Emporio del ocultismo Maldita sea
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Giniroryu
Yber
Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Emporio del ocultismo Maldita sea
04/12/20, 06:14 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Local pequeño de tres habitaciones que hace esquina con la calle principal del mercado, ostenta un nombre que le queda grande. Alquilado por Saria Omen, quien lo ha intentado reformar con su bajo presupuesto: pintó las paredes de un rojo oscuro, arregló las estanterías cojas y niveló las baldas, reforzó la cerradura de la puerta y se encargó de parchear pequeños desperfectos.
Al ser un local tan pequeño, cuando lo abre, Saria suele montar un pequeño tenderete en la calle y se queda fuera para charlar con los dependientes de tiendas vecinas y con los viandantes. A estos últimos les ofrece sus servicios, les da explicaciones generales o acuerda con ellos pequeñas transacciones, ya que suele tener piedras vibrantes, colgantes y amuletos meramente decorativos en cestitas monas, listos para vender. Muchos son robados de Ordesta, otros tantos de carácter artesanal.
Saria utiliza su visión porcentual para ajustar presupuestos y no duda en sacar tajada de borrachos y gente perdida o poco avispada que pasee por la calle, siempre y cuando la suerte juegue muy a su favor. Los días en los que los porcentajes no auguran nada bueno, Saria cuelga un cartel en la puerta que reza: “Lo sentimos. Hoy cerramos por mala racha”. No vuelve hasta el día siguiente.
Al ser un local tan pequeño, cuando lo abre, Saria suele montar un pequeño tenderete en la calle y se queda fuera para charlar con los dependientes de tiendas vecinas y con los viandantes. A estos últimos les ofrece sus servicios, les da explicaciones generales o acuerda con ellos pequeñas transacciones, ya que suele tener piedras vibrantes, colgantes y amuletos meramente decorativos en cestitas monas, listos para vender. Muchos son robados de Ordesta, otros tantos de carácter artesanal.
Saria utiliza su visión porcentual para ajustar presupuestos y no duda en sacar tajada de borrachos y gente perdida o poco avispada que pasee por la calle, siempre y cuando la suerte juegue muy a su favor. Los días en los que los porcentajes no auguran nada bueno, Saria cuelga un cartel en la puerta que reza: “Lo sentimos. Hoy cerramos por mala racha”. No vuelve hasta el día siguiente.
- Interior:
- La habitación principal da a la puerta de entrada y es la más amplia. Se trata de la parte pública de la tienda y tiene las paredes cubiertas de estanterías cochambrosas, hasta arriba de velas, huesos de animales (y de ordeses) y otros ingredientes sencillos para maldiciones. Al fondo a la derecha hay un pequeño mostrador de la altura de Saria en el cual descansa siempre algún libro de literatura ordesa. Detrás del mostrador es común ver una cesta con ovillos, agujas, parches, cajas de galletas llenas de instrumentos metálicos y proyectos de costura a medio terminar.
La segunda habitación es una cocinita pequeña, readaptada como consulta: en el centro hay una mesa camilla con tres sillas de mimbre y un candelabro con velas de luz tenue para dar algo de ambiente. Saria pasa a sus clientes allí dentro para charlar con ellos, descubrir qué maldición se ajusta mejor a sus necesidades, negociar la obtención de los ingredientes y establecer el precio. En una de las paredes de la consulta hay una humedad que ocupa buena parte de su superficie y que cambia de forma cada día; Saria ha intentado limpiarla cientos de veces, pero siempre vuelve. Al final la ha llamado Bonanza y, cuando no hay clientes, charla con ella.
La última habitación es un baño diminuto al que a veces llega el agua y a veces no.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Emporio del ocultismo Maldita sea
08/10/23, 02:34 am
Kin rio por la buena aceptación del mote de la mala sombra. Broma o no, los planes de seguir reuniéndose siempre sonaban bien, y eso era algo en lo que todos parecían estar de acuerdo. Alice especialmente parecía tomarse muy en serio lo del tour.
—Y un autobús volador —añadió con una risotada tras la enumeración de cosas que podían llevar que estaba haciendo.
Respecto a la bruja, le pareció que barajaba conceptos muy complejos para su casa, aunque interesantes. No podía decir que a él le pareciese atractiva una casa de onyces, pero había aprendido a no cuestionar las rarezas de los brujos… o de nadie, en general. Si incluso él mismo había llegado a sopesar hacerse con un navío clinger para vivir moviéndose de aquí para allá.
El tema de las visitas y las casas pronto se vio eclipsado por los nuevos trabajos y Kin recibió mucho ánimo respecto a su proyecto. Requería mucha preparación a pesar de no ser algo grande o que fuese a generar mucho dinero, pero para él era suficiente y, lo más importante, era algo que disfrutaba más que su trabajo actual.
Cuando Saria y Keiria dijeron que serían clientes su sonrisa se ensanchó aún más mientras les daba las gracias. La kitsune ya tenía un ordenador irrense, pero no le costaba nada conseguir uno a cualquiera que estuviese interesado. De hecho, no pensaba cobrarle esa primera inversión inicial a ninguno de sus amigos que quisieran unirse a la era digital. No estaba seguro de si era el caso de Naeleth, o solo quería tener una noción de lo que eran los ordenadores e internet, pero la oferta también se extendería a ella.
—Sin problema —le respondió—. Y lo digo también para cualquiera de vosotros que quiera digitalizarse. Ya tengo reunidos un montón de recursos.
Keiria, por su parte, explicó que había sido aceptada en el nuevo casino y el raigaurum soltó un “oh” de sorpresa al escucharlo. Suponía que había ocurrido recientemente porque la última vez que habían hablado no lo había mencionado.
—¡Enhorabuena! Vi el local un par de veces mientras lo construían y, joder, eso debe de mover mucha pasta si han invertido tanto en él. Espero que el sueldo también vaya acorde —añadió, sonriéndole a la kitsune. No creía que la taberna pagase tan mal pero si se pretendía comparar ambos locales no había ni por dónde empezar.
Cuando Naeleth contó lo que sabía sobre el sitio se sintió un poco dividido. Aunque confiaba en que no sería peligroso para Keiria, le preocupaba el ambiente que pudiese haber allí. Por otro lado, al menos no lo llevaba solo Garoni. Cuando le llegaban rumores sobre el local solo había escuchado que el antiguo miembro del consejo estaba detrás del mamotreto, y su fama le precedía.
—La gente dice que Garoni se construyó un mausoleo para compensar por el escozor en el ego, no sabía ni que hubiera otro dueño —admitió con una risa.
—Y un autobús volador —añadió con una risotada tras la enumeración de cosas que podían llevar que estaba haciendo.
Respecto a la bruja, le pareció que barajaba conceptos muy complejos para su casa, aunque interesantes. No podía decir que a él le pareciese atractiva una casa de onyces, pero había aprendido a no cuestionar las rarezas de los brujos… o de nadie, en general. Si incluso él mismo había llegado a sopesar hacerse con un navío clinger para vivir moviéndose de aquí para allá.
El tema de las visitas y las casas pronto se vio eclipsado por los nuevos trabajos y Kin recibió mucho ánimo respecto a su proyecto. Requería mucha preparación a pesar de no ser algo grande o que fuese a generar mucho dinero, pero para él era suficiente y, lo más importante, era algo que disfrutaba más que su trabajo actual.
Cuando Saria y Keiria dijeron que serían clientes su sonrisa se ensanchó aún más mientras les daba las gracias. La kitsune ya tenía un ordenador irrense, pero no le costaba nada conseguir uno a cualquiera que estuviese interesado. De hecho, no pensaba cobrarle esa primera inversión inicial a ninguno de sus amigos que quisieran unirse a la era digital. No estaba seguro de si era el caso de Naeleth, o solo quería tener una noción de lo que eran los ordenadores e internet, pero la oferta también se extendería a ella.
—Sin problema —le respondió—. Y lo digo también para cualquiera de vosotros que quiera digitalizarse. Ya tengo reunidos un montón de recursos.
Keiria, por su parte, explicó que había sido aceptada en el nuevo casino y el raigaurum soltó un “oh” de sorpresa al escucharlo. Suponía que había ocurrido recientemente porque la última vez que habían hablado no lo había mencionado.
—¡Enhorabuena! Vi el local un par de veces mientras lo construían y, joder, eso debe de mover mucha pasta si han invertido tanto en él. Espero que el sueldo también vaya acorde —añadió, sonriéndole a la kitsune. No creía que la taberna pagase tan mal pero si se pretendía comparar ambos locales no había ni por dónde empezar.
Cuando Naeleth contó lo que sabía sobre el sitio se sintió un poco dividido. Aunque confiaba en que no sería peligroso para Keiria, le preocupaba el ambiente que pudiese haber allí. Por otro lado, al menos no lo llevaba solo Garoni. Cuando le llegaban rumores sobre el local solo había escuchado que el antiguo miembro del consejo estaba detrás del mamotreto, y su fama le precedía.
—La gente dice que Garoni se construyó un mausoleo para compensar por el escozor en el ego, no sabía ni que hubiera otro dueño —admitió con una risa.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Emporio del ocultismo Maldita sea
09/10/23, 01:23 am
El negocio de Kin tenía buena pinta, la verdad. Hacía siglos que no trasteaba con tecnología de la Tierra y no la echaba en falta, pero le gustaría verle con alguno de los cacharros que reparase. Nunca había visto uno abierto, más allá de alguna reparación sencilla que hubieran hecho sus padres.
—Me gustaría mucho ver cómo te peleas con esos aparatos, Kin. Ya no recuerdo la última vez que usé mi móvil o la tele en casa de mis padres, o el ordenador del instituto... pero sería muy guay ver cómo funcionan esas cosas. La verdad es que no tengo ni idea de cómo funcionan los aparatos eléctricos.
>>Y no te preocupes, Saria; convertiré su energía negativa en un jardín de flores si hace falta para que podáis venir a visitarme
—¡Claro que podemos tirar cualquier pared! —respondió mientras tanto una onyce a Heraldo.
—Ha dicho "reconstruir" —le interrumpió otra.
—¡Eso he dicho yo también! ¡Cuenta con nosotras!
Mientras las sombras se respondían entre sí y al chico, Alice le asintió a Ozz para confirmarle que lo mirarían. Sus amistades seguían charlando... ¡Y estaban hablando de videojuegos... y de rol! Los recordaba de la Tierra, claro, pero no quería caer en ese "abismo". Se conocía bien, sabía que le gustarían demasiado y acabaría jugando a diario con sus onyces o cualquiera disponible de sus amistades. Ya tenía suficiente con explorar este y los otros mundos vinculados. Después, sonrió a la kitsune.
—¡Sí! Me han pedido ya algunos trabajillos otros ciudadanos, coleguitas también por el momento. Y wow, ¡enhorabuena, tía! Tenemos que pasarnos por tu casino, para que vean que llevas gente. Solo he oído hablar de él pero seguro que también me inspiro y le robo ideas —se rió, aunque era cierto que quería ir. ¡Un casino! Les había tenido asco en la Tierra pero ya era mayor para poder entrar y sabía que no le pasaría nada.
—Me gustaría mucho ver cómo te peleas con esos aparatos, Kin. Ya no recuerdo la última vez que usé mi móvil o la tele en casa de mis padres, o el ordenador del instituto... pero sería muy guay ver cómo funcionan esas cosas. La verdad es que no tengo ni idea de cómo funcionan los aparatos eléctricos.
>>Y no te preocupes, Saria; convertiré su energía negativa en un jardín de flores si hace falta para que podáis venir a visitarme
—¡Claro que podemos tirar cualquier pared! —respondió mientras tanto una onyce a Heraldo.
—Ha dicho "reconstruir" —le interrumpió otra.
—¡Eso he dicho yo también! ¡Cuenta con nosotras!
Mientras las sombras se respondían entre sí y al chico, Alice le asintió a Ozz para confirmarle que lo mirarían. Sus amistades seguían charlando... ¡Y estaban hablando de videojuegos... y de rol! Los recordaba de la Tierra, claro, pero no quería caer en ese "abismo". Se conocía bien, sabía que le gustarían demasiado y acabaría jugando a diario con sus onyces o cualquiera disponible de sus amistades. Ya tenía suficiente con explorar este y los otros mundos vinculados. Después, sonrió a la kitsune.
—¡Sí! Me han pedido ya algunos trabajillos otros ciudadanos, coleguitas también por el momento. Y wow, ¡enhorabuena, tía! Tenemos que pasarnos por tu casino, para que vean que llevas gente. Solo he oído hablar de él pero seguro que también me inspiro y le robo ideas —se rió, aunque era cierto que quería ir. ¡Un casino! Les había tenido asco en la Tierra pero ya era mayor para poder entrar y sabía que no le pasaría nada.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Emporio del ocultismo Maldita sea
16/10/23, 07:24 pm
Por un lado, Saria irradiaba felicidad solo de verse tan bien rodeada y por la cantidad de planes que estaban surgiendo durante aquel almuerzo. También estaba segura de que los negocios de sus amigos irían (o seguirían yendo) bien, solo por el hecho de que la mayoría del grupo ya se había declarado cliente en proceso de varios. Entre eso, los terrestres viciados a los juegos (que salían de debajo de las piedras), los traumas de cosecha y la gente que iba saliendo de forma continua de los refugios… El pescado estaba vendido. Durante un breve instante la mala sombra se quedó mirando a Naeleth sin ningún motivo en concreto, más allá de que volvió a vislumbrar la idea de acudir a su consulta. Sin embargo, se deshizo rápido de aquel pensamiento “intrusivo”.
La ordesa se reincorporó en la conversación sonriendo a la onycemante y exclamó un sonoro “olé” cuando esta le aseguró que mantendría las energías negativas a raya. Luego su atención viró a la kitsune cuando esta les hizo saber de su nuevo trabajo.
—¡Uuuuh! —exclamó—. ¡Seguro que te va de lujo! En los casinos siempre se gana bien. —Se refería, por supuesto, a los que trabajaban allí y no tanto a quienes acudían a ellos para perder dinero con juegos de azar—. Si alguna vez me ves por allí, espero que hagas la vista gorda —añadió con una sonrisa traviesa. El lugar estaba en el punto de mira de la mala sombra—. Prometo ser sutil.
Los comentarios sobre Garoni siempre le hacían gracia. En los bajos fondos le insultaban de formas muy creativas y, para Saria, formaba parte de un dúo cómico involuntario, junto a dama Azahar.
—Uno de Los Pellejos —resopló, riéndose de la momia un poco más—. Pues menos mal que está ese kell para frenar los impulsos manirrotos del viejo —añadió tras Naeleth y Kin—. Si no, malamente…
Mientras continuaban con la conversación, se acercó a la mesa, cogió una bandeja con pastas y fue ofreciéndolas a sus amigos, empezando por Archi, a quien miraría con orgullo silencioso de amiga mamá por lo bien que se estaba desenvolviendo.
La ordesa se reincorporó en la conversación sonriendo a la onycemante y exclamó un sonoro “olé” cuando esta le aseguró que mantendría las energías negativas a raya. Luego su atención viró a la kitsune cuando esta les hizo saber de su nuevo trabajo.
—¡Uuuuh! —exclamó—. ¡Seguro que te va de lujo! En los casinos siempre se gana bien. —Se refería, por supuesto, a los que trabajaban allí y no tanto a quienes acudían a ellos para perder dinero con juegos de azar—. Si alguna vez me ves por allí, espero que hagas la vista gorda —añadió con una sonrisa traviesa. El lugar estaba en el punto de mira de la mala sombra—. Prometo ser sutil.
Los comentarios sobre Garoni siempre le hacían gracia. En los bajos fondos le insultaban de formas muy creativas y, para Saria, formaba parte de un dúo cómico involuntario, junto a dama Azahar.
—Uno de Los Pellejos —resopló, riéndose de la momia un poco más—. Pues menos mal que está ese kell para frenar los impulsos manirrotos del viejo —añadió tras Naeleth y Kin—. Si no, malamente…
Mientras continuaban con la conversación, se acercó a la mesa, cogió una bandeja con pastas y fue ofreciéndolas a sus amigos, empezando por Archi, a quien miraría con orgullo silencioso de amiga mamá por lo bien que se estaba desenvolviendo.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Emporio del ocultismo Maldita sea
25/10/23, 04:09 pm
Todos habían oído hablar del casino o habían pasado por delante, pero ninguno de sus amigos se había aventurado dentro del edificio. En parte podía entenderlos, pues sabía de la reputación de la momia y a fin de cuentas los locales de apuestas no eran plato de buen gusto para la mayoría, pero no todo en el Lago Áureo tenía que ver con el juego.
—El exconsejero puso el dinero, si, pero quien dirige el negocio en realidad es Luca Barone —asintió tras Naeleth y Kin, dándole nombre al kell que la bruja acababa de mencionar—. No pagan nada mal, la verdad, y a día de hoy yo no he visto a Garoni salir de su cubil. Todo ventajas, supongo. —rió con suavidad, agradeciendo con una sonrisa los diversos “enhorabuenas” de sus amigos mientras se servía una taza de té de un termo que había sobre la mesa.
El comentario de Saria le hizo dar un respingo, pues no sabía si era una broma o algo que decía en serio, pero prefirió no darle muchas vueltas y cruzó los dedos para que si por lo que fuera la malasombra se decidía a hacer trampas a ella le pillara de vacaciones.
—Si queréis pasaros alguna vez seréis más que bienvenidos por mi parte, eso por descontado, hay muchas más cosas que hacer que jugar en las mesas —aseguró tras Alice, consciente de que a lo mejor ir a perder o ganar dinero no entraba en sus definiciones de pasar un buen rato—. El bar está muy bien surtido, hay música a todas horas y bastantes espectáculos, la gente baila… el ambiente es una pasada, de verdad —describió un poco por encima, dándole un sorbo a su bebida—. Yo casi siempre estoy en las mesas, pero si os veo por allí seguramente os pueda hacer un “tour”. Sin autobús, lamentablemente, ¿pero quizás en un bote de remos? —bromeó.
Cuando Saria mencionó uno de los motes que Garoni compartía con la otra momia de la ciudad a la kitsune se le escapó un bufido divertido y a punto estuvo de escupir el té, pero disimuló con un ligero carraspeo y se alisó la falda mientras aceptaba una pasta de la bandeja que estaba paseando la ordesa. Aunque no lo había visto directamente, el viejo seguía siendo uno de sus jefes, así que era mejor no tentar demasiado a la suerte burlándose de él a sus espaldas.
—El exconsejero puso el dinero, si, pero quien dirige el negocio en realidad es Luca Barone —asintió tras Naeleth y Kin, dándole nombre al kell que la bruja acababa de mencionar—. No pagan nada mal, la verdad, y a día de hoy yo no he visto a Garoni salir de su cubil. Todo ventajas, supongo. —rió con suavidad, agradeciendo con una sonrisa los diversos “enhorabuenas” de sus amigos mientras se servía una taza de té de un termo que había sobre la mesa.
El comentario de Saria le hizo dar un respingo, pues no sabía si era una broma o algo que decía en serio, pero prefirió no darle muchas vueltas y cruzó los dedos para que si por lo que fuera la malasombra se decidía a hacer trampas a ella le pillara de vacaciones.
—Si queréis pasaros alguna vez seréis más que bienvenidos por mi parte, eso por descontado, hay muchas más cosas que hacer que jugar en las mesas —aseguró tras Alice, consciente de que a lo mejor ir a perder o ganar dinero no entraba en sus definiciones de pasar un buen rato—. El bar está muy bien surtido, hay música a todas horas y bastantes espectáculos, la gente baila… el ambiente es una pasada, de verdad —describió un poco por encima, dándole un sorbo a su bebida—. Yo casi siempre estoy en las mesas, pero si os veo por allí seguramente os pueda hacer un “tour”. Sin autobús, lamentablemente, ¿pero quizás en un bote de remos? —bromeó.
Cuando Saria mencionó uno de los motes que Garoni compartía con la otra momia de la ciudad a la kitsune se le escapó un bufido divertido y a punto estuvo de escupir el té, pero disimuló con un ligero carraspeo y se alisó la falda mientras aceptaba una pasta de la bandeja que estaba paseando la ordesa. Aunque no lo había visto directamente, el viejo seguía siendo uno de sus jefes, así que era mejor no tentar demasiado a la suerte burlándose de él a sus espaldas.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Emporio del ocultismo Maldita sea
13/11/23, 06:00 pm
Archime
Por supuesto, estaba al tanto de la reputación de Garoni debido a la información que obtenía cumpliendo su precio y sabía que había sido expulsado del Consejo. La momia había rechazado un puesto en el Castillo debido a ese ego del que hablaba Kin y se había asociado con Luca Barone para poner en marcha aquel proyecto de casa de apuestas. El kairós se enteraba de todo eso y mucho más, pero rara vez veía necesario compartir dicha información, ya que no tenía sentido alguno de lo llamaban “el chisme” y no le parecía relevante. Irónicamente, tal vez se le pudiera contar entre una de las personas de la ciudad que más "chismes" podrían compartir. Tampoco tenía una opinión al respecto que viese oportuno compartir, aunque por lo que tenía entendido, sí creía que la nueva Reina había tomado una decisión adecuada. Sin duda, por lo que él sabía, que el kell también formase parte de la dirección del proyecto hacía menos probable que Keiriarei fuese a perder su nuevo empleo debido a la quiebra del mismo.
Ante el ofrecimiento de llevar a cabo alguna actividad lúdica en el local, el irrense estuvo a punto de no decir nada, pues no estaba realmente interesado en ello. Pero hubo dos factores que le hicieron, finalmente, responder a la kitsune. Uno fue que sí sentía cierto interés por realizar un pequeño viaje en uno de los botes de remos sobre aquel lago que daba nombre al negocio, y el otro, por supuesto…
—Me interesa el posible caudal mágico que pueda obtener de los sucesos en el interior del Casino —comentaría—. Contad conmigo para llevar a cabo alguna reunión allí. Y, uhm… También me gustaría subirme a las barcas —añadió un poco más dubitativo volviendo a fijar su mirada en la ulterana unos instantes.
Naeleth
Reafirmaría a Kin su interés por el negocio que tenía en ciernes, comenzando a emocionarle un poco la perspectiva. Puede que su interés fuese profesional, al menos de entrada, pero lo cierto era que a la nublina le gustaba adquirir conocimientos nuevos y, quien sabía, a lo mejor podía encontrar alguna nueva afición que compartir con sus amigos.
La conversación se centró en el nuevo trabajo de Keiria y sus jefes. Ella también había oído los rumores que el demonio raigaurum comentó acerca del ex Tesorero Real. Le alegraba saber que la kitsune no parecía tener que tratar con él si no con alguien más agradable como su superior.
El comentario de Saria le sacó una risilla.
—Por favor: no te conviertas tú en una de mis clientes con problemas de ludopatía —bromeó.
Aunque, en el fondo, realmente esperaba que la mala sombra no causase ningún problema a la ulterana en el local. No es que no confiase en su amiga, pero conocía las connotaciones culturales acerca de los juegos de azar en su planeta de origen y sabía que la ordesa había hecho uso de sus poderes en el mismo. En Rocavarancolia eso era bastante más peligroso.
La invitación de Keiria se hizo más apetecible cuando mencionó los otros tipos de entretenimiento que el Casino podía ofrecer aparte de las apuestas y asintió después de la intervención de Archi, tras contener otra risa ante la inicial respuesta pragmática por parte del irrense. No es que hubiese esperado otra cosa de su parte, por supuesto, y en realidad le resultaba entrañable a su manera.
>>Desde luego, el paseo en barca suena genial —añadió—. Y si nos avisas cuando vaya a haber algún espectáculo interesante yo estoy dispuesta a hacer hueco en mi agenda —miró hacia el resto con una sonrisa, imaginando que estarían de acuerdo.
Por supuesto, estaba al tanto de la reputación de Garoni debido a la información que obtenía cumpliendo su precio y sabía que había sido expulsado del Consejo. La momia había rechazado un puesto en el Castillo debido a ese ego del que hablaba Kin y se había asociado con Luca Barone para poner en marcha aquel proyecto de casa de apuestas. El kairós se enteraba de todo eso y mucho más, pero rara vez veía necesario compartir dicha información, ya que no tenía sentido alguno de lo llamaban “el chisme” y no le parecía relevante. Irónicamente, tal vez se le pudiera contar entre una de las personas de la ciudad que más "chismes" podrían compartir. Tampoco tenía una opinión al respecto que viese oportuno compartir, aunque por lo que tenía entendido, sí creía que la nueva Reina había tomado una decisión adecuada. Sin duda, por lo que él sabía, que el kell también formase parte de la dirección del proyecto hacía menos probable que Keiriarei fuese a perder su nuevo empleo debido a la quiebra del mismo.
Ante el ofrecimiento de llevar a cabo alguna actividad lúdica en el local, el irrense estuvo a punto de no decir nada, pues no estaba realmente interesado en ello. Pero hubo dos factores que le hicieron, finalmente, responder a la kitsune. Uno fue que sí sentía cierto interés por realizar un pequeño viaje en uno de los botes de remos sobre aquel lago que daba nombre al negocio, y el otro, por supuesto…
—Me interesa el posible caudal mágico que pueda obtener de los sucesos en el interior del Casino —comentaría—. Contad conmigo para llevar a cabo alguna reunión allí. Y, uhm… También me gustaría subirme a las barcas —añadió un poco más dubitativo volviendo a fijar su mirada en la ulterana unos instantes.
Naeleth
Reafirmaría a Kin su interés por el negocio que tenía en ciernes, comenzando a emocionarle un poco la perspectiva. Puede que su interés fuese profesional, al menos de entrada, pero lo cierto era que a la nublina le gustaba adquirir conocimientos nuevos y, quien sabía, a lo mejor podía encontrar alguna nueva afición que compartir con sus amigos.
La conversación se centró en el nuevo trabajo de Keiria y sus jefes. Ella también había oído los rumores que el demonio raigaurum comentó acerca del ex Tesorero Real. Le alegraba saber que la kitsune no parecía tener que tratar con él si no con alguien más agradable como su superior.
El comentario de Saria le sacó una risilla.
—Por favor: no te conviertas tú en una de mis clientes con problemas de ludopatía —bromeó.
Aunque, en el fondo, realmente esperaba que la mala sombra no causase ningún problema a la ulterana en el local. No es que no confiase en su amiga, pero conocía las connotaciones culturales acerca de los juegos de azar en su planeta de origen y sabía que la ordesa había hecho uso de sus poderes en el mismo. En Rocavarancolia eso era bastante más peligroso.
La invitación de Keiria se hizo más apetecible cuando mencionó los otros tipos de entretenimiento que el Casino podía ofrecer aparte de las apuestas y asintió después de la intervención de Archi, tras contener otra risa ante la inicial respuesta pragmática por parte del irrense. No es que hubiese esperado otra cosa de su parte, por supuesto, y en realidad le resultaba entrañable a su manera.
>>Desde luego, el paseo en barca suena genial —añadió—. Y si nos avisas cuando vaya a haber algún espectáculo interesante yo estoy dispuesta a hacer hueco en mi agenda —miró hacia el resto con una sonrisa, imaginando que estarían de acuerdo.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Emporio del ocultismo Maldita sea
14/11/23, 12:52 am
La incorporación de Keiria al casino llamó la atención de todos, poniendo el propio local en el centro de la conversación. Los rumores sobre la momia habían llegado a todos los oídos en diferentes formatos, lo que solo hacía más obvio que la fama del viejo no era buena. Pero tenía dinero, eso no se podía negar.
—Espero que eso siga siendo así —le deseó a la kitsune fingiendo un brindis con su vaso, cuando esta mencionó que todavía no se había topado con Garoni.
Kin no se había planteado visitar el casino en ningún momento. Seguramente había que tener dinero, ir bien vestido y… ¿qué se suponía que podía hacer allí? ¿Volverse ludópata? Sin embargo, cuando Keiria mencionó las posibilidades que ofrecía entendió un poco mejor por qué la gente terminaba picando y, después de ir, empezaba a jugar. Suponía que su escepticismo le mantendría a salvo, ¿así que por qué no visitarlo?
—Oye, pues… Eso no suena nada mal. Mientras te asegures de que no nos timen —bromeó.
Le sorprendió que hasta Archi se prestase a ir, aunque por supuesto tenía su propio motivo de peso. Naeleth no tardó en apoyar lo de subirse a las barcas, y él también asintió con interés. No era navegar en el mar, pero parecía divertido igualmente.
—Digo lo mismo —dijo tras la bruja—, si hay algo interesante avísanos y vamos. Avísanos también si hay algún código de vestimenta en específico, por favor —rió—. Dar la nota no me importa, hacer el ridículo ya es otro tema.
—Espero que eso siga siendo así —le deseó a la kitsune fingiendo un brindis con su vaso, cuando esta mencionó que todavía no se había topado con Garoni.
Kin no se había planteado visitar el casino en ningún momento. Seguramente había que tener dinero, ir bien vestido y… ¿qué se suponía que podía hacer allí? ¿Volverse ludópata? Sin embargo, cuando Keiria mencionó las posibilidades que ofrecía entendió un poco mejor por qué la gente terminaba picando y, después de ir, empezaba a jugar. Suponía que su escepticismo le mantendría a salvo, ¿así que por qué no visitarlo?
—Oye, pues… Eso no suena nada mal. Mientras te asegures de que no nos timen —bromeó.
Le sorprendió que hasta Archi se prestase a ir, aunque por supuesto tenía su propio motivo de peso. Naeleth no tardó en apoyar lo de subirse a las barcas, y él también asintió con interés. No era navegar en el mar, pero parecía divertido igualmente.
—Digo lo mismo —dijo tras la bruja—, si hay algo interesante avísanos y vamos. Avísanos también si hay algún código de vestimenta en específico, por favor —rió—. Dar la nota no me importa, hacer el ridículo ya es otro tema.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Emporio del ocultismo Maldita sea
06/02/24, 07:22 pm
En buena compañía, las horas pasaban más rápido y así ocurrió en el Emporio. Hacía mucho que no se veían todos y aquel fue un buen momento para poner sus vidas en común, recordar batallitas, mantenerse actualizados con la situación de la ciudad y hacer planes para el futuro; todo con los estómagos bien llenos. Para Saria, en concreto, llegó un punto en el que ignoró los porcentajes a su alrededor como pocas veces lo hacía y se limitó a escuchar, a charlar y a comer sin más incomodidad que la que venía con la corporeidad de sus nuevas alas. Al final, la mala sombra se lo pasó muy bien y se alegraba de haberse levantado con la intuición afinada y haberse decidido por organizar el encuentro. Se fueron uno por uno y uno por uno, Saria se despidió de ellos con un abrazo fuerte, llamándolos guapos y listos, diciéndoles cosas bonitas mientras remarcaba que debían repetir un plan así más pronto que tarde.
Ya a solas, mientras recogía con tranquilidad y una aparente aleatoriedad muy bien medida, la ordesa le habló henchida de cariño y orgullo a Bonanza, la mancha en la pared. Le contó todos los detalles que no habían salido durante la quedada para que conociera bien a sus amigos, quizás también para recordarse a sí misma por qué los quería tanto.
Ya a solas, mientras recogía con tranquilidad y una aparente aleatoriedad muy bien medida, la ordesa le habló henchida de cariño y orgullo a Bonanza, la mancha en la pared. Le contó todos los detalles que no habían salido durante la quedada para que conociera bien a sus amigos, quizás también para recordarse a sí misma por qué los quería tanto.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
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