El Río
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Rocavarancolia Rol
38 participantes
- Rocavarancolia Rol
El Río
03/08/11, 12:55 am
Recuerdo del primer mensaje :
Bajando de las montañas, serpentea por la zona sur de la ciudad. Varios puentes de mármol negro situados a lo largo del cauce lo cruzan.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manual
Re: El Río
04/09/12, 12:47 am
Cuando llegamos al río, no hay más que intercambios de saludos entre transformados viejos y nuevos. Hay una gran serpiente alada -¿vouivre? creo que se llamaba así-, además de alguna clase de hombrecillo con alas de libélula... un momento, eso me suena. Eeeh... ya recuerdo, un drake. Pero hay elementos de su fisonomía que me desconciertan, aunque creo que puede ser debido a que tal vez pertenecía a otra especie.
-No soy un demonio -respondo a Matt-, aunque por el aspecto lo pueda parecer. -Después de responderle, oigo lo que dice la que se presenta como Wen, quien dice haber sido humana y acabo respondiendo a la broma, que otra vez tiene que ver con discotecas-. Vaya, al final vamos a tener que explicarles qué es una discoteca. -Me adelanto unos pasos, pues siento curiosidad por la vouivre, y me presento-. Yo soy Adara, quien hace poco más de dos años era una simple humana que superaba la veintena. Ahora soy una ángel negro, que aunque no es un demonio bien podría verse como uno.
Cuando acabo mi presentación formal, estoy ya cerca de Wen, a la que toco con cautela mientras estudio sus alas. Son similares a las mías, aunque mucho más grandes.
-No parece que domines muy bien esas alas, Wen. Si quieres, yo puedo ayudarte a volar. -Y girándome hacia el pequeño drake añado-: y a ti también puedo ayudarte, Tszuszu -me ha costado pronunciarlo, pero creo que el resultado ha sido aceptable.
-No soy un demonio -respondo a Matt-, aunque por el aspecto lo pueda parecer. -Después de responderle, oigo lo que dice la que se presenta como Wen, quien dice haber sido humana y acabo respondiendo a la broma, que otra vez tiene que ver con discotecas-. Vaya, al final vamos a tener que explicarles qué es una discoteca. -Me adelanto unos pasos, pues siento curiosidad por la vouivre, y me presento-. Yo soy Adara, quien hace poco más de dos años era una simple humana que superaba la veintena. Ahora soy una ángel negro, que aunque no es un demonio bien podría verse como uno.
Cuando acabo mi presentación formal, estoy ya cerca de Wen, a la que toco con cautela mientras estudio sus alas. Son similares a las mías, aunque mucho más grandes.
-No parece que domines muy bien esas alas, Wen. Si quieres, yo puedo ayudarte a volar. -Y girándome hacia el pequeño drake añado-: y a ti también puedo ayudarte, Tszuszu -me ha costado pronunciarlo, pero creo que el resultado ha sido aceptable.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: El Río
04/09/12, 06:33 am
La noche había sorprendido al griego y a su compañero sobrevolando la ciudad, Vac estaba tan ensimismado en sus pensamientos que había perdido la noción del tiempo. El chico, distraído, contempló el horizonte, y lo que vio le dejo deslumbrado unos instantes. La Luna Roja asomaba su rostro tras un año de ausencia. La tercera luna del hado en lo que llevaba en la ciudad, brillaba en el firmamento, esparciendo su luz rojiza sobre la ciudad.
-Que hermosura... -murmuró el griego, mientras dos lunas gemelas bailaban en sus ojos.
El muchacho hizo descender al fénix, que se poso en el tejado de una torre abandonada, cerca del río. El ave y el chico observaron la luna durante horas, perdidos en su contorno, atentos a la algarabía de los habitantes de la ciudad, que daban la bienvenida al gran astro. Durante aquellas horas, la mente del muchacho se liberó de la mayor parte de sus preocupaciones, pero no todo dura para siempre, y algo a sus pies le sacó de su ensimismamiento.
En el río, a unos cientos de metros, se desarrollaba una curiosa escena. Un grupo de gente, congregados junto a lo que parecía una serpiente enorme, hablaban. Vac se había olvidado de los cosechados, y algunas de las nuevas adquisiciones de la ciudad se exhibían ante él. Ahora que prestaba atención, reconoció a la enorme serpiente alada, era una vouivre. Hacia tiempo, en un libro de anatomía sobre trasformados, había leído algo sobre aquellos seres, y lo mas destacable para el autor, era el valioso rubí que poseían dichos seres en su frente. A Vac aquello le resultaba familiar, ya que el polvo de sus alas era muy valioso. Si aquella criatura no recibía protección, podría terminar mal, y Vac se sentía empujado a ayudarla.
Observo con mas detenimiento al grupo que se encontraba con él o con ella, y reconoció a Jack, así como a Gael y algún amigo mas. A algunas figuras no las reconocía, así que supuso que serian nuevos trasformados. Decidió acercarse para confirmarlo.
Vac y Feliks alzaron el vuelo en completo silencio, y ambos se acercaron como sombras al río. El griego llegó a tiempo para escuchar las últimas palabras de Nia, y al chico se le escapó una sonrisa involuntaria, había echado de menos a la ulterana. Mientras Feliks descendía tras Gael como una sombra y le empujaba suavemente con la cabeza por la espalda, para llamar su atención; Vac aterrizó junto a Nia, sin hacer ruido, por lo que la niña no se percató de su presencia hasta que no posó una mano sobre su cabeza.
-¿Y que tendrías para esta pequeña grieta? -le pregunto enseñándole la otra mano, donde su dura piel estaba levemente agrietada a la altura de los nudillos, mientras le dedicaba una sonrisa.
La ulterana miro hacia arriba, y al reconocerle se quedo un momento sin palabras, hasta que un grito emocionado salió de su garganta y se lanzó al cuello del griego. Vac, sin poder evitar la risa, dio un par de vueltas a la nayade, haciéndola girar colgada de su cuello, pero algo captó la atención del hado. El chico apartó a Nia de si al ver la sombra que se le echaba encima a gran velocidad. Una sombra mas pequeña trataba de detener a la mayor, tirando inútilmente de ella, y cuando Vac reconoció los grandes ojos de Tania no pudo contenerse y le dedico un guiñó pícaro.
La tontería le valió un buen placaje al griego, ya que, distraído, no había esquivado al enorme ulterano que ahora lo empujaba hacia el río. El hado clavó los talones en el suelo, y antes de que le arrastrara mas, paro la carga del argos, resoplando aun por el golpe. Trataba de recordar el porque del enfado del ulterano, y ato cabos con rapidez. La borrachera.
Era evidente que el enorme ulterano le tenía ganas, así que Vac decidió darle el gusto, pero sería a la manera ulterana. Aun recordaba lo curioso que le había parecido lo que se disponía a hacer cuando lo había oído de labios de Insensa. Hacía un tiempo, había conocido a la antigua ulterana y había trabado amistad con ella. Ella le había contado muchas de las costumbres de su mundo de nacimiento. El grigo arqueó la espalda, tomando impulso mientras sujetaba al argos, y lanzó la cabeza hacia delante con fuerza.
-Kuri... Kabana! -bramó el hado con una sonrisa salvaje, mientras estampaba la cabeza contra la frente del ulterano.
El golpe, que hubiera derribado a cualquiera que no tuviera la fuerza del ulterano, retumbó a la orilla del rió con una enorme potencia sonora.
Las personas que estaban asistiendo a aquel desafió de lucha no podían entender nada, salvo quizás Nia. Las costumbres ulteranas no eran muy conocidas en la ciudad. Sin embargo, la imagen del recién llegado, vestido tan elegantemente, y la del ave que le acompañaba, ya resultaban bastante chocantes de por si solas para todo aquel que no le conociera.
-Que hermosura... -murmuró el griego, mientras dos lunas gemelas bailaban en sus ojos.
El muchacho hizo descender al fénix, que se poso en el tejado de una torre abandonada, cerca del río. El ave y el chico observaron la luna durante horas, perdidos en su contorno, atentos a la algarabía de los habitantes de la ciudad, que daban la bienvenida al gran astro. Durante aquellas horas, la mente del muchacho se liberó de la mayor parte de sus preocupaciones, pero no todo dura para siempre, y algo a sus pies le sacó de su ensimismamiento.
En el río, a unos cientos de metros, se desarrollaba una curiosa escena. Un grupo de gente, congregados junto a lo que parecía una serpiente enorme, hablaban. Vac se había olvidado de los cosechados, y algunas de las nuevas adquisiciones de la ciudad se exhibían ante él. Ahora que prestaba atención, reconoció a la enorme serpiente alada, era una vouivre. Hacia tiempo, en un libro de anatomía sobre trasformados, había leído algo sobre aquellos seres, y lo mas destacable para el autor, era el valioso rubí que poseían dichos seres en su frente. A Vac aquello le resultaba familiar, ya que el polvo de sus alas era muy valioso. Si aquella criatura no recibía protección, podría terminar mal, y Vac se sentía empujado a ayudarla.
Observo con mas detenimiento al grupo que se encontraba con él o con ella, y reconoció a Jack, así como a Gael y algún amigo mas. A algunas figuras no las reconocía, así que supuso que serian nuevos trasformados. Decidió acercarse para confirmarlo.
Vac y Feliks alzaron el vuelo en completo silencio, y ambos se acercaron como sombras al río. El griego llegó a tiempo para escuchar las últimas palabras de Nia, y al chico se le escapó una sonrisa involuntaria, había echado de menos a la ulterana. Mientras Feliks descendía tras Gael como una sombra y le empujaba suavemente con la cabeza por la espalda, para llamar su atención; Vac aterrizó junto a Nia, sin hacer ruido, por lo que la niña no se percató de su presencia hasta que no posó una mano sobre su cabeza.
-¿Y que tendrías para esta pequeña grieta? -le pregunto enseñándole la otra mano, donde su dura piel estaba levemente agrietada a la altura de los nudillos, mientras le dedicaba una sonrisa.
La ulterana miro hacia arriba, y al reconocerle se quedo un momento sin palabras, hasta que un grito emocionado salió de su garganta y se lanzó al cuello del griego. Vac, sin poder evitar la risa, dio un par de vueltas a la nayade, haciéndola girar colgada de su cuello, pero algo captó la atención del hado. El chico apartó a Nia de si al ver la sombra que se le echaba encima a gran velocidad. Una sombra mas pequeña trataba de detener a la mayor, tirando inútilmente de ella, y cuando Vac reconoció los grandes ojos de Tania no pudo contenerse y le dedico un guiñó pícaro.
La tontería le valió un buen placaje al griego, ya que, distraído, no había esquivado al enorme ulterano que ahora lo empujaba hacia el río. El hado clavó los talones en el suelo, y antes de que le arrastrara mas, paro la carga del argos, resoplando aun por el golpe. Trataba de recordar el porque del enfado del ulterano, y ato cabos con rapidez. La borrachera.
Era evidente que el enorme ulterano le tenía ganas, así que Vac decidió darle el gusto, pero sería a la manera ulterana. Aun recordaba lo curioso que le había parecido lo que se disponía a hacer cuando lo había oído de labios de Insensa. Hacía un tiempo, había conocido a la antigua ulterana y había trabado amistad con ella. Ella le había contado muchas de las costumbres de su mundo de nacimiento. El grigo arqueó la espalda, tomando impulso mientras sujetaba al argos, y lanzó la cabeza hacia delante con fuerza.
-Kuri... Kabana! -bramó el hado con una sonrisa salvaje, mientras estampaba la cabeza contra la frente del ulterano.
El golpe, que hubiera derribado a cualquiera que no tuviera la fuerza del ulterano, retumbó a la orilla del rió con una enorme potencia sonora.
Las personas que estaban asistiendo a aquel desafió de lucha no podían entender nada, salvo quizás Nia. Las costumbres ulteranas no eran muy conocidas en la ciudad. Sin embargo, la imagen del recién llegado, vestido tan elegantemente, y la del ave que le acompañaba, ya resultaban bastante chocantes de por si solas para todo aquel que no le conociera.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Re: El Río
04/09/12, 12:17 pm
Nia, Toima y Tania
No fue hasta que sintio una mano posarse en su cabeza que le hizo pegar un respiro. Sus ojos color oceano rodaron hasta enfocar al griego por completo. Estos se abrieron de par en par, en sorpresa, a medida de que Nia se daba cuenta de quien se trataba.
-¡¡¡Vac!!!-exclamó con emoción mientras se abalanzaba hacia él, quedandose colgada del cuello del griego. El griego rió y le dio un par de vueltas a la náyade. Pero no pasó mucho tiempo hasta que el hado la apartó de pronto, debido a que algo que se acercaba rápidamente hacia él.
Un Toima furibundo, cargaba hacia el hado infernal, con deseo de arrancarle la cabeza, llevaba a Tania a modo de ancla, cosa que le frenaba para evitar meterle en otro conflicto. El ulterano resoplaba a la vez que un gruñido que no parecia propio de una criatura inteligente se escapaba de su garganta a la vez que acortaba las distancias a toda velocidad hacia el chico de alas de mariposa. No fue hasta él pícaro guiño del griego hasta que la nublina no soltó al ulterano, por sorpresa hasta que el rubor cubrio su cara de pronto, desatando al ulterano que, como un perro de presa se abalanzó contra él, placandole, incluso más enfadado, pensando que aquel guiño habia sido otra provocación para él. Para cuando el hado habia detenido al argos, tenia los talones clavados en la rivera del río, con los demás observando perplejos.
-¡TÚ!-exclamó con ira el albino. A muchos de los terricolas aquello le recordaria a un toro salvaje, como los que salian en los ruedos, cargando siempre hasta el último aliento. Toima resoplaba mientras se preparaba para su siguiente golpe.
El cabezazo de Vacuum era poco esperado, pero lo que una mirada de sorpresa y odio recorriera los ojos del argos fue sin duda unas palabras que pronuncio, para los que no fueran Nia o Toima, aquel chascarrillo o similar, no era entendible, pero para los dos hijos de ulteran comprendieron muy bien esas palabras. Nia ahogó un grito de sorpresa, no siendo bastante el hecho de ver como de pronto dos de sus amigos se pusieran a pelear con tal ferocidad, si es que encima le retó a uno de esos combates tan brutales pero, ¿de donde habria aprendido eso?
Toima retrocedio, con la mandibula caida en sorpresa, mientra los ojos de su cuerpo le escaneaban de arriba abajo, moviendose nerviosamente. Se frotaba la frente, mientras buscaba las palabras. Tania salio de su trance de timidez y se volvio a anclar al brazo del ulterano, reduciendo su movilidad de nuevo.
-¡Tú!... ¿Por?.... ¿Como?...¿Quién?...-varias preguntas brotaron de los labios del ulterano, demasiado inseguro de si acababa de oir, ver y sentir lo que habia oido visto y sentido. Resoplaba fuertemente y fueron unos cuantos segundos de tensión hasta que tranquilizó su respiración, dando a entender que se estaba calmando.-Está bien.-dijo alzando sus brazos en el aire, en señal de paz, hablandole a Tania, para que le soltase. Miraba al hado por la esquina de sus ojos y le dedicaba una torva sonrisa. Una sonrisa cargada de malas intenciones. No tardo ni un segundo en cuanto la nublina le soltó de esprintar hacia el griego y sacudirle un semejante cabezazo mientras reia como un maniaco.
-Enzhu wa Watahré!!-berreó en respuesta mientras sus frentes se volvian a encontrar una segunda vez. Cogiendole de sus elegantes ropas le arrastró adento del rio hasta que el agua les llegó por las rodillas.
El Kuri Kabana
-¡Detened esto ahora mismo!-exclamó Nia con una mirada seria.-Los problemas tambien se pueden resolver hablando...-
El ulterano estaba demasiado empcionado para responderla en el momento. Lanzó todos y cada uno de sus cuchillos a la orilla, haciendo a su vez gala del ritual de desarmarse antes de el encuentro.
-Si se me dieran bien las palabras, no llevaria tantos cuchillos encima ¿no crees?-le respondio, socarrón.
Dos mundos ulteranos chocaban de pronto. El civilizado y educado de Nia y el salvaje y primitivo de Toima. Nia puso una cara bastante rara que nunca antes nadie le habia visto. Era una mezcla de orgullo con aire de superioridad, era pues, su caracter como ulterano lo que les diferenciaba.
-Salvajes...-murmuró Nia con ese aire de superioridad.
Toima no le hizo caso, estaba tambien orgulloso de quien era y de que hacia. Además, no es como si fuera él quien le hubiera retado al Kuri Kabana. Se crujio el cuello y se quitó la sudadera, que tambien lanzó a la orilla. Todos sus ojos abiertos, expectantes. Tenia la confianza de volver a la sede con una bonita mandíbula humana. Tania se arrastró al lado de la Náyade, con una mezcla de intriga y miedo.
-¿Qué está pasando?-preguntó.
-Es el Kuri Kabana. Un ritual primitivo, salvaje y retrógrado en que solo ha perdurado en los watahré, una fuerza especial del ejercito. Puedes llamarles "elite" si lo preferis. Él, es un watahré.-dijo señalando a Toima.-Van a destrozarse el uno al otro... Y presiento que solo uno de los dos va a disfrutar de tal bárbaro espectáculo...-
Sin embargo, Nia se quedaba. ¿Porqué lo hacia? Se mentia a sí misma y decia que era por si necesitaban asistencia médica en algún momento, así, en cuanto alguno de los dos hubiera perdido el último diente, el combate se daria por terminado y podrian interferir. En verdad, nunca habia visto un Kuri Kabana. Su padre siempre se lo habia prohibido. Dijo que eran muy brutales para una chica tan jóven. Pero ahora su padre no estaba ahí y podria presenciar ese ritual prohibido que tan absurdo y vetado le fue.
Miró a Vac. Se preguntó porque el chico le habria retado a aquel combate, sea quien sea quien le contó, o de quien vio el combate, seguro que no se quedó hasta el final. Y lo peor de todo era que ni si quiera iban a hacerlo en un foso, así que cualquiera podria verse involucrado, incluidos los nuevos transformados.
-Todos fuera del río. Ahora.-dijo Toima con voz grave mientras abria y cerraba los puños y comenzaba a calentar su cuerpo. El hecho de que hubiera unos cuarenta centimetros de agua alrededor de sus piernas, hacia el movimiento de pies más incómodo y por lo tanto, las patadas y juegos de pies no servirian de mucho, justo como en el foso, que todo se trataba a puñetazos. Una risa seca salio de la garganta del ulterano, demasiado emocionado para mantenerse tranquilo. Tania le miraba con preocupación.
-Hacedle caso. Una vez que empieza cualquiera puede verse involucrado.-explicó Nia. Aunque claro, el Kuri Kabana no explicaba nada contra la magia, eso era un claro vacio legal, pero no parecia importarle eso al ulterano. Nia se mordio el labio de expectación. Comenzó a murmurar por lo bajo lo que parecia una especie de letania, y pronto el albino se la unio.
Kuri kuro
Kuro kuri
Kabana, Kabana
Kurio kuro
Kuro Kuri
Kabana, Kabana
El ulterano se abrio de brazos, mostrando toda su poder muscular y sus amenazantes ojos mientras gruñia. Era algo estúpido, pero tan intimidante que costaba mucho decir algo en contra. El ulterano se acercó hacia el hado y posó sus grandes manos a ambos lados de la cabeza del otro e instó al chico que hiciera lo mismo con las suyas. Cuando estuvo listo sonrió perfidamente.
-Bien... Ahora, a la cuenta de tres, golpeame en las orejas lo más rápido y fuerte que puedas... Y no te cortes porque yo no lo haré. ¿Bien? ¿Estás listo? Me da igual. Tres.-dijo con una voz cacareante antes de golpearle duramente a la altura de los oidos con toda su fuerza. El hado no tardó en contraatacar y le golpeó duramente en sus oidos tambien. Tras el mareo incial el ulterano rió, mientras daba media vuelta y se colocaba a unos tres metros del hado, fingiendo que apenas le habia afectado aquello y que el mundo no le estaba dando vueltas.
-Bien chico malo. Tu empiezas.-dijo alzando los brazos, marcando una postura defensiva con los antebrazos.
No fue hasta que sintio una mano posarse en su cabeza que le hizo pegar un respiro. Sus ojos color oceano rodaron hasta enfocar al griego por completo. Estos se abrieron de par en par, en sorpresa, a medida de que Nia se daba cuenta de quien se trataba.
-¡¡¡Vac!!!-exclamó con emoción mientras se abalanzaba hacia él, quedandose colgada del cuello del griego. El griego rió y le dio un par de vueltas a la náyade. Pero no pasó mucho tiempo hasta que el hado la apartó de pronto, debido a que algo que se acercaba rápidamente hacia él.
Un Toima furibundo, cargaba hacia el hado infernal, con deseo de arrancarle la cabeza, llevaba a Tania a modo de ancla, cosa que le frenaba para evitar meterle en otro conflicto. El ulterano resoplaba a la vez que un gruñido que no parecia propio de una criatura inteligente se escapaba de su garganta a la vez que acortaba las distancias a toda velocidad hacia el chico de alas de mariposa. No fue hasta él pícaro guiño del griego hasta que la nublina no soltó al ulterano, por sorpresa hasta que el rubor cubrio su cara de pronto, desatando al ulterano que, como un perro de presa se abalanzó contra él, placandole, incluso más enfadado, pensando que aquel guiño habia sido otra provocación para él. Para cuando el hado habia detenido al argos, tenia los talones clavados en la rivera del río, con los demás observando perplejos.
-¡TÚ!-exclamó con ira el albino. A muchos de los terricolas aquello le recordaria a un toro salvaje, como los que salian en los ruedos, cargando siempre hasta el último aliento. Toima resoplaba mientras se preparaba para su siguiente golpe.
El cabezazo de Vacuum era poco esperado, pero lo que una mirada de sorpresa y odio recorriera los ojos del argos fue sin duda unas palabras que pronuncio, para los que no fueran Nia o Toima, aquel chascarrillo o similar, no era entendible, pero para los dos hijos de ulteran comprendieron muy bien esas palabras. Nia ahogó un grito de sorpresa, no siendo bastante el hecho de ver como de pronto dos de sus amigos se pusieran a pelear con tal ferocidad, si es que encima le retó a uno de esos combates tan brutales pero, ¿de donde habria aprendido eso?
Toima retrocedio, con la mandibula caida en sorpresa, mientra los ojos de su cuerpo le escaneaban de arriba abajo, moviendose nerviosamente. Se frotaba la frente, mientras buscaba las palabras. Tania salio de su trance de timidez y se volvio a anclar al brazo del ulterano, reduciendo su movilidad de nuevo.
-¡Tú!... ¿Por?.... ¿Como?...¿Quién?...-varias preguntas brotaron de los labios del ulterano, demasiado inseguro de si acababa de oir, ver y sentir lo que habia oido visto y sentido. Resoplaba fuertemente y fueron unos cuantos segundos de tensión hasta que tranquilizó su respiración, dando a entender que se estaba calmando.-Está bien.-dijo alzando sus brazos en el aire, en señal de paz, hablandole a Tania, para que le soltase. Miraba al hado por la esquina de sus ojos y le dedicaba una torva sonrisa. Una sonrisa cargada de malas intenciones. No tardo ni un segundo en cuanto la nublina le soltó de esprintar hacia el griego y sacudirle un semejante cabezazo mientras reia como un maniaco.
-Enzhu wa Watahré!!-berreó en respuesta mientras sus frentes se volvian a encontrar una segunda vez. Cogiendole de sus elegantes ropas le arrastró adento del rio hasta que el agua les llegó por las rodillas.
El Kuri Kabana
-¡Detened esto ahora mismo!-exclamó Nia con una mirada seria.-Los problemas tambien se pueden resolver hablando...-
El ulterano estaba demasiado empcionado para responderla en el momento. Lanzó todos y cada uno de sus cuchillos a la orilla, haciendo a su vez gala del ritual de desarmarse antes de el encuentro.
-Si se me dieran bien las palabras, no llevaria tantos cuchillos encima ¿no crees?-le respondio, socarrón.
Dos mundos ulteranos chocaban de pronto. El civilizado y educado de Nia y el salvaje y primitivo de Toima. Nia puso una cara bastante rara que nunca antes nadie le habia visto. Era una mezcla de orgullo con aire de superioridad, era pues, su caracter como ulterano lo que les diferenciaba.
-Salvajes...-murmuró Nia con ese aire de superioridad.
Toima no le hizo caso, estaba tambien orgulloso de quien era y de que hacia. Además, no es como si fuera él quien le hubiera retado al Kuri Kabana. Se crujio el cuello y se quitó la sudadera, que tambien lanzó a la orilla. Todos sus ojos abiertos, expectantes. Tenia la confianza de volver a la sede con una bonita mandíbula humana. Tania se arrastró al lado de la Náyade, con una mezcla de intriga y miedo.
-¿Qué está pasando?-preguntó.
-Es el Kuri Kabana. Un ritual primitivo, salvaje y retrógrado en que solo ha perdurado en los watahré, una fuerza especial del ejercito. Puedes llamarles "elite" si lo preferis. Él, es un watahré.-dijo señalando a Toima.-Van a destrozarse el uno al otro... Y presiento que solo uno de los dos va a disfrutar de tal bárbaro espectáculo...-
Sin embargo, Nia se quedaba. ¿Porqué lo hacia? Se mentia a sí misma y decia que era por si necesitaban asistencia médica en algún momento, así, en cuanto alguno de los dos hubiera perdido el último diente, el combate se daria por terminado y podrian interferir. En verdad, nunca habia visto un Kuri Kabana. Su padre siempre se lo habia prohibido. Dijo que eran muy brutales para una chica tan jóven. Pero ahora su padre no estaba ahí y podria presenciar ese ritual prohibido que tan absurdo y vetado le fue.
Miró a Vac. Se preguntó porque el chico le habria retado a aquel combate, sea quien sea quien le contó, o de quien vio el combate, seguro que no se quedó hasta el final. Y lo peor de todo era que ni si quiera iban a hacerlo en un foso, así que cualquiera podria verse involucrado, incluidos los nuevos transformados.
-Todos fuera del río. Ahora.-dijo Toima con voz grave mientras abria y cerraba los puños y comenzaba a calentar su cuerpo. El hecho de que hubiera unos cuarenta centimetros de agua alrededor de sus piernas, hacia el movimiento de pies más incómodo y por lo tanto, las patadas y juegos de pies no servirian de mucho, justo como en el foso, que todo se trataba a puñetazos. Una risa seca salio de la garganta del ulterano, demasiado emocionado para mantenerse tranquilo. Tania le miraba con preocupación.
-Hacedle caso. Una vez que empieza cualquiera puede verse involucrado.-explicó Nia. Aunque claro, el Kuri Kabana no explicaba nada contra la magia, eso era un claro vacio legal, pero no parecia importarle eso al ulterano. Nia se mordio el labio de expectación. Comenzó a murmurar por lo bajo lo que parecia una especie de letania, y pronto el albino se la unio.
Kuri kuro
Kuro kuri
Kabana, Kabana
Kurio kuro
Kuro Kuri
Kabana, Kabana
El ulterano se abrio de brazos, mostrando toda su poder muscular y sus amenazantes ojos mientras gruñia. Era algo estúpido, pero tan intimidante que costaba mucho decir algo en contra. El ulterano se acercó hacia el hado y posó sus grandes manos a ambos lados de la cabeza del otro e instó al chico que hiciera lo mismo con las suyas. Cuando estuvo listo sonrió perfidamente.
-Bien... Ahora, a la cuenta de tres, golpeame en las orejas lo más rápido y fuerte que puedas... Y no te cortes porque yo no lo haré. ¿Bien? ¿Estás listo? Me da igual. Tres.-dijo con una voz cacareante antes de golpearle duramente a la altura de los oidos con toda su fuerza. El hado no tardó en contraatacar y le golpeó duramente en sus oidos tambien. Tras el mareo incial el ulterano rió, mientras daba media vuelta y se colocaba a unos tres metros del hado, fingiendo que apenas le habia afectado aquello y que el mundo no le estaba dando vueltas.
-Bien chico malo. Tu empiezas.-dijo alzando los brazos, marcando una postura defensiva con los antebrazos.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: El Río
04/09/12, 12:49 pm
La enorme serpiente alada se presenta como Wen y mientras hablábamos con ella una especie de insecto gigante aparece. O eso creía hasta que le oímos hablar. Por lo visto se trataba de otro compañero. Su fisionomía era extraña y diminuta, no había duda: se trataba de un repoblador. Había leído un poco acerca de El Macetero un día que Giz encontró un libro que hablaba sobre él y nos lo enseñó emocionado. No lo habíamos visto la otra vez a este pequeño ser que Wen le llamó por un nombre demasiado siseante como para intentar pronunciarlo. No pude evitar reírme del comentario que hizo y le di la razón a Adara en que al final tendríamos que explicarles qué era una discoteca. Sin duda hacia conjunto con Nasher, con tantos colorines en sus alas de libéula.
-Eh, maestra, no acapares a todos los alumnos que yo también sé volar ya, ¡déjame ser maestro a mí esta vez! -intervengo divertido ante el ofrecimiento de Adara de enseñar a volar a Wen y el repoblador.
Poco después de que Nia también se acercase a ofrecer su ayuda, apareció alguien más de improviso a su lado. Estaba claro que quería darle un pequeño susto así que tan sólo saludé a Vac inclinando la cabeza con una gran sonrisa. Observé la siguiente cadena de acontecimientos entre risas. Toima cumplió lo que había prometido cuando estaba borracho y se lanzó contra Vac nada más verlo cargando de manera furiosa. Los dos acabaron en el río enzarzados en una desaforada pelea improvisada. Era una escena de lo más peculiar. De pronto Vac pronunció una palabra extraña que no entendí y Toima pareció quedarse sorprendido, al igual que Nia. Nia comenzó a explicarnos que se trataba de un brutal ritual ulterano. Volví a fijar la vista en Vac y Toima, pero los constantes brillos producidos por los cambios de color de Nasher desvían mi atención. El chico no parecía encontrarse muy bien. Y ahora además había dos mastodontes a punto de hacer dios sabe qué ancestrarl ritual de lucha en medio del río. Me metí en el río rápidamente hasta que podía alcanzar a Nasher y lo cogí en brazos.
-Nasher, ¿te encuentras bien? Este no es el mejor momento para aprender a nadar, me temo -me giro entonces hacia Wen-. Sal tú también... no querrás estar ahí cuando empiecen, créeme.
La serpiente parecía tener problemas para salir del río debido a que aún no dominaba su nuevo cuerpo.
-Ya veo... Sé lo que es, pasé por lo mismo cuando me transformé, no podía ni caminar sin desequilibrarme -digo sonriendo a modo de burla a mí mismo al recordar aquellos momentos tan patosos que había vivido hacía exactamente un año-. Agárrate bien, Nasher.
Cojo al asreniano con una sola mano, pesaba bastante de esta forma, pero lo cierto era que había ganado bastante fuerza durante el último año debido al duro entrenamiento que habíamos realizado. Con la mano libre sujeto a Wen por la zona del nacimiento de las alas, que sería más o menos su espalda e intento arrastrarla hacia la orilla. Pero con Nasher en brazos y el tamaño de la serpiente me resultaba demasiado difícil y sólo logro avanzar un poco de esta forma.
-¡Giz! -Llamo en voz alta-. ¡Necesitamos la ayuda del capitán lagartijo por aquí!
Giz enseguida realiza un hechizo de levitación sobre la enorme serpiente. Debido al tamaño le estaba costando, así que Gael le refuerza. Mientras tanto yo salgo del agua con Nasher, a quien deposito con cuidado en el suelo cerca de Matt; Giz y Gael habían hecho lo mismo con Wen. Tras asegurarme de que Nasher estaba en una buena posición vuelvo a observar la escena del río.
-Vaya dos -digo entre reprobatorio y divertido-. Son unos máquinas escogiendo el momento más inoportuno para lanzarse el uno a la yugular del otro.
-Eh, maestra, no acapares a todos los alumnos que yo también sé volar ya, ¡déjame ser maestro a mí esta vez! -intervengo divertido ante el ofrecimiento de Adara de enseñar a volar a Wen y el repoblador.
Poco después de que Nia también se acercase a ofrecer su ayuda, apareció alguien más de improviso a su lado. Estaba claro que quería darle un pequeño susto así que tan sólo saludé a Vac inclinando la cabeza con una gran sonrisa. Observé la siguiente cadena de acontecimientos entre risas. Toima cumplió lo que había prometido cuando estaba borracho y se lanzó contra Vac nada más verlo cargando de manera furiosa. Los dos acabaron en el río enzarzados en una desaforada pelea improvisada. Era una escena de lo más peculiar. De pronto Vac pronunció una palabra extraña que no entendí y Toima pareció quedarse sorprendido, al igual que Nia. Nia comenzó a explicarnos que se trataba de un brutal ritual ulterano. Volví a fijar la vista en Vac y Toima, pero los constantes brillos producidos por los cambios de color de Nasher desvían mi atención. El chico no parecía encontrarse muy bien. Y ahora además había dos mastodontes a punto de hacer dios sabe qué ancestrarl ritual de lucha en medio del río. Me metí en el río rápidamente hasta que podía alcanzar a Nasher y lo cogí en brazos.
-Nasher, ¿te encuentras bien? Este no es el mejor momento para aprender a nadar, me temo -me giro entonces hacia Wen-. Sal tú también... no querrás estar ahí cuando empiecen, créeme.
La serpiente parecía tener problemas para salir del río debido a que aún no dominaba su nuevo cuerpo.
-Ya veo... Sé lo que es, pasé por lo mismo cuando me transformé, no podía ni caminar sin desequilibrarme -digo sonriendo a modo de burla a mí mismo al recordar aquellos momentos tan patosos que había vivido hacía exactamente un año-. Agárrate bien, Nasher.
Cojo al asreniano con una sola mano, pesaba bastante de esta forma, pero lo cierto era que había ganado bastante fuerza durante el último año debido al duro entrenamiento que habíamos realizado. Con la mano libre sujeto a Wen por la zona del nacimiento de las alas, que sería más o menos su espalda e intento arrastrarla hacia la orilla. Pero con Nasher en brazos y el tamaño de la serpiente me resultaba demasiado difícil y sólo logro avanzar un poco de esta forma.
-¡Giz! -Llamo en voz alta-. ¡Necesitamos la ayuda del capitán lagartijo por aquí!
Giz enseguida realiza un hechizo de levitación sobre la enorme serpiente. Debido al tamaño le estaba costando, así que Gael le refuerza. Mientras tanto yo salgo del agua con Nasher, a quien deposito con cuidado en el suelo cerca de Matt; Giz y Gael habían hecho lo mismo con Wen. Tras asegurarme de que Nasher estaba en una buena posición vuelvo a observar la escena del río.
-Vaya dos -digo entre reprobatorio y divertido-. Son unos máquinas escogiendo el momento más inoportuno para lanzarse el uno a la yugular del otro.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: El Río
04/09/12, 02:11 pm
Noel y Adara me siguen en las presentaciones, el primero cayendo en la cuenta de que sé demasiado << No se le escapa una, jaja >>
-Alguien como yo ha de tener ojos en todas partes, joven padawan.-digo con tono misterioso y riendo mientras me deshago en humo, pero luego me vuelvo sólido y respondo en serio.-Un ayudante de Cain nos avisó de las transformaciones. -y aquí miro a la cosechada.-Encantado, Wen. Eh... lo que dijiste antes de culebrita de nada no lo diría yo...-empiezo, pero me detengo.
A mi espalda, Nia estaba ofreciendo sus remedios a los cosechados y justo ahora hay un par de aromas familiares en el aire que antes no estaban. Antes de que la figura aterrice, caigo en qué es << ¿Vac? >> Me dispongo a saludarle mientras juega con Nia pero de pronto algo ocurre entre él y el ulterano y casi al instante están arreándose cabezazos y hablando en un idioma raro. << Ya estamos... ¿Venganza de taberna? Oh, por favor... >> pienso molesto, casi con vergüenza y pasándome las manos por la cara. La cosa se pone violenta, Nia nos advierte de que salgamos del río y no nos acerquemos << No fastidies... >> Me cruzo de brazos con intención cero de salir del agua, al tiempo de ver cómo Giz y Noel ayudan a Nasher y Wen a salir, incluso ofreciéndose el último como maestro de vuelo. << Ay... No había otro momento, idiotas... ¿Yugular? >>
-No me des ideas, Noel, el hado y el ulterano pueden ser mi postre hoy... -digo en voz alta a la par que me acerco a los luchadores pero dejando cierta distancia.-Hay un bonito anfiteatro relativamente cerca, allí se puede disfrutar mejor del espectáculo, ¡eh, idiotas! ¡Estáis dejándoos en evidencia!- << Sumando al repoblador y al asreniano, nos estará viendo toda la ciudad... Maldita sea >>
Decido salir del agua y acercarme al grupo, mirando a los cuatro cosechados y hablando seriamente:
-Al grano: Wen, esa gema que llevas en la frente es bastante codiciada por los mercaderes y demás habitantes de la ciudad. Te lo digo como aviso; no os deseamos ningún mal pero esta ciudad tiene mucho peligro al igual que buena gente, como estos aquí presentes. Ah, tendréis que ver dónde vais a vivir luego. Un amigo y yo os ofrecemos sitio a quien quiera, comida deliciosa y cama caliente.-sigo diciendo, educada y alegremente, aunque se me escapa lo último y añado rápidamente, cambiando de tema y mirando al carmesí astro.- Y digo yo...La noche es joven, la Luna impera en el cielo, ¿no os dan ganas de conocer la ciudad bañada en su sangre? De explorar lo inexplorado, lograr hechizos que antes no pudisteis, de conocer vuestros nuevos cuerpos y lograr su control absoluto...
Para cuando me callo me percato de que he estado andando de un lado para otro de manera nerviosa, así que vuelvo al frescor del río y me siento en la orilla, recolocando las dagas a mi espalda para que no molesten al sentarme. << Esto no ha salido como pensaba... Serán imbéciles esos dos... >>
-Alguien como yo ha de tener ojos en todas partes, joven padawan.-digo con tono misterioso y riendo mientras me deshago en humo, pero luego me vuelvo sólido y respondo en serio.-Un ayudante de Cain nos avisó de las transformaciones. -y aquí miro a la cosechada.-Encantado, Wen. Eh... lo que dijiste antes de culebrita de nada no lo diría yo...-empiezo, pero me detengo.
A mi espalda, Nia estaba ofreciendo sus remedios a los cosechados y justo ahora hay un par de aromas familiares en el aire que antes no estaban. Antes de que la figura aterrice, caigo en qué es << ¿Vac? >> Me dispongo a saludarle mientras juega con Nia pero de pronto algo ocurre entre él y el ulterano y casi al instante están arreándose cabezazos y hablando en un idioma raro. << Ya estamos... ¿Venganza de taberna? Oh, por favor... >> pienso molesto, casi con vergüenza y pasándome las manos por la cara. La cosa se pone violenta, Nia nos advierte de que salgamos del río y no nos acerquemos << No fastidies... >> Me cruzo de brazos con intención cero de salir del agua, al tiempo de ver cómo Giz y Noel ayudan a Nasher y Wen a salir, incluso ofreciéndose el último como maestro de vuelo. << Ay... No había otro momento, idiotas... ¿Yugular? >>
-No me des ideas, Noel, el hado y el ulterano pueden ser mi postre hoy... -digo en voz alta a la par que me acerco a los luchadores pero dejando cierta distancia.-Hay un bonito anfiteatro relativamente cerca, allí se puede disfrutar mejor del espectáculo, ¡eh, idiotas! ¡Estáis dejándoos en evidencia!- << Sumando al repoblador y al asreniano, nos estará viendo toda la ciudad... Maldita sea >>
Decido salir del agua y acercarme al grupo, mirando a los cuatro cosechados y hablando seriamente:
-Al grano: Wen, esa gema que llevas en la frente es bastante codiciada por los mercaderes y demás habitantes de la ciudad. Te lo digo como aviso; no os deseamos ningún mal pero esta ciudad tiene mucho peligro al igual que buena gente, como estos aquí presentes. Ah, tendréis que ver dónde vais a vivir luego. Un amigo y yo os ofrecemos sitio a quien quiera, comida deliciosa y cama caliente.-sigo diciendo, educada y alegremente, aunque se me escapa lo último y añado rápidamente, cambiando de tema y mirando al carmesí astro.- Y digo yo...La noche es joven, la Luna impera en el cielo, ¿no os dan ganas de conocer la ciudad bañada en su sangre? De explorar lo inexplorado, lograr hechizos que antes no pudisteis, de conocer vuestros nuevos cuerpos y lograr su control absoluto...
Para cuando me callo me percato de que he estado andando de un lado para otro de manera nerviosa, así que vuelvo al frescor del río y me siento en la orilla, recolocando las dagas a mi espalda para que no molesten al sentarme. << Esto no ha salido como pensaba... Serán imbéciles esos dos... >>
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Personajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: El Río
04/09/12, 03:17 pm
La gran serpiente del rio asustó por unos segundos a Azura, pero luego la reconocieron como parte de la cosecha y se tranquilizó. Incluso parecía capaz de hablar entre siseos. Casi todos estaban allí, formando un grupo variopinto y temible, o al menos, llamativo. En comparación, Azura e Yloh estaban fuera de lugar. Dos niños normales mezclados entre un monton de mosntruos y un lagarto discoteca.
- Mi nombre es Azura. Soy una bruja escindida.- dijo más tarde que el resto, absorta en sus propias cavilaciones. La preocupación de Yloh era tan palpable que daban ganas de darle una mantita, una taza de leche caliente, y sentarlo en un sofá a ver la tele.
Soltó un gemido cuando oyó alboroto, pero por primera vez en toda la noche, le fascinó el espectaculo lo suficiente como para quitarle la bipoolaridad y el dolor de la cabeza un rato.
Toima y el hado infernal al que una vez había clavado un cuchillo peleaban.
-Pyro y él se llevaban bien..- murmuró a media voz. Yloh le miró alarmado.
- ¿es amigo suyo?
- ........No.....no lo es...
Quiso preoucuparse por la suerte que corrieran Toima y el hado; o al menos, molestarse por el numerito como el resto. La gente se apartó del río, y ella lo hizo de manera mecánica, y solo porque Yloh tiró de ella. Le sorprendió que con toda la oleada de sentimientos que estaba sufirendo aquella noche y que contenía a duras penas, aquello le importara tan poco.
Miraba a Vacuum como si fuera lo más fascinante que hubiera visto en la vida porque, una vez le había parecido poco amigable por el hecho de ser amigo de Pyro, pero ahora no le importaba un pimiento su suerte y eso le agradaba. ¿como de amigos fueron? .Suponía que en la nueva división, solo contaría con sus recuerdos. ¿consideraría una derrota llamarse Pyro? Ahora que no estaba aquejada por el odio, le parecía poco importante. <. Lo peor sería pensar que hacer, porque ya no viviría en la Torre.
Atacada por una repentina tristeza, Azura empezó a llorar en silencio.
- Mi nombre es Azura. Soy una bruja escindida.- dijo más tarde que el resto, absorta en sus propias cavilaciones. La preocupación de Yloh era tan palpable que daban ganas de darle una mantita, una taza de leche caliente, y sentarlo en un sofá a ver la tele.
Soltó un gemido cuando oyó alboroto, pero por primera vez en toda la noche, le fascinó el espectaculo lo suficiente como para quitarle la bipoolaridad y el dolor de la cabeza un rato.
Toima y el hado infernal al que una vez había clavado un cuchillo peleaban.
-Pyro y él se llevaban bien..- murmuró a media voz. Yloh le miró alarmado.
- ¿es amigo suyo?
- ........No.....no lo es...
Quiso preoucuparse por la suerte que corrieran Toima y el hado; o al menos, molestarse por el numerito como el resto. La gente se apartó del río, y ella lo hizo de manera mecánica, y solo porque Yloh tiró de ella. Le sorprendió que con toda la oleada de sentimientos que estaba sufirendo aquella noche y que contenía a duras penas, aquello le importara tan poco.
Miraba a Vacuum como si fuera lo más fascinante que hubiera visto en la vida porque, una vez le había parecido poco amigable por el hecho de ser amigo de Pyro, pero ahora no le importaba un pimiento su suerte y eso le agradaba. ¿como de amigos fueron? .Suponía que en la nueva división, solo contaría con sus recuerdos. ¿consideraría una derrota llamarse Pyro? Ahora que no estaba aquejada por el odio, le parecía poco importante. <
Atacada por una repentina tristeza, Azura empezó a llorar en silencio.
-
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: El Río
04/09/12, 04:35 pm
-Tú a callar, jovencito -respondo a Noel jocosa, pero intentando no reír-. ¿O acaso quieres aplicar la regla de dos? -La mención de Jack "joven padawan" me recordó esta regla del mismo universo. Con una sonrisa pícara, prosigo el desafío-. Venga, vénceme y toma mi puesto como maestro, joven aprendiz.
Sin dar tiempo a responder a Noel -bueno, si ha entendido la broma ya responderá-, llega Vaccum y Toima se lanza enseguida a por él. Este par están locos, aunque su forma peculiar de saludo no deja de parecerme divertida por lo ridícula que es. No sigo a los demás fuera del río, sino que asisto divertida y en primera fila al ritual que nos explica Nia, a quien no dudo en saludar cuando puedo. Van a acabar los dos con una cara nueva, pero ellos se lo hay buscado.
-En serio no puedes decir que nos perdamos esto, Jack. Habrá tiempo de explorar la ciudad y aprender después de ver esta peleíta. Además, Noel se lo va a pasar bien como se pongan a gritar.
Sin dar tiempo a responder a Noel -bueno, si ha entendido la broma ya responderá-, llega Vaccum y Toima se lanza enseguida a por él. Este par están locos, aunque su forma peculiar de saludo no deja de parecerme divertida por lo ridícula que es. No sigo a los demás fuera del río, sino que asisto divertida y en primera fila al ritual que nos explica Nia, a quien no dudo en saludar cuando puedo. Van a acabar los dos con una cara nueva, pero ellos se lo hay buscado.
-En serio no puedes decir que nos perdamos esto, Jack. Habrá tiempo de explorar la ciudad y aprender después de ver esta peleíta. Además, Noel se lo va a pasar bien como se pongan a gritar.
- InvitadoInvitado
Re: El Río
04/09/12, 06:00 pm
Nasher estaba cegado por su dolor de cabeza. No había tenido tiempo de alegrarse y sorprenderse por que Wen estuviese sana y salva y por su transformación. Había hundido la cabeza en el río, haciendo burbujas para acallar los latidos que le martilleaban los oídos. No paraba de llegar gente y más gente, todos hablando a la vez, Matt gritando, luego chillidos, amenazas, golpes, salpicaduras... << ¿Salpicaduras?>> Dos mostrencos se habían tirado al agua y ahora peleaban. El chico de las plumas lo sacó del río y lo dejó en la orilla. Nasher no entendía nada ¿Por qué se peleaban? Y sobretodo ¿Por qué tenían que pelearse precisamente en este momento y lugar? Nasher hizo una mueca de dolor. Hacían mucho ruido.
-Vale, ¡¡Vale!! YA ESTÁ BIEN- gritó, fuera de sí, sufriendo un ataque de ansiedad, demasiado confuso para pensar en a quíen estaba gritando- ¿QUE COJONES ESTA PASANDO AQUI? ¿POR QUE SE PELEAN ESOS DOS IDIOTAS? ¿¿POR QUE ESTAIS TODOS GRITANDO??? QUE COJONES HABEIS VENIDO A HACER AQUI, ¡¡NOSOTROS NO HEMOS LLAMADO A NADIE!!!- se revolvió el pelo con las manos, cerrando los ojos con fuerza. Respiró hondo varias veces, tratando de calmarse y dirigiéndose a Noel, que era al que tenía más cerca- Sé que quereis ayudarnos, gracias y tal pero yo... Estoy confuso, hay mucha gente y creo..- miró nervioso a su alrededor- Creo que mejor me voy. Solo. A cualquier sitio. A dormir... Sí, dormir me sentará bien. Muchas cosas. Mucha gente...
Repitiendo esto para sí como un mantra buscó una ruta conocida y la siguió lo más rápido que pudo.
Sigue en la Cicatriz de Arax.
-Vale, ¡¡Vale!! YA ESTÁ BIEN- gritó, fuera de sí, sufriendo un ataque de ansiedad, demasiado confuso para pensar en a quíen estaba gritando- ¿QUE COJONES ESTA PASANDO AQUI? ¿POR QUE SE PELEAN ESOS DOS IDIOTAS? ¿¿POR QUE ESTAIS TODOS GRITANDO??? QUE COJONES HABEIS VENIDO A HACER AQUI, ¡¡NOSOTROS NO HEMOS LLAMADO A NADIE!!!- se revolvió el pelo con las manos, cerrando los ojos con fuerza. Respiró hondo varias veces, tratando de calmarse y dirigiéndose a Noel, que era al que tenía más cerca- Sé que quereis ayudarnos, gracias y tal pero yo... Estoy confuso, hay mucha gente y creo..- miró nervioso a su alrededor- Creo que mejor me voy. Solo. A cualquier sitio. A dormir... Sí, dormir me sentará bien. Muchas cosas. Mucha gente...
Repitiendo esto para sí como un mantra buscó una ruta conocida y la siguió lo más rápido que pudo.
Sigue en la Cicatriz de Arax.
- Frikomid
Ficha de cosechado
Nombre: Tsusu
Especie:
Habilidades: - Sentido Comun, reflejos, conocimiento de técnicas de supervivencia
Personajes : .
Re: El Río
04/09/12, 07:39 pm
- ¿Una discoteca? - Preguntó Tsusu
Tsusu y los demás seguían en el rió. Aquello se había convertido en una fiesta improvisada. Todos hablábamos, algunos reñían, otros estaban aturdidos...
-No parece que domines muy bien esas alas, Wen. Si quieres, yo puedo ayudarte a volar, y a ti también puedo ayudarte, Tszuszu Me dijo una sepalian gigantesco y negro. Era hermosa, siniestra, pero hermosa.
No esperaba tanta amabilidad por parte de alguien a quien acababa de conocer, pero no pude decir que si, antes de poder responder a su oferta tuvimos que esparcirnos y movernos puesto que dos tipos se habían puesto a pelearse, y no parecía que iban a ir en bromas.
Segun pude entender, toda esa gente era antes como yo, bueno, no como yo, gente normal en sus mundos, pero la Luna Roja les transformó en lo que son, al igual que a mi.
Nasher... alguien le pasa a Nasher. Empezó a gritar. Luego se tranquilizó un poco, pero se le veía nervioso. Acabó largándose, pero podría meterse en algún problema en su estado...
Wen le susurró algo a Tsusu, y este invocó al lacayo grotesco para hacer un seguimiento a Nasher.
- Síguelo lejos, y avísanos si le ocurre algo -Le indicó Tsusu al lacayo señalando a Nasher, que estaba huyendo. Tsusu no sabía si el lacayo podría percibir a Nasher en plena crisis cromática como estaba el.
Tsusu y los demás seguían en el rió. Aquello se había convertido en una fiesta improvisada. Todos hablábamos, algunos reñían, otros estaban aturdidos...
-No parece que domines muy bien esas alas, Wen. Si quieres, yo puedo ayudarte a volar, y a ti también puedo ayudarte, Tszuszu Me dijo una sepalian gigantesco y negro. Era hermosa, siniestra, pero hermosa.
No esperaba tanta amabilidad por parte de alguien a quien acababa de conocer, pero no pude decir que si, antes de poder responder a su oferta tuvimos que esparcirnos y movernos puesto que dos tipos se habían puesto a pelearse, y no parecía que iban a ir en bromas.
Segun pude entender, toda esa gente era antes como yo, bueno, no como yo, gente normal en sus mundos, pero la Luna Roja les transformó en lo que son, al igual que a mi.
Nasher... alguien le pasa a Nasher. Empezó a gritar. Luego se tranquilizó un poco, pero se le veía nervioso. Acabó largándose, pero podría meterse en algún problema en su estado...
Wen le susurró algo a Tsusu, y este invocó al lacayo grotesco para hacer un seguimiento a Nasher.
- Síguelo lejos, y avísanos si le ocurre algo -Le indicó Tsusu al lacayo señalando a Nasher, que estaba huyendo. Tsusu no sabía si el lacayo podría percibir a Nasher en plena crisis cromática como estaba el.
- Spoiler:
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: El Río
04/09/12, 08:06 pm
Wen escuchó la presentación del ángel negro y la bruja escindida, que decían llamarse Adara y Azura. El draco y el ángel negro pelearon amistosamente sobre quién podría enseñarles a volar a ella y a Tsusu, lo que a Wen le pareció curioso. “No todos los días una especie de pájaro y un murciélago gigante pelean por enseñar a volar a una serpiente enorme.” Se dijo con mofa.
De repente, mientras Wen seguía conversando con los recién conocidos, un chico con alas de mariposa apareció en escena. Parecía ser amigo de todos, excepto del chico cubierto de ojos, que le embistió fuertemente, dando comienzo a una pelea que, según lo que contó la náyade, era un ritual de su mundo. Aunque sabía que, con lo grande que se había vuelto, no podrían hacerle demasiado daño, su cuerpo aun seguía un tanto adolorido por la transformación y todavía se encontraba un poco confusa, por lo que decidió salir del rio. A pesar de sus intentos, tan solo consiguió dar unas cuantas vueltas en el agua, con lo que se sintió bastante humillada. No le hizo mucha gracia tener que dejarse ayudar para salir del agua, pero, ante su frustración al no conseguirlo por sí misma, tuvo que hacerlo. Lo que más le molestó fue que Noel la cogiera del ala. El draco había sido la primera persona en tocarla en su nueva forma y, aunque no fue una sensación desagradable, fue diferente y nueva.
Cuando el lagarto y el niño cubierto de llamas consiguieron sacarla del rio, dejándola al lado del resto de grupo, el vampiro le comenzó a hablar. “Así que mi gema es muy codiciada. Genial, lo que me faltaba, no solo soy una serpiente gigante que no sabe cómo moverse, sino que además tengo que estás escapando de los mercaderes.” Se dijo bufando. Aunque todos ellos parecían amistosos, agradables y simpáticos, Wen decidió seguir estando alerta, si algo le había enseñado la experiencia, siendo confirmado con Enna, era que no es real todo lo que parece. No iba a rechazar una oferta de techo y comida, y más teniendo en cuenta que, por lo que había leído y por la situación, habían pasado a ser parte de la ciudad y no creyó que les dejarían quedarse en el torreón. “Mejor. Salir de ahí significa total libertad e independencia. Todo esto no es tan malo, al final.”
Wen miró a los dos que peleaban y soltó una sonrisa socarrona. “Un espectáculo callejero de bienvenida. Esto va a ser interesante.” Pensó mientras se enrollaba sobre sí misma como podía y se quedaba observando a los que peleaban.
- Apoyo lo que dice Adara. Ahora nosotrosz también formamosz parte de la ciudad, ¿no? Habrá tiempo para viszitarla y conocerla, pero un espectáculo como eszte no sze preszenta a menudo, ¿o en eszta ciudad esz habitual? - preguntó con picardía.
Al ver a Nasher perder el control entre gritos e irse pidiendo estar solo, Wen no temió que fuera a hacer alguna locura. “No es un descerebrado, pero quizás tanto color y luces llamen la atención de alguna bestia.”
- Tszuszu, manda a tu lacayo que lo sziga de lejos. Szi le atacan, que nosz avisze. - le susurró la morena al repoblador. Se giró al resto del grupo para explicarles.- No vamosz a szeguirle, neceszita esztar solo, pero eszo no szignifica que lo vayamosz a dejar morir.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: El Río
04/09/12, 10:18 pm
El hado encajó el cabezazo de respuesta del ulterano tensando el cuello y apretando los dientes con fuerza. Era obvio que el argos no se esperaba su desafió, no de aquella forma, pero se había recuperado con rapidez y se había puesto a la altura, respondiendo al desafío. Se dejó arrastrar hacia el río, mientras una sonrisa salvaje, a juego con la del ulterano, se extendía por su rostro. Mientras Toima se libraba de sus armas, y se quitaba la sudadera, el hado desvió su mirada hacia Nia y Tania, que conversaban en la orilla. El griego podía ver la mezacla de sentimientos encontrados que se debatían tras los ojos de la ulterana, pero no podían resolver aquel asunto de ninguna otra forma. Ademas, recular en un Kuri Kabana seria de cobardes.
-Lo siento -susurro en su dirección.
Las palabras de los demás espectadores sonaban muy lejos en los oídos del hado, estaba demasiado pendiente de la figura que tenia ante si. Aun así, llegó a captar un pequeño alboroto por parte de un nuevo trasformado, ademas de la reprobación de Jack. Vac no llegó a entender el motivo del ataque de ansiedad, pero estaba demasiado concentrado para darle importancia.
El ulterano, frente a él, dejo su torso desnudo, y gruñendo como un animal, abrió los brazos, mostrando toda su potencia muscular. El hado sonrió ante aquella muestra de poder y descolgó la espada de su espalda. Se quitó el abrigo, el chaleco y la camisa, y envolviendo la espada con todas las prendas, se la lanzó al vampiro, sentado en la orilla.
-Lo siento Jack, pero esto es necesario -le dijo-. ¿ Podrías guardarme la espada mientras tanto? -le pidió-, me es demasiado preciada como para dejarla por ahí tirada.
Luego se volvió hacia el ulterano, trazando un hechizo que protegería sus alas durante el combate, y bajando el resto de sus defensas, sería un Kuri Kabana justo. Vac era bastante grande, pero no llegaba al tamaño del ulterano, que ademas de ser alto, estaba muy musculado. Vac era mas esbelto, y bajo su piel oscuro se adivinaba el contorno de todos sus músculos, pero su aspecto no debía engañar a nadie, su fuerza y su dureza rivalizaban con la del argos. El hado arqueó la espalda, estirando, mientras la luz de la Luna Roja hacía brillar las antiguas cicatrices de su piel, tan imponente como la musculatura del argos.
Vac unió su voz a la de los dos ulteranos cuando estos empezaron con el cántiico ritual, destinado a aumentar la sensación de mareo de los combatientes. El argos se le acercó y le puso las manos en los oídos, instándole ha hacer lo mismo.
-Descuida, iré con todo -contesto a sus palabras con una sonrisa animal, tras lo cual recibió un golpe del ulterano.
El mundo empezó a darle vueltas al hado, pero no se amedrento, y le devolvió la caricia al argos, golpeando sus oídos con la fuerza de un pilón neumático. El argos se alejó unos tres metros, y el combate empezó. Vac se lanzó hacia delante, tratando de librarse del mareo, y el argos le espero con la defensa alta. El agua dificultaba el movimiento de las piernas, y el persistente mareo hacía que cada golpe fuera una odisea. Sin embargo la Luna estaba alta en el cielo, y ambos combatientes eran unos mostrencos.
La fiebre del combate hacía arder el cuerpo de Vac, y la luz de la Luna le emborrachaba de poder. Ambos combatientes daban y encajaban golpes que habrían tumbado a un caballo como si nada. El sonido de los puños impactando era terrible. El argos y el hado, dominados por la rabia del combate, se atacaban sin piedad, y ninguno cedía terreno.
El argos se servía de su mayor tamaño para atrapar al griego con llaves, haciéndole caer al agua o inmovilizándolo, pero Vac se servía de su agilidad y flexibilidad para escapar de sus presas, y lanzarle potentes puñetazos. El argos le dejo ciego en mas de una ocasión, escupiéndole tinta a los ojos, y en esos momentos solo pudo cubrirse el rostro, encajando los golpes con estoicidad hasta que la tinta dejaba de picarle en los ojos.
El combate se alargaba, y habría continuado así durante un tiempo indefinido, si el instinto del hado no se hubiera impuesto. Vac comprendió que si seguían así, ninguno de los dos ganaría el combate, así que el hado cambió de estrategia. Sus golpes empezaron a espaciarse, bajando el ritmo, se defendió de los golpes del argos, bloqueándolos y alejándolos de su boca, y calculó el momento justo para golpear.
Cuando el argos dejaba su boca al descubierto, el puño de Vac impactaba con la potencia de una bomba en sus mandíbulas, imponiéndose al mareo y dejando de lado los ataques inútiles. Los dientes del ulterano caían uno a uno al río, y cuando la guardia del hado fallaba, su piel evitaba que el argos le partiera los dientes. El combate prosiguió durante un rato.
El ulterano dejo la boca al descubierto una vez mas, al lanzar ambos puños hacia el pecho de Vac, tratando de dejarle sin respiración. El griego, sin embargo, no se apartó, y encajó el golpe, tensando todos los musculos, mientras su puño salía disparado una vez mas,impactando contra el rostro del ulterano. Vac, tosiendo con violencia, se apartó del mostrenco albino, con el ultimo diente del argos clavado entre los nudillos.
-Siento el espectáculo -acertó a decir a los espectadores, antes de centrarse en sus heridas.
El griego empezó a escupir sangre al agua, y se llevo los dedos a los dientes, evaluando los daños. Tenía un par de dientes sueltos y algo mellados, pero su dura piel había cumplido su papel, aunque le había pasado factura. El chico tenía los labios partidos, y varias grietas recorrían su torso, y aunque no se distinguían en su piel oscura, el griego notaba los múltiples moretones que llenaban su cuerpo.
-Tus puños son poderosos y tus golpes son contundentes, Watahré -alabó al ulterano-. Hacia siglos que no recibía una paliza semejante -rió el griego, risa que se cortó con un leve gruñido, tenía las costillas machacadas-. Ha sido un honor pelear contigo -afirmó con una leve sonrisa, arrancando el diente de su mano con cuidado.
El hado observó el diente con curiosidad, era como el de un tiburón. Lo dejo caer en una de sus botas y cogió un poco de agua con el cuenco de las manos, limpiando la sangre y la tinta de su cuerpo. Luego, deslizó los dedos en una de sus botas, y sacó una petaca de plata, necesitaba un trago.
El licor le abrasó la boca por dentro, pero era un dolor reconfortante, se sentía genial. Haciendo crujir la mandíbula y algo tambaleante, se acercó un poco al argos.
-Hey, ¿sin rencores?. Seamos amigos -propuso Vac con una sonrisa, mientras le tendía la petaca-. No te pases esta vez -rió.
La sangre aun teñía la sonrisa de Vac, pero esta estaba llena de respeto, y destilaba un sincero deseo de amistad.
-Lo siento -susurro en su dirección.
Las palabras de los demás espectadores sonaban muy lejos en los oídos del hado, estaba demasiado pendiente de la figura que tenia ante si. Aun así, llegó a captar un pequeño alboroto por parte de un nuevo trasformado, ademas de la reprobación de Jack. Vac no llegó a entender el motivo del ataque de ansiedad, pero estaba demasiado concentrado para darle importancia.
El ulterano, frente a él, dejo su torso desnudo, y gruñendo como un animal, abrió los brazos, mostrando toda su potencia muscular. El hado sonrió ante aquella muestra de poder y descolgó la espada de su espalda. Se quitó el abrigo, el chaleco y la camisa, y envolviendo la espada con todas las prendas, se la lanzó al vampiro, sentado en la orilla.
-Lo siento Jack, pero esto es necesario -le dijo-. ¿ Podrías guardarme la espada mientras tanto? -le pidió-, me es demasiado preciada como para dejarla por ahí tirada.
Luego se volvió hacia el ulterano, trazando un hechizo que protegería sus alas durante el combate, y bajando el resto de sus defensas, sería un Kuri Kabana justo. Vac era bastante grande, pero no llegaba al tamaño del ulterano, que ademas de ser alto, estaba muy musculado. Vac era mas esbelto, y bajo su piel oscuro se adivinaba el contorno de todos sus músculos, pero su aspecto no debía engañar a nadie, su fuerza y su dureza rivalizaban con la del argos. El hado arqueó la espalda, estirando, mientras la luz de la Luna Roja hacía brillar las antiguas cicatrices de su piel, tan imponente como la musculatura del argos.
Vac unió su voz a la de los dos ulteranos cuando estos empezaron con el cántiico ritual, destinado a aumentar la sensación de mareo de los combatientes. El argos se le acercó y le puso las manos en los oídos, instándole ha hacer lo mismo.
-Descuida, iré con todo -contesto a sus palabras con una sonrisa animal, tras lo cual recibió un golpe del ulterano.
El mundo empezó a darle vueltas al hado, pero no se amedrento, y le devolvió la caricia al argos, golpeando sus oídos con la fuerza de un pilón neumático. El argos se alejó unos tres metros, y el combate empezó. Vac se lanzó hacia delante, tratando de librarse del mareo, y el argos le espero con la defensa alta. El agua dificultaba el movimiento de las piernas, y el persistente mareo hacía que cada golpe fuera una odisea. Sin embargo la Luna estaba alta en el cielo, y ambos combatientes eran unos mostrencos.
La fiebre del combate hacía arder el cuerpo de Vac, y la luz de la Luna le emborrachaba de poder. Ambos combatientes daban y encajaban golpes que habrían tumbado a un caballo como si nada. El sonido de los puños impactando era terrible. El argos y el hado, dominados por la rabia del combate, se atacaban sin piedad, y ninguno cedía terreno.
El argos se servía de su mayor tamaño para atrapar al griego con llaves, haciéndole caer al agua o inmovilizándolo, pero Vac se servía de su agilidad y flexibilidad para escapar de sus presas, y lanzarle potentes puñetazos. El argos le dejo ciego en mas de una ocasión, escupiéndole tinta a los ojos, y en esos momentos solo pudo cubrirse el rostro, encajando los golpes con estoicidad hasta que la tinta dejaba de picarle en los ojos.
El combate se alargaba, y habría continuado así durante un tiempo indefinido, si el instinto del hado no se hubiera impuesto. Vac comprendió que si seguían así, ninguno de los dos ganaría el combate, así que el hado cambió de estrategia. Sus golpes empezaron a espaciarse, bajando el ritmo, se defendió de los golpes del argos, bloqueándolos y alejándolos de su boca, y calculó el momento justo para golpear.
Cuando el argos dejaba su boca al descubierto, el puño de Vac impactaba con la potencia de una bomba en sus mandíbulas, imponiéndose al mareo y dejando de lado los ataques inútiles. Los dientes del ulterano caían uno a uno al río, y cuando la guardia del hado fallaba, su piel evitaba que el argos le partiera los dientes. El combate prosiguió durante un rato.
El ulterano dejo la boca al descubierto una vez mas, al lanzar ambos puños hacia el pecho de Vac, tratando de dejarle sin respiración. El griego, sin embargo, no se apartó, y encajó el golpe, tensando todos los musculos, mientras su puño salía disparado una vez mas,impactando contra el rostro del ulterano. Vac, tosiendo con violencia, se apartó del mostrenco albino, con el ultimo diente del argos clavado entre los nudillos.
-Siento el espectáculo -acertó a decir a los espectadores, antes de centrarse en sus heridas.
El griego empezó a escupir sangre al agua, y se llevo los dedos a los dientes, evaluando los daños. Tenía un par de dientes sueltos y algo mellados, pero su dura piel había cumplido su papel, aunque le había pasado factura. El chico tenía los labios partidos, y varias grietas recorrían su torso, y aunque no se distinguían en su piel oscura, el griego notaba los múltiples moretones que llenaban su cuerpo.
-Tus puños son poderosos y tus golpes son contundentes, Watahré -alabó al ulterano-. Hacia siglos que no recibía una paliza semejante -rió el griego, risa que se cortó con un leve gruñido, tenía las costillas machacadas-. Ha sido un honor pelear contigo -afirmó con una leve sonrisa, arrancando el diente de su mano con cuidado.
El hado observó el diente con curiosidad, era como el de un tiburón. Lo dejo caer en una de sus botas y cogió un poco de agua con el cuenco de las manos, limpiando la sangre y la tinta de su cuerpo. Luego, deslizó los dedos en una de sus botas, y sacó una petaca de plata, necesitaba un trago.
El licor le abrasó la boca por dentro, pero era un dolor reconfortante, se sentía genial. Haciendo crujir la mandíbula y algo tambaleante, se acercó un poco al argos.
-Hey, ¿sin rencores?. Seamos amigos -propuso Vac con una sonrisa, mientras le tendía la petaca-. No te pases esta vez -rió.
La sangre aun teñía la sonrisa de Vac, pero esta estaba llena de respeto, y destilaba un sincero deseo de amistad.
- Matt
Ficha de cosechado
Nombre: Matthew Lowell/Korasihanna Sebrhon
Especie: Humano/ Daeliciana
Habilidades: Agilidad, velocidad mental y nociones de supervivencia.
Re: El Río
05/09/12, 02:34 am
Observo la escena que se me presenta en silencio. El tiempo pasa lento para mi. Puedo fijarme en todos y cada uno de los detalles de los presentes quedando cada vez mas y mas maravillado por lo que descubro. " Whao.... Esto es.... guay. Extraño. Es... rocavarancolia."
Mientras divago en mis pensamientos una figura nueva aparece de golpe sobresaltándome. No puedo evitar que unos granos de arena salgan de mi cuerpo y comiencen de nuevo a revolotear a mi alrededor. "Pica un poco. El vampiro dijo que era una especie de brujo de arena. ¿Significa que puedo controlarla?." Me fijo en la arena que se me ha desprendido poco a poco y me concentro. "Ven" Digo mirando a las partículas de arena que se amontonan en mis pies. "Tss. Nada. ¿Que se supone que esperabas gilipollas? ¿Que te dijese ¡SEÑOR SI SEÑOR! y rodase hasta mi cuerpo serrano? Bueno... probemos otra táctica."
"Ven hija puta. Te lo estoy mandando." Y para variar, nada ocurre. Al llamar Jack al chico como si fuese Padawan suelto una risilla. "¡Claro! usa la fuerza Matt. Ya lo decía Yoda. Pero no caigas al lado oscuro guapo." Suelto una leve risa al imaginarme al bicho verde y estiro el brazo hacia la arena. "Ven y vuelve a tu sitio coño." Para mi sorpresa las motas de arena comienzan a moverse y a trepar por mis piernas colocándose de nuevo en su sitio. -¡Ostia pedro! Funciona...- Digo entre dientes. Un golpe seco llama mi atención hacia el río lo que hace que levante la vista del suelo y vea al recién llegado y al tipo multiojos pelearse entre si. "¿Y esto?"
Giz y Noel sacan a Nasher y a Wed del agua y los colocan cerca de mi y de Tsusu. Nasher comienza a despotricar y se aleja del grupo. "No deberías irte solo tío.... No se si sera seguro caminar por la ciudad siendo un semáforo." Cuando me dispongo a seguirle Wed comenta que seria mejor dejarle solo pero que no le dejaríamos morir. "No morirá nadie mas de la familia Wed.. no lo permitiré." Al avanzar unos pasos veo como Tsusu invoca un lacayo y como este va detrás de Nasher. "Perfecto, el nos avisará si ocurre algo." Me acerco de nuevo a mi serpenteante amiga. -Hola. Siento no haberte reconocido. Te recordaba menos.... escamosa cariño. ¿Me perdonas?- Me siento a su lado con las miernas cruzadas y comienzo a juguetear con un poco de arena que encuentro en el suelo. -¡Ey! Esta arena no es mía.- De pronto las partículas comienzan a flotar lentamente alrededor de mi mano pero una pequeña ráfaga de aire se la lleva volando. "Vuelve" Pero este golpe la arena sigue su curso cayendo al agua y despareciendo.
-Jous. Que pena. Ahora que habia encontrado algo que no saliese de mi... se escapa.. Que mundo este....- Digo sonriendo a Wed. -Bueno creo que seria mejor quedarnos ahora con ellos. Disfrutemos de la somanta de ostias de estos dos personajes. Luego si quieres podemos ir a casa.- Me giro hacia los dos beligerantes y sonrio. "Menuda tradicion guerrera señores." Veo como el nuevo chico le da un puñetazo enorme en la boca al chico multiojos y suelto una mueca. -Creo que si me hacen a mi eso me deshago fijo.- Digo riéndome de manera que solo pudiese escucharme ella. "Ostias... ¿Wed tiene orejas?¿Como puede escucharme?"
Me giro hacia Tsusu y le hago un gesto para que se acerque. -Tsu, Deberias venirte un poco mas por este lado. Una ostia de esas para ti tiene que ser como que... Muy fatal.- "Como si un mosquito chocase contra la luna de un coche mejor dicho." No puedo evitar soltar una sonrisa burlona al pensar eso.
Busco a Kaethe y la encuentro perdida en su mundo mirando a la luna.-¡Kat! Chiquilla vuelve al mundo. Vente aquí anda.-Mis ojos pasan por todos lados hasta mirar a Wed quedándome embobado observándola a ella e indirectamente a mi mismo.
"Ella.... ella era preciosa como humana. Ahora como vouivre es... maravillosa. Al contrario yo..." Miro mis manos arenosas y suspiro. "¿A quien quiero engañar? Somos monstruos de circo..." Al azar la vista hacia el grupo allí congregado no puedo evitar sentir nostalgia por mis amigos y familia de la tierra."Hacia tanto que no pensaba en ellos. ¿Que dirían ahora si me viesen? No, no Matt... Esto es lo que eres... eres un puto reloj de arena. Asúmelo.. Ellos son tu familia ahora.
-¿ Creéis que podemos confiar en ellos? Jack ha dicho lo de tener casa y comida... La verdad es que me apetecería comer algo caliente para variar... hace tanto tiempo que no uso una cuchara.- "¿ Tendrán cucharas en Rocavarancolia? Nunca me lo he preguntado."- Y la idea de una cama limpia me llama bastante pero... ¿Podremos confiar en ellos? Dicen que eres valiosa... Si intentan ponerte una mano encima los ahogare a todos en arena... Aunque sea a palazos si hace falta.- Digo mientras le echo unos granos de arena del suelo a Wed en la cola a forma de broma.
Mientras divago en mis pensamientos una figura nueva aparece de golpe sobresaltándome. No puedo evitar que unos granos de arena salgan de mi cuerpo y comiencen de nuevo a revolotear a mi alrededor. "Pica un poco. El vampiro dijo que era una especie de brujo de arena. ¿Significa que puedo controlarla?." Me fijo en la arena que se me ha desprendido poco a poco y me concentro. "Ven" Digo mirando a las partículas de arena que se amontonan en mis pies. "Tss. Nada. ¿Que se supone que esperabas gilipollas? ¿Que te dijese ¡SEÑOR SI SEÑOR! y rodase hasta mi cuerpo serrano? Bueno... probemos otra táctica."
"Ven hija puta. Te lo estoy mandando." Y para variar, nada ocurre. Al llamar Jack al chico como si fuese Padawan suelto una risilla. "¡Claro! usa la fuerza Matt. Ya lo decía Yoda. Pero no caigas al lado oscuro guapo." Suelto una leve risa al imaginarme al bicho verde y estiro el brazo hacia la arena. "Ven y vuelve a tu sitio coño." Para mi sorpresa las motas de arena comienzan a moverse y a trepar por mis piernas colocándose de nuevo en su sitio. -¡Ostia pedro! Funciona...- Digo entre dientes. Un golpe seco llama mi atención hacia el río lo que hace que levante la vista del suelo y vea al recién llegado y al tipo multiojos pelearse entre si. "¿Y esto?"
Giz y Noel sacan a Nasher y a Wed del agua y los colocan cerca de mi y de Tsusu. Nasher comienza a despotricar y se aleja del grupo. "No deberías irte solo tío.... No se si sera seguro caminar por la ciudad siendo un semáforo." Cuando me dispongo a seguirle Wed comenta que seria mejor dejarle solo pero que no le dejaríamos morir. "No morirá nadie mas de la familia Wed.. no lo permitiré." Al avanzar unos pasos veo como Tsusu invoca un lacayo y como este va detrás de Nasher. "Perfecto, el nos avisará si ocurre algo." Me acerco de nuevo a mi serpenteante amiga. -Hola. Siento no haberte reconocido. Te recordaba menos.... escamosa cariño. ¿Me perdonas?- Me siento a su lado con las miernas cruzadas y comienzo a juguetear con un poco de arena que encuentro en el suelo. -¡Ey! Esta arena no es mía.- De pronto las partículas comienzan a flotar lentamente alrededor de mi mano pero una pequeña ráfaga de aire se la lleva volando. "Vuelve" Pero este golpe la arena sigue su curso cayendo al agua y despareciendo.
-Jous. Que pena. Ahora que habia encontrado algo que no saliese de mi... se escapa.. Que mundo este....- Digo sonriendo a Wed. -Bueno creo que seria mejor quedarnos ahora con ellos. Disfrutemos de la somanta de ostias de estos dos personajes. Luego si quieres podemos ir a casa.- Me giro hacia los dos beligerantes y sonrio. "Menuda tradicion guerrera señores." Veo como el nuevo chico le da un puñetazo enorme en la boca al chico multiojos y suelto una mueca. -Creo que si me hacen a mi eso me deshago fijo.- Digo riéndome de manera que solo pudiese escucharme ella. "Ostias... ¿Wed tiene orejas?¿Como puede escucharme?"
Me giro hacia Tsusu y le hago un gesto para que se acerque. -Tsu, Deberias venirte un poco mas por este lado. Una ostia de esas para ti tiene que ser como que... Muy fatal.- "Como si un mosquito chocase contra la luna de un coche mejor dicho." No puedo evitar soltar una sonrisa burlona al pensar eso.
Busco a Kaethe y la encuentro perdida en su mundo mirando a la luna.-¡Kat! Chiquilla vuelve al mundo. Vente aquí anda.-Mis ojos pasan por todos lados hasta mirar a Wed quedándome embobado observándola a ella e indirectamente a mi mismo.
"Ella.... ella era preciosa como humana. Ahora como vouivre es... maravillosa. Al contrario yo..." Miro mis manos arenosas y suspiro. "¿A quien quiero engañar? Somos monstruos de circo..." Al azar la vista hacia el grupo allí congregado no puedo evitar sentir nostalgia por mis amigos y familia de la tierra."Hacia tanto que no pensaba en ellos. ¿Que dirían ahora si me viesen? No, no Matt... Esto es lo que eres... eres un puto reloj de arena. Asúmelo.. Ellos son tu familia ahora.
-¿ Creéis que podemos confiar en ellos? Jack ha dicho lo de tener casa y comida... La verdad es que me apetecería comer algo caliente para variar... hace tanto tiempo que no uso una cuchara.- "¿ Tendrán cucharas en Rocavarancolia? Nunca me lo he preguntado."- Y la idea de una cama limpia me llama bastante pero... ¿Podremos confiar en ellos? Dicen que eres valiosa... Si intentan ponerte una mano encima los ahogare a todos en arena... Aunque sea a palazos si hace falta.- Digo mientras le echo unos granos de arena del suelo a Wed en la cola a forma de broma.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Personajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: El Río
05/09/12, 05:28 pm
Toima, Tania y Nia
-¡¡Escurridizo... Mariposón!!- gritó Toima con rabia, al ver que se le volvia a escapar de su llave. Al principio de la pelea, habia estado más o menos igualada, ambos intercambiando golpes. Pudo comprobar lo dura que estaba su piel y, por consiguiente, su mandibula, al lanzar un derechazo directo a ella, usando su tinta como distracción. Sus dientes, algo más redondos y duros eran inamovibles. Ya llevaba un par de intentos, pero no conseguia arrancarselos. Sin embargo, la balanza se intercambio cuando pasó a la defensiva el griego.
Usando su resistencia como arma, el ulterano entró en cólera al ver que su constante ataque era suprimido y se llevaba buenos contraataques, perdiendo dientes en el proceso. La ira le cegaba y constantemente caia en el mismo truco hasta que finalmente, el último de sus dientes fue arrancado. Trastabilló y cayó de espaldas al agua con la mirada sombria y algo cansada en sus ojos.
El griego entonces le halagó, cosa a la que Toima no respondio, sin moverse, tumbado sobre el lecho del río. Su respiración se fue tranquilizando. Habia perdido. Habia perdido y todavia no se lo creia. El chapoteo del agua le sacó de su ensimismamiento cuando el griego le ofrecio, en acto de amistad, un trago de su petaca. El ulterano estudio sus facciones, oscuras como el resto de su piel, pero sinceras. Una sonrisa desdentada se asomó a sus labios, dandole un aspecto espeluznante mientras rompia a reir, reir a carcajadas, por la ironia de todo esto y aún conmocionado por los ultimos minutos. Le arrebató la petaca y le dio un largo trago.
-Futas fiedras que fienes en la foca, mafipofa...-dijo entre carcajadas, dandole otro trago. Se incorporó, notando como cada hueso y músculo le dolia, no por los golpes del griego, sino por la dureza de este, habia hecho que sus músculos y huesos se resintieran.-Fero... la froxima no la ferderé...-le dijo tendiendole de vuelta la petaca, notablemente más calmado y amigable, quizás por el alcohol, o por el respeto que, a golpe de puñetazo limpio, el ulterano habia adquirido hacia el hado.
-Era previsible que perdieras. Los humanos nos sacan una notable ventaja en cuanto a dureza en la mandibula.-le explicó Nia, que pronto se habia acercado a Vacuum para curarle. Cuando terminó el tratamiento externo, le obligó a abrir la boca.-Vas a necesitar uno o dos empastes, pero por lo demás estará bien...-
-¿Empafte? Aún es jofen, que fe lo arranque y ya le faldrá uno nuefo...-dijo el argos despreocupado e ignorante.
-Los dientes humanos no funcionan así. Solo tienen una regeneración; por eso son tan duros.-dijo la ulterana girandose hacia el argos, dispuesto a curarle.
-Oye, a mi no fafe falta que me curef... No me gufta que otrof me curen...-
-Ya, pero aqui tus opiniones no cuentan. Este es mi trabajo. Si te quieres meter en peleas, allá tú pero no pienso dejarte en este estado cada vez que lo hagas. Ni a ti, ni a nadie.-dijo, apresurando los hechizos de curación. El ulterano gruñó algo por lo bajo que facilmente podia recordar a cualquiera a un niño que acababa de ser regañado por su madre, mientras su mirada se desvio para prestar atención a Tania quien, en los últimos minutos, se habia pasado por el lecho del rio, recogiendo los pequeños dientes que habia diseminados por el lugar. Toima alzó la cabeza y vociferó en su dirección, mientras forcejeaba con la niña que le queria poner un unguento en el paladar, para asegurar que no se infectase y el otro, receloso, no queria más curas.
-¡Fania! ¡Focorro!-
La nublina se giró guardando los dientes en su bolsillo antes de acercarse. Nia sacó la lengua, concentrada en apartar los gruesos brazos del ulterano de su boca.
-Ayudadme a... quitarle los... brazos...-dijo, concentrada.
-¡¡Escurridizo... Mariposón!!- gritó Toima con rabia, al ver que se le volvia a escapar de su llave. Al principio de la pelea, habia estado más o menos igualada, ambos intercambiando golpes. Pudo comprobar lo dura que estaba su piel y, por consiguiente, su mandibula, al lanzar un derechazo directo a ella, usando su tinta como distracción. Sus dientes, algo más redondos y duros eran inamovibles. Ya llevaba un par de intentos, pero no conseguia arrancarselos. Sin embargo, la balanza se intercambio cuando pasó a la defensiva el griego.
Usando su resistencia como arma, el ulterano entró en cólera al ver que su constante ataque era suprimido y se llevaba buenos contraataques, perdiendo dientes en el proceso. La ira le cegaba y constantemente caia en el mismo truco hasta que finalmente, el último de sus dientes fue arrancado. Trastabilló y cayó de espaldas al agua con la mirada sombria y algo cansada en sus ojos.
El griego entonces le halagó, cosa a la que Toima no respondio, sin moverse, tumbado sobre el lecho del río. Su respiración se fue tranquilizando. Habia perdido. Habia perdido y todavia no se lo creia. El chapoteo del agua le sacó de su ensimismamiento cuando el griego le ofrecio, en acto de amistad, un trago de su petaca. El ulterano estudio sus facciones, oscuras como el resto de su piel, pero sinceras. Una sonrisa desdentada se asomó a sus labios, dandole un aspecto espeluznante mientras rompia a reir, reir a carcajadas, por la ironia de todo esto y aún conmocionado por los ultimos minutos. Le arrebató la petaca y le dio un largo trago.
-Futas fiedras que fienes en la foca, mafipofa...-dijo entre carcajadas, dandole otro trago. Se incorporó, notando como cada hueso y músculo le dolia, no por los golpes del griego, sino por la dureza de este, habia hecho que sus músculos y huesos se resintieran.-Fero... la froxima no la ferderé...-le dijo tendiendole de vuelta la petaca, notablemente más calmado y amigable, quizás por el alcohol, o por el respeto que, a golpe de puñetazo limpio, el ulterano habia adquirido hacia el hado.
-Era previsible que perdieras. Los humanos nos sacan una notable ventaja en cuanto a dureza en la mandibula.-le explicó Nia, que pronto se habia acercado a Vacuum para curarle. Cuando terminó el tratamiento externo, le obligó a abrir la boca.-Vas a necesitar uno o dos empastes, pero por lo demás estará bien...-
-¿Empafte? Aún es jofen, que fe lo arranque y ya le faldrá uno nuefo...-dijo el argos despreocupado e ignorante.
-Los dientes humanos no funcionan así. Solo tienen una regeneración; por eso son tan duros.-dijo la ulterana girandose hacia el argos, dispuesto a curarle.
-Oye, a mi no fafe falta que me curef... No me gufta que otrof me curen...-
-Ya, pero aqui tus opiniones no cuentan. Este es mi trabajo. Si te quieres meter en peleas, allá tú pero no pienso dejarte en este estado cada vez que lo hagas. Ni a ti, ni a nadie.-dijo, apresurando los hechizos de curación. El ulterano gruñó algo por lo bajo que facilmente podia recordar a cualquiera a un niño que acababa de ser regañado por su madre, mientras su mirada se desvio para prestar atención a Tania quien, en los últimos minutos, se habia pasado por el lecho del rio, recogiendo los pequeños dientes que habia diseminados por el lugar. Toima alzó la cabeza y vociferó en su dirección, mientras forcejeaba con la niña que le queria poner un unguento en el paladar, para asegurar que no se infectase y el otro, receloso, no queria más curas.
-¡Fania! ¡Focorro!-
La nublina se giró guardando los dientes en su bolsillo antes de acercarse. Nia sacó la lengua, concentrada en apartar los gruesos brazos del ulterano de su boca.
-Ayudadme a... quitarle los... brazos...-dijo, concentrada.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: El Río
05/09/12, 07:23 pm
Al poco de poner a salvo a Wen y Nasher, este último estalla de rabia y nos grita. Lo miro con preocupación, se está viendo sobrepasado por todo lo que ocurre. Se calma un poco y me da las gracias, pero antes de que tenga tiempo a detenerlo echa a correr. Considero que es peligroso que vaya solo por la ciudad llamando tanto la atención como llama, pero la serpiente dice que es mejor dejarle estar sólo, a lo que no ponemos pegas pues Tsusu envía al lacayo grotesco a vigilarle: así nos enteraremos de si le ocurre algo.
Jack por fin explica cómo sabía más que nosotros acerca de los nuevos transformados y ofrece cobijo a Wen. Me río cuando me llama "joven padawan".
-Eso es hacer trampa, Jack, tienes un aliado que no es de este mundo -bromeo.
Adara aprovecha el chiste de Jack para responder a mi petición de permitirme ser maestro. Sonrío maliciosamente cuando reconozco la regla de la que habla.
-Muy bien, maestra, combaitremos igual que esos dos, en un momento igual de malo a poder ser -señalo hacia Vac y Toima con la cabeza, quienes ya empezaban su singular combate.
Mi atención se desvía por completo hacia ellos mientras contemplo fascinado tal despliegue de fuerza por parte del hado y el argos. Estaban muy igualados y por un momento parecía que terminaría con los dos exhaustos en el suelo, hasta que Vac logra imponerse. Cuando el último diente del ulterano queda clavado en el puño de Vac, la pelea se da por concluida y ambos combatientes comparten un trago de la petaca de Vac, quien ofrece su amistad a Toima.
-Creo que he cambiado de opinión, maestra, no me gustaría perder los dientes de esa manera -le digo a Adara mientras observo la disputa entre Nia y Toima por curar a este último.
Entonces me acerco a Vac para saludarle, ya que hasta ahora fue imposible.
-Hola, Vac, encantado de verte de nuevo -le tiendo una garra-. ¿Te gusta hacer entradas triunfales, eh? -bromeo-. Pero ha sido impresionante, no creo que haya muchos que puedan vencer a Toima en combate cuerpo a cuerpo. Lo sé muy bien, que me entreno con él todos los días.
Estaba a punto de ayudar a Nia a curar a Toima, aunque solo fuese por hacer rabiar un rato al ulterano, cuando por casualidad me llegan algunas palabras de la conversación que Matt está manteniendo en voz baja con Wen algo alejados. Aunque podía escucharles debido a mi buen oído no pretendía espiar su conversación, pero no puedo evitar prestar atención al oír que se plantean si pueden confiar en nosotros.
-Pasamos por lo mismo que vosotros hace un año o dos, no hace tanto que todavía éramos cosechados -les dije acercándome-. Perdonad, no he podido evitar escuchar una parte de vuestra conversación. ¿Qué interés podríamos tener en haceros daño? Y si quisiéramos haceroslo ya lo habríamos hecho, ¿no creéis? Sólo Jack sabía acerca de la gema de Wen y os aseguro que su intención es buena -hablo ahora un poco más alto para me oigan todos-. Escuchad, como parece que algunos corréis peligro o tenéis bastantes dificultades, creo que lo mejor es que os hablemos de la Torre Serpentaria y la Sede de los Taumaturgos.
Entre todos les explicamos la funcionalidad de cada uno de los refugios y que deberían irse a vivir a uno de ellos a menos que prefiriesen buscar otra cosa por su cuenta.
-En Serpentaria ahora mismo vivimos Gael, Nia, Giz, Azura y yo. Vac y Jack viven en un burdel junto a algunos antiguos cosechados más, y el resto de los que estamos aquí viven en la Sede. Deberíais decidiros cuanto antes; de todas formas el consejo os avisará muy pronto de que tenéis que abandonar el torreón, al menos así fue para nosotros.
Esperaba que mis argumentos fuesen lo suficientemente convincentes para que aceptasen que era cierto que tan sólo queríamos ayudarles. Además, la posibilidad de tener nuevos compañeros en Serpentaria me resultaba emocionante.
Jack por fin explica cómo sabía más que nosotros acerca de los nuevos transformados y ofrece cobijo a Wen. Me río cuando me llama "joven padawan".
-Eso es hacer trampa, Jack, tienes un aliado que no es de este mundo -bromeo.
Adara aprovecha el chiste de Jack para responder a mi petición de permitirme ser maestro. Sonrío maliciosamente cuando reconozco la regla de la que habla.
-Muy bien, maestra, combaitremos igual que esos dos, en un momento igual de malo a poder ser -señalo hacia Vac y Toima con la cabeza, quienes ya empezaban su singular combate.
Mi atención se desvía por completo hacia ellos mientras contemplo fascinado tal despliegue de fuerza por parte del hado y el argos. Estaban muy igualados y por un momento parecía que terminaría con los dos exhaustos en el suelo, hasta que Vac logra imponerse. Cuando el último diente del ulterano queda clavado en el puño de Vac, la pelea se da por concluida y ambos combatientes comparten un trago de la petaca de Vac, quien ofrece su amistad a Toima.
-Creo que he cambiado de opinión, maestra, no me gustaría perder los dientes de esa manera -le digo a Adara mientras observo la disputa entre Nia y Toima por curar a este último.
Entonces me acerco a Vac para saludarle, ya que hasta ahora fue imposible.
-Hola, Vac, encantado de verte de nuevo -le tiendo una garra-. ¿Te gusta hacer entradas triunfales, eh? -bromeo-. Pero ha sido impresionante, no creo que haya muchos que puedan vencer a Toima en combate cuerpo a cuerpo. Lo sé muy bien, que me entreno con él todos los días.
Estaba a punto de ayudar a Nia a curar a Toima, aunque solo fuese por hacer rabiar un rato al ulterano, cuando por casualidad me llegan algunas palabras de la conversación que Matt está manteniendo en voz baja con Wen algo alejados. Aunque podía escucharles debido a mi buen oído no pretendía espiar su conversación, pero no puedo evitar prestar atención al oír que se plantean si pueden confiar en nosotros.
-Pasamos por lo mismo que vosotros hace un año o dos, no hace tanto que todavía éramos cosechados -les dije acercándome-. Perdonad, no he podido evitar escuchar una parte de vuestra conversación. ¿Qué interés podríamos tener en haceros daño? Y si quisiéramos haceroslo ya lo habríamos hecho, ¿no creéis? Sólo Jack sabía acerca de la gema de Wen y os aseguro que su intención es buena -hablo ahora un poco más alto para me oigan todos-. Escuchad, como parece que algunos corréis peligro o tenéis bastantes dificultades, creo que lo mejor es que os hablemos de la Torre Serpentaria y la Sede de los Taumaturgos.
Entre todos les explicamos la funcionalidad de cada uno de los refugios y que deberían irse a vivir a uno de ellos a menos que prefiriesen buscar otra cosa por su cuenta.
-En Serpentaria ahora mismo vivimos Gael, Nia, Giz, Azura y yo. Vac y Jack viven en un burdel junto a algunos antiguos cosechados más, y el resto de los que estamos aquí viven en la Sede. Deberíais decidiros cuanto antes; de todas formas el consejo os avisará muy pronto de que tenéis que abandonar el torreón, al menos así fue para nosotros.
Esperaba que mis argumentos fuesen lo suficientemente convincentes para que aceptasen que era cierto que tan sólo queríamos ayudarles. Además, la posibilidad de tener nuevos compañeros en Serpentaria me resultaba emocionante.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: El Río
05/09/12, 08:01 pm
Cuando terminan en combate en el que Vaccum resulta vencedor, me acerca más a ellos junto con Noel.
-Menudo numerito nos montas nada más llegar -le digo al hado infernal como saludo-. Contigo por la ciudad, ¿quién necesita circos? -Entonces dirijo unas palabras para responder al draco-. Joven aprendiz, estoy de acuerdo con que deberíamos buscarnos otro ritual menos perjudicial para nuestras encías.
Al oir las quejas de Nia por el comportamiento de Toima, decido acercarme a ayudarla. No puedo evitar que se me escape una sonrisita cuando inmovilizo al ulterano en el suelo con una llave. Vale que él está agotado por el combate-ritual, pero no por ello deja de ser más fuerte que yo, así que me resulta gracioso verlo inmovilizado debajo mío.
-Venga, va, kaiser. ¿No sabes que todo esto es por tu bien? -Y añado con voz socarrona-: vamos, abre la boquita para que la dentista de la arregle~.
Mientras ayudo a la náyade a curar a Toima, escucho lo que Noel les dice a los nuevos transformados. No tengo nada que añadir a lo dicho así que permanezco en silencio.
-Menudo numerito nos montas nada más llegar -le digo al hado infernal como saludo-. Contigo por la ciudad, ¿quién necesita circos? -Entonces dirijo unas palabras para responder al draco-. Joven aprendiz, estoy de acuerdo con que deberíamos buscarnos otro ritual menos perjudicial para nuestras encías.
Al oir las quejas de Nia por el comportamiento de Toima, decido acercarme a ayudarla. No puedo evitar que se me escape una sonrisita cuando inmovilizo al ulterano en el suelo con una llave. Vale que él está agotado por el combate-ritual, pero no por ello deja de ser más fuerte que yo, así que me resulta gracioso verlo inmovilizado debajo mío.
-Venga, va, kaiser. ¿No sabes que todo esto es por tu bien? -Y añado con voz socarrona-: vamos, abre la boquita para que la dentista de la arregle~.
Mientras ayudo a la náyade a curar a Toima, escucho lo que Noel les dice a los nuevos transformados. No tengo nada que añadir a lo dicho así que permanezco en silencio.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: El Río
05/09/12, 09:15 pm
- Y yo te recordaba menosz granudo. - le contestó Wen a Matt bufando, mientras seguía atenta a la pelea entre los dos mastodontes.
Wen había visto muchas peleas a lo largo de su vida, pero ninguna como esa. La morena estaba casi segura de que si les hubieran intentado separar, hubiera sido una catástrofe. Ambos contrincantes se veían extremadamente fuertes y parecían bastante igualados. “No parece que esta pelea vaya a durar muy poco.” Rió socarronamente. La británica no recordaba la última vez que se había divertido tanto. Aunque por fuera solo mostraba una leve sonrisa por la que sacaba su lengua bífida con diversión, por dentro estaba como una niña pequeña en el mejor espectáculo de su vida. “Parece que va a ser divertido la convivencia con este variopinto grupo.” Rió para sí misma.
- No vamosz a ponernosz quiszquilloszosz, no tenemosz mejoresz opcionesz szi eszo esz lo que eszperasz. Nosz han prometido comida, cama y entrenamiento. ¿Qué mász quieresz, Yankiee? ¿Maszajesz y szervicio de habitacionesz? - se mofó la serpiente.- Y, por cierto, no te pongasz en plan héroe, szabesz de szobra que puedo cuidarme yo miszma. Esz mász, szi tu y yo nos pelearamosz como eszos dosz. - comentó indicando con la cabeza hacia el rio, donde la pelea había terminado.- Yo szería quien ganara.
Wen miró con sus ojos de serpiente a Noel mientras les hablaba de los lugares donde podrían vivir. Tanto la torre, como la sede y el burdel, parecían unos buenos lugares en los que quedarse a vivir, pero había un pequeño detalle que todos habían pasado por alto.
- Ningún szitio me deszagrada, pero ¿Cuál tiene una habitación lo szuficientemente grande para una szerpiente de unosz 10 metrosz? - preguntó.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: El Río
05/09/12, 11:35 pm
Todos parecen dispuestos a quedarse a ver la pelea, excepto el joven Nasher al que la confusión de sus sentidos aumentados le puede y acaba retirándose a la carrera, seguido de cerca por el lacayo invocado de << ¿Tsuzsu? Algo así... >> Noel y Adara bromean con la película aquella a la que me referí antes y el combate se recrudece a la par que los dientes del ulterano van saliendo volando.
Tamborileo sobre la vaina de la espada de Vac mientras contemplo la resistencia de este, que encaja los golpes sin apenas tambalearse. << Vaya cuerpo... >> Cierto que a ambos se les nota la gran musculatura a simple vista, pero creo que podría aguantar un combate similar, quizá sin tantos puñetazos a la boca << ¿Qué manía se tienen a sus bocas?? No tiene sentido... >> ¿O quizá sí? De pronto el griego se detiene, tras arrancar un diente a puñetazo limpio al ulterano y el combate acaba ahí. << ¿Consistía en dejar sin dientes al rival? Quizá como a los ulteranos les crecen rápidamente de nuevo sea por eso... Diablos >> Me levanto para acercarme a Vac y devolverle la espada, impecable, cuando acaba de hablar con Toima.
-Vaya visita y vaya momento, ¿eh? Jaja, da igual, ya sois amigos.-le saludo bromeando y le alargo la vaina.-A ver cuando pruebo tu espada...-sigo, con un tono que se me escapa y vuelvo a hablar alegre, repentina y extrañamente nervioso.-Que... que hace tiempo que no entrenamos. Y Norou está de vuelta y reponiéndose, también podría apuntarse...
<< Cállate, Jack... ¡Cállate! Demasiada sangre... >> Justo Wen y los demás empiezan a hablar de los diversos hogares en que cada uno vive y me giro cuando la oigo siseando algo de su tamaño.
-Er... Se me olvidó añadir que puedes volver a tu forma humana, siempre y cuando aprendas a hacerlo. Imagino que será como mover un brazo... O como esto.-y me convierto el humo para luego rodear el cuerpo de la cosechada hacia arriba, para transformarme en el aire y aterrizar sin problemas.-Podrías probar. Pero de todas formas, el Burdel es de los refugios más espaciosos, lo demás son todo torreones, esto es un edificio en condiciones.-digo en broma más para el resto de gente que para los novatos.
Tamborileo sobre la vaina de la espada de Vac mientras contemplo la resistencia de este, que encaja los golpes sin apenas tambalearse. << Vaya cuerpo... >> Cierto que a ambos se les nota la gran musculatura a simple vista, pero creo que podría aguantar un combate similar, quizá sin tantos puñetazos a la boca << ¿Qué manía se tienen a sus bocas?? No tiene sentido... >> ¿O quizá sí? De pronto el griego se detiene, tras arrancar un diente a puñetazo limpio al ulterano y el combate acaba ahí. << ¿Consistía en dejar sin dientes al rival? Quizá como a los ulteranos les crecen rápidamente de nuevo sea por eso... Diablos >> Me levanto para acercarme a Vac y devolverle la espada, impecable, cuando acaba de hablar con Toima.
-Vaya visita y vaya momento, ¿eh? Jaja, da igual, ya sois amigos.-le saludo bromeando y le alargo la vaina.-A ver cuando pruebo tu espada...-sigo, con un tono que se me escapa y vuelvo a hablar alegre, repentina y extrañamente nervioso.-Que... que hace tiempo que no entrenamos. Y Norou está de vuelta y reponiéndose, también podría apuntarse...
<< Cállate, Jack... ¡Cállate! Demasiada sangre... >> Justo Wen y los demás empiezan a hablar de los diversos hogares en que cada uno vive y me giro cuando la oigo siseando algo de su tamaño.
-Er... Se me olvidó añadir que puedes volver a tu forma humana, siempre y cuando aprendas a hacerlo. Imagino que será como mover un brazo... O como esto.-y me convierto el humo para luego rodear el cuerpo de la cosechada hacia arriba, para transformarme en el aire y aterrizar sin problemas.-Podrías probar. Pero de todas formas, el Burdel es de los refugios más espaciosos, lo demás son todo torreones, esto es un edificio en condiciones.-digo en broma más para el resto de gente que para los novatos.
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