Montañas
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Montañas
03/08/11, 01:03 am
Recuerdo del primer mensaje :
Altos picos escarpados que separan a la ciudad del desierto.
- Poblo
Ficha de cosechado
Nombre: Alyssa
Especie: Humana
Habilidades: Orientación, memoria y reflejos.
Re: Montañas
08/08/18, 01:25 am
Tras despedirse de Kirés y con la intención de ver la luna junto a una panorámica de toda la ciudad, Xalkoth había decidido volar hacia las montañas en busca de una buena vista. La encontró, pero no como inicialmente esperaba.
En alguna parte de lo alto de las montañas alguien había empezado a lanzar fuegos artificiales al aire y los destellos captaron la atención de los ojos compuestos del transformado. Ni que decir tiene que el espectáculo le gustó.
–¡Ohhhhh! ¡Destellos boniiitos!
El clinger no sabía que eran fuegos artificiales pero eran bonitos, grandes y brillantes: una combinación que, para la desgracia de quien estuviera lanzándolos, ejercía sobre la plaga una fuerza de atracción comparable a la del astro rojo, así que atraído a partes iguales tanto por el brillo como los colores, echó a volar directamente al centro de las explosiones. Si, al interior.
Una vez alcanzó el epicentro de aquel fenómeno luminoso, el insecto simplemente se paró y giró en círculos para contemplar las chispas de diferentes colores que discurrían a su alrededor mientras lo rodeaban las explosiones. Múltiples brillos, colores y sonidos estruendosos inundaron los sentidos de Xalkoth que en respuesta no pudo sino mostrar la más grande de las sonrisas que su cuerpo podía expresar, lo cual no era gran cosa teniendo en cuenta la naturaleza tanto de su raza como de su transformación, pero lo que cuenta es la intención ¿no?
Hablando de intenciones. Probablemente el helión no quisiera derribar a nadie con aquel espectáculo pero, dadas las circunstancias, la personalidad de la plaga y su posición actual… el desastre era simplemente inevitable. Uno de los cohetes que surcaban los cielos, por casualidad o ironía, tuvo el detalle de quedarse sin combustible un segundo antes de estallar, quedándose suspendido en el aire justo delante de la cara del clinger durante los instantes de tiempo suficientes como para que este asimilara lo que iba a pasar.
–Oh...–
Y... ¡explosión!
Cualquiera que mirara al lugar podría ver perfectamente como una estela humeante de centellas multicolor caía en espiral desde la zona de la explosión y se estrellaba en las cercanías. Si además uno se acercaba al lugar del impacto, dicha persona se encontraría con los pies del clinger sobresaliendo del montículo de tierra y escombros que habría levantado al impactar, lo cual también indicaba que el individuo en cuestión estaba incrustado cabeza abajo en el lugar.
En alguna parte de lo alto de las montañas alguien había empezado a lanzar fuegos artificiales al aire y los destellos captaron la atención de los ojos compuestos del transformado. Ni que decir tiene que el espectáculo le gustó.
–¡Ohhhhh! ¡Destellos boniiitos!
El clinger no sabía que eran fuegos artificiales pero eran bonitos, grandes y brillantes: una combinación que, para la desgracia de quien estuviera lanzándolos, ejercía sobre la plaga una fuerza de atracción comparable a la del astro rojo, así que atraído a partes iguales tanto por el brillo como los colores, echó a volar directamente al centro de las explosiones. Si, al interior.
Una vez alcanzó el epicentro de aquel fenómeno luminoso, el insecto simplemente se paró y giró en círculos para contemplar las chispas de diferentes colores que discurrían a su alrededor mientras lo rodeaban las explosiones. Múltiples brillos, colores y sonidos estruendosos inundaron los sentidos de Xalkoth que en respuesta no pudo sino mostrar la más grande de las sonrisas que su cuerpo podía expresar, lo cual no era gran cosa teniendo en cuenta la naturaleza tanto de su raza como de su transformación, pero lo que cuenta es la intención ¿no?
Hablando de intenciones. Probablemente el helión no quisiera derribar a nadie con aquel espectáculo pero, dadas las circunstancias, la personalidad de la plaga y su posición actual… el desastre era simplemente inevitable. Uno de los cohetes que surcaban los cielos, por casualidad o ironía, tuvo el detalle de quedarse sin combustible un segundo antes de estallar, quedándose suspendido en el aire justo delante de la cara del clinger durante los instantes de tiempo suficientes como para que este asimilara lo que iba a pasar.
–Oh...–
Y... ¡explosión!
Cualquiera que mirara al lugar podría ver perfectamente como una estela humeante de centellas multicolor caía en espiral desde la zona de la explosión y se estrellaba en las cercanías. Si además uno se acercaba al lugar del impacto, dicha persona se encontraría con los pies del clinger sobresaliendo del montículo de tierra y escombros que habría levantado al impactar, lo cual también indicaba que el individuo en cuestión estaba incrustado cabeza abajo en el lugar.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Montañas
08/08/18, 03:38 am
Todo marchaba bien. Se sentía pletórico, radiante. Aguardó la salida de la Luna Roja sentado en el límite del hechizo de su cueva. Se había desnudado para recibir la tormenta. Cuando su luz llenó el cielo y chisporroteó en sus venas, el helión prendió las primeras mechas. Sacó una cerveza y la alzó al astro rojo con el primer fogonazo.
–¡Skarog brinda por ti, diosa!
Pasó un buen rato allá arriba, empapándose y aplaudiendo con cada fogonazo. Le encantaba el invento y sabía que podía atraer miradas desde toda la ciudad, o que alguna bestia de Malyadar podría picar un inintencionado anzuelo. Pero nunca habría pensado que atraería... Eso.
Algo indeterminado surcaba el cielo directo a donde explotaban los proyectiles. No pudo discernir su tamaño hasta que lo vio iluminado por los fuegos. No era gran cosa. Pero era algo. Y le iban a reventar la cara como siguiera ahí.
–¿Qué rayos es eso y qué hace ahí arriba? -se preguntó.
Se había levantado para vestirse, por si acaso, y se encontraba en paños menores cuando sucedió lo obvio. Lo vio caer en picado contra la montaña y levantar una nube de polvo al impactar. Atol frunció el entrecejo mientras descendía: esa criatura debía ser dura. ¿Seguiría viva? Si no, le sería útil. Si algo le gustaba de la ciudad era que todo se podía reciclar.
Llegó al agujero y empezó a cortar y levitar los escombros. No iba a arriesgar las uñas por aquella... Cosa. Parecían patas de insecto... << ¿Por eso se lanzó a los fuegos? Oye, si la proxima vez te abres la cabeza, los vuelvo a prender. Esa coraza parece útil...>> Se refería al exoesqueleto. No había visto nada así en criaturas no más grandes que su mano. Y no le sonaba nada similar en las montañas, asi que decidió esperar a ver si era o no inteligente antes de plantearse reciclarlo.
–Dos días picando piedra y ahora te tengo que excavar, me cago en mi estampa... ¿Vives aún?
Pese a todo, estaba a punto de estallar en carcajadas. No podía quitarse la visión de haberlo visto volar hacia, literalmente, las explosiones, y quedar atorado en la montaña. O la de sus patas asomando entre los cascotes. ¡Empezaba bien la noche!
–¡Skarog brinda por ti, diosa!
Pasó un buen rato allá arriba, empapándose y aplaudiendo con cada fogonazo. Le encantaba el invento y sabía que podía atraer miradas desde toda la ciudad, o que alguna bestia de Malyadar podría picar un inintencionado anzuelo. Pero nunca habría pensado que atraería... Eso.
Algo indeterminado surcaba el cielo directo a donde explotaban los proyectiles. No pudo discernir su tamaño hasta que lo vio iluminado por los fuegos. No era gran cosa. Pero era algo. Y le iban a reventar la cara como siguiera ahí.
–¿Qué rayos es eso y qué hace ahí arriba? -se preguntó.
Se había levantado para vestirse, por si acaso, y se encontraba en paños menores cuando sucedió lo obvio. Lo vio caer en picado contra la montaña y levantar una nube de polvo al impactar. Atol frunció el entrecejo mientras descendía: esa criatura debía ser dura. ¿Seguiría viva? Si no, le sería útil. Si algo le gustaba de la ciudad era que todo se podía reciclar.
Llegó al agujero y empezó a cortar y levitar los escombros. No iba a arriesgar las uñas por aquella... Cosa. Parecían patas de insecto... << ¿Por eso se lanzó a los fuegos? Oye, si la proxima vez te abres la cabeza, los vuelvo a prender. Esa coraza parece útil...>> Se refería al exoesqueleto. No había visto nada así en criaturas no más grandes que su mano. Y no le sonaba nada similar en las montañas, asi que decidió esperar a ver si era o no inteligente antes de plantearse reciclarlo.
–Dos días picando piedra y ahora te tengo que excavar, me cago en mi estampa... ¿Vives aún?
Pese a todo, estaba a punto de estallar en carcajadas. No podía quitarse la visión de haberlo visto volar hacia, literalmente, las explosiones, y quedar atorado en la montaña. O la de sus patas asomando entre los cascotes. ¡Empezaba bien la noche!
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Montañas
08/08/18, 01:39 pm
Aquella noche era una de las pocas excepciones que el kairós hacía en su modus operandi habitual. Solo aquel día señalado podía lograr que el ingeniero dejase voluntariamente de trabajar y saliese a las calles por un motivo no relacionado con su negocio. Igual que el resto de la ciudad, Archime sentía el subidón lunar, aunque a su manera. Para él significaba magia pura, por no hablar de que se trataba de una de las mejores oportunidades del año para presenciar acontecimientos notables. En el fondo, presenciaba muchos más de los que eran necesarios para el tamaño de su reserva, pero por algún motivo su mente archivaba aquella excepción enseguida, sin preocuparse por lo que en otro tiempo hubiese desechado por ser catalogado de irracional.
Con todo, el irrense no se contaba entre los que llamaban la atención. Se limitaba a levitar a través de Rocavarancolia, siguiendo alguna suerte de intuición que achacaba a su precio y que iba más allá de la fría razón. Lo último también entraba en sus cálculos, por supuesto, pues su primera gran recarga tras la aparición del astro reinante había sido proveída por el proceso de transformación de uno de los grupos de cosechados. Desde una distancia prudencial y empleando niebla mágica había presenciado parte de lo que ocurría en el torreón Sendar, siendo esta la parada más prolongada que había hecho durante su baño de poder de aquella noche.
Vio maravillas y celebraciones. Hacia el lugar donde se llevaba a cabo lo segundo se dirigió al reconocer una figura familiar volando en aquella dirección. Dicha figura pertenecía a alguien a quien conocía bien y que, por lo general, era garantía de que encontrarse en su presencia serviría para cumplir su precio. No le decepcionó: mientras le seguía desde cierta distancia, levitando, presenció como Xalkoth se acercaba peligrosamente a los fuegos de artificio hasta que sucedía lo inevitable. Aceleró un poco su velocidad de levitación con la intención de ayudarle, pero el helión que se encontraba en las cercanías se le adelantó. Aminoró pues de nuevo la marcha ya que el clinger estaba siendo ayudado por el helión, y llegó a la altura de ambos poco después de que Xalkoth volviese a encontrarse fuera de la tierra.
—Buenas noches —saludó primero para ambos antes de dirigirse directamente a la plaga—. ¿Te encuentras bien, Xalkoth? —Era una pregunta protocolaria: sabía que la respuesta era sí. Conjuró un hechizo de restauración, no obstante, al notar que su exoesqueleto no había salido completamente entero de aquella—. Por cierto, creo que te interesará saberlo: he visto una ballena gigante voladora en aquella dirección. Nos vemos.
Y con eso, el kairós continuó su camino levitando a través de la tormenta.
Con todo, el irrense no se contaba entre los que llamaban la atención. Se limitaba a levitar a través de Rocavarancolia, siguiendo alguna suerte de intuición que achacaba a su precio y que iba más allá de la fría razón. Lo último también entraba en sus cálculos, por supuesto, pues su primera gran recarga tras la aparición del astro reinante había sido proveída por el proceso de transformación de uno de los grupos de cosechados. Desde una distancia prudencial y empleando niebla mágica había presenciado parte de lo que ocurría en el torreón Sendar, siendo esta la parada más prolongada que había hecho durante su baño de poder de aquella noche.
Vio maravillas y celebraciones. Hacia el lugar donde se llevaba a cabo lo segundo se dirigió al reconocer una figura familiar volando en aquella dirección. Dicha figura pertenecía a alguien a quien conocía bien y que, por lo general, era garantía de que encontrarse en su presencia serviría para cumplir su precio. No le decepcionó: mientras le seguía desde cierta distancia, levitando, presenció como Xalkoth se acercaba peligrosamente a los fuegos de artificio hasta que sucedía lo inevitable. Aceleró un poco su velocidad de levitación con la intención de ayudarle, pero el helión que se encontraba en las cercanías se le adelantó. Aminoró pues de nuevo la marcha ya que el clinger estaba siendo ayudado por el helión, y llegó a la altura de ambos poco después de que Xalkoth volviese a encontrarse fuera de la tierra.
—Buenas noches —saludó primero para ambos antes de dirigirse directamente a la plaga—. ¿Te encuentras bien, Xalkoth? —Era una pregunta protocolaria: sabía que la respuesta era sí. Conjuró un hechizo de restauración, no obstante, al notar que su exoesqueleto no había salido completamente entero de aquella—. Por cierto, creo que te interesará saberlo: he visto una ballena gigante voladora en aquella dirección. Nos vemos.
Y con eso, el kairós continuó su camino levitando a través de la tormenta.
- Poblo
Ficha de cosechado
Nombre: Alyssa
Especie: Humana
Habilidades: Orientación, memoria y reflejos.
Re: Montañas
08/08/18, 06:05 pm
Skarog no tuvo que trabajar mucho para sacar a su invitado de aquel montículo. El propio Xalk seguía vivo y consciente por lo que enseguida empezó a moverse y a desenterrarse desde el otro lado. Cuando salió, sin embargo, los daños se hicieron evidentes. Plaga o no, el insecto no era indestructible y, aunque el cuerpo del insecto como tal estaba ileso, aquel impacto había roto su exoesqueleto por varios puntos, además sus alas se habían dañado considerablemente.
–¡Ayayayayayay!– Soltó mientras se tambaleaba y recuperaba el equilibrio tras salir de aquel agujero –Creo que esta vez me he confiado un poco de más en lo que mi cuerpo podía resistir…– Entonces vio al helión y recordó las palabras que había oido mientras seguía bajo tierra –¡Oh! ¡Hola! Si, si. Sigo vivo, aunque un poco agrietado. Pero eso lo arreglo en unos minut…– Volvió a interrumpirse el solo, ya que con sus ojos traseros acababa de ver a un irrense al que conocía llegando a la escena y preguntando por él.
–!Ah! ¡Hola Krono!– Lo saludó agitando la pinza con ánimos. El hechizo de restauración que el kairós le lanzó sirvió para arreglarle las alas al clinger, pero antes de que le diera las gracias por ello su cerebro procesó la parte en la que le contaban que una ballena GIGANTE flotaba por la ciudad. No sabía qué era una ballena, pero parecía divertido.
–Parece interesante. Iré a verla en cuanto termine de curarme. ¡Adióooos!– Dijo como despedida al verlo irse tan rápidamente como había venido. Había notado que el irrense últimamente aparecía muchas veces cerca de él, pero no se había parado a pensar en que hubiera algún motivo para ello. Además, le gustaba su compañía.
Lo siguiente que hizo en cuanto se hubo ido su amigo fue, para posible shock de cualquier testigo, cerrar la tenaza de su brazo izquierdo y empezar a golpearse con ella con bastante fuerza, la suficiente como para terminar de romper las partes de su armadura que seguían intactas. Luego se agitó como un perro cuando se secan, salvo que en este caso no fue agua lo que salió volando en todas direcciones, sino trozos de blindaje. Ninguno en la dirección de nadie, por suerte.
En ese momento recordó que no estaba solo.Con la llegada de su antiguo compañero de criba había olvidado que delante de él seguía estando aquel desconocido que había ido a sacarle del agujero. Lo miró pensativo un segundo mientras se preguntaba por qué habría alguien en las montañas tan cerca del espectáculo de luces y poco después una bombilla se encendió en la mente de Xalkoth.
–¿Eras tú el de las luces de colores brillantes? Son muy bonitas. –Empezó a hablar –Yo soy Xalkoth, por cierto. Encantado. –Mientras hablaba, una nueva armadura había empezado a cubrir todo el cuerpo de la plaga. Todavía era blanda, pero estaría completamente formada y endurecida en pocos minutos. Usaría ese tiempo para hablar con el desconocido y luego se iría a buscar a ese tal “ballena” del que le habían hablado.
–Ah y gracias por la ayuda. Habría tardado mucho más en salir si hubiera tenido que ser solo yo.
Por su tono se notaba que hablaba por experiencia. Mejor no saber cuántas veces se la había pegado para adquirir esos conocimientos.
–¡Ayayayayayay!– Soltó mientras se tambaleaba y recuperaba el equilibrio tras salir de aquel agujero –Creo que esta vez me he confiado un poco de más en lo que mi cuerpo podía resistir…– Entonces vio al helión y recordó las palabras que había oido mientras seguía bajo tierra –¡Oh! ¡Hola! Si, si. Sigo vivo, aunque un poco agrietado. Pero eso lo arreglo en unos minut…– Volvió a interrumpirse el solo, ya que con sus ojos traseros acababa de ver a un irrense al que conocía llegando a la escena y preguntando por él.
–!Ah! ¡Hola Krono!– Lo saludó agitando la pinza con ánimos. El hechizo de restauración que el kairós le lanzó sirvió para arreglarle las alas al clinger, pero antes de que le diera las gracias por ello su cerebro procesó la parte en la que le contaban que una ballena GIGANTE flotaba por la ciudad. No sabía qué era una ballena, pero parecía divertido.
–Parece interesante. Iré a verla en cuanto termine de curarme. ¡Adióooos!– Dijo como despedida al verlo irse tan rápidamente como había venido. Había notado que el irrense últimamente aparecía muchas veces cerca de él, pero no se había parado a pensar en que hubiera algún motivo para ello. Además, le gustaba su compañía.
Lo siguiente que hizo en cuanto se hubo ido su amigo fue, para posible shock de cualquier testigo, cerrar la tenaza de su brazo izquierdo y empezar a golpearse con ella con bastante fuerza, la suficiente como para terminar de romper las partes de su armadura que seguían intactas. Luego se agitó como un perro cuando se secan, salvo que en este caso no fue agua lo que salió volando en todas direcciones, sino trozos de blindaje. Ninguno en la dirección de nadie, por suerte.
En ese momento recordó que no estaba solo.Con la llegada de su antiguo compañero de criba había olvidado que delante de él seguía estando aquel desconocido que había ido a sacarle del agujero. Lo miró pensativo un segundo mientras se preguntaba por qué habría alguien en las montañas tan cerca del espectáculo de luces y poco después una bombilla se encendió en la mente de Xalkoth.
–¿Eras tú el de las luces de colores brillantes? Son muy bonitas. –Empezó a hablar –Yo soy Xalkoth, por cierto. Encantado. –Mientras hablaba, una nueva armadura había empezado a cubrir todo el cuerpo de la plaga. Todavía era blanda, pero estaría completamente formada y endurecida en pocos minutos. Usaría ese tiempo para hablar con el desconocido y luego se iría a buscar a ese tal “ballena” del que le habían hablado.
–Ah y gracias por la ayuda. Habría tardado mucho más en salir si hubiera tenido que ser solo yo.
Por su tono se notaba que hablaba por experiencia. Mejor no saber cuántas veces se la había pegado para adquirir esos conocimientos.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Montañas
10/08/18, 12:10 pm
Atol
El insecto salió hablando y el libense se tuvo que tragar un gruñido. No quería problemas por un caparazón. La criatura parloteaba mientras le intentaba calificar de inteligente o no, aunque acercarse así a unas explosiones...
Otra aparición le distrajo. Llegó levitando otro que parecía un irrense... y que conocía al insecto. <<Xalkoth y Krono...>> le sonaban pero no conseguía ubicarlos. Tampoco importaba mucho. Un bicho parlanchín había estado a punto de hacerse puré al lado de su cueva y ahora les habían dado el chivatazo de que algo gigante volaba sobre la ciudad... El resto le daba igual.
Pero saludó a ambos.
—Hey... Y... adiós, irrense volador.
Le miró irse, parpadeando perplejo. ¿De veras acababa de llegar un tipo levitando, había curado al tal Xalkoth, y se había ido sin más? Pero la cosa mejoraba. El que quedaba empezó a darse golpes con esa tenaza y luego le dio por sacudirse... Atol se cubrió la cara un poco por si le "salpicaban" trozos de la coraza.
—Menos mal que eso parece resistente —señaló el exoesqueleto—, ¡porque ¡menuda hostia!
Estalló en carcajadas. Llevaba mucho rato aguantando.
—En efecto. Son bonitas y explotan, ¿sabes? Yo soy Skarog, de nada... Hala, ¿se regenera sola? Qué pasada —eso sí era digno de contemplarlo. No sabía que pudieran existir criaturas así—. Casi te confundo con un insecto a la brasa. ¿Cómo se te ocurre acercarte así a... —le sobrevino otro ataque de risa y lo dejó ahí. Daba igual.
>>¿Y qué demonios es una ballena?
El insecto salió hablando y el libense se tuvo que tragar un gruñido. No quería problemas por un caparazón. La criatura parloteaba mientras le intentaba calificar de inteligente o no, aunque acercarse así a unas explosiones...
Otra aparición le distrajo. Llegó levitando otro que parecía un irrense... y que conocía al insecto. <<Xalkoth y Krono...>> le sonaban pero no conseguía ubicarlos. Tampoco importaba mucho. Un bicho parlanchín había estado a punto de hacerse puré al lado de su cueva y ahora les habían dado el chivatazo de que algo gigante volaba sobre la ciudad... El resto le daba igual.
Pero saludó a ambos.
—Hey... Y... adiós, irrense volador.
Le miró irse, parpadeando perplejo. ¿De veras acababa de llegar un tipo levitando, había curado al tal Xalkoth, y se había ido sin más? Pero la cosa mejoraba. El que quedaba empezó a darse golpes con esa tenaza y luego le dio por sacudirse... Atol se cubrió la cara un poco por si le "salpicaban" trozos de la coraza.
—Menos mal que eso parece resistente —señaló el exoesqueleto—, ¡porque ¡menuda hostia!
Estalló en carcajadas. Llevaba mucho rato aguantando.
—En efecto. Son bonitas y explotan, ¿sabes? Yo soy Skarog, de nada... Hala, ¿se regenera sola? Qué pasada —eso sí era digno de contemplarlo. No sabía que pudieran existir criaturas así—. Casi te confundo con un insecto a la brasa. ¿Cómo se te ocurre acercarte así a... —le sobrevino otro ataque de risa y lo dejó ahí. Daba igual.
>>¿Y qué demonios es una ballena?
Re: Montañas
10/08/18, 06:21 pm
Xalk observó con curiosidad cómo el helión alternaba entre hablar y reírse cuando no se aguantaba más las ganas. Realmente el helión estaba lejos de ser el primero al que veía hacer eso, y de hecho al clinger siempre le llamaba la atención que, desde que dejó Dryfus, sus aventuras fueran consideradas menos como imprudencias y más como “eventos divertidos” una vez se confirmaba que no había bajas. Tampoco le parecía mal, especialmente si aquello evitaba que alguien le echara broncas por sus imprudencias. Además, contrario a lo que pudiera parecer, la plaga sí que tenía cuidado o al menos tenía el cuidado suficiente para garantizar que, en caso de que pudiera sufrir daños, nunca superaran el límite que su exoesqueleto podía aguantar.
Tras pensarlo poco tiempo decidió que hablaría en los momentos en los que el otro se riera, para hacer un uso eficiente de aquel tiempo.
–¿Preguntas que por qué me pareció buena idea entrar dentro? –Se llevó la garra a la barbilla pensativo –Pues... precisamente por lo que has comentado, porque soy resistente. –Respondió.
>>No es que quisiera que me explotara en la cara uno, claro... pero eran demasiado llamativos como para no meterme dentro a presenciarlos al máximo, y sabía que si pasaba lo peor mi coraza aguantaría. –Lo dijo con seguridad al principio, aunque mientras lo hacía no pudo evitar mirar sus alas ya recompuestas con uno de sus ojos traseros.
–Aunque… He de reconocer que subestime un poco la cantidad de daño que podía recibir. No he sufrido daños permanentes con el accidente, pero si Krono no hubiera aparecido con su magia probablemente habría tenido que volver andando en vez de volando. Mis alas no se regeneran tan deprisa como mi caparazón.
Y hablando del caparazón, parecía que este ya había terminado de endurecerse por completo. Le pegó un par de golpecitos para comprobarlo, y tras ver que su tenaza rebotaba sin causar daño alguno confirmó que estaba listo para seguir con su día de aventuras.
–Bueno, mi coraza ya está formada. Me voy a ver a ese tal “ballena” que es gigante. Un placer conocerte esto... escarol… ¡Skarog! Eso es. ¡Adiooooos!
Y con esas palabras el insecto alzó el vuelo mientras agitaba la pinza a modo de despedida, luego salió rumbo en la dirección que su amigo Krono le había indicado. No sabía lo que se iba a encontrar, pero desde luego aquello prometía.
Sigue en la Bahía de los naufragios
Tras pensarlo poco tiempo decidió que hablaría en los momentos en los que el otro se riera, para hacer un uso eficiente de aquel tiempo.
–¿Preguntas que por qué me pareció buena idea entrar dentro? –Se llevó la garra a la barbilla pensativo –Pues... precisamente por lo que has comentado, porque soy resistente. –Respondió.
>>No es que quisiera que me explotara en la cara uno, claro... pero eran demasiado llamativos como para no meterme dentro a presenciarlos al máximo, y sabía que si pasaba lo peor mi coraza aguantaría. –Lo dijo con seguridad al principio, aunque mientras lo hacía no pudo evitar mirar sus alas ya recompuestas con uno de sus ojos traseros.
–Aunque… He de reconocer que subestime un poco la cantidad de daño que podía recibir. No he sufrido daños permanentes con el accidente, pero si Krono no hubiera aparecido con su magia probablemente habría tenido que volver andando en vez de volando. Mis alas no se regeneran tan deprisa como mi caparazón.
Y hablando del caparazón, parecía que este ya había terminado de endurecerse por completo. Le pegó un par de golpecitos para comprobarlo, y tras ver que su tenaza rebotaba sin causar daño alguno confirmó que estaba listo para seguir con su día de aventuras.
–Bueno, mi coraza ya está formada. Me voy a ver a ese tal “ballena” que es gigante. Un placer conocerte esto... escarol… ¡Skarog! Eso es. ¡Adiooooos!
Y con esas palabras el insecto alzó el vuelo mientras agitaba la pinza a modo de despedida, luego salió rumbo en la dirección que su amigo Krono le había indicado. No sabía lo que se iba a encontrar, pero desde luego aquello prometía.
Sigue en la Bahía de los naufragios
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Montañas
11/08/18, 01:25 pm
Asintió pensativo mientras el otro hablaba. La explicación del insecto tenía sentido. Si el cuerpo del libense tuviera esa protección natural, él también haría cosas así, la verdad. O se metería en más peleas a puñetazos. De hecho, podía seguir haciéndolo con esa casi-inmunidad al dolor, pero tenía que andarse con cuidado con sus uñas y con sus heridas, así que había desarrollado cierta autoconservación. No obstante, con la Luna sobre sus cabezas entendía mejor que nadie que se pudiera subestimar el riesgo esa noche en concreto.
—Tienes razón, la verdad. Yo haría igual pero con estas uñas no se puede hacer nada sin que se rompan —bromeó—. ¡Buena caza entonces, encantado!
No se despidió de él con su particular palmada en la espalda por si le desequilibraba al alzar el vuelo y le hacía comerse la montaña otra vez. Pasó un rato observando la ciudad desde allá arriba y disfrutando de las vistas de los edificios enrojecidos. Luego, desanduvo el camino hacia su cueva. Tenía que recoger, pasar por Serpentaria y después sería libre de gastarse una fortuna en los antros. O quizá buscaría a esa "ballena voladora", fuera lo que fuese. Al menos era gigante, o nunca sabría si estaba mirando a la criatura correcta.
—Tienes razón, la verdad. Yo haría igual pero con estas uñas no se puede hacer nada sin que se rompan —bromeó—. ¡Buena caza entonces, encantado!
No se despidió de él con su particular palmada en la espalda por si le desequilibraba al alzar el vuelo y le hacía comerse la montaña otra vez. Pasó un rato observando la ciudad desde allá arriba y disfrutando de las vistas de los edificios enrojecidos. Luego, desanduvo el camino hacia su cueva. Tenía que recoger, pasar por Serpentaria y después sería libre de gastarse una fortuna en los antros. O quizá buscaría a esa "ballena voladora", fuera lo que fuese. Al menos era gigante, o nunca sabría si estaba mirando a la criatura correcta.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Montañas
13/09/19, 01:17 pm
Obel Reo ascendió por las montañas a trompicones, al contrario que la gente que le iba a enseñar a volar en condiciones aún no podía, ya por no hablar de las desastrosas consecuencias que solían tener sus aterrizajes. Gracias daba a la sagrada Luna Roja por su regeneración o a esas alturas estaría muerto por acumulación de heridas.
Obel había dejado el tutelaje de Sinceridad, no porque no le cayese bien ni nada por el estilo, si no porque comprendió que la argos tenía bastante ya con su transformación como para enseñar a alguien a que volase.
El resto del tiempo el gárgola se lo había pasado leyendo sobre las transformaciones de sus amigos, aprendiendo magia como buenamente podía, ya que ésta le llegaba a cuentagotas, y aprendiendo por su cuenta a manejar su transformación. Se había informado y, si existía otro gárgola en la ciudad, nadie era consciente de ello. El último había muerto a raíz de los sueños, por supuesto el joven no tenía los detalles interesantes. Así que la petrificación y despetrificación eran cosa suya como también lo era dominar aquella sustancia que podía escupir.
Con un bufido coronó la montaña. Si tenía que ser sincero se moría de ganas por saber volar, si la Luna le había dado alas eran para algo, no para tenerlas estorbando cuando quería dormir.
-Bueno, ¿cómo hacemos esto? - preguntó mirando a Rasqa y Samika.- No os preocupéis si me caigo, la costumbre ya me está haciendo insensible al dolor - dijo bromeando.
Obel había dejado el tutelaje de Sinceridad, no porque no le cayese bien ni nada por el estilo, si no porque comprendió que la argos tenía bastante ya con su transformación como para enseñar a alguien a que volase.
El resto del tiempo el gárgola se lo había pasado leyendo sobre las transformaciones de sus amigos, aprendiendo magia como buenamente podía, ya que ésta le llegaba a cuentagotas, y aprendiendo por su cuenta a manejar su transformación. Se había informado y, si existía otro gárgola en la ciudad, nadie era consciente de ello. El último había muerto a raíz de los sueños, por supuesto el joven no tenía los detalles interesantes. Así que la petrificación y despetrificación eran cosa suya como también lo era dominar aquella sustancia que podía escupir.
Con un bufido coronó la montaña. Si tenía que ser sincero se moría de ganas por saber volar, si la Luna le había dado alas eran para algo, no para tenerlas estorbando cuando quería dormir.
-Bueno, ¿cómo hacemos esto? - preguntó mirando a Rasqa y Samika.- No os preocupéis si me caigo, la costumbre ya me está haciendo insensible al dolor - dijo bromeando.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Montañas
15/09/19, 12:55 pm
A esas alturas Samika conocía un poco a todos los nuevos de la Sede. Con alguno había hablado mas que con otros y algunos nombres aun se le escapaban, pero sus voces, sus físicos, los tenia ya bastante aprendidos, por lo que reconocerlos fácilmente aun sin verles le era bastante mas sencillo que al inicio, que era todo un poco caótico.
Y precisamente uno de aquellos chicos nuevos de la Sede, era cuya figura podía ver con su ecolocalizacion den lo alto de la montaña. Este se había acercado a ella y a Rasqa para pedirles un poco de ayuda y Samika no había tenido problema alguno en aceptar, de buen humor. Enseñarle a volar era algo que al menos si entraba dentro de sus capacidades, aunque la forma en la que ella volaba y las alas que ella poseía, distaban un poco de aquellas que poseía Obel Reo. Tal vez entre ella y Rasqa podrían serle un poco de ayuda ala gárgola.
Estando al fin en el lugar de encuentro, Samika aterrizó cerca de este sin mucho apuro. Una vez abajo sonrió animad,a esperando el aterrizaje de Rasqa antes de responder alas palabras de la gárgola.
-Este es un excelente sitio, aquí también fue donde Rasqa me enseño a mi a volar- aceptó Samika de acuerdo con el lugar mientras sus ojos se posaban en la borrosa figura de la gargola. Usa se habilidad con el, para analizar la postura de sus alas por un momento- Antes de nada ¿que aprendiste hasta ahora? Muéstranos un poco, tus alas son diferentes a las mías o a las de Rasqa y tu cuerpo también varia con el nuestro en cuanto a su tamaño, forma y peso, tu forma de volar probablemente sea un poco mas rígida que la nuestra - comento Samika pensativamente, pues una de las características de su vuelo era la versatilidad en el aire. Con el peso que este tenia y aunque sus alas fuesen fuertes para ello, seguramente variaría un poco respecto a ellos.
-Y tranquilo, no nos preocupamos por los golpes - dijo ella sonriendo traviesamente- Son completamente inevitables....aunque probablemente una caída tuya desde cierta altura, bien podría provocar un pequeño cráter. - añadió cruzándose de brazos con una postura relajante desplegando un poco sus alas para sentir el aire deslizarse a través de ellas- Sera importante que aprendas especialmente a aterrizar de forma segura, una vez aprendas a volar. Si yo aterrizo mal podría hacerme daño y poco mas, pero si tu caes mal, no es tanto el daño que puedas sufrir tu que tienes un cuerpo fuerte, como el que provocaras. No quieres enfadar a nadie por aterrizar mal sobre sus tejados y dejarles un boquete- aconsejo Samika mezclando cierta seriedad con algo de humor, porque bueno era un riesgo que tomaba todo ser volador en la ciudad. Caer donde no debían.
Y precisamente uno de aquellos chicos nuevos de la Sede, era cuya figura podía ver con su ecolocalizacion den lo alto de la montaña. Este se había acercado a ella y a Rasqa para pedirles un poco de ayuda y Samika no había tenido problema alguno en aceptar, de buen humor. Enseñarle a volar era algo que al menos si entraba dentro de sus capacidades, aunque la forma en la que ella volaba y las alas que ella poseía, distaban un poco de aquellas que poseía Obel Reo. Tal vez entre ella y Rasqa podrían serle un poco de ayuda ala gárgola.
Estando al fin en el lugar de encuentro, Samika aterrizó cerca de este sin mucho apuro. Una vez abajo sonrió animad,a esperando el aterrizaje de Rasqa antes de responder alas palabras de la gárgola.
-Este es un excelente sitio, aquí también fue donde Rasqa me enseño a mi a volar- aceptó Samika de acuerdo con el lugar mientras sus ojos se posaban en la borrosa figura de la gargola. Usa se habilidad con el, para analizar la postura de sus alas por un momento- Antes de nada ¿que aprendiste hasta ahora? Muéstranos un poco, tus alas son diferentes a las mías o a las de Rasqa y tu cuerpo también varia con el nuestro en cuanto a su tamaño, forma y peso, tu forma de volar probablemente sea un poco mas rígida que la nuestra - comento Samika pensativamente, pues una de las características de su vuelo era la versatilidad en el aire. Con el peso que este tenia y aunque sus alas fuesen fuertes para ello, seguramente variaría un poco respecto a ellos.
-Y tranquilo, no nos preocupamos por los golpes - dijo ella sonriendo traviesamente- Son completamente inevitables....aunque probablemente una caída tuya desde cierta altura, bien podría provocar un pequeño cráter. - añadió cruzándose de brazos con una postura relajante desplegando un poco sus alas para sentir el aire deslizarse a través de ellas- Sera importante que aprendas especialmente a aterrizar de forma segura, una vez aprendas a volar. Si yo aterrizo mal podría hacerme daño y poco mas, pero si tu caes mal, no es tanto el daño que puedas sufrir tu que tienes un cuerpo fuerte, como el que provocaras. No quieres enfadar a nadie por aterrizar mal sobre sus tejados y dejarles un boquete- aconsejo Samika mezclando cierta seriedad con algo de humor, porque bueno era un riesgo que tomaba todo ser volador en la ciudad. Caer donde no debían.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Montañas
17/09/19, 06:25 pm
A Rasqa le motivaba la idea de ayudar a los novatos a aprender a volar. Ya lo había hecho con mucho gusto con Samika y Ergot. No había podido decirle que no a Obel Reo, sobre todo porque esta vez compartía su trabajo de profesor con la evaki. Observó la subida lenta de la gárgola sin ocultar la sonrisa mientras lo sobrevolaba. El moloch mantenía la espalda encendida a fuego lento y dejaba tras de sí una hilera de humo que nacía de sus fosas nasales.
—Podemos empezar tirándote ladera abajo —bromeó con tono socarrón—. A la gravedad seguro que le atrae la idea.
Samika había ido más directa al grano y Rasqa no dudó en seguirle el hilo.
—Para volar también es muy importante entender cómo se mueve el aire y cómo funcionan las corrientes, pero claro Samika lleva razón: pesas como un condenado para el tamaño que tienes—. Rasqa hablaba con un tono cercano y no había mala intención en sus palabras, por muy bruscas que pudieran sonar. La lógica les decía tanto a él como a Samika que Obel Reo no debería volar: harían falta corrientes de aire inmensas para levantar o mantener a flote una estátua. Pero lo mejor de todo era que la lógica no se aplicaba aquí, lo habían visto. Lo sabían. Tenían que encontrar el método—. Tal vez tu vuelo dependa más de la fuerza que ejerzas con tus alas, eso podría ser lo que compensa tu peso.
Probablemente la gárgola tendría que hacer un esfuerzo titánico para volar, y probablemente no habría ningún problema en ello, porque la luna les dotaba de unas características que poco distaban de lo ordinario.
—Va —se acabó sumando a la petición de Samika—. Muéstranos qué sabes hacer.
—Podemos empezar tirándote ladera abajo —bromeó con tono socarrón—. A la gravedad seguro que le atrae la idea.
Samika había ido más directa al grano y Rasqa no dudó en seguirle el hilo.
—Para volar también es muy importante entender cómo se mueve el aire y cómo funcionan las corrientes, pero claro Samika lleva razón: pesas como un condenado para el tamaño que tienes—. Rasqa hablaba con un tono cercano y no había mala intención en sus palabras, por muy bruscas que pudieran sonar. La lógica les decía tanto a él como a Samika que Obel Reo no debería volar: harían falta corrientes de aire inmensas para levantar o mantener a flote una estátua. Pero lo mejor de todo era que la lógica no se aplicaba aquí, lo habían visto. Lo sabían. Tenían que encontrar el método—. Tal vez tu vuelo dependa más de la fuerza que ejerzas con tus alas, eso podría ser lo que compensa tu peso.
Probablemente la gárgola tendría que hacer un esfuerzo titánico para volar, y probablemente no habría ningún problema en ello, porque la luna les dotaba de unas características que poco distaban de lo ordinario.
—Va —se acabó sumando a la petición de Samika—. Muéstranos qué sabes hacer.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Montañas
17/09/19, 07:28 pm
-No sé si la gravedad atrae ideas, pero a mí te aseguro que me quiere con locura - respondió al moloch con una sonrisa en los labios.
Obel Reo asintió a lo que decían, ellos eran los expertos y en realidad decían cosas que tenían mucho sentido. Su piel le había demostrado ser tan resistente como una roca pero por desgracia también era tan pesada como una.
-Sí, mis alas son bastante parecidas a las de un ángel negro - les dijo, lo había comprobado en primera persona. Sin embargo Obel pesaba bastante más que su amigo a pesar de que le sacaba unas cuantas cabezas al gárgola.- Pues a ver, Sinceridad me enseñó unos ejercicios para fortalecer los músculos de las alas y aprender a controlarlos mejor - desplegó las alas con fuerza provocando un pequeño estallido que movió el aire.- Por mi cuenta y levitándome a mi mismo me he movido usando las alas, pero claro está es muy distinto a volar de verdad. Me sé impulsar con las alas hacia atrás dando un salto y, lo máximo que he conseguido, elevarme unos palmos del suelo sólo con la fuerza de mis alas.
Obel Reo hizo una demostración de todo cuanto decía levantando el viento con cada intento por alzar el vuelo. En la última tuvo cuidado de volver a caer de pie, ya le había pasado varias veces que al caer los centímetros que se había elevado daba con el culo contra el suelo.
-Pero como podéis comprobar no soy capaz a alzar el vuelo de forma definitiva - les explicó.- Es como si la tierra no me quisiese dejar marchar.
Obel Reo asintió a lo que decían, ellos eran los expertos y en realidad decían cosas que tenían mucho sentido. Su piel le había demostrado ser tan resistente como una roca pero por desgracia también era tan pesada como una.
-Sí, mis alas son bastante parecidas a las de un ángel negro - les dijo, lo había comprobado en primera persona. Sin embargo Obel pesaba bastante más que su amigo a pesar de que le sacaba unas cuantas cabezas al gárgola.- Pues a ver, Sinceridad me enseñó unos ejercicios para fortalecer los músculos de las alas y aprender a controlarlos mejor - desplegó las alas con fuerza provocando un pequeño estallido que movió el aire.- Por mi cuenta y levitándome a mi mismo me he movido usando las alas, pero claro está es muy distinto a volar de verdad. Me sé impulsar con las alas hacia atrás dando un salto y, lo máximo que he conseguido, elevarme unos palmos del suelo sólo con la fuerza de mis alas.
Obel Reo hizo una demostración de todo cuanto decía levantando el viento con cada intento por alzar el vuelo. En la última tuvo cuidado de volver a caer de pie, ya le había pasado varias veces que al caer los centímetros que se había elevado daba con el culo contra el suelo.
-Pero como podéis comprobar no soy capaz a alzar el vuelo de forma definitiva - les explicó.- Es como si la tierra no me quisiese dejar marchar.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
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Re: Montañas
19/09/19, 07:56 pm
Si en algo estaban de acuerdo Samika y Rasqa incluso aunque no lo hubieran apalabrado, es que hacer volar a alguien que pesaba posiblemente el cuadruple que ella, no parecía precisamente una tarea sencilla. Era evidente que la gravedad iba a exigir que se mantuviera en el suelo con mucho mas ímpetu que en su caso, cuyo cuerpo se había vuelto mas ligero precisamente para eso, o en el de Rasqa, quien de por si tenía un cuerpo de nacimiento adaptado para volar. Con Obel Reo por tanto iban a tener que usar una mecánica algo diferente a la que habían usado con ella.
-Con tu peso nuestro sentido común nos dice que sería imposible que volases, pero bueno...eso no sirve de mucho en esta ciudad, solo que tal vez necesites otro tipo de empujón extra -rió Samika de forma divertida, tras estar claramente pendiente de sus movimiento con su ecolocalizacion mientras se movía ligeramente a su alrededor, captando como usaba sus alas como lograba alzarse un poco del suelo y lo que decía que había aprendido de Sinceridad, que según tenia entendido era la roquense que se había convertido en argos.
Descruzó sus brazos y desplegó sus propias alas lo suficiente para captar el propio aire que se abatió por el movimiento de sus alas, así como el propio aire que de por si corría en la montaña. Los movimientos que realiza eran batidas fuertes, pero tensas y lentas a su parecer, por lo tanto bastante desestabilizarte para alzar un cuerpo tan pesado. Pensativa, volvió al frente tras haber estado moviéndose a su alrededor, colocándose junto a Rasqa.
-Mmm, te voy a decir lo que yo he notado ¿de acuerdo?- dijo Samika tras un momento pensativa antes de sonreír- Hay cosas que para mi son difíciles de captar por mi ceguera, pero bueno seguro que Rasqa habrá notado cosas que yo no- dijo ella guiñándole un ojo al parquio divertida antes de continuar
-Para empezar, necesitas entrenar mas tus alas, ya no solo que cojan mas fuerza sino hacerlas mas ágiles y flexibles, dentro de tus posibilidades claro. - dijo ella acercándose a Obel Reo cuyas alas seguían extendidas- Con esto me refiero a que cuando las muevas no lo hagas de forma tan tensa, manteniendola toda tiesas a tus espalda y alejadas de tu cuerpo. Con tu peso un efecto veleta es imposible, tendría que venir un viento muy fuerte para conseguir alzarte de esa forma-explicó Samika buscando con su mirada la borrosa figura de Rasqa ya que seguramente el también tendría algo que decir al respecto, así que añadió algo mas a aquello
-En tu caso, creo que seria mas conveniente que centres toda la potencia de estas en un espacio mas reducido, aunque seas parecidas a las alas de un angel negro, vuestros cuerpos difieren. Y es importante, que captes la dirección del viento, gozas de fuerza en tus alas...pero exudan tensión por todos lados cuando las mueves, así que toda esa potencia que logras conseguir con ellas al batirlas se pierde por completo. Pero esto es lo que yo he notado, tal vez Rasqa tenga otra opinión, el es capaz de ver lo que yo no puedo - explico Samika intentando darse a entender aunque no sabiendo si estaba lograndolo del todo, por ello espero a ver que diría Rasqa al respecto, porque claro estaba era la percepción que ella había tenido de aquello, bien podría estar errando. Al fin de cuentas ella percibía mas por su sentido del oído y tacto que con sus ojos en si mismo, bien podía haberse escapado cosas que Rasqa obviamente si vería mas fácilmente.
-Con tu peso nuestro sentido común nos dice que sería imposible que volases, pero bueno...eso no sirve de mucho en esta ciudad, solo que tal vez necesites otro tipo de empujón extra -rió Samika de forma divertida, tras estar claramente pendiente de sus movimiento con su ecolocalizacion mientras se movía ligeramente a su alrededor, captando como usaba sus alas como lograba alzarse un poco del suelo y lo que decía que había aprendido de Sinceridad, que según tenia entendido era la roquense que se había convertido en argos.
Descruzó sus brazos y desplegó sus propias alas lo suficiente para captar el propio aire que se abatió por el movimiento de sus alas, así como el propio aire que de por si corría en la montaña. Los movimientos que realiza eran batidas fuertes, pero tensas y lentas a su parecer, por lo tanto bastante desestabilizarte para alzar un cuerpo tan pesado. Pensativa, volvió al frente tras haber estado moviéndose a su alrededor, colocándose junto a Rasqa.
-Mmm, te voy a decir lo que yo he notado ¿de acuerdo?- dijo Samika tras un momento pensativa antes de sonreír- Hay cosas que para mi son difíciles de captar por mi ceguera, pero bueno seguro que Rasqa habrá notado cosas que yo no- dijo ella guiñándole un ojo al parquio divertida antes de continuar
-Para empezar, necesitas entrenar mas tus alas, ya no solo que cojan mas fuerza sino hacerlas mas ágiles y flexibles, dentro de tus posibilidades claro. - dijo ella acercándose a Obel Reo cuyas alas seguían extendidas- Con esto me refiero a que cuando las muevas no lo hagas de forma tan tensa, manteniendola toda tiesas a tus espalda y alejadas de tu cuerpo. Con tu peso un efecto veleta es imposible, tendría que venir un viento muy fuerte para conseguir alzarte de esa forma-explicó Samika buscando con su mirada la borrosa figura de Rasqa ya que seguramente el también tendría algo que decir al respecto, así que añadió algo mas a aquello
-En tu caso, creo que seria mas conveniente que centres toda la potencia de estas en un espacio mas reducido, aunque seas parecidas a las alas de un angel negro, vuestros cuerpos difieren. Y es importante, que captes la dirección del viento, gozas de fuerza en tus alas...pero exudan tensión por todos lados cuando las mueves, así que toda esa potencia que logras conseguir con ellas al batirlas se pierde por completo. Pero esto es lo que yo he notado, tal vez Rasqa tenga otra opinión, el es capaz de ver lo que yo no puedo - explico Samika intentando darse a entender aunque no sabiendo si estaba lograndolo del todo, por ello espero a ver que diría Rasqa al respecto, porque claro estaba era la percepción que ella había tenido de aquello, bien podría estar errando. Al fin de cuentas ella percibía mas por su sentido del oído y tacto que con sus ojos en si mismo, bien podía haberse escapado cosas que Rasqa obviamente si vería mas fácilmente.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
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- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
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Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Montañas
21/09/19, 07:18 pm
El moloch se sentó sobre sus cuartos traseros y apagó las llamas, saboreando la última bocanada de humo. Escuchó con atención a Samika, asintiendo ante sus palabras, y observando con la misma atención a Obel Reo en su intento por volar. Estaba claro que el peso era una diferencia crucial, se notaba en la fuerza con la que caía.
—Lo tuyo con la tierra es una relación un poco tóxica —<<Como la de Roaxen con… ¿Todo?>> pensó divertido—. Vale, piensa en todo lo que te ha dicho Samika y cierra los ojos, no los vas a necesitar durante un rato —le pidió—. Ahora bate las alas con toda la fuerza que puedas, controla que no te separes ni un milímetro del suelo. Pase lo que pase no puedes elevarte. Siente cómo el aire se agita bajo tus alas, familiarízate con las sensaciones que vienen de fuera, pero también con las de tu propio cuerpo: qué músculos se mueven, cuáles se tensan para anclarte a la tierra… Préstate atención.
Todas estas cosas acabarían convirtiéndose en un reflejo para la gárgola, pero para eso hacía falta una trayectoria que no tenía. El ejercicio ya le había funcionado el año pasado, esperaba que aquí también hiciera efecto.
—Lo tuyo con la tierra es una relación un poco tóxica —<<Como la de Roaxen con… ¿Todo?>> pensó divertido—. Vale, piensa en todo lo que te ha dicho Samika y cierra los ojos, no los vas a necesitar durante un rato —le pidió—. Ahora bate las alas con toda la fuerza que puedas, controla que no te separes ni un milímetro del suelo. Pase lo que pase no puedes elevarte. Siente cómo el aire se agita bajo tus alas, familiarízate con las sensaciones que vienen de fuera, pero también con las de tu propio cuerpo: qué músculos se mueven, cuáles se tensan para anclarte a la tierra… Préstate atención.
Todas estas cosas acabarían convirtiéndose en un reflejo para la gárgola, pero para eso hacía falta una trayectoria que no tenía. El ejercicio ya le había funcionado el año pasado, esperaba que aquí también hiciera efecto.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
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- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Montañas
23/09/19, 04:41 pm
Obel miró hacia Samika y Rasqa. Asintió a lo que decían con convencimiento y les hizo caso. Cerró los ojos y batió las alas. No lo hizo con toda su fuerza, de hecho fue probando con diferentes fuerzas para notar como se movía el aire a su alrededor. Puso especial empeño en sentir los músculos que se movían y en cómo lo hacían.
Poco a poco fue aumentando la potencia de las batidas manteniendo cierto ritmo. Se preguntó que pasaría si dejaba de pensar en ello, dejar de centrarse en qué hacía y cómo lo hacía y simplemente hacerlo. Cuando te sientas en una silla no piensas en qué debes sentarte, no te centras en que tus piernas deben doblarse en un ángulo concreto para que tu culo toque contra la madera. Te limitas a hacerlo, es algo instintivo, sin esfuerzo, automático. ¿Por qué no iba a ser aquello Igual? Así que el gárgola dejó de pensar.
Se limitó a sentir. Sintió el viento, moviéndose entre sus alas, formando pequeñas corrientes, bucles. Sintió sus músculos, que se contraían y se relajaban a la vez que movía las alas, pero no eran sólo sus alas, eran también músculos de la espalda que ni siquiera sabía que se podían mover. Tan centrado estaba en sentir el viento y sus músculos que no sintió que dejaba de sentir la tierra bajo sus pies.
Sólo fueron unos centímetros lo que se separó del suelo, pero fue algo estable, se mantuvo en el aire.
Si Samika o Rasqa decían algo al respecto el gárgola perdería la concentración y caería al suelo cuán pesado era.
Poco a poco fue aumentando la potencia de las batidas manteniendo cierto ritmo. Se preguntó que pasaría si dejaba de pensar en ello, dejar de centrarse en qué hacía y cómo lo hacía y simplemente hacerlo. Cuando te sientas en una silla no piensas en qué debes sentarte, no te centras en que tus piernas deben doblarse en un ángulo concreto para que tu culo toque contra la madera. Te limitas a hacerlo, es algo instintivo, sin esfuerzo, automático. ¿Por qué no iba a ser aquello Igual? Así que el gárgola dejó de pensar.
Se limitó a sentir. Sintió el viento, moviéndose entre sus alas, formando pequeñas corrientes, bucles. Sintió sus músculos, que se contraían y se relajaban a la vez que movía las alas, pero no eran sólo sus alas, eran también músculos de la espalda que ni siquiera sabía que se podían mover. Tan centrado estaba en sentir el viento y sus músculos que no sintió que dejaba de sentir la tierra bajo sus pies.
Sólo fueron unos centímetros lo que se separó del suelo, pero fue algo estable, se mantuvo en el aire.
Si Samika o Rasqa decían algo al respecto el gárgola perdería la concentración y caería al suelo cuán pesado era.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
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Re: Montañas
24/09/19, 05:11 pm
Junto a ella Rasqa aprecia haberse puesto cómodo en el suelo mientras le daba sus propias indicaciones a Obel Reo. Samika miraba su borrosa figura aun de pie, con las manos en las caderas, lanzando constantemente su ecolocalizacion para no perder detalles, con suaves chasqueo de su lengua.
La indicaciones que le escucho decir a Rasqa le sonaron muchísimo, y como para no. Cuando los entreno a ella y a Ergot, también les dijo de sentir el aire, de cerrar los ojos para concentrarse y reconocer cada musculo que se movía cuando sus alas eran usadas. A ella desde luego el método le había servido. Y por lo que pudo captar a través de su escasa visión y por la vibraciones captadas por sus oídos, a Obel Reo parecia estarle funcionando también << Pero se esta alzando del suelo, ¿no? La idea era mantener los pies pegados a este por el momento>> pensó Samika viendo de reojo al borrosa figura de su amigo.
Sabía que eso tenía un motivo, obvio podría separarse del suelo algunos centímetros, ya había demostrado poder hacer eso antes, cuando el proceso que estaba realizando era mas erróneo. Pero la idea a cumplir no era precisamente esa. Concentrarse a tal grado de dejar al instinto moverse por cuenta podría ir bien una vez fuese capaz de controlar de forma instintiva cada movimiento de sus músculos, cosa que ahora no podía hacer. <<Me apuesto lo que sea a que en el momento que alguien lo saque de ese estado zen, caerá a plomo al suelo>> pensó divertida, acercándose un poco a Rasqa para hablarle en un tono bajo, solo audible por este.
-Me parece que alzarse del suelo sin mas y ganar altura no va a ser tarea fácil para el ahora mismo ¿Y si probamos haciendo que lo haga ya están medianamente en el aire? - pregunto con suavidad mirando de reojo hacia la borrosa figura concentrada de la gárgola- Esta intentando centrarse tanto que a la mínima que se le distraiga caerá de culo, pero apenas esta subiendo...¿y si lo intentamos haciendo que coja impulso con su propio cuerpo primero y luego con sus alas? Por ejemplo, saltando ¿crees que funcionaria con el? -pregunto Samika a Rasqa que evidentemente tenia una mayor experiencia con ella en lo que era tener alas.
Entender su propio cuerpo era ir por buen camino Obel Reo no estaba fallando en eso, pero concentrarse tanto en algo olvidando todos lo que le rodeaba lo hacia sensible a estímulos externos, porque simplemente no estaba en alerta para verlos llegar. Cuando volabas necesitaba son solo estar concentrado en tu propio cuerpo, sino en todo lo que te rodea, obvio era algo que tendría que ir aprendiendo de a poco, pero claramente hacerle notar esa falla era importante, mejor ahora que mas tarde. Ser capaz de volar por puro instinto y sin ni siquiera tener que pensar en ello mientras tu mente podia estar en otras cosas, no era algo que se consiguiera de la noche a la mañana.
La indicaciones que le escucho decir a Rasqa le sonaron muchísimo, y como para no. Cuando los entreno a ella y a Ergot, también les dijo de sentir el aire, de cerrar los ojos para concentrarse y reconocer cada musculo que se movía cuando sus alas eran usadas. A ella desde luego el método le había servido. Y por lo que pudo captar a través de su escasa visión y por la vibraciones captadas por sus oídos, a Obel Reo parecia estarle funcionando también << Pero se esta alzando del suelo, ¿no? La idea era mantener los pies pegados a este por el momento>> pensó Samika viendo de reojo al borrosa figura de su amigo.
Sabía que eso tenía un motivo, obvio podría separarse del suelo algunos centímetros, ya había demostrado poder hacer eso antes, cuando el proceso que estaba realizando era mas erróneo. Pero la idea a cumplir no era precisamente esa. Concentrarse a tal grado de dejar al instinto moverse por cuenta podría ir bien una vez fuese capaz de controlar de forma instintiva cada movimiento de sus músculos, cosa que ahora no podía hacer. <<Me apuesto lo que sea a que en el momento que alguien lo saque de ese estado zen, caerá a plomo al suelo>> pensó divertida, acercándose un poco a Rasqa para hablarle en un tono bajo, solo audible por este.
-Me parece que alzarse del suelo sin mas y ganar altura no va a ser tarea fácil para el ahora mismo ¿Y si probamos haciendo que lo haga ya están medianamente en el aire? - pregunto con suavidad mirando de reojo hacia la borrosa figura concentrada de la gárgola- Esta intentando centrarse tanto que a la mínima que se le distraiga caerá de culo, pero apenas esta subiendo...¿y si lo intentamos haciendo que coja impulso con su propio cuerpo primero y luego con sus alas? Por ejemplo, saltando ¿crees que funcionaria con el? -pregunto Samika a Rasqa que evidentemente tenia una mayor experiencia con ella en lo que era tener alas.
Entender su propio cuerpo era ir por buen camino Obel Reo no estaba fallando en eso, pero concentrarse tanto en algo olvidando todos lo que le rodeaba lo hacia sensible a estímulos externos, porque simplemente no estaba en alerta para verlos llegar. Cuando volabas necesitaba son solo estar concentrado en tu propio cuerpo, sino en todo lo que te rodea, obvio era algo que tendría que ir aprendiendo de a poco, pero claramente hacerle notar esa falla era importante, mejor ahora que mas tarde. Ser capaz de volar por puro instinto y sin ni siquiera tener que pensar en ello mientras tu mente podia estar en otras cosas, no era algo que se consiguiera de la noche a la mañana.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Montañas
25/09/19, 05:06 pm
Rasqa no le quitó ojo a Obel durante los primeros segundos. Estaba claro que su cuerpo estaba capacitado para volar, no había más que ver cómo se había alzado, pero eso no era lo que el moloch le había pedido. Samika se dirigió a él y este esbozó una sonrisa aviesa. El plan de la evaki le parecía perfecto.
—Saltar está genial. ¿Y si lo hacemos lanzarse desde un risco alto? Puedo volar junto a él y hacerlo levitar si vemos que se va a matar —sugirió. El moloch estaba a favor de las terapias de choque, como podía comprobarse. Sin embargo, antes se giró hacia la gárgola—¡EH! ¡Eso no es lo que te habíamos pedido! —gritó para asustarle. Si caía de culo, el moloch sería el primero en reírse.
Hacía falta una respuesta de Samika para continuar los ejercicios, pero Rasqa sospechaba que se iba a divertir.
—Saltar está genial. ¿Y si lo hacemos lanzarse desde un risco alto? Puedo volar junto a él y hacerlo levitar si vemos que se va a matar —sugirió. El moloch estaba a favor de las terapias de choque, como podía comprobarse. Sin embargo, antes se giró hacia la gárgola—¡EH! ¡Eso no es lo que te habíamos pedido! —gritó para asustarle. Si caía de culo, el moloch sería el primero en reírse.
Hacía falta una respuesta de Samika para continuar los ejercicios, pero Rasqa sospechaba que se iba a divertir.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Montañas
25/09/19, 05:31 pm
Se había olvidado de como Rasqa solía exagerar un poco las cosas, por lo que cuando su 'saltar sobre el suelo e impulsarse con las' se convirtió en un 'lanzalo por un risco y a ver si hay suerte y logra usar sus alas antes de comerse el suelo' no pudo evitar mirarle boquiabierta, sorprendida.
-No me refería a eso...-susurro aun confundida por su emoción, pero aun así lo pensó bien. Tal vez era un poco ir a lo extremo, pero no era broma que la relación de Obel con el suelo era muy estrecha, una relación muy toxica ademas, pues la gravedad no le dejaba alejarse de ella mas que unos centímetros. Así que ayudar a esa relación funcionara mejor poniendo distancia entre ellos, tal vez le diese mas posibilidades al gárgola de volar. No sonaba tan descabellado visto así. Mientras Rasqa cumpliera lo de levitarlo si lo veía caer demasiado o lo curase si caía a plomo, no debía haber problema
- Pero vale, hagamoslo así - respondió encogiéndose ligeramente de hombros tras pensarlo un poco, sonriendo a medias- Suena descabellado pero bueno, sino cortamos un poco su toxica relación con la gravedad aquí no avanzamos- aceptó la evaki sonriendo divertida cuando Rasqa.
Se preocuparía mas por el chico nuevo, sino supiera ya de sobra que un transformado era mas duro de lo que aparentaba, especialmente si era uno que podría convertirse en piedra.
<<Mientras no se rompa la cabeza, es reparable>> pensó con despreocupación, pues ella misma se había roto alguna vez algún que otro hueso en los entrenamientos y ahí estaba, como una rosa. Y para aprender había que sufrir, al menos si querías aprender a volar, no había un método fácil y sin heridas.
-No me refería a eso...-susurro aun confundida por su emoción, pero aun así lo pensó bien. Tal vez era un poco ir a lo extremo, pero no era broma que la relación de Obel con el suelo era muy estrecha, una relación muy toxica ademas, pues la gravedad no le dejaba alejarse de ella mas que unos centímetros. Así que ayudar a esa relación funcionara mejor poniendo distancia entre ellos, tal vez le diese mas posibilidades al gárgola de volar. No sonaba tan descabellado visto así. Mientras Rasqa cumpliera lo de levitarlo si lo veía caer demasiado o lo curase si caía a plomo, no debía haber problema
- Pero vale, hagamoslo así - respondió encogiéndose ligeramente de hombros tras pensarlo un poco, sonriendo a medias- Suena descabellado pero bueno, sino cortamos un poco su toxica relación con la gravedad aquí no avanzamos- aceptó la evaki sonriendo divertida cuando Rasqa.
Se preocuparía mas por el chico nuevo, sino supiera ya de sobra que un transformado era mas duro de lo que aparentaba, especialmente si era uno que podría convertirse en piedra.
<<Mientras no se rompa la cabeza, es reparable>> pensó con despreocupación, pues ella misma se había roto alguna vez algún que otro hueso en los entrenamientos y ahí estaba, como una rosa. Y para aprender había que sufrir, al menos si querías aprender a volar, no había un método fácil y sin heridas.
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