Emporio del ocultismo Maldita sea
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Giniroryu
Yber
Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Emporio del ocultismo Maldita sea
04/12/20, 06:14 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Local pequeño de tres habitaciones que hace esquina con la calle principal del mercado, ostenta un nombre que le queda grande. Alquilado por Saria Omen, quien lo ha intentado reformar con su bajo presupuesto: pintó las paredes de un rojo oscuro, arregló las estanterías cojas y niveló las baldas, reforzó la cerradura de la puerta y se encargó de parchear pequeños desperfectos.
Al ser un local tan pequeño, cuando lo abre, Saria suele montar un pequeño tenderete en la calle y se queda fuera para charlar con los dependientes de tiendas vecinas y con los viandantes. A estos últimos les ofrece sus servicios, les da explicaciones generales o acuerda con ellos pequeñas transacciones, ya que suele tener piedras vibrantes, colgantes y amuletos meramente decorativos en cestitas monas, listos para vender. Muchos son robados de Ordesta, otros tantos de carácter artesanal.
Saria utiliza su visión porcentual para ajustar presupuestos y no duda en sacar tajada de borrachos y gente perdida o poco avispada que pasee por la calle, siempre y cuando la suerte juegue muy a su favor. Los días en los que los porcentajes no auguran nada bueno, Saria cuelga un cartel en la puerta que reza: “Lo sentimos. Hoy cerramos por mala racha”. No vuelve hasta el día siguiente.
Al ser un local tan pequeño, cuando lo abre, Saria suele montar un pequeño tenderete en la calle y se queda fuera para charlar con los dependientes de tiendas vecinas y con los viandantes. A estos últimos les ofrece sus servicios, les da explicaciones generales o acuerda con ellos pequeñas transacciones, ya que suele tener piedras vibrantes, colgantes y amuletos meramente decorativos en cestitas monas, listos para vender. Muchos son robados de Ordesta, otros tantos de carácter artesanal.
Saria utiliza su visión porcentual para ajustar presupuestos y no duda en sacar tajada de borrachos y gente perdida o poco avispada que pasee por la calle, siempre y cuando la suerte juegue muy a su favor. Los días en los que los porcentajes no auguran nada bueno, Saria cuelga un cartel en la puerta que reza: “Lo sentimos. Hoy cerramos por mala racha”. No vuelve hasta el día siguiente.
- Interior:
- La habitación principal da a la puerta de entrada y es la más amplia. Se trata de la parte pública de la tienda y tiene las paredes cubiertas de estanterías cochambrosas, hasta arriba de velas, huesos de animales (y de ordeses) y otros ingredientes sencillos para maldiciones. Al fondo a la derecha hay un pequeño mostrador de la altura de Saria en el cual descansa siempre algún libro de literatura ordesa. Detrás del mostrador es común ver una cesta con ovillos, agujas, parches, cajas de galletas llenas de instrumentos metálicos y proyectos de costura a medio terminar.
La segunda habitación es una cocinita pequeña, readaptada como consulta: en el centro hay una mesa camilla con tres sillas de mimbre y un candelabro con velas de luz tenue para dar algo de ambiente. Saria pasa a sus clientes allí dentro para charlar con ellos, descubrir qué maldición se ajusta mejor a sus necesidades, negociar la obtención de los ingredientes y establecer el precio. En una de las paredes de la consulta hay una humedad que ocupa buena parte de su superficie y que cambia de forma cada día; Saria ha intentado limpiarla cientos de veces, pero siempre vuelve. Al final la ha llamado Bonanza y, cuando no hay clientes, charla con ella.
La última habitación es un baño diminuto al que a veces llega el agua y a veces no.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Emporio del ocultismo Maldita sea
24/08/23, 09:02 pm
Si por ella fuera, no hablaría más del asunto de las desapariciones. Y no lo haría, así que puso su atención en las novedades de sus amistades y en sus propios temas.
—Mi negocio va bien, ¡gracias! ¿Todo en orden con tu casa, Kin? Yo voy recibiendo encargos menores de vez en cuando y también me han pedido ayuda para alguna reforma mayor, como una bruja de Serpentaria. Ay, yo tampoco sabía que te estabas mudando, chico. Avísame si necesitas algo y aprovéchate, y os digo lo mismo, que con vosotros acepto pizzas o cerveza como parte del pago —les dijo, primero mirando a Ozz y luego al resto, y se rió, pero no era una broma por completo.
Iba bien en serio. Un plan de tarde "de tranquis" de comida, bebida y tirar paredes o levantar nuevas no era un mal plan ni para la bruja ni para sus onyces compensaba no poder permitirse todo lo que le costaría a un desconocido.
—Oye, ¿qué os pasa con las galletas? Podéis coger de mis zumos también. Yo he empezado a comer sin decir nada; espero que nadie me maldiga con cien años de mala suerte o algo así —siguió bromeando, sin dejar de remojarlas en zumo y engullir—. Y cuando nos digas, allí nos plantamos, Nae. —le guiñó un ojo a la bruja. No sabía qué pasaba con Baste y Lulú. Ella solo quería ver a su amiga y el casoplón que se hubieran montado por curiosidad profesional.
Llamaron a la puerta y ni se giró a mirar, pero sonrió cuando reconoció una voz de sus tantas visitas a la Taberna. Era irónico que hubiera gente de su misma "promoción" que conocía más del después que de la misma cosecha en sí.
—Mi negocio va bien, ¡gracias! ¿Todo en orden con tu casa, Kin? Yo voy recibiendo encargos menores de vez en cuando y también me han pedido ayuda para alguna reforma mayor, como una bruja de Serpentaria. Ay, yo tampoco sabía que te estabas mudando, chico. Avísame si necesitas algo y aprovéchate, y os digo lo mismo, que con vosotros acepto pizzas o cerveza como parte del pago —les dijo, primero mirando a Ozz y luego al resto, y se rió, pero no era una broma por completo.
Iba bien en serio. Un plan de tarde "de tranquis" de comida, bebida y tirar paredes o levantar nuevas no era un mal plan ni para la bruja ni para sus onyces compensaba no poder permitirse todo lo que le costaría a un desconocido.
—Oye, ¿qué os pasa con las galletas? Podéis coger de mis zumos también. Yo he empezado a comer sin decir nada; espero que nadie me maldiga con cien años de mala suerte o algo así —siguió bromeando, sin dejar de remojarlas en zumo y engullir—. Y cuando nos digas, allí nos plantamos, Nae. —le guiñó un ojo a la bruja. No sabía qué pasaba con Baste y Lulú. Ella solo quería ver a su amiga y el casoplón que se hubieran montado por curiosidad profesional.
Llamaron a la puerta y ni se giró a mirar, pero sonrió cuando reconoció una voz de sus tantas visitas a la Taberna. Era irónico que hubiera gente de su misma "promoción" que conocía más del después que de la misma cosecha en sí.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Emporio del ocultismo Maldita sea
25/08/23, 01:16 pm
Kin rio al escuchar lo que ya imaginaba de boca de Naeleth. Puede que no fuese aún muy conocida, pero era cuestión de tiempo que se corriese la voz de su clínica. Igual que se corrió rápido con la de Archi. Ambos habían cubierto muy bien dos necesidades típicas de aquella ciudad.
—Creo que no conozco todavía a Lulú, no —admitió. Si Naeleth le incluía en una invitación futura no le importaría ir a ver la clínica y saber dónde estaba. Nunca se sabía cuándo podía hacer falta.
Al preguntarle Alice si todo iba bien en su casa, le respondió con una sonrisa maliciosa.
—Que va, ya se me ha caído el tejado encima. Si quieres pasarte un día a ver el destrozo eres bienvenida.
Era obvio que la estaba vacilando e invitando a la vez. En el fondo le apenaba que algunos de sus amigos aún no se hubiesen acercado a conocer su rincón, pero le había ocurrido a él algo parecido con las mudanzas del resto. De hecho le cogió por sorpresa escuchar que Heraldo también estaba preparando su propio hogar. Poco a poco se iban emancipando todos, y sin darse cuenta de cómo había ocurrido se habían vuelto ciudadanos corrientes de aquella ciudad de locos… que por otra parte también tenía su lado mundano. Experimentarlo le había ayudado mucho a superar su recelo post criba.
El raigaurum iba a empezar a servirse comida ahora que Alice había abierto la veda, pero una llamada más a la puerta le distrajo. Esperó a ver de quién se trataba y cuando pudo ver a Kei la saludó efusivamente con la mano y una gran sonrisa.
—¡Vente, Kei! Que te vas a quedar sin silla—bromeó—. ¿Cómo has estado?
—Creo que no conozco todavía a Lulú, no —admitió. Si Naeleth le incluía en una invitación futura no le importaría ir a ver la clínica y saber dónde estaba. Nunca se sabía cuándo podía hacer falta.
Al preguntarle Alice si todo iba bien en su casa, le respondió con una sonrisa maliciosa.
—Que va, ya se me ha caído el tejado encima. Si quieres pasarte un día a ver el destrozo eres bienvenida.
Era obvio que la estaba vacilando e invitando a la vez. En el fondo le apenaba que algunos de sus amigos aún no se hubiesen acercado a conocer su rincón, pero le había ocurrido a él algo parecido con las mudanzas del resto. De hecho le cogió por sorpresa escuchar que Heraldo también estaba preparando su propio hogar. Poco a poco se iban emancipando todos, y sin darse cuenta de cómo había ocurrido se habían vuelto ciudadanos corrientes de aquella ciudad de locos… que por otra parte también tenía su lado mundano. Experimentarlo le había ayudado mucho a superar su recelo post criba.
El raigaurum iba a empezar a servirse comida ahora que Alice había abierto la veda, pero una llamada más a la puerta le distrajo. Esperó a ver de quién se trataba y cuando pudo ver a Kei la saludó efusivamente con la mano y una gran sonrisa.
—¡Vente, Kei! Que te vas a quedar sin silla—bromeó—. ¿Cómo has estado?
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Emporio del ocultismo Maldita sea
29/08/23, 05:48 pm
La mala sombra asintió con solemnidad fingida cuando el zorro le preguntó si aquel era el emporio y abrazó a Keiria con su efusividad característica en cuanto apareció ante ella. El cumplido la kitsune le arrancó una sonrisa.
—Eso es que hoy me he levantado con suerte, ¡y veo que no soy la única! —respondió—. Pasa, pasa, ¡ponte cómoda!
Aprovechó la vuelta al interior para pasar por la mesa y servirse zumo, extendiendo su ofrecimiento con un gesto a todos los que quisieran. Pilló también otra galleta y buscó cualquier silla libre para prestar atención a lo que se hablaba. El tema había cambiado a uno más amable: las casas. Y, aunque algunas sabía que estaban en marcha, le sorprendió la noticia de que Heraldo también planeaba mudarse y había empezado ya con el proyecto de casa. Saria le dedicó una mirada a la humedad de la pared, Bonanza, y supo que, en el futuro, aquel local acabaría siendo su casa en Rocavarancolia. De momento era un alquiler, se había gastado los ahorros en ponerse las alas, pero la mala sombra sentía que le iría bien. Habían abierto un casino recientemente, además… Pero eso era un pensamiento para otro rato.
—¡Genial! —dijo tras la invitación de Naeleth. Lulú y Baste le generaban mucha curiosidad, de no ser porque la mala sombra no podía ver cómo funcionaría, ya habría dado por hecho que eran pareja. Baste en concreto era un tipo extraño, su cara era difícil de mirar y su personalidad no parecía más agradable tampoco—. Si queréis que me asegure de que vuestras casas están limpias de energías raras, también acepto pizzas —se ofreció, tras la onycemante. La parte más importante de aquel trabajo la haría sin querer, solo con mirar cuando la invitaran, e incluso si no se lo pedían, la mala sombra les alertaría de cualquier anomalía—. Y así de paso os podré juzgar por cómo las habéis decorado —bromeó, sabiendo que probablemente su gusto era el más cuestionable de todos.
>>¡Por cierto, Kin! ¿De qué planes hablabas antes? —al girarse hacia él, le dio sin querer con el ala a la mesa y apretó los labios para que no se le notara la vergüenza.
—Eso es que hoy me he levantado con suerte, ¡y veo que no soy la única! —respondió—. Pasa, pasa, ¡ponte cómoda!
Aprovechó la vuelta al interior para pasar por la mesa y servirse zumo, extendiendo su ofrecimiento con un gesto a todos los que quisieran. Pilló también otra galleta y buscó cualquier silla libre para prestar atención a lo que se hablaba. El tema había cambiado a uno más amable: las casas. Y, aunque algunas sabía que estaban en marcha, le sorprendió la noticia de que Heraldo también planeaba mudarse y había empezado ya con el proyecto de casa. Saria le dedicó una mirada a la humedad de la pared, Bonanza, y supo que, en el futuro, aquel local acabaría siendo su casa en Rocavarancolia. De momento era un alquiler, se había gastado los ahorros en ponerse las alas, pero la mala sombra sentía que le iría bien. Habían abierto un casino recientemente, además… Pero eso era un pensamiento para otro rato.
—¡Genial! —dijo tras la invitación de Naeleth. Lulú y Baste le generaban mucha curiosidad, de no ser porque la mala sombra no podía ver cómo funcionaría, ya habría dado por hecho que eran pareja. Baste en concreto era un tipo extraño, su cara era difícil de mirar y su personalidad no parecía más agradable tampoco—. Si queréis que me asegure de que vuestras casas están limpias de energías raras, también acepto pizzas —se ofreció, tras la onycemante. La parte más importante de aquel trabajo la haría sin querer, solo con mirar cuando la invitaran, e incluso si no se lo pedían, la mala sombra les alertaría de cualquier anomalía—. Y así de paso os podré juzgar por cómo las habéis decorado —bromeó, sabiendo que probablemente su gusto era el más cuestionable de todos.
>>¡Por cierto, Kin! ¿De qué planes hablabas antes? —al girarse hacia él, le dio sin querer con el ala a la mesa y apretó los labios para que no se le notara la vergüenza.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Emporio del ocultismo Maldita sea
02/09/23, 12:00 pm
La kitsune le devolvió el abrazo a su amiga con la misma efusividad, riendo suavemente cuando le lanzó un cumplido de vuelta y aceptando su invitación para seguirla al interior del emporio. Antes de reunirse con los demás comprobó si su ropa estaba en orden, sin embargo, alisando los pequeños pliegues que se habían formado en su falda al agacharse con una mano mientras se colocaba un mechón suelto detrás de la oreja con la otra. El cuenco de frutas flotó tras ella hasta el salón donde estaban sus compañeros y se posó con suavidad en un hueco libre de la mesa.
—¡Hola! —saludó con entusiasmo en cuanto Kin se dirigió a ella, repartiendo abrazos y estrechamientos de manos entre los presentes según las preferencias de cada uno—. No me puedo quejar, la verdad, mucho trabajo y todo eso pero de momento estoy genial. —le respondió al demonio raigaurum con una sonrisa.
Después, tras sacarle la lengua al irrense por su broma, se sentó en una de las varias sillas libres que había aún disponibles e intentó seguir la conversación. La ibolense no estaba del todo segura, pero por lo poco que había oído decir a Saria aparentemente trataba sobre mudanzas, y mientras la ordesa se ofrecía a ser inspectora de energías negativas ella procedió a servirse un vaso de zumo y llenar un plato vacío con algo de picoteo.
Cuando el ala de su amiga chocó con la mesa su primer impulso fue preguntarle si se encontraba bien o le había dolido, pero al ver su expresión decidió desviar la atención sobre el asunto.
—¿Qué planes son esos, Kin? —se interesó en su lugar tras la mala sombra, mirándole fijamente mientras al mismo tiempo iba llenándose los carrillos de uvas. Su intención era resultar inquisitiva, pero en realidad lo único que estaba consiguiendo era parecerse a una ardilla.
—¡Hola! —saludó con entusiasmo en cuanto Kin se dirigió a ella, repartiendo abrazos y estrechamientos de manos entre los presentes según las preferencias de cada uno—. No me puedo quejar, la verdad, mucho trabajo y todo eso pero de momento estoy genial. —le respondió al demonio raigaurum con una sonrisa.
Después, tras sacarle la lengua al irrense por su broma, se sentó en una de las varias sillas libres que había aún disponibles e intentó seguir la conversación. La ibolense no estaba del todo segura, pero por lo poco que había oído decir a Saria aparentemente trataba sobre mudanzas, y mientras la ordesa se ofrecía a ser inspectora de energías negativas ella procedió a servirse un vaso de zumo y llenar un plato vacío con algo de picoteo.
Cuando el ala de su amiga chocó con la mesa su primer impulso fue preguntarle si se encontraba bien o le había dolido, pero al ver su expresión decidió desviar la atención sobre el asunto.
—¿Qué planes son esos, Kin? —se interesó en su lugar tras la mala sombra, mirándole fijamente mientras al mismo tiempo iba llenándose los carrillos de uvas. Su intención era resultar inquisitiva, pero en realidad lo único que estaba consiguiendo era parecerse a una ardilla.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manual
Re: Emporio del ocultismo Maldita sea
04/09/23, 09:17 pm
—Sí —respondió a la nublina—. Estuve durante un tiempo revisando residencias abandonadas en diversas zonas. Al final encontré una apropiada en una antigua zona residencial bastante cercana al Anfiteatro y al Barrio de los Mil Dioses.
A Heraldo le pareció graciosa la recriminación cariñosa de Onyx.
—Ay. Juraría que te lo había comentado ya, Onyx —le dijo—. Pero igual hasta se me pasó. Actualmente me encuentro limpiando el jardín, la casa en sí no requiere muchas reparaciones, por suerte. Pero aún así puedes pasarte a ayudar cuando te apetezca. Igual tenemos que… ¿Cómo decías? ¿Solicitar unas pizzas y abrir unas cervezas?
»Pero bueno. Me encantaría invitaros también cuando termine. Así como me gustaría aceptar esa invitación tuya, Naeleth.
Heraldo aprovechó que se hablaba de comida para empezar a tomar algo de esta también. Mientras, se quedó un rato oyendo mientras sus compañeros comentaban sobre sus planes, así como se mostró interesado por los que fueran que mencionó Kin.
A Heraldo le pareció graciosa la recriminación cariñosa de Onyx.
—Ay. Juraría que te lo había comentado ya, Onyx —le dijo—. Pero igual hasta se me pasó. Actualmente me encuentro limpiando el jardín, la casa en sí no requiere muchas reparaciones, por suerte. Pero aún así puedes pasarte a ayudar cuando te apetezca. Igual tenemos que… ¿Cómo decías? ¿Solicitar unas pizzas y abrir unas cervezas?
»Pero bueno. Me encantaría invitaros también cuando termine. Así como me gustaría aceptar esa invitación tuya, Naeleth.
Heraldo aprovechó que se hablaba de comida para empezar a tomar algo de esta también. Mientras, se quedó un rato oyendo mientras sus compañeros comentaban sobre sus planes, así como se mostró interesado por los que fueran que mencionó Kin.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Emporio del ocultismo Maldita sea
06/09/23, 09:59 pm
Archime
—Yo tampoco conozco a Lulú porque ya me había mudado cuando llegó —añadió tras Kin.
Finalmente llegó Keiria, quien ya era la última invitada que esperaban, al parecer, y la saludó igual que había hecho con el resto. El kairós no tenía ni idea de que la ulterana había cambiado de trabajo o tal vez le hubiese preguntado a qué se dedicaba específicamente, pero por sus palabras simplemente pensó que se refería a su anterior puesto en la Taberna.
Entre el comentario de la humana respecto a la comida y ver que varios ya estaban cogiendo, hizo lo propio. Empezó por uno de los zumos de la onycemante, al haberlos mencionado directamente y siguió por los aperitivos preparados por Saria, probándolos en orden.
—Todo está muy bueno —comentó una vez hubo probado, al menos, uno de cada.
Sus amigos ya sabían que su negocio iba bien, por lo que no creía que tuviera que repetirlo, y se alegraba de a que también fuese así para ellos. El comentario de Kin, no obstante, le hizo mirar hacia él con un interrogante, pues se había tomado de forma literal lo que había dicho en un principio. Las reacciones del resto le advirtieron de que se trataba de una broma, al parecer, por lo que no llegó a decir nada y dejó de preocuparse. No sabía hasta qué punto era broma el ofrecimiento de Saria, pero sin duda lo que decía la ordesa era algo que su transformación podía hacer.
>>Yo no tengo demasiada decoración, pero puedes venir a la clínica cuando quieras. Todos podéis venir. Pizzas sí puedo tener, si recuerdo comprarlas primero —respondió por si acaso. Fuese broma o no, creía que no era un comentario inadecuado. Tal vez.
Heraldo les dijo dónde pensaba mudarse y también ofreció su ayuda, al menos si necesitaba un usuario de magia para el traslado o las reparaciones. Por supuesto, también acudiría a cualquier invitación de cualquiera de los presentes mientras no tuviera planeada una cirugía para la fecha en cuestión. Varios habían preguntado a Kin por sus planes, en los que él ya había estado ayudando siempre que era necesario y a cambio su amigo le había llevado mucha comida casera y recordado que trabajase menos. Apreciaba mucho lo primero y aunque entendía la preocupación, la verdad era que conseguir que el ingeniero trabajase menos era, cuanto menos, imposible.
Naeleth
Rio ante la broma de Alice, pero se aseguraría de recordarlo para cuando la visitase, porque la verdad es que la nublina sí que solía tener pizzas congeladas como opción para cuando no le apeteciese cocinar… Lo cual era bastante a menudo. Cervezas no, ya que apenas bebía alcohol y todavía no se había hecho al gusto de una bebida tan amarga, pero también anotó mentalmente que debería comprar alguna bebida de ese tipo para las visitas. Ante el “reproche” sobre la comida volvió a reír e imitó a Archime: cogió un zumo casi al mismo tiempo que él y también planeaba probar un poco de todo, aunque en su caso lo haría primando aquellos aperitivos que le tuviesen mejor pinta.
—En cuanto sepa cuándo es buen día os lo diré —le aseguró a la onycemante—. Tengo que ponerme de acuerdo con Lulú además. Yo creo que os va a caer muy bien —añadió mirando hacia los irrenses, que afirmaban que no conocían a su compañero de trabajo.
>>¡Cuánto tiempo, Keiria! —saludó a la kitsune levantándose para darle un abrazo también—. ¿No te irás a mudar tú también sin que lo sepamos? —bromeó—. ¿Sigues trabajando en la Taberna del Mago Tuerto?
Atendió a la explicación de Heraldo y asintió ante sus palabras.
—No puedo prometer mucha ayuda porque tengo la agenda bastante apretada, pero cuando te vayas a mudar avisa y si puedo te echo una mano —. Tras el ofrecimiento, se mantuvo unos segundos sin añadir nada, pues estaba masticando—. A mí me encantaría que inspeccionaras mi casa, Saria. No me ha ocurrido ningún incidente que no pueda explicar mi propia torpeza, pero un examen de la mayor experta en maldiciones y vibraciones energéticas nunca está de más —bromeó, aunque más que dispuesta a aceptar el ofrecimiento de la mala sombra—. Espero que os gusten las bebidas frías —añadió riéndose, contenta de que todos quisiesen aceptar su invitación.
No quería saturar al demonio raigaurum a preguntas, pero lo cierto era que desconocía a qué se dedicaba Kin. No sabía si tenía un negocio propio, o al menos en ciernes. Si no salía a la luz ya le preguntaría al respecto: le daba algo de vergüenza lo poco que sabía sobre algunos de sus amigos, aunque era cierto que había tenido bastante menos trato con el irrense mayor que con casi todos los demás.
—Yo tampoco conozco a Lulú porque ya me había mudado cuando llegó —añadió tras Kin.
Finalmente llegó Keiria, quien ya era la última invitada que esperaban, al parecer, y la saludó igual que había hecho con el resto. El kairós no tenía ni idea de que la ulterana había cambiado de trabajo o tal vez le hubiese preguntado a qué se dedicaba específicamente, pero por sus palabras simplemente pensó que se refería a su anterior puesto en la Taberna.
Entre el comentario de la humana respecto a la comida y ver que varios ya estaban cogiendo, hizo lo propio. Empezó por uno de los zumos de la onycemante, al haberlos mencionado directamente y siguió por los aperitivos preparados por Saria, probándolos en orden.
—Todo está muy bueno —comentó una vez hubo probado, al menos, uno de cada.
Sus amigos ya sabían que su negocio iba bien, por lo que no creía que tuviera que repetirlo, y se alegraba de a que también fuese así para ellos. El comentario de Kin, no obstante, le hizo mirar hacia él con un interrogante, pues se había tomado de forma literal lo que había dicho en un principio. Las reacciones del resto le advirtieron de que se trataba de una broma, al parecer, por lo que no llegó a decir nada y dejó de preocuparse. No sabía hasta qué punto era broma el ofrecimiento de Saria, pero sin duda lo que decía la ordesa era algo que su transformación podía hacer.
>>Yo no tengo demasiada decoración, pero puedes venir a la clínica cuando quieras. Todos podéis venir. Pizzas sí puedo tener, si recuerdo comprarlas primero —respondió por si acaso. Fuese broma o no, creía que no era un comentario inadecuado. Tal vez.
Heraldo les dijo dónde pensaba mudarse y también ofreció su ayuda, al menos si necesitaba un usuario de magia para el traslado o las reparaciones. Por supuesto, también acudiría a cualquier invitación de cualquiera de los presentes mientras no tuviera planeada una cirugía para la fecha en cuestión. Varios habían preguntado a Kin por sus planes, en los que él ya había estado ayudando siempre que era necesario y a cambio su amigo le había llevado mucha comida casera y recordado que trabajase menos. Apreciaba mucho lo primero y aunque entendía la preocupación, la verdad era que conseguir que el ingeniero trabajase menos era, cuanto menos, imposible.
Naeleth
Rio ante la broma de Alice, pero se aseguraría de recordarlo para cuando la visitase, porque la verdad es que la nublina sí que solía tener pizzas congeladas como opción para cuando no le apeteciese cocinar… Lo cual era bastante a menudo. Cervezas no, ya que apenas bebía alcohol y todavía no se había hecho al gusto de una bebida tan amarga, pero también anotó mentalmente que debería comprar alguna bebida de ese tipo para las visitas. Ante el “reproche” sobre la comida volvió a reír e imitó a Archime: cogió un zumo casi al mismo tiempo que él y también planeaba probar un poco de todo, aunque en su caso lo haría primando aquellos aperitivos que le tuviesen mejor pinta.
—En cuanto sepa cuándo es buen día os lo diré —le aseguró a la onycemante—. Tengo que ponerme de acuerdo con Lulú además. Yo creo que os va a caer muy bien —añadió mirando hacia los irrenses, que afirmaban que no conocían a su compañero de trabajo.
>>¡Cuánto tiempo, Keiria! —saludó a la kitsune levantándose para darle un abrazo también—. ¿No te irás a mudar tú también sin que lo sepamos? —bromeó—. ¿Sigues trabajando en la Taberna del Mago Tuerto?
Atendió a la explicación de Heraldo y asintió ante sus palabras.
—No puedo prometer mucha ayuda porque tengo la agenda bastante apretada, pero cuando te vayas a mudar avisa y si puedo te echo una mano —. Tras el ofrecimiento, se mantuvo unos segundos sin añadir nada, pues estaba masticando—. A mí me encantaría que inspeccionaras mi casa, Saria. No me ha ocurrido ningún incidente que no pueda explicar mi propia torpeza, pero un examen de la mayor experta en maldiciones y vibraciones energéticas nunca está de más —bromeó, aunque más que dispuesta a aceptar el ofrecimiento de la mala sombra—. Espero que os gusten las bebidas frías —añadió riéndose, contenta de que todos quisiesen aceptar su invitación.
No quería saturar al demonio raigaurum a preguntas, pero lo cierto era que desconocía a qué se dedicaba Kin. No sabía si tenía un negocio propio, o al menos en ciernes. Si no salía a la luz ya le preguntaría al respecto: le daba algo de vergüenza lo poco que sabía sobre algunos de sus amigos, aunque era cierto que había tenido bastante menos trato con el irrense mayor que con casi todos los demás.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Emporio del ocultismo Maldita sea
15/09/23, 12:55 pm
Al llegar Keiria se dio cuenta de apenas quedaba nadie más que pudiese aparecer en la reunión, y probablemente a esas alturas ya no lo harían. Las ausencias respecto a la criba se notaban, pero había aprendido a no pensar en ellas. Habían sido un grupo grande, si contaban cuando se reunían los tres torreones, y ahora quedaba… eso. Aquel pensamiento fugaz fue enterrado enseguida mientras saludaba a la kitsune y escuchaba acerca de la casa de Heraldo. Era curioso pensar que tantos se habían mudado recientemente o lo harían pronto, y tenía curiosidad por qué habían preparado cada uno de ellos.
—A este paso podemos poner un día para hacer un tour por toda la ciudad visitando casas… con pizza, bebidas frías y, lo más importante, inspectora de malos rollos. —Terminó la broma señalando a Saria con las dos manos como si la estuviese presentando al público.
El raigaurum recordó que había hablado de tener planes cuando Saria lo mencionó, captando también la atención de Keiria. No recordaba si había olvidado decírselo la última vez que la había visto, pero también era cierto que no hacía tanto que se había propuesto en serio cambiar de trabajo.
—No es nada grande —dijo con una media sonrisa, quitándole peso a algo que podía parecer más interesante de lo que realmente era—. Seguramente tenga que seguir trabajando en el granero, aunque reduzca las horas. Mi amigo de Irraria, Ippon, se mudó a Ío hace poco por un concurso de traslados. Gracias a eso estoy pudiendo comerciar con tecnología irrense sin llamar la atención, y quiero ampliar el negocio para ofrecer productos humanos y frivys. También planeo ofrecer servicios de reparación más adelante. La tecnología de la Tierra y de Frivowaldanny es simple comparadas con la nuestra. —Al terminar la explicación hizo una pequeña pausa—. Sé que no es lo que más demanda tiene en Rocavarancolia, pero precisamente por eso me parecía importante invertir tiempo aprendiendo a reparar lo que venda. Cualquiera puede robar en un mundo vinculado, pero alguien tiene que enseñarte cómo funciona o saber arreglarlo. Y aun así seguro que me sale más rentable el granero —rio—, pero estoy de mover de sitio hortalizas hasta el hocico.
—A este paso podemos poner un día para hacer un tour por toda la ciudad visitando casas… con pizza, bebidas frías y, lo más importante, inspectora de malos rollos. —Terminó la broma señalando a Saria con las dos manos como si la estuviese presentando al público.
El raigaurum recordó que había hablado de tener planes cuando Saria lo mencionó, captando también la atención de Keiria. No recordaba si había olvidado decírselo la última vez que la había visto, pero también era cierto que no hacía tanto que se había propuesto en serio cambiar de trabajo.
—No es nada grande —dijo con una media sonrisa, quitándole peso a algo que podía parecer más interesante de lo que realmente era—. Seguramente tenga que seguir trabajando en el granero, aunque reduzca las horas. Mi amigo de Irraria, Ippon, se mudó a Ío hace poco por un concurso de traslados. Gracias a eso estoy pudiendo comerciar con tecnología irrense sin llamar la atención, y quiero ampliar el negocio para ofrecer productos humanos y frivys. También planeo ofrecer servicios de reparación más adelante. La tecnología de la Tierra y de Frivowaldanny es simple comparadas con la nuestra. —Al terminar la explicación hizo una pequeña pausa—. Sé que no es lo que más demanda tiene en Rocavarancolia, pero precisamente por eso me parecía importante invertir tiempo aprendiendo a reparar lo que venda. Cualquiera puede robar en un mundo vinculado, pero alguien tiene que enseñarte cómo funciona o saber arreglarlo. Y aun así seguro que me sale más rentable el granero —rio—, pero estoy de mover de sitio hortalizas hasta el hocico.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Emporio del ocultismo Maldita sea
15/09/23, 02:14 pm
La bruja se lo estaba pasando mejor de lo esperado. No fue consciente de cuánto echaba de menos aquel buen ambiente hasta que se topó con las brujas en Serpentaria el otro día, y después de esta merienda no podía sino afirmarse en esa nostalgia. Miraba a unos y otros con una sonrisa imperecedera excepto cuando engullía las galletas o el zumo. Incluso celebró con un aplauso sin sonido el momento en que le siguieron y empezaron a comer, o se palmeó las piernas de lo divertido que le parecía Kei con los carrillos llenos como una ardilla.
—Kin, si se te cayó el tejado encima... ¡te puedo poner un paraguas gigante en lo alto! Tendré que pasarme a ver cómo lo encajamos —se reía—. Y mi queridísimo Heraldo... es muy probable que me haya despistado u olvidado. Pero me pasaré en cuanto pueda, eso por descontado. O bien por mi cuenta o bien cuando hagamos el tour que dice nuestro ciber-amigo. Podemos llevar más comida aparte de pizzas, y también bebidas frías o sin alcohol, que la cerveza no es buena amiga del trabajo —señaló con un guiño a Nae.
—¡Pizza de cosechado para todes! —bramó entonces una onyce, asomándose de un bolsillo. El lenguaje inclusivo debía haberlo escuchado de la cosecha actual.
La bruja intentó ignorarle pero la mención a la cosecha pudo con ella y se distrajo un momento. «Míranos, Rocavarancolia. Estamos hablando de independizarnos, de salir de los refugios por segunda vez y buscarnos la vida. Esto es todo lo que queda de nuestra criba después de que te llevaras al resto, pero aquí seguimos» pensó, pero sacudió la cabeza exageradamente con riesgo de atizarle a alguien con la trenza, y volvió al presente. Estaban hablando de sus casas, ¡sus casas! Seguían sobreviviendo y no iba a pensar en esas cosas ahora. Dio una orden mental a algunas de sus sombras y estas aparecieron de más bolsillos, agazapadas y listas para lo que les pidiera.
—Me vais a tener pululando por vuestros tugurios en breves, con o sin tour. Pero ya sabéis el dicho: en casa de herrero... yo aún no tengo mi madriguera lista. Estoy con los planos aún. Quiero rescatar alguna torretillaa o farillo que aún quede en pie o levantar una torrecilla yo y luego ponerle patas para ir por la ciudad —empezó a describir. Al parar, las sombras más pequeñas se pusieron a dibujar en el aire en tamaño repoblador lo que la bruja fuera explicando.
>>>. En lo alto tendrá varias grúas para cargar con materiales y varias bolas de demolición para las reformas. O si no... Una casa flotante hecha de onyces de las grandotas. Una casita sencillita con su saloncito, cocina y dormitorio, pero con mucho rollo gótico y oscurillo por ser de onyces. El baño será como antaño, por la ventana. Y en cualquier caso, si es una casa móvil tendrá megáfonos para ir diciendo...
Y entonces asomaron tres onyces con bocas de lo más extrañas que entonaron un coro de lo más estridente.
—"Ha llegado la constructora. Reformas, construcciones nuevas, arreglos menores, con o sin licencia de obra, precios competitivos
Sobre las cabezas de los comensales quedaban las dos ideas que había descrito Alice, danzando en el aire hasta difuminarse otra vez y volver a los bolsillos. La casa de sombras había sido espeluznante y la torre con patas y grúas digna de una novela steampunk.
Se reía mientras volvían a sus escondites. No iba en serio, por descontado. No del todo, ya que tenía que luchar contra la excentricidad de los brujos y su propio frikismo terrícola para no querer vivir en un sitio así o remotamente cercano a lo que había descrito. Quizás había jugado demasiado a Minecraft en la Tierra.
—Kin, si se te cayó el tejado encima... ¡te puedo poner un paraguas gigante en lo alto! Tendré que pasarme a ver cómo lo encajamos —se reía—. Y mi queridísimo Heraldo... es muy probable que me haya despistado u olvidado. Pero me pasaré en cuanto pueda, eso por descontado. O bien por mi cuenta o bien cuando hagamos el tour que dice nuestro ciber-amigo. Podemos llevar más comida aparte de pizzas, y también bebidas frías o sin alcohol, que la cerveza no es buena amiga del trabajo —señaló con un guiño a Nae.
—¡Pizza de cosechado para todes! —bramó entonces una onyce, asomándose de un bolsillo. El lenguaje inclusivo debía haberlo escuchado de la cosecha actual.
La bruja intentó ignorarle pero la mención a la cosecha pudo con ella y se distrajo un momento. «Míranos, Rocavarancolia. Estamos hablando de independizarnos, de salir de los refugios por segunda vez y buscarnos la vida. Esto es todo lo que queda de nuestra criba después de que te llevaras al resto, pero aquí seguimos» pensó, pero sacudió la cabeza exageradamente con riesgo de atizarle a alguien con la trenza, y volvió al presente. Estaban hablando de sus casas, ¡sus casas! Seguían sobreviviendo y no iba a pensar en esas cosas ahora. Dio una orden mental a algunas de sus sombras y estas aparecieron de más bolsillos, agazapadas y listas para lo que les pidiera.
—Me vais a tener pululando por vuestros tugurios en breves, con o sin tour. Pero ya sabéis el dicho: en casa de herrero... yo aún no tengo mi madriguera lista. Estoy con los planos aún. Quiero rescatar alguna torretillaa o farillo que aún quede en pie o levantar una torrecilla yo y luego ponerle patas para ir por la ciudad —empezó a describir. Al parar, las sombras más pequeñas se pusieron a dibujar en el aire en tamaño repoblador lo que la bruja fuera explicando.
>>>. En lo alto tendrá varias grúas para cargar con materiales y varias bolas de demolición para las reformas. O si no... Una casa flotante hecha de onyces de las grandotas. Una casita sencillita con su saloncito, cocina y dormitorio, pero con mucho rollo gótico y oscurillo por ser de onyces. El baño será como antaño, por la ventana. Y en cualquier caso, si es una casa móvil tendrá megáfonos para ir diciendo...
Y entonces asomaron tres onyces con bocas de lo más extrañas que entonaron un coro de lo más estridente.
—"Ha llegado la constructora. Reformas, construcciones nuevas, arreglos menores, con o sin licencia de obra, precios competitivos
Sobre las cabezas de los comensales quedaban las dos ideas que había descrito Alice, danzando en el aire hasta difuminarse otra vez y volver a los bolsillos. La casa de sombras había sido espeluznante y la torre con patas y grúas digna de una novela steampunk.
Se reía mientras volvían a sus escondites. No iba en serio, por descontado. No del todo, ya que tenía que luchar contra la excentricidad de los brujos y su propio frikismo terrícola para no querer vivir en un sitio así o remotamente cercano a lo que había descrito. Quizás había jugado demasiado a Minecraft en la Tierra.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Emporio del ocultismo Maldita sea
21/09/23, 03:48 pm
La ordesa estaba contenta con el buen ambiente que había hasta tal punto, que a veces cogía comida de la mesa sin fisgonear previamente qué plato tenía menos probabilidades de accidente. Le alegraba oír que a Keiria le fuera bien en el trabajo (aunque todavía creía que estaba en la taberna) y le gustó escuchar las aventuras de emancipación del resto. A Archi en concreto le dedicó una sonrisa cuando le dedicó un cumplido por la comida.
—Los del Mesón, que son unos artistas —reconoció.
Cuando Kin la nombró inspectora de malos rollos, la ordesa dejó escapar un chasquido de lengua a modo de aprobación y se rió.
—Voy a apropiarme de ese título y lo sabes —le dijo. Y aprovechó para responder a Naeleth, que parecía querer de veras que se pasase a echarle un ojo a la casa—. Seguro que está limpia, pero también puedo decirte qué esquinas y patas de muebles son más puñeteras, por si quieres acolcharlas —se rio. Y hablando de casas, la ordesa flipó en colores con la descripción de la torre que Alice pretendía realizar, reforzado su asombro por los dibujos en tres dimensiones que realizaban las sombras—. Si al final te decantas por la casa de onyces, no habrá manera de limpiarle la energía negativa —bromeó. El dominio de la bruja no era famoso por sus frases de ánimo ni apoyo moral, más bien lo contrario.
Finalmente escuchó con curiosidad a Kin y le encantó ver lo clara que tenía su idea de negocio. La mala sombra dio un par de aplausos de alegría cuando el demonio raigaurum acabó de hablar.
—Tio, se te va a dar genial, ya lo verás —le animó—. Y que sepas que pienso comprarte todos los videojuegos de rol que traigas.
Al final el rol seguía siendo su pasatiempo favorito, junto con la lectura y la costura. Había tenido la oportunidad de jugar con consolas irrenses con sus amigos y había oído historias sobre juegos humanos super chulos, como las Fantasías Finales o los Reinos de los Corazones y las Puertas de Baldur. La ordesa siempre había querido satisfacer su curiosidad y por fin podría, gracias a Kin.
—Los del Mesón, que son unos artistas —reconoció.
Cuando Kin la nombró inspectora de malos rollos, la ordesa dejó escapar un chasquido de lengua a modo de aprobación y se rió.
—Voy a apropiarme de ese título y lo sabes —le dijo. Y aprovechó para responder a Naeleth, que parecía querer de veras que se pasase a echarle un ojo a la casa—. Seguro que está limpia, pero también puedo decirte qué esquinas y patas de muebles son más puñeteras, por si quieres acolcharlas —se rio. Y hablando de casas, la ordesa flipó en colores con la descripción de la torre que Alice pretendía realizar, reforzado su asombro por los dibujos en tres dimensiones que realizaban las sombras—. Si al final te decantas por la casa de onyces, no habrá manera de limpiarle la energía negativa —bromeó. El dominio de la bruja no era famoso por sus frases de ánimo ni apoyo moral, más bien lo contrario.
Finalmente escuchó con curiosidad a Kin y le encantó ver lo clara que tenía su idea de negocio. La mala sombra dio un par de aplausos de alegría cuando el demonio raigaurum acabó de hablar.
—Tio, se te va a dar genial, ya lo verás —le animó—. Y que sepas que pienso comprarte todos los videojuegos de rol que traigas.
Al final el rol seguía siendo su pasatiempo favorito, junto con la lectura y la costura. Había tenido la oportunidad de jugar con consolas irrenses con sus amigos y había oído historias sobre juegos humanos super chulos, como las Fantasías Finales o los Reinos de los Corazones y las Puertas de Baldur. La ordesa siempre había querido satisfacer su curiosidad y por fin podría, gracias a Kin.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Emporio del ocultismo Maldita sea
27/09/23, 08:52 pm
La kitsune sonrió ante la pregunta de Naeleth, consciente de que posiblemente ninguno de sus compañeros de cosecha supiera aún que había cambiado de trabajo. Podía excusarse en que aún era bastante reciente, pero lo cierto es que era una mezcla de descuido personal y falta de comunicación con sus amigos.
—No, la verdad es que no —le respondió a la bruja con una mueca de disculpa generalizada—. Ahora trabajo en el casino Lago Aúreo. ¿Alguno lo conoce? —les preguntó a los presentes—. Y lo de mudarme… bueno, me da un poco de vergüenza decirlo, pero aún ni me lo había planteado. —reconoció en un tono más confidencial únicamente para la nublina, escuchando a continuación cuáles eran los planes de Kin.
Keiria no podría haber dicho que estaba sorprendida por saber el rumbo que había escogido el raigaurum, pues conocía su predilección por los videojuegos e incluso era posible que el chico ya le hubiera comentado algo al respecto tiempo atrás, pero se alegró por que hubiera dado un paso adelante para lograr sus objetivos.
—¡Enhorabuena! —le felicitó con una gran sonrisa, dándole una palmada afectuosa en la espalda—. Seguro que te va genial, ya lo verás, pero me sumo a eso de ser cliente habitual. —añadió, dándole un trago a su refresco con expresión de satisfacción.
La demostración de Alice con sus onyces para ilustrar sus palabras y pensamientos le arrancó una exclamación de sorpresa, pues como buena ilusionista sabía apreciar el despliegue audiovisual y el buen gusto de la australiana. No lo dijo en voz alta, pues no quería llamar la atención sobre su nulos planes de mudanza a corto plazo, pero si necesitaba ayuda con el diseño de su hipotético nuevo hogar se apuntó mentalmente pedirle ayuda a la bruja.
—Con semejante publicidad te tienen que llover las ofertas, ¿no? —rió tras la demostración de sus estridentes compañeras.
—No, la verdad es que no —le respondió a la bruja con una mueca de disculpa generalizada—. Ahora trabajo en el casino Lago Aúreo. ¿Alguno lo conoce? —les preguntó a los presentes—. Y lo de mudarme… bueno, me da un poco de vergüenza decirlo, pero aún ni me lo había planteado. —reconoció en un tono más confidencial únicamente para la nublina, escuchando a continuación cuáles eran los planes de Kin.
Keiria no podría haber dicho que estaba sorprendida por saber el rumbo que había escogido el raigaurum, pues conocía su predilección por los videojuegos e incluso era posible que el chico ya le hubiera comentado algo al respecto tiempo atrás, pero se alegró por que hubiera dado un paso adelante para lograr sus objetivos.
—¡Enhorabuena! —le felicitó con una gran sonrisa, dándole una palmada afectuosa en la espalda—. Seguro que te va genial, ya lo verás, pero me sumo a eso de ser cliente habitual. —añadió, dándole un trago a su refresco con expresión de satisfacción.
La demostración de Alice con sus onyces para ilustrar sus palabras y pensamientos le arrancó una exclamación de sorpresa, pues como buena ilusionista sabía apreciar el despliegue audiovisual y el buen gusto de la australiana. No lo dijo en voz alta, pues no quería llamar la atención sobre su nulos planes de mudanza a corto plazo, pero si necesitaba ayuda con el diseño de su hipotético nuevo hogar se apuntó mentalmente pedirle ayuda a la bruja.
—Con semejante publicidad te tienen que llover las ofertas, ¿no? —rió tras la demostración de sus estridentes compañeras.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manual
Personajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: Emporio del ocultismo Maldita sea
29/09/23, 06:02 pm
Heraldo Rocuo estaba disfrutando del ambiente en la sala. La gente estaba relajada, amigable y la conversación era agradable. Daba gusto pasar tiempo de nuevo con sus amistades más próximas, pero también se encontraba a gusto con aquellos a los que conocía menos. Rio ligeramente ante la sugerencia de Kin, aunque lo cierto es que le gustaba la idea.
—Si algún día se realiza tal “tour”, podéis contar conmigo.
El negocio del irrense le pareció muy curioso. No tenía mucha idea sobre tecnología pero parecía que estaba apuntando hacia un nicho con el que la ciudad no contaba aún y que podía atraer especialmente a transformados de mundos con un desarrollo tecnológico bastante avanzado.
Un puñado no solo parecían dispuestos a visitarle cuando su casa estuviera finalizada, sino también a ayudarle con la construcción. Onyx se mostró especialmente interesada.
—Por supuesto, tendré vuestras ofertas de ayuda en cuenta. Especialmente cuando quiera decorar. Tengo algunas ideas básicas, pero no soy especialmente creativo —les respondió—. De hecho, Onyx: ¿crees que tus sombras podrían ayudar a remover algunos deshechos muy pesados? Hay una pared en muy mal estado que, pienso, debería reconstruir.
El proyecto de esta misma le pareció muy interesante. Si es que él ya sabía que su amiga es una persona de ideas y proyectos grandes.
—Parece que tienes una idea bastante clara sobre lo que quieres —comentó—. Y por supuesto, estoy dispuesto a ayudarte en lo que sea también.
Al ochrorio no le sonaba el casino que mencionó Keiriarei, pero se alegró sinceramente por ella. Parecía ser, sin duda, un cambio que ella deseaba.
—Si algún día se realiza tal “tour”, podéis contar conmigo.
El negocio del irrense le pareció muy curioso. No tenía mucha idea sobre tecnología pero parecía que estaba apuntando hacia un nicho con el que la ciudad no contaba aún y que podía atraer especialmente a transformados de mundos con un desarrollo tecnológico bastante avanzado.
Un puñado no solo parecían dispuestos a visitarle cuando su casa estuviera finalizada, sino también a ayudarle con la construcción. Onyx se mostró especialmente interesada.
—Por supuesto, tendré vuestras ofertas de ayuda en cuenta. Especialmente cuando quiera decorar. Tengo algunas ideas básicas, pero no soy especialmente creativo —les respondió—. De hecho, Onyx: ¿crees que tus sombras podrían ayudar a remover algunos deshechos muy pesados? Hay una pared en muy mal estado que, pienso, debería reconstruir.
El proyecto de esta misma le pareció muy interesante. Si es que él ya sabía que su amiga es una persona de ideas y proyectos grandes.
—Parece que tienes una idea bastante clara sobre lo que quieres —comentó—. Y por supuesto, estoy dispuesto a ayudarte en lo que sea también.
Al ochrorio no le sonaba el casino que mencionó Keiriarei, pero se alegró sinceramente por ella. Parecía ser, sin duda, un cambio que ella deseaba.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Emporio del ocultismo Maldita sea
05/10/23, 06:09 pm
Archime
Asintió levemente a la criomante cuando esta mencionó que quería que visitasen su casa y conociesen a Lulú. No se oponía en absoluto a la idea y el biomecánico se sorprendía a sí mismo incluso pensando en que los mejores descansos del trabajo eran momentos como aquel, que pasaba con sus amigos. De algún modo, aunque todavía había muchas cosas que no entendía y que no podía sentir el mismo rango de emociones que ellos, no le parecía aburrido charlar sobre cosas más banales con ellos, incluso si él mismo nunca tenía mucho que decir al respecto. Incluso si la sugerencia de Kin había ido acompañada de un tono que hacía probable que se tratase de otra broma, ni siquiera se hubiera opuesto a una propuesta en serio como esa.
Su compatriota explicó en qué consistía el negocio en el que estaba trabajando, escuchándole con interés aunque ya conocía prácticamente todos los detalles. Como apasionado de la tecnología, a él también le interesaban los aparatos de otros mundos, fuesen o no recreacionales.
Alice también parecía tener bastante claros sus planes a futuro, aunque sin duda se preguntó por qué, con la profesión que había elegido, no había priorizado construir su propia casa primero. Cuando empezó a describir cómo iba a ser dicha construcción, el kairós creyó en esa ocasión que hablaba en serio, prestando mucha atención e imaginado en su cabeza cómo podía llevarse a cabo algo así, hasta que se empezó a reír. Si tuviera la capacidad de modificar sus expresiones faciales más allá de los sutiles signos que aparecían a veces, sin duda la vergüenza se habría reflejado en su rostro.
Tomó nota mental de que la comida que Saria les ofrecía provenía del Mesón. Imaginaba a cuál se refería, y llevaba un tiempo queriendo comer allí, pero nunca encontraba el momento o más bien se le olvidaba cuando salía en busca de recarga mágica. Ahora que sabía que podía pedir comida para llevar, la idea era todavía más atractiva.
La ulterana les aclaró que había cambiado de empleo. El ingeniero no conocía muy a fondo el funcionamiento de los Casinos, pero podía hacerse una idea de por qué querrían a una ilusionista como Keiria en un sitio así.
—Yo sí, he pasado varias veces cerca de allí mientras se construía, y después —le respondió a su amiga. No aclaró el motivo, pues suponía que se sobre entendía. Sin duda era una construcción ambiciosa y extravagante—. Enhorabuena por tu nuevo empleo.
Añadió al ofrecimiento de Heraldo que él también podía colaborar con hechizos complejos si lo necesitaban en cualquiera de sus proyectos.
Naeleth
Los planes de Kin involucraban tecnología de planetas como los de sus amigos irrenses que ella desconocía por completo. Aunque sin duda ya había visto algunos de esos cachivaches cuando vivía en Serpentaria y le habían producido bastante curiosidad. También, más recientemente, algunos de sus clientes le habían mostrado o mencionado acerca de aparatos así.
—Yo creo que sí vas a tener clientes —le dijo—. Algunos de mis pacientes me cuentan que echan de menos cosas como esas. No lo entiendo muy bien y me siento muy torpe intentando ayudarles sin ningún conocimiento al respecto. Si te parece bien, cuando tengas tiempo y mercancía me gustaría que me enseñases un poco acerca del tema.
Su interés era más profesional que personal, pero sentía que si quería ser la mejor en su campo necesitaba aprender acerca de todos los temas que podían surgir en las sesiones de terapia. Cosas complicadas para su sencillo origen nublino incluidas.
Casi se cree también la extravagante descripción del futuro hogar de Alice, aunque la criomante entendió mucho antes que estaba bromeando y se rio cuando las onyces llevaron a cabo la imitación de frases como las que decían los afiladores que recorrían los pueblos.
>>Oh, sí, yo también he oído hablar de él… Una vez más, a través de mis pacientes —admitió con una suave risa—. No puedo dar nombres, pero es posible que ya esté tratando con algún ludópata —confesó recordando una de sus últimas sesiones—. Pero siempre he oído hablar muy bien de uno de los dueños. No de Garoni, por supuesto: el kell. Espero que eso signifique que te van a tratar bien trabajando allí.
La nublina no podía decir que le gustase el ambiente que implicaba una casa de apuestas, pero desde luego no iba a decir nada al respecto delante de la kitsune, ni a criticar su elección de empleo. En el fondo, lo que importaba era que estuviese a gusto con lo que hacía.
Asintió levemente a la criomante cuando esta mencionó que quería que visitasen su casa y conociesen a Lulú. No se oponía en absoluto a la idea y el biomecánico se sorprendía a sí mismo incluso pensando en que los mejores descansos del trabajo eran momentos como aquel, que pasaba con sus amigos. De algún modo, aunque todavía había muchas cosas que no entendía y que no podía sentir el mismo rango de emociones que ellos, no le parecía aburrido charlar sobre cosas más banales con ellos, incluso si él mismo nunca tenía mucho que decir al respecto. Incluso si la sugerencia de Kin había ido acompañada de un tono que hacía probable que se tratase de otra broma, ni siquiera se hubiera opuesto a una propuesta en serio como esa.
Su compatriota explicó en qué consistía el negocio en el que estaba trabajando, escuchándole con interés aunque ya conocía prácticamente todos los detalles. Como apasionado de la tecnología, a él también le interesaban los aparatos de otros mundos, fuesen o no recreacionales.
Alice también parecía tener bastante claros sus planes a futuro, aunque sin duda se preguntó por qué, con la profesión que había elegido, no había priorizado construir su propia casa primero. Cuando empezó a describir cómo iba a ser dicha construcción, el kairós creyó en esa ocasión que hablaba en serio, prestando mucha atención e imaginado en su cabeza cómo podía llevarse a cabo algo así, hasta que se empezó a reír. Si tuviera la capacidad de modificar sus expresiones faciales más allá de los sutiles signos que aparecían a veces, sin duda la vergüenza se habría reflejado en su rostro.
Tomó nota mental de que la comida que Saria les ofrecía provenía del Mesón. Imaginaba a cuál se refería, y llevaba un tiempo queriendo comer allí, pero nunca encontraba el momento o más bien se le olvidaba cuando salía en busca de recarga mágica. Ahora que sabía que podía pedir comida para llevar, la idea era todavía más atractiva.
La ulterana les aclaró que había cambiado de empleo. El ingeniero no conocía muy a fondo el funcionamiento de los Casinos, pero podía hacerse una idea de por qué querrían a una ilusionista como Keiria en un sitio así.
—Yo sí, he pasado varias veces cerca de allí mientras se construía, y después —le respondió a su amiga. No aclaró el motivo, pues suponía que se sobre entendía. Sin duda era una construcción ambiciosa y extravagante—. Enhorabuena por tu nuevo empleo.
Añadió al ofrecimiento de Heraldo que él también podía colaborar con hechizos complejos si lo necesitaban en cualquiera de sus proyectos.
Naeleth
Los planes de Kin involucraban tecnología de planetas como los de sus amigos irrenses que ella desconocía por completo. Aunque sin duda ya había visto algunos de esos cachivaches cuando vivía en Serpentaria y le habían producido bastante curiosidad. También, más recientemente, algunos de sus clientes le habían mostrado o mencionado acerca de aparatos así.
—Yo creo que sí vas a tener clientes —le dijo—. Algunos de mis pacientes me cuentan que echan de menos cosas como esas. No lo entiendo muy bien y me siento muy torpe intentando ayudarles sin ningún conocimiento al respecto. Si te parece bien, cuando tengas tiempo y mercancía me gustaría que me enseñases un poco acerca del tema.
Su interés era más profesional que personal, pero sentía que si quería ser la mejor en su campo necesitaba aprender acerca de todos los temas que podían surgir en las sesiones de terapia. Cosas complicadas para su sencillo origen nublino incluidas.
Casi se cree también la extravagante descripción del futuro hogar de Alice, aunque la criomante entendió mucho antes que estaba bromeando y se rio cuando las onyces llevaron a cabo la imitación de frases como las que decían los afiladores que recorrían los pueblos.
>>Oh, sí, yo también he oído hablar de él… Una vez más, a través de mis pacientes —admitió con una suave risa—. No puedo dar nombres, pero es posible que ya esté tratando con algún ludópata —confesó recordando una de sus últimas sesiones—. Pero siempre he oído hablar muy bien de uno de los dueños. No de Garoni, por supuesto: el kell. Espero que eso signifique que te van a tratar bien trabajando allí.
La nublina no podía decir que le gustase el ambiente que implicaba una casa de apuestas, pero desde luego no iba a decir nada al respecto delante de la kitsune, ni a criticar su elección de empleo. En el fondo, lo que importaba era que estuviese a gusto con lo que hacía.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Emporio del ocultismo Maldita sea
08/10/23, 02:34 am
Kin rio por la buena aceptación del mote de la mala sombra. Broma o no, los planes de seguir reuniéndose siempre sonaban bien, y eso era algo en lo que todos parecían estar de acuerdo. Alice especialmente parecía tomarse muy en serio lo del tour.
—Y un autobús volador —añadió con una risotada tras la enumeración de cosas que podían llevar que estaba haciendo.
Respecto a la bruja, le pareció que barajaba conceptos muy complejos para su casa, aunque interesantes. No podía decir que a él le pareciese atractiva una casa de onyces, pero había aprendido a no cuestionar las rarezas de los brujos… o de nadie, en general. Si incluso él mismo había llegado a sopesar hacerse con un navío clinger para vivir moviéndose de aquí para allá.
El tema de las visitas y las casas pronto se vio eclipsado por los nuevos trabajos y Kin recibió mucho ánimo respecto a su proyecto. Requería mucha preparación a pesar de no ser algo grande o que fuese a generar mucho dinero, pero para él era suficiente y, lo más importante, era algo que disfrutaba más que su trabajo actual.
Cuando Saria y Keiria dijeron que serían clientes su sonrisa se ensanchó aún más mientras les daba las gracias. La kitsune ya tenía un ordenador irrense, pero no le costaba nada conseguir uno a cualquiera que estuviese interesado. De hecho, no pensaba cobrarle esa primera inversión inicial a ninguno de sus amigos que quisieran unirse a la era digital. No estaba seguro de si era el caso de Naeleth, o solo quería tener una noción de lo que eran los ordenadores e internet, pero la oferta también se extendería a ella.
—Sin problema —le respondió—. Y lo digo también para cualquiera de vosotros que quiera digitalizarse. Ya tengo reunidos un montón de recursos.
Keiria, por su parte, explicó que había sido aceptada en el nuevo casino y el raigaurum soltó un “oh” de sorpresa al escucharlo. Suponía que había ocurrido recientemente porque la última vez que habían hablado no lo había mencionado.
—¡Enhorabuena! Vi el local un par de veces mientras lo construían y, joder, eso debe de mover mucha pasta si han invertido tanto en él. Espero que el sueldo también vaya acorde —añadió, sonriéndole a la kitsune. No creía que la taberna pagase tan mal pero si se pretendía comparar ambos locales no había ni por dónde empezar.
Cuando Naeleth contó lo que sabía sobre el sitio se sintió un poco dividido. Aunque confiaba en que no sería peligroso para Keiria, le preocupaba el ambiente que pudiese haber allí. Por otro lado, al menos no lo llevaba solo Garoni. Cuando le llegaban rumores sobre el local solo había escuchado que el antiguo miembro del consejo estaba detrás del mamotreto, y su fama le precedía.
—La gente dice que Garoni se construyó un mausoleo para compensar por el escozor en el ego, no sabía ni que hubiera otro dueño —admitió con una risa.
—Y un autobús volador —añadió con una risotada tras la enumeración de cosas que podían llevar que estaba haciendo.
Respecto a la bruja, le pareció que barajaba conceptos muy complejos para su casa, aunque interesantes. No podía decir que a él le pareciese atractiva una casa de onyces, pero había aprendido a no cuestionar las rarezas de los brujos… o de nadie, en general. Si incluso él mismo había llegado a sopesar hacerse con un navío clinger para vivir moviéndose de aquí para allá.
El tema de las visitas y las casas pronto se vio eclipsado por los nuevos trabajos y Kin recibió mucho ánimo respecto a su proyecto. Requería mucha preparación a pesar de no ser algo grande o que fuese a generar mucho dinero, pero para él era suficiente y, lo más importante, era algo que disfrutaba más que su trabajo actual.
Cuando Saria y Keiria dijeron que serían clientes su sonrisa se ensanchó aún más mientras les daba las gracias. La kitsune ya tenía un ordenador irrense, pero no le costaba nada conseguir uno a cualquiera que estuviese interesado. De hecho, no pensaba cobrarle esa primera inversión inicial a ninguno de sus amigos que quisieran unirse a la era digital. No estaba seguro de si era el caso de Naeleth, o solo quería tener una noción de lo que eran los ordenadores e internet, pero la oferta también se extendería a ella.
—Sin problema —le respondió—. Y lo digo también para cualquiera de vosotros que quiera digitalizarse. Ya tengo reunidos un montón de recursos.
Keiria, por su parte, explicó que había sido aceptada en el nuevo casino y el raigaurum soltó un “oh” de sorpresa al escucharlo. Suponía que había ocurrido recientemente porque la última vez que habían hablado no lo había mencionado.
—¡Enhorabuena! Vi el local un par de veces mientras lo construían y, joder, eso debe de mover mucha pasta si han invertido tanto en él. Espero que el sueldo también vaya acorde —añadió, sonriéndole a la kitsune. No creía que la taberna pagase tan mal pero si se pretendía comparar ambos locales no había ni por dónde empezar.
Cuando Naeleth contó lo que sabía sobre el sitio se sintió un poco dividido. Aunque confiaba en que no sería peligroso para Keiria, le preocupaba el ambiente que pudiese haber allí. Por otro lado, al menos no lo llevaba solo Garoni. Cuando le llegaban rumores sobre el local solo había escuchado que el antiguo miembro del consejo estaba detrás del mamotreto, y su fama le precedía.
—La gente dice que Garoni se construyó un mausoleo para compensar por el escozor en el ego, no sabía ni que hubiera otro dueño —admitió con una risa.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Emporio del ocultismo Maldita sea
09/10/23, 01:23 am
El negocio de Kin tenía buena pinta, la verdad. Hacía siglos que no trasteaba con tecnología de la Tierra y no la echaba en falta, pero le gustaría verle con alguno de los cacharros que reparase. Nunca había visto uno abierto, más allá de alguna reparación sencilla que hubieran hecho sus padres.
—Me gustaría mucho ver cómo te peleas con esos aparatos, Kin. Ya no recuerdo la última vez que usé mi móvil o la tele en casa de mis padres, o el ordenador del instituto... pero sería muy guay ver cómo funcionan esas cosas. La verdad es que no tengo ni idea de cómo funcionan los aparatos eléctricos.
>>Y no te preocupes, Saria; convertiré su energía negativa en un jardín de flores si hace falta para que podáis venir a visitarme
—¡Claro que podemos tirar cualquier pared! —respondió mientras tanto una onyce a Heraldo.
—Ha dicho "reconstruir" —le interrumpió otra.
—¡Eso he dicho yo también! ¡Cuenta con nosotras!
Mientras las sombras se respondían entre sí y al chico, Alice le asintió a Ozz para confirmarle que lo mirarían. Sus amistades seguían charlando... ¡Y estaban hablando de videojuegos... y de rol! Los recordaba de la Tierra, claro, pero no quería caer en ese "abismo". Se conocía bien, sabía que le gustarían demasiado y acabaría jugando a diario con sus onyces o cualquiera disponible de sus amistades. Ya tenía suficiente con explorar este y los otros mundos vinculados. Después, sonrió a la kitsune.
—¡Sí! Me han pedido ya algunos trabajillos otros ciudadanos, coleguitas también por el momento. Y wow, ¡enhorabuena, tía! Tenemos que pasarnos por tu casino, para que vean que llevas gente. Solo he oído hablar de él pero seguro que también me inspiro y le robo ideas —se rió, aunque era cierto que quería ir. ¡Un casino! Les había tenido asco en la Tierra pero ya era mayor para poder entrar y sabía que no le pasaría nada.
—Me gustaría mucho ver cómo te peleas con esos aparatos, Kin. Ya no recuerdo la última vez que usé mi móvil o la tele en casa de mis padres, o el ordenador del instituto... pero sería muy guay ver cómo funcionan esas cosas. La verdad es que no tengo ni idea de cómo funcionan los aparatos eléctricos.
>>Y no te preocupes, Saria; convertiré su energía negativa en un jardín de flores si hace falta para que podáis venir a visitarme
—¡Claro que podemos tirar cualquier pared! —respondió mientras tanto una onyce a Heraldo.
—Ha dicho "reconstruir" —le interrumpió otra.
—¡Eso he dicho yo también! ¡Cuenta con nosotras!
Mientras las sombras se respondían entre sí y al chico, Alice le asintió a Ozz para confirmarle que lo mirarían. Sus amistades seguían charlando... ¡Y estaban hablando de videojuegos... y de rol! Los recordaba de la Tierra, claro, pero no quería caer en ese "abismo". Se conocía bien, sabía que le gustarían demasiado y acabaría jugando a diario con sus onyces o cualquiera disponible de sus amistades. Ya tenía suficiente con explorar este y los otros mundos vinculados. Después, sonrió a la kitsune.
—¡Sí! Me han pedido ya algunos trabajillos otros ciudadanos, coleguitas también por el momento. Y wow, ¡enhorabuena, tía! Tenemos que pasarnos por tu casino, para que vean que llevas gente. Solo he oído hablar de él pero seguro que también me inspiro y le robo ideas —se rió, aunque era cierto que quería ir. ¡Un casino! Les había tenido asco en la Tierra pero ya era mayor para poder entrar y sabía que no le pasaría nada.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Emporio del ocultismo Maldita sea
16/10/23, 07:24 pm
Por un lado, Saria irradiaba felicidad solo de verse tan bien rodeada y por la cantidad de planes que estaban surgiendo durante aquel almuerzo. También estaba segura de que los negocios de sus amigos irían (o seguirían yendo) bien, solo por el hecho de que la mayoría del grupo ya se había declarado cliente en proceso de varios. Entre eso, los terrestres viciados a los juegos (que salían de debajo de las piedras), los traumas de cosecha y la gente que iba saliendo de forma continua de los refugios… El pescado estaba vendido. Durante un breve instante la mala sombra se quedó mirando a Naeleth sin ningún motivo en concreto, más allá de que volvió a vislumbrar la idea de acudir a su consulta. Sin embargo, se deshizo rápido de aquel pensamiento “intrusivo”.
La ordesa se reincorporó en la conversación sonriendo a la onycemante y exclamó un sonoro “olé” cuando esta le aseguró que mantendría las energías negativas a raya. Luego su atención viró a la kitsune cuando esta les hizo saber de su nuevo trabajo.
—¡Uuuuh! —exclamó—. ¡Seguro que te va de lujo! En los casinos siempre se gana bien. —Se refería, por supuesto, a los que trabajaban allí y no tanto a quienes acudían a ellos para perder dinero con juegos de azar—. Si alguna vez me ves por allí, espero que hagas la vista gorda —añadió con una sonrisa traviesa. El lugar estaba en el punto de mira de la mala sombra—. Prometo ser sutil.
Los comentarios sobre Garoni siempre le hacían gracia. En los bajos fondos le insultaban de formas muy creativas y, para Saria, formaba parte de un dúo cómico involuntario, junto a dama Azahar.
—Uno de Los Pellejos —resopló, riéndose de la momia un poco más—. Pues menos mal que está ese kell para frenar los impulsos manirrotos del viejo —añadió tras Naeleth y Kin—. Si no, malamente…
Mientras continuaban con la conversación, se acercó a la mesa, cogió una bandeja con pastas y fue ofreciéndolas a sus amigos, empezando por Archi, a quien miraría con orgullo silencioso de amiga mamá por lo bien que se estaba desenvolviendo.
La ordesa se reincorporó en la conversación sonriendo a la onycemante y exclamó un sonoro “olé” cuando esta le aseguró que mantendría las energías negativas a raya. Luego su atención viró a la kitsune cuando esta les hizo saber de su nuevo trabajo.
—¡Uuuuh! —exclamó—. ¡Seguro que te va de lujo! En los casinos siempre se gana bien. —Se refería, por supuesto, a los que trabajaban allí y no tanto a quienes acudían a ellos para perder dinero con juegos de azar—. Si alguna vez me ves por allí, espero que hagas la vista gorda —añadió con una sonrisa traviesa. El lugar estaba en el punto de mira de la mala sombra—. Prometo ser sutil.
Los comentarios sobre Garoni siempre le hacían gracia. En los bajos fondos le insultaban de formas muy creativas y, para Saria, formaba parte de un dúo cómico involuntario, junto a dama Azahar.
—Uno de Los Pellejos —resopló, riéndose de la momia un poco más—. Pues menos mal que está ese kell para frenar los impulsos manirrotos del viejo —añadió tras Naeleth y Kin—. Si no, malamente…
Mientras continuaban con la conversación, se acercó a la mesa, cogió una bandeja con pastas y fue ofreciéndolas a sus amigos, empezando por Archi, a quien miraría con orgullo silencioso de amiga mamá por lo bien que se estaba desenvolviendo.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Emporio del ocultismo Maldita sea
25/10/23, 04:09 pm
Todos habían oído hablar del casino o habían pasado por delante, pero ninguno de sus amigos se había aventurado dentro del edificio. En parte podía entenderlos, pues sabía de la reputación de la momia y a fin de cuentas los locales de apuestas no eran plato de buen gusto para la mayoría, pero no todo en el Lago Áureo tenía que ver con el juego.
—El exconsejero puso el dinero, si, pero quien dirige el negocio en realidad es Luca Barone —asintió tras Naeleth y Kin, dándole nombre al kell que la bruja acababa de mencionar—. No pagan nada mal, la verdad, y a día de hoy yo no he visto a Garoni salir de su cubil. Todo ventajas, supongo. —rió con suavidad, agradeciendo con una sonrisa los diversos “enhorabuenas” de sus amigos mientras se servía una taza de té de un termo que había sobre la mesa.
El comentario de Saria le hizo dar un respingo, pues no sabía si era una broma o algo que decía en serio, pero prefirió no darle muchas vueltas y cruzó los dedos para que si por lo que fuera la malasombra se decidía a hacer trampas a ella le pillara de vacaciones.
—Si queréis pasaros alguna vez seréis más que bienvenidos por mi parte, eso por descontado, hay muchas más cosas que hacer que jugar en las mesas —aseguró tras Alice, consciente de que a lo mejor ir a perder o ganar dinero no entraba en sus definiciones de pasar un buen rato—. El bar está muy bien surtido, hay música a todas horas y bastantes espectáculos, la gente baila… el ambiente es una pasada, de verdad —describió un poco por encima, dándole un sorbo a su bebida—. Yo casi siempre estoy en las mesas, pero si os veo por allí seguramente os pueda hacer un “tour”. Sin autobús, lamentablemente, ¿pero quizás en un bote de remos? —bromeó.
Cuando Saria mencionó uno de los motes que Garoni compartía con la otra momia de la ciudad a la kitsune se le escapó un bufido divertido y a punto estuvo de escupir el té, pero disimuló con un ligero carraspeo y se alisó la falda mientras aceptaba una pasta de la bandeja que estaba paseando la ordesa. Aunque no lo había visto directamente, el viejo seguía siendo uno de sus jefes, así que era mejor no tentar demasiado a la suerte burlándose de él a sus espaldas.
—El exconsejero puso el dinero, si, pero quien dirige el negocio en realidad es Luca Barone —asintió tras Naeleth y Kin, dándole nombre al kell que la bruja acababa de mencionar—. No pagan nada mal, la verdad, y a día de hoy yo no he visto a Garoni salir de su cubil. Todo ventajas, supongo. —rió con suavidad, agradeciendo con una sonrisa los diversos “enhorabuenas” de sus amigos mientras se servía una taza de té de un termo que había sobre la mesa.
El comentario de Saria le hizo dar un respingo, pues no sabía si era una broma o algo que decía en serio, pero prefirió no darle muchas vueltas y cruzó los dedos para que si por lo que fuera la malasombra se decidía a hacer trampas a ella le pillara de vacaciones.
—Si queréis pasaros alguna vez seréis más que bienvenidos por mi parte, eso por descontado, hay muchas más cosas que hacer que jugar en las mesas —aseguró tras Alice, consciente de que a lo mejor ir a perder o ganar dinero no entraba en sus definiciones de pasar un buen rato—. El bar está muy bien surtido, hay música a todas horas y bastantes espectáculos, la gente baila… el ambiente es una pasada, de verdad —describió un poco por encima, dándole un sorbo a su bebida—. Yo casi siempre estoy en las mesas, pero si os veo por allí seguramente os pueda hacer un “tour”. Sin autobús, lamentablemente, ¿pero quizás en un bote de remos? —bromeó.
Cuando Saria mencionó uno de los motes que Garoni compartía con la otra momia de la ciudad a la kitsune se le escapó un bufido divertido y a punto estuvo de escupir el té, pero disimuló con un ligero carraspeo y se alisó la falda mientras aceptaba una pasta de la bandeja que estaba paseando la ordesa. Aunque no lo había visto directamente, el viejo seguía siendo uno de sus jefes, así que era mejor no tentar demasiado a la suerte burlándose de él a sus espaldas.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Emporio del ocultismo Maldita sea
13/11/23, 06:00 pm
Archime
Por supuesto, estaba al tanto de la reputación de Garoni debido a la información que obtenía cumpliendo su precio y sabía que había sido expulsado del Consejo. La momia había rechazado un puesto en el Castillo debido a ese ego del que hablaba Kin y se había asociado con Luca Barone para poner en marcha aquel proyecto de casa de apuestas. El kairós se enteraba de todo eso y mucho más, pero rara vez veía necesario compartir dicha información, ya que no tenía sentido alguno de lo llamaban “el chisme” y no le parecía relevante. Irónicamente, tal vez se le pudiera contar entre una de las personas de la ciudad que más "chismes" podrían compartir. Tampoco tenía una opinión al respecto que viese oportuno compartir, aunque por lo que tenía entendido, sí creía que la nueva Reina había tomado una decisión adecuada. Sin duda, por lo que él sabía, que el kell también formase parte de la dirección del proyecto hacía menos probable que Keiriarei fuese a perder su nuevo empleo debido a la quiebra del mismo.
Ante el ofrecimiento de llevar a cabo alguna actividad lúdica en el local, el irrense estuvo a punto de no decir nada, pues no estaba realmente interesado en ello. Pero hubo dos factores que le hicieron, finalmente, responder a la kitsune. Uno fue que sí sentía cierto interés por realizar un pequeño viaje en uno de los botes de remos sobre aquel lago que daba nombre al negocio, y el otro, por supuesto…
—Me interesa el posible caudal mágico que pueda obtener de los sucesos en el interior del Casino —comentaría—. Contad conmigo para llevar a cabo alguna reunión allí. Y, uhm… También me gustaría subirme a las barcas —añadió un poco más dubitativo volviendo a fijar su mirada en la ulterana unos instantes.
Naeleth
Reafirmaría a Kin su interés por el negocio que tenía en ciernes, comenzando a emocionarle un poco la perspectiva. Puede que su interés fuese profesional, al menos de entrada, pero lo cierto era que a la nublina le gustaba adquirir conocimientos nuevos y, quien sabía, a lo mejor podía encontrar alguna nueva afición que compartir con sus amigos.
La conversación se centró en el nuevo trabajo de Keiria y sus jefes. Ella también había oído los rumores que el demonio raigaurum comentó acerca del ex Tesorero Real. Le alegraba saber que la kitsune no parecía tener que tratar con él si no con alguien más agradable como su superior.
El comentario de Saria le sacó una risilla.
—Por favor: no te conviertas tú en una de mis clientes con problemas de ludopatía —bromeó.
Aunque, en el fondo, realmente esperaba que la mala sombra no causase ningún problema a la ulterana en el local. No es que no confiase en su amiga, pero conocía las connotaciones culturales acerca de los juegos de azar en su planeta de origen y sabía que la ordesa había hecho uso de sus poderes en el mismo. En Rocavarancolia eso era bastante más peligroso.
La invitación de Keiria se hizo más apetecible cuando mencionó los otros tipos de entretenimiento que el Casino podía ofrecer aparte de las apuestas y asintió después de la intervención de Archi, tras contener otra risa ante la inicial respuesta pragmática por parte del irrense. No es que hubiese esperado otra cosa de su parte, por supuesto, y en realidad le resultaba entrañable a su manera.
>>Desde luego, el paseo en barca suena genial —añadió—. Y si nos avisas cuando vaya a haber algún espectáculo interesante yo estoy dispuesta a hacer hueco en mi agenda —miró hacia el resto con una sonrisa, imaginando que estarían de acuerdo.
Por supuesto, estaba al tanto de la reputación de Garoni debido a la información que obtenía cumpliendo su precio y sabía que había sido expulsado del Consejo. La momia había rechazado un puesto en el Castillo debido a ese ego del que hablaba Kin y se había asociado con Luca Barone para poner en marcha aquel proyecto de casa de apuestas. El kairós se enteraba de todo eso y mucho más, pero rara vez veía necesario compartir dicha información, ya que no tenía sentido alguno de lo llamaban “el chisme” y no le parecía relevante. Irónicamente, tal vez se le pudiera contar entre una de las personas de la ciudad que más "chismes" podrían compartir. Tampoco tenía una opinión al respecto que viese oportuno compartir, aunque por lo que tenía entendido, sí creía que la nueva Reina había tomado una decisión adecuada. Sin duda, por lo que él sabía, que el kell también formase parte de la dirección del proyecto hacía menos probable que Keiriarei fuese a perder su nuevo empleo debido a la quiebra del mismo.
Ante el ofrecimiento de llevar a cabo alguna actividad lúdica en el local, el irrense estuvo a punto de no decir nada, pues no estaba realmente interesado en ello. Pero hubo dos factores que le hicieron, finalmente, responder a la kitsune. Uno fue que sí sentía cierto interés por realizar un pequeño viaje en uno de los botes de remos sobre aquel lago que daba nombre al negocio, y el otro, por supuesto…
—Me interesa el posible caudal mágico que pueda obtener de los sucesos en el interior del Casino —comentaría—. Contad conmigo para llevar a cabo alguna reunión allí. Y, uhm… También me gustaría subirme a las barcas —añadió un poco más dubitativo volviendo a fijar su mirada en la ulterana unos instantes.
Naeleth
Reafirmaría a Kin su interés por el negocio que tenía en ciernes, comenzando a emocionarle un poco la perspectiva. Puede que su interés fuese profesional, al menos de entrada, pero lo cierto era que a la nublina le gustaba adquirir conocimientos nuevos y, quien sabía, a lo mejor podía encontrar alguna nueva afición que compartir con sus amigos.
La conversación se centró en el nuevo trabajo de Keiria y sus jefes. Ella también había oído los rumores que el demonio raigaurum comentó acerca del ex Tesorero Real. Le alegraba saber que la kitsune no parecía tener que tratar con él si no con alguien más agradable como su superior.
El comentario de Saria le sacó una risilla.
—Por favor: no te conviertas tú en una de mis clientes con problemas de ludopatía —bromeó.
Aunque, en el fondo, realmente esperaba que la mala sombra no causase ningún problema a la ulterana en el local. No es que no confiase en su amiga, pero conocía las connotaciones culturales acerca de los juegos de azar en su planeta de origen y sabía que la ordesa había hecho uso de sus poderes en el mismo. En Rocavarancolia eso era bastante más peligroso.
La invitación de Keiria se hizo más apetecible cuando mencionó los otros tipos de entretenimiento que el Casino podía ofrecer aparte de las apuestas y asintió después de la intervención de Archi, tras contener otra risa ante la inicial respuesta pragmática por parte del irrense. No es que hubiese esperado otra cosa de su parte, por supuesto, y en realidad le resultaba entrañable a su manera.
>>Desde luego, el paseo en barca suena genial —añadió—. Y si nos avisas cuando vaya a haber algún espectáculo interesante yo estoy dispuesta a hacer hueco en mi agenda —miró hacia el resto con una sonrisa, imaginando que estarían de acuerdo.
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