Fase 1, Ronda 1: Nasher vs Noel

Noel había esperado tanto como temido la llegada de aquel día. No podía evitar sentirse terriblemente nervioso y alerta, esto último debido principalmente a que una vez llegaron al anfiteatro no dejó en ningún momento de buscar la presencia de alguna de las ocho personas a las que esperaba que por algún milagroso motivo no fuese a ver aquel día. No obstante y aunque el draco no creía en los milagros, ellos no parecían estar por ningún lado. No podía estar seguro de que no aparecerían en algún momento, pero cuando empezaron a oírse los nombres para las rondas se relajó más a ese respecto. Ya solo le quedaba auto convencerse de que no iba a hacer el ridículo. No podía permitírselo, además, no estaba en juego solo su propia reputación.

Y finalmente dijeron el suyo. Sonrió ligeramente al escuchar el de su contrincante, recordando cómo habían bromeado al respecto de enfrentarse hacía ya tiempo en aquel mismo edificio. Se quitó la gabardina y la dejó al cuidado de Wen.

Bajó a la arena en un breve y rápido planeo y sonrió sarcásticamente ante el comentario de la quimera.
—Asegúrate de ganar, en ese caso, porque tengo capacidad para muchas cervezas antes de llegar a emborracharme.

En cuanto sonó el gong, la expresión de Noel se volvió seria y se puso instintivamente en guardia. La pierna derecha más atrasada que la izquierda, asegurándose de disponer de firmeza sobre la arena y los puños frente a la cara a una altura adecuada. El movimiento de Nasher era obvio, sabía que se volvería "invisible". Sus ojos permanecían suspendidos en el aire, aunque era difícil seguirlos. El sueco pasó a fiarse entonces solo de su oído y ese era un sentido que no solía fallarle. Notó al asreniano a su espalda, no tanto porque hubiera hecho ruido él mismo pero sobre todo por el sonido del aire cortándose ligeramente.

Cuando su contrincante saltó, Noel desplegó sus alas para que Nasher impactase contra su dura superficie y en cuanto dicho impacto llegó, se dio rápidamente la vuelta girando su punto de apoyo. Antes de que llegase la cola de la quimera, el draco apuntó un gancho ascendente hacia la posición aproximada donde se encontraría el cuerpo de Nasher usando los ojos flotando en el aire como referencia.

Nia, Toima y Tania

El ulterano escuchó el nombre de Noel salir anunciado como el siguiente. Dirigiendole una mirada de precaución, se dirigió al draco.
-Partele las piernas. Acabarás antes si no puede correr o esconderse.-

Nia le lanzó una mirada reprobatoria al albino antes de hacerse cargo de las cosas de Noel y entonces, esperaron a que ambos apareciesen sobre la arena. Toima soltó una risa ahogada.
-Que enanito que es. Noel no va a tardar dos segundos en despacharle.-bramó con cierto alivio y orgullo al saber que su amigo no tendria problema en arreglarselas con el pequeño asreniano. Aunque la mención de su tamaño hizo que Tania musitase algo por lo bajo, dolida.
-Pequeño para tí y para Noel, que sois dos torres...-
-Yo no lo creo así.-musitó entonces Nia, algo intrigada.-Cierto es, Noel tiene una potencia fisica y una transformación más valiosa para el combate, pero Nasher cuenta con el poder de la oportunidad y el sigilo.-admitió, descolocando al ulterano.
-¿Ese mediano?-dijo, con un gallo, bastante incrédulo de las palabras de la niña.
-Bueno, si no me crees, espera y verás.-

Y el combate dio comienzo. Casi al instante, Nasher hizo gala de su habilidad, activando el camuflaje. Mientras que para Toima el asreniano no habia ido a ningun lugar en particular, para gran parte de los espectadores y para el mismo Noel, era como si hubiese desaparecido. El enorme albino tardó en percatarse de que Noel no tenia los mismos ojos que él, y, al darse cuenta de esto, un fusible saltó en la mente del ulterano.
-¡Ay que hijo de puta! ¡Noel! ¡Está a la derecha! ¡No, más a la derecha! ¡La otra derecha!-comenzó a bramar, saltando de su asiento, gesticulando emocionado para el draco que no estaba llegándole nada debido al hechizo de insonorizacion que la niña habia tejido entorno a el ulterano hace tiempo. Por suerte o por desgracia, el albino no se dio cuenta de esto y siguió bramando en silencio la localización de Nasher en todo momento, frustrándose porque Noel no llegaba realmente a escucharle nunca.
Las otras dos chicas reian por lo bajo mientras.

Noel no perdió el tiempo cuando su puño se perdió en el vacio y volvió a fiarse de su oído para tratar de seguir los movimientos de Nasher en todo momento. Ayudándose también de los ojos y de los vendajes de sus manos y pies, aunque difíciles de distinguir cuando se movía rápido, trató de no perderle de vista.

El asreniano había rodado por el suelo y por tanto llevaba algo de arena pegada al cuerpo, por lo que esta vez no le costó demasiado distinguir como se acercaba de frente e hizo una finta hacia un lado para esquivar la patada. No obstante, recibió el golpe lateral que encadenó la quimera a continuación, bajando el codo hacia el costado para tratar de protegerse de él pero no impidiendo el impacto.

No obstante no se hizo esperar y, ya que en ese instante sabía exactamente la posición de Nasher, lo agarró de un brazo y le dio la vuelta al mismo hasta su espalda mientras con la pierna derecha describía un movimiento semircular destinado a desestabilizar el equilibrio del asreniano para que cayese.

- ¡Noel, tu puedes!- dijo Seon enfocando la voz con las manos
- ¡Animo, emplumado! Supongo.- la de Alder no llegaría muy lejos, porque  no se molestó en alzar el tono demasiado. Se recostó en la grada y se limitó a mirar. Era un combate dinámico y acabó prestando mucha más atención de la que creía. Aquel era uno de esos momentos en los que la admiración le causaba un puntito de envida malsana. Había sucedido algo parecido durante el de Melodes. Alder tenía recaidas a ratos en su amargura de no transformada. Sacudió la cabeza para librarse de la sensación.
- ¡Animo, Noel!- dijo con fuerza. Se volvió hacia la soñadora que sonreía inquisitiva. - lo bueno de que seas sinhadre es que animas por dos ¿no? Ademas el serpentero* paga las cervezas




]*breve referencía a las aves serpenteras que se domestican para matar culebras y otros en Sinhdro. No necesito explicar a que viene ¿verdad?]

El draco se vio completamente cegado en primera instancia debido al caos de luces parpadeantes en el que se había convertido Nasher de repente, lo que provocó que aflojase su agarre sobre el asreniano y este pudiera librarse de la posición en la que lo había atrapado. <<Vaya con bola de discoteca, ha activado el modo fiesta>>, pensó con molestia pero no sin cierto humor.

Pero a él tampoco se le habían agotado aún los recursos. Había entrecerrado los ojos y desviado la mirada de la quimera para evitar marearse con tantos colorines y vio de refilón como aquella masa intermitente se alejaba de él y mantenía las distancias moviéndose a su alrededor. Ya era hora de abandonar el suelo.

Noel alzó el vuelo rápidamente, alejándose de Nasher y su infernal espectáculo de luces y en él se mantuvo unos segundos sobrevolando la zona sin mirar hacia abajo para asegurarse de que recuperaba la nitidez en la visión. No podía perder, no obstante, demasiado tiempo, por lo que el sueco descendió ligeramente describiendo un inicio de parábola en el aire. En el vértice de la misma, más cerca del suelo, disparó. Varios proyectiles de sus alas y cola, los más rápidos de los que disponía, se dirigieron hacia la quimera cubriendo también varios metros a su alrededor. El objetivo, a parte de desgastar a Nasher, era dificultar el uso de su habilidad clavándole tantas plumas como pudiera. De igual forma, si se volvía a mimetizar con el ambiente ahora sería mucho más fácilmente distinguible.

En aquella pelea no podía animar solo a uno, pero gritar desde las gradas era divertido igual. Estaban dando un muy buen espectáculo y además con buen rollo.
—¡Va, va! ¡Buena esa! ¡Nasher, deberías cambiarte el nombre a Disco Stu! —El combate estaba emocionante y Gael, en consecuencia, cada vez gritaba más alto y soltaba más tonterías. No iba a decírselo a nadie, pero había creído que Noel tenía las de ganar al anunciarse los contrincantes. Eso sí, ignoraba el entrenamiento de Nasher y se había llevado una grata sorpresa. Pero lo cierto era que no le daba importancia alguna a ganar o perder, no entre amigos—. Me está gustando mucho esta pelea. Oh… Giz, ¿tú por quién apuestas? —preguntó mirando al asreniano y alzando las cejas.

Giz no era muy de comentar en voz alta, pero contemplaba el combate con inquietud interna. Seguía con los ojos a ambos combatientes, expectante, y torciendo el rostro ante cada ataque, esquivado y sin esquivar. De vez en cuando cogía aire sorprendido y la pregunta de Gael le pilló sorprendido.

—Está muy emocionante, sí—le comentó al fuego fatuo sin apartar la mirada—. Y... No tengo ni idea. ¿A ambos?