Capilla de los nombres
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Capilla de los nombres
08/09/12, 12:00 am
Recuerdo del primer mensaje :
Capilla situada bajando la Senda de la Perdición, junto a la Iglesia de los Descreídos.
Tiene planta de octógono y está construida en algo que parece piedra arenisca pero que es muchísimo más duro. Es bastante espaciosa, como dos salones grandes. Tiene ocho columnas cubiertas de nombres y ocho pequeñas ventanas en lo alto de cada muro para iluminarla. Su tejado es una pirámide octogonal algo aplastada. La entrada es un arco tallado con suaves formas de un estilo que recuerda al renacentista.
En ella se encuentran registros de los nombres que los habitantes de Rocavarancolia han ido adoptando a lo largo de los siglos, junto a una breve descripción de su legado. Algunos trozos están emborronados con golpes de pico efectuados durante la Batalla de Rocavarancolia a manos de los enemigos de la ciudad. Borraron con especial afán los mundos vinculados de pertenencia de muchos transformados a los que consideraban indignos de ser de sus mismos planetas. Hay un trozo de la pared lleno de grietas radiales causadas colateralmente que impide leer bien los datos de algunos muertos recientes.
Tiene planta de octógono y está construida en algo que parece piedra arenisca pero que es muchísimo más duro. Es bastante espaciosa, como dos salones grandes. Tiene ocho columnas cubiertas de nombres y ocho pequeñas ventanas en lo alto de cada muro para iluminarla. Su tejado es una pirámide octogonal algo aplastada. La entrada es un arco tallado con suaves formas de un estilo que recuerda al renacentista.
En ella se encuentran registros de los nombres que los habitantes de Rocavarancolia han ido adoptando a lo largo de los siglos, junto a una breve descripción de su legado. Algunos trozos están emborronados con golpes de pico efectuados durante la Batalla de Rocavarancolia a manos de los enemigos de la ciudad. Borraron con especial afán los mundos vinculados de pertenencia de muchos transformados a los que consideraban indignos de ser de sus mismos planetas. Hay un trozo de la pared lleno de grietas radiales causadas colateralmente que impide leer bien los datos de algunos muertos recientes.
- Inscripciones:
-Su Majestad Alastor: primer rey conquistador de Rocavarancolia (...) Esfronax (...)
-Su Majestad Borodin: (...) rey de Rocavarancolia, siendo en un principio un humilde guardia.
-Sedalar: Demiurgo (...) que trató de devolver a la vida mediante demiurgia el corazón de su amada muerta, sin éxito.
-Dama Esencia: (...)
-Denéstor Tul: Custodio de Altabajatorre (...) lealtad (...)
-Laertes: Brujo maldito de su propio dolor (...)
-Su Majestad Harex: primer rey de Rocavarancolia y uno de los artífices de Rocavaragálago.
-Esmael: Ángel Negro señor de los asesinos (...) Batalla de Almaviva (...)
-Dama Sedalar: Onycemante cuyo sacrificio terminó con la mayor amenaza que el resurgimiento de Rocavarancolia tendría jamás.
-Mistral: Cambiante que recordó su identidad antes de morir por el bien de Rocavarancolia.
-Ujthan: Guerrero del consejo (...) podido ser (...)
-Belgadeu: célebre nigromante de (...) que trató de crear al mago perfecto mediante huesos de antiguos magos. Sin embargo, su obra lo mató.
-Lexel: los gemelos Lexel fueron dos Brujos Escindidos que lograron formar parte del consejo y (...)
-Derende: (...)
-Malazul: (...) Almaviva y (...) carga contra los dragones (...)
-Su Majestad Sardaurlar: (...) rey de Rocavarancolia, conquistador de Almaviva y causante de la Batalla de Rocavarancolia y la Cicatriz de Árax.
-Enoch el Polvoriento: Vampiro del consejo (...) conocido por (...)
-Dama Espasmo: (...) dirigió burdeles por toda Rocavarancolia.
-Glorin: (...)
-Sendar: célebre mago níveo (...) torreón (...)
-Acheron: (...) mar (...)
-Dama Equinoccio: (...) dudosa existencia.
-Hurza Comeojos: primer señor de los asesinos (...)
-Malnacido: (...)
-Dama Brisa: se transformó en una cambiante de (...) que (...) el consejo.
-Dama Moreda: Arpía de un grupo de las hermanas videntes (...) última superviviente que perdió (...)
-Dionisio: gigante de (...)
-Balear Bal: (...) nunca, ni si quiera en sus últimos días.
-Huryel: regente de Rocavarancolia tras la destrucción del reino (...) libre de duda en tiempos difíciles (...)
-Desidia: (...)
-Dama Sueño: Bruja Soñadora venida de la Tierra. Hizo un leal servicio a la ciudad como miembro del Consejohasta que murió por causas naturales. Algunos la creían loca y otros una genio, pero nunca se sabrá pues se llevó todas sus ideas a la tumba.
Liberada de ser empleada como alimento eterno por la Torre de los Soñadores, se mantuvo leal a Rocavarancolia hasta el final.
-Barranta: (...)
-Alestes: (...)
-Dama Umbría: Bruja de criaturas sombrías de (...) se descontrolaron y la mataron en la toma de una fortaleza en (...)
-Dama Korma: (...) siempre (...) en el polvo de Luna Roja.
-Annais Perlaverde: (...)
-Medea: Bruja maldita de su propio silencio que (...) explosión.
-Su Majestad Maryalé: vigésimo sexto rey de Rocavarancolia. Murió a manos del fantasma de su esposa, que fue generado mediante nigromancia (...).
-Su Majestad Arachnihenteradon: Rey Arácnido cuyo reinado (...).
-Bocafría: (...)
-Dama Araña: Arácnida que sirvió (...) al consejo (...)
-Amaranto: (...)
-Dorna el Sombrío: (...)
-Dama Desgarro: (...) comandante de los ejércitos del reino (...) incinerada.
-Dentrelar: Ángel Negro (...) comandante de los ejércitos del reino que nunca conoció la derrota (...) con Jeremías el inacabado (...) muerto al intentar subir al Trono Sagrado.
-Moleo: Ángel Negro (...) héroe de las mil batallas (...) cabeza del cíclope Leviatán y las entrañas del Duque de los Infiernos (...) muerto al intentar subir al Trono Sagrado.
-Dama Fiera: Ángel Negro (...) el recuerdo de (...) con el señor de los asesinos.
-Dronte: Ángel Negro de (...) creyó (...) pero acabó muerto al intentar subir al Trono Sagrado.
-Veronés: Ángel Negro (...) de (...) muerto al intentar subir al Trono Sagrado.
-Kanchal: Ángel Negro (...) rápido ascenso (...) al intentar subir al Trono Sagrado.
-Dama Estilete: Ángel Negro (...) pero su orgullo le impidió (...) muerta al intentar subir al Trono Sagrado.
-Su Majestad Jeremías el Inacabado: (...)
-Dama Ponzoña: Bruja de boas azules y notable alquimista.
-Valiente Rufio: (...)
-Dama Escoria: (...)
-Yerban Dolomí: (...)
-Su Majestad Dentro Matadragones: (...) Rey de Rocavarancolia y primer rey Gigante. Fue muy (...)
-Boronte Glaco: (...)
-Su Majestad Ronces el Decapitador: (...) Rey de Rocavarancolia (...)
-Su Majestad Castel: (...) Rey de Rocavarancolia. Conocido como el Rey Trasgo destructor de mundos por el hechizo que mandó usar en la batalla contra Mascarada que (...) -Tachones que significan insultos en un idioma desconocido junto a un símbolo triangular originario de Mascarada-
-Valcoburdo: (...) sus compendios contienen exhaustivos listados de grimorios con sus hechizos así como curiosidades de este tipo de libros que (...).
-Radibinarantoré el quince veces asesinado: (...)
-Fistar, la Sombra: Guerrero, maestro del sigilo.
-Pyro: Bruja escindida, murió a manos de su hermana.
-Azura: Bruja escindida, el odio la hizo presa fácil del engaño.
-Dama Áurea: Demiurga, artesana de metales preciosos. Muerta por la codicia.
-Faadan, el Arrugado: Comandante de los ejércitos, sin muchos seguidores. Lanzador de ballenas voladoras.
-Virius: licántropo pantera. Fallecido en circunstancias desconocidas. No quedó rastro de él.
-Dama Ardid: Maga especializada en engaños. No pudo engañar a la muerte, tampoco a sus enemigos.
-Barch: Minotaurio. Murió como vivió, luchando de forma violenta.
-Dorkal: Animorfo rinoceronte. muerto en noche de Luna Roja en una cruenta lucha junto a sus compañeros.
-Rodar: Goliat codicioso, con demasiado talento para detectar rastros mágicos.
-Verkan: Ángel Negro. Gran luchador, sádico, implacable. Líder del grupo de los Mercenarios de Gar, junto al que murió en sangrienta batalla. No intentó sentarse en el Trono Sagrado.
-Dama Sosiego: Bruja maldita. Vivió y murió en silencio, aunque contribuyó al clamor de la batalla durante la pelea en la que falleció junto a sus compañeros.
-Ter-Watah: Escualo de fiereza tan grande como sus fauces ulteranas. Falleció junto a dama Ardid al fracasar en salvaguardar la guarida de su grupo.
-Zisana: Guerrera reptil de enormes músculos. No lamentó ni una sola de las peleas en la que se vio envuelta, ni siquiera la que le llevó a la muerte.
-Reisha: aura oscura. Lo suficientemente estúpido como para romper un pacto peligroso.
-Elliot: Caballero Dullahan. Mercenaria caracterizada por su fuerte carácter. Muerta por la competencia.
-Valenz: mercader ambicioso. Se rumorea que su muerte fue resultado de un cliente "insatisfecho".
-Fortuna Drew: Mala Sombra presa de su propia desgracia.
-Dama Hálito: Demiurga pacífica. Sus propios fantasmas la hicieron presa fácil del abismo.
-Castel Vania: (...)
-Golarra, la domadora de mantícoras: (...)
-Zuer, el negro: (...)
-Montaña: (...)
-Árido: (...)
-Dama Velada: nunca más vista.
-Su Majestad Soren Castel: el Rey Cadáver.(...) Su hedor (...)
-Dama Beatriz: Bruja de su canto (...)
-Valerio: (...) enfrmedad y fiebre.
-Dama Gael: (...) arañas (...)
-Topaz: Brujo de los cuervos negros.
-Ansa Leo: Brujo de las nubes que (...)
-Dama Esquirla: (...)
-Dama Vípera: notable miembro del ejército. Naga que no pudo superar al Abismo.
-Yip: Cambiante demente, guardián del Faro hasta precipitarse a su muerte desde lo alto del mismo.
-Aeris Faraday: Brujo del cobre con ambición e intelecto. Trataba de ayudar cuando la privación de sueño acabó con su vida.
-Serokrai: militar Berserker muerto en mitad de su último ataque de furia a manos del líder de espionaje del Consejo.
-Cordia: Maga asesinada la misma noche que su amiga. Dejó una colección considerable de arfectos mágicos tras su muerte.
-Insensa: Maga asesinada la misma noche que su amiga. Cosechó a numerosos ciudadanos provenientes de Ulterania.
-Neptuno: Quimera Sensorial envidiosa. Apareció muerta en la Plaza de la Fuente marcada como "asesina".
-Demoleo Iteca: Brujo Nocturno de los Humanos que cometió el error de subestimar a sus propios esclavos.
-Dama Espíritu: Lémur exorcista en prácticas que no tuvo tiempo de desarrollar su talento. Sus fantasmas expandieron la noticia de su muerte.
-Dama Gula: Trasgo conocida por su odio hacia la magia y su eficiencia marcial. La privación de sueño le hizo cometer un grave error y fue ejecutada.
-Ilen: Kell. Estratega del ejército, murió tras dejar un compendio de toda clase de tácticas y planificaciones para mejorar Rocavarancolia.
-Nana Fina: Bruja de arañas invisibles. Se aseguró una vida larga y próspera gracias a una red informativa y la venta de secretos. Cometió un error que le costó la vida: meterse con dama Azahar.
-Fauces: Caimántropa huraña. Fue tan eficaz en su trabajo de mercenaria como lo fue dejando cabos sueltos en sus relaciones personales. Murió a manos de sus antiguos compañeros.
-Shain: Animorfo murciélago. Dama Azahar ofreció su cuerpo moribundo al bastión palpitante.
-Dama Silbato: Bruja de los perros. Dama Azahar ofreció su cuerpo moribundo al bastión palpitante.
-Aquiles: Guerrero. Dama Azahar ofreció su cuerpo moribundo al bastión palpitante.
-Kniveth Edgar, el Titán: colosal caballero, no únicamente por su tamaño. Su corazón no pudo soportar los horrores del subconsciente.
-Tsusu: Drake amable y buen anfitrión. Su asesino no parecía opinar igual.
-Lil' Zombie: Eterno niño zombie. Una súcubo vengó su asesinato.
-Kromen Pietro: Gárgola tentada por el caos. Su traición fue castigada con la muerte.
-RR: Brujo de los Roedores paranoico y drogadicto. Muerte por sobredosis.
-Dama Umbría: Nix del ejército, custodia de portales. Murió cumpliendo su deber.
-Dama Casia: Ninfa Ciervo, famosa por ser cosechadora de Varmania, infame por ser traidora a Ewa.
-Gighena: Trasgo que quiso huir de su destino y murió tratando de cambiarlo.
-Hado infernal sin nombre: acérrimo Adepto de Ewa, murió protegiendo a la Pimera Sacerdotisa.
-Grader: Licántropa zorra que despreciaba a los animorfos, creyéndose superior a otros licántropos. Su altanería fue un delicioso condimento para un trasgo.
-Dama Dibujo: Bruja de los Trazos. Asesinada por una antigua compañera.
-Xiandra: Vampira de niebla, luchadora y superviviente. Hasta que la venganza la atrapó irremediablemente.
-Flanbly's: Maga que tenía un sueño que no pudo ver cumplido.
-Wintelgy: Arpía que todo lo veía. Vio demasiadas catástrofes para continuar con vida.
Ergot: Repoblador convertido en Véspido Soldado. Era inquieto y parlanchín, pero nunca se buscó enemigos. Desapareció sin dejar rastro antes de ver su segunda Luna.
-Korasihanna: Banshee con carácter. Su arrogancia le granjeó varios enemigos y tratar de deshacerse de ellos, la muerte.
-Rutilante: Unicornio politoxicomano. Murió atrapado por sus pesadillas.
-Doce Punto: Demiurgo y Custodio de Altabajatorre. Se mantuvo leal a Rocavarancolia hasta el final y gracias a su sacrificio la ciudad no sucumbió a la Pesadilla Eterna.
-Corann: Íncubo de las Pesadillas cuyo descenso a la demencia no finalizó hasta que sus ideales se truncaron por un noble sacrificio.
-Innadriel: Carandela aurva de buen corazón. Murió durante la peor pesadilla de la ciudad.
-Eorlir: Selkie oso edeel y excelente pintor. Murió durante la peor pesadilla de la ciudad.
-Dama Liendre: Bruja de piojos siempre dispuesta a desparasitar y prestar ayuda para espiar cosechados (por un módico precio). Asesinada por una sombra de la que nada se conoce.
-Seide Manoblanca: mago y timador experto. Escondió tan bien su dinero que ahora nadie encuentra su cadáver.
-Dama Gato: Custodia del Panteón Real y experta sanadora, siempre adorada no solo por sus felinos. Su muerte no fue en vano.
-Andras Sula: el Rey piromante, compañero de Ceniza. Gobernó durante trece años, rodeándose de buenos Consejeros, devolviendo los dragones a Rocavarancolia y guiando a la ciudad contra la Torre de los Soñadores.
-Hyun, letarguino y macielero, los que te conocimos te recordamos.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Re: Capilla de los nombres
24/05/14, 04:13 am
Aprendiz
A medida que le sacudia, el aprendiz rompia en carcajadas de felicidad, ignorando abiertamente su petición de bajarle en una primera instancia. Cuando lo creyó oportuno le devolvió al suelo, todavia llorando pero con una estúpida sonrisa formandose en su cara. Se limpió las lágrimas con la manga.
-Di.-respondió asintiendo fugazmente, con la voz tomada por la emoción mientras lloraba intensamente.
Sin embargo la emotiva respuesta que fue más alla de las palmadas en la espalda al abrazo. Al principio, aunque le pilló algo desprevenido, el ruso no era ningun extraño a aquellas muestras de afecto, tan solo no con sus compañeros de torreón. El sentirse correspondido en aquella medida le hizo sentirse estúpidamente cómodo con el grupo de nuevo, aun a falta de recordar a muchos.
>>No homo, bro... No, espera... ¡TODO EL HOMO POSIBLE!
Devolvió el gesto al carabés y le sonrió al separarse, alzando ambos pulgares.
-Poco a poco. ¡Lo voy consiguiendo!-exclamó con una risilla.
Y entonces se escuchó un portazo. El aprendiz se giró alarmado y observó como quien faltaba era la sinhadre y, entonces su gesto, se volvió un tanto sombrio. Era consciente de que la chica le estaba evitando y, aunque la recordaba ahora, no se atrevia a hacer ningun movimiento. En su manera de pensar, el chico creia que le guardaba resentimiento por los dos meses desaparecido en los que Jack tomó el control. Sabia que ya habia intentado compensarle la última vez que otro habia tomado su cuerpo, pero sentia que aquella vez no iba a funcionar y, ante tal impotencia, no hacia nada. Dejaba que la sinhadre le odiase. Y, hasta cierto punto, comenzó a odiarse a si mismo tambien.
Cio rompió el mal rollo preguntandole sobre que habia recordado.
-He... recordado a los muertos... Exactamente, personas que han muerto y o se me ha notificado su muerte o bien ha sido presencial... Estaban las crias de Lara, de nuevo, estaba Baurus, estaba... la chica de letargo que murió tambien... Pero habia un hombre... le estaban dando una paliza y-y... M-Mi madre...-dijo, mientras su voz moria. La mirada se dirigió en el suelo, y el aprendiz guardó silencio.
Su felicidad habia sido cruelmente mutilada de él.
A medida que le sacudia, el aprendiz rompia en carcajadas de felicidad, ignorando abiertamente su petición de bajarle en una primera instancia. Cuando lo creyó oportuno le devolvió al suelo, todavia llorando pero con una estúpida sonrisa formandose en su cara. Se limpió las lágrimas con la manga.
-Di.-respondió asintiendo fugazmente, con la voz tomada por la emoción mientras lloraba intensamente.
Sin embargo la emotiva respuesta que fue más alla de las palmadas en la espalda al abrazo. Al principio, aunque le pilló algo desprevenido, el ruso no era ningun extraño a aquellas muestras de afecto, tan solo no con sus compañeros de torreón. El sentirse correspondido en aquella medida le hizo sentirse estúpidamente cómodo con el grupo de nuevo, aun a falta de recordar a muchos.
>>No homo, bro... No, espera... ¡TODO EL HOMO POSIBLE!
Devolvió el gesto al carabés y le sonrió al separarse, alzando ambos pulgares.
-Poco a poco. ¡Lo voy consiguiendo!-exclamó con una risilla.
Y entonces se escuchó un portazo. El aprendiz se giró alarmado y observó como quien faltaba era la sinhadre y, entonces su gesto, se volvió un tanto sombrio. Era consciente de que la chica le estaba evitando y, aunque la recordaba ahora, no se atrevia a hacer ningun movimiento. En su manera de pensar, el chico creia que le guardaba resentimiento por los dos meses desaparecido en los que Jack tomó el control. Sabia que ya habia intentado compensarle la última vez que otro habia tomado su cuerpo, pero sentia que aquella vez no iba a funcionar y, ante tal impotencia, no hacia nada. Dejaba que la sinhadre le odiase. Y, hasta cierto punto, comenzó a odiarse a si mismo tambien.
Cio rompió el mal rollo preguntandole sobre que habia recordado.
-He... recordado a los muertos... Exactamente, personas que han muerto y o se me ha notificado su muerte o bien ha sido presencial... Estaban las crias de Lara, de nuevo, estaba Baurus, estaba... la chica de letargo que murió tambien... Pero habia un hombre... le estaban dando una paliza y-y... M-Mi madre...-dijo, mientras su voz moria. La mirada se dirigió en el suelo, y el aprendiz guardó silencio.
Su felicidad habia sido cruelmente mutilada de él.
- Naeryan
Ficha de cosechado
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Re: Capilla de los nombres
24/05/14, 05:09 pm
El portazo le sobresaltó y un rápido vistazo alrededor le permitió detectar la cabeza albina que faltaba. Se sintió un poco culpable, recordando la conversación que había tenido con la sinhadre el día anterior y la respuesta que él mismo había dado. Taro había tenido realmente la intención de mantener las distancias dado el nuevo panorama, pero el que el ruso hubiese empezado efectivamente a recordar había sido un giro que no se había esperado. Y el carabés vivía en el presente, improvisando.
Vaciló antes de responder a Cío, calibrando si debía mencionar algo de la conversación del día anterior. Decidió que no.
-Le ha echado de menos- murmuró, más para que el aprendiz lo oyera-. Y esto de que recuerde de repente es muy raro, debe estar confusa. Creo- añadió. Ri era considerablemente hermética para lo que quería, y en realidad no tenía mucha idea-. Deberíamos ir saliendo ya de todas formas.
No se sentía tranquilo dejando a nadie fuera de la vista del grupo por la zona norte. Inconscientemente empezó a cambiar de postura en el sitio, inquieto por salir.
Le sorprendió saber que el aprendiz conocía a su madre. "Verla" parecía haberle afectado mucho emocionalmente, así que el carabés no supo qué decir: aquel tipo de vínculo familiar le era terreno desconocido. Si al ruso le apetecía desahogarse en algún momento a Taro no le importaría prestar oído, pero no podía ofrecer ninguna palabra de consuelo en ese momento ni tampoco se le ocurría ninguna forma de hacérselo saber sin sonar fuera de lugar en el silencio ominoso que se había instalado.
Tampoco le hizo ninguna gracia contarse entre la lista de muertos, aunque fuese de forma aparente, y eso mismo le hizo preguntarse cuál había sido exactamente el detonante de que el aprendiz hubiese vuelto a recordar.
-La otra vez que recordaste fue cuando tocaste el bo- apuntó con cautela, tratando de desviar la conversación de aquel tema tan sombrío porque no se le ocurría qué otra cosa hacer-. Dijisteis que había algo escrito por aquí, ¿no? ¿Dónde está?
Vaciló antes de responder a Cío, calibrando si debía mencionar algo de la conversación del día anterior. Decidió que no.
-Le ha echado de menos- murmuró, más para que el aprendiz lo oyera-. Y esto de que recuerde de repente es muy raro, debe estar confusa. Creo- añadió. Ri era considerablemente hermética para lo que quería, y en realidad no tenía mucha idea-. Deberíamos ir saliendo ya de todas formas.
No se sentía tranquilo dejando a nadie fuera de la vista del grupo por la zona norte. Inconscientemente empezó a cambiar de postura en el sitio, inquieto por salir.
Le sorprendió saber que el aprendiz conocía a su madre. "Verla" parecía haberle afectado mucho emocionalmente, así que el carabés no supo qué decir: aquel tipo de vínculo familiar le era terreno desconocido. Si al ruso le apetecía desahogarse en algún momento a Taro no le importaría prestar oído, pero no podía ofrecer ninguna palabra de consuelo en ese momento ni tampoco se le ocurría ninguna forma de hacérselo saber sin sonar fuera de lugar en el silencio ominoso que se había instalado.
Tampoco le hizo ninguna gracia contarse entre la lista de muertos, aunque fuese de forma aparente, y eso mismo le hizo preguntarse cuál había sido exactamente el detonante de que el aprendiz hubiese vuelto a recordar.
-La otra vez que recordaste fue cuando tocaste el bo- apuntó con cautela, tratando de desviar la conversación de aquel tema tan sombrío porque no se le ocurría qué otra cosa hacer-. Dijisteis que había algo escrito por aquí, ¿no? ¿Dónde está?
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Re: Capilla de los nombres
24/05/14, 08:37 pm
Aprendiz
El joven ruso no se habia parado a contemplar otras posiblidades, como la que sugeria el carabés, pero por dentro, sentia que estaba en lo cierto: Que la sinhadre no querria saber nada de él.
-Puede ser... No se...-dijo encogiendose de hombros.
Entonces Taro paso a preguntarle sobre la escritura.
-¡A-Ah!-exclamó, buscandolo con la mirada, palpando la piedra.-Pues estaba por aquí...-dijo señalando un area en blanco.-Alguien lo habia escrito con Saponita Naranja... Creo... Por eso ha debido desaparecer.-intentó razonar el porque habia desaparecido y coló una risa nerviosa, poco sincera.-Pero solo eran tonterias...-añadió.
El joven ruso no se habia parado a contemplar otras posiblidades, como la que sugeria el carabés, pero por dentro, sentia que estaba en lo cierto: Que la sinhadre no querria saber nada de él.
-Puede ser... No se...-dijo encogiendose de hombros.
Entonces Taro paso a preguntarle sobre la escritura.
-¡A-Ah!-exclamó, buscandolo con la mirada, palpando la piedra.-Pues estaba por aquí...-dijo señalando un area en blanco.-Alguien lo habia escrito con Saponita Naranja... Creo... Por eso ha debido desaparecer.-intentó razonar el porque habia desaparecido y coló una risa nerviosa, poco sincera.-Pero solo eran tonterias...-añadió.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Capilla de los nombres
24/05/14, 09:01 pm
No dijo nada al escuchar los recuerdos recuperados. Era un avance, pero también era extraño que estuviesen volviendo recuerdos anteriores a la ciudad mediante sucesos en esta. Más que recuerdos, parecían traumas pero, a lo mejor, ni siquiera eran recuerdos reales, sino imágenes confusas, mezcladas o inventadas. No descartaba nada, pero tampoco negaba su veracidad por ello.
Escuchó también las palabras de Taro sobre Ri, y esa vez sí respondió, un escueto «supongo». Dolida o no, no hacía falta dar portazos. Creía que ya saldrían, pero como el carabés hizo una última pregunta, añadió algo más a lo dicho por el aprendiz.
―Seguro que dice eso porque antes que su nombre estaba el tuyo. No era la mejor esquela del mundo, pero fue un detalle ―dijo con una media sonrisa. En parte le hacía gracia, porque ahora podían hablar como si cualquier cosa con el muerto que, prácticamente, habían terminado de dar por tal en aquel mismo lugar, cuando todos perdieron la esperanza―. Oíd… ¿y si… y si la piedra está encantada o alguna pollada así y solo no se borran los nombres de los muertos? ―Era bastante raro en él llegar a conclusiones tan absurdas, pero la magia también lo era y empezaba a acostumbrarse demasiado a su presencia.
Escuchó también las palabras de Taro sobre Ri, y esa vez sí respondió, un escueto «supongo». Dolida o no, no hacía falta dar portazos. Creía que ya saldrían, pero como el carabés hizo una última pregunta, añadió algo más a lo dicho por el aprendiz.
―Seguro que dice eso porque antes que su nombre estaba el tuyo. No era la mejor esquela del mundo, pero fue un detalle ―dijo con una media sonrisa. En parte le hacía gracia, porque ahora podían hablar como si cualquier cosa con el muerto que, prácticamente, habían terminado de dar por tal en aquel mismo lugar, cuando todos perdieron la esperanza―. Oíd… ¿y si… y si la piedra está encantada o alguna pollada así y solo no se borran los nombres de los muertos? ―Era bastante raro en él llegar a conclusiones tan absurdas, pero la magia también lo era y empezaba a acostumbrarse demasiado a su presencia.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Capilla de los nombres
24/05/14, 11:58 pm
-No- respondió categóricamente a la pregunta de Cío. Sus compañeros tenían concepciones muy raras de la magia-. La piedra no puede saber sola quién se muere y quién no, ni cuáles son sus nombres. Habría que vincular a cada persona, una por una, con el encantamiento que hubieran instalado aquí, y haberle programado el nombre que se inscribiría cuando muriese la persona. Y la descripción ya ni te cuento- negó con la cabeza-. Esto lo limpia alguien. Que sea con magia es otra cosa, pero el que lleva la cuenta es una persona. Lo otro es posible, pero es un auténtico coñazo. Y dudo que aquí sean tan organizados como para registrar a todos los habitantes, como en mi mundo.
Taro miró atentamente la parte de la pared que señalaba el aprendiz, no viendo nada. Al contrario que los demás no le extrañó nada que hubiese desaparecido la inscripción: con un hechizo de moldear materia una pared podía quedar como nueva.
-¿Ah, sí?- frunció el ceño cuando Cío le contó que su nombre también estaba allí. Se agachó a la altura que le habían enseñado-. ¿Por aquí más o menos?- preguntó tanteando aquel lugar de la pared, y se lo quedó mirando meditabundo ante la respuesta afirmativa.
Sin previo aviso hurgó en uno de los cierres de su cinto que sujetaba un puñal, y empezó a rajar con él la pared a conciencia. De un lado a otro, asegurándose de que el sonido chirriante que retumbaba por las paredes de la capilla significaba que la hoja estaba dejando marca. El proceso se extendió durante cerca de un minuto, y cuando finalizó ambas incripciones en la pared, de seguir ahí, habrían quedado ilegibles por completo.
Se guardó el puñal en su lugar y acto seguido se levantó, sin darle más vueltas a lo que acababa de hacer.
-No estoy muerto- declaró mientras se incorporaba. Después centró la mirada brevemente en el aprendiz antes de en la puerta-. Y tú tampoco. Vámonos.
Sigue en el Torreón Maciel.
Taro miró atentamente la parte de la pared que señalaba el aprendiz, no viendo nada. Al contrario que los demás no le extrañó nada que hubiese desaparecido la inscripción: con un hechizo de moldear materia una pared podía quedar como nueva.
-¿Ah, sí?- frunció el ceño cuando Cío le contó que su nombre también estaba allí. Se agachó a la altura que le habían enseñado-. ¿Por aquí más o menos?- preguntó tanteando aquel lugar de la pared, y se lo quedó mirando meditabundo ante la respuesta afirmativa.
Sin previo aviso hurgó en uno de los cierres de su cinto que sujetaba un puñal, y empezó a rajar con él la pared a conciencia. De un lado a otro, asegurándose de que el sonido chirriante que retumbaba por las paredes de la capilla significaba que la hoja estaba dejando marca. El proceso se extendió durante cerca de un minuto, y cuando finalizó ambas incripciones en la pared, de seguir ahí, habrían quedado ilegibles por completo.
Se guardó el puñal en su lugar y acto seguido se levantó, sin darle más vueltas a lo que acababa de hacer.
-No estoy muerto- declaró mientras se incorporaba. Después centró la mirada brevemente en el aprendiz antes de en la puerta-. Y tú tampoco. Vámonos.
Sigue en el Torreón Maciel.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Capilla de los nombres
25/11/14, 03:53 am
Las manos de la mala sombra acariciaban las paredes. Tenía tanta experiencia con el hechizo que mejoraba su tacto que era capaz de identificar los huecos en la piedra con las letras que simbolizaban. Su mirada amarilla, gafe, permanecía anclada a la entrada del edificio mientras sus manos leían nombres y más nombres de las viejas glorias de la ciudad. Glorias que ya no eran más que una talla sobria entre otras muchas tallas. Sin duda, a la que ya no era Lara, le parecía un destino desafortunado.
Una vez fue madre y tuvo ilusión, ahora solo le quedaba un oleaje tenue de dolores que le inundaban el pecho y unos ojos ámbar que rompían el orden natural de las cosas. Lara estaba harta de oír que la luna la había bendecido. Qué si prodigios, qué si leyendas… Y si bien la ordesa aceptaba su nuevo don, no se sentía menos aberrante por ello. Era una deformidad de lo que una vez había sido e incluso su propia existencia servía para deformarlo todo aún más. Y la aceptaba. Pero igual que no se sentía más Lara, tampoco se sentía bendecida en absoluto.
El precio que había pagado por aquel desastre la torturaba a diario. Tenía las manos manchadas de la sangre de sus hijos y el peso de sus muertes yacía en su marsupio, junto con todos los huesos que habían sobrevivido a su mal fario. Conocer su esencia corrupta le había sacudido las entrañas y la había revuelto. Pero con el paso de los días Lara iba teniendo más claro que quería una compensación por aquello y necesitaba recordar. Cinco vidas tenían un precio y la mala sombra iba a luchar para que la indemnizaran.
Las yemas de sus dedos acariciaron el nombre de otro de los ángeles negros que tan a menudo caían ante el trono y resopló descontenta. Necesitaba un nuevo nombre para dejar a Lara atrás y aferrarse a lo que vendría, pero ninguno la convencía. No quería ser una dama, ni una reina en un trono de pajas. Quería ser un desastre para la ciudad, una calamidad que sacudiera sus cimientos. Y estaba segura de que, de haberlos habido, sus nombres no estarían grabados en columnas. Una verdadera devastación no habría dejado a nadie vivo para contar las bajas.
Sabedora de que allí no encontraría lo que buscaba, la ordesa bajó la mano y se la llevó al marsupio. Falanges, costillas y otros huesos arañaron sus dedos vivos. Lara los removió para que chocaran entre sí y respiró hondo, mecida por el sonido de carracas descoordinadas que produjeron.
—Lo que mamá busca no está aquí —susurró a nadie que viviera.
Su mirada, turbia, seguía apuntando a la salida y, pronto, su cuerpo se dirigiría a ella con un andar apático, pero de pasos firmes.
Una vez fue madre y tuvo ilusión, ahora solo le quedaba un oleaje tenue de dolores que le inundaban el pecho y unos ojos ámbar que rompían el orden natural de las cosas. Lara estaba harta de oír que la luna la había bendecido. Qué si prodigios, qué si leyendas… Y si bien la ordesa aceptaba su nuevo don, no se sentía menos aberrante por ello. Era una deformidad de lo que una vez había sido e incluso su propia existencia servía para deformarlo todo aún más. Y la aceptaba. Pero igual que no se sentía más Lara, tampoco se sentía bendecida en absoluto.
El precio que había pagado por aquel desastre la torturaba a diario. Tenía las manos manchadas de la sangre de sus hijos y el peso de sus muertes yacía en su marsupio, junto con todos los huesos que habían sobrevivido a su mal fario. Conocer su esencia corrupta le había sacudido las entrañas y la había revuelto. Pero con el paso de los días Lara iba teniendo más claro que quería una compensación por aquello y necesitaba recordar. Cinco vidas tenían un precio y la mala sombra iba a luchar para que la indemnizaran.
Las yemas de sus dedos acariciaron el nombre de otro de los ángeles negros que tan a menudo caían ante el trono y resopló descontenta. Necesitaba un nuevo nombre para dejar a Lara atrás y aferrarse a lo que vendría, pero ninguno la convencía. No quería ser una dama, ni una reina en un trono de pajas. Quería ser un desastre para la ciudad, una calamidad que sacudiera sus cimientos. Y estaba segura de que, de haberlos habido, sus nombres no estarían grabados en columnas. Una verdadera devastación no habría dejado a nadie vivo para contar las bajas.
Sabedora de que allí no encontraría lo que buscaba, la ordesa bajó la mano y se la llevó al marsupio. Falanges, costillas y otros huesos arañaron sus dedos vivos. Lara los removió para que chocaran entre sí y respiró hondo, mecida por el sonido de carracas descoordinadas que produjeron.
—Lo que mamá busca no está aquí —susurró a nadie que viviera.
Su mirada, turbia, seguía apuntando a la salida y, pronto, su cuerpo se dirigiría a ella con un andar apático, pero de pasos firmes.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Capilla de los nombres
07/12/14, 02:58 am
Hablando con varios de Serpentaria me había enterado de la existencia de este sitio y había decidido venir. Sola, primero, aunque nunca estaba sola del todo. Las onyces no aprobaban esto, y por eso esperaban fuera. Realmente, no me importaba mucho lo que hicieran. Había venido de manera impulsiva, sin avisar a los demás, y luego me arrepentiría, pero ya estaba aquí y no me iría sin grabar los nombres de nuestros amigos. Otro día les traería, quizá.
Primero recurrí al hechizo de corte, pero no quedaron nada elegantes los primeros "trazos", así que cambié al de moldear materia. Seguían siendo líneas burdas, no se merecían un recuerdo así, tan vulgar, pero no tenía otra forma. Y quieras que no, estarían junto a reyes y asesinos y gente supuestamente famosa en la ciudad. No era tan malo. Así que grabé nombres...
Neith.
Akasha.
Álvaro.
G
Akasha.
Álvaro.
G
No acabé el nombre de Gart. No me correspondía a mí grabar su nombre en la piedra sino a sus amigas. Y lo mismo con el grupo de Maciel. Luego me quedé allí un rato, sentada en el suelo, recordando. No con tristeza sino con el odio que a las onyces tanto gustaba alimentar. Haber venido a este sitio no hizo más que alimentar el fuego que sentía cuando recordaba a mis amigos muertos. Quemaría ese circo y la casa que mató a Álvaro. Y, si podía, destruiría la trampa que se llevó a Neith tan cerca de nuestro, por entonces, hogar. Pensar en todo esto me recordaba a los comics de Star Wars y la división entre los Jedi y Sith. Me hacía gracia, porque en la Tierra siempre me identificaba con los buenos, con sus ideales pacifistas y su deseo de ayudar a los demás... Pero esta ciudad pedía muerte y destrucción. Un poco de venganza no haría mal a nadie. Además, había trampas por doquier; nadie echaría de menos dos o tres que me llevara por delante.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
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- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Capilla de los nombres
08/12/14, 12:34 am
Pocos días habían pasado desde el incidente con el gusano, pero el raigaurum había aprendido mucho de ese incidente, por ejemplo que no debía precipitarse por mucho que creyera dominar algo, que no iba a ser un entendido en dos días y, sobre todo, que era agotador. Ahora conocía un poco mejor sus límites, y no había ampliado apenas su repertorio, sino que había decidido hacer las cosas despacio y con buena letra.
Aparte de entrenar, las conversaciones con varios compañeros le dieron a conocer una tradición rocavarancolesa que le llamó la atención al instante. No se había planteado nunca que los nombres de los veteranos en los refugios pudieran no ser los originalmente suyos, hasta que se enteró de aquella opción. Le llamó la atención tan pronto la escuchó. Entendía los motivos que había para empezar de cero con una nueva identidad, los compartía de hecho, pero para él aún significaba incluso un poco más. Podía deshacerse por fin del nombre con que lo había marcado su padre. No se trataba de que el hecho de ser un nombre tan horrendo le afectase en tal medida, sino que además era algo que le había impuesto su padre y llevaba siempre encima. Otra cosa más que le recordaba a él. Estaba muy acostumbrado a su mote, tanto que casi podía olvidar que había un Tilecio detrás, pero la posibilidad de cambiárselo se presentaba como una bendición. No era que ya antes no hubiera podido tomar una decisión así, pero ahora tenía la excusa perfecta y absolutamente ninguna traba en contra.
No necesitaría pensar mucho para darse cuenta de que cambiar el nombre de uno no es tan fácil, aun si no gusta el previo. ¿Qué era apropiado? ¿A qué se acostumbraría? No quería tener que pensarlo con cuidado, pero probablemente lo necesitaría. Y le gustaría poder presentarse pronto por un nuevo nombre, en vez de darse a conocer de nuevo como Cío una vez más.
Quizá darle tantas vueltas a aquello lo llevó a, en un paseo, acercarse a la capilla de paredes recubiertas de nombres, llena de nombres y transformaciones y hazañas. No significaban mucho para él, pero quería echarles un vistazo. Además, aquel ya era un sitio conocido para él, pero ahora sabía un poco más que las últimas veces que lo había pisado.
Se llevó una sorpresa al ver que una vez dentro no estaba solo. Una sorpresa agradable, porque era la bruja onycemante de Letargo y no algún ciudadano desconocido –de haber sido así, se habría marchado tal como llegó–.
—Vaya —fue su saludo, acompañado de una sonrisa y cierta extrañeza—. No esperaba encontrarme a nadie por aquí, y menos tomando un descanso.
No preguntó a qué había ido allí, pero sí tenía un poco de curiosidad. Tampoco sabía qué más decir, tal vez ella no quería ser molestada.
Aparte de entrenar, las conversaciones con varios compañeros le dieron a conocer una tradición rocavarancolesa que le llamó la atención al instante. No se había planteado nunca que los nombres de los veteranos en los refugios pudieran no ser los originalmente suyos, hasta que se enteró de aquella opción. Le llamó la atención tan pronto la escuchó. Entendía los motivos que había para empezar de cero con una nueva identidad, los compartía de hecho, pero para él aún significaba incluso un poco más. Podía deshacerse por fin del nombre con que lo había marcado su padre. No se trataba de que el hecho de ser un nombre tan horrendo le afectase en tal medida, sino que además era algo que le había impuesto su padre y llevaba siempre encima. Otra cosa más que le recordaba a él. Estaba muy acostumbrado a su mote, tanto que casi podía olvidar que había un Tilecio detrás, pero la posibilidad de cambiárselo se presentaba como una bendición. No era que ya antes no hubiera podido tomar una decisión así, pero ahora tenía la excusa perfecta y absolutamente ninguna traba en contra.
No necesitaría pensar mucho para darse cuenta de que cambiar el nombre de uno no es tan fácil, aun si no gusta el previo. ¿Qué era apropiado? ¿A qué se acostumbraría? No quería tener que pensarlo con cuidado, pero probablemente lo necesitaría. Y le gustaría poder presentarse pronto por un nuevo nombre, en vez de darse a conocer de nuevo como Cío una vez más.
Quizá darle tantas vueltas a aquello lo llevó a, en un paseo, acercarse a la capilla de paredes recubiertas de nombres, llena de nombres y transformaciones y hazañas. No significaban mucho para él, pero quería echarles un vistazo. Además, aquel ya era un sitio conocido para él, pero ahora sabía un poco más que las últimas veces que lo había pisado.
Se llevó una sorpresa al ver que una vez dentro no estaba solo. Una sorpresa agradable, porque era la bruja onycemante de Letargo y no algún ciudadano desconocido –de haber sido así, se habría marchado tal como llegó–.
—Vaya —fue su saludo, acompañado de una sonrisa y cierta extrañeza—. No esperaba encontrarme a nadie por aquí, y menos tomando un descanso.
No preguntó a qué había ido allí, pero sí tenía un poco de curiosidad. Tampoco sabía qué más decir, tal vez ella no quería ser molestada.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Capilla de los nombres
08/12/14, 02:26 am
Estaba sumida en mis pensamientos de venganza cuando una voz me interrumpió. Me sonaba familiar, pero no la ubiqué hasta que volvió a hablar. Cío. Al oír la primera frase me había levantado tan automáticamente que cuando le miré ni recordaba haberlo hecho. De lo que me di cuenta instantes antes de responder fue de que no estaba tensa ni había apretado los puños ni... Nada. Estaba demasiado tranquila por fuera. No había reaccionado físicamente a pensar en destruir el circo o la casa, ni al recordar las muertes de mis amigos. Por suerte, solo vi al detalle la de Akasha, mientras que de los otros dos vi solo el final. <<Y casi vi... Casi...>>
—Hola, Cío —dije con una media sonrisa y luego suspiré involuntariamente por haber forzado a un rincón de mi cabeza ese amargo recuerdo—. Un descanso... Pues casi, sí. Gracias a ti, precisamente... —no añadí más. No vi apropiado explicarle lo que hasta hace un rato me corroía por dentro. No merecía aguarle el día.
<<Solo que a la inversa. Ahora, precisamente ahora es cuando estoy descansando>> Y en efecto, había dejado de pensar en todo lo anterior casi sin percatarme de ello, como quien olvida qué iba a buscar en el frigorífico justo cuando abre la puerta. ¿Lo había hecho para no enturbiar la situación con Cío? ¿O lo había hecho porque tomaba tanto el recuerdo de sus muertes como la idea de vengarnos como algo más del día a día que podía dejar de lado tan fácilmente? Ojalá fuera esto. No servía de nada darle demasiadas vueltas a semejantes asuntos.
—¿Has venido a...?
No terminé la frase verbalmente. En su lugar, me giré y con un dedo y la cabeza a la vez, señalé a los nombres que había grabado.
—Hola, Cío —dije con una media sonrisa y luego suspiré involuntariamente por haber forzado a un rincón de mi cabeza ese amargo recuerdo—. Un descanso... Pues casi, sí. Gracias a ti, precisamente... —no añadí más. No vi apropiado explicarle lo que hasta hace un rato me corroía por dentro. No merecía aguarle el día.
<<Solo que a la inversa. Ahora, precisamente ahora es cuando estoy descansando>> Y en efecto, había dejado de pensar en todo lo anterior casi sin percatarme de ello, como quien olvida qué iba a buscar en el frigorífico justo cuando abre la puerta. ¿Lo había hecho para no enturbiar la situación con Cío? ¿O lo había hecho porque tomaba tanto el recuerdo de sus muertes como la idea de vengarnos como algo más del día a día que podía dejar de lado tan fácilmente? Ojalá fuera esto. No servía de nada darle demasiadas vueltas a semejantes asuntos.
—¿Has venido a...?
No terminé la frase verbalmente. En su lugar, me giré y con un dedo y la cabeza a la vez, señalé a los nombres que había grabado.
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Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Capilla de los nombres
08/12/14, 06:36 pm
Alice reaccionó al escuchar su voz, pero lo que dijo hizo que el irrense ladease la cabeza emitiendo un sonido interrogante. Sin embargo, el silencio que siguió le dijo «no preguntes», y eso hizo. Además, al señalar la chica una serie de nombres, comprendió finalmente por qué estaba pensativa cuando llegó. Aquella ceremonia de escribir nombres era lo más parecido que tenían a una despedida cuando ni siquiera podían recoger los cuerpos, de modo que sí había interrumpido algo importante. Lo que le extrañaba era haberla encontrado sola.
No tenía muchos recuerdos de la mayoría de las personas allí escritas, pero aun así aquella hilera de nombres le traía malos recuerdos y angustia. Incluso en ese momento nada de aquello se había terminado, y quién sabía si terminaría algún día.
—Siento haber interrumpido —dijo, haciéndose a un lado—. No venía a grabar nada, más bien llegué de casualidad. Pasaba por aquí cerca y quería volver a ver los nombres y eso de las paredes. —Se rascó la nuca despistadamente y se preguntó si debía dejar a la bruja en paz. No quería ponerse a examinar las paredes ignorando su presencia. Tampoco era el mejor momento para sacar cualquier conversación insustancial—. ¿Aún no has acabado? —preguntó entonces, recordando que había una letra suelta en lo tallado. Al fin y al cabo había dicho algo como que la había interrumpido.
No tenía muchos recuerdos de la mayoría de las personas allí escritas, pero aun así aquella hilera de nombres le traía malos recuerdos y angustia. Incluso en ese momento nada de aquello se había terminado, y quién sabía si terminaría algún día.
—Siento haber interrumpido —dijo, haciéndose a un lado—. No venía a grabar nada, más bien llegué de casualidad. Pasaba por aquí cerca y quería volver a ver los nombres y eso de las paredes. —Se rascó la nuca despistadamente y se preguntó si debía dejar a la bruja en paz. No quería ponerse a examinar las paredes ignorando su presencia. Tampoco era el mejor momento para sacar cualquier conversación insustancial—. ¿Aún no has acabado? —preguntó entonces, recordando que había una letra suelta en lo tallado. Al fin y al cabo había dicho algo como que la había interrumpido.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Capilla de los nombres
11/12/14, 05:02 pm
A la disculpa de interrumpir respondí negando automática y suavemente con la cabeza, pero le dejé hablar. Venía por los nombres... Le habrían tenido que hablar del sitio en la Sede como a mí, aunque su motivo parecía diferente.
—No, sí interrumpes... No. Agh, que me lío —reí suavemente—. No interrumpiste y sí, ya acabé, tranquilo. Esa última letra es... de uno de los de Sendar. Gart —dije en un susurro a la vez que rozaba la letra con la mano izquierda, pero la retiré antes de seguir hablando—. Le echaba de menos pero no es tarea mía...
Tras decir eso, di definitivamente la espalda a los nombres, dirigiendo toda mi atención al irrense. Apenas sabía nada de los macieleros ni sobre sus transformaciones ni cómo les iba.
—Si quieres estar solo, dilo —pero su respuesta fue negativa, así que sonreí—. ¡Entonces te toca responder! Bueno, es una referencia a mi mundo... Si quieres, claro: ¿cómo te va? ¿Qué tal la transformación?
En ese momento, las onyces de fuera debieron entender que ya no estaba "grabando nombres", lo cual era cierto, y entraron algunas... Para que saliera. Miraron mal a Cío y unas pocas se me subieron encima, pero al menos a él no le dijeron nada. Sí que le hacían gestos como enseñarle los colmillos las que disponían de estas o crispar las garras otras. Rodé los ojos, metí las manos en los bolsillos y dije:
—Estoy hablando con este señor sedentario; dejadnos en paz. Perdón por la interrupción, pero creen que quieres matarme o algo así —bromeé.
—No, sí interrumpes... No. Agh, que me lío —reí suavemente—. No interrumpiste y sí, ya acabé, tranquilo. Esa última letra es... de uno de los de Sendar. Gart —dije en un susurro a la vez que rozaba la letra con la mano izquierda, pero la retiré antes de seguir hablando—. Le echaba de menos pero no es tarea mía...
Tras decir eso, di definitivamente la espalda a los nombres, dirigiendo toda mi atención al irrense. Apenas sabía nada de los macieleros ni sobre sus transformaciones ni cómo les iba.
—Si quieres estar solo, dilo —pero su respuesta fue negativa, así que sonreí—. ¡Entonces te toca responder! Bueno, es una referencia a mi mundo... Si quieres, claro: ¿cómo te va? ¿Qué tal la transformación?
En ese momento, las onyces de fuera debieron entender que ya no estaba "grabando nombres", lo cual era cierto, y entraron algunas... Para que saliera. Miraron mal a Cío y unas pocas se me subieron encima, pero al menos a él no le dijeron nada. Sí que le hacían gestos como enseñarle los colmillos las que disponían de estas o crispar las garras otras. Rodé los ojos, metí las manos en los bolsillos y dije:
—Estoy hablando con este señor sedentario; dejadnos en paz. Perdón por la interrupción, pero creen que quieres matarme o algo así —bromeé.
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- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Capilla de los nombres
11/12/14, 05:49 pm
Asintió con pesadumbre al explicarse la bruja. Él también se acordaba del pequeño Gart y a la vez prefería no recordarlo, aunque eran otros “pequeños” los que ocupaban un espacio mayor en sus recuerdos de la cosecha. Suspiró. Ella debió pensar que había llegado allí para estar solo, porque preguntó, pero el irrense se limitó a responder un «qué va» encogiéndose de hombros. Al sonreír ella al menos pensó que no molestaba allí.
Sin embargo sí parecía molestar a las sombras de la bruja, que aparecieron por la puerta, sorprendiendo a Cío, que no las conocía. La actitud era abiertamente hostil en varias de ellas, pero solo hacia él, aunque no se le acercasen. El irrense se puso a la defensiva, hasta que Alice comenzó a hablar con ellas.
—¿Son tus mascotas, o algo así? —preguntó, curioso. Le divertía ver cómo las trataba a pesar del aspecto que tenían, pero parecían obedientes—. Venga ya, como sedentario no puedo matar a nadie, aunque ya me estoy recuperando. —Rodó los ojos aun sonriendo y se metió las manos en los bolsillos—. Preguntabas qué tal la transformación pero yo sigo perdido con la mayoría de los que no viven en la sede. No pareces haber cambiado demasiado. —«Estilo esto» pareció querer decir con la mirada al inclinar la cabeza y señalar uno de sus cuernos con los ojos—. ¿En qué consiste? Si no es una indiscreción. —Porque sabía que para algunas personas podía serlo.
Sin embargo sí parecía molestar a las sombras de la bruja, que aparecieron por la puerta, sorprendiendo a Cío, que no las conocía. La actitud era abiertamente hostil en varias de ellas, pero solo hacia él, aunque no se le acercasen. El irrense se puso a la defensiva, hasta que Alice comenzó a hablar con ellas.
—¿Son tus mascotas, o algo así? —preguntó, curioso. Le divertía ver cómo las trataba a pesar del aspecto que tenían, pero parecían obedientes—. Venga ya, como sedentario no puedo matar a nadie, aunque ya me estoy recuperando. —Rodó los ojos aun sonriendo y se metió las manos en los bolsillos—. Preguntabas qué tal la transformación pero yo sigo perdido con la mayoría de los que no viven en la sede. No pareces haber cambiado demasiado. —«Estilo esto» pareció querer decir con la mirada al inclinar la cabeza y señalar uno de sus cuernos con los ojos—. ¿En qué consiste? Si no es una indiscreción. —Porque sabía que para algunas personas podía serlo.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Capilla de los nombres
13/12/14, 10:55 pm
Ante la mención de mascotas, tuve que chistarles en señal de que se callaran o habrían empezado a insultar a Cío. Pensé en mandarlas de nuevo fuera, pero por no interrumpirle no lo hice. Al final, como el chico preguntó por la transformación, sonreí, tanto por sus palabras como por haber decidido dejarlas conmigo.
—Por eso mismo creo que te consideraron peligroso —empecé, señalando a los cuernos con un gesto de cabeza—. Soy una bruja y ellas mi dominio. Mascotas les enfada, así que no. Son como compañeras forzosas, me obedecen aunque no quieran y a la mínima me la juegan si no tengo cuidado. Aún estoy acostumbrándome, pero creo que pueden tomar la forma que quieran o les ordene. Sirven hasta para caminar por el cielo o vestirme. Pero nos llevamos bien, ¿verdad?
Y para que sirviera de ejemplo, miré a las que se agolpaban en el techo.
—Hacedme una capa. La de siempre, venga.
Nos tuvo que tocar la bruja más tonta de la ciudad —respondió una agarrada a mi brazo derecho con forma de escolopendra.
Entre tanto, varias obedecieron. Se separaron del grupo del techo y se entremezclaron, aplanándose y expandiéndose hasta dar forma a una capa con agujeros y luego se colocaron sobre los hombros.
—Buen trabajo. Ah, no me fijé, pero creo que oíste a esta, ¿no?—inquirí, señalando a la escolopendra—. A veces se hacen entender, como ahora, pero la mayor parte del tiempo solo las entiendo yo.
Ese demonio no merece nuestra compañía. ¿Por qué no nos vamos? —inquirió otra, subida a mi hombro izquierdo, con forma humanoide pero con ocho bracitos rematados en garras. De nuevo en ese lenguaje comprensible por todos.
—Podéis iros, nadie os ordenó que entrárais —dije y luego me centré en el irrense, pues habían dicho algo curioso—. Te han llamado demonio... ¿Es eso lo que eres? Ay, no tienes que responder si no quieres, claro.
Los cuernos al menos los tenía. Pero ni rastro de piel roja o cola ni lo típico de los demonios terrícolas.
—Por eso mismo creo que te consideraron peligroso —empecé, señalando a los cuernos con un gesto de cabeza—. Soy una bruja y ellas mi dominio. Mascotas les enfada, así que no. Son como compañeras forzosas, me obedecen aunque no quieran y a la mínima me la juegan si no tengo cuidado. Aún estoy acostumbrándome, pero creo que pueden tomar la forma que quieran o les ordene. Sirven hasta para caminar por el cielo o vestirme. Pero nos llevamos bien, ¿verdad?
Y para que sirviera de ejemplo, miré a las que se agolpaban en el techo.
—Hacedme una capa. La de siempre, venga.
Nos tuvo que tocar la bruja más tonta de la ciudad —respondió una agarrada a mi brazo derecho con forma de escolopendra.
Entre tanto, varias obedecieron. Se separaron del grupo del techo y se entremezclaron, aplanándose y expandiéndose hasta dar forma a una capa con agujeros y luego se colocaron sobre los hombros.
—Buen trabajo. Ah, no me fijé, pero creo que oíste a esta, ¿no?—inquirí, señalando a la escolopendra—. A veces se hacen entender, como ahora, pero la mayor parte del tiempo solo las entiendo yo.
Ese demonio no merece nuestra compañía. ¿Por qué no nos vamos? —inquirió otra, subida a mi hombro izquierdo, con forma humanoide pero con ocho bracitos rematados en garras. De nuevo en ese lenguaje comprensible por todos.
—Podéis iros, nadie os ordenó que entrárais —dije y luego me centré en el irrense, pues habían dicho algo curioso—. Te han llamado demonio... ¿Es eso lo que eres? Ay, no tienes que responder si no quieres, claro.
Los cuernos al menos los tenía. Pero ni rastro de piel roja o cola ni lo típico de los demonios terrícolas.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
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- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Capilla de los nombres
13/12/14, 11:57 pm
«Así que, en definitiva, sí son mascotas pero no puedo decirlo en voz alta porque se ofenden» concluyó el irrense después de escuchar la explicación y ver la demostración de la bruja. Parecía útil su dominio, aunque el libre albedrío de las sombras tenía pinta de molesto y algo complicado para lidiar con ello. En comparación, aprender a usar su habilidad era mucho más simple.
—Son todo amabilidad, por lo que veo —dejó caer tras escuchar los comentarios ofensivos de las ónyces. Alice tampoco conocía en qué se habí convertido Cío porque un comentario de sus sombras la llevó a preguntar—. Eso dicen. Un demonio raigaurum, para más señas, sea lo que sea que signifique. Yo prefiero llamarlo demonio pila alcalina: almaceno electricidad y la suelto cuando quiero. —Aunque bromease sobre ello, aún estaba fresco todo el sufrimiento que había padecido durante la transformación y ni siquiera se molestó en acompañar la broma de una sonrisa. Distaba de hacerle gracia, en realidad—. No puedo hacer esas cosas tan chulas, y los cuernos no me hacen compañía, pero puedo sobrevivir a un relámpago. Lástima que solo sirva como espectáculo callejero. —Se apoyó en la pared con un costado y se encogió de hombros. Su cara sí indicaba ahora que la broma no le sentaba mal, pero no quería seguir hablando de sí mismo. Tenía la sensación, incluso desde que se había quedado tullido en la cosecha, de que llevar tan mal las cosas que le pasaban hacia que cada vez que abriera la boca parecise tratar de dar lástima. Y él no quería eso, así que rio.
—Si se permite una pregunta indiscreta más... —comenzó de nuevo—, estás al tanto de la tradición de cambiarse el nombre, ¿verdad? ¿tienes pensado hacerlo?
—Son todo amabilidad, por lo que veo —dejó caer tras escuchar los comentarios ofensivos de las ónyces. Alice tampoco conocía en qué se habí convertido Cío porque un comentario de sus sombras la llevó a preguntar—. Eso dicen. Un demonio raigaurum, para más señas, sea lo que sea que signifique. Yo prefiero llamarlo demonio pila alcalina: almaceno electricidad y la suelto cuando quiero. —Aunque bromease sobre ello, aún estaba fresco todo el sufrimiento que había padecido durante la transformación y ni siquiera se molestó en acompañar la broma de una sonrisa. Distaba de hacerle gracia, en realidad—. No puedo hacer esas cosas tan chulas, y los cuernos no me hacen compañía, pero puedo sobrevivir a un relámpago. Lástima que solo sirva como espectáculo callejero. —Se apoyó en la pared con un costado y se encogió de hombros. Su cara sí indicaba ahora que la broma no le sentaba mal, pero no quería seguir hablando de sí mismo. Tenía la sensación, incluso desde que se había quedado tullido en la cosecha, de que llevar tan mal las cosas que le pasaban hacia que cada vez que abriera la boca parecise tratar de dar lástima. Y él no quería eso, así que rio.
—Si se permite una pregunta indiscreta más... —comenzó de nuevo—, estás al tanto de la tradición de cambiarse el nombre, ¿verdad? ¿tienes pensado hacerlo?
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Capilla de los nombres
14/12/14, 02:40 am
Cuando respondió, me dio por pensar que no estaba cómodo con su transformación aunque bromease sobre ella. A la par, me recordó a un villano terrícola, así que lo comenté cuando dijo lo de "espectáculo callejero".
—En mi mundo teníamos cómics... Libros, no sé si tenéis cómics allí. Bueno, libros donde había gente que controlaba la electricidad. Uno, Shocker, podía controlarla porque le cayó un rayo, así que quizá otra pila alcalina —bromeé— visitó mi mundo e inspiró ese personaje.
En resumen, que nos vamos, que ni es peligroso ni lo será en el futuro —interrumpió la onyce del brazo, tirando hacia atrás.
—Yo no he dicho eso. Y perdí el hilo por vuestra culpa... —y rápidamente miré a Cío, apurada—. Lo siento. No les hagas caso, siempre van a doler.
Esa era la idea.
—Callaos. No habléis hasta que os lo diga —siseé. Luego volví a mirar al chico—. Seguro que tu transformación sirve para algo... Y bueno, sí, conozco la tradición y de hecho la puse en práctica, por así decirlo. Vosotros podéis seguir llamándome Alice, pero la ciudad me conocerá como Onyx.
Mejor será que la llames Majestad Onyx, demonio —volvió a interrumpir una onyce en lengua común.
La misma onyce que me sacudí con fuerza del brazo; la misma escolopendra que se soltó y se alejó fulminándonos con la mirada al tiempo que le gritaba.
—¡Largo de aquí!
Algunas se fueron con ella y otras se quedaron. Sacudí la cabeza, mosqueada, y luego suspiré por el espectáculo que estaban dando.
—Joder. A este paso te puedo acompañar como espectáculo, oye —mascullé, aún encendida, pero luego agaché la cabeza y frené—. Olvida eso. Lo siento mucho, de verdad. Les cuesta acostumbrarse a gente que no conocen... —suspiré y me pasé las manos por la cara, queriendo arreglar la situación pero sin saber cómo—. Oye, de verdad, no te preocupes por las preguntas, pregunta lo que quieras. ¿Imagino que estás pensando en cambiar de nombre también? Algunos de aquí están chulos, lo llego a saber antes y vengo a inspirarme.
Onyx nos gusta. Onyx bruja de onyces. Esos nombres son de muertos. Nosotras conquistaremos la muerte —proclamó una de las sombras del techo, que bajó y con silencioso permiso se agarró a mi brazo.
Al fijarme, pensé que quería imitar a Cío, pues también tenía dos cuernecillos, pero lo descarté al ver su boca vertical y dos pares de ojos a cada lado de esta. En cuanto terminó de moverse, miré al irrense y rodé los ojos con una media sonrisa.
—En mi mundo teníamos cómics... Libros, no sé si tenéis cómics allí. Bueno, libros donde había gente que controlaba la electricidad. Uno, Shocker, podía controlarla porque le cayó un rayo, así que quizá otra pila alcalina —bromeé— visitó mi mundo e inspiró ese personaje.
En resumen, que nos vamos, que ni es peligroso ni lo será en el futuro —interrumpió la onyce del brazo, tirando hacia atrás.
—Yo no he dicho eso. Y perdí el hilo por vuestra culpa... —y rápidamente miré a Cío, apurada—. Lo siento. No les hagas caso, siempre van a doler.
Esa era la idea.
—Callaos. No habléis hasta que os lo diga —siseé. Luego volví a mirar al chico—. Seguro que tu transformación sirve para algo... Y bueno, sí, conozco la tradición y de hecho la puse en práctica, por así decirlo. Vosotros podéis seguir llamándome Alice, pero la ciudad me conocerá como Onyx.
Mejor será que la llames Majestad Onyx, demonio —volvió a interrumpir una onyce en lengua común.
La misma onyce que me sacudí con fuerza del brazo; la misma escolopendra que se soltó y se alejó fulminándonos con la mirada al tiempo que le gritaba.
—¡Largo de aquí!
Algunas se fueron con ella y otras se quedaron. Sacudí la cabeza, mosqueada, y luego suspiré por el espectáculo que estaban dando.
—Joder. A este paso te puedo acompañar como espectáculo, oye —mascullé, aún encendida, pero luego agaché la cabeza y frené—. Olvida eso. Lo siento mucho, de verdad. Les cuesta acostumbrarse a gente que no conocen... —suspiré y me pasé las manos por la cara, queriendo arreglar la situación pero sin saber cómo—. Oye, de verdad, no te preocupes por las preguntas, pregunta lo que quieras. ¿Imagino que estás pensando en cambiar de nombre también? Algunos de aquí están chulos, lo llego a saber antes y vengo a inspirarme.
Onyx nos gusta. Onyx bruja de onyces. Esos nombres son de muertos. Nosotras conquistaremos la muerte —proclamó una de las sombras del techo, que bajó y con silencioso permiso se agarró a mi brazo.
Al fijarme, pensé que quería imitar a Cío, pues también tenía dos cuernecillos, pero lo descarté al ver su boca vertical y dos pares de ojos a cada lado de esta. En cuanto terminó de moverse, miré al irrense y rodé los ojos con una media sonrisa.
No Hope. No Dreams. No Love.
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Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Capilla de los nombres
14/12/14, 06:58 pm
El irrense rio que existiera un personaje de comic así, pero no pudo puntualizar que sí conocía los comics por las continuas interrupciones de las ónyces y las respuestas que le daba la bruja. Incluso tuvo que echar a unas cuantas de la capilla antes de poder seguir hablando con normalidad sobre el cambio de nombres.
—Ah, de acuerdo entonces. Me cuidaré de no llamarte Alice donde no deba —le dio tiempo a decir antes de aquella interrupción.
Observó cómo se retiraban varias de ellas y también que la bruja parecía un tanto crispada.
—No te disculpes, es a ti a quien van a volver loca… —Pero como ella quiso volver al tema anterior, no insistió. Además, las sombras más problemáticas ya parecían haberse marchado. La ocurrencia de una de las que se quedó hizo sonreír al irrense. A lo mejor no todas eran tan malas, aunque de aspecto, muchas sí eran un rato grotescas.
—Pensé lo mismo —dijo suspirando—, pero no quiero llevar el nombre de ninguna momia, más bien eso, solo inspirarme. Para ser más exactos, me habría cambiado el nombre hace muchos años, pero de ahí a tener una idea… hay un trecho. No quiero ser Tilecio nunca más, nadie en su sano juicio querría. Ah… creo que nunca me había presentado como tal —«cuando llegué aquí prefería llevármelo a la tumba y ser solo Cío, asi que no, imposible que lo sepa» —. Ya tengo nombre de momia, así que ahora busco algo un poco más fresco —rio. Le gustaría encontrar uno que sonase tan bien como el de la bruja.
—Ah, de acuerdo entonces. Me cuidaré de no llamarte Alice donde no deba —le dio tiempo a decir antes de aquella interrupción.
Observó cómo se retiraban varias de ellas y también que la bruja parecía un tanto crispada.
—No te disculpes, es a ti a quien van a volver loca… —Pero como ella quiso volver al tema anterior, no insistió. Además, las sombras más problemáticas ya parecían haberse marchado. La ocurrencia de una de las que se quedó hizo sonreír al irrense. A lo mejor no todas eran tan malas, aunque de aspecto, muchas sí eran un rato grotescas.
—Pensé lo mismo —dijo suspirando—, pero no quiero llevar el nombre de ninguna momia, más bien eso, solo inspirarme. Para ser más exactos, me habría cambiado el nombre hace muchos años, pero de ahí a tener una idea… hay un trecho. No quiero ser Tilecio nunca más, nadie en su sano juicio querría. Ah… creo que nunca me había presentado como tal —«cuando llegué aquí prefería llevármelo a la tumba y ser solo Cío, asi que no, imposible que lo sepa» —. Ya tengo nombre de momia, así que ahora busco algo un poco más fresco —rio. Le gustaría encontrar uno que sonase tan bien como el de la bruja.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Capilla de los nombres
16/12/14, 03:02 pm
—Te entiendo.
No era el primero al que conocía que no le gustara su nombre por algún motivo, el que fuera, el suyo. Y tampoco teníamos el nivel de confianza apropiado para entrar en detalles, así que aparté ese tema de mi mente.
—Si te sirve, yo probé con referencias a cosas con las que recordara de dónde vengo, la Tierra...
Y que la gente tiemble al oírlo; un nombre que respeten, que no olviden y que sea lo último en que piensen al morir.
—Sí, bueno, algo así —reí—. Seguro que encuentras alguno que se adapte bien.
No era el primero al que conocía que no le gustara su nombre por algún motivo, el que fuera, el suyo. Y tampoco teníamos el nivel de confianza apropiado para entrar en detalles, así que aparté ese tema de mi mente.
—Si te sirve, yo probé con referencias a cosas con las que recordara de dónde vengo, la Tierra...
Y que la gente tiemble al oírlo; un nombre que respeten, que no olviden y que sea lo último en que piensen al morir.
—Sí, bueno, algo así —reí—. Seguro que encuentras alguno que se adapte bien.
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