Mazmorras
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Mazmorras
02/09/12, 08:37 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Construidas para las investigaciones oficiales de los magos del reino y, secundariamente, para guardar algunos prisioneros. En la parte más superficial hay una enorme sala con el suelo pulido (para dibujar mejor) y varios altares con correas muy espaciados entre sí y con armarios con todo tipo de instrumentos quirúrgicos en las paredes. En una esquina hay un pozo junto a una muy bien nutrida despensa de productos químicos y alquímicos. Cerca hay cuatro enormes peceras de hierro con ventanillas y correas. A pesar de los arduos intentos de limpieza de los criados, todavía quedan algunas manchas de sangre con formas extrañas en ciertas zonas de las paredes.
Bajo la sala se extiende una laberíntica red de pasadizos en la que hay repartidas varias celdas, más agobiantes y seguras cuanto más abajo están.
Construidas para las investigaciones oficiales de los magos del reino y, secundariamente, para guardar algunos prisioneros. En la parte más superficial hay una enorme sala con el suelo pulido (para dibujar mejor) y varios altares con correas muy espaciados entre sí y con armarios con todo tipo de instrumentos quirúrgicos en las paredes. En una esquina hay un pozo junto a una muy bien nutrida despensa de productos químicos y alquímicos. Cerca hay cuatro enormes peceras de hierro con ventanillas y correas. A pesar de los arduos intentos de limpieza de los criados, todavía quedan algunas manchas de sangre con formas extrañas en ciertas zonas de las paredes.
Bajo la sala se extiende una laberíntica red de pasadizos en la que hay repartidas varias celdas, más agobiantes y seguras cuanto más abajo están.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Mazmorras
11/07/14, 04:10 pm
Tras que lo dejara pasar, DL saco las muestras que había conseguido poniéndole delante los recipientes con estas. No tuvo que explicar demasiado pues cada una de las muestras tenia la etiqueta que señalaba de que criatura provenía, y a excepción de las muestras e las plantas, el resto venia mas especificado.
No dijo nada sobre el precio de las muestras era cosa de Giz decidir aquello, así que tan solo le dio vueltas al asunto que le había hecho pensar en bahía. Iba a comentarle algo al respecto tras que Giz le diera el pago por las muestras, que se guardo a buen recaudo en su bolsa que algún día debía hechizar para hacerla sin fondo, cuando este se le adelanto con una proposición inesperada pero bien recibida.
-Pues te diría que acepto encantado -respondió DL sonriendo un poco sorprendido de que le hubiese salido un trabajillo fructífero y que no desestabilizaría su deseo de viajar en lo mas mínimo, al contrario- Ya tenia pensado moverme por distintos mundos, usar parte de ese tiempo en tomar muestras no seria un problema - añadió DL pensando un poco en ello, definitivamente era un buen trato y provechoso en muchos sentidos, no tenia mucha queja al respecto al contrario, era casi como caído del cielo.
-Oh, entiendo- dijo al escuchar lo de los torreones, el iba a ir a visitar a los cosechados aunque en principio su idea no era acercarse demasiado , tendría que que cambiar un poco los planes peor no debían ser un problema- Intentare tomar las muestras de la nueva criba, este año parece haber sido bastante fructífera.
No dijo nada sobre el precio de las muestras era cosa de Giz decidir aquello, así que tan solo le dio vueltas al asunto que le había hecho pensar en bahía. Iba a comentarle algo al respecto tras que Giz le diera el pago por las muestras, que se guardo a buen recaudo en su bolsa que algún día debía hechizar para hacerla sin fondo, cuando este se le adelanto con una proposición inesperada pero bien recibida.
-Pues te diría que acepto encantado -respondió DL sonriendo un poco sorprendido de que le hubiese salido un trabajillo fructífero y que no desestabilizaría su deseo de viajar en lo mas mínimo, al contrario- Ya tenia pensado moverme por distintos mundos, usar parte de ese tiempo en tomar muestras no seria un problema - añadió DL pensando un poco en ello, definitivamente era un buen trato y provechoso en muchos sentidos, no tenia mucha queja al respecto al contrario, era casi como caído del cielo.
-Oh, entiendo- dijo al escuchar lo de los torreones, el iba a ir a visitar a los cosechados aunque en principio su idea no era acercarse demasiado , tendría que que cambiar un poco los planes peor no debían ser un problema- Intentare tomar las muestras de la nueva criba, este año parece haber sido bastante fructífera.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Mazmorras
11/07/14, 04:57 pm
A Giz le sorprendió que accediera tan rápido, pero procuró que no se le notara la sorpresa y le ofreció la mano, para estrechársela.
—Perfecto entonces —comentó con una sonrisa—. Pásate por aquí o por el laboratorio del barrio de los gigantes cuando necesites material para guardar las muestras. Si no estoy yo, Lean o Miloslava se encargarán de darte lo que necesites, ¿vale? —escucharía cualquier cosa que el foner tuviera que decir y acto seguido lo acompañaría hasta la puerta y se despediría de él—. Un placer hacer negocios contigo, cambiante.
—Perfecto entonces —comentó con una sonrisa—. Pásate por aquí o por el laboratorio del barrio de los gigantes cuando necesites material para guardar las muestras. Si no estoy yo, Lean o Miloslava se encargarán de darte lo que necesites, ¿vale? —escucharía cualquier cosa que el foner tuviera que decir y acto seguido lo acompañaría hasta la puerta y se despediría de él—. Un placer hacer negocios contigo, cambiante.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Mazmorras
11/07/14, 05:03 pm
La expresión de sorpresa de Giz le hizo gracia, peor no dijo nada al respecto, sus acciones a veces no tenían mucho sentido para el resto pero era diferente para el. Iba a pagarle por ello, no haria algo asi gratuitamente claro, y rechazar un trabajillo beneficioso hasta encontrar algo mas que pudiera hacer, seria algo estúpido. Viendo que ya era hora de marcharse termino por añadir lo único que le faltaba por decir esperando obtener la aprobación del genemago.
-Una cosa mas, ¿seria posible estar al tanto de tus investigaciones?- preguntó mirándolo atentamente y pensando que tal vez no había sido claro, añadió- Ya sabes, cuerpos de criaturas muertas que pueda analizar o algún dato físico de interés sobre alguna criatura. Una de las muestras que te di es de las llamas de F.O.NE.R.A con estomago resistentes al ácido, por ejemplo...- dijo sin terminar la frase esperando que entendiera a donde intentaba llegar y poniendo las llamas como ejemplo tras acordarse de las babosas encontradas en la bahía en la ultima salida. Información, datos a nivel celular, órganos internos o piel...cualquier cosa de alguna criatura con una capacidad notoria a nivel físico era mas que bienvenido.
Tras recibir la respuesta de Giz aceptando su propuesta aunque con ciertas reservas respecto a los cadáveres, aunque no se lo negó, y aceptando bastante bien lo de los datos e información. Aliviado ya agradeciéndole termino finalmente despidiéndose saliendo rumbo a la Sede, debía pensar en que se gastaría el dinero.
-Una cosa mas, ¿seria posible estar al tanto de tus investigaciones?- preguntó mirándolo atentamente y pensando que tal vez no había sido claro, añadió- Ya sabes, cuerpos de criaturas muertas que pueda analizar o algún dato físico de interés sobre alguna criatura. Una de las muestras que te di es de las llamas de F.O.NE.R.A con estomago resistentes al ácido, por ejemplo...- dijo sin terminar la frase esperando que entendiera a donde intentaba llegar y poniendo las llamas como ejemplo tras acordarse de las babosas encontradas en la bahía en la ultima salida. Información, datos a nivel celular, órganos internos o piel...cualquier cosa de alguna criatura con una capacidad notoria a nivel físico era mas que bienvenido.
Tras recibir la respuesta de Giz aceptando su propuesta aunque con ciertas reservas respecto a los cadáveres, aunque no se lo negó, y aceptando bastante bien lo de los datos e información. Aliviado ya agradeciéndole termino finalmente despidiéndose saliendo rumbo a la Sede, debía pensar en que se gastaría el dinero.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Mazmorras
08/09/15, 07:14 pm
El roquense no se creía su suerte. Su asquerosa suerte desde que había llegado a aquella maldita ciudad. No solo no le soltó sino que ni siquiera fueron a hablar con el Consejo. En su lugar, le llevó a una especie de mazmorra y lo encerró con magia en una celda. ¡Una celda! Esperaba que todo aquello fuera una formalidad absurda que les obligaban a tener con los delincuentes, aunque él no se consideraba tal... Pero lo que dijo Siloco al final le desconcertó. ¿Cómo que podrían olvidarse de que existía?
—¡Eh, espera! ¡Tienes que estar bromeando! ¡No puedo estar aquí para siempre! ¡EH! ¡VUELVE!
Pero no sirvió de nada. Siloco no volvió. Nadie se pasó por allí desde entonces... y si alguien lo hacía no le dirigía la palabra. Como si no existiera. Como si realmente hubieran olvidado que estaba allí, por muy difícil que fuera pues el fantasma se pasó los primeros días gritando.
Tras una semana de gritar y gritar sin obtener nada, se hartó. Aún recordaba lo que Siloco había dicho antes de irse: que pensara en lo que había hecho. ¡Como si fuera un polluelo que se ha portado mal! ¡Era un Constructor adulto y bastante capaz, no un crío! No había hecho nada mal. Su único error había sido fiarse del Consejo y de toda la escoria de gente de la ciudad con quien se había topado desde entonces. Incluidos sus "agradables compañeros" de torreón. Todos tenían la culpa de que estuviera en esa maldita celda, encerrado con un maldito hechizo hecho por herejes. Incluso pensaba que la Voz, esa endiablada Voz que tanto había idolatrado, amado, hasta la obsesión, le había engañado. El cometido que le había dado no tenía nada que ver con su estado actual, muerto y encerrado. Le había engañado. A veces pensaba en esto con tanto ahínco que empezaba a gritar improperios hacia la Voz.
Pero lo sentía como un engaño real. Todos lo habían hecho. Pero había un detalle relacionado con ese engaño que le hacía reír a carcajadas: ¡a sus compañeros también les habían engañado! No tenían ni idea de qué les pasaría en la ciudad, pero lo que sí tenía claro era que no conseguirían lo que les habían prometido quienes les trajeron. Sabía de sobra que aquella era una ciudad llena de mentiras, por lo que era obvio que sus queridísimos compañeros no obtendrían lo que querían.
¿Pero qué haría él ahora? Si confiaba en que alguien acabaría encontrándole y sacándole, ¿luego qué? La ciudad llena de escoria no se merecía que hiciera algo para ser útil. No necesitaba sentirse útil, no allí al menos. En su mundo natal no se veía útil, pues no podía realizar nada físico y aunque sus congéneres le pudieran ver —cosa que dudaba— no sabía qué hacer. ¿Advertirles de la existencia de Rocavarancolia y de que la Voz era una sarta de engaños? Si pudiera demostrarlo... Si pudiera demostrar que la Voz a la que tanto rendían pleitesía era realmente una mentira, una versión corrupta de lo que otrora fuera la Voz original... Eso sí que sería útil.
Llegar a esa idea le costó varias semanas. No contaba el tiempo, realmente, así que no lo sabía con exactitud. Pero no le costó mucho llegar a otra idea consecuencia de la primera. ¿Y si la Voz, la de verdad, la original y sagrada, le había dicho la verdad en cuanto a su misión? ¿Y si su misión no era convertir a Rocavarancolia sino darse cuenta de que la Voz estaba corrupta tras su paso por la ciudad de las mentiras y volver a su hogar para que les hiciera ver lo que realmente ocurría? ¡Tenía sentido! En el torreón había aprendido que muchas de las cosas que decía la Voz no eran verdades absolutas pues era el único de sus compañeros que las creía así. Pero todos ellos en cambio parecían pensar de forma similar en algunos aspectos, ¡por lo que quizá la Voz de Roca Sagrada estaba enferma de alguna forma y los manipulaba a su antojo! Pero no a todos... ¿Qué pasaba con los supuestos herejes de Tierra Bruja? ¿Y si a ellos les hablaba la Voz pura y no la maldita? ¿Y si pudiera visitarlos y aprender de ellos? Así luego podría ir a las capitales de Roca Sagrada a difundir la verdad sobre la Voz. No tenía sentido que otros ciudadanos de otros mundos tuvieran cosas en común con los "herejes" y que todo el mundo menos los fanáticos de las capitales estuviera equivocado. Debía ser al revés. Esa debía ser su misión real. No que convirtiera Rocavarancolia sino que, tras vivir con gente de otros mundos, se percatara de la realidad de la Voz Maldita y volviera para sacar del error a sus antiguos vecinos.
Tuviera o no sentido, él le dio todo el sentido a todo aquel tiempo en la ciudad. Hasta su muerte tenía sentido: su nuevo estado le había ayudado a comprender cosas que antes se le escapaban. Y, de hecho, ser eterno e imposible de herir por las armas de Roca Sagrada le ayudaría bastante en su cometido. Pero antes tenía que salir de aquella prisión y tenía que convencer a sus carceleros de que había "comprendido qué había hecho mal". No podía volver a su mundo para quedarse, pero no era necesario. Podría ir y venir, hablar con las gentes de Tierra Bruja, y cuando se sintiera preparado ir a su viejo hogar y empezar su labor (sin dejar de volver a Rocavarancolia). Lo que sí que debía tener en cuenta era que los roquenses podían tomarle por una personificación de la mismísima Voz y no por un mensajero o ayudante. Aunque quizá eso podría acabar siendo hasta bueno para Roca Sagrada, pero no sabía cómo lidiar con aquello si no podía establecerse en su mundo. <<Pero ya llegaremos a eso. Primero hay que salir de aquí con permiso y buena cara>> Por primera vez en mucho, mucho tiempo, se sentía bien. Casi se podría decir que era feliz. Había entendido por fin su misión y había comprendido que todo lo que le había ocurrido hasta el momento de entenderla había sido necesario. Y le daría cumplimiento con tesón, pues ese era su deseo. Tesón.
Así que esperó y esperó, mientras pensaba en todo esto y sus planes de futuro en silencio. No dijo ni una palabra hiriente desde que tomó su decisión. En todo caso, las pocas veces que hablaba era para saludar amablemente a los guardias o a quien pasara por allí, excepto a aquellos que parecieran delincuentes.
—¡Eh, espera! ¡Tienes que estar bromeando! ¡No puedo estar aquí para siempre! ¡EH! ¡VUELVE!
Pero no sirvió de nada. Siloco no volvió. Nadie se pasó por allí desde entonces... y si alguien lo hacía no le dirigía la palabra. Como si no existiera. Como si realmente hubieran olvidado que estaba allí, por muy difícil que fuera pues el fantasma se pasó los primeros días gritando.
Tras una semana de gritar y gritar sin obtener nada, se hartó. Aún recordaba lo que Siloco había dicho antes de irse: que pensara en lo que había hecho. ¡Como si fuera un polluelo que se ha portado mal! ¡Era un Constructor adulto y bastante capaz, no un crío! No había hecho nada mal. Su único error había sido fiarse del Consejo y de toda la escoria de gente de la ciudad con quien se había topado desde entonces. Incluidos sus "agradables compañeros" de torreón. Todos tenían la culpa de que estuviera en esa maldita celda, encerrado con un maldito hechizo hecho por herejes. Incluso pensaba que la Voz, esa endiablada Voz que tanto había idolatrado, amado, hasta la obsesión, le había engañado. El cometido que le había dado no tenía nada que ver con su estado actual, muerto y encerrado. Le había engañado. A veces pensaba en esto con tanto ahínco que empezaba a gritar improperios hacia la Voz.
Pero lo sentía como un engaño real. Todos lo habían hecho. Pero había un detalle relacionado con ese engaño que le hacía reír a carcajadas: ¡a sus compañeros también les habían engañado! No tenían ni idea de qué les pasaría en la ciudad, pero lo que sí tenía claro era que no conseguirían lo que les habían prometido quienes les trajeron. Sabía de sobra que aquella era una ciudad llena de mentiras, por lo que era obvio que sus queridísimos compañeros no obtendrían lo que querían.
¿Pero qué haría él ahora? Si confiaba en que alguien acabaría encontrándole y sacándole, ¿luego qué? La ciudad llena de escoria no se merecía que hiciera algo para ser útil. No necesitaba sentirse útil, no allí al menos. En su mundo natal no se veía útil, pues no podía realizar nada físico y aunque sus congéneres le pudieran ver —cosa que dudaba— no sabía qué hacer. ¿Advertirles de la existencia de Rocavarancolia y de que la Voz era una sarta de engaños? Si pudiera demostrarlo... Si pudiera demostrar que la Voz a la que tanto rendían pleitesía era realmente una mentira, una versión corrupta de lo que otrora fuera la Voz original... Eso sí que sería útil.
Llegar a esa idea le costó varias semanas. No contaba el tiempo, realmente, así que no lo sabía con exactitud. Pero no le costó mucho llegar a otra idea consecuencia de la primera. ¿Y si la Voz, la de verdad, la original y sagrada, le había dicho la verdad en cuanto a su misión? ¿Y si su misión no era convertir a Rocavarancolia sino darse cuenta de que la Voz estaba corrupta tras su paso por la ciudad de las mentiras y volver a su hogar para que les hiciera ver lo que realmente ocurría? ¡Tenía sentido! En el torreón había aprendido que muchas de las cosas que decía la Voz no eran verdades absolutas pues era el único de sus compañeros que las creía así. Pero todos ellos en cambio parecían pensar de forma similar en algunos aspectos, ¡por lo que quizá la Voz de Roca Sagrada estaba enferma de alguna forma y los manipulaba a su antojo! Pero no a todos... ¿Qué pasaba con los supuestos herejes de Tierra Bruja? ¿Y si a ellos les hablaba la Voz pura y no la maldita? ¿Y si pudiera visitarlos y aprender de ellos? Así luego podría ir a las capitales de Roca Sagrada a difundir la verdad sobre la Voz. No tenía sentido que otros ciudadanos de otros mundos tuvieran cosas en común con los "herejes" y que todo el mundo menos los fanáticos de las capitales estuviera equivocado. Debía ser al revés. Esa debía ser su misión real. No que convirtiera Rocavarancolia sino que, tras vivir con gente de otros mundos, se percatara de la realidad de la Voz Maldita y volviera para sacar del error a sus antiguos vecinos.
Tuviera o no sentido, él le dio todo el sentido a todo aquel tiempo en la ciudad. Hasta su muerte tenía sentido: su nuevo estado le había ayudado a comprender cosas que antes se le escapaban. Y, de hecho, ser eterno e imposible de herir por las armas de Roca Sagrada le ayudaría bastante en su cometido. Pero antes tenía que salir de aquella prisión y tenía que convencer a sus carceleros de que había "comprendido qué había hecho mal". No podía volver a su mundo para quedarse, pero no era necesario. Podría ir y venir, hablar con las gentes de Tierra Bruja, y cuando se sintiera preparado ir a su viejo hogar y empezar su labor (sin dejar de volver a Rocavarancolia). Lo que sí que debía tener en cuenta era que los roquenses podían tomarle por una personificación de la mismísima Voz y no por un mensajero o ayudante. Aunque quizá eso podría acabar siendo hasta bueno para Roca Sagrada, pero no sabía cómo lidiar con aquello si no podía establecerse en su mundo. <<Pero ya llegaremos a eso. Primero hay que salir de aquí con permiso y buena cara>> Por primera vez en mucho, mucho tiempo, se sentía bien. Casi se podría decir que era feliz. Había entendido por fin su misión y había comprendido que todo lo que le había ocurrido hasta el momento de entenderla había sido necesario. Y le daría cumplimiento con tesón, pues ese era su deseo. Tesón.
Así que esperó y esperó, mientras pensaba en todo esto y sus planes de futuro en silencio. No dijo ni una palabra hiriente desde que tomó su decisión. En todo caso, las pocas veces que hablaba era para saludar amablemente a los guardias o a quien pasara por allí, excepto a aquellos que parecieran delincuentes.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Mazmorras
14/09/15, 10:54 pm
Un día entre tantos otros dama Serena iría a visitarle.
—Veamos cuánto te resta de vida. O cuán entregado estás a la muerte —con unas palabras impronunciables Tesón deja de estar aprisionado—. Sígueme. No te quedará más remedio que hacerlo.
Una fuerza tira del fantasma. Le llama, le indica adónde tiene que ir aunque dama Serena nunca le pierde de vista. Podrá resistirse si quiere, pero no eternamente. Una magia desconocida hará que, aunque lo intente, no pueda recordar después con exactitud qué giros eligieron ni qué lugares de Rocavarancolia recorrieron en su camino. Aunque Tesón no está ya vivo, los fantasmas protegen con celo incluso de los suyos el lugar donde está lo que dama Serena está a punto de enseñarle.
Sigue en la Habitación Infinita.
—Veamos cuánto te resta de vida. O cuán entregado estás a la muerte —con unas palabras impronunciables Tesón deja de estar aprisionado—. Sígueme. No te quedará más remedio que hacerlo.
Una fuerza tira del fantasma. Le llama, le indica adónde tiene que ir aunque dama Serena nunca le pierde de vista. Podrá resistirse si quiere, pero no eternamente. Una magia desconocida hará que, aunque lo intente, no pueda recordar después con exactitud qué giros eligieron ni qué lugares de Rocavarancolia recorrieron en su camino. Aunque Tesón no está ya vivo, los fantasmas protegen con celo incluso de los suyos el lugar donde está lo que dama Serena está a punto de enseñarle.
Sigue en la Habitación Infinita.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Mazmorras
26/09/15, 01:06 am
Antes de que el miedo se cebara con él, el roquense retrocedió y descubrió que había atravesado un muro. Se giró sobre sí mismo para intentar deducir qué había pasado y hacerse con el entorno <<¿Dónde estoy?>> Tuvo que mirar y asomarse a otros sitios varias veces parar recordar que aquel sitio eran las mazmorras del castillo. Cuando este descubrimiento se coló en su cabecita, cuando razonó que había salido de la Habitación infinita, que por fin era libre, no se detuvo a pensar si realmente lo era sino que salió corriendo de allí. Por el camino entrevió que algo extraño ocurría, pero nadie le detuvo así que no estaban agitados por él mismo. Cerca de la salida se percató de que una extraña luz roja lo inundaba todo... y que casi le sacó un grito al poner un pie en la ciudad y ver el enorme astro brillante en el cielo. ¿Era esto a lo que se referían en el discurso inicial? Ya no recordaba aquello, solo que les habían hablado de una luna y poco más. ¿Cuánto tiempo habría estado en la sala infinita? Le costaba identificar el camino de llegada al Castillo y eso que había estado varias veces. Tanto era así que también le costaba reconocer edificios cercanos, mientras que una sensación le decía que habían sido familiares hacía tiempo. Una de dos: o la Habitación infinita te dañaba la memoria o había estado bastante tiempo allí dentro.
Pero ahora estaba fuera. Y sobre su cabeza había una monstruosidad roja, brillante, que casi parecía un ojo sin parte blanca que le mirase fijamente y rezumara sangre. ¡Y estaba todo plagado de estrellas! No recordaba haber visto una sola estrella en todas sus noches en la ciudad. Y llovía. No, aquello no era lluvia sin más. Era una condenada tormenta como no recordaba. <<Parece todo orquestado para que dé miedo... La luna enorme y roja junto con la tormenta... Pero le pega a la ciudad. ¿Todo aquí tiene que ser imponente y horrible?>>
Algo le hacía creer que la luna tenía que ver con el chispeo de energía que sentía y con la agitación de toda la gente con que se había cruza... <<Espera... ¡Era esto! ¡A los fantasmas les afectaba! Era eso, ¡seguro!>> pero eso ya no importaba pues supuestamente no podría volver, así que lo dejó de lado. Lo que importaba ahora es que volvía a ser libre hasta que no volvieran a encerrarle... Pero también recordaba su misión impuesta por la Voz y ahora podría iniciarla. Eso sí, tenía que aclararse con sus compañeros. Quizá les debía unas cuantas disculpas. <<¿Y ahora dónde estaba el torreón? ¡Haz honor a tu deseo, Tesón, y búscalo con tesón!>>
A pesar de sus dudas, no le costó mucho encontrar el torreón. Era un torreón a fin de cuentas y con elevarse por la ciudad era bastante sencillo identificar los edificios más altos. Eso sí, tenía un lío mental de cómo era por fuera, así que se acercó a los que encontró... Y sí, el primero que encontró lleno de cosechados había sido Letargo, pero como no tenía ningún tipo de trato con ellos, lo esquivó. Otro torreón bastante curioso que encontró fue uno cubierto por sombras que se rieron de él. Pero acabó encontrando Maciel, aunque no se dio prisa alguna en llegar. La ciudad irradiaba energía y se tomó su tiempo en levitar hacia el torreón. No sabía cuánto duraría aquel fenómeno, así que quería presenciarlo y disfrutarlo (a su manera de fantasma).
Sigue en el Torreón Maciel
Pero ahora estaba fuera. Y sobre su cabeza había una monstruosidad roja, brillante, que casi parecía un ojo sin parte blanca que le mirase fijamente y rezumara sangre. ¡Y estaba todo plagado de estrellas! No recordaba haber visto una sola estrella en todas sus noches en la ciudad. Y llovía. No, aquello no era lluvia sin más. Era una condenada tormenta como no recordaba. <<Parece todo orquestado para que dé miedo... La luna enorme y roja junto con la tormenta... Pero le pega a la ciudad. ¿Todo aquí tiene que ser imponente y horrible?>>
Algo le hacía creer que la luna tenía que ver con el chispeo de energía que sentía y con la agitación de toda la gente con que se había cruza... <<Espera... ¡Era esto! ¡A los fantasmas les afectaba! Era eso, ¡seguro!>> pero eso ya no importaba pues supuestamente no podría volver, así que lo dejó de lado. Lo que importaba ahora es que volvía a ser libre hasta que no volvieran a encerrarle... Pero también recordaba su misión impuesta por la Voz y ahora podría iniciarla. Eso sí, tenía que aclararse con sus compañeros. Quizá les debía unas cuantas disculpas. <<¿Y ahora dónde estaba el torreón? ¡Haz honor a tu deseo, Tesón, y búscalo con tesón!>>
A pesar de sus dudas, no le costó mucho encontrar el torreón. Era un torreón a fin de cuentas y con elevarse por la ciudad era bastante sencillo identificar los edificios más altos. Eso sí, tenía un lío mental de cómo era por fuera, así que se acercó a los que encontró... Y sí, el primero que encontró lleno de cosechados había sido Letargo, pero como no tenía ningún tipo de trato con ellos, lo esquivó. Otro torreón bastante curioso que encontró fue uno cubierto por sombras que se rieron de él. Pero acabó encontrando Maciel, aunque no se dio prisa alguna en llegar. La ciudad irradiaba energía y se tomó su tiempo en levitar hacia el torreón. No sabía cuánto duraría aquel fenómeno, así que quería presenciarlo y disfrutarlo (a su manera de fantasma).
Sigue en el Torreón Maciel
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
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