Salón del trono
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Salón del trono
03/08/11, 01:07 am
Recuerdo del primer mensaje :
Una amplia sala con el centro ocupado por una gran mesa rectangular con una decaestrella en madera roja inscrita sobre madera más clara. Algunas paredes tienen tapices bien cuidados o armaduras limpias. El tradicional Trono Sagrado de Rocavarancolia preside la estancia.
- YberGM
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Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Salón del trono
01/03/18, 05:19 pm
Saria miraba a un lado y a otro, ignorando a los guardias que la seguían. Sus ojos enormes no se dejaron ningún rincón sin escrutar, la ordesa no tenía ningún interés en disimular su fascinación por un edificio tan lujoso. «Algún día, esto será mío» se dijo orgullosa. El rencor que sentía hacia la ciudad y el consejo se había ido diluyendo, ya ni ella misma sabía decir si quería vivir en el Castillo tras una gran venganza o por pertenecer al consejo. Fuera como fuese, la mala sombra creía que tenía madera de lider y algo que aportar.
—Buenas tardes —saludó en cuanto le abrieron las puertas al salón del trono—. Quiero poneros al tanto de algo que está afectando a la ciudad.
Les habló sin nerviosismo, como si se comunicara con iguales. Mientras esperaba su respuesta, la ordesa no dudó en estudiar sus gestos, sus atuendos, los muebles, en especial el trono, y el lugar. Si quería ser como ellos, el primer paso era saber cómo se movían por sus espacios.
—Buenas tardes —saludó en cuanto le abrieron las puertas al salón del trono—. Quiero poneros al tanto de algo que está afectando a la ciudad.
Les habló sin nerviosismo, como si se comunicara con iguales. Mientras esperaba su respuesta, la ordesa no dudó en estudiar sus gestos, sus atuendos, los muebles, en especial el trono, y el lugar. Si quería ser como ellos, el primer paso era saber cómo se movían por sus espacios.
- TakGM
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Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Salón del trono
01/03/18, 06:53 pm
En el salón del trono esperaban a Saria cinco de los miembros del consejo, los que se encontraban en el castillo antes de la petición de audiencia de la mala sombra. Se trataba de Garoni, Silente, Gahna, Cicatriz y dama Gato. La ordesa habló incluso antes de que pudiesen darle la bienvenida, y a sus palabras las siguió un breve silencio en el que algunos de los miembros del consejo se dirigieron rápidas miradas indescifrables.
—Bienvenida, Saria Omen, pasa —le dijo dama Gato, instándola a acercarse más a la mesa alrededor de la que se sentaban. Los guardias estaban empezando a cerrar la puerta a sus espaldas
—Cuéntanos de qué se trata —añadió Cicatriz.
—Bienvenida, Saria Omen, pasa —le dijo dama Gato, instándola a acercarse más a la mesa alrededor de la que se sentaban. Los guardias estaban empezando a cerrar la puerta a sus espaldas
—Cuéntanos de qué se trata —añadió Cicatriz.
- YberGM
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Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Salón del trono
01/03/18, 11:24 pm
Saria aceptó la invitación de dama Gato y se acercó a la mesa. Se sentó junto a la bruja de los felinos, pues era, de todos los presentes, la única que no parecía haber nacido de una noche loca de infortunio y alcóhol. Metió la mano a su marsupio, más concretamente al bolso sin fondo qe escondía dentro, y sacó un mapa A3 de toda la ciudad. Desde la muerte de Marsi, la mala sombra había prestado más atención a las señales y había pasado días y días recopilando los cambios.
Dentro del mapa, había dibujados varios circulos concéntricos: el mayor ocupaba una buena parte de la ciudad y los otros iban reduciendo la zona contenida hasta quedar tan solo una parte del área sudoeste. Todo el mapa estaba lleno de números para clarificar la magnitud del problema.
—Hay una oleada de mala suerte que afecta a toda esta zona de la ciudad. No logro intuír qué es lo que ha provocado tal infortunio, pero se extiende de forma más o menos uniforme y de dentro hacia fuera, desde este barrio —señaló los círculos, igual que lo habría hecho si hablara con niños—, no es un tornillo mal engrasado, ni un suelo poco firme; no es algo accidental.
»Creo que la muerte Marsi, la dullahan de nuestra cosecha, se puede deber a este mal que acecha Rocavarancolia y que, además, podría estar detrás de un aumento de la peligrosidad general de los ciudadanos. Rocavarancolia no es segura —sonrió, como si hubiera contado una suerte de chiste—. Osea, menos segura aún de lo que suele ser.
Alzó las orejas y volvió a escudriñar a sus oyentes. La mala sombra esperaba una respuesta.
Dentro del mapa, había dibujados varios circulos concéntricos: el mayor ocupaba una buena parte de la ciudad y los otros iban reduciendo la zona contenida hasta quedar tan solo una parte del área sudoeste. Todo el mapa estaba lleno de números para clarificar la magnitud del problema.
—Hay una oleada de mala suerte que afecta a toda esta zona de la ciudad. No logro intuír qué es lo que ha provocado tal infortunio, pero se extiende de forma más o menos uniforme y de dentro hacia fuera, desde este barrio —señaló los círculos, igual que lo habría hecho si hablara con niños—, no es un tornillo mal engrasado, ni un suelo poco firme; no es algo accidental.
»Creo que la muerte Marsi, la dullahan de nuestra cosecha, se puede deber a este mal que acecha Rocavarancolia y que, además, podría estar detrás de un aumento de la peligrosidad general de los ciudadanos. Rocavarancolia no es segura —sonrió, como si hubiera contado una suerte de chiste—. Osea, menos segura aún de lo que suele ser.
Alzó las orejas y volvió a escudriñar a sus oyentes. La mala sombra esperaba una respuesta.
- TakGM
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Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Salón del trono
02/03/18, 01:57 am
Las miradas de los integrantes del consejo volvieron a cruzarse, esta vez al ver cómo la mala sombra tomaba asiento como si fuese una más. Era tan extraño que la gente no se limitase a explicarse de pie que ninguno llegó a decir nada a falta de la existencia de un protocolo al respecto. Además, era el primer ordés con el que trataban.
Las miradas confusas duraron poco, debido a que Saria no perdía el tiempo. Todos miraron al mapa con curiosidad y atendieron a la explicación sin interrumpir. El don de la mala sombra había revelado una información cuya utilidad no estaba clara, pero no dejaba de ser interesante.
—Nos habíamos percatado de que algo iba mal —dijo Gahna—, y lo que tú has descubierto lo confirma, aunque no lo explica.
—¿Has encontrado algo sospechoso en esta zona? —casi interrumpió dama Gato, señalando al círculo central—, ¿son semejantes los porcentajes de cada zona u oscilan?
—Los incidentes que han estado ocurriendo deben de estar concentrándose en las zonas más peligrosas, ¿no es así? —esta vez era Garoni. La pregunta no era solo para la ordesa, sino también para sus compañeros. Habían sucedido tantas cosas extrañas que nadie en la ciudad podía llevar la cuenta de todas ellas.
Las miradas confusas duraron poco, debido a que Saria no perdía el tiempo. Todos miraron al mapa con curiosidad y atendieron a la explicación sin interrumpir. El don de la mala sombra había revelado una información cuya utilidad no estaba clara, pero no dejaba de ser interesante.
—Nos habíamos percatado de que algo iba mal —dijo Gahna—, y lo que tú has descubierto lo confirma, aunque no lo explica.
—¿Has encontrado algo sospechoso en esta zona? —casi interrumpió dama Gato, señalando al círculo central—, ¿son semejantes los porcentajes de cada zona u oscilan?
—Los incidentes que han estado ocurriendo deben de estar concentrándose en las zonas más peligrosas, ¿no es así? —esta vez era Garoni. La pregunta no era solo para la ordesa, sino también para sus compañeros. Habían sucedido tantas cosas extrañas que nadie en la ciudad podía llevar la cuenta de todas ellas.
- YberGM
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Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Salón del trono
03/03/18, 04:28 pm
—La explicación os la dejo a vosotros.
Saria no iba a fingir que sabía descubrir el origen por sí misma, no tenía sentido decepcionar al consejo con palabras vacías. Empequeñecería la imagen que quería dar.
—No hay nada en concreto que resulte sospechoso, pero estoy plenamente segura de que tiene que ver con el aumento de la peligrosidad en los habitantes, especialmente entre esclavos y servidumbre. Hasta ahora, jamás había visto esclavos que me hicieran recelar por las cifras que les rodean, pero de un tiempo a esta parte la ciudad está plagada.
Les señaló una esquina, con una leyenda orientativa de los porcentajes que percibía de forma habitual. A la izquierda, los antiguos; a la derecha, los nuevos, más preocupantes.
—El aumento también incluye a los ciudadanos bendecidos por la luna —explicó—, pero no son tan concluyentes. En esta ciudad, por cada portento hay un borracho sin suerte, así que hay mucho margen de error.
»En cuanto al lugar menos seguro —la mala sombra señaló el circulo más pequeño—, es ese. La mala fortuna se calma cuanto más te alejas, pero la gente afectada puede moverse con libertad fuera de ahí.
Saria creía haber dicho todo lo que decir, pero esperó una última respuesta por parte del consejo antes de despedirse. La mala sombra sonreía, altanera. «Lo has hecho perfecto, Saria», se dijo a sí misma.
Saria no iba a fingir que sabía descubrir el origen por sí misma, no tenía sentido decepcionar al consejo con palabras vacías. Empequeñecería la imagen que quería dar.
—No hay nada en concreto que resulte sospechoso, pero estoy plenamente segura de que tiene que ver con el aumento de la peligrosidad en los habitantes, especialmente entre esclavos y servidumbre. Hasta ahora, jamás había visto esclavos que me hicieran recelar por las cifras que les rodean, pero de un tiempo a esta parte la ciudad está plagada.
Les señaló una esquina, con una leyenda orientativa de los porcentajes que percibía de forma habitual. A la izquierda, los antiguos; a la derecha, los nuevos, más preocupantes.
—El aumento también incluye a los ciudadanos bendecidos por la luna —explicó—, pero no son tan concluyentes. En esta ciudad, por cada portento hay un borracho sin suerte, así que hay mucho margen de error.
»En cuanto al lugar menos seguro —la mala sombra señaló el circulo más pequeño—, es ese. La mala fortuna se calma cuanto más te alejas, pero la gente afectada puede moverse con libertad fuera de ahí.
Saria creía haber dicho todo lo que decir, pero esperó una última respuesta por parte del consejo antes de despedirse. La mala sombra sonreía, altanera. «Lo has hecho perfecto, Saria», se dijo a sí misma.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Salón del trono
03/03/18, 06:42 pm
Los miembros del consejo escucharon con atención a la ordesa. Ya nadie pensaba en si se tomaba confianzas tanto en las formas como con sus palabras, solo les preocupaba qué podía causar aquel cambio radical en los porcentajes que veía la mala sombra.
—¿Existiría alguna manera de alterar tu percepción? —peguntó Garoni a Saria.
—Pero lo que dice tiene sentido, los incidentes más relevantes que se me vienen a la cabeza han ocurrido en torno a las zonas más peligrosas —repuso dama Gato, señalando los círculos.
Cicatriz no dejaba de examinar el mapa, y en algún punto miró de reojo a Silente, que le devolvió la mirada. Sin embargo la que tomó la palabra fue Gahna.
—Esto confirma nuestras sospechas. —Y no hablaba precisamente para Saria—. Pero cuando la probabilidad de que ocurra una desgracia está aumentada no hay mucho que puedas hacer por evitarlo, seas quien seas —prosiguió.
—Definitivamente no son buenas noticias —dijo Cicatriz entre dientes.
—Pero sí importantes —añadió dama Gato, girándose hacia la mala sombra, a su lado—. Muchas gracias, Saria Omen, lo que nos has contado hoy nos puede ser de gran utilidad.
—¿Existiría alguna manera de alterar tu percepción? —peguntó Garoni a Saria.
—Pero lo que dice tiene sentido, los incidentes más relevantes que se me vienen a la cabeza han ocurrido en torno a las zonas más peligrosas —repuso dama Gato, señalando los círculos.
Cicatriz no dejaba de examinar el mapa, y en algún punto miró de reojo a Silente, que le devolvió la mirada. Sin embargo la que tomó la palabra fue Gahna.
—Esto confirma nuestras sospechas. —Y no hablaba precisamente para Saria—. Pero cuando la probabilidad de que ocurra una desgracia está aumentada no hay mucho que puedas hacer por evitarlo, seas quien seas —prosiguió.
—Definitivamente no son buenas noticias —dijo Cicatriz entre dientes.
—Pero sí importantes —añadió dama Gato, girándose hacia la mala sombra, a su lado—. Muchas gracias, Saria Omen, lo que nos has contado hoy nos puede ser de gran utilidad.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Salón del trono
05/03/18, 12:51 am
Saria fue sincera con Garoni.
—Lo desconozco.
Escuchó con atención todo lo que decían y no dudó en expresar su disconformidad con las palabras de Gahna arrugando el hocico. La propia Saria, como mala sombra, no era capaz de disminuir porcentajes de desgracia. Sin embargo, sabía de primera mano que había formas de hacerlos bajar. A veces las relaciones entre un infortunio y otro eran inversamente proporcionales y bastaba con inflar uno para bajar el otro. Estuvo a nada de decírselo a la dragona, pero contuvo el aire y las ganas y calló; se hizo la tonta.
—No hay de qué —respondió a dama Gato—. Gracias a vosotros por escucharme. Si creéis que os puedo ayudar en el futuro, no dudéis en contactarme. Podéis quedaros con el mapa.
La mala sombra se levantó de la silla con el mismo brío con el que se había sentado y caminó en dirección a la puerta. Antes de abandonar el salón del trono, se giró y se despidió de ellos agitando la mano.
—¡Hasta la próxima!
Así, se despidió con su mejor cara y sus peores pensamientos. «"No hay mucho que puedas hacer por evitarlo" mimimi, claro, como principales responsables de la ciudad suena a argumento lícito. "Hagamos todas estas unidades de NADA EN ABSOLUTO, seguro que nos irá bien" (...) Por todos los ceros del mundo, ¿Quién ha puesto a tanto incompetente al cargo? En fin, va a ser mejor que avise a todos, porque está claro que aquí nadie nos va a salvar de la desgracia sin precedentes que se nos viene encima».
—Lo desconozco.
Escuchó con atención todo lo que decían y no dudó en expresar su disconformidad con las palabras de Gahna arrugando el hocico. La propia Saria, como mala sombra, no era capaz de disminuir porcentajes de desgracia. Sin embargo, sabía de primera mano que había formas de hacerlos bajar. A veces las relaciones entre un infortunio y otro eran inversamente proporcionales y bastaba con inflar uno para bajar el otro. Estuvo a nada de decírselo a la dragona, pero contuvo el aire y las ganas y calló; se hizo la tonta.
—No hay de qué —respondió a dama Gato—. Gracias a vosotros por escucharme. Si creéis que os puedo ayudar en el futuro, no dudéis en contactarme. Podéis quedaros con el mapa.
La mala sombra se levantó de la silla con el mismo brío con el que se había sentado y caminó en dirección a la puerta. Antes de abandonar el salón del trono, se giró y se despidió de ellos agitando la mano.
—¡Hasta la próxima!
Así, se despidió con su mejor cara y sus peores pensamientos. «"No hay mucho que puedas hacer por evitarlo" mimimi, claro, como principales responsables de la ciudad suena a argumento lícito. "Hagamos todas estas unidades de NADA EN ABSOLUTO, seguro que nos irá bien" (...) Por todos los ceros del mundo, ¿Quién ha puesto a tanto incompetente al cargo? En fin, va a ser mejor que avise a todos, porque está claro que aquí nadie nos va a salvar de la desgracia sin precedentes que se nos viene encima».
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Salón del trono
05/03/18, 09:19 pm
—Te llamaremos si es necesario, gracias —repuso dama Gato a la oferta de futura ayuda de Saria, ya que había sido quien había abierto el preámbulo a la despedida.
Ante el adiós informal de la mala sombra algunos murmuraron confusos una despedida igualmente informal y otros se limitaron a verla partir. Una vez se volvió a cerrar la puerta, dama Gato tendió el mapa hacia los que estaban más alejados en la mesa, y este empezó a circular de mano en mano.
—Debemos investigar toda esta zona —soltó Gahna, señalando al círculo central. Su cara revelaba que no le gustaba lo que estaba pensando—. Normalmente debería ser bastante inofensiva.
—Está claro que el trabajo no se le puede dejar a cualquiera —la cortó Cicatriz—, se nos ha ido de las manos.
—Silente —dijo Garoni—, ¿podrás apañártelas?
El espía asintió.
—Iré.
Ante el adiós informal de la mala sombra algunos murmuraron confusos una despedida igualmente informal y otros se limitaron a verla partir. Una vez se volvió a cerrar la puerta, dama Gato tendió el mapa hacia los que estaban más alejados en la mesa, y este empezó a circular de mano en mano.
—Debemos investigar toda esta zona —soltó Gahna, señalando al círculo central. Su cara revelaba que no le gustaba lo que estaba pensando—. Normalmente debería ser bastante inofensiva.
—Está claro que el trabajo no se le puede dejar a cualquiera —la cortó Cicatriz—, se nos ha ido de las manos.
—Silente —dijo Garoni—, ¿podrás apañártelas?
El espía asintió.
—Iré.
- YberGM
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Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Salón del trono
25/04/18, 08:17 pm
Gres y Ebnun intercambian miradas, sorprendidos de verse allí y ajenos a los motivos que les han traído. Ninguno encuentra respuestas en los ojos del otro, pero sí un resquicio de tranquilidad: la incertidumbre es compartida. Siguen a Cicatriz hasta el salón del trono, donde la comandante toma asiento. El guerrero y la paladín permanecen de pie, erguidos hasta que Cicatriz les hace un gesto y les permite sentarse frente a ella.
—Ha quedado vacante un puesto de guardia en la explanada de los portales —les explica—. Supongo que ya estaréis al tanto de lo que ha ocurrido con dama Umbría y de lo revuelta que está la ciudad desde hace unos meses, ¿no? En los entrenamientos del ejército no se habla de otra cosa.
Cicatriz calla unos segundos, Gres y Ebnun se miran de nuevo y asienten.
—Sí, señora —añade el guerrero.
—Algo hemos oído.
—Mejor, menos que explicaros. —La comandante suelta una única carcajada agria—. Pues bien, hemos pensado que seais sus sustitutos. Queremos reforzar la seguridad para que no ocurra ningún incidente similar y nadie pueda entrar ni salir de la ciudad sin ser notado —los ojos de Cicatriz los examinan con dureza—. ¿Estáis interesados?
—¿Nos podemos pensar la respuesta? —pregunta Gres.
Cicatriz asiente.
—¿Y el sueldo? —pregunta Ebnun.
—Recibiréis un aumento significativo. Ganaréis un cincuenta porciento más que antes.
El guerrero sonríe, ve sus planes de futuro algo más cerca.
—Yo acepto.
Gres frunce el ceño ligeramente, pero parece que los números la han convencido rápido.
—Yo también.
Cicatriz no esperaba menos de ambos.
—Perfecto, entraréis a trabajar mañana. Yo misma me encargaré de daros todas las pautas necesarias. —Se levanta. Ellos la imitan—. Sabed que se os exigirá un comportamiento ejemplar, no toleraremos que rindáis a medias y perderéis vuestro puesto, sueldo incluído, a la más mínima falta. Si necesitáis dormir fuera del horario de trabajo, os recomiendo que hagáis uso de los mundos vinculados.
Gres y Ebnun asienten a la vez. Cicatriz les abre la puerta y les permite marchar. Una vez desaparecen de su vista, da libertad a un bostezo que lleva reprimiendo desde hace minutos.
—Ha quedado vacante un puesto de guardia en la explanada de los portales —les explica—. Supongo que ya estaréis al tanto de lo que ha ocurrido con dama Umbría y de lo revuelta que está la ciudad desde hace unos meses, ¿no? En los entrenamientos del ejército no se habla de otra cosa.
Cicatriz calla unos segundos, Gres y Ebnun se miran de nuevo y asienten.
—Sí, señora —añade el guerrero.
—Algo hemos oído.
—Mejor, menos que explicaros. —La comandante suelta una única carcajada agria—. Pues bien, hemos pensado que seais sus sustitutos. Queremos reforzar la seguridad para que no ocurra ningún incidente similar y nadie pueda entrar ni salir de la ciudad sin ser notado —los ojos de Cicatriz los examinan con dureza—. ¿Estáis interesados?
—¿Nos podemos pensar la respuesta? —pregunta Gres.
Cicatriz asiente.
—¿Y el sueldo? —pregunta Ebnun.
—Recibiréis un aumento significativo. Ganaréis un cincuenta porciento más que antes.
El guerrero sonríe, ve sus planes de futuro algo más cerca.
—Yo acepto.
Gres frunce el ceño ligeramente, pero parece que los números la han convencido rápido.
—Yo también.
Cicatriz no esperaba menos de ambos.
—Perfecto, entraréis a trabajar mañana. Yo misma me encargaré de daros todas las pautas necesarias. —Se levanta. Ellos la imitan—. Sabed que se os exigirá un comportamiento ejemplar, no toleraremos que rindáis a medias y perderéis vuestro puesto, sueldo incluído, a la más mínima falta. Si necesitáis dormir fuera del horario de trabajo, os recomiendo que hagáis uso de los mundos vinculados.
Gres y Ebnun asienten a la vez. Cicatriz les abre la puerta y les permite marchar. Una vez desaparecen de su vista, da libertad a un bostezo que lleva reprimiendo desde hace minutos.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
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- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de luchaPersonajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Salón del trono
21/08/18, 07:34 pm
—¿Por qué el nuevo pregonero ha dicho "los dioses" sin más? ¡Aquí lo tradicional es decir "los dioses oscuros"!
Al final, para el sufrimiento de Gahna, el Consejo Real no había podido disfrutar de toda la noche de la salida de la Luna Roja. Diversos sucesos en curso los habían obligado a reunirse pocas horas después de que la Luna Roja apareciera en los cielos, e incluso el rey se hallaba presente, aunque, como casi siempre, hablaba poco.
El derrumbe de Maciel, por supuesto, estaba entre esos sucesos.
—¿Qué más da qué diga, Gahna? Mientras la ciudad lo entienda puede acabar sus pregones como desee —la opinión de Cicatriz provocó que la maga frunciera el ceño, aunque no le importó. La Comandante de los Ejércitos del Reino se dirigió hacia Garoni, queriendo encaminar aquella reunión lo más pronto posible—. A ver, dinos, ¿qué opinas del derrumbe de Maciel?
—Esto es un desastre —gruñó Garoni. Le parecía nauseabundamente irónico que el torreón donde Faadan había tirado aquella maldita ballena hubiera caído la misma noche en la que el goliat había decidido sacar a la luz aquel portento genemágico. ¡Y él había pensado pocas horas antes que el antiguo comandante de los ejércitos les había ocasionado daños! En ese momento no sabía que lo peor estaba por llegar, claro—. ¿Os hacéis una idea de lo caro que será reconstruirlo?
—Nos hacemos una idea, sí —ronroneó dama Gato, antes de dirigir la mirada hacia el asiento vacío de las ausencias del Consejo. La última pertenecía al segundo en poder tras el rey: Siloco ya no se sentaría más en el asiento del Señor de los Asesinos—, aunque más preocupante me parece la sangría que estamos sufriendo. Si no tenemos cuidado este órgano acabará desapareciendo.
—Los motivos del Señor de los Asesinos para abandonarnos son suyos —respondió la cansada voz del demiurgo de Rocavarancolia y custodio de Altabajatorre. No solo llevaba meses durmiendo mal: aquella charla con la custodia del Panteón Real la había tenido ya varias veces. La bruja de los gatos era tan curiosa como su dominio.
—Deja de contar calderilla, Garoni —el resoplido de la hermana de dragones se ganó el ceño fruncido del tesorero real—. Tenemos muchos mundos a nuestra disposición, y nuestros ciudadanos deberían trabajar por la gloria de Rocavarancolia sin esperar más remuneración que la propia gloria. Podemos reconstruir los torreones prácticamente gratis.
El uso del plural ganó una mirada confusa de todos los consejeros, e incluso del rey. En el caso particular de Garoni, sin embargo, por lo poco que se veía de su cara parecía a punto de sufrir una apoplejía.
—¿Los? Estábamos hablando solo de Maciel —la voz de Cicatriz intentaba ser conciliadora, aunque echó una mirada de advertencia hacia la momia. A lo largo de la larga historia de Rocavarancolia no había sido extraño que reuniones del Consejo acabaran en violencia, pero ella en particular no tenía ganas de protagonizar una de aquellas anécdotas históricas.
—Bueno, ¿pero se reconstruirán más, no? Las cosechas ya no caben en ellos, se han hecho demasiado grandes —un ceño fruncido apareció en la cara de la maga ante de sus siguientes palabras—. Ya incluso se meten en edificios emblemáticos de la ciudad, los muy descarados.
—¡¿Qué emblemáticos ni que niño muerto?! ¡Espero que no te refieras a ese cochambroso faro que no se usa desde la muerte de Solberino!
Ante el estallido de Garoni la temperatura pareció, a la vez, subir y descender varios grados. La mención de uno de los aliados de Hurza el Comeojos se ganó al instante la mirada de Andras Sula, quien todavía recordaba bien aquella batalla. Cicatriz, temiendo tormenta quizás, decidió intervenir antes de que la discusión escalara.
—Comportaos, vosotros dos —se volvió hacia la momia, pero no antes de dirigir una mirada severa a Gahna—. ¿Tan mal de dinero estamos? Sin guerras no tenemos casi ningún gasto, y Lex. D. Manda ha sido bastante bueno para tapar agujeros financieros.
La pregunta, todos lo sabían, era meramente diplomática. Garoni veía siempre una alarmante pérdida económica en todo, incluso si nadaba en un mar de oro líquido.
—Las pesadillas nos han provocado más problemas de los que creéis. Ya solo los necesarios ascensos han sido un pico, y las dragoneras nos han salido muy caras. Y más caro que saldrá el tema de los dragones. Niños muertos nos sobran, pero dinero no.
—Muy bien, muy bien, vieja momia, te entiendo, nadamos en la pobreza más baja —Gahna no pudo evitar un resoplido al hablar—. Sigo insistiendo en que nos puede salir mayormente gratis. Te guste o no, es un hecho: las nuevas cosechas no caben en tres torreones. El grupo del trasgo arruinado, el carabés, el cercano y el nublino, la chica del Faro, los que murieron en las mazmorras tras meses en coma... ¿Qué habría pasado si todos hubieran despertado con los letarguinos?
—Que hubieran tenido que pelear por un poquito de espacio —hubo una risita por parte de la momia—, algo parecido a la antigua Rocavarancolia, en realidad. ¿Acaso no estás tan obsesionada con su gloria, Gahna?
—¡La antigua Rocavarancolia tenía cientos de dragones, conquistaba mundos y daba refugio a sus cosechados, viejo avaricioso!
—¡No soy avaricioso! ¡No tenemos dinero para construir más de un torreón, te guste o no, maga histérica!
—¡BASTA!
Todos se quedaron congelados ante el arrebato de Andras Sula. Sus ojos de piromante miraron al Consejo con frustración y desdén.
—A veces me pregunto por qué no os quemo a todos —hubo una sombra de capricho tras aquellas palabras, aunque no tardó en dirigirse a Cicatriz—. Me voy un rato a volar con Ceniza. Ya que no tenemos ahora mismo ningún Señor de los Asesinos, te dejo encargada de terminar esta maldita reunión.
El silencio se apoderó del Consejo cuando el rey se fue, aunque la Comandante de los Ejércitos del Reino, finalmente, se dirigió a Garoni.
—A ver, pásame esas cuentas. Veamos qué podemos hacer.
Al final, para el sufrimiento de Gahna, el Consejo Real no había podido disfrutar de toda la noche de la salida de la Luna Roja. Diversos sucesos en curso los habían obligado a reunirse pocas horas después de que la Luna Roja apareciera en los cielos, e incluso el rey se hallaba presente, aunque, como casi siempre, hablaba poco.
El derrumbe de Maciel, por supuesto, estaba entre esos sucesos.
—¿Qué más da qué diga, Gahna? Mientras la ciudad lo entienda puede acabar sus pregones como desee —la opinión de Cicatriz provocó que la maga frunciera el ceño, aunque no le importó. La Comandante de los Ejércitos del Reino se dirigió hacia Garoni, queriendo encaminar aquella reunión lo más pronto posible—. A ver, dinos, ¿qué opinas del derrumbe de Maciel?
—Esto es un desastre —gruñó Garoni. Le parecía nauseabundamente irónico que el torreón donde Faadan había tirado aquella maldita ballena hubiera caído la misma noche en la que el goliat había decidido sacar a la luz aquel portento genemágico. ¡Y él había pensado pocas horas antes que el antiguo comandante de los ejércitos les había ocasionado daños! En ese momento no sabía que lo peor estaba por llegar, claro—. ¿Os hacéis una idea de lo caro que será reconstruirlo?
—Nos hacemos una idea, sí —ronroneó dama Gato, antes de dirigir la mirada hacia el asiento vacío de las ausencias del Consejo. La última pertenecía al segundo en poder tras el rey: Siloco ya no se sentaría más en el asiento del Señor de los Asesinos—, aunque más preocupante me parece la sangría que estamos sufriendo. Si no tenemos cuidado este órgano acabará desapareciendo.
—Los motivos del Señor de los Asesinos para abandonarnos son suyos —respondió la cansada voz del demiurgo de Rocavarancolia y custodio de Altabajatorre. No solo llevaba meses durmiendo mal: aquella charla con la custodia del Panteón Real la había tenido ya varias veces. La bruja de los gatos era tan curiosa como su dominio.
—Deja de contar calderilla, Garoni —el resoplido de la hermana de dragones se ganó el ceño fruncido del tesorero real—. Tenemos muchos mundos a nuestra disposición, y nuestros ciudadanos deberían trabajar por la gloria de Rocavarancolia sin esperar más remuneración que la propia gloria. Podemos reconstruir los torreones prácticamente gratis.
El uso del plural ganó una mirada confusa de todos los consejeros, e incluso del rey. En el caso particular de Garoni, sin embargo, por lo poco que se veía de su cara parecía a punto de sufrir una apoplejía.
—¿Los? Estábamos hablando solo de Maciel —la voz de Cicatriz intentaba ser conciliadora, aunque echó una mirada de advertencia hacia la momia. A lo largo de la larga historia de Rocavarancolia no había sido extraño que reuniones del Consejo acabaran en violencia, pero ella en particular no tenía ganas de protagonizar una de aquellas anécdotas históricas.
—Bueno, ¿pero se reconstruirán más, no? Las cosechas ya no caben en ellos, se han hecho demasiado grandes —un ceño fruncido apareció en la cara de la maga ante de sus siguientes palabras—. Ya incluso se meten en edificios emblemáticos de la ciudad, los muy descarados.
—¡¿Qué emblemáticos ni que niño muerto?! ¡Espero que no te refieras a ese cochambroso faro que no se usa desde la muerte de Solberino!
Ante el estallido de Garoni la temperatura pareció, a la vez, subir y descender varios grados. La mención de uno de los aliados de Hurza el Comeojos se ganó al instante la mirada de Andras Sula, quien todavía recordaba bien aquella batalla. Cicatriz, temiendo tormenta quizás, decidió intervenir antes de que la discusión escalara.
—Comportaos, vosotros dos —se volvió hacia la momia, pero no antes de dirigir una mirada severa a Gahna—. ¿Tan mal de dinero estamos? Sin guerras no tenemos casi ningún gasto, y Lex. D. Manda ha sido bastante bueno para tapar agujeros financieros.
La pregunta, todos lo sabían, era meramente diplomática. Garoni veía siempre una alarmante pérdida económica en todo, incluso si nadaba en un mar de oro líquido.
—Las pesadillas nos han provocado más problemas de los que creéis. Ya solo los necesarios ascensos han sido un pico, y las dragoneras nos han salido muy caras. Y más caro que saldrá el tema de los dragones. Niños muertos nos sobran, pero dinero no.
—Muy bien, muy bien, vieja momia, te entiendo, nadamos en la pobreza más baja —Gahna no pudo evitar un resoplido al hablar—. Sigo insistiendo en que nos puede salir mayormente gratis. Te guste o no, es un hecho: las nuevas cosechas no caben en tres torreones. El grupo del trasgo arruinado, el carabés, el cercano y el nublino, la chica del Faro, los que murieron en las mazmorras tras meses en coma... ¿Qué habría pasado si todos hubieran despertado con los letarguinos?
—Que hubieran tenido que pelear por un poquito de espacio —hubo una risita por parte de la momia—, algo parecido a la antigua Rocavarancolia, en realidad. ¿Acaso no estás tan obsesionada con su gloria, Gahna?
—¡La antigua Rocavarancolia tenía cientos de dragones, conquistaba mundos y daba refugio a sus cosechados, viejo avaricioso!
—¡No soy avaricioso! ¡No tenemos dinero para construir más de un torreón, te guste o no, maga histérica!
—¡BASTA!
Todos se quedaron congelados ante el arrebato de Andras Sula. Sus ojos de piromante miraron al Consejo con frustración y desdén.
—A veces me pregunto por qué no os quemo a todos —hubo una sombra de capricho tras aquellas palabras, aunque no tardó en dirigirse a Cicatriz—. Me voy un rato a volar con Ceniza. Ya que no tenemos ahora mismo ningún Señor de los Asesinos, te dejo encargada de terminar esta maldita reunión.
El silencio se apoderó del Consejo cuando el rey se fue, aunque la Comandante de los Ejércitos del Reino, finalmente, se dirigió a Garoni.
—A ver, pásame esas cuentas. Veamos qué podemos hacer.
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de luchaPersonajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Salón del trono
25/10/18, 10:19 am
Akeyo estaba al borde de pegar un puñetazo en la mesa del Consejo: solo el respeto temeroso que todo rocavarancolés con cierta cordura sentía hacia el Consejo Real y Su Majestad Andras Sula impedía que lo hiciera.
Todos los miembros que quedaban del Consejo se hallaban allí, exceptuando Silente. Y el rey, por supuesto, también. Las noticias que había llevado le parecían inquietantes, pero no todos parecían pensar igual. Si por décadas de prejuicio, incapacidad o miedo a que todo se les fuera de las manos no podía decirlo.
—Hay continuos intentos de asesinato en Rocavarancolia, aunque admito que poner el foco en un velador resulta extraño —dijo a regañadientes Garoni—, si bien siempre puede ser casualidad...
—Ha habido muchos asesinatos e intentos de asesinato, y no de todos los que sospechamos hay pruebas firmes de que sean extraños, lo cual no nos ha impedido trabajar con ellos —Cicatriz era uno de los miembros que estaba apoyando su tesis, lo cual a muchas personas podía parecer extraño. Pero Akeyo bien sabía que el que alguien pareciera un monstruo no significaba que lo fuera—. Como he dicho, pienso que tiene razón. Este es extraño.
—Pero en todas nuestras sospechas hay elementos extraños: ataques psicóticos, insomnio prolongado... ¿Aquí lo hay?
El tesorero Real no cejaba en su terquedad, y eso ponía de los nervios a la demiurga. No dejaba de sentir que tras todos aquellos problemas había algo muy malo, y temía lo que podía acabar siendo.
—Ya ha dicho que sí —Doce Punto tenía el ceño algo fruncido, como si le molestara el continuo cuestionamiento a una demiurga—. Despierta a la gente incluso de los sueños de los que no despiertan.
—Así es. Despertó al brujo trasnochador...
—El cual solo había estado dormido unas pocas horas —apuntó Gahna—, bien pudo ser un sueño normal.
—Pero el de dama Anfiel no lo fue —insistió—. Y, como ya he dicho, a ella también la despertó.
El silencio duró apenas un segundo. La puerta del salón del Trono se abrió antes de que nadie pudiera decir nada y, ante la mirada del rey, el criado empezó a hablar.
—Disculpen, mis señores, pero el oniromante Melodes y la súcubo de las pesadillas Nihil insisten en pasar. Afirman tener información de vital importancia.
Todos los miembros que quedaban del Consejo se hallaban allí, exceptuando Silente. Y el rey, por supuesto, también. Las noticias que había llevado le parecían inquietantes, pero no todos parecían pensar igual. Si por décadas de prejuicio, incapacidad o miedo a que todo se les fuera de las manos no podía decirlo.
—Hay continuos intentos de asesinato en Rocavarancolia, aunque admito que poner el foco en un velador resulta extraño —dijo a regañadientes Garoni—, si bien siempre puede ser casualidad...
—Ha habido muchos asesinatos e intentos de asesinato, y no de todos los que sospechamos hay pruebas firmes de que sean extraños, lo cual no nos ha impedido trabajar con ellos —Cicatriz era uno de los miembros que estaba apoyando su tesis, lo cual a muchas personas podía parecer extraño. Pero Akeyo bien sabía que el que alguien pareciera un monstruo no significaba que lo fuera—. Como he dicho, pienso que tiene razón. Este es extraño.
—Pero en todas nuestras sospechas hay elementos extraños: ataques psicóticos, insomnio prolongado... ¿Aquí lo hay?
El tesorero Real no cejaba en su terquedad, y eso ponía de los nervios a la demiurga. No dejaba de sentir que tras todos aquellos problemas había algo muy malo, y temía lo que podía acabar siendo.
—Ya ha dicho que sí —Doce Punto tenía el ceño algo fruncido, como si le molestara el continuo cuestionamiento a una demiurga—. Despierta a la gente incluso de los sueños de los que no despiertan.
—Así es. Despertó al brujo trasnochador...
—El cual solo había estado dormido unas pocas horas —apuntó Gahna—, bien pudo ser un sueño normal.
—Pero el de dama Anfiel no lo fue —insistió—. Y, como ya he dicho, a ella también la despertó.
El silencio duró apenas un segundo. La puerta del salón del Trono se abrió antes de que nadie pudiera decir nada y, ante la mirada del rey, el criado empezó a hablar.
—Disculpen, mis señores, pero el oniromante Melodes y la súcubo de las pesadillas Nihil insisten en pasar. Afirman tener información de vital importancia.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Salón del trono
25/10/18, 11:50 am
La expresión del soñador mientras accedía al Salón del trono evidenciaba lo que estaba sintiendo en su interior.
Nihil le había confirmado que sus temores eran más que fundados y Melodes sabía lo que implicaba para él. Se había puesto en marcha de todos modos cuando la súcubo le dijo que tenían que ir a hablar con el Consejo enseguida, pues no podía estar más de acuerdo, pero no emitió palabra alguna durante todo el camino mientras cargaba con el cadáver de Silente oculto tras un hechizo de invisibilidad y levitando cerca de él.
Deshizo el hechizo que manteía al ex-jefe de espias invisible y colocó la sábana con suavidad en un lugar visible, antes de destaparla para desvelar la identidad del cadáver.
—Supongo que sabréis dónde ha muerto. —El soñador escrutó brevemente algunos rostros de los miembros del Consejo—. Intentó contactar conmigo antes de fallecer, pero una retahíla de delirios provocados por el contacto directo con la Torre fueron sus últimas palabras. Con la ayuda de los conocimientos nigrománticos de Nihil hemos extraído información crucial de sus últimos recuerdos —Melodes extendió el pergamino escrito con la sangre de Silente en la mesa, frente al miembro del Consejo más cercano.
Se retiró unos pasos entonces, dejando que fuese Nihil la que hablase a partir de ese momento. El oniromante se mantenía en pie por inercia y haciendo acopio de mucha fuerza de voluntad. Sabía que lo que más temía estaba a punto de llegar.
Nihil le había confirmado que sus temores eran más que fundados y Melodes sabía lo que implicaba para él. Se había puesto en marcha de todos modos cuando la súcubo le dijo que tenían que ir a hablar con el Consejo enseguida, pues no podía estar más de acuerdo, pero no emitió palabra alguna durante todo el camino mientras cargaba con el cadáver de Silente oculto tras un hechizo de invisibilidad y levitando cerca de él.
Deshizo el hechizo que manteía al ex-jefe de espias invisible y colocó la sábana con suavidad en un lugar visible, antes de destaparla para desvelar la identidad del cadáver.
—Supongo que sabréis dónde ha muerto. —El soñador escrutó brevemente algunos rostros de los miembros del Consejo—. Intentó contactar conmigo antes de fallecer, pero una retahíla de delirios provocados por el contacto directo con la Torre fueron sus últimas palabras. Con la ayuda de los conocimientos nigrománticos de Nihil hemos extraído información crucial de sus últimos recuerdos —Melodes extendió el pergamino escrito con la sangre de Silente en la mesa, frente al miembro del Consejo más cercano.
Se retiró unos pasos entonces, dejando que fuese Nihil la que hablase a partir de ese momento. El oniromante se mantenía en pie por inercia y haciendo acopio de mucha fuerza de voluntad. Sabía que lo que más temía estaba a punto de llegar.
- InvitadoInvitado
Re: Salón del trono
25/10/18, 12:29 pm
Nihil atravesó las puertas de la sala del trono con paso firme y la cabeza alta, como siempre lo había hecho. Compartir la información con el soñador le había dado fuerzas suficientes para recomponer su fachada de entereza, aunque la puñalada de ansiedad que sentía en el pecho siguiera presente. Se presentó ante el Consejo con el desafío de quien lleva años bajo el ala del Señor de los Asesinos, debía hacerse oír, era crucial. No se le escapó que ya había alguien tomando audiencia. Se preguntó qué podría querer la demiurga del Consejo y la respuesta más probable acudió a su mente casi al instante. Desde luego los indicios habían sido demasiado descarados como para que pasasen desapercibidos al resto de ciudadanos.
Melodes tomó la palabra y presentó el cuerpo de Silente, descubriendo el improvisado sudario como quien abre un macabro regalo de cumpleaños. Nihil estudió con atención las expresiones de cada miembro del Consejo y aguardó paciente a que el soñador le cediera el turno de palabra.
Lo contó todo, palabra por palabra: Lo que había desencadenado su orgullo, lo que estaba a punto de ocurrir, lo que significaba para la ciudad y todos sus habitantes. También dejó sobre la mesa su carpeta y expresó su intención de ponerle fin, y que sus planes para ello ya estaban en marcha. Pero no iba a poder hacerlo sola.
Melodes tomó la palabra y presentó el cuerpo de Silente, descubriendo el improvisado sudario como quien abre un macabro regalo de cumpleaños. Nihil estudió con atención las expresiones de cada miembro del Consejo y aguardó paciente a que el soñador le cediera el turno de palabra.
Lo contó todo, palabra por palabra: Lo que había desencadenado su orgullo, lo que estaba a punto de ocurrir, lo que significaba para la ciudad y todos sus habitantes. También dejó sobre la mesa su carpeta y expresó su intención de ponerle fin, y que sus planes para ello ya estaban en marcha. Pero no iba a poder hacerlo sola.
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Personajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Salón del trono
25/10/18, 02:36 pm
Ante un gesto de Doce Punto Akeyo decidió salir de allí. La sala se quedó, entonces, en silencio, al menos hasta que Melodes dejó visible el cuerpo del jefe de espías.
Un coro de gritos ahogados se extendió entonces alrededor de aquella mesa, con la inflexión de cada uno de los miembros del Consejo. Andras Sula parecía furioso; dama Gato, desolada; Doce Punto, preocupado... Gahna empezó a levantar la voz, pero una mirada de Cicatriz bastó para hacerla callar. Garoni se había quedado sin palabras.
El pergamino de Melodes y las palabras de Nihil amortajaron el Salón del Trono Sagrado de Rocavarancolia. El terror y la impotencia se extendieron por los corazones del Consejo Real y del rey conforme comprendieron lo que en realidad estaba sucediendo. Todos estaban sobrepasados, porque ni sus peores temores habían alcanzado la horrible verdad.
Y pronto aquel sular se convirtió en un maremágnum de voces.
—¡¿Por qué no has venido antes a nosotros?! —quiso saber Garoni.
—Ese íncubo no es más que un cachorro que podemos aplastar en cualquier momento —interrumpió Gahna—. ¡Él no es el verdadero problema! ¡La Torre lo es!
—La Torre no sería tan fuerte sin él —explicó Doce Punto—. Sin lo que ha hecho ese lugar no sería un peligro tan inmediato.
—Hay que abordarlos a los dos —opinó dama Gato—. Este es el mayor peligro al que se ha enfrentado Rocavarancolia en toda su historia.
—¡BASTA!
El grito de Andras Sula fue acompañado de una fuerte palmada en la mesa. El rey de Rocavarancolia se irguió, con la fuerte presencia que evocaban los piromantes inundando el Salón del Trono. Sus ojos, iracundos, vagaban por los pocos miembros que quedaban de su Consejo—. ¿Queréis dejar de comportaros como un puñado de gallinas histéricas? ¡Focalizaos de una vez!
Un silencio pesado se extendió, aunque Cicatriz lo rompió. No dejó mirar con un fuerte respeto a su rey.
—Gahna tiene razón, al íncubo en sí le podría matar cualquiera de los presentes —la comandante de los Ejércitos sospechaba que, quizás, muchos estarían en desacuerdo, pero bien sabía que no cualquiera podía sentarse en aquel Consejo—, pero Doce también la tiene. Sin sus acciones, la Torre habría tardado mucho más en ser un peligro. Lo suficiente para que nos hubiéramos dado cuenta. Hay que matarlo, pero...
Andras Sula miraba penetrantemente a Melodes y Nihil. No con furia, sino con interés y determinación: estaba decidido a que el Consejo les diera ayuda, y a que ellos dieran ayuda al Consejo.
Él se encargó de terminar de pronunciar la frase de Cicatriz.
—También hay que destruir la Torre de los Soñadores.
Un coro de gritos ahogados se extendió entonces alrededor de aquella mesa, con la inflexión de cada uno de los miembros del Consejo. Andras Sula parecía furioso; dama Gato, desolada; Doce Punto, preocupado... Gahna empezó a levantar la voz, pero una mirada de Cicatriz bastó para hacerla callar. Garoni se había quedado sin palabras.
El pergamino de Melodes y las palabras de Nihil amortajaron el Salón del Trono Sagrado de Rocavarancolia. El terror y la impotencia se extendieron por los corazones del Consejo Real y del rey conforme comprendieron lo que en realidad estaba sucediendo. Todos estaban sobrepasados, porque ni sus peores temores habían alcanzado la horrible verdad.
Y pronto aquel sular se convirtió en un maremágnum de voces.
—¡¿Por qué no has venido antes a nosotros?! —quiso saber Garoni.
—Ese íncubo no es más que un cachorro que podemos aplastar en cualquier momento —interrumpió Gahna—. ¡Él no es el verdadero problema! ¡La Torre lo es!
—La Torre no sería tan fuerte sin él —explicó Doce Punto—. Sin lo que ha hecho ese lugar no sería un peligro tan inmediato.
—Hay que abordarlos a los dos —opinó dama Gato—. Este es el mayor peligro al que se ha enfrentado Rocavarancolia en toda su historia.
—¡BASTA!
El grito de Andras Sula fue acompañado de una fuerte palmada en la mesa. El rey de Rocavarancolia se irguió, con la fuerte presencia que evocaban los piromantes inundando el Salón del Trono. Sus ojos, iracundos, vagaban por los pocos miembros que quedaban de su Consejo—. ¿Queréis dejar de comportaros como un puñado de gallinas histéricas? ¡Focalizaos de una vez!
Un silencio pesado se extendió, aunque Cicatriz lo rompió. No dejó mirar con un fuerte respeto a su rey.
—Gahna tiene razón, al íncubo en sí le podría matar cualquiera de los presentes —la comandante de los Ejércitos sospechaba que, quizás, muchos estarían en desacuerdo, pero bien sabía que no cualquiera podía sentarse en aquel Consejo—, pero Doce también la tiene. Sin sus acciones, la Torre habría tardado mucho más en ser un peligro. Lo suficiente para que nos hubiéramos dado cuenta. Hay que matarlo, pero...
Andras Sula miraba penetrantemente a Melodes y Nihil. No con furia, sino con interés y determinación: estaba decidido a que el Consejo les diera ayuda, y a que ellos dieran ayuda al Consejo.
Él se encargó de terminar de pronunciar la frase de Cicatriz.
—También hay que destruir la Torre de los Soñadores.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Salón del trono
12/01/19, 11:39 pm
Uno a uno los miembros del Consejo, los guardias, los sirvientes, así como el soñador y la súcubo de las pesadillas despertaron en el salón del trono. Durante largos segundos tan solo se escucharon los sonidos propios de gente levantándose del suelo y tratando de orientarse. Se miraron unos a otros buscando que alguien pusiese en palabras lo que acababa de suceder, algunos con preguntas, otros con sospechas, muy pocos con certezas.
—¿Qué acaba de pasar? —Garoni fue el primero en romper el silencio, finalmente.
—El íncubo ha debido de hacer algo —dijo Cicatriz alejándose de la mesa, con la vista fija en dos personas en concreto.
—Soñador... —Gahna comenzó a seguir a la Comandante—. Tú lo sabes, ¿verdad?
Melodes tan solo se había movido para levantarse del suelo, lentamente y sin dejar de clavar la mirada en este. Finalmente había sucedido. Corann había hecho lo que más temía.
—Melodes. —Fue Andras Sula en aquella ocasión, delante de él. El libense no había sido consciente de lo que sucedía a su alrededor hasta ese mismo momento—. Responde. Tú tienes que saber qué ha ocurrido. ¿Qué ha hecho exactamente la Torre?
El oniromante alzó finalmente la cabeza y miró a su rey con expresión grave.
—Hemos sido trasladados a una Rocavarancolia onírica, creada con el poder de la Torre.
Algunos miembros del Consejo dejaron escapar exclamaciones y la mayoría comenzó a acercarse al grupo que se formaba cerca de la entrada de la sala, alrededor de Melodes y Nihil.
—No puede ser... Pero eso significa...
—Que corremos un grave peligro, sí. —Unos pasos firmes sonaron tras ellos, accediendo al salón del trono. Akeyo Kau había vuelto rápidamente al castillo tras despertar en el sueño—. Aunque tenemos una esperanza.
—El velador.
La demiurga asintió.
—Por eso el intento de asesinato.
—Pero... ¿Corann habrá activado la Torre sabiendo que el velador sigue con vida? —Intervino Doce Punto.
—Lo ha hecho —confirmó Melodes. Oír hablar del velador le había hecho recordar algunas de sus visiones de futuro—. Creo que no quería esperar más... Tal vez... Sí.
El libense había comenzado a caminar, con la mirada perdida en algún punto en el vacío mientras su cabeza bullía llena de imágenes, retazos de visiones pasadas.
>>Nosotros tampoco deberíamos esperar más. No creo que esto pueda acabar bien, pero al menos deberíamos ganar tiempo para que el velador logre despertar a alguien que pueda guiarle.
—Pero... tú no tienes ningún poder aquí, ¿verdad? —Cuestionó Dama Gato con evidente preocupación.
—No... Y soy consciente de lo que me puede ocurrir. Pero hay que actuar cuanto antes. Si la influencia de la Torre alcanza el alma del planeta no habrá forma de revertirlo. Corann no tardará en intentar asesinarme de todas formas. No podemos descartar, además, que no haya preparado algún artificio en la Rocavarancolia auténtica.
—Si contase con la ayuda de alguien inmune a la magia, por ejemplo... —caviló la maga suprema.
El soñador asintió y se volvió a sumir en el silencio mientras el Consejo hacía preguntas a Akeyo.
Al cabo de unos instantes el soñador se acercó a la súcubo de las pesadillas, saliendo finalmente de su estado taciturno.
—Para llegar hasta ella voy a necesitar vuestra ayuda, Nihil.
—Yo también ayudaré —Doce Punto se había acercado a ambos transformados oníricos—. Que no me despierten todavía.
—¿Qué acaba de pasar? —Garoni fue el primero en romper el silencio, finalmente.
—El íncubo ha debido de hacer algo —dijo Cicatriz alejándose de la mesa, con la vista fija en dos personas en concreto.
—Soñador... —Gahna comenzó a seguir a la Comandante—. Tú lo sabes, ¿verdad?
Melodes tan solo se había movido para levantarse del suelo, lentamente y sin dejar de clavar la mirada en este. Finalmente había sucedido. Corann había hecho lo que más temía.
—Melodes. —Fue Andras Sula en aquella ocasión, delante de él. El libense no había sido consciente de lo que sucedía a su alrededor hasta ese mismo momento—. Responde. Tú tienes que saber qué ha ocurrido. ¿Qué ha hecho exactamente la Torre?
El oniromante alzó finalmente la cabeza y miró a su rey con expresión grave.
—Hemos sido trasladados a una Rocavarancolia onírica, creada con el poder de la Torre.
Algunos miembros del Consejo dejaron escapar exclamaciones y la mayoría comenzó a acercarse al grupo que se formaba cerca de la entrada de la sala, alrededor de Melodes y Nihil.
—No puede ser... Pero eso significa...
—Que corremos un grave peligro, sí. —Unos pasos firmes sonaron tras ellos, accediendo al salón del trono. Akeyo Kau había vuelto rápidamente al castillo tras despertar en el sueño—. Aunque tenemos una esperanza.
—El velador.
La demiurga asintió.
—Por eso el intento de asesinato.
—Pero... ¿Corann habrá activado la Torre sabiendo que el velador sigue con vida? —Intervino Doce Punto.
—Lo ha hecho —confirmó Melodes. Oír hablar del velador le había hecho recordar algunas de sus visiones de futuro—. Creo que no quería esperar más... Tal vez... Sí.
El libense había comenzado a caminar, con la mirada perdida en algún punto en el vacío mientras su cabeza bullía llena de imágenes, retazos de visiones pasadas.
>>Nosotros tampoco deberíamos esperar más. No creo que esto pueda acabar bien, pero al menos deberíamos ganar tiempo para que el velador logre despertar a alguien que pueda guiarle.
—Pero... tú no tienes ningún poder aquí, ¿verdad? —Cuestionó Dama Gato con evidente preocupación.
—No... Y soy consciente de lo que me puede ocurrir. Pero hay que actuar cuanto antes. Si la influencia de la Torre alcanza el alma del planeta no habrá forma de revertirlo. Corann no tardará en intentar asesinarme de todas formas. No podemos descartar, además, que no haya preparado algún artificio en la Rocavarancolia auténtica.
—Si contase con la ayuda de alguien inmune a la magia, por ejemplo... —caviló la maga suprema.
El soñador asintió y se volvió a sumir en el silencio mientras el Consejo hacía preguntas a Akeyo.
Al cabo de unos instantes el soñador se acercó a la súcubo de las pesadillas, saliendo finalmente de su estado taciturno.
—Para llegar hasta ella voy a necesitar vuestra ayuda, Nihil.
—Yo también ayudaré —Doce Punto se había acercado a ambos transformados oníricos—. Que no me despierten todavía.
- InvitadoInvitado
Re: Salón del trono
12/01/19, 11:56 pm
En cuanto Nihil despertó en el sueño se le disparó el pulso. Miró frenética en todas direcciones con sus ojos inyectados en bilis, por un instante no fue capaz de evitar que sus emociones se reflejasen en su rostro.
<<Mierdamierdamierdamierda>>
Miró a Melodes y confirmó que ambos comprendían la situación, lo peor que podía pasar había pasado, habían actuado demasiado tarde. Pero entonces la demiurga apareció en la sala del trono. En otra vida, posiblemente Nihil la habría besado.
-¿¿Tenemos un velador??
Debía haber llegado con la última cosecha, que hubiese sobrevivido para ver la Luna Roja era sin duda un regalo de las madres tenebrosas. Aquello lo cambiaba todo.
-Antes de eso, Melodes -dijo Nihil, casi interrumpiendo al soñador -Puedo debilitar a la torre si corto su conexión con sus fuentes de energía. Tengo el contrahechizo para hacerlo, es lo que quería mostrarte.
Sabía que no habría rastro de su carpeta en el sueño así que ni se molestó en buscarla, pero igualmente no la necesitaba. Conocía bien el hechizo, al fin y al cabo lo había creado ella.
Melodes asintió. Entre ellos, los demiurgos y el resto del Consejo trazaron un plan y, una vez se ultimaron los detalles y acordaron las posiciones, solo les quedó esperar.
<<Mierdamierdamierdamierda>>
Miró a Melodes y confirmó que ambos comprendían la situación, lo peor que podía pasar había pasado, habían actuado demasiado tarde. Pero entonces la demiurga apareció en la sala del trono. En otra vida, posiblemente Nihil la habría besado.
-¿¿Tenemos un velador??
Debía haber llegado con la última cosecha, que hubiese sobrevivido para ver la Luna Roja era sin duda un regalo de las madres tenebrosas. Aquello lo cambiaba todo.
-Antes de eso, Melodes -dijo Nihil, casi interrumpiendo al soñador -Puedo debilitar a la torre si corto su conexión con sus fuentes de energía. Tengo el contrahechizo para hacerlo, es lo que quería mostrarte.
Sabía que no habría rastro de su carpeta en el sueño así que ni se molestó en buscarla, pero igualmente no la necesitaba. Conocía bien el hechizo, al fin y al cabo lo había creado ella.
Melodes asintió. Entre ellos, los demiurgos y el resto del Consejo trazaron un plan y, una vez se ultimaron los detalles y acordaron las posiciones, solo les quedó esperar.
- InvitadoInvitado
Re: Salón del trono
26/01/19, 12:43 am
Nihil tomó una gran bocanada de aire nada más despertar. Lo primero que vio fue a un velador muy asustado y tras él...
-¿Akeyo?
Se despejó al instante. Ya estaba fuera del sueño, no tenían tiempo que perder. Se puso en pie con cuidado de no tropezar con el cuerpo de Siloco que se había desplomado a su lado. Le dio un toque con la bota para ponerlo en una postura un poco más digna y se sacudió el polvo de la ropa. << Y podrían barrer más a menudo la sala del trono>>
-Gracias por despertarme. ¿En qué situación estamos?
Mientras la ponían al día fue hasta la mesa del consejo y recuperó su carpeta. Sacó una hoja con instrucciones y se la tendió a la demiurga. No le hacía mucha gracia, se estaba exponiendo a sí misma, pero no le quedaba otra.
-Este es el hechizo de desvinculación, tardaremos menos si se pone alguien más aparte de mi con ello.
Sacó otra hoja de la carpeta, esta vez en blanco, y trazó cuatro glifos con la uña. Pronunció las sílabas del conjuro de localización y varias bengalas doradas salieron despedidas del papel, dejando una estela tras de sí que las conectaba a los glifos.
-Sé que es cantoso pero creo que lo de ser discretos ya no nos sirve de mucho. Dile a tu chica que le dé prioridad a los durmientes que señalan las bengalas doradas. Yo volveré en un momento, tengo que ocuparme de una cosa.
Una de esas bengalas llevaba hasta las profundidades del templo de los suicidas y ni aunque todos sus fieles estuvieran dormidos iba a dejar que nadie se adentrase en ellas.
-¿Akeyo?
Se despejó al instante. Ya estaba fuera del sueño, no tenían tiempo que perder. Se puso en pie con cuidado de no tropezar con el cuerpo de Siloco que se había desplomado a su lado. Le dio un toque con la bota para ponerlo en una postura un poco más digna y se sacudió el polvo de la ropa. << Y podrían barrer más a menudo la sala del trono>>
-Gracias por despertarme. ¿En qué situación estamos?
Mientras la ponían al día fue hasta la mesa del consejo y recuperó su carpeta. Sacó una hoja con instrucciones y se la tendió a la demiurga. No le hacía mucha gracia, se estaba exponiendo a sí misma, pero no le quedaba otra.
-Este es el hechizo de desvinculación, tardaremos menos si se pone alguien más aparte de mi con ello.
Sacó otra hoja de la carpeta, esta vez en blanco, y trazó cuatro glifos con la uña. Pronunció las sílabas del conjuro de localización y varias bengalas doradas salieron despedidas del papel, dejando una estela tras de sí que las conectaba a los glifos.
-Sé que es cantoso pero creo que lo de ser discretos ya no nos sirve de mucho. Dile a tu chica que le dé prioridad a los durmientes que señalan las bengalas doradas. Yo volveré en un momento, tengo que ocuparme de una cosa.
Una de esas bengalas llevaba hasta las profundidades del templo de los suicidas y ni aunque todos sus fieles estuvieran dormidos iba a dejar que nadie se adentrase en ellas.
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