Dryfus
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Tak
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Dryfus
23/07/13, 04:44 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Dryfus
Portal situado en el continente central, en una zona especialmente densa de la Nación Arbórea. La propia vegetación es tan intrincada que protege al portal de miradas indiscretas.
Portal situado en el continente central, en una zona especialmente densa de la Nación Arbórea. La propia vegetación es tan intrincada que protege al portal de miradas indiscretas.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Dryfus
17/06/17, 02:34 pm
Entusiasmada por la idea, enseguida puso su empeño en atender a los hechizos que el enderth le había dicho que iban a necesitar. También le preguntó acerca de las condiciones climáticas de Dryfus y, aunque iban a ir en una de las épocas más soportables, convino que poder ejecutar en cualquier momento un hechizo térmico y humedecedor iban a ser totalmente necesarios para ella en aquel planeta tan caluroso. Y buscó información sobre hechizos de protección contra el sol: no quería quemarse ni recibir un golpe de calor. Probablemente la niebla también pudiese ayudar con aquel tema.
Aunque el clima era bastante extremo y Kirés le había hablado de aquella “niebla venenosa”, no era el mismo caso que Krabelin, donde la muerte era una certeza si no te encontrabas en el interior de Bakaiar. Por ello en esa ocasión no se cubrió al completo de ropa y decidió llevar unas bermudas y camiseta cortas, junto con unas botas de montaña. Mantuvo el sombrero que había utilizado en el mundo de Kimbra, no obstante, para proteger su cabeza del sol. La mochila con agua y provisiones también se encontraba presente en su espalda cuando abandonó la Torre Serpentaria aquella mañana en compañía del paladín.
A aquellas alturas atravesar un portal ya no era algo extraño, aunque tampoco podía decirse que se hubiera acostumbrado del todo a la sensación difícil de describir al ser absorbido por el vórtice. A veces todavía temía que algo saliese mal y su cuerpo se perdiese en algún plano paralelo para no poder volver. O tal vez descubrir que el Reflejo era real. Por suerte nada de esto sucedió, y lo que hubo de diferente en esa ocasión es que, obviamente, el paisaje que se extendió ante ella nada más salir del vórtice, aún medio mareada y tratando de acostumbrarse al cambio de luz, era completamente diferente de Krabelin. Sabía por el enderth y por lo poco que había leído sobre Dryfus que allí todo era de un tamaño descomunal. Pero saberlo era una cosa y verlo otra. Si no fuera porque llevaba mucho tiempo sin ver tanta vegetación y, especialmente, árboles, la sensación de que habría encogido hasta el tamaño de un ratón se hubiese acentuado. Lo cual no quería decir que no fuese así como se sentía en cierta medida.
—Este lugar… parece difícil de atravesar incluso si utilizase mi niebla —comentó mientras empezaba a recuperar su vista y observaba la espesura a su alrededor—. Menos mal que vengo con un nativo. ¿Hacia dónde nos dirigimos?
Aunque el clima era bastante extremo y Kirés le había hablado de aquella “niebla venenosa”, no era el mismo caso que Krabelin, donde la muerte era una certeza si no te encontrabas en el interior de Bakaiar. Por ello en esa ocasión no se cubrió al completo de ropa y decidió llevar unas bermudas y camiseta cortas, junto con unas botas de montaña. Mantuvo el sombrero que había utilizado en el mundo de Kimbra, no obstante, para proteger su cabeza del sol. La mochila con agua y provisiones también se encontraba presente en su espalda cuando abandonó la Torre Serpentaria aquella mañana en compañía del paladín.
A aquellas alturas atravesar un portal ya no era algo extraño, aunque tampoco podía decirse que se hubiera acostumbrado del todo a la sensación difícil de describir al ser absorbido por el vórtice. A veces todavía temía que algo saliese mal y su cuerpo se perdiese en algún plano paralelo para no poder volver. O tal vez descubrir que el Reflejo era real. Por suerte nada de esto sucedió, y lo que hubo de diferente en esa ocasión es que, obviamente, el paisaje que se extendió ante ella nada más salir del vórtice, aún medio mareada y tratando de acostumbrarse al cambio de luz, era completamente diferente de Krabelin. Sabía por el enderth y por lo poco que había leído sobre Dryfus que allí todo era de un tamaño descomunal. Pero saberlo era una cosa y verlo otra. Si no fuera porque llevaba mucho tiempo sin ver tanta vegetación y, especialmente, árboles, la sensación de que habría encogido hasta el tamaño de un ratón se hubiese acentuado. Lo cual no quería decir que no fuese así como se sentía en cierta medida.
—Este lugar… parece difícil de atravesar incluso si utilizase mi niebla —comentó mientras empezaba a recuperar su vista y observaba la espesura a su alrededor—. Menos mal que vengo con un nativo. ¿Hacia dónde nos dirigimos?
- Poblo
Ficha de cosechado
Nombre: Alyssa
Especie: Humana
Habilidades: Orientación, memoria y reflejos.
Re: Dryfus
05/07/17, 11:51 pm
Kirés:
En temas de atuendo y equipo el enderth llevaba lo que cabría esperarse de él: su capa, sus armas y un zurrón a la cintura con las herramientas que pudiera necesitar para aquella misión.
Al contrario que su acompañante para el Enderth aquella era la primera vez que cruzaba un vórtice, al menos estando consciente, y aunque lo habían avisado de lo que iba a pasar la sensación al cruzar el portal lo dejó desorientado un instante. En consecuencia, una vez comprobó que tenía los pies pisando una superficie firme, lo primero que hizo fue pestañear varias veces seguidas y agitar la cabeza para recuperarse.
Nada más llegar, sin embargo, el paladín notó que algo no estaba bien. Para concretar más: había dos cosas que no encajaban. Tardó un segundo en darse cuenta porque estaba amaneciendo pero el cielo, que debería ser de color azul, tenía un tono morado cuya intensidad variaba según en qué parte miraras. Además los colores típicos que debería mostrar al amanecer estaban como alargados, ocupando más trozo del firmamento del que deberían.
La segunda anomalía fue más difícil de notar, principalmente porque ahora estaba acostumbrado a las temperaturas de Rocavarancolia, pero hacía más frío del habitual en Dryfus. Se suponía que estaban en la estación fría, pero aun con eso las temperaturas deberían ser bastante cálidas para cualquiera que no fuera nativo de aquel mundo, y sin embargo ahora mismo hacía sólo un poco más de calor que en la ciudad de la que venían.
Frunció el ceño. Aquello no era normal, y no saber qué estaba pasando lo incomodaba.
–Esto no me gusta. No debería hacer tan poco calor y los colores del cielo no son los que debería tener. Ha debido pasar algo mientras vivía en la ciudad… algo grande, pero no tengo ni idea de lo que podría ser.
Cerró los ojos y ralentizó su respiración. Era la primera vez que veía su mundo desde que lo habían cosechado: encontrarse con un problema así durante un viaje que iba a ser el primer regreso a su tierra natal tras tanto tiempo lo estaba alterando más de lo que podía permitirse. Por suerte mantener la calma era algo que se le daba bien, y enseguida estabilizó su ritmo mental y emocional.
“Piensa con lógica, no con emociones: Quitando el frío y el estado del cielo todo parece seguir exactamente igual que siempre. Antes de sacar conclusiones vayamos primero a un asentamiento.”
Allí podrían saber algo. Era muy improbable que aquello hubiera pasado de repente en un día.
En temas de atuendo y equipo el enderth llevaba lo que cabría esperarse de él: su capa, sus armas y un zurrón a la cintura con las herramientas que pudiera necesitar para aquella misión.
Al contrario que su acompañante para el Enderth aquella era la primera vez que cruzaba un vórtice, al menos estando consciente, y aunque lo habían avisado de lo que iba a pasar la sensación al cruzar el portal lo dejó desorientado un instante. En consecuencia, una vez comprobó que tenía los pies pisando una superficie firme, lo primero que hizo fue pestañear varias veces seguidas y agitar la cabeza para recuperarse.
Nada más llegar, sin embargo, el paladín notó que algo no estaba bien. Para concretar más: había dos cosas que no encajaban. Tardó un segundo en darse cuenta porque estaba amaneciendo pero el cielo, que debería ser de color azul, tenía un tono morado cuya intensidad variaba según en qué parte miraras. Además los colores típicos que debería mostrar al amanecer estaban como alargados, ocupando más trozo del firmamento del que deberían.
La segunda anomalía fue más difícil de notar, principalmente porque ahora estaba acostumbrado a las temperaturas de Rocavarancolia, pero hacía más frío del habitual en Dryfus. Se suponía que estaban en la estación fría, pero aun con eso las temperaturas deberían ser bastante cálidas para cualquiera que no fuera nativo de aquel mundo, y sin embargo ahora mismo hacía sólo un poco más de calor que en la ciudad de la que venían.
Frunció el ceño. Aquello no era normal, y no saber qué estaba pasando lo incomodaba.
–Esto no me gusta. No debería hacer tan poco calor y los colores del cielo no son los que debería tener. Ha debido pasar algo mientras vivía en la ciudad… algo grande, pero no tengo ni idea de lo que podría ser.
Cerró los ojos y ralentizó su respiración. Era la primera vez que veía su mundo desde que lo habían cosechado: encontrarse con un problema así durante un viaje que iba a ser el primer regreso a su tierra natal tras tanto tiempo lo estaba alterando más de lo que podía permitirse. Por suerte mantener la calma era algo que se le daba bien, y enseguida estabilizó su ritmo mental y emocional.
“Piensa con lógica, no con emociones: Quitando el frío y el estado del cielo todo parece seguir exactamente igual que siempre. Antes de sacar conclusiones vayamos primero a un asentamiento.”
Allí podrían saber algo. Era muy improbable que aquello hubiera pasado de repente en un día.
- GiniroryuGM
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Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Dryfus
06/07/17, 09:57 pm
Irianna se sorprendió de los comentarios de Kirés acerca del clima. Iba advertida sobre la altas temperaturas, pero había una razón obvia por la que no había creído que el hecho de que hiciese poco más calor que en Rocavarancolia, donde el clima era bastante estable durante todo el año con excepción de la época de la Luna Roja, fuese un fenómeno anormal en el planeta.
—¿De verdad? ¿Debería hacer aún más calor siendo invierno? —Expuso sus pensamientos en voz alta.
Alzó la vista al cielo cuando el paladín habló sobre su aparente inusual color, comenzando a preocuparse por lo que parecía alguna suerte de presagio para el enderth. Notar a Kirés ligeramente alterado aunque fuese por un momento le indicaba que el ave no bromeaba y que de verdad debía de estar sucediendo algo extraño en Dryfus. Echó a andar tras él una vez supo hacia qué dirección se dirigían, todavía observando los alrededores con cierta inquietud.
>>¿Crees que podría ser algún tipo de radiación mágica lo que ha cambiado el cielo de color? El cielo o… el agua, quizás —Elucubró pensativa—. Tampoco sería extraño que Rocavarancolia tuviese algo que ver con esto… Puedo preguntarle a dama Diurna la próxima vez que la vea al respecto de esto. Si el Consejo ha venido a Dryfus a hacer algo ella debería saberlo.
Le intrigaba y le inquietaba a partes iguales. Tan solo esperaba que aquello que había provocado los extraños cambios no fuese perjudicial para su salud.
—¿De verdad? ¿Debería hacer aún más calor siendo invierno? —Expuso sus pensamientos en voz alta.
Alzó la vista al cielo cuando el paladín habló sobre su aparente inusual color, comenzando a preocuparse por lo que parecía alguna suerte de presagio para el enderth. Notar a Kirés ligeramente alterado aunque fuese por un momento le indicaba que el ave no bromeaba y que de verdad debía de estar sucediendo algo extraño en Dryfus. Echó a andar tras él una vez supo hacia qué dirección se dirigían, todavía observando los alrededores con cierta inquietud.
>>¿Crees que podría ser algún tipo de radiación mágica lo que ha cambiado el cielo de color? El cielo o… el agua, quizás —Elucubró pensativa—. Tampoco sería extraño que Rocavarancolia tuviese algo que ver con esto… Puedo preguntarle a dama Diurna la próxima vez que la vea al respecto de esto. Si el Consejo ha venido a Dryfus a hacer algo ella debería saberlo.
Le intrigaba y le inquietaba a partes iguales. Tan solo esperaba que aquello que había provocado los extraños cambios no fuese perjudicial para su salud.
- Poblo
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Nombre: Alyssa
Especie: Humana
Habilidades: Orientación, memoria y reflejos.
Re: Dryfus
10/07/17, 06:14 pm
Kirés:
Negó con la cabeza a la última pregunta de Irianna. –Aunque no es imposible, estoy bastante convencido de que lo que está pasando es un fenómeno natural, y sobre Rocavarancolia… hasta donde yo se no saben casi nada de este mundo aun, y no me los imagino consumiendo recursos a semejante escala tan de repente. No veo qué ganarían con ello.
Sacó una brújula de su zurrón. Sabía por sus indagaciones antes de venir en qué lugar del bosque se encontraba el portal, de modo que en cuanto supiera donde estaba el norte sabría llegar a los asentamientos circundantes. Una vez tuvo claro cuál de ellos iban a visitar empezó a moverse, pero primero avisó a la nebulomante:
–Viajaremos por las ramas. Es probable que tengas que moverte levitando más de una vez, pero eso no es lo peligroso: siempre que no estés flotando muévete con cuidado: los terremotos son frecuentes aquí, y aunque no sean tan fuertes como para dañar los árboles el bamboleo te podría tirar si te pilla por sorpresa.
El trayecto les llevó poco más de una hora y, durante el mismo, una de las cosas que notó kirés fue que los terremotos ahora eran más frecuentes y duraban más de lo que recordaba. No sabía si era su imaginación sin embargo ya que llevaba mucho tiempo sin pisar aquel bosque.
Una vez que tuvieron el asentamiento a la vista se detuvo un rato para darle a Irianna un tiempo para ver donde iban a meterse, pero además usó ese tiempo para reafirmar que no tenía de qué preocuparse. Estaban un poco lejos, pero la actividad en el lugar parecía ser la habitual en un lugar así. No había ningún indicio de alarma que pudiera ver.
–Bueno, hemos llegado. Esto es un asentamiento de los arbóreos, la nación clinger que se asienta en este bosque. Si tienes alguna pregunta este es probablemente el mejor momento para hacérmela, no creo que podamos hablar mucho una vez entremos.
Negó con la cabeza a la última pregunta de Irianna. –Aunque no es imposible, estoy bastante convencido de que lo que está pasando es un fenómeno natural, y sobre Rocavarancolia… hasta donde yo se no saben casi nada de este mundo aun, y no me los imagino consumiendo recursos a semejante escala tan de repente. No veo qué ganarían con ello.
Sacó una brújula de su zurrón. Sabía por sus indagaciones antes de venir en qué lugar del bosque se encontraba el portal, de modo que en cuanto supiera donde estaba el norte sabría llegar a los asentamientos circundantes. Una vez tuvo claro cuál de ellos iban a visitar empezó a moverse, pero primero avisó a la nebulomante:
–Viajaremos por las ramas. Es probable que tengas que moverte levitando más de una vez, pero eso no es lo peligroso: siempre que no estés flotando muévete con cuidado: los terremotos son frecuentes aquí, y aunque no sean tan fuertes como para dañar los árboles el bamboleo te podría tirar si te pilla por sorpresa.
El trayecto les llevó poco más de una hora y, durante el mismo, una de las cosas que notó kirés fue que los terremotos ahora eran más frecuentes y duraban más de lo que recordaba. No sabía si era su imaginación sin embargo ya que llevaba mucho tiempo sin pisar aquel bosque.
Una vez que tuvieron el asentamiento a la vista se detuvo un rato para darle a Irianna un tiempo para ver donde iban a meterse, pero además usó ese tiempo para reafirmar que no tenía de qué preocuparse. Estaban un poco lejos, pero la actividad en el lugar parecía ser la habitual en un lugar así. No había ningún indicio de alarma que pudiera ver.
–Bueno, hemos llegado. Esto es un asentamiento de los arbóreos, la nación clinger que se asienta en este bosque. Si tienes alguna pregunta este es probablemente el mejor momento para hacérmela, no creo que podamos hablar mucho una vez entremos.
- GiniroryuGM
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Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Dryfus
11/07/17, 05:36 pm
No supo qué más aportar a la conversación, pues no tenía el conocimiento necesario para poder realizar más conjeturas de las que había hecho, y especialmente si el enderth estaba convencido de que el extraño fenómeno no era externo a Dryfus. Siguió los pasos del paladín hasta que se detuvo para explicarle cómo debían proceder a continuación y la nebulomante asintió.
—Creo que no habrá problema en mantener la levitación durante el tiempo necesario.
El asunto de los terremotos le preocupaba un poco, pero confiaba en ser capaz de emplear la levitación a tiempo en caso de que ocurriese algún accidente inesperado.
El trayecto fue largo, la idrina empleó gran parte del mismo para preguntar a Kirés acerca de la sociedad clinger y la peligrosidad de aquel planeta. Los temblores de tierra quisieron dejar claro que el enderth no se estaba pasando de precavido al prevenirla acerca de ellos, pues fueron increíblemente frecuentes. Estaba claro que no era un buen lugar para hacer turismo, aunque en su opinión valía la pena visitarlo en al menos una ocasión.
Se detuvo cuando se le indicó y escudriñó los alrededores. Sabía que debían permanecer en silencio, y de todas formas estaba claro que aquel era el asentamiento al que se dirigían. Si no hubiese presenciado aquel extraño suceso entre Kirés y Xalkoth y Serpentaria, aquella sería la primera vez que vería un clinger, pero era la primera vez que veía más de uno de todas formas. Era una estampa peculiar ver a insectos gigantes desempeñando toda clase de funciones y sin duda si publicase una novela en Idris acerca de la sociedad clinger mucha gente habría calificado su obra o bien de “original” o bien de “excéntrica”. Pero aquello era la realidad, y a la nebulomante todavía le maravillaba la ingente cantidad de personas y sociedades distintas de las que tenía conocimiento, y más aún de las que potencialmente existirían pero jamás había oído hablar.
—Tan solo dime si es necesario que haga algo en concreto aparte de mantenerme invisible —respondió a Kirés—. Puedo usar mi niebla si necesito localizarte en caso de que te pierda de vista por algún motivo.
Por desgracia no disponía de ningún amuleto para comprender el idioma clinger, o hubiese empleado el tiempo en intentar escuchar conversaciones por si captaba algo acerca del extraño fenómeno.
—Creo que no habrá problema en mantener la levitación durante el tiempo necesario.
El asunto de los terremotos le preocupaba un poco, pero confiaba en ser capaz de emplear la levitación a tiempo en caso de que ocurriese algún accidente inesperado.
El trayecto fue largo, la idrina empleó gran parte del mismo para preguntar a Kirés acerca de la sociedad clinger y la peligrosidad de aquel planeta. Los temblores de tierra quisieron dejar claro que el enderth no se estaba pasando de precavido al prevenirla acerca de ellos, pues fueron increíblemente frecuentes. Estaba claro que no era un buen lugar para hacer turismo, aunque en su opinión valía la pena visitarlo en al menos una ocasión.
Se detuvo cuando se le indicó y escudriñó los alrededores. Sabía que debían permanecer en silencio, y de todas formas estaba claro que aquel era el asentamiento al que se dirigían. Si no hubiese presenciado aquel extraño suceso entre Kirés y Xalkoth y Serpentaria, aquella sería la primera vez que vería un clinger, pero era la primera vez que veía más de uno de todas formas. Era una estampa peculiar ver a insectos gigantes desempeñando toda clase de funciones y sin duda si publicase una novela en Idris acerca de la sociedad clinger mucha gente habría calificado su obra o bien de “original” o bien de “excéntrica”. Pero aquello era la realidad, y a la nebulomante todavía le maravillaba la ingente cantidad de personas y sociedades distintas de las que tenía conocimiento, y más aún de las que potencialmente existirían pero jamás había oído hablar.
—Tan solo dime si es necesario que haga algo en concreto aparte de mantenerme invisible —respondió a Kirés—. Puedo usar mi niebla si necesito localizarte en caso de que te pierda de vista por algún motivo.
Por desgracia no disponía de ningún amuleto para comprender el idioma clinger, o hubiese empleado el tiempo en intentar escuchar conversaciones por si captaba algo acerca del extraño fenómeno.
Re: Dryfus
11/07/17, 06:40 pm
Kirés:
La lacustre pronto vería que no iba a tener ningún problema en seguir al enderth, ya que nada más entrar se convirtió en el único ser vivo que no era de color negro en aquel lugar.
La presencia del enderth causó algo de revuelo de todos modos, ya que no era algo que se viera todos los días. Para bien o para mal Kirés llamaba la atención, aunque ya estaba acostumbrado a las miradas curiosas que le fueron dirigiendo la mayoría de clingers con los que se fue cruzando a medida que avanzaba por el asentamiento. De hecho, extrañamente le resultaban hasta nostálgicas, aunque no por ello menos incómodas.
Aquel lugar estaba diseñado verticalmente y no en horizontal como las ciudades de las que solían hablarle sus compañeros y por un momento le preocupó que aquello pudiera desorientar a la bruja, pero lo descartó rápidamente. Aún si se perdía siempre podía levitar hasta encontrarle de nuevo.Su objetivo final era el mercado, y lo encontró situado en una de las partes más elevadas de aquel asentamiento.
La forma que tenía este era más o menos la que cabría esperar de cualquiera, pero algo adaptada al estilo de vida local. Las ramas que lo componían habían sido podadas por la parte superior, de modo que se podían usar como si fueran calles horizontales corrientes. Eso si, no por ello dejaban de ser ramas gigantes asi que en vez de ser rutas rectas estas discurrían de forma un tanto serpenteante. A los lados de cada rama se iban encontrando de forma constante casetas de madera de forma esférica de no más de una planta de altitud. Estas estaban abiertas por el lado que daba hacia la “calle” y en ellas los mercaderes tenían sus escaparates con la mercancía que tenían expuesta. La mayoría de productos estaban atados para evitar que se pudieran caer si había un terremoto y aquellos que no se encontraban colocados de forma que caerían hacia el interior de la tienda, facilitando su recogida.
Si la lacustre se fijaba notaría que en las transacciones se pagaba principalmente con monedas fabricadas con ámbar, pero también se podía ver alguna vez algunas hechas de metal. Muchas eran circulares, pero también las había triangulares y cuadradas, lo que dejaba ver que su forma determinaba su valor y no algo escrito en ellas.
---
Tras errar un poco por el lugar Kirés acabó encontrando lo estaba buscando: un puesto en el que se ofrecían pasajes para viajar en naves aéreas. Se acercó al lugar y saludó con un gesto al dueño del puesto. poco después y de forma bastante veloz ambos interlocutores comenzaron a hablar entre sí mediante gestos.
Existían varios dialectos en dryfus, pero debido a las condiciones del mundo y a la fisiología clinger era muy raro que ninguna cultura se molestara en aprender el lenguaje de la otra. Sin embargo, de forma natural a los clingers se les da muy bien comunicarse por métodos no verbales y aunque kirés no era tan bueno como ellos había tenido que hacerlo con frecuencia en sus viajes antes de ser cosechado por lo que sabía obtener información y comunicar lo que necesitaba del mismo modo.
Si Irianna se encontraba mirando podría darse cuenta de que lo que empezába como una conversación normal para ambos pronto empezó a torcerse poco a poco, aunque sin acabar mal. Principalmente podría detectar que el clinger con el que se comunicaba pasado cierto punto empezó a responder principalmente con negativas mientras señalaba varias veces al cielo, y por cada una de ellas la frustración del enderth fue en aumento. Finalmente el propio paladín puso fin a la conversación de forma educada con una reverencia agradecida, y tras eso sus emociones se estabilizaron de nuevo.
Tras aquello el enderth decidió que iba siendo hora de poner al corriente a su compañera, y de paso comprobar personalmente lo que le habían contado. Comenzó a subir hacia la parte más alta del árbol y no se detuvo hasta que llegó arriba del todo: un lugar alejado de cualquier otro clinger. Una mirada al horizonte sin embargo bastó para ensombrecer su rostro.
–Estamos solos. Aquí podremos hablar sin que nos interrumpan –dijo al aire esperando que la nebulomante estuviera cerca y se hiciera visible.
–La buena noticia es que lo que ha pasado con el cielo no es grave para nosotros ni para los clinger, –comentó nada más ver a la bruja aparecer –la causa… creo que puedes verlo por ti misma –Se giró nuevamente hacia el horizonte.
Estaban arriba del todo por lo que se podía ver el bosque perdiéndose kilómetros y kilómetros hacia el horizonte y una vez allí… Nubes, unas nubes negras tan enormes y altas que aun a semejante distancia se alzaban de tal forma que para ver las zonas más altas tenías que torcer la cabeza hasta que te molestara la nuca. Del mismo modo se perdía a ambos lados del horizonte, haciendo difícil saber dónde acababa.
Lo más aterrador sin embargo eran los rayos. Había muchísimos, tantos que en un solo segundo aparecían más de los que se pudiera contar, no solo eso sino que por alguna razón la gran mayoría no eran blancos o morados o azules… sino que oscilaban en distintos tonos de rojos y naranjas.
–Nubes de ceniza, las más grandes que he visto nunca. En este mundo que estallen volcanes no es raro, de hecho es frecuente, pero entre lo que veo y lo que he conseguido que me cuenten en el mercado… esta es posiblemente la más grande que se recuerda. –De hecho el enderth sin saberlo se estaba quedando corto. estaban a más de mil kilómetros de ella y aun así de lo grande que es grande que parecía que estar aquí al lado.
–Esto es lo que ha hecho que el cielo cambie de color. Las partes más diluidas de la nube están viajando por encima de nosotros, filtrando la luz haciendo parecer que su color es otro.
Hizo una pausa, preparándose para soltar la primera bomba sobre Irianna.
–Y aquí viene la primera mala noticia: Nuestro destino está detrás de esa nube.
La lacustre pronto vería que no iba a tener ningún problema en seguir al enderth, ya que nada más entrar se convirtió en el único ser vivo que no era de color negro en aquel lugar.
La presencia del enderth causó algo de revuelo de todos modos, ya que no era algo que se viera todos los días. Para bien o para mal Kirés llamaba la atención, aunque ya estaba acostumbrado a las miradas curiosas que le fueron dirigiendo la mayoría de clingers con los que se fue cruzando a medida que avanzaba por el asentamiento. De hecho, extrañamente le resultaban hasta nostálgicas, aunque no por ello menos incómodas.
Aquel lugar estaba diseñado verticalmente y no en horizontal como las ciudades de las que solían hablarle sus compañeros y por un momento le preocupó que aquello pudiera desorientar a la bruja, pero lo descartó rápidamente. Aún si se perdía siempre podía levitar hasta encontrarle de nuevo.Su objetivo final era el mercado, y lo encontró situado en una de las partes más elevadas de aquel asentamiento.
La forma que tenía este era más o menos la que cabría esperar de cualquiera, pero algo adaptada al estilo de vida local. Las ramas que lo componían habían sido podadas por la parte superior, de modo que se podían usar como si fueran calles horizontales corrientes. Eso si, no por ello dejaban de ser ramas gigantes asi que en vez de ser rutas rectas estas discurrían de forma un tanto serpenteante. A los lados de cada rama se iban encontrando de forma constante casetas de madera de forma esférica de no más de una planta de altitud. Estas estaban abiertas por el lado que daba hacia la “calle” y en ellas los mercaderes tenían sus escaparates con la mercancía que tenían expuesta. La mayoría de productos estaban atados para evitar que se pudieran caer si había un terremoto y aquellos que no se encontraban colocados de forma que caerían hacia el interior de la tienda, facilitando su recogida.
Si la lacustre se fijaba notaría que en las transacciones se pagaba principalmente con monedas fabricadas con ámbar, pero también se podía ver alguna vez algunas hechas de metal. Muchas eran circulares, pero también las había triangulares y cuadradas, lo que dejaba ver que su forma determinaba su valor y no algo escrito en ellas.
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Tras errar un poco por el lugar Kirés acabó encontrando lo estaba buscando: un puesto en el que se ofrecían pasajes para viajar en naves aéreas. Se acercó al lugar y saludó con un gesto al dueño del puesto. poco después y de forma bastante veloz ambos interlocutores comenzaron a hablar entre sí mediante gestos.
Existían varios dialectos en dryfus, pero debido a las condiciones del mundo y a la fisiología clinger era muy raro que ninguna cultura se molestara en aprender el lenguaje de la otra. Sin embargo, de forma natural a los clingers se les da muy bien comunicarse por métodos no verbales y aunque kirés no era tan bueno como ellos había tenido que hacerlo con frecuencia en sus viajes antes de ser cosechado por lo que sabía obtener información y comunicar lo que necesitaba del mismo modo.
Si Irianna se encontraba mirando podría darse cuenta de que lo que empezába como una conversación normal para ambos pronto empezó a torcerse poco a poco, aunque sin acabar mal. Principalmente podría detectar que el clinger con el que se comunicaba pasado cierto punto empezó a responder principalmente con negativas mientras señalaba varias veces al cielo, y por cada una de ellas la frustración del enderth fue en aumento. Finalmente el propio paladín puso fin a la conversación de forma educada con una reverencia agradecida, y tras eso sus emociones se estabilizaron de nuevo.
Tras aquello el enderth decidió que iba siendo hora de poner al corriente a su compañera, y de paso comprobar personalmente lo que le habían contado. Comenzó a subir hacia la parte más alta del árbol y no se detuvo hasta que llegó arriba del todo: un lugar alejado de cualquier otro clinger. Una mirada al horizonte sin embargo bastó para ensombrecer su rostro.
–Estamos solos. Aquí podremos hablar sin que nos interrumpan –dijo al aire esperando que la nebulomante estuviera cerca y se hiciera visible.
–La buena noticia es que lo que ha pasado con el cielo no es grave para nosotros ni para los clinger, –comentó nada más ver a la bruja aparecer –la causa… creo que puedes verlo por ti misma –Se giró nuevamente hacia el horizonte.
Estaban arriba del todo por lo que se podía ver el bosque perdiéndose kilómetros y kilómetros hacia el horizonte y una vez allí… Nubes, unas nubes negras tan enormes y altas que aun a semejante distancia se alzaban de tal forma que para ver las zonas más altas tenías que torcer la cabeza hasta que te molestara la nuca. Del mismo modo se perdía a ambos lados del horizonte, haciendo difícil saber dónde acababa.
Lo más aterrador sin embargo eran los rayos. Había muchísimos, tantos que en un solo segundo aparecían más de los que se pudiera contar, no solo eso sino que por alguna razón la gran mayoría no eran blancos o morados o azules… sino que oscilaban en distintos tonos de rojos y naranjas.
–Nubes de ceniza, las más grandes que he visto nunca. En este mundo que estallen volcanes no es raro, de hecho es frecuente, pero entre lo que veo y lo que he conseguido que me cuenten en el mercado… esta es posiblemente la más grande que se recuerda. –De hecho el enderth sin saberlo se estaba quedando corto. estaban a más de mil kilómetros de ella y aun así de lo grande que es grande que parecía que estar aquí al lado.
–Esto es lo que ha hecho que el cielo cambie de color. Las partes más diluidas de la nube están viajando por encima de nosotros, filtrando la luz haciendo parecer que su color es otro.
Hizo una pausa, preparándose para soltar la primera bomba sobre Irianna.
–Y aquí viene la primera mala noticia: Nuestro destino está detrás de esa nube.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Dryfus
12/07/17, 02:09 am
Los clingers eran una especie difícil de leer, pero la curiosidad que levantaba Kirés resultaba evidente. Sabía que los enderth eran escasos, pero aquellas reacciones demostraban que hasta el punto de que probablemente la mayoría de clingers no veían a ninguno casi nunca. <<Si empiezan a llevarse a muchos a Rocavarancolia podrían acabar desapareciendo…>>. Le hubiese preguntado a Kirés qué pensaba al respecto, pero tal vez no le apeteciese hablar de un tema tan delicado y desagradable. Por suerte el plumaje blanco del paladín era un punto de referencia inequívoco y la lacustre pudo detenerse, oculta bajo la invisibilidad, a observar el asentamiento y sus particulares construcciones. Si no fuese porque veía a los habitantes entrar y salir de ellos, algunos de aquellos adosados a las ramas le parecerían deformaciones de los propios árboles gigantescos.
Tenía sentido que una ciudad en un árbol se construyese de forma vertical, pero no por ello resultó menos curioso a la idrina verse ascendiendo mientras seguía todo lo cerca que podía al enderth. Los detalles que pudo notar le indicaban que la sociedad clinger valoraba lo pragmático sobre cualquier otra cosa, ya que nada estaba hecho de la forma que fuese más visualmente agradable, sino eficiente. A la nebulomante le parecía que lo más adecuado era la coexistencia de ambas cosas, pero por supuesto en un planeta tan hostil como aquel era lógico que sus habitantes priorizasen su supervivencia hasta el extremo.
Curiosamente pudo seguir bastante bien la conversación que el enderth mantuvo con el clinger encargado del alquiler de naves, ya que esta transcurrió mediante gestos. No le costó entender que se negaba a ofrecerles el servicio ni tampoco el motivo. Tras la transacción fallida, siguió al paladín a las alturas y deshizo su hechizo cuando le confirmó que nadie les vería allí. La lacustre dirigió su vista hacia donde Kirés señalaba, permaneciendo inmóvil durante varios segundos contemplando aquellas enormes nubes de ceniza que cubrían el horizonte de forma amenazadora. Y la tormenta eléctrica que en ellas se desataba. Irianna no tenía miedo a los rayos, pero no hacía falta para preocuparse por lo que el enderth afirmó a continuación: tenían que atravesar aquel fenómeno en forma de desastre natural que se interponía entre ellos y el lugar al que se dirigían.
—Por el Reflejo… —Maldijo volviendo a apartar la vista de su acompañante para observar la ominosa entropía en la distancia—. ¿Y qué podemos hacer ahora? No nos hemos preparado para semejante… eventualidad.
No sabía si Kirés tenía algo en mente para solucionar el terrible obstáculo que les había surgido, pero tenía la impresión de que la respuesta más sensata era “regresar en otra ocasión”. Aun así, la nebulomante se sentía algo decepcionada porque le había entusiasmado la idea de montar en una máquina voladora.
Tenía sentido que una ciudad en un árbol se construyese de forma vertical, pero no por ello resultó menos curioso a la idrina verse ascendiendo mientras seguía todo lo cerca que podía al enderth. Los detalles que pudo notar le indicaban que la sociedad clinger valoraba lo pragmático sobre cualquier otra cosa, ya que nada estaba hecho de la forma que fuese más visualmente agradable, sino eficiente. A la nebulomante le parecía que lo más adecuado era la coexistencia de ambas cosas, pero por supuesto en un planeta tan hostil como aquel era lógico que sus habitantes priorizasen su supervivencia hasta el extremo.
Curiosamente pudo seguir bastante bien la conversación que el enderth mantuvo con el clinger encargado del alquiler de naves, ya que esta transcurrió mediante gestos. No le costó entender que se negaba a ofrecerles el servicio ni tampoco el motivo. Tras la transacción fallida, siguió al paladín a las alturas y deshizo su hechizo cuando le confirmó que nadie les vería allí. La lacustre dirigió su vista hacia donde Kirés señalaba, permaneciendo inmóvil durante varios segundos contemplando aquellas enormes nubes de ceniza que cubrían el horizonte de forma amenazadora. Y la tormenta eléctrica que en ellas se desataba. Irianna no tenía miedo a los rayos, pero no hacía falta para preocuparse por lo que el enderth afirmó a continuación: tenían que atravesar aquel fenómeno en forma de desastre natural que se interponía entre ellos y el lugar al que se dirigían.
—Por el Reflejo… —Maldijo volviendo a apartar la vista de su acompañante para observar la ominosa entropía en la distancia—. ¿Y qué podemos hacer ahora? No nos hemos preparado para semejante… eventualidad.
No sabía si Kirés tenía algo en mente para solucionar el terrible obstáculo que les había surgido, pero tenía la impresión de que la respuesta más sensata era “regresar en otra ocasión”. Aun así, la nebulomante se sentía algo decepcionada porque le había entusiasmado la idea de montar en una máquina voladora.
Re: Dryfus
22/12/17, 12:16 am
Kirés:
Ante la pregunta Kirés se cruzó de brazos y cerró los ojos, pensando.
–Se puede cruzar, o no habría visto comerciantes nómadas en el mercado. El verdadero problema es el precio: muy pocos pilotos cruzan las nubes, y los que lo hacen no son baratos. Necesitamos dinero, mucho dinero.
Abrió los ojos y apoyó la barbilla en una de sus garras mientras contemplaba la arboleda frente a él, tratando de trazar un plan.
“¿De donde saco tanto dinero en poco tiempo? Quizas si cazara algo… Pero no hay nada en esta zona que se venda tan alto salvo... ¡Claro!“
Se giró hacia Irianna con los ánimos recuperados.
–Tengo una idea. ¿Recuerdas los reptiles invisibles de los que te hablé? Vamos a cazar uno.
Lo que quería hacer sería una tarea prácticamente imposible y suicida para cualquier clinger o enderth de Dryfus, pero no para habitantes de Rocavarancolia. Si combinaban el factor sorpresa con la magia podrían lograrlo.
–Esta es la pega: lo que realmente vale es su piel pero solo si se puede usar como camuflaje. Cuando mueren su piel se queda permanentemente del último tono que tenía. Si matamos uno mientras está camuflado y lo bastante rápido como para que no pueda ser capaz de reaccionar tendríamos básicamente una capa de invisibilidad. Los clinger pagarán lo que sea por una de esas, incluidos pases de ida y vuelta a donde queramos.
Ante la pregunta Kirés se cruzó de brazos y cerró los ojos, pensando.
–Se puede cruzar, o no habría visto comerciantes nómadas en el mercado. El verdadero problema es el precio: muy pocos pilotos cruzan las nubes, y los que lo hacen no son baratos. Necesitamos dinero, mucho dinero.
Abrió los ojos y apoyó la barbilla en una de sus garras mientras contemplaba la arboleda frente a él, tratando de trazar un plan.
“¿De donde saco tanto dinero en poco tiempo? Quizas si cazara algo… Pero no hay nada en esta zona que se venda tan alto salvo... ¡Claro!“
Se giró hacia Irianna con los ánimos recuperados.
–Tengo una idea. ¿Recuerdas los reptiles invisibles de los que te hablé? Vamos a cazar uno.
Lo que quería hacer sería una tarea prácticamente imposible y suicida para cualquier clinger o enderth de Dryfus, pero no para habitantes de Rocavarancolia. Si combinaban el factor sorpresa con la magia podrían lograrlo.
–Esta es la pega: lo que realmente vale es su piel pero solo si se puede usar como camuflaje. Cuando mueren su piel se queda permanentemente del último tono que tenía. Si matamos uno mientras está camuflado y lo bastante rápido como para que no pueda ser capaz de reaccionar tendríamos básicamente una capa de invisibilidad. Los clinger pagarán lo que sea por una de esas, incluidos pases de ida y vuelta a donde queramos.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Dryfus
23/12/17, 11:40 am
La respuesta de Kirés la hizo asentir con entendimiento: con el poder del dinero sí estaba perfectamente familiarizada, demasiado. Pero parecía ser su única opción y, sin duda, el enderth estaba tratando de pensar en una forma de conseguirlo a juzgar por la pose que adoptó poco después. El paladín dio muestras de haber dado con una pronta solución y la idrina le dirigió una mirada expectante. No podía decir que esperase aquella respuesta, pero lo mismo hubiese sido cierto con cualquier otra cosa que Kirés hubiese dicho, probablemente.
—No suena… fácil. Pero si nos protegemos bien minimizaremos los riesgos.
La nebulomante no estaba acostumbrada a la cacería de forma directa, aunque durante sus viajes en Krabelin había asistido a Kimbra en varias ocasiones por lo que tampoco le era una práctica completamente desconocida.
Se encontraba pensando en qué clase de hechizos necesitarían como preparación previa cuando el enderth volvió a hablar para explicar un pequeño detalle que cambiaba un poco las cosas.
—Entonces tendremos que ingeniárnoslas bien para conseguir eso. Tal vez podamos hacerle creer que no somos capaz de verle mientras está camuflado y preparar un ataque contundente para cuando intente pillarnos por sorpresa… Creo que mi niebla puede resultar útil.
La lacustre trataba de imaginarse la escena como si la estuviese tratando de plasmar en su libreta de relatos. Pero lo primero eran las protecciones.
—No suena… fácil. Pero si nos protegemos bien minimizaremos los riesgos.
La nebulomante no estaba acostumbrada a la cacería de forma directa, aunque durante sus viajes en Krabelin había asistido a Kimbra en varias ocasiones por lo que tampoco le era una práctica completamente desconocida.
Se encontraba pensando en qué clase de hechizos necesitarían como preparación previa cuando el enderth volvió a hablar para explicar un pequeño detalle que cambiaba un poco las cosas.
—Entonces tendremos que ingeniárnoslas bien para conseguir eso. Tal vez podamos hacerle creer que no somos capaz de verle mientras está camuflado y preparar un ataque contundente para cuando intente pillarnos por sorpresa… Creo que mi niebla puede resultar útil.
La lacustre trataba de imaginarse la escena como si la estuviese tratando de plasmar en su libreta de relatos. Pero lo primero eran las protecciones.
Re: Dryfus
23/12/17, 07:09 pm
Kirés:
–De hecho sí –Dijo Kirés respondiendo a la última frase de Irianna. –En concreto mi idea era…
Dejó de hablar de repente, ya que había oído el sonido de gente subiendo a donde se encontraban. Rápidamente se lo hizo saber con gestos a la lacustre por si no se hubiera percatado ella también y, acto seguido, barrió el horizonte con la mirada hasta encontrar lo que buscaba y señaló la copa de un árbol.
–Nos vemos allí, en la cima. Será más fácil discutir esto fuera del asentamiento.
Tras decir lo último volvió a situarse mirando la nube de cenizas y esperó hasta que los dos clingers que estaban subiendo a curiosear lo vieran solo, ya que la lacustre se habría ocultado ya para entonces. Una vez los curiosos se marcharan el enderth cubriría la mayor parte de la distancia planeando.
Después de que los dos clingers se marcharan esperó un par de minutos por si acaso y, una vez estuvo seguro de que no le iban a volver a molestar, tomó carrerilla, saltó de la copa y desplegó sus alas.
El planeo duró varios minutos, y durante ese tiempo muchas cosas pasaron por la cabeza de Kirés, cosas a las que no había dedicado tiempo para pensar desde hacía tiempo. Durante el primer minuto, aprovechando que aun estaba sobrevolando el asentamiento y que no había peligro el enderth decidió cerrar los ojos y relajarse un poco. Mientras sentía el viento pasar a través de sus plumas y el silbido que surgía de estas como consecuencia de ello, el ave se dió cuenta de algo: aquella era la primera vez que había planeado con tranquilidad en Dryfus desde que lo habían cosechado, ya tiempo atrás. Pero… ¿Por qué se fijaba en ese detalle ahora? No es como si aquello importara. “O quizás...
Se terminó el minuto y con él los pensamientos que pasaban por su mente. Abrió los ojos y conjuró el hechizo de visión térmica que habían aprendido antes de venir a su mundo. Ya no estaba sobrevolando el asentamiento, sino zonas salvajes por lo que ya no estaba en un lugar seguro. Dedicó el tiempo que le quedaba sobrevolando la zona para buscar camaleones invisibles, pero no encontró ninguno. Por supuesto eso no significaba que estuvieran ahí ya que además de poder volverse invisibles también estaba el problema de que eran animales de sangre fría. Aún con la visión térmica sería dificil verlos hasta que estuvieran cerca.
Aterrizó en las ramas del árbol en el que había acordado reunirse con la idrina y comenzó a escalar. Volvería a otear el terreno desde la cima por si se le había pasado algo mientras esperaba hasta que le alcanzara Irianna.
–De hecho sí –Dijo Kirés respondiendo a la última frase de Irianna. –En concreto mi idea era…
Dejó de hablar de repente, ya que había oído el sonido de gente subiendo a donde se encontraban. Rápidamente se lo hizo saber con gestos a la lacustre por si no se hubiera percatado ella también y, acto seguido, barrió el horizonte con la mirada hasta encontrar lo que buscaba y señaló la copa de un árbol.
–Nos vemos allí, en la cima. Será más fácil discutir esto fuera del asentamiento.
Tras decir lo último volvió a situarse mirando la nube de cenizas y esperó hasta que los dos clingers que estaban subiendo a curiosear lo vieran solo, ya que la lacustre se habría ocultado ya para entonces. Una vez los curiosos se marcharan el enderth cubriría la mayor parte de la distancia planeando.
Después de que los dos clingers se marcharan esperó un par de minutos por si acaso y, una vez estuvo seguro de que no le iban a volver a molestar, tomó carrerilla, saltó de la copa y desplegó sus alas.
El planeo duró varios minutos, y durante ese tiempo muchas cosas pasaron por la cabeza de Kirés, cosas a las que no había dedicado tiempo para pensar desde hacía tiempo. Durante el primer minuto, aprovechando que aun estaba sobrevolando el asentamiento y que no había peligro el enderth decidió cerrar los ojos y relajarse un poco. Mientras sentía el viento pasar a través de sus plumas y el silbido que surgía de estas como consecuencia de ello, el ave se dió cuenta de algo: aquella era la primera vez que había planeado con tranquilidad en Dryfus desde que lo habían cosechado, ya tiempo atrás. Pero… ¿Por qué se fijaba en ese detalle ahora? No es como si aquello importara. “O quizás...
Se terminó el minuto y con él los pensamientos que pasaban por su mente. Abrió los ojos y conjuró el hechizo de visión térmica que habían aprendido antes de venir a su mundo. Ya no estaba sobrevolando el asentamiento, sino zonas salvajes por lo que ya no estaba en un lugar seguro. Dedicó el tiempo que le quedaba sobrevolando la zona para buscar camaleones invisibles, pero no encontró ninguno. Por supuesto eso no significaba que estuvieran ahí ya que además de poder volverse invisibles también estaba el problema de que eran animales de sangre fría. Aún con la visión térmica sería dificil verlos hasta que estuvieran cerca.
Aterrizó en las ramas del árbol en el que había acordado reunirse con la idrina y comenzó a escalar. Volvería a otear el terreno desde la cima por si se le había pasado algo mientras esperaba hasta que le alcanzara Irianna.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Dryfus
24/12/17, 01:10 pm
Había oído los sonidos, pero los gestos de Kirés fueron lo que la pusieron en macha del todo. Ya preparaba el conjuro de invisibilidad cuando el enderth le señaló el punto de encuentro, y la lacustre asintió antes de volverse invisible. Decidió no moverse demasiado mientras los clingers curiosos estuviesen cerca, ya que no le había dado tiempo a usar un hechizo insonorizador. Una vez vio al paladín prepararse para echar a volar, ella hizo lo propio sirviéndose de la levitación. Trató de no perder de vista la trayectoria que seguía el enderth y permaneció sobrevolando el árbol designado mientras Kirés escalaba hacia la parte superior. Manteniendo la levitación, ya que no se fiaba de su habilidad para mantenerse en pie en la copa del árbol, se volvió visible cerca del enderth.
—¿Cuál es el plan? —Preguntó queriendo saber lo que el paladín iba a decir antes de que les interrumpieran.
—¿Cuál es el plan? —Preguntó queriendo saber lo que el paladín iba a decir antes de que les interrumpieran.
Re: Dryfus
26/12/17, 06:13 pm
Kirés:
Saludó con un gesto a Irianna cuando la vió hacerse visible. La lacustre no perdió un segundo, de modo que el enderth reaccionó del mismo modo y respondió a la pregunta que le acababan de hacer:
–Encontrar uno es lo primero por supuesto, pero lo verdaderamente complicado será la caza en sí– Dijo. De hecho esta caza tendría que ser perfecta, de las que no se podía cometer un solo error, pero omitió esa última parte a propósito. Ya le había dicho que sería difícil, añadir más solo serviría para poner a la idrina bajo presión. Más presión implicaba más errores.
–Hay que pillarlo por sorpresa, esto es crucial. Tiene que morir instantáneamente sin sospechar siquiera que pueda haber un peligro cerca. Pero a la vez tiene que estar lo bastante alerta como para que decida camuflarse. –Echó un último vistazo a sus alrededores para confirmar que no veía ninguna criatura en las proximidades y luego se volvió hacia Irianna.
–Mi plan es este: Quiero que uses tu niebla para encontrar un lagarto que esté cazando en solitario. Una vez lo hagas dame su posición y mientras me esté acercando aumenta la densidad de la niebla para que no se vea nada. Sin línea de visión lo más probable es que el lagarto decida camuflarse para evitar que lo pillen por sorpresa. Esperaré a que lo haga y entonces lo mataré. ¿Qué opinas?
Saludó con un gesto a Irianna cuando la vió hacerse visible. La lacustre no perdió un segundo, de modo que el enderth reaccionó del mismo modo y respondió a la pregunta que le acababan de hacer:
–Encontrar uno es lo primero por supuesto, pero lo verdaderamente complicado será la caza en sí– Dijo. De hecho esta caza tendría que ser perfecta, de las que no se podía cometer un solo error, pero omitió esa última parte a propósito. Ya le había dicho que sería difícil, añadir más solo serviría para poner a la idrina bajo presión. Más presión implicaba más errores.
–Hay que pillarlo por sorpresa, esto es crucial. Tiene que morir instantáneamente sin sospechar siquiera que pueda haber un peligro cerca. Pero a la vez tiene que estar lo bastante alerta como para que decida camuflarse. –Echó un último vistazo a sus alrededores para confirmar que no veía ninguna criatura en las proximidades y luego se volvió hacia Irianna.
–Mi plan es este: Quiero que uses tu niebla para encontrar un lagarto que esté cazando en solitario. Una vez lo hagas dame su posición y mientras me esté acercando aumenta la densidad de la niebla para que no se vea nada. Sin línea de visión lo más probable es que el lagarto decida camuflarse para evitar que lo pillen por sorpresa. Esperaré a que lo haga y entonces lo mataré. ¿Qué opinas?
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Dryfus
26/12/17, 11:04 pm
Se mantuvo atenta a las explicaciones de su interlocutor, asintiendo seriamente para indicar que comprendía qué se esperaba de ella. Tal y como decía Kirés no parecía precisamente coser y cantar, pero confiaba en poder llevar a cabo su parte.
—Empezaré a expandir un banco de niebla desde aquí y guardaré las distancias con su límite, entonces. —Varios finos hilos de niebla comenzaron a emanar de su cuerpo mientras hablaba—. Espero que no haya más criaturas que se parezcan demasiado a lo que estamos buscando: no puedo saber con precisión absoluta si estoy notando la presencia correcta cuando se trata de algo de lo que solo cuento con su descripción —aclaró no queriendo dar la sensación de que se creía infalible cuando no era cierto.
La bruma se había ido expandiendo a su alrededor y, poco a poco, había comenzado a apoderarse de la zona envolviéndola en lo que por el momento era una fina capa de condensación que apenas dificultaba la visión. A continuación comenzó a desplazarse, haciendo avanzar el banco de niebla lenta pero progresivamente a varios metros por delante de su posición, atenta a las presencias que iba detectando. Había muchas criaturas de distintos tamaños y formas imprecisas que tan solo podía tratar de intuir si se encontraban lo suficientemente cerca. Durante varios minutos tan solo buscó, tratando de ignorar a los seres que no eran lo suficientemente grandes como para merecer su atención y según pasaba el tiempo su confianza acerca de poder encontrarlo había empezado a disminuir.
—Creo que… —se detuvo de pronto y se dirigió al enderth sin alzar demasiado la voz. Calló repentinamente, tratando de concentrarse en lo que notaba hacia el final de su alcance y aumentando la densidad de la niebla paulatinamente—. Noto una presencia que podría ser… Acaba de descender desde cierta altura hasta el suelo. Coincide el tamaño… es posible que también la forma. A unos diez metros por delante de nosotros —informó con todos los detalles que supuso que podían ser de ayuda.
—Empezaré a expandir un banco de niebla desde aquí y guardaré las distancias con su límite, entonces. —Varios finos hilos de niebla comenzaron a emanar de su cuerpo mientras hablaba—. Espero que no haya más criaturas que se parezcan demasiado a lo que estamos buscando: no puedo saber con precisión absoluta si estoy notando la presencia correcta cuando se trata de algo de lo que solo cuento con su descripción —aclaró no queriendo dar la sensación de que se creía infalible cuando no era cierto.
La bruma se había ido expandiendo a su alrededor y, poco a poco, había comenzado a apoderarse de la zona envolviéndola en lo que por el momento era una fina capa de condensación que apenas dificultaba la visión. A continuación comenzó a desplazarse, haciendo avanzar el banco de niebla lenta pero progresivamente a varios metros por delante de su posición, atenta a las presencias que iba detectando. Había muchas criaturas de distintos tamaños y formas imprecisas que tan solo podía tratar de intuir si se encontraban lo suficientemente cerca. Durante varios minutos tan solo buscó, tratando de ignorar a los seres que no eran lo suficientemente grandes como para merecer su atención y según pasaba el tiempo su confianza acerca de poder encontrarlo había empezado a disminuir.
—Creo que… —se detuvo de pronto y se dirigió al enderth sin alzar demasiado la voz. Calló repentinamente, tratando de concentrarse en lo que notaba hacia el final de su alcance y aumentando la densidad de la niebla paulatinamente—. Noto una presencia que podría ser… Acaba de descender desde cierta altura hasta el suelo. Coincide el tamaño… es posible que también la forma. A unos diez metros por delante de nosotros —informó con todos los detalles que supuso que podían ser de ayuda.
Re: Dryfus
27/12/17, 05:53 pm
Kirés:
Conformes con el plan, Kirés se dedicó a montar guardia en silencio mientras Iriana desempeñaba su parte. Durante este tiempo el enderth no pudo evitar dedicarle alguna mirada curiosa a la idrina de vez en cuando, ya que esta era la primera vez que veía a una nebulomante en acción. Fueron pasando los minutos y la lacustre seguía sin dar muestras de haber encontrado a ninguno, pero aquello no sorprendía a Kirés, que se mantuvo impasible. Ser dificiles de detectar era lo que hacía que aquellas criaturas fueran tan peligrosas después de todo.
Sin embargo no tuvo que esperar mucho más. Unos minutos después La idrina le indicó que tenía algo, aunque sin estar del todo segura de que era lo que buscaban.
–De acuerdo, voy a hacerme invisible y a acercarme. Sígueme con la niebla: si no es la criatura que buscamos símplemente volveré y continuamos la búsqueda, pero si lo es alzaré una garra para indicarlo. Si lo hago será porque seguimos el plan original: aumenta la densidad de la niebla y luego atacaré.
Tras recibir confirmación de Irianna, el enderth conjuró sobre si mismo hechizos de invisibilidad e insonorización. Luego saltó y planeó hacia la zona que le había señalado. No aterrizó en el árbol, sino que cuando estaba cerca del lugar conjuró un hechizo de levitación y se colocó flotando por encima del lugar donde tenía que estar el camaleón. De ser lo que buscaban no quería dar ninguna pista de su paradero, ni siquiera algo tan tenue como las vibraciones de la rama si Kirés aterrizaba en ella. Una vez en posición barrió la zona con un hechizo de visión térmica, y encontró lo que buscaba.
La lacustre no se había equivocado: debajo de él, completamente invisible, había un camaleón de más de tres metros de longitud, camuflado y en completo silencio. Sis dos ojos miraban cada uno en distintas direcciones, probablemente confundido por la repentina aparición de la neblina.
Aquellas eran probablemente las mejores condiciones que los dos transformados iban a tener, y Kirés sabía que lo mejor era no perder ningún tiempo. Rápidamente alzó una garra para darle la señal a la nebulomante, y tras ello se hizo a sí mismo intangible. Esperó mientras la niebla se iba haciendo más y más densa, hasta que la visibilidad fue tan baja que no podía ver más allá de la rama donde se encontraban, y entonces descendió hasta su presa. Kirés conocía la anatomía de aquellos camaleones, armado con esa información y ayudándose de la visión térmica el paladín introdujo su garra lentamente en el interior de su presa, hasta alcanzar el corazón de su víctima. Una vez lo alcanzó no perdió el tiempo y lanzó un hechizo de carga eléctrica a traves de sus dedos.
El efecto fue inmediato: El hechizo detuvo el corazón de su víctima de forma instantánea y el lagarto se quedó tieso un instante, para luego caer muerto en el sitio. En cuanto confirmó su muerte el paladín suspiró aliviado, dándose cuenta ahora de que había estado en tensión durante todo aquel tiempo. Comenzó a deshacer los hechizos de ocultación que se había tirado encima y una vez visible hizo gestos en la dirección donde debía encontrarse Irianna para indicarle que todo había salido bien y que podía acercarse.
La cacería había sido un éxito.
Conformes con el plan, Kirés se dedicó a montar guardia en silencio mientras Iriana desempeñaba su parte. Durante este tiempo el enderth no pudo evitar dedicarle alguna mirada curiosa a la idrina de vez en cuando, ya que esta era la primera vez que veía a una nebulomante en acción. Fueron pasando los minutos y la lacustre seguía sin dar muestras de haber encontrado a ninguno, pero aquello no sorprendía a Kirés, que se mantuvo impasible. Ser dificiles de detectar era lo que hacía que aquellas criaturas fueran tan peligrosas después de todo.
Sin embargo no tuvo que esperar mucho más. Unos minutos después La idrina le indicó que tenía algo, aunque sin estar del todo segura de que era lo que buscaban.
–De acuerdo, voy a hacerme invisible y a acercarme. Sígueme con la niebla: si no es la criatura que buscamos símplemente volveré y continuamos la búsqueda, pero si lo es alzaré una garra para indicarlo. Si lo hago será porque seguimos el plan original: aumenta la densidad de la niebla y luego atacaré.
Tras recibir confirmación de Irianna, el enderth conjuró sobre si mismo hechizos de invisibilidad e insonorización. Luego saltó y planeó hacia la zona que le había señalado. No aterrizó en el árbol, sino que cuando estaba cerca del lugar conjuró un hechizo de levitación y se colocó flotando por encima del lugar donde tenía que estar el camaleón. De ser lo que buscaban no quería dar ninguna pista de su paradero, ni siquiera algo tan tenue como las vibraciones de la rama si Kirés aterrizaba en ella. Una vez en posición barrió la zona con un hechizo de visión térmica, y encontró lo que buscaba.
La lacustre no se había equivocado: debajo de él, completamente invisible, había un camaleón de más de tres metros de longitud, camuflado y en completo silencio. Sis dos ojos miraban cada uno en distintas direcciones, probablemente confundido por la repentina aparición de la neblina.
Aquellas eran probablemente las mejores condiciones que los dos transformados iban a tener, y Kirés sabía que lo mejor era no perder ningún tiempo. Rápidamente alzó una garra para darle la señal a la nebulomante, y tras ello se hizo a sí mismo intangible. Esperó mientras la niebla se iba haciendo más y más densa, hasta que la visibilidad fue tan baja que no podía ver más allá de la rama donde se encontraban, y entonces descendió hasta su presa. Kirés conocía la anatomía de aquellos camaleones, armado con esa información y ayudándose de la visión térmica el paladín introdujo su garra lentamente en el interior de su presa, hasta alcanzar el corazón de su víctima. Una vez lo alcanzó no perdió el tiempo y lanzó un hechizo de carga eléctrica a traves de sus dedos.
El efecto fue inmediato: El hechizo detuvo el corazón de su víctima de forma instantánea y el lagarto se quedó tieso un instante, para luego caer muerto en el sitio. En cuanto confirmó su muerte el paladín suspiró aliviado, dándose cuenta ahora de que había estado en tensión durante todo aquel tiempo. Comenzó a deshacer los hechizos de ocultación que se había tirado encima y una vez visible hizo gestos en la dirección donde debía encontrarse Irianna para indicarle que todo había salido bien y que podía acercarse.
La cacería había sido un éxito.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Dryfus
27/12/17, 11:20 pm
—Muy bien.
La lacustre hizo lo que Kirés le había dicho y, siguiendo sus movimientos mediante su percepción en el interior de la niebla que hacían posible que supiese donde se encontraba el paladín a pesar de sus hechizos de camuflaje, se fue desplazando a una velocidad equivalente a la del enderth pero guardando distancias. Al mismo tiempo, más niebla abandonaba su cuerpo para sumarse al banco que cada vez se concentraba y espesaba más alrededor de ambos transformados y su posible presa. Cuando recibió la señal, la bruma se convirtió en una nube que ofuscaba completamente el paso de la luz. Tan solo podía intuir vagamente lo que estaba sucediendo, pero pudo notar como el ser que tenían en su punto de mira dejaba de tener vida y se convertía en una presencia inanimada. El cambio en lo que percibía cuando algo se moría en el interior de su niebla siempre era brusco y, a pesar de que seguía ahí, dejaba un extraño vacío repentino que, tan efímero como la vida misma, se convertía en una causalidad carente de importancia enseguida.
Pronto se reunió con Kirés y retiró paulatinamente el banco de niebla hasta volver a absorberlo por completo, pudiendo ahora ver con la vista la criatura que el paladín había cazado con su pericia.
—Impresionante, eres tan buen cazador como Kimbra. Aunque tú posees más sutileza, claro —le dijo esbozando una sonrisa divertida—. Ahora hay que venderlo, ¿no es así? Creo que permaneceré oculta bajo un manto de niebla a medio camino mientras te encargas de eso: mantener la invisibilidad más de lo estrictamente necesario podría salir caro.
La lacustre hizo lo que Kirés le había dicho y, siguiendo sus movimientos mediante su percepción en el interior de la niebla que hacían posible que supiese donde se encontraba el paladín a pesar de sus hechizos de camuflaje, se fue desplazando a una velocidad equivalente a la del enderth pero guardando distancias. Al mismo tiempo, más niebla abandonaba su cuerpo para sumarse al banco que cada vez se concentraba y espesaba más alrededor de ambos transformados y su posible presa. Cuando recibió la señal, la bruma se convirtió en una nube que ofuscaba completamente el paso de la luz. Tan solo podía intuir vagamente lo que estaba sucediendo, pero pudo notar como el ser que tenían en su punto de mira dejaba de tener vida y se convertía en una presencia inanimada. El cambio en lo que percibía cuando algo se moría en el interior de su niebla siempre era brusco y, a pesar de que seguía ahí, dejaba un extraño vacío repentino que, tan efímero como la vida misma, se convertía en una causalidad carente de importancia enseguida.
Pronto se reunió con Kirés y retiró paulatinamente el banco de niebla hasta volver a absorberlo por completo, pudiendo ahora ver con la vista la criatura que el paladín había cazado con su pericia.
—Impresionante, eres tan buen cazador como Kimbra. Aunque tú posees más sutileza, claro —le dijo esbozando una sonrisa divertida—. Ahora hay que venderlo, ¿no es así? Creo que permaneceré oculta bajo un manto de niebla a medio camino mientras te encargas de eso: mantener la invisibilidad más de lo estrictamente necesario podría salir caro.
Re: Dryfus
30/12/17, 01:32 am
Kirés:
La nebulomante llegó a su lado al mismo tiempo que la niebla se iba disipando. Le agradeció el elogio acerca de la caza, aunque no terminó de entender la comparación con Kimbra. ¿Diferencias de estilo quizas? ¿O tal vez tenía que ver con su transformación? No recordaba en que se había convertido la cazadora de Krabelin.
–Primero voy a despellejarlo. Normalmente llevaría la caza entera al asentamiento, pero con lo grande que es trocearlo llevaría mucho tiempo, y no puedo llevarlo con magia sin levantar sospechas. Así que me quedaré solo con la piel. –Mientras hablaba había terminado de colocar el cadáver en posición y ahora acababa de sacar un cuchillo para empezar, pero antes de empezar se paró un segundo y se giró hacia la idrina.
–Acabo de darme cuenta. No sé cómo llevas tu el tema de ver sangre o cadáveres abiertos en general, asi que aviso por si acaso: esto no va a ser agradable de ver. Por si prefirieras no mirar o adelantarte.
Independientemente de lo que decidiera la idrina, Kirés comenzó el proceso tras decir aquello. Valiéndose tanto del cuchillo como de su magia, así como de sus nuevas capacidades físicas como paladín, realizó el trabajo con relativa rapidez y una vez terminado la piel se encontraba empaquetada y lista para llevarla de vuelta al asentamiento.
Durante el trayecto de vuelta al asentamiento se encontró sin darse cuenta pensando en lo que había pasado durante la ida. Ya le había pasado varias veces desde que habían llegado a Dryfus: cada vez que hacía algo no hacía sino compararlo con cómo eran las cosas antes de la cosecha. Antes había sido el planeo, ahora estaba pensando en lo facil que había sido cazar al camaleón alado y lo dificil o incluso imposible que habría resultado hacerlo antes de transformarse. Hasta ahora simplemente había restado importancia a aquello, suponiendolo pura nostalgia, pero cada vez que apartaba aquellos pensamientos en su mente más se le metía en la cabeza que lo de “nostalgia” era solo una excusa, y que sus pensamientos sobre el tema ocultaban algo distinto.
Tal y como esperaba, su llegada con la piel al asentamiento causó bastante revuelo. Los clingers de todos los niveles se congregaron a su alrededor para poder echarle un vistazo a la piel que traía, y ni que decir tiene que no fue dificil venderla a un precio desorbitado, los compradores prácticamente se pegaban por ofrecer un precio más alto que la competencia. Todo el mundo sabía lo valioso que era poder camuflarse en un mundo donde todo podía y quería matarte. Al final se la acabó vendiendo a un artesano que sin duda se sacaría su propia fortuna posteriormente tejiendo ropa con la piel para vendersela a otros cazadores.
Con el dinero en su poder ya solo tuvo que conseguir el billete para la travesía. Alquiló sin dificultades un navío pequeño en el que solo viajaban los transformados y el piloto y tras eso el paladín volvió a abandonar el asentamiento para encontrarse con la nebulomante.
No fue difícil, ya que la única niebla de la zona era obra suya, y una vez en su interior la propia idrina le despejó el camino para que pudieran reunirse sin dificultades.
–Todo listo –Comenzó tras haber realizado un saludo de cortesía. –He alquilado un navío volador pequeño para que nos lleve hasta los nómadas. Tendrás que colarte invisible en él, pero una vez hayamos despegado el piloto no puede dejar su asiento hasta aterrizar, por lo que podremos viajar tranquilamente sin miedo a que te descubran.
Posteriormente se puso a explicarle donde estaban las plataformas aéreas y qué nave era la que tendría que abordar. Si la lacustre se fijaba podría notar que el enderth estaba inquieto, y que estaba aprovechando la conversación para intentar distraerse de sus propios pensamientos.
La nebulomante llegó a su lado al mismo tiempo que la niebla se iba disipando. Le agradeció el elogio acerca de la caza, aunque no terminó de entender la comparación con Kimbra. ¿Diferencias de estilo quizas? ¿O tal vez tenía que ver con su transformación? No recordaba en que se había convertido la cazadora de Krabelin.
–Primero voy a despellejarlo. Normalmente llevaría la caza entera al asentamiento, pero con lo grande que es trocearlo llevaría mucho tiempo, y no puedo llevarlo con magia sin levantar sospechas. Así que me quedaré solo con la piel. –Mientras hablaba había terminado de colocar el cadáver en posición y ahora acababa de sacar un cuchillo para empezar, pero antes de empezar se paró un segundo y se giró hacia la idrina.
–Acabo de darme cuenta. No sé cómo llevas tu el tema de ver sangre o cadáveres abiertos en general, asi que aviso por si acaso: esto no va a ser agradable de ver. Por si prefirieras no mirar o adelantarte.
Independientemente de lo que decidiera la idrina, Kirés comenzó el proceso tras decir aquello. Valiéndose tanto del cuchillo como de su magia, así como de sus nuevas capacidades físicas como paladín, realizó el trabajo con relativa rapidez y una vez terminado la piel se encontraba empaquetada y lista para llevarla de vuelta al asentamiento.
Durante el trayecto de vuelta al asentamiento se encontró sin darse cuenta pensando en lo que había pasado durante la ida. Ya le había pasado varias veces desde que habían llegado a Dryfus: cada vez que hacía algo no hacía sino compararlo con cómo eran las cosas antes de la cosecha. Antes había sido el planeo, ahora estaba pensando en lo facil que había sido cazar al camaleón alado y lo dificil o incluso imposible que habría resultado hacerlo antes de transformarse. Hasta ahora simplemente había restado importancia a aquello, suponiendolo pura nostalgia, pero cada vez que apartaba aquellos pensamientos en su mente más se le metía en la cabeza que lo de “nostalgia” era solo una excusa, y que sus pensamientos sobre el tema ocultaban algo distinto.
Tal y como esperaba, su llegada con la piel al asentamiento causó bastante revuelo. Los clingers de todos los niveles se congregaron a su alrededor para poder echarle un vistazo a la piel que traía, y ni que decir tiene que no fue dificil venderla a un precio desorbitado, los compradores prácticamente se pegaban por ofrecer un precio más alto que la competencia. Todo el mundo sabía lo valioso que era poder camuflarse en un mundo donde todo podía y quería matarte. Al final se la acabó vendiendo a un artesano que sin duda se sacaría su propia fortuna posteriormente tejiendo ropa con la piel para vendersela a otros cazadores.
Con el dinero en su poder ya solo tuvo que conseguir el billete para la travesía. Alquiló sin dificultades un navío pequeño en el que solo viajaban los transformados y el piloto y tras eso el paladín volvió a abandonar el asentamiento para encontrarse con la nebulomante.
No fue difícil, ya que la única niebla de la zona era obra suya, y una vez en su interior la propia idrina le despejó el camino para que pudieran reunirse sin dificultades.
–Todo listo –Comenzó tras haber realizado un saludo de cortesía. –He alquilado un navío volador pequeño para que nos lleve hasta los nómadas. Tendrás que colarte invisible en él, pero una vez hayamos despegado el piloto no puede dejar su asiento hasta aterrizar, por lo que podremos viajar tranquilamente sin miedo a que te descubran.
Posteriormente se puso a explicarle donde estaban las plataformas aéreas y qué nave era la que tendría que abordar. Si la lacustre se fijaba podría notar que el enderth estaba inquieto, y que estaba aprovechando la conversación para intentar distraerse de sus propios pensamientos.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Dryfus
01/01/18, 06:32 pm
La lacustre esperó pacientemente en el interior de la niebla esperando la vuelta de Kirés, pasando el rato fijándose en lo que captaba su percepción y haciendo una pequeña lista mental de la clase de criaturas que había por allí.
El enderth volvió no mucho después y la idrina volvió a absorber la niebla al notar su presencia en el interior. Levaba buenas noticias y le explicó cómo procederían a continuación.
—Bien, yo te sigo —asintió ante sus palabras antes de ponerse en marcha tras él. Tenía que volverse invisible enseguida según se acercaban a la ciudad, pero había notado un cambio en el lenguaje corporal del paladín y creyó conveniente preguntarle al respecto—. ¿Crees que puede ser muy peligroso el viaje? Si hay alguna medida extra de seguridad que podamos tomar házmelo saber.
Quiso ser lo suficientemente sutil como para que la pregunta pudiese pasar por simple lógica dirigiendo una mirada significativa al cielo.
El enderth volvió no mucho después y la idrina volvió a absorber la niebla al notar su presencia en el interior. Levaba buenas noticias y le explicó cómo procederían a continuación.
—Bien, yo te sigo —asintió ante sus palabras antes de ponerse en marcha tras él. Tenía que volverse invisible enseguida según se acercaban a la ciudad, pero había notado un cambio en el lenguaje corporal del paladín y creyó conveniente preguntarle al respecto—. ¿Crees que puede ser muy peligroso el viaje? Si hay alguna medida extra de seguridad que podamos tomar házmelo saber.
Quiso ser lo suficientemente sutil como para que la pregunta pudiese pasar por simple lógica dirigiendo una mirada significativa al cielo.
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