Biblioteca Mágica

Voy a la biblioteca, sin prisa ahora. No tengo necesidad de ir a toda velocidad, y además la biblioteca está muy cerca del torreón. Me demoro a propósito en el camino ahora, pensando en qué puedo preguntar exactamente al extraño bibliotecario... si es que se encuentra allí. Me detengo ante la puerta, chisporroteando. Por un momento las llamas titilan sobre mis ojos y quedo cegado. Sacudo la cabeza con rabia y trato de enfocar la vista. Busco mi propia determinación y abro la puerta para entrar al interior. Es la primera vez que veo el edificio por dentro. Me sorprende que nunca antes me hubiese dado por entrar a pesar de lo cerca que estaba. En su interior hay montones de estanterías de libros polvorientos, con lomos de todos los tipos y colores. Alarmado por su inmensidad recorro algunas filas de estanterías, mareado por la desorientación. Tendría que investigar más los contenidos de esos libros a partir de ahora. Seguro que había mucha más magia, y más avanzada que la que conocíamos hasta ahora.
Todavía cavilando busco a mi alrededor al bibliotecario. Él debería poder decirme en qué libro buscar información sobre nosotros, incluso es posible que sepa lo que soy, lo que son los demás, y pueda ahorrarme tiempo y tiempo de búsquedas. Pero no confío en que vaya a decirme nada tan fácilmente. Los habiantes de esta ciudad siempre nos han mantenido al margen, sin importarles si vivíamos o moríamos. Ahora las cosas han cambiado, ya somos parte de la ciudad, pero no las tengo todas conmigo.
-¿Hola? -pregunto al vacío. Mi propio eco contesta enseguida, atenuándose rápidamente-. ¿Hay alguien?
Paseo la mirada entre las hileras de estanterías, pero nadie responde. Naturalmente, ¿quién se iba a quedar aquí encerrado estando la luna allí fuera? Aparte de mí, obviamente. Con fastidio empiezo a rebuscar entre las diferentes secciones. Veo diccionarios, cuentos, todos ellos en los más diversos idiomas. Los libros de magia me llaman más que ningún otro, pero lo primero es lo primero. Me paseo hasta dar con varios libros sobre Rocavarancolia. Los hojeo de uno en uno, pasando la mirada ávidamente por las páginas. El cuidado con que trato los libros todavía relentiza más mi tarea, pasando las páginas con rapidez y apoyándolos sobre una mesa. Extiendo varios tomos abiertos para ir más rápido. Varios ni siquiera mencionan algo sobre la Luna o los habitantes de Rocavarancolia. Algunos libros son aparentemente de medicina, pero en ellos solo figuran detalles sobre la fisiología de diferentes razas de bestias. Y nada que me interese por el momento. Guardo los libros que he sacado, y entonces me paso a una sección un poco más técnica, que contiene libros de biología. Parecen todos demasiado aburridos y sesudos, pero al final me decanto por cinco volúmenes. Dos versan sobre seres marinos, y los otros tres son aparentemente genéricos. Voy pasando las hojas de todos en busca de alguna ilustración o titular que me llame la atención. Los seres marinos son muy diversos, hay híbridos de todo tipo, como las sirenasl, sobre las que trata ya uno solo de los libros que he cogido, pero Nia no es una sirena. Sus tentáculos y su textura son más como los de una medusa. Aparto los libros del mar a un lado y me centro entonces en la búsqueda de mi propia naturaleza. Busco la palabra fuego ávidamente con la mirada, fuego, llamas, criaturas envueltas en un fulgor azulado. No aparece nada que se parezca mínimamente en el primer libro, y con un suspiro de desesperación paso al siguiente. En el índice repaso las secciones del libro, apartado por apartado, hasta que encuentro uno que pone "Criaturas de fuego". No parecen más que unos pocos conceptos básicos resumidos en tal solo seis páginas, pero mi corazón da un vuelco al verlo. Busco las páginas con dedos torpes, pasándome de largo varias veces al buscar esas pocas hojas. No están ilustradas, pero tienen una serie de nombres como epígrafes de cada párrafo. Hay algunos tipos de demonios, bestias, todos relacionados con fuego rojo, y duendes, y fuegos fatuos. Reviso las descripciones de las últimas criaturas y veo que hay dos de fuego azulado, un tipo de duende y los fuegos fatuos. ¿Algo de esto, tal vez? En la tierra estos últimos no eran como yo, o eso creía, pero no especificaba nada del aspecto de ninguno de ambos. Pero sus magias son diferentes, más... maligna, por decirlo de alguna manera, era la de los fuegos fatuos. ¿Cómo podría comprobarlo ahora? Posesión de cadáveres, decía el libro. No parece algo agradable, pero si pudiera intentarlo... Cierro el volumen de golpe y guardo los cinco en sus respectivos huecos de la estantería antes de marcharme de nuevo a toda prisa. Volvería a buscar más información, pero no ahora, no con la hermosa luna en el cielo y todos mis amigos sufriendo extraños cambios ahí fuera.

(Sigue en el torreón letargo).

Al llegar a la biblioteca, dejé el libro en el escritorio del bibliotecario y antes de salir, me paseé entre los pasillos repletos de libros.
Saqué mi antiguo mapa del bolsillo y por la parte de atrás empecé a apuntar títulos de libros que me llamaban la atención.

Estuve a punto de coger un libro y llevármelo, pero nada más estirar el brazo, "sentí" que tenia que irme.

Salí a prisa, sin hacer ruido al pisar. Crucé la Plaza de los Petrificados y seguí, siguiendo una pequeña callejuela.

Llego a la biblioteca levitando, y paro el hechizo prácticamente a las puertas del edificio,mientras veo a un chico salir corriendo. Tiene una apariencia algo extraña, aunque con la luna todos están raros. Entro a la biblioteca y paseo por los pasillos, mirando libros bastante interesantes sobre magia. No sé cuales leer, debería preguntar a alguien.
-¿Hola?- pregunto en voz alta, para que se me oiga-¿Hay alguien?
Ojalá alguien esté por aquí y me ayude, que no tengo mucha idea. Suspiro profundamente y continúo mirando libros, fijándome en los que tratan de magia, que son los que más me interesan.

Llegue a la Biblioteca, ese era el lugar idoneo para pensar, traspase las paredes del edificio casi sin dsrme cuenta, vi a una extraña chica preguntando por alguien, creia haberla visto en el burdel...despues de mi vergonzoso comportamiento de anoche me daba corte decirle algo, pSe de largo sin que me viera y volvi a la estanteria donde deje el extraño libro que queria coger el primer dia que vine

-Vaya...sigue aqui....

Era un libro bordado en plata, muy grande, demasiado grande, nunca habia visto ni leido algo asi, lo cogi y mire la tapa

"Todo lo que hay que saber sobre Espíritus y criaturas de otras dimensiones"

....por el titulo creo que me vendria bien, nunca pense que tendria buen ojo para estas cosas...lo cogi y tras hablar con el bibliotecario me fui junto con el libro

(Sigue en LEtargo)(Hay bibliotecario!?xD)

Cain entró en la biblioteca y paseó la mirada por las estanterías, buscando algo muy concreto... algo que le llamara... Caminó entre los estantes repletos de libro pasando los dedos por los lomos, acariciándolos mientras se llevaba con él una fina capa de polvo. El familiar brillo dorado llamó su atención, pero esta vez desde una tapa, varias tapas de libros con complicados círculos grabados. Los fue cogiendo uno a uno e inspeccionándolos, y lentamente los cables fueron conectando en su cabeza, las piezas dle puzzle iban encajando...
-Demonios...- susurró en una voz tan baja que ni él mismo pudo oírla. En un grueso tomo de cría y colección de criaturas demoníacas encontró una ilustración exacta al huevo que llevaba encima. Cain comparó el título con el nombre que le había dado el encapuchado, y leyó con cuidado las instrucciones para realizar el ritual...

Al fin llego al enorme edificio y detengo la carrera en sus escalones. Me afianzo la ropa, me limpio la barbilla y la espada en un retal de piel con el que me cubro la boca y la nariz, con la parte manchada hacia dentro; y entro en la Biblioteca. <<Tengo que encontrar algo sobre vampiros...Quizá haya una sección o algo similar>> Pero acabo perdiéndome entre las intrincadas estanterías, pero o bien alguien ha estado por aquí antes, o bien la mascarilla funciona, pero huelo sangre... Y no precisamente de animal... Intento distraerme buscando algo que mencione a los vampiros, pero no sé cómo aparezco en un pasillo en el cual está Cain. Bueno, sí sé cómo...Él es el que huele a sangre... No me acerco, sino que saludo. Acabo de comer, podré controlarme.
-Hola, Cain. So...soy un vampiro, por eso anoche os advertí. Y hueles deliciosamente bien...-sigo diciéndole mientras me relamo inconscientemente bajo la mascarilla de piel.-¿Có...En qué te ha cambiado la Luna? Helli seguía igual, con su forma humana, Dirke brilla de noche, Nia parece una medusa de la Tierra, Vacuum y Elliot ya los vistes y ... no he visto a nadie más transformado...¡Ah, sí! Martalar. Parecía un ciervo...-enumero las transformaciones, para informarle y distraerme.

Cain oculta el huevo de gallo de frma instintiva cuando oye a alguien llamándole. Es Jack, y parece haber recuperado la entereza. Aparta un poco le largo pergamino que había tomado prestado para hacer anotaciones y mira a los ojos de su compañero. No estaba seguro de si debía contárselo...
-Demonios- dice al fin tras una larga pausa- Puedo invocar demonios... o eso dicen los libros. Veo esos extraños círculos por todas partes, pero cada uno tiene un significado distinto...- Hace un boceto rápido de uno de los círculos magicos y la tinta embieza a bullir en el papel. Antes de que nada ocurra, Caín la emborrona, inutilizándola. Decide omitir lo del enorme círculo que había visto sobre Alex, y el huevo negro... Era muy poco lo que necesitaba.. y estaba desenado probar a ver si funcionaba <<Ahora puedo hacerlo, Estigma no está, no podrá impedírmelo...>> piensa convencido, desviando la mirada a la lista de demonios y criaturas menores que había seleccionado. También hay algo que prefiere no decir, algo que evitaría a toda costa que los demá supieran, en especial Vacuum y Dea...

Ni me fijo en lo que hace, sino que miro los libros de alrededor, intentando eludir su sola visión, pero prestando atención a lo que dice. <<Demonios...No sé mucho del tema... Pero imagino que será útil si se sabe controlarlos...>> Pero no sigo hablando de eso, sino que recuerdo lo del burdel:
-Ah... eh...me iré a vivir a otro sitio hasta que pueda estar cerca de vosotros sin...sin que estéis en peligro, pero de momento seguiré en mi cuarto. He levantado medidas de seguridad no mágicas para frenarme si me descontrolo y he puesto un aviso en el pasillo de los dormitorios... Seguramente cuando vuelvas encontrarás las tres manzanas restantes, yo ahora mismo las detesto... Y lo mejor de momento es que puedo hacer algo de magia...Y eh... hueles demasiado bien, demasiado... Pocas transformacions se salvan...
Comienzo a alejarme de él, por dos motivos: su olor y que tengo que seguir buscando información. Cuando ya estoy en el pasillo principal, me despido del todo
-¡Buenas noches y ya nos veremos!
Cosa que dudo, pues viviré no en el Burdel, sino en mis cuartos. Después sigo buscando entre el centenar de estanterías, corriendo en silencio por los pasillos, buscando la más ligera mención a los vampiros. Hasta que doy con algo interesante: un pesado tomo negro con las esquinas carmesíes y un título escrito con la misma tinta, aunque cualquiera diría que es sangre: Irhina, la Reina Vampiresa", se titula. <<¿Una cosechada que llegó a reina? Hum...no me veo como rey, en absoluto...Pero a ver qué aprendo de mi transformación y de paso, aprendo historia>> Cojo el libro con cuidado y me siento en el suelo, bajo la luz de una antorcha. Empiezo a leerlo lentamente, anotando mentalmente cada habilidad racial que encuentre. ¡Irhina montaba un dragón! ¿Un dragón vampiro? Parpadeo varias veces, sonriente, pues tener una bestia similar sería...Bestial, nunca mejor dicho. Lo malo es que semejante criatura, ¿de qué sangre se alimentaría? Sacudo la cabeza y sigo leyendo, relegando lo del dragón a, quizá, un proyecto de futuro. Y...sí, pasaré aquí la noche, ya que el libro es bastante pesado y he cenado bien, por así decirlo...¡No puedo dormir aquí! Moriré mañana si salgo al sol...
-Maldita sea...-digo entre susurros.
Lo haré así: leeré y leeré y cuando pasen suficientes horas, me iré corriendo al Burdel. Decidido. . .

Gael y yo llegamos a la biblioteca caminando por el aire, al llegar al edifico descendemos hasta la puerta, la biblioteca esta abierta, y parece que hay gente dentro, pienso un momento ... solo entrar, devolver el herbolario y coger algún libro entrar y salir, no me apetece socializar mucho ahora mismo ...
-Hacemos una cosa - digo mirando a Gael - ... entramos, escogemos algún libro y salimos, no se ... vamos a otro sitio, si te apetece hablar con los demás te espero afuera - concluyo - , hasta ahora - le digo entrando en la biblioteca - ...
Nada mas entrar dejo el herbolario sobre el mostrador, prácticamente ya me lo se de memoria, lo he leído varias veces, tratando de memorizarlo todo, pero si se me olvida algo siempre puedo volver y echar una ojeada. Me pierdo entre las estanterías, ojeando los lomos de los libros ... ninguno me llama la atención, no se que es lo que busco, pero no es nada de esto. Sigo paseando hasta que mis pasos me conducen hasta la sección donde salí del capullo de seda, no queda rastro de los hilos, salvo un polvillo blanco por el suelo ... no me fijo en el, centro mi atención en los títulos ... dos llaman mi atención. Uno es un libro de cuentos de hadas, es un libro de tamaño medio. Las tapas son duras, y tienen un tacto de terciopelo, son de color negro, y las esquinas tienen remaches de plata. El otro es un libro algo mas grande, muy grueso. Se titula "Anatomías vol.1", esta encuadernado en piel oscura, y sus páginas son amarillentas, tiene como punto de lectura un cordón de color negro, al igual que el de hadas, pero ese es de color rojo. Los miro curioso, son los libros que necesito ... los saco de la estantería y los meto debajo de mi capa, me encamino hacia la zona de mesas para salir a la calle, allí veo a Cain sentado en una mesa. Esta enfrascado en su lectura, así que decido no molestarlo mucho, me acerco y le cuento donde esta Elliot, luego le veré yo, ahora necesito pasear .. me despido con un beso y salgo a la puerta a esperar a Gael ... luego no se donde iremos ...

Llego a la Biblioteca junto a Vac y entro sin perder un minuto. Hay gente por allí todavía, reconozco a Cain y a Kaila, que no han cambiado en apariencia. Vacuum se va directo a buscar sus libros, así que yo hago lo propio. Vuelvo a la sección que había visitado el otro día, donde se hablaba de diversas criaturas. Busco de nuevo el libro que había encontrado la otra vez y consulto rápidamente la misma sección de crituras de fuego del otro día. No pone demasiado sofre los fuegos fatus, pero sí menciona su dominio del fuego, algo de hechizos del pantano, magia profana y cantos de la bruma. No entiendo nada de nada, pero tomo nota mental. Parece que la magia es mucho más que lo que podíamos hacer antes... Aquello que nos parecía tan fantástico no era más que un nivel bajo de magia. Cierro el libro de golpe y lo devuelvo a la estantería. Sigo revisando los lomos a ver si algo me parece de utilidad. Primero me interesaría saber más de mi... especie, quiero tener más claras las cosas. Veo libros que parecen ir sobre diversos tipos de criaturas, pero nada parece tener que ver conmigo. Entonces me doy cuenta de lo que ponía en un libro que acababa de ver. Se titulaba "Criaturas y Ritos del Pantano". La magia de pantanos es uno de mis dominios, y también se supone en las mitologías que los fuegos fatuos son criaturas de pantano. Lo saco torpemente del estante a toda prisa y lo pongo en una mesa para hojearlo. Paso las páginas con avidez, buscando algo que tenga que ver conmigo. Buena parte del libro tiene que ver con magia, pero también hay una parte sobre crituras, en la que por fin encuentro una buena fuente de información sobre mi especie. Devoro ávidamente todo lo que pone allí y me quedo pensativo. Somos criaturas esquivas que pueden poseer cuerpos de muertos y hacer magia. Y el carácter... No presto atención a eso de momento. ¿Qué me importan un puñado de historias y leyendas? Yo soy yo, pero yo ya no soy Gael. Haré lo que quiera o lo que tenga que hacer y cuando yo lo desee.
Cierro el libro y me lo pongo bajo el brazo. Antes de irme quiero echar un vistazo a los libros de magia. Hay muchísimos. Veo que Vac ya ha salido y no quiero demorarme más. Reviso con la vista a toda velocidad y lo primero que veo que parece tener relación conmigo es un libro que se titula "Fuegos Mágicos. Nivel Sencillo". Lo pongo junto al otro y abandono la biblioteca a toda prisa. Fuera me encuentro con Vac y le paso mis libros.
-No estoy seguro de poder agarrarlos tanto tiempo, la ropa se me chamusca si no la hechizo -explico-. ¿Vamos a volver?
Vacuum se encoge de hombros y entonces empezamos a caminar hacia el torreón. Habría que dejar los libros en algún lugar, y yo me moría de ganas por curiosearlos. Quería saberlo todo, acabar de leer sobre mis habilidades.

(Continúa en el Torreón Letargo).

Viendo que no había nadie, seguí mirando libros. En alguna ocasión ojeaba uno ,pero lo volvía a dejar en su sitio al no entender nada. Me parece ver a Caín y otro chico, pero no me fijé en él y no sabrá decir quien era. Continué mirando libros sin parar, y cogí algunos que me llamaron la atención, como ''Energías Místicas para principiantes'',", Política Mágica y Religiosa'' o ''Descifrando los glifos de Séntalio" y me senté en una mesa a leerlos. Todos eran muy interesantes.


Continúo sentada en la mesa de ayer, ahora llena de libros. ''Runas y Símbolos de poder'' está abierto por una página al azar, en medio de la mesa. ''Elementos bajo control'' descansa sobre mis piernas abierto por la segunda página. Mientras, leo tranquilamente ''Sortilegios Populares''. Todos estos libros son muy intteresantes, y seguro que hay más por el estilo, pero primero me leeré estos. Si me hubiera traído algo con lo que escribir podría apuntar los títulos y volver otro día a por ellos. Bueno, creo que puedo acordarme de la mayoría de los libros. Recojo los libros y los dejo dónde estaban. Salgo y realizo el hechizo de levitación y salgo corriendo por el aire sin una dirección indeterminada.

(Continúa en Jardines de la Memoria)

Llegamos de nuevo a la biblioteca. Todavía llevo los libros que cogí a la mañana conmigo. Rodeo a Nia levitando a su alrededor y tiro de ella para que entre también.
-Busca algún libro de interés para tu transformación -le digo-. Yo quiero coger uno más, ahora vengo.
Me pierdo en las estanterías con libros sobre magia, buscando algo del otro tema interesante que he encontrado, la posesión de cadáveres. Veo muchos libros teóricos, o que son demasiado complicados, pero uno llama mi atención. Se titula "Tratado teórico de Nigromancia". Parece bastante complicado, pero la mayoría de esa temática son demasiado complicados. Paso las páginas y me parece un libro bastante adecuado. Como no quiero hacer esperar demasiado a los demás me acerco a la entrada de nuevo, ya con tres libros bajo el brazo. Los dejo en una mesa y espero a que los demás estén listos. Quería seguir a Vac, ir a algún lado. Seguramente vaya al castillo, nosotros también deberíamos ir. Cuando los demás vuelven con sus libros recojo los mios y les pregunto:
-¿Vamos al castillo? Tal vez sea ya el momento de ir...
Me dirijo a la salida y miro atrás. En este momento tengo la impresión de que vamos a dejar atrás muchas cosas que ya no volverán a ser como deberían. Adiós al torreón, a estar todos juntos... Pero lo que viene no pinta tan malo, ¿no? Desarrollaremos nuestros poderes, aprenderemos más sobre nosotros... Y después... bien, que sea lo que deba.

(Sigue en el Castillo /Preparación).

Nia asintio y comenzó a buscar entre las estanterias. Muchos libros, antes ocultos para ella. Nia sacó un libro curioso, con forma circular. En el unas...¿humanas? No...eso no eran humanas. Su mitad inferior era de pez y parecian unos seres irascibles e impredecibles. Siguio leyendo. Al parecer eran sus vecinas. Nia tragó saliva. No queria encontrarse con semejantes bichos cerca de su cama. Intentó seguir leyendo pero Gael ya se iba asi que guardó el libtro y volvio flotando hasta él. Juntos se dispusieron a salir. ¿Entrenamientos? Nia esperaba mejorar y mucho en la magia, no queria depender de los demas para siempre.
(CONTINUA EN EL CASTILLO/PREPARACION)

Llegamos juntos a la biblioteca. Allí nos espera el fantasma con unos libros para cada uno. Me sorprende que se hayan tomado tantas molestias por nosotros... A mi me han dado uno de Alquimia cubierto de piedras preciosas, refleja la luz por todas partes y tiene un brillo misterioso.

Empiezo a hojearlo un poco y veo muchas cosas interesantes... Transmutación de metales, pocimas extrañas... "Que divertido! Seguro que me lo paso bien con esto..." Est / oy muy concentrado y no me doy cuenta de que Gael y Nia se van hasta que me avisan desde la puerta. Voy corriendo y les sigo hacia el castillo para hacer los entrenamientos que nos han prometido...

-Como serán los entrenamientos?-murmuro para mi...

Continua en el Castillo / Entrenamientos

Después de asistir a mi cita, fuí a la biblioteca, y conseguí subir hasta el poyete de una ventana, donde me senté y empecé a observar a los que entraban.
Después del discurso, todos quedaron algo aturdidos, y algunos murmullaban sobre los entrenamientos. No tardaron en salir corriendo de la biblioteca en dirección al castillo, para comenzar.
Cuando se vació la biblioteca, me dejé caer al suelo y seguí desde lejos al último que salio hasta el Castillo, con un frufrú creado por la capa sonando tras de mí.

(CONTINUA EN EL CASTILLO/ENTRENAMIENTOS)

Llego andando tranquilamente a la biblioteca, pensando en cuantas especialidades mágicas podría haber... ¿25? ¿50, como mucho? Tampoco puede haber muchas...o a lo mejor sí. Entro al edificio, sin esperar encontrar a nadie, y comienzo a buscar entre las estanterías libros sobre especialidades mágicas, frustrada por no encontrar ninguno. ¿Dónde se meten los bibliotecarios cuando los necesitas? Estoy harta de venir aquí y no encontrar a nadie. Y se supone que he venido aquí para buscar libros y, ya de paso relajarme. Pues más que relajarme estoy quejándome de todo. Respiro hondo y continúo buscando libros. Aunque buscar un libro sin saber el título, ni el autor, solo sabiendo más o menos el tema del libro que necesitas es como buscar una aguja en un pajar. Uf, mejor será que me relaje y busque tranquilamente lo que necesito...

-¡Espera!

Biblios la llamó desde detrás de una enorme pila de libros. Había casi una centena.

-Me dijeron que necesitarías esto. Te ayudaré a llevarlos.

Señaló en dirección a la puerta y los libros marcharon volando en fila.

(CONTINUA EN LOS ENTRENAMIENTOS)