El Pub Muerto
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
El Pub Muerto
25/08/13, 08:58 pm
Recuerdo del primer mensaje :
La entrada al local es una tumba abierta en medio de la calle con una agrietada lápida a modo de cartel. El interior está iluminado con luces verdes, y decorado con tanques empotrados en la pared revestida de ladrillo, que guardan la colección de miembros de criaturas del fundador del pub. La barra está atendida por una camarera de piel verdosa a medio descomponer que algún nigromate olvidó allí hace muchos años. Las mesas de madera negra pulida rodean un escenario semicircular con cortinas pardas y apolilladas. Hay secciones apartadas, a distintos niveles, con sofás y sillones para el que pida algo de intimidad. Es un lugar bastante selecto, antes frecuentado por nigromantes y que ha rehabierto sus puertas hace poco. Está regentado actualmente por Siloco.
- Evanna
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Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: El Pub Muerto
01/05/18, 09:52 pm
Resultaba sorprendente como con todas las vías que podían tomar teniendo magia y recursos, seguían sin llegar a buen puerto para saber que había ocurrido con Ariv, pues contra mas conjeturas sacaban de lo que podría haber pasado o como podrían averiguarlo, mas contradicciones encontraban. Empezaba a ser bastante estresante el seguir prácticamente tan perdidos como el inicio y la posibilidad que decía Seon de que fuese algo de estar en un mal momento y en mal lugar, cosa que en la ciudad no seria tan extraño, solo que seguía sin estar convencido.
Karime llego no mucho tiempo después antes como un exhalación antes de que Bastel tuviera tiempo a responder sobre los carontes. Su rabia casi podría tocarse con los dedos, en el caso de desear perderlos. Ella era, encima la que mas cerca había estado siempre de Ariv, por lo que lo ocurrido le afectaba de forma incluso mas directa. DL se mordía el labio nerviosamente, sin dejar de darle vuelta a todo lo que ya se había dicho, como si hacer eso fuese a ayudarle a sacar algo en claro, siendo mas como un mecanismo de defensa contra el nerviosos y la inquietud que no dejaba de sentir. Empezaba a sentirse un tanto oprimido.
Buscando sacudir aquella sensación de su cuerpo se concentro en las palabras de Shizel y en el nuevo dato que poseían.
- Puede intentarse, aunque dar con alguno de ellos de forma intencional no va a ser tan sencillo, ahora que no están bajo el control de Ariv...andarán a sus anchas por cualquier parte.- no pretendía ser negativo al decir eso, el también quería que encontrasen una pista de lo que había pasado de una vez, pero era consciente que encontrar a un fantasma que no quería ser encontrado no era una tarea tan fácil- Hay que buscar alguna forma de dar con ellos y de que no puedan mentirnos, que ahora bien que pueden hacerlo. - añadió pues a saber si no lo había hecho ya cuando fueron a avisarles sobre la muerte de Ariv.
Karime llego no mucho tiempo después antes como un exhalación antes de que Bastel tuviera tiempo a responder sobre los carontes. Su rabia casi podría tocarse con los dedos, en el caso de desear perderlos. Ella era, encima la que mas cerca había estado siempre de Ariv, por lo que lo ocurrido le afectaba de forma incluso mas directa. DL se mordía el labio nerviosamente, sin dejar de darle vuelta a todo lo que ya se había dicho, como si hacer eso fuese a ayudarle a sacar algo en claro, siendo mas como un mecanismo de defensa contra el nerviosos y la inquietud que no dejaba de sentir. Empezaba a sentirse un tanto oprimido.
Buscando sacudir aquella sensación de su cuerpo se concentro en las palabras de Shizel y en el nuevo dato que poseían.
- Puede intentarse, aunque dar con alguno de ellos de forma intencional no va a ser tan sencillo, ahora que no están bajo el control de Ariv...andarán a sus anchas por cualquier parte.- no pretendía ser negativo al decir eso, el también quería que encontrasen una pista de lo que había pasado de una vez, pero era consciente que encontrar a un fantasma que no quería ser encontrado no era una tarea tan fácil- Hay que buscar alguna forma de dar con ellos y de que no puedan mentirnos, que ahora bien que pueden hacerlo. - añadió pues a saber si no lo había hecho ya cuando fueron a avisarles sobre la muerte de Ariv.
- Naeryan
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Re: El Pub Muerto
12/05/18, 05:21 pm
La siguiente ocasión en que volvieron a reunirse allí tampoco fue alegre. Shizel vivía de conocidos y de contactos como lo había hecho en Idris, y aunque las palabras razonables de sus compañeros le persiguieron en todo momento, no logró evitar tirar de ellos para buscar el paradero del Duende. Estaba exhausto por viajar continuamente, paranoico ahora por si encontraba otra sorpresa nefasta al regresar y quemado por el recordatorio de que no les bastaba con estar preocupados por Rocavarancolia entera, que incluso antiguos compañeros eran candidatos a amenazar sus vidas. Contactó con RR para verse y sonsacarle de una vez algo de información sobre el irlandés. A Shizel siempre se le daba mejor convencer a la gente en persona.
Para su sorpresa la rata mensajera que el brujo hacía merodear por una puerta concreta del castillo había desaparecido sin dejar rastro. Shizel envió un lacayo grotesco en su lugar a la guarida del foner, aunque sabía que los odiaba por lo rastreables que eran. Avisar de su llegada era más educado que presentarse sin avisar, y los viejos hábitos no morían fácil.
Tampoco obtuvo respuesta. Tuvo que acudir él mismo, y fue algo de lo que se arrepentiría amargamente.
Reconocer de improviso las hilachas de cabello rojo logró lo que su año de trabajos sucios no había conseguido gracias a una ristra insana de hechizos. Shizel regresó brevemente, en el espacio de un fogonazo, a tres años atrás: a la pierna de YR, a su cadáver irreconocible y el olor a muerte, e hizo exactamente lo mismo que había hecho entonces. Trastabilló como pudo y vomitó en el fregadero.
Llegó del brazo de DL: no quería estar solo con aquella noticia mientras esperaba a que llegase el resto. Se sentía culpable por no haber compartido las nuevas con él antes, pero el cambiante ya llevaba un tiempo actuando de forma extraña. No había sido capaz de ser él el que le perturbara más ni de manejar lo que pudiera surgir de ello. Todavía estaba digiriéndolo todo él mismo.
—RR está muerto —anunció de sopetón, con el rostro inerte. La Luna le convertía la lengua en hielo también, en ocasiones—. Fui a verle ayer y las ratas casi se lo habían comido entero.
Reflejo, cuánto se alegraba ahora de que no hubieran encontrado cadáver para Ariv.
Para su sorpresa la rata mensajera que el brujo hacía merodear por una puerta concreta del castillo había desaparecido sin dejar rastro. Shizel envió un lacayo grotesco en su lugar a la guarida del foner, aunque sabía que los odiaba por lo rastreables que eran. Avisar de su llegada era más educado que presentarse sin avisar, y los viejos hábitos no morían fácil.
Tampoco obtuvo respuesta. Tuvo que acudir él mismo, y fue algo de lo que se arrepentiría amargamente.
Reconocer de improviso las hilachas de cabello rojo logró lo que su año de trabajos sucios no había conseguido gracias a una ristra insana de hechizos. Shizel regresó brevemente, en el espacio de un fogonazo, a tres años atrás: a la pierna de YR, a su cadáver irreconocible y el olor a muerte, e hizo exactamente lo mismo que había hecho entonces. Trastabilló como pudo y vomitó en el fregadero.
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Llegó del brazo de DL: no quería estar solo con aquella noticia mientras esperaba a que llegase el resto. Se sentía culpable por no haber compartido las nuevas con él antes, pero el cambiante ya llevaba un tiempo actuando de forma extraña. No había sido capaz de ser él el que le perturbara más ni de manejar lo que pudiera surgir de ello. Todavía estaba digiriéndolo todo él mismo.
—RR está muerto —anunció de sopetón, con el rostro inerte. La Luna le convertía la lengua en hielo también, en ocasiones—. Fui a verle ayer y las ratas casi se lo habían comido entero.
Reflejo, cuánto se alegraba ahora de que no hubieran encontrado cadáver para Ariv.
- Evanna
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Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: El Pub Muerto
03/08/18, 03:16 pm
Se sentía sumamente intranquilo desde que salió de su casa y se dio encuentro con Shizel que para nada tenía una buena cara. Intento preguntarle que ocurría pero este se había cerrado totalmente en banda sin querer decirle nada hasta que llegasen al pub con el resto. Todo eso mientras se aferraba a el, y aquel gesto y el silencio que lo acompañó, empezó a impacientar al cambiante que sentía como empezaba a cerrarse la garganta ya como previsión a lo que oiría. Ya había intuido que no escucharía algo bueno en aquella reunión, últimamente solo era malas noticias, pero el cambiante hubiese deseado con todas sus fuerzas que sus predicciones fuesen por una vez erróneas, porque si en su momento no estuvo preparado para escuchar de aquel fantasma sobre la muerte de Ariv, mucho menos lo estaba cuando el resto llegó y Shizel soltó a bocajarro aquello que no había querido contarle cuando caminaba juntos hacia el pub.
-¿Que...que estas diciendo? -logró apenas articular sintiendo como los nervios empezaban a apoderarse de el al escuchar aquella tres sencillas palabras: "RR está muerto". La imagen tan precisa que Shizel le había dado sobre como se lo encontró le revolvieron el estomago al tiempo que el sudor frío empezaba a empapar su espalda, incapaz de frenarlo y de controlar su cuerpo, que comenzó a temblar visiblemente, reaccionando mucho mas rápido a las emociones contenida del cambiante que su mente, que era incapaz de racionalizar las cosas y de buscarle un explicación lógica o de preguntar sobre que había sucedido. Todos sus pensamientos estaba totalmente bloqueados salvo uno << Estoy solo >>, un pensamiento tan egoísta y repulsivo ante la muerte de un compañero que una risa nerviosa, casi sin aire, empezó a surgir de sus labios cada vez con mas fuerza.
Tan antinatural, tan totalmente fuera de ambiente con lo que estaban hablando que resultaba incluso inquietante. ¿Esa era su respuesta a la muerte de RR? ¿Esa era la reacción que su cuerpo le pedía tener al saber que no solo había perdido un compañero de nuevo, sino a la única persona en esa ciudad que poseía sus mismos orígenes? << Estas solo, estas solo, estas solo >> se repetía su propia voz en su mente como si fuese un castigo por ser tan egoísta de pensar antes en el mismo y no en descubrir que había pasado con el brujo. Todo eso Sin darse cuenta que acompañando a las risas nerviosas e incontrolables las lagrimas caían. Las emociones se le desbordaban sin control una tras otra y DL no sabia como frenarlas.
Su siguiente reacción fue visceral casi tanto como las anteriores, su cuerpo están resintiéndose por el barullo de sus pensamientos, de su propias emociones. La risa, las lagrimas...el sentir como sus pulmones se iban a cerrando haciéndole mas difícil respirar, su mirada nerviosa recorrió cada uno de los rostros de sus compañeros, horrorizándose sin razón al sentirse observado, juzgado. Agacho la cabeza no deseando ser visto y la risa se extinguió de golpe, igual de repentina como había surgido, ante la visión de sus manos empezando a desarticularse como si estuviese mudando lentamente la piel, dejando ver lo que se escondía realmente bajo el disfraz que usaba. No era capaz de mantener su forma, influenciado por su propio estado anímico, por la ansiedad y el terror, estaba a punto de mostrarse realmente tal cual era...lo débil que realmente era. << No, no no, aquí no, aquí no >> alterado, se levantó de golpe.
-D-debo irme – añadió sin mirar a ninguno, evitando la mirada de Shizel, no fue capaz de decir nada mas antes de salir de salir todo lo rápido que sus piernas se lo permitieron de vuelta a su casa. El único sitio seguro que tenía.
Sigue en Clínica Luna Roja
-¿Que...que estas diciendo? -logró apenas articular sintiendo como los nervios empezaban a apoderarse de el al escuchar aquella tres sencillas palabras: "RR está muerto". La imagen tan precisa que Shizel le había dado sobre como se lo encontró le revolvieron el estomago al tiempo que el sudor frío empezaba a empapar su espalda, incapaz de frenarlo y de controlar su cuerpo, que comenzó a temblar visiblemente, reaccionando mucho mas rápido a las emociones contenida del cambiante que su mente, que era incapaz de racionalizar las cosas y de buscarle un explicación lógica o de preguntar sobre que había sucedido. Todos sus pensamientos estaba totalmente bloqueados salvo uno << Estoy solo >>, un pensamiento tan egoísta y repulsivo ante la muerte de un compañero que una risa nerviosa, casi sin aire, empezó a surgir de sus labios cada vez con mas fuerza.
Tan antinatural, tan totalmente fuera de ambiente con lo que estaban hablando que resultaba incluso inquietante. ¿Esa era su respuesta a la muerte de RR? ¿Esa era la reacción que su cuerpo le pedía tener al saber que no solo había perdido un compañero de nuevo, sino a la única persona en esa ciudad que poseía sus mismos orígenes? << Estas solo, estas solo, estas solo >> se repetía su propia voz en su mente como si fuese un castigo por ser tan egoísta de pensar antes en el mismo y no en descubrir que había pasado con el brujo. Todo eso Sin darse cuenta que acompañando a las risas nerviosas e incontrolables las lagrimas caían. Las emociones se le desbordaban sin control una tras otra y DL no sabia como frenarlas.
Su siguiente reacción fue visceral casi tanto como las anteriores, su cuerpo están resintiéndose por el barullo de sus pensamientos, de su propias emociones. La risa, las lagrimas...el sentir como sus pulmones se iban a cerrando haciéndole mas difícil respirar, su mirada nerviosa recorrió cada uno de los rostros de sus compañeros, horrorizándose sin razón al sentirse observado, juzgado. Agacho la cabeza no deseando ser visto y la risa se extinguió de golpe, igual de repentina como había surgido, ante la visión de sus manos empezando a desarticularse como si estuviese mudando lentamente la piel, dejando ver lo que se escondía realmente bajo el disfraz que usaba. No era capaz de mantener su forma, influenciado por su propio estado anímico, por la ansiedad y el terror, estaba a punto de mostrarse realmente tal cual era...lo débil que realmente era. << No, no no, aquí no, aquí no >> alterado, se levantó de golpe.
-D-debo irme – añadió sin mirar a ninguno, evitando la mirada de Shizel, no fue capaz de decir nada mas antes de salir de salir todo lo rápido que sus piernas se lo permitieron de vuelta a su casa. El único sitio seguro que tenía.
Sigue en Clínica Luna Roja
- Naeryan
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Re: El Pub Muerto
17/05/20, 01:31 pm
Shizel había estado en una misión diplomática en Nubla, y para cuando le llegaron noticias de lo sucedido ya era tarde para hacer nada. Los rumores flotaron por los cargos rocavarancoleses que estaban localizados cerca del portal hasta que llegó gente que les trajo por fin de primera mano información fidedigna, una vez pasado por completo el peligro. El skrymir había aguardado con impaciencia el momento en el que finalmente se les dio carta blanca para volver a entrar y salir por los portales. Le había faltado tiempo para sellar los asuntos que le faltaban y emprender el regreso a Rocavarancolia.
Nada más llegar había enviado lacayos grotescos a sus contactos más inmediatos, para confirmar que se hallaban todos bien. Sobre todo le preocupaba el estado de DL, que llevaba tiempo comportándose de forma extraña incluso antes de que lo que bullía en la torre negra se derramase como el alquitrán. Viéndolo en retrospectiva, Shizel se sentía culpable porque tenía sentido. ¿Había mencionado el foner dormir menos? ¿Había algo atormentándole en sus horas de sueño que afectaba a sus horas de vigilia? No podía evitar preguntarse si había sido eso, y no solamente la noticia, lo que había espoleado la crisis de identidad que había asomado la cabeza al saber de la muerte de RR.
Aquel día todavía le pesaba. Shizel había percibido lo acentuado de cómo DL había evitado su mirada al salir. Había querido darle espacio y se había quedado en el pub hablando de la noticia con los demás, limitándose a enviar un mensaje, tanteando, que había quedado sin respuesta salvo la confirmación de que Enredo había estado con él durante la crisis. Había sido sólo uno en una cadena de acontecimientos, pero el skrýmir no había podido evitar pensar en si las cosas habrían sido diferentes si le hubiera dado la espalda a las convenciones sociales y hubiera salido tras él de inmediato.
El cambiante había cortado con él esa misma tarde, y le había sorprendido con la noticia de que él también se marchaba, esta vez a Libo, durante un tiempo indeterminado. El skrýmir le había preguntado si estaba seguro, le había instado a dejar que transcurriese más tiempo antes de tomar esa resolución. Finalmente Shizel había respetado su decisión, pero había tenido que esconder un profundo desasosiego. No había sido la displicencia indolente con la que habría aceptado un “prefiero ser amigos” cuando le planteó la decisión al principio de la relación. Tampoco la angustia instintiva de no querer que nadie pensara mal de él. Había sido algo más profundo, compuesto a medias de la incertidumbre de si DL no estaba cometiendo un error aislándose de ellos, y de algo más que había ido afianzándose, dentro de él, con el tiempo.
Le había ofrecido su apoyo, ir a encontrarse con él en cuanto su trabajo hubiera terminado, pero Dédalo había dejado claro que prefería pasar por aquel trance solo.
La parte de él que había colado escarcha en su alma aseveraba que DL estaba bien. Habían sobrevivido juntos a la criba y todo lo que la ciudad les había puesto por delante hasta entonces. Una estancia en Libo no iba a matarle. La otra, la que había pasado aquellos meses agónicos en la ciudad antes de que llegara la Luna Roja, le recordaba el estado en el que había encontrado a RR en su refugio subterráneo. Le recordaba que no se confiase, que Rocavarancolia nunca dejaba de ponerles a prueba, por muy bien que se creyeran esconderse de ella.
La idea de encontrar a DL en las mismas condiciones, por no haber sido capaz de apoyarle cuando le había necesitado, le revolvía el estómago. Esperó la respuesta con el corazón encogido.
Habían acordado encontrarse en el pub: irónicamente el mismo lugar en el que había dado la noticia de la muerte de RR. Shizel no estaba del todo convencido de que fuese buena idea, pero la taberna era demasiado ruidosa. Valía la pena pagar por un poco más de intimidad. Escogió a caso hecho una zona del local diferente a la de la última vez.
Había llegado diez minutos antes de la hora prevista y se entretenía haciendo levitar la bebida del vaso, haciendo que el líquido se elevara en espiral hacia arriba y luego volviese a depositarse en la copa, en cadencias controladas. Era de mala educación tal vez, pero ningún empleado del local estaba pendiente de aquel lugar y los movimientos articulados, lentos y en círculos repetidos de muñeca y dedos ejercían un efecto tranquilizador sobre Shizel.
Nada más llegar había enviado lacayos grotescos a sus contactos más inmediatos, para confirmar que se hallaban todos bien. Sobre todo le preocupaba el estado de DL, que llevaba tiempo comportándose de forma extraña incluso antes de que lo que bullía en la torre negra se derramase como el alquitrán. Viéndolo en retrospectiva, Shizel se sentía culpable porque tenía sentido. ¿Había mencionado el foner dormir menos? ¿Había algo atormentándole en sus horas de sueño que afectaba a sus horas de vigilia? No podía evitar preguntarse si había sido eso, y no solamente la noticia, lo que había espoleado la crisis de identidad que había asomado la cabeza al saber de la muerte de RR.
Aquel día todavía le pesaba. Shizel había percibido lo acentuado de cómo DL había evitado su mirada al salir. Había querido darle espacio y se había quedado en el pub hablando de la noticia con los demás, limitándose a enviar un mensaje, tanteando, que había quedado sin respuesta salvo la confirmación de que Enredo había estado con él durante la crisis. Había sido sólo uno en una cadena de acontecimientos, pero el skrýmir no había podido evitar pensar en si las cosas habrían sido diferentes si le hubiera dado la espalda a las convenciones sociales y hubiera salido tras él de inmediato.
El cambiante había cortado con él esa misma tarde, y le había sorprendido con la noticia de que él también se marchaba, esta vez a Libo, durante un tiempo indeterminado. El skrýmir le había preguntado si estaba seguro, le había instado a dejar que transcurriese más tiempo antes de tomar esa resolución. Finalmente Shizel había respetado su decisión, pero había tenido que esconder un profundo desasosiego. No había sido la displicencia indolente con la que habría aceptado un “prefiero ser amigos” cuando le planteó la decisión al principio de la relación. Tampoco la angustia instintiva de no querer que nadie pensara mal de él. Había sido algo más profundo, compuesto a medias de la incertidumbre de si DL no estaba cometiendo un error aislándose de ellos, y de algo más que había ido afianzándose, dentro de él, con el tiempo.
Le había ofrecido su apoyo, ir a encontrarse con él en cuanto su trabajo hubiera terminado, pero Dédalo había dejado claro que prefería pasar por aquel trance solo.
La parte de él que había colado escarcha en su alma aseveraba que DL estaba bien. Habían sobrevivido juntos a la criba y todo lo que la ciudad les había puesto por delante hasta entonces. Una estancia en Libo no iba a matarle. La otra, la que había pasado aquellos meses agónicos en la ciudad antes de que llegara la Luna Roja, le recordaba el estado en el que había encontrado a RR en su refugio subterráneo. Le recordaba que no se confiase, que Rocavarancolia nunca dejaba de ponerles a prueba, por muy bien que se creyeran esconderse de ella.
La idea de encontrar a DL en las mismas condiciones, por no haber sido capaz de apoyarle cuando le había necesitado, le revolvía el estómago. Esperó la respuesta con el corazón encogido.
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Habían acordado encontrarse en el pub: irónicamente el mismo lugar en el que había dado la noticia de la muerte de RR. Shizel no estaba del todo convencido de que fuese buena idea, pero la taberna era demasiado ruidosa. Valía la pena pagar por un poco más de intimidad. Escogió a caso hecho una zona del local diferente a la de la última vez.
Había llegado diez minutos antes de la hora prevista y se entretenía haciendo levitar la bebida del vaso, haciendo que el líquido se elevara en espiral hacia arriba y luego volviese a depositarse en la copa, en cadencias controladas. Era de mala educación tal vez, pero ningún empleado del local estaba pendiente de aquel lugar y los movimientos articulados, lentos y en círculos repetidos de muñeca y dedos ejercían un efecto tranquilizador sobre Shizel.
- Evanna
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Re: El Pub Muerto
18/05/20, 10:45 pm
Cuando recibió aquel mensaje de parte del idrino para que se vieran en el Pub se sintió un tanto incómodo.
No porque pidieran que se encontrasen, ya le era algo esperable desde que volvió a la ciudad y supo que Shizel no se encontraba en ella hasta hacía poco. Sino porque era la primera vez que se encontrarían tras que el cambiante se fuese a Libo. Tras que Dédalo hubiera terminado la relación que tenían, una ya de por sí bastante ‘complicada’ por llamarla de algún modo.
Aceptó en que se encontraran en el Pub, incluso si este traía recuerdos no muy halagüeños, era algo que ya había superado. Era una prueba también para sí mismo, no solo el volver a pisar el Pub, que inconsciente o no había estado de alguna forma evitando desde su vuelta; sino también el volver a ver a Shizel.
Lidiar con su problema con su identidad, con su escasa autoestima y confianza, con sus miedos y las máscaras a la hora de expresar como se sentía de verdad, no era lo con lo único que había estado tratando en Libo y en Daelicia. También había pensado en su relación terminada con Shizel, una de la que habia hablado con Karime, abriendole los ojos en muchos aspectos. Porque el idrino, para bien o para mal, había formado parte de su vida desde que llego a la ciudad y desde que se transformó, igual que sus amigos, aunque de forma más íntima y sentimental. Especialmente desde su lado de la balanza.
Así que, aunque sinceramente tenía ganas de verlo, pues no había dejado de ser un amigo para él cambiante, aquello era una prueba. Necesitaba averiguar si los sentimientos que había tenido por él realmente se habían evaporado, si su presencia iba a volver a afectarle como antes. Hacerle olvidar su propio sentir para amoldarse a alguien más al que nunca, que el recordase o fuera testigo, le correspondió con palabras claras y firmes a su cariño.
El cambiante llego a la hora acordada, observando la entrada del lugar que había sido testigo de uno de sus momento más humillante; la noche en la que se rompió. Dédalo suspiro profundamente, atándose el largo cabello blanco en una cola baja, desprolija que cayó sobre su hombro derecho, antes de adentrarse al lugar. El lugar era tal y como lo recordaba, tan selecto a la par de perturbador como siempre, la decoración permanente, la iluminación, el olor. Nada había cambiado y tampoco provocaba nada en el cambiante. Recordaba perfectamente donde se habían sentado con sus amigos la noche que se habló de lo de Ariv, de RR, como él mismo fue incapaz de mantenerse entero en todos los aspectos y salió huyendo de allí.
Lo recordaba perfectamente, pero en esos momentos ya no le afectaba. No más allá de un recuerdo poco agradable y una memoria clara de sus antiguos compañeros, de su propia crisis. No había ansiedad, no había incomodidad, era solo un sitio más donde había recibido noticias horribles y que mantenía memorias de la mierda rota e inconsistente que había sido desde que se transformó. Ese lugar simplemente había tenido la mala suerte de ser el testigo de cómo todo lo que llevaba tanto tiempo consumiéndolo, comenzaba a desbordarse. <<Esta todo bien ahora >> pensó sonriendo para sí mismo mientras iban hacia el privado donde Shizel lo esperaba, con una calma absoluta al ver su primera prueba realizada, mostrándole como todo su esfuerzo de esos meses habían valido realmente para algo. Se sentía bien.
Y ahí estaba su segunda prueba. El cambiante, vestido con ropa sinhadre en tonos azules, blancos y negros, lo vio atentamente. La piel gris plata en un tono más claro que el de Saren, su pelo blanco tal y como lo recordaba, aquellas orejas que siempre había llamado su atención tanto de él como de su compañero de mundo. No había cambiado especialmente demasiado, lo cual era esperable en tan poco tiempo, tal vez el único cambio sustancial era en él mismo.
Lo apreciaba, como lo hacía con Karime, con Saren, con Enredo, con Zmey y hasta con el complicado de ver, de Bastel. Pero ya no existía ese algo que lo hacía tan diferente a sus ojos por sobre los demás, ya no sentía su pulso acelerarse al mirarlo, el embobamiento absoluto con el que lo observaba siempre olvidándose de sí mismo, la paranoia lacerante e incómoda que llego a veces a consumirle sobre qué decir, que hacer, que gestos o no realizar para no incomodarlo, para no alejarlo. Para ser un buen novio que pudiera derretir lo suficiente al estúpido skrymir para que le devolviera de forma tangible, aunque sea una parte del cariño y sentimientos que él había llegado a profesarle.
Dédalo sonrió al verle jugar con el líquido de su vaso y al ser capaz de entender el trasfondo del gesto. Tanto tiempo detrás de él observándole, le había hecho un hábil lector del idrino, de sus manías y costumbres. Porque Shiz siempre había sido tan poco sincero con su sentir ya desde la cosecha, escudándose como el mismo había llegado hacerlo, que aquella había sido su único mecanismo para intentar acercarse a él. Al grado de olvidar que el mismo, como persona, también había merecido que le correspondieran de algún modo.
<< Supongo que esta es mi respuesta>> pensó sintiendo como un peso que consideraba inexistente se deshacía y era sustituido por ese ánimo relajado, juguetón y desprovisto de tensiones sobre cómo debía comportase frente a él, que le había acompañado durante tanto tiempo. Ahora si, por fin, estaba siendo solo él.
El cambiante rio al pensar en ello, atrayendo su atención hacia el, mirándole con una sonrisa a medias, mientras se acercaba a la mesa.
- ¿Por qué luces nervioso, Shiz? Siempre jugueteas de esa forma con tu magia cuando estas intranquilo – preguntó con aquella voz que sería conocida por el idrino, pues no dejaba de ser la suya propia, aunque sutilmente más grave y algo más profunda. Dédalo le miro de forma confiada y algo maliciosa, e inclinándose hacia el- Bienvenido de vuelta, las cosas han estado bastante locas por aqui, supongo que ya lo habrás oido – dijo con una tranquila sonrisa mientras tomaba asiento. Estaba bien, porque su aprecio por ese idrino cabeza dura que había sido uno de sus primeros amigos en la ciudad, no había desaparecido.
No porque pidieran que se encontrasen, ya le era algo esperable desde que volvió a la ciudad y supo que Shizel no se encontraba en ella hasta hacía poco. Sino porque era la primera vez que se encontrarían tras que el cambiante se fuese a Libo. Tras que Dédalo hubiera terminado la relación que tenían, una ya de por sí bastante ‘complicada’ por llamarla de algún modo.
Aceptó en que se encontraran en el Pub, incluso si este traía recuerdos no muy halagüeños, era algo que ya había superado. Era una prueba también para sí mismo, no solo el volver a pisar el Pub, que inconsciente o no había estado de alguna forma evitando desde su vuelta; sino también el volver a ver a Shizel.
Lidiar con su problema con su identidad, con su escasa autoestima y confianza, con sus miedos y las máscaras a la hora de expresar como se sentía de verdad, no era lo con lo único que había estado tratando en Libo y en Daelicia. También había pensado en su relación terminada con Shizel, una de la que habia hablado con Karime, abriendole los ojos en muchos aspectos. Porque el idrino, para bien o para mal, había formado parte de su vida desde que llego a la ciudad y desde que se transformó, igual que sus amigos, aunque de forma más íntima y sentimental. Especialmente desde su lado de la balanza.
Así que, aunque sinceramente tenía ganas de verlo, pues no había dejado de ser un amigo para él cambiante, aquello era una prueba. Necesitaba averiguar si los sentimientos que había tenido por él realmente se habían evaporado, si su presencia iba a volver a afectarle como antes. Hacerle olvidar su propio sentir para amoldarse a alguien más al que nunca, que el recordase o fuera testigo, le correspondió con palabras claras y firmes a su cariño.
El cambiante llego a la hora acordada, observando la entrada del lugar que había sido testigo de uno de sus momento más humillante; la noche en la que se rompió. Dédalo suspiro profundamente, atándose el largo cabello blanco en una cola baja, desprolija que cayó sobre su hombro derecho, antes de adentrarse al lugar. El lugar era tal y como lo recordaba, tan selecto a la par de perturbador como siempre, la decoración permanente, la iluminación, el olor. Nada había cambiado y tampoco provocaba nada en el cambiante. Recordaba perfectamente donde se habían sentado con sus amigos la noche que se habló de lo de Ariv, de RR, como él mismo fue incapaz de mantenerse entero en todos los aspectos y salió huyendo de allí.
Lo recordaba perfectamente, pero en esos momentos ya no le afectaba. No más allá de un recuerdo poco agradable y una memoria clara de sus antiguos compañeros, de su propia crisis. No había ansiedad, no había incomodidad, era solo un sitio más donde había recibido noticias horribles y que mantenía memorias de la mierda rota e inconsistente que había sido desde que se transformó. Ese lugar simplemente había tenido la mala suerte de ser el testigo de cómo todo lo que llevaba tanto tiempo consumiéndolo, comenzaba a desbordarse. <<Esta todo bien ahora >> pensó sonriendo para sí mismo mientras iban hacia el privado donde Shizel lo esperaba, con una calma absoluta al ver su primera prueba realizada, mostrándole como todo su esfuerzo de esos meses habían valido realmente para algo. Se sentía bien.
Y ahí estaba su segunda prueba. El cambiante, vestido con ropa sinhadre en tonos azules, blancos y negros, lo vio atentamente. La piel gris plata en un tono más claro que el de Saren, su pelo blanco tal y como lo recordaba, aquellas orejas que siempre había llamado su atención tanto de él como de su compañero de mundo. No había cambiado especialmente demasiado, lo cual era esperable en tan poco tiempo, tal vez el único cambio sustancial era en él mismo.
Lo apreciaba, como lo hacía con Karime, con Saren, con Enredo, con Zmey y hasta con el complicado de ver, de Bastel. Pero ya no existía ese algo que lo hacía tan diferente a sus ojos por sobre los demás, ya no sentía su pulso acelerarse al mirarlo, el embobamiento absoluto con el que lo observaba siempre olvidándose de sí mismo, la paranoia lacerante e incómoda que llego a veces a consumirle sobre qué decir, que hacer, que gestos o no realizar para no incomodarlo, para no alejarlo. Para ser un buen novio que pudiera derretir lo suficiente al estúpido skrymir para que le devolviera de forma tangible, aunque sea una parte del cariño y sentimientos que él había llegado a profesarle.
Dédalo sonrió al verle jugar con el líquido de su vaso y al ser capaz de entender el trasfondo del gesto. Tanto tiempo detrás de él observándole, le había hecho un hábil lector del idrino, de sus manías y costumbres. Porque Shiz siempre había sido tan poco sincero con su sentir ya desde la cosecha, escudándose como el mismo había llegado hacerlo, que aquella había sido su único mecanismo para intentar acercarse a él. Al grado de olvidar que el mismo, como persona, también había merecido que le correspondieran de algún modo.
<< Supongo que esta es mi respuesta>> pensó sintiendo como un peso que consideraba inexistente se deshacía y era sustituido por ese ánimo relajado, juguetón y desprovisto de tensiones sobre cómo debía comportase frente a él, que le había acompañado durante tanto tiempo. Ahora si, por fin, estaba siendo solo él.
El cambiante rio al pensar en ello, atrayendo su atención hacia el, mirándole con una sonrisa a medias, mientras se acercaba a la mesa.
- ¿Por qué luces nervioso, Shiz? Siempre jugueteas de esa forma con tu magia cuando estas intranquilo – preguntó con aquella voz que sería conocida por el idrino, pues no dejaba de ser la suya propia, aunque sutilmente más grave y algo más profunda. Dédalo le miro de forma confiada y algo maliciosa, e inclinándose hacia el- Bienvenido de vuelta, las cosas han estado bastante locas por aqui, supongo que ya lo habrás oido – dijo con una tranquila sonrisa mientras tomaba asiento. Estaba bien, porque su aprecio por ese idrino cabeza dura que había sido uno de sus primeros amigos en la ciudad, no había desaparecido.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: El Pub Muerto
19/05/20, 06:24 pm
La espiral de líquido se depositó con limpieza de vuelta en el vaso. Shizel alzó la mirada.
—Había olvidado lo fastidioso que era que me conocieran tan bien aquí —sonrió de forma aviesa, reconociendo a regañadientes que le habían pillado. Hubo un momento de blanco mental al darse cuenta de que no podía saludarle como antes, porque ahora se suponía que debían mantener distancias, pero DL lo salvó con una elegancia que el idrino agradeció.
Sintió un peso levantado de sus hombros al darse cuenta de que le había saludado todavía como Shiz. Podía ser casualidad; el foner no tenía por qué recordar lo que significaba para los idrinos, pero el uso del diminutivo para él era importante. Su sonrisa se relajó al darse cuenta de que aquel reencuentro no iba a ser tan difícil como había llegado a anticipar. De hecho DL… parecía estar bien. Más que bien, incluso.
—Eso he oído, pero sólo de segundas en la embajada. Los rumores me estaban volviendo loco—le interesaba muchísimo rellenar aquella laguna, pero ya tendrían tiempo para eso—. Me dijeron que me había perdido una fiesta estupenda y he vuelto porque me pareció intolerable —rió para sus adentros y se acomodó en el asiento para charlar mejor con su amigo—. Iba a preguntarte si habías estado aquí cuando estalló todo, pero creo que ya tengo mi respuesta solo con mirarte.
Mientras hablaba miraba a DL con curiosidad. Resultaba imposible identificar a un cambiante si éste no lo deseaba, pero una vez se le tenía delante había aspectos que se transferían de un cuerpo a otro que eran puramente él y no sólo el aspecto que hubiera adoptado ese día. Era posible que se debiera precisamente a que conocía tan bien a DL en particular, y que frente a otro cambiante le hubieran pasado desapercibidos. Shizel había aprendido con el tiempo a leer las diferencias en ese marco, y no en el físico del foner, y era allí donde percibía ahora un cambio.
Eran matices pequeños, que alguien que no fuera idrino podría descartar como poco importantes, pero que a sus ojos formaban un cuadro completo. La postura más erguida, el tono más alto de la voz al saludar y hablar. DL no solía tener una mirada huidiza, ni siquiera antes de marcharse, pero ahora ésta traslucía mayor fortaleza.
—Se te ve estupendamente, DL —dijo finalmente—. No sé qué habrás estado haciendo, pero te ha sentado bien.
Había una pregunta implícita. El skrýmir dio un sorbo a su bebida, con una mirada inquisitiva.
—Había olvidado lo fastidioso que era que me conocieran tan bien aquí —sonrió de forma aviesa, reconociendo a regañadientes que le habían pillado. Hubo un momento de blanco mental al darse cuenta de que no podía saludarle como antes, porque ahora se suponía que debían mantener distancias, pero DL lo salvó con una elegancia que el idrino agradeció.
Sintió un peso levantado de sus hombros al darse cuenta de que le había saludado todavía como Shiz. Podía ser casualidad; el foner no tenía por qué recordar lo que significaba para los idrinos, pero el uso del diminutivo para él era importante. Su sonrisa se relajó al darse cuenta de que aquel reencuentro no iba a ser tan difícil como había llegado a anticipar. De hecho DL… parecía estar bien. Más que bien, incluso.
—Eso he oído, pero sólo de segundas en la embajada. Los rumores me estaban volviendo loco—le interesaba muchísimo rellenar aquella laguna, pero ya tendrían tiempo para eso—. Me dijeron que me había perdido una fiesta estupenda y he vuelto porque me pareció intolerable —rió para sus adentros y se acomodó en el asiento para charlar mejor con su amigo—. Iba a preguntarte si habías estado aquí cuando estalló todo, pero creo que ya tengo mi respuesta solo con mirarte.
Mientras hablaba miraba a DL con curiosidad. Resultaba imposible identificar a un cambiante si éste no lo deseaba, pero una vez se le tenía delante había aspectos que se transferían de un cuerpo a otro que eran puramente él y no sólo el aspecto que hubiera adoptado ese día. Era posible que se debiera precisamente a que conocía tan bien a DL en particular, y que frente a otro cambiante le hubieran pasado desapercibidos. Shizel había aprendido con el tiempo a leer las diferencias en ese marco, y no en el físico del foner, y era allí donde percibía ahora un cambio.
Eran matices pequeños, que alguien que no fuera idrino podría descartar como poco importantes, pero que a sus ojos formaban un cuadro completo. La postura más erguida, el tono más alto de la voz al saludar y hablar. DL no solía tener una mirada huidiza, ni siquiera antes de marcharse, pero ahora ésta traslucía mayor fortaleza.
—Se te ve estupendamente, DL —dijo finalmente—. No sé qué habrás estado haciendo, pero te ha sentado bien.
Había una pregunta implícita. El skrýmir dio un sorbo a su bebida, con una mirada inquisitiva.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: El Pub Muerto
26/05/20, 04:09 pm
Dédalo se rio ante su comentario delator, no había forma que pudiera engañarle en algo semejante, tan trivial y que había visto tantas veces.
-Te perdiste una fiesta impresionante, sí. – respondió sonriendo a medias-Fue en la Bahía, el consejo tuvo a bien de invitar a todo el mundo a comer y en realizar un desfile con los nuevos dragones que se han adueñado de las reconstruidas dragoneras. – no sabía hasta qué punto habría escuchado el idrino sobre aquella fiesta, asique igual no venía mal refrescarle las cosas. Le miro detenidamente e alzando una ceja cuando el mismo concluyo que el había estado en la ciudad cuando todo el desastre de la torre. Dédalo sonrió con evidente humor negro- Y de haber estado aquí cuando la Torre de los sueños le dio por despertarse y joder al personal, te aseguro que no estarías ahora hablando conmigo. - añadió encogiéndose de hombros, con una clara despreocupación. Ahora que ya había pasado y que el mismo había venir algunas señales incluso sin saber que estaba ocurriendo, daba gracias a todo lo ocurrido. Pues de haber quedado de verdad en la ciudad, no habría existido un futuro para el en el que estado en el que se encontraba.
- Yo llegue la ciudad la noche anterior a la fiesta, casi mato de un susto a Enredo- se rio al recordar la expresión del brujo al ver a su mascota, según él, en la bahía- Llegue a ver también a Ka y Saren. Estaban allí con MalaHierba y Valek, ambos hablando, sin matarse ni explotar nada. Creo que me fascinó eso más que los dragones. -admitió con una sonrisa divertida, pues cualquiera que hubiera conocido a esos dos de antes sabia cuan impensable el imaginarlos teniendo una conversación civilizada.
El cambiante se sentía se claramente observado desde que llegó, mas no le dió demasiada importancia, sus ojos se desviaron hacia la bebida con la que anteriormente el idrino jugueteaba y estaba planteándose ya que tomar cuando las palabras de Shizel llegaron de nuevo, con un halago y un cuestionamiento que no terminaba de preguntar. El cambiante rodo los ojos. Casi había olvidado la sutileza de Shizel para preguntar algo sin preguntar en sí mismo. Posos sus ojos doradosen el, mirándolo detenidamente.
No tenía problema en hablar de ello a grandes rasgos al menos, no había dejado de ser un asunto bastante privado en realidad, aunque no fuera la primera vez que hablaba, con Shizel existía una connotación un tanto diferente. Al fin y al cabo, el tanto directa como indirectamente había sido parte de lo que habia tenido que pensar en esos meses, concretamente en la relacion que tenian.
- Creo que para responderte a esa pregunta que sutilmente “no” me hiciste, necesito algo con que refrescar la garganta primero- añadió con una media sonrisa descarada, mientras hacia un gesto hacia la criatura nigromántica de la barra para que le sirviera aun cerveza negra bien fría. Fue a por ella cuando esta se la sirvió, volviéndose a sentarse cómodamente dándole un trago ante de dejar la jarra en la mesa, apoyando su mejilla sobre su palma de forma relajada, pensativa, con sus ojos sobre el líquido espumoso. No estaba incomodo, ni alterado por recordar su estadía en Libo, había aprendido muchísimo de ello y había sido gracias a eso y a su viaje a Daelicia, que ahora podia estar alli sentado.
- La respuesta corta a tu inquisitiva mirada – dijo con una sonrisa algo burlona, porque era demasiado obvio. Su voz sonó serena, grave y calmada cuando volvió a hablar- …es que estuve reencontrándome con mi verdadero yo, aquel bajo la máscara que intentaba acomodarse para encajar y acercarme a los demás para no volverme un desconocido.–respondió levantando la vista para verlo y sonreír, con confianza, porque joder que había pasado por mucho aquellos malditos meses para poder hacer eso, sin titubeos, ni miedo – Por primera vez desde que me trasforme, no hay paranoia por mis actos y palabras, no me siento inferior ni inseguro, estoy comodo siendo yo…no me siento confuso, ni ahogado.- añadio con una amplia sonrisa, pues recordaba perfectamente como era antes de todo aquello y cómo lo habia superado, lo llenaba.
Porque ante todo el eran puras sonrisas falsas, risas sin alegria, paranoia a niveles extremos, inseguridad, una confianza de mierda en sus capacidades, era como si estuviera vacio o lleno de pura negatividad. Como si la unica emocion que tuviera real y consistente, positiva, era lo que habia sentido por Shiz...e incluso eso habia ido lentamente viendose afectado, como una pobre planta a la que se le niega ser regada.
-Te perdiste una fiesta impresionante, sí. – respondió sonriendo a medias-Fue en la Bahía, el consejo tuvo a bien de invitar a todo el mundo a comer y en realizar un desfile con los nuevos dragones que se han adueñado de las reconstruidas dragoneras. – no sabía hasta qué punto habría escuchado el idrino sobre aquella fiesta, asique igual no venía mal refrescarle las cosas. Le miro detenidamente e alzando una ceja cuando el mismo concluyo que el había estado en la ciudad cuando todo el desastre de la torre. Dédalo sonrió con evidente humor negro- Y de haber estado aquí cuando la Torre de los sueños le dio por despertarse y joder al personal, te aseguro que no estarías ahora hablando conmigo. - añadió encogiéndose de hombros, con una clara despreocupación. Ahora que ya había pasado y que el mismo había venir algunas señales incluso sin saber que estaba ocurriendo, daba gracias a todo lo ocurrido. Pues de haber quedado de verdad en la ciudad, no habría existido un futuro para el en el que estado en el que se encontraba.
- Yo llegue la ciudad la noche anterior a la fiesta, casi mato de un susto a Enredo- se rio al recordar la expresión del brujo al ver a su mascota, según él, en la bahía- Llegue a ver también a Ka y Saren. Estaban allí con MalaHierba y Valek, ambos hablando, sin matarse ni explotar nada. Creo que me fascinó eso más que los dragones. -admitió con una sonrisa divertida, pues cualquiera que hubiera conocido a esos dos de antes sabia cuan impensable el imaginarlos teniendo una conversación civilizada.
El cambiante se sentía se claramente observado desde que llegó, mas no le dió demasiada importancia, sus ojos se desviaron hacia la bebida con la que anteriormente el idrino jugueteaba y estaba planteándose ya que tomar cuando las palabras de Shizel llegaron de nuevo, con un halago y un cuestionamiento que no terminaba de preguntar. El cambiante rodo los ojos. Casi había olvidado la sutileza de Shizel para preguntar algo sin preguntar en sí mismo. Posos sus ojos doradosen el, mirándolo detenidamente.
No tenía problema en hablar de ello a grandes rasgos al menos, no había dejado de ser un asunto bastante privado en realidad, aunque no fuera la primera vez que hablaba, con Shizel existía una connotación un tanto diferente. Al fin y al cabo, el tanto directa como indirectamente había sido parte de lo que habia tenido que pensar en esos meses, concretamente en la relacion que tenian.
- Creo que para responderte a esa pregunta que sutilmente “no” me hiciste, necesito algo con que refrescar la garganta primero- añadió con una media sonrisa descarada, mientras hacia un gesto hacia la criatura nigromántica de la barra para que le sirviera aun cerveza negra bien fría. Fue a por ella cuando esta se la sirvió, volviéndose a sentarse cómodamente dándole un trago ante de dejar la jarra en la mesa, apoyando su mejilla sobre su palma de forma relajada, pensativa, con sus ojos sobre el líquido espumoso. No estaba incomodo, ni alterado por recordar su estadía en Libo, había aprendido muchísimo de ello y había sido gracias a eso y a su viaje a Daelicia, que ahora podia estar alli sentado.
- La respuesta corta a tu inquisitiva mirada – dijo con una sonrisa algo burlona, porque era demasiado obvio. Su voz sonó serena, grave y calmada cuando volvió a hablar- …es que estuve reencontrándome con mi verdadero yo, aquel bajo la máscara que intentaba acomodarse para encajar y acercarme a los demás para no volverme un desconocido.–respondió levantando la vista para verlo y sonreír, con confianza, porque joder que había pasado por mucho aquellos malditos meses para poder hacer eso, sin titubeos, ni miedo – Por primera vez desde que me trasforme, no hay paranoia por mis actos y palabras, no me siento inferior ni inseguro, estoy comodo siendo yo…no me siento confuso, ni ahogado.- añadio con una amplia sonrisa, pues recordaba perfectamente como era antes de todo aquello y cómo lo habia superado, lo llenaba.
Porque ante todo el eran puras sonrisas falsas, risas sin alegria, paranoia a niveles extremos, inseguridad, una confianza de mierda en sus capacidades, era como si estuviera vacio o lleno de pura negatividad. Como si la unica emocion que tuviera real y consistente, positiva, era lo que habia sentido por Shiz...e incluso eso habia ido lentamente viendose afectado, como una pobre planta a la que se le niega ser regada.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: El Pub Muerto
08/07/20, 08:12 pm
—¡Los dragones! —exclamó Shizel sin poder evitarlo. Se inclinó un poco más hacia DL en la mesa—. ¿Es verdad que han vuelto entonces? Tienes que llevarme a verlos.
Ahora le reconcomía todavía más haberse perdido la fiesta. Debía haber sido un espectáculo maravilloso, aunque admitía que compartía la opinión de DL: no deseaba particularmente haber hecho frente a la nueva amenaza que se había cebado en Rocavarancolia esta vez.
Soltó una carcajada ante la mención a la convivencia pacífica entre sus amigos.
—Es lo que tienen las fiestas aquí, ¿verdad? Hay que esperar a que otra cosa intente matarnos a todos para que podamos tenerlas en paz. Increíble. He echado de menos este lugar —lo habría sido, apenas un año o dos atrás. Ahora Shizel soltaba el comentario con ligereza. Nubla era un mundo pacífico, donde la maravilla de la magia era apreciada con la reverencia que merecía, pero a la larga le faltaba algo. El skrýmir no sabría si atribuirlo al efecto marea que ejercía la Luna Roja sobre todos o a haberse vuelto ya sutilmente adicto al filo de peligro que retintaba cada rincón de la ciudad.
Se removió en el asiento tras el recordatorio de DL, algo molesto por haber sido pillado en falta. Era cierto que le había estado mirando con intensidad mientras esperaba a que comenzara a hablar. A su pesar, le devoraba la intriga. ¿Qué diablos habría estado haciendo el cambiante aquellos meses?
—Me alegro —dijo con cuidado cuando su amigo terminó. Aquella parte no le costó, porque era genuina. Pero aquella respuesta en términos vagos no saciaba ni de lejos su curiosidad—. ¿Cómo lo has conseguido? ¿Has conocido a alguien allí que te ha ayudado a ver las cosas más claras?
La única persona que se le ocurría que pudiera ayudar a DL con un problema de tal calibre era otro cambiante, pero no veía a Mephis por la labor de echar una mano a nadie. ¿Habría alguno establecido en Libo? Shizel suponía que no era imposible.
Ahora le reconcomía todavía más haberse perdido la fiesta. Debía haber sido un espectáculo maravilloso, aunque admitía que compartía la opinión de DL: no deseaba particularmente haber hecho frente a la nueva amenaza que se había cebado en Rocavarancolia esta vez.
Soltó una carcajada ante la mención a la convivencia pacífica entre sus amigos.
—Es lo que tienen las fiestas aquí, ¿verdad? Hay que esperar a que otra cosa intente matarnos a todos para que podamos tenerlas en paz. Increíble. He echado de menos este lugar —lo habría sido, apenas un año o dos atrás. Ahora Shizel soltaba el comentario con ligereza. Nubla era un mundo pacífico, donde la maravilla de la magia era apreciada con la reverencia que merecía, pero a la larga le faltaba algo. El skrýmir no sabría si atribuirlo al efecto marea que ejercía la Luna Roja sobre todos o a haberse vuelto ya sutilmente adicto al filo de peligro que retintaba cada rincón de la ciudad.
Se removió en el asiento tras el recordatorio de DL, algo molesto por haber sido pillado en falta. Era cierto que le había estado mirando con intensidad mientras esperaba a que comenzara a hablar. A su pesar, le devoraba la intriga. ¿Qué diablos habría estado haciendo el cambiante aquellos meses?
—Me alegro —dijo con cuidado cuando su amigo terminó. Aquella parte no le costó, porque era genuina. Pero aquella respuesta en términos vagos no saciaba ni de lejos su curiosidad—. ¿Cómo lo has conseguido? ¿Has conocido a alguien allí que te ha ayudado a ver las cosas más claras?
La única persona que se le ocurría que pudiera ayudar a DL con un problema de tal calibre era otro cambiante, pero no veía a Mephis por la labor de echar una mano a nadie. ¿Habría alguno establecido en Libo? Shizel suponía que no era imposible.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: El Pub Muerto
11/04/23, 04:57 pm
Gapiccio Garoni tenía dinero suficiente para aventurarse en cualquier negocio, y eso era exactamente lo que había decidido hacer tras la humillación a la que le había sometido la reina. Sabía que lo observaban, por supuesto que lo sabía, porque no había nacido ayer. No era tan estúpido como para intentar ninguna locura; lo que sí iba a hacer era demostrarle a aquella jovenzuela –para él lo era– la clase de hombre de negocios que había echado del Consejo. Ahora que la ciudad empezaba a crecer era el momento de invertir el dinero que habían estado guardando en las arcas para multiplicarlo de forma efectiva.
Garoni no tenía una idea sólida de en qué negocio invertir sus ahorros para demostrarle al consejo la oportunidad que habían perdido, pero lo meditó durante días, recordando sin poder evitarlo el fracaso que había resultado ser la Casa Garoni. Sin embargo, había una persona que le había advertido lo que ocurriría con aquella inversión mucho antes de que abriera siquiera sus puertas, acertando de pleno con su predicción. Tal vez era hora de darle una visita a aquel viejo conocido.
Luca Barone era un kell que asesoraba a varios empresarios de Rocavarancolia. Se habían conocido durante un espectáculo en la taberna, donde este se le había acercado a hablar sin tapujos y sin más pretensiones que tenerle como contacto, así que le había caído en gracia por su atrevimiento. Además, había demostrado ser agudo y tener buen ojo para los negocios. No lo consideraba un amigo, pero sí alguien por quien sentía cierto respeto pese a su juventud y con quien se reunía de vez en cuando a tomar un trago y hablar de la progresión de la economía en la ciudad.
—Nunca pensé que llegaría el día en que me pediría consejo —dijo el kell apoyando los codos sobre la mesa del pub muerto. Parecía divertido, pero no se estaba burlando del antiguo tesorero real. Más bien estaba asombrado.
—Si quisiera asesoramiento no te citaría en una taberna —matizó Garoni—. Tengo ya una serie de ideas, pero me sigue pareciendo demasiado pronto para ponerlas en marcha. Necesito algo grande y revolucionario, que encaje en la ciudad tal y como es ahora mismo.
—Parece que tenemos eso en común. Las ideas no faltan, pero no es la ciudad apropiada. De todos modos ya sabe que la paciencia es una gran virtud.
—Llevo más décadas esperando la recuperación de nuestra economía de las que llevas tú vivo. Y necesito darle en las narices a esos hipócritas ahora, no dentro de otros diez años.
Luca quedó pensativo durante unos instantes antes de responder, girando su copa de vino entre los dedos. No era habitual ver a la momia tan fuera de sí.
—Puedo entender la impaciencia. Yo mismo tengo un objetivo desde hace tiempo que podría llevarse a cabo ahora, pero me faltan fondos. No creo que llegue nunca a reunir suficientes como para construirlo tal como lo tengo en mente, si le soy sincero.
Garoni le miró con curiosidad.
—¿Estás intentando hacerme una propuesta?
—En otras circunstancias nunca me habría atrevido —rio el kell—. Pero se ha presentado ante mí con el problema opuesto al mío y no podía no intentarlo.
—Pues dilo directamente, no estoy de humor para juegos.
—Hace tiempo que pienso en abrir un casino —confesó Luca—. Nunca le he hablado de mi pasado, pero en la Tierra iba a heredar uno de mi familia. Conozco de primera mano cómo funcionan, cómo gestionarlos y cómo fidelizar a la clientela… Llevo tanto tiempo fantaseando con la idea que hasta tengo claro cómo quiero decorarlo por dentro —agregó con una carcajada.
—¿Un casino? ¿En Rocavarancolia?
Garoni meditó durante un momento, que Luca aprovechó para intervenir de nuevo.
—Entiendo que puede parecer un capricho personal, pero es más que eso. Llevo años estudiando las posibilidades que ofrece Rocavarancolia, y no lo habría dicho si no estuviese seguro de que puede funcionar. Hasta hace poco ni siquiera era factible.
—No, no me malinterpretes. Creo que podrías tener razón. La ciudad tiene cierto sector adicto a los lujos, y en los bajos fondos proliferan apuestas de todo tipo. Además, el dinero fácil es el mayor reclamo que existe.
—Podría contarle más, si quiere —ofreció el kell con una sonrisa.
Luca se había jugado mucho revelándole su sueño a Garoni. Conocía la ocasional impulsividad de la momia desde el fiasco de la casa de Gar, y no estaba seguro de poder manipularlo para convertirlo en su socio económico, pero había decidido apostar por ello al ver el estado mental en que se encontraba, dispuesto a todo por su orgullo hecho añicos. Lo que temía era que el antiguo tesorero se hiciera con su idea sin más, así que se aseguró de vender sus habilidades como gestor y su experiencia previa como algo esencial para el proyecto.
Aquella noche, varias horas y varias copas después, los detalles que tendría el contrato entre Gapiccio Garoni y Luca Barone estarían más que decididos. Se convertirían en socios y dueños del primer casino de Rocavarancolia, cuya construcción no tardaría más que unos días en comenzar, con Garoni dispuesto, por una vez en su vida, a no reparar en gastos.
Garoni no tenía una idea sólida de en qué negocio invertir sus ahorros para demostrarle al consejo la oportunidad que habían perdido, pero lo meditó durante días, recordando sin poder evitarlo el fracaso que había resultado ser la Casa Garoni. Sin embargo, había una persona que le había advertido lo que ocurriría con aquella inversión mucho antes de que abriera siquiera sus puertas, acertando de pleno con su predicción. Tal vez era hora de darle una visita a aquel viejo conocido.
Luca Barone era un kell que asesoraba a varios empresarios de Rocavarancolia. Se habían conocido durante un espectáculo en la taberna, donde este se le había acercado a hablar sin tapujos y sin más pretensiones que tenerle como contacto, así que le había caído en gracia por su atrevimiento. Además, había demostrado ser agudo y tener buen ojo para los negocios. No lo consideraba un amigo, pero sí alguien por quien sentía cierto respeto pese a su juventud y con quien se reunía de vez en cuando a tomar un trago y hablar de la progresión de la economía en la ciudad.
—Nunca pensé que llegaría el día en que me pediría consejo —dijo el kell apoyando los codos sobre la mesa del pub muerto. Parecía divertido, pero no se estaba burlando del antiguo tesorero real. Más bien estaba asombrado.
—Si quisiera asesoramiento no te citaría en una taberna —matizó Garoni—. Tengo ya una serie de ideas, pero me sigue pareciendo demasiado pronto para ponerlas en marcha. Necesito algo grande y revolucionario, que encaje en la ciudad tal y como es ahora mismo.
—Parece que tenemos eso en común. Las ideas no faltan, pero no es la ciudad apropiada. De todos modos ya sabe que la paciencia es una gran virtud.
—Llevo más décadas esperando la recuperación de nuestra economía de las que llevas tú vivo. Y necesito darle en las narices a esos hipócritas ahora, no dentro de otros diez años.
Luca quedó pensativo durante unos instantes antes de responder, girando su copa de vino entre los dedos. No era habitual ver a la momia tan fuera de sí.
—Puedo entender la impaciencia. Yo mismo tengo un objetivo desde hace tiempo que podría llevarse a cabo ahora, pero me faltan fondos. No creo que llegue nunca a reunir suficientes como para construirlo tal como lo tengo en mente, si le soy sincero.
Garoni le miró con curiosidad.
—¿Estás intentando hacerme una propuesta?
—En otras circunstancias nunca me habría atrevido —rio el kell—. Pero se ha presentado ante mí con el problema opuesto al mío y no podía no intentarlo.
—Pues dilo directamente, no estoy de humor para juegos.
—Hace tiempo que pienso en abrir un casino —confesó Luca—. Nunca le he hablado de mi pasado, pero en la Tierra iba a heredar uno de mi familia. Conozco de primera mano cómo funcionan, cómo gestionarlos y cómo fidelizar a la clientela… Llevo tanto tiempo fantaseando con la idea que hasta tengo claro cómo quiero decorarlo por dentro —agregó con una carcajada.
—¿Un casino? ¿En Rocavarancolia?
Garoni meditó durante un momento, que Luca aprovechó para intervenir de nuevo.
—Entiendo que puede parecer un capricho personal, pero es más que eso. Llevo años estudiando las posibilidades que ofrece Rocavarancolia, y no lo habría dicho si no estuviese seguro de que puede funcionar. Hasta hace poco ni siquiera era factible.
—No, no me malinterpretes. Creo que podrías tener razón. La ciudad tiene cierto sector adicto a los lujos, y en los bajos fondos proliferan apuestas de todo tipo. Además, el dinero fácil es el mayor reclamo que existe.
—Podría contarle más, si quiere —ofreció el kell con una sonrisa.
Luca se había jugado mucho revelándole su sueño a Garoni. Conocía la ocasional impulsividad de la momia desde el fiasco de la casa de Gar, y no estaba seguro de poder manipularlo para convertirlo en su socio económico, pero había decidido apostar por ello al ver el estado mental en que se encontraba, dispuesto a todo por su orgullo hecho añicos. Lo que temía era que el antiguo tesorero se hiciera con su idea sin más, así que se aseguró de vender sus habilidades como gestor y su experiencia previa como algo esencial para el proyecto.
Aquella noche, varias horas y varias copas después, los detalles que tendría el contrato entre Gapiccio Garoni y Luca Barone estarían más que decididos. Se convertirían en socios y dueños del primer casino de Rocavarancolia, cuya construcción no tardaría más que unos días en comenzar, con Garoni dispuesto, por una vez en su vida, a no reparar en gastos.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: El Pub Muerto
02/05/23, 04:30 pm
No solía pasar mucho por aquel local porque, sin duda, prefería por mucho el ambiente de la Taberna. Tenía una ventaja: y era que los mercenarios de Cerril tenían prohibida la entrada, pero lo cierto es que incluso encontrarse a esa panda de payasos ya ni siquiera le producía más jocosidad. Los pobres diablos ya no solo no se atrevían a decirle burradas, si no que la evitaban, y si se cruzaban sus miradas por casualidad la saludaban con la mano con evidente nerviosismo y volvían a enterrar su cara en la porquería que estuviesen bebiendo. Ella les devolvía el saludo con una sonrisa de suficiencia y una risa contenida.
Pero ahora que acababa de mudarse e iba a poner en marcha su negocio, más le valía familiarizarse con todos los rincones de la ciudad que pudieran ser una fuente de información para futuros trabajos. Bares, tabernas, pubs… todo el mundo sabía que eran uno de los principales puntos de encuentro de toda clase de personas, y que a alguna gente se le soltaba considerablemente la lengua cuando bebía. Además de eso, sabía que también daban conciertos en aquel local y sentía curiosidad por qué clase de música solían tocar allí.
No sabía con seguridad si aquel día habría alguien tocando, pero para su suerte así fue: nada más entrar le recibió una agradable melodía de jazz que fue aumentando según se acercaba a la barra. Vio de refilón a la mayoría de músicos, que parecían ser varios ghouls (nada sorprendente teniendo en cuenta el nombre del local), pero no se fijó en el pianista hasta después de haber pedido un licor suave y sentado en una mesa vacía cerca del escenario: reconocía aquellas alas rojas apolilladas y el gran tamaño de su poseedor. Parecía que la suerte había decidido favorecerla todavía más aquella tarde: no esperaba toparse con ningún conocido, y mucho menos con Vac en particular.
Era la primera vez que le escuchaba tocando el piano, pero el chico era igual de bueno que con otros instrumentos. Él mismo se lo había dicho, pero todavía le resultaba increíble que fuese capaz de dominar tantos tipos de instrumentos y estilos de música. Le envidiaba por ello, incluso, pero no tenía un talento tan natural para la interpretación musical ni, desde luego, era lo que debería priorizar. La canción, aunque la había pillado a medias, duró varios minutos al tratarse de probablemente una improvisación propia del estilo y rompió en aplausos junto al resto del local cuando terminaron. Cuando el hado infernal se giró en su asiento alzó la mano para saludarle. Tanto él como los ghouls estaban abandonando el escenario en ese instante: parecía que o habían acabado o se estaban tomando un descanso.
—No sabía que tocabas en “Vac y los ghouls” —le diría cuando este se acercó a su mesa—. Aunque la parte que contiene tu nombre debería haberme dado una pista: todavía me falta mucho por aprender —bromeó.
Por supuesto no existía un grupo con ese nombre y tan solo había dicho lo primero que se le había pasado por la cabeza.
>>Ha estado genial. ¿Me dejas invitarte a algo como pago por la actuación? —le indicaría invitándole a sentarse con un gesto.
Pero ahora que acababa de mudarse e iba a poner en marcha su negocio, más le valía familiarizarse con todos los rincones de la ciudad que pudieran ser una fuente de información para futuros trabajos. Bares, tabernas, pubs… todo el mundo sabía que eran uno de los principales puntos de encuentro de toda clase de personas, y que a alguna gente se le soltaba considerablemente la lengua cuando bebía. Además de eso, sabía que también daban conciertos en aquel local y sentía curiosidad por qué clase de música solían tocar allí.
No sabía con seguridad si aquel día habría alguien tocando, pero para su suerte así fue: nada más entrar le recibió una agradable melodía de jazz que fue aumentando según se acercaba a la barra. Vio de refilón a la mayoría de músicos, que parecían ser varios ghouls (nada sorprendente teniendo en cuenta el nombre del local), pero no se fijó en el pianista hasta después de haber pedido un licor suave y sentado en una mesa vacía cerca del escenario: reconocía aquellas alas rojas apolilladas y el gran tamaño de su poseedor. Parecía que la suerte había decidido favorecerla todavía más aquella tarde: no esperaba toparse con ningún conocido, y mucho menos con Vac en particular.
Era la primera vez que le escuchaba tocando el piano, pero el chico era igual de bueno que con otros instrumentos. Él mismo se lo había dicho, pero todavía le resultaba increíble que fuese capaz de dominar tantos tipos de instrumentos y estilos de música. Le envidiaba por ello, incluso, pero no tenía un talento tan natural para la interpretación musical ni, desde luego, era lo que debería priorizar. La canción, aunque la había pillado a medias, duró varios minutos al tratarse de probablemente una improvisación propia del estilo y rompió en aplausos junto al resto del local cuando terminaron. Cuando el hado infernal se giró en su asiento alzó la mano para saludarle. Tanto él como los ghouls estaban abandonando el escenario en ese instante: parecía que o habían acabado o se estaban tomando un descanso.
—No sabía que tocabas en “Vac y los ghouls” —le diría cuando este se acercó a su mesa—. Aunque la parte que contiene tu nombre debería haberme dado una pista: todavía me falta mucho por aprender —bromeó.
Por supuesto no existía un grupo con ese nombre y tan solo había dicho lo primero que se le había pasado por la cabeza.
>>Ha estado genial. ¿Me dejas invitarte a algo como pago por la actuación? —le indicaría invitándole a sentarse con un gesto.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: El Pub Muerto
03/05/23, 09:44 pm
Tras el accidente de Caín y la posterior decisión del personal de clausurar definitivamente el burdel Vac se había quedado sin trabajo y sin hogar. En muchos sentidos aquel lugar había sido el centro de su vida en Rocavarancolia durante casi una década, y la cantidad de recuerdos que tenía asociados a ese edificio no eran algo que se viera capaz de cuantificar. Había sido duro y en cierta forma aún lo era a pesar de que ya había pasado algo de tiempo, pues aunque seguía teniendo familia y amigos a los que sabía de sobra que podía acudir el griego se había retraído y no dejaba de dar tumbos de un lado a otro.
Se decía una y otra vez que solo era una forma de pasar el duelo, de afrontar a su manera la pérdida tan brusca de tantas amistades, pero lo cierto es que no se sentía preparado para asentarse en ninguna parte y la idea de socializar con los demás le resultaba un poco aterradora. Tampoco es que estuviera desvalido ni nada por el estilo, era muy capaz de valerse por sí mismo y tenía recursos de sobra para vivir en cualquier parte, y aunque ya no era el jefe de seguridad de un local prestigioso seguía teniendo otros muchos talentos a los que no costaba mucho sacarles partido.
Su presencia en el Pub Muerto era por trabajo, precisamente, pues le había contratado eventualmente como músico para los espectáculos que desde siempre se ofrecían en aquel sitio. Aquella noche estaba al piano junto a un cuarteto de jazz formado por ghouls, unos tipos que se tomaban muy en serio su música y que solo habían aceptado tocar con él porque ya le habían escuchado antes en la taberna. Sus transformaciones eran bastante dispares, pero el aspecto del hado infernal sentado al piano no desentonaba para nada en un lugar como aquel, y como todos iban de traje la homogeneidad de la banda no quedaba en entredicho.
El concierto era una jam session en toda regla, el típico sonido que se asociaba a los locales nocturnos de jazz neoyorquinos, y aunque no habían hablado mucho antes de empezar la compenetración de los participantes tenía chispa y sonaba de maravilla. El griego llevaba el peso del riff o la melodía central mientras los ghouls brillaban con sus solos improvisados, aunque él también tuvo la oportunidad de lucirse alguna que otra vez, y para cuando terminaron la pieza el local rompió en aplausos. Vac se volvió hacia el público para la reverencia de rigor y fue entonces cuando se percató del rostro conocido entre el público que le saludaba con una sonrisa.
—”Los ghouls y el becario” sería un nombre algo más apropiado —bromeó de vuelta en cuanto se acercó lo suficiente a la mesa de la nebulomante—. Me alegro de que te gustara, de verdad, y no seré yo el que se niegue a tomar algo refrescante con una buena amiga. —aceptó la invitación con una sonrisa, quitándose la chaqueta y dejándola en el respaldo de una silla antes de tomar asiento.
Hacía tiempo que no veía a Irianna, aunque en verdad hacía tiempo que no veía a casi nadie, así que se alegró de tropezarse con ella a pesar de la reticencia inconsciente que el moreno aún sentía hacia la idea de socializar.
—¿Qué te trae por aquí? —se interesó mientras esperaban al camarero—. ¿Y cómo te trata la vida? —añadió a continuación, a sabiendas que si la conversación seguía un curso natural él mismo tendría que dar algunas respuestas incómodas.
Se decía una y otra vez que solo era una forma de pasar el duelo, de afrontar a su manera la pérdida tan brusca de tantas amistades, pero lo cierto es que no se sentía preparado para asentarse en ninguna parte y la idea de socializar con los demás le resultaba un poco aterradora. Tampoco es que estuviera desvalido ni nada por el estilo, era muy capaz de valerse por sí mismo y tenía recursos de sobra para vivir en cualquier parte, y aunque ya no era el jefe de seguridad de un local prestigioso seguía teniendo otros muchos talentos a los que no costaba mucho sacarles partido.
Su presencia en el Pub Muerto era por trabajo, precisamente, pues le había contratado eventualmente como músico para los espectáculos que desde siempre se ofrecían en aquel sitio. Aquella noche estaba al piano junto a un cuarteto de jazz formado por ghouls, unos tipos que se tomaban muy en serio su música y que solo habían aceptado tocar con él porque ya le habían escuchado antes en la taberna. Sus transformaciones eran bastante dispares, pero el aspecto del hado infernal sentado al piano no desentonaba para nada en un lugar como aquel, y como todos iban de traje la homogeneidad de la banda no quedaba en entredicho.
El concierto era una jam session en toda regla, el típico sonido que se asociaba a los locales nocturnos de jazz neoyorquinos, y aunque no habían hablado mucho antes de empezar la compenetración de los participantes tenía chispa y sonaba de maravilla. El griego llevaba el peso del riff o la melodía central mientras los ghouls brillaban con sus solos improvisados, aunque él también tuvo la oportunidad de lucirse alguna que otra vez, y para cuando terminaron la pieza el local rompió en aplausos. Vac se volvió hacia el público para la reverencia de rigor y fue entonces cuando se percató del rostro conocido entre el público que le saludaba con una sonrisa.
—”Los ghouls y el becario” sería un nombre algo más apropiado —bromeó de vuelta en cuanto se acercó lo suficiente a la mesa de la nebulomante—. Me alegro de que te gustara, de verdad, y no seré yo el que se niegue a tomar algo refrescante con una buena amiga. —aceptó la invitación con una sonrisa, quitándose la chaqueta y dejándola en el respaldo de una silla antes de tomar asiento.
Hacía tiempo que no veía a Irianna, aunque en verdad hacía tiempo que no veía a casi nadie, así que se alegró de tropezarse con ella a pesar de la reticencia inconsciente que el moreno aún sentía hacia la idea de socializar.
—¿Qué te trae por aquí? —se interesó mientras esperaban al camarero—. ¿Y cómo te trata la vida? —añadió a continuación, a sabiendas que si la conversación seguía un curso natural él mismo tendría que dar algunas respuestas incómodas.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: El Pub Muerto
03/05/23, 11:32 pm
Dejó escapar una risa suave ante la respuesta del hado a su broma.
—Puede que no seas un habitual de su grupo, pero eso —dijo señalando al piano—, no me ha sonado a becario para nada—. Sonrió cuando aceptó su invitación— ¡Genial, pues pide lo que quieras!
Le daría un trago a su propia bebida mientras Vac tomaba asiento y esperaban a que les atendiese algún camarero. Hasta que no se quitó la chaqueta no se había fijado demasiado en la ropa que llevaba, pero se descubrió pensando que el traje le sentaba muy bien. Quiso decírselo, pero no encontró el momento apropiado para hacerlo, por lo que decidió responder a sus preguntas sin más.
>>Pues… Por un lado, precisamente venía a escuchar música. Aunque tampoco estaba del todo segura de que hubiese alguna actuación ahora mismo: he tenido suerte. Sentía curiosidad sobre qué tocarían en un sitio como este: creo que no es lo que esperaba, pero en absoluto lo digo como algo negativo —aclaró—. ¡Bien! Estoy contenta porque me acabo de mudar de Serpentaria. Hace… hace mucho que no nos vemos, ¿verdad? —se dio cuenta de pronto al pensar en la última vez que había hablado con el humano. Había estado muy absorta compaginando sus últimos meses en la plantación con el estudio para su nuevo trabajo, y también permitiéndose escribir de vez en cuando—. Pues ahora ya soy oficialmente investigadora: la agencia Nifelyre está abierta y dama Enigma preparada para resolver todos los misterios —dijo con un poco de teatralidad exagerada a propósito, riéndose a continuación—. ¿Y tú? He visto a los mercenarios de la Brecha alguna que otra vez durante este tiempo, pero no a ti. ¿Mucho trabajo?
—Puede que no seas un habitual de su grupo, pero eso —dijo señalando al piano—, no me ha sonado a becario para nada—. Sonrió cuando aceptó su invitación— ¡Genial, pues pide lo que quieras!
Le daría un trago a su propia bebida mientras Vac tomaba asiento y esperaban a que les atendiese algún camarero. Hasta que no se quitó la chaqueta no se había fijado demasiado en la ropa que llevaba, pero se descubrió pensando que el traje le sentaba muy bien. Quiso decírselo, pero no encontró el momento apropiado para hacerlo, por lo que decidió responder a sus preguntas sin más.
>>Pues… Por un lado, precisamente venía a escuchar música. Aunque tampoco estaba del todo segura de que hubiese alguna actuación ahora mismo: he tenido suerte. Sentía curiosidad sobre qué tocarían en un sitio como este: creo que no es lo que esperaba, pero en absoluto lo digo como algo negativo —aclaró—. ¡Bien! Estoy contenta porque me acabo de mudar de Serpentaria. Hace… hace mucho que no nos vemos, ¿verdad? —se dio cuenta de pronto al pensar en la última vez que había hablado con el humano. Había estado muy absorta compaginando sus últimos meses en la plantación con el estudio para su nuevo trabajo, y también permitiéndose escribir de vez en cuando—. Pues ahora ya soy oficialmente investigadora: la agencia Nifelyre está abierta y dama Enigma preparada para resolver todos los misterios —dijo con un poco de teatralidad exagerada a propósito, riéndose a continuación—. ¿Y tú? He visto a los mercenarios de la Brecha alguna que otra vez durante este tiempo, pero no a ti. ¿Mucho trabajo?
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: El Pub Muerto
07/05/23, 10:45 pm
Vac aceptó el cumplido con una sonrisa de agradecimiento y se volvió hacia el camarero que se había acercado a tomarles nota. Irianna ya estaba servida, así que el hado pidió una copa de licor de fuego para sí mismo antes. Escuchó con atención los motivos que la habían llevado al Pub Muerto, riendo con suavidad cuando la muchacha reconoció que no esperaba encontrarse un espectáculo musical de aquel tipo.
—Pues te sorprenderías —señaló—. A pesar del nombre que tiene y el tipo de clientela que se atrae el ambiente no está nada mal: tienen variedad artística, la bebida es buena y el dueño es bastante simpático cuando llegas a conocerlo. —comentó con una sonrisa ladeada, dedicándole un breve pensamiento a Siloco.
Al enterarse de que la idrina había abierto su negocio el humano no se demoró en felicitarla a pesar de su sorpresa inicial por lo desinformado que estaba, alzando la copa que le acababan de traer en su dirección para brindar por su éxito.
—Hace un montón que no nos vemos, si —reconoció tras dar un trago—. Parece que fue ayer cuando me contaste tus planes, pero ya ha pasado tiempo, ¿no? —preguntó con una leve sonrisa, encogiéndose ligeramente en el sitio ante su última pregunta.
Temía que saliera el tema, pero era lógico que preguntara, y después de que ella le hubiera contado sobre los últimos acontecimientos de su vida le parecía de mal gusto omitir los suyos.
—Ahora mismo no tengo mucho trabajo, la verdad, no es por eso por lo que he estado tan desaparecido. —respondió al final, procediendo a continuación a resumir la historia sobre la clausura del burdel y el destino de sus habitantes. Le llevó unos minutos a pesar de todo, y al terminar le pareció que había estado acaparando bastante la conversación—. Lo siento, creo que me he extendido mucho, pero es más o menos por todo eso por lo que he estado tan ausente últimamente. —concluyó con una pequeña mueca, sintiéndose algo más tranquilo tras haberse sincerado con Irianna sobre su situación.
—Pues te sorprenderías —señaló—. A pesar del nombre que tiene y el tipo de clientela que se atrae el ambiente no está nada mal: tienen variedad artística, la bebida es buena y el dueño es bastante simpático cuando llegas a conocerlo. —comentó con una sonrisa ladeada, dedicándole un breve pensamiento a Siloco.
Al enterarse de que la idrina había abierto su negocio el humano no se demoró en felicitarla a pesar de su sorpresa inicial por lo desinformado que estaba, alzando la copa que le acababan de traer en su dirección para brindar por su éxito.
—Hace un montón que no nos vemos, si —reconoció tras dar un trago—. Parece que fue ayer cuando me contaste tus planes, pero ya ha pasado tiempo, ¿no? —preguntó con una leve sonrisa, encogiéndose ligeramente en el sitio ante su última pregunta.
Temía que saliera el tema, pero era lógico que preguntara, y después de que ella le hubiera contado sobre los últimos acontecimientos de su vida le parecía de mal gusto omitir los suyos.
—Ahora mismo no tengo mucho trabajo, la verdad, no es por eso por lo que he estado tan desaparecido. —respondió al final, procediendo a continuación a resumir la historia sobre la clausura del burdel y el destino de sus habitantes. Le llevó unos minutos a pesar de todo, y al terminar le pareció que había estado acaparando bastante la conversación—. Lo siento, creo que me he extendido mucho, pero es más o menos por todo eso por lo que he estado tan ausente últimamente. —concluyó con una pequeña mueca, sintiéndose algo más tranquilo tras haberse sincerado con Irianna sobre su situación.
- GiniroryuGM
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Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
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Re: El Pub Muerto
07/05/23, 11:45 pm
Asintió ante el comentario acerca del local.
—Creo que a veces me precipito un poco juzgando —le concedió—. La verdad es que por la clase de cosas que había oído sobre este lugar pensé que sería distinto. Sobre todo por eso de que supuestamente es más… “exclusivo” que otros locales de esta índole. Pero si me han dejado entrar a mí que nunca estuve aquí, supongo que se trata de otro tipo de exclusividad —rio con suavidad—. El dueño es el ex Señor de los Asesinos, ¿verdad? Bueno, ya sabes, el anterior a dama Azahar —la impopular momia había tenido el puesto por tan poco tiempo que a veces costaba contarla entre los que lo habían ocupado—. Solo sé de oídas sobre él, pero desde luego parece un tipo… curioso —añadió con una pequeña risa.
Le confirmó al hado que efectivamente había pasado un tiempo nada desdeñable desde su último encuentro y le sorprendió cuando empezó a explicarle el motivo de que no le hubiera visto por la ciudad desde entonces. Durante la explicación, la idrina no pudo evitar más de un gesto de sorpresa y varios tragos nerviosos a su bebida. Casi no se podía creer que de forma tan repentina el Burdel de dama Espasmo hubiese tenido que cerrar y que ya ninguno de los que habían vivido en él se encontraba ya en Rocavarancolia.
—Reflejo… Vac, no sé muy bien qué decir —. Cuando el hado había finalizado la historia se había quedado callada durante unos instantes asimilando toda la información y al darse cuenta de que debía decir algo había mirado hacia él con preocupación—. Es… es terrible. Me alivia saber que no fue todavía a mayores, pero aun así… Debería pasarme alguna vez por Nubla para visitarles, pero creo que será mejor dejar pasar un tiempo —concluyó con un leve asentimiento para sí misma—. No tenía ni idea de nada de esto: las veces que he coincidido con los de la Brecha desde esa fecha no ha sido más que de forma muy breve.
El hado había comentado que, desde entonces, se había dedicado a viajar por diversos mundos vinculados, y al meditar sobre ello se le vino una nueva pregunta a la mente.
>>¿Vas a mudarte con tus amigos? ¿O eres ahora el único que vive en el antiguo Burdel? —Al darse cuenta de que quizás no eran las preguntas más educadas enrojeció ligeramente y trató de mantener la compostura lo antes posible—. Discúlpame, no quiero parecer una cotilla. Solo me lo preguntaba por saber dónde encontrarte… Si te parece bien decírmelo, claro.
Notaba a su amigo muy alicaído –y no era para menos- y había pensado que si había vuelto a la ciudad podría ir a hacerle alguna visita. Aunque de pronto le habían asaltado varias dudas sobre si era apropiado o no que ni ella misma tenía claro por qué le removían tanto. A fin de cuentas, si no deseaba visitas en ese momento tan solo tenía que decírselo. <<No le des tantas vueltas a tonterías, Irianna>> se reprochó.
—Creo que a veces me precipito un poco juzgando —le concedió—. La verdad es que por la clase de cosas que había oído sobre este lugar pensé que sería distinto. Sobre todo por eso de que supuestamente es más… “exclusivo” que otros locales de esta índole. Pero si me han dejado entrar a mí que nunca estuve aquí, supongo que se trata de otro tipo de exclusividad —rio con suavidad—. El dueño es el ex Señor de los Asesinos, ¿verdad? Bueno, ya sabes, el anterior a dama Azahar —la impopular momia había tenido el puesto por tan poco tiempo que a veces costaba contarla entre los que lo habían ocupado—. Solo sé de oídas sobre él, pero desde luego parece un tipo… curioso —añadió con una pequeña risa.
Le confirmó al hado que efectivamente había pasado un tiempo nada desdeñable desde su último encuentro y le sorprendió cuando empezó a explicarle el motivo de que no le hubiera visto por la ciudad desde entonces. Durante la explicación, la idrina no pudo evitar más de un gesto de sorpresa y varios tragos nerviosos a su bebida. Casi no se podía creer que de forma tan repentina el Burdel de dama Espasmo hubiese tenido que cerrar y que ya ninguno de los que habían vivido en él se encontraba ya en Rocavarancolia.
—Reflejo… Vac, no sé muy bien qué decir —. Cuando el hado había finalizado la historia se había quedado callada durante unos instantes asimilando toda la información y al darse cuenta de que debía decir algo había mirado hacia él con preocupación—. Es… es terrible. Me alivia saber que no fue todavía a mayores, pero aun así… Debería pasarme alguna vez por Nubla para visitarles, pero creo que será mejor dejar pasar un tiempo —concluyó con un leve asentimiento para sí misma—. No tenía ni idea de nada de esto: las veces que he coincidido con los de la Brecha desde esa fecha no ha sido más que de forma muy breve.
El hado había comentado que, desde entonces, se había dedicado a viajar por diversos mundos vinculados, y al meditar sobre ello se le vino una nueva pregunta a la mente.
>>¿Vas a mudarte con tus amigos? ¿O eres ahora el único que vive en el antiguo Burdel? —Al darse cuenta de que quizás no eran las preguntas más educadas enrojeció ligeramente y trató de mantener la compostura lo antes posible—. Discúlpame, no quiero parecer una cotilla. Solo me lo preguntaba por saber dónde encontrarte… Si te parece bien decírmelo, claro.
Notaba a su amigo muy alicaído –y no era para menos- y había pensado que si había vuelto a la ciudad podría ir a hacerle alguna visita. Aunque de pronto le habían asaltado varias dudas sobre si era apropiado o no que ni ella misma tenía claro por qué le removían tanto. A fin de cuentas, si no deseaba visitas en ese momento tan solo tenía que decírselo. <<No le des tantas vueltas a tonterías, Irianna>> se reprochó.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
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Re: El Pub Muerto
08/05/23, 09:06 pm
—Es curioso, si. —rió de vuelta, escondiéndose parcialmente tras su vaso mientras la bruja digería toda la información. Para el hado el silencio no resultó incómodo, al contrario, y no pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa para quitarle hierro al asunto al ver la preocupación en sus ojos. Acompañó sus intenciones con un breve gesto idrino que indicaba tranquilidad, pues había pasado ya un tiempo y no estaba tan afectado por lo sucedido como durante los primeros días, pero entendía que seguía pareciendo alicaído y no quería que se preocupara de más.
Como no tenía sentido darle muchas vueltas prefirió centrarse en la idea de que Irianna les hiciera una visita a los chicos del burdel en Nubla, algo que en su opinión les sentaría muy bien a sus amigos.
—Seguro que se alegran cuando vayas a verles, de verdad. —afirmó, jugueteando con su copa tras darle otro trago.
La penúltima pregunta le hizo reflexionar un poco, por lo que se quedó algo callado, pero como no quería que se malinterpretara su silencio se apresuró a intervenir en cuanto se percató del mismo.
—No resultas cotilla, Irianna, no te preocupes por eso —aclaró con una pequeña risa—. Y si te soy sincero no he pensado mucho en ello… —reconoció a continuación, cruzando las manos sobre la mesa con aire pensativo—. Se que me acogerían, pero no se si es lo que quiero: después de tanto tiempo viviendo con la misma gente se me haría un poco raro cambiar de “compañeros de piso” —dijo, enfatizando las comillas con una sonrisa—. No se si lo que digo tiene mucho sentido, pero de momento estoy en ese punto, así que sigo ocupando mi antigua habitación en un edificio enorme y vacío que por las noches no parece demasiado encantado. —añadió con un bufido divertido.
Como no tenía sentido darle muchas vueltas prefirió centrarse en la idea de que Irianna les hiciera una visita a los chicos del burdel en Nubla, algo que en su opinión les sentaría muy bien a sus amigos.
—Seguro que se alegran cuando vayas a verles, de verdad. —afirmó, jugueteando con su copa tras darle otro trago.
La penúltima pregunta le hizo reflexionar un poco, por lo que se quedó algo callado, pero como no quería que se malinterpretara su silencio se apresuró a intervenir en cuanto se percató del mismo.
—No resultas cotilla, Irianna, no te preocupes por eso —aclaró con una pequeña risa—. Y si te soy sincero no he pensado mucho en ello… —reconoció a continuación, cruzando las manos sobre la mesa con aire pensativo—. Se que me acogerían, pero no se si es lo que quiero: después de tanto tiempo viviendo con la misma gente se me haría un poco raro cambiar de “compañeros de piso” —dijo, enfatizando las comillas con una sonrisa—. No se si lo que digo tiene mucho sentido, pero de momento estoy en ese punto, así que sigo ocupando mi antigua habitación en un edificio enorme y vacío que por las noches no parece demasiado encantado. —añadió con un bufido divertido.
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Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
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Re: El Pub Muerto
08/05/23, 10:05 pm
Notaba cómo Vac trataba de transmitirle que se encontraba relativamente bien con sus gestos, pero no podía evitar pensar que era una verdad a medias. No es que no confiase en él, pero ya lo conocía bastante bien y era probable que quisiese quitarle importancia para que no se preocupase. Una de las últimas veces que habían hablado, además, le había confesado que no se encontraba bien en general y aquello no podía haber ayudado. Cuando tuvo la confirmación de que su pregunta no era indiscreta asintió con una leve sonrisa. Ni ella misma sabía por qué le había dado tanta importancia de pronto a algo como eso. Pensó en lo que dijo acerca de cambiar las personas con las que vivía, pero no estaba del todo segura de si comprendía bien cómo se sentía el hado al respecto.
—La verdad es que estáis muy cerca de todas formas —dijo evitando dar ninguna opinión y mantener neutrales sus gestos: no era asunto suyo lo que decidiese hacer Vac aunque a ella le resultase un poco extraña su decisión—. Yo no podría imaginarme vivir en un sitio tan grande y vacío, pero supongo que es diferente para ti porque ha sido tu casa desde que llegaste a la ciudad —hizo una pausa para beber—. ¿Qué te parecería recibir alguna visita? Como acabo de abrir mi negocio aún no tengo trabajo y, aunque no dejo de estudiar, ya no es como antes. Además con mi casa ya construida es una cosa menos de la que preocuparme: únicamente me falta algo de decoración. ¡Ah! Tengo este prototipo de tarjetas de negocio —recordó de pronto sacando una del bolsillo y dándosela al hado.
En la tarjeta, de color verde claro y grabados en plateado se podía ver el logo de su agencia, su nombre de negocios y el servicio que ofrecía. Le había copiado la idea a Krono Rádem de incluir una variante del hechizo de guía lumínica de hasta tres usos que se podía activar presionando unos segundos en una runa rocavarancolesa y que, evidentemente, conducía a hasta la agencia.
>>Si quieres localizarme ya sabes. Aunque lo cierto es que también somos vecinos, así que no creo que te cueste dar con mi casa incluso sin el hechizo.
—La verdad es que estáis muy cerca de todas formas —dijo evitando dar ninguna opinión y mantener neutrales sus gestos: no era asunto suyo lo que decidiese hacer Vac aunque a ella le resultase un poco extraña su decisión—. Yo no podría imaginarme vivir en un sitio tan grande y vacío, pero supongo que es diferente para ti porque ha sido tu casa desde que llegaste a la ciudad —hizo una pausa para beber—. ¿Qué te parecería recibir alguna visita? Como acabo de abrir mi negocio aún no tengo trabajo y, aunque no dejo de estudiar, ya no es como antes. Además con mi casa ya construida es una cosa menos de la que preocuparme: únicamente me falta algo de decoración. ¡Ah! Tengo este prototipo de tarjetas de negocio —recordó de pronto sacando una del bolsillo y dándosela al hado.
En la tarjeta, de color verde claro y grabados en plateado se podía ver el logo de su agencia, su nombre de negocios y el servicio que ofrecía. Le había copiado la idea a Krono Rádem de incluir una variante del hechizo de guía lumínica de hasta tres usos que se podía activar presionando unos segundos en una runa rocavarancolesa y que, evidentemente, conducía a hasta la agencia.
>>Si quieres localizarme ya sabes. Aunque lo cierto es que también somos vecinos, así que no creo que te cueste dar con mi casa incluso sin el hechizo.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: El Pub Muerto
09/05/23, 09:41 pm
El hado asintió ligeramente cuando la nebulomante señaló que vivían bastante cerca los unos de los otros, encogiéndose de hombros con una pequeña sonrisa cuando reconoció que ella no sería capaz de vivir sola en un sitio tan grande y vacío.
—No planeo seguir así de forma indefinida, no te preocupes, no es que quiera convertirme en un ermitaño ni nada por el estilo —rió con suavidad, apurando su copa antes de levantar la mano para pedir otra ronda al camarero. Esta segunda, si es que su amiga pedía algo, correría de su cuenta—. Y eres más que bienvenida, por supuesto, la cocina sigue siendo funcional y algo podré preparar para no ser un mal anfitrión. —aceptó de buena gana, tomando la tarjeta que le ofreció con la curiosidad pintada en el rostro.
Era una tarjeta de visita con un diseño bien cuidado, de color verde claro con estampado de plata en el que estaban recogidos los datos de su negocio y la ubicación del mismo. El hechizo de guía era sutil, pero efectivo, y Vac no pudo evitar silbar por lo bajo para expresar su aprobación. Con semejante presentación no tardaría nada en empezar a recibir encargos de todo tipo y por toda la ciudad.
—Entonces tendré que pasarme a hacerte una visita más pronto que tarde, porque estoy seguro de que no vas a tardar nada en estar hasta arriba de trabajo. —comentó con una sonrisa divertida, guardándose la tarjeta en el bolsillo de la camisa mientras les servían otra copa.
Cuando el camarero volvió a retirarse al griego se le ocurrió algo, por lo que volvió a hablar antes de que la conversación se fuera por otros derroteros.
—Sobre lo de que te falta decoración quizás te pueda echar una mano —empezó—. Como soy el único del burdel que sigue en la ciudad en teoría me tenía que encargar de todo el mobiliario que no se han llevado a Nubla, pero si te soy sincero no he sido capaz de ponerme con ello aún —reconoció—. ¿Tal vez quieras echarle un vistazo a lo que ha quedado? Estoy seguro de que debe haber algo que te sirva y así yo tengo una excusa para no seguir retrasando lo inevitable. —le ofreció.
—No planeo seguir así de forma indefinida, no te preocupes, no es que quiera convertirme en un ermitaño ni nada por el estilo —rió con suavidad, apurando su copa antes de levantar la mano para pedir otra ronda al camarero. Esta segunda, si es que su amiga pedía algo, correría de su cuenta—. Y eres más que bienvenida, por supuesto, la cocina sigue siendo funcional y algo podré preparar para no ser un mal anfitrión. —aceptó de buena gana, tomando la tarjeta que le ofreció con la curiosidad pintada en el rostro.
Era una tarjeta de visita con un diseño bien cuidado, de color verde claro con estampado de plata en el que estaban recogidos los datos de su negocio y la ubicación del mismo. El hechizo de guía era sutil, pero efectivo, y Vac no pudo evitar silbar por lo bajo para expresar su aprobación. Con semejante presentación no tardaría nada en empezar a recibir encargos de todo tipo y por toda la ciudad.
—Entonces tendré que pasarme a hacerte una visita más pronto que tarde, porque estoy seguro de que no vas a tardar nada en estar hasta arriba de trabajo. —comentó con una sonrisa divertida, guardándose la tarjeta en el bolsillo de la camisa mientras les servían otra copa.
Cuando el camarero volvió a retirarse al griego se le ocurrió algo, por lo que volvió a hablar antes de que la conversación se fuera por otros derroteros.
—Sobre lo de que te falta decoración quizás te pueda echar una mano —empezó—. Como soy el único del burdel que sigue en la ciudad en teoría me tenía que encargar de todo el mobiliario que no se han llevado a Nubla, pero si te soy sincero no he sido capaz de ponerme con ello aún —reconoció—. ¿Tal vez quieras echarle un vistazo a lo que ha quedado? Estoy seguro de que debe haber algo que te sirva y así yo tengo una excusa para no seguir retrasando lo inevitable. —le ofreció.
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