Sede de los Taumaturgos (Archivo I)

Recuerdo del primer mensaje :

Llego a la inmediaciones del minarete de madera rojiza ... es un edifico increíble, con decoraciones que recuerdan la arquitectura árabe ..
-Vaya - digo mirándolo - ... seria un lugar fantástico para vivir - les comento a los otros - ... ¿sera seguro? ...
Estoy alerta, preparado para cualquier cosa ...

Me despierto. ¿Cuánto tiempo llevo durmiendo? No lo sé, pero estaba bastante cansada... Me pongo en pie y me doy cuenta de que estoy hambrienta. Desde que estoy en la ciudad, apenas he comido. Subo los escalones y me dirijo hacia la puerta. Allí están algunos de mis compañeros. Parecen un poco nerviosos.
- Hola... ¿Pasa algo? - le pregunto a Gael.

Una chica que todavía no conozco se nos acerca y le habla a Gael, él ya debió de hablar con ella ayer por la noche...

-Hola, me llamo Ulises. Acabamos de volver del río con algo de comer. ¿Tú cómo te llamas?

-Hola, Helli -saludo, todavía respirando rápidamente y con la frente perlada de sudor-. Hemos irdo al río a por provisiones y algo venía por el río... tuvimos que salir de allí cagando leches. Pero hemos traido algo de comida y... ¿y Nia? Iba a traer agua.
Busco a Nia con la mirada.
-Por cierto -añado para Helli-, es... alienígena, o de otro planeta... otro más aparte de este en el que estamos, y... puede mover el pelo, y traer agua con él.
Según voy contando todo esto, me olvido un poco de donde estoy y pienso en ello como una aventura o algo maravilloso. Todas estas cosas... me aterran y emocionan a la vez.

Ponemos la comida al fuego y se hace deprisa, le añado la menta y el perejil para que sepan mejor ...
El pescado se dora y el caparazón de los cangrejos se pone algo rojizo ... un olor delicioso sube hacia arriba ...
Cuando esta listo llamo a los demás ...
-La cena esta lista ... bajad - le llamo - ...

Me vuelvo hacia Ulises.
- Soy Helli. Encantada de conocerte - le digo. Después, escucho a Gael. - Pero estáis bien, ¿verdad? Habéis debido de pasar mucho miedo...
>> Y bueno, aún no conozco a esa tal Nia... Pero, ¿alienígena? Qué... Qué raro.
Me quedo estupefacta, sin saber muy bien qué decir. Entonces, oigo que la cena está preparada. Menos mal, tengo hambre.

Nia se relamia. Tira los restos del cangrejo al suelo y se encamina a donde estan cocinando.
-ohhhhhhh aqui esta la cena.-se limpia la boca. con el brazo.

-¡Comida!
La conversación se para para atender a la comida... el olor que llega es fuerte. No me entusiasma el pescado, y menos el marisco, pero... ¡he comido rata! ¿Qué más da?
Me acerco a pedir mi porción. Sé que no he cogido más que un cangrejo, o ni eso, pero espero que me den algo.
-¿Cuánto puedo? -digo en un murmullo inaudible. ¡Debo hablar más alto, jolín!-. ¿Puedo?

Me como mi cena en silencio ... esta muy rica ...
-Muy rica la cena - les comento - ...
Me pongo en pie y me estiro bostezando ...
-Buenas noches - me despido - ... hoy estoy algo cansado, ¿hace alguien mi guardia? ...
Me encamino a las escaleras y me tumbo en uno de los escalones mas altos, me pongo la capucha y me quedo dormido con la guitarra a mi lado ...

-Encantado, Helli.- le sonrío.- Por suerte sí que estamos todos bien.

Observo que la comida ya está lista y Vacuum llama a cenar a todos. Me acerco a él y saco los cangrejos de mi bolsillo. Cojo un palo y ensarto un par de ellos con él. Acerco el palo al fuego y espero a que se tuesten. Nunca me gustó el marisco, pero no está la cosa como para remilgos.

Un poco después, cuando considero que ya está lo suficientemente tostado, lo alejo del fuego y le soplo un poco. Debería esperar un poco más pero el hambre me apremia y se me hace la boca agua. Muerdo un cacho del cangrejo por la parte blanda.

-¡Ay!- la comida me quema en la boca y casi echo fuera la comida, cosa que evité a toda costa jadeando con la boca abierta.

-Me he abrasado un poco la lengua, pero ha merecido la pena- digo levantando la cabeza en fingido orgullo.

Después me río y continúo comiendo.

Sigo a Gael para cenar. Me acerco a los demás para servirme un poco de pescado y empiezo a comer en silencio. Tenía tanta hambre... Me despido de Vacuum y le deseo buenas noches, y me río con Ulises.

Veo que Gael no ha empezado a cenar, así que me acerco a él y le sirvo un poco de comida. Le sonrío.
- Ten, anda - le digo. - Come un poco.

Termino de cenar pasando un agradable rato con todos, le deseo las buenas noches a Vacuum y permanezco sentado unos minutos contemplando el fuego y a los demás. Un enorme bostezo sale de mi boca sin que pueda evitarlo.

-Bueno, creo que tomaré el ejemplo de Vacuum... ha sido un día emocionante- y peligroso, pienso, pero la verdad es que empezaba a preocuparme menos por ello.- Me acostaré ya para estar más fresco mañana... quizás mañana si recibamos provisiones.

La esperanza es lo último que se pierde, pienso.

Me levanto y me dirijo a un rincón de la habitación que no estuviese especialmente sucio.

-A dormir en el frío suelo otra vez... en fin, es mejor que nada.

Me acuesto como puedo y me acomodo lo máximo posible mientras pienso que ahora que ya hemo comido y bebido lo que nos hace falta es un baño... Pero cualquiera vuelve al río.

Con estos pensamientos en la cabeza trato de conciliar el sueño.

-Gracias -digo rápidamente. Antes incluso de acabar de decir la palabra ya tengo comida en la boca. Sorbo la pata de un cangrejo y, olvidándome del asco que me solía dar aquella comida, engullo mi porción alegremente.
Cuando termino estoy lejos de estar satisfecho, pero menos da una piedra. Me limpio las manos contra mi pijama y doy con mi férula en un bolsillo.
"Ah, sigue aquí" pienso. Me la pongo para no perderla, a fin de cuentas quiero ir a dormir, ha sido un día muy cansado.
Vacuum y Ulises ya se han ido a dormir, así que haré lo mismo que ellos. Ya estoy mucho más tranquilo, y el cansancio me puede.
-Buenaf nochef a todof -digo en general. Después me voy a las escaleras e intento dormirme acurrucado. Tardo en dejar de notar la piedra tan fría, pero una vez me encuentro más a gusto no tardo en dormirme.

- Buenas noches, Ulises y Gael. Que descanséis - les digo a ambos. Una vez termino de cenar, me acerco a Elliot. Es una de las pocas que queda despierta.
- Puedo hacer la primera guardia contigo. No tengo sueño - le propongo.