Bahía de los Naufragios

Pelusa

Pelusa escuchó silenciosamente la conversación entre sus amigos, Wheem y Vanyme, comiendo gustosamente un fruta caramelada, Pelusa abrió mucho los ojos cuando escucho donde era que ambos veteranos trabajaban y les miro con atención. Ya había oído hablar del burdel Dama Espasmo, por su jefa Dama Isis y de la existencia de un cambiante allá, pero claro estaba la niña nunca había llegado a ver a ningún trabajado del burdel, que supiese al menos.

Los escaneó con suma atención con la mirada con uno nuevos ojos, pues ella había estado en un burdel durante algún tiempo, pero claro allí había puros ordeses que no tenían la muy alta estima de la spriggan. Wheem y Vanyme definitivamente se veían mucho mas vistosos y atractivos a ojos de Pelusa, tal vez también se debía a la inquina contra los ordeses, pero simplemente debía admitir que en cuanto a lo de atractivos de alguna forma cumplía perfectamente eso.

Igualmente no se esperaba que Eitne fuese a preguntar de poder ir al burdel y miro al niño alzando una ceja preguntándose por un momento si este sabia siquiera que era eso. Pero antes de poder decir algo Adru y Neil volvieron con el desaparecido Guille, provocando cierto alivio en Pelusa, que finalmente decidido unirse a la conversación.

-Había oído hablar de Burdel por mi jefa, trabajo como costurera de Dama Isis – explicó Pelusa que no le sorprendía tanto eso y según tenia medio entendido su jefa tenia tratos con el Burdel vistiéndolos prácticamente. Se pregunto de alguna forma si lo que llevaban ahora seria también cosa de su jefa o nada que ver. Miró a Eitne y lo emocionado que estaba de poder ir, le dió un par de vueltas antes de responder. Pelusa curiosamente tenía menos reparo en que los críos visitasen el burdel a que bebieran alcohol. Cuestión de prioridades – Yo no tengo problemas si vamos, si nos lo permiten pero...¿no será mucha molestia? He trabajado en un burdel antes cuando estaba en Ordesta, así que se como funciona mayormente, no queremos tampoco importunar en el tiempo libre, o en el sueño, de nadie- preguntó la niña dudosa, no por lo que hicieran en si en el burdel sino por acabar molestando a alguien que deseaba dormir.

Daba por sobrentendido que de ir, no irían precisamente en horario de trabajo, solo había que tener dos dedos de frente para caer en eso, por eso no le preocupaba tanto. Tenía en cierta forma mera curiosidad en ver que tan diferente podía ser el burdel de la ciudad con el que ella conocía, pues era meramente interese visual visto como lucían Vanyme y Wheem y sus ropas. No es como si fuese a darle nunca uso a lo que ofrecían. El sexo al fin de cuentas a nivel personal, con ella involucrada, le producía bastante asco de todos modos.

Miró a Guille, Eitne y Nime, no muy segura de que fuese realmente un buen sitio para ninguno, aun así, no tenia idea de como lo tomarían. Especialmente Guille entre todos, no se fiaba un pelo de ese niño visto su historial.

Es mas, ya andaba viendo efectivamente lo problemático que podría ser en ese sitio...o en cualquier otro, con esas manos suyas haciendo lo que les daba las gana. Pelusa le lanzo una mirada fija a la pendicularias de Guille  <<¿No hay alguna forma de ponerle correas a esas cosas para que dejen de meter sus dedos en todas partes? >> dijo dándole un golpecito a una que intento robarle su fruta de caramelo como por pura curiosidad.

-Guille ¿no hay forma de controlar a las pendicularias o algo? - comentó la niña un poco frustrada, sabia que debía cosa de puro control y dudaba que fuese algo fácil, pero es que esas manos eran tan traviesas e inquietas como su dueño-Veras tu que un día meten sus dedos donde no deben y te quedas sin Ketchup y todas las demás. Diles que dejen de robarle a todo el mundo, que nos va a venir alguien enfadado al final...- dijo mirando mal de nuevo a la manos que traían alegremente entre ellas vasos con alcohol, seguramente sin tener idea de que lo era. Pelusa estrechó la mirada hasta ser una rendija quitandole los vasos y botellas de alcohol a las pendicularias para devolverlas a la mesa. Escuchando las palabras de Nime al final afirmando que Eitne en su forma nocturna no daba nada de miedo, Pelusa no podía evitar pensar lo mismo, pues aunque Eitne en su forma nocturna se veía como un enorme gato negro que bien podría ser peligroso, dada la personalidad del niño, se veía como un gigantesco cachorro.

-Yo diría que mas que no dar miedo, es que simplemente eres demasiado lindo en cualquiera de tus formas, Eitne. O lo percibo así al menos -indicó la mona del queso junto al grupo, pues ciertamente la forma bestia.



–


Evelhan Kaw

Estaba claro que no quería hablar mucho de sus antiguos compañeros y Evelhan no es como si insistiera mucho mas en eso. Tenia de alguna forma otras prioridades en mente.

Desde su visita a Libo para ver a Zmey, algo había empezado a cambiar en el, o bueno llevaba lentamente cambiando desde hacia tiempo, pero entre una cosa y otra y mayormente debido a su clara timidez no había pensado mucho en ello. Pero Evelhan se sentía mas seguro de si mismo, mas lindo, atrevido y tal vez algo juguetón. Como daeliciano nunca había sido muy extrovertido y mayormente había esquivado todo lo que tuviera que ver con satisfacer los sentidos, no sintiéndose cómodo con ello. Las palabras nada halagüeñas de sus hermanas en Daelicia, llamándolo feo o soso, habían bajado su confianza a extremos de intentar evitar por todos los medios lucir de forma diferente. Por algo se había escudado en 'lhelian' durante mucho tiempo, porque 'ella' era diferente a 'el'.

Incluso tras transformarse le había costado no sentirse poco atractivo en todos los aspectos, cuando perdió todo el color volviéndose aun mas gris, feo y soso, con su tufo a podredumbre cuando no comía y que se la pasaba ocultando con magia.

Poco a poco había ido cogiendo confianza, dejando atrás lo de que no era lindo o vistoso de la forma común Daeliciana, peor si lo era de otras formas. Zmey no lo rechazaba al fin de cuentas ¿no? Pesar de ser un chico así que tan espantosos no debía ser. Rabia sido uno d ellos motivos de empezarse a quererse un poco mas a si mismo a niveles físicos y estéticos, también preocuparse mas por cuidar su aspecto embellecer lo que antes había tratado de ocultar entre puros ropajes oscuros y capuchas.

El cambio de a poco había terminado con el así, no diciéndole nada a Zmey de cuanto había significado para el sus mimos, o el como se sonrojaba por sus acciones en vez de mirarlo mal o como un ser feo y espantoso; y besándolo suavemente de forma juguetona queriendo disfrutar de llenar sus sentidos y también querer llenar los contrarios, como nunca había hecho antes. Algún día le diría todo eso, estaba seguro de ello.

Rió, ante su falsa decepción una vez sus labios se separaron de los ajenos mirándolo atrevido.

-¿Quien dijo que esto no es también un mimo? Un mimo al paladar tuyo y mio- dijo el daeliciano alegremente con una gran sonrisa. No perdió detalle alguno de sus siguientes acciones, mordiéndose el labio inferior y sintiendo un ligero estremecimiento cuando se imagino lo que Zmey estaba a punto de hacer. Supero bastante sus expectativas, soltando un suave jadeo de sorpresa cuando sintió el dulce sabor del chocolate en su boca mezclándose con su propia sabor y con el de Zmey que siempre le había parecido ligeramente picante, puro fuego en todas sus formas.

Se revolvió en el sitio, jugando un poco con su lengua contra la ajena sintiendo todo el calor en su rostro y un cosquilleo en su bajo vientre cada vez mas intenso, extraño pero agradable, que hizo que se revolviera nerviosamente en el sitio, incomodo. Se relamió los labios inconscientemente cuando Zmey se apartó, como saboreando las ultimas trazas de aquella mezcla de saliva y chocolate. Vio su sonrisa burlona y Evelhan puso un ligero puchero con cierta disconformidad.

-No vale, se supone esta seduciendote yo a ti ¿porque acabo siendo yo el único seducido y convertido en gelatina?- refunfuño al ruborizado. El se lo había buscado claro estaba, pero era tan frustrante. Por ello cuando paso su dedo por la comisura de le dio un suave mordisco al pulgar, mas una caricia que otra cosa, para seguidamente lamer el chocolate de su dedo, mirándolo intensamente. Una vez el dedo estuvo limpio quedo satisfecho por la breve venganza, sonriendo con travesura. Un poco mas tranquilo, solo un poco, pues seguía intentando evitar que la cabeza de Zmey se acercase mucho a su vientre, no quería que notara lo que ese beso había provocado en el. Intentó centrarse en responder.

-Pues...tengo planeado crear un servicio de correos con mis estirges. - dijo tras un momento de duda sonriendo ampliamente- Se me ocurrió a raíz de enviar y traer cosas desde la Sede a Serpentaria con mis compañeros de cosechad cuando estábamos ocupados, practique también con Onyx junto a sus onyces para que trabasen en conjunto así que, bueno...en Rocavarancolia tenemos usualmente formas de comunicarnos, como espejos o los lacayos grotescos – dijo Evelhan intentando explicarse con cierta emoción pues había trabajado en las anillas de sus estirges desde hacia tiempo, en adecuarse a ellas y le obedecieran, en que reconociesen todas las caras nuevas y existentes de la ciudad, entre otras cosas. Le quedaba mucho por hacer pero iba por buen camino- Pero los espejos son poco usuales y los lacayos no están al alcance de gente sin magia y los mensajes que pueden enviar son muy escuetos, sin contar que no pueden llevar paquetes. Mis estirges pueden hacer todo eso - dijo Evelhan mirando a Zmey seguro de ello, convencido y emocionado, había perdido un buen numero de pollos de estirges durante la pesadilla pero ya empezaba nuevamente a  recuperar las perdidas gracias ya que había incrementado la época de crías en las aves

- Ya las tengo anilladas con runas  de seguimiento y protección a mas de una docena de estirges y sigo en proceso de crear mas. A ellas y a las demás las tengo reconociendo las caras de la gente y sus nombres, me falta conseguir crear mas bolsas sin fondo y asegurar un cordel mágico en torno a la boca de la bolsa con runas, para que los pagos se cumplan. Y si hay suerte tal vez en uno meses ya pueda empezar usarlas en la ciudad- dijo Evelhan mirándolo fijamente emocionado pero empezando a creer que sonaba muy exaltado y un poco loco empozo a entrecortarse un poco como llevaba tiempo sin hacer

-Quiero...mas adelante aun así....reformar un edificio para que sirva como servicio de correo, contratar gente...y expandirme a otros mundo...como Libo y hacer lo mismo con los permisos requeridos- añadió con una suerte de timidez cada vez mas acentuada, pensando que tal vez andaba pensando muy por lo alto ya y que podría sonar ridículo. Como algo demasiado grande para un crío.

Tayron

“Esto... puede que lo parezca pero no soy tonta”.
¿Seguro?. Estuvo a punto de soltarle Tayron entre tanto bamboleo y descaro. El lémur se preguntó que mosca le había picado para andarse con tantas confianzas, y eso que él se consideraba bastante abierto y en alguna situación un poco impertinente. Pero no, por mucho que pareciera amable aun así sabía que la frivi había estado desacertada.
-Nos vemos- respondió mas seco apartándose con Dafne y Eriel a una zona más alejada- ¿qué ha sido eso? ésta es gilipollas.
-Tendremos que acostumbrarnos, no será la última en hablar al respecto- la noruega mostró un tono de voz neutro, aunque Tay sabía que trataba de disimular delante del gárgola. Intentó cambiar de conversación.
-Bueno, ¿que tal si nos emborrachamos? ¿Eriel, qué ha sido esa mierda de antes? Pensaba que la luna te había dado cojones.
Dafne se atravesó la cara con la mano sin darse cuenta, en un gesto claro de desesperación por el belga.
-¿Y si te buscamos ligue? Hay muchos tíos y tías guapas por aquí. Alguno debe ser piedrafílico.

Ruth

Ruth sonrió ante la corroboración de Ariven sobre el repoblador, ya se fiaba de él, pero el hecho de que otros transformados veteranos hablasen bien de Quemaduras la reconfortaba.
-La verdad es que fue él quien me enseñó las invocaciones- dijo de manera súbita. Quizá no debería haberlo revelado, pero se trataba de la ciudad y ya se hacía a la idea de que cosas más escabrosas como esa no llamarían tanto la atención como pensaba. Deseaba contar sus progresos, y más a otra demonio de fuego, pero la israelita no se veía con la confianza necesaria aún- pero a veces son una molestia, si pueden pasan de ti.

Ruth se llevó la mano a la barbilla y clavó sus ojos naranjas en el suelo, pensativa.
-Ahora que lo dices... me suena bastante de haberlo visto de pasada- le contestó a Vivia, no sé le habría pasado un licántropo tigre- ¡Sí! Es mi mejor amigo ¿todos se ponen tan fuertes?- dijo con una mueca que invitaba a la risa.

Ante las palabras de Ariven se relajó un poco aunque no se quitó la sensación de haberse metido donde no la llamaban.
Asintió simplemente. Desde luego que otros no podían decir lo mismo.

La libense no tardó en encontrar a otro sobre el que subirse, Malahierba en este caso, y desde ahí continuó siendo como le gustaba ser. Mientras seguía diciéndole cosas tanto al poltergeist, como a Saren yo aproveché para darle un buen trago a mi bebida. Cómo el idrino era capaz de lidiar tan bien con la energía excesiva con la que siempre veía a la licántropa era algo que escapaba a mi comprensión, pero si él era feliz pues por mí perfecto.

Hablando de excesos: no se me escapó la mención a múltiples karimes, algo sobre lo que estaba completamente en contra, naturalmente.  

–No sé si el mundo está preparado, pero yo soy de los que opina que con una ya es más que suficiente. –Respondí mirándola de reojo.      

Alcé una ceja con lo último, aunque, sabiendo como era, en realidad se había tomado su tiempo en hacer de las suyas. Puse los ojos en blanco de la forma más sutil que pude y luego me giré para responder.

–Se aprecia el interés, pero ahora mismo lo que intento es portarme mejor, no peor. Hasta yo tengo un límite en cuantas veces puedo enfadarme antes de que me aburra.

Tras eso dejó hablar al repoblador que le devolvió los halagos a Karime y habló de lo que había estado haciendo. No sabía hasta qué punto era apropiado que nos dijera que ahora era espía, pero era su trabajo, no el mío. El sabría mejor que yo lo que estaba haciendo.

–Ya que hablamos de cómo nos va, os devuelvo la pregunta. ¿Qué habéis estado haciendo vosotros? –les pregunté a los dos. Contrario a lo que pudiera parecer, estaba de buen humor, al menos dentro de lo razonable.

Rena aceptó, a su pesar, el veto de su amigo, ya que empezaba a encontrarse un poco mareada. Aunque no perdió la oportunidad de sacarle la lengua.

-¿Que soy una qué? -La irrense hizo una mueca. Seguramente los bichos esos de su mundo tendrían un nombre pero no podía recordarlo -Supongo que es normal que pilléis animales, tenéis variedad -Los únicos animales que se le venían a la cabeza de su mundo eran… bueno, eran comida, y a Rena la simple idea de que alguien pudiese meter esa cosa en el porno le daba arcadas. Pero por suerte en lugar de eso le dio un ataque de risa por el comentario de Rox, ni siquiera pudo preguntarle qué demonios era un perro.

La conversación había llegado a un punto que la hacía sentir nostalgia de sus amistades más cercanas de Irraria. Entre las risas se le hizo un nudo en la garganta, sin embargo se obligó a centrarse en lo que el cambiante le decía, no quería ponerse sensible y arruinar el momento. Imitó el gesto de su amigo, con una ceja alzada, pero no pudo mantenerlo mucho debido a la risa. Su cara se estaba poniendo roja, y esta vez no era por el alcohol.

-¿No te acuerdas de la vez que abrí el archivo que no era en Letargo? Tengo más de esos y gracias a Krono los puedo recuperar. Podrás estudiar toda la anatomía irrense que quieras.

En realidad tampoco tenía taaanto porno en el brazo, solo algunos vídeos que había descargado porque le gustaban y se había olvidado de borrar. Tenía la sensación de que habían pasado milenios desde la última vez que los había visto y no había pasado ni un año aún desde que dejó su mundo.


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Dama Isis x Jace (+18):

Irenneil

En cuanto se alejaron un poco, Adru le preguntó a una de las pendicularias de Guille en qué dirección debían dirigirse, lo que fue muy útil porque había mucha gente e iba a ser difícil encontrar a sus amigos de nuevo.

A Neil no le sorprendió encontrarse a sus amigos con dos desconocidos, ya que parecía una fiesta muy dada a conocer a gente nueva, así que no dudó en presentarse amablemente, aunque luego frunció un poco el ceño de forma confusa ante las palabras de Nime "¿Quiere decir que es un burdel de demonios, para demonios o donde viven demonios?" se preguntó a sí mismo un poco confuso.

En ese momento, una de las pendicularias de Guille le ofreció un pastelito de aspecto delicioso que Neil enseguida quiso probar y descifrar su receta, pero que rechazó en seguida al ver que tenía un gran bocado en un lado, ¿qué tipo de comida servían en esa fiesta?

Samika

Pudo notar la ligera incomodidad en el tono de voz del berserker y Samika se rió en el interior sin decir nada al respecto dejándolo pasar, sonriendo al ver que sus palabras sobre alejarse un poco con Pollo que andaba todo agobiado allí encerrado en ese espacio era bien recibida.

-Veamos que podemos llevarnos Arcan, yo no paro de oler cosas deliciosas ¿hay algo que llame tu atención aunque no lo conozcas? Créeme aquí mas de la mitad de las cosas tampoco se de donde son -pregunto Samika con curiosidad mientras Sekk se encargaba de aparentemente conseguir cuanto hueso pudiese para Pollo. Miró hacia la mesa cuando el berserker dijo de llevarse bebidas y viendo que olía todo bastante bien se planteo también la posibilidad de que llevasen algo de comer. La preocupación añadida de que se le ensuciase la ropa le hizo gracia, porque ciertamente siendo algo dado por Twix eso le preocupaba bastante mas a que simplemente se le viese lo que había bajo la falda. Total iba preparada.

-Mm, veamos pillemos botellas de lo que estamos bebiendo y alguna mas sorpresa, escoge cual sea que te llame la atención, que para mi todo son colorines. Con suerte atinas y es dulce, sino pues...sabremos que nunca mas volver a beber- rió la evaki con diversión mirando hacia la figura de Arcan con una brillo juguetón en la mirada. Un poco de azar no estaba mal- También surgiero llevar algo de comer o el alcohol se nos va a subir súper rápido, al menos a mi, así que voy a ver que pillo- añadió dejando a Arcan escoger las botellas para ella llena una bandeja con comida, había muchas cosas que no había probado nunca, así por curiosidad lleno el plato de algo variado y mayormente desconocido para ella. Comería un poco a la aventura sin tener ni idea de como sabría, pero bien podría acabar siendo una risa.

Una vez la bandeja llena, dejo momentáneamente sobre la mesa para coger sus zapatos del suelo y cargarlo con una mano, llevando la bandeja con la otra en perfecto equilibrio y sin esfuerzo a pesar de lo llena que estaba. Sekk que ya parecía tener consigo un buen numero de huesos para Pollo. Y andaba buscando  a juzgar por sus momentos un lugar donde ponerse y podía medio entrever que Arcan también tomado ya las botellas, le dejo también pillar a el algo donde sentarse pues con o sin vestido, el suelo de la bahía no era precisamente muy adecuado para sentarse sobre el sin algo de por medio.

Una vez todo listo miró cerca suya la figura de Pollo con una sonrisa divertida, flotando ligeramente a centímetros del suelo por la magia de Arcan aun. Cuando llegase le pediría que dejase de hacerla levitar, total iban a estar tranquilamente sentados, se le hacia aun raro tenerlo ahí usando su magia contante con ella, mas sabiendo que obtenía con un precio.

Escuchó la pregunta de Sekk a Arcan mirando la figura de ambos con interés, ya haba escuchado de la trasformación de este por palabras del propio Arcan y también se había topado varias veces en la Sede, pero ciertamente no sabia como estaba en general su relación con el resto. Solo sabía que entre los que había llegado a la luna estaba su hermano Eriel, que se había transformado en gárgola.

Por lo demás aunque habían hablado un poco, no tenía tan poco muy claro su relación con sus antiguos compañeros de criba y quitando que trabajaba con Dama Isis, tampoco sabía que pensaba hacer mas allá de eso una vez la reconstrucción de la tienda acabase. Por ello movió ligeramente también sus orejas atenta.

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Dédalo

El cambiante sonrió entretenido ante el comentario de su amigo sobre Mephis. Igual dudaba que nadie pudiese meter la pata tan a fondo y tan seguido como el.

-Bueno, si existe y no lo llaman furcia públicamente como ocurría conmigo, dudo que vaya a tener problemas iniciales con Mephis. - aseguro Dédalo encogiéndose de hombros con humor dando un trago a su cerveza- En mi caso se me junto todo; el apodo que me gane por Alder, mi ineptitud social y la imbecilidad máxima. Y dudo que exista alguien con tan mala sesera como la que mostré yo, así que ni me preocupo. Aunque si es verdad que si alguna vez hay uno nuevo, me gustaría conocerle -comentó con diversión,  pues aun recordaba como su apodo había evolucionado de Tirachinas a furcia una vez se transformó, el primer apodo dado por Karime y el segundo por Alder.

Miró con atención a Irdil que lucia ligeramente ruborizado por el alcohol. Se acercó un poco mas a Enredo.

-¿Te parece si damos una vuelta? Quiero ver si me encuentro con Karime y los demás, hace mucho que no veo a ninguno entre una cosa y otra, ademas que he estado mas de de dos mes y medio en su mundo - pidió Dédalo con atención para seguidamente de forma mental dejarle otro mensaje << Aunque tu pequeño ayudante parece andar con la cabeza en otro lado, dudo que aguante mucho el alcohol. Así que si quieres quedarte con él, por si cae K.O, me ausento un rato y luego vuelvo o nos vemos ya luego en casa antes de que os vayáis. Como prefieras ¿que dices?>> dejo su pensamiento claro en su mente como sabía que el brujo a su lado podía captarlo.

No tenía muchas ganas de quedarse ahí quieto bebiendo sin mas, tenia ganas de moverse y ver como estaban todos, especialmente cuando la ultima vez que vio a la mayoría fue en un ambiente tan enturbiado, donde se fue con verdaderas prisas y sin ninguna explicación. ¿Tendría que responder preguntas sobre porque se fue de esa forma sin avisar a nadie? Imaginaba que si, que tarde o temprano, pero por el momento su principal objetivo era volver a verlos.

Milo:

Milo se terminó el donut con el que había estado haciendo el tonto en silencio, algo decepcionado porque la libense no le hubiera seguido el juego, y mientras Zob comía para aliviar su “borrachera” él se dedicó a buscar alguna bebida con la que refrescarse. Se terminó decantando por un zumo de frutas de tono azulado que tenía un fuerte sabor dulzón, apurando un primer vaso rápidamente antes de hacerse con otro que se llevó de vuelta a la conversación, y llegó justo para escuchar donde trabajaban los dos veteranos.
—Vaya, que curioso... —opinó, esbozando una media sonrisa que ocultaba a medias su sopresa. En Irraria el término burdel no era desconocido, pero en los tiempos que corrían era algo prácticamente inexistente y se consideraban lugares muy exóticos, pero no le costaba imaginar a aquellos dos chicos en un ambiente así: eran atractivos y vestían muy bien.

La pregunta de Eitne, sin embargo, si que le sobresaltó, y durante unos instantes no supo que responder. Pam fue la primera en hablar mientras el irrense se limitaba a cambiar su peso de una pierna a otra en leve señal de nerviosismo. «Claro que no será en horario de trabajo, tonto» se recriminó mentalmente tras escucharla, fustigándose por no haber estado rápido de reflejos.
—Suena interesante y mientras no molestemos a nadie a mi también me parece bien, si —secundó a la spriggan con demasiado entusiasmo, llevándose el vaso a la boca para disimular el bochorno que le causaba haber sido mas lento que su compañera—. ¿Pero por dónde queda exactamente? —les preguntó a los veteranos tras dar un largo trago a su zumo—. Lo digo porque pedir indicaciones por la calle con semejante caravana de niños puede que no sea lo mejor. —bromeó a continuación para arrepentirse casi al instante de haber abierto el pico. Estaba quedando fenomenal.

El comentario de la bestia del crepúsculo acerca del miedo que daba por las noches le arrancó una sonrisa tierna al brujo del cobre, pero se apresuró a asentir con convicción mientras le revolvía los rizos azules con suavidad.
—Yo creo que eres aterrador, pero no se lo digas a nadie —le susurró al daeliciano en tono de confidencia tras las palabras de Pelusa, agachándose para que solo él le escuchara antes de recuperar la verticalidad—. Y seguro que a Limón le gusta el burdel, ya verás. —añadió, fijándose en que por fin regresaban Adru y Neil en compañía de Guille.

Tras las presentaciones pertinentes las pendicularias del español empezaron a hacer de las suyas, trayendo bebida y comida para su dueño sin distinguir mesa de manos ajenas. Durante unos instantes el norteño no supo como reaccionar, pero al ver la expresión de desconcierto de un minotauro al perder de vista su bocadillo al chico se le escapó una carcajada que trató de ahogar con la mano libre para no llamar la atención. «Venga, dile algo al enano o nos vamos a meter en un problema» se dijo, pero las lágrimas casi se le saltaban y al final se tuvo que encargar la mona del queso de regañarlo.

Rox
Trató de mantener la expresión todo lo que pudo, más el rubor de Rena y sus palabras le sacaron de juego deprisa. El coreano abrió bien los ojos y se mordió el labio inferior con fuerza, conteniendo la risa en pequeños temblores sin resultado alguno. Otro ataque de risa le vació el pecho de aire.

—¡No! ¡¡No me acordaba!! —logró decir entre carcajadas. El cambiante había olvidado genuinamente aquella anécdota, a pesar de lo muy presente que había tenido la coña siempre que no estaban intentando no morir de depresión—. ¡¿Cómo se me había olvidado, tío?!

Tomó aire con dificultad. Hizo ademán de seguir hablando, pero la cara de apuros que la irrense puso cuando abrió el archivo por error, hace ya tantos meses atrás, le vino fresca a la memoria. Más risas le cortaron el habla. El rubio tuvo que limpiarse un par de lágrimas que se le habían acumulado en los ojos: el pavo era fuerte en él.

La idea de ver porno en el brazo de su amiga era un tanto incómoda, pero el cambiante no iba a decir que no. Es más, ahora tenía el triple de curiosidad y de preguntas, muchas en torno a nada más y nada menos que el aparato reproductor irrense. La cara se le encendió en rojo al descubrirse teniendo mil ideas y emitió una sonido ahogado entre dientes, una risa a medio camino de tos.

—Ahora tengo muchísimas preguntas, Rena. Preguntas demasiado violentas —se tragó otra carcajada—. Pero la primera sigue siendo si Milo ve porno de escarabajos y no me va a dejar dormir esta noche si no conozco la respuesta.

Las intenciones eran claras, más claras que su sonrisa mal contenida y que la verdadera naturaleza de su borrachera, ¿mental o real? El chico lanzó una mirada significativa hacia la fiesta, alzó las cejas y ladeó la cabeza. Su sonrisa se torció en otra más ridícula. Antes de que la peliverde dijera nada, el coreano pasó una mano por su hombro y la atrajo hacia él. Cuando hablase, lo haría nuevamente con un morro irrense.

—Si tú te enamoras de un humano yo te compenso con mi ayuda. O incluso si no es humano. Me transformo en el afortunado y así practicas tus declaraciones conmigo, promesa.


Pollo
El pájaro miraba a Sekk con impaciencia. Hinchó las plumas solo para sacudirse debido a la excitación, afilando todo su cuerpo para seguirle. Cuanto más tardase en darle los huesos, más se hincharían las plumas de su cabeza. Eso sí, agradeció el nuevo espacio a su manera, estirando suavemente las alas sin dejar de lado su objetivo, el plato de huesos.

Cuando parecieron decidirse por un lugar el pájaro no hizo más gala de su paciencia. Agarró el brazo del berserker con el pico de malas maneras para forzarle a soltar la comida. Aquello bastó para que las manos del rubio se abriesen en torno a la bandeja, y sin más dilación el animal recogió la comida del suelo, tragando los trozos como si fueran palomitas.

El piromante se rió con ganas ante el bochorno de Evelhan.

-Soy mayor y con más experiencia, en algo tenía que notarse -respondió.

Realmente Zmey no había seducido a nadie en su vida, de hecho se consideraba un auténtico negado en eso y si estaba teniendo éxito lo achacaba a que el brugho era más joven y más vergonzoso que él. << O puede que esté aprendiendo algo de Ariven>> pensó << Tengo que decírselo, seguro que se siente orgullosa>> .

La venganza de Evelhan fue bastante efectiva. Un escalofrío le recorrió todo el brazo hasta encenderle las mejillas. La intensidad con la que lo miraba le descolocó pero consiguió recomponerse y murmurar un hechizo de limpieza para terminar de eliminar las pruebas del delito. Lo mejor sería que se concentrase en lo que el daeliciano tenía que contarle.

Se sentó para poder atender mejor. Conforme iba escuchando sus ojos se iban abriendo más y más. Era un proyecto enorme. Inmenso. Algo que de verdad iba a provocar un cambio en la ciudad y Evelhan parecía tenerlo todo bien planeado. La verdad es que estaba impresionado.

-¡Es alucinante! -exclamó, sonriendo como un idiota. De pura emoción le dieron ganas de ponerse en pie y empezar a pasearse pero consiguió quedarse en el sitio. -¡Es una idea genial! No hay nada parecido en la ciudad, seguro que tienes mucho éxito. ¿Necesitas ayuda con algo? Soy inútil en todo lo que no sea er… quemar cosas -rió -Pero si necesitas lo que sea solo tienes que pedírmelo.

**

-Yo no he experimentado mucho con las invocaciones -confesó Ariven. Tener a Cain cerca y ver de primera mano el efecto de los demonios hacía que le diese cierto reparo explorar esa rama de la magia. -Pero sé lo molestas que pueden llegar a ser -sonrió.

El comentario sobre los licántropos tigre les provocó una carcajada a ambas chicas.

-Creo que sí, todos se ponen así de fuertes. Aunque el nuestro tiene que mantenerse para seguir gustando a sus fans -dijo Vivia.

-Oye Ruth, Jau va a venir en nada con algo de música decente ¿Quieres bailar con nosotros? Puedes traerte a tu amigo tigre.

A falta de algo bailable el licántropo se había acercado al burdel a por su propio equipo. Era raro que Wheem no le hubiese acompañado pero estaba entretenido con unos novatos así que al final había sido dama Circe la que se había ofrecido para echarle una mano.

**

Wheem conjuró un hechizo sobre Zob para despejarle un poco la borrachera. No se la quitó del todo, pues no sabía si el basilisco querría conservar el puntito.

-Claro que puedes venir -aseguró Vanyme al pequeño daeliciano. Miró al resto del grupo dando a entender que eran bienvenidos también -Seguro que a los demás les encantará conoceros. Y no os preocupéis, los dormitorios están aislados del salón para que no moleste el ruido.

Vanyme dudaba seriamente que un dulce como Eitne puediese dar miedo fuera cual fuera su forma, pero no hizo ningún comentario al respecto para no disgustarle.

-¿Trabajas para Isis? -intervino Wheem, dirigiéndose a Pelusa -El jefe ha invertido en su negocio, y pronto tendremos nueva ropa de estreno -Le guiñó un ojo.

No iba a preguntar qué tarea desempeñaba en el burdel pues estaba fuera de lugar, pero se alegraba de que el grupo se lo tomase con tanta naturalidad, hacía las conversaciones más amenas.

Un niño rubio llegó acompañado de otros dos más mayores. Tanto Wheem como Vanyme se presentaron y el brujo no pudo resistirse a ponerse a la altura de Guille.

-Joder, ¡es como el jefe pero en miniatura! -le comentó a Vanyme entre risas -Hasta el dominio es parecido. ¿Qué tal Guille? Me gusta tu pajarita, estás hecho un dandy.

Lo sentía en el alma por el chico y por el resto de su grupo, aunque más por el segundo porque el mini brujo parecía estar en su salsa a pesar de lo que estaba liando su dominio. Alguien con cara de muy malas pulgas les dirigió una mirada amenazante cuando una pendicularia le quitó un plato de hojaldres de la mano. Wheem se apresuró a recuperarlo y se lo devolvió al momento sin perder la sonrisa.

-Dominio extraplanar -dijo, como si eso lo explicara todo. Y pareció funcionar pues el afectado cambió su expresión a una de comprensión. -Cuanto más listo es el dominio más difícil es de manejar -le dijo a los novatos -Yo me alegro de que el mío sean flores, dan menos problemas.

La sinhadre se había perdido un poco en la conversación. No entendía muy bien de qué estaban hablando y usaban palabras desconocidas para él. Observó con más detenimiento a los desconocidos cuando se los presentaron... más o menos, ya que seguía sin saber sus nombres, especialmente al chico de piel oscura que llevaba un traje muy bonito.
—¿Esos son dragones, no? —Preguntó señalando uno de los bordados—. Cómo me gustaría poder montar uno... Ah, me llamo Adrune y soy un gamusino—. La tal dama Abrazos le había dicho que no debería decir su transformación, pero no entendía por qué y a la edeel le parecía demasiado guay como para no decirlo—. Neil es mi aurva —dijo señalando al chico—. ¿Y qué es un burdel?

Se estaba riendo con la conversación acerca de si la forma nocturna de Eitne daba miedo cuando vio lo que estaban haciendo las pendicularias de Guille. Escuchó el comentario del que parecía varmano como Zarpa con interés, pero primero decidió quitarles a Kétchup y otra pendicularia lo que llevaban en las manos y que acababa de robarle a dos personas cerca de allí. Dejando un par de remanencias tras de sí la edeel recogió los platos y se los entregó a sus respectivos dueños acompañando de una disculpa.
—Guille, diles que solo cojan cosas que estén encima de una mesa —añadió tras la regañina de Pelusa. Después se giró hacia el varmano—. ¿Eres un brujo de las flores? Neil es brujo de la cera y puede hacer figuritas. Aunque ya podía antes: es un escultor muy bueno —explicó con orgullo—. ¿Qué se puede hacer con las flores?

-Vale. -Respondió al berserker. Entonces habló ella -La verdad es que hay demasiadas cosas que me llaman la atención por aquí. -Se acercó con ella a la mesa mientras Sekk preparaba la comida para Pollo apartando sus pensamientos para centrarse en la tarea que tenía delante. -Hmmm esto puede estallar en estrellas.... -Tomó levitando dos botellas de hidromiel, dos de lo que había tomado antes y otras tres aleatorias que simplemente le llamaron la atención más que el resto. Quizás era mucho pero no es como si estuviesen obligados a beberlo todo. También levitó lo necesario para llevarse un mantel sin molestar mucho, eran muchos objetos pero el comando era sencillo así que no hubo problemas.

Sekk señaló un lugar donde podrían estar tranquilos y ambos ya cargados empezaron a seguirle cuando este le preguntó algo bastante incomodo para él.

-Compañeros... -Quedó claramente pensativo ante lo que le había dicho pero no tardó en responder.

-No tengo compañeros de aquello. -Respondió de manera firme al final. Había pasado ya de un mes y salvo su hermano no le había vuelto a dirigir la palabra a ninguno, ni ellos a él por ende. -Supongo que bien, en nada encontré una maestra para enseñarme a combatir y trabajar para Dama Isis me ha sido de mucha utilidad para desenvolverme por la ciudad y aprender varias magias útiles, aparte eso de no estar en peligro de muerte constante ayuda a relajarse. -Dijo esto último con tono de broma pues sabía que su primera declaración podría incomodarles y quería aliviar eso lo antes posible.

Estaba por devolverles la pregunta a ambos cuando Pollo mordió el brazo de Sekk y se puso a comer los huesos por el suelo.

-¿¿¿Estás bien??? -Dijo en tono de urgencia.

-Muchas gracias, tú también eres un dandy- dijo sin tener ni idea a lo que refería- es una fiesta importante, por lo que he venido de etiqueta.

Pronto las Pendicularias se metieron en un lió por el robo de comida y agradeció que estuvieran Vanyme y Adru para calmar a la gente que se había molestado.

-Essssqqqqqquuuee no me hacen casooooo- se quejo a Adru por la pereza- Vale, vale como ensayamos- había estado practicando dar órdenes a las Pendicularias, aunque nunca acababa dando ordenes claras, ellas no eran malas, pero si no les explicaban bien lo que hacer se hacían un lió y hacían lo primero que se les pasaba por la cabeza (dando por hecho que la tengan?).

-Hola Kétchup- dijo acercándose a la Pendicularia- me han estado diciendo que estáis molestando a la gente, a mi me parece genial que traigas comida y eso, muchas gracias- a lo que las Pendicularias se mostraron orgullosas e hicieron un “V” con dos dedos por el agradecimiento de Guille- Pero si vais a traer comida traer la que no sea de la gente ya, en plan mirar esa de las mesas de los platos grandes, y las bebidas de esa otra mesa, pero no se las quitéis a otra gente. Y también podéis ir a descansar si queréis… Gracias- quedaba bastante claro que Guillermo no sabia dar ordenes ni mandar y que no quería herir los sentimientos de la Pendicularias.

Las Pendicularias enseñaron el pulgar hacia arriba y Guillermo se dio por satisfecho volviendo al grupo.

-Creo que me han hecho caso, ya soy todo un Brujo- dijo orgulloso.

Mientras tanto cuatro Pendicularias, estaban intentando levantar una de las mesas con los canapés para traérsela a Guillermo, porque habían entendido muy claramente que Guille quería que le trajean la mesa entera.

Mientras tanto una que había decidido escuchar la orden de descansar, había visto a Pollo y le había generado tanta curiosidad que fue a molestarlo dándole golpecitos, apareciendo en sus puntos ciegos y volviendo a desaparecer, para proceder a repetir el ciclo desde otro punto ciego.

Evelhan Kaw

Ver las mejillas pecosas del otro brujo sonrojarse de aquella manera por su acción fue bastante gratificante. Al menos no había sido el único en avergonzarse un poco en esa situación. No es como si Evelhan hubiese hecho esas cosas antes al fin y al cabo, cuando aun vivía en Daelicia no tenia muchos amigos. Su baja autoestima tampoco había dado pie a que quisiera probar esas cosas con nadie como si veía hacer a sus hermanas y el resto de daeliciano. Así que se sentía un poco torpe haciendo esas cosas, improvisadas en su mayoría pero que aparte de provocar cierta vergüenza le hacia gracia por las reacciones que provocaba en Zmey.

Realmente casi no creía el llegar a provocar eso así que era ciertamente entretenido.. Escucharlo emocionarse de aquella forma tras contarle todo su plan le hizo sonreír ampliamente sonrojándose aun mas.

Vale puede que hubiese mejorados y confianza y autoestima, pero aun le eran raros lo halagos. Especialmente si eran dichos de forma tan sincera activa y con un tono tan impresionado como Zmey andaba diciéndolo. La emoción también lo llenó incluso mas.

-Eres de los primeros, fuera de mis amigos, al que se lo cuento con mas detalle- afirmó Evelhan sonriendo ampliamente al verlo todo nerviosos y enérgico por su idea, casi como si fuese también suya- No se...pensaba que era a lo mejor una idea muy grande y que me tomarían por loco si lo contaba. O como algo irrealizable, especialmente lo de los correo entre mundos...pero en serio ¡lo tengo mas o menos planeado! -estaba realmente emocionado con aquello, sin duda alguna

- Pero para eso aun queda, tengo que afianzar todo en la ciudad primero. No podría expandirme a otros mundos con el esfuerzo que supone mostrarle a mis estirges las zonas, si aquí no consigo clientes- dijo Evelhan riendose, explicándole un poco como era que había pensado en todo eso- Era hijo de comerciantes en Daelicia, así que por suerte se un poquito del tema. Aunque también es que me estoy documentando desde hace bastante tiempo. Me queda aun mucho por saber igual. -aseguró confiado aun así en su idea, tenia muchas cosas pensadas, cosa por pulir pero la base de todo estaba ahí y le alegraba enormemente. Soltó una risa divertida cuando le escucho decir que no sabría en que podría ayudarle y sin embargo a el si se le ocurrían algunas ideas. Miró a Zmey colocando un mano en su cabeza como si fuese un niño bueno, con aire juguetón.

- Bueno...aparte de quemar cosas...sabes dibujar igual que yo, podría ayudarme con los planos del edificio. No soy muy bueno en eso, si te soy sincero. O con la construcción una vez lo inicie...tengo que buscar también una buena ubicación para poner el correo, porque necesito que este mas o menos cerca del Portal para no dar a las estirges vuelos extras innecesariamente largos una vez tenga hecho lo de ir a otro mundos.- añadio enumerando ligeramente con los dedos porque ciertamente habría cosas en las que necesitaría ayuda

- También parte de mi dinero se me fue comprando metal moldeable para las anillas de mis estirges, así que imagino que o tendré que trabajar en algo mientras para conseguir fondos o pedir un eh ¿préstamo? Aunque me da un poco de miedo eso, si te soy sincero. No quiero endeudarme antes de empezar siquiera- añadió Evelhan con un puchero, un poco temerosos de eso, pues tampoco le apetecía endeudarse con nadie de antemano, así que eso lo tomaría en principio como ultima opción. Intentaría hacer lo que pudiera por si mismo y con ayuda de sus amigos y si veía que luego necesitaba mas manos que ayudasen con un poco mas de conocimientos en restauración  de edificios ya vería como conseguir el dinero.


–


Pelusa

Estaba sin poder evitarlo, atenta a las acciones de Guille y sus pendicularias, que realmente la estresaban. El no saber, cúando, cómo o dónde, ese dominio del niño haría de las suyas la mantenía siempre ojo avizor. Sabía que Guille no hacia eso a malas, no lo de las pendicularias al menos,  sino que simplemente aun no aprecia controlarlas bien, pero le seguía pareciendo un dominio complicado y difícil para un niño que aun tenia la cabeza en las nubes. Imaginaba que con el tiempo y conforme el niño humano madurara la cosa seria un poco mas fácil. Pedía al suerte por ello.

Aun así pese a estar medio atenta a Guille y su dominio también presto atención a la conversación por lo que pudo responderle con desenvoltura a Wheem al que miro curiosa por su gesto.

-Dama Isis es una excelente diseñadora, vais a quedar todos muy guapos, mas digo.- aseguró Pelusa confiada pues respetaba realmente la labor que hacia su jefa, que aparte de haberle enseñado como usar la maquina de coser, esa maravilla, también le había mostrado como era los conjuntos que sacaría una vez la tienda estuviera abierta. A Pelusa realmente le sorprendía semejante muestra de imaginación a la hora de crear ropa. Ya no solo simplemente con su función inicial de ser eso, ropa, sino que también pudiera resultar, vistosa llamativa y con telas agradables al tacto. La mona del queso nunca se había preocupado de eso antes de llegar a al ciudad, pero teniendo ahora que ingeniárselas con su tamaño para no ir desnuda le había cogido cierto gusto. Por ello le prestaba total atención a Isis. Eso y que sinceramente creía que los dos prostitutos eran llamativos de por si cada uno a su manera.

Atenta a la charla, escucho de nuevo de Wheem interpelar a Guille. <<¿Parecido a su jefe?>> aquello llamo realmente mucho su atención porque significaba que si había alguien mas con un dominio parecido, también sabría como controlarlo o contrarrestarlo ¿no?. Estaba a punto de pregutnar algo al respecto pero la duda de Adru le descoloco un poco e hizo que le mirase confundida. <<¿No sabe que es un burdel?>> le parecía ilógico que no existiera era en su mundo. Penso como decirle y al final decidido ser directa, sin hablar muy alto pues no quería recibir las preguntas de Guille al que consideraba mucho mas niño mentalmente que Adru.

-Un burdel cuando anda en horario de trabajo al menos, cuando no es un edificio normal y corriente con gente a lo suyo, es un lugar donde vas a pedir un servicio sexual a los empleado del lugar que estén a cargo de eso, puede haber empleados que no estén a cargo de eso también. Pagando por ello claro. -explicó Pelusa siendo directa en ese punto mirando atentamente al gamusino- Aunque no es solo un servicio sexual, también vas si quieres compañía de otra persona, alguien con quien hablar...imagino que lo que ocurra en la habitación una vez pagas es cosa personal de cada uno. Pero en esencia eso es. -indicó sin vergüenza y apuro alguno, explicándolo de forma mas simple y concisa posible. Ya había visto ya bastante cosas en ordesta como para asustarse, con esa manía que tenia los ordeses de usas sus manos para todo.

Esperando que Adru hubiese mas o menos entendido, volvió su atención  ala mesa en pos de buscar algo de beber, cuando vio a Wheem alejarse un poco para hablar con un sujeto desconocido. La niña logro escuchar parte de las palabras del varmano por lo que dirigió sus iris lavanda a Guille, con una ceja alzada. Quiso aliviarse al ver que Guille medio “regañaba” a sus dominio de forma que Pelusa no andaba muy segura de si funcionaria, pero viendo como poco después un grupito de pendicularias hacia el intento de acercar una mesa  entera hacia ellos, hizo que un tic surgiera sobre su ceja derecha. Se volvió de inmediato hacia Wheem y Vanyme, recordando lo que no había dicho anteriormente, tras escuchar sobre el dominino del brujo. Ojala algo tan pasivo de dominino para Guille, o algo parecido a lo de Neil. Suspiró

-¿Podremos conocer por un casual a vuestro jefe si vamos al burdel?- pregunto claramente firme e interesada en eso, esperando que respondieran a la duda de Adru antes de preguntar- Como veis nuestros pequeño brujo no tiene mucho control sobre esas manos...y temo que acaben metiéndonos en algún lío por causa de ello. Llevamos demasiado poco tiempo en la ciudad como para saber lidiar con algo así, si ocurre - dijo lanzándole un breve pero aterradora mirada a Milo que lucia como si anduviera contundiendo con toda sus fuerzas el reírse, o tal vez el  el quejarse, a saber. Pelusa se mordió el labio inferior- Y yo…me gustaría conocer si hay alguna forma de tratar con ellas, con las pendicularias quiero decir. Ya sea nosotros o el- continuo Pelusa con voz suave pero clara, dudosa con lo que quería añadir porque seria decir algo un poco mas personal, pero al final respiro hondo y decidió decirlo. Daba igual que lo dijera, cualquiera que intentara atacarle se daría inmediatamente cuenta de todo lo que estaba por decir. No era un secreto que fuese a guardarse fácilmente- Soy una spriggan, pero aun no poseo magia, apenas estoy aprendiendo a usar las alas y si se meten en líos no hay mucho que pueda llegar a hacer para ayudar. No se pelear tampoco. Así que si hay alguna forma de evitar posibles líos con su dominio, sería de ayuda– aquello era lo que le preocupaba en si, que se metieran en líos por las pendidularias o por cualquier otra cosa, ya sea Guille o el resto y que debido a su actual condición no poder hacer nada por ayudar.

Obvio no estaba sola y había mas gente con la que contar, como Rena, Rox, Milo o Adru, si algo ocurría ¿pero quedarse cruzada de brazos sin poder hacer nada mientras algo podría dañarlos? ¿Apartarse y solo mirar porque mas que ayudar podría estorbar? No podía lidiar con ello. Solo servia para aumentar aun mas sus estrés. Se sentía un poco impotente, muy impotente, por eso andaba de tan mal humor cada vez que los niños daban gestos de meterse en algún lío, porque si eso llegaba a ocurrir no podría hacer absolutamente nada.

-Tú pregunta y yo ya responderé si eso -respondió Rena.

Las carcajadas  de Rox eran contagiosas. A pesar de que la botella de vodka estaba ya apartada habían bebido lo suficiente como para que aún les durase un buen rato la tontería. La idea que propuso el cambiante le pareció de pronto la mejor idea del Universo, solo de imaginar la cara que pondría Milo le daba risa.

-Sí, joder, vamos, ahora yo también tengo curiosidad -dijo poniéndose en pie, no sin cierta dificultad pues la borrachera y la manquedad la desestabilizaban. De hecho casi tiró a Rox al intentar agarrarse a él para no perder el equilibrio. Lo apartó de un manotazo cuando lo vio de nuevo con el hocico irrense, sin poder contener la sonrisa -No necesito ayuda con los tíos, me manejo bien, gracias – le respondió.

Su grupo estaba más lejos de lo que pensaba, o sería que andar por la arena de repente se había vuelto como ocho veces más complicado. Había dos desconocidos muy bien vestidos charlando con ellos aunque la osa no prestó mucha atención al ambiente, simplemente saludó a nadie en particular y rodeó los hombros de Milo con el brazo para llevárselo aparte.

-Milo ven con nosotros que tenemos una pregunta super importante que hacerte -dijo en tono conficencial -Ahora venimos -le dijo al resto.

**

-Si, son dragones, pero son algo distintos a los que han aparecido hoy -respondió Vanyme -Y a mi me daría un poco de miedo montar en dragón, lo reconozco.

Cain lo había llevado a volar una vez en uno de sus demonios y si no le había dado un infarto entonces no se lo daría nunca. El terra prefería mantener los pies en el suelo.

-Creo que nunca he visto ningún gamusino en la ciudad. ¿Wheem?

-Ni yo -coincidió el brujo -Será una de esas transformaciones poco comunes.

Dejó que la mona del queso respondiera a la pregunta del burdel. Lo estaba explicando bastante bien así que solo vio necesario apuntar que Vanyme y él eran de los que daban sexo. Asistió a la regañina y al intento de orden de Guille temiéndose los resultados, aunque prefirió no decir nada por el momento.

-El dominio sobre la cera es una pasada, seguro que haces cosas chulísimas -le dijo a Neil, luego se volvió a Adru -Más que de las flores soy brujo de las adormideras, y no es un dominio tan versátil -Rebuscó en un bolsillo interior de su chaleco y eligió algunas semillas. A una orden muda las plantas se desarrollaron a toda velocidad y dos amapolas, una del color del pelo de Adru y otra de el de Neil florecieron desde su palma -Y hasta ahí llega el truco -se rió -Pero es fácil tenerlas cerca, es recarga segura y son un ingrediente muy útil en alquimia así que no me quejo.

La mona del queso volvió a hablarle y su noto, a pesar de ser firme, parecía angustiado. No la culpaba, los dominios como el de Guille eran trabajosos y el chico parecía inmaduro incluso para su edad. Él ahbría tenido una respuesta totalmente diferente a la que había visto en los mayores del grupo de novatos y desde luego jamás se habría echado semejante responsabilidad sobre los hombros. Wheem no sabía si sentir admiración por ellos o pena.

-Mira, pelusa, voy a serte totalmente sincero: El dominio es del crío y al final él único que va a tener control sobre esos bichos va a ser él, así que o espabila o lo tenéis claro. Esta no es una ciudad que tenga paciencia -La lista de brujos que habían muerto a manos de sus dominios o por consecuencia de no saber controlarlos era larga -Nuestro jefe os recibirá con gusto y no creo que tenga problema en dar un consejo o dos aunque no sé hasta qué punto estaría dispuesto a hacer de mentor.

Cain era raro. Le gustaba hacer favores, pero tan pronto se volcaba en una persona como decidía que otra no merecía su atención, Wheem  no iba a pillarse los dedos con promesas.

De pronto aparecieron otros dos integrantes del grupo que también se habían pasado un poco con la bebida. Los prostitutos respondieron al saludo de la irrense con una sonrisa animada y vieron como secuestraba a Milo por alguna razón.

-Una cosa, Wheem -dijo Vanyme, acercándose adonde estaba el brujo -¿No era Vacuum algo como ella? -señaló a Pelusa.

-No, Vac es un hado infernal, es otro bicho distinto, pero tienen las mismas alas -respondió el varmano -Puedo preguntarle si se apunta a la merienda y así lo conoces también. Decidme un día, os haré brownies felices.

-¡WHEEM!

-Vale, nada de brownies felices.

Eitne no podía parar de sonreír con su pequeño ego hinchado, gracias a los comentarios de sus amigos. No estaba muy seguro del motivo, pero quería dejar una buena impresión en Wheem y Vanyme y a su entender, lo estaba consiguiendo. Se unieron más amigos suyos y Eitne los saludó con la mano, mostrando los dientes como si le fuera la vida en ello. ¡Iban a visitar el burdel!

La escena que montaron las pendicularias lo distrajeron momentáneamente. Eitne no era consciente en ese momento de lo peligroso que era causar alboroto entre veteranos, así que estaba al borde de un ataque de risa. Cuando volvió a incorporarse a la conversación ya habían cambiado de tema y hablaban de diferentes transformaciones. La bestia del crepúsculo los escuchó curioso y no intervino hasta que mencionaron brownies felices.

En su cabeza se imaginaba pasteles de chocolate con caras dibujadas en fondant de colorines.

—Puedes hacerlos tristes, así parecerá que se asustan cuando nos los comamos —añadió de buen humor.

Dejó que la fecha de visita la decidieran los adultos, pero el niño tenía claro que cuanto antes, mejor. Si por él fuera, se presentaba al día siguiente en el burdel, a primera hora.

Enredo


Enredo se rió de buen humor por lo que decía su amigo. Sí que Dédalo había cometido errores, pero el brujo creía que Mephis podría haber sido más comprensiva con alguien de los suyos. Por supuesto a veces olvidaba que la comprensión hacia otros escaseaba en la ciudad.

Estaba atento a la mente de su amigo por si volvía a decirle algo y por eso no se le escaparon sus pensamientos. "Sí, lo mejor sería que me quedase aquí con él por ahora. Pero dale recuerdos al resto cuando los veas" le dijo por telepatía.

En cuanto el cambiante se fue el brujo miró hacia su acompañante, lo evaluó y le dirigió una sonrisa. Se le había ocurrido una idea que quizá podría iluminar un poco las sombras que había en la mente de Irdil.

-Sé que te has encontrado con muchas cosas malas. Déjame mostrarte una maravilla - le dijo clavando el báculo en el suelo y concentrándose.

A pesar de que los hechizos que iba hacer eran muy básicos iban a ir muy seguidos. Enredo respiró hondo y comenzó a hacer movimientos y a murmurar por lo bajo.

Una luz estalló en el cielo iluminando la bahía, acto seguido una estela de luces verdes brillaron y se apagaron. Poco después otra luz y otra estela de distinto color, así durante un par de minutos, cada vez más rápido hasta convertirse en un verdadero espectáculo de luces. Por último estallaron dos más, pero está vez tomaron forma, en una Doce Punto con los brazos extendidos y sus creaciones alrededor, todo de color plateado. La otra Silente, agachado en lo que se suponía una cornisa con la daga preparada, parecía que en cualquier momento saltaría a dar muerte, con un color morado brillante.

El brujo agarró el báculo hizo un pase mágico y ancló las luces a las alturas. Era su tributo a los muertos que habían caído para salvar al resto. Suspiró y contempló su obra, quizá alguien más se animase a poner una figura de luces en el cielo en honor a algún amigo.


Eriel.


El gárgola miró mal a su amigo una vez la mujer rara se fue.

-Que te toquen a ti por la espalda sin previo aviso, a ver qué tal reaccionas. Y da gracias de que no me he petrificado en el sitio y os he dejado solos con ella - le dijo.

Puso los ojos en blanco pero viendo que su amigo tenía ganas de buscarle algo decidió probar suerte.

-De acuerdo, ayúdame a buscar al chico con el que tropecé - le pidió.- Tengo que pedirle disculpas de forma apropiada.

Justo en ese momento empezó el espectáculo. El nublino se quedó embobado mirando las luces brillar, en su mundo no había nada parecido y era la primera vez que contemplaba aquello. Eriel no tenía ni idea de que los hechizos de luz se podían usar para crear algo tan bonito.

Dédalo


Dejó finalmente a Enredo junto a Irdil, alejándose de ambos para buscar entre la gente a aquellas caras bien conocidas de sus amigos. No fue a los primeros que único, vio también otras caras conocidas de gente con la que había tratado, pero teniendo claro su objetivo no se acercó a nadie.

Tardó un poco porque realmente la bahía estaba bastante llena, pero finalmente dio con ellos, siendo aquella enorme armadura bien conocida la primera en ver. Malahierba no pasaba desapercibida con eso puesto. Se acercó viendo curiosos que, junto a él, se encontraba un pequeño grupo bastante dispar, entre ellos, Karime y Saren, precisamente a los que buscaba…y luego, Valek. La principal presencia en ese lugar que hizo que el cambiante le observe con incredulidad.

¿Valek había salido a una fiesta y estaba sonriendo no de forma arisca o con ganas de explotar a alguien? ¿Qué milagro era ese? Es más, andaba junto a MalaHierba sin liarla. Resultaba sorprendente habiendo sido testigo más de una vez de sus encontronazos en el pasado <<Pues sí que han cambiado muchísimas cosas en mi ausencia…sino es de mucho antes >> pensó intrigado y sonriendo, seguro, se acercó a ellos. La última vez que había visto a sus amigos había sido tras lo del Pub y a MalaHierba y Valek desde hacía bastante antes. Es más posiblemente había visto más al poltergeist que al vampiro con eso de vivir ambos en Luna Alta, lo cual era por demás irónico.

Se acercó sigilosamente a pesar de seguramente sería previamente visto por Malahierba y Valek con eso de que andaba viéndolo de frente, pero su intención inicial era al fin de cuentas sorprender a sus amigos. Especialmente esquivar los agudos sentidos de la loba. Una vez estuvo casi detrás de ellos, le paso los brazos a Karime por los hombros abrazándola de forma imprevista y apoyando la cabeza contra ella con diversión, medio echándose sobre ella de improviso, casi tirándola. En realidad viéndolos ahí vivos y charlando tan normal le alegraba y aliviaba enormemente mas tras todo lo que había escuchado así que realmente se se sentía bien al verlos.

-¡Te cace! – exclamó con voz suave siendo claramente la suya reconocible por sus amigos antes de sonreír divertido, girando un poco la cabeza para verla con una sonrisa maliciosa- Hacia mucho tiempo que no veía a mi increíble loba favorita y mira que últimamente he visto mucha líbense. Lo siento Karime…aunque sigues siendo la mejor, sin duda– aseguró Dédalo con humor viendo al resto de grupo- Saludos al resto también…os abrazaría también con la misma o mayor efusividad, pero no quiero que mi miréis con cara de haber chupado un limón, que e smuy deprimente - dijo divertido levantando una mano para saludar a Saren, Valek y Tap con indolencia y buen humor- Pero vamos si me decís que si yo encantado ¿eh? -añadió mirándolos con una ceja alzada en genuina malicia, al tiempo que soltaba a la libense de su abrazo de oso.

-Espero no interrumpir gran cosa, sino ya seria empezar con mal pie cuando apenas acabo de volver a la ciudad. - añadió un tanto divertido por la posibilidad, aunque viendo lo relajados que estaba sus posturas claramente clamadas aprecian simplemente haberse estado poniendo al día.