Una conversación al atardecer

Habían pasado un par de días después de la visita con baño incluido en el palacete. Desde ese día Chromsa no había dejado de pensar en lo que había ocurrido allí. Había estado muy nervioso, especialmente con Adam sin un motivo claro excepto el hecho de que todos estaban desnudos. Intentó relacionarse poco para poder entender el por qué de aquello mientras trabajaba en el huerto. El ochrorio pensó que eso le aclararía los pensamientos, pero algunos de sus compañeros seguían pasando por allí. Era por la tarde cuando se estaba dando por vencido. -Si tan solo hubiera...- no terminó de decirse eso cuando se le ocurrió un lugar. Si tenía suerte no debería haber nadie allí.

Con cierta rapidez Chromsa se dirigió al interior del torreón, subiendo las escaleras para llegar a la azotea. -(Un atardecer desde lo alto del torreón viendo toda la ciudad seguro que me ayudará a pensar)- se dijo. No tardó mucho en estar en la azotea y, efectivamente, las vistas eran especiales en ese momento del día. Era una pena que el ochrorio no pudiera disfrutar del todo del paisaje por su vista. Desde luego habría sido un buen lugar para pensar, salvo por un detalle. Alec también estaba allí. ¿Cómo se le podría haber olvidado de que el terrestre pasaba mucho tiempo allí? No había mucho que hacer al respecto, así que se limitó a decir: -Ah, hola Alec. Pensaba que estabas en otra parte. Si estabas haciendo algo no quiero molestar, me vuelvo abajo mejor- Estaba a punto de irse, pero añadió: -Aunque si no te viene mal, quería tomar un poco el aire por aquí. Te prometo que no molestaré.- Tal vez, aunque el terrestre estuviera allí, podría aclararse gracias al ambiente.

Alec había vuelto a subir a la azotea como tenía por costumbre. Después de comer le gustaba ir allí a leer y por norma general perdía la noción del tiempo. Y empezaba a saberse las sandeces del libro de historia de memoria ya.

Al caer la tarde estaba dándole vueltas al problema del enrevesamiento. Cuando apareció Chromsa a punto estaba de tirar el libro por la azotea.

-Hola - dijo con la voz alegre, contento de tener una distracción.- Qué me vas a molestar tío. Me alegra tener compañía aquí arriba.

>>¿Estás bien? - preguntó el escocés mirando al horizonte.- Normalmente te veo en el huerto a estas horas.

No le extraño que Alec se asustara al verlo, al fin y al cabo ninguno se esperaba encontrarse al otro allí. Sobre todo en el caso del terrestre, que se fijó que estaba leyendo.

La impresión inicial cambió rápidamente y el ochrorio se alegró mucho de las palabras de su compañero. -Que bien. Gracias Alec- le dijo con una amplia sonrisa mientras entraba del todo en la azotea. Se acercó al borde que daba hacia fuera del torreón y contempló el horizonte. -La verdad es que este es el mejor del sitio del torreón. No me extraña que te guste tanto.- dijo intentando fijarse en detalles del paisaje. La luz de la tarde pasando entre las ruinas y algunos edificios en la lejanía le parecían preciosos, incluso sin poder ver todo bien.

No tardó mucho en romperse el silencio que buscaba con una pregunta que tenía mucho sentido. -Ah, sí. Hoy he terminado antes y quería descansar un poco.- dijo en un principio para no preocupar al terrestre. Pero ¿y si aquel era el momento que necesitaba? Ya desde el día del baño quería hablar con alguien al respecto, pero no sabía con quien. Estaban solos y Alec siempre le había parecido alguien empático.

Con cierta vergüenza, volvió a hablarle: -Alec, ¿puedo preguntarte algo? Hay algo a lo que le he estado dando vueltas y quería hablar con alguien.-

Asintió al comentario de Chromsa muy de acuerdo con su afirmación. La azotea era de lejos el mejor lugar de aquella torre. Tenía una vista privilegiada desde las alturas, el viento soplaba y lo relajaba con su sonido y al no llover podía estar allí el tiempo que quisiera.

-Entiendo - dijo.- La verdad es que no es un huerto muy grande así que no necesita mucha atención. Seguro que se te termina haciendo monótono a ti solo.

Al propio Alec se le habían hecho monótonos algunos días en la granja y desde luego tenía bastante más que hacer que allí en el Torreón. Alzó una ceja ante la pregunta del ochrorio de forma inquisitiva.

-Claro, dime. Si te puedo ayudar en algo...

Alec estaba dispuesto a escucharlo, por lo que el ochrorio se alegró un poco. Aunque, ¿cómo debía explicarlo? Ni el mismo entendía del todo que es lo que quería preguntarle, pero al menos tenía que hacer el esfuerzo.

Empezó a decir: -Verás, desde el día del baño he estado pensando mucho en esa situación y, aunque me lo pasé muy bien, estaba muy nervioso. No se si sería porque todos estabais desnudos u otra cosa... Es raro, porque siempre me he bañado junto al resto de mis hermanos y no pasaba nada, pero con vosotros había algo distinto...- Chromsa se paró a pensar por un momento. Sí, aquello tenía que ver con lo que quería preguntar, pero no era justo lo que le había rondado la cabeza esos días.

-Esto... Alec, ¿se puede estar incómodo con alguien que es muy amigo tuyo? No te niego que viviendo un poco lejos del pueblo más cercano a mi casa no haya tenido muchos amigos, pero no se si es algo normal. Con eso no quiero decir que me caiga mal ni nada, solo que ocurra eso.- Añadió después de varios segundos en silencio y costándole bastante sacar las palabras. Al menos ahora sí que aquello se acercaba más a su duda.

Alec atendió a lo que decía el ochrorio al principio con una sonrisa, luego con un ceño fruncido de confusión. No entendía a donde quería llegar Chromsa en un principio aunque le pareció que le quedaba más claro según iba hablando.

-No es lo mismo bañarte con tus hermanos que con otra gente que esté desnuda - comentó el escocés con conocimiento de causa.

-¿De qué tipo de incomodidad hablamos? - preguntó creyendo saber por quién iban los tiros.- ¿Es algo que te pasa siempre con esa persona o solo cuando estuvimos en el baño? ¿Empezó ahí o te habías sentido así antes?

El escocés intentaba precisar las cosas, no iba a poder ayudarlo sin más información.

Aquella conversación le estaba costando a Chromsa a pesar de los esfuerzos que estaba haciendo por sacar las palabras que quería. Generalmente estaba mirando hacia la ciudad, aunque de vez en cuando giraba la cabeza hacia Alec fijándose en que parecía desconcertado. Aquello no le ayudaba a relajarse demasiado.

-Pues sí, tienes razón en eso. Imagino que si hubiéramos estado un poco más vestidos no habría pasado eso, pero...- contestó al comentario. El estar desnudos fue un factor muy importante aquel día, ¿pero habría cambiado mucho las cosas si no hubiera pasado? Todavía no lo tenía claro del todo.

-Eh... pues...- El ochrorio esperaba comprender rápido lo que le pasaba, pero a su vez estaba más incómodo por momentos hablando de ello. Aún así, encontró fuerzas para continuar: -Es como estaba diciendo. Es como si te llevaras perfectamente con alguien y quisieras pasar tiempo con esa persona pero aun así hay momentos en los que tienes vergüenza o hasta un poco de miedo por lo que pueda pensar. Lo otro... Ese día es el que lo noté más que nunca, pero ya me había pasado alguna vez más. Esas veces la sensación duraba poco pero el día del baño me afectó el resto de ese día. De hecho creo que por culpa de eso se fastidió un poco el ambiente...- Lo último lo dijo casi sin pensarlo y bastante bajo. Todavía recordaba cómo se enfadó Luci y, aunque aún no sabía del todo el por qué, al fondo de su mente empezaba a aparecer una idea de todo lo que estaba pasando.

Alec asintió a las palabras del ochrorio, sabía que tenía razón y por las palabras del chico creía que empezaba a entender cuál era el problema. Bueno, no es que fuera un problema en sí mismo, pero quizá su compañero de torreón nunca había llegado a desarrollar aquellos sentimientos por nadie antes.

-Y dime Chromsa - comenzó con un amago de sonrisa asomando bajo la barba,- ¿notas cosquillas en la boca del estómago cuando piensas en esa persona?

Quizá aquello fuera decisivo, si se sumaban todos los factores el resultado no podría ser más claro.

Después de responder a su pregunta y siguiendo el patrón de mirarle de vez en cuando, Chromsa se fijó de que en la cara de Alec había desaparecido casi cualquier duda que pudiera tener. ¿Eso era bueno, no? Aunque el ochrorio sentía cierta intranquilidad por ello.

La pregunta le sorprendió tanto que no pudo evitar abrir los ojos como platos. -Pu-Pues sí, ¿cómo lo has sabido? ¿Es que te ha pasado alguna vez?- preguntó perplejo.

Aunque intentara hacer memoria de si lo había escuchado en su familia o leído en alguno de sus libros, en su mente no encontraba ninguna mención a que se pudiera tener cosquillas en el estómago al pensar en alguien. Por supuesto con ciertas cosas como la comida después de un día duro de trabajo sí que podía haber movimiento por parte del estómago, ¿pero al pensar en alguien? Aquello era desconcertante. Eso o Chromsa intentaba inconscientemente alejar la idea que cada vez iba cobrando más sentido al fondo de su cabeza.

El amago de sonrisa se convirtió en una de verdad cuando el ochrorio le confirmó que así se sentía.

-Entonces permíteme ser el primero en felicitarte - respondió dándole una palmada suave en la espalda.- No te pasa nada malo - obvió la pregunta que le dirigió su amigo.- Eso que sientes, amigo mío, es que estás enamorado de alguien - finalizó ensanchando su sonrisa.

Teniendo en cuenta quiénes se habían bañado aquel día el escocés podía hacer pesquisas, podía incluso ya olerse algo pero no le iba a preguntar al ochrorio al respecto. Aquello era cosa suya.

-Espero que esa persona te corresponda - comentó volviendo a apoyarse sobre el parapeto.

Las palmaditas y la felicitación lo desconcertaron aun más. La sonrisa que le mostraba el terrestre tampoco ayudaba a Chromsa saber cual era la respuesta a lo que le pasaba. Y entonces habló por fin.

Los ojos del ochrorio se abrieron todo lo posible y se le encendieron las mejillas. -¿¡Qu-Qué!? ¿E-Entonces esto es estar...?- intentaba decir entre titubeos. De la vergüenza había dejado de mirar a Alec y le costaba hablar. Mientras tanto su mente estaba procesando aquello.

-Y... ¿co...cómo podría saber si me corresponde?- consiguió decir un poco después. Había leído libros con historias románticas en su casa, pero nunca se le había pasado por la cabeza que le pudiera llegar a pasar. Era la primera vez que sentía ese amor y todavía no tenía claro como llevar esa situación.

Alec contempló al ochrorio cuando le reveló la bomba y no se esperaba aquella reacción. El pobre no sabía de qué se trataba hasta que el escocés se lo había dicho. Alec no se había enamorado nunca y no sabía bien lo que se sentía más allá de la atracción física, pero su hermana mayor era de las personas más enamoradizas que había conocido y podía ver los síntomas.

-Veo que no te había pasado nunca - dijo con voz relativamente sorprendida.- Bueno, supongo que todo el mundo tiene una primera vez - comentó dirigiendo una sonrisa a su compañero.

Reflexionó acerca de la pregunta de Chromsa, aquella era complicada y no tenía mucha idea.

-Bueno, supongo que hay varios métodos. Podrías decírselo de frente, y esa persona tendría que decidir si te corresponde o no. O puedes ser más sutil - compuso una cara compungida por no poder ayudar mucho más a su amigo.- No sé qué decirte, Chromsa, a mi nunca me ha pasado aunque sí que se me han declarado. Y he visto a mi hermana salir con algún tío. Puedo contarte algo de eso para ver si se te aclaran las ideas o encuentras un método propio.