Barrio de los Callejones sin Salida
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Rocavarancolia Rol
51 participantes
- Rocavarancolia Rol
Barrio de los Callejones sin Salida
03/08/11, 12:53 am
Recuerdo del primer mensaje :
En el lado más céntrico queda aún parte de este laberíntico montón de edificaciones sin orden aparente. Perderse es tan fácil como encontrarse alguna criatura hambrienta.
- Sevent
Ficha de cosechado
Nombre: Abel
Especie: Humano español
Habilidades: Intuición, imaginación y velocidad
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
07/11/11, 07:45 pm
Me encontraba con Caillech, la extraña reptil y Noel quienes parecian hablar de cosas tan obvias como la diferencia del sexo de los seres humanos, aunque comprendia que ellos no nos diferenciaran al igual que nosotros tampoco a ellos, poco a poco las diferencias se nos harian mas evidentes.
Me detuve un rato pensando en Hannah, me sentia mal por haberla dejado alli, pero estaba de acuerdo en ir a buscar comida, solo estaba en contra de buscarla antes de encontrar los torreones.....pero Hannah era tan tozuda, miré a Noel, el era el que mas habia sentido la furia de ella, pobre....no tenia la culpa de nada, y aunque estaba y habia estado en desacuerdo parcialmente con Caillech sabia que la forma de Hannah de ezpresarse era erronea totalmente
Estaba algo apartado asi que me dirigi hacia ellos, los cuales estaban hablando aun, parecia que Caillech habia encontrado la comida o algo parecido....
-Has encontrado algo?pregunte yo aun sabiendo que era evidente, luego de eso les segui.
Medite de nuevo sobre el asunto, estaba en Rocavarancolia, lugar magico y peligroso donde los haya si es que hay mas, no podia conportarme asi de debil y tartamudeando ante una situacion como la de antes con dos compañeros, ya que si me encontraba con enemigos no podria ni moverme
Respire hondo y aprete el mango de la daga
-Vamos?-pregunte
Me detuve un rato pensando en Hannah, me sentia mal por haberla dejado alli, pero estaba de acuerdo en ir a buscar comida, solo estaba en contra de buscarla antes de encontrar los torreones.....pero Hannah era tan tozuda, miré a Noel, el era el que mas habia sentido la furia de ella, pobre....no tenia la culpa de nada, y aunque estaba y habia estado en desacuerdo parcialmente con Caillech sabia que la forma de Hannah de ezpresarse era erronea totalmente
Estaba algo apartado asi que me dirigi hacia ellos, los cuales estaban hablando aun, parecia que Caillech habia encontrado la comida o algo parecido....
-Has encontrado algo?pregunte yo aun sabiendo que era evidente, luego de eso les segui.
Medite de nuevo sobre el asunto, estaba en Rocavarancolia, lugar magico y peligroso donde los haya si es que hay mas, no podia conportarme asi de debil y tartamudeando ante una situacion como la de antes con dos compañeros, ya que si me encontraba con enemigos no podria ni moverme
Respire hondo y aprete el mango de la daga
-Vamos?-pregunte
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
07/11/11, 07:49 pm
Caillech había atendido a mi explicación con interés. Cuando termino parece cavilar un momento acerca de lo que le he contado. Entonces se me acerca y comienza a olfatear a mi alrededor, me recuerda a un perrito, o en este caso un perrazo, y no puedo evitar reírme un poco.
-Supongo que tienes razón, no había pensado en eso... En nuestro planeta también hay muchos animales que diferencian a través del olfato, lo que pasa es que nosotros no tenemos ninguna habilidad para eso y por ello ni siquiera lo había pensado.
Caillech no daba tanto miedo cuando no estaba enfadada, no pude evitar sentir cierta simpatía hacia ella ahora que había tenido la oportunidad de conversar, aunque básicamente hubiese hablado yo. Además los animales siempre me habían gustado y su raza se parecía tanto a los lagartos que se podían ver en la Tierra... Estaba pensando cuál sería la mejor forma de responderle a la otra pregunta que me formula cuando veo que Vladimir se me adelanta. Me mantengo en silencio mientras escucho atentamente su explicación.
-Supongo que tienes razón, no había pensado en eso... En nuestro planeta también hay muchos animales que diferencian a través del olfato, lo que pasa es que nosotros no tenemos ninguna habilidad para eso y por ello ni siquiera lo había pensado.
Caillech no daba tanto miedo cuando no estaba enfadada, no pude evitar sentir cierta simpatía hacia ella ahora que había tenido la oportunidad de conversar, aunque básicamente hubiese hablado yo. Además los animales siempre me habían gustado y su raza se parecía tanto a los lagartos que se podían ver en la Tierra... Estaba pensando cuál sería la mejor forma de responderle a la otra pregunta que me formula cuando veo que Vladimir se me adelanta. Me mantengo en silencio mientras escucho atentamente su explicación.
- Vlad
Ficha de cosechado
Nombre: Yrfylltabgemesh Ftethvajranotz Graktholontir
Especie: Auro
Habilidades: Nociones de Lucha, Artesanía, Puntería.
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
07/11/11, 08:18 pm
Vladimir caminaba por las siniestras y silenciosas calles de la ciudad, andando al margen del grupo, pero sin separarse y en primera línea. Mantenía la mano izquierda en el pomo de su recién adquirido estoque, una espada ropera con guarnición de lazo que debía de medir algo más de un metro, y todos sus sentidos en su entorno, atento tanto a los edificios y a las calles cómo a sus compañeros, casi igual de receloso con unos que con otros. Pero, cómo de costumbre, no permitía que su estado psicológico se reflejara ni en su cara ni en su pose. Su rostro seguía siendo una máscara estoica que sólo transmitía desdén y cierto interés desganado. Se mantiene erguido y estirado, sin permitir que su traje se descoloque ni un milímetro, aunque sin estar pendiente de él. No era tan complicado cuando se le cogía el tranquillo. Y es que el truco no era colocarse las vestiduras correctamente a todas horas, si no moverse de tal forma que ellas no se movieran de su lugar. Y, evidentemente, aquello lo tenía completamente dominado. Años de práctica. Aunque secretamente suponía que otras habilidades podían llegar a ser más prácticas en aquellas circunstancias que el buen vestir.
Había dejado atrás la antorcha en el torreón para poder empuñar, si finalmente la situación así lo requería, la daga en conjunto con su arma para resultar más eficaz en combate. Aunque hubiera deseado traer más armamento, por si acaso. Evidentemente, no era posible por razones de peso. Se le antojó entonces que quizás debiera recurrir a un escudero. Le hizo hasta gracia la idea. <<Es evidente que me han lavado bien el cerebro>> pensó. <<Es ponerme una espada al cinto y sentirme aún más prepotente>>
Esperaba poder arreglárselas bien con su armamento actual. Dudaba sobre todo de su arco. No dudaba que fuera a dar en el blanco. Lo que no sabía era cuánto tiempo iba a necesitar para apuntarle.
Volviendo al tema del mundo exterior, estuvo escuchando la conversación entre la señorita reptiliana y el muchacho con el mechón blanco. Una definición un tanto imprecisa, pero válida. Aunque en su opinión no había puesto suficiente énfasis en el “por desgracia”. Cuando escuchó la cuestión de Caillech mientras olisqueaba al muchacho, se adelantó para contestarle. Tenía que hacerlo.
-Dice por desgracia porque, aunque parezcamos mamíferos, no lo somos.- dijo, poniéndose a la altura de la muchacha, aunque a una distancia prudencial, sin desviar la mirada del frente y sin cambiar un ápice su expresión.- En el fondo, si se observa nuestro comportamiento cómo sociedad en nuestro entorno, te percatas de que no somos cómo un leopardo o un gorila. Un animal vive en su entorno, se adapta a él y sobrevive cómo una pieza más en su interior. Todos sus movimientos están sujetos a un equilibrio prefecto y natural del mundo. Los humanos no.- sentenció sombrío. Y con ese mismo tono sombrío y sepulcral continuó su explicación.- Los humanos nos reproducimos, nos multiplicamos hasta la saciedad, agotando todos los recursos de nuestro entorno. Y, cuando estos recursos se acaban por nuestra culpa, nos mudamos a otro lugar, dónde repetimos el mismo procedimiento. Hay otra criatura que hace lo mismo. Y son los virus. Nuestro mundo está al borde del punto de no retorno. Los desiertos se hacen más grandes y la vida le va cediendo el paso a la arena. Y es por nuestra culpa. Hemos aumentado la temperatura de nuestro planeta, nos hemos matado a millares por estupideces en nombre de psicópatas paranoicos con delirios de grandeza. Asesinamos a nuestro mundo, y con él a nosotros mismos. Vendimos nuestras almas a un sistema despiadado y maquinal que rige nuestras vidas. ¿Sabe que obtuvimos a cambio, señorita? Un invento inútil que quisimos llamar dinero. Un espejismo con el que creemos que cuantificamos nuestro poder. Que no le confunda nuestro aspecto poco fiero, señorita. Aunque no tengamos garras ni colmillos y nuestros sentidos no tengan ni punto de comparación con los suyos, tenemos una herramienta muy útil que nos ha valido la supremacía en nuestro mundo, muy a su pesar.- Antes de finalizar la frase, se dio el lujo de mirar a los ojos a la muchacha. Su mirada era fría y penetrante. Esa mirada propia de los misántropos fatalistas que han comprendido que no queda nada que salvar de la naturaleza humana.- Gobernamos nuestro mundo porque somos crueles.
Tras decir esto, volvió a su pose y a su expresión habitual, volviendo la vista al frente. Se atrasó ligeramente. Estaban cerca de la comida. Echó mano con cuidado a la empuñadura de su estoque.
-Guíenos, señorita. Le cubro las espaldas.- dijo con determinación.
Y es que, aunque Vladimir no hubiera tenido una experiencia social demasiado extensa, sabía lo justo que debía saber. Había esto en fiestas de alta sociedad, y lo que había visto le había producido arcadas. Esas mismas arcadas que sentía al mirarse al espejo todos los días. Y sus padres le habían enseñado lo cruel que podía ser el mundo. Sí, su espalda lo secundaba, con las cicatrices cómo líneas de texto que atestiguan la dolorosa lección aprendida. Puede que aquel grupo de gente desconocida fuera, de hecho, la experiencia social más completa y prolongada que había vivido hasta ahora. Pero, aun así, Vlad seguía convencido de que el mundo estaba podrido.
Había dejado atrás la antorcha en el torreón para poder empuñar, si finalmente la situación así lo requería, la daga en conjunto con su arma para resultar más eficaz en combate. Aunque hubiera deseado traer más armamento, por si acaso. Evidentemente, no era posible por razones de peso. Se le antojó entonces que quizás debiera recurrir a un escudero. Le hizo hasta gracia la idea. <<Es evidente que me han lavado bien el cerebro>> pensó. <<Es ponerme una espada al cinto y sentirme aún más prepotente>>
Esperaba poder arreglárselas bien con su armamento actual. Dudaba sobre todo de su arco. No dudaba que fuera a dar en el blanco. Lo que no sabía era cuánto tiempo iba a necesitar para apuntarle.
Volviendo al tema del mundo exterior, estuvo escuchando la conversación entre la señorita reptiliana y el muchacho con el mechón blanco. Una definición un tanto imprecisa, pero válida. Aunque en su opinión no había puesto suficiente énfasis en el “por desgracia”. Cuando escuchó la cuestión de Caillech mientras olisqueaba al muchacho, se adelantó para contestarle. Tenía que hacerlo.
-Dice por desgracia porque, aunque parezcamos mamíferos, no lo somos.- dijo, poniéndose a la altura de la muchacha, aunque a una distancia prudencial, sin desviar la mirada del frente y sin cambiar un ápice su expresión.- En el fondo, si se observa nuestro comportamiento cómo sociedad en nuestro entorno, te percatas de que no somos cómo un leopardo o un gorila. Un animal vive en su entorno, se adapta a él y sobrevive cómo una pieza más en su interior. Todos sus movimientos están sujetos a un equilibrio prefecto y natural del mundo. Los humanos no.- sentenció sombrío. Y con ese mismo tono sombrío y sepulcral continuó su explicación.- Los humanos nos reproducimos, nos multiplicamos hasta la saciedad, agotando todos los recursos de nuestro entorno. Y, cuando estos recursos se acaban por nuestra culpa, nos mudamos a otro lugar, dónde repetimos el mismo procedimiento. Hay otra criatura que hace lo mismo. Y son los virus. Nuestro mundo está al borde del punto de no retorno. Los desiertos se hacen más grandes y la vida le va cediendo el paso a la arena. Y es por nuestra culpa. Hemos aumentado la temperatura de nuestro planeta, nos hemos matado a millares por estupideces en nombre de psicópatas paranoicos con delirios de grandeza. Asesinamos a nuestro mundo, y con él a nosotros mismos. Vendimos nuestras almas a un sistema despiadado y maquinal que rige nuestras vidas. ¿Sabe que obtuvimos a cambio, señorita? Un invento inútil que quisimos llamar dinero. Un espejismo con el que creemos que cuantificamos nuestro poder. Que no le confunda nuestro aspecto poco fiero, señorita. Aunque no tengamos garras ni colmillos y nuestros sentidos no tengan ni punto de comparación con los suyos, tenemos una herramienta muy útil que nos ha valido la supremacía en nuestro mundo, muy a su pesar.- Antes de finalizar la frase, se dio el lujo de mirar a los ojos a la muchacha. Su mirada era fría y penetrante. Esa mirada propia de los misántropos fatalistas que han comprendido que no queda nada que salvar de la naturaleza humana.- Gobernamos nuestro mundo porque somos crueles.
Tras decir esto, volvió a su pose y a su expresión habitual, volviendo la vista al frente. Se atrasó ligeramente. Estaban cerca de la comida. Echó mano con cuidado a la empuñadura de su estoque.
-Guíenos, señorita. Le cubro las espaldas.- dijo con determinación.
Y es que, aunque Vladimir no hubiera tenido una experiencia social demasiado extensa, sabía lo justo que debía saber. Había esto en fiestas de alta sociedad, y lo que había visto le había producido arcadas. Esas mismas arcadas que sentía al mirarse al espejo todos los días. Y sus padres le habían enseñado lo cruel que podía ser el mundo. Sí, su espalda lo secundaba, con las cicatrices cómo líneas de texto que atestiguan la dolorosa lección aprendida. Puede que aquel grupo de gente desconocida fuera, de hecho, la experiencia social más completa y prolongada que había vivido hasta ahora. Pero, aun así, Vlad seguía convencido de que el mundo estaba podrido.
- Caillech
Ficha de cosechado
Nombre: Dama Gula, antes conocida como Caillech (Cail o Cai)
Especie:
Habilidades: Conocimiento de técnicas de supervivencia, olfato muy fino y agilidad (cosas indispensables para una nómada)
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
07/11/11, 09:22 pm
En vez de contestarme el humano conocido como Noel sobre el tema que en esos me tenía intrigado fue el otro, el otro... macho, si no me confundia se llamaba Vlad, el mismo que se había presentado tan extrañamente ante mí. En su tierra puede que eso fuera un signo de cortesía, pero en la mía no y no me había agradado que uno de ellos, menos alguien tan frío como el hielo, me besase la mano. Se sentía erroneo, y aún así no mostré dicho sentimiento en ningún momento ante ellos. Me lo guardé como muchas cosas a lo largo de los años, ya se había convertido en un hábito esconder sentimientos que podrían hacerme parecer débil. Debía demostrarle al mundo que no era débil, que era una superviviente, que nada me asustaba.
Entonces comenzó su relanto con un tono que mucho distaba de ser conciliador, al igual que la historia que me contaba. Mantube una cara de poker mientras me narraban los horrores que su raza parecía cometer. Destrucción de la naturaleza, asesinato a sus iguales, acabar con su mundo... Vale, puede que hubiese menospreciado a esta raza. Ciertamente jamás había conocido a una raza más parecida a los Ranta en mi vida, pero estos parecían los hermanos gemelos de estos. Estaba segura de que los dos se entendería muy bien en su crueldad infinita.
Mi mirada se dirigió a Noel por un momento mientras me acordaba de los que tan fácilmente se habían asustado en mi presencia en el torreon, hasta casi habían empezado a llorar. Y no podía creer esas palabras, esa similitud. Entonces vi a la muchacha que me había plantado cara en mi mente o ese tal Vlad. Ciertamente a ellos si que me los podía imaginar asi.
Me dirigí a Vlad sin apartar de él mi mirada fija.
- Vosotros gobernareis en vuestro mundo por vuestra crueldad, no os discuto. En alguno de vosotros se refleja esa cruel realidad, tan distinta a la mía. En mi mundo hay unos seres que os igualan en crueldad, los Ranta, unos despreciables lagartos - le contesto con cara de desprecio mientras escupo en el suelo para maldecir la existencia de esos seres -. Nosotros, los demás tres tribus somos pacíficos, quitando a unos cuantos individuos, aunque la naturaleza nos haya dotado con una anatomía tal que hemos llegado a ser los más fuertes de nuestro mundo como agradecimieto de lo bien que lo cuidamos. - le vuelvo a mirar a los ojos directamente - Vosotros por crueldad y nosotros por nuestra superioridad ebolutiba hemos llegado a donde estamos. Ahora solo queda ver cual de los dos atributos es el más indicado para sobrevivir en esta ciudad.
Alargué la dimensión de mis zancadas mientras les hacía un gesto para que me siguieran. Ya no quedaba mucho, casi podía saborear la comida.
- Un par de manzanas y allí estaremos. Haces bien en prepararte humano, nunca viene de más estar preparados para un ataque sorpresa. Más vale prevenir que curar - les advertí, sopesé mis dos dagas en mis manos para familiarizarme más con la nueva, no sea que nos atacaran e hiciera algo mal que acarrearía mi muerte. Eso ni pensarlo. No había llegado mi hora aún, de eso estaba segura.
Entonces comenzó su relanto con un tono que mucho distaba de ser conciliador, al igual que la historia que me contaba. Mantube una cara de poker mientras me narraban los horrores que su raza parecía cometer. Destrucción de la naturaleza, asesinato a sus iguales, acabar con su mundo... Vale, puede que hubiese menospreciado a esta raza. Ciertamente jamás había conocido a una raza más parecida a los Ranta en mi vida, pero estos parecían los hermanos gemelos de estos. Estaba segura de que los dos se entendería muy bien en su crueldad infinita.
Mi mirada se dirigió a Noel por un momento mientras me acordaba de los que tan fácilmente se habían asustado en mi presencia en el torreon, hasta casi habían empezado a llorar. Y no podía creer esas palabras, esa similitud. Entonces vi a la muchacha que me había plantado cara en mi mente o ese tal Vlad. Ciertamente a ellos si que me los podía imaginar asi.
Me dirigí a Vlad sin apartar de él mi mirada fija.
- Vosotros gobernareis en vuestro mundo por vuestra crueldad, no os discuto. En alguno de vosotros se refleja esa cruel realidad, tan distinta a la mía. En mi mundo hay unos seres que os igualan en crueldad, los Ranta, unos despreciables lagartos - le contesto con cara de desprecio mientras escupo en el suelo para maldecir la existencia de esos seres -. Nosotros, los demás tres tribus somos pacíficos, quitando a unos cuantos individuos, aunque la naturaleza nos haya dotado con una anatomía tal que hemos llegado a ser los más fuertes de nuestro mundo como agradecimieto de lo bien que lo cuidamos. - le vuelvo a mirar a los ojos directamente - Vosotros por crueldad y nosotros por nuestra superioridad ebolutiba hemos llegado a donde estamos. Ahora solo queda ver cual de los dos atributos es el más indicado para sobrevivir en esta ciudad.
Alargué la dimensión de mis zancadas mientras les hacía un gesto para que me siguieran. Ya no quedaba mucho, casi podía saborear la comida.
- Un par de manzanas y allí estaremos. Haces bien en prepararte humano, nunca viene de más estar preparados para un ataque sorpresa. Más vale prevenir que curar - les advertí, sopesé mis dos dagas en mis manos para familiarizarme más con la nueva, no sea que nos atacaran e hiciera algo mal que acarrearía mi muerte. Eso ni pensarlo. No había llegado mi hora aún, de eso estaba segura.
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
07/11/11, 09:52 pm
Nota Fdr: me paso a la tercera persona, a ver que tal. Con la primera persona no me quedaba del todo satisfecha. ... Vale, sé que os importa una mierda. Es mi necesidad innata de contarle al mundo cosas insignificantes.
Alicia observo perpleja como Noel y Vlad daban explicaciones extensas a Caillech. Noel buscaba dar una explicación más o menos global de la cuestión, y medianamente útil, cosa bastante complicada en realidad, porque ellos ya eran humanos, y ser humanos era algo que daban por hecho. Vlad completó la respuesta de Noel con su típica forma elaborada y formal de hablar, dando una visión negra del ser humano y su naturaleza. A Alicia se le ensombreció el semblante mientras escuchaba. Quizás debería hablarle de lo que ella veía. No quizás rebatir las cuestiones sobre la naturaleza humana, sino la imagen llena de humo y destruída de la Tierra que se le pintaba en la cabeza con las palabras de Vlad. Ella no echaría de menos un mundo como ese. Echaba de menos otra cara de él, los árboles bajo los que se sentaba con Karina a hablar por las tardes. El verde, en general, de Dinamarca. La nieve de diciembre. A su gato Cachivache.
<<Que piense lo que quiera de nosotros la reptil. Ya me da la sensación de que no le caemos bien>>
Pero estaba realmente indignada con aquella versión ultra oscura de su vida. Y más porque echaba tantísimo de menos su casa en Logstor. Si echabas de menos un mundo como el que Vlad decía casi parecías despreciable. En realidad tampoco le importaba la opinión que tendrían sus acompañantes sobre su vida, y no tenía ninguna intención de contarsela a nadie. En realidad, se prometió hacer lo posible por olvidarlo todo. Si su mundo nunca iba a volver, ella no debía revivirlo y pasar el tiempo ahogada en recuerdos.
Caillech contesta hablando de su propio mundo. Y habla de medir la crueldad contra los atributos físicos de su raza.
- Podeis pensar lo que querais. Como si quieres ampliar tu version de nuestro mundo cruel, Vlad. Eso no es lo que yo veo. Y desde luego no es lo unico que hay..- dijo, a pesar de todo, clavando la mirada en Vlad con seriedad y tajante, y luego dirigiendo una mirada a Caillech, como si pensase que aquella mirada bastaría para aclararle que el mundo tenía un lado maravilloso y único, y que ella una vez había tenido la suerte de verlo, y vivirlo. Pero también una mirada desafiante. Alicia no les había acompañado porque la hembra aquella le intimidase. No lo hacía, aunque desde el punto de vista de la razón, lo lógico fuera sentir miedo. Había venido por su propio pie porque era lo que le parecía correcto, y no era subordinada de nadie.- Las monedas tienen dos caras- refunfuñó.
<<y yo no soy cruel, pero sobreviviré.>>
Tras doblar una última esquina dieron con la bañera, que por suerte estaba llena de comidas más apetitosas que las anunciadas por el espantapájaros. No muchas, quizás no las suficientes como para acabar lleno y saciado aquella noche, pero más y mejor que una rata cazada y despellejada. Cogió entre los brazos lo que podía cargar, y luego se lo replanteó y dejó la comida en la bañera, se sacó el enorme jersey morado por la cabeza, quedándose en una pobre camiseta de tirantes, y apañó con él una "bolsa" donde cargar bastante más comida de la que ella hubiera podido llevar en las manos. Aunque se daría prisa en volver, le estaba entrando un frío del demonio.
Alicia observo perpleja como Noel y Vlad daban explicaciones extensas a Caillech. Noel buscaba dar una explicación más o menos global de la cuestión, y medianamente útil, cosa bastante complicada en realidad, porque ellos ya eran humanos, y ser humanos era algo que daban por hecho. Vlad completó la respuesta de Noel con su típica forma elaborada y formal de hablar, dando una visión negra del ser humano y su naturaleza. A Alicia se le ensombreció el semblante mientras escuchaba. Quizás debería hablarle de lo que ella veía. No quizás rebatir las cuestiones sobre la naturaleza humana, sino la imagen llena de humo y destruída de la Tierra que se le pintaba en la cabeza con las palabras de Vlad. Ella no echaría de menos un mundo como ese. Echaba de menos otra cara de él, los árboles bajo los que se sentaba con Karina a hablar por las tardes. El verde, en general, de Dinamarca. La nieve de diciembre. A su gato Cachivache.
<<Que piense lo que quiera de nosotros la reptil. Ya me da la sensación de que no le caemos bien>>
Pero estaba realmente indignada con aquella versión ultra oscura de su vida. Y más porque echaba tantísimo de menos su casa en Logstor. Si echabas de menos un mundo como el que Vlad decía casi parecías despreciable. En realidad tampoco le importaba la opinión que tendrían sus acompañantes sobre su vida, y no tenía ninguna intención de contarsela a nadie. En realidad, se prometió hacer lo posible por olvidarlo todo. Si su mundo nunca iba a volver, ella no debía revivirlo y pasar el tiempo ahogada en recuerdos.
Caillech contesta hablando de su propio mundo. Y habla de medir la crueldad contra los atributos físicos de su raza.
- Podeis pensar lo que querais. Como si quieres ampliar tu version de nuestro mundo cruel, Vlad. Eso no es lo que yo veo. Y desde luego no es lo unico que hay..- dijo, a pesar de todo, clavando la mirada en Vlad con seriedad y tajante, y luego dirigiendo una mirada a Caillech, como si pensase que aquella mirada bastaría para aclararle que el mundo tenía un lado maravilloso y único, y que ella una vez había tenido la suerte de verlo, y vivirlo. Pero también una mirada desafiante. Alicia no les había acompañado porque la hembra aquella le intimidase. No lo hacía, aunque desde el punto de vista de la razón, lo lógico fuera sentir miedo. Había venido por su propio pie porque era lo que le parecía correcto, y no era subordinada de nadie.- Las monedas tienen dos caras- refunfuñó.
<<y yo no soy cruel, pero sobreviviré.>>
Tras doblar una última esquina dieron con la bañera, que por suerte estaba llena de comidas más apetitosas que las anunciadas por el espantapájaros. No muchas, quizás no las suficientes como para acabar lleno y saciado aquella noche, pero más y mejor que una rata cazada y despellejada. Cogió entre los brazos lo que podía cargar, y luego se lo replanteó y dejó la comida en la bañera, se sacó el enorme jersey morado por la cabeza, quedándose en una pobre camiseta de tirantes, y apañó con él una "bolsa" donde cargar bastante más comida de la que ella hubiera podido llevar en las manos. Aunque se daría prisa en volver, le estaba entrando un frío del demonio.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
07/11/11, 10:28 pm
Tras escuchar la elaborada, como de costumbre, explicación de Vladimir no puedo sino pensar que tiene mucha razón. Caillech nos explica en contraposición como es su mundo y nos habla de una raza que según ella encaja bastante bien con la descripción de Vladimir. No hay duda de que Vladimir ha omitido todo lo bueno de la raza humana y contado la cruel realidad que vivíamos día a día en la Tierra y eso nos hace parecer despreciables. Alicia interviene y por lo que se puede sacar en claro de sus breves palabras no le ha sentado nada bien la explicación de Vlad. Ya que ella no dice nada decido intervenir.
-Bueno, Vlad, todo lo que has dicho es cierto, pero te has olvidado de añadir que no todos los humanos somos iguales; de hecho una de las cosas más importantes para crecer como persona es seguir tu propio camino y no el que te trata de imponer la sociedad. A parte, no todo es destrucción y crueldad en nuestro mundo, también hay buenos sentimientos, amistad y buena gente en definitiva. En realidad el principal problema de nuestro mundo son nuestros gobernantes. Los más poderosos son tal y como los ha descrito Vlad, en su mayoría -suspiro.
Estábamos enfrascados en la conversación y habíamos alcanzado la bañera casi sin darnos cuenta siguiendo los pasos de Caillech. El lugar en donde nos encontrábamos era un laberinto interminable de edificaciones. De pronto me siento ligeramente mareado al darme cuenta de dónde nos habíamos metido... Doy gracias a Dios, simbólicamente pues no soy creyente, por contar con el sentido del olfato de Caillech.
Alicia recoge la comida con su jersery y yo me meto alguna cosa en los bolsillos de la chaqueta, aunque no me cabe demasiado, y nos disponemos a regresar al torreón.
-Bueno, Vlad, todo lo que has dicho es cierto, pero te has olvidado de añadir que no todos los humanos somos iguales; de hecho una de las cosas más importantes para crecer como persona es seguir tu propio camino y no el que te trata de imponer la sociedad. A parte, no todo es destrucción y crueldad en nuestro mundo, también hay buenos sentimientos, amistad y buena gente en definitiva. En realidad el principal problema de nuestro mundo son nuestros gobernantes. Los más poderosos son tal y como los ha descrito Vlad, en su mayoría -suspiro.
Estábamos enfrascados en la conversación y habíamos alcanzado la bañera casi sin darnos cuenta siguiendo los pasos de Caillech. El lugar en donde nos encontrábamos era un laberinto interminable de edificaciones. De pronto me siento ligeramente mareado al darme cuenta de dónde nos habíamos metido... Doy gracias a Dios, simbólicamente pues no soy creyente, por contar con el sentido del olfato de Caillech.
Alicia recoge la comida con su jersery y yo me meto alguna cosa en los bolsillos de la chaqueta, aunque no me cabe demasiado, y nos disponemos a regresar al torreón.
- Sevent
Ficha de cosechado
Nombre: Abel
Especie: Humano español
Habilidades: Intuición, imaginación y velocidadPersonajes :
Abel: humano español (1,90m)
Unidades mágicas : 5/5
Armas :
Abel: su arrolladora personalidad
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
07/11/11, 10:37 pm
Estaba cansado de todo, llevabamos caminando bastante tiempo y para colmo Vlad nos habia dado un discurso de lo más pesimistas que había oído, estaba totalmente en desacuerdo con el, en cambio la postura de Alicia era la que más se acercaba a la mía y a razón de esto me puse a pensar en lo que había dicho "Las monedas tienen dos caras", la cara que era la que menos se me mostraba a mi, una cara brillante y esplendida llena de bondad y caridad, confianza y demás, proyectos a realizar que terminaran siendo bellos,pero....por Otra parte estaba la oscuridad, llena de mentiras esas mentiras que se filtraban en mi corazón como veneno y me destruian por dentro,por ello me arme de una coraza llamada silencio, y permaneci quieto y callaso esperando que ese parte brillante del mundo se me mostrara tenia esperanza en ella y esperaria por ella todo lo que hiciera falta Junto con ellos me dirigi hacia las bañeras adonde pude recoger la comida junto con los demas que la sustitui por las piedras en mis bolsillos,olia fatal que asco por dios... Sin decir mas volvi junto con ellos al torreón y me quede pensando en algo:la razón por la que eramos especiales...tenia que preguntarles por que nosotros ? Queria respuestas y ya...ya que a mi si que me ocurria algo raro demasiado raro...pero no lo diria quizas era una tonteria y todos se reian de mi. Yo siempre...siempre...siempre me habia pasado con todo y a todas horas....no me pasaba siempre pero era algo que me pasaba a menudo demasiado a menudo, yo siempre sabia lo que las personas iban a hacer o decir antes de que lo dijeran o lo que iba a pasar siempre tenia una vision general de ello o algo parecido, pero lo peor es que eso se me olvidaba....y a las horas me acordaba o quizas nunca,y aunque no me acordaba sabia que habia tenido esa "coincidencia" pero no de que trataba... Al poco rato me dirigi con los demas y la comida hacia el torreon...
(Sigue en el Torreón Maciel)
(Sigue en el Torreón Maciel)
Ven conmigo,Ven conmigo por la ciudad,ven conmigo, desatemos un vendaval, esta noche, no me importa lo que dirán
- InvitadoInvitado
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
07/11/11, 11:07 pm
Por las calles se oía un sonido de chapoteo, como si alguien estuviese sacudiendo una bolsa llena de algún líquido. Ese ruido se aproximaba a los cosechados. Un nauseabundo olor le delató cuando cruzaba la esquina; era un ser de obesidad mórbida, piel verdosa y podrída, calva y con enormes y bulbosos tumores por todo el cuerpo. Su andar era pesado y torpe, y sus ojos blancos no parecían ser demasiado eficientes, pero detectó enseguida la presencia de los cosechados y las cestas de comida. Se detuvo en seco como para asimilar la información y con un aullido lastimero, extendió los brazos todo lo que la grasa que los cubría le permitió, y echó a correr (o algo parecido) hacia ellos, haciendo bailar sus hinchadas y pútridas carnes.
- Sevent
Ficha de cosechado
Nombre: Abel
Especie: Humano español
Habilidades: Intuición, imaginación y velocidad
Personajes :
Abel: humano español (1,90m)
Unidades mágicas : 5/5
Armas :
Abel: su arrolladora personalidad
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
07/11/11, 11:24 pm
Estabamos volviendo al torreon Maciel cuando de pronto....un monstruo o algo parecido se aparecio ante nosotros¿Que era eso? Y lo mas importante que querria de nosotros? Matarnos?...su olor le habia delatado, tanto el olor como su cuerpo daban verdadero asco, junto con los demas xomence a correr en una sola direccion sosteniendo la comida que estaba en mis bolsillos cada vez mas desastrada, mientras corria...un pensamiento me vino a la cabeza...ese monstruo quizas solo queria hablar con nosotros....quizas solo estaba solo...y no nos queria hacer daño, a lo mejor ademas de comer buscaba compañia, casi paro en seco cuando las palabras del misterioso hombre enmascarado sacudieron mi cabeza como si quisieran torturarla "separar las semillas podridas" eso dijo...no podia arriesgarme, ademas estaba en Rocavarancolia, un lugar lleno de peligros segun ellos, no podia arriesgarme, segui corriendo y corriendo, mire a Noel y a Alicia exhasperado, ellos dos eran para mi los masinteligentes del grupo, algo se les ocurriria, o quizas Caillech podria detenerle con su fuerza fisica...no lo se...pero algo teniamos que hacer y ese monstruo no iba a morir a cuchillazos, y Vlad no se muy bien como era, pero a lo mejor nos sorprendia.....
-¿Que hacemos?
(Mirad, me tngo que ir a dormir asi que dejo a Mark a vuestro cargo, llevadlo a donde vayais por favor ^^)
-¿Que hacemos?
(Mirad, me tngo que ir a dormir asi que dejo a Mark a vuestro cargo, llevadlo a donde vayais por favor ^^)
Ven conmigo,Ven conmigo por la ciudad,ven conmigo, desatemos un vendaval, esta noche, no me importa lo que dirán
- Caillech
Ficha de cosechado
Nombre: Dama Gula, antes conocida como Caillech (Cail o Cai)
Especie:
Habilidades: Conocimiento de técnicas de supervivencia, olfato muy fino y agilidad (cosas indispensables para una nómada)Personajes : Caillech: Suele tener mal caracter y un humor peor, normalmente a causa del hambre que la irrita. Es muy impulsiba y a veces se deja de llevar por sus impulsos sin pensar. Aun así si consigues su amistad la tendrás para siempre, cosa que pocos son los afortunados que logran.
Alexandra: es una buena amiga, siempre que puedas tratar con su gran pereza y su extraña fascinación hacia la sangre.
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
08/11/11, 07:08 am
Que suerte la mía. No lo decía por haber encontrado la comida, ya sabía que lo haría. Confiaba más en mi fino olfato que en mis propios ojos para que me guiasen por una ciudad como esa. No, hablaba de suerte porque al venir aqui había podido traer mi mochila. Una cosa que me resultaba muy útil en aquellos momentos. Abrí con una mano la mochila que me condeno al destierro y con la otra mano, tras poner la daga en mi boca, empecé a meter en su interior las pocas cosas que entraban, ya que no era lo único que se encontraba en su interior.
Los humanos ya habían terminado de empacar lo que podían de los víveres que teníamos frente a nosotros. Cuando vi que estabamos preparados para volver comencé a andar hacia donde habíamos venido antes, cosa que no era dificil de saber, solo debía seguir mi propio olor. Además, ya había localizado ciertos puntos de referencia gracias a los cuales no necesitaría del olfato para volver a la Torre junto a los otros. Les hice un gesto para que me siguieran mientras olfateaba el aire y caminaba.
Derrepente mis facciones se contrayeron. ¿Qué era ese repugnante olor? Dios, ni siquiera un cadaver olía tan mal. Que asco. Fue entonces un ser más repugnante que el olor que desprendía apareció por el lugar por el que habíamos venido. Un ser gordo, grasiento y con bultos que verdaderamente parecían enfermizos, parecía que explotarían de un momento a otro. Entonces comenzo a caminar a nosotros.
No tuve que pensar mucho. Eché una mirada a mis compañeros humanos y supe que lo mejor para sobrevivir en aquellos momentos era escapar. No sabíamos nada de aquel ser. Por lo que sabían bien podía explotar en cualquier momento expulsando un líquido mortal. O bien podía ser inmune a dagas gracias a su extraño cuerpo. No, lo más lógico era huir. Encontrar refúgio. Ya habría tiempo de heroicidades después, cuando supiesemos lo suficiente como para enfrentarnos a esta ciudad. Ahora eramos ignorantes y la ignorancia podía ser muy letal, igual que el valor basado en ello.
No esperé a que la bestia se acercara mucho más a nosotros, bajé mi centro de gravedad, flesioné las rodillas y comencé a correr lo más rápido posible. Cuando pasé al lado de uno de ellos, según el olor el muchacho que había tartaudeado en mi presencia allá en la torre cuando le chillaba a la gritona, y le susurré al oido mientras pasaba.
- Huye, humano, si quieres vivir huye lo más rápido que puedas. Puede no parecerte mucha cosa ese engendro, pero esos son las peores amenazas - no me importaba si me llamaban cobarde, que lo hicieran, pero sería una cobarde que seguiría viva. Ya sobre mi hombros les contesté sin disminuir mi paso -. Llamadme cobarde si quereis, pequeñines, pero de valientes está repleto el cementerio y yo no pienso ir a parar ahí aún. Todavía me queda mucho que vivir y que aprender. - comencé a correr en la dirección contraria al de aquel mostruo inmundo con mi agilidad única dejando detras a todos con las dagas en la mano por si aparecia otro de aquellos seres repulsivos. No miré atras ni un momento, pero si tenían dos dedos de frente aquellos humanos me seguirían.
(Sigue en la Cicatriz de Arax)
Los humanos ya habían terminado de empacar lo que podían de los víveres que teníamos frente a nosotros. Cuando vi que estabamos preparados para volver comencé a andar hacia donde habíamos venido antes, cosa que no era dificil de saber, solo debía seguir mi propio olor. Además, ya había localizado ciertos puntos de referencia gracias a los cuales no necesitaría del olfato para volver a la Torre junto a los otros. Les hice un gesto para que me siguieran mientras olfateaba el aire y caminaba.
Derrepente mis facciones se contrayeron. ¿Qué era ese repugnante olor? Dios, ni siquiera un cadaver olía tan mal. Que asco. Fue entonces un ser más repugnante que el olor que desprendía apareció por el lugar por el que habíamos venido. Un ser gordo, grasiento y con bultos que verdaderamente parecían enfermizos, parecía que explotarían de un momento a otro. Entonces comenzo a caminar a nosotros.
No tuve que pensar mucho. Eché una mirada a mis compañeros humanos y supe que lo mejor para sobrevivir en aquellos momentos era escapar. No sabíamos nada de aquel ser. Por lo que sabían bien podía explotar en cualquier momento expulsando un líquido mortal. O bien podía ser inmune a dagas gracias a su extraño cuerpo. No, lo más lógico era huir. Encontrar refúgio. Ya habría tiempo de heroicidades después, cuando supiesemos lo suficiente como para enfrentarnos a esta ciudad. Ahora eramos ignorantes y la ignorancia podía ser muy letal, igual que el valor basado en ello.
No esperé a que la bestia se acercara mucho más a nosotros, bajé mi centro de gravedad, flesioné las rodillas y comencé a correr lo más rápido posible. Cuando pasé al lado de uno de ellos, según el olor el muchacho que había tartaudeado en mi presencia allá en la torre cuando le chillaba a la gritona, y le susurré al oido mientras pasaba.
- Huye, humano, si quieres vivir huye lo más rápido que puedas. Puede no parecerte mucha cosa ese engendro, pero esos son las peores amenazas - no me importaba si me llamaban cobarde, que lo hicieran, pero sería una cobarde que seguiría viva. Ya sobre mi hombros les contesté sin disminuir mi paso -. Llamadme cobarde si quereis, pequeñines, pero de valientes está repleto el cementerio y yo no pienso ir a parar ahí aún. Todavía me queda mucho que vivir y que aprender. - comencé a correr en la dirección contraria al de aquel mostruo inmundo con mi agilidad única dejando detras a todos con las dagas en la mano por si aparecia otro de aquellos seres repulsivos. No miré atras ni un momento, pero si tenían dos dedos de frente aquellos humanos me seguirían.
(Sigue en la Cicatriz de Arax)
Al principio lloré,
pero tiempo después
el hambre y el dolor me hizo cambiar
teniendo que matar y de carne alimentar.
Si tu olor golpea mi nariz, siento tu carne
y así el hambre aflora.
No, nolo puedo evitar, no creas que esta mal
es que yo soy asi
pues el pasado he de olvidar
pero tiempo después
el hambre y el dolor me hizo cambiar
teniendo que matar y de carne alimentar.
Si tu olor golpea mi nariz, siento tu carne
y así el hambre aflora.
No, nolo puedo evitar, no creas que esta mal
es que yo soy asi
pues el pasado he de olvidar
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
08/11/11, 02:00 pm
Observo como Caillech recoge lo que queda de la comida en su mochila. Muy práctico, pienso, la próxima vez que salgamos a por comida me aseguraré de buscar antes algún recipiente en el que transportarla.
Estábamos a punto de volver sobre nuestros pasos cuando de pronto empezamos a notar un olor extraño en el aire. El olor era vomitivo, sin duda esa era la mejor forma de describirlo. Tuve que reprimir una arcada antes de poder hablar.
-¿Qué diabl...?
Me interrumpo sin poder terminar la pregunta pues la respuesta se hace patente cuando veo aparecer un engendro horrible. Era enorme, especialmente a lo ancho. Parecía una especie de zombi obeso cubierto de unos bultos de aspecto asqueroso. Tardé unos segundos más en reaccionar pero mis piernas enseguida me instaron a irme de allí.
-¡Vámonos de aquí!
Cuando empezamos a correr ni siquiera me di cuenta de que debido a la posición del monstruo estábamos corriendo en dirección contraria a la que habíamos venido. Corrimos durante bastante rato, deteniéndonos a coger aliento de vez en cuando. El monstruo seguía tras nosotros, por suerte no era especialmente ágil, pero no cejaba en su empeño. Estábamos cansados de correr y cada vez que nos deteníamos lo veíamos aparecer de nuevo tras alguna esquina. De pronto, en la distancia, vemos algo que nos llama la atención.
(Sigue en la Cicatriz de Arax)
Estábamos a punto de volver sobre nuestros pasos cuando de pronto empezamos a notar un olor extraño en el aire. El olor era vomitivo, sin duda esa era la mejor forma de describirlo. Tuve que reprimir una arcada antes de poder hablar.
-¿Qué diabl...?
Me interrumpo sin poder terminar la pregunta pues la respuesta se hace patente cuando veo aparecer un engendro horrible. Era enorme, especialmente a lo ancho. Parecía una especie de zombi obeso cubierto de unos bultos de aspecto asqueroso. Tardé unos segundos más en reaccionar pero mis piernas enseguida me instaron a irme de allí.
-¡Vámonos de aquí!
Cuando empezamos a correr ni siquiera me di cuenta de que debido a la posición del monstruo estábamos corriendo en dirección contraria a la que habíamos venido. Corrimos durante bastante rato, deteniéndonos a coger aliento de vez en cuando. El monstruo seguía tras nosotros, por suerte no era especialmente ágil, pero no cejaba en su empeño. Estábamos cansados de correr y cada vez que nos deteníamos lo veíamos aparecer de nuevo tras alguna esquina. De pronto, en la distancia, vemos algo que nos llama la atención.
(Sigue en la Cicatriz de Arax)
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejosPersonajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
08/11/11, 03:54 pm
Mientras Alicia cerraba el jersey y lo sujetaba con una sola mano para más comodidad, un aroma llegó precediendo algo tan nauseabundo de mirar como de oler. Algo fofo y verdoso, que apestaba a mil demonios e hizo que Alicia sufriese arcadas. Quizás hubiese vomitado de tener algo en el estómago.
Alicia llevaba la daga fina colgado del cinturón pero, no estando acostubrada a llevar armas, ni siquiera se acordó de tenerla en aquel instante.
Caillech, Mark y Noel echaron a correr calle abajo, en dirección contraria a la que debía llevarles de vuelta al refugio. Alicia no tardó en seguirles. Ellos se iban, y ella se iba, era lógica. Mientras le echaba un vistazo por encima del hombro a aquel ser, con una desagradable presión la garganta como si fuese a vomitar, pensó que aquello no tenía pinta de ir muy rápido. Más razón aún para acelerar, se dijo. Había que dejarlo cuanto antes atrás; al monstruo y a su olor.
Agarró fuerte su jersey mientras el aire frío le picaba en la cara y los brazos desnudos, Caillech era la más rápida, y si no le alcanzaba, quizás le perdiera de vista y aquello sí podía resultar mal. Apretó el paso e intentó igualarse al paso de Noel, aunque aún iba detrás de él. Era más o menos todo lo rápido que sabía ir, porque la velocidad no era lo suyo.
El arma de Noel colgaba de su cintura, y entonces recordó que ella llevaba una, y la sacó con la mano derecha sin detenerse. El corazón le latía rápido dentro del pecho.
(sigue en la cicatriz de Arax)
Alicia llevaba la daga fina colgado del cinturón pero, no estando acostubrada a llevar armas, ni siquiera se acordó de tenerla en aquel instante.
Caillech, Mark y Noel echaron a correr calle abajo, en dirección contraria a la que debía llevarles de vuelta al refugio. Alicia no tardó en seguirles. Ellos se iban, y ella se iba, era lógica. Mientras le echaba un vistazo por encima del hombro a aquel ser, con una desagradable presión la garganta como si fuese a vomitar, pensó que aquello no tenía pinta de ir muy rápido. Más razón aún para acelerar, se dijo. Había que dejarlo cuanto antes atrás; al monstruo y a su olor.
Agarró fuerte su jersey mientras el aire frío le picaba en la cara y los brazos desnudos, Caillech era la más rápida, y si no le alcanzaba, quizás le perdiera de vista y aquello sí podía resultar mal. Apretó el paso e intentó igualarse al paso de Noel, aunque aún iba detrás de él. Era más o menos todo lo rápido que sabía ir, porque la velocidad no era lo suyo.
El arma de Noel colgaba de su cintura, y entonces recordó que ella llevaba una, y la sacó con la mano derecha sin detenerse. El corazón le latía rápido dentro del pecho.
(sigue en la cicatriz de Arax)
- Sevent
Ficha de cosechado
Nombre: Abel
Especie: Humano español
Habilidades: Intuición, imaginación y velocidadPersonajes :
Abel: humano español (1,90m)
Unidades mágicas : 5/5
Armas :
Abel: su arrolladora personalidad
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
08/11/11, 05:57 pm
Seguia corriendo, nervioso, sudaba muchisimo y la comida casi se me caia de los bolsillos, el olor del monstruo hacia que me entraran ganas de vomitar, era algo horrible y su simple aspecto me provocaba lo mismo...
mire hacia los lados, la extraña reptil llamada Caillech se me acerco y me dijo que huyera... eso mismo hacia huir... siempre era el mas debil...me gustaria haberme enfrentado a ese monstruo pero era demasiado miedoso e inseguro...yo...no podia...
Noel parecio haber visto algo por lo que le segui por las callejuelas laberinticas de este barrio rocavarancolesco, el miedo se apoderaba de mi a cada segundo, pero teniamos que sobrevivir
Alicia nos seguia desde lejos, me preocupaba que le pasara algo a ella, pero no me detuve, seria un suicidio, no ls ayudaria en nada, ya me lo dijo Caillech que huyera, aun asi me gire para ver si se encontraba en condiciones, esta parecia bien, habia sacado su arma, que tonto, yo deberia haber hecho lo mismo desde un principio, y asi lo hice saque mi daga guardada en el bolsillo y heche a correr tras Noel al refugio
(Sigue en la cicatriz de Arax)
mire hacia los lados, la extraña reptil llamada Caillech se me acerco y me dijo que huyera... eso mismo hacia huir... siempre era el mas debil...me gustaria haberme enfrentado a ese monstruo pero era demasiado miedoso e inseguro...yo...no podia...
Noel parecio haber visto algo por lo que le segui por las callejuelas laberinticas de este barrio rocavarancolesco, el miedo se apoderaba de mi a cada segundo, pero teniamos que sobrevivir
Alicia nos seguia desde lejos, me preocupaba que le pasara algo a ella, pero no me detuve, seria un suicidio, no ls ayudaria en nada, ya me lo dijo Caillech que huyera, aun asi me gire para ver si se encontraba en condiciones, esta parecia bien, habia sacado su arma, que tonto, yo deberia haber hecho lo mismo desde un principio, y asi lo hice saque mi daga guardada en el bolsillo y heche a correr tras Noel al refugio
(Sigue en la cicatriz de Arax)
Ven conmigo,Ven conmigo por la ciudad,ven conmigo, desatemos un vendaval, esta noche, no me importa lo que dirán
- Vlad
Ficha de cosechado
Nombre: Yrfylltabgemesh Ftethvajranotz Graktholontir
Especie: Auro
Habilidades: Nociones de Lucha, Artesanía, Puntería.
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
08/11/11, 06:30 pm
Vladimir al fin divisó la bañera llena de víveres. Se acercó a la curiosa embarcación voladora y sopesó una buena caja de lo que olía cómo carne conservada en sal. Bien. La tomó con ambas manos, comprobando cual era su peso.
Mientras pensaba si podría cargar con otra, un horrible olor llegó a su nariz, impregnándolo todo. Un horrible presentimiento fatalista recorrió su mente. Estaba mentalizado para cuando se dio la vuelta y se encontró con aquel ser. Parecía que en algún momento había sido una persona. Parecía estar lleno de líquido, y estaba seguro de que no era nada saludable. Tenía la seguridad de que si le hacía el más leve de los rasguños, explotaría, llenándolos a todos y a la comida con la tan poco apetecible sustancia que rebosaba de sus entrañas, alojándose por todo su cuerpo.
No había tiempo que perder, pensó. Desenfundó el estoque con la mano izquierda, mientras que se cargaba la caja de alimentos bajo el brazo en el costado derecho. El hecho de tener el arma en la mano le tranquilizaba y le hacía sentir más seguro, pero no estaba dispuesto a usarlo contra su mórbido recién adquirido amigo. Estaba convencido de que no debía de ser sano, no.
Vlad sabía cómo volver a la torre. Tenía un sentido de la orientación lo suficientemente bueno cómo para haber memorizado el recorrido. Esta habilidad la había adquirido tras años cruzando bosques en busca de presas. Pero en aquel momento no se preocupó de ello. Se mantuvo el último del grupo, aunque bien podría haberse puesto a la altura de Caillech sin demasiada dificultad, dado que era el único que se le acercaba en tamaño. Intentó cubrir la retirada, le pareció lo más correcto, dado que parecía ser el único que sabía distinguir cual era la parte que pinchaba de su arma y por qué lado podía cogerla. Siguió a la dama reptiliana, convencido de que sabía a donde los estaba llevando y de que podría ayudarla si las cosas se ponían feas por la vanguardia de la apresurada marcha.
Escuchó el comentario de Cail. Sí, estaba de acuerdo con aquel lógico dicho que parecía ser común en ambos mundos. Pero, por alguna razón, tenía la sensación de que a aquello le faltaba una parte, una parte fundamental. Meditó profundamente el tema mientras huían lejos de la cintura no muerta que balanceaba sus lorzas rebosantes de líquido tras de ellos.
(continúa en la cicatriz de Arax)
Mientras pensaba si podría cargar con otra, un horrible olor llegó a su nariz, impregnándolo todo. Un horrible presentimiento fatalista recorrió su mente. Estaba mentalizado para cuando se dio la vuelta y se encontró con aquel ser. Parecía que en algún momento había sido una persona. Parecía estar lleno de líquido, y estaba seguro de que no era nada saludable. Tenía la seguridad de que si le hacía el más leve de los rasguños, explotaría, llenándolos a todos y a la comida con la tan poco apetecible sustancia que rebosaba de sus entrañas, alojándose por todo su cuerpo.
No había tiempo que perder, pensó. Desenfundó el estoque con la mano izquierda, mientras que se cargaba la caja de alimentos bajo el brazo en el costado derecho. El hecho de tener el arma en la mano le tranquilizaba y le hacía sentir más seguro, pero no estaba dispuesto a usarlo contra su mórbido recién adquirido amigo. Estaba convencido de que no debía de ser sano, no.
Vlad sabía cómo volver a la torre. Tenía un sentido de la orientación lo suficientemente bueno cómo para haber memorizado el recorrido. Esta habilidad la había adquirido tras años cruzando bosques en busca de presas. Pero en aquel momento no se preocupó de ello. Se mantuvo el último del grupo, aunque bien podría haberse puesto a la altura de Caillech sin demasiada dificultad, dado que era el único que se le acercaba en tamaño. Intentó cubrir la retirada, le pareció lo más correcto, dado que parecía ser el único que sabía distinguir cual era la parte que pinchaba de su arma y por qué lado podía cogerla. Siguió a la dama reptiliana, convencido de que sabía a donde los estaba llevando y de que podría ayudarla si las cosas se ponían feas por la vanguardia de la apresurada marcha.
Escuchó el comentario de Cail. Sí, estaba de acuerdo con aquel lógico dicho que parecía ser común en ambos mundos. Pero, por alguna razón, tenía la sensación de que a aquello le faltaba una parte, una parte fundamental. Meditó profundamente el tema mientras huían lejos de la cintura no muerta que balanceaba sus lorzas rebosantes de líquido tras de ellos.
(continúa en la cicatriz de Arax)
¿Qué es más divertido que matar a un bebé en una batidora?
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Personajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
22/11/11, 06:29 pm
Nia entró a aquel peculiar lugar. No recordaba si había estado alguna vez cuando no era más que una cosechada. Aquellos tiempos habían sido tan lejanos. No parecía que hubieran sido hacia poco más de un año. Nia siguió paseándose por las calles mientras se inventaba una canción por el camino, sin saberlo. Tarareaba silabas ulteranas sin orden ni sentido, creando inconscientemente un ritmo alegre y jovial. De pronto, un edificio llamó su atención.
Atentando contra toda lógica estaba sostenida por dos patas de gallina que, costrosas, la alzaban a gran altura. Nia no sabia si reír o cotillear. Aguantó la risa y decidió acercarse, asomándose por la ventana. No podía ver gran cosa salvo unos cuantos peluches. Se armó de valor, mientras aún tarareaba y, como si fuera lo más normal del mundo, llamó a la curiosa casa.
Atentando contra toda lógica estaba sostenida por dos patas de gallina que, costrosas, la alzaban a gran altura. Nia no sabia si reír o cotillear. Aguantó la risa y decidió acercarse, asomándose por la ventana. No podía ver gran cosa salvo unos cuantos peluches. Se armó de valor, mientras aún tarareaba y, como si fuera lo más normal del mundo, llamó a la curiosa casa.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
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の 瞞 て
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— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- InvitadoInvitado
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
22/11/11, 07:48 pm
La casita era de madera, con un tejado a dos aguas y pintada en tonod pastel. Las ventanas eran altas y estrechas y el tirador de la puerta era una calavera de conejo. De la alta y retorcida chimenea salía humo, y un olor a pastas recién hechas escapaba al exterior.
-Va~ - se oyó una voz femenina tras la llamada de Nia, pero era muy improbable que el ser que abrió la puerta fuese dueño que aquella voz. Era un maniquí sin rostro que vestía un traje a medio hacer y cuyas piernas de bailarina parecían dos agujas de compás. Hizo una elegante reverencia a Nia antes de que su ama y creadora la apartase a un lado. Vestía un traje azul claro de mangas de globo, con un delantal blanco por debajo del pecho; el delantal tenía bolsillos con forma de conejitos, al igual que el que remataba su cofia, y el que adornaba el lazo de su cuello. También tenía un parche de gasa blanza en el ojo derecho.- ¿Qué te he dicho de abrir la puerta sin preguntar antes? Podría haber sido cualquiera- le riñó dama Puntada poniendo los brazos en jarras. Luego desvió su atención a Nia, y su ojo rojo como la sangre se paseó por el cuerpo de la chica, maravillado. Las náyades no eran frecuentes en Rocavarancolia y mucho menos fuera del agua.- ¡Esta sí que es una visita inesperada!- exclamó encantada entrelazando los dedos- Mi nombre es dama Puntada. ¿Puedo ayudarla en algo, señorita?
-Va~ - se oyó una voz femenina tras la llamada de Nia, pero era muy improbable que el ser que abrió la puerta fuese dueño que aquella voz. Era un maniquí sin rostro que vestía un traje a medio hacer y cuyas piernas de bailarina parecían dos agujas de compás. Hizo una elegante reverencia a Nia antes de que su ama y creadora la apartase a un lado. Vestía un traje azul claro de mangas de globo, con un delantal blanco por debajo del pecho; el delantal tenía bolsillos con forma de conejitos, al igual que el que remataba su cofia, y el que adornaba el lazo de su cuello. También tenía un parche de gasa blanza en el ojo derecho.- ¿Qué te he dicho de abrir la puerta sin preguntar antes? Podría haber sido cualquiera- le riñó dama Puntada poniendo los brazos en jarras. Luego desvió su atención a Nia, y su ojo rojo como la sangre se paseó por el cuerpo de la chica, maravillado. Las náyades no eran frecuentes en Rocavarancolia y mucho menos fuera del agua.- ¡Esta sí que es una visita inesperada!- exclamó encantada entrelazando los dedos- Mi nombre es dama Puntada. ¿Puedo ayudarla en algo, señorita?
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Personajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
22/11/11, 08:15 pm
Nia retrocedió de pronto cuando la puerta se abrió. No sabia porque pero no esperaba que estuviera habitada y lo más sorprendente, por lo que estaba habitada. Miró de arriba a abajo al maniquí aunque no le dio mucho tiempo ya que la dueña de la casa se presentó ante ella. Llevaba un vestido precioso que hizo que Nia mirase hacia abajo, hacia si misma, comprobando como tan solo llevaba con ella algunas joyas y recuerdos del mar. Nia jugueteo con los dedos atontada y la chica mostró aún más interés.
Probablemente por la chica medusa levitante que tiene en el porche
Le pregunta porque había llamado. Nia vaciló unos instantes. No se esperaba ni que le hubieran abierto la puerta. Simplemente le había llamado la atención la casa y decidió llamar.
-Em yo...verás...Vi esta casa y como era muy curiosa intenté mirar como era por dentro...y...he acabado llamando a tu puerta-dijo Nia dándose un suave golpe en la cabeza. Nia prosigio hablando.
-Me llamo Dama Urticaria-Nia hizo entonces una leve reverencia.-Un placer.-añadió con una sonrisa.
Probablemente por la chica medusa levitante que tiene en el porche
Le pregunta porque había llamado. Nia vaciló unos instantes. No se esperaba ni que le hubieran abierto la puerta. Simplemente le había llamado la atención la casa y decidió llamar.
-Em yo...verás...Vi esta casa y como era muy curiosa intenté mirar como era por dentro...y...he acabado llamando a tu puerta-dijo Nia dándose un suave golpe en la cabeza. Nia prosigio hablando.
-Me llamo Dama Urticaria-Nia hizo entonces una leve reverencia.-Un placer.-añadió con una sonrisa.
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