Sueño de Jack

Abro los ojos. Debo haberme quedado dormido en la torre y me habrán traído al burdel, sí, seguramente. <<Maldito yo...>> Me froto los ojos y parpadeo <<¿Qué? ¿Dónde estoy?>> Miro confuso en derredor. No me suena esta habitación del burdel...Y esto es incomodísimo>> Miro donde estoy sentado y suelto una risa al comprobar lo que es <<Debo haberme quedado dormido mientras "jugaba", nadie conoce mi secreto>> pienso sonriente. Salto al suelo y miro el potro de nuevo, sin dejar de sonreir, pero algo llama mi atención. La ropa está sucia. <<Qué asco...>> Muy sucia. Mejor será que me cambie, no quiero que me tomen por un cerdo. Me giro y veo un armario negro fascinante. Abro los ojos como platos al ver lo que hay en el interior, pues está abierto, como diciéndome que me vista con algo de sí. Me acerco rápidamente y voy sacando cosas, sin dejar de reir. Cuando ya tengo un buen montón, me quito el kimono y comienzo a vestirme: unos pantalones de cuero, pero con una sola pata, una media de rejilla negra en la otra pierna, varias correas a modo de cinturón, las grandes botas con plataforma y varios detalles en gris, unos guantes de cuero con tachuelas en la mano derecha y otro de redecilla con detalles florales en la zurda, que llega hasta el codo. ¡Pero si hay hasta una fusta! La agarro con la mano derecha y luego suelto una carcajada al ver varias cadenas, que me ato en torno al brazo izquierdo y las dejo colgando. Para rematar, un antifaz como el del burdel aquella noche. Riendo, me miro en un espejo <<La de cosas que haría yo con esto. La de cosas que me diría padre si me viese con esto y lo que le haría yo>>
-¡Pues aquí soy libre!-grito fuera de mí, golpeando la fusta contra mi palma izquierda. . .



Un surtido de prendas de cuero, botas, guantes, antifaces, máscaras, fustas, correas, cadenas y todo tipo de cosas divertidas... todas esperándole a él. ¿Por donde empezar?

De pronto, el suelo tiembla y toda la habitación se mueve. Los muebles bailan sobre el suelo, las cortinas caen y mis hombros desnudos se cubren de polvo del techo <<¿Qué ocurre? Esto no solía pasar antes>> Pero de pronto escucho gritos, tiroteos y una alarma penetrante
-¡Maldita sea! ¡He soñado todo lo de Rocavarancolia!-grito fuera de mí mientras me tiemblan los puños.
Pero...La voz de padre me verifica la situación. Como siempre, gritándome, me alerta de estar desprevenido. <<Ha empezado la guerra y yo con estas pintas...¡No puede verme!>> Rápidamente corro a por mi kimono sucio y empiezo a cambiarme como un loco, haciéndome un lío entre tanta cadena, tanta correa, tanto cuero y el kimono, pero...<<¿Y este kimono? ¿Ha sido real lo de Rocavarancolia? Esto es de locos...>> Confuso completamente, me rindo, pues de los nervios repentinos me sudan las manos y se me resbalan cuando toco la ropa de cuero. Raudo me echo el kimono por encima, a modo de abrigo y deseando que no se vea el cuero, me asomo al pasillo
-¡No me están pillando desprevenido! ¡Ya voy!
Y salgo de la habitación a todo correr, hacia la voz de padre, temeroso de que me vea y temeroso de que la guerra haya estallado, con la cabeza dándome vueltas por no saber si lo de Rocavarancolia es verdad y ... y...¡Maldita sea, esto es una locura! Aunque si la guerra está ahí fuera, sobreviviré, no me cabe duda, para eso he sido entrenado. Pero necesito un arma, no me valen mis puños. Una Luger estaría bien...Padre me dio una, pero esta no es mi casa...¿O sí?

A todo correr, descubro a cada paso que la casa está destrozada. Voy mirando el suelo para no tropezar, pero no miro las paredes y de pronto el kimono se tensa y se me desgarra, mantengo el equilibrio para no caer y freno en seco al ver a padre a escasos metros de mí. No puedo mirarle a la cara, miedo es poco lo que siento ahora mismo. No sé qué decir, solo sé que huir sería la mejor respuesta. Raro es que no me haga golpeado al instante de preguntarme eso. Abro la boca como si fuese a decir algo, la cierro, la abro y cierro varias veces, pero no puedo decir nada, cualquier excusa lo estropeará y la paliza será bestial. No puedo salir de la casa con estas pintas y sin armas. ¡Un momento! Padre siempre lleva la Luger en el cinturón a la espalda, a la derecha, escondida pero sin funda...Quizá...Miro hacia atrás un momento, como queriendo despistarle y luego echo a correr hacia mi izquierda, pegado a la pared, directo hacia padre y con la mano derecha temblándome por la blasfemia que estoy a punto de cometer: robarle el arma favorita a padre, la Luger del abuelo, que en paz descanse. Lo consiga o no, estoy muerto...Si lo consigo y salgo a la calle en plena guerra vestido así, duraré poco, necesito mi ropa de camuflaje y seguramente padre me perseguirá. Si no lo consigo, padre me destrozará aquí mismo y quizá, solo quizá, me deje vivo para que sufra aún más...Así que corro hacia él con férrea determinación y un miedo horroroso. . .

Pero no le sirvió de nada el valor suicida. Se oyó un disparo, y Jack vio como su padre caía abatido por un tiro en la cabeza. Se fijó en que la Luger no estaba en su funda... Movido por un presentimiento alzó la mirada del cadáver de su padre para ver quien ahbía disparado... Caín bajó el arma; iba vestido con un uniforme del III Reich, Leon y Alex le escoltaban. Su mirada gélida y despiadada se clavó en Jack.
-¿A qué esperas? La guerra acaba de empezar- dijo con voz aterciopelada

En plena carrera, escucho un disparo y veo a padre con una mueca extraña en el rostro, hasta que cae al suelo, con un disparo en la cabeza, que empieza a sangrar. Lo miro sin...sin saber qué sentir, excepto un sentimiento prohibido que está a punto de explotar, en lo más hondo de mi ser, el de libertad. Pero eso tiene que esperar, puede ser un enemigo el que haya hecho esto, así que levanto la cabeza como movido por un resorte y ... No puede ser
-¡No puede ser! ¡Caín! ¡Leon, Alex!-grito sus nombres, luego miro a padre muerto y a los tres otra vez.
Caín tiene la Luger asesina...¿Asesina? No, libertadora. ¡Libertadora! ¡Lbertad! ¡Libre! Estoy a punto de gritar, pero Caín habla y siento como si me estrellase con una pared de fría piedra <<La guerra...Para esto he sido entrenado por ese cadáver...Pero no pienso morir>> Miro a los tres de nuevo y asiento varias veces, bruscamente, respiro hondo y les digo sin miedo
-Necesito un arma.
<<Ya aclararemos luego lo de Rocavarancolia, ha de ser real, ellos están aquí>> Pero algo no me encaja en los tres...¿Qué hace Caín con ESE uniforme?
-Necesito un arma y una explicación, pero eso puede esperar.

Los sonidos de la guerra fuera se encrudecen, empieza a haber humo y gritos de la gente. alex se ríe, no sé por qué, y le miro extrañado, pero de pronto noto una mano cuyo tacto me suena y oigo a Norou a mi espalda. Agito la cabeza cuando me giro y asiento, algo emocionado por su repentina llegada:
-El cuerpo es mi arma, sí, tienes razón. Pero...-sacudo la cabeza, reacio a ir sin armas.-Pero fuera, sus armas me sobrepasan mil veces...
Mientras hablo, aparecemos en un cuartucho, tenuemente iluminado por una lámpara. ¡Y Elliot está frente a mí! Y vaya Elliot...Sacudo la cabeza ante la visión de su uniforme militar y me despiertan sus palabras
-¿Objetivo? ¿Encontrarle?
Me acerco a la foto, pero no sé quién es, aún así, digo nervioso, confuso, sorprendido y eufórico a la vez
-Le encontraré. ¿He de matarle?
<<Preferiría no tener que matar a nadie...Si he de matarle, será importante, y si me pillan, seré importante...¿Pero qué hace Elliot aquí?>> me pregunto confuso, volviendo a mirarla, algo embobado por su apariencia <<¿Y Norou y los demás? ¿Dónde están?>> Me cruzo de brazos, con la cabeza dándome vueltas por tantas preguntas sin respuesta, las ganas de gritar in crescendo. . .

-No lo hagas- la voz de Elliot resonó en el espacio vacío con severidad. Jack ya había escuchado ese tono con anterioridad en numerosas ocasiones, pero en aquel cuartucho medio oscuro, vestida con aquel traje y entre el sonido de fondo de las bombas, los gritos y el humo corrosivo del exterior, aquel comando sonó especialmente ominoso.
Jack bajó la vista hacia la foto. La cara representada en ella seguía viéndose borrosa, fuese por la penumbre de la habitación o porque realmente no le importaba quién estuviera en ella.
Antes de que pudiera darse cuenta, Elliot estaba junto a él.
-No sabes nada de esta guerra. ¿Por qué luchas por ella?
Jack abrió la boca para responder, pero se detuvo cuando Elliot se acercó a él y enlazó una mano con la suya, la misma en la que tenía la fotografía.
-¿Qué es más importante para ti?- su mirada traslucía una fuerza inusitada-. ¿Una persona a la que no conoces o yo?
Bajo sus dedos, Jack sintió cómo la fotografía empezaba a rasgarse, merced a las sutiles uñas de Elliot.
-Elige- le exigió ella-. A mí y el final de la guerra; o lo que hay ahí fuera- señaló con un dedo condenatorio al caos y la masacre que estaban teniendo lugar fuera.

Dice que no lo mate...Menos mal. ¿Lo? Pero si sigo sin ver la foto...No sé quién puede ser...Pero vivirá más al parecer. Enfoco la mirada y nada, sigue borrosa, así que no soy yo. <<¿De qué va esto? ¿Cómo le voy a encontrar sin saber quién es?>> Pero de pronto, Elliot, la Elliot de siempre pero con ese uniforme tan...tan...no sé...; aparece a mi lado. La miro mientras habla y voy a responder, pero me coge una mano con la fotografía. Vuelve a hablar y me cuesta aguantarle la mirada, pero lo logro, temblandome la cabeza un poco. <<¿Que elija?>>
-¿Que elija? ¿Me pides que elija entre tú o lo que mi padre querría? ¿No está clarísimo? ¿Acaso me gustaría estar en la guerra? ¡No! Quiero que acabe esta guerra sin sentido. Os elijo a ambas, a ti y a la paz.-digo respirando agitadamente por la extraña situación <<¿Qué pretende Elliot conmigo? Siempre pensé que estaba con el guitarrista...>> pienso confundido.