Sede de los Taumaturgos
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Sede de los Taumaturgos
02/08/11, 06:38 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Refugio para neotransformados. Se trata de un minarete de madera rojiza de cinco plantas decorado con cenefas y arabescos. El interior es amplio principalmente iluminado por antorchas. Se divide en dependencias individuales donde imperan los muebles de madera ignífuga, los colores cálidos y el cuero. También hay áreas comunes como una cocina, dos salas de entrenamiento bien equipadas, un pequeño estudio y un salón decorado con tapices que narran batallas importantes de la historia de la ciudad.
Los pomos de las puertas de los cuartos ocupados se vuelven de color rojo y una placa con el nombre de la o las personas que lo ocupan aparece en medio de la puerta.
Los pomos de las puertas de los cuartos ocupados se vuelven de color rojo y una placa con el nombre de la o las personas que lo ocupan aparece en medio de la puerta.
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Adrune y Neil
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Rox
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- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Sede de los Taumaturgos
19/06/20, 12:33 pm
Escuchó atentamente a Neil, esforzándose por retener lo que le decía y que su mente no divagase cuando, por ejemplo, el chico mencionó el ritual de unión y su cerebro ya empezaba a llenarse de escenas del día que se conocieron. Se mantuvo en silencio durante un rato después de que el brujo terminase de hablar, asimilando todo lo que acababa de decir y buscando la forma de expresarse él mismo. Su aurva había mencionado muchas cosas que ella no se había planteado en absoluto.
—Es posible que tengas razón y los sinhadres seamos distintos en ese sentido. Es solo que… No puede ser que yo tenga más importancia que tú solo por tener los ojos más oscuros —el aurva no había mencionado aquel punto en particular y era posiblemente la parte sobre la que más quería incidir el gamusino—. Es por eso y porque a veces… “sobren” personas por lo que empecé a cuestionármelo. Sí, los sacerdotes están equivocados seguro. Y si de verdad hay dos partes de la misma alma tiene que ser como tú dices. Pero… esas dos partes tienen que ser igual de importantes. De eso estoy completamente seguro. Tal vez el color solo sea una pista para poder encontrar más fácilmente la otra mitad del alma, ¿o a lo mejor incluso eso está mal? No lo sé, solo sé que no quiero que nadie piense que eres inferior a mí de ninguna manera por tener los ojos claros, y que nadie merece ser… descartado por eso.
—Es posible que tengas razón y los sinhadres seamos distintos en ese sentido. Es solo que… No puede ser que yo tenga más importancia que tú solo por tener los ojos más oscuros —el aurva no había mencionado aquel punto en particular y era posiblemente la parte sobre la que más quería incidir el gamusino—. Es por eso y porque a veces… “sobren” personas por lo que empecé a cuestionármelo. Sí, los sacerdotes están equivocados seguro. Y si de verdad hay dos partes de la misma alma tiene que ser como tú dices. Pero… esas dos partes tienen que ser igual de importantes. De eso estoy completamente seguro. Tal vez el color solo sea una pista para poder encontrar más fácilmente la otra mitad del alma, ¿o a lo mejor incluso eso está mal? No lo sé, solo sé que no quiero que nadie piense que eres inferior a mí de ninguna manera por tener los ojos claros, y que nadie merece ser… descartado por eso.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Sede de los Taumaturgos
19/06/20, 11:53 pm
Ante el evidente orgullo en la voz de su amigo Milo solo pudo sonreír, pues estaba muy claro que al coreano le encantaba su transformación, y cuando sugirió que él se podía encargar de traer la cena sin levantar sospechas el irrense no dudó en apuntarse al plan.
—Tienes razón —asintió mientras se ponía en pie y se acercaba al armario—. Si te encargas tú nadie va a sospechar nada y podrás moverte sin que te hagan preguntas incómodas. —añadió, buscando entre su ropa ordenada una sudadera oscura que no llamara demasiado la atención.
Cuando dio con ella se giró hacia Rox y se la tendió con expresión pensativa, dejándose caer a su lado en la cama mientras intentaba decidir qué le apetecía comer.
—¿Un sandwich tal vez? —sugirió, estirándose sobre las sábanas con un gruñido de satisfacción mal contenido—. A pesar del hambre que tengo dudo que me entre mucho más que eso, aunque... —dudo por un segundo—. Supongo que a un helado tampoco le haría ascos. —añadió al final con una sonrisa culpable, llevándose las manos a la nuca con indolencia mientras buscaba desde su posición algún indicio de cambio en el reflejo del pelirrosa.
—Tienes razón —asintió mientras se ponía en pie y se acercaba al armario—. Si te encargas tú nadie va a sospechar nada y podrás moverte sin que te hagan preguntas incómodas. —añadió, buscando entre su ropa ordenada una sudadera oscura que no llamara demasiado la atención.
Cuando dio con ella se giró hacia Rox y se la tendió con expresión pensativa, dejándose caer a su lado en la cama mientras intentaba decidir qué le apetecía comer.
—¿Un sandwich tal vez? —sugirió, estirándose sobre las sábanas con un gruñido de satisfacción mal contenido—. A pesar del hambre que tengo dudo que me entre mucho más que eso, aunque... —dudo por un segundo—. Supongo que a un helado tampoco le haría ascos. —añadió al final con una sonrisa culpable, llevándose las manos a la nuca con indolencia mientras buscaba desde su posición algún indicio de cambio en el reflejo del pelirrosa.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Re: Sede de los Taumaturgos
21/06/20, 06:16 pm
Rox dejó a un lado su espejo y sujetó la sudadera con ambas manos, observándola con aparente y total normalidad. Lejos de la realidad, el cambiante era una botella cerrada a presión con todo lo que sentía por estar a punto de ponerse una prenda de Milo. Dirigió la mirada al irrense, que ahora se estiraba como un gato al lado suya, para sonreirle con sorna.
—Si ya sabía yo —dijo, dándole la vuelta a la sudadera para ponérsela. Ahí estaba otra vez el olor a jabón y cobre, más fuerte que antes. No podía perderse en una nube así que se apresuró en sacar la cabeza, aprovechando los pocos segundos en los que su rostro no fue visible para frenar el rubor que pretendía establecerse en sus mejillas—. El helado es lo mejor para las bajonas. Me voy a traer una tarrina entera.
Le quedaba un poco grande, lo notaba por la longitud de las mangas y como le tapaban más mano de lo que deberían. Tampoco dejó que le distrayera aquello, ya bastante era con tener al moreno tumbado a su lado, con lo que se remangó rápidamente y recuperó su espejo para proceder con lo que le acontecía. Podía utilizar los modelos que más le gustaban de las revistas de dama Isis, las apariencias que de tanto practicar había hecho "suyas" de algún modo, pero el australiano tuvo otra idea en mente. Aunque siendo realistas, ni siquiera lo pensó al abrir la boca:
—Venga, descríbeme al chico más guapo que hayas visto nunca —lo había soltado con tanta naturalidad que al escucharse a sí mismo casi soltó un bufido. Rio suavemente, ocultando el nerviosismo—. Pero sin pasarte, que tampoco quiero que se me queden mirando —continuó, quitándole hierro.
—Si ya sabía yo —dijo, dándole la vuelta a la sudadera para ponérsela. Ahí estaba otra vez el olor a jabón y cobre, más fuerte que antes. No podía perderse en una nube así que se apresuró en sacar la cabeza, aprovechando los pocos segundos en los que su rostro no fue visible para frenar el rubor que pretendía establecerse en sus mejillas—. El helado es lo mejor para las bajonas. Me voy a traer una tarrina entera.
Le quedaba un poco grande, lo notaba por la longitud de las mangas y como le tapaban más mano de lo que deberían. Tampoco dejó que le distrayera aquello, ya bastante era con tener al moreno tumbado a su lado, con lo que se remangó rápidamente y recuperó su espejo para proceder con lo que le acontecía. Podía utilizar los modelos que más le gustaban de las revistas de dama Isis, las apariencias que de tanto practicar había hecho "suyas" de algún modo, pero el australiano tuvo otra idea en mente. Aunque siendo realistas, ni siquiera lo pensó al abrir la boca:
—Venga, descríbeme al chico más guapo que hayas visto nunca —lo había soltado con tanta naturalidad que al escucharse a sí mismo casi soltó un bufido. Rio suavemente, ocultando el nerviosismo—. Pero sin pasarte, que tampoco quiero que se me queden mirando —continuó, quitándole hierro.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Sede de los Taumaturgos
23/06/20, 11:33 pm
La pregunta de Rox le pilló totalmente desprevenido mientras observaba el techo y por eso su respuesta no fue meditada en absoluto.
—Por ahí no vamos a sacar nada, porque tu eres el chico mas guapo que conozco e ir de ti mismo no es una opción —replicó—. ¿Se te suelen quedar mirando mucho, o qué? —preguntó con una sonrisa divertida, aún sin ser consciente de lo que acababa de decir en voz alta.
Tras unos segundos de silencio por fin le hicieron contacto las neuronas y el brujo deseo que se le tragara la tierra, pero logró contener las ganas de salir corriendo y se limitó a taparse la cara con un gesto casual del brazo que ocultaría convenientemente su incipiente rubor.
«¿Por qué has dicho eso en voz alta, imbécil?» se reprendió, rogando con todas sus fuerzas para que aquello no se convirtiera en un momento incómodo.
En aras de no alargarlo mucho más el moreno terminó carraspeando desde el otro lado de su muralla improvisada e intentó decir algo para salir del paso.
—Si te transformas en algún vecino al que no se le vea mucho el pelo seguro que no levantas sospechas, porque tampoco es plan de cruzarte con tu doble —bromeó con tono inseguro, incapaz de buscar la mirada del otro para compartir la gracia—. ¿El idrino de la cara cortada tal vez? —sugirió a media voz.
—Por ahí no vamos a sacar nada, porque tu eres el chico mas guapo que conozco e ir de ti mismo no es una opción —replicó—. ¿Se te suelen quedar mirando mucho, o qué? —preguntó con una sonrisa divertida, aún sin ser consciente de lo que acababa de decir en voz alta.
Tras unos segundos de silencio por fin le hicieron contacto las neuronas y el brujo deseo que se le tragara la tierra, pero logró contener las ganas de salir corriendo y se limitó a taparse la cara con un gesto casual del brazo que ocultaría convenientemente su incipiente rubor.
«¿Por qué has dicho eso en voz alta, imbécil?» se reprendió, rogando con todas sus fuerzas para que aquello no se convirtiera en un momento incómodo.
En aras de no alargarlo mucho más el moreno terminó carraspeando desde el otro lado de su muralla improvisada e intentó decir algo para salir del paso.
—Si te transformas en algún vecino al que no se le vea mucho el pelo seguro que no levantas sospechas, porque tampoco es plan de cruzarte con tu doble —bromeó con tono inseguro, incapaz de buscar la mirada del otro para compartir la gracia—. ¿El idrino de la cara cortada tal vez? —sugirió a media voz.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Re: Sede de los Taumaturgos
25/06/20, 01:11 am
Rox se quedó paralizado en el acto tras un bufido de sorpresa, con los ojos bien abiertos y el espejo en una mano. Suerte que no se estaba apuntando a la cara, sino Milo habría visto como sus mejillas se teñían del mismo rosado que su pelo. De escuchar aquello de cualquier otra persona se habría reído, soltado un "ooow" prolongado, devuelto el cumplido, bromeado o dado las gracias, cualquier cosa, pero viniendo del irrense el escenario cambiaba radicalmente. El australiano ya le había piropeado en toda su cara antes y había disfrutado poniéndole nervioso varias veces, incluso a riesgos de ser obvio, pero ahora que se habían invertido las tornas no sabía bajo que piedra esconderse. Le ardían hasta las orejas. Milo le acababa de llamar guapo. No, el más guapo. ¿Era una exageración amistosa o iba en serio?
—No, no mucho —consiguió responder en el tono de voz menos confuso que su pobre cuerpo era capaz de dar, que venía a ser tan convincente como una jirafa en una carrera de caballos—. Creo.
Era incapaz de voltearse a mirarle, y cuanto más pensaba en actuar con naturalidad más le costaba. Se llevó una mano al colgante, nervioso, y hasta para eso se sintió torpe. Encima estaba sonriendo como un idiota, convencido de que si se quedaban mucho rato en silencio el moreno podría oír sus latidos yendo a toda velocidad. Por suerte fue el propio Milo quien siguió hablando, frenándole de abrir la boca para soltar la primerísima burrada demasiado sincera que se le cruzara por la mente.
—Sí, vale —dijo sin pensar, conforme con lo que fuese. Luego recapacitó, soltando unas risas nerviosas por medio—. No no no, espera, no. Tío, ¿y si me ven sus amigos? —se giró para entablar contacto visual y así disimular lo raro que se hubiera puesto antes, todavía con la sonrisa en la cara. Seguía colorado, pero no tanto como en un principio—. ¡Como para que me paren y me acusen de robo de identidad ahora, sabes! Ya de paso pídeme que me transforme en Hyun o, yo que sé, en la doña Abrazos —hizo una mueca acompañada de un ruido de asco cómico y se rio, ventilando de ese modo parte de sus nervios aunque siguiera bastante descolocado—. Ya me encargo yo de hacerme más anónimo... y menos guapo.
No había nacido ayer y conocía a Milo lo suficiente como para no fijarse en que él también parecía un rato... ¿incómodo? «Por dios, calla.» Bloqueó cualquier pensamiento para no volverse loco, alzando el espejo para cambiarse y concentrarse en su aspecto. Su rubor y su estúpida sonrisa seguían ahí, inmutables. Su piel se aclaró, su rostro, salpicado en pecas, se volvió mucho más fino y adoptó rasgos caucásicos, asimismo su pelo creció y se onduló, pasando del rosa al castaño. Su cuerpo se hizo más flaco y pequeño, menguando dentro de la sudadera del brujo. Parecía débil, como si fuera un cosechado al que la Luna hubiera obviado: era uno de los modelos de aspecto frágil y pestañas gruesas que se repetía en una de las revistas terrestres de ropa de otoño, modificado para aparentar ser más joven y menos llamativo que el original. Se observó de distintos ángulos; Milo podría verlo también en el reflejo.
—Sigue siendo rarísimo verme y no reconocerme —guardó el espejo, conforme. Tampoco tenía porqué ir al detalle, era solo para cocinar algo rápido. Y cuanto antes saliera mejor. Quería gritar, ya no solo por lo de Adru—. Hale, ¡ya vengo!
Sus zapatillas eran, como no, bastante llamativas, así que las dejaría en el cuarto.
—No, no mucho —consiguió responder en el tono de voz menos confuso que su pobre cuerpo era capaz de dar, que venía a ser tan convincente como una jirafa en una carrera de caballos—. Creo.
Era incapaz de voltearse a mirarle, y cuanto más pensaba en actuar con naturalidad más le costaba. Se llevó una mano al colgante, nervioso, y hasta para eso se sintió torpe. Encima estaba sonriendo como un idiota, convencido de que si se quedaban mucho rato en silencio el moreno podría oír sus latidos yendo a toda velocidad. Por suerte fue el propio Milo quien siguió hablando, frenándole de abrir la boca para soltar la primerísima burrada demasiado sincera que se le cruzara por la mente.
—Sí, vale —dijo sin pensar, conforme con lo que fuese. Luego recapacitó, soltando unas risas nerviosas por medio—. No no no, espera, no. Tío, ¿y si me ven sus amigos? —se giró para entablar contacto visual y así disimular lo raro que se hubiera puesto antes, todavía con la sonrisa en la cara. Seguía colorado, pero no tanto como en un principio—. ¡Como para que me paren y me acusen de robo de identidad ahora, sabes! Ya de paso pídeme que me transforme en Hyun o, yo que sé, en la doña Abrazos —hizo una mueca acompañada de un ruido de asco cómico y se rio, ventilando de ese modo parte de sus nervios aunque siguiera bastante descolocado—. Ya me encargo yo de hacerme más anónimo... y menos guapo.
No había nacido ayer y conocía a Milo lo suficiente como para no fijarse en que él también parecía un rato... ¿incómodo? «Por dios, calla.» Bloqueó cualquier pensamiento para no volverse loco, alzando el espejo para cambiarse y concentrarse en su aspecto. Su rubor y su estúpida sonrisa seguían ahí, inmutables. Su piel se aclaró, su rostro, salpicado en pecas, se volvió mucho más fino y adoptó rasgos caucásicos, asimismo su pelo creció y se onduló, pasando del rosa al castaño. Su cuerpo se hizo más flaco y pequeño, menguando dentro de la sudadera del brujo. Parecía débil, como si fuera un cosechado al que la Luna hubiera obviado: era uno de los modelos de aspecto frágil y pestañas gruesas que se repetía en una de las revistas terrestres de ropa de otoño, modificado para aparentar ser más joven y menos llamativo que el original. Se observó de distintos ángulos; Milo podría verlo también en el reflejo.
—Sigue siendo rarísimo verme y no reconocerme —guardó el espejo, conforme. Tampoco tenía porqué ir al detalle, era solo para cocinar algo rápido. Y cuanto antes saliera mejor. Quería gritar, ya no solo por lo de Adru—. Hale, ¡ya vengo!
Sus zapatillas eran, como no, bastante llamativas, así que las dejaría en el cuarto.
- InvitadoInvitado
Re: Sede de los Taumaturgos
25/06/20, 02:20 am
La cocina no estaba muy llena así que Pelusa y ella pudieron hacer la cena sin más complicaciones. No hablaron más que lo necesario. Lo cierto es que Rena no sabía qué decir, intentaba mantener sus pensamientos bajo control y concentrarse en su tarea. Se decidieron por unos muffins salados de champiñones, que eran bastante rápidos y sencillos y podían llevar a los cuartos sin peligro de pringar ni derramar nada, y además eran menos aburridos que unos simples bocatas.
Ya se habían enfriado y estaban colocándolos en bandejas para repartirlos entre los grupos desperdigados cuando la nariz de Rena captó un olor familiar. Se giró hacia la puerta con la boca ya entreabierta para preguntar un ‘¿Cómo estás?’, pero sus ojos se dieron de bruces con un desconocido que llevaba puesta la chaqueta de Milo.
-Rox, ¿qué coño haces? -preguntó poniendo una mueca de desconcierto. Obviamente no podía ser otra persona.
Ya se habían enfriado y estaban colocándolos en bandejas para repartirlos entre los grupos desperdigados cuando la nariz de Rena captó un olor familiar. Se giró hacia la puerta con la boca ya entreabierta para preguntar un ‘¿Cómo estás?’, pero sus ojos se dieron de bruces con un desconocido que llevaba puesta la chaqueta de Milo.
-Rox, ¿qué coño haces? -preguntó poniendo una mueca de desconcierto. Obviamente no podía ser otra persona.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Personajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Sede de los Taumaturgos
28/06/20, 10:05 pm
Milo rió con algo de culpabilidad al imaginar al coreano disfrazado de dama Abrazos, agradeciendo que sus palabras no hubieran desencadenado ese momento incómodo que se había imaginado, y cuando el pelirosa decidió que se encargaba él mismo el brujo se limitó a asentir para dejar clara su conformidad.
—Sería gracioso que te cruzaras con su amiga loba… —comentó a pesar de todo mientras el otro empezaba a cambiar, retomando su tren de pensamientos mientras se incorporaba en la cama—. ¿Es una licántropa, verdad? Fijo que se daría cuenta de que no eres él, pero no sabría predecir su reacción en absoluto. —añadió con una sonrisa pícara, aferrándose al humor para desterrar los nervios que aún se retorcían en su estómago. No los conocía mucho y apenas se había cruzado con ambos en la Sede, pero había oído cosas sobre la libense que avergonzarían al menos casto.
El brujo se levantó de la cama cuando el coreano terminó y se giró hacia él para mostrarle el resultado, echándole un vistazo con ojo crítico antes de darle su aprobación con un levantamiento de pulgares.
«Es mucho más guapo con su aspecto habitual, sin duda… » se sorprendió pensando a pesar de todo, sacudiendo la cabeza para apartar aquellas tonterías de su mente. Hasta aquel momento no se había parado a pensar en aquellas cosas y ahora no dejaba aparcado el tema: ¿qué hostias le pasaba?
El irrense estaba tan centrado en sus propias movidas internas que ni siquiera se había fijado en la incomodidad del humano ni en su incipiente rubor, así que se limitó a asentir comprensivo cuando el otro comentó lo raro que le resultaba no reconocerse en el espejo.
—En cierta manera eso es bueno, ¿no? Así no te olvidas de quién eres… —murmuró mientras le acompañaba a la puerta, tomando sus zapatillas para guardarlas a buen recaudo hasta su vuelta.
—Sería gracioso que te cruzaras con su amiga loba… —comentó a pesar de todo mientras el otro empezaba a cambiar, retomando su tren de pensamientos mientras se incorporaba en la cama—. ¿Es una licántropa, verdad? Fijo que se daría cuenta de que no eres él, pero no sabría predecir su reacción en absoluto. —añadió con una sonrisa pícara, aferrándose al humor para desterrar los nervios que aún se retorcían en su estómago. No los conocía mucho y apenas se había cruzado con ambos en la Sede, pero había oído cosas sobre la libense que avergonzarían al menos casto.
El brujo se levantó de la cama cuando el coreano terminó y se giró hacia él para mostrarle el resultado, echándole un vistazo con ojo crítico antes de darle su aprobación con un levantamiento de pulgares.
«Es mucho más guapo con su aspecto habitual, sin duda… » se sorprendió pensando a pesar de todo, sacudiendo la cabeza para apartar aquellas tonterías de su mente. Hasta aquel momento no se había parado a pensar en aquellas cosas y ahora no dejaba aparcado el tema: ¿qué hostias le pasaba?
El irrense estaba tan centrado en sus propias movidas internas que ni siquiera se había fijado en la incomodidad del humano ni en su incipiente rubor, así que se limitó a asentir comprensivo cuando el otro comentó lo raro que le resultaba no reconocerse en el espejo.
—En cierta manera eso es bueno, ¿no? Así no te olvidas de quién eres… —murmuró mientras le acompañaba a la puerta, tomando sus zapatillas para guardarlas a buen recaudo hasta su vuelta.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Sede de los Taumaturgos
29/06/20, 09:42 am
Neil consideró durante un momento las palabras de su edeel.
-Quizás sea lo mismo, otro error de enfoque o algo así -reflexionó-. Pienso que si somos dos partes contrarias y equilibradas de un alma debemos ser igual de importantes también. Sí creo que los colores claros y oscuros identifican qué tipo de alma eres, pero no creo que ser una te haga tener más valor o menos que la otra. Y eso es algo que me enseñaste tú.
Las mejillas de Neil se sonrojaron un poco por sus propias palabras, pero siguió mirando a Adru sin bajar la mirada para que pudiera ver la sinceridad en su rostro. Podía parecer que esas palabras eran un simple halago, pero el brujo las creía de verdad. Aquello había sido un descubrimiento de sus primeros días con su nueva familia tras la unión. Cuando vio que ni su nueva familia ni mucho menos su edeel le trataban como algunos sacerdotes he habían dicho que iba a ocurrir, se dio cuenta que ellos no tenían la verdad absoluta y también podían equivocarse.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguasPersonajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Sede de los Taumaturgos
30/06/20, 01:39 pm
Mientras Neil hablaba se había girado para, ahora sí, mirarle directamente y asentir con suavidad a todo lo que decía, hasta culminar en una sonrisa cuando este terminó de hablar. El gamusino se arrastró para acercarse más a su aurva y lo rodeó con sus brazos sin previo aviso.
—Menos mal, Neil. Menos mal que en aquella ocasión los sacerdotes acertaron —le dijo sin dejar de abrazarlo—. Yo he cumplido mi parte como tu edeel, pero tú también como mi aurva. Y no lo digo por todas esas tonterías que os enseñan de ser serviciales aunque tu habilidad con la cocina sea una gran ventaja. Eres el mejor hermano pequeño del mundo y siempre has cuidado de mí para evitar que me haga daño por todas las tonterías que hago.
Deshizo finalmente el abrazo y se apartó un poco para dejar espacio entre ambos.
>>Creo que ahora sí que me apetece ese syv con galletas.
—Menos mal, Neil. Menos mal que en aquella ocasión los sacerdotes acertaron —le dijo sin dejar de abrazarlo—. Yo he cumplido mi parte como tu edeel, pero tú también como mi aurva. Y no lo digo por todas esas tonterías que os enseñan de ser serviciales aunque tu habilidad con la cocina sea una gran ventaja. Eres el mejor hermano pequeño del mundo y siempre has cuidado de mí para evitar que me haga daño por todas las tonterías que hago.
Deshizo finalmente el abrazo y se apartó un poco para dejar espacio entre ambos.
>>Creo que ahora sí que me apetece ese syv con galletas.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Sede de los Taumaturgos
30/06/20, 05:58 pm
—Se dice que está más salida que el pico de una plancha. Creo que... prefiero no saber que pasaría.
«No soy lo suficientemente hetero para eso.»
Aún no había comprobado si tenía el mismo respeto por el espacio personal que dama Abrazos ni pensaba hacerlo pronto. No solo había oído sobre la licántropa, también la había visto en zonas comunes y había preferido retirarse estratégicamente del lugar. Hasta en el trabajo algo había escuchado (se sentía cotilla por ello, pero no iba a quitarse las orejas), y según parecía dama Isis tenía tratos reguleros con las lobas. Se preguntaba si tendría algo que ver con la misma o si se trataba de un encontronazo mal cerrado con otra.
El cambiante se arregló la sudadera y los bajos del pantalón una vez en pie. Medía menos de lo normal y los bordes de la ropa le bailaban. Al oír lo último que dijo el brujo sus ojos se abrieron más.
—No lo había pensado así. Supongo que sí... Es hasta bonito —respondió, ya en la puerta—. Sino ya os tengo a vosotros para recordármelo.
Hizo una mueca con una sonrisa más amplia ya fuera del campo de visión del irrense. ¿Siempre había sido así de ñoño o tenía que culpar a sus amigos? Cerró la puerta en silencio, con la sonrisita en los labios y el pulso todavía acelerado hasta que cayó en que era hora de enfrentarse a la nueva realidad. No quería encontrarse con el resto, no todavía. Le convenía pasar desapercibido, y a pesar de estar apollardado por lo bien que había salido todo con Milo, el piropo y que llevaba una sudadera suya, el dolor de la discusión y la pena por lo de Adru seguía muy presente. Caminó descalzo hacia la cocina, con la vista baja. Se escuchaban cacharros y voces, pero no tenía porqué tratarse de ninguno de los suyos: y si lo eran pues... para eso estaba su disfraz.
Por desgracia no contaba con Rena y su estúpido olfato de osa. La chica le había calado tan rápido que casi se ofendió. Era de las pocas personas con las que no le importaba toparse en ese instante, así que la había obviado inconscientemente en su plan magistral de camuflaje, y aún así dudó unos segundos antes de reaccionar, mirándola con genuina sorpresa.
—¿Rox? ¿Quién? —su voz sonó mal, muy mal, como un crío recién empezado en la pubertad al que sus padres acababan de pillar viendo una porno. O un Mickey Mouse muy mal hecho. La actuación fue tan penosa que tuvo que taparse la boca para no reírse delante suya. Al menos un poquito de seriedad—. Me cago en todo Rena. Que me había currado esta cara.
De por sí su voz era una versión más grave y masculina de su voz original, salirse del registro tenía resultados nefastos. Se acercó a la osa y a la spriggan tras haberse asegurado de que eran las únicas de su grupo ahí presentes. Al verse libre, suspiró.
—No quería encontrarme con nadie —esperaba que se entendiera que ellas estaban exentas de eso. Más por Rena que Pelusa, en realidad, sentía que iba ser juzgado por la mona en cualquier momento—. Iba a llevarle algo de comer a Milo... y helado para ahogar las penas. Está mejor, pero... eso.
Se encogió de hombros. En general la situación era complicada.
—¿Vosotras qué? ¿Cómo ha ido? —preguntó, no muy alto, remangándose con incomodidad.
«No soy lo suficientemente hetero para eso.»
Aún no había comprobado si tenía el mismo respeto por el espacio personal que dama Abrazos ni pensaba hacerlo pronto. No solo había oído sobre la licántropa, también la había visto en zonas comunes y había preferido retirarse estratégicamente del lugar. Hasta en el trabajo algo había escuchado (se sentía cotilla por ello, pero no iba a quitarse las orejas), y según parecía dama Isis tenía tratos reguleros con las lobas. Se preguntaba si tendría algo que ver con la misma o si se trataba de un encontronazo mal cerrado con otra.
El cambiante se arregló la sudadera y los bajos del pantalón una vez en pie. Medía menos de lo normal y los bordes de la ropa le bailaban. Al oír lo último que dijo el brujo sus ojos se abrieron más.
—No lo había pensado así. Supongo que sí... Es hasta bonito —respondió, ya en la puerta—. Sino ya os tengo a vosotros para recordármelo.
Hizo una mueca con una sonrisa más amplia ya fuera del campo de visión del irrense. ¿Siempre había sido así de ñoño o tenía que culpar a sus amigos? Cerró la puerta en silencio, con la sonrisita en los labios y el pulso todavía acelerado hasta que cayó en que era hora de enfrentarse a la nueva realidad. No quería encontrarse con el resto, no todavía. Le convenía pasar desapercibido, y a pesar de estar apollardado por lo bien que había salido todo con Milo, el piropo y que llevaba una sudadera suya, el dolor de la discusión y la pena por lo de Adru seguía muy presente. Caminó descalzo hacia la cocina, con la vista baja. Se escuchaban cacharros y voces, pero no tenía porqué tratarse de ninguno de los suyos: y si lo eran pues... para eso estaba su disfraz.
Por desgracia no contaba con Rena y su estúpido olfato de osa. La chica le había calado tan rápido que casi se ofendió. Era de las pocas personas con las que no le importaba toparse en ese instante, así que la había obviado inconscientemente en su plan magistral de camuflaje, y aún así dudó unos segundos antes de reaccionar, mirándola con genuina sorpresa.
—¿Rox? ¿Quién? —su voz sonó mal, muy mal, como un crío recién empezado en la pubertad al que sus padres acababan de pillar viendo una porno. O un Mickey Mouse muy mal hecho. La actuación fue tan penosa que tuvo que taparse la boca para no reírse delante suya. Al menos un poquito de seriedad—. Me cago en todo Rena. Que me había currado esta cara.
De por sí su voz era una versión más grave y masculina de su voz original, salirse del registro tenía resultados nefastos. Se acercó a la osa y a la spriggan tras haberse asegurado de que eran las únicas de su grupo ahí presentes. Al verse libre, suspiró.
—No quería encontrarme con nadie —esperaba que se entendiera que ellas estaban exentas de eso. Más por Rena que Pelusa, en realidad, sentía que iba ser juzgado por la mona en cualquier momento—. Iba a llevarle algo de comer a Milo... y helado para ahogar las penas. Está mejor, pero... eso.
Se encogió de hombros. En general la situación era complicada.
—¿Vosotras qué? ¿Cómo ha ido? —preguntó, no muy alto, remangándose con incomodidad.
- ♪♫♬:
- InvitadoInvitado
Re: Sede de los Taumaturgos
02/07/20, 01:28 am
A Rena se le escapó algo a medio camino entre bufido y risa que sonó casi tan ridículo como el intento fallido de voz de Rox.
-Tío, tienes que practicar más eso.
A pesar de la risa, le preocupó un poco que hubiese bajado solo Rox a por comida y encima disfrazado. No le gustaba que hubiera ese tipo de incomodidad entre sus amigos. Sin embargo no dijo nada, en su lugar le puso uno de los platos de muffins al cambiante en las manos.
-Pues llegas justo a tiempo. Pelusa y yo hemos hecho algo de picar y pensábamos hacer la ronda por los cuartos. Adru dijo que estaba cansada y se fue al cuarto con Neil, y Zob se quedó con Nime y Eitne explicándoles las movidas de la guerra. Íbamos a ir primero a verlos a ellos.
Los otros dos grupos estaban más o menos estables, o al menos creía que tenían más herramientas para manejar un disgusto así. Además se sentía mal por haberle colgado el marrón a Zob de explicar algo tan incómodo.
-¿Tú cómo estás? -preguntó, y al mirarle a los ojos para estudiar su expresión se sintió incómoda al no reconocer los de su amigo -¿Puedes cambiarte la cara? Es como… raro preocuparme por tí así.
-Tío, tienes que practicar más eso.
A pesar de la risa, le preocupó un poco que hubiese bajado solo Rox a por comida y encima disfrazado. No le gustaba que hubiera ese tipo de incomodidad entre sus amigos. Sin embargo no dijo nada, en su lugar le puso uno de los platos de muffins al cambiante en las manos.
-Pues llegas justo a tiempo. Pelusa y yo hemos hecho algo de picar y pensábamos hacer la ronda por los cuartos. Adru dijo que estaba cansada y se fue al cuarto con Neil, y Zob se quedó con Nime y Eitne explicándoles las movidas de la guerra. Íbamos a ir primero a verlos a ellos.
Los otros dos grupos estaban más o menos estables, o al menos creía que tenían más herramientas para manejar un disgusto así. Además se sentía mal por haberle colgado el marrón a Zob de explicar algo tan incómodo.
-¿Tú cómo estás? -preguntó, y al mirarle a los ojos para estudiar su expresión se sintió incómoda al no reconocer los de su amigo -¿Puedes cambiarte la cara? Es como… raro preocuparme por tí así.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Sede de los Taumaturgos
04/07/20, 04:42 pm
Rox cogió el plato de muffins de su amiga y sonrió al comprender, antes de que lo confirmase, que a eso se habían dedicado.
— Tienen buena pinta —no lo diría en voz alta, pero agradecía mucho el gesto, especialmente porque no quería quedarse mucho rato fuera cocinando. Un suspiro discreto salió de sus labios al pensar en Zob y la parte que le había tocado, intentando no darle vueltas ni dejarse llevar por el volunto de ir a ver personalmente como le iba. Se limitó a añadir—: Ojalá vaya bien.
El comentario de Rena sobre su cara le hizo soltar una risa, la cual esta vez no se molestó en tapar con la mano. Luego miró de forma significativa a su alrededor. Era obvio que no estaba cómodo, pero si estaba ahí hablando con la irrense solo era cuestión de lógica deducir que se trataba de él.
—Ya. Soy mucho más guapo al natural —bromeó, bajando el rostro para devolverlo a su yo reconocible. Su pelo vino después, pero para entonces el australiano ya le devolvía la mirada a Rena, con sus centímetros de altura recuperados. Se encogió de hombros con aire resignado—. Yo que sé. Mejor que antes, al menos.
Se hizo a un lado para llegar al congelador y sacar una tarrina de lo que parecía stracciatella, dejando el plato de muffins un momento sobre la encimera para coger dos cucharas. Mientras tanto siguió hablando con Rena.
—Me he aclarado un poco con Milo, pero sigo acojonado. No sé —frunció el ceño—. No quiero estar de malas con Adru pero me sigue dando rabia toda esta mierda.
— Tienen buena pinta —no lo diría en voz alta, pero agradecía mucho el gesto, especialmente porque no quería quedarse mucho rato fuera cocinando. Un suspiro discreto salió de sus labios al pensar en Zob y la parte que le había tocado, intentando no darle vueltas ni dejarse llevar por el volunto de ir a ver personalmente como le iba. Se limitó a añadir—: Ojalá vaya bien.
El comentario de Rena sobre su cara le hizo soltar una risa, la cual esta vez no se molestó en tapar con la mano. Luego miró de forma significativa a su alrededor. Era obvio que no estaba cómodo, pero si estaba ahí hablando con la irrense solo era cuestión de lógica deducir que se trataba de él.
—Ya. Soy mucho más guapo al natural —bromeó, bajando el rostro para devolverlo a su yo reconocible. Su pelo vino después, pero para entonces el australiano ya le devolvía la mirada a Rena, con sus centímetros de altura recuperados. Se encogió de hombros con aire resignado—. Yo que sé. Mejor que antes, al menos.
Se hizo a un lado para llegar al congelador y sacar una tarrina de lo que parecía stracciatella, dejando el plato de muffins un momento sobre la encimera para coger dos cucharas. Mientras tanto siguió hablando con Rena.
—Me he aclarado un poco con Milo, pero sigo acojonado. No sé —frunció el ceño—. No quiero estar de malas con Adru pero me sigue dando rabia toda esta mierda.
- ♪♫♬:
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Sede de los Taumaturgos
05/07/20, 01:08 am
Eitne se dijo a sí mismo que lo mejor que podía hacer en ese momento era callar y atender, por un lado porque quería llenar los huecos que le faltaban y por otro porque le daba miedo decir algo que empeorara la situación. Bastante delicada estaba ya. Así, se limitó a asentir cuando Nime le miró con complicidad, para dar a entender que sí, sabía lo que era la guerra, de algún modo. La bestia del crepúsculo sentía que tenía una buena imagen global de lo que había ocurrido después de la explicación de Zobriel, pero no pudo evitar hacer un mohín y quejarse cuando Zobriel puso de ejemplo la posibilidad de que Adru tuviera que atacar una aldea daeliciana.
—Adru no lo haría nunca y nuestros pueblos tampoco atacarían a Rocavarancolia —dijo con un hilo de voz que sonaba irónicamente claro. Luego pensó en cómo su abuela y el resto de brujas dulces defendían los pueblos de los daelicianos malos y dudó muy fuerte. Para aplacar sus temores, decidió hacer una de esas preguntas que les pedía Zobriel, previas a la vergüenza del basilisco—. ¿Contra quién pelea el ejército de Rocavarancolia? Seguro que lo pone en algún sitio…
O a lo mejor el rey simplemente era buena persona y no iniciaba guerras que no debía. O a lo mejor no pasaba nada si Adru se negaba a obedecer una orden si pensaba que estaba fea. O a lo mejor… Todo eran excusas, pero Eitne no era consciente.
—Adru no lo haría nunca y nuestros pueblos tampoco atacarían a Rocavarancolia —dijo con un hilo de voz que sonaba irónicamente claro. Luego pensó en cómo su abuela y el resto de brujas dulces defendían los pueblos de los daelicianos malos y dudó muy fuerte. Para aplacar sus temores, decidió hacer una de esas preguntas que les pedía Zobriel, previas a la vergüenza del basilisco—. ¿Contra quién pelea el ejército de Rocavarancolia? Seguro que lo pone en algún sitio…
O a lo mejor el rey simplemente era buena persona y no iniciaba guerras que no debía. O a lo mejor no pasaba nada si Adru se negaba a obedecer una orden si pensaba que estaba fea. O a lo mejor… Todo eran excusas, pero Eitne no era consciente.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Sede de los Taumaturgos
05/07/20, 01:05 pm
Nime escuchó a Zob sin interrumpirle, aunque sintiese la tentación de hacerlo, porque quería aclarar aquel asunto todo lo posible. Su posición neutral consiguió tranquilizarla, porque palabras duras solo habrían conseguido que se obcecase todavía más con su punto de vista que, muy en el fondo, sabía que no era el correcto. Tampoco creía equivocarse, pero sabía que los ejércitos atacaban a gente que no había hecho nada malo, salvo oponerse al propio ejército, y que lo fácil era creer simplemente que hacer aquello era malo sin más. El mundo tenía muchos más matices de los que su corta experiencia le permitía percibir, pero eso no quería decir que no pudiese comprender lo que los mayores le estaban explicando. Ni siquiera estaba en su mundo de origen, todo lo que había aprendido sobre la sociedad libense ya no aplicaba allí.
—Yo también confío en Adru. Sé que no va a hacer nada malo si le mandan, y puede dejar el ejército cuando quiera, así que… eso —no le quedaban demasiadas energías para seguir defendiendo sus argumentos. Zob tenía razón en que debía disculparse, al menos por haberles llamado idiotas, porque no se iba a disculpar por ver las cosas de forma diferente. Lo que sí quería era hacer las paces. Que todos las hicieran, y que Adru dejase de estar triste.
La pregunta de Eitne la dejó pensativa un momento, que fue lo que tardó en responderle.
—Contra invasores, ¿no? Gente como la que destrozó la ciudad. Y luego exploran otros mundos. Eso tiene que ser genial —agregó. No todo en el ejército era malo, eso lo tenía claro. Luego miró a Zob y retomó el tema antes de que el nublino se marchase—: Les pediré perdón a los tres, ¿vale? —Miró a Eitne y añadió por lo bajo—: ¿Tienes lápices? Como se fueron a su habitación… Tendré que pasarles una carta por debajo de la puerta.
—Yo también confío en Adru. Sé que no va a hacer nada malo si le mandan, y puede dejar el ejército cuando quiera, así que… eso —no le quedaban demasiadas energías para seguir defendiendo sus argumentos. Zob tenía razón en que debía disculparse, al menos por haberles llamado idiotas, porque no se iba a disculpar por ver las cosas de forma diferente. Lo que sí quería era hacer las paces. Que todos las hicieran, y que Adru dejase de estar triste.
La pregunta de Eitne la dejó pensativa un momento, que fue lo que tardó en responderle.
—Contra invasores, ¿no? Gente como la que destrozó la ciudad. Y luego exploran otros mundos. Eso tiene que ser genial —agregó. No todo en el ejército era malo, eso lo tenía claro. Luego miró a Zob y retomó el tema antes de que el nublino se marchase—: Les pediré perdón a los tres, ¿vale? —Miró a Eitne y añadió por lo bajo—: ¿Tienes lápices? Como se fueron a su habitación… Tendré que pasarles una carta por debajo de la puerta.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Sede de los Taumaturgos
05/07/20, 04:08 pm
No se opuso en lo más mínimo a ir preparar algo de comer para hacer un poco de reparto entre los que se habían desperdigados, realmente aquello de cocinar tranquila junto a Rena ayudaría mucho más a despejar que ir a agobiando a todo el mundo, uno por uno. Cada cual tenía cosas que solucionar, consigo mismos sobretodo, o en el caso de Nime y Eitne, de informarse de cómo funcionaban las cosas fuera de la burbuja donde Nime, especialmente, había vivido.
Pelusa no conocía en si mucho se guerras, sabía lo que era, como afectaban, pero no era algo que en si conociera como vivencia propia. No habría sabido explicar con exactitud la cosa, dándole su debida importancia, cosa que sabía podría hacer Zobriel. No por anda su propio mundo era de alguna forma, algo así como súbdito de Rocavarancolia ¿no?.
Pese a todod no se sentía especialmente preocupad apor la situaicon, no le gustaba el ambiente, nada, en lo mas minimo, pero pesaba mas en ella la creencia de la cosa se solucionaria. No tal vez en unashora so ese dia, cuando el ambiente seguía caldeado y las emocione sun pococ dispersas, ¿pero en unos días.Seguramente si. O al menos eso esperaba.
Se mantuvo en un tranquilo silencio junto a Rena mientras terminaban de preparar los muffins y se disponía a preparar algo de beber apra llevarles, cuando la voz de Rena llamo su atención. Pelusa se giro, y su expresión casi inexpresiva se trasnformo en un de profundo desconcierto. <<¿Cómo que Rox?...¿Donde?>> pensó distraída pensando por un breve, y estúpido instante, que Rox andaba encogiéndose detrás de chico de cabellos castaños y ropas más grande de lo normal. Lo cual era ridículo de por sí.
Tras uno segundo en caer en cuenta, más cuando escucho la escusa chillona de este, y se sintió un poco estúpida. <<Al final esta discusión me ha dejado más tocada de lo que pensaba>> pensó exasperada. Pues claro que ese chico era Rox. Rox era un cambiante. ¿Cómo narices no se había olvidado de semejante detalle? ¡Si lo veía cambiar todo el tiempo en el trabajo! <<Aunque ahora no es el trabajo... ¿porque está bajando Rox…con otra apariencia que no es la de Rox? >> pensó con una pequeña ceja alzada en extrañada confusión siguiendo los movimientos de chico que tan raro se le hacía.
Cuando escucho el motivo no supo que pensar. No encontrarse con nadie eh, ¿con otra gente de ese lugar…o con Adru? Tal vez un poco de ambas cosas. Pelusa suspiro ligeramente aun no abriendo la boca, prefiriendo escuchar, oír la respuesta de Rox a las preguntas de Rena, sobre el mismo y sobre cómo estaba Milo que había sido el primero en estallar durante la discusión.
Además, estaba el detalle de que, aunque quisiera decir algo se le hacía confuso hacerlo con alguien que no parecía Rox, al menos con la situación como estaba. Agradeció el cambio a una cara más conocida, dignándose, por fin, a abrir la boca ante las últimas palabras del pelirosa.
-¿Esta acojonando de no poder solucionar las cosas y el ambiente quede incomodo, no es así? -pregunto Pelusa directamente con voz tranquila, aunque en si era una pregunta que no exigía una respuesta. A Milo era el que más le había a afectado todo el asunto de que Adru quisiera entrar en el ejército, aunque ciertamente su estallido había llegado sobretodo, tras las palabras exaltadas de Nime- Yo creo…que van a estar bien las cosas cuando todo se calme, no veo nada extraño en que a veces ocurran discusiones así…somos muchos y de mundos muy diferentes…en realidad ya estábamos tardando- dijo Pelusa, mirando desde abajo a Rox, estirando el brazo hacia la mesa para coger un muffin más grande que su propia mano. – No tenemos que estar todos de acuerdo en todo lo que hagamos, pero…mientras exista…no se…¿el sentimiento? O algo asi. De querer cuidarnos…¿no tiene más peso eso incluso si algo no disgusta de lo que hace otro de nosotros? No tiene nada de malo preocuparse por otros, creo. – añadió frunciendo ligeramente el ceño, costándole encontrar las palabras, no por saber que decir, sino más bien por no saber expresarlas. Muchas de las cosas que decía o sentía, sobre muestras afectivas, amistosas, preocuparse por otros, apreciarlos eran relativamente recientes para la spriggan.
Porque las primeras personas con las que había llegado a tener algún tipo de lazo afectivo, era con las dos personas que estaba frente a ella y el resto que andaban disperdigados. Fuera de ese círculo, había conocido más gente, si, pero no había gente más importante para ella que ellos. Sería capaz de matar por cuidarles, enfadarse con ellos si ponía sus vidas en riesgo, protestar de ser necesario y apoyar de serlo también. ¿Pero no era eso bueno? Incluso si ahora era incomodo.
-¿Qué estemos todos incomodos o desconcertados, apoyemos o no la cosa, no es al final…algo bueno? – pregunto Pelusa mirando a uno y a otro, ladeando la cabeza- Significa que nos preocupamos por los demás…creo que prefiero es a que estemos siendo indiferentes totalmente- añadió Pelusa, acercándose a Rox- Adru no va a cambiar…porque para empezar NO está sola…hacemos mucho aquí para darle una colleja de vez en cuando si hace falta. – añadió cruzándose de brazos con expresión medio sería peor con una sutil burla en su voz- Yo aun no vuelo, pero cuando lo haga, podre alcanzaros a todos. Entonces ahí si…temblad…porque van a lloveros collejas a todos para enderezaros la sesera si hacéis algo estúpido- dijo pelusa finalmente apuntando con un dedo hacia Rox y mirando también a Rena, una pequeña sonrisa que podía ser más tétrico que mona aprecio en sus caras. Los músculos de la cara le dolían cuando intentaba hacer eso, pero lo intento al menos- Vosotros tampoco os librareis, gigantes -añadio con voz suave pero decidida para luego aañadir, acercandose a Rox un poco mas- Tambien...dile a Milo que no estamos enfadados con el, que deje de darle a los engranajes bajo esa mata de pelo negro.- dijo mirando al chico, ladeando la cabeza.
Pelusa no conocía en si mucho se guerras, sabía lo que era, como afectaban, pero no era algo que en si conociera como vivencia propia. No habría sabido explicar con exactitud la cosa, dándole su debida importancia, cosa que sabía podría hacer Zobriel. No por anda su propio mundo era de alguna forma, algo así como súbdito de Rocavarancolia ¿no?.
Pese a todod no se sentía especialmente preocupad apor la situaicon, no le gustaba el ambiente, nada, en lo mas minimo, pero pesaba mas en ella la creencia de la cosa se solucionaria. No tal vez en unashora so ese dia, cuando el ambiente seguía caldeado y las emocione sun pococ dispersas, ¿pero en unos días.Seguramente si. O al menos eso esperaba.
Se mantuvo en un tranquilo silencio junto a Rena mientras terminaban de preparar los muffins y se disponía a preparar algo de beber apra llevarles, cuando la voz de Rena llamo su atención. Pelusa se giro, y su expresión casi inexpresiva se trasnformo en un de profundo desconcierto. <<¿Cómo que Rox?...¿Donde?>> pensó distraída pensando por un breve, y estúpido instante, que Rox andaba encogiéndose detrás de chico de cabellos castaños y ropas más grande de lo normal. Lo cual era ridículo de por sí.
Tras uno segundo en caer en cuenta, más cuando escucho la escusa chillona de este, y se sintió un poco estúpida. <<Al final esta discusión me ha dejado más tocada de lo que pensaba>> pensó exasperada. Pues claro que ese chico era Rox. Rox era un cambiante. ¿Cómo narices no se había olvidado de semejante detalle? ¡Si lo veía cambiar todo el tiempo en el trabajo! <<Aunque ahora no es el trabajo... ¿porque está bajando Rox…con otra apariencia que no es la de Rox? >> pensó con una pequeña ceja alzada en extrañada confusión siguiendo los movimientos de chico que tan raro se le hacía.
Cuando escucho el motivo no supo que pensar. No encontrarse con nadie eh, ¿con otra gente de ese lugar…o con Adru? Tal vez un poco de ambas cosas. Pelusa suspiro ligeramente aun no abriendo la boca, prefiriendo escuchar, oír la respuesta de Rox a las preguntas de Rena, sobre el mismo y sobre cómo estaba Milo que había sido el primero en estallar durante la discusión.
Además, estaba el detalle de que, aunque quisiera decir algo se le hacía confuso hacerlo con alguien que no parecía Rox, al menos con la situación como estaba. Agradeció el cambio a una cara más conocida, dignándose, por fin, a abrir la boca ante las últimas palabras del pelirosa.
-¿Esta acojonando de no poder solucionar las cosas y el ambiente quede incomodo, no es así? -pregunto Pelusa directamente con voz tranquila, aunque en si era una pregunta que no exigía una respuesta. A Milo era el que más le había a afectado todo el asunto de que Adru quisiera entrar en el ejército, aunque ciertamente su estallido había llegado sobretodo, tras las palabras exaltadas de Nime- Yo creo…que van a estar bien las cosas cuando todo se calme, no veo nada extraño en que a veces ocurran discusiones así…somos muchos y de mundos muy diferentes…en realidad ya estábamos tardando- dijo Pelusa, mirando desde abajo a Rox, estirando el brazo hacia la mesa para coger un muffin más grande que su propia mano. – No tenemos que estar todos de acuerdo en todo lo que hagamos, pero…mientras exista…no se…¿el sentimiento? O algo asi. De querer cuidarnos…¿no tiene más peso eso incluso si algo no disgusta de lo que hace otro de nosotros? No tiene nada de malo preocuparse por otros, creo. – añadió frunciendo ligeramente el ceño, costándole encontrar las palabras, no por saber que decir, sino más bien por no saber expresarlas. Muchas de las cosas que decía o sentía, sobre muestras afectivas, amistosas, preocuparse por otros, apreciarlos eran relativamente recientes para la spriggan.
Porque las primeras personas con las que había llegado a tener algún tipo de lazo afectivo, era con las dos personas que estaba frente a ella y el resto que andaban disperdigados. Fuera de ese círculo, había conocido más gente, si, pero no había gente más importante para ella que ellos. Sería capaz de matar por cuidarles, enfadarse con ellos si ponía sus vidas en riesgo, protestar de ser necesario y apoyar de serlo también. ¿Pero no era eso bueno? Incluso si ahora era incomodo.
-¿Qué estemos todos incomodos o desconcertados, apoyemos o no la cosa, no es al final…algo bueno? – pregunto Pelusa mirando a uno y a otro, ladeando la cabeza- Significa que nos preocupamos por los demás…creo que prefiero es a que estemos siendo indiferentes totalmente- añadió Pelusa, acercándose a Rox- Adru no va a cambiar…porque para empezar NO está sola…hacemos mucho aquí para darle una colleja de vez en cuando si hace falta. – añadió cruzándose de brazos con expresión medio sería peor con una sutil burla en su voz- Yo aun no vuelo, pero cuando lo haga, podre alcanzaros a todos. Entonces ahí si…temblad…porque van a lloveros collejas a todos para enderezaros la sesera si hacéis algo estúpido- dijo pelusa finalmente apuntando con un dedo hacia Rox y mirando también a Rena, una pequeña sonrisa que podía ser más tétrico que mona aprecio en sus caras. Los músculos de la cara le dolían cuando intentaba hacer eso, pero lo intento al menos- Vosotros tampoco os librareis, gigantes -añadio con voz suave pero decidida para luego aañadir, acercandose a Rox un poco mas- Tambien...dile a Milo que no estamos enfadados con el, que deje de darle a los engranajes bajo esa mata de pelo negro.- dijo mirando al chico, ladeando la cabeza.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- InvitadoInvitado
Re: Sede de los Taumaturgos
09/07/20, 12:29 am
Rena respiró hondo. Le alegraba saber que al menos Milo estaba mejor, pero igual la cosa no iba a solucionarse tan rápido.
-Es una movida -fue lo único que le salió decir, en principio, pero cuando Pelusa hizo su aportación añadió: -Es algo más complicado que diferencias culturales.
Aquello iba más que el choque cultural con el que habían convivido desde que los secuestraron o simples diferencias en los puntos de vista, aquello iba sobre colaborar con un sistema que hasta el momento todos habían coincidido con que era cruel y horrible. Sin embargo ninguno había dado señales de querer dejar la ciudad, todo el grupo en mayor o menor medida tenía planes para prosperar en ella. ¿Dónde los dejaba eso? ¿Había alguna alternativa? Rena volvió a sentir el mismo tirón en el estómago que durante la discusión minutos antes. Se esforzó por sacar una sonrisa con la broma de Pelusa.
-Ooooh qué miedo~ -dijo en tono de burla. Le gustaba que la mona hiciese bromas de vez en cuando.
Le habría gustado dejar el tema y meterse en el cuarto a dormir pero aún les quedaba una ronda de repartir muffins por delante.
-Me pasaré en un rato -le dijo a Rox -Ya os contaré qué tal ha ido la cosa. Vamos, Pelusa.
-Es una movida -fue lo único que le salió decir, en principio, pero cuando Pelusa hizo su aportación añadió: -Es algo más complicado que diferencias culturales.
Aquello iba más que el choque cultural con el que habían convivido desde que los secuestraron o simples diferencias en los puntos de vista, aquello iba sobre colaborar con un sistema que hasta el momento todos habían coincidido con que era cruel y horrible. Sin embargo ninguno había dado señales de querer dejar la ciudad, todo el grupo en mayor o menor medida tenía planes para prosperar en ella. ¿Dónde los dejaba eso? ¿Había alguna alternativa? Rena volvió a sentir el mismo tirón en el estómago que durante la discusión minutos antes. Se esforzó por sacar una sonrisa con la broma de Pelusa.
-Ooooh qué miedo~ -dijo en tono de burla. Le gustaba que la mona hiciese bromas de vez en cuando.
Le habría gustado dejar el tema y meterse en el cuarto a dormir pero aún les quedaba una ronda de repartir muffins por delante.
-Me pasaré en un rato -le dijo a Rox -Ya os contaré qué tal ha ido la cosa. Vamos, Pelusa.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Sede de los Taumaturgos
11/07/20, 12:38 pm
Rox asintió a la pequeña aportación de Rena. No necesitaban intercambiar más palabras para entender como se sentían. Luego escuchó en silencio a Pelusa mientras clavaba las dos cucharas en el helado, aún duro como una piedra, apañando las cosas para llevárselo todo de una sentada. Luego negó con la cabeza suavemente, con deje agotado.
—No... no es eso. Lo que me acojona es que Adru se meta a luchar y matar gente. Si en el ejército te dicen que hagas algo lo haces y punto —hincó con más fuerza una de las cucharas inconscientemente—. Decir que no es sublema- subliba... Sublevación, como pollas se diga.
Decir aquello era como quitarse años de vida (aunque fuese metafóricamente) y de nada le servía volver a exponer sus temores. Sabía que al final las cosas se arreglarían entre ellos, pero le daba miedo que se normalizasen acciones poco morales por el bien del grupo. El cambiante era consciente de que las cosas no van sobre héroes y villanos, que todo baila en el espectro gris, pero su visión de los altos cargos de la ciudad -y por ende el ejército- estaba tan teñido de negro que hacía difícil aceptar que no se tratase de algo tan terrible como imaginaba. Estaba claro que ese día iba a ser un completo tira y afloja emocional. Un suspiro salió con fuerza de su pecho.
—Perdón. Son demasiadas cosas —coincidió con Rena. Le dedicó una pequeña sonrisa a Pelusa al verse señalado con el dedo, agachando la cabeza sutilmente casi como si pidiera disculpas—. Me haré el cogote a prueba de balas entonces. —bromeó tras la irrense, convirtiendo la mueca en una sonrisa ladina.
En ocasiones como esa Rox echaba de menos la figura de un adulto, y Pelusa era lo más parecido a uno. A veces solo quería que alguien mayor les dijera que todo iría bien, poder dejar de lado las responsabilidades que nadie con 19 años debería tener y poder preocuparse solo de nimiedades como amoríos adolescentes. Incluso si ese "alguien mayor" no llegaba al metro y medio y tuviera como cinco años menos que ellos estaba bien. Cogió la tarrina de helado, el plato de muffins y con un brazo extra, dos vasos de agua, despidiéndose de las dos con otro gesto de cabeza para volver al cuarto de Milo.
—Ánimo. Ahora nos vemos. ¡Ah, y gracias por los muffins!
—No... no es eso. Lo que me acojona es que Adru se meta a luchar y matar gente. Si en el ejército te dicen que hagas algo lo haces y punto —hincó con más fuerza una de las cucharas inconscientemente—. Decir que no es sublema- subliba... Sublevación, como pollas se diga.
Decir aquello era como quitarse años de vida (aunque fuese metafóricamente) y de nada le servía volver a exponer sus temores. Sabía que al final las cosas se arreglarían entre ellos, pero le daba miedo que se normalizasen acciones poco morales por el bien del grupo. El cambiante era consciente de que las cosas no van sobre héroes y villanos, que todo baila en el espectro gris, pero su visión de los altos cargos de la ciudad -y por ende el ejército- estaba tan teñido de negro que hacía difícil aceptar que no se tratase de algo tan terrible como imaginaba. Estaba claro que ese día iba a ser un completo tira y afloja emocional. Un suspiro salió con fuerza de su pecho.
—Perdón. Son demasiadas cosas —coincidió con Rena. Le dedicó una pequeña sonrisa a Pelusa al verse señalado con el dedo, agachando la cabeza sutilmente casi como si pidiera disculpas—. Me haré el cogote a prueba de balas entonces. —bromeó tras la irrense, convirtiendo la mueca en una sonrisa ladina.
En ocasiones como esa Rox echaba de menos la figura de un adulto, y Pelusa era lo más parecido a uno. A veces solo quería que alguien mayor les dijera que todo iría bien, poder dejar de lado las responsabilidades que nadie con 19 años debería tener y poder preocuparse solo de nimiedades como amoríos adolescentes. Incluso si ese "alguien mayor" no llegaba al metro y medio y tuviera como cinco años menos que ellos estaba bien. Cogió la tarrina de helado, el plato de muffins y con un brazo extra, dos vasos de agua, despidiéndose de las dos con otro gesto de cabeza para volver al cuarto de Milo.
—Ánimo. Ahora nos vemos. ¡Ah, y gracias por los muffins!
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