Jardines de la Memoria
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Jardines de la Memoria
02/08/11, 06:39 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Rodeados de un muro de ladrillos hexagonales de color violeta, poseen cincuenta conjuntos escultóricos (algunos construidos en piedra ingrávida) que representan momentos y personajes de la historia de la ciudad.
- Descripción más detallada sacada de la saga:
- Los muros que rodeaban los Jardines de la Memoria pronto resaltaron entre el
resto de los edificios. Eran altas paredes de diminutos ladrillos hexagonales, de color violeta claro, con arcadas ojivales en el lado norte.
Aquel solar amurallado era uno de los recintos más grandes que habían encontrado hasta entonces: en extensión igualaba a la superficie que cubría el torreón Margalar y su patio. Varias estatuas se repartían por el lugar, grandiosas y magníficas. Algunas, labradas en piedra ingrávida, flotaban a varios metros de altura, inmóviles en el aire. De los cincuenta conjuntos escultóricos que habían contenido los jardines, sólo quedaban diez completos y fragmentos de una docena más. Y ya no había ni lastro de los espectaculares vergeles que habían adornado el lugar, algunos flotando también sobre extensas capas de tierra volante. Pero aunque fuera un pálido reflejo de lo que una vez fue, los Jardines de la Memoria seguían siendo
impresionantes.
Ver a Marina y Rachel, señalando extasiadas la maravillosa estatua de piedra azul de dama Escalofrío, envuelta en su extenso chal de seda y pedrería, postrada como si pidiera clemencia, le llenó de alegría. O contemplar a Bruno flotando junto a Maronet el hechicero, mientras éste se enfrentaba con su cayado y su hacha de doble hoja al rey gigante de Esfronax. La estatua del mago, esculpida en piedra ingrávida, estaba suspendida a más de quince metros de altura, justo frente al rostro del monstruoso gigante, con el cayado adelantado en la mano izquierda y el hacha en la derecha, disparada en horizontal hacia la cara de su adversario que ya mostraba en varios puntos el mordisco del arma. El rey de Esfronax, vestido con una armadura que parecía fabricada con conchas de galápago, tenía los brazos extendidos y parecía a
punto de desplomarse.
La mayor de las estatuas supervivientes era la de dama Irhina, la reina sangrienta y su espectacular montura, el dragón vampiro Balderlalosa. Medía treinta metros de largo y ocho de alzada. El dragón negro estaba representado en vuelo rasante, con sus cuatro alas extendidas. Sus colmillos, grandes como cimitarras, relucían oscuros en la penumbra de sus mandíbulas entreabiertas. Montada sobre su lomo estaba ella, la primera reina vampira de Rocavarancolia. El autor de aquella maravilla había conseguido que la majestuosa montura no eclipsara a su jinete. Había esculpido a dama Irhina de tal forma que era el centro de atención en la pieza. Tenía la mano izquierda apoyada en el lomo de la bestia en un ademán tan vigoroso que parecía decir: «No tengas miedo del dragón que monto. Témeme a mí que soy quien lo
domina».
—¡Ricardo! ¡Esto nos lo has contado tú! —gritó Rachel.
Estaba junto a Lizbeth ante un conjunto de estatuas situadas en el mismo centro de los jardines. Allí, sobre un pedestal en forma de media luna, una docena de encapuchados rodeaba a un hombre escuálido que levantaba una mano en señal de invitación mientras su rostro expresaba tal desprecio que daban ganas de apartar la mirada. Llevaba puesto lo que en un principio se podía tomar por un collar de perlas, hacía falta un segundo vistazo para comprender que era un macabro collar de ojos. Del centro exacto de su frente surgía un cuerno afilado de unos veinte centímetros de longitud.
—Es Hurza —dijo Ricardo, y luego añadió con un susurro—: El Comeojos…
Mistral asintió con la cabeza. No sabía qué artista había esculpido ese momento crucial en la historia de Rocavarancolia, pero había logrado que Hurza pareciera mucho más peligroso que los hechiceros que se disponían a darle muerte.
—La ejecución del primer Señor de los Asesinos —murmuró el cambiante.
Enfrentada a la media luna en la que se veía aquella escena había existido otra plataforma idéntica, sobre la que se escenificaba la muerte del primer rey de Rocavarancolia. A Harex lo habían matado mientras dormía. Icaria, su amante, había sido la encargada de verter en su oído un chorro de Penuria, el veneno más letal conocido, hechizado además de tal modo que atravesó todas las protecciones mágicas del rey como si no existieran.
- Estatuas añadidas en el transcurso del rol:
-Un conglomerado de plantas leñosas crecido sobre un banco da forma a lo que puede parecer una criatura humanoide sentada engullida por semillas germinadas. Una placa a sus pies dice: "Sepalian Xila, antiguo consejero de recursos naturales. Se cree que fue transformado en esta estatua vegetal con magia desconocida".
-Estatua de oro que muestra a dama Liviana y es más de lo que parece. Ella misma se volvió de oro por error y de forma irreversible, por lo que ahora forma parte de las estatuas de los jardines. La inscripción de su placa dice: "Dama Liviana, alquimista real y bruja de las brisas que sirvió al consejo hasta que su propia pócima la convirtió en oro".
-Figura de oro que representa a un velador asreniano con la mano extendida y expresión seria. En su inscripción pone: "Granta, el Protector de los Durmientes. A pesar de que acababa de ser bendencido por la Luna rescató a Rocavarancolia de una de sus mayores crisis, liberando a los ciudadanos del yugo de la Torre de los Soñadores".
-Escultura plateada en la que pueden verse a dos personas apuñalando juntas a una mujer de pelo trenzado postrada en una cama. El hombre tiene el cabello ondulado, perilla y bigote, y la mujer posee rasgos de súcubo de las pesadillas y el cabello largo. Sus nombres aparecen en la inscripción: "Melodes, el compositor de sueños", "Nihil" y, la víctima, "dama Sueño". Debajo se puede leer: "Un puñal de sueños para acabar con las pesadillas".
-Escultura de plata que representa la última batalla de un demiurgo contra el íncubo de las pesadillas que lo mató. La inscripción reza: "La batalla entre Doce Punto, demiurgo de Altabajatorre, y Corann en el plano onírico".
- Naeryan
Ficha de cosechado
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Re: Jardines de la Memoria
14/01/16, 02:00 am
Animales. Sox no sabía nada de animales. Los conocimientos teóricos que hubiera adquirido en Carabás sobre biología se convertían en peso muerto en aquel lugar. Los engranajes de su mente giraban a toda velocidad pero no producían ninguna respuesta a cambio.
Su primer impulso fue empezar a retroceder lentamente, y dando un respingo tuvo ganas de estamparle algo en la cara a Barael al oírle pegar un grito. Era cierto que no sabía cuál era el protocolo adecuado cuando uno estaba en la cercanía de un animal salvaje, pero estaba muy seguro de que sobresaltarlo berreando NO era el correcto. Su lado abierto a empatizar con el proceso de pensamiento de los demás se cerraba con candado estando bajo presión.
En escasos segundos había más gente gritando, y dejó de importar.
En escasos segundos también caos, todo reaccionando más rápido que él. La mitad estaban fuera de su vista ya. El carabés estaba empezando a reaccionar, sus piernas preparándose para estallar en movimiento (su mente funcionaba tan rápido y el resto de su cuerpo tan lento. ¿Por qué? No debería. "Espabila, imbécil.") cuando el reptil movió ficha. Salir corriendo ya era viable. De los que quedaban ya solo gritaba Mónica.
"¡Rápido, idiota!" Su monólogo interno era cortante como un látigo, y hasta cierto punto surtió efecto. Al menos ahora se estaba moviendo. Acciones que alguna parte de su mente había pensado, procesado y enviado a sus músculos sin ser consciente de ello. Se había agachado lentamente y vuelto a levantar. Tenía un pedrusco muy pesado sujeto entre ambas las manos.
De haber tenido la presencia de mente para ello Sox habría felicitado internamente a la terrícola cuando Mónica renunció al vestido. Una solución eficaz.
"Lo que no estás haciendo tú. Mueve el culo, inútil."
El peso le cortaba la respiración. Empezaban a dolerle los nudillos. Vigilaba los movimientos del lagarto que ahora se acercaba a ellos. Su puntería con magia era una cosa pero con objetos arrojadizos, pesados y sujetos a duras penas otra. El momento adecuado, o la cagaría.
Un nuevo latigazo mental ante el repentino parón de la criatura. "¡Ya! ¡¿A qué coño esperas?!"
Estuvo a una fracción de segundo de ello. Reconoció justo a tiempo la inmovilidad antinatural, la forma en que los músculos del ser dejaban de moverse pero aún así no se asfixiaba.
Alguien había paralizado a la criatura, a todas luces con un hechizo. Pero no había sido él.
Buscó frenéticamente con la mirada al agresor, y lo encontró en la forma de una figura que se acercaba despacio desde un punto lejano de los jardines. No cuestionó por qué había paralizado a la criatura. Animal salvaje suelto, se le hechizaba para controlarlo. Secuencia lógica.
—¿Quién eres? ¿También te han traído aquí?
Soltó la mole de piedra. Cayó sobre la tierra con un sonido pesado, y no fue lo único en posarse sobre el suelo cerca de él. Sinceridad había regresado, advirtió de forma algo distante.
Su primer impulso fue empezar a retroceder lentamente, y dando un respingo tuvo ganas de estamparle algo en la cara a Barael al oírle pegar un grito. Era cierto que no sabía cuál era el protocolo adecuado cuando uno estaba en la cercanía de un animal salvaje, pero estaba muy seguro de que sobresaltarlo berreando NO era el correcto. Su lado abierto a empatizar con el proceso de pensamiento de los demás se cerraba con candado estando bajo presión.
En escasos segundos había más gente gritando, y dejó de importar.
En escasos segundos también caos, todo reaccionando más rápido que él. La mitad estaban fuera de su vista ya. El carabés estaba empezando a reaccionar, sus piernas preparándose para estallar en movimiento (su mente funcionaba tan rápido y el resto de su cuerpo tan lento. ¿Por qué? No debería. "Espabila, imbécil.") cuando el reptil movió ficha. Salir corriendo ya era viable. De los que quedaban ya solo gritaba Mónica.
"¡Rápido, idiota!" Su monólogo interno era cortante como un látigo, y hasta cierto punto surtió efecto. Al menos ahora se estaba moviendo. Acciones que alguna parte de su mente había pensado, procesado y enviado a sus músculos sin ser consciente de ello. Se había agachado lentamente y vuelto a levantar. Tenía un pedrusco muy pesado sujeto entre ambas las manos.
De haber tenido la presencia de mente para ello Sox habría felicitado internamente a la terrícola cuando Mónica renunció al vestido. Una solución eficaz.
"Lo que no estás haciendo tú. Mueve el culo, inútil."
El peso le cortaba la respiración. Empezaban a dolerle los nudillos. Vigilaba los movimientos del lagarto que ahora se acercaba a ellos. Su puntería con magia era una cosa pero con objetos arrojadizos, pesados y sujetos a duras penas otra. El momento adecuado, o la cagaría.
Un nuevo latigazo mental ante el repentino parón de la criatura. "¡Ya! ¡¿A qué coño esperas?!"
Estuvo a una fracción de segundo de ello. Reconoció justo a tiempo la inmovilidad antinatural, la forma en que los músculos del ser dejaban de moverse pero aún así no se asfixiaba.
Alguien había paralizado a la criatura, a todas luces con un hechizo. Pero no había sido él.
Buscó frenéticamente con la mirada al agresor, y lo encontró en la forma de una figura que se acercaba despacio desde un punto lejano de los jardines. No cuestionó por qué había paralizado a la criatura. Animal salvaje suelto, se le hechizaba para controlarlo. Secuencia lógica.
—¿Quién eres? ¿También te han traído aquí?
Soltó la mole de piedra. Cayó sobre la tierra con un sonido pesado, y no fue lo único en posarse sobre el suelo cerca de él. Sinceridad había regresado, advirtió de forma algo distante.
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.
Re: Jardines de la Memoria
14/01/16, 02:15 am
Barael corría para acercarse al grupo y si hiciera falta distraer a esa cosa cuando vio que disparaba su lengua. Casi le da un infarto al ver lo cerca que había estado su hermano de ser atrapado por eso, pero no tenía tiempo para lamentaciones sabía perfectamente que hacer mientras que Mónica gritaba, lógico, hasta que esta consiguió liberarse y el reptil volvió a guardar la lengua.
<<Tsk, por poco, oportunidad fallida.>> -Pensó.
Ya había logrado llegar y estaba entre Mónica y su hermano y aquella cosa, en guardia, preparado para lo que fuese, retrocediendo a la espera de que haría el reptil. Oír la carrera de ambos a su espalda le tranquilizó. Estaban poniéndose a salvo sin hacer locuras, cosa que no podía decirse de el mismo.
Esto último le hizo sonreír.
<<Bueno, ¿y ahora que harás?>> -Se preguntó mentalmente. -<<¿Te quedarás ahí o empezarás tu caza?>>
Entonces ocurrió algo que le desconcertó, el reptil por un momento tomó claramente la opción dos pero entonces se paró en seco, de forma que a Barael le resultó totalmente antinatural.
<<Durmientes sin sentido, un jardín sin sentido y un reptil sin sentido. ¿Algo más?>>
Buscó con la mirada alrededor algún indicio o pista sobre porqué se había parado y lo único que encontró fuera de lugar fue a una persona a lo lejos que llevaba puesto algo marrón claro y llevaba algo en las manos.
<<¿Será un rocavarancolés o un elegido?>>
Fuera lo que fuera, no podía saber cuánto tiempo iba a estar parado el reptil, podría estar ayudándoles, ser propiedad de aquella persona o no tener nada que ver. Así que había que hacer esto rápido. "¡¿Quién eres?!" hubiera gritado si Sox no se le hubiese adelantado. Aprovechó para coger las cosas de Mónica y la navaja de Nad guardándolas como pudo. No se fiaba de que la calma durase demasiado así que tocó el hombro de Sox independientemente de lo que respondiera aquella persona.
-Deberíamos seguir moviéndonos, no es seguro.
<<Tsk, por poco, oportunidad fallida.>> -Pensó.
Ya había logrado llegar y estaba entre Mónica y su hermano y aquella cosa, en guardia, preparado para lo que fuese, retrocediendo a la espera de que haría el reptil. Oír la carrera de ambos a su espalda le tranquilizó. Estaban poniéndose a salvo sin hacer locuras, cosa que no podía decirse de el mismo.
Esto último le hizo sonreír.
<<Bueno, ¿y ahora que harás?>> -Se preguntó mentalmente. -<<¿Te quedarás ahí o empezarás tu caza?>>
Entonces ocurrió algo que le desconcertó, el reptil por un momento tomó claramente la opción dos pero entonces se paró en seco, de forma que a Barael le resultó totalmente antinatural.
<<Durmientes sin sentido, un jardín sin sentido y un reptil sin sentido. ¿Algo más?>>
Buscó con la mirada alrededor algún indicio o pista sobre porqué se había parado y lo único que encontró fuera de lugar fue a una persona a lo lejos que llevaba puesto algo marrón claro y llevaba algo en las manos.
<<¿Será un rocavarancolés o un elegido?>>
Fuera lo que fuera, no podía saber cuánto tiempo iba a estar parado el reptil, podría estar ayudándoles, ser propiedad de aquella persona o no tener nada que ver. Así que había que hacer esto rápido. "¡¿Quién eres?!" hubiera gritado si Sox no se le hubiese adelantado. Aprovechó para coger las cosas de Mónica y la navaja de Nad guardándolas como pudo. No se fiaba de que la calma durase demasiado así que tocó el hombro de Sox independientemente de lo que respondiera aquella persona.
-Deberíamos seguir moviéndonos, no es seguro.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Jardines de la Memoria
14/01/16, 02:45 am
Eriel apretó los dientes para controlar el enfado consigo mismo cuando Mónica se le escapó de las manos. No tuvo mucho tiempo para culparse ya que la chica fue inteligente y cortó con su cuchillo su ropa, acto seguido le agarró de la mano y tiró de él en dirección a la salida.
El nublino creyó que el animal los estaba persiguiendo pero no oyó ruido de pisadas, lo que si oyó fue a Sox preguntando algo.
-Mónica, Mónica, Mónica - dijo frenando su carrera.- No nos persigue - comentó con falta de aliento.
Miró a la chica y su piel se oscureció ligeramente. Se quitó el poncho y lo sacudió antes de ofrecérselo a la chica.
-Ten póntelo. No es que tu figura esté mal, que no lo está - se oscureció otro poco,- pero no quiero que cojas frío. Siento que esté un poco sucio, pero será mejor que pasar frío ¿no? - le sonrió ligeramente.- Oye, voy a acercarme a ver que pasa, estoy un poco preocupado por mi hermano. ¿Vienes conmigo o te quedas? - el chico esperaba que fuese con él, dejarla allí sola no era algo que le gustase.
El nublino creyó que el animal los estaba persiguiendo pero no oyó ruido de pisadas, lo que si oyó fue a Sox preguntando algo.
-Mónica, Mónica, Mónica - dijo frenando su carrera.- No nos persigue - comentó con falta de aliento.
Miró a la chica y su piel se oscureció ligeramente. Se quitó el poncho y lo sacudió antes de ofrecérselo a la chica.
-Ten póntelo. No es que tu figura esté mal, que no lo está - se oscureció otro poco,- pero no quiero que cojas frío. Siento que esté un poco sucio, pero será mejor que pasar frío ¿no? - le sonrió ligeramente.- Oye, voy a acercarme a ver que pasa, estoy un poco preocupado por mi hermano. ¿Vienes conmigo o te quedas? - el chico esperaba que fuese con él, dejarla allí sola no era algo que le gustase.
- InvitadoInvitado
Re: Jardines de la Memoria
14/01/16, 10:08 pm
Sarna dirigió una mirada vacía a los cachorros que se le acercaban. Ahora se podían ver bien los detalles de su atuendo, como el gran colgante con forma de cienpiés que llevaba al cuello, o que su boca no era tal, sino que estaba dibujada sobre la piel. Su boca real estaba literalmente borrada de su rostro.
Ignoró descaradamente las preguntas y centró su atención en el monstruo, aún paralizado. Rodeó su cuello con la cadena y la reparó con un chispazo mágico. El animal recuperó la movilidad, y trató de avanzar hacia su presa fallida, pero su ama no se lo permitió. Sarna se dispuso a marcharse.
Ignoró descaradamente las preguntas y centró su atención en el monstruo, aún paralizado. Rodeó su cuello con la cadena y la reparó con un chispazo mágico. El animal recuperó la movilidad, y trató de avanzar hacia su presa fallida, pero su ama no se lo permitió. Sarna se dispuso a marcharse.
- Merodeador
Ficha de cosechado
Nombre: Nadzieja Sikorski.
Especie: Humana.
Habilidades: Resistencia, oído musical e imaginación.
Re: Jardines de la Memoria
14/01/16, 10:46 pm
Nadzieja en cuanto escapó del lado de Monica corrió como si su vida dependiese de ello, no era una velocidad muy impresionante, la verdad sea dicha. Además, los tropiezos que casi la hacen caer un par de veces no ayudaban mucho a hacer una retirada con dignidad. Sólo el grito de la española la hizo detenerse y mirar atrás, pero en seguida siguió su huida por donde la había dejado “¡Corre o tú serás la siguiente, Nad! Mejor ella que tú. Adiós Mónica, fue un placer haberte conocido.” Todo esto acompañado de horribles imágenes de descuartizamiento sobre la chica del vestido de princesa.
Pero en cuanto llego a la salida del jardín de estatuas se detuvo, una cosa era escapar y otra escapar sola. Miro intermitente entre la salida y sus compañeros un rato, incapaz de decidirse sobre si quedarse o huir. “Ese monstruo es horrible, pero y si sola me encuentro con algo peor y mucho más grande. Y si me quedo y me comen. Y si me voy y me atrapa un hombre malo. Y si al final me alcanza el lagarto…”. Entonces vio como la española se arrancaba el vestido y no pudo reprimir un grito horrorizado, que podría parecer una reacción ante el peligro en el que se encontraba su amiga, pero que en realidad era de puro ultraje ante la descabellada acción de romper semejante vestido “¡¿Pero como se atreve a romper ese precioso vestido?! ¿está loca? Con lo bonito que- ¡OH DIOS MIO, ESTA CORRIENDO CASI DESNUDA! ¡QUE VERGÜENZA! ¡Pero! Pero… no me lo puedo creer, pero ¡¿qué tiene esta chica en la cabeza?!” y a pesar de todo ello siguió a la española y al nublino haya donde fueron, pero solo consiguió alcanzarles cuando este último ya proponía el regreso. Nad le odiaba por eso, se estaba ahogando del esfuerzo de seguirlos y ahora quería volver por la estúpida preocupación por su hermano, la pequeña hizo todo lo que pudo para sonar contenta.
-Al fin os alcanzo, corréis muy rápido… supongo que están bien ¿no? No se han oído gritos ni nada parecido, estoy… convencida de que tu hermano está bien… espero- Habló entrecortadamente, con el respirar acelerado y tragando saliva varias veces, pero se esforzó en sonreír para infundirle ánimos al nublino aunque en realidad ni los pensase.
Pero en cuanto llego a la salida del jardín de estatuas se detuvo, una cosa era escapar y otra escapar sola. Miro intermitente entre la salida y sus compañeros un rato, incapaz de decidirse sobre si quedarse o huir. “Ese monstruo es horrible, pero y si sola me encuentro con algo peor y mucho más grande. Y si me quedo y me comen. Y si me voy y me atrapa un hombre malo. Y si al final me alcanza el lagarto…”. Entonces vio como la española se arrancaba el vestido y no pudo reprimir un grito horrorizado, que podría parecer una reacción ante el peligro en el que se encontraba su amiga, pero que en realidad era de puro ultraje ante la descabellada acción de romper semejante vestido “¡¿Pero como se atreve a romper ese precioso vestido?! ¿está loca? Con lo bonito que- ¡OH DIOS MIO, ESTA CORRIENDO CASI DESNUDA! ¡QUE VERGÜENZA! ¡Pero! Pero… no me lo puedo creer, pero ¡¿qué tiene esta chica en la cabeza?!” y a pesar de todo ello siguió a la española y al nublino haya donde fueron, pero solo consiguió alcanzarles cuando este último ya proponía el regreso. Nad le odiaba por eso, se estaba ahogando del esfuerzo de seguirlos y ahora quería volver por la estúpida preocupación por su hermano, la pequeña hizo todo lo que pudo para sonar contenta.
-Al fin os alcanzo, corréis muy rápido… supongo que están bien ¿no? No se han oído gritos ni nada parecido, estoy… convencida de que tu hermano está bien… espero- Habló entrecortadamente, con el respirar acelerado y tragando saliva varias veces, pero se esforzó en sonreír para infundirle ánimos al nublino aunque en realidad ni los pensase.
- Bellota
Ficha de cosechado
Nombre: Mónica Gutiérrez.
Especie: Humana (Española, madrileña de las afueras).
Habilidades: Espontaneidad, automotivación, imaginación.
Personajes : ● Mónica: Bruja de los espejos. Terrícola.
Heridas/enfermedades : ● Mónica: Pequeñas cicatrices por el cuerpo.
Manos heridas, chichón en la cabeza.
Armas : ●Mónica: Bolsito de pompones rosa multiusos.
Cuchillo del pan.
Espejos.
Status : «En busca de 12.: el romance».
Humor : No.
Re: Jardines de la Memoria
14/01/16, 10:56 pm
Mónica habría seguido corriendo por horas, tan ausente del mundo por la adrenalina que no notaba ya absolutamente nada de su cuerpo, ni dolor, ni miedo… nada. Sólo vacío. Sin embargo el tirón de Cenizo en su mano la hizo detenerse en seco, devolviéndola al estado de terror de antes. “Por favor, por favor, que no le haya atrapado a él también” suplicó mentalmente, con una punzada de pánico al pensar en volver a “pelear” con la lengua del bichejo. Sin embargo su tirón fue suave y no la arrastró de nuevo hacia atrás, y su voz sonaba tranquilizadora… aunque la chica no pudo concentrarse en ella hasta un momento después.
-Ya no… ¿no nos persigue?- preguntó con una voz extrañamente plana, sin emoción.
Miró por encima del hombro de su compañero y vio algo lejos ("Pensé que había corrido más de lo que he hecho realmente...") a Vampy y a Roño encarados a alguien que se aproximaba hacia la criatura con una cadena en la mano, el monstruo antinaturalmente quieto, perturbadoramente silencioso el personaje desconocido. La llegada de Zana a su lado y su posterior charloteo despreocupado le pasó como si oyera llover, incapaz de concentrarse en nada que no fuera ese engendro.
-¿No sabes que es de mala educación no contestar a la gente cuando te hacen preguntas directas?- comentó monótonamente Mon a la supuesta cuidadora del monstruo, sin elevar la voz ni salir del shock en el que se encontraba. Al ver que el bicho recuperaba la movilidad pegó un bote acompañado de un chillido, y asintió con fuerza a la recomendación de Roño de que salieran de ahí. -Sí, por favor, por favor, vámonos…- musitó con voz débil.
Fue en el momento en que Cenizo le ofreció su poncho, ruborizándose al estilo nublino y balbuceando, cuando la chica se dio cuenta de verdad todo lo que había pasado. Se quedó quieta por un momento mirándose a sí misma sorprendida de encontrarse tan poco vestida, pasando a mirar al poncho y por último a Cenizo antes de echarle los brazos al cuello y comenzar a llorar sobre su hombro desconsoladamente.
-Ya no… ¿no nos persigue?- preguntó con una voz extrañamente plana, sin emoción.
Miró por encima del hombro de su compañero y vio algo lejos ("Pensé que había corrido más de lo que he hecho realmente...") a Vampy y a Roño encarados a alguien que se aproximaba hacia la criatura con una cadena en la mano, el monstruo antinaturalmente quieto, perturbadoramente silencioso el personaje desconocido. La llegada de Zana a su lado y su posterior charloteo despreocupado le pasó como si oyera llover, incapaz de concentrarse en nada que no fuera ese engendro.
-¿No sabes que es de mala educación no contestar a la gente cuando te hacen preguntas directas?- comentó monótonamente Mon a la supuesta cuidadora del monstruo, sin elevar la voz ni salir del shock en el que se encontraba. Al ver que el bicho recuperaba la movilidad pegó un bote acompañado de un chillido, y asintió con fuerza a la recomendación de Roño de que salieran de ahí. -Sí, por favor, por favor, vámonos…- musitó con voz débil.
Fue en el momento en que Cenizo le ofreció su poncho, ruborizándose al estilo nublino y balbuceando, cuando la chica se dio cuenta de verdad todo lo que había pasado. Se quedó quieta por un momento mirándose a sí misma sorprendida de encontrarse tan poco vestida, pasando a mirar al poncho y por último a Cenizo antes de echarle los brazos al cuello y comenzar a llorar sobre su hombro desconsoladamente.
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.Personajes :- Spoiler:
Armas :- Spoiler:
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
- Dama Abrazos: Mandobles y manguales gigantes duales, balas cañon.
- Nery´s: Beyesha infinita. Esto que no sabe ni que es.
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
Status : Cazador de la luna de sangre.
Humor : JAJAJAJAJA *se marcha riéndose*
Re: Jardines de la Memoria
15/01/16, 01:11 am
Aquella misteriosa persona se fue acercando a ellos en dirección al lagarto, Barael no pudo evitar tensarse y sujetar su cuchillo de nuevo y más aún cuando se dio cuenta de que era una rocavarancolesa ya transformada. No tenían nada que hacer contra ella si simplemente decidía borrarlos por haber molestado a lo que parecía ser su mascota.
La curiosidad hizo que se fijara en sus rasgos que aunque cambiados delataban que era una nublina. Por cómo les miró y su actitud le quedo claro que no quería que la molestasen y al verla ponerle una cadena al reptil y además que estaba dispuesta ya a marcharse hizo que Barael suspirara y se relajara.
Entonces guardo su cuchillo y al ser la dominante se llevó su mano izquierda al pecho, cerrada en un puño, e hizo una reverencia completa a la nublina que indicaba gratitud y respeto.
-Así como el árbol a la lluvia. -Declaró. Quizás los demás no entenderían que decía, pero para los tres nublinos presentes estaba claro. "Estoy en deuda contigo"
Fuera realmente así o no, para Barael ella podría no haber hecho nada o haber ayudado a su reptil.
Acabó la reverencia y girándose miró a Sox a los ojos, su mirada parecía estar atravesándole, como si en realidad mirase detrás de él. En su gesto iba implícito un, "vayámonos de aquí" que acompaño con su brazo empujando leve pero firmemente al carabés llevándolos hacia la salida junto al resto del grupo.
Ver a Mónica llorando en ropa interior sobre su hermano sonrojado no le sacó lo más mínimo de su estado emocional actual. En otras circunstancias la escena le habría parecido graciosa y tierna pero ahora tenía demasiadas cosas en la cabeza.
-Mónica. -Su mirada seguía teniendo ese efecto extraño. -Te apañaré una falda nueva y de paso algo de calzado. Si te pones el poncho, haré lo primero en un momento. -Su voz sonaba con fría calma.
Eriel podía reconocer perfectamente la mirada de su hermano. Siempre se le ponía así cuando estaba pensando profundamente, o cuando estaba preocupado por algo.
Barael tenia demasiadas preguntas, demasiadas incongruencias en la cabeza. Había demasiadas cosas que no encajaban unas con otras para nada.
La curiosidad hizo que se fijara en sus rasgos que aunque cambiados delataban que era una nublina. Por cómo les miró y su actitud le quedo claro que no quería que la molestasen y al verla ponerle una cadena al reptil y además que estaba dispuesta ya a marcharse hizo que Barael suspirara y se relajara.
Entonces guardo su cuchillo y al ser la dominante se llevó su mano izquierda al pecho, cerrada en un puño, e hizo una reverencia completa a la nublina que indicaba gratitud y respeto.
-Así como el árbol a la lluvia. -Declaró. Quizás los demás no entenderían que decía, pero para los tres nublinos presentes estaba claro. "Estoy en deuda contigo"
Fuera realmente así o no, para Barael ella podría no haber hecho nada o haber ayudado a su reptil.
Acabó la reverencia y girándose miró a Sox a los ojos, su mirada parecía estar atravesándole, como si en realidad mirase detrás de él. En su gesto iba implícito un, "vayámonos de aquí" que acompaño con su brazo empujando leve pero firmemente al carabés llevándolos hacia la salida junto al resto del grupo.
Ver a Mónica llorando en ropa interior sobre su hermano sonrojado no le sacó lo más mínimo de su estado emocional actual. En otras circunstancias la escena le habría parecido graciosa y tierna pero ahora tenía demasiadas cosas en la cabeza.
-Mónica. -Su mirada seguía teniendo ese efecto extraño. -Te apañaré una falda nueva y de paso algo de calzado. Si te pones el poncho, haré lo primero en un momento. -Su voz sonaba con fría calma.
Eriel podía reconocer perfectamente la mirada de su hermano. Siempre se le ponía así cuando estaba pensando profundamente, o cuando estaba preocupado por algo.
Barael tenia demasiadas preguntas, demasiadas incongruencias en la cabeza. Había demasiadas cosas que no encajaban unas con otras para nada.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Jardines de la Memoria
15/01/16, 02:50 am
Sox empezaba a erizarse ante la falta de respuesta, y estaba a punto de interpelar a la desconocida otra vez, desoyendo a Barael, cuando advirtió al tenerla más cerca, con un escalofrío, que no tenía boca.
¿Quién se haría una modificación corporal así? ¿Quién pagaría por ello? ¡Qué puto mal gusto!
La distracción fue suficiente para que Barael pudiese tirar de él.
—¿Estás de coña? ¿La única persona que vemos en este vertedero, de tu especie encima, y quieres largarte por donde hemos venido?
Bastó el breve instante de impaciencia, la mirada desviada que tardó en deshacerse del agarre, para que la extraña ya hubiese desaparecido de su vista cuando Sox volvió a escanear la zona con la mirada.
Mierda. Aquellos jardines eran el punto más lejano al que habían llegado: ninguna de las calles aledañas, salvo aquella por la que habían venido, les era familiar. Bastaba con que la extraña hubiese doblado un recodo más oculto de lo normal para que fuese imposible seguirle el rastro.
Pensaba furiosamente mientras los miembros del grupo que quedaba se reunieron, sin prestar más atención que la justa al diálogo. Sí, sí. Vale que les había echado un cable, vale que a menos que supiese telepatía iban a obtener cerca de cero respuestas, habladas por lo menos. ¿Pero hablaban de reparar ropa? ¡¿En serio?!
—Since —acortar nombres primaba cuando había prisa. Se giró rápido buscando a la roquense, imprimiendo urgencia a su voz—. ¿No puedes volar a ver si la localizas? —miró al grupo intentando transmitir la importancia de aquello, por qué no podían dejar que aquella oportunidad se le escapase entre los dedos—. Dondequiera que vaya puede haber más gente como ella. Gente que sí esté dispuesta a darnos respuestas.
¿Quién se haría una modificación corporal así? ¿Quién pagaría por ello? ¡Qué puto mal gusto!
La distracción fue suficiente para que Barael pudiese tirar de él.
—¿Estás de coña? ¿La única persona que vemos en este vertedero, de tu especie encima, y quieres largarte por donde hemos venido?
Bastó el breve instante de impaciencia, la mirada desviada que tardó en deshacerse del agarre, para que la extraña ya hubiese desaparecido de su vista cuando Sox volvió a escanear la zona con la mirada.
Mierda. Aquellos jardines eran el punto más lejano al que habían llegado: ninguna de las calles aledañas, salvo aquella por la que habían venido, les era familiar. Bastaba con que la extraña hubiese doblado un recodo más oculto de lo normal para que fuese imposible seguirle el rastro.
Pensaba furiosamente mientras los miembros del grupo que quedaba se reunieron, sin prestar más atención que la justa al diálogo. Sí, sí. Vale que les había echado un cable, vale que a menos que supiese telepatía iban a obtener cerca de cero respuestas, habladas por lo menos. ¿Pero hablaban de reparar ropa? ¡¿En serio?!
—Since —acortar nombres primaba cuando había prisa. Se giró rápido buscando a la roquense, imprimiendo urgencia a su voz—. ¿No puedes volar a ver si la localizas? —miró al grupo intentando transmitir la importancia de aquello, por qué no podían dejar que aquella oportunidad se le escapase entre los dedos—. Dondequiera que vaya puede haber más gente como ella. Gente que sí esté dispuesta a darnos respuestas.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Jardines de la Memoria
15/01/16, 12:57 pm
Eriel iba a responder a Nad cuando Mónica se echó a llorar abrazándole, aquello pilló por sorpresa al nublino que le devolvió el abrazo, cosa que era difícil ya que la humana le sacaba una cabeza de alto.
-Venga venga, ya pasó - le dijo mientras le daba suaves palmadas en la espalda. Con su hermano pequeño funcionaba, esperaba que con ella también.- No voy a dejar que ningún lagarto te ponga una zarpa encima ¿vale? - la pregunta era retórica.
La abrazó un poco más y cuando se hubo calmado un poco el nublino se separó ligeramente, le sonrió y le volvió a ofrecer el poncho. Las palabras de Sox hicieron saltar una chispa en Eriel que le obligaba a hablar y el chico no pensaba callarse.
-¿Estás loco? - le reprendió con una dura mirada.- No lo entiendes ¿verdad? Esa persona podría haberse cruzado de brazos y dejar que su animal nos comiese, podría habernos matado uno a uno y haber alimentado al lagarto con nosotros, ¿y tú quieres llevarnos de cabeza a donde podría haber más rocavarancoleses como ella por una remota posibilidad de obtener respuestas? Lo siento pero no, no cuentes conmigo para esto. No pienso poner en peligro al grupo por tan poco - le dijo al carabés enfrentándose a él.- Prefiero seguir con nuestros planes originales, ir a ver el mar y comprobar si las provisiones pasan otra vez hoy.
No dijo más pero la cuestión de quién iría con él estaba implícita en el aire. Eriel no había pensado que Sox quizá no conocía lo terribles que podían ser los dioses, pero Eriel si conocía las historias y la más cercana había sido la de Varanublia cuando los rocavarancoleses habían castigado a los infieles con la muerte.
Por un segundo Eriel se preguntó si de verdad quería ser un Dios, pero sólo fue un segundo.
-Venga venga, ya pasó - le dijo mientras le daba suaves palmadas en la espalda. Con su hermano pequeño funcionaba, esperaba que con ella también.- No voy a dejar que ningún lagarto te ponga una zarpa encima ¿vale? - la pregunta era retórica.
La abrazó un poco más y cuando se hubo calmado un poco el nublino se separó ligeramente, le sonrió y le volvió a ofrecer el poncho. Las palabras de Sox hicieron saltar una chispa en Eriel que le obligaba a hablar y el chico no pensaba callarse.
-¿Estás loco? - le reprendió con una dura mirada.- No lo entiendes ¿verdad? Esa persona podría haberse cruzado de brazos y dejar que su animal nos comiese, podría habernos matado uno a uno y haber alimentado al lagarto con nosotros, ¿y tú quieres llevarnos de cabeza a donde podría haber más rocavarancoleses como ella por una remota posibilidad de obtener respuestas? Lo siento pero no, no cuentes conmigo para esto. No pienso poner en peligro al grupo por tan poco - le dijo al carabés enfrentándose a él.- Prefiero seguir con nuestros planes originales, ir a ver el mar y comprobar si las provisiones pasan otra vez hoy.
No dijo más pero la cuestión de quién iría con él estaba implícita en el aire. Eriel no había pensado que Sox quizá no conocía lo terribles que podían ser los dioses, pero Eriel si conocía las historias y la más cercana había sido la de Varanublia cuando los rocavarancoleses habían castigado a los infieles con la muerte.
Por un segundo Eriel se preguntó si de verdad quería ser un Dios, pero sólo fue un segundo.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Bellota
Ficha de cosechado
Nombre: Mónica Gutiérrez.
Especie: Humana (Española, madrileña de las afueras).
Habilidades: Espontaneidad, automotivación, imaginación.
Personajes : ● Mónica: Bruja de los espejos. Terrícola.
Heridas/enfermedades : ● Mónica: Pequeñas cicatrices por el cuerpo.
Manos heridas, chichón en la cabeza.
Armas : ●Mónica: Bolsito de pompones rosa multiusos.
Cuchillo del pan.
Espejos.
Status : «En busca de 12.: el romance».
Humor : No.
Re: Jardines de la Memoria
16/01/16, 12:40 pm
Al notar las palmaditas tranquilizadoras de Cenizo en la espalda a Mon le entró vergüenza por haberse derrumbado así, por lo que se separó de él sorbiéndose las lágrimas y la nariz e irguió los hombros poniéndose recta, tratando de no avergonzarse de su semi-desnudez.
-Ya está, ya estoy bien. Lo siento- dijo con la voz ronca, y agarró el poncho echándoselo por encima y sonriéndole con agradecimiento al nublino.
Asintió a lo que el hermano de éste decía, aunque no pudo evitar puntualizar una cosa. –Sé que tal vez es mucho pedir, pero casi preferiría unos pantalones. Las faldas retrasan la carrera y no quiero que vuelva a pasar… eso- comentó mientras se secaba una lágrima rebelde de la cara
"Además detesto las faldas" pensó, aunque se calló la boca para no parecer desagradecida.
Ella estaba dispuesta a volver al refugio cuanto antes (“Demasiada aventura para una sola mañana… ¡y ni siquiera es la hora del aperitivo!”), pero la discusión de sus compañeros que se desató de inmediato la hizo menear la cabeza, por lo que al ver que algo podía salir mal decidió intervenir, plantando una mano en la cadera. –No discutáis. No podemos dividirnos y menos en un lugar como este. Sinceramente, soy una persona a la que no le gusta demasiado estar rodeada de mucha gente e incluso yo reconozco que si nos separamos no vamos a tener muchas probabilidades de sobrevivir. Así que hasta que no estemos en un lugar relativamente seguro tratemos de mantenernos en buenas relaciones, ¿eh?
Se masajeó con cansancio el puente de la nariz. “Dios mío, estoy siendo racional. ¿¡Qué me está haciendo este lugar!?”
-De hecho yo preferiría volver al refugio, pero voy a seguir al grueso del grupo. Es más seguro así- aportó por último con voz seria.
-Ya está, ya estoy bien. Lo siento- dijo con la voz ronca, y agarró el poncho echándoselo por encima y sonriéndole con agradecimiento al nublino.
Asintió a lo que el hermano de éste decía, aunque no pudo evitar puntualizar una cosa. –Sé que tal vez es mucho pedir, pero casi preferiría unos pantalones. Las faldas retrasan la carrera y no quiero que vuelva a pasar… eso- comentó mientras se secaba una lágrima rebelde de la cara
"Además detesto las faldas" pensó, aunque se calló la boca para no parecer desagradecida.
Ella estaba dispuesta a volver al refugio cuanto antes (“Demasiada aventura para una sola mañana… ¡y ni siquiera es la hora del aperitivo!”), pero la discusión de sus compañeros que se desató de inmediato la hizo menear la cabeza, por lo que al ver que algo podía salir mal decidió intervenir, plantando una mano en la cadera. –No discutáis. No podemos dividirnos y menos en un lugar como este. Sinceramente, soy una persona a la que no le gusta demasiado estar rodeada de mucha gente e incluso yo reconozco que si nos separamos no vamos a tener muchas probabilidades de sobrevivir. Así que hasta que no estemos en un lugar relativamente seguro tratemos de mantenernos en buenas relaciones, ¿eh?
Se masajeó con cansancio el puente de la nariz. “Dios mío, estoy siendo racional. ¿¡Qué me está haciendo este lugar!?”
-De hecho yo preferiría volver al refugio, pero voy a seguir al grueso del grupo. Es más seguro así- aportó por último con voz seria.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Jardines de la Memoria
16/01/16, 06:18 pm
Ni una palabra. Venga ya, dos días sin ver a nadie, se cruzan con una criatura que les ataca, la supuesta dueña le pone la correa y les hace caso omiso al preguntarle... ¿En serio? ¿Acaso era muda...? <<Eh... esa boca... No parece real... ¡¿No tiene boca?!>> Al menos Chamán tenía razón: podría intentar seguirla, cosa que comprobó al momento. Cuando la pseudo-nublina se alejó, la roquense echó a volar hacia arriba y la vio marchar a ritmo normal, bastante fácil de seguir. De vuelta en el suelo, miró al macho y señaló la dirección que había tomado.
—No será difícil seguirla si nos movemos ya. ¿Vienes?
A los demás ni se le pasó por la cabeza preguntarles, y de todas formas los que habían huido a lo loco ni siquiera estaban al alcance para decirles algo. Allá ellos. <<Vosotros ir a ver vuestro mar, a ver si algún depredador sin dueño os merienda. Así tengo un problema menos>>
—No será difícil seguirla si nos movemos ya. ¿Vienes?
A los demás ni se le pasó por la cabeza preguntarles, y de todas formas los que habían huido a lo loco ni siquiera estaban al alcance para decirles algo. Allá ellos. <<Vosotros ir a ver vuestro mar, a ver si algún depredador sin dueño os merienda. Así tengo un problema menos>>
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades: Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Jardines de la Memoria
16/01/16, 08:13 pm
La respuesta de Sox fue rápida y fulminante.
— Si prefieres buscar las respuestas en la torre de carne podrida, allá tú—disparó de vuelta—. Porque no moviendo el culo de las mazmorras no vamos a encontrar mierda alguna, y ese sitio es lo único anormal que hemos encontrado aparte de lo que acaba de pasar.
La intervención de Mónica contribuyó a que no se enzarzase en una discusión superflua. Desmontar los argumentos del otro estaba bien cuando uno tenía tiempo y no cosas más importantes que hacer.
—Ya —contuvo la réplica que había tenido en la punta de la lengua con reluctancia, reconociendo que la humana había señalado un punto importante. Teniendo en cuenta lo que acababa de pasar, ir en grupo cobraba un matiz no ya conveniente, sino deseable. Su primer impulso fue equilibrándose mientras lo reflexionaba.
No obstante...
—Sí —contestó inmediatamente al posarse Since en el suelo. Fue el empujón definitivo para inclinar la balanza—. Los demás haced lo que queráis, pero yo sí corro el riesgo —lo decía por Mónica y por no parecer que ignoraba un argumento razonable—. Si pasa algo ella puede volar —hizo un gesto de cabeza a Since—. Y yo me las apaño.
Creyó que mientras dejase claro que se hacía responsable de lo que pudiera pasarle por sus decisiones, el asunto estaba resuelto. Al fin y al cabo no estaba insistiendo en que nadie hiciera lo mismo que él.
La tendencia a hablar de grupo que tenían algunos seguía chocando a Sox en ocasiones, pero suponía que se trataba de algo cultural. Seguir a una mayoría con la que no se estaba de acuerdo conducía a muy poco. Si uno opinaba algo diferente y quería actuar acorde a ello, tenía que respaldarlo con resultados.
Vaciló, aún así, como si efectivamente les debiera algo.
—Yo me preocuparía más por Sak, de hecho —se encontró diciendo, sin saber muy bien por qué. ¿Por aportar algo? ¿Para qué? Era problema suyo si había decidido irse pitando. Sus razones tendría.
Barael intervino a continuación, y las palabras que usó le molestaron mucho. ¿Quién era él para poner punto final a nada?
—Nadie te obliga a venir. Fin de la historia —las palabras justas, igual que él.
En Carabás quien no tenía magia era una excepción, no la norma. No veía por qué en aquel lugar iba a ser diferente. Si seguían su lógica estarían huyendo de la gente indefinidamente, pero había temas más urgentes que deletrearle eso al nublino.
En cambio Eriel les conminó para que tuvieran cuidado, de una forma tan enfática que hizo a Sox alzar las cejas. Sin embargo aquél no era el momento para preguntas. A la vuelta habría tiempo de sobra para indagar con más exactitud en qué cosas sabía.
—Es de cajón que es peligroso cabrear a alguien que puede hacer magia cuando nosotros no —dijo con llaneza. Más que promesas vacías, Sox veía mucho más efectiva como tranquilizante una dosis de lógica—. Descuida.
Presionar a la desconocida no tenía pinta de llevarles a ninguna parte, además. Mientras les llevase a un lugar donde pudieran encontrar respuestas igualmente, Sox no tenía intenciones de ello.
Daría igual quién más se uniera o no a aquel desvío imprevisto: Sox seguiría enseguida el camino que les indicara Since. Estaría atento a los edificios y calles con los que se fueran topando, buscando indicativos de que hubiese magia funcionando en ellos, o habitantes.
— Si prefieres buscar las respuestas en la torre de carne podrida, allá tú—disparó de vuelta—. Porque no moviendo el culo de las mazmorras no vamos a encontrar mierda alguna, y ese sitio es lo único anormal que hemos encontrado aparte de lo que acaba de pasar.
La intervención de Mónica contribuyó a que no se enzarzase en una discusión superflua. Desmontar los argumentos del otro estaba bien cuando uno tenía tiempo y no cosas más importantes que hacer.
—Ya —contuvo la réplica que había tenido en la punta de la lengua con reluctancia, reconociendo que la humana había señalado un punto importante. Teniendo en cuenta lo que acababa de pasar, ir en grupo cobraba un matiz no ya conveniente, sino deseable. Su primer impulso fue equilibrándose mientras lo reflexionaba.
No obstante...
—Sí —contestó inmediatamente al posarse Since en el suelo. Fue el empujón definitivo para inclinar la balanza—. Los demás haced lo que queráis, pero yo sí corro el riesgo —lo decía por Mónica y por no parecer que ignoraba un argumento razonable—. Si pasa algo ella puede volar —hizo un gesto de cabeza a Since—. Y yo me las apaño.
Creyó que mientras dejase claro que se hacía responsable de lo que pudiera pasarle por sus decisiones, el asunto estaba resuelto. Al fin y al cabo no estaba insistiendo en que nadie hiciera lo mismo que él.
La tendencia a hablar de grupo que tenían algunos seguía chocando a Sox en ocasiones, pero suponía que se trataba de algo cultural. Seguir a una mayoría con la que no se estaba de acuerdo conducía a muy poco. Si uno opinaba algo diferente y quería actuar acorde a ello, tenía que respaldarlo con resultados.
Vaciló, aún así, como si efectivamente les debiera algo.
—Yo me preocuparía más por Sak, de hecho —se encontró diciendo, sin saber muy bien por qué. ¿Por aportar algo? ¿Para qué? Era problema suyo si había decidido irse pitando. Sus razones tendría.
Barael intervino a continuación, y las palabras que usó le molestaron mucho. ¿Quién era él para poner punto final a nada?
—Nadie te obliga a venir. Fin de la historia —las palabras justas, igual que él.
En Carabás quien no tenía magia era una excepción, no la norma. No veía por qué en aquel lugar iba a ser diferente. Si seguían su lógica estarían huyendo de la gente indefinidamente, pero había temas más urgentes que deletrearle eso al nublino.
En cambio Eriel les conminó para que tuvieran cuidado, de una forma tan enfática que hizo a Sox alzar las cejas. Sin embargo aquél no era el momento para preguntas. A la vuelta habría tiempo de sobra para indagar con más exactitud en qué cosas sabía.
—Es de cajón que es peligroso cabrear a alguien que puede hacer magia cuando nosotros no —dijo con llaneza. Más que promesas vacías, Sox veía mucho más efectiva como tranquilizante una dosis de lógica—. Descuida.
Presionar a la desconocida no tenía pinta de llevarles a ninguna parte, además. Mientras les llevase a un lugar donde pudieran encontrar respuestas igualmente, Sox no tenía intenciones de ello.
Daría igual quién más se uniera o no a aquel desvío imprevisto: Sox seguiría enseguida el camino que les indicara Since. Estaría atento a los edificios y calles con los que se fueran topando, buscando indicativos de que hubiese magia funcionando en ellos, o habitantes.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- InvitadoInvitado
Re: Jardines de la Memoria
16/01/16, 11:12 pm
Sarna se alejó de los cachorros, sin comprobar si le seguían o no. Tampoco le importaba si lo hacían, tenía la mente ida de nuevo, tomada por la bilis.
Continuó su camino, a paso que sería lento si no fuera por que su mascota tiraba de ella, alejándose de los jardines hacia el templo de los suicidas abnegados.
Continuó su camino, a paso que sería lento si no fuera por que su mascota tiraba de ella, alejándose de los jardines hacia el templo de los suicidas abnegados.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Jardines de la Memoria
17/01/16, 01:34 pm
Negó con la cabeza ante las palabras del carabés pero no dijo nada más hasta que los vio con intenciones de alejarse. Llamó a Sox y se acercó a él.
-Mira Sox, no quiero que nos llevemos mal - empezó diciendo.- Tened cuidado ¿vale? Pese a que los adore sé que los rocavarancoleses pueden ser terribles. No la enfadéis - avisó con mucho énfasis.- Si veis a cualquier otro rocavarancolés y un mínimo indicio de enfado o peligro salid corriendo - le dijo.- No quiero que os pase nada.
Los vio alejarse y se dio media vuelta para ir por el lado contrario. <<No van a hacerme caso, no saben lo peligrosos que pueden ser los dioses. ¿Debería haber insistido más? Si les pasa algo...>>. Con cada paso iba preocupándose más y más, al final terminó dándose cuenta de que si les pasaba algo se sentiría responsable, con sólo conocerse de dos días ya los estaba considerando un grupo. <<¿Qué clase de grupo deja que algunos de sus miembros se suiciden de esta forma?>>.
-Mierda - masculló mientras se pasaba una mano por el pelo revolviéndoselo aún más.- Vamos a seguirles, tenemos que asegurarnos de que no les pasa nada - anunció al grupo. Una serie de quejas surgió de Mónica y el chico la miró con una expresión resignada.- Lo siento mucho Mónica. Te prometo que cuando volvamos podrás descansar y te haremos algo bueno de comer. Aguantad un poco más ¿vale? - dijo dirigiéndose al resto del grupo.
Empezó a caminar en la dirección de Sox y Sinceridad con paso acelerado. <<Si nos pasa algo...>> dejó el pensamiento en el aire porque no se le ocurría nada con que completarlo, seguro que con el tiempo se le ocurría.
Sigue en el Templo de los Suicidas Abnegados.
-Mira Sox, no quiero que nos llevemos mal - empezó diciendo.- Tened cuidado ¿vale? Pese a que los adore sé que los rocavarancoleses pueden ser terribles. No la enfadéis - avisó con mucho énfasis.- Si veis a cualquier otro rocavarancolés y un mínimo indicio de enfado o peligro salid corriendo - le dijo.- No quiero que os pase nada.
Los vio alejarse y se dio media vuelta para ir por el lado contrario. <<No van a hacerme caso, no saben lo peligrosos que pueden ser los dioses. ¿Debería haber insistido más? Si les pasa algo...>>. Con cada paso iba preocupándose más y más, al final terminó dándose cuenta de que si les pasaba algo se sentiría responsable, con sólo conocerse de dos días ya los estaba considerando un grupo. <<¿Qué clase de grupo deja que algunos de sus miembros se suiciden de esta forma?>>.
-Mierda - masculló mientras se pasaba una mano por el pelo revolviéndoselo aún más.- Vamos a seguirles, tenemos que asegurarnos de que no les pasa nada - anunció al grupo. Una serie de quejas surgió de Mónica y el chico la miró con una expresión resignada.- Lo siento mucho Mónica. Te prometo que cuando volvamos podrás descansar y te haremos algo bueno de comer. Aguantad un poco más ¿vale? - dijo dirigiéndose al resto del grupo.
Empezó a caminar en la dirección de Sox y Sinceridad con paso acelerado. <<Si nos pasa algo...>> dejó el pensamiento en el aire porque no se le ocurría nada con que completarlo, seguro que con el tiempo se le ocurría.
Sigue en el Templo de los Suicidas Abnegados.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Bellota
Ficha de cosechado
Nombre: Mónica Gutiérrez.
Especie: Humana (Española, madrileña de las afueras).
Habilidades: Espontaneidad, automotivación, imaginación.
Personajes : ● Mónica: Bruja de los espejos. Terrícola.
Heridas/enfermedades : ● Mónica: Pequeñas cicatrices por el cuerpo.
Manos heridas, chichón en la cabeza.
Armas : ●Mónica: Bolsito de pompones rosa multiusos.
Cuchillo del pan.
Espejos.
Status : «En busca de 12.: el romance».
Humor : No.
Re: Jardines de la Memoria
17/01/16, 05:23 pm
Al escuchar a doña Plumitas ignorándoles olímpicamente la chica entrecerró los ojos con rabia. –Maldita pajarraca bastarda e insensible, así te salga un orzuelo del tamaño de un geranio en el ojo derecho o te usen para dar sabor a una sopa- masculló muy por lo bajo mientras trataba de controlar el fuerte impulso de tirarle una piedra. Al ver cómo Vampy se disponía a seguir a esa especie de loca con plumas también tuvo que reprimir el impulso de correr a su lado y hacerle cambiar de opinión a base de collejas.
-¿En serio?- se limitó a preguntarle negando con la cabeza con una entonación inconfundiblemente decepcionada que dejaba bastante claro lo que pensaba de todo ello. -¿Dónde queda vuestro espíritu de autoconservación? ¿No podemos ir mañana a buscar Altabajatorre y hablar con Doce Punto, que al menos no tiene una mascota asesina que ha tratado de merendarme?
Sus argumentos no surtieron el resultado esperado. Les vio alejarse con sentimientos encontrados, pero en ningún momento se le pasó por la cabeza seguirles: aún estaba muy impresionada por todo lo que había pasado antes y le habría gustado poder seguir llorando a moco tendido un buen rato, pero prefería dejarlo para cuando estuviesen de nuevo en el refugio, donde esperaba que se reunieran con Krit. A pesar de todo y de lo malhablado que era el bicho le caía bien o al menos mejor que la pájara, así que… “Espero que no haya aves gigantes que cacen hormigas gigantes por aquí. O algo peor…” se estremeció.
Poco después comenzaron a andar en la dirección contraria a los otros dos compañeros, la chica algo cabizbaja y sintiéndose un pelín culpable pero aun así incapaz de volver a arriesgar el pellejo. No de nuevo y menos sin zapatos y con su bolso roto y... Sin embargo Cenizo no se sentía tan incapaz como ella, a juzgar por las palabras que tuvo que soltar mientras se paraba en medio del camino.
-¡¿Qué?! ¡¿Seguirles?! ¡¿Estamos locos o somos masoquistas?! ¡¿En serio?! ¡¿Queréis que esta vez me muera de verdad?! ¡OH, VENGA! ¡¿De verdad no preferís mi súper plan de Doce Punto?! ¡¿Preferís a la loca de la mascota come-Mónicas?!– exclamó Mónica, abriendo mucho los ojos y echándose a temblar.
Asintió enfurruñada a lo que dijo el nublino, reconociendo que algo de lógica tenía (aunque el plan seguía sin gustarle un pelo, y exclamó bien ofendida que no hacía falta que nadie le hiciera la comida, que ella cocinaba tan bien como el mejor) y se puso a andar tras los demás a regañadientes, quejándose y lloriqueando en un tono bastante audible. Continuó así bajando un poco la voz por si algún monstruo la escuchaba y porque aún no tenía suficiente confianza con ellos como para darles la murga como hacía con su hermano y Sara, pero dejaba escuchar palabras clave como “locura”, “morir”, “mierda”, “puta” y “no es justo” además de “nadie tiene compasión por una pobre chica traumatizada y semi-desnuda que ha estado a punto de morir hace apenas unos minutos, joder, y a la que le duelen los pies como a una loca de tanto correr medio descalza por un sitio mal acondicionado”.
Sigue en Templo de los suicidas abnegados
-¿En serio?- se limitó a preguntarle negando con la cabeza con una entonación inconfundiblemente decepcionada que dejaba bastante claro lo que pensaba de todo ello. -¿Dónde queda vuestro espíritu de autoconservación? ¿No podemos ir mañana a buscar Altabajatorre y hablar con Doce Punto, que al menos no tiene una mascota asesina que ha tratado de merendarme?
Sus argumentos no surtieron el resultado esperado. Les vio alejarse con sentimientos encontrados, pero en ningún momento se le pasó por la cabeza seguirles: aún estaba muy impresionada por todo lo que había pasado antes y le habría gustado poder seguir llorando a moco tendido un buen rato, pero prefería dejarlo para cuando estuviesen de nuevo en el refugio, donde esperaba que se reunieran con Krit. A pesar de todo y de lo malhablado que era el bicho le caía bien o al menos mejor que la pájara, así que… “Espero que no haya aves gigantes que cacen hormigas gigantes por aquí. O algo peor…” se estremeció.
Poco después comenzaron a andar en la dirección contraria a los otros dos compañeros, la chica algo cabizbaja y sintiéndose un pelín culpable pero aun así incapaz de volver a arriesgar el pellejo. No de nuevo y menos sin zapatos y con su bolso roto y... Sin embargo Cenizo no se sentía tan incapaz como ella, a juzgar por las palabras que tuvo que soltar mientras se paraba en medio del camino.
-¡¿Qué?! ¡¿Seguirles?! ¡¿Estamos locos o somos masoquistas?! ¡¿En serio?! ¡¿Queréis que esta vez me muera de verdad?! ¡OH, VENGA! ¡¿De verdad no preferís mi súper plan de Doce Punto?! ¡¿Preferís a la loca de la mascota come-Mónicas?!– exclamó Mónica, abriendo mucho los ojos y echándose a temblar.
Asintió enfurruñada a lo que dijo el nublino, reconociendo que algo de lógica tenía (aunque el plan seguía sin gustarle un pelo, y exclamó bien ofendida que no hacía falta que nadie le hiciera la comida, que ella cocinaba tan bien como el mejor) y se puso a andar tras los demás a regañadientes, quejándose y lloriqueando en un tono bastante audible. Continuó así bajando un poco la voz por si algún monstruo la escuchaba y porque aún no tenía suficiente confianza con ellos como para darles la murga como hacía con su hermano y Sara, pero dejaba escuchar palabras clave como “locura”, “morir”, “mierda”, “puta” y “no es justo” además de “nadie tiene compasión por una pobre chica traumatizada y semi-desnuda que ha estado a punto de morir hace apenas unos minutos, joder, y a la que le duelen los pies como a una loca de tanto correr medio descalza por un sitio mal acondicionado”.
Sigue en Templo de los suicidas abnegados
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Ficha de cosechado
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Re: Jardines de la Memoria
04/08/17, 08:27 pm
Sepalian Xila había empezado como un esteta. ¿Qué otra cosa para un brujo de las plantas con flores? Pero las flores no son nada más que hojas modificadas. No son tan especiales.
–Concentrado el color, concentrada la química… –murmuró mientras acariciaba un crisantemo.
Son el alma, son la esencia de las plantas. La esencia son los genes, las flores están en íntima relación con los genes.
–La esencia. La esencia es mi vida.
Años mirando a la esencia a través de las flores. ¿Está ahí debajo?
–¿Estás ahí debajo?
Tallos y raíces son también bellos. Son el poder, son los cimientos. Los tallos son la prioridad en arquitectura y las hojas son prodigiosas porque abren la puerta a la vida.
–Autoperpetuación. Pero…
Pero las flores eran su obsesión.
–Realmente…
Realmente se podía entender todo como una obsesión, una gran obsesión.
Sepalian se sentó sobre un banco de piedra y cerró los ojos. Una primavera se posó sobre los jardines. El brujo soltó un breve resoplido de esfuerzo.
Toda aquella biblioteca de colores.
–Y sin embargo…
¿Estás ahí debajo?
–¿Estás ahí debajo?
El silencio, el ruido sordo.
–Los genes son esencia… ¿sólo a veces?
La explicación era mágica.
–Soy uno con ellas. Soy su voluntad que tira de ellas con los hilos de la esencia.
Meses antes había tratado de crear una flor que no fuera una flor: una flor fuera de su dominio. No llegó a obtener ninguna semilla viable, se frustró antes.
–Y me daba miedo.
–Tú eres un hombre, eres libre –dijo otra ¿voz?–. Tu esencia es esa.
–Soy voluntad.
–Tu mente va más allá de la brujería.
–Para eso tengo magia.
–Y sin embargo tu esencia sigue ahí.
Sepalian se quedó en silencio. La primavera crecía, las flores vomitaban pétalos.
La rémora de Almaviva se retorció bajo su sello.
–Ábreme los ojos.
Cuando la extracción hubo terminado, mil semillas encantadas crecieron sobre el aire y la carne. Varias especies de árboles convergieron en el primer sustrato que encontraron a mano.
En los Jardines de la Memoria se alzaba ahora un prodigio botánico único.
No quedó ni una sola gota de la sangre del hombre de Arfes.
–Concentrado el color, concentrada la química… –murmuró mientras acariciaba un crisantemo.
Son el alma, son la esencia de las plantas. La esencia son los genes, las flores están en íntima relación con los genes.
–La esencia. La esencia es mi vida.
Años mirando a la esencia a través de las flores. ¿Está ahí debajo?
–¿Estás ahí debajo?
Tallos y raíces son también bellos. Son el poder, son los cimientos. Los tallos son la prioridad en arquitectura y las hojas son prodigiosas porque abren la puerta a la vida.
–Autoperpetuación. Pero…
Pero las flores eran su obsesión.
–Realmente…
Realmente se podía entender todo como una obsesión, una gran obsesión.
Sepalian se sentó sobre un banco de piedra y cerró los ojos. Una primavera se posó sobre los jardines. El brujo soltó un breve resoplido de esfuerzo.
Toda aquella biblioteca de colores.
–Y sin embargo…
¿Estás ahí debajo?
–¿Estás ahí debajo?
El silencio, el ruido sordo.
–Los genes son esencia… ¿sólo a veces?
La explicación era mágica.
–Soy uno con ellas. Soy su voluntad que tira de ellas con los hilos de la esencia.
Meses antes había tratado de crear una flor que no fuera una flor: una flor fuera de su dominio. No llegó a obtener ninguna semilla viable, se frustró antes.
–Y me daba miedo.
–Tú eres un hombre, eres libre –dijo otra ¿voz?–. Tu esencia es esa.
–Soy voluntad.
–Tu mente va más allá de la brujería.
–Para eso tengo magia.
–Y sin embargo tu esencia sigue ahí.
Sepalian se quedó en silencio. La primavera crecía, las flores vomitaban pétalos.
La rémora de Almaviva se retorció bajo su sello.
–Ábreme los ojos.
Cuando la extracción hubo terminado, mil semillas encantadas crecieron sobre el aire y la carne. Varias especies de árboles convergieron en el primer sustrato que encontraron a mano.
En los Jardines de la Memoria se alzaba ahora un prodigio botánico único.
No quedó ni una sola gota de la sangre del hombre de Arfes.
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.
Personajes :- Spoiler:
Armas :- Spoiler:
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
- Dama Abrazos: Mandobles y manguales gigantes duales, balas cañon.
- Nery´s: Beyesha infinita. Esto que no sabe ni que es.
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
Status : Cazador de la luna de sangre.
Humor : JAJAJAJAJA *se marcha riéndose*
Re: Jardines de la Memoria
24/09/17, 09:18 pm
Seguían sin entender, eran como niños. ¿Pero que esperaba? ¿A su hermano tal vez? No, el estallaba como el resto, de otra forma, pero como el resto.
Ellos no son como nosotros.
Pero quizás la Luna cambiase eso, quizás su poder les ayudaría a pensar sin filtros, sin molestias. No podía saberlo y como siempre había cosas más urgentes que sus dudas.
Esperó un poco y echó a correr, ignorando al resto como siempre, no tenía sentido hacerles caso. Calles y calles, edificios altos y bajos, derruidos en su mayoría e incluso los más intactos con cicatrices como las de su cuerpo... y al final se fue. Los nervios llegaron y el paso dejó de ser cauteloso, doblaba una calle tras otra, cruces y cruces en aquel laberinto, pero ya era tarde, su hermano no estaba.
Paso tras paso el nublino se acercó al jardín, era un lugar tranquilo, precioso, perfecto para estar cuando quisieras estar solo, su hermano seguramente estaría allí.
¿Detrás de esa estatua? ¿Dentro de esa estructura? ¿Echado entre esos arbustos? Nada, el nublino buscó con el sol cayendo del cielo más rápido de lo que le gustaría. Al final volvió a aquella estatua, aquella preciosa estructura con la joven mitad animal erguida bella e imponente, realizando algún tipo hechizo. Miró a los arcos y a la cúpula, había pasado mucho tiempo, habían pasado muchas cosas, él ya no era la misma persona... Pero aquellos detalles le seguían recordando a casa.
Quizás él estaba mal. Quizás morir fuera lo mejor para su familia. Creía tener razón, pero no podía demostrar nada, meras opiniones diferentes sin un punto que decante que es mejor, por su puesto para él era mejor, pero eran diferentes, para ellos su manera de pensar era mejor. No veía como, pero no podía descartar que fuera así.
El nublino contemplaba la estatua, quizás.... Agachó la cabeza, más esperanzas vacías.
Su hermano quizás estaba en el torreón ya. Tenía que comprobarlo... Más pasos uno detrás de otro, el nublino andaba por el medio del jardín en dirección a su... a... Ahora mismo no le sabía poner nombre.
Ellos no son como nosotros.
Pero quizás la Luna cambiase eso, quizás su poder les ayudaría a pensar sin filtros, sin molestias. No podía saberlo y como siempre había cosas más urgentes que sus dudas.
Esperó un poco y echó a correr, ignorando al resto como siempre, no tenía sentido hacerles caso. Calles y calles, edificios altos y bajos, derruidos en su mayoría e incluso los más intactos con cicatrices como las de su cuerpo... y al final se fue. Los nervios llegaron y el paso dejó de ser cauteloso, doblaba una calle tras otra, cruces y cruces en aquel laberinto, pero ya era tarde, su hermano no estaba.
Paso tras paso el nublino se acercó al jardín, era un lugar tranquilo, precioso, perfecto para estar cuando quisieras estar solo, su hermano seguramente estaría allí.
¿Detrás de esa estatua? ¿Dentro de esa estructura? ¿Echado entre esos arbustos? Nada, el nublino buscó con el sol cayendo del cielo más rápido de lo que le gustaría. Al final volvió a aquella estatua, aquella preciosa estructura con la joven mitad animal erguida bella e imponente, realizando algún tipo hechizo. Miró a los arcos y a la cúpula, había pasado mucho tiempo, habían pasado muchas cosas, él ya no era la misma persona... Pero aquellos detalles le seguían recordando a casa.
Quizás él estaba mal. Quizás morir fuera lo mejor para su familia. Creía tener razón, pero no podía demostrar nada, meras opiniones diferentes sin un punto que decante que es mejor, por su puesto para él era mejor, pero eran diferentes, para ellos su manera de pensar era mejor. No veía como, pero no podía descartar que fuera así.
El nublino contemplaba la estatua, quizás.... Agachó la cabeza, más esperanzas vacías.
Su hermano quizás estaba en el torreón ya. Tenía que comprobarlo... Más pasos uno detrás de otro, el nublino andaba por el medio del jardín en dirección a su... a... Ahora mismo no le sabía poner nombre.
- Equilibrio:
Un blanco mas oscuro que el negro.
Un negro mas claro que el blanco.
El gris se desborda en mil tonos.
Y el arcoiris se hunde en monotonia.
Vivimos caminando el sendero dejado por los muertos.
Mientras brindamos nueva muerte a nuestro paso para extenderlo.
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