Bahía de los Naufragios
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Bahía de los Naufragios
02/08/11, 06:21 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Esta playa no es de arena, sino que está hecha de diminutos trozos de concha y cristal pulido que brillan cuando les da la luz, algo que no pasa muy a menudo, pues la playa está a la sombra de los acantilados, y solo se puede llegar a ella a través de un estrecho pasaje entre la roca. Una ingente cantidad de barcos naufragados y maderos descansan allí.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Bahía de los Naufragios
03/05/19, 12:33 am
Sekk:
Sekk escuchó con atención las palabras del nublino y frunció un poco el ceño cuando aseguró que no tenía compañeros de cosecha. «¿Acaso los ha perdido a todos o es que no se relaciona con ellos?» se preguntó, tratando de no juzgarle precipitadamente solo por aquello. El berserker había perdido el contacto con Roaxen desde que ambos vieran la Luna, por lo que no era el más indicado para hablar sobre el cultivo de las relaciones, pero era una pena que Arcan no tuviera a nadie que hubiera vivido lo mismo que él y compartiera sus vivencias.
—Si, en cuanto todo deja de darte miedo duermes mucho mejor —asintió en respuesta a su último comentario—. Al menos hasta que una torre asesina cobre conciencia e intente acabar con toda la ciudad, ¿verdad? En ese caso vuelves a dormir de pena. —añadió con una sonrisa sardónica, tratando de recordar con un humor algo ácido el motivo de aquella fiesta.
El intara ayudó a extender el mantel sobre el suelo y se dejó caer sobre una piedra en cuanto llegaron al pequeño remanso de tranquilidad que les había señalado a sus compañeros, pero antes de que pudiera darle a Pollo su comida el quebrantahuesos decidió que ya había esperado demasiado.
—¡La madre que te parió! —maldijo el ulterano cuando el pájaro le pellizco el brazo obligándole a soltar la bandeja de malas maneras. El ave, centrado en sus huesos, ni siquiera le prestó atención—. El día que menos te lo esperes voy a hacerme un caldo con tu culo emplumado. —masculló entre dientes con expresión peligrosa mientras se frotaba el antebrazo
El rubio no estaba enfadado de verdad, no al menos en plan descontrolado, pues estaba más que acostumbrado a las salidas de la montura de su amigo y no iba a perder los papeles por aquella chorrada.
—No te preocupes, no me ha hecho mucho daño. Ha sido más la sorpresa que otra cosa. —le respondió a la rapiña cuando este le preguntó si estaba bien, quitándole importancia con un gesto de la mano y un leve suspiro de resignación. Antes de seguir hablando, sin embargo, alcanzó una de las botellas de cerveza y le dio un largo trago, dejando que la bebida le calmara un poco los nervios para retomar la conversación con más tranquilidad.
El frescor en su garganta ayudó bastante, pero en el fondo el ulterano empezaba a sentir que ya había tenido fiesta más que suficiente. Se esforzó en que no se le notara, no obstante, y haciendo un pequeño esfuerzo puso buena cara y decidió aguantar un rato más.
—Así que trabajas con Isis, ¿eh? Seguro que es buena profesora de magia —comentó, esbozando una media sonrisa que podía significar varias cosas—. Y además una maestra de combate... —añadió, soltando un silbido de admiración—. Yo en cambio me pase mi primer mes de transformado haciendo el vago he intentando no destrozar todo a mi alrededor —recordó riendo—. Los jóvenes de hoy en día no saben relajarse, ¿verdad Sami? —le preguntó a la evaki en tono de broma—. Que no te de cosa chupar del bote del Consejo durante un tiempo, Arcan, los dioses saben que todos nos merecemos un buen descanso después de pasar por ese circo de mierda al que llaman cosecha... —concluyó en un tono algo más serio.
Sekk escuchó con atención las palabras del nublino y frunció un poco el ceño cuando aseguró que no tenía compañeros de cosecha. «¿Acaso los ha perdido a todos o es que no se relaciona con ellos?» se preguntó, tratando de no juzgarle precipitadamente solo por aquello. El berserker había perdido el contacto con Roaxen desde que ambos vieran la Luna, por lo que no era el más indicado para hablar sobre el cultivo de las relaciones, pero era una pena que Arcan no tuviera a nadie que hubiera vivido lo mismo que él y compartiera sus vivencias.
—Si, en cuanto todo deja de darte miedo duermes mucho mejor —asintió en respuesta a su último comentario—. Al menos hasta que una torre asesina cobre conciencia e intente acabar con toda la ciudad, ¿verdad? En ese caso vuelves a dormir de pena. —añadió con una sonrisa sardónica, tratando de recordar con un humor algo ácido el motivo de aquella fiesta.
El intara ayudó a extender el mantel sobre el suelo y se dejó caer sobre una piedra en cuanto llegaron al pequeño remanso de tranquilidad que les había señalado a sus compañeros, pero antes de que pudiera darle a Pollo su comida el quebrantahuesos decidió que ya había esperado demasiado.
—¡La madre que te parió! —maldijo el ulterano cuando el pájaro le pellizco el brazo obligándole a soltar la bandeja de malas maneras. El ave, centrado en sus huesos, ni siquiera le prestó atención—. El día que menos te lo esperes voy a hacerme un caldo con tu culo emplumado. —masculló entre dientes con expresión peligrosa mientras se frotaba el antebrazo
El rubio no estaba enfadado de verdad, no al menos en plan descontrolado, pues estaba más que acostumbrado a las salidas de la montura de su amigo y no iba a perder los papeles por aquella chorrada.
—No te preocupes, no me ha hecho mucho daño. Ha sido más la sorpresa que otra cosa. —le respondió a la rapiña cuando este le preguntó si estaba bien, quitándole importancia con un gesto de la mano y un leve suspiro de resignación. Antes de seguir hablando, sin embargo, alcanzó una de las botellas de cerveza y le dio un largo trago, dejando que la bebida le calmara un poco los nervios para retomar la conversación con más tranquilidad.
El frescor en su garganta ayudó bastante, pero en el fondo el ulterano empezaba a sentir que ya había tenido fiesta más que suficiente. Se esforzó en que no se le notara, no obstante, y haciendo un pequeño esfuerzo puso buena cara y decidió aguantar un rato más.
—Así que trabajas con Isis, ¿eh? Seguro que es buena profesora de magia —comentó, esbozando una media sonrisa que podía significar varias cosas—. Y además una maestra de combate... —añadió, soltando un silbido de admiración—. Yo en cambio me pase mi primer mes de transformado haciendo el vago he intentando no destrozar todo a mi alrededor —recordó riendo—. Los jóvenes de hoy en día no saben relajarse, ¿verdad Sami? —le preguntó a la evaki en tono de broma—. Que no te de cosa chupar del bote del Consejo durante un tiempo, Arcan, los dioses saben que todos nos merecemos un buen descanso después de pasar por ese circo de mierda al que llaman cosecha... —concluyó en un tono algo más serio.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Re: Bahía de los Naufragios
05/05/19, 03:07 pm
Quebrantahuesoe
La montura hizo caso omiso a Sekk y a sus amenazas, demasiado concentrado en recoger todos los huesos del suelo. Alguien o algo tocó una de sus alas, y el pájaro reaccionó alzando la cabeza para ver quien había sido, buscando al culpable entre los tres allí presentes. No fue más que un gesto fugaz, que pasaría fácilmente desapercibido al no ver nada sospechoso. El ave volvió a su tarea, nuevamente interrumpida por otro toque. Infló las plumas y miró a todos lados, captando un movimiento extraño por el rabillo del ojo. Subió las alas para ver mejor a sus pies cuando otro toque le pilló la cola. Todas las plumas de su cabeza se erizaron al ver con detalle la mano que salía de rincones para fastidiarlo, claramente molesto.
En cuestión de segundos, el quebrantahuesos empezaría a repartir zarpazos a diestro y siniestro contra suelo, atrapando nada más que conchas de mar y arena entre sus garras. La frustración hacía que todo su lenguaje corporal fuese violento y agresivo, pero no por mucho: fastidiado al no conseguir atrapar aquella estúpida molestia, el pájaro terminó por alzar el vuelo. Sin más dilación tomaría altura para mantenerse dando círculos muy por encima de la bahía.
La montura hizo caso omiso a Sekk y a sus amenazas, demasiado concentrado en recoger todos los huesos del suelo. Alguien o algo tocó una de sus alas, y el pájaro reaccionó alzando la cabeza para ver quien había sido, buscando al culpable entre los tres allí presentes. No fue más que un gesto fugaz, que pasaría fácilmente desapercibido al no ver nada sospechoso. El ave volvió a su tarea, nuevamente interrumpida por otro toque. Infló las plumas y miró a todos lados, captando un movimiento extraño por el rabillo del ojo. Subió las alas para ver mejor a sus pies cuando otro toque le pilló la cola. Todas las plumas de su cabeza se erizaron al ver con detalle la mano que salía de rincones para fastidiarlo, claramente molesto.
En cuestión de segundos, el quebrantahuesos empezaría a repartir zarpazos a diestro y siniestro contra suelo, atrapando nada más que conchas de mar y arena entre sus garras. La frustración hacía que todo su lenguaje corporal fuese violento y agresivo, pero no por mucho: fastidiado al no conseguir atrapar aquella estúpida molestia, el pájaro terminó por alzar el vuelo. Sin más dilación tomaría altura para mantenerse dando círculos muy por encima de la bahía.
- Cuervo
Ficha de cosechado
Nombre: Sarah
Especie: Humana
Habilidades: Intuición, inmutabilidad y rapidez mental
Re: Bahía de los Naufragios
05/05/19, 06:02 pm
Guillermo atendió a los comentarios sobre sus Pendicularias, parecía que tendría que empezar a tomarse enserio su relación con ellas. Durante un segundo había pensado que podría apañárselas, pero solo le basto girar la cabeza hacia ellas para ver que no era así.
Salió disparado gritando detrás de ellas:
-AAAAAAAAAAAAAAAA!!! ¿Oyeeeee no podéis portaros bien? - dijo casi en modo de súplica, las Pendicularias le miraron, ellas no estaban haciendo nada más que lo que se les había dicho y lo que veían hacer a Guillermo, aprendiendo de sus acciones e ideas alocadas, y lo peor de todo es que aprendían rápido.- Os vais a quedar quietas y no os vais a mover en lo que queda de fiesta está claro… y vais a estar cerca mi para que os vea no hacer nada malo-dijo mirándolas fijamente, empezando a entender que quizás esto fuese lo mismo que sentía Pam cuando el se metía en líos.
Esta vez sí, las Pendicularias se quedaron quitas alrededor de grupo, dos de ellas jugaban a piedra papel y tijera mientras nadie miraba, y Kétchup decidió colgarse de entre los pliegues del jersey de Guille y dejándose su peso muerto.
Volvió al grupo y se corrió a hablar con Wheem:
-Necesito ayuda… se supone que son mi dominio o como se llame, pero no hace nada más que estar tiradas por ahí y romper cosas, y robar cosas y jugar…es como tener muchos gatos a la vez, ¿que se supone que se hace con ellas?
Salió disparado gritando detrás de ellas:
-AAAAAAAAAAAAAAAA!!! ¿Oyeeeee no podéis portaros bien? - dijo casi en modo de súplica, las Pendicularias le miraron, ellas no estaban haciendo nada más que lo que se les había dicho y lo que veían hacer a Guillermo, aprendiendo de sus acciones e ideas alocadas, y lo peor de todo es que aprendían rápido.- Os vais a quedar quietas y no os vais a mover en lo que queda de fiesta está claro… y vais a estar cerca mi para que os vea no hacer nada malo-dijo mirándolas fijamente, empezando a entender que quizás esto fuese lo mismo que sentía Pam cuando el se metía en líos.
Esta vez sí, las Pendicularias se quedaron quitas alrededor de grupo, dos de ellas jugaban a piedra papel y tijera mientras nadie miraba, y Kétchup decidió colgarse de entre los pliegues del jersey de Guille y dejándose su peso muerto.
Volvió al grupo y se corrió a hablar con Wheem:
-Necesito ayuda… se supone que son mi dominio o como se llame, pero no hace nada más que estar tiradas por ahí y romper cosas, y robar cosas y jugar…es como tener muchos gatos a la vez, ¿que se supone que se hace con ellas?
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Bahía de los Naufragios
06/05/19, 05:36 pm
Samika
Para Samika los arranques repentinos del rapaz de Jace le eran algo nuevo pero teniendo en cuenta las claras muestras de tener hambre que había mostrado hasta ahora, aun así le sorprendió notar movimiento de este a su lado cuando ya andaba casi llegando para quitarle los huesos. <<Que bruto es, por dios >> pensó la evaki ante el acto del ave, aun algo sobresaltada por el arranque. Miro en dirección ala figura borrosa de Sekk y sus gruñidos contra a el pájaro, al menos aprecia no haberse enfadado demasiado, que en su caso ya un poco era bastante explosivo de por si.
-Deberías darle una buena colleja luego a Jace por tener de niñero de esta manera. Menos mal que no te hizo mucho daño, su pico no es ninguna broma- suspiro Samika terminando por sonreír ligeramente una vez llegaron al lugar, tomo asiento cogiendo una de las botellas de hidromiel para darle un trago no olvidándose de las palabras dichas por Arcan. ¿No tenia compañeros? <<¿No que estaba su hermano? Ademas tengo entendido que buena parte de los de Maciel esta en la sede ¿no se llevaban bien acaso?>> pensó confundida y algo pensativa.
- No se que habrá ocurrido ni voy a preguntar por detalles, pero... ¿no es solucionarle? Lo de tus compañeros y tu quiero decir, pro que se que mayormente todos lo de Maciel están en la sede, aunque solo hablé con algunos- no preguntaba detalles, muchas cosas que ocurrían en la cosechas pues se quedaban en las cosechas, las convivencias podían acabar siendo buenas o malas y era muy difícil llevarse bien con todo el mundo, sino imposible. Ella había tenido suerte con su grupo de torreón y aun así hubo diferencias.
Ante el comentario de Arcan sobre que estaba prendiendo magia de Isis y también combate , de forma tan rápida se intereso un poco.
-¿Quien es tu maestra de combate? Tal vez la conozco. ¿Esta en el ejercito? -pregunto curiosa ante de reírse ante el comentario de Sekk. Dama Isis como maestra de magia, tenia que ser como poco interesante y obnubilante, se preguntaba seriamente como era capaz de centrarse con el encanto de la veela siempre presente aunque bajase sus dones. Samika daba gracias de ser medio ciega o se la pasaría como besuco todo el día siempre que estaba con Dama Isis, como seguramente le ocurría casi todo el que se topaba con ella de primera y le golpeaba ya fuese el canto de veela o el simple aspecto de la frivy.
-Ey, tu caso era un poquito especial Sekk, no cuenta. Era preferible la tranquilidad y la paz ceremonial en tu caso...a cualquier cosa.- dijo Samika con humor, pues sabia que lo berserkers durante sus inicios de trasformación era como bombas de cuentas atrás con mechas muy, pero que muy cortisimas-¿Te imaginas la cantidad de reparaciones que habríamos tenido que hacer?Y ya no solo de edificios, de huesos rotos también...como poco.- no dudaba que aun podría ocurrir eso si sekk realmente se enfadaba en serio, peor era diferente del comienzo, ahora se le podía hablar, sin que estallase, al principio hasta eso era costoso. Pasaba de 0 a 100 relativamente rápido.
-Yo tampoco soy un buen ejemplo de joven que descansa- bromeo ella juguetona ante su comentario- Que prácticamente fue transformarme y empezar a ver que podía hacer para iniciar con el entrenamiento para mis pruebas del ejercito – dijo sonriendo por un momento, aunque su sonrisa se terminó tambaleando un poco al final. Bajo la mirada tomando un trago, recordando repentinamente quien había sido quien había realizado su prueba. Había sido un encuentre breve y claramente formal, pero no dejaba de ser un poco extraño- Fue Silente quien me realizó la prueba, incluso le abrace en mi arranque de alegría por haber aprobado...pobre, que susto se dio- añadió casi como un recordatorio en voz alta pensativa, pero al notar que sonaba un poco cabizbaja de la nada, sonrió ligeramente, recordando las ultimas palabras de Sekk para volver a unirse a la conversación y cambiar de tema- Pero Sekk tiene razón, no tengas miedo de chupar del bote...algunos es que somos unos intensitos, que no podemos estarnos quietos. -. añadió encogiendo ligeramente de hombros, moviendo un poco sus alas para replegarlas mejor contra ella y no estorbase.
Distraída, observo la borrosa y enorme figura de Pollo comiendo tranquilamente, lo vio medio moverse inquieto peor inicialmente no le dio importancia. Hasta que empezó a escuchar sus uñas dar inquietos movimientos sobre el suelo, a pocos pasos de ellos. Samika frunció el ceño, retrocediendo sin ver lo que ocurría.
-Wow...- dijo cuando uno d e los movimientos bruscos de Pollo que parecia andar enrabietado con parpadeo sorprendida cuando de la anda el ave, harta levanto el vuelto, levantando un ventolera contra ellos, que levanto incluso piedrecitas del suelo de la bahía en todas dirección. Samika bufo sacudiéndose estas del pelo-¿Que acaba de pasarle? Estaba comiendo súper tranquilo...¿algo le ataco que no pude ver? -pregunto frunciendo el ceño, extrañada usando su ecolocalizacion con un chasqueo pero no viendo nada, ni insecto ni nada que pudiera haber estado incordiando a Pollo. No estaba entendiendo nada.
Ademas otra cosa que había ocurrido con el repentino alzar de vuelo de Pollo y el viento que levantó al hacerlo, fue que parte de la comida que llevaban en la bandeja quedara desparrama sobre el suelo, el mantel y parte de su vestido. Parte de la falda se había ensuciado de salsa. Samika soltó un suspiro exasperada.
-¡Bien, me rindo! Estaba sentenciado que este día este vestido se iba a ensuciar, era su destino -comentó entre exasperada y con ganas de reírse tontamente mientras quitaba los restos de comida de la ropa, ya para que sulfurarse había sido un accidente, esperaba que al menos luego de limpiarlo o pedirle alguien usar magia no quedase ninguna mancha por la tela era especialmente delicada. El alcohol también ayudaba bastante a tomarse las cosas con cierto humor, con el mejor humor posible. Tomo otro largo trago de su botella, perezosamente dejando la botella sobre el mantel antes de levantarse- Supongo que hasta aquí llega el ir bien vestida, estaba intentando exprimir el máximo tiempo posible de lucir guapa y medio elegante, pero ya da igual...ya puedes quitarme la levitación Arcan, gracias -dijo sonriendo en la dirección del borroso cuerpo del nublino. Dicho eso, lleno su dedos a su nuca allá donde tenia el tatuaje con la runa de vestir y pronuncio apenas por lo bajo la palabras para activarla.
El traje de azul cayo con un suave ruido sordo a sus pies, siendo sustituido por una sencillas botas negras de hebillas, que poseía magia en la plantas para ser usadas de ventosas cuando lo necesitaba, pantalones negros largos ajustable al cuerpo de la evaki y sus movimientos. Y un croptop que se amarraba al cuello de color azul, que dejaba sus brazos y omoplatos descubiertos así como parte de su vientre, con los abdominales ligeramente marcados por el ejercicio. Una vez cambiada de ropa, se estiro perezosamente, mas cómoda con su ropa habitual de vestir, soltó un suave suspiro de satisfacción. Mucho mejor así, llevar vestidos en general no era muy común en ella, aunque le gustasen.
–Bien, cenicienta volvió a su ropas de sirvienta, bastante antes de la medianoche. Que aguante aquí hasta medianoche ya si es mas dudable...mi tolerancia al alcohol no es excesiva, así que hasta donde pueda sin ir causando molestias a nadie- sonrió entretenida agachándose a recoger su vestido del suelo para doblarlo bien y dejarlo junto a sus tacones, tomando seguidamente botella para darle otro trago, teniendo mas que clarisimo que ambos no tendría idea de lo que hablaba pero no dándole mucha importancia.
–----
Evelhan Kaw
No pudo evitar reírse un poco ante su queja cuando dijo que sino el no era también su amigo, porque evidentemente lo era, pero era un poco diferente- Al fin de cuentas con sus amigos el no hacia esas cosas que si hacia con Zmey. Así que era otra clase de amigo, o algo así.
-Eres un amigo importante pero de una forma diferente a Sura, Heraldo, Onyx o cualquiera de los demás de mi cosecha -explico el brughou sacando le la lengua infantilmente. Pero tal vez por lo demás Zmey tuviese razón ¿donde mas que esa ciudad que apenas iba a resurgir de nuevo tras todo lo ocurrido, para planes locos y descabellados? Y el suyo ni siquiera era tan loco, difícil y complicado de realizar si, pero con esfuerzo, mucho estudio y dedicación estaba seguro podría conseguirlo. Ademas recibiría ayuda.
Por ello no pudo mas que alegrarse cuando Zmey acepto en ayudarle con los dibujos para el edificio que le gustaría arreglar mas adelante, dos cabezas pensaban mas que una y también cuarto menos trabajaban mas que solo dos. Estaba seguro que se le ocurrían cosas geniales, Zmey tenía mucha imaginación en realidad.
En cuanto al dinero también dudaba, si, no le hacia mucha gracia eso de endeudarse desde el principio sin saber a ciencia cierta si le iría bien sus planes y el negocio en si. Seria como ponerse una soga al cuello y no le apetecía para nada morirse de nuevo y esta vez si, definitivamente. La idea de Zmey de buscarse un trabajillo para ahorrar le aprecio definitivamente mucho mejor. <<¿Pero donde podría ganar un sueldo decente? Tengo algunos ahorros pero no demasiado y me gustaría empezar con la remodelacion para mediados de la próxima cosecha si los primeros encargos empiezan a funcionar.>> pensó aun dándole vueltas. Iba a tener que buscar un poco la ciudad para ver que podría encontrar, sino tendría que volver a trabajar en el granero temporalmente.
Se encontraba aun dándole vueltas a eso, viendo que podría hacer cuando la repentina exclamación e Zmey le sobresalto y con sorpresa miro hacia el cielo, viendo con ojos brillantes de asombro como el cielo empezaba a llenarse de luces que formaban la apariencia de Silente y de Doce puntos. Ver aquel tributo a aquellos que cayeron le sorprendió. Era bonito y triste al mismo tiempo. Pues el también tenia caídos que lamentar incluso si ya había llorado por ellos, seguían siendo personas queridas que ya no estaban.
Recordó el llanto de Sura tiempo atrás por Marsi. Se mordió el labio inferior, viendo como Zmey lanzaba sus conjuros pirotécnicos con maestría, creado dragones de luces en el cielo. Un nuevo comienzo, un nuevo futuro en la ciudad. <<También eres un héroe >> pensó en un murmullo y con esfuerzo, se concentro lanzando un centenar de luces al cielo que formaron lentamente la forma de un grifo con cabeza de lechuza, que se encontraba montada por una jineta con cabeza, con puntiagudas orejas que adivinaban su condición y uno rasgos reconocibles para quienes la conocieron antes de convertirse.
Marsi, tal cual al recordaba antes de que la Luna la convirtiera, pocos sabrían como lucia en ese entonces. Y entre esos pocos estaban sus amigos.
Era también para Evelhan su tributo y también, su despedida final. Porque iniciaba algo nuevo, la recordaría siempre, pero tenia que definitivamente terminarla de despedir como una héroe mas de aquella ciudad. Tras eso, sonrió levemente medio apoyándose en Zmey para terminar de admirar el cielo plagado de luces.
Para Samika los arranques repentinos del rapaz de Jace le eran algo nuevo pero teniendo en cuenta las claras muestras de tener hambre que había mostrado hasta ahora, aun así le sorprendió notar movimiento de este a su lado cuando ya andaba casi llegando para quitarle los huesos. <<Que bruto es, por dios >> pensó la evaki ante el acto del ave, aun algo sobresaltada por el arranque. Miro en dirección ala figura borrosa de Sekk y sus gruñidos contra a el pájaro, al menos aprecia no haberse enfadado demasiado, que en su caso ya un poco era bastante explosivo de por si.
-Deberías darle una buena colleja luego a Jace por tener de niñero de esta manera. Menos mal que no te hizo mucho daño, su pico no es ninguna broma- suspiro Samika terminando por sonreír ligeramente una vez llegaron al lugar, tomo asiento cogiendo una de las botellas de hidromiel para darle un trago no olvidándose de las palabras dichas por Arcan. ¿No tenia compañeros? <<¿No que estaba su hermano? Ademas tengo entendido que buena parte de los de Maciel esta en la sede ¿no se llevaban bien acaso?>> pensó confundida y algo pensativa.
- No se que habrá ocurrido ni voy a preguntar por detalles, pero... ¿no es solucionarle? Lo de tus compañeros y tu quiero decir, pro que se que mayormente todos lo de Maciel están en la sede, aunque solo hablé con algunos- no preguntaba detalles, muchas cosas que ocurrían en la cosechas pues se quedaban en las cosechas, las convivencias podían acabar siendo buenas o malas y era muy difícil llevarse bien con todo el mundo, sino imposible. Ella había tenido suerte con su grupo de torreón y aun así hubo diferencias.
Ante el comentario de Arcan sobre que estaba prendiendo magia de Isis y también combate , de forma tan rápida se intereso un poco.
-¿Quien es tu maestra de combate? Tal vez la conozco. ¿Esta en el ejercito? -pregunto curiosa ante de reírse ante el comentario de Sekk. Dama Isis como maestra de magia, tenia que ser como poco interesante y obnubilante, se preguntaba seriamente como era capaz de centrarse con el encanto de la veela siempre presente aunque bajase sus dones. Samika daba gracias de ser medio ciega o se la pasaría como besuco todo el día siempre que estaba con Dama Isis, como seguramente le ocurría casi todo el que se topaba con ella de primera y le golpeaba ya fuese el canto de veela o el simple aspecto de la frivy.
-Ey, tu caso era un poquito especial Sekk, no cuenta. Era preferible la tranquilidad y la paz ceremonial en tu caso...a cualquier cosa.- dijo Samika con humor, pues sabia que lo berserkers durante sus inicios de trasformación era como bombas de cuentas atrás con mechas muy, pero que muy cortisimas-¿Te imaginas la cantidad de reparaciones que habríamos tenido que hacer?Y ya no solo de edificios, de huesos rotos también...como poco.- no dudaba que aun podría ocurrir eso si sekk realmente se enfadaba en serio, peor era diferente del comienzo, ahora se le podía hablar, sin que estallase, al principio hasta eso era costoso. Pasaba de 0 a 100 relativamente rápido.
-Yo tampoco soy un buen ejemplo de joven que descansa- bromeo ella juguetona ante su comentario- Que prácticamente fue transformarme y empezar a ver que podía hacer para iniciar con el entrenamiento para mis pruebas del ejercito – dijo sonriendo por un momento, aunque su sonrisa se terminó tambaleando un poco al final. Bajo la mirada tomando un trago, recordando repentinamente quien había sido quien había realizado su prueba. Había sido un encuentre breve y claramente formal, pero no dejaba de ser un poco extraño- Fue Silente quien me realizó la prueba, incluso le abrace en mi arranque de alegría por haber aprobado...pobre, que susto se dio- añadió casi como un recordatorio en voz alta pensativa, pero al notar que sonaba un poco cabizbaja de la nada, sonrió ligeramente, recordando las ultimas palabras de Sekk para volver a unirse a la conversación y cambiar de tema- Pero Sekk tiene razón, no tengas miedo de chupar del bote...algunos es que somos unos intensitos, que no podemos estarnos quietos. -. añadió encogiendo ligeramente de hombros, moviendo un poco sus alas para replegarlas mejor contra ella y no estorbase.
Distraída, observo la borrosa y enorme figura de Pollo comiendo tranquilamente, lo vio medio moverse inquieto peor inicialmente no le dio importancia. Hasta que empezó a escuchar sus uñas dar inquietos movimientos sobre el suelo, a pocos pasos de ellos. Samika frunció el ceño, retrocediendo sin ver lo que ocurría.
-Wow...- dijo cuando uno d e los movimientos bruscos de Pollo que parecia andar enrabietado con parpadeo sorprendida cuando de la anda el ave, harta levanto el vuelto, levantando un ventolera contra ellos, que levanto incluso piedrecitas del suelo de la bahía en todas dirección. Samika bufo sacudiéndose estas del pelo-¿Que acaba de pasarle? Estaba comiendo súper tranquilo...¿algo le ataco que no pude ver? -pregunto frunciendo el ceño, extrañada usando su ecolocalizacion con un chasqueo pero no viendo nada, ni insecto ni nada que pudiera haber estado incordiando a Pollo. No estaba entendiendo nada.
Ademas otra cosa que había ocurrido con el repentino alzar de vuelo de Pollo y el viento que levantó al hacerlo, fue que parte de la comida que llevaban en la bandeja quedara desparrama sobre el suelo, el mantel y parte de su vestido. Parte de la falda se había ensuciado de salsa. Samika soltó un suspiro exasperada.
-¡Bien, me rindo! Estaba sentenciado que este día este vestido se iba a ensuciar, era su destino -comentó entre exasperada y con ganas de reírse tontamente mientras quitaba los restos de comida de la ropa, ya para que sulfurarse había sido un accidente, esperaba que al menos luego de limpiarlo o pedirle alguien usar magia no quedase ninguna mancha por la tela era especialmente delicada. El alcohol también ayudaba bastante a tomarse las cosas con cierto humor, con el mejor humor posible. Tomo otro largo trago de su botella, perezosamente dejando la botella sobre el mantel antes de levantarse- Supongo que hasta aquí llega el ir bien vestida, estaba intentando exprimir el máximo tiempo posible de lucir guapa y medio elegante, pero ya da igual...ya puedes quitarme la levitación Arcan, gracias -dijo sonriendo en la dirección del borroso cuerpo del nublino. Dicho eso, lleno su dedos a su nuca allá donde tenia el tatuaje con la runa de vestir y pronuncio apenas por lo bajo la palabras para activarla.
El traje de azul cayo con un suave ruido sordo a sus pies, siendo sustituido por una sencillas botas negras de hebillas, que poseía magia en la plantas para ser usadas de ventosas cuando lo necesitaba, pantalones negros largos ajustable al cuerpo de la evaki y sus movimientos. Y un croptop que se amarraba al cuello de color azul, que dejaba sus brazos y omoplatos descubiertos así como parte de su vientre, con los abdominales ligeramente marcados por el ejercicio. Una vez cambiada de ropa, se estiro perezosamente, mas cómoda con su ropa habitual de vestir, soltó un suave suspiro de satisfacción. Mucho mejor así, llevar vestidos en general no era muy común en ella, aunque le gustasen.
–Bien, cenicienta volvió a su ropas de sirvienta, bastante antes de la medianoche. Que aguante aquí hasta medianoche ya si es mas dudable...mi tolerancia al alcohol no es excesiva, así que hasta donde pueda sin ir causando molestias a nadie- sonrió entretenida agachándose a recoger su vestido del suelo para doblarlo bien y dejarlo junto a sus tacones, tomando seguidamente botella para darle otro trago, teniendo mas que clarisimo que ambos no tendría idea de lo que hablaba pero no dándole mucha importancia.
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Evelhan Kaw
No pudo evitar reírse un poco ante su queja cuando dijo que sino el no era también su amigo, porque evidentemente lo era, pero era un poco diferente- Al fin de cuentas con sus amigos el no hacia esas cosas que si hacia con Zmey. Así que era otra clase de amigo, o algo así.
-Eres un amigo importante pero de una forma diferente a Sura, Heraldo, Onyx o cualquiera de los demás de mi cosecha -explico el brughou sacando le la lengua infantilmente. Pero tal vez por lo demás Zmey tuviese razón ¿donde mas que esa ciudad que apenas iba a resurgir de nuevo tras todo lo ocurrido, para planes locos y descabellados? Y el suyo ni siquiera era tan loco, difícil y complicado de realizar si, pero con esfuerzo, mucho estudio y dedicación estaba seguro podría conseguirlo. Ademas recibiría ayuda.
Por ello no pudo mas que alegrarse cuando Zmey acepto en ayudarle con los dibujos para el edificio que le gustaría arreglar mas adelante, dos cabezas pensaban mas que una y también cuarto menos trabajaban mas que solo dos. Estaba seguro que se le ocurrían cosas geniales, Zmey tenía mucha imaginación en realidad.
En cuanto al dinero también dudaba, si, no le hacia mucha gracia eso de endeudarse desde el principio sin saber a ciencia cierta si le iría bien sus planes y el negocio en si. Seria como ponerse una soga al cuello y no le apetecía para nada morirse de nuevo y esta vez si, definitivamente. La idea de Zmey de buscarse un trabajillo para ahorrar le aprecio definitivamente mucho mejor. <<¿Pero donde podría ganar un sueldo decente? Tengo algunos ahorros pero no demasiado y me gustaría empezar con la remodelacion para mediados de la próxima cosecha si los primeros encargos empiezan a funcionar.>> pensó aun dándole vueltas. Iba a tener que buscar un poco la ciudad para ver que podría encontrar, sino tendría que volver a trabajar en el granero temporalmente.
Se encontraba aun dándole vueltas a eso, viendo que podría hacer cuando la repentina exclamación e Zmey le sobresalto y con sorpresa miro hacia el cielo, viendo con ojos brillantes de asombro como el cielo empezaba a llenarse de luces que formaban la apariencia de Silente y de Doce puntos. Ver aquel tributo a aquellos que cayeron le sorprendió. Era bonito y triste al mismo tiempo. Pues el también tenia caídos que lamentar incluso si ya había llorado por ellos, seguían siendo personas queridas que ya no estaban.
Recordó el llanto de Sura tiempo atrás por Marsi. Se mordió el labio inferior, viendo como Zmey lanzaba sus conjuros pirotécnicos con maestría, creado dragones de luces en el cielo. Un nuevo comienzo, un nuevo futuro en la ciudad. <<También eres un héroe >> pensó en un murmullo y con esfuerzo, se concentro lanzando un centenar de luces al cielo que formaron lentamente la forma de un grifo con cabeza de lechuza, que se encontraba montada por una jineta con cabeza, con puntiagudas orejas que adivinaban su condición y uno rasgos reconocibles para quienes la conocieron antes de convertirse.
Marsi, tal cual al recordaba antes de que la Luna la convirtiera, pocos sabrían como lucia en ese entonces. Y entre esos pocos estaban sus amigos.
Era también para Evelhan su tributo y también, su despedida final. Porque iniciaba algo nuevo, la recordaría siempre, pero tenia que definitivamente terminarla de despedir como una héroe mas de aquella ciudad. Tras eso, sonrió levemente medio apoyándose en Zmey para terminar de admirar el cielo plagado de luces.
- InvitadoInvitado
Re: Bahía de los Naufragios
07/05/19, 01:37 am
Vanyme no pudo evitar reírse con la salida de Eitne. Era demasiada inocencia de golpe, empezaba a dolerle el corazón, y por su expresión Wheem parecía estar sintiendo algo parecido.
-Por desgracia las flores que controlo no dan frutos pero sí que puedo hacerlas crecer -respondió el brujo volviendo a la conversación con los sinhadres. Les regaló las flores, no sin antes congelarlas en ese estado para evitar un disgusto -Y tu transformación suena a que es una pasada, buscaré algo más de información, si no te molesta, pero si vas a correr por el agua te aconsejo que lo hagas en algún mundo vinculado con menos monstruos o que le pidas a tu mitad brujil que te llene de protecciones.
En opinión de Wheem era tedioso tener mar en la ciudad y no poder disfrutarlo sin blindarse o establecer un perímetro seguro con magia.
El mini brujo consiguió más o menos que su dominio dejase de liarla y volvió pidiendo ayuda. Wheem se rascó la nuca.
- Mejor que les des órdenes sencillas que no puedan malinterpretar y si no las estás usando puedes mandarlas de vuelta a su plano. Aunque yo no soy ningún experto en esto, a lo mejor deberías buscar en la biblioteca algún manual…
No cayó en que los manuales debían haberlos trasladado a la nueva torre de hechicería y de todas formas no habría podido corregirse pues los improvisados fuegos artificiales acapararon la atención de ambos prostitutos. El varmano no era muy aficionado a ese tipo de sensiblería pero no iba a arruinarles la ilusión a Vanyme y los novatos. En esas vio a Jau cargando un equipo de música modificado y cómo les hacía señas.
-Será mejor que volvamos con nuestro grupo. Ha sido un placer conoceros a todos. No os metáis en líos antes de venir a vernos.
Acordaron la fecha y la hora de la cita y se despidieron. A ellos aún les quedaba fiesta por delante.
**
-Por desgracia las flores que controlo no dan frutos pero sí que puedo hacerlas crecer -respondió el brujo volviendo a la conversación con los sinhadres. Les regaló las flores, no sin antes congelarlas en ese estado para evitar un disgusto -Y tu transformación suena a que es una pasada, buscaré algo más de información, si no te molesta, pero si vas a correr por el agua te aconsejo que lo hagas en algún mundo vinculado con menos monstruos o que le pidas a tu mitad brujil que te llene de protecciones.
En opinión de Wheem era tedioso tener mar en la ciudad y no poder disfrutarlo sin blindarse o establecer un perímetro seguro con magia.
El mini brujo consiguió más o menos que su dominio dejase de liarla y volvió pidiendo ayuda. Wheem se rascó la nuca.
- Mejor que les des órdenes sencillas que no puedan malinterpretar y si no las estás usando puedes mandarlas de vuelta a su plano. Aunque yo no soy ningún experto en esto, a lo mejor deberías buscar en la biblioteca algún manual…
No cayó en que los manuales debían haberlos trasladado a la nueva torre de hechicería y de todas formas no habría podido corregirse pues los improvisados fuegos artificiales acapararon la atención de ambos prostitutos. El varmano no era muy aficionado a ese tipo de sensiblería pero no iba a arruinarles la ilusión a Vanyme y los novatos. En esas vio a Jau cargando un equipo de música modificado y cómo les hacía señas.
-Será mejor que volvamos con nuestro grupo. Ha sido un placer conoceros a todos. No os metáis en líos antes de venir a vernos.
Acordaron la fecha y la hora de la cita y se despidieron. A ellos aún les quedaba fiesta por delante.
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- Dama Isis x Jace (+18):
- Dama Isis quería cerrar los ojos y dejarse llevar por las caricias pero no podía no mirar el torso de Jace. Ver sus músculos contrayéndose y flexionándose bajo su piel mientras se desprendía de la camisa era hipnótico y le hacían anotar mentalmente todos los sitios en los que le besaría cuando recuperase el control.
Aunque, quién diría que había perdido el control en algún momento. El dullahan se arrodilló ante ella y le quitó el tanga con un poco de su ayuda. La poca tela que tenía estaba húmeda, y de hecho un par de gotas tímidas de flujo caían por el inicio de las nalgas de la frivy. Jace se había quedado allí, colocado entre sus piernas, como un perrito obediente. Isis se mordió el labio inferior con deleite, saboreando el momento de tensión.
-Es que eres todo un caballero -respondió con una pequeña risa. Le ponía que pidiera permiso. -Sigue -ordenó una vez más.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Bahía de los Naufragios
07/05/19, 02:58 pm
Sura bebía de su copa cuando Gran Colmillo le dio un golpe en el brazo, éste le hizo una seña para que mirase al cielo.
La naga contempló los fuegos artificiales con alegría preguntándose quién sería el responsable. Las figuras resultantes de luces le eran conocidas por supuesto, a Doce Punto lo había visto varias veces y con Silente había tratado en persona. El tributo a los caídos le puso algo melancólica.
La aparición de los dragones de fuego le impresionaron, claramente debían ser obra de algún piromante. Pero lo que la pilló por sorpresa y rompió sus defensas fue la visión de Marsi en el cielo, subida sobre Cárabo con la cabeza aún en su sitio. Supo de forma instantánea que tenía que tratarse de alguno de sus compañeros de cosecha, poca gente más la había conocido con la cabeza sobre los hombros.
-Quizá vaya siendo hora... - dijo con voz entrecortada y los ojos húmedos.
-¿Qué? - preguntó el licántropo, curioso. Le sorprendía ver a la naga tan vulnerable, hasta ahora siempre había visto su lado duro.
-Quizá sea hora de que por fin adopte otro nombre - respondió distraída.- Todos mis compañeros de cosecha lo han hecho.
Aquello podía ser una buena excusa pero no era toda la verdad. La verdad era que necesitaba pasar página y un cambio de nombre podía ayudar con ello. Pero toda la verdad era que el dique de contención había recibido un mazazo que disparaba grietas por toda su superficie. Quizá fuera hora de terminar de demolerlo.
La naga contempló los fuegos artificiales con alegría preguntándose quién sería el responsable. Las figuras resultantes de luces le eran conocidas por supuesto, a Doce Punto lo había visto varias veces y con Silente había tratado en persona. El tributo a los caídos le puso algo melancólica.
La aparición de los dragones de fuego le impresionaron, claramente debían ser obra de algún piromante. Pero lo que la pilló por sorpresa y rompió sus defensas fue la visión de Marsi en el cielo, subida sobre Cárabo con la cabeza aún en su sitio. Supo de forma instantánea que tenía que tratarse de alguno de sus compañeros de cosecha, poca gente más la había conocido con la cabeza sobre los hombros.
-Quizá vaya siendo hora... - dijo con voz entrecortada y los ojos húmedos.
-¿Qué? - preguntó el licántropo, curioso. Le sorprendía ver a la naga tan vulnerable, hasta ahora siempre había visto su lado duro.
-Quizá sea hora de que por fin adopte otro nombre - respondió distraída.- Todos mis compañeros de cosecha lo han hecho.
Aquello podía ser una buena excusa pero no era toda la verdad. La verdad era que necesitaba pasar página y un cambio de nombre podía ayudar con ello. Pero toda la verdad era que el dique de contención había recibido un mazazo que disparaba grietas por toda su superficie. Quizá fuera hora de terminar de demolerlo.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Bahía de los Naufragios
07/05/19, 11:59 pm
Milo:
Milo observó incrédulo a sus amigos, abriendo y cerrando la boca como un pez fuera del agua ante el aluvión de carcajadas. «¿Pero de que cojones van?» se preguntó, pues no solo no se estaban tomando en serio sus respuestas, sino que además continuaban picándole y pinchándole con el tema. Si hubiera sabido que el alcohol les iba a poner tan insoportables les habría vaciado la botella sobre la cabeza antes de que tuvieran oportunidad de bebérsela.
—¡Que yo no veo porno de bichos, joder! —les contestó en voz muy alta, revolviéndose bajo el brazo de Rox con cara de malas pulgas y expresión abochornada a partes iguales—. No hay nada que confesar y yo no me estoy haciendo el digno —bufó, apartando la mirada de sus compañeros para no darles el gusto de ver su expresión de incomodidad.
Los repentinos fuegos artificiales que estallaron en el cielo, sin embargo, atraparon la atención del trío y durante unos instantes se olvidaron del tema de los insectos. El brujo no reconoció a ninguna de las figuras que se encieron en el aire, aunque el detalle de que una de ellas pertenecía al cosechador del cambiante no se le escapó, pero cuando aparecieron los dragones llameantes aplaudió a rabiar como el que más.
—Nunca había visto algo así en persona... —comentó a nadie en particular, observando con asombro casi infantil el espectáculo de luces. «Ojalá se pudiera oler la pólvora... » pensó, recordando la descripción de la pirotecnia que había leído en alguna parte mientras olfateaba el aire sin mucho éxito.
La tranquilidad del brujo no duró demasiado, pues el medio australiano volvió a sacar el condenado tema de los gustos raros, y la bola de cobre de Milo se agitó junto a su cabeza en un claro reflejo de su malestar.
—Pues bien por ti, Rox, pero a mi no me gustan los bichos de esa forma —le respondió abochornado de nuevo—. Ni escarabajos, ni polillas, ni hostias en vinagre, así que no insistáis o me vuelvo con los enanos y os quedáis solos. —les amenazó a los dos, negando con la cabeza con vehemencia aunque en el fondo no estuviera hablando en serio.
El norteño no quería mirar alrededor y ver las expresiones de extrañeza de la gente tras el follón que habían armado, así que se limitó a observar las luces de colores y las llamaradas que surcaban el cielo como si la cosa no fuera con él. Incluso con aquella encerrona por parte de sus amigos estaba siendo una fiesta estupenda, algo que recordarían con verdadera alegría después de tantos malos tragos durante la cosecha y sus primeras semanas de transformados, así que esbozó una sonrisa más relajada y se prometió no picarse más por aquella chorrada.
—Yo aún tengo hambre y vosotros deberías comer algo también... ¿volvemos a la mesa? —preguntó. «Y con suerte se os baja un poco el pedo» rogó en su fuero interno, cruzando los dedos para que le hicieran caso y no volvieran a irse por las ramas.
Milo observó incrédulo a sus amigos, abriendo y cerrando la boca como un pez fuera del agua ante el aluvión de carcajadas. «¿Pero de que cojones van?» se preguntó, pues no solo no se estaban tomando en serio sus respuestas, sino que además continuaban picándole y pinchándole con el tema. Si hubiera sabido que el alcohol les iba a poner tan insoportables les habría vaciado la botella sobre la cabeza antes de que tuvieran oportunidad de bebérsela.
—¡Que yo no veo porno de bichos, joder! —les contestó en voz muy alta, revolviéndose bajo el brazo de Rox con cara de malas pulgas y expresión abochornada a partes iguales—. No hay nada que confesar y yo no me estoy haciendo el digno —bufó, apartando la mirada de sus compañeros para no darles el gusto de ver su expresión de incomodidad.
Los repentinos fuegos artificiales que estallaron en el cielo, sin embargo, atraparon la atención del trío y durante unos instantes se olvidaron del tema de los insectos. El brujo no reconoció a ninguna de las figuras que se encieron en el aire, aunque el detalle de que una de ellas pertenecía al cosechador del cambiante no se le escapó, pero cuando aparecieron los dragones llameantes aplaudió a rabiar como el que más.
—Nunca había visto algo así en persona... —comentó a nadie en particular, observando con asombro casi infantil el espectáculo de luces. «Ojalá se pudiera oler la pólvora... » pensó, recordando la descripción de la pirotecnia que había leído en alguna parte mientras olfateaba el aire sin mucho éxito.
La tranquilidad del brujo no duró demasiado, pues el medio australiano volvió a sacar el condenado tema de los gustos raros, y la bola de cobre de Milo se agitó junto a su cabeza en un claro reflejo de su malestar.
—Pues bien por ti, Rox, pero a mi no me gustan los bichos de esa forma —le respondió abochornado de nuevo—. Ni escarabajos, ni polillas, ni hostias en vinagre, así que no insistáis o me vuelvo con los enanos y os quedáis solos. —les amenazó a los dos, negando con la cabeza con vehemencia aunque en el fondo no estuviera hablando en serio.
El norteño no quería mirar alrededor y ver las expresiones de extrañeza de la gente tras el follón que habían armado, así que se limitó a observar las luces de colores y las llamaradas que surcaban el cielo como si la cosa no fuera con él. Incluso con aquella encerrona por parte de sus amigos estaba siendo una fiesta estupenda, algo que recordarían con verdadera alegría después de tantos malos tragos durante la cosecha y sus primeras semanas de transformados, así que esbozó una sonrisa más relajada y se prometió no picarse más por aquella chorrada.
—Yo aún tengo hambre y vosotros deberías comer algo también... ¿volvemos a la mesa? —preguntó. «Y con suerte se os baja un poco el pedo» rogó en su fuero interno, cruzando los dedos para que le hicieran caso y no volvieran a irse por las ramas.
- InvitadoInvitado
Re: Bahía de los Naufragios
14/05/19, 01:06 am
-¿Eh, ese era tu cosechador?
Rena entrecerró los ojos como si le costase distinguir la cara del demiurgo entre las luces. Desde luego parecía el tipo raro que le habían descrito los humanos de su grupo, aunque su cabeza en ese momento no dama para entender qué hacía ahí.
Hizo una mueca ante el comentario no tan discreto de Rox y dijo que ella era una persona perfectamente normal con gustos normales y que se fueran por ahí a hablar de sus fetiches raros. Por supuesto hizo caso omiso a las quejas de Milo. Al principio.
-Va, Milo, no te enfades con nosotros que estamos de coña -dijo, y como si con eso lo arreglara todo le dio medio abrazo de oso a su amigo (aunque en realidad era porque se notaba inestable y quería aferrarse a algo) -Podemos volver si quieres pero no me hables de comer. Me encuentro super mal de pronto.
Una vez pasado el ataque de tontería la irrense era consciente de lo mucho que se movía todo a su alrededor y del hormigueo desagradable que le recorría todo el cuerpo. De pronto tenía ganas de tumbarse en una esquina y dormir una semana por lo menos.
De vuelta al grupo los desconocidos se habían marchado ya. No parecía haber ocurrido ninguna desgracia, lo cual era bueno. Rena aguantó lo que pudo en deferencia a sus amigos hasta que su cuerpo dijo basta y llegó el momento de ponerse insoportable y pedir que volvieran al refugio.
**
Zmey programó recorridos en sus dragones y los dejó dando vueltas en el cielo hasta que se consumiera el hechizo. Miró a su alrededor para ver las reacciones del público y sonrió satisfecho.
Para su sorpresa Evelhan se unió también al juego de luces, pero con algo mucho más personal. El piromante sintió un pinchazo en el estómago al reconocer, aún con cabeza, a dama Estribo, la compañera que el brugho había perdido hacía poco. Aguardó a que el daeliciano tuviera las manos libres para tomarlas entre las suyas, apretando con firmeza para transmitirle… ¿para transmitirle qué? ¿Fuerza? ¿Ánimo? Puede que simplemente que le importaba.
-¿Quieres que vayamos a por más dulces? -ofreció. Lo dijo casi en un susurro, un poco temeroso de estropear el momento. -Si quieres luego podemos dar una vuelta.
Recogieron los vasos y volvieron a la muchedumbre para repostar, y luego a perderse en la noche y en las luces de sus nuevas estrellas.
Rena entrecerró los ojos como si le costase distinguir la cara del demiurgo entre las luces. Desde luego parecía el tipo raro que le habían descrito los humanos de su grupo, aunque su cabeza en ese momento no dama para entender qué hacía ahí.
Hizo una mueca ante el comentario no tan discreto de Rox y dijo que ella era una persona perfectamente normal con gustos normales y que se fueran por ahí a hablar de sus fetiches raros. Por supuesto hizo caso omiso a las quejas de Milo. Al principio.
-Va, Milo, no te enfades con nosotros que estamos de coña -dijo, y como si con eso lo arreglara todo le dio medio abrazo de oso a su amigo (aunque en realidad era porque se notaba inestable y quería aferrarse a algo) -Podemos volver si quieres pero no me hables de comer. Me encuentro super mal de pronto.
Una vez pasado el ataque de tontería la irrense era consciente de lo mucho que se movía todo a su alrededor y del hormigueo desagradable que le recorría todo el cuerpo. De pronto tenía ganas de tumbarse en una esquina y dormir una semana por lo menos.
De vuelta al grupo los desconocidos se habían marchado ya. No parecía haber ocurrido ninguna desgracia, lo cual era bueno. Rena aguantó lo que pudo en deferencia a sus amigos hasta que su cuerpo dijo basta y llegó el momento de ponerse insoportable y pedir que volvieran al refugio.
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Zmey programó recorridos en sus dragones y los dejó dando vueltas en el cielo hasta que se consumiera el hechizo. Miró a su alrededor para ver las reacciones del público y sonrió satisfecho.
Para su sorpresa Evelhan se unió también al juego de luces, pero con algo mucho más personal. El piromante sintió un pinchazo en el estómago al reconocer, aún con cabeza, a dama Estribo, la compañera que el brugho había perdido hacía poco. Aguardó a que el daeliciano tuviera las manos libres para tomarlas entre las suyas, apretando con firmeza para transmitirle… ¿para transmitirle qué? ¿Fuerza? ¿Ánimo? Puede que simplemente que le importaba.
-¿Quieres que vayamos a por más dulces? -ofreció. Lo dijo casi en un susurro, un poco temeroso de estropear el momento. -Si quieres luego podemos dar una vuelta.
Recogieron los vasos y volvieron a la muchedumbre para repostar, y luego a perderse en la noche y en las luces de sus nuevas estrellas.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Bahía de los Naufragios
16/05/19, 05:05 pm
Rox no esperaba esa reacción, al menos no exactamente. Se había confiado demasiado en que el pique se quedase solo en eso, un pique divertido, así que cuando vio el enfado en los ojos del irrense toda su seguridad se tambaleó. Un creciente nudo se alojó en su garganta, avergonzado de sí mismo por haber empujado los límites del chico. Los comentarios de la peliverde suavizaron la cosa y le sacaron otra risa, pero por dentro el cambiante seguía descolocado, con una punzada asfixiante en el pecho.
—Eso es tío, que solo era una broma —con un suspiro se separó del Milo para dejar que Rena le abrazase, mirando unos instantes al cielo con cada vez más gente desconocida en él. Esta vez a penas se fijó en el rostro de su cosechador, pero le dio la impresión de que se reía de él por bocazas; “¡has cabreado a tu crush!, ¡JA! ¡Gilipollas!”. Eso o el vodka estaba golpeándole la sesera.
Puede que bebido no pensase mucho en sus acciones y palabras, pero sí que lo hacía para analizar el doble todo lo que otros tuvieran que decirle, influenciable. No podía no darle vueltas de más a aquella frase de Milo, en lo contundente que le había sonado, leyendo sentidos que realmente no estaban allí, creciendo en sus hipótesis y sus paranoias.
«”Pues muy bien por ti, Rox”» le imitó mentalmente con sarcasmo y amargura. «Fijo que tampoco le gusto yo» pensó fugazmente, muy certero en sus extrañas hilaciones. La simple idea de gustarle le aceleró, dio un vuelco a su estómago y le instó a seguir excusándose, como si él mismo (muy en el fondo) se diese cuenta de que aquel punto no tenía relación aparente: «Que coño digo, soy un puto alien, al menos esos bichos son medio irrenses. Fijo es otro heterito convencional. No te flipes.»
Era normal que tuviera esas dudas... no tanto sacarlas porque al moreno no le gustase su equivalente del porno furry. En esos momentos el rubio tenía la sutileza de un canguro sobre hielo, y aunque trataba de disimular su repentina bajada de ánimos y estuviera lejos de estar borracho como para ponerse extra sentimental, su incomodidad era evidente. Trató de seguir bromeando pero era obvio que parte de su buen humor y pavo se habían evaporado, dejando solo a un muchacho cansado y el resquemor de su garganta. Picoteó sin hambre unas patatas de la mesa y, tras robar un arsenal de magdalenas daelicianas para llevárselas al torreón, insistió junto a Rena cual crío a la hora de volver a casa. ¿Que iban a ir al burdel de visita? Le parecía de puta madre, ahora solo quería una cama.
—Eso es tío, que solo era una broma —con un suspiro se separó del Milo para dejar que Rena le abrazase, mirando unos instantes al cielo con cada vez más gente desconocida en él. Esta vez a penas se fijó en el rostro de su cosechador, pero le dio la impresión de que se reía de él por bocazas; “¡has cabreado a tu crush!, ¡JA! ¡Gilipollas!”. Eso o el vodka estaba golpeándole la sesera.
Puede que bebido no pensase mucho en sus acciones y palabras, pero sí que lo hacía para analizar el doble todo lo que otros tuvieran que decirle, influenciable. No podía no darle vueltas de más a aquella frase de Milo, en lo contundente que le había sonado, leyendo sentidos que realmente no estaban allí, creciendo en sus hipótesis y sus paranoias.
«”Pues muy bien por ti, Rox”» le imitó mentalmente con sarcasmo y amargura. «Fijo que tampoco le gusto yo» pensó fugazmente, muy certero en sus extrañas hilaciones. La simple idea de gustarle le aceleró, dio un vuelco a su estómago y le instó a seguir excusándose, como si él mismo (muy en el fondo) se diese cuenta de que aquel punto no tenía relación aparente: «Que coño digo, soy un puto alien, al menos esos bichos son medio irrenses. Fijo es otro heterito convencional. No te flipes.»
Era normal que tuviera esas dudas... no tanto sacarlas porque al moreno no le gustase su equivalente del porno furry. En esos momentos el rubio tenía la sutileza de un canguro sobre hielo, y aunque trataba de disimular su repentina bajada de ánimos y estuviera lejos de estar borracho como para ponerse extra sentimental, su incomodidad era evidente. Trató de seguir bromeando pero era obvio que parte de su buen humor y pavo se habían evaporado, dejando solo a un muchacho cansado y el resquemor de su garganta. Picoteó sin hambre unas patatas de la mesa y, tras robar un arsenal de magdalenas daelicianas para llevárselas al torreón, insistió junto a Rena cual crío a la hora de volver a casa. ¿Que iban a ir al burdel de visita? Le parecía de puta madre, ahora solo quería una cama.
- Dama Isis x Jace (+18):
El neoyorquino no creía ser como un perrito obediente aunque lo estuviera siendo sin darse cuenta. Acataba las órdenes de la chica no solo por complacerla, sino por demostrarse bueno en ello. Si algo disfrutaba era una “pelea” por el liderazgo, aunque no demostrase rebeldía en aquellos momentos.
«Ya, bueno. Eso siempre.»
En realidad la delicadez del dullahan se estaba agotando. Sabía tener paciencia y disfrutar de los preeliminares, pero eran demasiados los estímulos y detalles que hacían que se impacientase más de lo habitual. El furor de hacerlo en un sitio al aire libre con apenas unas rocas para esconderlos del gentío, la posibilidad de ser pillados, que aún llevaba los pantalones puestos, que la chica en cuestión fuera Twix. El corazón le rebotaba en el pecho como un martillo y los gestos de sus manos eran bruscos. Tuvo que hacer un sobre esfuerzo al volcar el sirope entre las piernas de la veela lentamente, sabiendo que, en su estado, era cuestión de un mal giro de muñeca para liarla bestia. Por suerte el líquido cayó despacio y no se desparramó por donde no debía, aunque la imagen ante él no mejoraba sus ansias. La chica podría notar la tensión del dullahan cuando este puso ambas manos sobre sus muslos, separándolos para hacerse espacio. Solidificó el humo a cuanto pudo y procedió a llevarse el dulce de la entrada de la frivy, acariciando inevitablemente esta en el proceso. La mezcla de sabores era algo a lo que podía acostumbrarse, mas los latidos de su pecho y su creciente desesperación hacían de aquello un trabajo arduo. Siguió “lamiendo” un rato más aún cuando se quedó sin sirope, apartando una de sus manos para llevarla a su propio miembro. Empezaba a necesitar un poco de atención.
- ♪♫♬:
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.Personajes :- Spoiler:
Armas :- Spoiler:
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
- Dama Abrazos: Mandobles y manguales gigantes duales, balas cañon.
- Nery´s: Beyesha infinita. Esto que no sabe ni que es.
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
Status : Cazador de la luna de sangre.
Humor : JAJAJAJAJA *se marcha riéndose*
Re: Bahía de los Naufragios
16/05/19, 10:33 pm
-Suspiró relajando el cuerpo ante la respuesta del berserker. -Menos mal anda. -Las maldiciones hacia el pájaro le parecieron de lo más normales, más suponiendo que lo aguantaría más veces que solo aquí. -Secundo lo de la colleja.
A qué clase de tío se está tirando mi jefa... Pobre hombre.
Extendió la manta para hacer un lugar donde sentarse y dejó las bebidas en el medio y sus ropas donde él se sentara. No hacía gestos para dirigir aquello, simplemente formaba un espacio en su cabeza y movía los objetos en este. Al sentarse y coger una de las botellas de lo que había tomado antes Samika preguntó. Arcan apartó la mirada de ella para centrarse en su botella y cuando empezó a hablar para contestarle su tono era algo parecido al cansancio o la derrota segura, se arrastraba pero permanecía firme. -No lo creo, ha... ha sido mucho tiempo de convivencia frustrante, la gente como yo no... -Cortó la explicación. Porque fuys iba siquiera a explicarle a aquellas dos personas todo aquello, ni siquiera los conocía apenas, no iba a empezar a cargar sus problemas por ahí en nadie a estas alturas. Se llevó la botella y tomó un buen trago, el dulzor del moscato llenó su garganta y arrastró todo intento de cargarle aquello a alguien con él. -Es complicado. -Declaró firmemente sin más. Poco a poco, sin que el nublino se diese cuenta, el alcohol empezaba a subirle, mitigado en parte gracias a su nuevo estomago.
-Surásara, y sí, está en el ejército. Es muy estricta pero estoy aprendiendo mucho gracias a ella y a su otra discípula, Garra. -Le respondió a Samika. -Parecía contenta de estar hablando con alguien así que no he ido a saludarla por no interrumpir.
-Ah, no, Isis no nos enseña, nos pide que aprendamos las cosas y ya, y si son cosas de diseño o estilos que no encontraríamos en la biblioteca o por aquí nos las da, pero nada más. Me ha sido útil en el sentido de que a veces es un desafío que me obliga a aprender y que es más fácil buscar cada cual sus hechizos y luego compartirlos que ir yo solo a la biblioteca a mirar. -Normalmente se hubiera reído sin más y ni hubiera contestado a lo de Isis pero el alcohol le estaba empezando a tirar de la lengua y sacando un poco sus emociones. Se ruborizó un poco ante el silbido, suerte que el pelaje lo tapaba, y se le coló una sonrisilla tonta, más por orgullo propio de ser alagado que por vergüenza a ello. Les escuchó bromear sobre el inicio y chupar del bote y no pudo si no reír con ellos, una risa más tranquila y cómoda, mientras seguía bebiendo y picoteando un poco. Aunque la declaración de que conocía algo uno de los fallecidos bajó un poco el humor quería que por una vez todo fuera alegre en lo que se pudiese, pasarlo bien.
-Nah, no es que no quiera aprovecharme, es que como bien ha dicho Samika no me puedo quedar quieto. Llevó toda la vida siendo un nómada currante y supongo que no se vivir de otra manera, sin más, por mucho que nos lo merezcamos. -Dijo esto último alzando la botella hacia Sekk para indicar que estaba completamente de acuerdo con él casi como si propusiera un brindis.
No estaba prestando mucha atención a Pollo hasta que se fijó en que parecía estar peleando contra unas manos del suelo, el dominio de Guille.
Ay madre...
Antes de que pudiera hacer nada Pollo se cansó y alzó el vuelo llenándolos a ellos de conchas y cristales.
-Han sido las pediculares de Guille, uno de los pequeños de letargo.... -Se sacudía, los restos según hablaba en tono cansado. -Un niño con un dominio vivo no es la mejor de las combinaciones y encima estas son bastante molestas. -Escuchó la queja de ella y se quedó mirándola mientras sucedía todo. -Oh, mierda. -Dijo mientras una pequeña risilla se le escapaba. Por algún motivo absurdo eso le estaba haciendo gracia. -Dicho y hecho. -Y Samika descendió muy suavemente lo poco que levitaba del suelo y se deshizo su levitación al estar bien asentada. Por un momento cuando el vestido comenzó a caer el rapiña se tensó y abrió completamente los ojos a punto de darle un ataque al corazón, pero por suerte la otra ropa ya estaba ahí gracias a una runa de equipo. Suspiró mentalmente y relajó la postura. -Si eso son ropas de sirvienta entonces yo voy vestido de esclavo. -Respondió de manera alegre intentando alejar el nerviosismo. -Estás estupenda igual. -Sentenció de manera serena. Poco a poco se estaba soltando por culpa del alcohol. -Agh, con este cuerpo a veces pienso que solo me quedaría bien andar sin camisa por ahí, que enviiidia. -No haber comido y que ya no hubiera para picar solo empeoraba el asunto.
-Aunque por cierto Samika, trae el vestido que te lo limpio yo. Que soy un mago. -Puso un enfasís ridículo en la palabra. -Y sí despues de un mes con Isis no hubiera aprendido a quitar manchas de manera perfecta probablemente estaría fuerísima del negocio.
A qué clase de tío se está tirando mi jefa... Pobre hombre.
Extendió la manta para hacer un lugar donde sentarse y dejó las bebidas en el medio y sus ropas donde él se sentara. No hacía gestos para dirigir aquello, simplemente formaba un espacio en su cabeza y movía los objetos en este. Al sentarse y coger una de las botellas de lo que había tomado antes Samika preguntó. Arcan apartó la mirada de ella para centrarse en su botella y cuando empezó a hablar para contestarle su tono era algo parecido al cansancio o la derrota segura, se arrastraba pero permanecía firme. -No lo creo, ha... ha sido mucho tiempo de convivencia frustrante, la gente como yo no... -Cortó la explicación. Porque fuys iba siquiera a explicarle a aquellas dos personas todo aquello, ni siquiera los conocía apenas, no iba a empezar a cargar sus problemas por ahí en nadie a estas alturas. Se llevó la botella y tomó un buen trago, el dulzor del moscato llenó su garganta y arrastró todo intento de cargarle aquello a alguien con él. -Es complicado. -Declaró firmemente sin más. Poco a poco, sin que el nublino se diese cuenta, el alcohol empezaba a subirle, mitigado en parte gracias a su nuevo estomago.
-Surásara, y sí, está en el ejército. Es muy estricta pero estoy aprendiendo mucho gracias a ella y a su otra discípula, Garra. -Le respondió a Samika. -Parecía contenta de estar hablando con alguien así que no he ido a saludarla por no interrumpir.
-Ah, no, Isis no nos enseña, nos pide que aprendamos las cosas y ya, y si son cosas de diseño o estilos que no encontraríamos en la biblioteca o por aquí nos las da, pero nada más. Me ha sido útil en el sentido de que a veces es un desafío que me obliga a aprender y que es más fácil buscar cada cual sus hechizos y luego compartirlos que ir yo solo a la biblioteca a mirar. -Normalmente se hubiera reído sin más y ni hubiera contestado a lo de Isis pero el alcohol le estaba empezando a tirar de la lengua y sacando un poco sus emociones. Se ruborizó un poco ante el silbido, suerte que el pelaje lo tapaba, y se le coló una sonrisilla tonta, más por orgullo propio de ser alagado que por vergüenza a ello. Les escuchó bromear sobre el inicio y chupar del bote y no pudo si no reír con ellos, una risa más tranquila y cómoda, mientras seguía bebiendo y picoteando un poco. Aunque la declaración de que conocía algo uno de los fallecidos bajó un poco el humor quería que por una vez todo fuera alegre en lo que se pudiese, pasarlo bien.
-Nah, no es que no quiera aprovecharme, es que como bien ha dicho Samika no me puedo quedar quieto. Llevó toda la vida siendo un nómada currante y supongo que no se vivir de otra manera, sin más, por mucho que nos lo merezcamos. -Dijo esto último alzando la botella hacia Sekk para indicar que estaba completamente de acuerdo con él casi como si propusiera un brindis.
No estaba prestando mucha atención a Pollo hasta que se fijó en que parecía estar peleando contra unas manos del suelo, el dominio de Guille.
Ay madre...
Antes de que pudiera hacer nada Pollo se cansó y alzó el vuelo llenándolos a ellos de conchas y cristales.
-Han sido las pediculares de Guille, uno de los pequeños de letargo.... -Se sacudía, los restos según hablaba en tono cansado. -Un niño con un dominio vivo no es la mejor de las combinaciones y encima estas son bastante molestas. -Escuchó la queja de ella y se quedó mirándola mientras sucedía todo. -Oh, mierda. -Dijo mientras una pequeña risilla se le escapaba. Por algún motivo absurdo eso le estaba haciendo gracia. -Dicho y hecho. -Y Samika descendió muy suavemente lo poco que levitaba del suelo y se deshizo su levitación al estar bien asentada. Por un momento cuando el vestido comenzó a caer el rapiña se tensó y abrió completamente los ojos a punto de darle un ataque al corazón, pero por suerte la otra ropa ya estaba ahí gracias a una runa de equipo. Suspiró mentalmente y relajó la postura. -Si eso son ropas de sirvienta entonces yo voy vestido de esclavo. -Respondió de manera alegre intentando alejar el nerviosismo. -Estás estupenda igual. -Sentenció de manera serena. Poco a poco se estaba soltando por culpa del alcohol. -Agh, con este cuerpo a veces pienso que solo me quedaría bien andar sin camisa por ahí, que enviiidia. -No haber comido y que ya no hubiera para picar solo empeoraba el asunto.
-Aunque por cierto Samika, trae el vestido que te lo limpio yo. Que soy un mago. -Puso un enfasís ridículo en la palabra. -Y sí despues de un mes con Isis no hubiera aprendido a quitar manchas de manera perfecta probablemente estaría fuerísima del negocio.
- Equilibrio:
Un blanco mas oscuro que el negro.
Un negro mas claro que el blanco.
El gris se desborda en mil tonos.
Y el arcoiris se hunde en monotonia.
Vivimos caminando el sendero dejado por los muertos.
Mientras brindamos nueva muerte a nuestro paso para extenderlo.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Bahía de los Naufragios
16/05/19, 11:28 pm
El irrense recibió el abrazo de la ursántropa con cara de circunstancias, algo arrepentido de haberse tomado aquel pique demasiado a la tremenda, pero decidió aparcar el tema de una vez por todas y le devolvió el gesto a la peliverde antes de disculparse.
—Da igual, enserio... simplemente no me lo esperaba y he reaccionado mal. Lo siento mucho... —dijo, rascándose la nuca con gesto abochornado al percatarse de la ligera incomodidad que reflejaban los gestos de Rox después de la escena.
Se maldijo mentalmente por su salida de tono, pero se resignó a lo sucedido y asintió a las palabras de Rena. En verdad se notaba como el alcohol había hecho mella en sus dos amigos, tanto en el ligero desequilibrio de la irrense como en el cansancio del coreano, así que los acompañó hasta la mesa y comió algo sin muchas ganas. A pesar de su petición previa lo cierto era que había perdido el apetito y el brujo se limitó a escuchar las conversaciones que se sucedían a su alrededor sin prestar mucha atención.
—Quizás deberíamos ir volviendo, si... ya empieza a ser muy tarde. —añadió al final tras un rato sin decir nada, uniéndose a la petición de sus dos amigos mientras observaba al grupo de exletarguinos.
Milo también estaba cansado y notaba los parpados pesados, pero se mentalizó para el paseo hasta la Sede y animó a los demás a ponerse en marcha. Como reflejo de su estado, sin embargo, la bola de cobre que lo acompañaba a todas partes había perdido su energía y apenas se movía a sus pies, así que el brujo se vio obligado a cargarla en brazos durante todo el trayecto a casa.
Cuando el minarete apareció en la distancia al norteño se le escapó un suspiro de alivio y apretó un poco el paso para llegar antes, pero al verse por fin bajo techo estuvo a punto de dejarse caer en cualquier sofá.
—Ten la chaqueta, Rox —le dijo al cambiante con una sonrisa cansada, quitándose la prenda con gestos torpes y mirada enturbiada por el sueño—. Decías en tu nota que te la devolviera tras la fiesta, pero que sepas que algún día pienso robártela —aclaró, echándosela por los hombros al humano sin darle oportunidad a que replicara algo mientras se le escapaba un enorme bostezo—. ¡Buenas noches a todos! —exclamó en voz alta, perdiéndose en su habitación con ojos llorosos.
Milo apenas acertó a desvestirse antes de meterse en la cama, y para cuando su cabeza tocó la almohada ya estaba completamente dormido.
—Da igual, enserio... simplemente no me lo esperaba y he reaccionado mal. Lo siento mucho... —dijo, rascándose la nuca con gesto abochornado al percatarse de la ligera incomodidad que reflejaban los gestos de Rox después de la escena.
Se maldijo mentalmente por su salida de tono, pero se resignó a lo sucedido y asintió a las palabras de Rena. En verdad se notaba como el alcohol había hecho mella en sus dos amigos, tanto en el ligero desequilibrio de la irrense como en el cansancio del coreano, así que los acompañó hasta la mesa y comió algo sin muchas ganas. A pesar de su petición previa lo cierto era que había perdido el apetito y el brujo se limitó a escuchar las conversaciones que se sucedían a su alrededor sin prestar mucha atención.
—Quizás deberíamos ir volviendo, si... ya empieza a ser muy tarde. —añadió al final tras un rato sin decir nada, uniéndose a la petición de sus dos amigos mientras observaba al grupo de exletarguinos.
Milo también estaba cansado y notaba los parpados pesados, pero se mentalizó para el paseo hasta la Sede y animó a los demás a ponerse en marcha. Como reflejo de su estado, sin embargo, la bola de cobre que lo acompañaba a todas partes había perdido su energía y apenas se movía a sus pies, así que el brujo se vio obligado a cargarla en brazos durante todo el trayecto a casa.
Cuando el minarete apareció en la distancia al norteño se le escapó un suspiro de alivio y apretó un poco el paso para llegar antes, pero al verse por fin bajo techo estuvo a punto de dejarse caer en cualquier sofá.
—Ten la chaqueta, Rox —le dijo al cambiante con una sonrisa cansada, quitándose la prenda con gestos torpes y mirada enturbiada por el sueño—. Decías en tu nota que te la devolviera tras la fiesta, pero que sepas que algún día pienso robártela —aclaró, echándosela por los hombros al humano sin darle oportunidad a que replicara algo mientras se le escapaba un enorme bostezo—. ¡Buenas noches a todos! —exclamó en voz alta, perdiéndose en su habitación con ojos llorosos.
Milo apenas acertó a desvestirse antes de meterse en la cama, y para cuando su cabeza tocó la almohada ya estaba completamente dormido.
- InvitadoInvitado
Re: Bahía de los Naufragios
24/05/19, 01:38 am
- Dama Isis x Jace (+18):
- A dama Isis se le escapó el aire de la garganta en una suerte de suspiro cuando la primera voluta de humo le rozó los labios. La delicadeza de esas caricias eran un gran contraste con la firmeza con la que Jace le sujetaba los muslos. El sirope se desvanecía gota a gota en ''mordiscos'' que dejaban pequeñas descargas a su paso. Cada toque la dejaba con ganas de más, cada chispa de placer era una contracción anhelante en el interior de sus muslos. No podía reclinarse y dejarse hacer, estaba apoyada en sus codos y sus ojos taladraban la nube negra que surgía del cuello del dullahan. De alguna forma era como si la impaciencia de ambos se retroalimentase. Isis presionaba con el tacón en la espalda de Jace, a riesgo de hacerle daño, hasta que se dio cuenta que si seguía empujándolo acabaría con el cuello entre las piernas.
-Suficientes sutilezas -sentenció. -Ven aquí.
Hizo que Jace se detuviese tirándo de su brazo hacia su pecho y descolgó las piernas de sus hombros. Con un chasquido de dedos la correa del pantalón salió volando y la cremallera bajó. Isis se sentó en el aire, y con mucho cuidado deslizó las manos dentro de la ropa interior de Jace, agarrando sus glúteos a la vez que dejaba un rastro de besos entre su estómago y pectorales.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Bahía de los Naufragios
01/06/19, 10:45 am
- Dama Isis x Jace (+18):
- El tacón dejaría marca en sus hombros, y aunque ciertamente dolía, era el tipo de dolor que dada la situación estaba dispuesto a soportar. Hacía una ligera presión en dirección contraria a riesgos de la punta del tacón, la justa para mantenerse en el sitio. Twix ya podría arañarle la espalda como un gato rabioso, muy fuerte tendría que ser el dolor como para que se quejase por ello. Detuvo su trabajo por mucho que le hubiera gustado continuar utilizando sus dedos, aunque no lo pensó en voz alta al ver hacia donde se dirigía ahora la cosa.
Movió su cuerpo allí donde la veela tiraba, notando con deleite como su pantalón apretaba menos. Una fuerte sensación de complicidad llegaría hasta ella desde los pensamientos de Jace, una suerte de sonrisa invisible. En cuestión de segundos, Jace había dejado de estar de rodillas.
«Te adoro» se sinceró. «Me moría por esto.»
No dijo nada más a riesgos de estropear el momento, prácticamente ronroneando a cada beso que dejaba en su piel. Su erección era ya más que notable, pero el neoyorquino sabía que le faltaba una ayudita extra. Devoraba a la chica con la mirada, respirando lenta y pesadamente. No tardó en llevar una mano hacia su cabeza, acariciando pelo y rostro con todo el cuidado del que carecía. Cuando habló, sin embargo, lo hizo con menos tacto.
«Sigue bajando» vaciló unos instantes. No iba a pedirlo por favor, pero... «Solo un poco.»
- ♪♫♬:
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Bahía de los Naufragios
09/06/19, 07:59 pm
Tap tardó un breve instante, pero reconoció en el peliblanco a un viejo conocido. No había compartido tanto tiempo con él como con los de Letargo, pero a estas alturas el vivir en un torreón u otro era un límite difuso. Igual que todas las cosas que había sufrido con algunos de los que estaban hablando con él. Además, aunque no se había cruzado con él mucho, sabía que eran vecinos en Luna Alta.
>>No hacen falta limones, yo siempre tengo esa cara —bromeó—. Pero nadie la puede ver.
La broma ni siquiera era suya, sino de Quemaduras, que solía decirle que vivía enfadado. No sin cierta razón.
>>¿Te fuiste de la ciudad? —preguntó por dos motivos: uno, que tenía curiosidad real; el otro, que se le estaba atascando la conversación. Normalmente ya habría gruñido o tirado algo.
>>No hacen falta limones, yo siempre tengo esa cara —bromeó—. Pero nadie la puede ver.
La broma ni siquiera era suya, sino de Quemaduras, que solía decirle que vivía enfadado. No sin cierta razón.
>>¿Te fuiste de la ciudad? —preguntó por dos motivos: uno, que tenía curiosidad real; el otro, que se le estaba atascando la conversación. Normalmente ya habría gruñido o tirado algo.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Bahía de los Naufragios
10/06/19, 07:47 pm
Sekk:
El berserker sonrió ligeramente ante el comentario de Samika sobre darle una colleja a Jace, dando a entender que se lo pensaría, y cuando la evaki le preguntó a Arcan directamente sobre que había ocurrido con sus compañeros, Sekk prestó atención a las palabras del rapiña al respecto. Antes de que el nublino entrara en materia, sin embargo, decidió callarse y lo dejó estar con un simple “Es complicado” que el ulterano entendía perfectamente. No era fácil hablar con extraños sobre aquellos temas y debía tenerlo bastante fresco, así que se encogió de hombros y se limitó a dar otro trago a su cerveza.
—Seguro que el tiempo ayuda bastante, ya verás. —no pudo evitar añadir a pesar de todo, una frase que aunque cargada de buenas intenciones estaba bastante vacía si se aplicaba a su experiencia personal.
La conversación volvió al tema de Isis y la entrenadora marcial del chico hiena, que resultó ser Surasara. El intara no conocía personalmente a su compatriota, pero había oído hablar de la naga y se imaginaba que debía ser un entrenamiento exigente. La mención de su excompañera letarguina le ensombreció un poco la expresión, no obstante, pues hacia mucho tiempo que no sabía de ella, pero se centró en el resto de datos y sonrió a la evaki cuando esta menciono que su caso era un poco distinto al de los demás.
—Si, ¿verdad? —respondió con gesto burlón—. Pocas emociones y tranquilidad, en eso se resumen mis primeros meses de cosechado, pero aun así me las apañaba para estallar por nada. —rió con ganas, aunque en el fondo pensar en ello le ponía triste.
El ulterano subió la rodilla derecha para descansar los brazos y acabo apoyando la barbilla en el izquierdo, oteando el mar con gesto pensativo. Si repasaba sus últimos meses había un gran progreso en su control de la ira con respecto a los inicios de su etapa como transformado, pero aquella necesidad de aprender a controlarse le había hecho perderse muchos momentos con sus amigos que ahora se arrepentía de no haber experimentado. Nunca era tarde, eso era cierto, pero también lo era el hecho de que aquellos primeros días no eran iguales que el resto... el asombro inicial no era algo que se pudiera recuperar y el ulterano sentía que eso ya se lo había perdido.
Tan centrado estaba en sus propias reflexiones que apenas si se percató de los movimientos de Pollo hasta que este alzó el vuelo con un violento batir de alas. Sekk, precavido, se protegió los ojos con el dorso de la mano y apartó su botellín de cerveza de la rafaga de viento, evitando que terminara derramada por la arena.
—¿Pendicuqué? —inquirió cuando todo hubo pasado, quitándose restos de conchas de la barba con actitud divertida—. Suena a problemón, desde luego, sobre todo como le busquen las cosquillas al tipo menos indicado. —le respondió al rapiña, sacudiendo con una sonrisa.
Sekk tuvo que contener una carcajada ante la expresión de Arcan cuando Samika dejó caer su vestido, y cuando la evaki se estiró con evidente satisfacción ante la comodidad de su nuevo conjunto el chico esbozó una media sonrisa.
—Ni sirvientas ni esclavos, joder, dejaos de tonterías que estáis los dos muy guapos. —les piropeo el rubio alzando la cerveza en su dirección en un claro gesto de alabanza. No entendía a que venía el comentario del nublino acerca de su aspecto, pero Sekk había visto muchos monstruos en la ciudad y un furry mitad hiena no era ni de lejos lo mas terrible con lo que se había topado.
El berserker sonrió ligeramente ante el comentario de Samika sobre darle una colleja a Jace, dando a entender que se lo pensaría, y cuando la evaki le preguntó a Arcan directamente sobre que había ocurrido con sus compañeros, Sekk prestó atención a las palabras del rapiña al respecto. Antes de que el nublino entrara en materia, sin embargo, decidió callarse y lo dejó estar con un simple “Es complicado” que el ulterano entendía perfectamente. No era fácil hablar con extraños sobre aquellos temas y debía tenerlo bastante fresco, así que se encogió de hombros y se limitó a dar otro trago a su cerveza.
—Seguro que el tiempo ayuda bastante, ya verás. —no pudo evitar añadir a pesar de todo, una frase que aunque cargada de buenas intenciones estaba bastante vacía si se aplicaba a su experiencia personal.
La conversación volvió al tema de Isis y la entrenadora marcial del chico hiena, que resultó ser Surasara. El intara no conocía personalmente a su compatriota, pero había oído hablar de la naga y se imaginaba que debía ser un entrenamiento exigente. La mención de su excompañera letarguina le ensombreció un poco la expresión, no obstante, pues hacia mucho tiempo que no sabía de ella, pero se centró en el resto de datos y sonrió a la evaki cuando esta menciono que su caso era un poco distinto al de los demás.
—Si, ¿verdad? —respondió con gesto burlón—. Pocas emociones y tranquilidad, en eso se resumen mis primeros meses de cosechado, pero aun así me las apañaba para estallar por nada. —rió con ganas, aunque en el fondo pensar en ello le ponía triste.
El ulterano subió la rodilla derecha para descansar los brazos y acabo apoyando la barbilla en el izquierdo, oteando el mar con gesto pensativo. Si repasaba sus últimos meses había un gran progreso en su control de la ira con respecto a los inicios de su etapa como transformado, pero aquella necesidad de aprender a controlarse le había hecho perderse muchos momentos con sus amigos que ahora se arrepentía de no haber experimentado. Nunca era tarde, eso era cierto, pero también lo era el hecho de que aquellos primeros días no eran iguales que el resto... el asombro inicial no era algo que se pudiera recuperar y el ulterano sentía que eso ya se lo había perdido.
Tan centrado estaba en sus propias reflexiones que apenas si se percató de los movimientos de Pollo hasta que este alzó el vuelo con un violento batir de alas. Sekk, precavido, se protegió los ojos con el dorso de la mano y apartó su botellín de cerveza de la rafaga de viento, evitando que terminara derramada por la arena.
—¿Pendicuqué? —inquirió cuando todo hubo pasado, quitándose restos de conchas de la barba con actitud divertida—. Suena a problemón, desde luego, sobre todo como le busquen las cosquillas al tipo menos indicado. —le respondió al rapiña, sacudiendo con una sonrisa.
Sekk tuvo que contener una carcajada ante la expresión de Arcan cuando Samika dejó caer su vestido, y cuando la evaki se estiró con evidente satisfacción ante la comodidad de su nuevo conjunto el chico esbozó una media sonrisa.
—Ni sirvientas ni esclavos, joder, dejaos de tonterías que estáis los dos muy guapos. —les piropeo el rubio alzando la cerveza en su dirección en un claro gesto de alabanza. No entendía a que venía el comentario del nublino acerca de su aspecto, pero Sekk había visto muchos monstruos en la ciudad y un furry mitad hiena no era ni de lejos lo mas terrible con lo que se había topado.
- InvitadoInvitado
Re: Bahía de los Naufragios
26/06/19, 02:37 am
- Dama Isis x Jace (+18):
- Dama Isis atendió a la petición de Jace y fue dejando besos húmedos sobre el vientre, cada vez más abajo. El último cayó sobre la tela que cubría su erección y duró un poco más que los otros. Sus manos también bajaron, tirando de los pantalones y la ropa interior del dullahan.
No iba a hacer comparaciones de tamaño, al fin y al cabo era humano, pero daba gracias que fuera al menos algo aceptable con lo que trabajar. Cogió el pene con sumo cuidado de no arañar nada con las uñas y con el pulgar presionó suavemente trazando un camino hacia el glande. Miró hacia arriba con la travesura en los labios.
-Te advierto que no voy a dejar que te corras -le dijo al tiempo que bajaba la mano hasta la base del pene y subía lentamente -Todavía tienes trabajo por hacer.
Empezó a masturbarle muy despacio, estudiando sus reacciones, aunque no tardó en acercar la boca para dar un lametón a toda la longitud. Luego posó los labios sobre la punta, como si fuera a dar un beso y chupó metiéndosela en la boca. Era tan suave. El sabor salado del presemen le bailó en la lengua y se mezcló con su saliva, pero no la mantuvo mucho en la boca. Volvió al falso beso, lametazo, y volvió a chupar, sin detener la mano que se ocupaba de atender el resto de la polla. Lo cierto es que era mucho más interesante trabajar con tamaños humanos, más manejables. Sentía que podía estar horas saboreándo al dullahan sin embargo su cuerpo le pedía tenerlo dentro.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Personajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Bahía de los Naufragios
30/06/19, 09:34 pm
Dédalo
Sonrió al ver como la expresión mudaba genuinamente en Saren apenas lo vio, seguramente de haber sido cualquier otra persona se habría llevado un buen puñetazo de este. Aquel que Enredo no había querido darle cuando lo asusto. Se lo habría tenido bien merecido, para que engañarse. Al final haber tenido de novio a un idrino difícil, le había hecho un tanto mas receptivo a lidiar con semejantes sujetos del mismo mundo. Daba gracias también que Saren fuese bastante mas expresivo en comparación, al menos para el.
-Me alegro por no interrumpir. Parece que esto ha acabado siendo un reencuentro general ¿no? - preguntó sonriendo a medias, al sentir el repentino estrujón del abrazo de Karime que le hizo reírse. La efusividad de la loba era sumamente refrescante en realidad, era un alivio saber que dentro de todo no dejaba de ser la de siempre.
-No habría sido una buena compañía Ka, demasiado aburrido...pero estoy a tu total disposición siempre que quieras llevarme a Libo, me encantaría conocer tus lugares favoritos -dijo sonriendo juguetón, antes de mirar a Saren de nuevo- Y si, lamentablemente para el, Enredo aun tiene que aguantarme. ¿Vosotros seguís viviendo en la Sede u os habéis trasladado? Porque MalaHierba y Valek se que ya no viven allí desde hace tiempo– aseguro Dédalo que hasta ahí su información sobre como estaban sus antiguos compañeros, si llegaba.
Mientras esperaba sus respuestas, la voz de Tap sonó con su usual travesura bien conocida y Dédalo observo al armadura con ligera expresión. No tuvo problemas alguno en responderle.
-Aja, he estado fuera los últimos tres meses y medio, mas o menos, ya casi cuatro realmente. Solo he pasado por la ciudad como transito para ir a otros mundos, como Daelicia. Necesitaba alejarme de la ciudad por algo personal- añadió cruzándose de brazos con aire pensativo- Me fui el día siguiente a esa charla que tuvimos en el Pub, cuando Shizel nos dio aquella noticia. Me afecto mas de lo esperado- dijo mirando a Saren y Karime significativamente al decir eso, esperando que al menos Saren entendiera su gesto, no queriendo mencionar a RR frente a Mala Hierba pues consocia de sobra la mala baba que tenía el poltergeist contra el antiguo brujo. Incluso si este ya estaba muerto y de eso había pasado mucho tiempo, prefería tener la fiesta en paz en ese sentido ahora que por fin el ambiente era ameno por primera vez en mucho tiempo.
-Y bueno, volví apenas ayer por la noche, sin avisar a nadie de mi llegada...casi me gano un puñetazo por parte de Enredo por asustarle hace un rato. El junto a Shizel fueron los únicos que supieron de mi marcha- comentó con humor antes de observarle con atención enseriándose un poco
-Me entere de lo que sucedió por aquí en mi ausencia. Me alegro que dentro de lo posible estéis bien.- admitió con sinceridad, aun le faltaba encontrarse bastante gente pero prefería no desesperarse al respecto, no le servia de nada.
Samika
Samika había escuchado la respuesta de Arcan sobre su instructora del ejercito con atención, o toda la que le era posible dado que empezaba a afectarle lentamente el alcohol. El nombre de Surásara se le hizo claramente conocido, ya no solo de la propia Sede. Era difícil que pasara desapercibida incluso a lo ojos ciegos de Samika. Sino del propio ejercito. Sonrió y asintió muy de acuerdo. La naga era especialmente hábil en combate sin duda alguna.
Escuchar a su vez de boca de Arcan el nombre de Varsai, o mas bien de Garra ya si se le hizo genuino, la Evaki conocida un poco mejor a varmana en comparación.
-Si conozco a ambas, Surasara es una excelente guerrera y Garra aunque esta en sus bases de aprendizaje va por buen camino- asintió la Evaki alegremente de excelente humor. No estaba segura si por la charla amena en si o porque definitivamente la parte del alcohol hacia de la suyas. Posiblemente era un poco de todo.
-Ese pequeño revoltoso va necesitar mucha ayuda o no va a dejar de meterse en líos a el y a sus amigos -aceptó ante la observación de Arcan sobre el pequeño rubio recién llegado. Samika se había topado alguna que otra vez y las pendicularias en si le ponía muy nerviosa. Podría llegar a verlas, gracias al cuelo, al ser manos negras. Pero era tan problemáticas de ver para ella. Le ponía tan o mas nerviosa que lo fantasmas a lo que no podía ver de ninguna de las manera, ya ni decir escuchar sino hablaban, a lo sumo sentía el frío que emitían. Eran como sus particular talón de aquiles pues ni aunque supiera que estaban ahí, podía golpearles.
Sekk tenía razón con sus palabras, era mejor que esas manos demoníacas no le tocaran las cosquillas a quien no debían. Porque ellas tal vez no podría ser mayormente dañadas, pero su brujo, si.
Una vez logro cambiarse a una ropa mas cómoda y dejas atrás el preciosos pero manchado vestido Samika se sintió un poco mas ella. No le disgustaba faldas o vestidos en si, pero ciertamente acostumbrada a estar en movimiento y a realizar atrevidos movimientos tanto en tierra como en aire, era una desventaja en muchas formas. Un largo bostezo salio de entre sus labios cuando termino el largo trago de su bebida, pero Las palabras dichas con humor de Sekk no escaparon a los oídos de la evaki, que aunque fueron dichas con humor no supo bien que decirle por un instante. No había sido testigo directo de la situación del berserker dado que este se había mantenido especialmente aislado, pero suponía que aunque lo dijera con tono de broma debió ser difícil.
¿Como seria perder el control de ti mismo ante cualquier cosa? ¿De no ser capaz de controlar tus acciones hasta que la rabia cesara y te percatases claramente de lo que habías hecho? Esa imposibilidad de controlar tus propios impulsos debía ser algo espantoso y especialmente aterrador. Samika se mordió el labio inferior indecisa, pero la fuerza del alcohol en su cuerpo le dio el ultimo empuje ante sus dudas, acuclillándose ligeramente cerca de este, apenas percatándose de la lineas de sus rostro a esa distancia.
-Tuviste un ritmo de adaptación diferente, Sekk. No fue tu culpa. Al contrario- dijo Samika sonriendole amigable, hablando en un tono algo mas suave casi apenas audible para el berserker- Creo que has hecho un excelente trabajo en poco tiempo. No es igual controlar...no se, unas alas, una cola...o un cuerpo físico diferente que puedes tocarlo y sentirlo, ver como funciona, a controlar una emoción y mantenerla bajo cuerdas el mayor tiempo posible. - añadió segura de eso, manejar las emociones la parecía sumamente difíciles, ya fuese del tipo descontroladas como ocurría con la rabia del berserker como algo simplemente natural y básico en cualquiera- Supone muchísimo mas esfuerzo y podrías haberte simplemente rendido y no lo hiciste. Así que si, tal vez perdiste esos primeros meses...pero ¿mirate? Eres un Sekkeh mucho mas fuerte ahora y no solo físicamente hablando, esto es control y fuerza de voluntad- dijo Samika sonriendo y guiñándole un ojo juguetona pero sincera. No sabia bien que le hacia hablar así, tal vez era un mezcla de cansancio, euforia y efectos del alcohol. Incluso puede que sus palabra no tuvieran mucha importancia y fuera cosas que Sekk ya supiera mas que de sobra, pero le había nacido decírselas y eso había hecho.
Se rió ante las ultimas palabras de de Arcan y las acompañadas de Sekk y se incorporo de nuevo tomándose un ultimo trago de una de las bebidas que habían traído y que le sentó especialmente fuerte, haciéndola toser. ¿Había mezclado sin darse cuenta? Porque lo que acababa de beber no sabia para nada dulce. Saco la lengua ante el tono amargo, disgustada.
-Ieeg, demasiado amargo ¿que es esto?- protestó mas termino riéndose ligeramente ante lo absurdo d ella situación y charla, mas no dudo en aceptar la oferta de Arcan- Pues señor mago, acepto la oferta de limpiarme el vestido....eso si como te confundas y se ensucie mas, iré a chivarme a Iris.- bromeo traviesa burla y con ganas de pincharle antes de asentir alas palabras de Sekk. Se sentía un poco mareada, para que negarlo, ese ultimo trago de lo que sea que hubiese bebido había pegado bastante fuerte- Si dudas...sobre que vestir, puede pedirle consejo a Iris, es lo que yo hago. O ir con el pecho el aire, total nadie vas a espantarse en este lugar...tu cuerpo no tiene nada de malo Arcan, es cuestión de de ir dándote cuenta poco a poco- aseguró Samika que en ese aspecto tenia las cosas muy claras, tal vez por el hecho de ser ciega el aspecto físico de alguien le era algo menor, así como lo era el suyo propio.
Si que tenia una pequeña obsesión con la musculatura de la gente, pero era aun cuestión mas de interés estético, algo personal por el hecho de gustarle mucho el ejercicio y las artes marciales. Por lo demás ser guapo, feo, mas delgado mas gordo, con cola, sin cola, con dibujos en la piel o sin ellos...y demás variedades que podas encontrarte en la ciudad, pasaban para le Evaki como algo sin tanta importancia.
Aunque claro sabia era algo puramente personal suyo y que mucha gente se veía afectada en la autoestima por eso. Parecía ser un poco el caso de Arcan o al menos eso era su mera opinión. Igual muy bien no tenia la cabeza amueblada con el alcohol, no estaba para pensar mucho mas a fondo en eso. Su pensamientos se conectaban y desconectaban sin cesar.
Se pasó la mano por la frente, estaba empezando sudar. El alcohol estaba haciendo mella definitivamente. Hipo ligeramente. Se rió, antes de hipar de nuevo.
-Creo...hip...que llegue a mi limi..hip...te, por hoy - añadió intentando aguantar el aliento para que frenase el estúpido hipo. Este era la señal de parar. No quería pasar mas de allí o empezaría hablar incoherencias y atentaría contra la sanidad física del resto del mundo. Se volvía un poco loca practicando le llaves de judo a los pobres sujetos que se le cruzaban cuando se pasaba un poquito de mas. No quería pasar por algo tan vergonzosos ahí en medio. Ni ganarse enemigos gratis. Los miro ligeramente sus dos borrosas figuras sentadas- Perdón...por...hip...aguar la fiesta...pero seria preferible irme...antes de que me ponga....a haceros llaves de artes marciales.- rio al ver que aun haciendo el intento no dejaba de hipar. Si definitivamente era hora de parar y meterse en la camita.
Sonrió al ver como la expresión mudaba genuinamente en Saren apenas lo vio, seguramente de haber sido cualquier otra persona se habría llevado un buen puñetazo de este. Aquel que Enredo no había querido darle cuando lo asusto. Se lo habría tenido bien merecido, para que engañarse. Al final haber tenido de novio a un idrino difícil, le había hecho un tanto mas receptivo a lidiar con semejantes sujetos del mismo mundo. Daba gracias también que Saren fuese bastante mas expresivo en comparación, al menos para el.
-Me alegro por no interrumpir. Parece que esto ha acabado siendo un reencuentro general ¿no? - preguntó sonriendo a medias, al sentir el repentino estrujón del abrazo de Karime que le hizo reírse. La efusividad de la loba era sumamente refrescante en realidad, era un alivio saber que dentro de todo no dejaba de ser la de siempre.
-No habría sido una buena compañía Ka, demasiado aburrido...pero estoy a tu total disposición siempre que quieras llevarme a Libo, me encantaría conocer tus lugares favoritos -dijo sonriendo juguetón, antes de mirar a Saren de nuevo- Y si, lamentablemente para el, Enredo aun tiene que aguantarme. ¿Vosotros seguís viviendo en la Sede u os habéis trasladado? Porque MalaHierba y Valek se que ya no viven allí desde hace tiempo– aseguro Dédalo que hasta ahí su información sobre como estaban sus antiguos compañeros, si llegaba.
Mientras esperaba sus respuestas, la voz de Tap sonó con su usual travesura bien conocida y Dédalo observo al armadura con ligera expresión. No tuvo problemas alguno en responderle.
-Aja, he estado fuera los últimos tres meses y medio, mas o menos, ya casi cuatro realmente. Solo he pasado por la ciudad como transito para ir a otros mundos, como Daelicia. Necesitaba alejarme de la ciudad por algo personal- añadió cruzándose de brazos con aire pensativo- Me fui el día siguiente a esa charla que tuvimos en el Pub, cuando Shizel nos dio aquella noticia. Me afecto mas de lo esperado- dijo mirando a Saren y Karime significativamente al decir eso, esperando que al menos Saren entendiera su gesto, no queriendo mencionar a RR frente a Mala Hierba pues consocia de sobra la mala baba que tenía el poltergeist contra el antiguo brujo. Incluso si este ya estaba muerto y de eso había pasado mucho tiempo, prefería tener la fiesta en paz en ese sentido ahora que por fin el ambiente era ameno por primera vez en mucho tiempo.
-Y bueno, volví apenas ayer por la noche, sin avisar a nadie de mi llegada...casi me gano un puñetazo por parte de Enredo por asustarle hace un rato. El junto a Shizel fueron los únicos que supieron de mi marcha- comentó con humor antes de observarle con atención enseriándose un poco
-Me entere de lo que sucedió por aquí en mi ausencia. Me alegro que dentro de lo posible estéis bien.- admitió con sinceridad, aun le faltaba encontrarse bastante gente pero prefería no desesperarse al respecto, no le servia de nada.
Samika
Samika había escuchado la respuesta de Arcan sobre su instructora del ejercito con atención, o toda la que le era posible dado que empezaba a afectarle lentamente el alcohol. El nombre de Surásara se le hizo claramente conocido, ya no solo de la propia Sede. Era difícil que pasara desapercibida incluso a lo ojos ciegos de Samika. Sino del propio ejercito. Sonrió y asintió muy de acuerdo. La naga era especialmente hábil en combate sin duda alguna.
Escuchar a su vez de boca de Arcan el nombre de Varsai, o mas bien de Garra ya si se le hizo genuino, la Evaki conocida un poco mejor a varmana en comparación.
-Si conozco a ambas, Surasara es una excelente guerrera y Garra aunque esta en sus bases de aprendizaje va por buen camino- asintió la Evaki alegremente de excelente humor. No estaba segura si por la charla amena en si o porque definitivamente la parte del alcohol hacia de la suyas. Posiblemente era un poco de todo.
-Ese pequeño revoltoso va necesitar mucha ayuda o no va a dejar de meterse en líos a el y a sus amigos -aceptó ante la observación de Arcan sobre el pequeño rubio recién llegado. Samika se había topado alguna que otra vez y las pendicularias en si le ponía muy nerviosa. Podría llegar a verlas, gracias al cuelo, al ser manos negras. Pero era tan problemáticas de ver para ella. Le ponía tan o mas nerviosa que lo fantasmas a lo que no podía ver de ninguna de las manera, ya ni decir escuchar sino hablaban, a lo sumo sentía el frío que emitían. Eran como sus particular talón de aquiles pues ni aunque supiera que estaban ahí, podía golpearles.
Sekk tenía razón con sus palabras, era mejor que esas manos demoníacas no le tocaran las cosquillas a quien no debían. Porque ellas tal vez no podría ser mayormente dañadas, pero su brujo, si.
Una vez logro cambiarse a una ropa mas cómoda y dejas atrás el preciosos pero manchado vestido Samika se sintió un poco mas ella. No le disgustaba faldas o vestidos en si, pero ciertamente acostumbrada a estar en movimiento y a realizar atrevidos movimientos tanto en tierra como en aire, era una desventaja en muchas formas. Un largo bostezo salio de entre sus labios cuando termino el largo trago de su bebida, pero Las palabras dichas con humor de Sekk no escaparon a los oídos de la evaki, que aunque fueron dichas con humor no supo bien que decirle por un instante. No había sido testigo directo de la situación del berserker dado que este se había mantenido especialmente aislado, pero suponía que aunque lo dijera con tono de broma debió ser difícil.
¿Como seria perder el control de ti mismo ante cualquier cosa? ¿De no ser capaz de controlar tus acciones hasta que la rabia cesara y te percatases claramente de lo que habías hecho? Esa imposibilidad de controlar tus propios impulsos debía ser algo espantoso y especialmente aterrador. Samika se mordió el labio inferior indecisa, pero la fuerza del alcohol en su cuerpo le dio el ultimo empuje ante sus dudas, acuclillándose ligeramente cerca de este, apenas percatándose de la lineas de sus rostro a esa distancia.
-Tuviste un ritmo de adaptación diferente, Sekk. No fue tu culpa. Al contrario- dijo Samika sonriendole amigable, hablando en un tono algo mas suave casi apenas audible para el berserker- Creo que has hecho un excelente trabajo en poco tiempo. No es igual controlar...no se, unas alas, una cola...o un cuerpo físico diferente que puedes tocarlo y sentirlo, ver como funciona, a controlar una emoción y mantenerla bajo cuerdas el mayor tiempo posible. - añadió segura de eso, manejar las emociones la parecía sumamente difíciles, ya fuese del tipo descontroladas como ocurría con la rabia del berserker como algo simplemente natural y básico en cualquiera- Supone muchísimo mas esfuerzo y podrías haberte simplemente rendido y no lo hiciste. Así que si, tal vez perdiste esos primeros meses...pero ¿mirate? Eres un Sekkeh mucho mas fuerte ahora y no solo físicamente hablando, esto es control y fuerza de voluntad- dijo Samika sonriendo y guiñándole un ojo juguetona pero sincera. No sabia bien que le hacia hablar así, tal vez era un mezcla de cansancio, euforia y efectos del alcohol. Incluso puede que sus palabra no tuvieran mucha importancia y fuera cosas que Sekk ya supiera mas que de sobra, pero le había nacido decírselas y eso había hecho.
Se rió ante las ultimas palabras de de Arcan y las acompañadas de Sekk y se incorporo de nuevo tomándose un ultimo trago de una de las bebidas que habían traído y que le sentó especialmente fuerte, haciéndola toser. ¿Había mezclado sin darse cuenta? Porque lo que acababa de beber no sabia para nada dulce. Saco la lengua ante el tono amargo, disgustada.
-Ieeg, demasiado amargo ¿que es esto?- protestó mas termino riéndose ligeramente ante lo absurdo d ella situación y charla, mas no dudo en aceptar la oferta de Arcan- Pues señor mago, acepto la oferta de limpiarme el vestido....eso si como te confundas y se ensucie mas, iré a chivarme a Iris.- bromeo traviesa burla y con ganas de pincharle antes de asentir alas palabras de Sekk. Se sentía un poco mareada, para que negarlo, ese ultimo trago de lo que sea que hubiese bebido había pegado bastante fuerte- Si dudas...sobre que vestir, puede pedirle consejo a Iris, es lo que yo hago. O ir con el pecho el aire, total nadie vas a espantarse en este lugar...tu cuerpo no tiene nada de malo Arcan, es cuestión de de ir dándote cuenta poco a poco- aseguró Samika que en ese aspecto tenia las cosas muy claras, tal vez por el hecho de ser ciega el aspecto físico de alguien le era algo menor, así como lo era el suyo propio.
Si que tenia una pequeña obsesión con la musculatura de la gente, pero era aun cuestión mas de interés estético, algo personal por el hecho de gustarle mucho el ejercicio y las artes marciales. Por lo demás ser guapo, feo, mas delgado mas gordo, con cola, sin cola, con dibujos en la piel o sin ellos...y demás variedades que podas encontrarte en la ciudad, pasaban para le Evaki como algo sin tanta importancia.
Aunque claro sabia era algo puramente personal suyo y que mucha gente se veía afectada en la autoestima por eso. Parecía ser un poco el caso de Arcan o al menos eso era su mera opinión. Igual muy bien no tenia la cabeza amueblada con el alcohol, no estaba para pensar mucho mas a fondo en eso. Su pensamientos se conectaban y desconectaban sin cesar.
Se pasó la mano por la frente, estaba empezando sudar. El alcohol estaba haciendo mella definitivamente. Hipo ligeramente. Se rió, antes de hipar de nuevo.
-Creo...hip...que llegue a mi limi..hip...te, por hoy - añadió intentando aguantar el aliento para que frenase el estúpido hipo. Este era la señal de parar. No quería pasar mas de allí o empezaría hablar incoherencias y atentaría contra la sanidad física del resto del mundo. Se volvía un poco loca practicando le llaves de judo a los pobres sujetos que se le cruzaban cuando se pasaba un poquito de mas. No quería pasar por algo tan vergonzosos ahí en medio. Ni ganarse enemigos gratis. Los miro ligeramente sus dos borrosas figuras sentadas- Perdón...por...hip...aguar la fiesta...pero seria preferible irme...antes de que me ponga....a haceros llaves de artes marciales.- rio al ver que aun haciendo el intento no dejaba de hipar. Si definitivamente era hora de parar y meterse en la camita.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
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- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
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