Jardines de la Memoria

No tenia claro si hablar de ello le ayudaba en algo, pero al menos era mejor que guardárselo todo y probablemente no seria algo a lo que se acostumbraría a corto plazo. Lo haría, como se había acostumbrado a su transformación, a los cambios de sus amigos y con suerte terminaría siendo mas parte de la ciudad que muchos de los que tenían un lugar al cual volver si lo deseaban.

-Al final no pude llevarte a la ciudad como habíamos planeado, lo siento- añadió mirándolo en respuesta a su petición muda de que hablara. Era incapaz de expresar como se sentía con exactitud pues tampoco era algo que tuviese del todo claro, probablemente por lo inmediato de todo. Realmente no tenía claro que decir, su estado de animo estaba tan fluctuable que ni el mismo llegaba entender, irónicamente siendo un cambiante, odiaba los cambios que se producían a su alrededor.

-No tengo muy claro que hacer....tal vez ir olvidando un poco lo que era antes de llegar aquí me haga olvidar lo que he perdido y que sea menos confuso- añadió mirándolo pues a pesar de que le incomodara admitirlo en voz alta, eso le daba bastante miedo- Dejar de pensar en mi como foner y pensar en mi solo como en cambiante, aunque eso haría que perdiera mi identidad... -murmuro paseando su mirada por las estatuas pensando vagamente si alguna de esas personas que se veían allí representadas habían tenido problemas similares alguna vez. Problemas tan nimios que se volvían tan grandes por su propia percepción.

Tal vez fuese por influencia de su tranformacion pero la identidad de un cambiante era el único vestigio de la persona que fue alguna vez, era algo extrañamente terrorífico el perderla. Suspiró, masajeandose el puente de la nariz ligeramente. Solo decía tonterías sin sentido intentando expresar algo que no tenia idea de como decir, seguramente solo se ahogara en un vaso de agua y el pensamiento mas positivo fuese ignorar el hecho y simplemente seguir como hasta ahora. Lastima que el no fuese positivo.

-Me siento como alguien sin sitio al que pertenecer, pues sigo sin sentirme como alguien totalmente rocavarancoles-murmuro con desgano. Hubiese deseado que la luna hubiese cambiado no solo su cuerpo, sino también su mente y su forma de pensar, habría sido lo mejor para el y para el resto. "Cuando yo intento cambiar algo que no sea mi aspecto físico...algo malo ocurre...maldita sea mi mala suerte"-Hoy no soy la persona mas idónea con la que tener una conversación sustancial- murmuro en una especie de burla contra si mismo sentándose en el suelo apoyando su espalda sobre una de las estatuas. Empezaba a dolerle la cabeza.

-No pasa nada- murmuró, algo sorprendido. Había olvidado que tenían una segunda excursión pendiente para colarse en la ciudad, y el recordatorio le dio a la vez alivio y pena. Ni siquiera en el momento en que lo habían propuesto había sido capaz Shizel de decidir si le atraía más la perspectiva de saciar su curiosidad o le repelía la posibilidad de tener que entrar en claustrofóbicos túneles para ello.

Jugueteó meditabundo con una voluta de vapor que se desprendía de la piel de su brazo, mientras escuchaba en silencio la confesión del foner.
-Y yo no soy la persona más adecuada para ofrecer un consejo maduro y útil- añadió con cierta sorna hacia sí mismo-, pero aquí estamos.
Se instaló entre los dos una pausa cómoda, en la que el skrýmir rebuscó en su cabeza, sin prisa, en pos de las palabras que pudiesen conferirle un mínimo consuelo a su amigo.
-Rocavarancolia es rara- admitió-. No llevamos siquiera dos años aquí, y más de la mitad de ese tiempo lo hemos pasado huyendo de monstruosidades y sobreviviendo. Ni siquiera ahora que hemos pasado la criba hemos dejado de ser amenazados. Es como si ser ciudadano no contase para nada aquí- cogió un guijarro del suelo e invocó mentalmente, por tedio, un pequeño hechizo de impulso. De un soplido lo envió a la estatua de enfrente-. Es difícil sentir como hogar  un sitio donde puedes morir en cualquier momento. Yo también tengo mis dudas sobre si hasta los más veteranos siguen sintiéndose como intrusos. Quizá sea cuestión de tiempo- dudó un poco y decidió ser sincero- o quizá a nadie se le llegue a pasar del todo. Pero aunque no sientas que sea tu casa... puedes estar a gusto, ¿no? Podrías intentar empezar por ahí. No pensar en términos de ser cambiante, ni ser foner. Solo ser DL. Eso no cambia, da igual cuántos portales cierren o Lunas Rojas pasen.
Estaba tanteando en la oscuridad incluso en sus propios argumentos, pero notaba un fondo de verdad que se le aplicaba a él. Shizel estaba contento siendo quien era y en lo que le había convertido la Luna Roja, y por tanto sentía que estaría a gusto en cualquier parte.

-¿Qué clase de cosas echas de menos?- le preguntó tras otro momento de calma-. Yo en tu lugar no querría olvidarlas.
Él mismo se sentía hijo de dos mundos. No quería renunciar a su presente en Rocavarancolia y a lo que le ofrecía, pero tampoco se sentía preparado para dejar ir su pasado en Idris y con él la red de seguridad que le confería. Shizel no era capaz de dilucidar cuál de los dos constituiría su futuro.

Observo distraidamente el guijarro de Shizel y como lo hacia estrellarse contra la estatua mientras lo escucha en silencio. Sus palabras tenían una base que podía entender, había conocido algunos transformados veteranos que aprecian guardar mucho de su vida anterior a la ciudad aunque esta le hubieseis hecho cambiar. Era difícil no cambiar en rocavarancolia,tal vez no todos lo hacían a nivel físico pero emocional y psicológico el cambio siempre se producía. O te adaptabas o enloquecías, así de simple.

Miro a Shizel detenidamente antes de hablar.

-¿Como puedo estar a gusto en la ciudad cuando no lo estoy ni conmigo mismo?- pregunto no como un ataque sino como un real pregunta que llevaba tiempo haciendo. No se gustaba eso era una realidad y la vocecilla que a veces surgía en su cabeza bien que se lo recordaba-Mi cerebro es una coctelera de cambiantes, negativos y confusos que hasta tu te perderías alli dentro.-murmuro cansado masajeandose las sienes, de verdad su cabeza quería estallarle por lo que respiro hondamente antes de hablar-Ya tuvimos una conversación similar hace un tiempo, pero sigo tan estancado como esa vez...se ve que mi nivel de evolución es lentísimo-añadió con sorna mientras observaba sus manos como si estas fuesen a darle la solución a sus quebraderos de cabeza. Su indecisión, paranoia y confianza eran tan fluctuables como su estado de animo y estaba cansándose.

Lo de su personalidad de mierda no era algo que fuese a poder cambiar con el chasquido de los dedos, no sino quería que la vocecita apareciera. Lo del portal tampoco tenia solución por lo que solo le quedaba vivir con ello y acostumbrarse. De forma inmediata, la única espinita que podía sacarse de sus preocupaciones del ultimo tiempo era una. Y precisamente esta solo podría ser sacada por la persona a su lado que bien podría dejarle con la duda si preguntaba. Pero a esas alturas le daba igual, quería saber que había ocurrido que escapaba de su comprensión. Aun así intento pisar el terreno lentamente...pues si conocía lo suficiente a Shizel hacerle hablar sin evasivas seria algo difícil.

-Shizel...se que intentas animarme así que me arriesgare-lo llamo mirándolo con detenimiento mordiéndose el labio inferior mientras buscaba las palabras mas claras para preguntarle sin que este decidiera huir o se metiera en ese caparazón idrino que tan difícil era de abrir- Llevo un buen tiempo queriéndote preguntar algo. ¿Hice algo que te molestara?- pregunto lo mas directo que pudo sin intentar acosar, preocupado a pesar de todo por el hecho de que realmente hubiese hecho algo y no se hubiese dado cuenta, que no seria la primera vez.

En momentos así realmente le fastidiaba no poder aprender la telepatía, la mente de Shizel seria mucho mas fácil de desentrañar y el no tendría que estar comiéndose el tarro por ello.

Se le revolvió un poco el estómago ante las siguientes palabras de DL. Él se había dedicado a vivir la buena vida desde que se había transformado, y no tenía ni idea de que su amigo hubiese estado albergando un creciente disgusto de sí mismo todo ese tiempo. Se sintió inútil en ese momento, porque buscaba las palabras correctas en su mente y no era capaz de encontrarlas. Fue por fin a decir algo, vacilante, cuando la siguiente pregunta del foner volvió a cogerle con la guardia baja.

Un pinchazo de culpabilidad le aguijoneó sin piedad: no había sido tan sutil como le habría gustado. Era cierto que el cambiante no había hecho nada en particular, y Shizel no estaba enfadado con él, pero sí le estaba evitando.
-No, qué va- dijo desviando la mirada de la de DL, porque le ponía nervioso. Hizo gestos mudos con las manos para invocar una brisa pequeña, mínima, que hiciese ondular las volutas de vapor en el aire, a modo de práctica con el hechizo de racha de viento. De mala gana, a sabiendas de que no preguntar sería sospechoso, añadió-. ¿Por qué lo dices?

Le evitaba, era tan obvio como que las enredaderas obedecían a Enredo y aun seguía sin saber por que. Shizel acaba de decir que no era cosa suya pero no tenía claro si creer eso o no. El idrino olvidaba que el mismo había estado enseñándole un poco a interpretar los gestos de los demás, su tono al hablar y su sutileza en ese momentos al comportarse no era lo suficiente como para que DL no notara que había algo ahí que seguía sin querer decirle. Y no era cosa que el se hubiese experto con aquella pequeña habilidad social, no, es que el propio Shizel se veía inquieto y fallaba escondiendo totalmente lo que sea que pretendiese no contarle.

Busco las palabras para intentar explicarse, sabia que Shizel era orgulloso y siendo idrino, la posibilidad que cualquiera le leyera como el hacía con los demás, no le gustaría ni un pelo y eso lo cerraría mas en banda.

-Me di cuenta hace un tiempo, aunque me costo bastante...me he sentido medio acosador por ello -dijo mirando como parecía distraerse con aquel pequeño hechizo- Shizel, me evitas, como haces justo ahora que no me miras ni al responderme. -añadió intentando no sonar acusador, realmente estaba costandole no preguntar a bocajarro sin mas  pero eso con Shizel no servia de nada las respuestas podían ser opuestas, o hablaba directamente o se cerraba aun mas y a segunda opción no le gustaba ni un pelo- Y no vayas a decirme que me imagino cosas o estoy confundido, hace meses que noto el cambio. Casi imperceptible a simple vista para el resto pero siendo yo el que lo sufre se me hace mas evidente.- continuo tomando unas piedrecillas del suelo para jugar con ella entre sus dedos mientras ordenaba un poco sus pensamientos.

-He esperado que tu me dijeras el motivo pero no lo hiciste, tan solo has seguido evitándome sin razones, al menos para mi. ¿Como te sentirías si de un momento a otro yo te evitara? Sea sutil o no, no deja de ser eso- dijo mirándolo fijamente un poco acusador sin poder ni querer evitarlo. Tenían una relación un poco difusa realmente, pero independientemente de ella seguían siendo amigos y que un amigo te ignorase, evitara y se comportara raro con uno dolía. Sobretodo cuando ni siquiera conocías el motivo. Era un trato muy gratuito- Así que dime, sino es mi culpa ¿Por que es entonces? Esto ni es Idris, sino me dices el motivo no voy a adivinarlo. Las cosas no se solucionan evitándolas por mucho que sea mas fácil -murmuro pues era algo que también se decía a si mismo, asumiendo sus propias palabras y guardandoselas. Evitar un problema no servia de nada, solo lo hacía mas grande.

El skrýmir contuvo el impulso de morderse los labios de pura frustración cuando el foner rompió a hablar: porque era tan simple dejar las cosas como estaban, porque era tan útil dejarlo todo correr y porque era infinitamente mejor y más fácil dar la espalda a los problemas hasta que desaparecían. Y porque, por supuesto, era DL y tenía que pensar obsesivamente en todo aquello que Shizel prefería ignorar. Y porque el cambiante era lo bastante foner como para no darse cuenta del verdadero problema, y lo bastante nada idrino como para que le importase una mierda cómo debían hacerse correctamente las cosas.

"No me digas que sufres cuando siempre estás mirándome de esa forma", quiso gritar. "Ni se te ocurra decir que la parte perjudicada eres tú cuando soy yo el que no sabe qué hacer para que no se agrave el problema, el que tiene que inventarse mil excusas para que esto no vaya a más y el que tiene que aguantar las indirectas estúpidas del resto; y el que aún así se calla porque no sería correcto hacerte daño."
Shizel llevaba mucho tiempo constreñido por normas que le habían sido inculcadas desde la niñez y en las que había crecido, y el darse cuenta de que ahora le estorbaban le hacía sentir rabia hacia DL: por hacerle renegar aunque fuese subconscientemente de aquello que era correcto, aquello en lo que había nacido, aquello a lo que iba a volver dentro de un mes.

Hubo un silencio que ya no era cómodo. Shizel, sombrío, siguió sin mirar directamente al foner, aún jugueteando con el vapor.
-Creo que nos va perfectamente- dijo con lentitud, y su tono era perfectamente correcto, perfectamente cortés, pero falto de toda calidez. Quería salvar aquello, quería salvar la amistad que tenían no dando ninguna respuesta, deseaba desesperadamente que DL se conformase con aquella contestación. Le enfadaba que el foner le estuviese acorralando, y a la vez se sentía aliviado porque hubiese sido el cambiante el que hubiese destapado aquel problema que crecía a costa de ambos; y por tanto él hubiese quedado, fuese cual fuese el desenlace, libre de culpa.
-No te veo menos que a ningún otro amigo, con excepción quizá de Enredo, pero es lógico dado que vivimos juntos, ¿no crees?- dijo en el mismo tono artificialmente neutro-. Sí que es verdad que ahora pasamos menos tiempo juntos, y que es a propósito, pero me parece lo normal para ser amigos. Simplemente me paré a pensarlo y preferí repartir mejor el tiempo; comparado con ahora antes estábamos prácticamente pegados, y eso es algo que se reserva para otro tipo de relaciones- ahora sí le miró a los ojos. Serio, estudiadamente vacío de emoción-. Y no es nuestro caso. Es lógico hacer las cosas como debe ser, ¿no?
Le estaba tendiendo la mano, pensaba. Le estaba dando la oportunidad de dar una explicación razonable y falsa a todo aquello, que evitaría que todo se saliera del tiesto.

El idrino se mantuvo en silencio mientras el hablaba y DL intento notar reacción alguna a sus palabras, por lo que cuando comenzó a hablar, lamentando por quinta vez no saber mentalismo, le presto atención. Nada mas abrir la boca Shizel empezó a cagarla estrepitosamente y el cambiante le miro con una ceja alzada con una clara pregunta dibujada por todo su rostro '¿estas bromeando, verdad?'. Entendía que para el idrino fuera tan difícil expresar cosas personales viniendo de un mundo donde debía cuidar cada palabra y gesto sino querias que otros viesen dentro de ti, pero aun así resultaba frustrante.

-Para ti es posible, pero no para mi -respondió mirándolo fijamente conteniendo su mal humor en un rincón de su mente. Ponerse a desvariar y a soltar cosas movidas por el fastidio no ayudaría en nada. No dijo absolutamente nada mientras Shizel daba su explicación sobre el distanciamiento, coherente y factible todo, si, pero seguía sin responder su pregunta inicial. En apenas unos minutos de conversacional le había dicho que lo evitaba a posta, que era una lapa básicamente y que no había ninguna otra relación entre ellos mas que la de amigos. Contener el estallido de mal humor empezaba a ser difícil, pero ni un misero musculo de su cuerpo lo dejo entrever, por una vez en presencia del idrino, controlaba sus reacciones y palabras- Repartir tu tiempo esta bien y no pretendo evitar eso, pero hacerlo no implica el tener que evitarme como si de un momento a otro mi presencia te molestara. -respondió con lentitud y un tono pausado meditando sus palabras. Tal vez estaba siendo muy directo pero, joder, era imposible no soltar parte de la frustración cuando ni siquiera le decían claramente que ocurría sin evasivas- ¿Recuerdas acaso la ultima vez que hemos estado solos? Y no, no hablo como ahora precisamente sino de la forma privada en la que los amigos normales NO se relacionan, Shiz.  De  verdad, no consigo entender que tiene que ver buscar tiempo para tus cosas y metas, algo que te animo a hacer, a pasar a ser otro amigo mas sin siquiera decirme por qué.- añadió suspirando largamente pasándose la mano por el pelo revolviendo lo en un gesto de frustración que no reprimió. Estaba costandole no soltarlo todo lo que sentía, por la implicación que eso era aun para el. Decir que amas a alguien e inmediatamente poner expresión de rechazo absoluto, no era algo que alguien quisiera recibir. Porque una cosa era que no hablara y evitara pensar en ello, otra que no lo supiera.

-Antes hacías igualmente lo que querias y yo no era un impedimento, ni la relación cambió, ¿por que de repente parece que si lo soy? -pregunto observandolo fijamente quería una respuesta clara de una vez y no mas ambigüedades cuyo trasfondo no conocía. ¿No estaba pidiendo un imposible, no?

No le gustaba el punto al que habían llegado, detestaba estar discutiendo con su amigo por algo que podían dejar de lado fácilmente. El ambiente estaba crispado, tenso, justamente lo que Shizel pretendía evitar, y no pudo evitar sentirse frustrado con DL por eso. Había creído que dejaría el tema, como solía hacer cuando intuía que el skrýmir necesitaba espacio, y el que ahora no estuviese soltando el hueso había sido una sorpresa desagradable con la que no había contado. Mientras escuchaba la réplica del foner apretó los puños contra el suelo sobre el que estaba sentado, y la escarcha comprimida le hizo arañazos en los nudillos.

"Lo sabía." Lo que había temido en su momento se había hecho realidad. DL se había tomado aquello más en serio de lo que realmente era. Se arrepentía ahora de haberlo dado por solucionado tan alegremente entonces.
-Los amigos con beneficios sí se relacionan así, y tampoco tienen que verse mucho- le replicó con la misma contundencia con que su escudo helado habría desviado un embrujo-. ¿Me estás recriminando el trato que tú mismo me propusiste?- tomó la ofensiva a continuación-. No fui yo precisamente quien tuvo la idea, ¿sabes? Si ya no te gusta y quieres deshacerlo, tú mismo-dijo mirándole directamente, con intensidad-. Te voy a ser sincero, DL, me veía también con Alder en esa misma época y ya ves que me hablo menos con ella que con muchos de los demás con los que estoy en buenos términos. No tiene que ver con amistad. Si crees que por tener "beneficios" tienes derecho a una parte mayor de mí, te equivocas- dijo con dureza-. Lo siento.

Shizel se sentía algo mareado, la cabeza ligera, y no sabía muy bien por qué las palabras salían tan libremente de su boca ni por qué él las dejaba. Quizá porque una parte de sí, una parte fea e infantil y cruel que no había brotado con la Luna Roja sino que siempre había estado ahí, se regocijaba con siniestra satisfacción idrina en saber que no importaba la cara de póker que estuviera manteniendo el otro: tras la fachada neutra sus palabras estaban teniendo efecto, aunque ese efecto fuese hacer daño. Y no quiso pararse a pensar en ello, porque si lo hacía se sentiría enfermo por permitirse tratar así, aunque solo fuese un desliz de mal genio, a quien se había convertido en uno de sus mejores amigos a aquel lado del portal. Pero era un mal necesario, o Shizel así lo creía, por el beneficio mayor de dejar las cosas claras.

-Y lo del tiempo no es cuestión de que me falte y quiera recortar para hacer otras cosas, ni de que me estorbes tú o nadie- le soltó a continuación-. Es cuestión de establecer límites. Y me molesta que estés complicando esto más de lo que hace falta. ¿Crees que Enredo me estaría montando este número? ¿O Ka? ¿O Bran? No te evito sin razón, es que antes pasábamos más tiempo juntos y ahora menos- resopló y bajó la mirada-. El que nos corresponde como amigos. Sin más- "Vete acostumbrando", era el subtexto escondido ahí, y Shizel añadió con cierta amargura:-. Lo siento si de repente no te basta.
Y durante un instante fugaz pero intenso odió a DL por hacerle sentir tan espantosamente culpable por algo que podía solucionarse de forma tan fácil. Su mente había traducido sus afectos en términos de tiempo; lógico y metódico como le pedía su mente de skrýmir, discreto y fácil de ajustar socialmente como le pedía su parte idrina, e infantilmente simplista como exigía la parte de él que solamente era Shizel y que tenía un miedo espantoso a sentirse atado, y que se aferraba a la creencia de que si no permitía que las apariencias se salieran del tiesto, lo que había detrás tampoco lo haría.

-Mira, no me gusta adónde va esto- intentó aún salvar la situación. Se le coló en la voz un leve tinte de súplica-. ¿No podemos simplemente dejar las cosas como están? ¿Qué tiene de malo lo de ahora?

Intentar que su cerebro no estallara ni su temperamento tampoco estaba siendo una odisea. Se repetía que el idrino tenia su parte de razón por que dentro de al frustración era bien consciente que muchas de las cosas que este decía eran perfectamente viables. "De algún modo toda la conversación se lió de tal modo que el malo por preguntar, soy yo...genial" pensó con fastidio y cansancio. Odiaba discutir, realmente no le gustaba hacerlo pero parecía ser la única maldita manera de que Shizel hablara y dejara de esconder sus pensamientos, por mas dañinos que estos fueran.

Al final decidió soltar algo que tenía atragantado, aunque no alzo la voz era evidente que esto estaba costandole. Mostraba algo que aun sentía incomodidad en sentir "¿Hay formas de borrar esto como se borra la memoria? ¡Se agradecería mucho!" pensó con sus cabeza dividida entre sus pensamientos y sus palabras.

-¿Sabes por que escogí esta forma de estar contigo? Porque era estar así o no estar directamente, porque la opción de seriedad esta tan vetada de tu mente como lo esta la posibilidad de nunca hacer magia. Por eso mismo me conformo y ni siquiera pongo pegas a esto, porque se que no te gusta pensar en algo serio, ni aceptarlo-respondió mirándolo fijamente y alzando una ceja ante lo que menciono sobre deshacer lo que tenían, lo que literalmente llevaba deshecho desde hacia meses. La mención de Alder le hizo mirarlo con cierta confusión ¿A que venia mencionarla como si aquello fuese a molestarle? No le dio mas importancia de la necesaria tan solo escucho en silencio sus palabras, notando como realmente estaba soltándole todo tal y como parecía pensarlo-Shiz...¿cuales beneficios? Te lo pregunte antes ¿recuerdas la ultima vez que estuvimos juntos? He pasado a ser otro amigo mas, exactamente como Ka, Enredo o Branniel...sin darme ni cuenta porque fue elección tuya, yo no he tenido ni voz ni voto -murmuro apoyando la espalda en la estatua mirando al cielo para intentar ordenar sus pensamientos y el mal humor latente, que era muy influenciado por ese condenado sentimiento que le daban ganas de lanzar al abismo por darle tantos problemas. Su cerebro estaba martilleándole, no muy seguro si maldecir al idrino o maldecirse a si mismo a esas alturas. "No se ni para que discuto, siempre salgo perdiendo en un enfrentamiento verbal. Diga lo que diga el va a seguir teniendo razón por su método lógico y simple de racionalizar las cosas y yo igual me voy a fastidiar, porque seguiré siendo el que ha cagado la relación" pensó hastiado y poco abrumado ya por toda la situación. Se arrepentía de haber iniciado esta pero de alguna forma sabia que iba a terminar ocurriendo tarde o temprano, aunque le jodía enormemente que tuviese tan pésimo resultado final. Miro de reojo al idrino viendo la expresión suplicante en su rostro que le hizo suspirar tan profundamente que casi saco todo el aire de sus pulmones.

-Entendí tu punto de vista y lo voy a respetar, porque no me queda otra, ahora entiéndeme tu a mi- dijo mirándolo largamente modulando su voz que se notaba simple vista cansada y sin ganas de discutir, con también molestas-¿Has pensado por un momento como iba a sentirme ante el cambio de trato repentino? No, supongo que no. Así no hace falta salir de la burbuja de aislamiento ni enfrentarse a las cosas -añadió mas para si que para el idrino, no iba a hacer mella alguna lo que dijera, por si algo tenia Shizel era capaz protectoras mas resistentes e impenetrables que su escudo de hielo. Se levanto de done estaba ante la necesidad de moverse, frustrado, abrumado incomodo, su cabeza era un hervidero que estaban mareandolo y ese condenado sentimiento que empezaba a aborrecer con todas sus fuerzas, solo le fastidiaba para no dejar las cosas así. A un Shizel enojado con el.

-Vine para relajarme y me voy peor de como vine. Esto si que es estar jodido hasta el tuétano- gruño sintiéndose agotado de todas las formas posibles inexplicablemente culpable.

Shizel había estado a la defensiva, preparado para tomárselo todo como un ataque, pero aún así las primeras palabras del foner le sentaron como una bofetada. Ahí estaba lo que llevaba intentando evitar varios meses y aún así había estallado ante sus narices: una confrontación emocional que le aterraba manejar. Porque era su amigo el que estaba admitiendo que quería algo serio, y Shizel, que en Idris nunca había tenido que enfrentarse a algo semejante, tenía, contradictoriamente a su comportamiento anterior, un miedo paralizante a hacerle daño.

Se quedó congelado, las palabras atascadas en la lengua. Y por primera vez en mucho tiempo éstas le defraudaron al salir, balbuceando, delatando el terror que le inspiraba aquella situación. Su labia le abandonó por completo.
-Yo no… No estoy buscando… no quiere decir que no quiera, pero es que no se me había ocurrido… No aquí, ¿entiendes?- dijo en tono casi de súplica, rogándole que entendiera imposiblemente lo que aún no había contado más que a dos personas-. Es que yo…
“Yo me voy”, eran las palabras que quería decir, pero que por alguna razón se negaban a escapar de su lengua. Shizel estaba bloqueado: ya no sabía si hablar de más o de menos sería mejor o peor. A su pesar el skrýmir había enrojecido violentamente; traduciéndose en que las fumarolas de vapor que salían de su piel ahora lo hacían de forma más notable. Se moría de ganas de salir corriendo, de encontrar un adulto responsable al que tirar frenéticamente del abrigo y al que poder gritar "soluciónamelo".

Había salido antes formalmente con una vieja amiga, por probar, porque "Shizel, hijo, es hora de que vayas sentando la cabeza", y porque "venga, será divertido si es contigo", y el resultado había sido que los dos se habían sentido atados, aburridos por algo que terminó siendo una obligación. Shizel ya ni siquiera se hablaba con Anya cuando fue a Rocavarancolia, y una parte de sí se arrepentía amargamente por haber acabado pagando el jugar a los adultos con una amistad. Y tampoco tenía sentido iniciar algo así con nadie de Rocavarancolia, porque eso era lo que DL le estaba pidiendo aunque no se diese cuenta, más. Y a Shizel le daba miedo pensarlo, le daba miedo hasta considerarlo porque se iba, se marchaba a Idris y no quería pararse ese día frente al portal y descubrir que había algo atándole a Rocavarancolia, tirando de él como una correa al cuello, esclavizándole como a un muñeco que renunciase a toda su vida anterior, a sus sueños y a lo que quería conseguir por amor. No quería que las cosas llegasen a ese punto, no queria caer tan bajo, porque de una forma subconsciente así concebía Shizel aquel sentimiento.
DL había dado en el clavo: el compromiso le constreñía, y el lazo emocional asociado a algo así le daba pánico. Y no los veía más que como una mota distante en su futuro: algo para cuando estuviese establecido en Idris, mayor y con ningún riesgo que correr.

Volvió a abrir la boca, vacilante, para continuar.
-Cuando lo acordamos creía que lo entendías igual que yo- "o más bien preferí creerlo", cayó en la cuenta, y se sintió peor todavía-, y yo... Lo siento, DL-se rindió, e intentó que su voz transmitiese en ese momento lo mucho que lamentaba haberle hecho sufrir, y su impotencia por no saber hacerlo de otra forma. Tres palabras que fallaban en transmitir una barahúnda compuesta por mil clichés de "perdóname, pero no sé qué otra cosa hacer" y "no quiero hacerte daño", y "no es por ti, es por mí" y "podemos seguir siendo amigos".

Lo que DL le espetó sobre salir de la burbuja, junto a muchas otras cosas, le escoció, porque estaba cargado de verdad. Sin embargo Shizel no devolvió ninguna réplica hiriente, no le ardía la lengua con la necesidad de rebotar aquel insulto igual que rebotaba los hechizos, porque ahora estaba paralizado por el miedo a que cualquier cosa que saliese de su boca empeorase aún más las cosas. Habría aceptado en silencio cualquier recriminación con tal de que DL se sintiera mejor. Los sentimientos del foner ya no eran una intuición sino que al expresarlos se habían convertido en algo real, y por tanto algo delicado y frágil que Shizel no se veía capaz de manejar sin romper.

Las últimas palabras fueron como una puñalada. El skrýmir habría preferido que le gritara, habría preferido que le insultase, porque aquella nueva suavidad en su tono no hacía más que indicar que, a pesar de todos sus esfuerzos, le había hecho daño.
Él también se levantó, con una falta de resolución impropia de él. Se metió las manos en los bolsillos de la chaqueta, la mirada estudiadamente evitando la de DL.
-Puede que debamos darnos un descanso- murmuró-. Dejar de vernos durante un tiempo. Hasta que... se te pase. Quizá sea lo mejor.

En ese corto espacio de tiempo mientras terminaba de hablar había imaginado las posibles reacciones de Shizel a sus palabras. La que estaba recibiendo se salia por completo de todo lo pensado y provoco que el cambiante le observara como al idrino le hubiese salido una segunda cabeza. O mejor, como si estuviera evaporándose frente a sus ojos, que era exactamente lo que estaba ocurriendo con la capa de escarcha que lo cubría.

Trato de captar el trasfondo de las palabras del idrino, inconsciente aun del significado de sus palabras anteriores, donde había sacado a relucir lo que sentía mas de lo que el mismo había esperado o querido mostrar. Solo verlo tartamudear, por primera vez desde que lo conocía, le dejo claro que lo que había dicho le había desestabilizado totalmente. "¿Que demonios dije para dejarlo así?" pensó extrañado intentando sonsacar de sus propias palabras lo que el idrino había aparecido entender.

Lo comprendió en el momento en el que Shizel comenzó a hablar de nuevo y la palidez de su rostro adquirió tal tonalidad que bien podría competir con los cabellos del propio Shiz. Fue como un cubo de agua helada en todos los aspectos, por muy ambigua que hubiese sido sus palabras había dejado mas que claro que tipo de relación quería con el idrino, lo que fácilmente se resumía a que sentía por el algo mas que atracción. Shizel se había dado cuenta antes que el a donde llegaban el fondo de sus palabras y saber que de algún modo lo había exteriorizado, le hizo desear desesperadamente volver a unas horas antes para gritarle a su yo pasado no abrir la condenada boca. Por desgracia para el si existía alguna magia del estilo, no la conocía, por lo que tendría que tragarse su propia estupidez.

Las palabras de Shizel apenas lo sacaron de su autoflagelación mental, incomodandolo notoriamente al darse perfectamente cuenta el por que de la reacciones del este. Acababa de decir todo lo que no debía decir, tanto por este como por si mismo.

-No...espera...un momento -se masajeo el puente de la nariz buscando una serenidad que había desaparecido totalmente de su cuerpo, que no paraba de pasearse cual gato enjaulado. ¿Que demonios respondía el a eso? Ni siquiera podía aceptar lo que sentía sin rechazarlo por puro reflejo ¿Como demonios pretendía entonces que Shizel aceptara algo así cuando ni el mismo podía? Mas aun cuando este ya le había dejado claro desde siempre que no le gustaba atarse a algo serio. Al parecer por mucho que el a nivel psíquico y consciente rechazara el estúpido amor de los huevos este seguía ahí incordiando y haciendo que las palabras del idrino y su disculpa que encubrían el rechazo quemaran como brasas, sin ser capaz de ignorarlas simplemente.

Ni siquiera tuvo claro como fue que escuchó las últimas palabras de Shizel, pero algo de lo que dijo le hizo reaccionar, sacándolo de la especie de trance en la que había entrado durante aquellos largos minutos.

-No tienes que disculparte....es algo que ya sabia de antes- dijo costandole horrores porque ni siquiera tenia en orden sus pensamientos y prácticamente hablaba en un intento de expresa algo que no tenia claro ni lo que era. Maldito cerebro-Espera, esto es también un caos para mi, ni te imaginas... lo que cuesta aceptar esto que deje entrever- aseguro pasándose la mano por el pelo en intento fútil de sacarse los nervios y la ansiedad que sentía.Tal vez fuese por llevaba tiempo sabiéndolo, rechazándolo y todo pero lo sabia que fue que intento actuar lo mas racional. Algo a lo que sinceramente no le veía frutos tener ¿de que servia ese sentimiento sino lo aceptaba ni el ni la persona ala que quería entregárselo? Solo era una carga que le daba dolores de cabeza y dolor extra-Shiz...solo piénsalo ¿vale? Ni siquiera tiene que ser ahora, ni a corto plazo, ni nada. Ha sido algo que me ha salido sin pretenderlo, podemos seguir como hasta ahora, no es como si yo fuese a cambiar de la nada o algo...en serio no quiero obligarte cuando es algo que hasta a mi me cuesta aceptar- murmuro apresurado e incomodo, no sabiendo como decirle que no era algo que el aceptara con los brazos abiertos.

Por ello hizo una seña a Shizel para que viera en su mente, pues no sabia como expresarlo con palabras, así serias mas fácil dejarse entender. No escondió su incertidumbre e incomodidad al respecto, como tampoco el deseo de que no cambiara la cosa entre ellos o que se volviese incomodo. Lo dejo literalmente vagar por su cabeza y viera ahí lo que le costaba decir en voz alta. ¿Tiempo? Si tal vez un tiempo estaría bien. Lo malo de eso es que algo le decía que en ese tiempo Shizel aprovecharía para alejarse lo máximo posible y no quería eso. Y así lo dejo notar en su mente.

El ambiente parecía haberse calmado de repente, como si fuera un tiempo reservado para lamerse las heridas.
Shizel asintió en silencio. En aquellos momentos no se atrevía a llevarle la contraria a DL en nada, por si volvía a meter la pata sin querer, pero cuando éste le pidió que se metiese en su mente para comprender mejor lo que quería decir, el idrino vaciló. Dudó un poco, buscando confirmación en los ojos de DL. Cerró los ojos para concentrarse mejor, y con toda la delicadeza que pudo se asomó a la mente del foner, poniendo el máximo empeño posible en que su presencia no fuese perceptible.

En ella encontró lo que quería decir el cambiante y no hallaba las palabras para expresar, y también vio más cosas. Se vio a sí mismo como le veía DL, y quiso echarse a reír sin ganas porque no se sentía así para nada. Se sentía gris, agotado psíquicamente y disgustado consigo mismo. Vio el dolor del rechazo rezumando de sus recuerdos más inmediatos como una herida recién abierta. Comprendió la visión foner del amor, y con ella vio lo difícil que era para el cambiante reconocer siquiera lo que sentía. Admiró en silencio su valor al estar dispuesto a enfrentarse a ello de todos modos; un valor del que él habría carecido de hallarse en una situación parecida.
Intuyó cómo habían sido para él los últimos minutos, y lo que temía y deseaba de ahora en adelante. Le estaba proponiendo en silencio dejar correr las cosas, y que surgiera lo que surgiese. Incluso después de haberlas pisoteado, unas briznas de esperanzas seguían vivas.

Cuando desenlazó sus mentes con suavidad al skrýmir se le echó encima de repente lo cansado que estaba. En algún momento de la conversación se habían agotado los efectos del hechizo de vela, y se frotó las sienes para acallar una leve migraña.

-Lo entiendo, pero no me sentiría bien continuando igual que ahora- dijo tras una breve pausa, aún sin abrir los ojos. La oscuridad tras sus párpados era cómoda, no podía herir a nadie allí-. Creo que ahí ha estado el error- soltó una risa sin humor-. En asumir que los dos pensamos igual- hizo otra pausa para ordenar bien sus pensamientos. No quería equivocarse-. Lo pensaré, ¿de acuerdo? Pero... prefiero retirar el derecho a roce a partir de ahora, ¿sabes? No estaría bien- negó con la cabeza-. En mi mundo siempre separamos esas cosas, para... para que no haya confusiones- terminó tras una minúscula vacilación.
No se sentía bien imponiendo aquella condición, pero ahora que sabía que efectivamente llevaban todo aquel tiempo haciendo las cosas mal a Shizel se le antojaba intolerable mantener la farsa de amigos con beneficios. Al igual que DL tenía que lidiar con residuos de su mentalidad foner, él también.
Le dolió mentirle sobre lo de pensárselo, pero no tenía corazón para soltarle en ese momento al foner que planeaba marcharse a Idris. "Más tarde", se prometió a sí mismo, no sin un pinchazo de remordimiento.

-No quiero evitarte- dijo, y aquello sí fue sincero-. Quiero volver a como éramos antes de todo esto. No tienes que contestarme ahora tú tampoco, seguro que tienes muchas cosas en que pensar- decidió detenerse en ese punto para no divagar y empezar a tartamudear de nuevo-. Quiero decir que no hay prisa. Veamos cómo llevamos estos primeros días, y el resto debería venir solo- no hablaba con la confianza de siempre-. ¿Te parece? A tu ritmo. Tú decides cuándo quieres verme o no. A mi manera las cosas no funcionan- constató con desánimo.

-Creo... que voy a volver a Serpentaria- añadió tras un momento de silencio-. Llevo ayer y hoy enteros vagando por Rocavarancolia en plena Luna... Necesito una siesta- esbozó una sonrisa débil, tentativa como aquel inicio tímido de charla normal y corriente.

No dijo nada mientras Shizel se paseaba por sus pensamientos desentrañandolos sin mucha dificultad, solo para no desconcentrarlo y porque bastante tenia ya con todas las palabras que en su cabeza resonaban. Fue evidente el cansancio del idrino tras ver en su mente y DL recordó su propio cansancio y el martilleo constante en el fondo de su cabeza.

-Esta bien, no me molesta y es comprensible- respondió a lo de retirar los derechos que de todos modos llevaba ya tiempo sin darles uso. El mismo tenia ya suficiente cacao mental como para complicar aun mas el del propio Shizel y no ganaba nada insistiendo y a decir verdad tampoco quería. Empezó a inhalar y exhalar  en un intento de relajar la tensión de su cuerpo y que solo provocaba que todo su riego sanguíneo se concentrara en su ya de por si maltratada cabeza. Las siguientes palabras del idrino le hicieron parpadear. ¿Pensar? Si por el fuera prefería no pensar en ello por que seria un dolor, pero el le había pedido hacerlo por lo que tendría que contribuir de la misma forma.

-No voy a evitarte tampoco...digo, va ha costarme pero si me comporto extraño sera mas incomodo. Si que seguiré siendo el imbécil habitual...-murmuro sonriendo ligeramente, pues realmente ya no lo tenia claro, pero suponía que una forma de darle cierta seguridad a Shizel de que fuese cual fuese al respuesta la cosa seguiría como hasta ahora ayudaría porque realmente el prefería que se sintiese así. No quería que si no terminaba bien la cosa dejara de ser amigos, de ningún modo y esperaba que Shizel pensara lo mismo en ese aspecto. "Dejar mis problemas mentales cuando no este cerca suya, que no hace falta mas presión ya de la que hay" pensó como un tip mental que guardo en un rinconcito de su mente. Iba a costarle, pero si en algo no le ganaba nadie, era en ser cabezota, incluso consigo mismo. Se comportaría lo mas normal posible como que se llamaba DL. Por ello cuando Shizel volvió a hablar en un intento de empezar a una conversación normal le sonrió un poco en respuesta.

- Yo me iré marchando a la Sede entonces. No conoces a ninguno de los nuevos aun ¿cierto?- pregunto siguiendo su conversación, le resultaba un poco raro el cambio de tema después de todo lo hablado pero dudaba que esa sensación fuese a quitarsele de inmediato-Ya conocí a la mayoría de los novatos, incluidos aquellos que han traído compañía extra a Serpentaria...aunque sigue habiendo alguno que me confunde su tranformación -murmuro masajeandose las sienes alejándose de la escultura donde en algún momento se había apoyado sin darse cuenta, recibiendo la mirada airada del hombre que allí venia reproducido. Habia llegado finalmente a su limite y las ansias de volverse dullahan se volvían apremiantes, un buen descanso le ayudaría"Espero estar siendo lo suficientemente normal...y que esta sensación de estar haciendo el imbécil, no dure eternamente" pensó mientras se disponía a recorrer el camino rodeado de representaciones de antiguos habitantes de la ciudad para salir del jardín.

Sigue en Sede de los Taumaturgos

Le agradeció mucho a DL que estuviese reconstruyendo el puente roto de las apariencias normales, y le dirigió una media sonrisa de gratitud. Le habría dado mucho miedo que todo aquello culminase en una ruptura de cualquier relación normal, porque eso habría indicado que él, Shizel, se había equivocado sin posibilidad de arreglo y que eso le habría costado una amistad.
-No hay nada de malo con el imbécil habitual- señaló, aunque la burla en su voz era notablemente más suave de lo usual.

Incluso en aquellas circunstancias DL se esforzaba por no incomodarle, y por primera vez en un tiempo considerablemente largo, Shizel advirtió que en algún momento de todo aquello, o quizá desde más tiempo atrás, se había comportado de forma egoísta.
-He conocido a una, sí. Una bruja- confirmó, pero con la mente muy lejos de los recién cribados.

DL fue el que se marchó primero, y Shizel se despidió de él con un gesto de la mano. El skrýmir speró un poco más con las manos en los bolsillos y la mirada perdida entre los escombros de la plaza, reflexionando en silencio. La quietud de las estatuas rotas era, de alguna manera, un escenario adecuado.

Volvió a Serpentaria a paso lento, relajado como la placidez que ahora le inundaba la mente. Sentía como si de repente, por alguna razón, ya no tuviera prisa alguna.

Sigue en la Torre Serpentaria.

[Recomiendo la relectura del relato de Roto]

Shizel no dormía bien desde la intrusión en Serpentaria, y ahora cada perspectiva de clientela le ponía en guardia, calculando las mejores maneras de protegerse a sí mismo y a sus seres queridos. ¿Iba a encontrarse a una persona demente? ¿Paranoica? ¿Torturada? ¿Despiadada?

Ella ya le esperaba cuando llegó, sentada en una perfecta pose inmóvil contemplando los jardines. La confundió inicialmente con una estatua, y el skrýmir enseguida comprendió por qué una vez llegó a su altura y pudo comprobar que su armadura estaba hecha de piedra.
La mujer sonrió al verle acercarse; Shizel pudo intuirlo a pesar de que la protección le cubría todo menos los ojos.
—Desidia, ¿verdad? Espero que tu nombre no sea reflejo de tu diligencia en el trabajo -le saludó con suavidad. Hablaba bajito, como para no perturbar el aire en torno a ella.

Shizel le dirigió una sonrisa automática. La simpatía podía esconder cosas muy podridas en Rocavarancolia. No iba a fiarse solo porque fuese amable.
—Así es. ¿Podría saber con quién estoy hablando, si no es indiscreción?- algunos clientes preferían permanecer en el anonimato.
—Dama Estatua.
—¿Litomante? -preguntó el idrino por hacer conversación educada, no por interés real. Le sorprendió el silencio un poco amargo que le recibió al otro lado del yelmo antes de la respuesta.
—No. Esta armadura me la dio un amigo. Es piedra ingrávida -explicó. A su pesar Shizel la examinó con un nuevo interés.
—¿Va a recibir usted el hechizo?- su clienta asintió con la cabeza-. No termino de comprender entonces por qué me ha citado aquí- las visitas a domicilio y no en Gar las cobraba más caras por el riesgo personal que entrañaban.
—Prefería que fuese en un lugar como éste. Me pareció adecuado.

A Shizel le recorrió un cosquilleo ambiguo de anticipación. Su intuición le decía que aquellas palabras encerraban un encargo poco sencillo.
—¿Y bien? -preguntó por fin-. ¿Para qué me necesitaba?


Había estado preparado para volver más nítidos recuerdos espantosos. Para introducir en su cabeza glorias que nunca habían existido. Para diseccionarle la mente con tijeras mágicas y rellenar los huecos con mentiras tan rocambolescas como le pidiera.
Pero no para aquello.

La mujer le explicó su situación con la calma de la piedra misma. Le explicó que estaba sellada dentro de aquella armadura por propia voluntad. Le contó que ella misma se haría pedazos si aquella coraza se rompía, desparramada pero todavía viva. Pero también que había recuerdos que pesaban más que la roca que portaba, y finalmente le hizo saber su petición.

—¿Está segura?
Dama Estatua sonrió de nuevo, y en aquellos ojos Shizel creyó entrever el reflejo del dolor de muchos años.
—Muy segura. Estoy convencida de que lo harás bien, y si es así sabré arreglármelas perfectamente. Si te dedicas a esto tan jovencito es que eres un mago excepcional.

Aquellas palabras tan maternales le encogieron el corazón a Shizel de una forma cuyo recuerdo estaba difuso en su memoria, junto con la cara de la última niñera que se había portado bien con él. La sedó con un roce de la mano e hizo lo que le pedía.

Dejaría intactas cosas vitales para su supervivencia. Dejaría sin tocar el arte de la espada que la transformación había grabado de forma prodigiosa, y también el conocimiento decisivo, necesario, de que debía permanecer dentro de la armadura en todo momento. Su nombre rocavarancolés, borrando de un soplido en su lugar el que había portado la muchacha que había atravesado el portal tantos años atrás. Y también un breve eco de su propio nombre, para que ella pudiese encontrarle de nuevo si alguna vez quería recuperar lo que había perdido.

Shizel abandonó ese día los Jardines de la Memoria con un nudo en la garganta, dejando atrás a una guerrera que dormía como una niña. Cuando despertara no recordaría su mundo de origen ni su cosecha. No recordaría las palizas continuas, el dolor, el romperse como una muñeca mal cosida al poco de transformarse antes de que manos amigas lograran aprisionarla en aquella armadura. Solo el fugaz momento en que había renacido bajo la luz de la Luna Roja, eufórica, perfecta.

Completa.

Sigue en la Calle de las Trampas.

—¿También existen competiciones en tu mundo? —preguntó a Sinceridad en cierto punto, al recordar que la roquense había mencionado concursos de percusión. A aquellas alturas ya no daba nada por supuesto, pero eso no le impedía buscar nexos comunes.

No había solo verde, advirtió Sox cuando fueron llegando, sino que entre aquellos límites cuidadosamente respetados por las plantas había elementos hechos de forma indudable por mano o mente inteligente. Le pareció entrever estatuas más allá.

—Parece un jardín público —señaló con cierta reticencia. Había vuelto a cruzarse de brazos, y el tono de su voz transmitía desconfianza cuando señaló—. El hechizo que lo cuida sigue activo. Si lo hay —añadió con retraso. Tenía que recordar que el sentido común carabés no se aplicaba allí.

Faltaba sentido común, de nuevo. ¿Por qué mantener aquello activo, un gasto de energía, habiendo otros edificios seguramente más importantes en ruinas?

Siete hubiera contestado algo más que un escueto "Sí" a la pregunta de Sox, pero el saludo de Eriel lo distrajo y le arrancó una sonrisa pequeña. Al parecer habían dado por supuesto que irían allí.
Su sonrisa volvió a crecer ante las vistas del jardín pero miró ceñudo al resto.
- Esto es como un puzle mal montado. Si es parte de la misma ciudad de la torre muerta, ¿quien vivía aquí? No puedo adivinar el sentido del gusto de los rocavarancoleses- bromeó- ¿lo exploramos?