Conectarse
Últimos temas
Torreón Sendar20/11/24, 10:00 pmIsmaLo que se dice en el casino, se queda en el casino19/11/24, 05:28 pmKanyumEl Río18/11/24, 10:28 pmLECLa fabula del dragón y la princesa 18/11/24, 01:19 pmRavenPrimer sueño de Rägjynn18/11/24, 12:52 amTak
Estadísticas
Tenemos 205 miembros registradosEl último usuario registrado es SIRJARNuestros miembros han publicado un total de 52575 mensajesen 1074 argumentos.
Licencia
Licencia de Creative Commons
Rocavarancolia Rol por los usuarios del foro está licenciado bajo Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.

Botica de la náyade

+9
Dal
Jack
Vlad
Muffie
Giniroryu
Lops
Yber
Leonart
Tak
13 participantes
Ir abajo
Tak
Tak
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
Kin: demonio raigaurum irrense.
Ayne: anima sinhadre.
Eara: sinhadre sin esencia.
Nime: demonio mineral libense.
Iemai: cercana, fallecida.
Airi: sanaí.


Unidades mágicas : 8/8

Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.


Armas :
Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
Kin: alfanje y guan dao.
Ayne: sable.
Eara: ballesta de repetición.
Nime: dagas.
Airi: vara y arco.


Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧

Botica de la náyade - Página 14 Empty Botica de la náyade

09/02/13, 12:03 am
Recuerdo del primer mensaje :

De camino a la botica iba pensando en lo extraña que había sido la fuga de Noel y Vac. Antes de salir, cuando por fin se dio cuenta de que ninguno de los dos estaba por allí, subió al cuarto de Noel y tras llamar varias veces entró al entender que estaba vacío. Así era, y la ventana aún seguía simplemente arrimada. La cerró meneando la cabeza y salieron todos del cuchitril, no sabiendo si iban a volver pronto o no. La fuga de aquellos dos le dio que pensar durante el camino. Con todo el trajín de la llegada de los frivy's no había vuelto a pensar en lo de Noel y Wen de aquella mañana. Noel tenía derecho a tomarse un respiro ese día, pero quizá le dolía un poco no haber sido él quien tratara de animarlo, le hubiera gustado hacer algo, y sin embargo ni siquiera creía ser capaz de encontrar dos palabras seguidas para empezar a hablar con él de lo que sea que hubiera pasado. En cambio Vac... con Vac estaba en buenas manos, sin duda, pero le seguía pesando que pudiera parecer que él se había desentendido.

No prestó atención a los frivy's más que para mirar con curiosidad sus caras ante todo lo nuevo que se les venía encima. Ellos no tenían la culpa de que los hubieran traído, pero solo habían sido un incordio, arruinando aún más una mañana de por sí arruinada. Gael se frotó la sien allí donde le palpitaba horas atrás, como si nunca se hubiese tomado la infusión de Vac, y trató de apartar los pensamientos del estilo «vaya mañana de mierda» y similares.

Cuando llegaron al mercado, Gael les pidió a los demás que se adelantaran o le esperaran, porque tenía que hacer algunas compras. El dinero no era mucho, pero le sirvió para comprarse una aguja curva de sutura e hilo de dos tipos diferentes, ambos resistentes. No le duraría mucho, pero confiaba en que pudieran hacer alguna misión más pronto.

Gracias a la adquisición se encontraba un poco de mejor humor cuando llegó a la botica de la náyade. Su mirada recorrió todo el local parándose en los pequeños detalles que aún faltaban por restaurar. No eran quienes para decir mucho, los del cuchitril, pero allí todavía hacía falta un buen repaso, y seguramente se estaba encargando Nia sola. Claro que ahora le llevaban un par de esclavos para ayudarla con el trabajo. Buscaron a la náyade por el local, y siguiendo su voz la encontraron en el patio charlando con dos viejy's. Gael se paró en seco, fastidiado por no haberse dado cuenta de aquella eventualidad. No habían pensado que a ella también podían haberle ofrecido esclavos y ahora... había demasiados. Miró a Adara de reojo, sin saber muy bien qué hacer.
-¡Buenos días! -saludó de todos modos-. Has escogido un buen local para la botica. Oye, por cierto, si necesitas ayuda más días para cualquier cosa avísame. -Estuvo a punto de hablar por todos, pero no quería meterlos en líos, así que dejó que se ofreciese quien estuviese dispuesto-. Sabemos bien lo que es tener que poner a punto una casa vieja.

La ángel negro le explicó a continuación que le habían traído los esclavos que les habían ofrecido en el cuchitril para que trabajasen en su botica.

Giniroryu
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas

Botica de la náyade - Página 14 Empty Re: Botica de la náyade

03/06/14, 12:55 am
El draco dejó escapar una risilla ante la explicación de Nia sobre el cometido de la mujer. Le hacía gracia que aquellas alturas no fuese capaz de referirse directamente a la clase de trabajo sucio que, además, era del mismo tipo que desempeñaban ellos mismos.
Igual que Vac en el burdel, vaya —resumió lo dicho por la náyade con un leve encogimiento de hombros—. Realmente no sé por qué quieres pagar otro sueldo teniéndonos como vecinos —añadió tras el fuego fatuo esgrimiendo una amplia sonrisa—. Y hablando de ello, ¿quién es esa competencia de la que hablabas antes? ¿Quieres que les partamos las piernas? —inquirió mientras se mesaba la barba componiendo  una expresión jocosa.
Leonart

Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical

Botica de la náyade - Página 14 Empty Re: Botica de la náyade

03/06/14, 02:05 am
Nia

El hecho de que hubiesen barrido el trabajo y los servicios de la infame como una mera mercenaria se le antojó curioso. Por una parte, parecian entender los derroteros de lo que consistia su misión para con ella, pero por otra, parecian estar preguntandole porque no contaba con ellos mismos.

La respuesta se la medio sabia.

Por una parte era consciente que los cuchitrileros sumarian dos y dos en muchos casos y lograrian aprender cosas de ella que preferiria que no supieran. Pero, por otra, no dudaba de la eficiencia de los mismos a la hora de desempeñar un trabajo. Estaba visto que se complementaban bien, estaban fuertemente unidos y realmente aceptaban y llevaban a cabo cualquier trabajo.

Pero aquello no hacia que automaticamente la respuesta fuese recurrir a ellos.

Nia intentaba seguir con sus proyectos al velo de las sombras y por otra parte no queria abandonar a gente cercana. Y en ese equilibrio las cosas no funcionaban demasiado bien. En este caso, tendria que buscar una excusa. Y no tardó en sacar una de la manga.

Se hundió de hombros y asintió en silencio ante el comentario de Gael. Pero fue ante la oferta de Noel, broma o no, cuando volvió a hablar.
-¡Cielos, no!-exclamó.-Siento que mi politica de empresa no es la más... apropiada para encargaros un trabajo de este estilo. Ella es justo lo que necesito. No son más que morosos y otros payasos. No son gente que desee despellejar viva. Aun.-

Tamborileó con los dedos sobre la mesa.
-Además... No me importa reconstruir un tabique nasal, curar una viruela violenta o vendar un muñón, pero preferiria no tener que hacerlo a alguno de vosotros por algo que yo os mande hacer, pagado o no.-
Yber
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.

Botica de la náyade - Página 14 Empty Re: Botica de la náyade

03/06/14, 11:23 pm
Giz no había querido comentar nada más porque había interpretado que Nia no parecía querer hablar del tema, por lo que simplemente pagó su paquete en silencio y lo guardó en la bolsa sin fondo. Sin embargo, cuando Noel y Gael le tiraron de la lengua, no dudó en añadir:

Si por alguna razón te fallara y necesitas ayuda rápida, no dudes en llamarnos de todas formas.

A partir de ahí volvería a callarse y no despegaría el pico hasta que no salieran por la puerta. Estaba demasiado enfrascado en los próximos experimentos que realizaría, una vez que se mudara. Había una especie en concreto que quería recrear.

Sigue en El Cuchitril.
Leonart

Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical

Botica de la náyade - Página 14 Empty Re: Botica de la náyade

30/06/14, 03:54 pm
Nia

No fue una sorpresa para la ulterana cuando las luces volvieron a fallar y los rincones ensombrecidos de la botica comenzaron a exudar oscuridad tangible. Era, por así decirlo, un velo de seda negra que tenia vida propia. Se movia acorde a alguna voluntad, pero esta era voluble y caprichosa y pronto se arrastraba por el pasillo como si esta decidiera volver sobre sus pasos, devuelta a los rincones.
La zhesmahré se puso en guardia entonces. Aquella vez iba a ser su primer contacto con aquella criatura descrita por su ama, todavia invisible, tenia pensado analizar aquella potencial amenaza todo lo que fuera necesario.

Por su parte, la ulterana siguió sorbiendo de su té, tan solo que añadió unos pequeños polvos blanquecinos a la taza, para seguir sorbiendo de esta con total naturalidad después. Sin embargo, al contrario que otras veces, las sombras no se reunieron en ninguna parte, permaneciendo estas relativamente inofensivas en sus respectivas esquinas.
Sin embargo, el sonido de alguien bajando las escaleras les sobresaltó. Era un taconeo rítmico de alguien que bajaba las escaleras sin mucha prisa, pero sin pausarse. Lo suficiente para alertar su presencia, pero no para preparar a alguien en demasia ante su llegada.

La misma sonrisa debajo de una capucha se veia dibujada en su rostro. La arrugada piel del extraño era sin duda espeluznante, pero más aún que no pudieran ver ninguna otra parte de su cuerpo, como si fuera un simple manto con una cara. Las faldas del mismo se mecian al ritmo de algún viento etereo que nadie más sentia.


???

-Di, niña. ¿Has hecho avances con lo que habiamos pactado? -dijo en su peculiar distorsionada voz. Aunque no inmutó a ninguna de las dos, ambas tenian los pelos de la nuca erizados.
-Doscientos galones, en efecto. Los tengo un tanque, más abajo.-le informó al abyecto ser.
-Bien... Bien... ¿Y quién es tu nueva amiga, niña?-

La ulterana alzó una ceja. Se habia gastado una pequeña fortuna en los hechizos de ocultación de la infame y tan solo ciertos bendecidos por la luna podrian detectarla. No estaba seguro de cual eran los poderes de aquel ser, pero sin duda, daba la impresión de ser omnipotente. Quizás era parte de su acto intimidatorio.
La ulterana se recompuso entonces, y contestó al ser, usando para ello su tono más mediatico y refinado.
-Ah, ¿Te has percatado de su presencia?-comenzó diciendo, haciendose la ingenua.-¡Buena vista! Es uno de mis leales protectores, de Ulterania, como yo. Siempre oculta en las sombras, pero que no te engañe, es bastante fuerte. ¿Quién sabe? Quizás algún día lo compruebes tú mismo.-terminó con una amenaza velada y una sonrisa educada que no era para nada sincera.

-De miedo.-fue lo que escupió en respuesta el ser.-Recuerda sumergirlo en el tanque con el producto. No queremos que esté mal adobado para cuando llegue la luna.-la risa, como en otras ocasiones, sonaba como el rallar de un cristal mientras este se quebraba en mil pedazos.
-Ni por un momento dudes que lo tendré listo par la llegada de la Luna.-respondió Nia, mordiendose el labio.-He invertido demasiado en esto como para no estar lista cuando me toque.-
Leonart

Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical

Botica de la náyade - Página 14 Empty Re: Botica de la náyade

09/07/14, 07:45 pm
Nia y ???

-Muestramelo entonces, Niña.-dijo la sombra encapuchada. Las comisuras de su arrugada cara se torcieron en una sonrisa. La ulterana asintió ligeramente y le indicó la trastienda, invitandole a pasar primero.
La sombra no se opuso y entró. Bajaron las escaleras juntos, en completo silencio y, una vez en el almacén de la Botica, la niña tiró de una palanca oculta y la pared se hizo a un lado con el sonido de la piedra dura deslizandose. Ante ellos se abria un pasillo iluminado por ocasionales antorchas. Sus muros, de las mismas propiedades y humedad que como la Botica, cargaban un aura casi espectral que helaba los huesos. Repetidos en el remate de estos, habia una serie de hechizos de ocultación, defensa y protección que hacia cualquier acceso a aquella galeria casi imposible. La galeria parecia interminable, era una serie de tuneles larguisimos que conectaban ciertos puntos de la ciudad. Siguieron por aquel pasillo, bajando unas largas escaleras y, finalmente giraron en una esquina. En una puerta de madera podrida, con un guardia robusto y enorme con la cabeza encapuchada y una hacha de considerables dimensiones que lo custodiaba con la mirada vacia. Se levantó de su asiento y les abrió la puerta. Al instante, les inundó el ruido y el bullicio de la siguiente sala.

Los gritos, aullidos y lamentos se entremezclaban con berridos de borrachos, entrechocares de metal y la peste y el olor cargado que habia. Era una sala amplia, con numerosas columnas cercandolas, construidos sobre el suelo, habia cuatro fosos de unos tres metros de profundidad que daban lugar a cuatro galerias separadas de más abajo. El foso estaba protegido con toda suerte de estacas pinchos y clavos oxidados para evitar que lo que fuera que estuviese abajo, no subiera hacia arriba.
Numerosos pasillos y puertas que venian de diferentes puntos de la ciudad se reunian ahí. Habia un sin fin de ires y venires de gente de todo tipo, pero todos ellos parecian no dedicarse a una vida honesta, lo cual, no decia mucho en una ciudad como Rocavarancolia.
Decenas, por no decir que llegaban a la centena, de tipejos de aspecto oscuro miraban el espectaculo, vitoreaban, gritaban, señalizaban y se reian de sus participantes. Lo que se podia ver, si uno se asomaba, eran diferentes combates a lo anfiteatro romano. Tres o cuatro personas peleando entre si, o varias personas peleando contra una sola bestia.
Habia difernetes puestos de siniestros mercaderes así como mesas y sillas de lo que parecia ser un bar clandestino.
La sangre y las entrañas solian saltar hacia arriba y, gracias a ello, las proximidades de los fosos estaban teñidas de sangre. Aquella era una sala que conectaba a varios puntos de la ciudad, las habia por toda la ciudad, pero esta era la más transitada: Siendo una seccion de los subterraneos que se habia despejado para desarrollar estas actividades, era un sitio de transito habitual para la escoria de la ciudad. La droga, el trafico de personas y objetos peligrosos o ilegales estaban al orden del día.
Habia muchos sitios como este por la ciudad, pero sin duda, los dos que habian bajado desde la botica era su sitio habitual, pues ahí se conocieron.

La ulterana se habia sentido incómoda las primeras veces que habia tenido que llevar algún trato o tener que ir a conocer a alguna persona a aquel tugurio hediondo, pero con el tiempo, se habia insensibilizado ante lo que veia, oia y olia en aquel lugar, tanto que no distaba de diferente de cualquier otro.
Hizo una señal a un mozo tras una barra con unas grandes pústulas que le tapaban casi todo el rostro. Este asintió levemente y se adentró en uno de los pasillos traseros.
-Doscientos galones.-dijo, mientras el mozo rodaba un gran barril hacia los dos interlocutores.-Como prometí.-
El mozo entonces incorporó el barril y, con un mazo, rompió la tapa. El color escarlata bañó el extremo de madera de este. La sombra encapuchada esbozó otra sonrisa y, de sus mantos, sacó una pequeña copa de cristal. La hundió en el contenido del barril y la extrajo con un poco de aquel líquido rojizo.
-Ah si... Puedo notarlo...-dijo, acercandose la copa a la cara.-Puedo verlo...-añadió, mientras se acercaba más y más la copa.-Puedo olerlo y... Saborearlo...-dijo, probandolo.

-Esto será más que suficiente.-sentenció Nia entonces, haciendole una señal al mozo, quien repuso la tapa del barril y la afianzó con otras herramientas y se lo llevó rodando de vuelta.

-¿Los guardas todos en la bodega de este tugurio?-preguntó la sombra, guardandose la copa.

Lentamente, un ser un tanto encorvado se habia ido acercando hacia la espada de Nia, justo cuando esta se disponia a responder, y se abalanzó sobre ella con el destello de una daga surcando el aire. Tan repentino como habia sido el ataque, su asaltador se detuvo en el aire cuando un segundo destello de una hoja, casi imperceptible gracias a la magia y a la velocidad, se dejó ver. Al instante, la cabeza de su asaltante se despegó y cayó contra el suelo.
-Kat-ûm.-dijo la Zhesmahré, invisible, mientras limpiaba su hoja con su capa y la enfundaba.

La nayade prosigió con la respuesta, actuando como si no hubiera pasado nada.
-¿Y qué si lo hago?-respondió con otra pregunta.-¿Planeas entrometerte en planes que tambien te convienen a ti?-
Una risa cacareante fue la primera respuesta que recibió.
-Querida niña, no lo decia por mi, pero haces bien en mantenerte suspicaz, es lo que te mantiene viva.-dijo con un tono condescendiente.-Hay otros en esta ciudad a los que podrian interesarle nuestra materia prima que tanto nos ha costado conseguir. Doscientos galones son... muchos litros...-

La ulterana descansó las muñecas sobre su cadera y ladeó la cabeza. Un tipo enorme embutido en una armadura que le daba la apariencia de ser un hombre de hojalata gigantesco se llevó el cuerpo decapitado del asaltante junto con la cabeza a una de las fosas y lo arrojó ahí, vitoreandole varios borrachos. Al instante, el sonido de mandíbulas y de carne siendo desgarrada se dejó oir pero por poco tiempo, enmudecidos por más vitores borrachos.

-Tengo constancia de eso.-le contestó entonces, dedicando una mirada de ligero desprecio ante los borrachos.-Puedes quedarte tranquilo, he cumplido hasta ahora con mi parte y la veré cumplida para la Luna.-frunció el ceño.-Me preocupa más que te quedes tú con el grimorio. Sinceramente, creo que eres un cobarde capaz de huir a la primera de cambios. No hace falta que te recuerde nuestro trato y que pasará si incumples tu parte, ¿No?-

-No, sin duda, niña bonita. Mi parte es tan solo ser obediente y guiarte para recuperar todos los trozos necesarios de este puzzle. Después de esto, ten por seguro que no volveras a oir de mi. Al menos, no directamente, claro.-terminó con una risa cacareante, mientras se fundia con las sombras de un pasillo a oscuras, esfumandose.

La ulterana soltó un gruñido frustrado y entonces se giró hacia su invisible acompañante.
-Bien hecho, Muerte.-
La infame hizo una elaborada reverencia, aunque invisible, por respeto y respondió educadamente.
-Kat-ûm, mi ama.-

La niña se dirigió hacia la barra y depositó una bolsita transparente que contenia un polvo amarillo. El mozo con pustulas lo cogió con las dos manos y esbozó una sonrisa de extrema felicidad. Y entonces, volvió a la botica a terminar los últimos preparativos para la Luna.
Red
Red

Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene

Personajes :
Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
Saren: Selkie roc idrino.
Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
Sekk: Berserker ulterano.
Remilo: Brujo del cobre irrense.
Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.

Botica de la náyade - Página 14 Empty Re: Botica de la náyade

11/07/14, 04:37 pm
Vac franqueó la puerta de la botica tarareando, sumido en sus propios pensamientos. Le extraño no encontrar a Matanza guardando la entrada, pero supuso que Nia le habría encomendado alguna otra tarea y no le dio mas vueltas. El hado llevaba un paquete envuelto bajo el brazo, y lo que contenía tintineaba a cada paso que daba.
Buenos días —saludó al frivy que atendía tras el mostrador— ¿Podrías llamar a tu jefa?, tengo algo para ella —le pidió, dejando el paquete y echando un vistazo al local vacío en cuanto el hombre fue a cumplir su petición.

Era poco mas de mediodía, y a aquella hora no había clientela. El propio hado había decidido pasarse porque tenía un rato libre antes de entrar a trabajar, pero habitualmente a aquellas horas estaba comiendo. Aparentemente estaba distraído, pero su mirada recorría la estancia buscando algo. Si se le preguntasa no sabría decir el que.
Leonart
Leonart

Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical

Personajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :
Heridas:

Botica de la náyade - Página 14 Empty Re: Botica de la náyade

11/07/14, 04:48 pm
Nia

El frivy se sorprendió al reconocer al hado, pero no tardó demasiado en atenderle, cargando con unas cajas con botellines verdosos. Asintiendo, reposó las cajas en el suelo y fue hacia la trastienda. A los pocos segundos volvió a salir con una mirada un tanto nerviosa reflejada ademas en una sonrisa igual de nerviosa.
-Ahora supersale.-le informó y retomó su tarea, cargar con los botellines verdosos.

Al cabo de un minuto la ulterana salió tras la puerta de la trastienda. El hado podria apreciar que se habia maquillado algo apresuradamente y que se notaba que no habia dormido especialmente bien, pero salvo eso, Nia parecia igual que siempre, con una sonrisa educada, vestida con formalidad, como solia hacer.
-Hola Vac.-le saludó.-Hacia mucho que no oia de tí ¿A que debo tu visita?-preguntó arqueando una ceja.

_________________________________________

す           争            基         ま
べ           は            づ         す
て           欺            い          。
の           瞞            て          
戦           に            い          

Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
Red
Red

Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Personajes :
Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
Saren: Selkie roc idrino.
Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
Sekk: Berserker ulterano.
Remilo: Brujo del cobre irrense.
Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.

Botica de la náyade - Página 14 Empty Re: Botica de la náyade

11/07/14, 05:23 pm
Apenas captó las palabras del frivy, y hasta que Nia no apareció por fin, el hado no volvió a la realidad. Se giró hacía la nayáde con una media sonrisa y se apoyó en el mostrador, echando  un vistazo al maquillaje apresurado y a las ojeras de la ulterana.
No tienes buena cara —comentó después de devolverle el saludo—, deberías dormir un poco...

No continuó por ahí, y en cambio señaló el paquete como respuesta a su pregunta. Lo abrió con cuidado y empujo el contenido hacia ella, dejando que lo examinara. Había unos cuantos frasquitos: unos con polvo de sus alas, otros con lágrimas de fénix y unos cuantos con diversos ingredientes de varios mundos vinculados, cosas que Vac había recogido en alguno de sus viajes. También había un buen ramillete de plumas negras, Feliks las dejaba caer de vez en cuando y ya no las iba a necesitar. Todos aquellos ingredientes tenían usos alquímicos.
Antes de que digas nada no quiero dinero por esto, simplemente pensé que podrías darle mejor uso que yo.

Mientras Nia examinaba la mercancía, el griego saco un cigarro de la cazadora y lo encendió en silencio, echando otro vistazo a la estancia. Desde que había entrado algo le escamaba, y tenía la sensación de que lo estaban observando. Posiblemente fuera una paranoia, pero sus sentidos no solían fallarle muy a menudo. Exhaló el humo con cuidado y volvió a prestar atención a la muchacha, percatándose entonces de la enorme silueta que la acompañaba. Un hechizo de invisibilidad y otros de de camuflaje de olor y sonido la ocultaban, pero el humo del tabaco había perfilado su silueta, enroscándose a su alrededor.
¿Quien es tu amigo o amiga? —preguntó con curiosidad, señalando la silueta con el cigarrillo. La nayáde era demasiado precavida para que aquel sujeto fuera un intruso.
Leonart
Leonart

Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical

Personajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :
Heridas:

Botica de la náyade - Página 14 Empty Re: Botica de la náyade

11/07/14, 05:49 pm
Nia

La ulterana se hundió de hombros ante el comentario del griego.
-Si tengo que trabajar, tengo que trabajar. El sueño puede esperar.-fue su respuesta.

Entonces el griego cambió de tema y le mostró lo que le habia traido. Todo como un set de productos alquímicos exóticos de diferentes planetas y fuentes, así algunos lo bastante caros como para hacerle arrugar el ceño. Aquello bien podia haber sido una caja de bombones a ojos de la ulterana.
-Wow...-soltó, asombrada.-Les diamants ne sont pas les meilleurs amis des femmes après tout...-comentó en frances un tanto chapurreado, evaluando las lágrimas de fénix con un brillo en sus ojos.-Al menos deberias dejarme invitarte a tomar algo por esto...-comentó, mientras terminaba de examinar el contenido de los demás frascos.

Pero no se habia dado cuenta de lo que hacia el griego. Y, para cuando levantó la mirada de los regalos de Vac, pudo intuir que trataba de hacer, pero no dijo nada. Sin embargo, cuando comentó al respecto la ulterana si que reaccionó. Suspirando y pasandose la llema de los dedos por la sien, con gesto cansado habló.
-Y parece ser que tengo que invertir aún más en la seguridad de este sitio. Un método muy imaginativo, Vac.-le elogió antes de hacerle una señal a la infame para que se mostrara. Tras hacerlo, la terra hizo una leve reverencia hacia el hado para volver a ponerse invisible. Si la seguia por el rastro del humo, podia verla alejarse hasta una de las esquinas de la botica, donde el humo no habia llegado.
-No es tanto mi amiga sino una persona a mi servicio. Digamos que es una especie de guardaespaldas que vale su peso en... ¡Lagrimas de Fénix y Polvo de Hado Infernal!-exclamó, alzando las botellitas con una sonrisa.
-¡Pero bueno! ¿que tipo de anfitriona soy? ¿Quieres tomar algo? Tengo todo tipo de bebidas espirituosas, zumos... ¿Algún bollo o galleta?-dijo llamando al frivy para que tomase nota.

_________________________________________

す           争            基         ま
べ           は            づ         す
て           欺            い          。
の           瞞            て          
戦           に            い          

Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
Red
Red

Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Personajes :
Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
Saren: Selkie roc idrino.
Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
Sekk: Berserker ulterano.
Remilo: Brujo del cobre irrense.
Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.

Botica de la náyade - Página 14 Empty Re: Botica de la náyade

11/07/14, 07:33 pm
El chico sonrió antes su francés chapurreado, pero no dijo nada, y en cambio le devolvió el gesto a la terra antes de que ésta desapareciera de nuevo. Siguió el avance de la mujer a través del humo hasta que la perdió en una de las esquinas de la botica, y entonces volvió a prestar atención a Nia.
Debe ser buena entonces —comentó en referencia a su precio, aceptando el ofrecimiento de la nayáde—. Con un té bien cargado bastara por mi parte, te dejo a ti la elección si te parece bien —añadió con una sonrisa, siguiendo después a la ulterana al interior de la salita roja.

Vac colgó su cazadora del respaldo de una silla y tomó asiento tras arremangarse la camisa, el cigarrillo aun sujeto entre los labios. Hacía tiempo que no pasaba un rato a solar con la muchacha, y aquello le traía recuerdos del pasado, de cuando aun era una niña. La sonrisa del chico se ensanchó, pero no menciono el tema, sabedor de que Nia no le haría gracia. Observó con detenimiento el rostro de la boticaria antes de hablar.
¿A qué te dedicas últimamente? —preguntó— , hace tiempo que no te veo —comentó. Le escamaba la nueva seguridad, pero no creía que Nia fuera a responderle si le preguntaba directamente.
Leonart
Leonart

Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical

Personajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :
Heridas:

Botica de la náyade - Página 14 Empty Re: Botica de la náyade

11/07/14, 08:16 pm
Nia

-La mejor.-se limitó a contestar la ulterana.

Entonces pasaron a la salita roja de invitados. El incesario colgaba del techo y soltaba un olor suave a frambuesa. Nia se acomodó en su asiento sobre un cojín mientras esperaba a que llegase el frivy con los tés y aperitivos. Mientras esperaban, el hado le preguntó sobre su vida actual.
-Ah bueno. Me mantengo ocupada con cosas...-dijo, pensativa.-Por ejemplo, estuve enseñando a uno de los novatos algo de alquimia. Tiene buenas intenciones. Quizás demasiado buenas. Tan solo espero que la decisión de enseñarle altruistamente lo que se no venga en el futuro a morderme en el trasero.-comentó con una risilla discreta.-Tambien estoy avanzando en un par de investigaciones personales así como estudiando bien para poder ampliar esto aún más. Quizás dentro de un año o así... Estes ante una futura dueña de la primera Pajareria de calidad de la ciudad.-comentó, alzando una ceja.

Entonces el frivy trajo una bandeja de plata. Dos tés y un pequeño platito de porcelana con un surtido de pastas. El té que le trajo al griego tenia un inusual color rojizo y, por el olor podia detectarse con facilidad porque, pero la ulterana se lo explicó de todas formas.
-Es té de bayas del bosque, dulzon, pero sobrio.-le informó, mientras cogia su taza y daba un sorbo. Por su parte, la ulterana bebia un té de un color dorado oscuro, de hidromiel y bayas de sauco negras.-Y tú, ¿en que andas, Vac?-

A la niña le gustaria preguntarle por muchas cosas indiscretas. Pero no le tenia de visita frecuente y lo último que queria hacer era agobiar al humano con preguntas indiscretas, casi todas centradas sobre Tania.

_________________________________________

す           争            基         ま
べ           は            づ         す
て           欺            い          。
の           瞞            て          
戦           に            い          

Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
Red
Red

Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Personajes :
Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
Saren: Selkie roc idrino.
Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
Sekk: Berserker ulterano.
Remilo: Brujo del cobre irrense.
Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.

Botica de la náyade - Página 14 Empty Re: Botica de la náyade

11/07/14, 09:57 pm
El griego escuchó las nuevas de la ulterana en silencio, preguntándose quien sería el novato al que había estado enseñando. La mención a una futura ampliación del local le llamó la atención, y cuando denomino al que sería el nuevo local Pajarería, el hado esbozó una amplia sonrisa.
Ya sabes que puedes contar conmigo si necesitas mano de obra —se ofreció, dando un sorbo al té que le había servido el frivy. Era dulzón, pero no empalagoso, y en conjunto estaba bueno—. No te saldría muy caro —añadió en tono de broma.

La pregunta que le devolvió la nayáde implicaba muchas cosas, y el chico tuvo que meditar durante unos minutos para encontrar la respuesta adecuada.
Bueno, también he estado ocupado, mucho trabajo ya sabes —generalizó, con un gesto vago de la mano—. Mi trabajo no es sencillo, precisamente, y al final del día siempre tengo las manos un poco mas manchadas que cuando desperté... a veces me pregunto como lo soporto —dijo, riendo sin demasiada alegría—. Supongo que va de la mano con lo que soy, no merece la pena darle vueltas. Últimamente no estoy del mejor humor, perdona de antemano si resulto demasiado cenizo —se disculpó con una sonrisa, dando una calada a su cigarro y mezclando el humo con el del incensario.
Leonart
Leonart

Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical

Personajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :
Heridas:

Botica de la náyade - Página 14 Empty Re: Botica de la náyade

13/07/14, 04:24 pm
Nia

La ulterana mordisqueaba una pasta mientras el griego hablaba. Cierto era, que sabia por que derroteros habia andado Vac y, en algunos de ellos, ella misma habia andado tambien recientemente, dato que creia al griego ignorante al respecto.
Siguieron hablando de asuntos triviales hasta avanzado el mediodia y, tras unas tazas de té y el par se quedó con una sensación nostalgica y prometieron verse más pronto que la última vez.

_________________________________________

す           争            基         ま
べ           は            づ         す
て           欺            い          。
の           瞞            て          
戦           に            い          

Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
Leonart
Leonart

Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Personajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :
Heridas:

Botica de la náyade - Página 14 Empty Re: Botica de la náyade

14/07/14, 12:30 am
Episodio 0: The Darkbringer and the Birth of the Blightbringer

<<♫ ♬ ♬ ♫ ♬ ♫>>

La Luna se alzaba con toda su belleza y monsturosidad en el cielo, descargando su influencia mágica por toda la ciudad. Los alaridos de los cosechados y los gritos de júbilo de los magos sedientos de poder con los aullidos de las bestias componian la orquesta de la noche. Era una noche de cambio, de poder y de magia.

Nia lo habia sabido desde que se transformó. La Luna les regalaba cada año con su presencia un poder que creia ilimitado. Pero el poder, corrompe.

Bajo los cimientos de la aparentemente inofensiva Botica de la Náyade se estaba llevando a cabo un ritual de lo más siniestro. Varios tragaluces instalados estratégicamente, reflectaban la luz de la monstruosidad roja que pendia del cielo e iluminaba la sala. Sumidos en el velo del color de la sangre, un grupo de magos encapuchados recitaban los encantamientos, revisaban los circuitos rúnicos y protegian el lugar ante el ritual que estaba por suceder. Aparte de los magos, habia otras cinco figuras. Una de ellas, iba encapuchada como los que realizaban los cánticos, pero su malsana piel de un color pálido, le delataba como diferente. Le delataba como antinatural, incluso para aquella reunion bizarra.
Nia vestia un largo traje de seda roja con un pequeño plumon a la altura de los hombros, que restaban al aire. El pelo largo suelto a su espalda, con decorativos rojizos. Así, como para terminar el conjunto, el maquillaje de aquella noche para la niña tenia los colores negro y rojo como pieza central.
Ademas de esos dos, tres matones forzudos de gran tamaño restaban en una esquina de la sala, con más de veinte barriles a su lado, esperando su momento de actuar. Con la Luna en auge, el ritual para el que se habia estado preparando durante casi más de un año, por fin podia contemplarlo. Y la náyade no paraba de supervisar todo, visiblemente nerviosa, pero lo suficientemente autoritaria como para que nadie comentase nada, pues nadie queria que toda la ira y el estres de la niña cayera sobre ellos. No deseaban acabar como los otros.

Las losas del suelo, en donde los magos habian estado haciendo sus garabatos, anclando sus hechizos y configurando sus runas durante los últimos meses, estaba diseñado con un entramado parecido a unos conductos de diseño intrincado que daban a parar a un sumidero en el centro de la sala, de unos sesenta centimetros de diametro. Y situados en paralelo en cada conducto de piedra, estaban los encantamientos. Subiendo por el conducto, podian verse muescas lo suficientemente grandes desde las que podia realizarse la libación con barriles. El contenido de estos se derramaria entonces, siguiendo el patrón establecido y alimentarian los intrincados circuitos mágicos que, para cuando llegasen a su zénit, descargarian todo su potencial en el centro de la sala, donde se encontraba el sumidero.

--Todo parece en orden, niña. Deja de revolotear, me va a das a dar dolor de cabeza.-se quejó el encapuchado de piel malsana.
La niña se lo tomó a pecho y acortó las distancias con la figura encapuchada. Alzando un dedo y recriminandole con ojos cargados de paranoia.
-¡No me digas lo que tengo o no tengo que hacer! ¿¡Entiendes!? Esto es mi proyecto: Es mi plan. Y no necesito que me mandonee nadie.-le recriminó.-¿Dónde está el Grimorio?-
La risa cacareante del  hombre encapuchado se reveló entonces.
--Tranquila. Lo traigo conmigo.-dijo, mostrando que debajo de sus ropajes, traia un libro envuelto en cuero curtido. Cuero que la náyade no dudó ni por un instante que no se tratase de otra cosa que no fuese un humano o algo horrible, teniendo la naturaleza de la reunion y la magia que se respiraba en el ambiente.
-Acuerdate de nuestro trato o sufrirás las consecuencias.-terminó espetandole antes de volver a la tarea de apremiar a los laboriosos magos en la construcción del circuito.
--Si, si... señora...-terminó por contestar, cansado.

El ritual era bastante sencillo en el sentido teorico. Tenian la informacion que necesitaban de reconstruir y ver los tejidos de realidad dentro de los rumores que se murmuraban en los bajos fondos de la ciudad, por así llamarlo. Era raro que alguien se empeñase tanto en la tarea en la que estaba arrojada la ulterana, pero no habia sido la primera ni la última que habia buscado aquello en la ciudad, pues, ¿no es más intenso el poder de otorgar la vida que la de privarla?
Asi es, la náyade planeaba revivir a alguien. No en un sentido nigromántico, no. Todos sabian que la no muerte se llamaba así, porque no era vida alguna. No. La ulterana planeaba dar genuina vida y no solo desde cero, eso seria demasiado fácil. Planeaba revivir a una persona muerta años atrás y habia estado husmeando y escarbando los conocimientos necesarios para aquello. Aquella senda que muchas personas antes que ella habian recorrido en esa ciudad y que, todo el mundo sabia, que alguien acabaria por intentar volver a recorrer. Los costes de la investigación, el pago por los ingredientes, los campos de cultivo, la mano de obra, la ayuda externa. Todo aquello se habia sumado y podia decirse que la ulterana se habia arruinado con aquel proyecto. Después de la Luna, más de un acreedor apareceria buscandola. Pero no se habia planteado por un momento echarse atrás, pues, si de verdad conseguia su objetivo, podria hasta morir en paz, de llegar el caso.
En sus pensamientos, un nombre no paraba de aparecer.
<<Harm. Harm. ¿Dónde estás? Pronto volverás a estar conmigo. Somos inseparables. Y la misma Luna que te hizo desaparecer te traera de vuelta. Harm, ¿me echas de menos? Yo si te echo de menos. He esperado tanto tiempo...>>
Pero sus gestos y acciones indicaban lo nerviosa y paranoica que podia llegar a ser la intara. Primero, siendo despótica con aquellos que trabajaban para ella, pero, debido a su buena paga y lo que le habia pasado a los que la hubieran traicionado. Pero, quizás lo más extraño era que habia renunciado a todos y a cada uno de sus principos a modo de un medio para lograr sus objetivos.
Habia salido de la sala. En un túnel adyacente, que lo conectaba con la botica, todo de reciente construcción, descansaba la infame, invisble y lista para entrar en cualquier momento. Nia acariciaba nerviosamente una pulsera que tenia anclada una serie de hechizos de toda índole, por si se diera el peor de los casos. La terra salió de su invisibilidad, pero a un gesto de la náyade, la insto en permanecer oculta. Obediente la terra escuchó a su  ama, sin salir de la invisibilidad.
-Bien. Todo parece estar marchando bien. Hasta ahora.-la informó, visiblemente nerviosa.-Pero este es el momento de tu prueba decisiva. ¿Te acuerdas de el hombre encapuchado que me visitaba? Ese de aspecto tan siniestro, si. Está ahí dentro, conmigo. Ese será tu objetivo.-dijo con el ceño fruncido.-En cuanto ponga un pie fuera de la Botica, acaba con él. No quiero ver su cabeza siqueira. Tiraselo a alguna alimaña, pero no quiero volver a oir o verle en mi vida. ¿Queda claro?-dijo, autoritaria.
Tras unos segundos de silencio, el sonido de revoloteo de una capa junto con la voz de la infame se dejó oir.
-Kat-ûm, mi ama.-
Nia no pensaba dejar cabos sueltos. Aunque el ser no la llegase a traicionar, no se fiaba de él y al igual que habia comprado su lealtad con la amenaza de su propia muerte de pensar en traicionarla, compraria su silencio con su cabeza descansando en el estómago de alguna bestia de la ciudad.
Despues de acabar con él, pensaba mandar a la infame en misiones para acabar con todos y cada uno de los que estaban en aquella sala. Uno a uno, hasta que ella fuese la única superviviente. De revivir a Harm, no sabia si se lo contaria a sus amigos y allegados. Pero si algo sabia, era que nadie sabria que fue ella. Con ello evitaria los problemas que causaria tan anuncio y, además, ya habia dejado un sendero de cadaveres tras de sí, unos cuantos más no marcarian una diferencia aparente.
Volvió a entrar, aún más nerviosa. Las manos le temblaban. Sacó su pipa y fue a encenderla, pero con un chasquido de la voz, al otro lado de la sala, la figura encapuchada le contra avisó de hacerlo.
--¡Ah-Ah-Ah! Yo que tú no encenderia eso. No queremos reventar por los aires después de todo, ¿verdad?-
La ulterana se congeló entonces. Sin saber que decir o hacer.
-¿¡Es volatil!?-exclamó, enormemente alarmada con un chillido.-¡Esto no es lo que planeamos, sucia rata! ¡Me dijiste que era seguro de manejar!-le gritó desde el otro lado de la sala, con los ojos casi inyectados en sangre.
-Ey ey... Calma... Era una broma, ¿vale? ¿La niñita no puede aguantar una simple bromita del tito Hell?-la recriminó, sonando infantil, mientras abria el grimorio.-Yo que tú no empezaria una pipa de todas formas: Estamos apunto de empezar.- La ulterana, por su parte, soltó un grito ahogado de frustración y volvió a atormentar a los escribanos. Casi propio del ritual, el encapuchado comenzó a acariciar el lomo de cuero del libro y, finalmente, tras respirar hondo, se quitó la capucha
-Ah... Es una noche maravillosa, sin duda.-susurró, mientras la luz rojiza le bañaba.-Creo que tiene que ver con el olor del duro trabajo, cuando finalmente tiene su recompensa, eso sin duda, es lo que más motiva a Grumanehell. Osea a mi.-explicó con una risita de colegiala a un público invisible.-Veamos... Si...-dijo, tras humedecerse los dedos con saliva y comenzar a pasar las páginas de una en una. Las mismas páginas, parecian hechas con jirones de piel cosidos entre si, dandole un aspecto siqueira más macabro al tomo mágico.
-Transmutación de Almas aquí está...-dijo, para comenzar a leer en voz alta.-Así como una jornada bien empleada produce un dulce sueño, así una vida bien usada causa una dulce muerte. Por desgracia, la muerte no siempre es gentil con quien elige llevarse y por ello, le ofrecemos nuestro tributo...-dijo, gesticulizando a los matones para que empezasen las libaciones.
Los forzudos hombres gruñeron asertivamente y, con un mazo de bodeja destruyeron las tapas de los barriles y, uno a uno, los fueron virtiendo. Su contenido tenia un color un poco más palido a la sangre, pero era notablemente más denso, como una papilla que se arrastraba lenta e inexorablemente por los canalones grabados en piedra, alimentando con su magia las escrituras arcanas.
-Más de seiscientas almas sacrificadas y procesadas para que, la muerte, en su avanzada edad pueda nutrirse de ella...-continuó. mientras los matones no paraban de verter el contenido a la fosa.
Nia se cubrió la nariz. No era que no estuviese acostumbrada al olor de la putrefacción, sino más bien lo hizo de forma que pudiese apartar la mirada, de pura verguenza de sus actos. Pronto el almizcle de la carne podrida triturada inundó las fosas nasales de todos los presentes que reaccionaron con desagrado de múltiples formas. Todavia quedaban más de la mitad de los barriles por verter.

-...Y así como alzabas la espada contra los ancianos, no dudaste en hacer lo mismo con los jóvenes y con los que nos arrebataste antes de tiempo. Por ello te pedimos, oh muerte, traenos de vuelta a quien nos ha dado un doloroso luto...-
Grumanehell siguió con la oración , elevando plegarias ante "La Muerte" ensalzando su poder con varias odas así como pidiendo que les concediera aquel deseo con plegarias de todo tipo. Era todo tan teatral, tan absurdo, que Nia deseaba que todo acabase ya. Podia notar la magia del circuito, pero no podia ver reacción alguna.

-...reencarna el alma en la carne fresca y joven que te ofrecemos...-
Nia salió de su ensimismamiento. Aquel era su momento. En sus manos, habia dos cosas, un vial que portaba unas gotas de un líquido transparente y en la otra, un objeto muy peculiar: Un cuerno. Detrás de ella, un matón empujaba un carrito con un tanque. En el, podia ver al joven niño ulterano que habia secuestrado meses atrás, todavia inconsciente. Le tendió el vial al orador y, con un susurro, le dijo algo para que solo él lo oyera.
-Dos minutos. No tienes más tiempo. Si me vas a traicionar, te recomiendo que lo hagas antes de beberlo o no vivirás más que eso.-
El impavido orador esbozó una sonrisa amable en respuesta que le heló el alma a la ulterana. A continuación, volcó el veneno del vial en su garganta y tragó dramaticamente. Pestañeó un par de veces rápido mientras comenzaba a notar los efectos y volvió a su lectura, esta vez, algo más acelerada, no andandose por las ramas.
-Y así como regalo, llevate el alma de este pobre crio, inocente, sumando más de seiscientas una almas en tributo para tí. Hagase tu voluntad, pero elevanos, oh muerte, pues estamos de luto por nuestro allegado...-

Nia se dirigió al sumidero. Al fondo de este, de unos cuatro metros pero más anchos que la boquilla del mismo, comenzaba a acumularse la papilla de personas. Los sonidos, los olores y el tropezon ocasional causaron a Nia unas arcadas que pudo controlar por los pelos antes de extender el brazo con el cuerno y entonces se giró hacia Grumanehell, esperando su confirmación.
-...que tu poder sea canalizado entonces desde este recuerdo de nuestro allegado, conviertase tu voluntad en La Gran Obra: La Piedra Filosofal y, con ella, transmuta el alma de esta pobre e inocente criatura y devuelvenoslo. Devuelvenoslo, oh muerte.-
Nia entonces tiró el cuerno al interior. Con un sencillo "plop" insonorizado por los cánticos de los magos que ya habian terminado su labor y entonces se encontraban canalizando su poder directamente hacia el ritual. Nia entonces se retiró mientras preparaba al chico en el estanque, con la ayuda del matón que lo habia empujado hasta ahí. Junto su frente con la del chaval y se sumió en sus pensamientos.
-<<Harm. Por favor que esto sea verdad... Por favor... Vuelve...>>

No lloraria. No delante de Grumanehell. Besó la frente del chico y, entonces, ella misma le arrojó por el sumidero, tan solo que esta vez, con cariño, con el mismo cuidado que una madre usaria al introducir su bebe a un baño caliente. El chapoteó del cuerpo inerte del ulterano se dejó oir. Y entonces Nia habia concluido su parte y, por lo tanto, se apartó a un lado, dejando que Grumanehell terminase con su parte. Escasos cuarenta segundos le quedaban al siniestro ser de vida y él parecia saberlo, pues aceleró en su diatriba notablemente, añadiendo varios "blablabla" que le hicieron fruncir el ceño a la ulterana mientras le mostraba el antídoto en la otra mano.
-Amen y esas gilipolleces...-musitó, finalmente, el hombre de piel malsana. Se separó del altar y, con el libro en mano se acercó al sumidero, dándole la espalda a Nia. El grimorio comenzó a brillar y del mismo sumidero, comenzó a nacer una brillante luz rojiza tan potente como la de la Luna en el exterior.

Al instante, unas lágrimas se dejaron ver en el rostro de la ulterana. Estaba reaccionando. La magia se estaba reuniendo en el cultivo más abajo, con todos los demás ingredientes y la reaccion se podia oir, ver y hasta oler. El olor a cadaveres en descomposición fue sustituido lentamente por el olor a quemado, un olor creciente. Aun habia esperanza despues de todo. Todo el sacrificio, el dolor, la penuria, las traiciones... Todo habia dado sus frutos al final. Pero algo inesperado estaba pasando. El trato era, que si habia una reacción mágia, la ulterana daria el antídoto a Grumanehell para que este pudiese concluir existosamente el ritual. Claro estaba que la niña, habiendose tomado las precauciones que se habia tomado, no le pensaba dar el antídoto sino una especie de bezoar liquificado que le daria otros tres minutos de vida antes de que su corazón finalmente se detuviese, fruto del veneno.
Pero aquello no era para nada como habian planeado. Le quedaban diez segundos de vida a Grumanehell y este ni se inmutaba. Nia se acercó al sumidero a gran velocidad, temiendose lo peor.
-¿Grumanehell?-le preguntó, mirandole a los ojos.

Ambos ojos del hombre de piel malsana estaban enfocados en el fondo del sumidero. Sus comisuras estaban curvadas formando una raja en su cara, que actuaba como una siniestra sonrisa. Sus ojos brillaban con el color de lo que veia, como dos orbes rojizas en su cara, mientras guardaba el más sepulcral de los silencios. La ulterana acabó por mirar tambien, sin saber que habia captado tanto su atención. En el fondo del sumidero, se podia ver al chico ulterano arrodillado, apenas peleando por respirar mientras vomitaba y tosia papilla de personas. Los ojos de Nia se abrieron de par en par, incrédula, mientras contemplaba al chico estar vivo. No pudo contenerse, asomandose, le gritó.
-¿¡Harm!?-preguntó al borde de las lágrimas.
El chico pareció oirla y, lentamente, alzó la cara. Ladeando la cabeza, respondio.
-¿M-... ¿Ma?-
Su expresión era blanca e inocente. Tenia toda la cara relajada y pringada de papilla de personas pero a parte de eso, no parecia darse cuenta de donde se encontraba, actuaba con el jubilo y la impredecibilidad de un niño pequeño, casi un bebe. Los animos de Nia, como apuñalados, temiendo que algo hubiera salido mal. Así pues, la ulterana lo intentó de nuevo, luciendo la cara de las personas que se negaban a aceptar la situación, agarrandose en una falsa esperanza.
-¿Harm, eres tú?-
El chico pareció percatarse de la voz de la niña de nuevo y alzando su cabeza una vez más, esbozó una sonrisa infantil y contestó, feliz.
-¡Ma!-
Nia se despegó de la boquilla del sumidero al oir el cacareo de Grumanehell a su espalda. Lentamente, la cara de la ulterana se fue compungiendo de ira.
-¿Qué diablos significa esto, Grumanehell?-

Hacia rato que se habia pasado su tiempo de vida. La ulterana no entendia porque seguia con vida aquel individuo. El veneno que habia usado era de creación propia y nunca antes lo habia usado con nadie. Lo habia diseñado especialmente para el hombre de piel malsana. Era imposible que tuviese un antídoto: No le habia visto tomar ninguno y hasta ni ella le habia dado tiempo a crearlo pues se habia volcado en crear tan solo el veneno, al cual le dió el nombre de "Fecha de Expiración", pues mataba en dos minutos deteniendo el sistema coronario, que impedia que el corazón se nutriese de oxígeno causando una parada cardiaca que conllevaba la muerte.
-Significa una... No, espera, dos cosas.-le explicó, levantando primero uno y luego otro dedo, tras corregirse.-Primera cosa: Tienes que aprender una lección de todo esto, niña. Y, segunda cosa...-dijo, mientras extraia un pequeño cristalito con un montón de runas grabadas sobre él.-No pagues a un drogadicto para que cuide algo, siempre tienden a la traición si se les paga más.-

Y entonces Nia, comenzó a vocalizar el hechizo de  paralisis más cargado de rabia que habia hecho en su vida, pero uno de los magos se interpuso y lo recibió por Grumanehell, mientras este se rodeaba de los brujos y los matones.
-Esto es un "hasta nunca" niña. Se buena y acepta cuando te han timado en toda regla. Pista: La Luna tambien me bendijo a mi con un cuerpo muy, muy, muy util. Adios. Espero sinceramente que no vuelvas a picar en nada parecido porque sino...-soltó otra risa tan obvia.-Es que no se como sobreviviste a la cosecha...-
Y, sin dar tiempo a reaccionar a la ulterana, Grumanehell arrojó el cristalito con las runas contra el techo y causó una poderosa explosión en linea, mientras se iba abriendo por los pisos de la botica hasta hacer un agujero en el techo, abriendo un considerable boquete en todos y cada uno de los pisos hasta que la luz natural de la Luna les baño a todos. Todo habia ocurrido muy rapido. La explosión, el techo viniendoseles encima... Nia instintivamente habia pulsado su brazalete y se habia vuelto invisible, pero los otros magos y matones de Grumanehell no habian tenido tanta suerte y la explosión y los trozos de escombros que caian con fuerza entonces habian aplastado a los más desafortunados.

Potenciado por un hechizo de levitación, así como varios de impulso, Grumanehell y sus siervos escaparon, subidos sobre un trozo de escombro, saliendo por el tejado. Nia les siguió hasta el exterior, mordiendo con tanta fuerza que se partió algun que otro diente. La ira era la única emocion que se dejaba ver entre sus lágrimas. Habia sido insensata por pensar que lo sabia todo. Grumanehell habia hecho de ella una completa necia y ella estaria pagando por aquel error toda su vida. Lo sabia pero, sumida en una extrema negación, tan solo queria ir tras el hombre de piel malsana, el hombre que no murió por el mayor de sus venenos. Y queria matarle, queria estrangularle con sus propias manos hasta ahogar aquella condenada risa suya. Resoplaba. El hechizo de intangibilidad se deshizo. Les habia perdido la pista. Hundió su rostro entre sus manos y comenzó a llorar. Y habria estado así, llorando en mitad del cielo de rocavarancolia, bañada por la luz de la Luna Roja en mitad de una columna de humo causada por la explosión, pero el mundo más abajo la necesitaba.

Se acordó de la misión que le habia encomendado a su infame y, no fue hasta entonces, que logró unir los puntos del acertijo final de Grumanehell. Ya sabia a que se referia. Se dio cuenta, de a donde habia mandado a su leal terra. Era una trampa. Aquel hombre no podia ser matado. Era un bendecido por la Luna: Era un Inmortal.
Nia se apresuró y bajó por el hueco de la Botica, de vuelta a la galeria, por tercera vez en aquella hora,  con la falsa esperanza de pillar a la terra a tiempo.
--¿¡Muerte!? ¡Muerte, vuelve a mi!-gritó al vacio. No hubo más respuesta que su eco en las paredes. Maldijo en voz alta, al borde de las lágrimas y volvio a entrar a la zona del ritual.  No habia sido siquiera previsora con ella. No podria comunicarse con ella entonces. Era como si hubiese muerto. Miró hacia abajo. El niño que podria haber sido Harm, miraba temeroso al hueco del sumidero, de donde ahora podia ver el astro rojo, pero no se atrevia a asomarse mucho, pues trozos de escombros habian caido por el agujero y tenia miedo de que le cayesen encima.

-¿Ma?-preguntó dubiditativo. La ulterana entonces, contemplo al niño, con lágrimas precipitandose de sus ojos. Algunas de ellas cayeron hacia el empantanado suelo y aquello hizo reaccionar al niño.-¡Ma! ¡Ma! ¡M-Ma!-comenzó a suplicarle a la ulterana con los brazos extendidos hacia arriba. No habia diferencia alguna entre aquel niño y un bebe suplicando porque se le cogiera en brazos.
La ulterana ahogó un par de lágrimas más, antes de arrancar el colador del sumidero y hacerle levitar hacia arriba. Cogiendo al niño como si fuese un bebe en sus brazos, solo que notablemente más grande que uno, casi tan grande como la propia náyade, miro hacia arriba, soltando aún más lágrimas. Los brazos le temblaban, todo el cuerpo le temblaba, pero el estres y la presión la impedian colapsarse.
Otra noche de Luna. Otra noche en la que lo perdia todo. Resultaba hasta ironico aquello. Habia invertido una verdadera fortuna en fortificar la botica contra atacantes, casi como un castillo inexpugnable, pero nunca habia pensado en reforzar el interior.

El niño, tras que la ulterana le cogiera en brazos se abrazó a ella y comenzó a acariciarle el pelo cariñosamente.
-Ma~...-dijo con voz relajada.
Entonces la ulterana alzó la cara y miró a los ojos al niño: Su última victima. La número seiscientos uno. No la habia matado, no como a las otras. A este le habia acarreado una maldición peor que la muerte. En su egoismo, al involucrarle en el ritual, le habia deseado una muerte rápida e indolora, pero en su lugar, él seguia con vida, pero con algún aparente daño cerebral y, posiblemente amnesia. Ya no sabia que era que. La ulterana, lloró, sujetando al bebe más grande que habia visto en su vida. El niño, notando la tristeza de la chica, le agarro gentilmente de la cara y enjugó sus lágrimas torpemente, estropeando el ya por de si arruinado maquillaje de la chica.
-Maa~...-replico, con tristeza en su tono.
Nia no sabia que hacer. No sabia si seria un acto de compasión el acabar con la vida del niño ahí y ahora. Ella misma lo habia pensado minutos atrás: Es una vida más en un mar de asesinatos. Le ahorraria dolor y una vida que no era justa. Aun podia hacer algo bien dentro de su gran error.
Le posó en el suelo causando un "Ma" confuso en él y, entonces se puso por encima del chico. Y, con más lágrimas, cerró las manos sobre su garganta. Sorbia de la pena de sus lágrimas. El chico ladeó la cabeza, no leyendo la situación, pero dejandose hacer. Nia resoplaba entre lágrimas mientras intentaba realizar el esfuerzo emocional de caracteristicas titánicas que suponia ahogar al niño. Pero no pudo. Nia se aquejó de su propia debilidad y se colapsó sobre él, llorando aún más sonoramente.

No tenia valor ni para hacer lo correcto. Ella era peor escoria que el mismo Grumanehell. Ella se merecia ese castigo, el llevar el estigma de toda aquella farsa sobre sus hombros. Llorando a lágrima tendida, el niño abrazó la cabeza de la ulterana y, acariciandola con sus carrillos mientras la abrazaba fuerte, soltó un cariñoso "Ma", antes de cerrar los ojos.
Estuvieron así poco más de un minuto, el niño abrazado a ella y ella llorando. Finalmente, la ulterana reaccionó, aunando sus fuerzas. Tenian que asegurarse que la Botica no se les cayese encima: No sabia cuan graves habian sido los fallos estructurales. Pringada de la papilla de personas por el contacto con el crío, la ulterana levitó hacia arriba.
Pasando por el sótano, donde la mayoria de los tanques habian sido destruidos y cuyos habitantes de los mismos se habian asfixiado o matado entre ellos hace poco, llegaron a la primera planta. Lo primero que notó la ulterana fue que una densa niebla purpura cubria toda la primera planta y se extendia escaleras arriba. Al instante, contuvo la respiración y le tapó la boca al niño con un pañuelo. Aquella niebla tóxica era uno de los residuos de haber creado el potente veneno que tecnicamente iba a acabar con Grumanehell. Y, por lo que veia, era tan letal como el veneno mismo: El frivy de pelo naranja habia tenido la mala suerte que uno de los escombros habia atrapado sus piernas y le habia impedido huir. Por su posición, y el brazo izquierdo alargado, dedujo que habia intentado alcanzar, en vano, la máscara de gas instalada a apenas metro y medio de él. La cara del frivy estaba amoratada e hinchada y, por sus ojos, boca y nariz salia una espuma de un color malsano.

Nia no lloro aquella muerte: Se la habia estado esperando. El frivy, al igual que el resto de sus compatriotas, habian muerto de una manera u otra dentro de la botica y sabia que le iba a tocar algún día a aquel último. Por eso no hizo esfuerzos por preguntarle su nombre. No deseaba ni saberlo. Con su cara bastaria para quedarsela marcada, como con los demás.
Alcanzó la máscara de gas e inhaló profundamente una vez, antes de pasarsela al chico, que comenzó a respirar con normalidad entonces. Guardandose la respiración, la ulterana les llevó hacia afuera. Y, al otro lado de la calle, apoyado en el techo de un edificio dejó al niño ulterano. y le quitó la mascara. Desde fuera la botica podria parecer intacta, pero por dentro habia sufrido una cantidad notable de daños. Una columna de humo negro indicaba que, además, algo se habia incendiado dentro. La niebla tóxica comenzó a elevarse tambien, para perderse en el cielo. Nia respiró hondamente. Dentro del edificio que pronto arderia se encontraba su pasado: Se encontraba sus estudios, su modo de vida, sus memorias. Y demasiada muerte. Una parte de ella queria dejar que todo aquello ardiese. Y ella misma queria arrojarse a las llamas: Pero era una cobarde, siempre lo habia sido.

Si de algo podia sentirse orgullosa, era de que no habia involucrado a los cuchitrileros ni a nadie realmente cercano en aquello. Habia podido evitar recurrir a ellos y se alegraba de no haberlo hecho. Porque sino, bien podrian haber sido ellos los que estuviesen tirados en el suelo de la botica, intoxicados por la niebla, o asesinados por Grumanehell como la infame, o en cualquier otro metodo cruel y vicioso en el cual la ciudad se empeñaba en devolverla al mar, donde pertenecia. El pequeño ulterano se acurrucó a su lado, comenzando a tiritar de frio. La niña, ensimismada, lanzó un hechizo termico sobre el chico para calentarle y otro de limpieza sobre ambos, para eliminar la papilla de personas.
Y juntos, como dos enamorados acurrucados, vieron la enorme e imponente Luna Roja alzarse sobre la ciudad, como un siniestro recordatorio de su poder.

_________________________________________

す           争            基         ま
べ           は            づ         す
て           欺            い          。
の           瞞            て          
戦           に            い          

Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
Jack
Jack

Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia



Personajes :
Jack: Vampiro de humo terrícola.
Atol/Skarog: Helión libense.
Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
Tawar: Repobladore de la montaña

Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.

Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco


Humor : Os falta bosque, gigantes

Botica de la náyade - Página 14 Empty Re: Botica de la náyade

16/07/14, 02:47 am
Cuando llegué, casi me llevé las manos a la cabeza. Había perdido ese reflejo por no sacarme un ojo. Pero la escena era digna de ello: la botica estaba destrozada. Sabía que el humo había salido de esta, pero aún salía una neblina púrpura de sus ventanas, se escuchaban algunas explosiones del interior, y en el tejado debía de haber algún agujero pues veía el resplandor del fuego. Inmediatamente busqué a Dama Urticaria fuera, deseando que no estuviera dentro, y así fue.

¡Urticaria! ¡Dama Urticaria!—exclamé, acercándome a donde estaba. No estaba sola, pero no me fijé mucho—. Estás... ¿estáis bien? ¿Puedo ayudar de alguna forma? ¿Podemos recuperar tu botica?

No pensaba ni que fuera salvable ni que no, pero no sabía qué había dentro ni qué era esa neblina. Si ella creía que era insalvable, no me arriesgaría.

_________________________________________

No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
Zarket
Zarket

Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Personajes :
Spoiler:

Armas :
Spoiler:

Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.

Botica de la náyade - Página 14 Empty Re: Botica de la náyade

18/07/14, 02:08 pm
El edificio del que provenía la columna de humo mostraba un panorama desolador. Desde luego su dueña, a la que al parecer conocía el helión, había perdido una buena parte de su patrimonio ante tal destrozo.

Me quedé en un segundo plano, paseando una mirada de indolente curiosidad entre la náyade, el chico acurrucado junto a ella y el edificio destrozado.
Red
Red

Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Personajes :
Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
Saren: Selkie roc idrino.
Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
Sekk: Berserker ulterano.
Remilo: Brujo del cobre irrense.
Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.

Botica de la náyade - Página 14 Empty Re: Botica de la náyade

19/07/14, 02:25 am
Saren aterrizó a unos metros del helión, revirtiendo a su forma idrina antes de acercarse al libense y a la nayáde. Nia, pues el selkie conocía a la ulterana de vista y de oídas, no tenía buen aspecto, y el chico acurrucado junto a ella tampoco. La botica estaba destrozada, y poco le faltaba para colapsar sobre si misma, ya que el fuego debía de haber dañado seriamente la estructura. El norteño dejó que Atol le presentara, y cuando le llegó el turno de hablar, no dudo en ofrecer su ayuda, obviando deliberadamente las preguntas sobre lo que había ocurrido allí.
Solo nos tienes que decir que es lo que debemos de hacer, tal vez aun puedas salvar algunas cosas si nos damos prisa —dijo, observando la precaria estructura con preocupación—. ¿Vosotros estáis heridos? —añadió. Lo que había provocado aquello bien podría haber matado a alguien.

La neblina purpura que salía de algunas ventanas no inspiraba confianza, y el idrino dudaba que allí dentro quedara algo vivo. Si la ulterana no se apresuraba y decidía aceptar su ayuda, no quedaría nada que recuperar.
Volver arriba
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.