Una puerta abierta
2 participantes
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Una puerta abierta
30/11/20, 01:28 pm
Después del ataque del reptil y de que Fleur se despertara ya recuperada, Maila estuvo con ella todo el día. Quizás porque sentía un profundo miedo de que su amiga pudiera empeorar, aunque sabía que no tenía ninguna razón para pensar aquello. En aquel instante se encontraban solas en una de las habitaciones, siendo ya de noche.
-¡Y cuando llegó la mañana siguiente nos encontramos a Api con toda la cara pintada con permanente!- Exclamó la hawaiana sin poder parar de reír recordando la escena. Llevaba ya un buen rato situando a la francesa en el contexto de lo que pasó aquel día con sus hermanos ya que se tiró los primeros dos minutos riéndose sola, y Fleur con cara de no entender nada. -Api se puso hecho una furia y él, Mana y yo estuvimos todo el día intentando averiguar quién lo había hecho. Un rotulador por allá, la caja de colores en la otra habitación... Pistas del crimen. ¿Sabes quién fue al final?- Le preguntó con una sonrisa que daba a entender a Fleur que tenía la respuesta delante suya.- ¡Pues yo!- Soltó dejando soltar otra carcajada e inclinándose hacia atrás.- Lo peor de todo es que estuve toda la tarde fingiendo que buscaba al culpable con un dedo manchado de permanente, así de estúpida soy. Y ninguno se dio cuenta, ¿te lo puedes creer?- Dijo con una cara de sorprendida.- Al final fue Arthur Jr quien me descubrió. Se despertó y lo primero que dijo fue: "Maila, te has pintado la mano. ¿Pintas ahora conmigo?"- Explicó poniendo una voz muy fina para imitar la de su hermano pequeño. -Te puedes imaginar la que me formó Api después-. Terminó la chica con una expresión de nostalgia.
Hablar de sus hermanos la reconfortaba en parte, aunque también la ponía muy triste. La hawaiana se quedó callada. Había estado todo el día junto a la francesa. Intentando hacerle olvidar lo ocurrido en la mañana, pero había un comentario que había hecho su amiga que Maila no podía pasar por alto. Necesitaba preguntárselo.
-Oye, Fleur.- Dijo ya algo más seria. -¿A qué te referías esta mañana con lo de que tu sueño había sido una premonición? ¿Qué soñaste? Puedes contármelo, si quieres.- Le dijo con una sonrisa tranquilizadora.
-¡Y cuando llegó la mañana siguiente nos encontramos a Api con toda la cara pintada con permanente!- Exclamó la hawaiana sin poder parar de reír recordando la escena. Llevaba ya un buen rato situando a la francesa en el contexto de lo que pasó aquel día con sus hermanos ya que se tiró los primeros dos minutos riéndose sola, y Fleur con cara de no entender nada. -Api se puso hecho una furia y él, Mana y yo estuvimos todo el día intentando averiguar quién lo había hecho. Un rotulador por allá, la caja de colores en la otra habitación... Pistas del crimen. ¿Sabes quién fue al final?- Le preguntó con una sonrisa que daba a entender a Fleur que tenía la respuesta delante suya.- ¡Pues yo!- Soltó dejando soltar otra carcajada e inclinándose hacia atrás.- Lo peor de todo es que estuve toda la tarde fingiendo que buscaba al culpable con un dedo manchado de permanente, así de estúpida soy. Y ninguno se dio cuenta, ¿te lo puedes creer?- Dijo con una cara de sorprendida.- Al final fue Arthur Jr quien me descubrió. Se despertó y lo primero que dijo fue: "Maila, te has pintado la mano. ¿Pintas ahora conmigo?"- Explicó poniendo una voz muy fina para imitar la de su hermano pequeño. -Te puedes imaginar la que me formó Api después-. Terminó la chica con una expresión de nostalgia.
Hablar de sus hermanos la reconfortaba en parte, aunque también la ponía muy triste. La hawaiana se quedó callada. Había estado todo el día junto a la francesa. Intentando hacerle olvidar lo ocurrido en la mañana, pero había un comentario que había hecho su amiga que Maila no podía pasar por alto. Necesitaba preguntárselo.
-Oye, Fleur.- Dijo ya algo más seria. -¿A qué te referías esta mañana con lo de que tu sueño había sido una premonición? ¿Qué soñaste? Puedes contármelo, si quieres.- Le dijo con una sonrisa tranquilizadora.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Una puerta abierta
02/12/20, 09:46 pm
El día había sido largo y muy duro por lo que Fleur se encontraba recostada en una de las camas con Maila a su lado, estaba sana gracias a la magia pero seguía sintiéndose muy cansada y prefería reposar con la mejor compañía posible. En aquel momento contemplaba a su amiga con expresión divertida al mismo tiempo que la admiraba, era impresionante la habilidad que tenía para contar una anécdota diferente siempre, cada vez que creía saber todas las historias de sus hermanos saltaba con una nueva. Realmente los amaba, y ese sentimiento tan honesto y aquellas muecas tan bobas que ponía componían a Maila en estado puro. ¿Era tan malo desear que no acabara la noche en la que más viva se sentía? ¿Incluso si era porque vibraba como nunca ante su presencia?. Quería ser parte de eso, que la chica hablara de esa forma tan nostálgica y enérgica cuando contara una historia de ambas y ella no estuviera delante. A menudo le asaltaban pensamientos similares, si Maila hablaría de ella con otros compañeros del torreón. O si por el contrario no le daba tanta importancia a su amistad, o como diablos se llamara aquello.
Fleur reía bajito para no despertar a nadie cuando la conversación dio un cambio brusco. El momento había llegado, y le gustaría decir que no quería hablar del tema pero estaría mintiendo. Su sueño... >>¿Cómo puedo explicártelo? ¿Cómo puedo hacerlo sin cambiar lo que tenemos?<<. Tomó aire, incorporándose un poco y notando el frío lacerante de su colgante religioso en contacto con la piel bajo el camisón.
—Yo... —empezó a decir, contrariada. Todo en lo que había creído siempre conspiraba en su contra pero crecía algo distinto, una nueva fuerza. Había estado a punto de morir y la nueva certeza de que finalmente no sería así la había revuelto desde dentro, como un calcetín. ¿Y si no tenía la oportunidad de contarlo jamás?— yo... era un cisne... y estaba en un lago, a veces bailaba y otras no... Rúa aparecía, no estoy segura de por qué —sus manos temblaban así que las escondió bajo las sábanas, miró a Maila a los ojos unos instantes, ya no encontraba tanta resistencia en su interior para decir lo que pensaba, o en este caso lo que sentía— quiero decir... pasaban cosas horribles pero hay una cosa que no puedo quitarme de la cabeza, Maila... —esta vez no apartó la mirada, se detuvo a observar la caída de su pelo en los hombros, la forma en que fruncía el ceño, era hermoso, y aterrador— de alguna manera... tú y ... y... yo, sí, nosotras... estábamos... nosotras... nosotras... —vaciló— ...estábamos... juntas —y lo soltó de sopetón, el arrepentimiento fue inmediato pero había algo liberador en sus palabras— qué tontería... ¿verdad? —pero no era una estupidez en absoluto, por primera vez en mucho tiempo se sentía en armonía con aquello que consideraba lo incorrecto.
Fleur reía bajito para no despertar a nadie cuando la conversación dio un cambio brusco. El momento había llegado, y le gustaría decir que no quería hablar del tema pero estaría mintiendo. Su sueño... >>¿Cómo puedo explicártelo? ¿Cómo puedo hacerlo sin cambiar lo que tenemos?<<. Tomó aire, incorporándose un poco y notando el frío lacerante de su colgante religioso en contacto con la piel bajo el camisón.
—Yo... —empezó a decir, contrariada. Todo en lo que había creído siempre conspiraba en su contra pero crecía algo distinto, una nueva fuerza. Había estado a punto de morir y la nueva certeza de que finalmente no sería así la había revuelto desde dentro, como un calcetín. ¿Y si no tenía la oportunidad de contarlo jamás?— yo... era un cisne... y estaba en un lago, a veces bailaba y otras no... Rúa aparecía, no estoy segura de por qué —sus manos temblaban así que las escondió bajo las sábanas, miró a Maila a los ojos unos instantes, ya no encontraba tanta resistencia en su interior para decir lo que pensaba, o en este caso lo que sentía— quiero decir... pasaban cosas horribles pero hay una cosa que no puedo quitarme de la cabeza, Maila... —esta vez no apartó la mirada, se detuvo a observar la caída de su pelo en los hombros, la forma en que fruncía el ceño, era hermoso, y aterrador— de alguna manera... tú y ... y... yo, sí, nosotras... estábamos... nosotras... nosotras... —vaciló— ...estábamos... juntas —y lo soltó de sopetón, el arrepentimiento fue inmediato pero había algo liberador en sus palabras— qué tontería... ¿verdad? —pero no era una estupidez en absoluto, por primera vez en mucho tiempo se sentía en armonía con aquello que consideraba lo incorrecto.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Una puerta abierta
05/12/20, 01:17 pm
Maila escuchó con interés a su amiga. Parecía que le afectaba un poco hablar de todo aquello, pero la francesa siguió contándole su sueño y la hawaiana no quiso interrumpir. Sonrió un poco cuando mencionó que bailaba. Si, eso era muy propio de Fleur. Al fin y al cabo había estado toda su vida en ballet. Cuando se percató del temblor de sus manos sintió el impulso de cogérselas, por algún motivo algo del sueño inquietaba de esa manera a su amiga. Sin embargo Fleur escondió las manos entre las sábanas y Maila se quedó un poco sin saber qué hacer. Empezaba a arrepentirse de haberle hecho esa pregunta si le afectaba tanto.
Sin embargo la francesa la pilló desprevenida con su siguiente comentario. ¿Ella... había soñado que estaban juntas? Maila sintió cómo su corazón se aceleraba y empezaba a ponerse algo nerviosa. La hawaiana miró para otro lado unos segundos, sin saber cómo reaccionar. Y realmente no sabía por qué no reaccionaba. Quizás Fleur le gustaba tanto que era capaz de paralizarla de esa manera. La hawaiana respiró hondo y se armó de valor. Era el momento.
-Fleur...¿Recuerdas el primer día que nos conocimos? Acababas de escaparte del convento por primera vez y te encontrabas en la arena sin saber del todo adónde ir... Al principio a Josh y a mi nos hizo un poco de gracia ver a alguien de por ahí arriba en la playa. Pero luego...- Dijo sin dejar de mirarla, sentía un fuerte nudo en el estómago por lo que iba a decir. Pero necesitaba hacerlo. -Lo que quiero decir es... que nos conocemos de hace mucho y... hemos pasado por muchas cosas. Allí en la Tierra y aquí.- Continuó mientras se frotaba las manos y apartando la vista unos instantes. Se le estaba haciendo difícil mirar esos ojos azules en aquel momento. -Fleur, hoy he pasado mucho miedo por ti. Y la verdad es que no sabemos lo que nos esperará mañana, o pasado mañana. Vete tú a saber.- La hawaiana la volvió a mirar a los ojos, pero esta vez la francesa no vería miedo o duda. Solo una clara determinación.- No quiero perderte, no quiero perderte y quedarme aquí sola... como una imbécil sin decirte... sin decirte lo que siento. Lo que siento por ti. Yo... estoy enamorada de ti desde que te conozco- Terminó de sopetón mientras se encogía de hombros y soltaba una pequeña risa nerviosa. -Y perdona por lo que voy a hacer-. Y de improvisto se inclinó rápidamente y le plantó un suave beso en los labios. En ese momento se sintió feliz de haber tenido el valor de hacerlo, aunque temerosa de cuál podría ser su reacción. En otras circunstancias no lo habría hecho, pero a esas alturas estaba casi segura del todo de que le gustaba a la francesa. O eso quería creer.
-Lo siento, es que...¿Tú sientes lo mismo?- Le preguntó cuando se separó de ella, sin dejar de tocarse el pelo, nerviosa por su respuesta. Aunque la francesa le dijera que no Maila sentía un profundo alivio de haberlo hecho.
Sin embargo la francesa la pilló desprevenida con su siguiente comentario. ¿Ella... había soñado que estaban juntas? Maila sintió cómo su corazón se aceleraba y empezaba a ponerse algo nerviosa. La hawaiana miró para otro lado unos segundos, sin saber cómo reaccionar. Y realmente no sabía por qué no reaccionaba. Quizás Fleur le gustaba tanto que era capaz de paralizarla de esa manera. La hawaiana respiró hondo y se armó de valor. Era el momento.
-Fleur...¿Recuerdas el primer día que nos conocimos? Acababas de escaparte del convento por primera vez y te encontrabas en la arena sin saber del todo adónde ir... Al principio a Josh y a mi nos hizo un poco de gracia ver a alguien de por ahí arriba en la playa. Pero luego...- Dijo sin dejar de mirarla, sentía un fuerte nudo en el estómago por lo que iba a decir. Pero necesitaba hacerlo. -Lo que quiero decir es... que nos conocemos de hace mucho y... hemos pasado por muchas cosas. Allí en la Tierra y aquí.- Continuó mientras se frotaba las manos y apartando la vista unos instantes. Se le estaba haciendo difícil mirar esos ojos azules en aquel momento. -Fleur, hoy he pasado mucho miedo por ti. Y la verdad es que no sabemos lo que nos esperará mañana, o pasado mañana. Vete tú a saber.- La hawaiana la volvió a mirar a los ojos, pero esta vez la francesa no vería miedo o duda. Solo una clara determinación.- No quiero perderte, no quiero perderte y quedarme aquí sola... como una imbécil sin decirte... sin decirte lo que siento. Lo que siento por ti. Yo... estoy enamorada de ti desde que te conozco- Terminó de sopetón mientras se encogía de hombros y soltaba una pequeña risa nerviosa. -Y perdona por lo que voy a hacer-. Y de improvisto se inclinó rápidamente y le plantó un suave beso en los labios. En ese momento se sintió feliz de haber tenido el valor de hacerlo, aunque temerosa de cuál podría ser su reacción. En otras circunstancias no lo habría hecho, pero a esas alturas estaba casi segura del todo de que le gustaba a la francesa. O eso quería creer.
-Lo siento, es que...¿Tú sientes lo mismo?- Le preguntó cuando se separó de ella, sin dejar de tocarse el pelo, nerviosa por su respuesta. Aunque la francesa le dijera que no Maila sentía un profundo alivio de haberlo hecho.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Una puerta abierta
07/12/20, 12:10 pm
Fleur aprovechó los segundos de incertidumbre de Maila para ponerse aún más nerviosa. No debió relatar el sueño, no del todo. Si había aprendido algo de su familia era a omitir las cosas o maquillarlas. Entonces... ¿Por qué?.
La reacción de la chica en cambio la cogió desprevenida, observó como se tomaba un poco de tiempo para organizar sus ideas mientras ella quería ser enterrada viva en ese pequeño proceso. Maila no la odiaría, de eso estaba seguro. Y en realidad comprendió que no sabía cuál quería que fuera su respuesta ante semejante estupidez, quizás solo se lo tomara a risa y todo continuara como siempre, pero algo en la expresión de su amiga le decía lo contrario.
—Sí —afirmó, le temblaba hasta la voz— lo recuerdo —cómo no hacerlo, fue la primera vez que se escapó del convento, sus piernas caminaban solas tomando impulso, pero ni siquiera sabía a dónde iba. Maila la conoció en su peor momento, y aunque estaba muy perdida ella la encontró. La cabeza de Fleur se fue ladeando, escuchando las palabras de la hawaiana y sin saber a dónde quería ir a parar. Finalmente las palabras fueron pronunciadas y Fleur se echó hacia atrás instintivamente. Sabía que a Maila le gustaban las chicas, no era ningún secreto. También que tenían una relación de amistad extraña, más allá de algo simple, una conexión muy superior a la que había tenido con nadie nunca. Pero... ¿Enamorada? ¿De ella?.
No tuvo tiempo de apartarse pues antes de que pudiera reaccionar Maila le plantó un beso suave en los labios. Fleur cerró los ojos, frunciendo el ceño por la sorpresa y con las manos plantadas en el aire como si fuera una estatua congelada para siempre. El contacto se deshizo demasiado pronto y su amiga se retiró, pedía una contestación.
¿Qué debía decir? ¿Qué le estaba pasando? ¿Cómo podía tener tantas emociones fuertes al mismo tiempo? En ese instante se sentía un monstruo odiándola, no tenía derecho a nada de todo aquello. De ponerla en esa tesitura, de besarla, y mucho menos de hacerla sentir tan bien. Pero al mismo tiempo deseaba algo de ella, necesitaba más. Exigía más.
—Yo... eh... Mai... Maila —el rubor subía a sus mejillas, amenazando con delatarla. Tenía que pararlo, aunque no quisiera. Su vida había sido mala, la habían retirado de su pasión y de todo lo que conocía por un beso en un cuarto de baño. Su punto de inflexión se estaba repitiendo. En esa ocasión huyó... ¿por qué no debería hacerlo ahora?— creo que... creo que... debes estar confusa, debes estar equivocándote —aquella era la explicación más lógica aunque sabía que no era cierto. Estaba proyectando sus propias dudas sobre Maila, ella nunca vacilaría ante lo que sintiera. Era de sangre caliente y actuaba por impulso— en Francia lo pasé muy mal y... dios mío, no sé lo que estoy diciendo... yo, creo que deberíamos dejarlo aquí —no fue capaz de mirar a esos ojos y negar que sintiera exactamente lo mismo. Esa era su debilidad.
La reacción de la chica en cambio la cogió desprevenida, observó como se tomaba un poco de tiempo para organizar sus ideas mientras ella quería ser enterrada viva en ese pequeño proceso. Maila no la odiaría, de eso estaba seguro. Y en realidad comprendió que no sabía cuál quería que fuera su respuesta ante semejante estupidez, quizás solo se lo tomara a risa y todo continuara como siempre, pero algo en la expresión de su amiga le decía lo contrario.
—Sí —afirmó, le temblaba hasta la voz— lo recuerdo —cómo no hacerlo, fue la primera vez que se escapó del convento, sus piernas caminaban solas tomando impulso, pero ni siquiera sabía a dónde iba. Maila la conoció en su peor momento, y aunque estaba muy perdida ella la encontró. La cabeza de Fleur se fue ladeando, escuchando las palabras de la hawaiana y sin saber a dónde quería ir a parar. Finalmente las palabras fueron pronunciadas y Fleur se echó hacia atrás instintivamente. Sabía que a Maila le gustaban las chicas, no era ningún secreto. También que tenían una relación de amistad extraña, más allá de algo simple, una conexión muy superior a la que había tenido con nadie nunca. Pero... ¿Enamorada? ¿De ella?.
No tuvo tiempo de apartarse pues antes de que pudiera reaccionar Maila le plantó un beso suave en los labios. Fleur cerró los ojos, frunciendo el ceño por la sorpresa y con las manos plantadas en el aire como si fuera una estatua congelada para siempre. El contacto se deshizo demasiado pronto y su amiga se retiró, pedía una contestación.
¿Qué debía decir? ¿Qué le estaba pasando? ¿Cómo podía tener tantas emociones fuertes al mismo tiempo? En ese instante se sentía un monstruo odiándola, no tenía derecho a nada de todo aquello. De ponerla en esa tesitura, de besarla, y mucho menos de hacerla sentir tan bien. Pero al mismo tiempo deseaba algo de ella, necesitaba más. Exigía más.
—Yo... eh... Mai... Maila —el rubor subía a sus mejillas, amenazando con delatarla. Tenía que pararlo, aunque no quisiera. Su vida había sido mala, la habían retirado de su pasión y de todo lo que conocía por un beso en un cuarto de baño. Su punto de inflexión se estaba repitiendo. En esa ocasión huyó... ¿por qué no debería hacerlo ahora?— creo que... creo que... debes estar confusa, debes estar equivocándote —aquella era la explicación más lógica aunque sabía que no era cierto. Estaba proyectando sus propias dudas sobre Maila, ella nunca vacilaría ante lo que sintiera. Era de sangre caliente y actuaba por impulso— en Francia lo pasé muy mal y... dios mío, no sé lo que estoy diciendo... yo, creo que deberíamos dejarlo aquí —no fue capaz de mirar a esos ojos y negar que sintiera exactamente lo mismo. Esa era su debilidad.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Una puerta abierta
09/12/20, 07:06 pm
La respuesta de Fleur le sentó como un jarro de agua fría. Y no solo porque la hubiera rechazado, sino por las palabras que dijo. <<¿Yo... confusa...?>> Pensó con el ceño fruncido y algo cabreada. Nunca había estado tan segura de sentir algo por alguien... La hawaiana asintió en silencio ante la proposición de su amiga de dejarlo ahí. No sabía muy bien qué pensar y estaba algo decepcionada. Pasaría un largo minuto sin decir nada. ¿Había estado malinterpretando señales? Se sentiría tonta en aquel momento si de verdad pensara que se trataba de eso... Pero no lo creía. Había visto cómo la miraba y apostaría lo que fuera a que el sentimiento era recíproco. Estaba segura de que había dicho que no por alguna clase de miedo o timidez. Sin embargo no iba a volver a preguntárselo de nuevo.
-Vale, Fleur.- Le contestaría de forma comprensible.- Si es lo que quieres no insistiré, te lo prometo, pero déjame decirte algo...- Esta vez su voz adquiriría un tono más neutro aunque no borde, y sería evidente para Fleur que estaba un poquito molesta.- Entiendo que ahora mismo estés algo incómoda, de verdad. Pero no me digas lo que siento o lo que no. Porque estoy muy segura de eso.- Terminaría mirándola directamente a los ojos. Quería dejar bien claro que ella no estaba "equivocada". Tras una respuesta de Fleur para que lo dejaran estar Maila se forzó a sonreír para normalizar la situación y comentó que lo mejor sería que se fueran a dormir. La hawaiana se acostaría con un nudo en el estómago y con una mezcla de arrepentimiento y alivio por haber dado el paso. No sabía cómo acabaría todo aquello pero sí de que nada volvería a ser como antes.
-Vale, Fleur.- Le contestaría de forma comprensible.- Si es lo que quieres no insistiré, te lo prometo, pero déjame decirte algo...- Esta vez su voz adquiriría un tono más neutro aunque no borde, y sería evidente para Fleur que estaba un poquito molesta.- Entiendo que ahora mismo estés algo incómoda, de verdad. Pero no me digas lo que siento o lo que no. Porque estoy muy segura de eso.- Terminaría mirándola directamente a los ojos. Quería dejar bien claro que ella no estaba "equivocada". Tras una respuesta de Fleur para que lo dejaran estar Maila se forzó a sonreír para normalizar la situación y comentó que lo mejor sería que se fueran a dormir. La hawaiana se acostaría con un nudo en el estómago y con una mezcla de arrepentimiento y alivio por haber dado el paso. No sabía cómo acabaría todo aquello pero sí de que nada volvería a ser como antes.
- Aes
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Nombre: Aniol
Especie: Humano
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Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Una puerta abierta
10/12/20, 01:40 pm
Pasó un minuto de silencio incómodo entre ambas, tiempo en el que Fleur pudo ver la decepción de Maila, hacerle daño era lo que menos quería y la destrozaba por dentro. Una parte de ella en cambio se contentaba al descubrir lo mucho que le importaba a su amiga, pero intentaba eclipsarla con todas sus fuerzas.
Por fin la hawaiana rompió el hielo de nuevo para mostrarse comprensible y en algún momento también molesta. Tenía razón, no podía pretender decirle lo que sentía pero Fleur guardó silencio, incapaz de dar su brazo a torcer o de proseguir con el tema.
—En serio... dejémoslo estar... —suplicó, Maila terminó marchándose y Fleur quedó sumida en sus pensamientos. Tenía miedo, de sí misma y de que aquel tren no volviera a pasar nunca. Rezó, pero no sabía por entonces que se vería atraída como nunca hacia la joven, especialmente por las noches cuando más recordaba aquel suave beso. Ahora sentía algo distinto, una puerta abierta que la azotaba con frías corrientes de manera constante, como recordándole que estaba ahí. Una ventana que olvidaba cerrar a propósito incluso con un vendaval allí afuera.
Por fin la hawaiana rompió el hielo de nuevo para mostrarse comprensible y en algún momento también molesta. Tenía razón, no podía pretender decirle lo que sentía pero Fleur guardó silencio, incapaz de dar su brazo a torcer o de proseguir con el tema.
—En serio... dejémoslo estar... —suplicó, Maila terminó marchándose y Fleur quedó sumida en sus pensamientos. Tenía miedo, de sí misma y de que aquel tren no volviera a pasar nunca. Rezó, pero no sabía por entonces que se vería atraída como nunca hacia la joven, especialmente por las noches cuando más recordaba aquel suave beso. Ahora sentía algo distinto, una puerta abierta que la azotaba con frías corrientes de manera constante, como recordándole que estaba ahí. Una ventana que olvidaba cerrar a propósito incluso con un vendaval allí afuera.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
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