Botica de la náyade
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Jack
Vlad
Muffie
Giniroryu
Lops
Yber
Leonart
Tak
13 participantes
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Botica de la náyade
09/02/13, 12:03 am
Recuerdo del primer mensaje :
De camino a la botica iba pensando en lo extraña que había sido la fuga de Noel y Vac. Antes de salir, cuando por fin se dio cuenta de que ninguno de los dos estaba por allí, subió al cuarto de Noel y tras llamar varias veces entró al entender que estaba vacío. Así era, y la ventana aún seguía simplemente arrimada. La cerró meneando la cabeza y salieron todos del cuchitril, no sabiendo si iban a volver pronto o no. La fuga de aquellos dos le dio que pensar durante el camino. Con todo el trajín de la llegada de los frivy's no había vuelto a pensar en lo de Noel y Wen de aquella mañana. Noel tenía derecho a tomarse un respiro ese día, pero quizá le dolía un poco no haber sido él quien tratara de animarlo, le hubiera gustado hacer algo, y sin embargo ni siquiera creía ser capaz de encontrar dos palabras seguidas para empezar a hablar con él de lo que sea que hubiera pasado. En cambio Vac... con Vac estaba en buenas manos, sin duda, pero le seguía pesando que pudiera parecer que él se había desentendido.
No prestó atención a los frivy's más que para mirar con curiosidad sus caras ante todo lo nuevo que se les venía encima. Ellos no tenían la culpa de que los hubieran traído, pero solo habían sido un incordio, arruinando aún más una mañana de por sí arruinada. Gael se frotó la sien allí donde le palpitaba horas atrás, como si nunca se hubiese tomado la infusión de Vac, y trató de apartar los pensamientos del estilo «vaya mañana de mierda» y similares.
Cuando llegaron al mercado, Gael les pidió a los demás que se adelantaran o le esperaran, porque tenía que hacer algunas compras. El dinero no era mucho, pero le sirvió para comprarse una aguja curva de sutura e hilo de dos tipos diferentes, ambos resistentes. No le duraría mucho, pero confiaba en que pudieran hacer alguna misión más pronto.
Gracias a la adquisición se encontraba un poco de mejor humor cuando llegó a la botica de la náyade. Su mirada recorrió todo el local parándose en los pequeños detalles que aún faltaban por restaurar. No eran quienes para decir mucho, los del cuchitril, pero allí todavía hacía falta un buen repaso, y seguramente se estaba encargando Nia sola. Claro que ahora le llevaban un par de esclavos para ayudarla con el trabajo. Buscaron a la náyade por el local, y siguiendo su voz la encontraron en el patio charlando con dos viejy's. Gael se paró en seco, fastidiado por no haberse dado cuenta de aquella eventualidad. No habían pensado que a ella también podían haberle ofrecido esclavos y ahora... había demasiados. Miró a Adara de reojo, sin saber muy bien qué hacer.
-¡Buenos días! -saludó de todos modos-. Has escogido un buen local para la botica. Oye, por cierto, si necesitas ayuda más días para cualquier cosa avísame. -Estuvo a punto de hablar por todos, pero no quería meterlos en líos, así que dejó que se ofreciese quien estuviese dispuesto-. Sabemos bien lo que es tener que poner a punto una casa vieja.
La ángel negro le explicó a continuación que le habían traído los esclavos que les habían ofrecido en el cuchitril para que trabajasen en su botica.
De camino a la botica iba pensando en lo extraña que había sido la fuga de Noel y Vac. Antes de salir, cuando por fin se dio cuenta de que ninguno de los dos estaba por allí, subió al cuarto de Noel y tras llamar varias veces entró al entender que estaba vacío. Así era, y la ventana aún seguía simplemente arrimada. La cerró meneando la cabeza y salieron todos del cuchitril, no sabiendo si iban a volver pronto o no. La fuga de aquellos dos le dio que pensar durante el camino. Con todo el trajín de la llegada de los frivy's no había vuelto a pensar en lo de Noel y Wen de aquella mañana. Noel tenía derecho a tomarse un respiro ese día, pero quizá le dolía un poco no haber sido él quien tratara de animarlo, le hubiera gustado hacer algo, y sin embargo ni siquiera creía ser capaz de encontrar dos palabras seguidas para empezar a hablar con él de lo que sea que hubiera pasado. En cambio Vac... con Vac estaba en buenas manos, sin duda, pero le seguía pesando que pudiera parecer que él se había desentendido.
No prestó atención a los frivy's más que para mirar con curiosidad sus caras ante todo lo nuevo que se les venía encima. Ellos no tenían la culpa de que los hubieran traído, pero solo habían sido un incordio, arruinando aún más una mañana de por sí arruinada. Gael se frotó la sien allí donde le palpitaba horas atrás, como si nunca se hubiese tomado la infusión de Vac, y trató de apartar los pensamientos del estilo «vaya mañana de mierda» y similares.
Cuando llegaron al mercado, Gael les pidió a los demás que se adelantaran o le esperaran, porque tenía que hacer algunas compras. El dinero no era mucho, pero le sirvió para comprarse una aguja curva de sutura e hilo de dos tipos diferentes, ambos resistentes. No le duraría mucho, pero confiaba en que pudieran hacer alguna misión más pronto.
Gracias a la adquisición se encontraba un poco de mejor humor cuando llegó a la botica de la náyade. Su mirada recorrió todo el local parándose en los pequeños detalles que aún faltaban por restaurar. No eran quienes para decir mucho, los del cuchitril, pero allí todavía hacía falta un buen repaso, y seguramente se estaba encargando Nia sola. Claro que ahora le llevaban un par de esclavos para ayudarla con el trabajo. Buscaron a la náyade por el local, y siguiendo su voz la encontraron en el patio charlando con dos viejy's. Gael se paró en seco, fastidiado por no haberse dado cuenta de aquella eventualidad. No habían pensado que a ella también podían haberle ofrecido esclavos y ahora... había demasiados. Miró a Adara de reojo, sin saber muy bien qué hacer.
-¡Buenos días! -saludó de todos modos-. Has escogido un buen local para la botica. Oye, por cierto, si necesitas ayuda más días para cualquier cosa avísame. -Estuvo a punto de hablar por todos, pero no quería meterlos en líos, así que dejó que se ofreciese quien estuviese dispuesto-. Sabemos bien lo que es tener que poner a punto una casa vieja.
La ángel negro le explicó a continuación que le habían traído los esclavos que les habían ofrecido en el cuchitril para que trabajasen en su botica.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Botica de la náyade
29/05/14, 03:03 am
El asunto se zanjó bastante bien. Gael, contento, volvía a sonreir. Ahora que podía interpretar las señales de Noel, él tampoco volvería a pensar lo que no era y dejarlo tranquilo, así que las cosas iban a ir mejor, pondría todo de su parte para que así fuera. La escena de Toima lo puso bastante alegre, después de todo «ya podía ser así más veces y menos cabezón, tendríamos muchas menos disputas tontas».
Se apuntó a pasar por la botica porque, aunque sabía que a Nia no le haría gracia que se hubiese sabido que se las había dado ella, tampoco le parecía nada tan grave y de paso le hacían una visita. Cada vez la veían con menos frecuencia, y como últimamente había estado más ocupado con el torneo que con la nigromancia no se había pasado a comprarle nuevos productos porque no había continuado experimentando.
El portero parecía que por fin había aceptado que eran amigos de la dueña, y una vez dentro pudieron ver a una persona completamente desconocida y de rasgos extraños haciéndose invisible.
―¿A alguno os suena de algo? ―preguntó también en tono bajo, pues no le sonaba haber visto a nadie así antes en la ciudad. Especialmente se dirigió a Toima, aparte de porque debía de seguir percibiendo a aquella persona, porque últimamente se había pasado por la botica más que ellos y tanto Giz como Noel era evidente que no sabían quién era.
Cuando la ulterana los saludó con aquella bienvenida, no pudo evitar responderle:
―Bueno, Nia, también puedes venir tú de vez en cuando ―dijo con tono divertido―, últimamente no es que te pases mucho por allá tampoco. Ya sabes que la puerta siempre está abierta.
Escuchó los efectos de las hojas y se sorprendió bastante. Se esperaba algo más inocuo, pues hasta en la tierra había pastillas eficaces con menos efectos secundarios. Aunque, bien pensado, podían no tener mucho efecto en según qué transformados.
―No te preocupes, Nia. Siendo medicina y siendo Toima íbamos a saber de todos modos de dónde había salido ―añadió al final con una sonrisa, haciendo un gesto de desdén para quitarle importancia.
Se apuntó a pasar por la botica porque, aunque sabía que a Nia no le haría gracia que se hubiese sabido que se las había dado ella, tampoco le parecía nada tan grave y de paso le hacían una visita. Cada vez la veían con menos frecuencia, y como últimamente había estado más ocupado con el torneo que con la nigromancia no se había pasado a comprarle nuevos productos porque no había continuado experimentando.
El portero parecía que por fin había aceptado que eran amigos de la dueña, y una vez dentro pudieron ver a una persona completamente desconocida y de rasgos extraños haciéndose invisible.
―¿A alguno os suena de algo? ―preguntó también en tono bajo, pues no le sonaba haber visto a nadie así antes en la ciudad. Especialmente se dirigió a Toima, aparte de porque debía de seguir percibiendo a aquella persona, porque últimamente se había pasado por la botica más que ellos y tanto Giz como Noel era evidente que no sabían quién era.
Cuando la ulterana los saludó con aquella bienvenida, no pudo evitar responderle:
―Bueno, Nia, también puedes venir tú de vez en cuando ―dijo con tono divertido―, últimamente no es que te pases mucho por allá tampoco. Ya sabes que la puerta siempre está abierta.
Escuchó los efectos de las hojas y se sorprendió bastante. Se esperaba algo más inocuo, pues hasta en la tierra había pastillas eficaces con menos efectos secundarios. Aunque, bien pensado, podían no tener mucho efecto en según qué transformados.
―No te preocupes, Nia. Siendo medicina y siendo Toima íbamos a saber de todos modos de dónde había salido ―añadió al final con una sonrisa, haciendo un gesto de desdén para quitarle importancia.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Botica de la náyade
29/05/14, 07:19 pm
La respuesta de Nia le dejó mudo durante unos segundos, en los que observó fijamente la cajita sobre la mesa antes de volver a alzar la mirada hacia la náyade.
—No lo necesito —confirmó negando con la cabeza y arrastrando la caja ligeramente hacia ella en señal de que no quería quedárselo.
A continuación relajó la expresión y sonrió con jocosidad al darse la vuelta para ver al Toima “oculto” tras un paquete de galletas.
—Exacto —coreó a Gael cuando explicó que iban a saber de cualquier forma de donde provenían las hojas. Se acercó al argos y apartó de un tirón el paquete sujetándolo desde la parte superior —. Y por eso puedes dejar de intentar superar a Chopper en cuanto a efectividad escondiéndote, ¿verdad, Nia?
Tras dirigirle una última sonrisa sarcástica al ulterano, se giró de nuevo hacia el mostrador.
—A propósito, Nia, ya que estamos aquí. ¿Me recomiendas algún pienso nuevo para Odin? El último no pareció gustarle demasiado a ese gato remilgado —le preguntó de pronto haciéndole un gesto que indicaba que quería que lo siguiera, dirigiendo sus pasos hacia los estantes donde se encontraban los productos para mascotas.
Una vez estuvieron lo bastante alejados del grupo, el draco sacó un paquete de la estantería y volvió a hablarle a la náyade sin alzar la vista del paquete que tenía en las manos.
—Escucha, si Toima vuelve a pedirte algo para mí, no le des nada que sea menos inofensivo que una tila —le dijo mientras pasaba a examinar otro producto de la estantería— Si alguna vez me siento así no será por haber tomado ninguna droga —añadió con seriedad, volviendo la vista hacia ella esta vez. Se detuvo unos instantes, pensativo—. Por… por cierto. ¿Qué es lo que te ha contado? —preguntó finalmente bajando aún más la voz y desviando la vista. Probablemente pasaría bastante tiempo hasta que dejase de sentirse avergonzado al recordar la noche anterior.
—No lo necesito —confirmó negando con la cabeza y arrastrando la caja ligeramente hacia ella en señal de que no quería quedárselo.
A continuación relajó la expresión y sonrió con jocosidad al darse la vuelta para ver al Toima “oculto” tras un paquete de galletas.
—Exacto —coreó a Gael cuando explicó que iban a saber de cualquier forma de donde provenían las hojas. Se acercó al argos y apartó de un tirón el paquete sujetándolo desde la parte superior —. Y por eso puedes dejar de intentar superar a Chopper en cuanto a efectividad escondiéndote, ¿verdad, Nia?
Tras dirigirle una última sonrisa sarcástica al ulterano, se giró de nuevo hacia el mostrador.
—A propósito, Nia, ya que estamos aquí. ¿Me recomiendas algún pienso nuevo para Odin? El último no pareció gustarle demasiado a ese gato remilgado —le preguntó de pronto haciéndole un gesto que indicaba que quería que lo siguiera, dirigiendo sus pasos hacia los estantes donde se encontraban los productos para mascotas.
Una vez estuvieron lo bastante alejados del grupo, el draco sacó un paquete de la estantería y volvió a hablarle a la náyade sin alzar la vista del paquete que tenía en las manos.
—Escucha, si Toima vuelve a pedirte algo para mí, no le des nada que sea menos inofensivo que una tila —le dijo mientras pasaba a examinar otro producto de la estantería— Si alguna vez me siento así no será por haber tomado ninguna droga —añadió con seriedad, volviendo la vista hacia ella esta vez. Se detuvo unos instantes, pensativo—. Por… por cierto. ¿Qué es lo que te ha contado? —preguntó finalmente bajando aún más la voz y desviando la vista. Probablemente pasaría bastante tiempo hasta que dejase de sentirse avergonzado al recordar la noche anterior.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Re: Botica de la náyade
29/05/14, 09:45 pm
Nia
-Yo ando muy ocupada. Apenas tengo tiempo para mi misma...-se excusó ante las palabras de Gael.-Pero... quizás después de la luna, si consigo asentarme bien con el negocio, quizas pueda tomarmelo todo más tranquilamente.-
Sin embargo, con lo siguiente que dijo el fuego fatuo se sorprendió.
-¿Ah si? Pensaba que estariais al tanto de mi... competencia.-dijo con cierto tono amargo, como si le hubiera costado encontrar una palabra.-Unido a la latrofobia de ese.-dijo, señalando con la cabeza a Toima.-Parecia un plan bastante bueno.-admitió, con una risa inocente, hundiendose de hombros.
-¿Latroque?-preguntó Toima, confuso mientras se asomaba de detrás de la bolsa de galletas para que Noel acabase arrebatandosela de las manos. Descubierto al fin, el ulterano esbozó una sonrisa nerviosa que hubiera parecido amenazadora a cualquier persona con sentido común. Nia por su parte negaba con la cabeza.
La ulterana asintió cuando el draco le preguntó por el pienso para su gato. Pulsó un botón en el mostrador y al poco apareció el frivy. Con un susurro, Nia le dió unas órdenes simples y procedió a acercarse con Noel a la sección de mascotas.
En el mostrador, el frivy se aclaró la voz y se dirigió a los cuchitrileros que todavia permanecian cerca.
-¿Necesitais superayuda con algo?-les preguntó servicialmente.
Escuchó lo que tenia que decir con una sonrisa educada y acabó por asentir cuando el draco expuso sus deseos al respecto.
-No te preocupes. Entiendo tus sentimientos.-le informó amablemente. Y, entonces, el humano le preguntó sobre que le habia contado Toima exactamente. La ulterana se quedó pensativa un instante, mientras arreglaba con cierto desdén la estanteria cercana bastante ordenada ya de por si.
-Dijo varias cosas. Sobretodo que te notó raro. Me preguntó si te ibas a morir y cosas más bizarras.-dijo con un suspiro.-No se hasta que punto es consciente de como esta configurado el mundo, pero si algo se es que estaba muy preocupado por tí. Entró aquí casi echando la puerta abajo, apestando a alcohol, y, como en el cliche de alguna película comenzó a gritarme por medicinas para curar tu supuesta enfermedad. Que si podia darte su sangre y otras chorradas paranoicas y beodas...-se quedó callada un instante, mordisqueandose el labio.- Al principio me asuste, en parte contagiada por la propia preocupación que traia él, y por la exageración de lo que vió, pero describió en mayor o menor detalle tus síntomas. Sobretodo los que no suelen ser muy externos, como tus pulsaciones o tu respiración. Sus ojos pueden llegar a ser una bendición en estos casos. Asi que no me costó mucho descubrir lo que te habia pasado.-
Dejó de ordenar entonces y, cruzada de brazos, se enfrentó al draco. Nia parecia estar acostumbrada a tratar con gente enormemente más grande que ella y, aunque Nia nunca habia sido una chica pequeña, paliaba en comparación a los tamaños de varios de sus amigos y amigas en la ciudad. Sin embargo, habia algo a su favor: Levitación. Siempre solia mantener una altura media a los ojos de con quien estaba hablando.
En aquella ocasión, al notar debilidad en el draco, aquella flaqueza ocasional en su voz, le hizo levantar una ceja, casi con curiosidad.
-Pero si te preguntas si reveló algún detalle embarazoso no lo hizo. No creo si quiera que sepa que estaba relacionado a la presión y al estrés. Vino aquí con la idea clara de que estabas mal y que yo tenia la panacea.-le reveló al draco.
Su curiosidad, aunque grande, era inferior a su educación ulterana así como a su personalidad tolerante, así que no quiso presionar al draco para saber que fue exactamente el detonante del ataque de ansiedad. Pero si quiso dejarle una cosa clara.
-Aunque suene hipócrita de mi parte, creo que es algo que deberias hablar y tratar con los demás si aun no lo has hecho. Y, supongo, si prefieres tener al gran idiota ese contento, explicarle lo que te pasó. Con suerte quizás te le quites de encima una temporada.-bromeó.
-Yo ando muy ocupada. Apenas tengo tiempo para mi misma...-se excusó ante las palabras de Gael.-Pero... quizás después de la luna, si consigo asentarme bien con el negocio, quizas pueda tomarmelo todo más tranquilamente.-
Sin embargo, con lo siguiente que dijo el fuego fatuo se sorprendió.
-¿Ah si? Pensaba que estariais al tanto de mi... competencia.-dijo con cierto tono amargo, como si le hubiera costado encontrar una palabra.-Unido a la latrofobia de ese.-dijo, señalando con la cabeza a Toima.-Parecia un plan bastante bueno.-admitió, con una risa inocente, hundiendose de hombros.
-¿Latroque?-preguntó Toima, confuso mientras se asomaba de detrás de la bolsa de galletas para que Noel acabase arrebatandosela de las manos. Descubierto al fin, el ulterano esbozó una sonrisa nerviosa que hubiera parecido amenazadora a cualquier persona con sentido común. Nia por su parte negaba con la cabeza.
La ulterana asintió cuando el draco le preguntó por el pienso para su gato. Pulsó un botón en el mostrador y al poco apareció el frivy. Con un susurro, Nia le dió unas órdenes simples y procedió a acercarse con Noel a la sección de mascotas.
En el mostrador, el frivy se aclaró la voz y se dirigió a los cuchitrileros que todavia permanecian cerca.
-¿Necesitais superayuda con algo?-les preguntó servicialmente.
Escuchó lo que tenia que decir con una sonrisa educada y acabó por asentir cuando el draco expuso sus deseos al respecto.
-No te preocupes. Entiendo tus sentimientos.-le informó amablemente. Y, entonces, el humano le preguntó sobre que le habia contado Toima exactamente. La ulterana se quedó pensativa un instante, mientras arreglaba con cierto desdén la estanteria cercana bastante ordenada ya de por si.
-Dijo varias cosas. Sobretodo que te notó raro. Me preguntó si te ibas a morir y cosas más bizarras.-dijo con un suspiro.-No se hasta que punto es consciente de como esta configurado el mundo, pero si algo se es que estaba muy preocupado por tí. Entró aquí casi echando la puerta abajo, apestando a alcohol, y, como en el cliche de alguna película comenzó a gritarme por medicinas para curar tu supuesta enfermedad. Que si podia darte su sangre y otras chorradas paranoicas y beodas...-se quedó callada un instante, mordisqueandose el labio.- Al principio me asuste, en parte contagiada por la propia preocupación que traia él, y por la exageración de lo que vió, pero describió en mayor o menor detalle tus síntomas. Sobretodo los que no suelen ser muy externos, como tus pulsaciones o tu respiración. Sus ojos pueden llegar a ser una bendición en estos casos. Asi que no me costó mucho descubrir lo que te habia pasado.-
Dejó de ordenar entonces y, cruzada de brazos, se enfrentó al draco. Nia parecia estar acostumbrada a tratar con gente enormemente más grande que ella y, aunque Nia nunca habia sido una chica pequeña, paliaba en comparación a los tamaños de varios de sus amigos y amigas en la ciudad. Sin embargo, habia algo a su favor: Levitación. Siempre solia mantener una altura media a los ojos de con quien estaba hablando.
En aquella ocasión, al notar debilidad en el draco, aquella flaqueza ocasional en su voz, le hizo levantar una ceja, casi con curiosidad.
-Pero si te preguntas si reveló algún detalle embarazoso no lo hizo. No creo si quiera que sepa que estaba relacionado a la presión y al estrés. Vino aquí con la idea clara de que estabas mal y que yo tenia la panacea.-le reveló al draco.
Su curiosidad, aunque grande, era inferior a su educación ulterana así como a su personalidad tolerante, así que no quiso presionar al draco para saber que fue exactamente el detonante del ataque de ansiedad. Pero si quiso dejarle una cosa clara.
-Aunque suene hipócrita de mi parte, creo que es algo que deberias hablar y tratar con los demás si aun no lo has hecho. Y, supongo, si prefieres tener al gran idiota ese contento, explicarle lo que te pasó. Con suerte quizás te le quites de encima una temporada.-bromeó.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Botica de la náyade
29/05/14, 11:24 pm
Noel suspiró largamente y apoyó la espalda en el hueco de pared más cercano, metiéndose las manos en los bolsillos. Le sorprendió que Nia no supiera el detonante de su ataque de ansiedad, ya que estaba convencido de que lo sabía debido a que muchas de las indicaciones y efectos que le atribuyó a la droga tenían que ver con ello. Claro que él no sabía apenas nada sobre alquimia.
—Ya lo he hecho, ya he hablado con los demás —explicó—. Pero supongo que ese mastodonte sigue sin tener ni idea de qué es lo que ha pasado. Puedo intentar explicárselo, pero no estoy nada convencido de que vaya a entender una sola palabra. Pero aunque sea para asegurarle que no me estoy muriendo y que no necesito medicarme… —Se frotó los ojos con cansancio con una mano—. O al menos espero que no vuelva a suceder —volvió a dirigir la mirada hacia la náyade, indeciso. En realidad lo que más le avergonzaba era haber llegado a esos extremos, pero la ulterana sabía el resultado de todas formas, aunque no lo que lo había provocado. Titubeó unos instantes, pero finalmente decidió que al menos le debía una explicación. Sabía que todos se preocupaban por él—. He acumulado demasiado en los últimos meses. Me obsesioné con la idea de… ser útil. O al menos no ser una carga para los demás. El torneo y otros… factores, propiciaron el numerito de anoche. —Esbozó una mueca de desagrado antes de continuar hablando—. Lo odio. Sentirme tan débil y vulnerable… No, no pienso dejar que vuelva a suceder.
—Ya lo he hecho, ya he hablado con los demás —explicó—. Pero supongo que ese mastodonte sigue sin tener ni idea de qué es lo que ha pasado. Puedo intentar explicárselo, pero no estoy nada convencido de que vaya a entender una sola palabra. Pero aunque sea para asegurarle que no me estoy muriendo y que no necesito medicarme… —Se frotó los ojos con cansancio con una mano—. O al menos espero que no vuelva a suceder —volvió a dirigir la mirada hacia la náyade, indeciso. En realidad lo que más le avergonzaba era haber llegado a esos extremos, pero la ulterana sabía el resultado de todas formas, aunque no lo que lo había provocado. Titubeó unos instantes, pero finalmente decidió que al menos le debía una explicación. Sabía que todos se preocupaban por él—. He acumulado demasiado en los últimos meses. Me obsesioné con la idea de… ser útil. O al menos no ser una carga para los demás. El torneo y otros… factores, propiciaron el numerito de anoche. —Esbozó una mueca de desagrado antes de continuar hablando—. Lo odio. Sentirme tan débil y vulnerable… No, no pienso dejar que vuelva a suceder.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Re: Botica de la náyade
30/05/14, 01:09 am
Nia
-En eso, siento no poder ayudarte. No existe ninguna poción que sea capaz de albergar conceptos y conocimientos a voluntad.-
<<No al menos por ahora.>> pensó la náyade con ambición.
-Y dudo que el gigante blanco decidiese tomarsela por las buenas, de existir.-
Noel siguió hablando y esta vez le explicó lo que le habia pasado. Incredulidad acompañada de empatia fueron las emociones que se reflejaron momentaneamente en el rostro de la náyade. Finalmente, recuperó su estado de ánimo habitual para dirigirse al draco.
-Bueno es que seas consciente del problema y quieras arreglarlo. Por ahí se empieza. Tambien que confies en tus amigos y les hables de él para que te puedan ayudar en la medida que les sea posible.-dijo.-Me tienes para lo que necesites, Noel. Y si bien no puede ser algo tan directo y fuerte como el Quis Cor, todavia estoy por ofrecerte bizcochos y otros dulces que aunque no sanan, ayudan.-le respondió con una sonrisa amable.
Era curioso como sus compañeros cuchitrileros, aun siendo mercenarios: Asesinos de pago, tenian aquellos momentos de fragilidad. Se le antojaba curioso por el mismo motivo por el cual se le ocurrió preguntarse porque lo pensaba así. ¿No era acaso normal el confiar las debilidades y secretos de unos a sus allegados? La ulterana no pensaba así. Si ella lo hiciese, los perderia. De saberlo, tambien sabrian lo hipócrita que podria llegar a ser.
-En eso, siento no poder ayudarte. No existe ninguna poción que sea capaz de albergar conceptos y conocimientos a voluntad.-
<<No al menos por ahora.>> pensó la náyade con ambición.
-Y dudo que el gigante blanco decidiese tomarsela por las buenas, de existir.-
Noel siguió hablando y esta vez le explicó lo que le habia pasado. Incredulidad acompañada de empatia fueron las emociones que se reflejaron momentaneamente en el rostro de la náyade. Finalmente, recuperó su estado de ánimo habitual para dirigirse al draco.
-Bueno es que seas consciente del problema y quieras arreglarlo. Por ahí se empieza. Tambien que confies en tus amigos y les hables de él para que te puedan ayudar en la medida que les sea posible.-dijo.-Me tienes para lo que necesites, Noel. Y si bien no puede ser algo tan directo y fuerte como el Quis Cor, todavia estoy por ofrecerte bizcochos y otros dulces que aunque no sanan, ayudan.-le respondió con una sonrisa amable.
Era curioso como sus compañeros cuchitrileros, aun siendo mercenarios: Asesinos de pago, tenian aquellos momentos de fragilidad. Se le antojaba curioso por el mismo motivo por el cual se le ocurrió preguntarse porque lo pensaba así. ¿No era acaso normal el confiar las debilidades y secretos de unos a sus allegados? La ulterana no pensaba así. Si ella lo hiciese, los perderia. De saberlo, tambien sabrian lo hipócrita que podria llegar a ser.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Botica de la náyade
30/05/14, 01:47 am
Noel asintió, observando fijamente un punto en el vacío mientras tamborileaba con los dedos en la pared, para después despegarse de esta y volverse de nuevo hacia las estanterías.
—Gracias, Nia —le dijo girando el rostro hacia ella y esbozando una sonrisa—. Yo sé que puedo contar con cualquiera de vosotros para lo que sea, pero siempre es agradable oírlo. Fui un estúpido al convencerme a mí mismo de que lo mejor era no molestar a nadie con mis problemas. Solo ha servido para dar un espectáculo lamentable. —Exhaló con cansancio mientras sacaba uno de los paquetes de pienso del estante—. Me llevaré este, a ver si le vale a Su Majestad —anunció ya en voz más alta mientras echaba a andar en dirección al mostrador, donde seguían congregados los demás—. No debí haberle puesto el nombre de un dios, se lo tiene demasiado creído —añadió con humor mientras sacaba unas monedas para pagarle a la ulterana.
—Gracias, Nia —le dijo girando el rostro hacia ella y esbozando una sonrisa—. Yo sé que puedo contar con cualquiera de vosotros para lo que sea, pero siempre es agradable oírlo. Fui un estúpido al convencerme a mí mismo de que lo mejor era no molestar a nadie con mis problemas. Solo ha servido para dar un espectáculo lamentable. —Exhaló con cansancio mientras sacaba uno de los paquetes de pienso del estante—. Me llevaré este, a ver si le vale a Su Majestad —anunció ya en voz más alta mientras echaba a andar en dirección al mostrador, donde seguían congregados los demás—. No debí haberle puesto el nombre de un dios, se lo tiene demasiado creído —añadió con humor mientras sacaba unas monedas para pagarle a la ulterana.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Botica de la náyade
30/05/14, 08:56 pm
Giz decidió aprovechar la visita para coger varios somníferos, con diferente efectividad, para que Miloslava y Lean los tuvieran a mano una vez se mudaran. Él sabía que sus hechizos de doma no darían problemas, pero la humana y el nublino, que de magia solo entendían parte de la teoría, no acababan de fiarse. Ya se encargaba de que no salieran desprotegidos a la calle mediante sencillos circuitos rúnicos, pero estaba seguro de que se fiarían de tener sedantes a mano más que de unos conjuros invisibles.
Cuando se acercó al mostrador con los frascos, Noel y Nía ya habían dejado atrás la conversación que el goliat no había querido interrumpir y este decidió formular una pregunta cuya respuesta era casi obvia a estas alturas.
—¿Has aumentado la seguridad del local? —Con las alarmas mágicas que había implementado la ulterana, era imposible que no supiera que había alguien invisible dentro, y por si fuera poco, tras haberle seguido, aquella figura había tomado las escaleras a la parte privada del establecimiento. O trabajaba para ella, o la ulterana confiaba en quien quisiera que fuese.
Obviamente, Giz solo quería satisfacer su curiosidad.
Cuando se acercó al mostrador con los frascos, Noel y Nía ya habían dejado atrás la conversación que el goliat no había querido interrumpir y este decidió formular una pregunta cuya respuesta era casi obvia a estas alturas.
—¿Has aumentado la seguridad del local? —Con las alarmas mágicas que había implementado la ulterana, era imposible que no supiera que había alguien invisible dentro, y por si fuera poco, tras haberle seguido, aquella figura había tomado las escaleras a la parte privada del establecimiento. O trabajaba para ella, o la ulterana confiaba en quien quisiera que fuese.
Obviamente, Giz solo quería satisfacer su curiosidad.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Botica de la náyade
31/05/14, 12:09 pm
Nia
Asintió sobre las últimas palabras de Noel sobre el tema.
<<Bien esta lo que bien acaba.>> Se dijo a si misma.
Entonces eligió un pienso para su gato e hizo un comentario que hizo que Nia se riese educadamente. Pero se sorprendió de descubrir que le habia puesto el nombre de una de las deidades humanas. Quizás de una de las culturas menores, pues no habia mención alguna en "Le Biblie" a otro dios que Dieu. Aun a dia de hoy, le fascinaba a la ulterana la cantidad de religiones que tenian los humanos y, rodeando a cada una, una cultura y una gente distinta.
Era muy diferente de Ulterania, sin duda.
Cobró a Noel y entonces Giz le preguntó por la seguridad del local.
-Ah si. He invertido bastante, para evitar que se repitiera el mismo incidente de la luna roja.-y entonces rió altivamente con orgullo.-Se puede decir que la botica es inexpugnable ahora mismo.-
Y, después, la ulterana se interesó por la pregunta, pues Giz quien podia notar la magia con su gola, podria ver algo que ella no.-¿Por qué preguntas? ¿Hay algo que te haya llamado la atención?-
Asintió sobre las últimas palabras de Noel sobre el tema.
<<Bien esta lo que bien acaba.>> Se dijo a si misma.
Entonces eligió un pienso para su gato e hizo un comentario que hizo que Nia se riese educadamente. Pero se sorprendió de descubrir que le habia puesto el nombre de una de las deidades humanas. Quizás de una de las culturas menores, pues no habia mención alguna en "Le Biblie" a otro dios que Dieu. Aun a dia de hoy, le fascinaba a la ulterana la cantidad de religiones que tenian los humanos y, rodeando a cada una, una cultura y una gente distinta.
Era muy diferente de Ulterania, sin duda.
Cobró a Noel y entonces Giz le preguntó por la seguridad del local.
-Ah si. He invertido bastante, para evitar que se repitiera el mismo incidente de la luna roja.-y entonces rió altivamente con orgullo.-Se puede decir que la botica es inexpugnable ahora mismo.-
Y, después, la ulterana se interesó por la pregunta, pues Giz quien podia notar la magia con su gola, podria ver algo que ella no.-¿Por qué preguntas? ¿Hay algo que te haya llamado la atención?-
す 争 基 ま
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て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
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- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Botica de la náyade
01/06/14, 08:16 pm
—Tan solo la mujer invisible —respondió escuetamente el goliat. Había más residuos mágicos, pero eran ya viejos conocidos en la botica. Tras las palabras de Nia, Giz había dado por satisfecha su curiosidad y se limitó a depositar los sedantes sobre el mostrador—. Dime cuánto es esto —pidió al tiempo que sacaba un saquillo con dinero del interior de su bolsillo sin fondos.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
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- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Botica de la náyade
02/06/14, 12:43 am
Giz volvió para comprar también algunos productos a Nia e inquirió acerca de la mujer invisible. Si no lo hubiese hecho el goliat lo habría hecho él mismo, pero la náyade no hizo comentario alguno al respecto ni siquiera cuando el asreniano hizo una alusión directa a aquella desconocida. Es por ello que el draco decidió preguntar de todos modos, ya que Giz no lo había hecho de forma directa.
—Y bien, ¿no nos vas a contar quién es tu nueva empleada?
—Y bien, ¿no nos vas a contar quién es tu nueva empleada?
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Botica de la náyade
02/06/14, 02:51 pm
Nia
La ulterana no se sobresalto ante la mención de Giz de "una mujer invisible". Se habria esperado que como goliat hubiera sabido localizarla con facilidad. Lo que quizas no sabia era que la terra se habia tomado literalmente el descanso como tiempo libre y se estaba dedicando a curiosearles.
La boticaria no exteriorizó ningun tipo de inquietud cuando el draco se sumó a la curiosidad general que habia despertado la infame.
-No es una empleada de la botica, aunque si trabaja para mi. Su misión es ayudarme a convencer a la gente más desagradable y deshonesta de la ciudad de que este es un establecimiento serio y que si has de tener un compromiso con él, que se cumpla su parte de este.-
Quizás por su tono de voz tan solo estaba diciendo "Asesinato, Extorsión, Ajuste de Cuentas" pero su naturaleza le impedia grabar esas palabras en piedra dichas de sus labios. Le informó a Giz del total a paga y envolvió su pedido en una bolsa color aguamarina con un lacito blanco para luego devolversela al goliat con una sonrisa educada.
-Aquí tienes.-
La ulterana no se sobresalto ante la mención de Giz de "una mujer invisible". Se habria esperado que como goliat hubiera sabido localizarla con facilidad. Lo que quizas no sabia era que la terra se habia tomado literalmente el descanso como tiempo libre y se estaba dedicando a curiosearles.
La boticaria no exteriorizó ningun tipo de inquietud cuando el draco se sumó a la curiosidad general que habia despertado la infame.
-No es una empleada de la botica, aunque si trabaja para mi. Su misión es ayudarme a convencer a la gente más desagradable y deshonesta de la ciudad de que este es un establecimiento serio y que si has de tener un compromiso con él, que se cumpla su parte de este.-
Quizás por su tono de voz tan solo estaba diciendo "Asesinato, Extorsión, Ajuste de Cuentas" pero su naturaleza le impedia grabar esas palabras en piedra dichas de sus labios. Le informó a Giz del total a paga y envolvió su pedido en una bolsa color aguamarina con un lacito blanco para luego devolversela al goliat con una sonrisa educada.
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— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
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- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Botica de la náyade
02/06/14, 07:11 pm
Gael rechazó amablemente la ayuda del frivy. Seguramente podría llevarse alguna cosa que necesitase, pero con las prisas había salido sin la cartera. Mientras los demás revisaban los estantes, y sin saber muy bien qué hacer, se puso a hablar con el frivy de cosas insustanciales, no tanto porque le interesase tener una conversación para pasar el rato como para comprobar hasta qué punto seguía teniendo aquella forma estúpida de hablar. Por suerte hacía tiempo que había dejado de darle la risa al oírlos.
En el momento de pagar Giz sacó a colación a aquella persona que vieron al entrar, al parecer una mujer, rasgo que él no había logrado ditinguir antes de dejar de verla. Le hizo gracia la respuesta de Nia a las preguntas, aun así. Estaba bastante claro lo que decía y, últimamente, se rodeaba de gente bastante peligrosa «eh, ya se rodeaba de gente como nosotros desde hace más tiempo». Ese pensamiento le hacía gracia porque desde dentro jamás habría calificado a aquel grupo como «gente chunga». «Pero bueno, lo somos. Como la mayoría por aquí». Era Nia si acaso la que no parecía encajar en aquello. Había sido cuestión de tiempo, pero de la niña que había conocido hace tanto ya no quedaba nada. Lo mismo para él.
―Espero que esa gente desagradable y deshonesta no vuelva a tomarse a broma la botica ―añadió divertido―. Si no, ya sabes donde estamos.
En el momento de pagar Giz sacó a colación a aquella persona que vieron al entrar, al parecer una mujer, rasgo que él no había logrado ditinguir antes de dejar de verla. Le hizo gracia la respuesta de Nia a las preguntas, aun así. Estaba bastante claro lo que decía y, últimamente, se rodeaba de gente bastante peligrosa «eh, ya se rodeaba de gente como nosotros desde hace más tiempo». Ese pensamiento le hacía gracia porque desde dentro jamás habría calificado a aquel grupo como «gente chunga». «Pero bueno, lo somos. Como la mayoría por aquí». Era Nia si acaso la que no parecía encajar en aquello. Había sido cuestión de tiempo, pero de la niña que había conocido hace tanto ya no quedaba nada. Lo mismo para él.
―Espero que esa gente desagradable y deshonesta no vuelva a tomarse a broma la botica ―añadió divertido―. Si no, ya sabes donde estamos.
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Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Botica de la náyade
03/06/14, 12:55 am
El draco dejó escapar una risilla ante la explicación de Nia sobre el cometido de la mujer. Le hacía gracia que aquellas alturas no fuese capaz de referirse directamente a la clase de trabajo sucio que, además, era del mismo tipo que desempeñaban ellos mismos.
—Igual que Vac en el burdel, vaya —resumió lo dicho por la náyade con un leve encogimiento de hombros—. Realmente no sé por qué quieres pagar otro sueldo teniéndonos como vecinos —añadió tras el fuego fatuo esgrimiendo una amplia sonrisa—. Y hablando de ello, ¿quién es esa competencia de la que hablabas antes? ¿Quieres que les partamos las piernas? —inquirió mientras se mesaba la barba componiendo una expresión jocosa.
—Igual que Vac en el burdel, vaya —resumió lo dicho por la náyade con un leve encogimiento de hombros—. Realmente no sé por qué quieres pagar otro sueldo teniéndonos como vecinos —añadió tras el fuego fatuo esgrimiendo una amplia sonrisa—. Y hablando de ello, ¿quién es esa competencia de la que hablabas antes? ¿Quieres que les partamos las piernas? —inquirió mientras se mesaba la barba componiendo una expresión jocosa.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Botica de la náyade
03/06/14, 02:05 am
Nia
El hecho de que hubiesen barrido el trabajo y los servicios de la infame como una mera mercenaria se le antojó curioso. Por una parte, parecian entender los derroteros de lo que consistia su misión para con ella, pero por otra, parecian estar preguntandole porque no contaba con ellos mismos.
La respuesta se la medio sabia.
Por una parte era consciente que los cuchitrileros sumarian dos y dos en muchos casos y lograrian aprender cosas de ella que preferiria que no supieran. Pero, por otra, no dudaba de la eficiencia de los mismos a la hora de desempeñar un trabajo. Estaba visto que se complementaban bien, estaban fuertemente unidos y realmente aceptaban y llevaban a cabo cualquier trabajo.
Pero aquello no hacia que automaticamente la respuesta fuese recurrir a ellos.
Nia intentaba seguir con sus proyectos al velo de las sombras y por otra parte no queria abandonar a gente cercana. Y en ese equilibrio las cosas no funcionaban demasiado bien. En este caso, tendria que buscar una excusa. Y no tardó en sacar una de la manga.
Se hundió de hombros y asintió en silencio ante el comentario de Gael. Pero fue ante la oferta de Noel, broma o no, cuando volvió a hablar.
-¡Cielos, no!-exclamó.-Siento que mi politica de empresa no es la más... apropiada para encargaros un trabajo de este estilo. Ella es justo lo que necesito. No son más que morosos y otros payasos. No son gente que desee despellejar viva. Aun.-
Tamborileó con los dedos sobre la mesa.
-Además... No me importa reconstruir un tabique nasal, curar una viruela violenta o vendar un muñón, pero preferiria no tener que hacerlo a alguno de vosotros por algo que yo os mande hacer, pagado o no.-
El hecho de que hubiesen barrido el trabajo y los servicios de la infame como una mera mercenaria se le antojó curioso. Por una parte, parecian entender los derroteros de lo que consistia su misión para con ella, pero por otra, parecian estar preguntandole porque no contaba con ellos mismos.
La respuesta se la medio sabia.
Por una parte era consciente que los cuchitrileros sumarian dos y dos en muchos casos y lograrian aprender cosas de ella que preferiria que no supieran. Pero, por otra, no dudaba de la eficiencia de los mismos a la hora de desempeñar un trabajo. Estaba visto que se complementaban bien, estaban fuertemente unidos y realmente aceptaban y llevaban a cabo cualquier trabajo.
Pero aquello no hacia que automaticamente la respuesta fuese recurrir a ellos.
Nia intentaba seguir con sus proyectos al velo de las sombras y por otra parte no queria abandonar a gente cercana. Y en ese equilibrio las cosas no funcionaban demasiado bien. En este caso, tendria que buscar una excusa. Y no tardó en sacar una de la manga.
Se hundió de hombros y asintió en silencio ante el comentario de Gael. Pero fue ante la oferta de Noel, broma o no, cuando volvió a hablar.
-¡Cielos, no!-exclamó.-Siento que mi politica de empresa no es la más... apropiada para encargaros un trabajo de este estilo. Ella es justo lo que necesito. No son más que morosos y otros payasos. No son gente que desee despellejar viva. Aun.-
Tamborileó con los dedos sobre la mesa.
-Además... No me importa reconstruir un tabique nasal, curar una viruela violenta o vendar un muñón, pero preferiria no tener que hacerlo a alguno de vosotros por algo que yo os mande hacer, pagado o no.-
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Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
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● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Botica de la náyade
03/06/14, 11:23 pm
Giz no había querido comentar nada más porque había interpretado que Nia no parecía querer hablar del tema, por lo que simplemente pagó su paquete en silencio y lo guardó en la bolsa sin fondo. Sin embargo, cuando Noel y Gael le tiraron de la lengua, no dudó en añadir:
—Si por alguna razón te fallara y necesitas ayuda rápida, no dudes en llamarnos de todas formas.
A partir de ahí volvería a callarse y no despegaría el pico hasta que no salieran por la puerta. Estaba demasiado enfrascado en los próximos experimentos que realizaría, una vez que se mudara. Había una especie en concreto que quería recrear.
Sigue en El Cuchitril.
—Si por alguna razón te fallara y necesitas ayuda rápida, no dudes en llamarnos de todas formas.
A partir de ahí volvería a callarse y no despegaría el pico hasta que no salieran por la puerta. Estaba demasiado enfrascado en los próximos experimentos que realizaría, una vez que se mudara. Había una especie en concreto que quería recrear.
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Especie: Humana, Asiática
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Re: Botica de la náyade
30/06/14, 03:54 pm
Nia
No fue una sorpresa para la ulterana cuando las luces volvieron a fallar y los rincones ensombrecidos de la botica comenzaron a exudar oscuridad tangible. Era, por así decirlo, un velo de seda negra que tenia vida propia. Se movia acorde a alguna voluntad, pero esta era voluble y caprichosa y pronto se arrastraba por el pasillo como si esta decidiera volver sobre sus pasos, devuelta a los rincones.
La zhesmahré se puso en guardia entonces. Aquella vez iba a ser su primer contacto con aquella criatura descrita por su ama, todavia invisible, tenia pensado analizar aquella potencial amenaza todo lo que fuera necesario.
Por su parte, la ulterana siguió sorbiendo de su té, tan solo que añadió unos pequeños polvos blanquecinos a la taza, para seguir sorbiendo de esta con total naturalidad después. Sin embargo, al contrario que otras veces, las sombras no se reunieron en ninguna parte, permaneciendo estas relativamente inofensivas en sus respectivas esquinas.
Sin embargo, el sonido de alguien bajando las escaleras les sobresaltó. Era un taconeo rítmico de alguien que bajaba las escaleras sin mucha prisa, pero sin pausarse. Lo suficiente para alertar su presencia, pero no para preparar a alguien en demasia ante su llegada.
La misma sonrisa debajo de una capucha se veia dibujada en su rostro. La arrugada piel del extraño era sin duda espeluznante, pero más aún que no pudieran ver ninguna otra parte de su cuerpo, como si fuera un simple manto con una cara. Las faldas del mismo se mecian al ritmo de algún viento etereo que nadie más sentia.
???
-Di, niña. ¿Has hecho avances con lo que habiamos pactado? -dijo en su peculiar distorsionada voz. Aunque no inmutó a ninguna de las dos, ambas tenian los pelos de la nuca erizados.
-Doscientos galones, en efecto. Los tengo un tanque, más abajo.-le informó al abyecto ser.
-Bien... Bien... ¿Y quién es tu nueva amiga, niña?-
La ulterana alzó una ceja. Se habia gastado una pequeña fortuna en los hechizos de ocultación de la infame y tan solo ciertos bendecidos por la luna podrian detectarla. No estaba seguro de cual eran los poderes de aquel ser, pero sin duda, daba la impresión de ser omnipotente. Quizás era parte de su acto intimidatorio.
La ulterana se recompuso entonces, y contestó al ser, usando para ello su tono más mediatico y refinado.
-Ah, ¿Te has percatado de su presencia?-comenzó diciendo, haciendose la ingenua.-¡Buena vista! Es uno de mis leales protectores, de Ulterania, como yo. Siempre oculta en las sombras, pero que no te engañe, es bastante fuerte. ¿Quién sabe? Quizás algún día lo compruebes tú mismo.-terminó con una amenaza velada y una sonrisa educada que no era para nada sincera.
-De miedo.-fue lo que escupió en respuesta el ser.-Recuerda sumergirlo en el tanque con el producto. No queremos que esté mal adobado para cuando llegue la luna.-la risa, como en otras ocasiones, sonaba como el rallar de un cristal mientras este se quebraba en mil pedazos.
-Ni por un momento dudes que lo tendré listo par la llegada de la Luna.-respondió Nia, mordiendose el labio.-He invertido demasiado en esto como para no estar lista cuando me toque.-
No fue una sorpresa para la ulterana cuando las luces volvieron a fallar y los rincones ensombrecidos de la botica comenzaron a exudar oscuridad tangible. Era, por así decirlo, un velo de seda negra que tenia vida propia. Se movia acorde a alguna voluntad, pero esta era voluble y caprichosa y pronto se arrastraba por el pasillo como si esta decidiera volver sobre sus pasos, devuelta a los rincones.
La zhesmahré se puso en guardia entonces. Aquella vez iba a ser su primer contacto con aquella criatura descrita por su ama, todavia invisible, tenia pensado analizar aquella potencial amenaza todo lo que fuera necesario.
Por su parte, la ulterana siguió sorbiendo de su té, tan solo que añadió unos pequeños polvos blanquecinos a la taza, para seguir sorbiendo de esta con total naturalidad después. Sin embargo, al contrario que otras veces, las sombras no se reunieron en ninguna parte, permaneciendo estas relativamente inofensivas en sus respectivas esquinas.
Sin embargo, el sonido de alguien bajando las escaleras les sobresaltó. Era un taconeo rítmico de alguien que bajaba las escaleras sin mucha prisa, pero sin pausarse. Lo suficiente para alertar su presencia, pero no para preparar a alguien en demasia ante su llegada.
La misma sonrisa debajo de una capucha se veia dibujada en su rostro. La arrugada piel del extraño era sin duda espeluznante, pero más aún que no pudieran ver ninguna otra parte de su cuerpo, como si fuera un simple manto con una cara. Las faldas del mismo se mecian al ritmo de algún viento etereo que nadie más sentia.
???
-
-Doscientos galones, en efecto. Los tengo un tanque, más abajo.-le informó al abyecto ser.
-
La ulterana alzó una ceja. Se habia gastado una pequeña fortuna en los hechizos de ocultación de la infame y tan solo ciertos bendecidos por la luna podrian detectarla. No estaba seguro de cual eran los poderes de aquel ser, pero sin duda, daba la impresión de ser omnipotente. Quizás era parte de su acto intimidatorio.
La ulterana se recompuso entonces, y contestó al ser, usando para ello su tono más mediatico y refinado.
-Ah, ¿Te has percatado de su presencia?-comenzó diciendo, haciendose la ingenua.-¡Buena vista! Es uno de mis leales protectores, de Ulterania, como yo. Siempre oculta en las sombras, pero que no te engañe, es bastante fuerte. ¿Quién sabe? Quizás algún día lo compruebes tú mismo.-terminó con una amenaza velada y una sonrisa educada que no era para nada sincera.
-
-Ni por un momento dudes que lo tendré listo par la llegada de la Luna.-respondió Nia, mordiendose el labio.-He invertido demasiado en esto como para no estar lista cuando me toque.-
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Re: Botica de la náyade
09/07/14, 07:45 pm
Nia y ???
-Muestramelo entonces, Niña.-dijo la sombra encapuchada. Las comisuras de su arrugada cara se torcieron en una sonrisa. La ulterana asintió ligeramente y le indicó la trastienda, invitandole a pasar primero.
La sombra no se opuso y entró. Bajaron las escaleras juntos, en completo silencio y, una vez en el almacén de la Botica, la niña tiró de una palanca oculta y la pared se hizo a un lado con el sonido de la piedra dura deslizandose. Ante ellos se abria un pasillo iluminado por ocasionales antorchas. Sus muros, de las mismas propiedades y humedad que como la Botica, cargaban un aura casi espectral que helaba los huesos. Repetidos en el remate de estos, habia una serie de hechizos de ocultación, defensa y protección que hacia cualquier acceso a aquella galeria casi imposible. La galeria parecia interminable, era una serie de tuneles larguisimos que conectaban ciertos puntos de la ciudad. Siguieron por aquel pasillo, bajando unas largas escaleras y, finalmente giraron en una esquina. En una puerta de madera podrida, con un guardia robusto y enorme con la cabeza encapuchada y una hacha de considerables dimensiones que lo custodiaba con la mirada vacia. Se levantó de su asiento y les abrió la puerta. Al instante, les inundó el ruido y el bullicio de la siguiente sala.
Los gritos, aullidos y lamentos se entremezclaban con berridos de borrachos, entrechocares de metal y la peste y el olor cargado que habia. Era una sala amplia, con numerosas columnas cercandolas, construidos sobre el suelo, habia cuatro fosos de unos tres metros de profundidad que daban lugar a cuatro galerias separadas de más abajo. El foso estaba protegido con toda suerte de estacas pinchos y clavos oxidados para evitar que lo que fuera que estuviese abajo, no subiera hacia arriba.
Numerosos pasillos y puertas que venian de diferentes puntos de la ciudad se reunian ahí. Habia un sin fin de ires y venires de gente de todo tipo, pero todos ellos parecian no dedicarse a una vida honesta, lo cual, no decia mucho en una ciudad como Rocavarancolia.
Decenas, por no decir que llegaban a la centena, de tipejos de aspecto oscuro miraban el espectaculo, vitoreaban, gritaban, señalizaban y se reian de sus participantes. Lo que se podia ver, si uno se asomaba, eran diferentes combates a lo anfiteatro romano. Tres o cuatro personas peleando entre si, o varias personas peleando contra una sola bestia.
Habia difernetes puestos de siniestros mercaderes así como mesas y sillas de lo que parecia ser un bar clandestino.
La sangre y las entrañas solian saltar hacia arriba y, gracias a ello, las proximidades de los fosos estaban teñidas de sangre. Aquella era una sala que conectaba a varios puntos de la ciudad, las habia por toda la ciudad, pero esta era la más transitada: Siendo una seccion de los subterraneos que se habia despejado para desarrollar estas actividades, era un sitio de transito habitual para la escoria de la ciudad. La droga, el trafico de personas y objetos peligrosos o ilegales estaban al orden del día.
Habia muchos sitios como este por la ciudad, pero sin duda, los dos que habian bajado desde la botica era su sitio habitual, pues ahí se conocieron.
La ulterana se habia sentido incómoda las primeras veces que habia tenido que llevar algún trato o tener que ir a conocer a alguna persona a aquel tugurio hediondo, pero con el tiempo, se habia insensibilizado ante lo que veia, oia y olia en aquel lugar, tanto que no distaba de diferente de cualquier otro.
Hizo una señal a un mozo tras una barra con unas grandes pústulas que le tapaban casi todo el rostro. Este asintió levemente y se adentró en uno de los pasillos traseros.
-Doscientos galones.-dijo, mientras el mozo rodaba un gran barril hacia los dos interlocutores.-Como prometí.-
El mozo entonces incorporó el barril y, con un mazo, rompió la tapa. El color escarlata bañó el extremo de madera de este. La sombra encapuchada esbozó otra sonrisa y, de sus mantos, sacó una pequeña copa de cristal. La hundió en el contenido del barril y la extrajo con un poco de aquel líquido rojizo.
-Ah si... Puedo notarlo...-dijo, acercandose la copa a la cara.-Puedo verlo...-añadió, mientras se acercaba más y más la copa.-Puedo olerlo y... Saborearlo...-dijo, probandolo.
-Esto será más que suficiente.-sentenció Nia entonces, haciendole una señal al mozo, quien repuso la tapa del barril y la afianzó con otras herramientas y se lo llevó rodando de vuelta.
-¿Los guardas todos en la bodega de este tugurio?-preguntó la sombra, guardandose la copa.
Lentamente, un ser un tanto encorvado se habia ido acercando hacia la espada de Nia, justo cuando esta se disponia a responder, y se abalanzó sobre ella con el destello de una daga surcando el aire. Tan repentino como habia sido el ataque, su asaltador se detuvo en el aire cuando un segundo destello de una hoja, casi imperceptible gracias a la magia y a la velocidad, se dejó ver. Al instante, la cabeza de su asaltante se despegó y cayó contra el suelo.
-Kat-ûm.-dijo la Zhesmahré, invisible, mientras limpiaba su hoja con su capa y la enfundaba.
La nayade prosigió con la respuesta, actuando como si no hubiera pasado nada.
-¿Y qué si lo hago?-respondió con otra pregunta.-¿Planeas entrometerte en planes que tambien te convienen a ti?-
Una risa cacareante fue la primera respuesta que recibió.
-Querida niña, no lo decia por mi, pero haces bien en mantenerte suspicaz, es lo que te mantiene viva.-dijo con un tono condescendiente.-Hay otros en esta ciudad a los que podrian interesarle nuestra materia prima que tanto nos ha costado conseguir. Doscientos galones son... muchos litros...-
La ulterana descansó las muñecas sobre su cadera y ladeó la cabeza. Un tipo enorme embutido en una armadura que le daba la apariencia de ser un hombre de hojalata gigantesco se llevó el cuerpo decapitado del asaltante junto con la cabeza a una de las fosas y lo arrojó ahí, vitoreandole varios borrachos. Al instante, el sonido de mandíbulas y de carne siendo desgarrada se dejó oir pero por poco tiempo, enmudecidos por más vitores borrachos.
-Tengo constancia de eso.-le contestó entonces, dedicando una mirada de ligero desprecio ante los borrachos.-Puedes quedarte tranquilo, he cumplido hasta ahora con mi parte y la veré cumplida para la Luna.-frunció el ceño.-Me preocupa más que te quedes tú con el grimorio. Sinceramente, creo que eres un cobarde capaz de huir a la primera de cambios. No hace falta que te recuerde nuestro trato y que pasará si incumples tu parte, ¿No?-
-No, sin duda, niña bonita. Mi parte es tan solo ser obediente y guiarte para recuperar todos los trozos necesarios de este puzzle. Después de esto, ten por seguro que no volveras a oir de mi. Al menos, no directamente, claro.-terminó con una risa cacareante, mientras se fundia con las sombras de un pasillo a oscuras, esfumandose.
La ulterana soltó un gruñido frustrado y entonces se giró hacia su invisible acompañante.
-Bien hecho, Muerte.-
La infame hizo una elaborada reverencia, aunque invisible, por respeto y respondió educadamente.
-Kat-ûm, mi ama.-
La niña se dirigió hacia la barra y depositó una bolsita transparente que contenia un polvo amarillo. El mozo con pustulas lo cogió con las dos manos y esbozó una sonrisa de extrema felicidad. Y entonces, volvió a la botica a terminar los últimos preparativos para la Luna.
-
La sombra no se opuso y entró. Bajaron las escaleras juntos, en completo silencio y, una vez en el almacén de la Botica, la niña tiró de una palanca oculta y la pared se hizo a un lado con el sonido de la piedra dura deslizandose. Ante ellos se abria un pasillo iluminado por ocasionales antorchas. Sus muros, de las mismas propiedades y humedad que como la Botica, cargaban un aura casi espectral que helaba los huesos. Repetidos en el remate de estos, habia una serie de hechizos de ocultación, defensa y protección que hacia cualquier acceso a aquella galeria casi imposible. La galeria parecia interminable, era una serie de tuneles larguisimos que conectaban ciertos puntos de la ciudad. Siguieron por aquel pasillo, bajando unas largas escaleras y, finalmente giraron en una esquina. En una puerta de madera podrida, con un guardia robusto y enorme con la cabeza encapuchada y una hacha de considerables dimensiones que lo custodiaba con la mirada vacia. Se levantó de su asiento y les abrió la puerta. Al instante, les inundó el ruido y el bullicio de la siguiente sala.
Los gritos, aullidos y lamentos se entremezclaban con berridos de borrachos, entrechocares de metal y la peste y el olor cargado que habia. Era una sala amplia, con numerosas columnas cercandolas, construidos sobre el suelo, habia cuatro fosos de unos tres metros de profundidad que daban lugar a cuatro galerias separadas de más abajo. El foso estaba protegido con toda suerte de estacas pinchos y clavos oxidados para evitar que lo que fuera que estuviese abajo, no subiera hacia arriba.
Numerosos pasillos y puertas que venian de diferentes puntos de la ciudad se reunian ahí. Habia un sin fin de ires y venires de gente de todo tipo, pero todos ellos parecian no dedicarse a una vida honesta, lo cual, no decia mucho en una ciudad como Rocavarancolia.
Decenas, por no decir que llegaban a la centena, de tipejos de aspecto oscuro miraban el espectaculo, vitoreaban, gritaban, señalizaban y se reian de sus participantes. Lo que se podia ver, si uno se asomaba, eran diferentes combates a lo anfiteatro romano. Tres o cuatro personas peleando entre si, o varias personas peleando contra una sola bestia.
Habia difernetes puestos de siniestros mercaderes así como mesas y sillas de lo que parecia ser un bar clandestino.
La sangre y las entrañas solian saltar hacia arriba y, gracias a ello, las proximidades de los fosos estaban teñidas de sangre. Aquella era una sala que conectaba a varios puntos de la ciudad, las habia por toda la ciudad, pero esta era la más transitada: Siendo una seccion de los subterraneos que se habia despejado para desarrollar estas actividades, era un sitio de transito habitual para la escoria de la ciudad. La droga, el trafico de personas y objetos peligrosos o ilegales estaban al orden del día.
Habia muchos sitios como este por la ciudad, pero sin duda, los dos que habian bajado desde la botica era su sitio habitual, pues ahí se conocieron.
La ulterana se habia sentido incómoda las primeras veces que habia tenido que llevar algún trato o tener que ir a conocer a alguna persona a aquel tugurio hediondo, pero con el tiempo, se habia insensibilizado ante lo que veia, oia y olia en aquel lugar, tanto que no distaba de diferente de cualquier otro.
Hizo una señal a un mozo tras una barra con unas grandes pústulas que le tapaban casi todo el rostro. Este asintió levemente y se adentró en uno de los pasillos traseros.
-Doscientos galones.-dijo, mientras el mozo rodaba un gran barril hacia los dos interlocutores.-Como prometí.-
El mozo entonces incorporó el barril y, con un mazo, rompió la tapa. El color escarlata bañó el extremo de madera de este. La sombra encapuchada esbozó otra sonrisa y, de sus mantos, sacó una pequeña copa de cristal. La hundió en el contenido del barril y la extrajo con un poco de aquel líquido rojizo.
-
-Esto será más que suficiente.-sentenció Nia entonces, haciendole una señal al mozo, quien repuso la tapa del barril y la afianzó con otras herramientas y se lo llevó rodando de vuelta.
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Lentamente, un ser un tanto encorvado se habia ido acercando hacia la espada de Nia, justo cuando esta se disponia a responder, y se abalanzó sobre ella con el destello de una daga surcando el aire. Tan repentino como habia sido el ataque, su asaltador se detuvo en el aire cuando un segundo destello de una hoja, casi imperceptible gracias a la magia y a la velocidad, se dejó ver. Al instante, la cabeza de su asaltante se despegó y cayó contra el suelo.
-Kat-ûm.-dijo la Zhesmahré, invisible, mientras limpiaba su hoja con su capa y la enfundaba.
La nayade prosigió con la respuesta, actuando como si no hubiera pasado nada.
-¿Y qué si lo hago?-respondió con otra pregunta.-¿Planeas entrometerte en planes que tambien te convienen a ti?-
Una risa cacareante fue la primera respuesta que recibió.
-
La ulterana descansó las muñecas sobre su cadera y ladeó la cabeza. Un tipo enorme embutido en una armadura que le daba la apariencia de ser un hombre de hojalata gigantesco se llevó el cuerpo decapitado del asaltante junto con la cabeza a una de las fosas y lo arrojó ahí, vitoreandole varios borrachos. Al instante, el sonido de mandíbulas y de carne siendo desgarrada se dejó oir pero por poco tiempo, enmudecidos por más vitores borrachos.
-Tengo constancia de eso.-le contestó entonces, dedicando una mirada de ligero desprecio ante los borrachos.-Puedes quedarte tranquilo, he cumplido hasta ahora con mi parte y la veré cumplida para la Luna.-frunció el ceño.-Me preocupa más que te quedes tú con el grimorio. Sinceramente, creo que eres un cobarde capaz de huir a la primera de cambios. No hace falta que te recuerde nuestro trato y que pasará si incumples tu parte, ¿No?-
-
La ulterana soltó un gruñido frustrado y entonces se giró hacia su invisible acompañante.
-Bien hecho, Muerte.-
La infame hizo una elaborada reverencia, aunque invisible, por respeto y respondió educadamente.
-Kat-ûm, mi ama.-
La niña se dirigió hacia la barra y depositó una bolsita transparente que contenia un polvo amarillo. El mozo con pustulas lo cogió con las dos manos y esbozó una sonrisa de extrema felicidad. Y entonces, volvió a la botica a terminar los últimos preparativos para la Luna.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
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