Página 2 de 3. • 1, 2, 3
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
El capítulo que faltaba
18/09/20, 01:17 am
Recuerdo del primer mensaje :
episodio censurado en Rusia
Rox terminó de abrocharse los botones de la camisa, habiendo tenido que rehacerlos todos por haberlos puesto mal en primer lugar. Tenía la cabeza en babia, pero estaba decidido a dar el paso. Ya había esperado demasiado y aquel era el momento perfecto. Desde hacía días estaba convencido en que se declararía a Milo en Kankri, incluso cuando solo podía imaginarse el lugar, y ahora que lo estaba viviendo el cambiante estaba completamente seguro. Si había esperado a que cayera la tarde había sido por no arruinar el día nada más empezarlo, por miedo a joder toda la experiencia. Si se iba con mal sabor de boca al menos lo haría con el buen recuerdo previo.
Había intentado no darle vueltas, pero los últimos minutos había estado nervioso por ello. Dejó los botones del cuello sin abrochar, con las clavículas al aire para no ahogarse bajo la prenda. Al menos no se declararía llevando solo el bañador, sería el colmo. Inspiró profundamente aquel olor a sal para encontrar fuerzas, con la vista perdida en el horizonte, resguardándose en el tacto de la arena fresca que escondía sus pies. Rena era su única confidente, a la cual le hizo un gesto antes de levantar el culo de la toalla.
—Oye, Milo —dijo fingiendo su mejor desinterés. Para añadirle efecto se estiró perezosamente—. ¿Te hace dar una vuelta por la orilla? Me estoy amodorrando.
Su voz tendría el volumen y el tono necesario para que no llamase la atención de nadie más. Si alguien se les pegaba al plan estaba jodido.
episodio censurado en Rusia
Rox terminó de abrocharse los botones de la camisa, habiendo tenido que rehacerlos todos por haberlos puesto mal en primer lugar. Tenía la cabeza en babia, pero estaba decidido a dar el paso. Ya había esperado demasiado y aquel era el momento perfecto. Desde hacía días estaba convencido en que se declararía a Milo en Kankri, incluso cuando solo podía imaginarse el lugar, y ahora que lo estaba viviendo el cambiante estaba completamente seguro. Si había esperado a que cayera la tarde había sido por no arruinar el día nada más empezarlo, por miedo a joder toda la experiencia. Si se iba con mal sabor de boca al menos lo haría con el buen recuerdo previo.
Había intentado no darle vueltas, pero los últimos minutos había estado nervioso por ello. Dejó los botones del cuello sin abrochar, con las clavículas al aire para no ahogarse bajo la prenda. Al menos no se declararía llevando solo el bañador, sería el colmo. Inspiró profundamente aquel olor a sal para encontrar fuerzas, con la vista perdida en el horizonte, resguardándose en el tacto de la arena fresca que escondía sus pies. Rena era su única confidente, a la cual le hizo un gesto antes de levantar el culo de la toalla.
—Oye, Milo —dijo fingiendo su mejor desinterés. Para añadirle efecto se estiró perezosamente—. ¿Te hace dar una vuelta por la orilla? Me estoy amodorrando.
Su voz tendría el volumen y el tono necesario para que no llamase la atención de nadie más. Si alguien se les pegaba al plan estaba jodido.
- ♪♫♬:
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: El capítulo que faltaba
27/09/20, 01:43 pm
El brujo no sabía qué esperar en una situación como aquella, pues era la primera vez que le pasaba, pero que Rox empezara a reírse tras dirigirle una mirada nerviosa provocó que a él mismo se le escapara un bufido divertido sin razón aparente. Milo era incapaz de decir nada, pues seguía notando una piedra en la boca del estómago a pesar de que todo parecía estar yendo como debería, y en su mutismo el irrense no paraba de cambiar el peso de una pierna a otra de forma inconsciente.
El agua ya le llegaba por los tobillos, pues la marea estaba subiendo y el moreno había empezado a hundirse en la arena de la orilla, pero entre la explicación del cambiante y su propio rubor apenas sentía el frescor del mar en la piel.
—¿Y-y eso es malo… ? —logró articular algo atontado, sin saber ni él mismo a que se refería exactamente mientras abandonaba su silencio. El cerebro le iba despacio, pues tenía mucho que asimilar, y la cultura terrestre no le era tan conocida como para tener presente su homofobia en aquel momento—. En la ciudad en la que vivimos ahora no parece algo tan raro, ¿no crees? —preguntó sin saber muy bien donde mirar, sonriendo débilmente mientras se rascaba la nuca con su mano orgánica.
Mentiría si dijera que él mismo no se había hecho preguntas similares sobre una relación entre especies de diferentes planetas, pero después de casi un año viviendo en una urbe de monstruos había visto parejas mucho más extrañas que la que formarían un chico humano y un chico irrense.
Cuando el rubio le dio la espalda el hacker no supo cómo reaccionar, pero aprovechó aquellos segundos para intentar recomponerse sin demasiado éxito, no pudiendo evitar dar un ligero respingo en cuanto el otro volvió a voltearse para mirarle. El rubor en el rostro del australiano, un reflejo del suyo propio, hacía que el corazón le fuera a saltos.
—Eso parece, sí… —contestó con más firmeza de la que sentía realmente, jugueteando nerviosamente con un trozo de concha que había encontrado en uno de los bolsillos de su bañador.
El norteño tenía la extraña sensación de que si miraba durante mucho tiempo a los ojos de chocolate de su amigo terminaría hundiéndose en ellos, pero a pesar de ello era incapaz de desviar la mirada.
El agua ya le llegaba por los tobillos, pues la marea estaba subiendo y el moreno había empezado a hundirse en la arena de la orilla, pero entre la explicación del cambiante y su propio rubor apenas sentía el frescor del mar en la piel.
—¿Y-y eso es malo… ? —logró articular algo atontado, sin saber ni él mismo a que se refería exactamente mientras abandonaba su silencio. El cerebro le iba despacio, pues tenía mucho que asimilar, y la cultura terrestre no le era tan conocida como para tener presente su homofobia en aquel momento—. En la ciudad en la que vivimos ahora no parece algo tan raro, ¿no crees? —preguntó sin saber muy bien donde mirar, sonriendo débilmente mientras se rascaba la nuca con su mano orgánica.
Mentiría si dijera que él mismo no se había hecho preguntas similares sobre una relación entre especies de diferentes planetas, pero después de casi un año viviendo en una urbe de monstruos había visto parejas mucho más extrañas que la que formarían un chico humano y un chico irrense.
Cuando el rubio le dio la espalda el hacker no supo cómo reaccionar, pero aprovechó aquellos segundos para intentar recomponerse sin demasiado éxito, no pudiendo evitar dar un ligero respingo en cuanto el otro volvió a voltearse para mirarle. El rubor en el rostro del australiano, un reflejo del suyo propio, hacía que el corazón le fuera a saltos.
—Eso parece, sí… —contestó con más firmeza de la que sentía realmente, jugueteando nerviosamente con un trozo de concha que había encontrado en uno de los bolsillos de su bañador.
El norteño tenía la extraña sensación de que si miraba durante mucho tiempo a los ojos de chocolate de su amigo terminaría hundiéndose en ellos, pero a pesar de ello era incapaz de desviar la mirada.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Re: El capítulo que faltaba
29/09/20, 01:11 am
Al recibir la positiva Rox agachó la cabeza para reírse flojito de nuevo, atolondrado. No podía aguantarle la mirada a Milo por mucho que quisiese (y vaya que si quería) porque se le escapaba la poca coherencia que le quedaba. El moreno tenía razón en algo; en un sitio tan variopinto como Rocavarancolia una relación entre especies distintas no era ni de lejos lo más raro, la propia gente del burdel confirmaba la diversidad de gustos de la ciudad, pero salir de esa mentalidad -y en especial del miedo al que dirán- era algo en lo que tenía que trabajar. Él mismo se había puesto las barreras.
—Vale... vale —pronunció el segundo con más seguridad. Entre el rubor y la sonrisa constante le dolía toda la cara. Se masajeó las mejillas para aliviarlo un poco, tomando aire profundamente antes de dar un paso. Literal y metafórico.
Rodeó a Milo en un abrazo, atrayéndole contra sí poniendo ambas manos a su espalda tras unos segundos de duda. Su otra opción era tirarse corriendo al agua con la ropa puesta mientras gritaba de júbilo, pero el abrazo era mucho más reconfortante y menos humillante. El olor a mar se mezclaba con el del irrense haciendo que se sintiese como en una nube, y tuvo tirar de voluntad para no aferrarse a su camisa como un koala tembloroso. Los dos estaban visiblemente nerviosos, pero desde que el miedo se estaba mitigando poco le importaba. Llevaba meses soñando con ese contacto. Cerró los ojos un instante y suspiró.
—Quieres... ¿quieres que lo intentemos? —pronunció en voz baja. Por el rabillo del ojo podía ver sus mechones de pelo negro moviéndose con la suave brisa—. ¿Quieres que este saco de ansiedad sea tu novio?
Hubo una pequeña risa al final, acorde al brinco que dio su corazón tras mencionar esa palabra. Se mordió el interior del moflete solo para asegurarse de que no estaba soñando.
—Vale... vale —pronunció el segundo con más seguridad. Entre el rubor y la sonrisa constante le dolía toda la cara. Se masajeó las mejillas para aliviarlo un poco, tomando aire profundamente antes de dar un paso. Literal y metafórico.
Rodeó a Milo en un abrazo, atrayéndole contra sí poniendo ambas manos a su espalda tras unos segundos de duda. Su otra opción era tirarse corriendo al agua con la ropa puesta mientras gritaba de júbilo, pero el abrazo era mucho más reconfortante y menos humillante. El olor a mar se mezclaba con el del irrense haciendo que se sintiese como en una nube, y tuvo tirar de voluntad para no aferrarse a su camisa como un koala tembloroso. Los dos estaban visiblemente nerviosos, pero desde que el miedo se estaba mitigando poco le importaba. Llevaba meses soñando con ese contacto. Cerró los ojos un instante y suspiró.
—Quieres... ¿quieres que lo intentemos? —pronunció en voz baja. Por el rabillo del ojo podía ver sus mechones de pelo negro moviéndose con la suave brisa—. ¿Quieres que este saco de ansiedad sea tu novio?
Hubo una pequeña risa al final, acorde al brinco que dio su corazón tras mencionar esa palabra. Se mordió el interior del moflete solo para asegurarse de que no estaba soñando.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: El capítulo que faltaba
08/10/20, 10:20 pm
Al final Milo apartó la mirada cuando el otro desvió la suya hacia el suelo, no sabiendo si reír como el coreano o tirarse de cabeza al agua para dejar de sentir que se estaba asfixiando. Por mucho que quisiera el rubor no disminuía y a aquellas alturas ya debía de parecer una gamba, pero cuando Rox le rodeó con sus brazos la alerta llegó a niveles de langosta cocida. Durante unos segundos que se le antojaron una eternidad el moreno fue incapaz de moverse, pues su cerebro completamente colapsado por la marea de emociones no lograba mandar ninguna señal coherente a sus extremidades, y cuando por fin consiguió reaccionar lo hizo quizás con demasiada cautela.
Al principio el miedo a que todo aquello no estuviera pasando le restaba confianza a su abrazo, casi como si temiera que el cambiante fuese a deshacerse en el aire, pero cuanto más consciente era de la solidez de su compañero más aumentaba la fuerza de su propio agarre. El irrense estaba empezando a comprender que llevaba mucho tiempo anhelando aquel contacto y se sentía estúpido por no haberse dado cuenta antes.
La voz del humano junto a su oído le provocó un escalofrío, pero logró recomponerse lo suficiente como para asentir con suavidad, hundiendo el hocico en su cuello inconscientemente al escuchar de nuevo su risa. Su piel olía a sal, a crema solar y a ropa nueva.
—¿Tu quieres que este delincuente sin experiencia romántica de ningún tipo sea el tuyo? —susurró de vuelta.
Al principio el miedo a que todo aquello no estuviera pasando le restaba confianza a su abrazo, casi como si temiera que el cambiante fuese a deshacerse en el aire, pero cuanto más consciente era de la solidez de su compañero más aumentaba la fuerza de su propio agarre. El irrense estaba empezando a comprender que llevaba mucho tiempo anhelando aquel contacto y se sentía estúpido por no haberse dado cuenta antes.
La voz del humano junto a su oído le provocó un escalofrío, pero logró recomponerse lo suficiente como para asentir con suavidad, hundiendo el hocico en su cuello inconscientemente al escuchar de nuevo su risa. Su piel olía a sal, a crema solar y a ropa nueva.
—¿Tu quieres que este delincuente sin experiencia romántica de ningún tipo sea el tuyo? —susurró de vuelta.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Re: El capítulo que faltaba
10/10/20, 01:54 am
Las manos de Rox se aferraron a la camisa de Milo según este correspondió al abrazo. Sus latidos seguían aumentando, pero ahora había una nueva sensación bajo los mismos, un significado distinto a la disonancia y la agitación previa: la paz de ser correspondido. En contraste respiraba despacio y cada aliento que exhalaba se convertía en un pequeño suspiro, delirante ante el pensamiento adictivo que se repetía en su cabeza, «le gusto a Milo». Cuando el irrense respondió a su pregunta con un asentimiento y se refugió en su cuello a Rox casi se le fundió el cerebro, reaccionando al tacto con un escalofrío.
—Sí. Por favor —respondió en seguida, en un tono que sonó casi a súplica—. Puedes aprender conmigo...
Permitió que el abrazo durase un poco más solo para que no le viese morir de vergüenza por todas las connotaciones que se le venían a la cabeza de repente, carraspeando para remediarlo con más bien poco resultado. Tenía que deshacerse de la timidez y así no había manera, ¡se supone que ya había superado la peor parte!
Tomando aire sonoramente el australiano se puso firme, se separó del otro lo justo y necesario para tenerle frente a frente (tragándose una carcajada al verle tan rojo) y, haciendo acopio de todo valor, o más bien, no pensando en absoluto, le dio un beso cerca de la comisura de los labios con toda la seguridad que logró reunir. Se moría por apuntar directo al blanco, pero no quería ser torpe, agonioso ni abrasivo yendo tan rápido. Eso bastaba; puede incluso que fuera demasiado. A ese paso iba a provocarles una taquicardia. Incapaz de contener la sonrisa se mordió el labio y agachó ligeramente la cabeza, culpable.
—Sí. Por favor —respondió en seguida, en un tono que sonó casi a súplica—. Puedes aprender conmigo...
Permitió que el abrazo durase un poco más solo para que no le viese morir de vergüenza por todas las connotaciones que se le venían a la cabeza de repente, carraspeando para remediarlo con más bien poco resultado. Tenía que deshacerse de la timidez y así no había manera, ¡se supone que ya había superado la peor parte!
Tomando aire sonoramente el australiano se puso firme, se separó del otro lo justo y necesario para tenerle frente a frente (tragándose una carcajada al verle tan rojo) y, haciendo acopio de todo valor, o más bien, no pensando en absoluto, le dio un beso cerca de la comisura de los labios con toda la seguridad que logró reunir. Se moría por apuntar directo al blanco, pero no quería ser torpe, agonioso ni abrasivo yendo tan rápido. Eso bastaba; puede incluso que fuera demasiado. A ese paso iba a provocarles una taquicardia. Incapaz de contener la sonrisa se mordió el labio y agachó ligeramente la cabeza, culpable.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: El capítulo que faltaba
17/10/20, 03:37 am
Un nuevo escalofrío le descendió por la espalda cuando el humano le dijo que podía aprender con él, poniéndole aún más nervioso de lo que ya estaba, y cuando se separó lo justo para que quedaran frente a frente el rostro del irrense era un poema.
—Y-yo… —intentó murmurar con cierta inseguridad mientras se perdía por completo en los ojos de Rox, buscando en su cabeza alguna réplica inteligente a sus palabras, pero antes de conseguir articular nada coherente el rubio se lanzó sin previo aviso y le besó muy cerca de la comisura de la boca.
En ese momento el corazón del brujo volvió a dar un salto, quedando completamente paralizado durante un segundo interminable antes de volver a latir con más fuerza que antes, y a medida que el chico asimilaba lo que acababa de ocurrir su rubor volvió a escalar en intensidad. Milo no había vivido nunca una declaración, así que no sabía si aquella montaña rusa de emociones intensas era lo habitual, pero había cierta magia en todo aquello que lo tenía completamente aturdido.
A pesar de todo le sabía a poco, pues una parte de sí mismo anhelaba algo más que aquel fugaz roce en su mejilla, y sin saber muy bien qué es lo que estaba haciendo el moreno dejó que su cuerpo se moviera solo. Primero atrajo a Rox hacía sí un poco más, deslizando las manos por su espalda con suavidad, y en cuanto notó que sus respiraciones entrecortadas se cruzaban en el aire el chico se inclinó hacia sus labios con los ojos cerrados.
En cualquier otro momento el irrense quizás se hubiera asustado ante la idea de lanzarse de aquella manera y resultar torpe, pero la proximidad del humano le llenaba de calor y diluía por completo sus miedos e inseguridades al respecto.
—Y-yo… —intentó murmurar con cierta inseguridad mientras se perdía por completo en los ojos de Rox, buscando en su cabeza alguna réplica inteligente a sus palabras, pero antes de conseguir articular nada coherente el rubio se lanzó sin previo aviso y le besó muy cerca de la comisura de la boca.
En ese momento el corazón del brujo volvió a dar un salto, quedando completamente paralizado durante un segundo interminable antes de volver a latir con más fuerza que antes, y a medida que el chico asimilaba lo que acababa de ocurrir su rubor volvió a escalar en intensidad. Milo no había vivido nunca una declaración, así que no sabía si aquella montaña rusa de emociones intensas era lo habitual, pero había cierta magia en todo aquello que lo tenía completamente aturdido.
A pesar de todo le sabía a poco, pues una parte de sí mismo anhelaba algo más que aquel fugaz roce en su mejilla, y sin saber muy bien qué es lo que estaba haciendo el moreno dejó que su cuerpo se moviera solo. Primero atrajo a Rox hacía sí un poco más, deslizando las manos por su espalda con suavidad, y en cuanto notó que sus respiraciones entrecortadas se cruzaban en el aire el chico se inclinó hacia sus labios con los ojos cerrados.
En cualquier otro momento el irrense quizás se hubiera asustado ante la idea de lanzarse de aquella manera y resultar torpe, pero la proximidad del humano le llenaba de calor y diluía por completo sus miedos e inseguridades al respecto.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: El capítulo que faltaba
20/10/20, 09:05 pm
Rox no podía ni mofarse verbalmente del irrense por el nerviosismo que tanto delataba su inexperiencia. Sería hipócrita por su parte, él no es que estuviera precisamente relajado, pero la risa burlona no se la quitó nadie. Iba a decir algo, cosa poco importante porque se le olvidó en el momento en el que el lenguaje corporal de Milo cambió. No había que ser muy espabilado para leer sus intenciones.
Obra del karma, ahora era el cambiante quien se sentía abrumado. Sus brazos se congelaron en el sitio cuando notó las manos del moreno sobre su espalda, dejando escapar un suspiro débil y entrecortado como única respuesta, agitado ante la espectación. Cuando vio que este cerraba los ojos hizo lo mismo ipso facto, reactivándose. Rox no creía que en toda declaración tuviera que haber un beso, ni que todos los besos implicasen explícitamente una confesión. Asímismo juraba que podía darse con un canto en los dientes por asentarse con el brujo, que estaba conforme, pero ahora se daba cuenta de que hasta eso se le quedaba corto. Estaba ansioso.
En el momento en el que sus labios se encontraron con los de Milo su mundo se deshizo. Casi literalmente, porque su nuca se desilachó de arriba a abajo, trazando una línea de hilos blancos por su columna al ritmo del cosquilleo que la recorrió. Dejó de pensar, de oír el mar. Ahora solo existía Milo, el tacto de su piel, sus latidos tan fuertes como una estampida, la presión de las manos en su espalda y el sabor a sal de sus labios que, de alguna forma, se le antojó tan dulce. Sus manos habían subido hasta el rostro del moreno casi por necesidad, acariciando su mandíbula mientras su boca guiaba el beso sin dejarle atrás.
Al separarse debió arrepentirse, porque tras un suspiro pesado volvió a besarle una vez más, apenas un pico mientras su sonrisa se ensanchaba, reprimiéndose un tercero. Le rodeó en otro abrazo, siendo su turno de esconder el rostro. Ahora sí que necesitaba irse al agua a enfriarse. O a chillarle a Rena, o a romper cocos con los puños, lo primero que se terciase.
—Me gustas muchísimo —susurró, notando como la vergüenza volvía a bajar como aguardiente por su garganta—. Y el rojo te sienta muy bien —añadió un poco más alto, haciendo alusión a sus mejillas. Bromear era una forma efectiva de zafarse de los nervios, aunque en este caso estaba siendo muy sincero.
Obra del karma, ahora era el cambiante quien se sentía abrumado. Sus brazos se congelaron en el sitio cuando notó las manos del moreno sobre su espalda, dejando escapar un suspiro débil y entrecortado como única respuesta, agitado ante la espectación. Cuando vio que este cerraba los ojos hizo lo mismo ipso facto, reactivándose. Rox no creía que en toda declaración tuviera que haber un beso, ni que todos los besos implicasen explícitamente una confesión. Asímismo juraba que podía darse con un canto en los dientes por asentarse con el brujo, que estaba conforme, pero ahora se daba cuenta de que hasta eso se le quedaba corto. Estaba ansioso.
En el momento en el que sus labios se encontraron con los de Milo su mundo se deshizo. Casi literalmente, porque su nuca se desilachó de arriba a abajo, trazando una línea de hilos blancos por su columna al ritmo del cosquilleo que la recorrió. Dejó de pensar, de oír el mar. Ahora solo existía Milo, el tacto de su piel, sus latidos tan fuertes como una estampida, la presión de las manos en su espalda y el sabor a sal de sus labios que, de alguna forma, se le antojó tan dulce. Sus manos habían subido hasta el rostro del moreno casi por necesidad, acariciando su mandíbula mientras su boca guiaba el beso sin dejarle atrás.
Al separarse debió arrepentirse, porque tras un suspiro pesado volvió a besarle una vez más, apenas un pico mientras su sonrisa se ensanchaba, reprimiéndose un tercero. Le rodeó en otro abrazo, siendo su turno de esconder el rostro. Ahora sí que necesitaba irse al agua a enfriarse. O a chillarle a Rena, o a romper cocos con los puños, lo primero que se terciase.
—Me gustas muchísimo —susurró, notando como la vergüenza volvía a bajar como aguardiente por su garganta—. Y el rojo te sienta muy bien —añadió un poco más alto, haciendo alusión a sus mejillas. Bromear era una forma efectiva de zafarse de los nervios, aunque en este caso estaba siendo muy sincero.
- ♪♫♬:
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: El capítulo que faltaba
28/10/20, 12:22 am
Cuando sus labios se encontraron con los del rubio el mundo que les rodeaba se desdibujó por completo, convertido en un remolino de sensaciones apagadas que giraba lentamente a su alrededor sin poder competir con la calidez que el brujo sentía en aquellos instantes. Para Milo era la primera vez, pues nunca antes había besado a nadie de aquella manera, y quizás por ser inexperto aquel beso le pareció algo maravilloso. Se sintió torpe y contento al mismo tiempo, aterrado y ansioso a la vez, y a pesar de ese caos de sensaciones que le embargaba no quería que aquello terminase nunca. Su piel se estremecía bajo el tacto del cambiante, enviando numerosas señales eléctricas a su cabeza que interferían por completo con su química cerebral, pero fue cuando los dedos del australiano se deslizaron por su mandíbula cuando el brujo estuvo de colapsar en el sitio.
Debían tomar aire, sin embargo, y al final se vieron obligados a romper el contacto, pero el suspiro del humano era un eco de su propio arrepentimiento y un segundo pico no tardó en llegar. Fue mucho más breve que el primer beso, pero se sintió igual de bien, y cuando volvieron a separarse las mejillas del norteño era del color de las granadas.
—Tu también me gustas muchísimo, Rox. —susurró en respuesta, abrazándole con fuerza mientras trataba de normalizar el latido de su corazón sin demasiado éxito.
Aún le costaba creer lo que acababa de pasar y le asustaba despertar debajo de un cocotero para averiguar que todo había sido un sueño, pero si tras pellizcarse con fuerza no había vuelto a la realidad aquello debía estar ocurriendo de verdad.
—¿Verdad que sí? Va bien con mis ojos, por eso llegue a la ciudad con un abrigo rojo. —replicó con una media sonrisa, continuando la broma mientras frotaba con suavidad el hocico contra su nariz.
Debían tomar aire, sin embargo, y al final se vieron obligados a romper el contacto, pero el suspiro del humano era un eco de su propio arrepentimiento y un segundo pico no tardó en llegar. Fue mucho más breve que el primer beso, pero se sintió igual de bien, y cuando volvieron a separarse las mejillas del norteño era del color de las granadas.
—Tu también me gustas muchísimo, Rox. —susurró en respuesta, abrazándole con fuerza mientras trataba de normalizar el latido de su corazón sin demasiado éxito.
Aún le costaba creer lo que acababa de pasar y le asustaba despertar debajo de un cocotero para averiguar que todo había sido un sueño, pero si tras pellizcarse con fuerza no había vuelto a la realidad aquello debía estar ocurriendo de verdad.
—¿Verdad que sí? Va bien con mis ojos, por eso llegue a la ciudad con un abrigo rojo. —replicó con una media sonrisa, continuando la broma mientras frotaba con suavidad el hocico contra su nariz.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: El capítulo que faltaba
29/10/20, 09:00 pm
Cada vez que Milo confirmaba sus sentimientos a Rox se le quemaba una neurona. Casi podía escuchar el chisporroteo en su cabeza y el minúsculo grito interno consecuente. Si se le quemaba el cerebro entero bueno, no tenía quejas, moriría feliz. Le devolvió el estrujón, dejando que la risa saliera sin verguenza de su garganta, demasiado contento para contenerla. Lejos de meterse con él como habría hecho antes aprovechando una broma, el cambiante asintió para darle la razón.
—Va bien contigo entero —respondió por lo bajo, pero con seguridad—. ¡Lo recuerdo! Me lo dejabas cuando hacía frío porque mi sudadera de mierda no abrigaba nada —continuó con una sonrisa, adorando el beso esquimal. Tras un segundo de reflexión por sus propias palabras el cambiante apartó el rostro con un bufido—. Santo Dooley, que gay todo —logró articular entre carcajadas, tapándose el rostro con una mano para reírse a gusto.
Y de un toque se zafó de Milo. Separarse le venía bien; ahora que podía tenía demasiadas ganas de besarle hasta quedarse sin aliento*, y lo que necesitaba era enfriarse. Se estiró con los brazos hacia arriba y de una se sentó en la arena, dejándose caer con un plof. Desde ahí le hizo un gesto con la cabeza al irrense para que se sentase a su lado. No tenían porqué volver con los demás todavía, y quería pasar un rato a solas con él, con calma.
—¿Desde cuándo? —preguntó sin dejar de mirarle—. ¿Cuándo te diste cuenta de que te gustaba? A ver si me he estado comiendo el coco todos estos meses y resulta que soy tonto... —rio.
*no es que vaya a acabar muerto por no respirar wheeze
—Va bien contigo entero —respondió por lo bajo, pero con seguridad—. ¡Lo recuerdo! Me lo dejabas cuando hacía frío porque mi sudadera de mierda no abrigaba nada —continuó con una sonrisa, adorando el beso esquimal. Tras un segundo de reflexión por sus propias palabras el cambiante apartó el rostro con un bufido—. Santo Dooley, que gay todo —logró articular entre carcajadas, tapándose el rostro con una mano para reírse a gusto.
Y de un toque se zafó de Milo. Separarse le venía bien; ahora que podía tenía demasiadas ganas de besarle hasta quedarse sin aliento*, y lo que necesitaba era enfriarse. Se estiró con los brazos hacia arriba y de una se sentó en la arena, dejándose caer con un plof. Desde ahí le hizo un gesto con la cabeza al irrense para que se sentase a su lado. No tenían porqué volver con los demás todavía, y quería pasar un rato a solas con él, con calma.
—¿Desde cuándo? —preguntó sin dejar de mirarle—. ¿Cuándo te diste cuenta de que te gustaba? A ver si me he estado comiendo el coco todos estos meses y resulta que soy tonto... —rio.
*no es que vaya a acabar muerto por no respirar wheeze
- ♪♫♬:
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: El capítulo que faltaba
07/11/20, 03:12 pm
Cuando el humano recordó cómo el irrense le prestaba su parca durante la cosecha Milo esbozó una sonrisa nostálgica, asintiendo con suavidad, pero cuando el rubio empezó a reírse con ganas tras hacer un comentario la expresión del brujo se tornó algo confusa.
—¿Dooley? ¿Ese quién es? —preguntó, apartándose ligeramente del cambiante cuando este se zafó de su abrazo. Ahora que ambos estaban al tanto de sus sentimientos y de que eran recíprocos no había porqué convertirse en lapas, pues aunque el cuerpo se lo pedía el norteño necesitaba respirar y asimilar todo aquello con tranquilidad. Tendrían tiempo de sobra más adelante para besarse.
El hacker se dejó caer sobre la arena cuando el otro le hizo un gesto para que lo acompañara, estirando las piernas y usando sus manos como punto de apoyo a su espalda para no acabar tumbado. La brisa del atardecer era refrescante e invitaba al descanso, pero su corazón aún latía de forma apresurada y mantenía a raya la somnolencia que lo perseguía desde la hora de la comida. Con el objetivo de tranquilizarse Milo se obligó a prestar atención al paisaje que les rodeaba, pues no lo había tenido muy presente desde que se habían separado del grupo, y para su sorpresa se percató de que todo parecía aún más idílico que a su llegada a Kankri. No sabía si se debía a la luz o a su propio estado de ánimo, pero decidido a no darle muchas vueltas se limitó a disfrutar el momento mientras su vista se paseaba sobre el oleaje.
Rox no tardó en romper el silencio con una pregunta que traía de cabeza al moreno desde hacía mucho tiempo, y cuando se volvió hacia él para responderle a punto estuvo de quedarse en blanco al toparse con su mirada expectante.
—Hmmm… —murmuró, reflexionando unos instantes antes de encontrar las palabras adecuadas—. Supongo que empecé a pensar en ello el día que pasamos la tarde en la biblioteca y luego hicimos calzone con Rena, pero si te soy sincero creo que ya sentía algo por tí desde mucho antes —reconoció, jugueteando nerviosamente con la arena entre sus dedos—. No creo que fuera consciente de ello, la verdad, pero desde ese día le he dado muchas vueltas y no sé… esa es la impresión que tengo —concluyó con una leve sonrisa, dedicándole un gesto de disculpa por lo escueto de su explicación—. ¿Y tú desde cuándo lo sabes? —preguntó de vuelta.
—¿Dooley? ¿Ese quién es? —preguntó, apartándose ligeramente del cambiante cuando este se zafó de su abrazo. Ahora que ambos estaban al tanto de sus sentimientos y de que eran recíprocos no había porqué convertirse en lapas, pues aunque el cuerpo se lo pedía el norteño necesitaba respirar y asimilar todo aquello con tranquilidad. Tendrían tiempo de sobra más adelante para besarse.
El hacker se dejó caer sobre la arena cuando el otro le hizo un gesto para que lo acompañara, estirando las piernas y usando sus manos como punto de apoyo a su espalda para no acabar tumbado. La brisa del atardecer era refrescante e invitaba al descanso, pero su corazón aún latía de forma apresurada y mantenía a raya la somnolencia que lo perseguía desde la hora de la comida. Con el objetivo de tranquilizarse Milo se obligó a prestar atención al paisaje que les rodeaba, pues no lo había tenido muy presente desde que se habían separado del grupo, y para su sorpresa se percató de que todo parecía aún más idílico que a su llegada a Kankri. No sabía si se debía a la luz o a su propio estado de ánimo, pero decidido a no darle muchas vueltas se limitó a disfrutar el momento mientras su vista se paseaba sobre el oleaje.
Rox no tardó en romper el silencio con una pregunta que traía de cabeza al moreno desde hacía mucho tiempo, y cuando se volvió hacia él para responderle a punto estuvo de quedarse en blanco al toparse con su mirada expectante.
—Hmmm… —murmuró, reflexionando unos instantes antes de encontrar las palabras adecuadas—. Supongo que empecé a pensar en ello el día que pasamos la tarde en la biblioteca y luego hicimos calzone con Rena, pero si te soy sincero creo que ya sentía algo por tí desde mucho antes —reconoció, jugueteando nerviosamente con la arena entre sus dedos—. No creo que fuera consciente de ello, la verdad, pero desde ese día le he dado muchas vueltas y no sé… esa es la impresión que tengo —concluyó con una leve sonrisa, dedicándole un gesto de disculpa por lo escueto de su explicación—. ¿Y tú desde cuándo lo sabes? —preguntó de vuelta.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: El capítulo que faltaba
13/11/20, 12:26 am
—Es una expresión, tolai.
Sentado a lo indio Rox enterró los dedos en la arena, removiéndola sin pensar mientras observaba y oía a al moreno, atento y embobado a la par. Su voz siempre le había parecido bonita, pero ahora que pronunciaba justo lo que quería oír tenía un efecto sobre él casi tan potente como el aura de Eitne. Poco duró el encantamiento esta vez, porque en cuanto Milo explicó desde cuándo lo sabía lo único que emitió fue un oh con los ojos como platos. Luego tuvo que morderse el labio para ocultar una sonrisa que luchaba por salir, declarando silenciosamente "si tú supieras". Entre las mil cosas que habían pasado ese día había querido borrar la nuca de Rena a collejas por delatarle, pero visto lo visto iba a tener que darle las gracias. Finalmente se le escapó un bufido que dio paso a una carcajada, ruborizándose un poco más por el aluvión de recuerdos.
—Altos y morenos. Me gustan altos y morenos... —se rio—. Puta Rena.
Milo le devolvió la pregunta, así que ya le contaría la terrible anécdota de la biblioteca después. Tampoco tenía mucha prisa por humillarse, y en realidad ya tenía material de sobra con lo que le iba a contestar.
—Pues te gano. Desde la fiesta de la bahía —bajó la vista al suelo, avergonzado pero sonriente—. Por eso me emborraché: para ahogar mis demonios, pero resulta que saben nadar. No como tú —volvió a reír mientras negaba suavemente con la cabeza. Suspiró, más de diversión que de pena—. Al principio me pensé que era porque estabas bien vestido o porque me gustaba tu ropa, que sé yo. Perooo llegó la... la Abrazos esa, se te pegó mucho y... bueno. ¡HM-HM! —carraspeó exageradamente, otra risa—. Y te pregunté si te gustaba el porno de escarabajos porque tengo muchas luces y era mi forma de saber si te iban otras especies —aguantándose una carcajada puso una mano en stop frente a Milo para excusarse—. ¡En mi cabeza esa pollada tenía sentido, ¿vale?!
Sentado a lo indio Rox enterró los dedos en la arena, removiéndola sin pensar mientras observaba y oía a al moreno, atento y embobado a la par. Su voz siempre le había parecido bonita, pero ahora que pronunciaba justo lo que quería oír tenía un efecto sobre él casi tan potente como el aura de Eitne. Poco duró el encantamiento esta vez, porque en cuanto Milo explicó desde cuándo lo sabía lo único que emitió fue un oh con los ojos como platos. Luego tuvo que morderse el labio para ocultar una sonrisa que luchaba por salir, declarando silenciosamente "si tú supieras". Entre las mil cosas que habían pasado ese día había querido borrar la nuca de Rena a collejas por delatarle, pero visto lo visto iba a tener que darle las gracias. Finalmente se le escapó un bufido que dio paso a una carcajada, ruborizándose un poco más por el aluvión de recuerdos.
—Altos y morenos. Me gustan altos y morenos... —se rio—. Puta Rena.
Milo le devolvió la pregunta, así que ya le contaría la terrible anécdota de la biblioteca después. Tampoco tenía mucha prisa por humillarse, y en realidad ya tenía material de sobra con lo que le iba a contestar.
—Pues te gano. Desde la fiesta de la bahía —bajó la vista al suelo, avergonzado pero sonriente—. Por eso me emborraché: para ahogar mis demonios, pero resulta que saben nadar. No como tú —volvió a reír mientras negaba suavemente con la cabeza. Suspiró, más de diversión que de pena—. Al principio me pensé que era porque estabas bien vestido o porque me gustaba tu ropa, que sé yo. Perooo llegó la... la Abrazos esa, se te pegó mucho y... bueno. ¡HM-HM! —carraspeó exageradamente, otra risa—. Y te pregunté si te gustaba el porno de escarabajos porque tengo muchas luces y era mi forma de saber si te iban otras especies —aguantándose una carcajada puso una mano en stop frente a Milo para excusarse—. ¡En mi cabeza esa pollada tenía sentido, ¿vale?!
- ♪♫♬:
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: El capítulo que faltaba
17/11/20, 03:17 am
Milo sonrió ante la mención de Rena, recordando el momento y lo confuso que se había sentido al empezar a atar cabos creyendo que eran imaginaciones suyas.
—Voy a tener que darle las gracias, ¿no crees? De no ser por ella quizás esto que acaba de suceder no hubiera tenido el mismo resultado... —murmuró, dejándose caer de espaldas para descansar la cabeza sobre los brazos a pesar de haberlo evitado en primera instancia. No quería darle demasiadas vueltas, sin embargo, así que desvió la mirada hacia el rubio y escuchó con atención lo que tenía que decir.
Cuando Rox reconoció que se había dado cuenta en la fiesta de la bahía el irrense no pudo evitar poner cara de tonto, pues no esperaba que hubiera una diferencia de tiempo tan significativa, pero al confirmar que aquél había sido el motivo de su borrachera no pudo evitar reír en voz alta. No sabía si sentirse halagado, pues no creía que ser el motivo de que alguien se diera a la bebida fuera algo bueno, pero desde luego era una revelación sorprendente.
—Oye, que voy mejorando. —fue lo único que pudo replicar, sonriendo ampliamente mientras el otro continuaba su explicación.
Qué en un principio lo achacara a la ropa que llevaba aquel día tenía gracia, pues era el australiano el que le había escogido el conjunto en primera instancia, pero cuando mencionó a Abrazos el moreno torció el gesto. Recordaba perfectamente lo incómodo que había sido aquel encuentro y no quería recrearse demasiado, pero por suerte para él el discurso del chico giró en dirección contraria de forma radical.
—¡¿Enserio?! —exclamó, enderezándose en el sitio para poder mirarle frente a frente—. Porque los escarabajos y los humanos se parecen mucho, ¿no crees? —rió, cogiéndole la mano que había extendido para excusarse—. Ya te vale… —añadió con una sonrisa, apretándole los dedos con suavidad antes de dejarle ir.
—Voy a tener que darle las gracias, ¿no crees? De no ser por ella quizás esto que acaba de suceder no hubiera tenido el mismo resultado... —murmuró, dejándose caer de espaldas para descansar la cabeza sobre los brazos a pesar de haberlo evitado en primera instancia. No quería darle demasiadas vueltas, sin embargo, así que desvió la mirada hacia el rubio y escuchó con atención lo que tenía que decir.
Cuando Rox reconoció que se había dado cuenta en la fiesta de la bahía el irrense no pudo evitar poner cara de tonto, pues no esperaba que hubiera una diferencia de tiempo tan significativa, pero al confirmar que aquél había sido el motivo de su borrachera no pudo evitar reír en voz alta. No sabía si sentirse halagado, pues no creía que ser el motivo de que alguien se diera a la bebida fuera algo bueno, pero desde luego era una revelación sorprendente.
—Oye, que voy mejorando. —fue lo único que pudo replicar, sonriendo ampliamente mientras el otro continuaba su explicación.
Qué en un principio lo achacara a la ropa que llevaba aquel día tenía gracia, pues era el australiano el que le había escogido el conjunto en primera instancia, pero cuando mencionó a Abrazos el moreno torció el gesto. Recordaba perfectamente lo incómodo que había sido aquel encuentro y no quería recrearse demasiado, pero por suerte para él el discurso del chico giró en dirección contraria de forma radical.
—¡¿Enserio?! —exclamó, enderezándose en el sitio para poder mirarle frente a frente—. Porque los escarabajos y los humanos se parecen mucho, ¿no crees? —rió, cogiéndole la mano que había extendido para excusarse—. Ya te vale… —añadió con una sonrisa, apretándole los dedos con suavidad antes de dejarle ir.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: El capítulo que faltaba
17/11/20, 09:19 pm
—Yo también —admitió con una sonrisa a pesar de lo que había dicho antes—. Cuando volvamos le damos las gracias. No sabes la de veces que me ha hecho de consejera.
Sus risas aumentaron al ver la cara que se le quedaba a Milo, posiblemente sorprendido por la cantidad de tiempo que llevaba colgado de él. A Rox lo que le sorprendía es que de verdad no se hubiera coscado antes. Quiso golpearle el hombro cuando recalcó la nula lógica de sus razonamientos, riéndose el cambiante a carcajada limpia llegados a este punto, pero la forma en la que el otro sujetó su mano hizo que olvidase todo lo que estuviera pensando en los últimos 20 segundos. Incluso su risa se volvió vaga. Acostumbrarse a los cortocircuitos mentales iba a ser su tarea los próximos días. Le devolvió el estrujón y la sonrisa, pero no le soltó la mano. La conversación era lo único que mantenía a raya las mariposas de su estómago.
—Tío, que Rena y yo nos bajamos una botella de vodka solitos ese día, por favor entiende que tuviéramos malísimas ideas —tomó aire tras reír una vez más—. ¿Sabes algo que sí hice totalmente sobrio? Declararme en la biblioteca dentro de tu burbuja de silencio. ¿Eso que te dije de no-se-qué fetiche y que por eso me había puesto rojo? Pues era porque te había gritado que me gustabas.
Se contuvo la risa mientras esperaba la reacción del irrense.
Sus risas aumentaron al ver la cara que se le quedaba a Milo, posiblemente sorprendido por la cantidad de tiempo que llevaba colgado de él. A Rox lo que le sorprendía es que de verdad no se hubiera coscado antes. Quiso golpearle el hombro cuando recalcó la nula lógica de sus razonamientos, riéndose el cambiante a carcajada limpia llegados a este punto, pero la forma en la que el otro sujetó su mano hizo que olvidase todo lo que estuviera pensando en los últimos 20 segundos. Incluso su risa se volvió vaga. Acostumbrarse a los cortocircuitos mentales iba a ser su tarea los próximos días. Le devolvió el estrujón y la sonrisa, pero no le soltó la mano. La conversación era lo único que mantenía a raya las mariposas de su estómago.
—Tío, que Rena y yo nos bajamos una botella de vodka solitos ese día, por favor entiende que tuviéramos malísimas ideas —tomó aire tras reír una vez más—. ¿Sabes algo que sí hice totalmente sobrio? Declararme en la biblioteca dentro de tu burbuja de silencio. ¿Eso que te dije de no-se-qué fetiche y que por eso me había puesto rojo? Pues era porque te había gritado que me gustabas.
Se contuvo la risa mientras esperaba la reacción del irrense.
- ♪♫♬:
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: El capítulo que faltaba
21/11/20, 05:19 pm
A Milo también dejó de funcionarle momentáneamente el cerebro cuando Rox le devolvió el apretón y la sonrisa, evitando que se soltaran sus manos. Aún le parecía todo demasiado irreal y sentirse así era nuevo para él, pero tendría que acostumbrarse pronto o empezaría a parecer más denso de lo que ya era de por sí.
—Lo entiendo, lo entiendo... —replicó con un bufido divertido, acomodándose de nuevo sobre la arena mientras escuchaba al australiano.
No se esperaba la confesión que el otro hizo a continuación, pues aunque recordaba perfectamente aquel día nunca se había vuelto a preguntar qué había gritado el otro a salvo en la burbuja de silencio. Pensar ahora en ello le hizo reir tras mirarle con cara de tonto unos instantes, rememorando aquella tarde con cierta nostalgia. No se habían limitado solo a hacer el tonto, pues también habían hablado de cosas importantes, y acordarse ahora le ablandaba un poco el corazón.
—Así que era eso… y yo tragándome por completo lo de los fetiches, iluso de mí —reconoció con una mueca—. Estuve a punto de tirar abajo esa burbuja para dejarte en ridículo, ¿recuerdas? Habría sido memorable... —dijo en tono de ensoñación—. ¿Biblios te habría hecho la ola o nos habría sacado a patadas de allí por armar escándalo? —preguntó con una risita divertida, mirando por el rabillo del ojo a su amigo en busca de cualquier reacción por su parte.
Estaba preparado para encajar un golpe si el rubio decidía tomar represalias.
—Lo entiendo, lo entiendo... —replicó con un bufido divertido, acomodándose de nuevo sobre la arena mientras escuchaba al australiano.
No se esperaba la confesión que el otro hizo a continuación, pues aunque recordaba perfectamente aquel día nunca se había vuelto a preguntar qué había gritado el otro a salvo en la burbuja de silencio. Pensar ahora en ello le hizo reir tras mirarle con cara de tonto unos instantes, rememorando aquella tarde con cierta nostalgia. No se habían limitado solo a hacer el tonto, pues también habían hablado de cosas importantes, y acordarse ahora le ablandaba un poco el corazón.
—Así que era eso… y yo tragándome por completo lo de los fetiches, iluso de mí —reconoció con una mueca—. Estuve a punto de tirar abajo esa burbuja para dejarte en ridículo, ¿recuerdas? Habría sido memorable... —dijo en tono de ensoñación—. ¿Biblios te habría hecho la ola o nos habría sacado a patadas de allí por armar escándalo? —preguntó con una risita divertida, mirando por el rabillo del ojo a su amigo en busca de cualquier reacción por su parte.
Estaba preparado para encajar un golpe si el rubio decidía tomar represalias.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: El capítulo que faltaba
25/11/20, 09:34 pm
A Rox le dolía la cara de tanta risa y tanto sonrojo, pero le seguían quedando fuerzas para más, sobre todo con la infinita inocencia (por no llamarlo cuaje) del irrense. Recibió una carta inversa, sin embargo, y el nervio que había sentido en el momento de su falsa declaración volvió a él por unos instantes.
—Cabrón —dijo riendo entredientes y acribillándole con la mirada. Su respuesta inmediata fue presionarle la mano, pero Milo hizo bien en prepararse para algo más puesto que el australiano le soltó para darle un placaje hombro contra hombro ipso facto—. ¡Pues todavía gritándote que estabas buenísimo no te habrías coscado, so gilipollas! —recuperó el equilibrio tras el golpe, riendo a pleno pulmón—. ¡Que cojones, si lo hice! ¡Y hasta te pregunté si habías tenido novia!
Si le chinchaba por la todas las veces que había sido denso a pesar de su obviedad se iba a hartar: desde ponerse nervioso perdido por verle salir de las duchas, quedarse embobado mirándole, no cortarse al indagar en su vida amorosa... pero no. Tampoco tenía que delatar sus trapos sucios.
—A saber a cuantos les has gustado y ni lo sabes. Pobrecitos —se tumbó en la arena, agotado, masajeándose la cara con una sonrisa adolorida. Miró hacia donde habían dejado a los demás, preguntándose que estarían haciendo y como volver sin ser evidentes. El pensamiento le hizo tragar saliva—. Hm, ya mismo cae la noche...
—Cabrón —dijo riendo entredientes y acribillándole con la mirada. Su respuesta inmediata fue presionarle la mano, pero Milo hizo bien en prepararse para algo más puesto que el australiano le soltó para darle un placaje hombro contra hombro ipso facto—. ¡Pues todavía gritándote que estabas buenísimo no te habrías coscado, so gilipollas! —recuperó el equilibrio tras el golpe, riendo a pleno pulmón—. ¡Que cojones, si lo hice! ¡Y hasta te pregunté si habías tenido novia!
Si le chinchaba por la todas las veces que había sido denso a pesar de su obviedad se iba a hartar: desde ponerse nervioso perdido por verle salir de las duchas, quedarse embobado mirándole, no cortarse al indagar en su vida amorosa... pero no. Tampoco tenía que delatar sus trapos sucios.
—A saber a cuantos les has gustado y ni lo sabes. Pobrecitos —se tumbó en la arena, agotado, masajeándose la cara con una sonrisa adolorida. Miró hacia donde habían dejado a los demás, preguntándose que estarían haciendo y como volver sin ser evidentes. El pensamiento le hizo tragar saliva—. Hm, ya mismo cae la noche...
- ♪♫♬:
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: El capítulo que faltaba
30/11/20, 12:32 am
Milo se tambaleó tras el empellón, pero lo que le desequilibró de verdad fue la risa, pues las pullas del australiano eran demasiado punzantes.
—Oye, oye, que tampoco soy tan denso —intentó defenderse sin demasiado entusiasmo, pues estaba más que claro que había tardado mucho tiempo en coscarse—. ¿Novia yo? Nah… y novio tampoco, claro, estoy mas verde que los brotes de primavera. —no sabía dónde había oído aquella expresión, pero le pareció adecuada. El hecho de estar humillándose aún más no parecía importarle demasiado, pues la cercanía del humano embotaba su buen juicio y tiraba abajo sus defensas.
Durante unos instantes disfrutó de la brisa marina con los ojos cerrados, dejando que el aroma de la sal abrumara su hocico y calmara su aún agitado corazón, pero cuando el otro hizo una suposición sobre posibles admiradores no pudo evitar mirarle con cierto sobresalto.
—No creo… —replicó a media voz, rascándose la nuca con expresión avergonzada—. No he tenido una vida muy normal, ya los sabes, muy poca gente me conocía de verdad y en esas circunstancias es difícil gustarle a nadie. —añadió con una sonrisa nerviosa, siguiendo la mirada del cambiante hacía donde habían dejado al resto del grupo.
Rox llevaba razón, el sol ya estaba muy bajo y pronto anochecería, pero el irrense no era del todo ajeno a lo que de verdad preocupaba al rubio.
—¿Volvemos ya entonces? Deben de estar preguntándose dónde andamos... —murmuró. No tardarían en empezar a recoger para regresar a Rocavarancolia y convenía estar presentes para ayudar con los bártulos, pero en los ojos del irrense se adivinaba la misma inquietud que había hecho tragar saliva al coreano.
«¿Y ahora qué hacemos?» se preguntó Milo, transmitiéndole a su compañero sus dudas con la mirada.
—Oye, oye, que tampoco soy tan denso —intentó defenderse sin demasiado entusiasmo, pues estaba más que claro que había tardado mucho tiempo en coscarse—. ¿Novia yo? Nah… y novio tampoco, claro, estoy mas verde que los brotes de primavera. —no sabía dónde había oído aquella expresión, pero le pareció adecuada. El hecho de estar humillándose aún más no parecía importarle demasiado, pues la cercanía del humano embotaba su buen juicio y tiraba abajo sus defensas.
Durante unos instantes disfrutó de la brisa marina con los ojos cerrados, dejando que el aroma de la sal abrumara su hocico y calmara su aún agitado corazón, pero cuando el otro hizo una suposición sobre posibles admiradores no pudo evitar mirarle con cierto sobresalto.
—No creo… —replicó a media voz, rascándose la nuca con expresión avergonzada—. No he tenido una vida muy normal, ya los sabes, muy poca gente me conocía de verdad y en esas circunstancias es difícil gustarle a nadie. —añadió con una sonrisa nerviosa, siguiendo la mirada del cambiante hacía donde habían dejado al resto del grupo.
Rox llevaba razón, el sol ya estaba muy bajo y pronto anochecería, pero el irrense no era del todo ajeno a lo que de verdad preocupaba al rubio.
—¿Volvemos ya entonces? Deben de estar preguntándose dónde andamos... —murmuró. No tardarían en empezar a recoger para regresar a Rocavarancolia y convenía estar presentes para ayudar con los bártulos, pero en los ojos del irrense se adivinaba la misma inquietud que había hecho tragar saliva al coreano.
«¿Y ahora qué hacemos?» se preguntó Milo, transmitiéndole a su compañero sus dudas con la mirada.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: El capítulo que faltaba
02/12/20, 09:34 pm
«Pues menos normal que es ahora», pensó.
Milo no había tenido la adolescencia más corriente del mundo y tampoco buscaba hurgar en ella, pero de verdad dudaba que nadie se hubiera colado por él antes; otra cosa muy distinta es que él no hubiera tenido tiempo de saberlo. Si habían surgido esos sentimientos a pesar de la intervención de Rocavarancolia es que nada era imposible.
—Entonces soy un chico con suerte.
El cambiante quería quedarse a solas con Milo más tiempo y disfrutar del momento, pero tampoco podía olvidar que estaban en un planeta salvaje con la noche en los talones. Ya solo por los posibles mosquitos tenían motivos de sobra para ponerse en marcha. Suspiró, observando al chico antes de levantarse. Por su expresión él tampoco tenía muchas ganas de afrontar la otra realidad. La complicidad le agitó el corazón.
—¿Qué les decimos? —preguntó con suavidad mientras se quitaba la arena del pelo—. ¿Nos esperamos...? —por su tono sería obvio que prefería esa opción.
Aquello le turbaba por varios motivos. Los sentimientos a flor de piel, la incertidumbre de que la cosa funcionase, el miedo al qué dirán... el australiano aún arrastraba problemas de la Tierra, problemas que le hacían pecar de precavido. A lo mejor el concepto del género les había sido más fácil de asumir por ser algo más “alienígena”, pero quien sabe si una relación entre dos chicos (ya ni que decir que de distintas especies) levantaría alguna yaga. Su yo razonal sabía que era una idiotez desconfiar de su círculo de amigos, pero... por mucho que le gustase pensar que había mejorado en los últimos meses todavía necesitaba espacio para trabajar en ciertas cosas.
Milo no había tenido la adolescencia más corriente del mundo y tampoco buscaba hurgar en ella, pero de verdad dudaba que nadie se hubiera colado por él antes; otra cosa muy distinta es que él no hubiera tenido tiempo de saberlo. Si habían surgido esos sentimientos a pesar de la intervención de Rocavarancolia es que nada era imposible.
—Entonces soy un chico con suerte.
El cambiante quería quedarse a solas con Milo más tiempo y disfrutar del momento, pero tampoco podía olvidar que estaban en un planeta salvaje con la noche en los talones. Ya solo por los posibles mosquitos tenían motivos de sobra para ponerse en marcha. Suspiró, observando al chico antes de levantarse. Por su expresión él tampoco tenía muchas ganas de afrontar la otra realidad. La complicidad le agitó el corazón.
—¿Qué les decimos? —preguntó con suavidad mientras se quitaba la arena del pelo—. ¿Nos esperamos...? —por su tono sería obvio que prefería esa opción.
Aquello le turbaba por varios motivos. Los sentimientos a flor de piel, la incertidumbre de que la cosa funcionase, el miedo al qué dirán... el australiano aún arrastraba problemas de la Tierra, problemas que le hacían pecar de precavido. A lo mejor el concepto del género les había sido más fácil de asumir por ser algo más “alienígena”, pero quien sabe si una relación entre dos chicos (ya ni que decir que de distintas especies) levantaría alguna yaga. Su yo razonal sabía que era una idiotez desconfiar de su círculo de amigos, pero... por mucho que le gustase pensar que había mejorado en los últimos meses todavía necesitaba espacio para trabajar en ciertas cosas.
- ♪♫♬:
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: El capítulo que faltaba
06/12/20, 05:04 pm
—Esa debería ser mi línea, Rox. Eres un cambiante, a fin de cuentas, así que el afortunado soy yo… —replicó en un intento muy patético de picardía, esbozando una media sonrisa que no tardó en desvanecerse mientras sus mejillas enrojecían de nuevo. Aquello se le daba terriblemente mal.
Por suerte o por desgracia para ambos el qué hacer a continuación era algo más acuciante, y cuando el humano expresó en voz alta las dudas que a los dos se les estaban pasando por la cabeza el irrense se pasó la mano por la nuca con gesto indeciso.
—Podríamos esperar, si —respondió, consciente del tono del rubio al hacer la pregunta. No sabía sus motivos, pero los de Milo eran bastante simples: todo era muy nuevo para él y quería ver cómo marchaban las cosas entre ellos antes de contárselo al resto—. No es información de vida o muerte, a fin de cuentas. —añadió con un encogimiento de hombros.
El irrense no pudo evitar quedarse en silencio cuando cruzó su mirada con la del australiano, prendado del chico que tenía en frente, y en cuanto notó su turbación su primer impulso fue esbozar una sonrisa tranquilizadora.
—Todo irá bien, ya lo verás —susurró, inclinándose para darle un fugaz beso en la mejilla—. Hemos afrontado cosas mucho más problemáticas que una relación amorosa y aun seguimos aquí, ¿no es así? —añadió con un bufido divertido, teniéndole la mano para echar a andar juntos hacia donde les esperaban sus amigos.
Por suerte o por desgracia para ambos el qué hacer a continuación era algo más acuciante, y cuando el humano expresó en voz alta las dudas que a los dos se les estaban pasando por la cabeza el irrense se pasó la mano por la nuca con gesto indeciso.
—Podríamos esperar, si —respondió, consciente del tono del rubio al hacer la pregunta. No sabía sus motivos, pero los de Milo eran bastante simples: todo era muy nuevo para él y quería ver cómo marchaban las cosas entre ellos antes de contárselo al resto—. No es información de vida o muerte, a fin de cuentas. —añadió con un encogimiento de hombros.
El irrense no pudo evitar quedarse en silencio cuando cruzó su mirada con la del australiano, prendado del chico que tenía en frente, y en cuanto notó su turbación su primer impulso fue esbozar una sonrisa tranquilizadora.
—Todo irá bien, ya lo verás —susurró, inclinándose para darle un fugaz beso en la mejilla—. Hemos afrontado cosas mucho más problemáticas que una relación amorosa y aun seguimos aquí, ¿no es así? —añadió con un bufido divertido, teniéndole la mano para echar a andar juntos hacia donde les esperaban sus amigos.
Página 2 de 3. • 1, 2, 3
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.