerta de su refugio, ya ningún lugar parecía seguro. Salieron solo un par de veces para recoger las cestas, no sin antes peinar los alrededores y marcar la baldosa de la trampa. Habían usado hechizos de limpieza para eliminar cualquier rastro de sangre, todos querían borrar el incidente de su memoria. La presencia añadida de Ozz a su día a día no ayudó para nada. Tenía un comportamiento ligeramente más normal que los primeros días después de su llegada a la ciudad, pero seguía sin inspirar confianza. Akasha dormía con Marsi casi todas las noches, y la varmana había visto sus horas de sueño bastante reducidas por culpa del insomnio y las pesadillas. A pesar de todo, había intensificado su entrenamiento, y aunque había pospuesto su visita a Maciel estaba aún más decidida a ir. Quería mejorar, todo lo que le fuera posible. Quería sentirse capaz de plantarle cara a la ciudad, quería dejar de tener miedo todo el tiempo.
Hablaba menos, y con menos personas, había adquirido un aire taciturno y triste que nadie había notado, pues no destacaba mucho entre el desánimo general, pero los dos últimos días recuperó algo de sus fuerzas. Iban a ir a intercambiar alimentos con Maciel, ella se quedaría unos días, y a pesar del miedo a que algo pudiese salir mal en el trayecto, estaba emocionada.
El día de la salida, desayunó temprano y fuerte y puso sus armas a punto.
-Pues ahora a seguir sobreviviendo...-respondió.
Los siguientes días, el ambiente del torreón fue deprimente. Una compañera había muerto a en la misma puerta de su refugio, ya ningún lugar parecía seguro. Salieron solo un par de veces para recoger las cestas, no sin antes peinar los alrededores y marcar la baldosa de la trampa. Habían usado hechizos de limpieza para eliminar cualquier rastro de sangre, todos querían borrar el incidente de su memoria. La presencia añadida de Ozz a su día a día no ayudó para nada. Tenía un comportamiento ligeramente más normal que los primeros días después de su llegada a la ciudad, pero seguía sin inspirar confianza. Akasha dormía con Marsi casi todas las noches, y la varmana había visto sus horas de sueño bastante reducidas por culpa del insomnio y las pesadillas. A pesar de todo, había intensificado su entrenamiento, y aunque había pospuesto su visita a Maciel estaba aún más decidida a ir. Quería mejorar, todo lo que le fuera posible. Quería sentirse capaz de plantarle cara a la ciudad, quería dejar de tener miedo todo el tiempo.
Hablaba menos, y con menos personas, había adquirido un aire taciturno y triste que nadie había notado, pues no destacaba mucho entre el desánimo general, pero los dos últimos días recuperó algo de sus fuerzas. Iban a ir a intercambiar alimentos con Maciel, ella se quedaría unos días, y a pesar del miedo a que algo pudiese salir mal en el trayecto, estaba emocionada.
El día de la salida, desayunó temprano y fuerte y puso sus armas a punto.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
10/12/13, 01:52 pm
Tardo un tiempo en recoger todos los restos que puedo, los meto en el cubo y los llevo al patio dándoselos al resto para que hagan con ellos lo que quieran. Por mi los tiraría al mar o algo así, pero habiendo tantas culturas en el torreón.... que hagan lo que quieran y punto, no es momento de discutir.
Me tiro cubos de agua encima para quitarme lo mas gordo y después subo a bañarme, con lo difícil que es sacar la sangre del pelo rojo. No salgo de la bañera hasta estar segura de que estoy limpia.
Pasan los días, son días tensos empañados aún por la muerte de la humana, lo único que hago día tras día es entrenar. Haciendo cada vez movimientos mas complicados. Las pocas veces que se sale voy yo comprobando que no haya trampas por el camino y todo parece estar bien por el momento.
Llega el día de la marcha de Marsi y me levanto como siempre, desayuno, recojo mis armas y les digo de irnos ya.
Sigue en la Cicatriz de Arax.
Me tiro cubos de agua encima para quitarme lo mas gordo y después subo a bañarme, con lo difícil que es sacar la sangre del pelo rojo. No salgo de la bañera hasta estar segura de que estoy limpia.
Pasan los días, son días tensos empañados aún por la muerte de la humana, lo único que hago día tras día es entrenar. Haciendo cada vez movimientos mas complicados. Las pocas veces que se sale voy yo comprobando que no haya trampas por el camino y todo parece estar bien por el momento.
Llega el día de la marcha de Marsi y me levanto como siempre, desayuno, recojo mis armas y les digo de irnos ya.
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Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
10/12/13, 02:58 pm
-Sobrevivir, claro...
El día fue un desastre. Cenamos sin mucho ánimo y sin apenas ánimo pasaron los días. No entrenaba en el patio, me negaba rotundamente tan pronto, pero sí que entrenaba magia, sobre todo los hechizos que más defensivos me parecían. Pero cuando me hartaba de los errores con la magia, subía a la sala de entrenamiento a hacer algo para no perder la forma. Prefería mil veces entrenar a la luz del sol, pero de momento lo haría allí arriba.
Respecto a los hechizos, el de protección básica lo conseguí en el transcurso de los días, el de intangibilidad quedó más que claro que no me saldría, y los que manejaba desde antes logré perfeccionarlos, levitación incluida. Pero también, por supuesto, entrené y entrené el de parálisis que Archi usó el otro día. Y precisamente por eso mismo, porque el irrense lo había usado y había visto sus resultados. Practicar el resto de ofensivos era más agresivo... y no tenía ganas de poner en peligro a nadie del grupo. Así que, en efecto, la paralizada tras lograrlo un par de veces fui yo. Aunque dormir así era incomodísimo, al menos no estaba por los suelos cuando despertaba.
Así, llegó el día de la despe... salid... Agh, la estancia de Marsi en Maciel. No estaba por la labor de pensar en nada que evocase una ida sin retorno, aún seguía sensible por lo de Neith. Pero les acompañaría, eso sí había cambiado: me apuntaba a cada salida, no quería estar un segundo lejos de los que fueran a explorar. Y menos en casos como este, que una buena amiga se mudaba. <<¡Eso, mudanza no implica que no volver sea malo!>>
Colgué la espada del cinto, el escudo del brazo derecho, cargué la ballesta, llené los bolsillos con cristales y me acerqué al grupo de salida con una sonrisa cansada. Era el momento idóneo para alguna referencia, pero sería terrícola y me chafaría el estado de ánimo... Así que sólo dije una frase en tono cantarín.
-Arreando que es gerundio.
Sigue en la Cicatriz de Arax.
El día fue un desastre. Cenamos sin mucho ánimo y sin apenas ánimo pasaron los días. No entrenaba en el patio, me negaba rotundamente tan pronto, pero sí que entrenaba magia, sobre todo los hechizos que más defensivos me parecían. Pero cuando me hartaba de los errores con la magia, subía a la sala de entrenamiento a hacer algo para no perder la forma. Prefería mil veces entrenar a la luz del sol, pero de momento lo haría allí arriba.
Respecto a los hechizos, el de protección básica lo conseguí en el transcurso de los días, el de intangibilidad quedó más que claro que no me saldría, y los que manejaba desde antes logré perfeccionarlos, levitación incluida. Pero también, por supuesto, entrené y entrené el de parálisis que Archi usó el otro día. Y precisamente por eso mismo, porque el irrense lo había usado y había visto sus resultados. Practicar el resto de ofensivos era más agresivo... y no tenía ganas de poner en peligro a nadie del grupo. Así que, en efecto, la paralizada tras lograrlo un par de veces fui yo. Aunque dormir así era incomodísimo, al menos no estaba por los suelos cuando despertaba.
Así, llegó el día de la despe... salid... Agh, la estancia de Marsi en Maciel. No estaba por la labor de pensar en nada que evocase una ida sin retorno, aún seguía sensible por lo de Neith. Pero les acompañaría, eso sí había cambiado: me apuntaba a cada salida, no quería estar un segundo lejos de los que fueran a explorar. Y menos en casos como este, que una buena amiga se mudaba. <<¡Eso, mudanza no implica que no volver sea malo!>>
Colgué la espada del cinto, el escudo del brazo derecho, cargué la ballesta, llené los bolsillos con cristales y me acerqué al grupo de salida con una sonrisa cansada. Era el momento idóneo para alguna referencia, pero sería terrícola y me chafaría el estado de ánimo... Así que sólo dije una frase en tono cantarín.
-Arreando que es gerundio.
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No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Matt
Ficha de cosechado
Nombre: Matthew Lowell/Korasihanna Sebrhon
Especie: Humano/ Daeliciana
Habilidades: Agilidad, velocidad mental y nociones de supervivencia.
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
10/12/13, 04:12 pm
Observo la situación como una mera espectadora. Esto no esta ocurriemdo. No siento ni lastima, ni alegria, ni amargura. Simplemente mi mente no puede procesar más por hoy. Surásara llega con un bulto envuelto en una sabana roja. Al parecer son los restos de Neith. Me es inconcebible que la entierren en el suelo, eso es como si se tratase de un animal que dejamos para que se descomponga.
Muestro mi descontento ante el enterramiento saliendo del patio y sentándome en una silla mientras tirito por el frio que proceso por el baño improvisado. Cuando todo acaba los chicos entran en la sala y, mostrando un aplomo en mis palabras que incluso me sorprende a mi misma consigo articular al fin las primeras pabras. -Nadie se merece acabar descomponiendose en el suelo. Espero que no tenga la desgracia de vérsele privado su descanso y comience a hablarnos como los muertos de aquel campo.-
Sura sube a darse un baño por lo que temblorosamente ppr culpa del frio me acerco a Lhelian. -Lhelian- Le digo al chico intentando llamar su atención con un pequeño hilo de voz. -Podrias ayudarme a prepararme un baño caliente? Se..- En un momento un nudo se hace en mi garganta impidiendome continuar hablando.
Sacando fuerzas de no se muy bien donde me consigo guardar mis ganas de llorar para continuar hablando, necesito hablar con alguien. -Se que quizás te este pidiendo demasiado ahora mismo. Pero de verdad que necesito tu ayuda. ¿Me ayudas a cambiar el agua para darme un baño?
En una situación igual jamas estaria diciendo estas palabras pero lo ocurrido hace escasos momentos me tiene los sentimientos trastocados.
Tras subir cubos de agua y que Lhelian los caliente me doy un profundo baño a fondo quedando mezcladas mis lagrimas de pura tensión y horror con el agua caliente que recorre mi cuerpo ahora limpio de Neith. En ese mismo agua limpio mis ropas. Los legguins se limpian facil al ser impermeables pero la blusa aun sigue supurando tinte rojo. Cuando la dejo al fin limpio la dejo secar en una silla. Me visto con lo mas calentito que encuentro y salgo del cuarto embuelta en una nube de vapor.
Los dias siguientes pasan lentos, horriblemente silenciosos y lentos. No he vuelto a salir al patio desde entonces, sinplemente no me he atrevido a salir a ver la tumba de la chica. Mis entrenamientos se han centrado en el piso superior y he intentado salir a correr solo cuandobel agobio me superaba. Ya no innovo en mis recorridos, tengo miedo de pisar donde no deba. Nadie me asegura que en alguna dr mis carreras hubiese podido ser yo la licuada por la trampa.
Esa mañana tenian decidido salir a llevar alimentos a los chicos del otro torreón. No me hace ninguna gracia tener que salir y acercarme mucho al territorio del bicho pero incluso esa idea me resulta mas llamativa y atractiva que quedarme en la casa. Cogiendo mis dagas me preparo para salir dejando claro que alguien tendria que quedarse conmigo cuando entren en el torreón del insecto.
En silencio, salgo del torreón y, como siempre hacía cuando salía, miro el lugar de la trampa ahora limpio por los hechizos de las chicas sin poder reprimir un escalofrio.
Sigue en la Cicatriz de Arax.
Muestro mi descontento ante el enterramiento saliendo del patio y sentándome en una silla mientras tirito por el frio que proceso por el baño improvisado. Cuando todo acaba los chicos entran en la sala y, mostrando un aplomo en mis palabras que incluso me sorprende a mi misma consigo articular al fin las primeras pabras. -Nadie se merece acabar descomponiendose en el suelo. Espero que no tenga la desgracia de vérsele privado su descanso y comience a hablarnos como los muertos de aquel campo.-
Sura sube a darse un baño por lo que temblorosamente ppr culpa del frio me acerco a Lhelian. -Lhelian- Le digo al chico intentando llamar su atención con un pequeño hilo de voz. -Podrias ayudarme a prepararme un baño caliente? Se..- En un momento un nudo se hace en mi garganta impidiendome continuar hablando.
Sacando fuerzas de no se muy bien donde me consigo guardar mis ganas de llorar para continuar hablando, necesito hablar con alguien. -Se que quizás te este pidiendo demasiado ahora mismo. Pero de verdad que necesito tu ayuda. ¿Me ayudas a cambiar el agua para darme un baño?
En una situación igual jamas estaria diciendo estas palabras pero lo ocurrido hace escasos momentos me tiene los sentimientos trastocados.
Tras subir cubos de agua y que Lhelian los caliente me doy un profundo baño a fondo quedando mezcladas mis lagrimas de pura tensión y horror con el agua caliente que recorre mi cuerpo ahora limpio de Neith. En ese mismo agua limpio mis ropas. Los legguins se limpian facil al ser impermeables pero la blusa aun sigue supurando tinte rojo. Cuando la dejo al fin limpio la dejo secar en una silla. Me visto con lo mas calentito que encuentro y salgo del cuarto embuelta en una nube de vapor.
Los dias siguientes pasan lentos, horriblemente silenciosos y lentos. No he vuelto a salir al patio desde entonces, sinplemente no me he atrevido a salir a ver la tumba de la chica. Mis entrenamientos se han centrado en el piso superior y he intentado salir a correr solo cuandobel agobio me superaba. Ya no innovo en mis recorridos, tengo miedo de pisar donde no deba. Nadie me asegura que en alguna dr mis carreras hubiese podido ser yo la licuada por la trampa.
Esa mañana tenian decidido salir a llevar alimentos a los chicos del otro torreón. No me hace ninguna gracia tener que salir y acercarme mucho al territorio del bicho pero incluso esa idea me resulta mas llamativa y atractiva que quedarme en la casa. Cogiendo mis dagas me preparo para salir dejando claro que alguien tendria que quedarse conmigo cuando entren en el torreón del insecto.
En silencio, salgo del torreón y, como siempre hacía cuando salía, miro el lugar de la trampa ahora limpio por los hechizos de las chicas sin poder reprimir un escalofrio.
Sigue en la Cicatriz de Arax.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Personajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
10/12/13, 04:42 pm
Lo siguientes momentos para Dhelian pasaron de una forma lenta, el instante en que lo restos de Neith era enterrados en el patio el ambiente tenso y triste del torreón, todo para el daeliciano paso como si fuese algo ajeno. Las palabras de Korasihanna llegaron a el desde un punto lejano a pesar de tenerla al lado y la visión de la chica, cubierta en rojo hizo que nuevas lagrimas surgieran antes de responder en un tono casi inaudible.
-No te preocupes, lo haré- fueron sus simples palabras mientras se levantaba y de forma casi automática tomaba los cubos del pozo y lo subía al baño tras que Surasara saliera, en ningún momento fue capaz de mirar el lugar donde el cuerpo de Neith fue enterrado, tanto porque le parecía que el enterramiento no la dejaría descansar en paz como porque aquella visión le recordaba el hecho de que la chica ya no estaba con ellos. Aquella noche no pudo dormir, ni siquiera el hecho de dormir junto a Korasihanna como siempre permitía se descanso, incapaz de cerrar los ojos al ver igual que en ese instante, como había terminado Neith. Era algo difícil de olvidar y no sabia si quería hacerlo, aquella era un muestra de la crueldad de la ciudad.
Los días posteriores, Dhelian estuvo bastante taciturno inmerso en sus pensamientos, estudiando los hechizos de intangibilidad, defensa y el de parálisis tras ver lo útil y bien que podía funcionar gracias a Archi, como única muestra de parecer aun alguien vivo y una forma también de no pensar mucho en lo ocurrido. El hecho de tener Ozzchreanos suelto en el torren ayudo también a aquello, pues se auto impuso el vigilarlo ya que fue el la causa final de que lo sacaran y no podía permitir y ni siquiera quería pensarlo, que una nueva tragedia pudiera afectar al torreón a causa de su decisión. Por suerte no ocurrió nada, el ochrorio seguía teniendo esa actitud distante suya aunque a un nivel un tanto mas receptivo, dentro de sus estándares, desde luego, lo que alivio un poco a Dhelian aunque no se confió mucho al respecto y mantuvo un ojo sobre el durante todo el tiempo. El hecho de que esos días fue incapaz de salir del torreón, un pánico que no podía controlar al poner un pie fuera de aquellos muros, ayudaba a la vigilancia. Lo ocurrido realmente le había afectado.
No había hablado mucho con Neith cuando estaba viva, pero era un compañera, era una presencia contante en el torreón. La chica ya no estaba y ahora ellos solo tenían que seguir sobreviviendo como hasta ahora. Pronto Marsi se marcharía a Maciel como había pretendido y terminado posponiendo por lo ocurrido con Neith, de alguna forma aquello hacia hacia sentir peor a Dhelian, pues se sentía como si otra compañera mas se fuera. "Un tiempo únicamente luego volverá, no es...no es como con Neith" se repetía conforme el día en el que Marsi se marcharía se acercaba.
Durante esos días sus practicas en magia habían tenido sus frutos, el hechizo de intangibilidad consiguió aprendérselo mas no realizarlo. Por el contrario los hechizos de parálisis y defensa básica si fueron algo que consiguió con el pasar de los días, sin dejar de practicar los ya sabidos en busca de mejorarlos, principalmente levitación y el de curación, esos hechizos podrían salvarle la vida en algún momento así que debía saber realizarlos con la misma facilidad con la que respiraba.
El día en que Marsi se mudaría a Maciel finalmente llegó y se apunto a la salida, debía perder su miedo a salir del torreón, su miedo a la ciudad en realidad. Lo de Neith fue algo trágico, algo triste y por lo que a veces aun tenia pesadillas y debían tenerlo siempre presente, pero no podía quedarse paralizado por ello. No quería perder a mas compañeros.
Todos estaban preparándose para salir y el daeliciano se se reunió junto a Alice, Surasara, Marsi, Korasihanna y un, aparentemente obligado, Ozzchreanos. El hecho de que el ochrorio fuera y no fuera a quedarse solo con Akasha tranquilizo un poco a Dhelian, que de algún modo prefería tenerlo vigilado por si acaso. Incluso Korasihanna estaba dispuesta a ir, el había visto de cerca como lo había pasado su compañera de mal esos días y no quería que la visita a Maciel acabara en un encuentro indeseado con Xalcoth, no mas problemas.
-Yo también voy...- añadió hablando por primera vez desde hacia varios días respirando profundamente tomo su armas, se amarro los cristales con los que había hecho pulseras improvisadas en sus muñecas, así como aquel amuleto al cuello y salio junto al resto.
Sigue en la Cicatriz de Arax.
-No te preocupes, lo haré- fueron sus simples palabras mientras se levantaba y de forma casi automática tomaba los cubos del pozo y lo subía al baño tras que Surasara saliera, en ningún momento fue capaz de mirar el lugar donde el cuerpo de Neith fue enterrado, tanto porque le parecía que el enterramiento no la dejaría descansar en paz como porque aquella visión le recordaba el hecho de que la chica ya no estaba con ellos. Aquella noche no pudo dormir, ni siquiera el hecho de dormir junto a Korasihanna como siempre permitía se descanso, incapaz de cerrar los ojos al ver igual que en ese instante, como había terminado Neith. Era algo difícil de olvidar y no sabia si quería hacerlo, aquella era un muestra de la crueldad de la ciudad.
Los días posteriores, Dhelian estuvo bastante taciturno inmerso en sus pensamientos, estudiando los hechizos de intangibilidad, defensa y el de parálisis tras ver lo útil y bien que podía funcionar gracias a Archi, como única muestra de parecer aun alguien vivo y una forma también de no pensar mucho en lo ocurrido. El hecho de tener Ozzchreanos suelto en el torren ayudo también a aquello, pues se auto impuso el vigilarlo ya que fue el la causa final de que lo sacaran y no podía permitir y ni siquiera quería pensarlo, que una nueva tragedia pudiera afectar al torreón a causa de su decisión. Por suerte no ocurrió nada, el ochrorio seguía teniendo esa actitud distante suya aunque a un nivel un tanto mas receptivo, dentro de sus estándares, desde luego, lo que alivio un poco a Dhelian aunque no se confió mucho al respecto y mantuvo un ojo sobre el durante todo el tiempo. El hecho de que esos días fue incapaz de salir del torreón, un pánico que no podía controlar al poner un pie fuera de aquellos muros, ayudaba a la vigilancia. Lo ocurrido realmente le había afectado.
No había hablado mucho con Neith cuando estaba viva, pero era un compañera, era una presencia contante en el torreón. La chica ya no estaba y ahora ellos solo tenían que seguir sobreviviendo como hasta ahora. Pronto Marsi se marcharía a Maciel como había pretendido y terminado posponiendo por lo ocurrido con Neith, de alguna forma aquello hacia hacia sentir peor a Dhelian, pues se sentía como si otra compañera mas se fuera. "Un tiempo únicamente luego volverá, no es...no es como con Neith" se repetía conforme el día en el que Marsi se marcharía se acercaba.
Durante esos días sus practicas en magia habían tenido sus frutos, el hechizo de intangibilidad consiguió aprendérselo mas no realizarlo. Por el contrario los hechizos de parálisis y defensa básica si fueron algo que consiguió con el pasar de los días, sin dejar de practicar los ya sabidos en busca de mejorarlos, principalmente levitación y el de curación, esos hechizos podrían salvarle la vida en algún momento así que debía saber realizarlos con la misma facilidad con la que respiraba.
El día en que Marsi se mudaría a Maciel finalmente llegó y se apunto a la salida, debía perder su miedo a salir del torreón, su miedo a la ciudad en realidad. Lo de Neith fue algo trágico, algo triste y por lo que a veces aun tenia pesadillas y debían tenerlo siempre presente, pero no podía quedarse paralizado por ello. No quería perder a mas compañeros.
Todos estaban preparándose para salir y el daeliciano se se reunió junto a Alice, Surasara, Marsi, Korasihanna y un, aparentemente obligado, Ozzchreanos. El hecho de que el ochrorio fuera y no fuera a quedarse solo con Akasha tranquilizo un poco a Dhelian, que de algún modo prefería tenerlo vigilado por si acaso. Incluso Korasihanna estaba dispuesta a ir, el había visto de cerca como lo había pasado su compañera de mal esos días y no quería que la visita a Maciel acabara en un encuentro indeseado con Xalcoth, no mas problemas.
-Yo también voy...- añadió hablando por primera vez desde hacia varios días respirando profundamente tomo su armas, se amarro los cristales con los que había hecho pulseras improvisadas en sus muñecas, así como aquel amuleto al cuello y salio junto al resto.
Sigue en la Cicatriz de Arax.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
11/12/13, 04:13 pm
Cuando el recluso que inconscientemente se había ganado la desconfianza de gran parte del torreón puso su primer pie fuera de la celda en semanas, descontando sus visitas al baño, nada interesante sucedió. Tal vez experimentara un leve alivio interior, pero sus pasos regulares y su inexpresividad habituales no delataban ninguna clase de emoción derivada de la reciente adquisición de libertad.
Aun no había dado muchas vueltas el minutero cuando la tragedia sucedió frente al mismo Torreón Letargo. Neith, la terrícola, quedó reducida a una masa de pulpa y huesos justo delante de las miradas de algunos compañeros. Este evento, que para los letarguinos significó la pérdida de su único pilar seguro en toda la ciudad, no causó en Ozzchreanos más que una leve curiosidad, superior a todas luces al resquicio de incomodidad que asomó tímidamente.
*********
Los siguientes días fueron aparentemente tranquilos para el gran ochrorio. A medida que transcurrían, sus compañeros pudieron comprobar que era más capaz de responder correctamente enunciados complejos, empezaba a ser más consciente de lo que ocurría a su alrededor, y establecía un mínimo diálogo, siempre muy parco en palabras y emociones, si era necesario.
Pero, de nuevo, el cambio mayor se daba en el interior del novicio de la Iglesia Espiritual Rocuo. Un novicio que, por cierto, empezó a considerar haber perdido su rango, aunque no lograba discernir si eso significaba un modo de adquirir el superior o, por el contrario, significaba una especie de destitución. Durante diversos ciclos del astro ardiente estuvo considerando esta posibilidad, incluso llegó a incluir mentalmente en sus cantos una petición de guía espiritual.
Finalmente, como si la ayuda hubiera sido concedida por las mismas deidades —o tal vez así sucediera—, una mente trabajando a tempo adagio como la suya logró concluir que el cambio, ya evidente para cualquier observador, se debía al ascenso de su condición espiritual. Este ascenso, dedujo desprovisto de toda vanidad, era el causante de que lograra discernir ahora el mundo que le rodeaba. Al mismo tiempo, también estuvo convencido de no haber ni rozado siquiera la plenitud de su lucidez, así que su penitencia debía continuar.
Logró resolver su cuestión más urgente la misma fecha en que salían a Maciel, pero aún restaban muchas otras. ¿Qué significado tenían la ciudad y los alienígenas que se vieron forzados a poblarla con él? ¿Por qué también una ochroria como Akasha? Esto era para el novicio una cuestión de orden mayor, pero ya más perteneciente a la realidad. Su mente andante debía conocer el universo de la ciudad y sus extraños habitantes. Conocerlo y comprenderlo para poder discernir dónde mora la acromía divina. Como miembro en pleno derecho de la Iglesia Espiritual, su deber era conocer y portar el estandarte del equilibrio.
[Continúa en el Torreón Maciel]
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Personajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
11/12/13, 08:40 pm
Los días siguieron de forma extraña, como si estuviésemos encerrados en un bucle y siempre fuese el mismo día. La muerte de Neith había desplazado a un segundo (o tercer, más bien) plano la liberación de Ozz, en lo que no me iba a meter si Akasha no se veía forzada a aceptar algo que no desease. Ver el cuerpo de la americana-australiana hecho pedazos había sido un recordatorio de lo que era aquella ciudad, de lo completamente desprotegidos que estábamos. Si bien cavé en silencio, decidiendo que el suceso ya había sido demasiado grave como para que más gente entrase en shock o se desmayase, aquella noche no pude dormir. El horror de lo vivido era demasiado cercano y, al no poder cerrar los ojos sin ver las vísceras y la sangre de la chica repartidas por todo el lugar, decidí quedarme en la puerta del patio. Observaba la tumba con los puños tan apretados que las uñas me hacían daño, pero casi no me daba cuenta de eso.
—Pienso sobrevivir —susurré, incapaz de soportar el nudo que se me había formado ante el suceso del día—. Pienso sobrevivir. Y después iré y te daré una paliza por cada mentira, cada muerte, cada grito y cada segundo de sufrimiento, mentiroso de mierda. Y después me iré —era absurdo pensar que el cosechador podía escucharme, pero llorando ante la tumba de Neith necesitaba hacerme esa promesa, recordarme que debía vivir, vengarme y regresar a mi casa, que ahora se me antojaba muchísimo más apetecible que hacía menos de un mes.
A partir de ahí me obsesioné con entrenar lo máximo posible, tanto mis habilidades físicas como las mágicas. El problema era que mis mejoras eran muy escasas, especialmente las mágicas. Me estaba quedando atrás con respecto a Dhelian y Alice, y daba igual cuanto entrenase, esto no parecía frenarse. De hecho, cada día la distancia entre lo que yo sabía y lo que ellos sabían aumentaba más y más.
Quizás por ello reducí un poco el tiempo dedicado a estudiar y aumentar los entrenamientos físicos de todo tipo. No solo entrenaba con Sura, sino que también utilizo el libro que yo mismo cogí de la biblioteca. También intentaba mejorar mi agilidad y mis reflejos, sabiendo que para sobrevivir no bastaba con conocer un puñado de hechizos y saber manejar la espada y la ballesta. Neith nos había dejado dolorosamente claro que la ciudad tenía otras formas de matar aparte de monstruos con garras y colmillos, y yo no pensaba ponérselo nada fácil a Rocavarancolia.
Con tanto entrenamiento, cada día acababa exhausto y me dormía profundamente en cuanto caía sobre la cama. Agradecía el cansancio, porque no solo mantenía lejos cualquier posible pesadilla, sino que también alejaba la tristeza por lo que había pasado. Ver cada día la tumba era un recordatorio constante de ello, pero también de mi promesa de sobrevivir y devolver nuestro sufrimiento al monstruo que nos había traído a esta trampa mortal para, según creía, su disfrute. Quizás era por ello por lo que no me permitía derrumbarme. Por ello y porque sabía que cualquier debilidad en Rocavarancolia significaba la muerte.
Ni siquiera me di cuenta de que había llegado el día en el que Marsi se iba. No sabía cómo tomarme esto, ya que ni me gustaban las despedidas (nunca me habían gustado) ni tenía ganas de una salida tan larga. Seguro que Marsi podía defenderse sola, pero aun así... Cuando más tiempo fuera, más probabilidades de que le pasase lo que a Neith. Y no quería que aquello volviese a ocurrir. De todas maneras no es que pudiese (ni quisiese) obligarla a mantenerse encerrada, así que me despedí de ella, diciendo que prefería no dejar el torreón demasiado despoblado, y rezando interiormente para que aquella no fuese la última vez que veía a cualquiera del grupo con vida.
El torreón había quedado bastante silencioso cuando los exploradores se fueron, y ni siquiera había que esforzarse para imaginar que vivía solo. Sentí cómo se erizaba el vello de la nuca al imaginarme esto, al pensar qué pasaría si fuese el único que quedase y que el resto de letarguinos estuviese... «No te comas la cabeza. Lo último que necesitas es estar todo el día pensando en estas cosas». Eran pensamientos que me habían rondado cuando el silencio del torreón era demasiado asfixiante, y el que ahora sólo quedase la mitad del grupo sólo lo empeoraba. Inquietado, decidí recorrer el torreón de arriba a abajo, no del todo seguro que estuviésemos libres de trampas y peligros.
Los sonidos que llegaron de la mazmorra revelaban que la rata estaba por allí. Solo me asomé, no olvidando los problemas de convivencia de unas semanas atrás, pero parecía que sólo entrenaba. O rezaba de forma extraña a su desquiciante dios. O las dos cosas: a veces estas actividades se confudían cuando se trataba del roedor gigante. Entre tanto, Akasha estaba siguiendo algunos ejercicios para tratar de mejorar su lectura, cosa en la que estaba avanzando con una buena velocidad, mientras que Talento estaba haciendo unos ejercicios de vuelo en el patio, sin atreverse a dejarse ver muy por encima de los muros.
No pude evitar soltar un suspiro de alivio al comprobar que todos estábamos bien, sólo para sentir un ataque de miedo: ¿y si algún monstruo atacaba a los exploradores y los aniquilaba? Sólo quedaríamos cuatro... «¡Basta! ¡Deja de pensar así, joder!». Sacudí la cabeza, como si estuviese intentando espantar algún bicho particularmente molesto, y después cogí mis propias armas. El ejercicio del entrenamiento siempre servía para tranquilizarme y quitarme las preocupaciones, y el tener la sala para mí solo era una buena consecuacia del repentino vacío del torreón.
Me subí algunas cosas que no se echasen a perder para picar cuando me entrase hambre, y rápidamente empecé con los ejercicios. Poco a poco el momento de practicar con las armas (o con el propio cuerpo) se iba convirtiendo en uno de mis momentos favoritos del día, por no decir en lo único bueno de la rutina en la ciudad.
—Pienso sobrevivir —susurré, incapaz de soportar el nudo que se me había formado ante el suceso del día—. Pienso sobrevivir. Y después iré y te daré una paliza por cada mentira, cada muerte, cada grito y cada segundo de sufrimiento, mentiroso de mierda. Y después me iré —era absurdo pensar que el cosechador podía escucharme, pero llorando ante la tumba de Neith necesitaba hacerme esa promesa, recordarme que debía vivir, vengarme y regresar a mi casa, que ahora se me antojaba muchísimo más apetecible que hacía menos de un mes.
A partir de ahí me obsesioné con entrenar lo máximo posible, tanto mis habilidades físicas como las mágicas. El problema era que mis mejoras eran muy escasas, especialmente las mágicas. Me estaba quedando atrás con respecto a Dhelian y Alice, y daba igual cuanto entrenase, esto no parecía frenarse. De hecho, cada día la distancia entre lo que yo sabía y lo que ellos sabían aumentaba más y más.
Quizás por ello reducí un poco el tiempo dedicado a estudiar y aumentar los entrenamientos físicos de todo tipo. No solo entrenaba con Sura, sino que también utilizo el libro que yo mismo cogí de la biblioteca. También intentaba mejorar mi agilidad y mis reflejos, sabiendo que para sobrevivir no bastaba con conocer un puñado de hechizos y saber manejar la espada y la ballesta. Neith nos había dejado dolorosamente claro que la ciudad tenía otras formas de matar aparte de monstruos con garras y colmillos, y yo no pensaba ponérselo nada fácil a Rocavarancolia.
Con tanto entrenamiento, cada día acababa exhausto y me dormía profundamente en cuanto caía sobre la cama. Agradecía el cansancio, porque no solo mantenía lejos cualquier posible pesadilla, sino que también alejaba la tristeza por lo que había pasado. Ver cada día la tumba era un recordatorio constante de ello, pero también de mi promesa de sobrevivir y devolver nuestro sufrimiento al monstruo que nos había traído a esta trampa mortal para, según creía, su disfrute. Quizás era por ello por lo que no me permitía derrumbarme. Por ello y porque sabía que cualquier debilidad en Rocavarancolia significaba la muerte.
Ni siquiera me di cuenta de que había llegado el día en el que Marsi se iba. No sabía cómo tomarme esto, ya que ni me gustaban las despedidas (nunca me habían gustado) ni tenía ganas de una salida tan larga. Seguro que Marsi podía defenderse sola, pero aun así... Cuando más tiempo fuera, más probabilidades de que le pasase lo que a Neith. Y no quería que aquello volviese a ocurrir. De todas maneras no es que pudiese (ni quisiese) obligarla a mantenerse encerrada, así que me despedí de ella, diciendo que prefería no dejar el torreón demasiado despoblado, y rezando interiormente para que aquella no fuese la última vez que veía a cualquiera del grupo con vida.
El torreón había quedado bastante silencioso cuando los exploradores se fueron, y ni siquiera había que esforzarse para imaginar que vivía solo. Sentí cómo se erizaba el vello de la nuca al imaginarme esto, al pensar qué pasaría si fuese el único que quedase y que el resto de letarguinos estuviese... «No te comas la cabeza. Lo último que necesitas es estar todo el día pensando en estas cosas». Eran pensamientos que me habían rondado cuando el silencio del torreón era demasiado asfixiante, y el que ahora sólo quedase la mitad del grupo sólo lo empeoraba. Inquietado, decidí recorrer el torreón de arriba a abajo, no del todo seguro que estuviésemos libres de trampas y peligros.
Los sonidos que llegaron de la mazmorra revelaban que la rata estaba por allí. Solo me asomé, no olvidando los problemas de convivencia de unas semanas atrás, pero parecía que sólo entrenaba. O rezaba de forma extraña a su desquiciante dios. O las dos cosas: a veces estas actividades se confudían cuando se trataba del roedor gigante. Entre tanto, Akasha estaba siguiendo algunos ejercicios para tratar de mejorar su lectura, cosa en la que estaba avanzando con una buena velocidad, mientras que Talento estaba haciendo unos ejercicios de vuelo en el patio, sin atreverse a dejarse ver muy por encima de los muros.
No pude evitar soltar un suspiro de alivio al comprobar que todos estábamos bien, sólo para sentir un ataque de miedo: ¿y si algún monstruo atacaba a los exploradores y los aniquilaba? Sólo quedaríamos cuatro... «¡Basta! ¡Deja de pensar así, joder!». Sacudí la cabeza, como si estuviese intentando espantar algún bicho particularmente molesto, y después cogí mis propias armas. El ejercicio del entrenamiento siempre servía para tranquilizarme y quitarme las preocupaciones, y el tener la sala para mí solo era una buena consecuacia del repentino vacío del torreón.
Me subí algunas cosas que no se echasen a perder para picar cuando me entrase hambre, y rápidamente empecé con los ejercicios. Poco a poco el momento de practicar con las armas (o con el propio cuerpo) se iba convirtiendo en uno de mis momentos favoritos del día, por no decir en lo único bueno de la rutina en la ciudad.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
16/12/13, 05:55 pm
El viaje de vuelta fue breve y tranquilo. Alguien propuso de ir a Sendar pero me negué en rotundo con la noche cerca. Con mil ojos y nervios de acero, llegamos al foso, avisamos a los del interior y por fin entramos en casa.
—Hola, holita. Marsi ha sido entregada con éxito, los macieleros le dieron permiso sin problema.—anuncié.—Nos invitaron a comer... ¿Habéis comido ya? ¿Todo bien por aquí?
En cuanto entré, dejé mis armas y me acerqué a ver cómo iba Akasha con los ejercicios. Si nadie proponía algo, pasaría la tarde con ella y practicando magia a la vez.
—Hola, holita. Marsi ha sido entregada con éxito, los macieleros le dieron permiso sin problema.—anuncié.—Nos invitaron a comer... ¿Habéis comido ya? ¿Todo bien por aquí?
En cuanto entré, dejé mis armas y me acerqué a ver cómo iba Akasha con los ejercicios. Si nadie proponía algo, pasaría la tarde con ella y practicando magia a la vez.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de luchaPersonajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
16/12/13, 07:15 pm
La mañana y el mediodía fueron pasando sin noticias de los exploradores, lo que tan sólo conseguía aumentar mi preocupación. Reforcé los ejercicios del entrenamiento en un intento de abandonar estos pensamientos, sabiendo que entre Letargo y Maciel había un trecho bastante largo, pero en el fondo sabía que no podía volver a respirar con tranquilidad hasta que volviese a la Tierra. Escuchar la voz de los exploradores me relajó enormemente, así que bajé a abrirles la puerta, temiendo en el fondo que hubiese pasado algo que lamentar.
—Yo me llevé algo de comida a arriba, pero ni idea de los demás —respondí a Alice. Estuve a punto de bromear la ausencia de peligros en el torreón, pero el recuerdo de Neith me asaltó antes de abrir la boca—.Y aquí, por suerte, pocas novedades. Se ha quedado tan vacío el lugar que parecía que estuviese solo —bromeé, aunque con menos alegría que antes. Me había sentado a la mesa y había comenzado a partir una fruta cualquiera en rodajas, comiéndomela—. ¿Y qué tal los macieleros? ¿Tenían alguna novedad interesante?
—Yo me llevé algo de comida a arriba, pero ni idea de los demás —respondí a Alice. Estuve a punto de bromear la ausencia de peligros en el torreón, pero el recuerdo de Neith me asaltó antes de abrir la boca—.Y aquí, por suerte, pocas novedades. Se ha quedado tan vacío el lugar que parecía que estuviese solo —bromeé, aunque con menos alegría que antes. Me había sentado a la mesa y había comenzado a partir una fruta cualquiera en rodajas, comiéndomela—. ¿Y qué tal los macieleros? ¿Tenían alguna novedad interesante?
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
16/12/13, 10:50 pm
Ni tengo que responder a Kora con una negativa, ya se encarga Alice por lo que interiorizo una sonrisa. Por suerte nuestro camino al torreón transcurre sin incidentes y llegamos todos sanos y a salvo. Álvaro nos abre la puerta e informa de que todo va bien cosa que aunque me lo guarde me alivia.
-Pues nada, lo de siempre,- respondo a su pregunta. <<Las chorradas de siempre que tienen algunos>> pienso recordando al llamado Shaco y me pregunto si sera algo afín a todos los humanos aunque con distintos grados.- Eso sí, al bicho no lo he visto por ninguna parte, pero me consta que se encontraba en el torreón.- me río,- debe tenerle pánico a cierta chica violeta.- miro de reojo a Kora.
-Cambiando de tema un poco, ¿alguno tiene ánimos para un poco de ejercicio?
-Pues nada, lo de siempre,- respondo a su pregunta. <<Las chorradas de siempre que tienen algunos>> pienso recordando al llamado Shaco y me pregunto si sera algo afín a todos los humanos aunque con distintos grados.- Eso sí, al bicho no lo he visto por ninguna parte, pero me consta que se encontraba en el torreón.- me río,- debe tenerle pánico a cierta chica violeta.- miro de reojo a Kora.
-Cambiando de tema un poco, ¿alguno tiene ánimos para un poco de ejercicio?
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Personajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
17/12/13, 04:37 pm
El otro grupo no había sufrido ninguna novedad, al parecer, así que simplemente asentí a las palabras de Sura cuando dijo aquello mientras me terminaba la pieza de fruta. Lo que dijo sobre el insecto me hizo enarcar las cejas, recordando que conmigo no tuvo esa actitud. Desde luego, de lo que recordaba Xalk no era precisamente alguien cobarde (o sensato, que para el caso era lo mismos).
—Quizás los macieleros todavía no lo soltaron, o algo así —sugerí dudando, sin tenerlas todas conmigo—Oh, precisamente estaba entrenando arriba antes de que llegaseis —comenté, algo más alegre ante la posibilidad de un entrenamiento en grupo—. ¿Os unís?
—Quizás los macieleros todavía no lo soltaron, o algo así —sugerí dudando, sin tenerlas todas conmigo—Oh, precisamente estaba entrenando arriba antes de que llegaseis —comenté, algo más alegre ante la posibilidad de un entrenamiento en grupo—. ¿Os unís?
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
17/12/13, 06:33 pm
El regreso a Letargo ocurrió sin contratiempo, cosa que Dhelian agradeció, que fuera su primera salida desde lo ocurrido con Neith y ocurriera algo seria realmente un desastre para su poca convicción para salir del torreón. Igul eso no haría que se confiara demasiado, que no hubiera ocurrido anda esa vez no implicaba que en el futuro no fuera pasar, por ello cuando llegaron y recibieron la bienvenida de Alvaro, decidió por fin hablar antes de que se fueran todos a dispersarse por el torreón.
-Antes me gustaría comentaros algo que Archi me explico, es sobre la magia. Al parecer esta no solo puede traspasarse a los cristales para que brillen y sirvan como baterías, sino que también puede traspasarse desde una persona a otra. Desde una persona que no pueda hacer magia a otra que si- añadió mirando a sus compañeros y añadiendo algo mas a su explicación- Pienso que no deberíamos salir nunca mas a partir de ahora si un hechizo de protección encima, da igual que algunos puedan defenderse físicamente hablando, un extra de protección nunca viene mal - el también estaba entrenando físicamente era cierto pero a nivel de fuerza física no era nada del otro mundo, era mas bien agil y esquivo que fuerte realmente- Y bueno con este método del traspaso de magia, Alice, Alvaro, Akasha o yo mismo no nos agotaríamos tanto al poder obtener la magia de los demás, lo que nos permitirá hacer mas hechizos y poder ponerle protección a todos cuando salgamos.
-Antes me gustaría comentaros algo que Archi me explico, es sobre la magia. Al parecer esta no solo puede traspasarse a los cristales para que brillen y sirvan como baterías, sino que también puede traspasarse desde una persona a otra. Desde una persona que no pueda hacer magia a otra que si- añadió mirando a sus compañeros y añadiendo algo mas a su explicación- Pienso que no deberíamos salir nunca mas a partir de ahora si un hechizo de protección encima, da igual que algunos puedan defenderse físicamente hablando, un extra de protección nunca viene mal - el también estaba entrenando físicamente era cierto pero a nivel de fuerza física no era nada del otro mundo, era mas bien agil y esquivo que fuerte realmente- Y bueno con este método del traspaso de magia, Alice, Alvaro, Akasha o yo mismo no nos agotaríamos tanto al poder obtener la magia de los demás, lo que nos permitirá hacer mas hechizos y poder ponerle protección a todos cuando salgamos.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
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- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
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