Discurso de bienvenida
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Giniroryu
Martalar
Montblanc
Sevent
Soñador
Caillech
Administración
11 participantes
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- Administración
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Discurso de bienvenida
05/11/11, 05:18 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Este es un evento especial y para todos los cosechados de segunda generación. Se rolea aquí directamente. Vuestros personajes sabrán que tienen que acudir aquí porque verán una estrella verde en pleno día sobre la plaza de la fuente.
Una esfera verde descendió en vertical desde el cielo. Habían estado esperando a que los cosechados siguieran el fulgor esmeralda que había encendido en el cielo para bajar cuando los vio acercarse. El orbe se deshizo en el aire y de él salieron dos individuos igual de verdes. Aquel color contrastaba con el resto de la ciudad, era agradable y esperanzador.
Siempre y cuando uno no se fijara más atentamente en aquellos hechiceros. Uno de ellos era una mujer muy bella, con un hermoso vestido de gala y un pelo suave que parecía algas ondeando con las corrientes marinas. Llevaba hermosas joyas con grandes y claras esmeraldas en la proporción justa como para llamar la atención sin parecer ostentosa. Sin embargo el rostro de ésta estaba ensombrecido por un gesto de desprecio y tedio que daba la impresión de que su cara fuera de escayola, lo cual no encajaba en su porte orgulloso.
El otro era un hombre cuya cara estaba tapada por una máscara de madera sencilla en la que podían apreciarse multitud de huecos que antes habían sido vasos leñosos. Una capa verde y enorme lo tapaba, cubriendo su pecho, y debajo podía verse una casaca cubierta de raíces que la cubrían horizontalmente. Una desordenada cascada de pelo naranja en la cual se habían enredado bayas de diversas formas y colores le caía sobre los hombros.
-Habéis llegado a Rocavarancolia, cosechados -empezó diciendo el hombre. Hablaba con suavidad pero sus palabras se oían claramente en toda la plaza-. Ya ha pasado la cosecha y es la hora de la criba. De separar las semillas podridas -dijo esta última palabra retorciéndola con saña entre sus labios.
-Como habéis podido observar -intervino entonces la mujer de los cabellos ondeantes-, no vais a ser tratados como príncipes -hablaba con voz más baja todavía y la desgana y la apatía eran fácilmente reconocibles en su discurso-. Esto no es ninguna guardería ni ningún juego. Aquí podéis morir -suspiró-. Muchos de vosotros moriréis devorados por las alimañas. Otros caeréis del hambre. Y algunos os mataréis entre vosotros.
-Somos monstruos y locos -volvió a tomar la palabra el hombre-. Y ni los monstruos ni los locos cuidan de niños llorones. Creced o morid. Explorad si sois lo suficientemente valientes, pero ni se os ocurra ir ni al castillo ni a Rocavaragálago -señaló la inmensa edificación roja en la lejanía- ni al Panteón Real. Vuestro hogar serán los torreones y vuestra comida las de las bañeras. Vais a pasar por muchas penurias, pero creedme, a la salida de la Luna Roja, los vivos nos agradeceréis haberos traído hasta aquí.
-No hay vuelta atrás. Pertenecéis a Rocavarancolia y ella decidirá si sois dignos o no de servirla -terminó por sentenciar la mujer verde antes de envolverse a sí misma y a su compañero en una nueva esfera que salió volando hacia el castillo.
Este es un evento especial y para todos los cosechados de segunda generación. Se rolea aquí directamente. Vuestros personajes sabrán que tienen que acudir aquí porque verán una estrella verde en pleno día sobre la plaza de la fuente.
Una esfera verde descendió en vertical desde el cielo. Habían estado esperando a que los cosechados siguieran el fulgor esmeralda que había encendido en el cielo para bajar cuando los vio acercarse. El orbe se deshizo en el aire y de él salieron dos individuos igual de verdes. Aquel color contrastaba con el resto de la ciudad, era agradable y esperanzador.
Siempre y cuando uno no se fijara más atentamente en aquellos hechiceros. Uno de ellos era una mujer muy bella, con un hermoso vestido de gala y un pelo suave que parecía algas ondeando con las corrientes marinas. Llevaba hermosas joyas con grandes y claras esmeraldas en la proporción justa como para llamar la atención sin parecer ostentosa. Sin embargo el rostro de ésta estaba ensombrecido por un gesto de desprecio y tedio que daba la impresión de que su cara fuera de escayola, lo cual no encajaba en su porte orgulloso.
El otro era un hombre cuya cara estaba tapada por una máscara de madera sencilla en la que podían apreciarse multitud de huecos que antes habían sido vasos leñosos. Una capa verde y enorme lo tapaba, cubriendo su pecho, y debajo podía verse una casaca cubierta de raíces que la cubrían horizontalmente. Una desordenada cascada de pelo naranja en la cual se habían enredado bayas de diversas formas y colores le caía sobre los hombros.
-Habéis llegado a Rocavarancolia, cosechados -empezó diciendo el hombre. Hablaba con suavidad pero sus palabras se oían claramente en toda la plaza-. Ya ha pasado la cosecha y es la hora de la criba. De separar las semillas podridas -dijo esta última palabra retorciéndola con saña entre sus labios.
-Como habéis podido observar -intervino entonces la mujer de los cabellos ondeantes-, no vais a ser tratados como príncipes -hablaba con voz más baja todavía y la desgana y la apatía eran fácilmente reconocibles en su discurso-. Esto no es ninguna guardería ni ningún juego. Aquí podéis morir -suspiró-. Muchos de vosotros moriréis devorados por las alimañas. Otros caeréis del hambre. Y algunos os mataréis entre vosotros.
-Somos monstruos y locos -volvió a tomar la palabra el hombre-. Y ni los monstruos ni los locos cuidan de niños llorones. Creced o morid. Explorad si sois lo suficientemente valientes, pero ni se os ocurra ir ni al castillo ni a Rocavaragálago -señaló la inmensa edificación roja en la lejanía- ni al Panteón Real. Vuestro hogar serán los torreones y vuestra comida las de las bañeras. Vais a pasar por muchas penurias, pero creedme, a la salida de la Luna Roja, los vivos nos agradeceréis haberos traído hasta aquí.
-No hay vuelta atrás. Pertenecéis a Rocavarancolia y ella decidirá si sois dignos o no de servirla -terminó por sentenciar la mujer verde antes de envolverse a sí misma y a su compañero en una nueva esfera que salió volando hacia el castillo.
- Sevent
Ficha de cosechado
Nombre: Abel
Especie: Humano español
Habilidades: Intuición, imaginación y velocidad
Re: Discurso de bienvenida
05/11/11, 10:56 pm
Escuche todo ese estupido y horrible discurso, debiamos hacer algo, seguia temblando de terror y los demas estaban con el semblante sombrio tmbien, asi que me acercque hacia ellos y les dije lo que pensaba:
-creo que deberiamos ir a buscar refugio, seria lo mas inteligente dadas las circunstancias
Les mire expectante, de repente mire hacia el cielo, las bañeras estaban aho, y debiamos seguirlas, teniamos que conseguir comida
-Vamos
(sigue en Torreon Maciel)
-creo que deberiamos ir a buscar refugio, seria lo mas inteligente dadas las circunstancias
Les mire expectante, de repente mire hacia el cielo, las bañeras estaban aho, y debiamos seguirlas, teniamos que conseguir comida
-Vamos
(sigue en Torreon Maciel)
- InvitadoInvitado
Re: Discurso de bienvenida
05/11/11, 11:01 pm
No se ven los torreones desde la plaza y mucho menos desde las mazmorras.
(Seguid a una de ellas y por el camino encontraréis Maciel y Margalar)
- Martalar
Ficha de cosechado
Nombre: Hannah Lahey
Especie:
Habilidades: Vista de lince, automotivación y resistencia.
Re: Discurso de bienvenida
05/11/11, 11:17 pm
Tras el discurso, Mark comienza a andar con decisión. Es curioso. Nunca había visto al chico, que tantas veces me ha parecido más bien miedoso, tan decidido.
¿A dónde se cree que va ese imbécil, si ni siquiera conocemos la ciudad? Voy a decirle algo.
Entonces, una bañera voladora -un momento... ¡¿Una bañera voladora?!- pasa sobre nuestras cabezas. Una de ellas se dirige hacia donde Mark va o cree ir.
Entonces, recordando las palabras del hombre, "[..] vuestro comida la de las bañeras", sigo a Mark, tras un encogimiento de hombros.
Sigue en el Torreón Maciel
¿A dónde se cree que va ese imbécil, si ni siquiera conocemos la ciudad? Voy a decirle algo.
Entonces, una bañera voladora -un momento... ¡¿Una bañera voladora?!- pasa sobre nuestras cabezas. Una de ellas se dirige hacia donde Mark va o cree ir.
Entonces, recordando las palabras del hombre, "[..] vuestro comida la de las bañeras", sigo a Mark, tras un encogimiento de hombros.
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- Caillech
Ficha de cosechado
Nombre: Dama Gula, antes conocida como Caillech (Cail o Cai)
Especie:
Habilidades: Conocimiento de técnicas de supervivencia, olfato muy fino y agilidad (cosas indispensables para una nómada)
Re: Discurso de bienvenida
05/11/11, 11:38 pm
Vi todo tipo de reaciones en los pequeños seres sin escamas. Desde desesperación pasando por la tristeza hasta llegar a la certeza de que algo malo iba a ocurrir. Parecían perdidos y desolados la gran mayoría. No sabían a donde ir. Estaba claro que habían tenido que sobrevivir en condiciones extremas en el lugar donde habían vivido nates de que los trajeran aquí. Mi vida había sido algo así como una sucesión de peligros, estaba acostumbrada a que la muerte me aguardara al final del camino. Los primeros días de mi destierro fueron duros, más de una vez estube a punto de morir ya sea por hambre, por sed o por el ataque de una bestia del desierto. Ahora eso parecía que me serviría en este mundo. Mi conocimento en el arte de la superviviencia me sería muy útil para vivir hasta que la Luna Roja apareciese en el firmamento, pese a no tener ni idea cuando sucedería tal cosa. Podrían ser cuestión de días, meses o años. No lo sabía.
Comencé a mirar a mi alrededor, no queriendo ver la desesperación de los pequeñines, me ponía nerviosa y so no me gustaba, para hacer un reconocimiento del lugar donde nos encontrábamos. Olfateé el aire. Quería averiguar si había algún ser al acecho o alguna presa, comida o agua por los alrededores. De haberlos yo los notaría primero. Mi olfato era de lo más fino, podía captar cualquier cosa que los demás eran incapaces de oler. Era mi sentido más desarroyado y de más valor para mí. Me había salvado en más de una ocasión de un peligro de muerte.
Fue entonces cuando el olor de la comida llegó a mi. Casi al instante uno de los pequeños vio algo y comenzó a seguirlo. Era una de las bañeras de las que nos habían hablado y estaba llena de comida. El espantapájaros que lo pilotaba decía que en su interior había todo tipo de cosas extrañas. Si con eso esperaban espantarme, lo llevaban claro.
- Lo primero es lo primero - murmuré para mí misma mientras daba grandes zancadas en pos de las bañeras, adelantando a todos, mis pasos eran casi el doble de los suyos - El agua y los alimentos son más importante que un techo. Un refugio no llenará nuestras tripas ni nos dará fuerzas para luchar llegados el caso - les comenté a los pequeñines. No me importaba lo que hubiera dentro de la bañera, ya sea lo que el espantapájaros decía o no, lo comería igualmente. Aunque primero le dejaría probar bocado a alguien más, no sea que estubiese envenenado. Toda precaución era poca.
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Comencé a mirar a mi alrededor, no queriendo ver la desesperación de los pequeñines, me ponía nerviosa y so no me gustaba, para hacer un reconocimiento del lugar donde nos encontrábamos. Olfateé el aire. Quería averiguar si había algún ser al acecho o alguna presa, comida o agua por los alrededores. De haberlos yo los notaría primero. Mi olfato era de lo más fino, podía captar cualquier cosa que los demás eran incapaces de oler. Era mi sentido más desarroyado y de más valor para mí. Me había salvado en más de una ocasión de un peligro de muerte.
Fue entonces cuando el olor de la comida llegó a mi. Casi al instante uno de los pequeños vio algo y comenzó a seguirlo. Era una de las bañeras de las que nos habían hablado y estaba llena de comida. El espantapájaros que lo pilotaba decía que en su interior había todo tipo de cosas extrañas. Si con eso esperaban espantarme, lo llevaban claro.
- Lo primero es lo primero - murmuré para mí misma mientras daba grandes zancadas en pos de las bañeras, adelantando a todos, mis pasos eran casi el doble de los suyos - El agua y los alimentos son más importante que un techo. Un refugio no llenará nuestras tripas ni nos dará fuerzas para luchar llegados el caso - les comenté a los pequeñines. No me importaba lo que hubiera dentro de la bañera, ya sea lo que el espantapájaros decía o no, lo comería igualmente. Aunque primero le dejaría probar bocado a alguien más, no sea que estubiese envenenado. Toda precaución era poca.
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- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Re: Discurso de bienvenida
06/11/11, 12:58 am
Seguimos la estrella verde en el cielo. Eramos un grupo extraño, más aun si teníamos en cuenta que dos de nosotros eran seres con aspecto de reptil. Ya había dado por hecho que eran de otro mundo, igual que sabía muy bien que aquella ciudad de la que no recordaba el nombre, no pertenecía al lugar donde yo había crecido.
Cuando llegamos, la estrella resultó ser una esfera brillante donde viajaban dos seres tan verdes como su medio de transporte. Una mujer bella, pero con gesto agrio, y un hombre que en realidad parecía una maraña de árboles, cuya cara era una mascara de madera.
Nos hablaron de cosecha y de criba. Nos demostraron sin mucho esfuerzo algo que todos sopechabamos ya: habíamos cometido un tremendo error al firmar aquel contrato.
"-¿cara o cruz?"
Maldita manía de echar las cosas a suertes..
Aquel discurso no estaba contestando ninguna de nuestras preguntas. ¿que lugar era Rocavarancolia? ¿que teníamos de especial? Solo nos llenaba de miedo y angustia. Y de mas dudas. "somos monstruos y locos" aquella frase me oprimía el corazón. Nos aseguraron que moriríamos. La verdad de aquellas palabras, de aquella situación, caía poco a poco sobre mí. Hasta ahora, en cierto modo, todo había seguido siendo un sueño. La angustia y el miedo habían sido pasajeros, siempre hacia delante, con determinación, y como si estuviera de campamento. Incluso parecía que había asimilado haber visto a un chico con cola de animal, y dos reptiles que hablaban y andaban como humanos, y de pronto se me antojaba pensar que todo era falso. Simplemente había andado por inercia en aquel lugar de locos. Y nada había calado dentro, porque yo aun, muy dentro de mí, quería negarlo todo.
Por fuera, yo solo era una mascara como la del hombre que daba el discurso. Nada de la tormenta que se había alzado dentro de mí se reflejaba en mi rostro. Pero en mis brazos que estaban agarrados entre sí, los nudillos de las manos se estaban quedando blancos por la fuerza con la que apretaba.
Y de entre la más absoluta sensación de devastación, salió una determinación férrea.
No me vendría abajo.
Sobreviviría.
Y mientras llegaba a esta conclusión, un engendro con aspecto de espantapájaros, (o tal vez un espantapájaros de verdad) subido a una bañera, comenzó a predicar como un verdulero. Con la mirada fija en su bañera voladora, que según prometía estaba llena de comida, comencé a seguirle sin vacilación. Hannah y Mark ya estaban en ello. ¿como habrían reaccionado ellos? Mientras oía las palabras del hombre árbol y su acompañante verde, apenas me había fijado en el resto. Ahora estaba claro que estabamos condenados a estar juntos. "Os matareis unos a otros" ¿ocurriría eso?
¿enloqueceríamos y nos asesinaríamos entre nosotros? tal y como yo lo veía, estar juntos era nuestra mejor opción para sobrevivir. Y ya tendríamos suficiente luchando con aquella ciudad como para encima luchar entre nosotros. Aunque parecía también inevitable. Hannah y Noel ya se odiaban prácticamente. Y tampoco era muy dificil imaginarme a Vlad como un psicópata refinado de serie policiaca, o a el ultimo reptil en llegar, el que era más alto, y parecía menos amigable y que nos habia amenazado con un palo entre las manos (solo que cogido por un reptil de dos metros, aquel palo si imponía)
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Cuando llegamos, la estrella resultó ser una esfera brillante donde viajaban dos seres tan verdes como su medio de transporte. Una mujer bella, pero con gesto agrio, y un hombre que en realidad parecía una maraña de árboles, cuya cara era una mascara de madera.
Nos hablaron de cosecha y de criba. Nos demostraron sin mucho esfuerzo algo que todos sopechabamos ya: habíamos cometido un tremendo error al firmar aquel contrato.
"-¿cara o cruz?"
Maldita manía de echar las cosas a suertes..
Aquel discurso no estaba contestando ninguna de nuestras preguntas. ¿que lugar era Rocavarancolia? ¿que teníamos de especial? Solo nos llenaba de miedo y angustia. Y de mas dudas. "somos monstruos y locos" aquella frase me oprimía el corazón. Nos aseguraron que moriríamos. La verdad de aquellas palabras, de aquella situación, caía poco a poco sobre mí. Hasta ahora, en cierto modo, todo había seguido siendo un sueño. La angustia y el miedo habían sido pasajeros, siempre hacia delante, con determinación, y como si estuviera de campamento. Incluso parecía que había asimilado haber visto a un chico con cola de animal, y dos reptiles que hablaban y andaban como humanos, y de pronto se me antojaba pensar que todo era falso. Simplemente había andado por inercia en aquel lugar de locos. Y nada había calado dentro, porque yo aun, muy dentro de mí, quería negarlo todo.
Por fuera, yo solo era una mascara como la del hombre que daba el discurso. Nada de la tormenta que se había alzado dentro de mí se reflejaba en mi rostro. Pero en mis brazos que estaban agarrados entre sí, los nudillos de las manos se estaban quedando blancos por la fuerza con la que apretaba.
Y de entre la más absoluta sensación de devastación, salió una determinación férrea.
No me vendría abajo.
Sobreviviría.
Y mientras llegaba a esta conclusión, un engendro con aspecto de espantapájaros, (o tal vez un espantapájaros de verdad) subido a una bañera, comenzó a predicar como un verdulero. Con la mirada fija en su bañera voladora, que según prometía estaba llena de comida, comencé a seguirle sin vacilación. Hannah y Mark ya estaban en ello. ¿como habrían reaccionado ellos? Mientras oía las palabras del hombre árbol y su acompañante verde, apenas me había fijado en el resto. Ahora estaba claro que estabamos condenados a estar juntos. "Os matareis unos a otros" ¿ocurriría eso?
¿enloqueceríamos y nos asesinaríamos entre nosotros? tal y como yo lo veía, estar juntos era nuestra mejor opción para sobrevivir. Y ya tendríamos suficiente luchando con aquella ciudad como para encima luchar entre nosotros. Aunque parecía también inevitable. Hannah y Noel ya se odiaban prácticamente. Y tampoco era muy dificil imaginarme a Vlad como un psicópata refinado de serie policiaca, o a el ultimo reptil en llegar, el que era más alto, y parecía menos amigable y que nos habia amenazado con un palo entre las manos (solo que cogido por un reptil de dos metros, aquel palo si imponía)
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- Shylver
Ficha de cosechado
Nombre: Akasha
Especie: Ochroria
Habilidades: «Agilidad, Motivación, Carisma»
Re: Discurso de bienvenida
06/11/11, 01:07 am
Rocavarancolia, ciudad de monstruos y locos. Crecer o morir. Parece que mis expectativas se han ampliado un poco. Morir parece bastante más posible ahora, dicho por los dos seres que nos han dado la "bienvenida formal" al lugar, que parecen tener experiencia en el tema de los cosechados. Supongo que no sería la primera vez que pierden cosecha por diversos motivos.
-Feliz Samhain.-digo para mí. Ahora he llegado a Rocavarancolia, ni antes ni después.
Esto me hace replantearme el tema supervivencia, pero no es que resulte muy fácil reorganizar pensamientos con tres espantapájaros volando... en tres bañeras... voladoras... gigan...
Creo que la probabilidad acaba de alcanzar su límite. Que Santa Improbabilidad nos acoja en su seno y nos guarde. Dejando de lado la imagen absurda e ilógica de las naves -que parecen hechas sobre la marcha y no con mucha precisión- parece que llevan comida. No muy saludable, según lo que canturrean los espantapájaros, pero actualmente mis oídos y mi olfato están en una acalorada discusión al respecto. Decido ponerme de parte de mi olfato por esta vez.
A la vista de los acontecimientos recientes, un pequeño grupo osa adentrarse en la ciudad siguiendo una de las bañeras sobre el terreno accidentado. Parecen decididos, cosa que me infunde cierto nivel de ánimo. Como tengo un palo -que no me acaba de convencer demasiado, ya sea como arma o como herramienta- decido seguirles, todo sea por sumar potencia física o capacidad perceptiva, ayudar todo lo posible y en lo posible.
Mientras avanzo, andando cuando hay suelo, dando saltos cuando hay agujeros, mirando a mi alrededor cuando hay sombras, pienso y pienso en el discurso de hoy. ¿Así que vamos a morir, eh? ¿Conque pertenecemos a la ciudad, no? Pues bien: en nuestras manos está impedir que así sea. No podemos ver el futuro, no podemos saber que ocurrirá, pero sí podemos intentar poner las cosas de nuestra parte.
Al doblar una esquina alcanzo a ver a uno de los reptiles humanoides un poco más adelante, así que acelero el paso. No me gustaría quedarme solo por aquí, no sé si sabría volver.
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-Feliz Samhain.-digo para mí. Ahora he llegado a Rocavarancolia, ni antes ni después.
Esto me hace replantearme el tema supervivencia, pero no es que resulte muy fácil reorganizar pensamientos con tres espantapájaros volando... en tres bañeras... voladoras... gigan...
Creo que la probabilidad acaba de alcanzar su límite. Que Santa Improbabilidad nos acoja en su seno y nos guarde. Dejando de lado la imagen absurda e ilógica de las naves -que parecen hechas sobre la marcha y no con mucha precisión- parece que llevan comida. No muy saludable, según lo que canturrean los espantapájaros, pero actualmente mis oídos y mi olfato están en una acalorada discusión al respecto. Decido ponerme de parte de mi olfato por esta vez.
A la vista de los acontecimientos recientes, un pequeño grupo osa adentrarse en la ciudad siguiendo una de las bañeras sobre el terreno accidentado. Parecen decididos, cosa que me infunde cierto nivel de ánimo. Como tengo un palo -que no me acaba de convencer demasiado, ya sea como arma o como herramienta- decido seguirles, todo sea por sumar potencia física o capacidad perceptiva, ayudar todo lo posible y en lo posible.
Mientras avanzo, andando cuando hay suelo, dando saltos cuando hay agujeros, mirando a mi alrededor cuando hay sombras, pienso y pienso en el discurso de hoy. ¿Así que vamos a morir, eh? ¿Conque pertenecemos a la ciudad, no? Pues bien: en nuestras manos está impedir que así sea. No podemos ver el futuro, no podemos saber que ocurrirá, pero sí podemos intentar poner las cosas de nuestra parte.
Al doblar una esquina alcanzo a ver a uno de los reptiles humanoides un poco más adelante, así que acelero el paso. No me gustaría quedarme solo por aquí, no sé si sabría volver.
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- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Discurso de bienvenida
06/11/11, 01:23 am
Todavía no he podido recuperarme de la desazón que me invade tras el discurso cuando ya veo que Mark habla sobre ir a buscar refugio. En el cielo, casi al mismo tiempo, aparecen unas bañeras voladoras. Lo que las tripula es... ¿un espantapájaros? Acababan de hablarnos de unas bañeras con comida, por lo que tienen que ser esas. El espantapájaros no paraba de gritar cosas asquerosas.
-Espero que ESO no sea la comida -pienso.
Me quedo observando las bañeras un instante mientras pienso en toda esta locura. Nada parece tener sentido en este lugar, sin embargo al mismo tiempo esa locura parece encajar perfectamente con el ambiente decadente e insano que se respira en el aire de la ciudad.
La mayoría de mis compañeros se han ido siguiendo el rastro de las bañeras, así pues echo a correr para evitar quedarme atrás.
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-Espero que ESO no sea la comida -pienso.
Me quedo observando las bañeras un instante mientras pienso en toda esta locura. Nada parece tener sentido en este lugar, sin embargo al mismo tiempo esa locura parece encajar perfectamente con el ambiente decadente e insano que se respira en el aire de la ciudad.
La mayoría de mis compañeros se han ido siguiendo el rastro de las bañeras, así pues echo a correr para evitar quedarme atrás.
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- Soñador
Ficha de cosechado
Nombre: Javier
Especie:
Habilidades: intuición, sentido común, memoriaPersonajes : Hace cinco años llegó a rocavarancolia engañado por aquel extraño personaje, consiguió sobrevivir junto a otro grupo de cosechados viviendo como podían en el interior del faro de la ciudad. Durante ese tiempo se fue dando cuenta que poco a poco iba perdiendo gradualmente la vista, aunque a cambio iba adquiriendo el poder de ver se futuro (poderoso don aunque el hecho de ver todos los futuros posibles, lo iba enloqueciendo poco a poco). La noche de la luna roja, descubrió que ya no podía ver (ya que éstos habían desaparecido de su cara como si jamás hubiesen existido), aunque su poder para ver el futuro era tal que no necesitaba los ojos. Las pegas de dicho poder son: debe responder siempre a las preguntas que le hagan con toda la verdad (oráculo); cuanto más lejano es el futuro hacia el que orienta su don, éste le hace sufrir dolores increíbles; el hecho de ver todos los futuros posibles, lo está volviendo loco; y no puede ver el futuro referente a decisiones súbitas tomadas por la gente.
Re: Discurso de bienvenida
06/11/11, 12:01 pm
Todo el discurso había acabado y los allí reunidos habíamos tenido reacciones de todo tipo (miedo, sorpresa y de todo tipo). Fue justo entonces cuando ví en el cielo pasar tres bañeras con un extraño piloto cada una "¿pero cómo pueden volar las bañeras y de qué va vestido ese grotesco ser que las va pilotando?" Pensando ésto me dí cuenta que los allí presentes se dispusieron a seguir una de las bañeras en pos de una comida mejor que la que habíamos tenido hasta entonces "Espero que tengamos algo mejor que las ratas cocidas y asadas que cenamos anoche, aunque escuchando lo que estos extraños pilotos proclaman, nunca se sabe lo que nos van a dar de comer, aunque un cosa es segura, al menos no nos van a dejar morir de hambre, siempre y cuando seamos capaces de llegar hasta la comida". Y así seguí a todos los demás en pos de una de las bañeras, ya que aunque no lo pareciera, todos iban en la misma dirección.
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- Vlad
Ficha de cosechado
Nombre: Yrfylltabgemesh Ftethvajranotz Graktholontir
Especie: Auro
Habilidades: Nociones de Lucha, Artesanía, Puntería.
Re: Discurso de bienvenida
06/11/11, 07:45 pm
Vladimir se mantuvo estoico durante el discurso, absorbiendo cada palabra con la misma apatía que le era natural. Se había mantenido separado del grupo, observando a los recién llegados. No se extrañaba. Ya nada le extrañaba. Aunque no le terminaba de encajar que unos reptiles tuvieran pelo. Pero aquel hecho aislado se encontraba, no obstante, en la media de absurdez a la que se estaba acostumbrando durante su escasa estancia. Y se ve que las chorradas iban en aumento, de forma exponencial, añadiría.
Cuando terminó el discurso, esperó a que todos marcharan y comenzó a seguirles hacia el torreón, con la esperanza de encontrar algo mejor que una antorcha. La parte del monólogo conjunto que hablaba de ser devorado por alimañas no le hacía ni pizca de gracia. Y aun menos la de matarse entre ellos. Ahora veía las cosas negras. Bueno, para ser exactos, las veía más negras que de costumbre.
Cuando terminó el discurso, esperó a que todos marcharan y comenzó a seguirles hacia el torreón, con la esperanza de encontrar algo mejor que una antorcha. La parte del monólogo conjunto que hablaba de ser devorado por alimañas no le hacía ni pizca de gracia. Y aun menos la de matarse entre ellos. Ahora veía las cosas negras. Bueno, para ser exactos, las veía más negras que de costumbre.
¿Qué es más divertido que matar a un bebé en una batidora?
- HurzaComeojos
Ficha de cosechado
Nombre: Kromen Pietro (antes, Sezk)
Especie:
Habilidades: Salto, memoria y agilidad.
Re: Discurso de bienvenida
09/11/11, 10:33 am
Observo el discurso agazapado, en la sombra. Cuando se marcha el último de los chicos, ese tal Vladimir, salgo de mi escondite y me dispongo a seguirlos. Tengo sueño, ya que no he dormido en toda la noche. No estaba seguro de que era lo que podía encontrarme y no quería confiarme. Me ato la cinta roja al brazo izquierdo y la verde a la frente, agarro bien mi cuchillo y les sigo. No me hace mucha gracia tener que pedir ayuda a esos seres sin escamas y sin cola, pero es lo que hay, no quiero morir de hambre como dijo el hombre de la máscara rara esa.
Unas cuantas veces me caigo por el camino. Me muero de sueño y no puedo esperar a tumbarme en el suelo a echar una cabezadita. A punto de hacerlo estoy cuando me tropiezo y me rajo el brazo con algo brillante. Un cristal. Maldigo y sigo mi camino. Ahora no tengo tiempo de dormir.
Continúa en Torreón Maciel.
Unas cuantas veces me caigo por el camino. Me muero de sueño y no puedo esperar a tumbarme en el suelo a echar una cabezadita. A punto de hacerlo estoy cuando me tropiezo y me rajo el brazo con algo brillante. Un cristal. Maldigo y sigo mi camino. Ahora no tengo tiempo de dormir.
Continúa en Torreón Maciel.
No me saqéis de quicio.... U os mataré y me comeré vuestro páncreas.
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